Un inimaginable sueño prehistórico

Hace mucho tiempo, en lo más lejano que te puedas imaginar, en

todas las regiones que recuerdes, Vivian pequeñas y grandes

comunidades indígenas, con un potencial creativo inmenso.

Estamos hablando del aquel tiempo prehistórico en el que el

hombre se desarrollo como artista dejándonos legados

importantes con respecto al arte. La vida en el planeta era

increíblemente satisfactoria, siempre había algo que hacer pero

Gambo un indígena que habitaba en un cierto lugar y un cierto

momento estaba cansado de solo depender del medio que lo

rodeaba, quería experimentar otras cosas, quería crear. Y partió

de aquel lugar.

Ya esblecido quien sabe donde Gambo comenzó a cultivar sus

propios alimentos, ya tenía una familia por quien velar, una bella

esposa que amaba y se sentía pleno, fabrico lanzas para poder

pescar y un bote para andar por los ríos y proveer el alimento que

no podía cosechar, así comenzó su vida de sedentarismo. Al

transcurrir el tiempo se dio cuenta que su mente imaginaba

cosas, podía crear mucho mas…

Comenzó a intervenir el hueso, la piedra y el marfil, creaba

estatuillas figurando animales de su época. Inició con las pinturas

en las paredes de sus cuevas, su significado era mas de carácter

mágico- religioso y poseían una manera peculiar de hacer

estatuillas de mujeres representando su fertilidad lo cual era muy

importante. Y allí en ese momento, comprendió que la humanidad

había sido creada por un artista y que ese artista había creado la

herramienta fundamental, los humanos. Es por ello que desde los

principios de los tiempos la chispa de creatividad ha estado

presente en cada cabeza y que las manifestaciones artísticas son

un legado de estas mentes brillantes.

Fin