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MARZO 1963 (Año XVI) - ESPAÑA pesetas - MEXICO : 1,80 pesos uan i acó

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MARZO 1963 (Año XVI) - ESPAÑA pesetas - MEXICO : 1,80 pesos

uan i acó

Foto © Almasy

CAMPANA MUNDIAL CONTRA EL ANALFABETISMO

Hay en el mundo 500 millones de adultos que no sabenleer. En vastas regiones de la tierra, el mejoramientode las condiciones de vida de las gentes depende de ladesaparición del analfabetismo. Por esa razón, la últimaConferencia General de la Unesco ha puesto a la edu¬cación a la cabeza del programa de actividades que la

Organización haya de cumplir en el período 1963-64 (véasela pág. 31). Mientras prosigue con el desarrollo de laenseñanza escolar, la Unesco va a preparar en conse¬cuencia una campaña en cuya primera fase se aspiraa lograr la alfabetización de 350 millones de adultos enlos cinco continentes del globo.

ElCUNA YLNTAHA ABUM.TA SOBRE EL MUNDO

orreoMARZO 1963

Sumario

AÑO XVI

N« 3

PUBLICADO EN

NUEVE EDICIONES

InglesaFrancesa

EspañolaRusa

Alemana

Arabe

Norteamericana

JaponesaItaliana

NUESTRA PORTADA

El rostro de Rousseau queilustra la carátula de este

número es un fragmento deun retrato al pastel (arriba)que le hiciera el pintor francésMaurice Quentin de la Tour." M. de la Tour, " dijoRousseau, " es el único queha logrado un parecido alretratarme ".

Foto Biblioteca Nacional, Paris

4 JUAN JACOBO ROUSSEAU

Los infortunios del geniopor Barbara Bray

10 ROUSSEAU, PADRE DE LA ETNOLOGÍA

por Claude Lévi-Strauss

16 EL PASEANTE SOLITARIO

por Anne-Marie Pfister

21 ROUSSEAU ENTRE NOSOTROS

por Lourival Gomes Machado

24 ECOS DEL " CONTRATO SOCIAL " EN EL ORIENTE

por Takeo Kuwabara

27 i QUE ES EL SUBDESARROLLO ? (IV)La prosperidad del mundo es indivisible

31 LA UNESCO EN 1963-64:

Un nuevo impulso a la educación

33 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

34 LATITUDES Y LONGITUDES

Publicación mensual

de la Organización de las Naciones Unidas parala Educación, la Ciencia y la Cultura

Redacción y AdministraciónUnesco, Place de Fontenoy, Paris-7Director y Jefe de RedacciónSandy Koffler

Subjefe de RedacciónRené Caloz

Redactores

Español : Arturo DespoueyFrancés : Jane Albert HesseInglés : Ronald FentonRuso : Veniamín Matchavariani (Moscú)Alemán : Hans Rieben (Berna)Arabe : Abdel Moneim El Sawi (El Cairo)Japonés : Shin-Ichi Hasegawa (Tokio)Italiano : María Remiddi (Roma)Composición gráficaRobert Jacquemln

La correspondencia debe dirigirseal Director de la revista.

Venta y DistribuciónUnesco, Place de Fontenoy, Paris-7"

Los artículos y fotograflas de este número que llevan el signo © (copy¬right) no pueden ser reproducidos. Todos los demás textos e Ilustra¬ciones pueden reproducirse, siempre que se mencione su origen de lasiguiente manera : "De EL CORREO DE LA UNESCO", y se agreguesu fecha de publicación. Al reproducir los artículos deberá constar elnombre del autor. Por lo que respecta a las fotografías reproduclbles,éstas serán facilitadas por la Redacción toda vez que se las solicitepor escrito. Una vez utilizados estos materiales, deberán enviarse alaRedacción dos ejemplares del periódico o revista que los publique.Los artículos firmados expresan la opinión de sus autores y no repre¬sentan forzosamente el punto de vista de la Unesco o de los editoresde la revista.

Tarifa de suscripción anual : 7 francos. Número

suelto : 0,70 francos ; España : 9 pesetas ; México :1,80 pesos.

MC 63.1.178 E

LOS INFORTUNIOS DEL GENIO

J. J. Rousseau" UN HOMBRE EN TODA

SU VERDAD ESENCIAL"

De julio 1962 a julio 1963, el mundo celebra dos siglosy medio del nacimiento de Juan Jacobo Rousseau. Son innu¬merables los homenajes, estudios, películas, conferenciasy exposiciones que se le dedican en todas partes. En sucalendario de aniversarios de personalidades eminentes laUnesco debía un puesto de preferencia a este de Rousseau,y en consecuencia « El Correo » se complace en consagrarbuena parte del presente número al filósofo universal, a suobra y a su pensamiento, siempre vivos y actuales.

Foto Biblioteca Nacional, París

por

Barbara

Bray

F11 28 de Junio de 1712 nacía en Ginebra' Juan Jacobo Rousseau, ciudadano de ascenden¬

cia francesa. Nueve días después moria su madre. «Minacimiento» debía decir luego, «fué la primera de misdesgracias». Byron lo llamó «apóstol de la aflicción» aña¬diendo que «echaba un encantamiento por sobre el fuegode las pasiones, y que de la desgracia sabía arrancar unaelocuencia abrumadora».

En una de las observaciones que hiciera a Boswell, suconfidente y biógrafo famosísimo, el Dr. Johnson se mostrómás severo para calificarlo: «Rousseau es un mal sujeto.Firmaría su sentencia de destierro antes que la de cual¬quiera de los bandidos que hayan salido estos últimos añosdel tribunal del Old Bailey.»

¿Fué Rousseau tan malo como todo eso? Muchos locreyeron así mientras vivía; muchos lo siguen creyendoaun. Lo positivo es que, considerado como individuo, no sepuede decir que haya sido señaladamente bueno ni muchomenos. El mismo confiesa sus mentiras y sus hurtos deadolescente, y bien sabido es que envió a sus chico hijosal asilo poco después de nacer (dando lo que él creía bue¬nas razones para hacerlo así). Fue un hombre siempredifícil y pagado de sí mismo, y concluyó siendo presa deuna manía de persecución tan grande que al morir no lequedaba casi ningún amigo sobre la tierra.

Pero en opinión de sus contemporáneos, su verdaderodelito no fué de orden personal; su verdadero delito fueel de ser uno de esos raros seres verdaderamente origi¬nales que tienen la audacia y el mal gusto de cambiar elcurso de la historia.

Rousseau trazó un plan de Revolución Francesa, sus4 ideas figuran en la Constitución de los Estados Unidos de

América, sus principios sobre educación Informan indirec¬tamente las enseñanzas impartidas en casi todas las aulas

del mundo, y su influencia en el mundo de la literaturano se ha agotado todavía.

Al surgir en el escenario europeo encontró un continentelisto pata una serie de cambios radicales. Francia, particu¬larmente, era como un barril de pólvora a la espera de lachispa correspondiente, y a Rousseau le tocó ser esachispa.

Un día del verano de 1749, cuando todavía era un escri¬tor desconocido, salió de París, donde había acabado porinstalarse, a visitar a su amigo Diderot, el responsableliterario de la famosa «Enciclopedia», que se hallaba presoen el castillo de Vincennes por razones no ajenas a lastendencias ateas y materialistas de sus escritos. En elcurso de sus visitas a la prisión siempre llevaba algo queleer por el camino, y ese día había caído en sus manos el«Mercure de France» anunciando que la academia deDijon, para el premio correspondiente al año próximo,había elegido como tema de los ensayos de su concursoesta pregunta: «¿Ha ayudado el progreso de las cienciasy de las artes a corromper o a purificar la moral?»

La impresión que ese anuncio hiciera a Rousseau fuétal que, al llegar a Vincennes, su agitación rayaba en deli¬rio. Diderot, que se dio cuenta clara de las causas, lo esti¬muló a que formulara sus ideas e interviniera en el con¬curso. «Desde el momento en que así lo hice» dice Rous¬seau, «quedé arruinado».

Manteniendo el punto de vista en ese entonces paradojalde que el culto de las artes y de las ciencias engendrasiempre la corrupción moral, Rousseau ganó el primer pre¬mio del concurso. De inmediato se vio envuelto en unaserie de controversias que atrajeron cada vez más sobreél la atención popular. Así fue cómo, en el curso de losaños, se desarrollaron sus ideas políticas, culminando en

SIGUE EN LA PAG. 6

R.M. Clermont, Photo-Ciné-Club du Val de Bièvre

Foto Biblioteca Nacional, Paris

PEREGRINOS APASIONADOSLa Isla de los Álamos en Ermenonville, lugar de las afueras de París en donde se diosepultura a Rousseau el 4 de julio de 1778, se convirtió bien pronto en sitio de pere¬grinación, abundando en tal forma los visitantes llevados allí por el fervor popularque en determinado momento hubo que restringir los permisos de visita. Con restric¬ción y todo, los árboles del parque no se vieron libres del entusiasmo de los peregrinos,patentizado en las inscripciones que dejaban allí, en todos los idiomas, a punta decuchillo. El dibujante Geissler interpretó ese mismo entusiasmo en el grabado de laizquierda, que llama «Resurrección de Juan Jacobo Rousseau» y que hizo imprimiren Ginebra en 1 794, año en que las cenizas de Rousseau fueron solemnemente traslada¬das al Panteón de la capital francesa.

N ALTO EN EL CAMINO

WËÊËÊÊÈÈÈ

En el curso de una

juventud peripatética enla que, luego de aban¬donar Ginebra, se largópor los caminos y vivióde changas y conchabos,estudiando poco o nada,Rousseau tuvo en Anne¬

cy, localidad de Saboya,un encuentro decisivo:

el de Madame de Warens

(izquierda) que le brindóhospitalidad y luegoafecto, buenos consejosy un ambiente propicioal estudio. En su casa

« Les Charmettes » (cen¬tro) empezó en 1738 loque Rousseau llama « lacortafelicidaddemivida».

J. J. ROUSSEAU (Cont.J

El rebelde

visionario

1962 las obras de este género debidas a su pluma con elfamoso «Contrato social».

«El hombre nace libre, pero por todas partes se loencuentra encadenado.» Estas palabras con que se iniciael capítulo I de su libro encontraron eco en todo el mundo.La convicción fundamental de Rousseau, tan evidente enel «Contrato social» como en todas sus obras, es la deque el hombre es esencialmente bueno, y que la sociedad,con todo su artificio, tiene que corromperlo forzosamente.En los comienzos de la sociedad civilizada, imagina el filó¬sofo, hubo algún acto de asociación política, acto indesea¬ble pero necesario a la supervivencia del hombre, y eseste acto el que ha conducido al descontento actual. ¿Quéforma verdaderamente operante de contrato social podríaencontrarse?

Según Rousseau, el hombre debería rendir voluntaria¬mente su soberanía en favor del Estado, entidad políticaque actúa valiéndose de leyes. Ahora bien, estas leyesdeben expresar la voluntad soberana y colectiva del pue¬blo por medio de un sistema de representación libre deinfluencias o corrupciones. Los objetivos de toda legisla¬ción deben ser siempre la libertad y la igualdad.

En su «Contrato social» la crítica implícita del estadode cosas en Francia era, naturalmente, tremenda, y estacrítica constituyó uno de los elementos más poderosos que,actuando sobre la mente de los revolucionarios, los llevóen última instancia a la destrucción del orden establecido.

Cómo llegó Rousseau a sustentar las ideas apasionadasque animan su «Contrato social»? En la autobiografía quellama «Confesiones» nos da varias claves del proceso. Ensus caminatas y correrías de joven por Francia, llegó undía a la choza de un campesino en una localidad particu¬larmente agradable y al parecer próspera, y le preguntósi podía darle de comer, pagando naturalmente por lo quele sirviera. Al principio el campesino sacó las provisionesmás pobres a luz, y luego, al irse aplacando sus sospechas,trajo jamón y huevos y vino del sitio donde los escondiera.Negándose a que Rousseau le ' pagara, pronunció tem¬blando las palabra^ «comisarios» y «ratas de bodega» queen SUS "labios adquirieron un significado siniestro. El hom¬bre explicó 8. Itlousseau que tenía escondido el vino a causadel impuesto especial que se pagaba por la fabricación deéste, y el pan a causa de un impuesto semejante: y que de

Un día de verano de 1749 iba Rousseau (grabadode abajo a visitar a su amigo Diderot, al quehabían encarcelado en Vincennes, cuando decidió

de repente presentar al concurso de la Academiade Dijon un « Discurso sobre las letras y lasartes » sobre el que dice en sus « Confesiones »:« Todo el resto de mi vida y de mis desgracias fuéefecto inevitable de ese momento de extravío ».

Fotos Biblioteca Nacional, París

La música desempeñó un papel importante en la vida de Rousseau, que la enseñó y compuso, que Inventóuna notación cifrada y que, durante la última parte de su vida, se ganó el sustento copiando partituras. Elgrabado de arriba lo representa cantando cuplés compuestos para expresar su agradecimiento al despedirsede quienes le brindaran hospitalidad en la isla suiza de Saint-Pierre.

sospecharse que no se estaba muriendo de miseria, lo for¬zarían a hacerlo así sacándole todo lo que tenía. La impre¬sión que esto le hizo a Rousseau fué intensa e imborrable.

Un punto en el que insiste en su «Contrato social» yque quizá constituya su contribución más importante ala protección de todos los principios que le eran caros esel de que el gobierno que ejecuta las leyes está compuestosimplemente de funcionarios a quienes se paga para quelleven a cabo la voluntad general, pero que si no se losvigila cuidadosamente y no se los tiene a raya, todos losgobiernos tenderán a usurpar el poder. La verdad pre¬ciosa e inmanente de esa gran obra suya es la de que lasoberanía le pertenece al pueblo, y que nunca, bajo nin¬gún pretexto, se la debe transferir a ningún individuo ogrupo de individuos.

Huelga decir que la aclamación de que fuera objetoRousseau no tuvo lugar en vida de éste. Mientras vivió lopersiguieron y expulsaron, tanto de Francia como deSuiza. En una época que se inclinaba todavía ante el dere¬cho divino de los reyes Rousseau fué un republicano pro¬fundamente convencido del derecho divino del pueblo.Por otra parte, mientras todo el mundo sostenía que lafacultad de la razón era el atributo más alto del hombre,él abandonaba los fríos caminos que llevaban a ésta enfavor de los dictados imprevisibles del corazón. Y al mismotiempo que las iglesias se atrincheraban en el dogma con¬tra las tormentas que debían sacudirlas, Rousseau setransformaba en abogado de la «religión natural», queno necesita de intermediarios entre el hombre y Dios.

Pese a la hostilidad y aun mismo al peligro personal aque lo expusieron sus obras, Rousseau manifestó su másprofundo desprecio por el expediente habitual de buscarrefugio en el anonimato, y también se negó a tachar unasola palabra de lo que decía en ellas.

El libro que realmente lo puso en un aprieto fué el tra¬tado de educación que llamó «Emile», publicado, lo mismoque el «Contrato social», en 1762.

En este libro se dice, entre otras cosas, que la adoraciónesencial es la que se cumple en el corazón del hombre,

simplificación de la fé que actualmente parece más cautaque susceptible de provocar la controversia, quizá porquelos puntos de vista de Rousseau forman parte de la atmós¬fera en que vive el hombre moderno, pero que en 1762constituía una doctrina peligrosísima.

Al editor holandés de su libro, que al ver la confiscaciónde que éste era objeto en Francia le rogó que cortara lospasajes peligrosos, le escribió dlciéndole: «No hay repro¬che ni peligro ni violencia o poder en el mundo que mehaga retractarme en una sola sílaba.»

S:ie ha dicho del «Emile» que es un manifiestosentimental, y que más vale no buscar en él

demasiada cohesión Intelectual. Pero la idea en élexpuesta de que hay una clase de instinto en los sereshumanos que los empuja a una sanción profunda de loque está bien y lo que está mal es uno de los muchosrelámpagos de visión en Rousseau a los que hasta el díade hoy no se les ha extraído toda la consecuencia eimportancia que tienen.

Además de ser un abogado de la religión natural, Rous¬seau fué el profeta de una revolución en la educación nomenos cataclísmica y vasta en sus efectos que la que susci¬tara en el mundo de la política. Sus títulos como autoridaden el mundo de la educación eran, sin lugar a duda, sin¬gulares. A una edad temprana su padre lo había familia¬rizado con la literatura leyéndole encendidas novelas fran¬cesas de las que pasó sin mayor método a unas cuantasobras más sólidas, por la sencilla razón de que se encon¬traban a mano en la casa. Luego lo enviaron con un primosuyo a vivir en el campo un par de años con un maestro,«a aprender latín», dice él, «y toda la hojarasca insignifi¬cante a la que se da el nombre de instrucción».

Hasta entonces, según el mismo Rousseau, se lo habíacriado con los cuidados más tiernos y solícitos, aunque '

SIGUE A LA VUELTA

J.J. ROUSSEAU (Cont.)

Un maestro que predica la sensibilidadalgunos de los detalles que nos da al pasar puedan pare¬cemos poco conducentes a hacer bien a un niño. A lostrece años entró de aprendiz en el despacho de un escri¬bano, y luego en la tienda de un grabador, pero como odia¬ba todas las ataduras, pasados tres años se escapó. Empe¬zó luego una especie de existencia aventurera en la quevagaba por el campo, encontrando conchabos de cortaduración. La principal influencia que sufriera en toda esaépoca fué la de Madame de Warens, católica proselitista,llena de atractivos, a quien Rousseau quiso a su modo

un modo muy particular por cierto y que hizo muchí¬simo por civilizarlo.

Recién a la edad de 26 años, instalado con Madame deWarens en Les Charmettes, un retiro rural cerca de Cham-béry que hacia justicia a su nombre, se puso Rousseau ala tarea de educarse de una manera sistemática, tareapara la que tenía la desventaja de una memoria bastantemala. «Debo haber aprendido y reaprendido las «Églogas»de Virgilio por lo menos veinte veces, pero con todo nopuedo recordar un solo verso de ellas» dice.

Aunque por esta época era un convencido de que teníatalento para la música y no para otra cosa, aceptó porun tiempo un puesto de preceptor, con resultados dignosde una farsa cómica. «La amabilidad natural de mi

carácter» dice, «parecía mandada hacer para el puesto,de no haberse visto mezclada con ella la impaciencia.Mientras las cosas marchaban bien, y veía que los doloresque infligía (y no avaramente) surtían su efecto, me por¬taba como un ángel, pero si marchaban mal, como undemonio. Cuando mis alumnos no me entendían, me impa¬cientaba, y si daban síntomas de temperamento indócil,me enfurecía tanto que habría sido capaz de matarlos...Sólo podía echar mano de tres recursos, que son débiles yfrecuentemente perniciosos para los niños: el sentimenta¬lismo, el razonamiento y la pasión. Todo lo que me pro¬ponía fracasaba, porque precisamente todo lo que hacíapara llevar a cabo mis planes era lo que no debía haberhecho».

Lo que Rousseau debió haber hecho lo encontramos enel «Emile». Una vez más, lo que se nos ofrece en este librono es tanto un plan práctico como una especie de idealen que se encarnan los principios a observarse. A Emile,el alumno, hay que darle una «educación natural», o sea,una que defienda el mayor tiempo posible contra lacorrupción del mundo esa bondad, esa felicidad e inocen¬cia que Rousseau creyó innatas en todo ser humano. Elmétodo que prescribe implica el interponerse lo menosposible con el libre desarrollo de la mente y el cuerpo delniño, y el hacer que la inevitable adaptación de éste a lasociedad sea tan cuidada y gradual que el alumno sufrael menor daño posible mientras ella se lleva a cabo.

AiEmile debe educarlo un preceptor en un medio-científicamente calculado para que se den las

condiciones ideales para su libre desarrollo; y ha de estarsolo, lejos de sus padres. Hay que tratarlo, además, no comoun adulto en miniatura, sino como una criatura de lanaturaleza, cuyas virtudes también naturales han deconservarse y cultivarse.

La influencia del libro fué eléctrica, fulminante, y toda¬vía se la ve reflejada en casi todas las escuelas modernas.Un punto que no se recuerda lo suficiente es el de queRousseau fundó su método docente en el cultivo de la sen¬sibilidad por encima de toda otra cosa. El sentir de unamanera recta, noble, es un paso preliminar indispensableal pensar y actuar de una manera también recta y noble.Cualquier sistema educativo que deja de lado o que tuercela sensibilidad del niño para concentrarse en las con¬quistas de tipo intelectual o técnico ha pasado por altola esencia entera de la cuestión. Y aquí tenemos otra ideade Rousseau que no ha sido explorada ni utilizada en todolo que puede rendir.

Como hombre de sentir vehemente e intenso, también,es que Rousseau efectuó su gran contribución a la litera-

o tura. Todo lo que hizo fué original, de una manera u otra.Sus «Confesiones», publicadas sólo como obra postuma,constituyen el primer ejemplo de lo que se ha transfor

mado actualmente en uno de los elementos más caracte¬rísticos de la literatura occidental: la revelación sin escrú¬pulos de los pensamientos, experiencias y deseos más ínti¬mos del autor. En la « Confesiones» también como en las

«Meditaciones de un paseante solitario» aparece unanueva actitud frente a la naturaleza.

Todas las virtudes, como también todos los vicios, deRousseau, surgieron de su sensibilidad. El filósofo escocésHume, que lo llevó a Gran Bretaña y fué su amigo hastaque Rousseau acabó por pelearse con él como con todoslos demás lo describe en estos términos:

«En el curso de toda su vida lo único que hizo fué sentir,y su sensibilidad llega a un grado tal que sobrepasa la detoda otra persona que haya conocido; pero así y todo elefecto que le hace es más de dolor agudo que de placer.Es como un hombre a quien le hubieran arrancado, nosólo las ropas, sino la piel, y que en esta situación se vol¬viera para combatir con los elementos desencadenados.»

E:1 22 de Julio de 1778, después de años'de vagabundaje, de peleas y enfermedades que

explican en cierto modo muchos de sus actos, Rousseaumurió de uremia en Ermenonville. Desde que se negara avivir como escritor profesional, su fuente principal derecursos había sido, durante mucho tiempo, la copia departituras musicales. Tenía como compañera al morir auna sirvienta analfabeta y poco pulida que había vivido conél más de treinta años. Muchos críticos de Rousseau handespotricado contra esta asociación o relación que, enrealidad, como Morley lo señala generosamente en subiografía, demuestra lo capaz que era Rousseau, pese atodos sus defectos, de una lealtad y una indulgencia casiheroicas.

Muchos han calificado su vida de- deplorable, pero elhombre cuyo nombre es sinónimo de libertad e igualdad,de un comienzo de actitud ^razonable y comprensiva en laeducación, y de una nueva clase de belleza poética, merecesin duda que se recuerden sus pecados con benevolencia.Muchas de sus ideas eran de oro, y si siguen siendo tanfuertes hoy en día como lo fueron en su- época, es porquetenía también «un pico de oro».

El pensador que dijo en 1762: «El hombre nace ubre,pero por todas partes se lo encuentra encadenado» podríapreguntarse dos siglos más tarde: «¿Hemos avanzadomucho terreno en ese sentido?»

Barbara Bray participa regularmente en el programa de la BBCllamado <tLos críticos» y colabora en las páginas literarias de diver¬sos diarios y periódicos, habiendo traducido también al inglés avarios autores franceses del siglo xvm. El presente artículo estáadaptado del programa de radio que escribiera para la Unescoen honor de Rousseau.

Foto «Publications filmées d'Art et d'Histoire».

Vitto Mandrefini, Photo Ciné Club du Val de BièvreHombre de temperamento suspicaz, Juan Jacobo Rousseau tuvo amistadesatormentadas. Se peleó, por ejemplo, con Madame d'Epinay (retratada, a laizquierda, por Liotard) que fue durante largo tiempo su protectora y confidentey le ofreció la casa del «Ermitage», donde vivió entre 1 756 y 1 757 para pasar,luego de la ruptura con ella, a Mont-Louls (arriba).

ROUSSEAU PADRE

por Claude Lévi-Strauss

A;1 invitar a un etnólogo a tomar parte en estapermitís que una ciencia nueva

rinda pleitesía al genio de un hombre del que se habríapodido pensar que una cohorte ya copiosa de disciplinas,puesto que figuran en ella la literatura, la poesía, la filo¬sofía, la historia, la moral, la ciencia política, la pedagogía,la lingüística, la música y la botánica y todavía mequedo corto bastaba para señalar la extraordinariaversatilidad. Porque fuera de todo eso no sólo fue Rous¬seau un observador penetrante de la vida campesina, unlector entusiasta de libros de viajes, un hombre capaz deanalizar costumbres y creencias exóticas con conocimientode causa, sino también cosa que se puede afirmar sinpeligro de ser desmentido el creador de la etnología,ciencia que él concibió, cuya existencia deseó y anunció,un buen siglo antes de que hiciera su aparición en elmundo, poniéndola de golpe en el lugar que le correspondeentre las naturales y humanas; ciencia cuyos primerospasos gracias al mecenazgo individual o colectivoadvino en qué forma práctica podría dar.

Esta profecía de Rousseau, que es al mismo tiempo unalegato y un programa, ocupa una larga nota del Discourssur l'origine de l'inégalité : «Me cuesta concebir», diceRousseau, «que en un siglo en que se blasona de poseergrandes conocimientos no haya un hombre que dediqueveinte mil escudos de su patrimonio y otro que dediquediez años de su vida a hacer un viaje alrededor del mundopara estudiar, no como siempre piedras y plantas, sinopor una vez los hombres y las costumbres...». Un poco másadelante exclama : «Toda la tierra está poblada de na¬ciones de las que sólo conocemos los nombres; ¡y nosatrevemos a juzgar al género humano! Imaginemos a un

Montesquieu, a un Buffon, a un Diderot, a un d'Alembert,a un Condillac o a otros hombres de esa talla viajandopara instruir a sus compatriotas, observando y descri¬biendo, como sólo ellos saben hacerlo, Turquía, Egipto,Berbería, el Imperio de Marruecos, Guinea, el país de loscafres, el interior del Africa y sus costas orientales, lasMalabares, la Mongolia, las riberas del Ganges, los reinosde Siam, de Pegú y de Java, la China, la Tartaria y sobretodo el Japón; luego, en el otro hemisferio, México, Perú,Chile, las tierras de Magallanes, sin olvidar a los patago¬nes, verdaderos o falsos, Tucumán, Paraguay y si fueseposible el Brasil; finalmente las islas del Caribe, la Floriday todas las regiones salvajes; el viaje más Importante quepueda hacerse y que se debería llevar a cabo con losmayores cuidados posibles. Supongamos que esos nuevosHércules, de vuelta de tan memorables correrías, escribenluego la historia natural, moral y política de lo que hayanvisto; surgiría de su pluma un mundo nuevo para nosotrosy aprenderíamos de esta manera a conocer el nuestro... »(Discours sur l'origine de l'inégalité, nota 10.)

¿No vemos dibujarse aquí la etnología contemporánea,su programa y sus métodos, y no son los nombres ilustrescitados por Rousseau los mismos que los etnógrafos dehoy tienen por modelo, sin pretender igualarlos peroconvencidos de que sólo siguiendo su ejemplo podránlograr para su ciencia el respeto regateado a ésta durantetanto tiempo?

Rousseau no se limitó a prever la etnología: la fundó.Primero de un modo práctico, al escribir ese Discours surl'origine et les fondements de l'inégalité parmi les hommesque plantea el problema de las relaciones entre la na¬turaleza y la cultura y se puede considerar como el primer

10

DE LA ETNOLOGÍA

tratado de etnología general; y luego en el terreno teóricodefiniendo, con una claridad y una concisión admirables,el objetivo propio del etnólogo, a diferencia del delmoralista o del historiador: «Si se quiere estudiar a loshombres hay que mirar cerca de uno mismo; pero paraestudiar al hombre hay que aprender a tender la miradaa lo lejos; para descubrir las características personaleses necesario observar primero las diferencias» (Essai surl'origine des langues, cap. VIII).

Esta norma metodológica que Rousseau fija a la etnolo¬gía, señalando su advenimiento, permite también superarlo que se tomaría a primera vista por una doble paradoja:la de que Rousseau haya podido, simultáneamente, pre¬conizar el estudio de los hombres más lejanos de él, peroque se haya dedicado sobre todo a estudiar al hombremás próximo, o sea él mismo; y que, en toda su obra, lavoluntad sistemática de identificación con el otro vayaunida a una obstinada negativa de identificación consigomismo; ya que estas dos contradicciones aparentes, quese resuelven en una sola y recíproca implicación, todoetnólogo debe superarlas en un momento u otro de sucarrera.

Y la deuda del etnólogo hacia Rousseau es mayor por¬que, no contento éste con haber situado con extremaprecisión, en el cuadro de los conocimientos humanos,una ciencia que estaba por nacer, ha prestado además aletnólogo con su obra, por el temperamento y el carácterque revela, por cada uno de sus acentos, por su persona ysu ser, el confortamiento fraternal de una imagen en laque aquél se reconoce y que le ayuda a comprendersemejor, no como pura inteligencia contemplativa, sinocomo agente involuntario de una transformación que se

produce por medio de él y que la humanidad enteraaprende a sentir en Rousseau.

Cada vez que actúa «sobre el terreno», el etnólogo seintroduce en un mundo en que todo le es extraño y amenudo hostil. Sólo ese yo del que dispone aún le permitesobrevivir y realizar su investigación; pero es un yo físicay moralmente maltratado por el cansancio, el hambre,las incomodidades, el contraste con sus propios hábitos,la aparición de prejuicios de que no tenía sospecha; unyo que se descubre a sí mismo, en esta coyuntura extraña,lastimado y maltrecho por todo el traqueteo de una his¬toria personal que en principio es responsable por suvocación pero que, además, afectará de ahí en adelante elcurso de ésta. En la experiencia etnográfica, por consi¬guiente, el observador constituye su propio instrumentode observación, y cada carrera etnográfica tiene origenen algunas «confesiones», sean éstas escritas o inconfesa-das.

Pero, si podemos comprender mejor esta experienciagracias a la de Rousseau, ¿no es porque su temperamento,su historia particular y las circunstancias lo colocaronespontáneamente en una situación cuyo carácter etnográ¬fico es evidente; una situación de la que saca inmediata¬mente consecuencias personales? «Ahí están», dice de suscontemporáneos, «extranjeros, desconocidos, nulos en'definitiva para mí, ¡porque así lo han querido! Pero yo,separado de ellos y de todo, ¿qué soy? Esto es lo que mefalta por descubrir.» (Première promenade.) El etnógrafo,parafraseando a Rousseau, podría decir al ver por primeravez a los salvajes que va a estudiar: «¡Ahí están, extranje-

SIGUE A LA VUELTA

PADRE DE LA ETNOLOGÍA (Cont.)

La cuestión capital: ¿Qué soy yo?

ros, desconocidos, nulos en fin para mí, puesto que así lohe querido! Y yo, separado de ellos y de todo, ¿qué soy?Esto es lo que necesito descubrir en primer lugar.»

Porque, para lograr aceptarse en los demás fin que laetnología asigna al conocimiento del hombre es precisonegarse primero en sí mismo.

A Rousseau se le debe el descubrimiento de este prin¬cipio, el único sobre el que' pueden fundarse las cienciashumanas, pero que debía permanecer inaccesible e incom¬prensible mientras reinara una filosofía que, por tenersu punto de partida en el «Cogito, ergo sum», se veíaaprisionada por ciertas pretendidas pruebas del «yo», sinpoder aspirar a fundar una física si no era renunciandoantes a fundar una sociología y hasta una biología. Des¬cartes cree posible pasar directamente de la interioridadde un hombre a la exterioridad del mundo sin ver queentre ambos extremos hay sociedades y civilizaciones,vale decir, mundos de hombres.

Rousseau, que habla con tanta elocuencia de sí mismoen tercera persona (y hasta llega a veces a desdoblarla,como en los Dialogues) anticipando así la famosa fórmula«yo soy otro» fórmula que la experiencia etno¬gráfica debe Investigar antes de proceder a lademostración, que le incumbe, de que «el otroes yo» se afirma como gran inventor deesta objetivación radical al definir el finque persigue: «darme cuenta de las modi- |flcaciones de mi alma y de la sucesiónde las mismas», como indica en su«primer paseo». Luego dice más ade¬lante: «Haré conmigo mismo, enalgunos respectos, las operaciones quelos físicos hacen con el aire paraconocer el estado cotidiano de éste».

Lo que Rousseau expresa, en conse¬cuencia, es verdad sorprendente, aun¬que la sicología y la etnología nos lahayan hecho más familiar es que existeun «él» que piensa en mí, y que me hace 1dudar en primer lugar de que soy yo el quepiensa. Al «¿Qué sé yo?» de Montaigne (delque ha salido todo lo demás) Descartes creyópoder contestar que yo sé que soy, puesto que pienso;a lo que replica Rousseau con un «¿Qué soy yo?» sin res¬puesta cierta, tanto más cuanto que el interrogantesupone que se la haya encontrado a esta- otra preguntamás esencial: «¿Soy?» y que la experiencia íntima noproporciona otra cosa que ese «él» descubierto y exploradolúcidamente por Rousseau.

No nos engañemos: ni siquiera la intención conciliadoradel Vicario saboyano* logra disimular el hecho de que,para Rousseau, la noción de identidad personal es cosaque se adquiere por inferencia y se caracteriza" por suambigüedad: «Existo... he ahí la primera verdad con quetropiezo y a la que me veo forzado a asentir (el subrayadoes nuestro). ¿Tengo un sentimiento propio de mi existen¬cia o no la siento sino en mis sensaciones? Esta es miprimera duda, duda que, por el momento, resulta imposi¬ble de resolver.» Pero es en las Ideas propiamente antro¬pológicas de Rousseau las del Discours sur l'origine del'inégalité donde se descubre el fundamento de esa duda.Todo procede de una concepción del hombre según la cualel otro está antes que el yo, y de una concepción de lahumanidad que antepone la vida al hombre.

Aunque sea posible pensar que con la aparición de lasociedad se ha pasado al mismo tiempo de la naturalezaa la cultura, del sentimiento al conocimiento, de la ani¬malidad a la humanidad demostración que constituye elobjeto del Discours no cabe hacerlo sino atribuyendoal hombre, desde su estado más primitivo, una facultadesencial que lo empuja a franquear esos tres obstáculos;facultad en la que se dan por consiguiente, desde un prin¬cipio y de manera inmediata, una serie de atributos depor sí contradictorios, aunque reunidos en ella no lo sean

precisamente; facultad que es a la vez natural y cultural,afectiva y racional, animal y humana; y que sólo a condi¬ción de llegar a ser consciente puede saltar de una esferaa otra.

Esta facultad, Rousseau no ha cesado de repetirlo, es lapiedad, y surge de la Identificación con un prójimo que noes pariente, ni allegado, ni compatriota, sino un hombrecualquiera, por el solo hecho' de serlo: y yendo más lejosaún, de la identificación con un ser vivo cualquiera, porel solo hecho de estar vivo. El hombre empieza, pues, porsentirse idéntico a todos sus semejantes, experienciaprimitiva, que no olvidará nunca, ni siquiera cuando laexpansión demográfica (que en el pensamiento antropo¬lógico de Rousseau desempeña el papel de acontecimientocontingente, o sea, de cosa que habría podido no produ¬cirse, pero que hemos de reconocer que se ha producidopuesto que la sociedad existe), lo haya obligado a diversifi¬car sus géneros de vida para adaptarse a medios diferentesen los que su crecido número le obligue a dispersarse ya saber diferenciarse, si bien esto le será posible sólo enla medida en que un penoso aprendizaje lo enseñe aestablecer la diferencia existente entre los animales según

la especie, y la existente entre la humanidad y laanimalidad, así como entre su «yo» y los demás

yo». La identificación, o sea la comprensiónglobal de los hombres y de los animales

seres sensibles, precede a la concien¬cia de las cosas opuestas: oposición que

se da primero entre propiedades comu¬nes y sólo más tarde entre lo humano ylo no humano.

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12

* Personaje del «Entile» en el capítulo llamado Profession de foidu vicaire savoyard. (¿V. de la R.)

Al proponer una solución tan audaz,Rousseau proclama de esta manera elfin del «Pienso, luego existo». Hastaentonces se ha tratado sobre todo de

descartar toda duda sobre el hombre,es decir de asegurarse, con el humanis¬

mo, una «trascendencia de repliegue».Rousseau puede seguir siendo teísta, cosa

que era la exigencia mínima de su educa¬ción y de su época; pero arruina la tentativa

definitivamente poniendo al hombre en entre¬dicho. El hecho de que, por el camino de la antro¬

pología, Rousseau trastorne tan radicalmente comocreemos la tradición filosófica, hace más fácil comprenderla unidad profunda de una obra de formas múltiples comola suya y el lugar verdaderamente esencial que en ellaocupan ciertas preocupaciones para él imperiosas, aunquea primera vista parezcan ajenas a la actividad del filósofoy del escritor: me refiero a la lingüística, la música y labotánica.

Tal como la describe Rousseau en el Essai sur l'originedes langues la evolución del lenguaje reproduce, a sumanera y en su terreno, la de la humanidad. La primeraetapa es la de la identificación, en este caso entre el sentidopropio y el figurado; el nombre verdadero se desprendeprogresivamente de la metáfora, que confunde cada sercon otros seres. En cuanto a la música, no parece haberninguna forma de expresión más apta para negar la dobleoposición cartesiana entre lo material y lo espiritual, elalma y el cuerpo. La música es un sistema abstracto deoposiciones y relaciones y de alteraciones de modos dela extensión cuya ejecución engendra dos consecuencias:primero la inversión de ïa relación entre el yo y el otro,puesto que cuando yo oif/o la música me escucho a travésde ella; y luego una inversión de la relación entre alma ycuerpo, por medio de la cual la música se hace viva enmí. «Cadena de relaciones y combinaciones» (Confessions,libro doce), pero que la naturaleza nos presenta encar¬nadas en «objetos sensibles» (Rêveries, septième prome¬nade), así, por último, define Rousseau la botánica, confir¬mando, con ese sesgo, que aspira también a realizar launión de lo sensible y lo inteligible, ya que ella constituyeen el hombre un estado primigenio que acompaña aldespertar de la conciencia y no le sobrevive salvo enraras y excepcionales ocasiones.

El pensamiento de Rousseau se desenvuelve, pues, par¬tiendo de un doble principio: el de identificación con otro,incluso con el más «otro» de todos, aunque sea un animal;

Foto Biblioteca Nacional, París

DERECHOS IGUALES PARA TODOS

"Al observar la sociedad humana. con mirada tranquila, no parece mostrar en principio otra cosaque la violencia de los poderosos y la opresión de los débiles" dijo Rousseau en su Discurso sobrela desigualdad. Las enseñanzas del filósofo contribuyeron a la redacción de la "Declaración de losderechos del hombre y del ciudadano" efectuada en 1 789, en los comienzos de la Revolución Francesa.Aquí tenemos una representación alegórica del acontecimiento, muy del gusto de la época: una madremuestra a su hijo la "Declaración" mientras la muchedumbre aplasta los privilegios.

y el de negación a identificarse a sí mismo, es decir derechazo de todo lo que puede convertir el yo en «acepta¬ble». Ambas actitudes son complementarias, y la segundasirve incluso de base a la primera: en realidad yo no soy«yo», sino el más débil, el más humilde de los «otros».Tal es el descubrimiento de las Confessions...

Pero ¿qué dice el etnólogo que no sea confesión? Confe-en su nombre, como he señalado, porque ese es elmóvil de su vocación y de su obra; y dentro de esta obra,en nombre de su sociedad, que por mediación del etnólogo,su emisario, busca otras sociedades, otras civilizaciones,precisamente entre las que le parecen más débiles y máshumildes; pero las busca para comprobar en qué medida,es ella misma «inaceptable»; no una forma privilegiada,sino sólo una de esas sociedades «otras» que se hansucedido al correr de los milenios o cuya precaria diversi¬dad demuestra que, también en su ser colectivo, el hombredebe reconocerse como «él», antes de pretender ser «yo».

La revolución rousseauniana, preformando y atrayendola revolución etnológica, consiste en negar las identifica¬ciones forzadas, sea de una cultura à otra, o de un indivi¬duo que es parte de una cultura al personaje o la funciónsocial que esa cultura trate de imponerle. En ambos casosla cultura o el individuo reivindican el derecho a una

identificación libre, que sólo se puede realizar más alládel hombre, con todo lo que- éste vive y sufre; o más acáde la función o del personaje, con un ser dado, aunque nodebidamente formado. Entonces el yo y el otro, liberadosde un antagonismo que sólo trataba de azuzar la filosofía,

recobran su unidad. Una alianza de origen, así renovada,les permite afirmar juntos la idea de «.nosotros» contrala de «él», o sea contra una sociedad enemiga del hombrey que el hombre se siente tanto más dispuesto a rechazarcuanto que Rousseau, con su ejemplo, le enseña la manerade eludir las insoportables contradicciones de la vida civi¬lizada. Porque si bien es cierto que la naturaleza haexpulsado al hombre y que la sociedad persiste en opri¬mirlo, el hombre puede por lo menos invertir en su favorlos polos del dilema, buscando la sociedad de la naturalezapara meditar en ella sobre la naturaleza de la sociedad.Tal me parece ser el mensaje Indisoluble del Contrat so¬cial, de las Lettres sur la Botanique y de las Rêveries.

Pero para los que sentimos actualmente, como Rousseaulo predecía a su lector, «el terror de los que tengan ladesgracia de vivir después que tú» (Discours), es hoycuando su pensamiento toma una amplitud suprema, hoycuando adquiere todo su alcance. En. un mundo quizá máscruel que nunca para el hombre, un mundo en el que seacude a todos los procedimientos de exterminación, lasmatanzas y la tortura, cosas que nunca se desmintieron,pero que nos complacíamos en pensar que no tenían im¬portancia sencillamente porque estaban reservadas apoblaciones remotas que las sufrían, según se nos afirmaba,en provecho nuestro y, en todo caso, en nombre nuestro;hoy que, acercada a nosotros por efecto de una mayordensidad de población, achicado un universo que no dejaninguna fracción de la humanidad a cubierto de la vio-

SIGUE A LA VUELTA

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PADRE DE LA ETNOLOGÍA (Cont.)

Identificarse con las formas de la vida

lencia más abyecta, pesa sobre cada uno de nosotros laangustia de vivir en sociedad, es cuando el pensamientode Rousseau, mostrando las taras de un humanismo in¬discutiblemente incapaz de implantar en el hombre elejercicio de la virtud, puede ayudarnos a rechazar unailusión cuyos funestos efectos podemos desgraciadamenteobservar dentro de nosotros y por nosotros mismos.Porque ¿no es el mito de la dignidad un mito exclusivode la naturaleza humana, y no ha hecho sufrir ésta a laotra Naturaleza con mayúscula una primera mutilación, ala que debían seguir inevitablemente otras más?

Se empezó por separar al hombre de la naturaleza y porhacer de él un reino soberano, creyéndose así que seborraba su carácter más irrecusable, el de ser, ante todo,un ser vivo. Y al cerrar los ojos a esta facultad común atodos los hombres se dio vía libre a todos los abusos.

Nunca mejor que al cabo de los cuatro últimos siglos desu historia puede el hombre occidental comprender que,al arrogarse el derecho de separar radicalmente la huma¬nidad de la animalidad, concediendo a una todo lo quele quitaba a la otra, abría un ciclo maldito, y que lamisma frontera, constantemente desplazada hacia atrás,serviría para separar a unos hombres de otros y reivindi¬car, en beneficio de unas minorías cada vez más restringi¬das, el privilegio de un humanismo corrompido al nacerpor haber hecho del amor propio su principio fundamental.

Sikólo Rousseau supo rebelarse contra eseegoísmo: él que, en la nota del Discours que he

citado, prefería admitir que los grandes monos de Africay de Asia, torpemente descritos por los viajeros, fueranhombres de una raza desconocida, antes que correr elriesgo de negar la condición humana a seres que pudieranposeerla. El primer error habría sido en realidad menosgrave, puesto que el respeto por los demás tiene sola¬mente un fundamento natural, al abrigo de la reflexióny de sus sofismas, ya que es anterior a ella; y lo habríasido así por percibir Rousseau en el hombre como «unarepugnancia innata a ver sufrir a un semejante» (Dis¬cours), repugnancia cuyo descubrimiento lo obliga a verun semejante en todo ser expuesto al sufrimiento yposeedor por ello de un derecho imprescriptible a laconmiseración.

Porque, para cada uno de nosotros, la única esperanzade no ser tratado por sus semejantes como un animal, esque todos sus semejantes, y él el primero, sientan inme¬diatamente que son seres que sufren y cultiven en sufuero interno esa aptitud para la piedad que, en estadonatural, sirve de «ley, de costumbre y de virtud», y sin elejercicio de la cual empezamos a comprender que, en elámbito de la sociedad, no puede existir ninguna de esastres cosas.

Lejos de ofrecerse al hombre como refugio nostálgico, laidentificación con todas las formas de vida, comenzandopor las más humildes, propone a la humanidad actual,por la voz de Rousseau, el principio de toda sabiduría yde toda acción colectivas; el único que, en un mundo cuyacongestión de habitantes hace más difícil, pero mucho másnecesaria, la consideración mutua, podrá permitir quevivan juntos y construyan un porvenir armonioso.

Es posible que estos principios estuvieran ya contenidosen las grandes religiones del Lejano Oriente; pero frentea una tradición occidental que, desde los tiempos másremotos, ha creído posible jugar a par e impar al mismotiempo, y hacer trampa con la evidencia de que el hombrees un ser viviente y doliente. Idéntico a todos los demásantes de distinguirse de ellos por criterios subalternos¿quién nos los ha enseñado sino Rousseau?

«Siento una violenta aversión» escribe éste en su cuarta

carta a M. de Malesherbes, «por los estados "que dominan

14 a los demás». «Odio a los Grandes, odio la clase de Estadoque constituyen». Esta declaración ¿no reza ante todo parael hombre, que ha pretendido dominar a los demás seres

y gozar de un estado aparte, dejando así el campo librea los menos dignos para que se valgan de este privilegiofrente a otros hombres, y tuerzan en provecho propio unrazonamiento tan exorbitante en esta forma particularcomo lo era ya en su forma general?

Jle\ n una sociedad civilizada no puede haber'excusa para el único crimen verdaderamente

inexpiable del hombre, crimen que consiste en creerse per¬manente o temporalmente superior a los demás hombres yen tratarlos, sea en nombre de la raza, de la cultura, de laconquista, de una misión o simplemente de su conveniencia,como si fueran objetos.

Hay en- la vida de Rousseau un minuto un segundoquizá cuya significación, a pesar de su brevedad, decide,a sus ojos, todo lo demás; lo que explica que, en el ocasode su vida, sea sobre todo ese minuto lo que le obsesiona,que se complazca en describirlo en su última obra y que,al azar de sus paseos, vuelva a él constantemente. Y sinembargo ese minuto ¿qué es sino una trivial vuelta en sídespués de una caída y un desvanecimiento? Pero el sen¬timiento de existir es «precioso» entre todos los demáspor ser sin duda tan raro y tan discutible: «Me parecíaque llenaba con mi ligera existencia todos los objetos quepercibía... no tenía ninguna noción precisa de mi personaindividual... sentía en todo mi ser una calma maravillosa

para la que, cada vez que vuelve a mi recuerdo, no encuen¬tro punto de comparación en ninguno de los placeresconocidos.» A este célebre texto de la segunda Promenaderesponde un pasaje de la séptima que, al mismo tiempo,explica su razón de ser: «Siento unos éxtasis, unos arroba¬mientos indecibles al fundirme, por decirlo así, en el siste¬ma de los seres, identificándome con la naturaleza entera.»

Esta identificación primitiva, cuya posibilidad niega alhombre el estado de sociedad, y que, desconocedor de suvirtud esencial, el hombre no logra ya sentir sino de unamanera fortuita y por obra de circunstancias insignifi¬cantes, nos lleva al corazón mismo de la obra de Rousseau.

Yísi colocamos a ésta en lugar aparte entre lasgrandes producciones del genio humano, es

porque su autor no sólo ha descubierto, con dichaidentificación, el verdadero principio de las cienciashumanas y el único fundamento posible de la moral,sino que nos ha restituido el ardor de aquélla, ardorhirviente desde hace dos siglos y para siempre en elcrisol en que se funden términos del ser que el amorpropio de sociólogos y filósofos se empeña en hacer incom¬patibles en todos los rincones del mundo: el yo y elotro, mi sociedad y las otras sociedades, la naturalezay la cultura, lo sensible y lo racional, la humanidad y lavida.

Claude Levi-Strauss, una de las grandes autoridadesactuales en el campo de la etnología, . es profesor delColegio de Francia desde 1959. Entre 1935 y 1939 ocupóuna cátedra en la Universidad de Sao Paulo. El articulo

que ofrecemos aquí con ligeros cortes es el texto de laconferencia que pronunciara el 28 de junio de 1962durante la manifestación solemne organizada por laUniversidad Obrera y la Facultad de Letras de la Univer¬sidad de Ginebra. Dicho texto ha aparecido integramenteen 1962 en un libro de la colección «Idiomas» de lasti Editions de la Baconnière» de Neuchâtel: « Jean-Jac¬ques Rousseau» (derechos de reproducción reservados).

Foto Biblioteca Nacional

JUAN JACOBOY LA

EDUCACIÓN

Las ideas de Rousseau sobre la educación de los niños causaron viva impresión entre sus contem¬poráneos. La educación doctrinaria y escolástica, que quería que el niño se comportara comoun adulto en miniatura, la reemplazaba el pensador por el respeto, la sensibilidad y la iniciaciónprogresiva en la vida social. Un año después de la muerte de Rousseau se le levantó en Ginebraen 1779 un monumento, que aparece reproducido en este grabado. Las cadenas que oprimíanotrora al niño se transforman en guirnaldas de rosas al guiarlo el educador de nuevo cuño.En el medallón roto están representados el viejo sistema docente y sus abusos.

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EL

Rousseau corre a atraparel sombrero que el vientole ha arrebatado. Este gra¬bado, debido a la plumade Moreau el joven, datade la época en que elfilósofo era blanco de las

burlas y ataques de suscolegas. A la derecha, Rous¬seau recogiendo plantas enErmenonville para estudiar¬las (grabado de" 1 778 segúnun original de Mayer).

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A personalidad y obra de Rousseau son tan-*' ricas y presentan tal variedad de elementos

que no siempre resulta fácil captar su unidad profunda.Para hacer la síntesis de ambas convendrá no perder devista todo lo que une los distintos aspectos del hombrey las muchas facetas de su talento, pero también seráútil dedicarse a uno solo de esos aspectos y esforzarse enacompañar a Juan Jacobo por uno de los muchos caminosque frecuentara.

Sigamos al paseante solitario por las rutas de su diva¬gación, que en él llegó a ser «pasión muy viva». Con elensueño o la fantasía de la imaginación desaparecen lasmiserias de esta vida; uno u otro llevan a esa felicidadverdadera que conoció Rousseau en la paradisíaca isla deSan Pedro, según cuenta en algunas de las páginas másbellas del libro XII de las Confesiones y sobre todo en elcélebre « paseo quinto» de las Meditaciones de un paseantesolitario, inconclusa obra postuma que se publicó cuatroaños después de su muerte y que ha ejercido gran influen¬cia sobre los poetas y pensadores más importantes delsiglo XIX, desde Senancour hasta Baudelaire y Rimbaud,pasando por Novalis, Nerval, Hölderlin y muchos otros.

Para entrar en el verdadero centro de la experiencia deJuan Jacobo hay que considerar, aunque sea por unmomento, la importancia que la soledad cobró en su exis¬tencia y el papel que' desempeñaron en ella los paseos, esdecir el contacto con la naturaleza. Es oportuno nacerloasí antes de examinar la forma en que «un corazón activoy un temperamento perezoso» como dice el propio Rous¬seau en su segundo Diálogo) pudieron, con ayuda de unaviva imaginación, encontrar en el ensueño o la medita¬ción la felicidad suprema.

Juan Jacobo, que estuvo con frecuencia solo, gozó desu soledad; vivió en ciertas épocas replegado en sí mismo,pero con todo eso no fue, ni mucho menos, el misántropoo el sujeto atrabiliario que sus detractores han queridover en él. Ni tampoco un egoísta encerrado en su torrede marfil, sino un ser expansivo y sensible. Desde muyjoven sufrió dificultades evidentes en adaptarse a lasociedad que le rodeaba, dificultades debidas tanto aciertos rasgos de su carácter como a determinadas cir¬cunstancias ' de su vida. Y así, en el primer libro de lasConfesiones recuerda Juan Jacobo la influencia duraderade las novelas que leyera en su niñez y que «le dieron dela vida nociones extravagantes y fantásticas, de las que nila experiencia ni la reflexión pudieron curarlo».

Adaptarse es tener en cuenta las cosas que le rodean auno; no aceptarlo todo, pero, dentro de cierta medida,

transigir, admitir el paso de lo absoluto a lo relativo.Juan Jacobo no siempre supo o quiso hacer eseesfuerzo. Decepcionado de amistades y amores, buscórefugio en un mundo encantado, que poblaban seres afinesa su modo de sentir. A este respecto mostró Rousseau unatendencia innata a sustituir las luchas y penas inevitablesen todo contacto con la realidad por las alegrías inmedia¬tas y sin trabas de la fantasía. No es extraño, pues, quelas persecuciones que suscitó la audacia de sus ideas ylos odios que sintió crecer a su alrededor, agrandados poruna imaginación enfermiza e inclinada a esperar lo peor,acentuaran su tendencia al aislamiento y su sensaciónhonda de su singularidad como hombre, abriendo cadavez más el foso que lo separaba de sus semejantes endetrimento de todo lo que podía acercarlo a éstos.

Juan Jacobo se considera único («No he visto a nadie»dice en el preámbulo de las Confesiones «que esté hechocomo yo») ; pero cuando escribe sus grandes obras auto¬biográficas, como las Confesiones o los Diálogos, no se creeseparado todavía del resto de la humanidad y, al justifi¬carse ante sus contemporáneos trazando para la posteri¬dad un retrato que él juzga fiel y perfectamente sincero,lo que trata de hacer es establecer una verdadera comu¬nicación con el lector. En las Meditaciones, por el contra¬rio, intenta escribir para él solo, con el proposito de encon¬trar de nuevo, cuando pasen los años, el recuerdo de suspaseos y de los pensamientos que su memoria, al debili¬tarse, deje escapar con más facilidad, y revivir así el pla¬cer con que los registrara un día.

lousseau no sospechó el éxito asombroso ni laJdifusión cada vez mayor que iba a tener su

libro en cuanto se publicara. En esas páginas en que nosinvita a acompañarlo hasta el fondo de su experienciaespiritual, volvemos à encontrarlo más cerca que nuncade nosotros. El título que pusiera a esas últimas reflexionessuyas Meditaciones de un paseante solitario es signifi¬cativo: las meditaciones no señalan ninguna clase de rup¬tura con el mundo, sino que esclarecen una vida entera,desde que el encanto de la soledad, la afición al paseo ylas divagaciones son cosas habituales en él desde su pri¬mera juventud. En uno de los naipes que llevaba en elbolsillo para anotar sobre la marcha las ideas que levenían a la cabeza, el filósofo ha escrito unas palabrasreveladoras: «Para justificar realmente el título de este

PASEANTE

SOLITARIO

por Anne-Marie Pfister

Fotos Biblioteca Nacional, París

libro, habría tenido que empezarlo hace sesenta años, por¬que mi vida entera no ha sido otra cosa que una inter¬minable ensoñación dividida en capítulos por mis paseoscotidianos».

La vida solitaria y la vida social son los dos polos entrelos que se mueve la existencia de Rousseau, como la decada uno de nosotros. Bien lo sabía él, y en los Diálogosnos recuerda que « una soledad absoluta es un estado tristey contrario a la naturaleza ; los sentimientos afectivosaumentan el alma y la comunicación de las ideas avivael espíritu. Lo más grato de nuestra existencia es relativoy colectivo, y nuestro yo verdadero no está todo en noso¬tros. El hombre está hecho en tal forma que nunca llegaa la plena posesión de sí mismo sin el concurso delprójimo».

Pero ese concurso supone para Juan Jacobo unas rela¬ciones de amistad desprovistas de toda superficialidad yfundadas en la confianza recíproca, así como en laigualdad. Por eso, por no verse satisfecho su hondo deseode una asociación íntima de corazones y de una sociedaden que los hombres, en vez de enmascararse con palabrasconvencionales, expresen espontáneamente lo más íntimode su pensamiento : por ser prácticamente irrealizable esatransparencia absoluta, Rousseau se va retirando cadavez más a la soledad «a medida que va conociendo mejora los hombres».

Así lo decía ya en enero de 1762, en la primera de lascuatro largas cartas autobiográficas que dirigió aMalesherbes. La originalidad y el vigor de su pensamiento,unidos a una sensibilidad extrema, tenían fatalmente queaislarlo. Por añadidura, los azares de una vida atormen¬tada le impidieron siempre integrarse por entero a unacomunidad o grupo.

Toda su vida fue un individuo que se movió fuera desu clase, y mucho antes del destierro y de los añoserrantes, aquel «ciudadano de Ginebra» que vivió fuerade su patria era ya un desarraigado. No se sentía a susanchas ni siquiera con los enciclopedistas, el medio inte¬lectual más despierto, donde se encontraban las gentesde su talla ; de ellos lo separaban divergencias fundamen¬tales de criterio. Todo conspiró así para acentuar su gustopor la soledad, gusto que liberó a Rousseau de obligacionessociales y mundanas insoportables desde su punto de vista.

El amor a la naturaleza es otra constante que seremonta a los años de infancia transcurridos en Bossey,al pie del Saléve. Esa pasión suya por los paisajes cam¬pestres no es compañera inseparable de la soledad, perocoincide muchas veces con ella. Andar solo por horas y

horas a través de hermosas campiñas le colmaba el corazóny le daba una arrebatadora sensación de libertad.

Al evocar el día en que salió de Ginebra a los dieciséisaños, Juan Jacobo describe ese sentimiento de expansióngozosa y llena de ilusiones:'. «Libre y dueño de mí, mecreía capaz de todo; todo estaba a mi alcance; no teníamás que lanzarme para subir con el impulso y volar».

Lla asendereada vida que llevó en los mejoresdías de su juventud es una experiencia esencial

que describe en esta página admirable del libro IV de lasConfesiones: «Lo que más me pesa entre los detalles de mivida de que no guardo recuerdo es no haber llevado undiario de mis viajes. Nunca he pensado, ni existido, nivivido tanto; nunca he sido tan yo mismo, por decirlo así,como en los viajes que he hecho solo y a pie. Algo hay en elandar que anima y aviva mis ideas; cuando estoy quieto enun sitio. apenas puedo pensar; mi cuerpo ha de moversepara qué mi espíritu se ponga en movimiento. La contem¬plación de los campos, la sucesión de sus bellezas, el aireUbre, el buen apetito, el sano ejercicio de la marcha, laUbertad que se siente en una hostería, el estar lejos decuanto me hace sentir mi dependencia y me recuerda misituación, todo ello libera mi alma, me da más audaciapara pensar, me lanza en cierto modo entre la inmensidadde los seres para combinarlos, escogerlos y apropiarmede ellos a mi antojo, sin miramientos ni temores. Soyentonces dueño de la naturaleza entera ; mi corazónerrante va de cosa en cosa para unirse e identificarse conlas que le agradan y se rodea de imágenes seductoras,embriagándose con ese sentir que es una delicia... Y si alllegar a la posada no pienso sino en comer bien, al mar¬charme no pienso sino en andar igualmente bien. Meparece que en la puerta me esperara un paraíso nuevo, ytodo lo que quiero es salir en busca de él».

Esos paraísos que la imaginación abre a Rousseau ledan satisfacciones más ciertas que los bienes terrenales,ya que en cualquier momento éstos « pueden escapar de milmaneras a quien cree poseerlos». Juan Jacobo prefiere aellos su imaginación, «facultad consoladora», según él,porque lo resarce desús sinsabores y se acuerda a sutemperamento ; de sí mismo dice ser « perezoso en laacción por ardor excesivo en el deseo», y en el segundoDiálogo destaca su propia tendencia a abstenerse de ella :«la vida contemplativa quita el gusto de la acción».

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Objeto de un decreto de prisión después de la publicación del "Contratosocial" y del "Emile" en Francia, Rousseau huyó a en junio de 1762 aMôtiers, en Suiza, de donde salid tres años después para pasar unassemanas de paz en el islote de Saint-Pierre, (fotos de arriba y abajo). Ensus "Meditaciones" habla de este periodo con gran emoción. Rousseauhabitó la única casa de la isla, donde los muros de su habitación (centro)se encuentran actualmente cubiertos de arriba a abajo por las inscrip¬ciones que han dejado año tras año los visitantes. A la derecha, elpabellón al que acudía a meditar el famoso paseante solitario.

La soledad ideal de la isla de Saint-Pierre

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Por los caminos del exilio, el "ciudadano de Ginebra" se vio hostigado porla incomprensión y la aspereza de sus contemporáneos. Pero al cabo de dossiglos se aclama la memoria del sabio en el curso de un cortejo retrospectivoque tuvo lugar en 1962 en la población de La Neuveville, situada frente a laisla de Saint-Pierre (arriba).

Photos © A. Acquadro. La Neuveville

PASEANTE SOLITARIO (Cont.;

Sed de absoluto y de eternidadPero, como todas las potencias humanas, la imagina¬

ción es un arma de dos filos. La mayor parte de loshombres la emplea mal, sirviéndose de ella, no paraaplacar sus dolores, sino para exacerbarlos, con lo queaumentan inútilmente su desgracia cuando podrían, comoJuan Jacobo, seguir el camino inverso. Dice él en estesentido: «El imperio que sobre nosotros tiene là ima¬ginación es tal, y tanta su influencia, que de ella nacenno sólo las virtudes y los vicios, sino los bienes y males dela vida humana, y que de la forma en, que el hombre seentregue a ella depende principalmente el que sea buenoo malo, feliz o desdichado en este mundo».

Juan Jacobo supo a veces «lanzarse a las regionesetéreas, verlo todo desde ahí y sentirse sostenido porsublimes contemplaciones» desafiando «los reveses deldestino y los juicios insensatos de los hombres ; pero¡cuánto esfuerzo para llegar a ese despego! Abrumadootras veces por sus pesares, su imaginación amedrentadano le presentaba sino un porvenir de sombra y dolor. Lanaturaleza y, en particular, las plantas, lo ayudabanentonces a exorcisar esa faz negra de la imaginación:«En ese estado un instinto que me es natural y que apartade mí toda idea entristecedora, impuso silencio a mi ima¬ginación y, desviando mi atención hacia los objetos queme rodeaban, me llevó por primera vez a contemplar endetalle el espectáculo de la naturaleza, cosa que hastaentonces no había hecho yo sino indistintamente y enconjunto».

Abandonándose a la divagación, el contemplador «sepierde con deliciosa embriaguez en la inmensidad de esehermoso sistema con el que se siente identificado», perocon la creación llega un momento en que a la fusiónsucede la observación atenta y precisa que tambiénprocura a Juan Jacobo un apaciguamiento realmente libe¬rador. «No necesito hacer gasto ni esfuerzo para vagarindolentemente de una brizna de hierba a otra, de unaplanta o otra, y examinarlas, comparar sus rasgos diversos,advertir sus relaciones y sus diferencias...» «Hay en estaocupación ociosa» dice Rousseau de la botánica en laMeditación Séptima «un encanto que sólo se siente en laplena calma de las pasiones, pero que por sí sólo bastapara que la vida sea grata y feliz».

la imaginación de Juan Jacobo necesita apo¬yarse en cosas concretas; una meditación de¬

masiado abstracta le fatiga y le aburre. Por eso la clase dedivagación que con más frecuencia se repite en el curso desu vida es la que reemplaza la realidad, con sus dolores ydesengaños, por una sociedad ideal compuesta de hombresesclarecidos y virtuosos, de mujeres seductoras y sensatasy de amigos seguros y fieles; una divagación por medio dela cual transpone la vida a un ámbito natural perfecta¬mente armonioso y en definitiva fecundo, puesto que enél se encuentra el origen de La nueva Eloísa.

Todo eUo, sin embargo, no es más que una primera etapaen la experiencia de Rousseau. No sólo viene a veces «lanulidad de sus quimeras» a entristecerlo y disipar el pres¬tigio de ese mundo encantado, sino que tiene plena concien¬cia de que aún convirtiéndose sus sueños en realidad, no le6erían suficientes. «Había en mí» dice a Malesherbes,«un vacío inexpUcable que nada habría podido colmar,algo como un impulso del corazón hacia otra clase de gocedel que no tenía idea concreta, pero que me parecíaIndispensable».

La sed de absoluto y de eternidad arraigada en el fondode nuestro corazón nos da la idea y la exigencia de unafelicidad que Tara vez se alcanza en este mundo, de una«felicidad suficiente, perfecta y cabal» que el alma, librede todo afecto particular, puede experimentar en el purosentimiento de la existencia, cuando hasta el tiempo dejade fluir y un presente Indefinido engloba, sin distinción

20 alguna, pasado y porvenir. Un ensueño tal, mecido por elvaivén del agua en la playa, ensueño en que la imagi¬nación enmudece y el pensamiento queda aboUdo, repre

senta la plenitud de la experiencia interior de JuanJacobo.

El Mundo y el yo se identifican y funden en ese éxtasismístico natural ; nada los separa, ningún deseo subsiste ;el hombre, como Dios, se basta a sí mismo. Rousseau, queconoció esa felicidad en los momentos privilegiados de suestada en la isla de San Pedro, habla de ella en la quintaMeditación: «El flujo y' reflujo de aquellas aguas, y elrumor continuo", pero a intervalos hinchado de öu movi¬miento, que me golpeaba sin cesar ojos y oídos, reempla¬zaban los impulsos interiores que el ensueño había apa¬gado en mí y bastaban para darme la placentera sensa¬ción de estar vivo sin pensar, sin hacer ningún esfuerzo.De vez en cuando se perfilaba en la mente alguna cortareflexión sobre la InestablUdad de las cosas de este mundo,imagen que veía en la superficie del agua; pero esas impre¬siones ligeras se desvenecían al punto en la uniformidaddel movimiento continuo que me arrullaba y que, sin nin¬gún concurso activo de mi espíritu, seguía aprisionándolohasta el extremo de que, advertido por la hora y señalconvenidas, no lograba arrancarme de alU sin esfuerzo».

Anne-Marie Pfister es conservadora de manuscritos en la Biblio¬

teca Pública y Universitaria de Ginebra. El texto precedente esel de la alocución que pronunciara el 29 de Noviembre de 1962en la Unesco con motivo del homenaje que ésta rindiera a Rousseau.

Fotos Biblioteca

Nacional, Paris

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ROUSSEAU

ENTRE

NOSOTROSpor Lourival Gomes Machado

Director del Departamento de ActividadesCulturales de la Unesco

Busto de Rousseau por elescultor, francés J. A. Houdon.

Foto © A. Acquadro, La Neuveville

LJ(ra conmemoración de los 250 años del naci-

'miento de Juan Jacobo Rousseau coincide conel segundo centenario del Emile y del Contrato social yreviste un carácter poco común en las celebraciones deeste género: el de actuaUdad, de cosa actual y propia denuestro tiempo. Consciente de un rasgo tan singular, elDirector General de la Unesco, señor René Maheu, afir¬maba en Royaumont, en el Coloquio mundial organizadoal respecto por la Comisión Francesa constituida paraapoyar la obra de aquéUa, que «releer a Rousseau es colo¬carse en el corazón mismo de nuestros problemas actuales».Por su presencia directa e indirecta en dicha manifesta¬ción, como en diversas otras del mismo género, la Unescodemuestra de la manera más inequívoca su fé en el valorcontemporáneo de los temas tratados por Rousseau.

Esos temas son temas actuales, y lo seguirán siendomientras el hombre, en los diversos rincones del globo, nohaya hecho verdaderamente efectiva cada una de sus múl¬

tiples posibiUdades. El hombre no Uegará a ello sino porel conocimiento de sí mismo. La inteligencia contempo¬ránea, sin embargo, no debe temer el abordar un pensa¬miento de tal ampUtud: como si hubiera querido ayudar¬nos, Rousseau ha puesto en él una coherencia perfecta,que mal cabía esperar en un autor cuya «falta de sistema»ha sido señalada repetidamente por sus contemporáneos ypor las generaciones que los sucedieran.

Por otra parte, la crítica moderna ha sabido reconoceresta coherencia íntima al cabo de un análisis efectuado

con espíritu de comprensión y simpatía y privado de todo .temor ante las consecuencias que el pensamiento de Rous¬seau plantea inmediatamente que uno entra en contactocon él, consecuencias que se imponen impidiendo, por esomismo, que uno se quede en las playas borrosas e inofen¬sivas de la especulación pura.

El estudio de las obras en que Rousseau ha expuesto sudoctrina puede comenzar, sin mayores inconvenientespara la comprensión del conjunto, por no importa cuálde eUas, tanto por el Emile como por el primer Discurso,tanto por la Carta a Christophe de Beaumont como por elContrato, tanto por la Nueva Eloísa como por el Ensayosobre el origen de las lenguas. Cada uno de estos textospone al lector frente a uno de los temas, o mejor dicho,de uno de los nudos temáticos centrales de la visión inte¬

lectual total, fundamentalmente indivisible, del que, defi¬niendo el objeto de sus meditaciones, no vacila en decir;«Es del hombre de quien quiero hablar...»

Por incUnación propia, la gran mayoría de los lectorescon que cuenta Rousseau hoy en día, al buscar en susUbros el más vivo de los temas que tratara, anteponen casisiempre a los otros el de la igualdad. Quizá nunca hayalogrado con la misma fuerza que logra en él un alcancetan universal como él le diera el sentimiento rigurosode la igualdad entre los hombres, alcance universalcapaz de imponer a cada uno el respeto hacia todos, seencuentre donde se encuentre y sea cual sea su condiciónmomentánea. Por primera vez en la época moderna, Rous¬seau define al hombre por sus verdaderos valores. De ahíen adelante basta alegar como única cualidad la de que sees hombre, criatura humana, para poder exigir el conoci¬miento del hombre, los derechos del hombre, la estimahacia el hombre, y esto fuera de toda consideración deorigen, de sociedad o de creencia religiosa. De ahi viene elimpulso que hizo que la influencia de Rousseau se saltaratodas las fronteras, suscitando por todas partes Ubertadesque, aunque eternas en potencia, no por ello habían que¬dado menos en el tintero o eran objeto de mayor reco¬nocimiento.

A este gran tema de la igualdad o la desigualdad entrelos ciudadanos de un mismo Estado que, según el parecerde muchos, representa más la expresión de una esperanzaque la certidumbre de una conquista responde, en la horaactual, la gran preocupación que anima a la Unesco deabolir las desigualdades entre los pueblos.

¡Cuántos hombres, cuántas comunidades enteras se venprivados todavía hoy de ciertos derechos humanos funda¬mentales, viven sin gozar de los beneficios de la instruc¬ción, permanecen expuestos a la enfermedad y al hambre !Están todos aqueUos para quienes la historia ha sido parcaen las oportunidades de seguridad y adelanto que les ofre¬ciera; todos aqueUos, más numerosos que los demás, quepor un «azar funesto» han quedado al margen de las con¬quistas mayores del intelecto. El pensamiento revolucio¬nario de Rousseau encontrará oídos atentos mientras tales

desigualdes no se hayan reducido categóricamente. Y alos que accedan a la igualdad, dicho pensamiento pare¬cerá como una advertencia que los pone en guardia contrala fragilidad de esa conquista.

Únicamente una soUdarldad activa entre las naciones

podrá garantizar la Igualdad entre todos los hombres,restituidos a su condición original de representantes deuna misma especie. Y aquí la coherencia del pensamiento 21

SIGUE A LA VUELTA

22

ROUSSEAU ENTRE NOSOTROS (Cont.)

Una sola humanidad

de Juan Jacobo Rousseau nos lleva a un nuevo tema, untema que toca los problemas de las diversas civilizaciones.

Pese a las formas diversas de civilización que sostieneny diferencian las sociedades civiles, en el pensamiento deRousseau se mantiene siempre clara la unidad profundade la comunidad humana, que a través de las humanidadesparticulares reconoce una sola humanidad universal, ver¬dadera: la humanidad.

La comprensión de esta característica deriva del senti¬miento espontáneo que se tiene frente a aquéllos que, tantopor su condición como por la aparente extrañeza de suscostumbres y tradiciones, parecen estar más lejos de unode lo que podría pensarse. En la época en que el extran¬jero remoto aparece, en el mejor de los casos, como un«salvaje bueno», Rousseau niega que el hombre puedatener nada de extraño para otros hombres y que las rela¬ciones con éstos puedan ser otra cosa que fraternales.

En este sentido, el mejor homenaje rendido en las mani¬festaciones de 1962 a la memoria de Juan Jacobo fué el deClaude Levi Strauss, quien reconoció que Rousseau fué elprimero en darse cuenta de que «para lograr aceptarse enlos demás es preciso negarse .antes en sí mismo». Ahorabien: la fraternidad exige, como único fundamento satis¬factorio, el reconocimiento universal de la igualdad. Tal esel objetivo superior y final de todos los esfuerzos que sehacen en nuestros días en favor de una mejor compren¬sión internacional, objetivo por el que la Unesco man¬tiene una lucha sin tregua.

S*l_Ja

kería imperdonable, sin embargo, no recordar'aunque fuera por una simple alusión (ya que

se trata de conmemorar conjuntamente el bicentenariodel Contrato social y el de Emile) que la Unesco ha debido,para alcanzar sus fines culturales superiores, consagraruna parte sustancial de su programa a la acción educativa,actualmente, la más importante de ese programa: ya queel mundo ha hecho suya la imagen de la educación con¬cebida por Rousseau.

Si el hombre no es sino una simple «conjetura» cuandoestá fuera de la sociedad, resulta imposible, por otra parte,hacerse una idea de ésta que no suponga la evolución máscompleta y armoniosa posible del hombre mismo.

Pide éste que el sentimiento vaya unido a la inteligen¬cia, y lo irracional a lo racional, en un mismo descubri¬miento único de sí y del mundo, descubrimiento sin cesarrenovado y siempre vivo, por subir continuamente a lasfuentes originales y a las raíces auténticas. Para Rousseau,el que el hombre se conozca a sí mismo es inseparable desu afirmación como persona moral. Sobre todo lo queimporta es no perder de vista el hecho de que la vida delciudadano es parte esencial de la vida del hombre.

Rousseau se opuso a los juristas y a los filósofos comose opuso también al aliento de un siglo racionalistadesde el día en que, habiendo obtenido el premio ofrecidopor los académicos de Dijon, los acusó de confundir lanaturaleza humana esencial con los accidentes existen-

ciales que sufre el hombre, mutilado y deformado por ladesigualdad en todos sus múltiples aspectos. Más adelanteno vaciló tampoco en oponerse a los enciclopedistas, in¬cluso a los que le tenían sincero afecto. Para él no consti¬tuían éstos otra cosa que los guías de una «élite» escla¬recida, que se creía la única calificada para luchar contrala injusticia de los que gobernaban. Y Rousseau sabía quela igualdad, la libertad, y la empresa inmensa de reaUzaruna obra de educación no podían quedar ni entre lasmanos incapaces de justicia de quienes detentan el poderni tampoco entre aquellas poco firmes de los que detentanlos privilegios del rango o el monopolio del saber.

Nuevamente hoy los pueblos que acaban de acceder ala soberanía experimentan la necesidad de instruir a sujuventud como condición esencial de su estabilidad socialy su progreso material. Lejos de haber quedado atrás, lasobras señaladas por Rousseau están todavía por cumplirse.Su sueño de soUtario se ha transformado en sustancia

tanto de nuestras estructuras políticas y sociales como denuestra acción cotidiana, y su pensamiento seguiráinspirando por largo tiempo a todos aqueUos a cuyo cargoestá, según la fórmula que postulara, «el ayudar a loshombres a establecer sus derechos».

Refiriéndose a su exilio en la localidad suiza de Motiers, dice

Rousseau en sus "Confesiones" : "Yo me paseaba por el campocon toda tranquilidad, de caftán y gorro de piel, seguido porla rechifla del populacho, cuando no por las piedras que melanzaba" (obra de Grimm grabada por Choffard (derecha)).La historia iba a dar a Rousseau una revancha postuma aplastantesobre todos los que pretendían ahogar su voz. Desde la Revo¬lución Francesa en adelante, su influencia siguió creciendo ysu nombre alcanzó una popularidad sin precedentes, como lodemuestran estas ilustraciones. Arriba: retratos dé Rousseau

y de Voltaire que ilustran un calendario del siglo XVIII.

EL TRIUNFO DE

UN PERSEGUIDO

Abajo, medallón para la tapa de una cajita de la época revolucionariaen que Rousseau aparece entre Voltaire y Benjamin Franklin, calificadoslos tres de "antorcha del universo". A la izquierda, la apoteosis deRousseau: 16 años después de su muerte, sus restos son trasladadoscon gran pompa al Panteón de Paris (aguafuerte de Girardet).

Fotos Biblioteca Nacional, París

23

ECOS DEL

CONTRATO SOCIAL

EN EL ORIENTE

El Lejano Oriente cuenta con trespensadores cuyas ideas ofrecen nota¬bles semejanzas con las de JuanJacobo Rousseau: el chino HuangTsong-Hi, que vivió en el sigloXVIII, Shoeki Ando, un médicorural japonés, contemporáneo deRousseau, y Çhomin Nakae, tambiénjaponés, escritor de la segunda mitaddel siglo XIX y traductor del « Con¬trato social ». Fué Chomin Nakae,llamado el Rousseau oriental, quienpor vez primera divulgó en el LejanoOriente el pensamiento del gran

por Takeo Kuwabara

Foto © Werner Bischof-Magnum

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escritor ginebrino.

La época de Huang Tsong-Hi esanterior en un siglo a la de Rousseau.Sin embargo, doscientos años des¬pués de su muerte, durante la revo¬lución de 1911, el ideal democráticode Huang había de propagarse entresu pueblo. Para los revolucionariosél pasó a ser el « Rousseau chino ».

En cuanto a Shoeki, que no conocíasiquiera el nombre de Juan Jacobo,mereció ser llamado, como lo hasido, el « Rousseau japonés ».

Retrato de Huang Tsong Hi(1610-1695), llamado elRousseau de China.

Foto Iwanami Publishing O

H TJANG Tsong-Hi, hijo de una honorable familiadel Centro de la China, nació en 1610, en la

época de los Ming. Su padre, hombre de gran cultura,conspiró contra los eunucos de la Corte y murió en lacárcel. Huang se lanzó también a la lucha política, arriesgósu vida, y sólo se consagró definitivamente a la filosofíaal darse cuenta de que la caída de los Ming era definitiva.

En 1963 publicó el «Ming y Tai Jan Lou», opúsculo deunas cincuenta páginas solamente, pero que constituyeuna obra capital en la que expuso los principios funda¬mentales de su teoría política. El título significa lite¬ralmente «Consejo político al futuro jefe de un Estadoideal». Los principales capítulos de los 13 que componenel prólogo llevan por título: «¿Qué es el Príncipe?»,«¿Qué es el subdito?», «¿Qué es la Ley?», «Nombramientodel Primer Ministro», «Academia».

En el capítulo titulado «¿Qué es el Príncipe?» Huangexplica que el hombre ha obrado siempre por interéspersonal, lo cual responde al orden natural de las cosas,pero que debido a él nadie se preocupa del interés públiconi trata de suprimir lo que es perjudicial para toda lacomunidad. De ahí que sea difícil mantener el «T'ienhia» (palabra china que significa la sociedad humana, encontraposición de «Kuo» que significa Estado o Reino).

Pero cuando así ocurre, surgen hombres que sacrificansu interés particular al del T'ien hia, como Yao y Chun,reyes de una antigüedad legendaria en quienes los chinosven príncipes ideales o santos. Pero los reyes de las épocasulteriores estimaron que el T'ien hia les pertenecía porderecho propio, y vivieron sumidos en el lujo y en el ocio,en detrimento del pueblo. En suma, se convirtieron enladrones del T'ien hia.

Para el pueblo, los príncipes reinantes se habíantransformado, pues, en enemigos. «El pueblo es la cosamás preciosa del mundo, decía Mencius, luego viene elEstado y, por último, el príncipe, que es lo menos precioso.»El filósofo chino reconocía el derecho a la rebeldía yafirmaba que era justo derribar a todo gobierno queperjudicara los intereses del pueblo. Los sabios que conde¬nan a Mencius, dice Huang, están corrompidos; además,cuando un funcionarlo del Estado ocupa un puesto en elgobierno, es para servir al T'ien hia, la sociedad humana,y no al príncipe reinante. Las leyes existían en la Edadde Oro, bajo los príncipes justos, porque fueronconcebidas para el bien del T'ien hia, pero luego los reyeslas promulgaron con vistas a la defensa de sus propiosintereses y a fin de que el poder, que consideraban comobien privado, se transmitiera de padres a hijos. Nomerecen, pues, llamarse leyes.

En cuanto respecta a la Academia, Huang piensa demanera muy original. La Academia era una instituciónque agrupaba antaño a los intelectuales; el rector y losprofesores de este establecimiento no se ocupaban única

mente de la enseñanza, sino también de elevar, en elsentido más noble de la palabra, el Ideal político de susalumnos. Los reyes venerados de la Antigüedad seguíansiempre las opiniones de la Academia, ya que no lescorrespondía decidir cuál era la buena política a seguir.Huang pide la restauración de este sistema. Esa «asam¬blea de intelectuales» debería reunirse una vez por mes,y el rector ocuparía el lugar de honor, mientras el príncipese sentaba con los estudiantes para oir cómo aquéljuzgaba sin miramientos su propia política.

Algunos eruditos japoneses Insisten en que Huang norechazó la monarquía en lo cual difiere de Rousseau,cuyo ideal era republicano e Igualitario y siguió siendoun adepto del confuclanlsmo primitivo, cuyo principalrepresentante era Mencius. Sea como sea, el movimientorevolucionario de la época de los T'sing se inspiro enel pensamiento de Huang y, cuando a través del Japónse empezaron a conocer en China las ideas de J.J. Rous¬seau, a Huang se le llamó el Rousseau chino. Gracias aeste parentesco de ideales, el pensamiento del filósofoeuropeo ejerció, por intermedio de Huang, un papel impor¬tante en la modernización de China.

En cambio, Shoeki Ando no ejerció ninguna Influenciaen su país. Se conoce muy mal su vida y se ignoran lafecha exacta de su nacimiento y la de su muerte. Se sabeque Shoeki era médico en el nordeste del Japón y querecorrió gran parte del país. Su obra maestra es el«Shizen Shineido» (El verdadero estado de la naturaleza),editado en Kioto en 1753 con cortes considerables.

En el siglo XVín, la sociedad japonesa que no habíaconocido transformaciones desde 1639, fecha en que elpaís cerró de hecho sus puertas a los extranjerosempezó a ser presa de un desequilibrio que cien años mástarde provocaría una revolución. El capitalismo no habíasurgido todavía, pero la clase burguesa de los comer¬ciantes empezaba a consolidarse. Los ricos eran cada vezmás ricos, y los pobres más pobres. A partir de 1750 semultiplicaron las rebeliones campesinas. Es ésta la épocaen que Shoeki escribió su obra.

Su ideal era el «Chokko no Shlnzin», o sea, «elhombre puro que cultiva la tierra con sus propias manos».Trabajar así la tierra, .tal es el destino verdadero delhombre. Por tanto, todos los hombres deben ser libres eIguales. La existencia de clases, con ricos que explotana los pobres, se debe a que el verdadero estado natural seperdió, siendo reemplazado por uno artificial. Estamoscerca de Rousseau, pero éste era un gran estilista, mientrasa Shoeki le preocupaba muy poco la belleza de la expre¬sión. Aunque considerado a veces como ateo, porquerechazó las doctrinas budistas y confucianistas, lo ciertoes que, pese a criticar a los sacerdotes sintoístas de suépoca, siguió siendo partidario del sintoísmo arcaico.

SIGUE A LA VUELTA

25

ECOS DEL "CONTRATO" (Cont.;

Revelaciones del hijo de un samurai

26

A la vez que aspiraba a una vida primitiva, Shoeki sepreocupaba por el porvenir de su país. Como no estaba encondiciones de Ir al extranjero, aprovechó un viaje aNagasaki para documentarse sobre Holanda, único paísque podía comerciar con el Japón. A su juicio, Holandaera un país adelantado, ya que el feudalismo había sidosuperado y que los campesinos eran más libres y estabanmenos oprimidos que en el Japón.

Shoeki quería transformar la sociedad por medio delretorno progresivo a la tierra de los samurais, que no pro¬ducían nada, y de la transformación de los señores enpequeños propietarios o en jueces de paz. Pero no teníaningún otro plan concreto para el porvenir. No se leocurrió siquiera la idea de un «contrato social» y, aunsiendo severo en sus críticas, no hacía nada por derribarel orden establecido, pues detestaba la violencia. Sufilosofía se fundaba en la naturaleza, y creía en lacooperación necesaria de todos los elementos constitutivosde la sociedad.

Un siglo después de la muerte de Shoeki se abolió elrégimen feudal de los Tokugawa. Pero, asi como el pensa¬miento de Rousseau no ejerció influencia alguna en esarevolución, por la sencilla razón de que en 1868 se lodesconocía completamente, tampoco desempeñaron ningúnpapel en ella las ideas de Shoeki, que por entonces estabarelegado al olvido. En aquellas fechas el imperativocapital del Japón era la modernización, sin la cual elpaís se habría encontrado en un estado de total depen¬dencia con respecto a los países occidentales, que yahabían realizado su revolución industrial. El puebloderribó el gobierno feudal precisamente para lograr lamodernización del país. Diez años más tarde, el «Jiyu-Minken-Undo», gran movimiento antigubernamentalinspirado en las Ideas de Rousseau y cuyo ideólogo fuéChomin Nakae, reclamó libertad e igualdad para todos.

Tokusuke Nakae era hijo de un samurai de la isla deShikoku, pero se le conoce más por su seudónimo«Chomin» que significa «pueblo de mil millones de per¬sonas». Este seudónimo, escogido por él, revela bastantebien su pensamiento. Chomin aprendió el holandés y elfrancés y pasó dos años en Francia. A su regreso fundóuna escuela donde enseñaba la civilización francesa(lengua, filosofía y política). En 1882 acabó la traduccióndel « Contrato Social», de cuya obra circulaban ya desde1877 fragmentos manuscritos en los medios liberales. Nocabe duda de que esta traducción estimuló el espíritu deresistencia y de rebeldía contra el gobierno despótico. En1883, Chomin lanzó a la publicidad su traducción del«Discurso sobre las Ciencias y las Artes ».

Luego colaboró en diversos periódicos y revistas dondedifundió el pensamiento democrático de Rousseau, porcuyo motivo el gobierno lo expulsó de la capital. Insta¬lado entonces en Osaka para proseguir allí su lucha,al convocar en 1890 las elecciones para la primera Asam¬blea Nacional se presentó como candidato y fué elegido,pero dimitió poco después para protestar- contra lacorrupción oficial. Chomin murió en la miseria en 1901.

Combatido por el gobierno, el «Jiyu-Minken-Undo»movimiento liberal democrático había fracasado, pero

es indudable que contribuyó a la formación del gobiernoconstitucional. La Constitución de 1889 no reconocía lasupremacía del pueblo, pero habría tenido un cariz másdictatorial de no existir entonces el movimiento demo¬

crático dirigido por Chomin.

En tanto que Intelectual, Chomin se sentía responsablede los destinos de su pueblo. No llegó a ser un hombre deEstado, pero como pensador ejerció, incluso en China,una influencia considerable. Su obra principal, el «SanSuijn Keirin mondo» (Coloquio político de tres bebedores)lleva a escena a Yogaku-Shlnshl, partidario del occiden-tallsmo, que reclama la instauración inmediata de unarepública democrática; a Goketsu-Kun, nacionalista conpretensiones de carácter imperialista respecto delcontinente asiático, y, por último a Nakai-Sensei, perso¬naje moderado que trata de conciliar las exigencias desus interlocutores proponiéndoles una modernizaciónprogresiva. Este debate de los tres bebedores sintetizaclaramente los problemas políticos de la época. El propioChomin se declaraba partidario de los argumentos deYogaku-Shinshi, pero moderados por las consideracionesde Nankal-Sensei. Clasificaba el autor los regímenes

democráticos en dos categorías: el que el pueblo obtuvierapor la fuerza, y el concedido de grado por el príncipe, queera a su juicio el mejor. Como Juan Jacobo en el «ContratoSocial» (libro II, capítulo 6) , creía posible y necesario ins¬taurar en el Japón una república, manteniendo a la vez almonarca. En una época en que se condenaba a muerte atodos los que atacaban al régimen imperial, su manera deluchar era la única eficaz. Con todo, su actitud realista nole hacía olvidar que la supremacía popular era el objetivofundamental de su estado ideal.

Pero Chomin creía más en la evolución que en elprogreso, y en este aspecto difiere de Rousseau. Para él,tanto la naturaleza como la humanidad evolucionabaninevitablemente, y los hombres debían fomentar esaevolución. Además, dada su creencia sobre el naturalismobudista, sus ideas se fundaban en el materialismo y en elateísmo. Por otra parte, el confuclanismo había ejercidoen él gran Influencia y, aunque en el plano políticorechazara la doctrina del filósofo chino, sus ideas estabanprofundamente marcadas por ella.

Así pues, encontramos en tres asiáticos ideas semejantesa las de Rousseau. Parecería que, cualquiera sea el paísdonde actúan, los intelectuales generosos y sensibles, preo

cupados por la contradicción entre las vidas campesina yurbana, con las desigualdades que implican, se librana una meditación revolucionaria que precede a la revolu¬ción Industrial. Como las ciencias y las técnicas no hantransformado aún radicalmente la sociedad humana,

estos pensadores se refieren a una sociedad ideal quehabría podido existir en el pasado, y, como no puedentampoco adivinar las estructuras del porvenir, incorporana su análisis de la realidad elementos ideales que, a suvez, han de contribuir a la edificación de nuevas estructu¬ras sociales lnterveniendo en efecto en la creación de lasociedad futura.

TAKEO KUWABARA, director del Instituto de Ciencias Culturales yprofesor de literatura francesa en la Universidad de Kioto, leyó enel coloquio sobre Juan Jacobo Rousseau y el hombre modernocelebrado en Royaumont del 28 de junio al 3 de julio 1962 eltrabajo del que hemos extractado el texto de este artículo.

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Dos agricultores mexicanos se inician en la práctica de nuevos/k métodos de cultivo del maíz. Bajo el estímulo de la acción guber-

namental y de la cooperación internacional, a ia vuelta de pocos*' .^s'í a"os México está entre los países cuya producción agrícola ha

**-y~^;- aumentado con gran rapidez, habiendo llegado al doble en una;i$*Ç'; "' década, por ejemplo, las cifras nacionales de producción de trigo.

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LA PROSPERIDAD DEL

MUN III ES INDIVISIBLE

¿QUÉ ES EL

SUBDESARROLLO? (IV)

Muchos países no suficientementeindustrializados carecen todavía de

los medios que les permitirían salirdel estado en que se encuentran.Sus gobiernos recurren para elloa la asistencia técnica internacional,que ha acabado por convertirse enuna de las empresas más típicas ysignificativas de nuestro tiempo.Tal es el tema de este artículo, elcuarto y último de una serie extrac¬tada del estudio de Naciones Uni¬

das "Aspectos del desarrollo eco¬nómico: orígenes de la lucha contrael hambre". Véase al respecto "ElCorreo de la Unesco" de Julio-

Agosto, Setiembre y Noviembrede 1962.

ti desarrollo económico entraña, para muchosde los países que aún no lo han logrado, la

ejecución rápida y simultánea de tantas actividades quecon frecuencia únicamente los gobiernos pueden dar aéstas el necesario impulso inicial y asumir la direcciónde las mismas. Sin embargo, a veces hasta los gobiernoscarecen de algunos de los medios requeridos para estaenorme tarea.

Por primera vez en la historia los hombres, dondequieraque vivan, empiezan a comprender que el bienestar y losrecursos de la humanidad son cosa que Importa a todos.Por primera vez, también, los pueblos del mundo hanempezado a compartir sus experiencias y sus cono¬cimientos. La existencia de los organismos internacionaleses una prueba patente de esta nueva perspectiva.

Un cuerpo de especialistas en múltiples materias, espe¬cialistas procedentes de medios muy distintos pero unidospor un afán común de objetividad, está ahora a disposi¬ción de los gobiernos para asesorarlos y ayudarlos tantoen la formulación como en la ejecución de sus planeseconómicos y sociales. Este cambio de actitud no es porel momento sino un fenómeno incipiente, aunque el histo¬riador Inglés Sir Arnold Toynbee lo ha descrito ya comoel síntoma tal vez más característico de nuestra época.

En la misma forma en que empresas particulares,industriales, etc., de los países insuficientemente desarro¬llados, solicitan el apoyo de sus gobiernos, éstos a su vezrecurren a la ayuda de la comunidad mundial de las 27

SIGUE EN LA PAG. 28

LA PROSPERIDAD DEL MUNDO (Cont.)

Una verdadera revolución mundial

naciones. Las organizaciones internacionales disponen demuchos medios, directos o indirectos, de proporcionarlesesa ayuda.

Veamos brevemente en primer lugar en qué consistenciertas formao de asistencia directa (o sea, la que sepresta antes de una inversión determinada) así como deasistencia técnica y financiamiento del desarrollo econó¬mico.

Los gobiernos de los países en vías de desarrollo econó¬mico pueden obtener asistencia técnica de fuentes diver¬sas: la Administración de Cooperación Internacional delos Estados Unidos, el Plan Colombo de la ComunidadBritánica de Naciones, el Programa de Ayuda Exterior dela URSS o los programas bilaterales de ayuda de Francia,la República Federal de Alemania, los Países Bajos,Noruega y otros.

La escala en que se cumplen los programas más ampliosde ayuda exterior es impresionante. Los Estados Unidosdedican 2.000 millones de dólares por año a la ayuda eco¬nómica, independientemente de la militar. Durante elperíodo 1950-1957, con arreglo al Plan Colombo de laComunidad Británica, de Naciones, se desembolsaroncerca de 3.500 millones de dólares.

Los países industrializados dedican todos losaños a las diversas formas de ayuda econó¬

mica créditos equivalentes a más de 8.000 millones de dóla¬res. Esta cifra comprende unos 1.600 millones de dólares delsector privado, de los cuales más de 1.000 millones provie¬nen de la Europa Occidental. Por otra parte, el ReinoUnido, Francia y los Países Bajos prestan en diversas for¬mas considerable ayuda a sus colonias o ex colonias. Laprestada por Francia asciende sin contar Argelia al1,2 por ciento de la renta nacional, cifra que se consideraun verdadero «record».

Los gobiernos de los países insuficientemente desarrolla¬dos recurren también a la ayuda de las Naciones Unidasy de sus organismos especializados, para los que las acti¬vidades de asistencia técnica han llegado a cobrar sumaimportancia. Esta asistencia internacional es la que nospreocupa aquí, aunque su volumen anual hasta ahora sólorepresente una fracción de la ayuda proporcionada bila-teralmente.

En 1950 se puso en marcha el Programa Ampliado deAsistencia Técnica de Naciones Unidas, ya que la ayudaque tanto esta Organización como sus organismos especia¬lizados venían prestando aquí y allá con cargo a sus pre¬supuestos ordinarios empezó a resultar demasiadomodesta. El Programa Ampliado se sufraga con las contri¬buciones voluntarias que efectúan todos los años con eseobjeto los Estados Miembros de Naciones Unidas o de susorganismos especializados. La Junta de Asistencia Téc¬nica, integrada por representantes de Naciones Unidas yde ocho organismos intergubernamentales que tambiénparticipan en el programa, se encarga de coordinar elfuncionamiento de éste.

En el Programa Ampliado participan: las Naciones Uni¬das, la Organización Internacional del Trabajo, la Organi¬zación de las Naciones Unidas para la Agricultura y laAlimentación, la Oganización de las Naciones Unidas parala Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización deAviación Civil Internacional, la Organización Mundial dela Salud, la Unión Internacional de Telecomunicaciones,la Organización Meteorológica Mundial y el OrganismoInternacional de Energía Atómica.

Cada una de estas organizaciones actúa dentro de unterreno determinado. El desarrollo económico es, en sí,una de las responsabilidades principales de Naciones Uni¬das, pero el término resulta tan amplio que, de hecho,todas las actividades de los organismos participantesestán, de un modo u otro, asociadas a algún pro¬grama de desarrollo económico. La asistencia técnica de

28 las Naciones Unidas actúa en este sentido en estrechavinculación con el Departamento de Asuntos Económicosy Sociales de la Organización.

A principios de cada año la Junta de Asistencia Técnicacomunica a los gobiernos la suma aproximada con queespera contar al año siguiente para sufragar todas lasactividades del Programa Ampliado, y les pide le envíenuna lista oficial de peticiones de expertos y de becas pororden de prioridades. La asistencia técnica se presta sobrela base de estas peticiones. Todos los años la JAT, en suinforme al Comité de Asistencia Técnica del Consejo Eco¬nómico y Social, analiza la labor realizada en los docemeses anteriores y formula una evaluación crítica de losprogresos realizados y de la orientación de su trabajo.

Gracias al Programa Ampliado se pone a disposiciónde los gobiernos una serie de expertos en diversas materiasy se conceden becas a los profesionales de los países eco¬nómicamente subdesarrollados para que estudien los últi¬mos adelantos de la técnica moderna. En ciertos casos, ycon fines principalmente demostrativos, se ponen a dispo¬sición de esos países determinadas máquinas y aparatos.

Hay en todo momento más de mil expertos que prestanservicio en misiones enviadas al exterior por cuenta de laJAT o de otros programas de asistencia técnica empren¬didos por organismos de las Naciones Unidas. Desde 1950,cerca de 10.000 expertos procedentes de 83 países y terri¬torios han colaborado en esta labor, mientras que unos20.000 becarios de 149 países y territorios han ampliadosus estudios en el extranjero, concentración multilateralde capacidades jamás intentada previamente.

Todos los problemas del desarrollo económico han sidoen determinado momento objeto de pedidos de asesora-miento o de becas de estudio. La asistencia técnica propor¬cionada con arreglo al programa de la JAT abarca desdeel asesoramiento directo a los jefes de gobierno para unplaneamiento económico que afecte a cualquier orden deactividad hasta el consejo técnico que permita rectificarun defecto en la fabricación, por ejemplo, de piezas derecambio. En todo momento, los países nuevos disponende los consejos de los «viejos», dotados de mayor expe¬riencia.

Dentro del programa de Naciones Unidas se pide aveces, incluso a los países que han entrado en la fase dela industrialización hace relativamente poco tiempo, queproporcionen algunos de los pocos expertos de que dispo¬nen a otros países dispuestos a vencer los obstáculos quehemos venido estudiando. Se ha comprobado que, por suconocimiento especial de los obstáculos y dificultades conque se tropieza en estos casos, dichos expertos pueden darun asesoramiento valiosísimo y calcular con justeza lo quecada país necesite para salir adelante.

n su período de sesiones de 1958, la Asambleai General de. las Naciones Unidas instituyó un

Fondo Especial, «como un paso constructivo en la asisten¬cia prestada por la Organización a los países menosdesarrollados». La ayuda del Fondo Especial difiere envarios aspectos importantes de la asistencia técnica tra¬dicional en Naciones Unidas. En primer lugar, se dedica aproyectos relativamente más costosos. Los 205 primerosaprobados por el Fondo Especial costaron por términomedio algo más de dos millones de dólares cada uno,correspondiendo al Fondo una aportación de 850.000 dóla¬res y al gobierno beneficiario otra por el resto. Además,esos proyectos exigen no sólo la colaboración de gruposmás importantes de expertos, sino también una cantidadmayor de materiales de toda índole, por ejemplo avionetaspara formular el inventario de los recursos forestales deun país o aparatos y perforadoras de punta de diamantepara encontrar aguas subterráneas. Por último, con estosproyectos se trata de dar el mayor impulso posible aldesarrollo económico y social de cada país y de facilitarsobre todo nuevas inversiones de capitales, en éste. ElFondo Especial proporciona así un tipo de asistencia téc¬nica a fondo, concebida especialmente para hacer posiblesy eficaces las grandes inversiones de capital.

Esta asistencia «previa a la inversión» puede dividirseen cuatro categorías principales:

estudios de la necesidad de mano de obra calificada

y de los recursos naturales, por ejemplo: estudios de

Foto Unesco-Almasy

En la universidad de Dakar hay un laboratorio de energíasolar a la disposición de los especialistas y los estudiantes.Aquí puede verse un aparato que sirve para medir laintensidad de las radiaciones difusas del sol. La explotaciónde la energía solar es actualmente objeto de intensosestudios, particularmente en las regiones tropicales.

casos las clases educadas expresan categóricamente sudisgusto ante la Idea de una vida industrial o comercial.Un conocimiento esquemático o poco completo de lasperspectivas que pueda tener una industria determinadaactúa a manera de nueva rémora para los que disponende capital, de por sí Indecisos.

La masa de los habitantes, por otra parte, es demasiadopobre como para poder invertir dinero en alguna cosa opara comprar productos manufacturados. La reformaagraria y otros cambios de orden social pueden ser enestos casos un requisito preliminar de todo aumento apre-ciable en las ganancias del pueblo. Indispensables asi¬mismo son las nuevas actitudes mentales que la máquinay la industrialización exigen por parte de grandes masashumanas. Al mismo tiempo hay que tomar, las disposi¬ciones necesarias, para conservar, en la medida de lo posi¬ble, esos valores de las culturas no industrializadas, tantosociales como de otra índole, que podrían resultar de otromodo inmolados inútilmente en el desorden Inherente aun cambio tan radical.

En esas circunstancias, la parte que corresponde a losgobiernos en la obra de desarrollo económico se ha vueltoImportante, ya que éste comprende tareas de orden econó¬mico, docente y social de una magnitud tal que se imponecierto grado de planificación central y de coordinación.Pero aunque el papel de los gobiernos de cada país seavital en la ejecución de esta obra, los gobiernos mismosnecesitan, para llevar a cabo la parte importantísima queles corresponde, de la ayuda internacional.

Esta ayuda la prestan las Naciones Unidas, los orga¬nismos especializados de éstas y el Banco Internacionalpor medio de la asistencia técnica y la de orden especialrequerida por los estudios previos a una inversión finan¬ciera, así como por medio de los préstamos internacionalesy por medio, también, del mecanismo de consulta regular yde las publicaciones especiales que ponen a su disposiciónlas organizaciones internacionales. Estas publicaciones sehan convertido en una fuente de información sin igual porlo que respecta al desarrollo económico y social en elmundo. Junto a los numerosos programas bilaterales deayuda técnica, están los de Naciones Unidas y sus organis¬mos especializados, que, respondiendo a pedidos de los go¬biernos, les envían expertos contratados Internacional-mente y les conceden becas para que sus propios pro¬fesionales o estudiantes avanzados en su carrera sigancursos de perfeccionamiento en el exterior.

geología y mineralogía, de meteorología, hidrologíay energía hidráulica, utilización de aguas y terrenosy de recursos pesqueros.

investigación aplicada, por ejemplo, a la agricultura,la pesca, la veterinaria, la silvicultura y la industria.capacitación, especialmente de maestros y de perso¬nal de los servicios de extensión, en materias de agri¬cultura, silvicultura, higiene pecuaria, pesca, in¬dustria, ingeniería, transportes y comunicaciones,así como formación de profesores de enseñanzasecundarla ; yservicios de formación y asesoramiento en planifica¬ción económica y administración pública.

El Sr. Paul G. Hoffman, que dirigiera el Plan Marshallpara restablecer la economía europea después de la guerra,es hoy Director Ejecutivo del Fondo Especial y como talresponde de su gestión ante un Consejo de Administra¬ción integrado por representantes de dieciocho paíseselegidos por el Consejo Económico y Social de NacionesUnidas. La mitad de los miembros del Fondo son paísesindustrialmente adelantados y la otra mitad países derenta baja. Los gobiernos someten al Director del Fondosus peticiones de asistencia, y éste recomienda al Consejode Administración la aprobación de los mismos sólocuando estima que responden a los criterios del FondoEspecial y ofrecen perspectivas promisoras de prontoresultado.

El objetivo perseguido es siempre es el de acelerar eldesarrollo global técnico, económico y social de lospaíses menos desarrollados. Hasta ahora la ejecución delos proyectos aprobados se ha confiado a los servicios delas Naciones Unidas o de los organismos especializadosde éstas.

Actualmente los países sublndustrializados hacen frentea formidables obstáculos en su lucha por aumentar lacapacidad adquisitiva de sus pueblos como consecuenciadel aumento en los sueldos, ganancias o rentas de éstos.Muchas veces no existe la clase mercantil que pueda con¬vertirse en rectora de una nueva fase histórica, y en otros

La oportunidad notable que el desarrollo econó¬mico da a gentes de todo el mundo para que

cambien ideas y conocimientos no es por cierto el aspectomenos importante del mismo. Por primera vez en la histo¬ria, la asistencia técnica y las actividades anejas a éstahacen posible que la experiencia de todos los países y lasuma de conocimientos especializados que posean entodos los terrenos se ponga a la disposición de un solo paísdecidido a resolver determinados problemas de su desa¬rrollo. Y mientras las organizaciones internacionales ha¬cen uso de esta actividad suya para ayudar a elevar elnivel de vida en el mundo, como lo requiere la Carta Orgá¬nica de Naciones Unidas, hallan en ella un medio defortificar la cooperación mundial y estimular la amistadentre las naciones.

Así y todo, pese a cuanto se ha hecho por divulgar losprogramas de desarrollo económico, no hay en general lasuficiente comprensión de todo lo que éste representa parael futuro del hombre. La masa de pueblo no entiende laurgencia con que se necesita una asistencia mayor, nitampoco la entienden muchas figuras públicas en lospaíses industrializados de los que esa asistencia debe pro¬venir principalmente. Tampoco entienden siempre loshabitantes de los países menos desarrollados, con toda laamplitud y profundidad que deberían, ni el carácter yduración del esfuerzo a cumplirse ni los profundos cambiosde actitud que tendrán que producirse en muchos casosantes de lograr que suba su nivel de vida. La condicióneconómica de una sociedad determinada sigue siendo másproducto de la actitud sicológica de los hombres que lacomponen que de la situación geográfica del país o de losrecursos naturales con que éste cuenta.

Nos hemos lanzado a la empresa quizá mayor que lahumanidad haya emprendido en conjunto. Todavía nocabe pronunciarse sobre el éxito de la misma, pero se sabeque el esfuerzo que cueste será grande y prolongado. Perola energía y persistencia con que llevemos a cabo eseesfuerzo deben constituir la medida de nuestras altasambiciones a ese respecto.

29

En 1 963 y 19641a Unesco dedicará su esfuerzo máximo al desarrollo de la educación en el mundo;fuera de la preparación de una vasta campaña de alfabetización de adultos, sus actividades se con-

30 centrarán sobre la asistencia a los países en vía de desarrollo que necesitan aumentar y mejorarsu enseñanza escolar. Arriba, hora del recreo en el patio de una escuela de la calle Vishvanaz enla ciudad india de Benarés; la escuela se halla situada junto a un templo, que se ve a la derecha.

Foto (Q Richard Lannoy.

La Unesco en 1963-1964

UN NUEVO IMPULSO A LA EDUCACIÓNti duodécimo período de sesiones de la

Conferencia General de la Unesco, que tuvieralugar en París del 9 de Noviembre al 12 de Diciembre de1962 bajo la presidencia del representante del Brasil,Profesor Paulo de Berredo Carneiro, tuvo sus tres puntosculminantes en la elección de un nuevo Director General,en el aumento de miembros del Consejo Ejecutivo y larenovación parcial de éste, y, por último, en la adopción delproyecto de programa y presupuesto de la Organizaciónpara el período 1963-1964.

El presidente de los Estados Unidos de América, el de laRepública Francesa y el del Consejo de Ministros de laUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas decidieronsubrayar el interés que les despertaran los trabajos de laConferencia enviando a ésta sendos mensajes. El delSr. NiMta S. Jrushchov llegó a la Unesco el 9 de noviem¬bre, el del Presidente Kennedy el 13 del mismo mes y eldel General de Gaulle el 12 de Diciembre. El Jefe de Estadofrancés había recibido ya a los miembros de la Mesa dela Conferencia el 16 de Noviembre pasado.

Una de las primeras tareas de la Conferencia consistióen designar un nuevo Director General de la Unesco, comoya hemos dicho más arriba. La elección recayó, por unafuerte mayoría, en el señor René Maheu que, desde larenuncia del Sr. Vittorino Veronese en 1961, desempeñabael puesto interinamente y que ahora lo hará de unamanera oficial por un período de seis años.

Encargado de vigilar el cumplimiento del programa y deir marcando la política general de la Organización entreuno y otro período de sesiones de la Conferencia, elConsejo Ejecutivo está formado por personas que actúana título individual, aunque representan oficialmente a susgobiernos. Dado el aumento en el número de estadosmiembros que componen la Unesco número que hapasado, en el curso de 16 años, de 44 a 113 la ConferenciaGeneral decidió que ese aumento se reflejara en lacomposición del Consejo haciendo aumentar a 30 elnúmero de miembros de éste, que era de 24.

La mayor parte de las sesiones de la Conferenciala ocupó el programa de la Unesco. Luego de

dedicar un debate general a hacer el balance de lostrabajos efectuados en los dos años anteriores, laConferencia se dedicó a definir los proyectos que laOrganización deberá llevar a cabo en los dos añospróximos. Para financiar esas actividades, se havotado un presupuesto de 39 millones de dólares (el delejercicio 1961-1962 pasó apenas de los 32 millones y medio).Fuera de ellos, la Unesco dispondrá asimismo de recursosextra-presupuestales, puestos a su disposición por laasistencia técnica de Naciones Unidas y que se calculanpara 1963-1964 en unos 12 millones de dólares aproximada¬mente; y además tendrá a su cargo la realizaciónpráctica de numerosas obras del Fondo Especial deNaciones Unidas.

En 1963-1964 serán cinco los proyectos que tenganprioridad dentro de las actividades de la Unesco:

1. La campaña mundial de alfabetización ;

2. El programa de hidrología científica ;

3. El estudio sobre las tendencias principales de lainvestigación en el campo de las ciencias socialesy humanas;

4. El programa de construcción de escuelas ;

5. El estudio sobre utilización de satélites artificiales

para la información.

La prioridad absoluta la tiene la educación; sobre latotalidad del presupuesto votado en París, 9 millones900.000 dólares han sido asignados a empresas de orden

docente que, además contarán con más de 17 millonesde dólares provenientes de la Asistencia Técnica y delFondo Especial de Naciones Unidas. La ConferenciaGeneral dedicó extensos debates a los problemas queplantea la alfabetización en' el mundo entero. Todoslos años aumenta en 20 o 25 millones la población adultaanalfabeta- del mundo, que asciende actualmente enconjunto a 500 millones. «Cifras escandalosas» dijo elseñor Maheu al iniciarse los trabajos de la Conferencia,«escandalosas para la moral, por la Injusticia de que dantestimonio, y también desde el punto de vista estricta¬mente económico por el prodigioso desperdicio de energíaintelectual que ponen de manifiesto».

La Unesco tomará las medidas más eficaces quepueda para lograr que dos terceras partes de

esa cantidad de analfabetos (o sea, 350 millones) recibanla Instrucción que necesita. Constituirá ello una contribu¬ción de primer orden a «La década de Desarollo» planeadapor Naciones Unidas (véase «El Correo de la Unesco» de

junio 1962). Al manifestar que la Unesco estaba dispuesta«a fomentar, y apoyar esa campaña», la Conferenciaagregó que debía llevarse a cabo conjuntamente con losplanes trazados para la universalización de la enseñanzaprimarla.

Se decidió también en el curso de sus sesiones crear enParís un Instituto Internacional de Planificación de la

Enseñanza que preparará a los altos funcionarlos públicos,junto con los encargados de esa planificación y los econo¬mistas y expertos provenientes de instituciones encargadasde ayudar al desarrollo económico y social del mundomoderno. Por otra parte, la Conferencia General acordógran importancia a los estudios y proyectos de asistenciarelativos a las construcciones escolares, tomando diversasmedidas en ese sentido.

En cuanto a la ayuda regional en materia de educación,cosa de que la Unesco está encargada, ésta se concentrarámayormente en Africa, cuyas necesidades son tan urgen¬tes como múltiples: contratación de profesores, formaciónde maestros, construcción de escuelas, impresión de ma¬nuales. También se ha previsto la Inversión de sumasImportantes en actividades de este tipo dentro de lospaíses árabes, del Asia y de la América Latina.

Al pronunciarse en favor de una Década HidrológicaInternacional, la- Conferencia ha reconocido la extremagravedad que asume el problema del agua en el mundoentero. La hidrología, ciencia de las aguas de la tierra,de su formación, circulación, repartición, propiedades ydel uso que los seres humanos hagan de ellas, debe adelan¬tar rápidamente si se quiere resolver los problemascorrespondientes a la falta de agua o a la explotaciónimprudente de los recursos con que se cuenta actualmenteen este sentido.

Para preparar la Década hidrológica, que ha de comenzaren 1965, la Conferencia decidió que en 1964 se convocarauna reunión intergubernamental de científicos con el finde adoptar un programa internacional. Mientras tanto laUnesco ofrecerá becas y organizará cursos de preparaciónpara que muchos países puedan participar en el programaa adoptarse en esa ocasión.

El correspondiente a ciencias sociales, tal cual lo hadefinido la Unesco, revela también una tendencia clara alas aplicaciones concretas. «Se ha reconocido el papelfundamental de las ciencias sociales»; declaró el señorMohammed El Fasi, presidente de la Comisión dePrograma, «no sólo por ser éstas esenciales a una planifica¬ción lúcida de la educación misma, sino porque aportan

SIGUE A LA VUELTA

31

La Unesco frente al mundo actual

a las naciones jóvenes los medios de dirigir clara y racio¬nalmente su propio desarrollo y porque dan al mismotiempo a la comunidad internacional los medios de atacaralgunos de los grandes problemas del mundo contem-práneo.»

La Conferencia decidió apoyar la fundación en Vienade un Centro de coordinación de las investigaciones quese realicen en el terreno de las ciencias sociales, centroen el que colaborarán especialistas provenientes de paísescon sistemas sociales y políticos diferentes. Asimismo, enel plano regional, la Unesco aportará su ayuda a laFacultad Latino americana de Ciencias Sociales con sedeen Santiago de Chile, al Centro de Investigación de Ríode Janeiro y al Centro de estudios sobre el desarrolloeconómico y social del continente asiático, sito en NuevaDelhi.

ror último, la Organización emprenderá un vasto_ e importante estudio sobre las orientaciones de

la investigación en el terreno de las ciencias sociales,similar al realizado por Pierre Auger por encargo suyo enel terreno de las ciencias exactas y naturales. Dichotrabajo ha de constituir una nueva base para eldesarrollo de esas disciplinas, y se espera que ayude adarles el vigoroso impulso que necesitan.

En materia de Información, el programa de la Unescopara 1963-1964 seguirá favoreciendo la circulación inter¬nacional de noticias e ideas y el desarrollo de los mediosy técnicas de Información, poniéndolos al servicio de laeducación en todos los niveles de ésta y estimulandotambién el uso de esos medios y técnicas para que mejorela comprensión internacional.

Una encuesta mundial llevada a cabo por la Unescoen el curso de los cuatro últimos años, respondiendo auna solicitud de Naciones Unidas, ha demostrado que el70% de la población del mundo 2.000 millones depersonas carece todavía de medios de informaciónadecuados.

La Unesco ayuda de diversas maneras a los países envías de desarrollo a fundar periódicos o a mejorar losque ya tienen, a crear sus propias agencias periodísticas ysus propias estaciones de radio y, siempre que los medioslo permitan, sus propios servicios de televisión educativa.Se hará un esfuerzo por favorecer especialmente el empleode medios y técnicas de información modernos al serviciode la educación de adultos y la lucha contra el analfa¬betismo, sin descuidar por ello el empleo de métodos quehan dado ya resultados positivos, como el uso de películasfijas, diapositivas y grabaciones en cinta magnetofónica.

'or lo que respecta a la libre circulación de lainformación, la Conferencia General, al cons¬

tatar «el progreso relámpago registrado en los dos últimosaños en el lanzamiento al espacio y el uso de sateloides dela tierra con fines pacíficos, y el hecho de que tan mara¬villosas conquistas de la ciencia y la tecnología, así comolas que cabe esperar que se logren en un futuro cercano,abren perspectivas infinitas a la libre circulación de infor¬maciones con fines pacíficos, así como a la educación de lajuventud y de los adultos, a la difusión universal de cono¬cimientos y al intercambio cultural entre los países»autorizó al Director General de la Unesco «a estudiar las

posibles consecuencias del uso de las nuevas técnicas decomunicación en una escala mundial».

Una de dichas consecuencias ha de ser la necesidad de

volver a distribuir las frecuencias de radio en forma quetenga en cuenta el uso de las correspondientes al serviciode comunicaciones por sateloide. En Octubre de este añose realizará en Ginebra una conferencia especial de laUnión Internacional de Telecomunicaciones con objeto deasignar esas frecuencias. Luego habrá otra reunión de

32 especialistas en la sede de la Unesco con objeto de reco¬mendar a los Estados Miembros de la Unesco y a lasorganizaciones internacionales un programa común y de

hacer al mismo tiempo las recomendaciones pertinentespara el programa de la Unesco correspondiente a 1965-1966.

Por último, la Conferencia subrayó el papel de lasactividades culturales, únicas capaces de preparar unhumanismo que podría conciliar la universalidad y ladiversidad de sus intereses. La participación de todos loshabitantes de la tierra en la vida cultural de la humanidad

definida en la Declaración Universal de DerechosHumanos es una de las condiciones del progreso social:el gran público podrá tener cada vez mayores oportunida¬des de apreciar el resultado de los esfuerzos de la Unesco,trátese de la popularización de las obras de arte (álbumesy bolsilibros editados en diversos Idiomas) del cine (ayudaa las películas culturales o artísticas), de la literatura(colecciones de traducciones de obras clásicas o contem¬poráneas de Oriente y Occidente) o de la música (discosde una Antología Musical del Oriente).

En el curso de los dos años próximos, el proyecto prin¬cipal para la apreciación mutua de los valores culturalesde Oriente y Occidente se dedicará sobre todo a la crea¬ción o ampliación de las instituciones de enseñanza oinvestigación que puedan asegurar en el futuro los inter¬cambios indispensables entre grandes zonas culturales delmundo.

En cuanto a los problemas de protección del patrimoniocultural de éste, el centro de preocupación de la Unesco eneste sentido sigue estando constituido por los monumentosde Nubla. Gracias a la intervención de la Unesco, se hanefectuado allí excavaciones arqueológicas de una im¬portancia histórica fundamental, transportándose a lugarseguro o protegiéndose debidamente en el sitio en que seencuentran gran número de templos o monumentos.

'ero subsiste la incógnita en cuanto al destinofinal de los templos de Abu Simbel. La Confe¬

rencia se negó a garantir el préstamo de 30 millones500 mil dólares para financiar los trabajos de levanta¬miento del enorme peñasco de Abu Simbel, y en conse¬cuencia ha lanzado un nuevo llamado a los gobiernos y,a las instituciones públicas o privadas para que efectúencontribuciones voluntarias . con ese objeto. Antes del 31 demarzo ha de reunirse un comité ejecutivo compuesto porrepresentantes de 15 Estados para estudiar los resultadosde ese pedido.

Fiel a su misión, la Unesco sigue «promoviendo elconocimiento mutuo entre los pueblos, dando un poderosoestímulo a la educación y a la difusión de la culturay ayudando al mantenimiento y al adelanto del saberspara volver al discurso del Presidente de la Conferencia,señor Paulo de Berredo Carneiro. Pero su actividad en

ese sentido no puede disociarse del ideal que presidierasu creación, o sea el mantenimiento de la paz. Así, otra desus funciones permanentes consiste en esforzarse por quelos gobiernos adopten las leyes y las prácticas esenciales ala paz y al progreso intelectual de la humanidad.

Dos recomendaciones se adoptaron en París en estesentido. La primera tiene que ver con la enseñanza técnicay profesional, que los Estados deben desarrollar siguiendoprincipios comunes en cuanto se refiere a la organización,la orientación, el personal y los métodos de enseñanza enlas escuelas encargadas de la formación de ingenieros,técnicos y obreros calificados. La segunda tiene que vercon la belleza de todo paisaje que, tanto en el campocomo en la ciudad, corra el riesgo de quedar «desfigurado»por los trabajos de construcción y la especulación conbienes raíces».

He ahí, a grandes rasgos, los resultados principales dela duodécima reunión de la Conferencia General de la

Unesco en cuanto respecta a los dos años venideros. Todoello constituye el programa de la Organización, que tratade establecer sobre bases racionales un sistema de coopera¬ción y de armonía social porque, como recordara el señorde Berredo Carneiro a la Conferencia, «sin una reformaprofunda de las opiniones y las costumbres por medio dela educación, de las ciencias sociales y del desarrollo dela cultura, será imposible controlar las perturbaciones queafectan cada vez más la vida internacional».

Los lectores nos escribenY SIGUE LA CONTROVERSIA

Vista la multitud de temas quetratar y de conocimientos que impartirse comprende el deseo de los redac¬tores de «El Correo de la Unesco»

de querer ofrecer «una mayor variedadde artículos interesantes». Pero tal

solución no deja de tener sus peligros,ya que dispersa los conocimientos y,al hacerlo así, los vuelve superficiales.El verdadero interés de «El Correo

de la Unesco», por otra parte, estáen profundizar, en sintetizar, en darforma a los conocimientos aisladosque se obtienen de oídas escuchandouna radio, o si no leyendo un perió¬dico. Está también en expresar ideasnuevas, en hacer uso de una maneranueva de abordar los problemas quenos permita participar en la marchadel mundo; y únicamente un orga¬nismo bien documentado y objetivopuede darnos ocasión de hacerlo asípor medio de un documento escritoque uno puede consultar cuantas vecesquiera. Los «números especiales»constituyen grandes oportunidades depoder no solamente conocer, sinotambién de volver a ubicar dentro

de una vista más amplia del mundolos grandes problemas de nuestracivilización.

La solución " intermediaria, queconsiste en alternar esos números

especiales con otros en que se ofreceuna variedad de artículos, no puedesatisfacer sino a medias, ya que esfavorable a los números especiales deuna manera insuficiente. Por otra

parte, la que Vds. adoptan actualmentecon respecto al subdesarrollo, o sea losartículos que se publican en una seriede entregas, tiene la ventaja de losnúmeros especiales (el profundizar untema y la síntesis) y además permitenuna asimilación progresiva y perfectade los temas tratados. Por lo demás,esa solución no tiene el inconvenientede acaparar todas las páginas de unnúmero para un solo tema.

También se podría, cuando éstelo permita, dedicarle varios artículosde un número y aligerarlo con otrascuestiones de género diverso.

Dada la diversidad de lectores, lasolución ideal no existe; pero la másprudente parece ser un justo equilibrioentre esas cuatro posibilidades. Peropor favor, no me hagan volver Vds.al ambiente de la enseñanza secun¬daria (acumulación excesiva de cono¬cimientos diversos); preparen mentali¬dades aptas para comprender y actuaren el universo; en dos palabras, «for¬men cabezas».

Brigitte Thiéblin, estudianteNeuilIy-sur-Seine, Francia

En respuesta al Dr. Sten Rodhe(¿O difícil y poco pedagógico?, No¬viembre 1962) yo también soy unamaestra que tiene que dedicarse todoel día a la enseñanza primaria, perome hago tiempo para leer los artí¬culos de «El Correo de la Unesco»

porque los encuentro estimulantes einteresantes, fuera de que las ilustra¬ciones son de primer orden; de algunas

de ellas puedo hacer uso en mis clases.No creo que los maestros deban leersólo cosas «de las que puedan haceruso directo en sus clases»: sin duda

alguna se puede encontrar algún tiem¬po libre para ir un poco más lejos queeso.

Judith MyrtleKelowna, Columbia británica

Canadá

LA MÚSICA... Y LAS

OPINIONES INDIVIDUALES

En el cuadro superficial y parcialtrazado en «La música y la sociedad»(número de Noviembre 1962) se afirmaque «Hace dos siglos la música «clá¬sica» se dirigía a una minoría refinadaa la que seducía una expresión musi¬cal docta y abstracta».

¿No ha oído hablar nunca PeterLengyel de «La flauta mágica» unsingspiel compuesto en 1791 porW. A. Mozart para un público deobreros? ¿Y no sabe que cada ven¬dedor callejero que circulaba por lascalles de Praga silbaba arias de «Bodasde Fígaro» cuando esta otra ópera delmismo Mozart se estrenó en el capitalde Bohemia?

Quiero una moda actual que todoel arte del siglo XVIII haya sido«capitalista», «rococó», «lleno dedevaneo», «trivial», epítetos aplicadosúnicamente por los que no puedenapreciar las tradiciones folklóricas tanfuertes en el arte de aquel entonces:Vierzehuheiligen, Wits, Zauberflöte,para citar ejemplos tanto arquitectó¬nicos como musicales.

Los -jóvenes de ahora, ceñudos,cejijuntos y sinceros, son los que nopueden sentir o apreciar las obrasproducidas por los genios de hace dossiglos y que en ese entonces dejabanen éxtasis a la gente. Un poco deapreciación por la humanidad y, sobretodo, un poco de buen humor resul¬tarían inestimables para los preten¬ciosos ideólogos que en nuestros díasdenuncian con tanta frecuencia la

civilización barroca de otros tiempos.

J. S. Curl

Oxford, Inglaterra

En el número de Noviembre de

1962 de esa magnífica revista (a laque lamento habermo suscrito algotarde) he leído el interesante artículode Peter Lengyel «La música y lasociedad». A otros lectores que seinteresen en el tema les recomiendo

firmemente Music, its Secret InfluenceThrough the Ages (La música y suinfluencia secreta a través de las

épocas), un libro de Cyril Scott editadopor Rider. En el capítulo titulado «Elfuturo de la música» este autor pro¬fetiza el uso de nuevos instrumentos

en la música del mañana, y se meocurre que quizá los inventados porlos señores Baschet y Lasry sean losque así se anunciaban hace muchosaños.

Harry ScheidCleveland, OhioEstados Unidos

Soy alumna del Conservatorio Bar¬tok de Budapest y, en el número deNoviembre pasado de esa revista, leícon gran interés el artículo de PeterLengyel «La música y la sociedad»,por el cual querría dar las gracias alautor. Creo que este artículo ha in¬fluido mucho en la opinión que meestoy formando de la música.

Csaba ErdolyiBudapest, Hungría

MAS FLORES PARA "EL CORREO"

El número doble y extraordinariodedicado en Julio y Agosto del añopasado a la Campaña Mundial contrael Hambre es un acierto extraordi¬

nario, por el que hay que felicitarlosy darles las gracias. En él se dice dela manera más efectiva lo que hayque decir ahora mismo sobre el pro¬blema de que trata.

Howard LiptonUnión Internacional de los Obreros

de Instrumentos para la IndustriaAutomovilística, la Aviación

y la Agricultura en Estados Unidos,Detroit

EL ARTE DE VIAJAR GRATIS

Me interesa particularmente viajar yvivir con personas de otros países, cosaque considero de gran importancia.Con gente joven como yo, hice hacepoco un viaje a Turquía pasando porYugoeslavia, Grecia y Creta y usan¬do para ello de todos los medios dis¬ponibles de transporte: carretas debueyes, burros, vehículos que pasabanpor el camino y, desde luego, las pro¬pias piernas, mientras dependíamos dela hospitalidad de la gente que encon¬tráramos en el camino para comer yalojarnos.

Todo el mundo fué tan bondadoso

y trató tanto de ayudarnos que el viajeha dejado una honda impresión en no¬sotros. La pobreza de los que nosacogían y la sencillez con que com¬partían con nosotros lo poco que tuvie¬ran, como la cosa más natural delmundo, nos emocionó enormemente.Desde entonces he hecho otros viajes,todos en la misma forma, que me hanpermitido conocer a mucha gente ycambiar ideas con ella.

Dicha experiencia ha despertado enmí un deseo enorme de viaiar todavía

más por el Oriente Medio y por Asia,pero esta vez querría trabajar conalguna clase- de organización, porpequeña que sea la parte que mecorresponda desempeñar. ¿Comopodría hacer para obtener unaocupación de esa índole? ¿Pueden Vds.darme alguna indicación en ese sen¬tido?

Barbara Bastían,Londres, Inglaterra.

N. DE LA R. Los jóvenes que deseentrabajar en el extranjero pueden po¬nerse en contacto con el Comité de

Coordinación de los Campos de Tra¬bajo Internacionales para Voluntarios,6, rue Franklin, París (16e), Francia.

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Latitudes y Longi

600 AÑOS DE VIDA : La Universidad de Jagellon, en Cracovia, que es la institución másantigua de su tipo en Polonia, festejará el año próximo su sexto centenario. Con estemotivo se la está modernizando y ampliando; entre las secciones nuevas figuran 14 institu¬tos científicos. Más de 130 universidades de todas partes del mundo han sido invitadas aenviar delegaciones a las ceremonias conmemorativas de Jagellon.

GUIADOS POR EL SOL Y LOS ASTROS : Una serie de experimentos llevados a cabo enla Universidad de California con un grupo de patos han demostrado que mientras brilleel sol o sean visibles las estrellas, las aves, aunque se encuentren en terreno desconocido,pueden hallar el camino a su estanque predilecto. Un zoólogo los entrenó para que encom-traran agua en que estar a gusto soltándolos de la jaula en que los tenia y descubrió larelación existente entre las aves, el sol y las estrellas.

LA EDUCACIÓN EN AMERICA LA¬

TINA: El presupuesto actual del Minis¬terio de Educación de Venezuela asciende

aproximadamente a 160 millones de dóla¬res, o sea un aumento de 345 % sobre lassumas destinadas a ese fin en los últimoscinco años. En México ha sido también

notable el aumento de las partidas destina¬das a instrucción pública, que en 1963llegarán a los 3.000 millones de pesos, osea el 21,83 % del presupuesto nacional.

ATLAS ACUÁTICO DE ESTADOSUNIDOS: Por primera vez se ha dedicadoen Estados Unidos una publicación a des¬cribir los recursos acuáticos del país. Setrata de un atlas, amplia guía visual en laque 40 mapas y textos descriptivos descri¬ben y catalogan las fuentes nacionales deagua, su calidad y usos. Este «Water Atlasof the United States» se puede pedir alWater Information Center Inc., 60 East4and. St., New York 17, N.Y.

TELESCOPIO GIGANTE EN SUECIA:

En la costa oeste de este país, cerca deGotenburgo, se construirá un «ojo del espa¬cio» verdaderamente gigante, con un al¬cance de varios miles de millones de años-

luz. Proyectado tanto para trabajos de ra¬dio-astronomía como para estudios del es¬pacio y comunicaciones de tele-sateloides,este telescopio pondrá a los científicossuecos en mucho mejores condiciones quelas actuales de participar en los estudiosinternacionales sobre el espacio.

SE NECESITAN MADRES POR ELDIA: Por ser cada vez mayor la cantidadde mujeres jóvenes que trabajan fuera, sonmillones ya los niños que .lecesitan madresque los cuiden durante el día, dice la Orga

nización Mundial de la Salud al pasar re¬vista a los centros que prestan esos cuidadosa la infancia en todo el mundo. Solamente

en los Estados Unidos, más de tres millonesde los ocho millones y medio de mujeresque trabajan tienen niños que no hanalcanzado todavía la edad escolar.

DISOLVENTE DE GLACIARES: Los

científicos soviéticos empeñados enapresurar el derretimiento de los glaciaresy aumentar así la cantidad de agua dispo¬nible para el riego han encontrado unasolución eficaz al problema espolvoreandoel hielo con polvo de carbón. Cinco tone¬ladas de este polvo por cada kilómetrocuadrado de hielo dobla o triplica el flujode agua. Los glaciares cubren unos 77.000kilómetros cuadrados de terreno en la Unión

Soviética y contienen unos 15.000 km3 dehielo.

INSTITUTO TECNOLÓGICO ENBOMBAY: El Instituto Indio de Tecnología,sito en Bombay, comenzó a funcionar haceseis años en un local provisorio dentro deun terreno arrancado a la selva, pero hoyes un establecimiento con todas las de la

ley en que estudian 1.600 futuros ingenieros.Recientemente el Instituto, en que trabajan20 especialistas de la Unesco y que ha reci¬bido ayuda de ésta desde 1956, celebró suprimera colación de grados.

CONGRESO DE TEATRO EN VARSO-

VIA: El décimo Congreso Mundial deTeatro, organizado por el Centro Polacodel Instituto Internacional del Teatro, ten¬

drá lugar en Varsovia en el mes de junio.Se espera que asistan a él más de 200 auto¬res, directores, actores, escenógrafos, críti¬cos e historiadores del teatro de 50 países.

SERVICIO FILATÉLICO DE LÁ UNESCO

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Development throughScience and Technology

El primer sello conmemorativo emitido por Nacio¬nes Unidas en 1963 (arriba) se puso en venta el4 de febrero para señalar la inauguración enGinebra de la Conferencia convocada por aquellaOrganización sobre la aplicación de la cienciay la tecnología al progreso de las zonas menosdesarrolladas del mundo. Este sello, impreso endenominaciones de 5 y 1 1 centavos de dólar, tienepor motivo principal llamar la atención sobre losobjectivos de la Década de Desarrollo planeadapor Naciones Unidas. Como agente en Francia dela Administración Postal de éstas, el ServicioFilatélico de la Unesco, al que se puede escribirpidiendo precios y detalles a la sede de la misma,dispondrá de todos estos sellos.

ISRAEL AYUDA AL IRAN: Variosexpertos agrícolas, especialistas en riego yconsejeros de planeamiento rural de Israelse encuentran en el Irán con el propósitode construir una aldea modelo en la zona

castigada por los terremotos del año pasado.La nueva aldea será lo que se llama eninglés un «proyecto piloto» para la recons¬trucción de otras comunidades agrícolas enla región.

ASERRANDO EL HIELO: Los ingenie¬ros soviéticos han creado un nuevo

rompehielos que literalmente sierra el hieloal avanzar por entre los bloques de éste. Lalarga proa inclinada del barco está provistade sierras, y al avanzar, el hielo se deslizapor un declive hasta pasar a unos transpor¬tadores que lo arrojan a un lado y otrodel barco.

MUSEO MEDICO EN CUBA: El cen¬tenario de la Academia de Ciencias Médicas

de Cuba se ha festejado en La Habanafundando el Museo Histórico de Ciencias

Médicas «Carlos J. Finlay», nombre con elque se rinde homenaje al científico quedescubriera la forma de transmisión del

paludismo. El nuevo museo cuenta con unabiblioteca pública de 35.000 volúmenes.

AVANZA LA ENERGÍA NUCLEAR:

Para 1980, de acuerdo con los planesactuales de Suecia, los recursos de energíade ésta serán, en un 26 %, de origen nu¬clear. Para ese entonces, la energía hidráu¬lica, que actualmente constituye el 94 %del suministro de energía del país, habrádisminuido a un 65 % del total.

SIGUIENDO LOS PASOS DEL PA-SEANTE: Bajo los" auspicios de las Comi¬siones Nacionales pro-Unesco de Franciay Suiza se ha preparado un folleto especialde 110 páginas, titulado «In the Footstepsof Jean-Jacques Rousseau» e ilustrado por22 diapositivas en colores. El trabajo, reali¬zado para conmemorar el 250°. aniversariodel nacimiento de Rousseau, contiene untexto de Anne-Marie Pfister, de la quepublicamos en este número un estudio sobreRousseau, y un prefacio de Jean Guehenno,de la Academia Francesa. El folleto y lasdiapositivas (en marcos de 5 X 5), impresospor las Publications Filmées d'Art et d'His¬toire, de París, pueden adquirirse en losEstados Unidos dirigiéndose a Prothman,2787 Milburn Avenue, Baldwin, Long Is¬land, New York, al precio de 15 dólares enpergamino, 12 dólares en plástico y 9 dóla¬res como precio especial para los maestros.

En cápsulasW Ocho años de educación costarían algobierno de los Estados Unidos 0.8 de larenta nacional, al de Jamaica 1, 7 %, al deGhana 2,8 % y al de Nigeria 4 %.

|| Para alimentar a la población de HongKong, que en diez años ha pasado de unmillón a tres millones y medio, se intensi¬fica la cría de peces en estanques. La pro¬ducción actual de éstos asciende a 5 millo¬nes de dólares.

Barcos argentinos, brasileros, norteame¬ricanos, soviéticos, del Congo (Brazzaville),de la Costa de Marfil y de Nigeria han departicipar en una operación conjunta paradeterminar los recursos pesqueros potencia¬les del Atlántico tropical.

La Convención sobre el «copyright» delas obras literarias, según la cual se otorgaa las obras extranjeras la misma protecciónque a las nacionales, ha sido ratificada porNoruega y Finlandia, con lo cual el númerode países adhérentes asciende a 45.

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Agentes de venta de las publicaciones de la Unesco

Pueden pedirse las publicaciones de la Unescoen todas las librerías o directamente al agente

general de ésta. Los nombres de los agentes que no

figuren en esta lista se comunicarán al que los

pida por escrito. Los pagos pueden efectuarse enla moneda de cada pafsr y el precio de suscripciónanual a « El Correo de la Unesco » se menciona

entre paréntesis a continuación de las direccionesde los agentes generales.

ANTILLAS NEERLANDESAS. C.G.T. van Dorp

& Co. (Ned. Ant.) N.V. Willemstad, Curacao. AR¬GENTINA. Editorial Sudamericana, S.A., Alsina 500,

Buenos Aires. ALEMANIA.' R. Oldenburg Verlag,Rosenheimerstr. 14S, Munich. Para «UNESCO KURIER

(edición alemana) » únicamente : Vertrieb. Bahrenfelder-Chaussee 160, Hamburg - Bahrenfeld, C.C.P. 276650.(DM 8) BOLIVIA. Librería Universitaria, UniversidadMayor de San Francisco Xavier de Chuquisaca, Apar¬tado 21 2, Sucre. (1 5.000 bolivianos). BRASIL. LivrariadelaFundacaoGetulioVargas.186,Praiade Botafogo, Cai-xa Postal 4081, Rio de Janeiro. COLOMBIA. LibreríaCentral, Carrera 6-A, N-. 14-32, Bogota. Sr. D. GerminRodriguez N., Oficina 201, Edificio Banco de Bogotá,Apartado Nacional 83, Girardot. - Librería BuchholzGalería, Avenida Jiménez de Quesada 8-40, Bogotá.Sr. Pío Alfonso Garda. Carrera 40 N* 21-11 Car

tagena. Librería Caldas Ltda, Carrera 22, n"26-44 Manizales(Caldas) (para el Correo, 1 6 pesos). COSTA RICA.Imprenta y Librería Trejos, S.A., Apartado 1313, SanJosé. Carlos Valerio Sienz y Co. Ltda., « El Palacio delas Revistas », Apartado 1 924, San José (Colones II).CUBA. Librería Económica, Pte. Zayas 505-7, Apartado

113. La Habana. (2.25 pesos). CHILE. Editorial Uni¬versitaria, S.A., Avenida B. O'Higgins 1058, Casilla1 0.220, Santiago. « El Correo » únicamente: Comisiónde la Unesco, Calle San Antonio 255, T piso,

Santiago de Chile. ECUADOR. Casa de la CulturaEcuatoriana, Núcleo del Guayas, Calles Pedro Moncayo

y 9 de Octubre, Guayaquil. S./27. EL SALVADOR.Profesor Federico Cárdenas Ruano, Librería« La Luz »,

6a. Avenida Norte No. 103, San Salvador. (Col. 4.00)ESPAÑA. Librería Científica Medinaceli, Duque

de Medinaceli 4, Madrid 14. « El Correo »únicamente, Ediciones Ibero-americanas. S.A., Callede Oñate, 15, Madrid. (90 pesetas). ESTADOSUNIDOS DE AMÉRICA. Unesco Publications Center.801 Third Avenue, Nueva York 22, N.Y. (5 dólares),y, con excepción de las publicaciones periódicas :Columbia University Press, 2960 Broadway, NuevaYork 27, N.Y. FILIPINAS. The Modern Book.Co., 508 Rizal Ave., Manila. FRANCIA. Librairie del'Unesco, Place de Fontenoy, Paris, 7*. C.C.P. Paris 1 2.598-48.(7). GUATEMALA. Comisión Nacional dela Unesco, 5a. Calle 6-79, Zona I (Altos) Guatemala. (Q.1,50). HONDURAS. Librería México, Apartado Postal767 (frente Zapatería Atenas), Tegucigalpa D. C.JAMAICA. Sangster's Book Room, 91, Harbour Str.,Kingston. Knox Educational Service, Spaldings. (10/-).

MARRUECOS. Centre de diffusion documentaire

du B.E.P.I., 8, ru.e Michaux-Bellaire, Boite postale 211Rabat (DH. 7,17). MÉXICO. Editorial HermesIgnacio Mariscal 41, México D.F. ($ 1 8 M. Nac. Mex.),

NICARAGUA. Librería Cultural Nicaragüense

Calle 1 5 de Setiembre y Avenida Bolivar, Managua (12córdobas). PANAMA. Cultural Panameña, Avenida 7a,n* TI-49, Apartado de Correos 2018, Panamá (Balboas

1.50). PARAGUAY. Agencia de Librerías de SalvadorNizza, Yegros entre 25 de mayo y Mcal. Estigarribia,Asunción. Albo Industrial Comercial S. A Sección

Librería, Gral. Díaz 327, Asunción. (Gs 200).PERU. Para " El Correo " : Distribuidora de

revistas Inca S.A. Apartado 3115, Lima (40 soles),PORTUGAL. Días & Andra Lda-, Livraria Portugal.

Rua do Carmo 70, Lisboa. REINO UNIDO. H.M.

Stationery Office, P.O. Box 569, Londres, S.E.I. (10/-).REPÚBLICA DOMINICANA. Librería Domi¬

nicana, Mercedes 49 ,Apartado de Correos 656, CiudadTrujillo. ($ 1.50). URUGUAY. Oficina de Repre¬sentación de Editoriales, Plaza Cagancha 1342, 1*

piso, Montevideo. Suscripción anual : 20 ps. Númerosuelto: 2 pesos. VENEZUELA. Librería Politécnica,Calle Villaflor, local A, al lado de General Electric,

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Grande, Caracas; Representación general pro-difusiónpublicaciones de la Unesco y « El Correo », Sr.Braulio Gabriel Chacares, Apartado postal No 8260,Caracas, Librería Fundavac C. A. Apartado del Este5843, Caracas y Librería Selecta, Avenida 3, N' 23-23,Mérida. (BS. 9,00).

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LA PROSPERIDAD ES I

Cañería gigantesca de la planta hidroeléctrica Furnas,la más importante de América Latina. Instalada sobreel Río Grande, en el estado brasilero de Minas Geraes,con el apoyo del Banco Mundial, ésta nueva fuente deenergía vendrá a reforzar desde 1965 el potencial indus

trial del país en 1.200.000 kws. Los países prósperos expe¬rimentan la necesidad de ayudar a elevar su nivel devida a los países que se encuentran en pleno proceso dedesarrollo. En el mundo se establece así una vasta red de

solidaridad (véase la pág. 27).