Esperanza de Amor

Un mueble importante en el santuario era el Altar del Incienso. Se lo llamaba así porque el Sacerdote quemaba incienso en ese altar diariamente.

El incienso llenaba el Santuario con un suave aroma y difundía

su fragancia por los alrededores del Tabernáculo.

En ese altar, el Sacerdote también ofrecía la sangre sacrificada a favor

de los pecadores. Profundas lecciones eran enseñadas al pueblo de Dios mediante los ritos del Altar

del Incienso.

La aplicación de la sangre en el altar del incienso significaba el registro del pecado en el santuario hasta el Día de la Expiación…

…Cuando, mediante ritos especiales, el santuario era purificado y el pecado era lanzado definitivamente sobre la cabeza del originador del pecado.

La obra de los Sacerdotes en el Altar de Incienso era una anticipación profética de la obra de Cristo a favor de los pecadores en el Santuario Celestial.

Cristo murió por nuestros pecados y subió al cielo para

ofrecer al Padre los méritos de su sangre derramada en la

cruz del Calvario.

Hoy, Cristo está en el Santuario Celestial

intercediendo por toda la humanidad.

El amor infinito de Jesús hizo que él sufriese la muerte de la Cruz para librarnos del pecado y de la culpa, y es por ese amor que un día este

planeta será purificado del pecado y de sus consecuencias.

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”

Juan 15:13.

La Biblia dice que:

“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino tenga vida

eterna”.

Juan 3:16.

El Amor de Dios es

Incondicional

No importa en que circunstancia estemos viviendo o que situación estemos pasando, Dios nos ama porque su amor es incondicional.

“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se

quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”.

Isaías 54:10 - Isaías 43:1-2

EL AMOR DE Dios ES TRANSFORMADOR

Nicolás Cruz y David Wilkirson

La más elevada demostración de amor que haya sido realizada en la tierra fue en el Calvario.

Cristo demostró, el amor más profundo jamás vivido por alguien al morir por sus amigos.

Pero Cristo fue todavía más allá, Jesús murió también por sus enemigos.Romanos 5:6.

Fue el Hijo de Dios, el Dios de gloria, el Príncipe de la vida que fue crucificado y muerto en nuestro lugar.

Nosotros merecíamos morir aquella muerte para pagar por nuestros pecados.

Pero el Hijo de Dios tomó nuestro lugar, para que pudiésemos recibir la liberación de nuestra culpa y poder para vencer el pecado en nuestra vida.

El amor de Dios revelado en el Santuario y demostrado en la cruz del Calvario, está disponible hoy para usted.

Cristo está en el Santuario Celestial en este momento intercediendo por los seres humanos.

Él asumió nuestro lugar.

Él sufrió el castigo que nosotros merecíamos para que pudiésemos recibir la vida que sólo a Él le pertenecía.

Nosotros vivimos porque Cristo murió por nosotros en la cruz del Calvario.

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”.

Juan 15:13.

¿Quisiera usted, vivir en la esperanza de días mejores y en la certeza de un futuro en el hogar que Dios está preparando para cada uno de nosotros?