Un regalo especial

download Un regalo especial

of 8

Transcript of Un regalo especial

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    1/8

    Jerome y su madre Marine pasaban la tarde al calor del fuego. Afuera llova. Elviento mova las ramas de un roble desnudo que creca junto a su huerto.Mientras su madre se dedicaba a coser, Jerome jugaba sobre la mesa con unsoldadito tallado en un trozo de madera. Hoy era su noveno cumpleaos y sumadre le haba permitido jugar toda la tarde. Tambin se las haba arreglado para encontrar cacao y prepararle una rica tetera con leche.

    Vivian en una granja a pocos kilmetros de Reims. Siempre haban vivido all.Solo se ausentaron unos meses cuando la Guerra (en el frente de Verdun)estuvo demasiado cerca. Viajaron al sur, cerca de Paris, donde su madre tenafamilia. Para entonces, su padre ya haba sido enviado a luchar a las barricadas.Y nunca regres.

    Ahora Jerome jugaba con su soldadito y se imaginaba que ste era su padre.Que en realidad no estaba muerto. Que fue malherido y tomado preso,trasladado a Blgica, donde por alguna razn perdi la memoria, y aunquesaba que tena mujer e hijo, ahora era incapaz de saber dnde. Pero algn dale vendra todo a la cabeza, de repente, y volvera corriendo a su granja aabrazar a su familia. Y tambin, de paso, a quitar de en medio al bruto dePascale.

    Pascale no haba ido a la guerra. Era cojo y manco. No apto para disparar.Aunque era fuerte y bruto como una mula, Jerome lo saba muy bien. Cuando laguerra termin faltaban hombres por todas partes. Las granjas necesitan brazos

    y un nio y su madre no eran suficientes. Pascale pudo elegir entre muchasviudas, pero eligi a la madre de Jerome. Era bonita - rubia y de ojos verdes - yla ms joven de los alrededores (solo 26 aos, y Pascale deba rondar ..los50?) Adems solo haba tenido un hijo. Aun era como un fruto sin madurar.

    A cierta hora de la tarde, oyeron el carro acercarse por el camino de la colina.Pascale arreaba fuertes latigazos a los caballos, les insultaba y maldeca bajo lalluvia.

    Jerome y su madre se miraron en silencio. Se imaginaron que Pascale no habra

    vendido demasiado en el mercado. Y saban que ocurra cuando se enfadaba; sevolva como una bestia. Tenan suerte si solo rompa una silla o una jarra. Unavez cogi a Jerome de las orejas y lo levant del suelo. Y como su madre seentrometiera, de seguro que reciba una paliza. Pascale tena una vara de cerezoque dola como un ltigo.

    Marine se imagin que Pascale preguntara por Jerome. Dnde demonios se

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    2/8

    haba metido? Por qu no estaba labrando la huerta? De nada valdra decirleque era su cumpleaos. Pascale era un hombre rudo, primitivo. La violencia yel trabajo era todo su lenguaje. Adems, odiaba a Jerome. Deca que le mirabacon malos ojos y que tena el espritu cobarde y traidor de su padre.

    La vieja valla cruji al abrirse. Marine mir por la ventana, despus se girhacia Jerome.

    - Vete. No vuelvas hasta la noche. Le dir que te mand a por un recado.

    - Pero y t?

    - Vete! Ya se calmar. Es mejor que no ests aqu.

    Jerome sali por la puerta mientras Pascale entraba el carro en la cuadra. Oycomo gritaba llamando a Marine.

    Sali corriendo de all y meti en el bosque.

    Camin bajo la lluvia, entre los rboles. Se senta triste y le entraron ganas dellorar. Rezaba para que su padre volviera algn da y le diera una gran patadaen el gordo culo a Pascale.. y lo echara de su casa para siempre, y volvieran aser la familia que eran antes de esa maldita guerra. Hemos ganado, decan los peridicos. Y Jerome se preguntaba qu era lo que haban ganado. Para l

    se haba perdido todo.La lluvia dio una tregua. Las nubes se apartaron y dejaron al sol asomarse un poco. Gigantes rayos de luz, como espadas, surgieron del cielo e iluminaron latierra.

    Jerome con lgrimas resecas en su rostro, volvi a centrarse en su soldadito. Nuevas aventuras le ocurran en aquel bosque. Saltaba de tronco a tronco, seesconda bajo las piedras. Era listo, hbil, valiente.

    En una de esas - mientras su soldadito viajaba por los aires - escuch un sonido procedente del bosque. Era como el lamento de un nio pequeo y provena deuna zona de arbustos muy densos. Jerome se acerc hasta all y apart lasramas.

    Al principio no vio nada entre la maleza, estaba oscuro, pero entonces seiluminaron dos pequeos ojos en la negrura. Dos ojos amarillos y brillantes

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    3/8

    como dos monedas de oro.

    Era un gato negro. Jerome se pregunt por qu estaba all. Apart ms ramas yentonces el misterio se aclar. El gato haba ido a caer en una jaula trampa, deesas que los buhoneros preparaban para las liebres. Aunque los gatos tambineran buena caza en aquellos tiempos de posguerra (Jerome haba comidoalbndigas de gato una vez, pese a que su madre le insisti en que era conejo)

    Apart los arbustos del todo y mir la jaula, donde el gatito iba y vena. Era un precioso animal, de piel negra y brillante. Jerome distingui un precioso lazorojo anudado en su cuello. Todo l brillaba como algo caro, una joya; sera lamascota extraviada de alguna rica seora? Se le cruz por la mente la idea dellevarse la jaula, buscar al dueo del animal y ganarse una recompensa, peroentonces le vino a la mente la imagen de Pascale. Aquel bruto no queraimaginarse lo que hara si apareca con aquel gato en la granja. Una vez lehaba visto romper el cuello de una camada entera. No de ninguna manera, sedijo.

    La jaula tena un sencillo mecanismo para abrir la puerta. Jerome tir de ella ydej libre al animal. El gato sali despacio, con precaucin, y en cuanto se viofuera, dio un largo salto hasta el tocn de un rbol muerto que haba all cerca.

    - Vulvete con tu amo, anda - le dijo Jerome, mientras que el gatito le mirabainerte, con esa mirada de los gatos que parece no significar nada.

    El gato salt otra vez y el bosque se trag su negra silueta. Jerome volvientonces al claro del bosque y tom a su soldaditoDnde estbamos? AHs deba entregar una carta urgente a la Zarina. Vuela soldado! Date prisa!

    Estuvo jugando un buen rato hasta que se cans. Se sent en las races de unroble y mir al cielo. Las nubes se haban cerrado otra vez y el da comenzabaa morir lentamente. Se haca tarde y era hora de volver a casa, pero Jerome seresista a tal idea. Pens en quedase a vivir en el bosque. Era cuestin deorganizarse. Hacer un fuego, cazar, buscar un arroyo donde beber pareca

    simple. Por qu tenan que vivir con Pascale? Por qu no podan escapar? Ael no le importaba la granja, pero su madre deca que era lo nico que tenan.

    Comenzaba a hacer fro. Un aullido de lobo reson desde las montaas.

    De acuerdo, volver a casa, pero juro que algn da.

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    4/8

    En el mismo instante que se levantaba del suelo vio a una persona quieta enmedio del claro. Se sorprendi y se asust al mismo tiempo. Era posible queno la hubiese visto llegar? Estaba solo a unos metros de l, envuelta en unalarga capa negra.

    - Hola chico - le salud. Tena voz de mujer.

    - Hola - respondi Jerome

    Se puso en pie y camin tmidamente, rodendola.

    Por debajo de la capucha, Jerome distingui el mentn de una mujer joven.Deba ser bonita. De labios carnosos y una nariz recta, triangular. Largosmechones de pelo rojizo caan a uno y otro lado. Y rodeando su delgado y largocuello, Jerome vio un brillante lazo de color rojo.

    - Cmo te llamas? - le pregunt la mujer

    - Jerome - dijo l.

    - No es un poco tarde para que andes solo por el bosque?

    - Ya me iba a casa - respondi el muchacho.

    Jerome no se dio cuenta de que se haba quedado parado, mirando a aquellamujer con fascinacin. Nunca haba visto una capa tan negra y tan bonita, comola piel de un animal, y ese rostro, del que solo poda ver una parte se tratarade alguna reina que se ocultaba en el bosque, como la mujer de Carlomagno?O una de esas brujas - las doce hijas de Glenda - de las que su madre lehablaba en sus cuentos?

    Una de sus manos apareci por entre los pliegos de la capa. Era una mano blanca, de largos dedos coronados por uas de color prpura. Jerome jamshaba visto una mujer con las uas pintadas as. Ella le tom suavemente por la

    barbilla y le alz el rostro. - Cuntos aos tienes?

    - Nueve - dijo -: - Hoy es mi cumpleaos - aadi.

    - Ah s? Y qu te han regalado?

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    5/8

    - Nada mi madre me hizo chocolate. Nada ms.

    - Vaya pero yo te har un regalo. Un regalo especial.

    La mujer hablaba de una forma extraa, pero Jerome no senta ningn temor.De alguna manera, saba que ella no le hara dao.

    - Cierra los ojos - le dijo ella ponindole una mano en la frente, como cuandosu madre le tomaba la fiebre.

    - Y pide un deseo. Uno slo. Pide lo que ms desees del mundo.

    Jerome cerr los ojos. Senta el calor de esa mano sobre su frente. Unagradable calor. A travs de sus ojos cerrados comenz a percibir una claridad.Por su nariz entraron miles de lo olores al mismo tiempo, y todo su cuerpo serevolvi en un alegre cosquilleo.

    Sinti que volaba por las nubes. A travs de sus prpados contempl un cieloanaranjado de atardecer. Baj sus pies pudo ver grandes ciudades que nuncaantes haba visto. Ciudades de grandes torres, rodeadas por desiertos, bosquesy ocanos de colores increbles.

    - Tu deseo Jerome - oy decir a esa mujer. Su voz proceda de algn lugar entre

    las nubes - Pide lo que mas quieras.Jerome apret el pequeo soldadito que llevaba en la mano y formul su deseo.Despus regres a ese vuelo agradable, infinito...

    No podra decir cuanto tiempo estuvo as. Lentamente, las sensaciones sefueron desvaneciendo. El calor dej paso al fro. Aquellos aromasinimaginables se disolvieron. y el olor del bosque, del musgo y de los rbolesvolvi a ocupar su nariz.

    Cuando volvi a abrir los ojos estaba solo, de pie sobre la hierba. La mujer sehaba ido. A dnde? No poda saberse.

    Oscureca. Otro aullido reson a lo lejos.

    Sali corriendo de all.

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    6/8

    *

    Llego la noche. En la granja cenaban a la luz de una lmpara.

    Marine iba y vena, llevando y trayendo platos, sirviendo el vino, cortando el pan. Coma de poco en poco, como un pjarito.

    Sentado en la cabecera, Pascale, con sus grandes dedos sucios de grasa,masticaba un trozo de pollo. Nunca hablaba en la mesa, ni permita hablar. Loque no fuera comer le molestaba y era sancionable con un plato en la cara, oun vaso de vino derramado sobre la cabeza. Alejado de l, en la esquina de la mesa, Jerome coma en silencio, con la vistafija en su plato de coles y judas. Luca un moratn en su mejilla izquierda. APascale no le haba hecho ninguna gracia verle llegar tan tarde. Le habasoltado un tortazo a traicin, justo al cruzar la puerta, y Jerome se haba cadoal suelo. Una vez all Pascale le pis la cabeza un poco y despus le dej en paz. Por hoy - rezaban Marine y el pequeo - todo haba terminado. El catre yel sonido del viento era todo cuanto ansiaban.

    Acababan de terminar la cena y Marine calentaba un poco de leche. Pascale sehurgaba entre las muelas con un palillo. Jerome estaba sentado junto a lachimenea, hablando con su soldadito en sueos.

    Entonces sonaron unos golpes en la puerta. Tres secos y contundentes golpes.- Qu demonios! - rugi Pascale saltando de su silla.

    Jerome y Marine se miraron entre s. Nadie llamaba nunca a su granja, y menosa esas horas. Habra un fuego en alguna parte?

    Volvieron a sonar tres golpes.

    - Abre la maldita puerta! - grit Pascale a Marine.

    Marine se sec las manos en el delantal y fue corriendo hasta la puerta. Antesde abrirla se qued parada ante ella, en silencio. Haba sentido algo extrao,familiar, antiguo. Como si notara la presencia de

    - brela! - volvi a gritar Pascale - Quiero ver quin es el imbecil que llamaas a estas horas.

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    7/8

    Marine obedeci. Abri la puerta de par en par

    All, plantado en el umbral, apareci un espectro. Un hombre sin ojos, sin piel,con una larga y ttrica sonrisa. Un esqueleto.

    Permaneca en pie, vestido con uniforme de soldado, con el casco de la armadanacional posado sobre su calvo crneo, cubierto de barro, hojarasca y gusanos.

    Una larga y oxidada bayoneta le atravesaba el pecho.

    Marine profiri un grito de espanto y se desmayo agarrndose del pomo de la puerta.

    El esqueleto dio un paso adelante y entro en la casa. Tena una bota puesta, pero le faltaba la otra. Por all se vea asomar un pie esqueltico, con cinco pequeos huesecillos que tamborileaban en el suelo a cada paso del espectro.Cada vez que se mova, todos sus huesos crujan a la vez.

    Jerome, que estaba sentado junto a la chimenea, vio a Pascale echarse atrs ensu silla. Por la manga de su pantaln chorreaba orina. Jerome tom susoldadito y lo apret contra su pecho.

    El esqueleto cruz la cocina y llego frente a la mesa. Pascale se haba echado

    tan atrs en la silla que esta se volc hacindole caer en el suelo, yendo asentarse sobre su propia meada.

    - No me mates! - exclamo aterrado -Llvate al nio, a la mujer, pero no memates por favor!

    En la expresin muerta en inanimada de la calavera se atisb un destello de ira.Sus ojos sin fondo parecieron entrecerrarse y su larga dentadura se apretcastaeando.

    Se llev la mano al pecho y arranc la bayoneta que le atravesaba el corazn.- A mi no! - grito Pascale - A mi no! Hablemos, por favor, hablemos.

    El soldado le agarr por la camisa y lo arrastr por el suelo, hasta sacarlo por la puerta. La cerr tras de s, y entonces Jerome pudo or a Pascale aullando comoun cerdo el da de la matanza.

  • 8/14/2019 Un regalo especial

    8/8