Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

download Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

of 8

Transcript of Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    1/8

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125125877006

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Fuentes Farias, Francisco JavierUn acercamiento al espacio arquitectnico

    Revista de Arquitectura, nm. 14, 2012, pp. 36-42

    Universidad Catlica de Colombia

    Bogot, Colombia

    Cmo citar? Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Revista de Arquitectura,

    ISSN (Versin impresa): 1657-0308

    [email protected]

    Universidad Catlica de Colombia

    Colombia

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1251&numero=25877http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1251http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1251&numero=25877http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=125125877006http://www.redalyc.org/
  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    2/8Ar uitectura36

    REVISTA DE ARQUITECTURA ISSN:1657-030836

    introduccin

    En trabajos anteriores nos hemos enfocado en elestudio y la restauracin del patrimonio construido,lo cual abri una lnea de trabajo relacionada conel tema de la cultura, bajo el concepto de paisajecultural abordado a partir de nuestra tesis doc-toral (2008). Para ello fue necesario poner sobrela mesa el problema metodolgico de examinarel significado que tiene un lugar, paisaje o espa-cio arquitectnico para sus habitantes (Fuentes,2011, pp. 166-177). Con los resultados obtenidoshasta el momento, la Coordinacin de la Investiga-cin Cientfica de la Universidad Michoacana tuvoa bien refrendar el apoyo brindado autorizando elproyecto de investigacin titulado Caracterizacindel paisaje en la cuenca lacustre de Ptzcuaro,para continuar con el estudio del paisaje culturaly el correspondiente patrimonio cultural intangi-ble en el rea geogrfica ubicada en Ptzcuaro,Michoacn, Mxico. Este planteamiento ha mos-trado un problema metodolgico consistente enque no es posible saber qu significa para cadaindividuo el espacio habitado. Conceptos comocreencias, cosmovisin, simbolismo, territoria-lidad o pertenencia a los lugares no tienen unestatuto epistmico definido, por lo cual ha sidonecesario realizar una crtica conceptual que per-mita deslindar las bases metodolgicas necesariaspara desarrollar el tema planteado.

    En el trmino paisaje cultural se encontrun enfoque integrador que ahora aplicamos alespacio arquitectnico en general. Este consisteen estudiar cientficamente la actividad percep-

    tual y cognitiva que permite ordenar el espacio apartir de estudios neurocientficos. Por otro lado,problemas como el del significado de los lugaresrequieren de disciplinas como la hermenuticay la semitica. Esta lnea se ha seguido en reascomo la geografa cultural, las ciencias sociales ola arquitectura terica, pero no queda resueltoni el problema metodolgico, ni el estatuto epis-tmico de los hechos que se van a estudiar, porejemplo, la manera en que el cerebro procesa lainformacin del medio circundante, y el papeldel lenguaje en los sistemas de reglas y catego-ras espaciales. En qu medida el ser humano se

    constituye en el espacio? Para responder a ello separtir de la premisa de que el sentido y el signi-ficado del espacio arquitectnico es un ordena-miento que todo individuo realiza para habitar yconstruir.

    francisco JaVierfuentes fariasUniversidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo. Mxico

    Fuentes Farias, F. J. (2012).Un acercamiento alespacio arquitectnico.Revista de Arquitectura,14, 24-35.

    resumenPartiendo de que el espacio construido maniesta las intenciones y experien-cias mentales de sus abitantes o constructores, por ejemplo, signicados,

    recuerdos, esquemas constructivos, apego por los lugares, etc., qu tipode conocimiento es posible acerca del patrimonio cultural intangible relacio-nado con el espacio construido? Una respuesta se plantea desde los estudiosde la complejidad. Se toma como eco el signicado y la concepcin dedico espacio resumiendo as otros factores involucrados, como las reglaslingsticas y de ordenamiento del entorno en los planos social, territorial ypsicolgico. Comparando conceptos clave usados en disciplinas dedicadas altema, como los smbolos y las intenciones expresados en un determinadotiempo-espacio, se proponen los principios de la complejidad para demostrarla recursividad entre distintos niveles de realidad, como el social, mental yterritorial. Se conrma el papel de los sistemas de reglas y modelos de per-cepcin y accin en el ordenamiento del espacio construido.

    PalabrasclaVe: cognicin, espacio existencial, percepcin, paisaje cul-tural, signicado.

    anaPProachtothearchitecturalsPace

    abstractStarting from te apparent built space te intentions and teir inabitants men-tal experiences or manufacturers, for example, meanings, memories, cons-tructive outlines, I attac for te places, etc., Wat type of knowledge is itpossible about te intangible cultural patrimony related wit te built space?An answer tinks about from te studies of te complexity. It takes as fact temeaning and te conception of tis space summarizing tis way oter involvedfactors, as te linguistic rules and of classication of te environment in tesocial, territorial and psycological planes. Comparing concepts key used in youdiscipline dedicated to te topic, ace te symbols and te intentions expres-sed in to certain ceat-space, tey intend te principles of te complexity todemonstrate te resources among different levels of reality, ace te social,mental territorial and. It conrms te role of te systems of rules and models

    of perception and action in te classication of te built space.

    KeyWords: Knowledge, existential space, perception, cultural landscape,meaning.

    unacercamientoalesPacioarquitectnico

    Licenciatura en Arquitectura, Universidad Micoacana de SanNicols de hidalgo, Morelia, Mxico.Maestra en Arquitectura, Investigacin y Restauracin de Sitios yMonumentos, Universidad Micoacana de San Nicols de hidalgo,Morelia, Mxico.Doctorado en Arquitectura, Universidad Nacional Autnoma deMxico, Mxico D.F.ltimas publicaciones:La experiencia cualitativa en el paisaje y el patrimonio edicado.Revista sobre Patrimonio Cultural Apuntes. Bogot Colombia (2011).Aproximacion al paisaje cultural como lugar. Revista del Doctoradoen Arquitectura y Diseo Urbano DADU, Mxico (2008).Aspectos del paisaje cultural yucateco en la Plaza Santa Luca deMrida. Revista del Doctorado en Arquitectura y Diseo UrbanoDADU, Mxico (2007)[email protected]

    Recibido: julio 11/2012 Evaluado: agosto 29/2012 Aceptado: octubre 29/2012

    An approac to te arcitectural space

    Proyectoarquitectnico y urbano

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    3/8Vol. 2012

    FACULTAD DE ARQUITECTURA37

    14

    antecedentes

    En cuanto a los precedentes de las propuestastericas sobre el espacio construido se observaque el punto de vista humanstico ha persistidomediante el uso de conceptos como percepcin,intencionalidad, smbolo, representacin, inter-pretacin o significado, por ejemplo, en Norberg-

    Schulz (1975, 1998, 2005), y otros como Munta-ola (1998), Rykwert (1999) y Palasmaa (2011).Estos autores se inclinan por la fenomenologa, lasemitica y la hermenutica, principalmente, paraintegrar el punto de vista de los propios construc-tores en las distintas propuestas o teoras de laarquitectura. Por esta parte se encontrarn pro-blemas como el de la percepcin y el significa-do del espacio construido, o la naturaleza de laaccin social y el uso de categoras de apropiacindel espacio, as como de sistemas comunicativos yde reglas sociales, lingsticas y constructivas.

    Se plantea aqu que habitar, construir y pen-sar son enunciaciones distintas para hablar de lamisma experiencia de vida como totalidad, ala que podemos llamar espacio existencial, esdecir, el hecho de que toda accin est relacio-nada con un centro, posee una direccin, y tie-ne lugar dentro de un mbito definido (Norberg-Schulz, 2005, p. 45).

    Distintas disciplinas, interesadas en el tema delespacio en general, han establecido marcos teri-cos basados en el paradigma de la complejidad,cuya premisa principal establece que el todo esms que la suma de las partes, lo que ha reque-rido acuar nuevos conceptos. Por ejemplo, elconcepto de sistema permite referirse a obje-tos de estudio vistos como totalidades cuyo sen-tido depende de la manera en que se ordenenentre s las partes del sistema, unidades mnimasde sentido estructuradas u ordenadas mediantereglas y categoras. Esto se aprecia en las lenguas,en las estructuras sociales y en el conocimientomismo. Segn Bertalanffy (2009), no es del todorecomendable restringirse al sentido tcnico,desde el punto de vista matemtico, del trmi-no teora general de los sistemas, pues abun-dan los problemas de sistemas que requieren deuna teora no disponible an, en trminos mate-

    mticos. Entre ellos estn los que ya abordaroncorrientes disciplinares como el estructuralismofrancs, la geografa moderna y el funcionalismosociolgico estadounidense. Tambin indicabaque, contrastando con el paradigma analtico ymecanicista de la ciencia clsica, el concepto desistema constituye un nuevo paradigma, esto es,una visin organsmica de el mundo como unagran organizacin (nfasis agregado). El ejemplopor seguir aqu, en ese sentido, es el de Alexander(1981), quien introduce el concepto de lenguajede patrones para explicar el espacio arquitect-nico como sistema complejo que se autoorganiza;

    su idea es que los constructores tienen en menteun modelo ideal de lo que quieren construir, ylo que hacen es combinar patrones observados ensu entorno y adaptarlos a sus necesidades, comose explica despus de revisar ciertos conceptos.

    Actualmente est en boga el trmino paisajecultural como materia de estudio en varias dis-ciplinas que abordan el territorio, la sociedado la cultura desde el punto de vista del espacioen general. Sin embargo, la idea misma de paisa-je supone una connotacin cultural, es decir, lla-mar cultural al paisaje es redundar en su sentido

    de producto humano. Pero, metodolgicamentehablando, el paisaje cultural es un avance en lamedida que especifica dos maneras de conocerel espacio habitado: cientfica y humanstica, queen nuestra lnea de estudio aplicamos tambin alespacio arquitectnico. Y esto es as porque el ele-mento cualitativo del paisaje es la cultura, y esta esun marco de sentido, un compromiso ontolgico;a su vez, es un sistema de reglas, de significadosy de creencias. Y es el punto de vista en prime-ra persona, inaccesible a la observacin cientfica,por lo cual resulta apropiado un trmino como elde hermenutica doble (Giddens, 2006, p. 33).

    Este enfoque es consecuente con el concepto desistema, ya mencionado.

    Por ello es necesario plantear la pregunta decmo se constituye como totalidad el entorno per-cibido, y en particular el espacio arquitectnico,es decir, cmo permanece en el tiempo de modoque se pueda afirmar que representa lo mismoen distintos momentos o desde distintos lugares.Son los objetos iguales a la representacin o ima-gen que tenemos de ellos, o a los nombres quelos designan?, o cul es la realidad objetiva de losmismos, es decir, qu se entiende al decir que losobjetos se nos aparecen como son en s mismos?

    En tal sentido la cognicin, en particular la cate-gorizacin, puede examinarse tanto desde la epis-temologa como desde la metafsica; categorizares un proceso neurolingstico, y por tanto pue-de estudiarse desde las neurociencias y las cien-cias cognitivas, mientras las categoras y los con-ceptos mismos, son examinados por la metaf-sica (Gonzlez, 2007, p. 12; Lowe, 2000, p. 12;Bennettet al., 2007, p. 19). As, admitiendo quela construccin de lugares habitados sea conse-cuencia de distintas capacidades cognitivas, resul-ta procedente observar los fenmenos de la cultu-ra o la identidad en trminos de fenmenos mentales

    o de la conciencia. La conciencia, en palabras deSearle (2009, p. 75), consiste en estados y procesosinternos, cualitativos o subjetivos de sensacin enlos cuales es posible percatarse de algo; la men-te consciente es causada por procesos cerebrales.Ahora bien, percatarse de algo implica percibir ycategorizar, actividades necesarias para construirlugares habitados.

    Toda investigacin acerca de las mentes de otrosse enfrenta a la separacin entre los mundos men-tal y material. Esto ha motivado amplios debates enciencias sociales y humanidades a partir de concep-tos tales como intencionalidad, agencia, identidad,

    mente, conciencia1, a los que es posible comprender

    1 Vase por ejemplo el llamado giro cualitativo en cienciassociales (Giddens, 2006, p. 39). Otras referencias en: Ruiz(2003), Meja y Sandoval (2009), Banks (2010).

    Fuentes Farias, F. J. (2012). Un acercamiento al espacio arquitectnico. Revista de Arquitectura, 14, 24-35.

    FaCUltad de arqUiteCtUra

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    4/8Ar uitectura38

    REVISTA DE ARQUITECTURA ISSN:1657-0308

    como procesos cognitivos caractersticos de la espe-cie humana, de los cuales el lenguaje, la percepciny el significado del mundo percibido parecen serlos ms difciles de explicar (Norberg-Schulz, 1975,p. 11; 1998, p. 23; Gonzlez, 2007, p. 21; Lowe,2000, p. 123 y ss.; Bermdez, 2006, p. 93; Giddens,2006, p. 81). Otras propuestas conceptuales impli-can la existencia de, principalmente, dos planos desentido, dira Giddens (2006, p. 33) al referirse a unadoble hermenutica, la efectuada por los sujetos

    estudiados en su propio plano de sentido, y la de losinvestigadores en su marco conceptual.

    Debido a ello, en este trabajo se revisan algu-nos argumentos que confirman la necesidad deuna fusin metodolgica entre ciencias y humani-dades. Esto es as porque el significado del espa-cio, las reglas sociales, y los esquemas de com-portamiento que definen y orientan las accionesde los sujetos sociales y culturales2 influyen en laconstruccin de lugares para vivir, y no queda cla-ra la posible existencia de estas entidades en lasmentes de dichos sujetos.

    concepTosymTodosanTeelsignificadodelespacio

    Percibir el mundo circundante es un procesocognitivo que permite la captura de informacinnecesaria para la vida de los individuos, pero estainformacin debe ser decodificada y organizada encategoras, en conceptos. En tanto que el entornoes percibido de manera inmediata como una tota-lidad, como el rostro de una persona del cual nose precisa observar primero las partes para reco-nocerlo, debe aclararse cmo se unifican los dis-tintos rasgos fenomnicos de dicho entorno (color,

    perspectiva, movimiento, etc.) para que resulte

    2 Bordieu (2007, p. 28) usa el trmino sentido prctico paraaludir a estos esquemas cognitivos, mientras Giddens (2006,ms adelante en este texto) habla de conciencia discursiva.

    familiar o reconocible. De otro modo, tanto loscolores, la luminosidad, y otros rasgos del entorno,no tendran sentido hasta que la estructura cogniti-va humana, que todo mundo supone basada en elcerebro, enlaza los variados rasgos mediante pala-bras y los organiza en una totalidad significante.

    Una de las capacidades cognitivas del serhumano es la de reconocer y adoptar patronesde percepcin y accin, tema ampliamente deba-tido desde diversas disciplinas por especialistasinteresados en el espacio sociocultural. Aludien-do al espacio existencial, Norberg-Schulz (1975,p. 19) indica que el desarrollo del concepto delugar, y del espacio como un sistema de lugareses, por consiguiente, una condicin necesaria parahallar un sitio firme donde hacer pie existencial-mente, es decir, no es posible construir y habitarsin haber definido los pasos y las medidas nece-sarias para ello. Si bien se nace con una dotacinde capacidades sensoriales que registran la infor-macin del mundo circundante, todo lo percibi-do debe organizarse bajo determinados esquemasde sentido, es decir, bajo categoras y conceptos.Por ejemplo, el espacio es existencial en la medi-da de su ordenamiento y direccionalidad, y desdeel nacimiento se aprenden categoras espacialesque perduran en la vida en forma de patrones decomportamiento, rutinas y esquemas cognitivos.Pero qu son estas categoras, patrones y esque-mas?, y dnde podran existir como tales?; seaprenden o se heredan? Cmo mediante lascategoras y los conceptos, y la cognicin en gene-ral, se organiza informacin capturada en distintasmodalidades perceptuales (iluminacin, tempera-tura, color, textura, forma, profundidad, etc.) y seenlazan como una totalidad para dar al espacioconstruido centralidad y direccionalidad?

    Comprender el espacio arquitectnico y exis-tencial demanda responder en qu sentido sehabla al sugerir que existen objetos abstractos

    An approac to te arcitectural space

    Proyectoarquitectnico y urbano

    A Figura 1.

    Vista panormica dela cuenca lacustre dePtzcuaro

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    5/8Vol. 2012

    FACULTAD DE ARQUITECTURA39

    14

    (esquemas, reglas, categoras, representaciones,etc.) en las mentes3 de sus propios habitantes,pero tambin, cundo debe establecerse un mar-co metodolgico para tomar en cuenta dichosobjetos. As, cmo estudiar la mente de otros?El problema conceptual es el siguiente: existe al-go en las mentes de otros?, qu es? Y si existe

    algo, digamos, la cultura simblica, o las represen-taciones sociales, o la intencin de habitar enqu parte o lugar de esas mentes est ese patrimo-nio intangible? Estas preguntas no tienen respuestaporque se plantean desde una ptica dualista car-tesiana, as que un cambio en el tipo de explica-cin prescinde de estos conceptos.

    Para hablar de la mente y las experiencias cua-litativas vinculadas al espacio construido es nece-saria la comprensin de algunos conceptos claveque no pueden ser abordados desde la significa-cin atribuida por el correspondiente marco te-rico de la disciplina que se trate, pues antes debe

    responderse por la razn de adoptar uno u otromarco conceptual y metodolgico, y en tal pun-to debe recurrirse a la filosofa, como se sostieneen esta colaboracin. Las cuestiones conceptua-les anteceden al inters por demostrar si algo esverdadero o falso, pues no se pueden someter aexperimentacin o teorizacin cientfica (Bennettet al., 2007, p. 4), y ms bien conciernen a laforma en que los cientficos asumen la realidadcomo una totalidad o marco de sentido.

    Asumir que algo existe o no en el mundo esnecesariamente una categorizacin, un orde-

    namiento; si bien los conceptos son un tipo decategoras, como se seala en este trabajo, haycategoras distintas a las conceptuales. As, algu-nas culturas categorizan y conceptualizan de dis-tintos modos, de tal manera que las categorasimportan tanto para el investigador4 como parael investigado, y se plantea que existe cierto tipode continuidad entre el conocimiento ordina-rio y el cientfico (Eraa, 2009, p. 15), lo cualmuestra la profundidad del problema del esta-tus epistemolgico de la percepcin, las catego-ras y los conceptos. Por ello, considerando queel espacio construido puede ser descrito como

    significante, como texto para ser interpretado,como ordenamiento del mundo circundante, ocomo un posicionamiento espacio-temporal apartir de la capacidad perceptiva de los indivi-duos, siempre se har presente el problema de larelacin entre lo percibido y su significado, entrela experiencia sensible y las categoras en queesta se organiza.

    El papel del lenguaje es tal, que conceptos comoespacio y tiempo no son asequibles en ausenciadel mismo. Usando un ejemplo, un determinado

    3 Alexander (1981, pp. 178 y ss.) insiste en ello. Es tambin elsentido que expresan varios autores revisados aqu.

    4 La ciencia normal (Kuhn, 2004, p. 33) se rige por compro-misos que no solo especifican los tipos de entidades quecontiene el universo, sino que adems dan a entender indi-rectamente cules no contiene.

    objeto, lugar o paisaje sin duda est constituido pordistintos rasgos agregados color, forma, intensidadluminosa, movimiento, tamao, volumen, etc.,que ante el perceptor parecen unidos como unatotalidad espacio-temporal significante. Cada rasgopor s mismo no tendra sentido hasta que es enla-zado con el resto de rasgos percibidos y ordenadomediante categoras y conceptos (Lowe, 2000, pp.122 y ss.). De este modo, el papel de procesos cog-nitivos como la percepcin y el lenguaje median-te la categorizacin y la conceptualizacin parecendeterminantes para explicar esta capacidad huma-na de enlazar instancias percibidas en el espacioarquitectnico y existencial, y ordenarlas mediantecategoras lingsticas, imgenes mentales y repre-sentaciones sociales en una totalidad de sentido.

    Ya Giddens (2006, p. 41) haba sealado queuna accin humana ocurre como una duracin,un fluir continuo de conducta, y para compren-der esta continuidad, las neurociencias explicanque esto se vincula con el surgimiento de la corte-za cerebral, y con la plasticidad cerebral que per-mite procesar informacin y percibir el entorno

    como una totalidad. De acuerdo con Frixione:Es bien sabido que en la corteza cerebral de losvertebrados superiores hay reas discretas dondese encuentra una correspondencia punto porpunto de prcticamente toda la superficie corporal.

    A Figura 2.

    Vivienda verncula enla rivera oriente del lago dePtzcuaro.

    Fotografa: Francisco J.Fuentes.

    Fuentes Faras, F. J., Un acercamiento al espacio arquitectnico. Revista de Arquitectura, 14, 36-42.

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    6/8Ar uitectura40

    REVISTA DE ARQUITECTURA ISSN:1657-0308

    La integracin de esas seales mltiples provenien-tes de diferentes regiones del espacio a travs delas distintas vas sensoriales debe contribuir a lapercepcin subjetiva del centro comn de todasellas como un ncleo individual. A este compo-nente espacial de la conciencia es preciso aadirun componente temporal que permite la continui-dad, es decir, el flujo aparentemente ininterrum-

    pido durante la vigilia (2007, p. 88).A su vez, esta plasticidad es compartida con

    otras especies animales que construyen luga-res para vivir, as que comprender la arquitectu-

    ra verncula, por ejemplo, o la ideade la choza primitiva, la nocin deuna primera casa (Rykwert, 1999,pp. 13 y ss.), requiere del enfoqueevolucionista (sistmico) para com-prender periodos tempranos de lahumanidad como especie. En el desa-rrollo temprano los individuos apren-den sistemas de reglas y significados(Giddens, 2006, pp. 54-67), esque-mas de accin o de comportamiento(Norberg-Schulz, 1998, pp. 29, 33,37; 1975, pp. 11; Descola, 2001, p.106), y categoras gramaticales y onto-lgicas para interactuar con su entor-no (Lowe, 2000, p. 165). Establecercategoras es tan importante para lossujetos culturales como para otrasespecies de animales; la percepcinpor s misma no tendra sentido sino existen categoras que los pro-

    pios sujetos reconozcan como exis-tentes, por ejemplo, cuando se hablade esquemas cognitivos, sistemas dereglas sociales, o modelos y pautas decomportamiento.

    La idea de Giddens (2006, p. 81)es que la percepcin es, antes queun agregado de percepciones, un

    fluir de actividad integrado con el movimientodel cuerpo en un espacio-tiempo. Lo percibidose organiza siguiendo esquemas por los que elindividuo anticipa informacin nueva. La percep-cin nace de una continuidad espacio-temporal,

    organizada como tal de una manera activa porel que percibe (p. 81). Adems, entendiendo porpercepcin aquellos dispositivos de ordenacintemporal configurados por los movimientos y lasorientaciones del cuerpo en los contextos de suconducta pero que tambin los configuranello nos har ver la gravitacin de una atencinselectiva en la conducta cotidiana (p. 83). Esta esla idea del concepto espacio existencial mencio-nado al principio. Ms adelante Giddens sostieneque: un sentimiento de confianza en la continui-dad del mundo de objetos as como en la trama

    de la actividad social tiene su origen en ciertasconexiones especificables entre el agente indivi-dual y los contextos sociales a travs de los cualesese agente se desenvuelve en el curso de la vidacotidiana (p. 94).

    A Figura 3.

    Planta arquitectnicaque muestra la distribucinde las habitaciones entorno a un patio, una

    caracterstica muy comnde las viviendas asentadasen la cuenca lacustre dePtzcuaro.

    Fuente: Francisco J. Fuentes F.

    Otro modo de decir lo anterior es con el concep-to de hbitus, usado por Bordieu (2007, p. 86).

    resultados

    Pero esto no explica la existencia de objetosabstractos tales como significados, categoras y

    esquemas mentales, por lo que diversos autores sesitan de nuevo ante el problema mente-cuerpoal pretender que se hallan, por as decirlo, en lascabezas de la gente. No obstante, en un puntode vista diferente al del dualismo cartesiano, noexiste algo como la mente5, sino sujetos de expe-riencias mentales, entendiendo experiencia en unsentido amplio, que incluye sensaciones, percep-ciones y pensamientos (Lowe, 2000, pp. 12, 13).Aunque Rorty (2008, p. 125) cuestiona el papelde la metafsica, por ejemplo la idea del significa-do como algo que se transmite entre individuoso que se puede estudiar y observar, para Lowe

    toda reflexin conceptual corresponde a la meta-fsica, y ms propiamente a la ontologa, pues todaciencia emprica presupone un compromiso ontol-gico, es decir, un marco coherente, una concepcinestructurada de la realidad, y un pronunciamientoacerca de qu tipo de entidades constituyen dicharealidad y cules no.

    Sin embargo, categorizar el espacio percibidoes un tipo de problema, mientras que la existen-cia o no de categoras, sean gramaticales, concep-tuales o perceptuales es un asunto distinto quecorresponde a la ontologa. En una lgica cartesia-

    na parecen problemas separados, pero existan ono entidades mentales tales como las categoras ylos conceptos, una perspectiva desde los estudiosde la complejidad permite ver recursividad entreel acto de categorizar, es decir, la intencin deordenar lo percibido, y las categoras preexisten-tes en el contexto social y cultural que sirven paraello. Sin embargo, dada la cantidad de informa-cin necesaria para explicar estos sistemas com-plejos, o bien hay que referirse a los pasos o alalgoritmo necesario para dar una respuesta obje-tiva o, por otro lado, solo queda la interpretacinpropia de los enfoques humansticos.

    Como se indic al principio de estas lneas, lacuestin conceptual concierne ms bien a las for-mas de representacin que a asuntos de certezao falsedad; se refiere ms bien a la descripcin-de las relaciones lgicas entre conceptos (Ben-nett et al., 2007, pp. 4-5), por ejemplo, entrememoria, pensamiento e imaginacin, o entrepercepcin, sensacin y categorizacin. La cues-tin conceptual tambin concierne a la relacinestructural entre distintos campos conceptuales,tales como el psicolgico, conductual, mental yneural (pp. 4-5). As, las relaciones entre campos

    5 Autores como Wittgenstein, Ryle o Hume ya haban refuta-do el dualismo cartesiano, por lo que no es necesario hacerlode nuevo (Rorty, 2008, p. 176). Para Ryle, por ejemplo, noexiste la mente sino lo mental (Lowe, 2000, p. 18).

    An approac to te arcitectural space

    Proyectoarquitectnico y urbano

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    7/8Vol. 2012

    FACULTAD DE ARQUITECTURA41

    14

    conceptuales como el fisiolgico y el psicolgicoson complicadas, tal como lo son entre lo mentaly lo cerebral, pues, segn estos autores, es un errorsuponer que se pueden adscribir atributos psico-lgicos (pensamiento, percepcin, emocin, inten-cin, etc.) al cerebro, as como suponer que la per-cepcin es asunto de aprehender una imagen en la

    mente, que la memoria es almacenada en forma deconexiones sinpticas, o que formar la imagen deun objeto es enlazar datos como forma, color,o movimiento (pp. 4-5).

    En la revisin de los autores aqu citados se hacorroborado que las distintas sociedades y culturasordenan su existencia basndose en la construccinde categoras, lo cual es un paso previo a la elabora-cin de modelos coherentes de la realidad, as comode la construccin de lugares para vivir. Smith diraque en un momento dado no hay una respuestanica a la pregunta de qu es una montaa, y todo

    depende de los criterios y la modalidad de capturacognitiva, as como del marco cultural desde el cualse hace la pregunta. En tal sentido, una perspectivasistmica permite observar niveles de organizacinen incesante retroalimentacin.

    discusin

    Como se seal, hay que diferenciar entre la acti-vidad de categorizar y su resultado: las categoras.As, ya que no es posible saber qu significa parasus propios habitantes el espacio arquitectnico,puede saberse con certeza que dicho significado

    consiste en categorizaciones y conceptualizacionesque constituyen una estructura de sentido, o com-promiso ontolgico6 acerca del mundo circundan-te. Al categorizar, la realidad percibida se parte endos dominios, uno, el objeto resaltado, y otro, el res-to de lo percibido, es decir, el entorno del cual sesepara el objeto anterior; pero todo esto dependede la modalidad de captura cognitiva que se realiza,la cual a grandes rasgos puede ser de tipo perceptualo conceptual, y que Smith llama, como se ver msadelante, particin (Gonzlez, 2007, pp. 13, 21;Smith, 2006, p. 64). Por otra parte, el problema dela existencia de categoras pertenece a la ontologa

    (Lowe, 2000, p. 13), incluyendo aquellas categorasque toda ciencia o disciplina humanstica debe sos-tener como base de su marco terico.

    As, parece evidente que el mundo, tal comose nos aparece, depende no solo de la modali-dad de captura, sino de los criterios y el formatode la misma, es decir, del filtro de nuestros pro-pios sentidos y del marco cultural de que se dis-ponga. Se tiene entonces una gran variedad en elestatus ontolgico de las categoras, de modo queresulta prcticamente imposible ofrecer una defi-nicin exhaustiva o definitiva sobre el concepto

    6 Siguiendo a Smith (2007, p. 66), el compromiso ontolgicode una teora (o de un individuo o una cultura) consiste enel tipo de objetos que tal teora (individuo o cultura) asumecomo existentes.

    categorizacin (Gonzlez, 2007), as como desi las categoras preexisten al proceso de categori-zacin o son creadas por este. Volviendo a Smith,no es posible ofrecer una respuesta nica a estosdebates, y en un momento dado diversas parcelasde realidad pueden recibir el nombre montaadependiendo de los criterios de captura cognitiva

    correspondientes. Decidir qu cosa es una mon-taa implica diferenciarla del resto de entidadespercibidas realizndose entonces una particin:partimos la realidad en dos dominios, el del obje-to que se quiere resaltar, y el contexto del cual esseparado para representarlo (Smith, 2006, pp. 54,59). Este es un procedimiento que permite con-centrarse sobre lo que se resalta ignorando lo queno sobresale. As, una particin es como un mapa,un artefacto de la actividad perceptiva, clasificato-ria, evaluativa y teorizadora; mientras que la rea-lidad, los objetos percibidos, existen como tales,las particiones pertenecen al nivel de nuestra acti-

    vidad de teorizar y clasificar. Por tanto, la teorade particiones ofrece una manera de justificar laforma en que los objetos tridimensionales puedenconservar su identidad de un momento al siguien-te (pp. 64-65).

    As la categorizacin, como proceso que vinculapercepcin y lenguaje, consiste en la captura, bajodeterminados criterios, de entidades que existenen el mundo. Al ordenar lo que existe en el mun-do mediante categoras debe quedar claro que unacosa son los lmites y las propiedades que tienen losobjetos existentes en el mundo, y otra los lmitesque proceden de acuerdos humanos. Ahora bien,

    se puede hablar de distintos formatos o modalida-des de captura cognitiva de entidades, y puedenser de tipo perceptivo, mnemnico y lingstico-conceptual; as, las categoras perceptivas depen-den de la modalidad de captura, y un cambio endicha modalidad, por ejemplo, cuando se pierde lavisin, har que el sujeto produzca categoras per-ceptuales inditas (Gonzlez, 2007, p. 20). Ante laenorme diversidad de tipos de procesos de cate-gorizacin, y de categoras correspondientes, esteautor ve imposible ofrecer una definicin exhausti-va o definitiva sobre el concepto categorizacin,por lo cual en distintas disciplinas que se ocupan

    de ello ha dado buen resultado diferenciar entrecategorizacin de orden perceptivo y de ordenconceptual (p. 21). Ambos tipos implican, comose dijo, abstraer muchos ingredientes de la escenapercibida y resaltar otros (Lowe, 2000, p. 124).

    Estudiar el compromiso ontolgico o la formaen que cada cultura categoriza su mundo requiereobservar sus sistemas de conceptos, esto es, los tr-minos en los cuales el universo del discurso corres-pondiente es dividido, de diferentes maneras, enobjetos, procesos y relaciones. Por ello, todo agentede conocimiento y todo sistema de conocimien-to se halla comprometido explcita o implcita-

    mente con algn tipo de conceptualizacin. Sinembargo, no est clara la relacin entre la concep-tualizacin y la categorizacin, y actualmente estose debate como parte de una necesaria crtica con-ceptual que atae al campo de la filosofa. Segn

    Fuentes Faras, F. J., Un acercamiento al espacio arquitectnico. Revista de Arquitectura, 14, 36-42.

  • 7/27/2019 Un Acercamiento Al Espacio Arquitect-nico

    8/8Ar uitectura42

    REVISTA DE ARQUITECTURA ISSN:1657-0308

    esto, los conceptos constituyen estructuras cogniti-vas vinculadas a sistemas de conocimiento; dichaestructura, y el contenido mismo del concepto,estn determinados por las relaciones que distin-tos conceptos tienen entre s (Eraa, 2009, p. 66).A su vez, estos sistemas constituyen un conjuntode principios centrales de razonamiento (p. 66)

    que permiten a los humanos seleccionar un con-junto de entidades y procesar informacin acercade ellas. Comprometerse ontolgicamente es, as,aplicar dichos principios de razonamiento median-te reglas que permiten identificar el mencionadoconjunto de entidades asumidas como existentes.

    A esto se refieren las categoras relacionadascon el espacio construido, tales como interior-exterior, arriba-abajo, claro-oscuro, y otras a lascuales tambin se puede hacer referencia comocategoras ontolgicas, las que a su vez parecenindisociables de la gramtica propia de cadalengua (Fuentes, 2011, p. 173; Bordieu, 2007,

    p. 420; Lowe, 2007, pp. 148, 165).

    conclusiones

    Volviendo al ejemplo de aquello a lo que serefiere el nombre montaa, se dir que es real-mente un agregado de rasgos fenomnicos, y ancuando esta existe como tal, independientementede los criterios usados para referirse a ella, siemprehabr una actividad cognitiva correspondiente al

    teorizar y al clasificar, a partir de los distintos ras-gos (forma, textura, color, profundidad, etc.) queson percibidos como dicha entidad. As, el espa-cio arquitectnico, como una totalidad que seautoorganiza, es existencial, y al poseer direccio-nalidad y sentido, es resultado y a la vez referen-cia de un compromiso ontolgico. Segn Pallas-

    maa (2011, p. 129), las imgenes primordialesde la arquitectura (muros, puertas, ventanas,pisos y techos, camas, bao, etc.) son categorasespaciales que se pueden estudiar en trminosde su emergencia ontolgica y fenomenolgica.La experiencia arquitectnica surge ontolgica-mente del acto de habitar.

    Por ello, el paradigma de la complejidad secumple al observar la retroalimentacin entre elmundo mental, social y espacio-temporal vistoscomo una totalidad de sentido: el espacio exis-tencial, desde el cual el ser humano organiza sumundo a partir de una centralizacin espacio-tem-poral que responde a las circunstancias socialesy ambientales, y le permite adaptarse al ambientemediante la construccin del espacio arquitect-nico. En tanto que toda construccin obedece areglas, y que estas permiten a los usuarios organi-zar distintos mbitos de su propia realidad, dichoespacio se autoorganiza y evoluciona como lossistemas vivos y el lenguaje, como los sistemassociales, el conocimiento y el pensamiento mismo.

    referenciasAlexander, C. (1981). El modo intemporal de

    construir. Barcelona: Editorial Gili.

    Bennett, M.; Dennett, D.; Hacker, P., & Searle,J. (2007). Neuroscience & Philosophy. Brain,Mind, and Languaje. New York: ColumbiaUniversity Press.

    Banks, M. (2010). Los datos visuales en investiga-cin cualitativa. Madrid: Ediciones Morata.

    Bermdez, J. L. (2007). Objetos, propiedades,y dos tipos de enlace. En Gonzlez, J. (ed.),Perspectivas contemporneas (pp. 93-109).

    Mxico: Siglo xxi Editores-Universidad Aut-noma del Estado de Morelos.

    Bertalanffy, L. V. (2009). Teora general de los siste-mas. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.

    Bordieu, P. (2007). El sentido prctico. BuenosAires: Siglo xxi.

    Descola, P. (2001). Construyendo naturalezas.Ecologa simblica y prctica social. En P.Descola y G. Plsson, Naturaleza y sociedad.Perspectivas antropolgicas (pp. 101-123).Mxico: Siglo xxi.

    Eraa, A. (2009). Dos explicaciones alternati-vas del cambio conceptual. En A. Eraa y G.Mateos (Coords.), La cognicin como pro-ceso cultural. Mxico: UNAM, Centro de

    Investigaciones Interdisciplinarias en Cienciasy Humanidades.

    Frixione, E. (2007). Un modelo cuntico de laconciencia. En F. Frixione (Coord.). Concien-cia. Nuevas perspectivas en torno a un viejo

    problema (pp. 81-96). Mxico: Siglo xxi-Universidad Nacional Autnoma de Mxico.

    Fuentes, F. J. (2011). La experiencia cualitativaen el paisaje y el espacio construido. Revis-ta sobre patrimonio cultural, Instituto Car-los Arbelez Camacho para el Patrimonio

    Arquitectnico y Urbano (ICAC). RevistaApuntes 24 (2), 166-177.

    Giddens, A. (2006). La constitucin de la socie-dad. Bases para la teora de la estructuracin.Buenos Aires: Amorrortu.

    Gonzlez, J. (Ed.) (2007). Perspectivas contempor-neas sobre la cognicin. Percepcin, categori-

    zacin y conceptualizacin. Mxico: Siglo xxiEditores-Universidad Autnoma del Estado deMorelos.

    Kuhn (2004). La estructura de las revolucionescientficas. Mxico: Siglo xxi.

    Lowe, E. J. (2000). Filosofa de la mente. Barcelo-na: Idea Universitaria.

    Meja Arauz, R. y Sandoval, S. E. (2009). Tras lasvetas de la investigacin cualitativa. Perspec-tivas y acercamiento desde la prctica. Gua-dalajara: Iteso.

    Muntaola, J. (1996). La arquitectura como lugar.

    Barcelona: Ediciones UPC.Norberg-Schulz, C. (2005). Los principios de la

    arquitectura moderna. Barcelona: Revert.

    Norberg-Schulz, C. (1998). Intenciones en arqui-tectura. Barcelona: Gustavo Gilli.

    Norberg-Schulz, C. (1975). Existencia, espacio yarquitectura. Barcelona: Blume.

    Palasmaa, J. (2011). The Embodied Image. Imag-ination and imagery in Architecture. Italia:Wiley.

    Rorty, R. (2008). Filosofa y futuro. Barcelona:Gedisa.

    Rudofsky, B. (2007). Constructores prodigiosos.Apuntes sobre una Historia Natural de laArquitectura. Mxico: Editorial Pax.

    Ruiz Olabunaga, J. (2003). Metodologa de lainvestigacin cualitativa. Bilbao: Universidadde Deusto.

    Rykwert, J. (1999). La casa de Adn en el paraso.Barcelona: Gustavo Gili.

    Searle, J. (2009). La conciencia. En J. Gonzlez.Filosofa y ciencias de la vida (pp. 60-93).Mxico: Fondo de Cultura Econmica-UNAM.

    Smith, B. (2007). Ontologa. En G. Hurtado y O.Nudler (Comps.), El mobiliario del mundo.Ensayos de ontologa y metafsica (pp. 47-71).Mxico: UNAM.

    Smith, B. (2006). Tallando la realidad. En J. Gon-zlez (Ed.), Perspectivas contemporneassobre la cognicin. Percepcin, categoriza-

    cin y conceptualizacin (pp. 53-68). Mxi-co: Siglo xxiEditores-Universidad Autnomadel Estado de Morelos.

    A

    An approac to te arcitectural space

    Proyectoarquitectnico y urbano