Un sueldo digno para los agricultores

4
1 Para los productos de comercio justo más importantes – el café, el cacao y el azúcar – los criterios de comercio justo de Fairtrade International (FI, representado aquí por Fairtrade Belgium, antes Max Havelaar Bélgica) plantean que sólo se puede certificar a las Organizaciones de Pequeños Producto- res (SPO por sus siglas en inglés). Los miembros de este tipo de organización son sobre todo agricultores que cultivan su parcela de tierra por su cuenta, muchas veces con la ayuda de toda la familia. Para algunos cultivos más intensivos pue- den sumarse trabajadores de temporada. Muy pronto las organizaciones de certificación se toparon con los límites de este concepto. Por ejemplo, los cultivos de plá- tano y té son de alto coeficiente laboral y la mayor parte de la producción mundial se sitúa en plantaciones de una superficie mayor a 10 hectáreas . El trabajo es realizado por campesi- nos permanentes y se complementa con trabajadores de tem- porada. Sueldos bajos y condiciones de trabajo inseguras constituyen la regla más que la excepción. Es por eso que FI decidió incluir también a estos trabajadores para formar parte del modelo de comercio justo. De esto resultó el Estándar para situaciones de trabajo contra- tado (Hired Labour en inglés), que se puede aplicar entre otras cosas a los productores de té, plátanos, flores y vino. Puede tratarse de multiplantaciones con varios sitios de pro- ducción o empresas que transforman una materia prima cruda en un producto de valor agregado. En 2012 el Center for Evaluation (CEval) publicó por solicitud de miembros de FI suizos y alemanes un estudio de impacto sobre el comercio justo. Ahí fueron incluidas también las plan- taciones de flores en Kenia y las plantaciones de té de la In- dia. Para el caso de las plantaciones pertenecientes al sector de las flores en Kenia, el informe es positivo: las condiciones de trabajo en las plantaciones de comercio justo son significa- tivamente mejores que en las empresas circundantes, sobre todo con respecto a la salud y la seguridad, la capacitación y el género. Mientras que en ese sector menos del 20% tiene un contrato fijo, en las plantaciones certificadas esto se eleva al 85%. La prima de comercio justo se concede a los proyectos que benefician tanto a los trabajadores como a la comunidad. Con respecto al salario sin embargo, la diferencia con las em- presas no certificadas es mínima. Es difícil alentar a la direc- ción de las plantaciones para que aumenten los sueldos, por Plantación de té justo © Fairtrade Belgium Photo Didier Gentilhomme

Transcript of Un sueldo digno para los agricultores

Page 1: Un sueldo digno para los agricultores

1

Para los productos de comercio justo más importantes – el

café, el cacao y el azúcar – los criterios de comercio justo de

Fairtrade International (FI, representado aquí por Fairtrade

Belgium, antes Max Havelaar Bélgica) plantean que sólo se

puede certificar a las Organizaciones de Pequeños Producto-

res (SPO por sus siglas en inglés). Los miembros de este tipo

de organización son sobre todo agricultores que cultivan su

parcela de tierra por su cuenta, muchas veces con la ayuda

de toda la familia. Para algunos cultivos más intensivos pue-

den sumarse trabajadores de temporada.

Muy pronto las organizaciones de certificación se toparon con

los límites de este concepto. Por ejemplo, los cultivos de plá-

tano y té son de alto coeficiente laboral y la mayor parte de la

producción mundial se sitúa en plantaciones de una superficie

mayor a 10 hectáreas . El trabajo es realizado por campesi-

nos permanentes y se complementa con trabajadores de tem-

porada. Sueldos bajos y condiciones de trabajo inseguras

constituyen la regla más que la excepción.

Es por eso que FI decidió incluir también a estos trabajadores

para formar parte del modelo de comercio justo.

De esto resultó el Estándar para situaciones de trabajo contra-

tado (Hired Labour en inglés), que se puede aplicar entre

otras cosas a los productores de té, plátanos, flores y vino.

Puede tratarse de multiplantaciones con varios sitios de pro-

ducción o empresas que transforman una materia prima cruda

en un producto de valor agregado.

En 2012 el Center for Evaluation (CEval) publicó por solicitud

de miembros de FI suizos y alemanes un estudio de impacto

sobre el comercio justo. Ahí fueron incluidas también las plan-

taciones de flores en Kenia y las plantaciones de té de la In-

dia. Para el caso de las plantaciones pertenecientes al sector

de las flores en Kenia, el informe es positivo: las condiciones

de trabajo en las plantaciones de comercio justo son significa-

tivamente mejores que en las empresas circundantes, sobre

todo con respecto a la salud y la seguridad, la capacitación y

el género. Mientras que en ese sector menos del 20% tiene un

contrato fijo, en las plantaciones certificadas esto se eleva al

85%. La prima de comercio justo se concede a los proyectos

que benefician tanto a los trabajadores como a la comunidad.

Con respecto al salario sin embargo, la diferencia con las em-

presas no certificadas es mínima. Es difícil alentar a la direc-

ción de las plantaciones para que aumenten los sueldos, por

Plantación de té justo © Fairtrade Belgium Photo Didier Gentilhomme

Page 2: Un sueldo digno para los agricultores

2

lo que el nivel de vida sigue siendo extremadamente bajo. En

el caso de las plantaciones de té por otro lado, no se encon-

traron mejoras significativas, principalmente porque solo el

2% de la producción se vende bajo condiciones de comercio

justo.

Este paso de FI siempre ha tenido críticas dentro del sistema

de comercio justo. Resumiendo podemos decir que la certifi-

cación de las plantaciones no lleva a cambios económicos y

sociales porque no ha habido un cambio en los dueños de

tierras ni en los que llevan las riendas. Contrario a las coope-

rativas agrícolas – o al menos las de más éxito – las posibles

mejoras para los agricultores no cambian en nada las estruc-

turas de poder tradicionales en el campo. O como se dice en

el documental del canal ARTE Le business du Commerce

Equitable de Donatien Lemaire sobre las plantaciones de plá-

tanos en la República Dominicana: este tipo de comercio justo

ya no es un proyecto político, sino un negocio.

Para Rodney North de la organización de comercio justo ame-

ricana Equal Exchange la certificación de plantaciones de té y

plátanos constituye una salida fácil para los importadores. Ya

no se les obliga a montar cadenas con organizaciones agríco-

las y cooperativas, como bien se hacía en los años 80 y 90 en

el sector del café y del cacao. La consecuencia es una com-

petencia recíproca para obtener la parte comercio justo , una

competencia que las cooperativas pueden ganar difícilmente

a las plantaciones. Para Rodney North el comercio justo

abandona de esta forma su tarea original: hacer que los pe-

queños productores tengan acceso al mercado. “El comercio

justo es un concepto que fue concebido para cambiar el co-

mercio global. No podemos cambiar el concepto para satisfa-

cer los deseos del comercio global.”

FI regularmente se defiende de esta crítica exponiendo que

12 años después de la certificación de la primera plantación

de plátanos, 2/3 de todos los plátanos comercializados con

esa certificación siguen proviniendo de pequeñas organizacio-

nes agrícolas.

Hace poco una investigación, que abarca cuatro años, por

parte de SOAS, un departamento prestigioso de la Universi-

dad de Londres, cuestionó aún más el impacto positivo sobre

el trabajo asalariado. Ellos investigaron el mercado laboral en

Una nueva versión de estos criterios entró en vigor

desde julio de 2014. Estos son algunos principios básicos:

Todos los convenios de la Organización Internacio-

nal de Trabajo (OIT) son aplicables. FI exige que las empresas cumplan con la legislación nacional. Si los dos difieren, prevalecerá la norma con crite-rios más elevados.

Para cada criterio hay ‘requisitos básicos’ y

‘requisitos de desarrollo’. Para este último se tiene que obtener un resultado mínimo debiéndose hacer progresos en los siguientes años.

Estos mismos criterios se dividen en cinco capítulos:

Requisitos generales: la empresa acepta el procedi-

miento de auditoría, autoriza controles no anuncia-dos, permite que los auditores hablen con los traba-jadores, etc.

Requisitos de desarrollo social: la empresa instala

un Comité de Prima Fairtrade (FPC por sus siglas en inglés) constituido por trabajadores elegidos. Ellos determinan y gestionan los proyectos sociales que se pagan con la prima de comercio justo. La dirección de la plantación tiene derecho de asesora-miento pero no derecho de voto. La novedad es que un máximo del 20% de la prima de comercio justo se puede repartir en efectivo entre todos los trabaja-dores, como un tipo de bonificación adicional al sueldo.

Condiciones laborales: conforme los convenios de la

OIT se prohíbe la discriminación en el trabajo, el trabajo forzado, las horas extras obligatorias y el trabajo infantil. Los trabajadores deben tener la li-bertad de formar parte de sindicatos y negociar co-lectivamente sobre sus derechos. Se respetan las exigencias legales mínimas acerca del salario y la seguridad social y se evoluciona hacia un living wa-ge, un sueldo digno.

Criterios de desarrollo ambiental: la empresa se

compromete a ser lo más sostenible posible con respecto al uso de pesticidas, el uso del agua, el consumo de energía y los desechos.

Criterios comerciales: la empresa maneja reglas

estrictas en cuanto a la trazabilidad, vende sus pro-ductos al precio mínimo de comercio justo y usa la marca correctamente.

Trabajadores en una plantación de plátanos en Ghana © FI Photo Nathalie Bertrams

500.000 personas trabajan en la producción de té en Assam © Roger Burks

Page 3: Un sueldo digno para los agricultores

3

doce regiones rurales en Etiopía y Uganda, repartido en tres

sectores: café, té y flores. Lo hicieron, entre otras cosas, me-

diante 1700 entrevistas en profundidad con trabajadores. En

algunas regiones había productores con certificación de co-

mercio justo, en otros no. A veces se trataba de Organizacio-

nes de pequeños productores y en un solo caso de una plan-

tación grande.

La conclusión más importante del informe fue la siguiente: hay

mucho más trabajo asalariado, muy a menudo trabajo de tem-

porada , de lo que se pensaba. Segunda constatación: las

personas que dependen del trabajo asalariado son extrema-

damente pobres, sobre todo las mujeres. Tercer punto: casi

no hay diferencias entre sitios de producción con certificación

de comercio justo y otros. Es más, en algunos casos el comer-

cio justo se calificó por debajo, sobre todo en regiones con

Organizaciones de Pequeños Productores. De ahí la conclu-

sión general que las empresas más grandes muchas veces

pagan mejor y pueden ofrecer más días de trabajo a los traba-

jadores de temporada. Los proyectos comunitarios pagados

con la prima de comercio justo no siempre resultaron accesi-

bles a los trabajadores asalariados más pobres.

La conclusión del investigador principal, el profesor Cramer,

es que a pesar de que al consumidor siempre se le haya dicho

que al comprar café, té o flores del comercio justo hace una

diferencia, se constató que el comercio justo no es un meca-

nismo eficaz para mejorar la vida de los trabajadores asalaria-

dos.

Según los investigadores, esto se debe al enfoque que ellos

mismos eligieron – tanto en los estándares de las Organiza-

ciones de pequeños productores como del trabajo contratado

– con respecto a los productores y las formas organizaciona-

les. No se habló lo suficiente del trabajo asalariado o del tra-

bajo de temporada. La imagen que se tiene dentro del comer-

cio justo sobre las cooperativas es demasiado romántica. Lo

que se cuestiona es la diferencia entre las Organizaciones de

pequeños productores y el trabajo contratado, ya que ambos

trabajan con trabajadores asalariados. En general, las marcas

tendrían que comunicar de manera más mesurada. Los inves-

tigadores abogan por adaptar los estándares, realizar más

controles e investigar más en métodos para comparar suel-

dos.

FI reaccionó inmediatamente al estudio: los investigadores

sacan conclusiones a la ligera que además son demasiado

generales, y lo hacen en base a comparaciones imposibles

entre haciendas y plantaciones de muy diferente tamaño.

“Una certificación de comercio justo no significa que el produc-

to venga de un puñado de lugares seleccionados con las con-

diciones perfectas”, escribió Harriet Lamb, CEO de FI, en The

Huffington Post. "El comercio justo es un trabajo complejo.

Capa por capa, como una cebolla, intentamos atacar el impac-

to de la pobreza en el comercio global.

Pero cada vez que progresamos, nos topamos con un nuevo

problema. Primero nos enfocábamos en los agricultores, luego

también en los trabajadores. Muchos estudios comprueban el

impacto positivo de nuestro trabajo. El cambio climático es un

ejemplo de un tal nuevo desafío. También lo es la inclusión de

los trabajadores de temporada o de los trabajadores inmigran-

tes. Apreciamos las opiniones pero lamentamos que las con-

clusiones del estudio SOAS sobre el comercio justo sean tan

sensacionalistas y generalizadoras. Ni sindicatos, ni empre-

sas, ni gobiernos, ni ONGs... nadie tiene acceso a esas perso-

nas. ¿Entonces qué puede hacer el comercio justo? Si un

pequeño agricultor casi no gana lo suficiente para alimentar a

su familia, ¿cómo puede aumentar el sueldo de sus trabajado-

res temporales? Si una plantación solo vende el 1% de su té a

condiciones de comercio justo, ¿en qué puede hacer la dife-

rencia?

Ya en 2010, o sea, mucho antes del estudio de SOAS, FI de-

cidió examinar de cerca su estrategia sobre la posición de los,

según las estimaciones, 170 000 trabajadores en las empre-

sas agrícolas certificadas de comercio justo. Esto resultó en

tres puntos de acción, que ya se han incluido en el nuevo Es-

tándar para trabajo contratado de 2014.

Primero se puntualizó la ‘libertad de unión’ y el derecho de

los trabajadores a negociar colectivamente sobre sus dere-

chos. Para eso FI quiere colaborar más estrechamente con

los sindicatos en algunas regiones. Así se contraataca la críti-

ca de que la certificación es una salida fácil para los dueños

de plantaciones para mejorar su imagen sin otorgar ningún rol

a los sindicatos.

Segundo, los criterios acerca del uso de la prima de comer-

cio justo se adaptaron. Actualmente se puede repartir un

máximo del 20% al 50% – si la mayoría son trabajadores mi-

grantes – entre todos los trabajadores como una bonificación

adicional al sueldo.

Otras voces por otro lado opinan que FI no va l suficientemente lejos. Hace algunos años estalló un debate muy intenso dentro del movimiento de comercio justo americano. Transfair USA, el representante americano de FI, quería – proba-blemente bajo la presión de sellos competitivos como Rainforest Alliance y Utz – abrir las puertas también a las plantaci-ones de café, para así poder atraer para su causa a mega-empresas como Wal-Mart y Starbucks. Los colegas europeos no estuvieron de acuerdo y las cooperativas latinoamericanas reaccionaron furiosas, lo que llevó a la salida de los ameri-canos. Entretanto, el Fair Trade USA recién creado – con su línea de base apropiada 'cada compra importa' (‘every purchase matters’) – tiene 12 proyectos pioneros en las plantaciones de café alrededor del mundo.

Proyecto de agua a través de la prima Fairtrade © Candico

Page 4: Un sueldo digno para los agricultores

4

Pero el punto clave es la elaboración del concepto de 'living

wage'. Un salario digno es lo que necesita un trabajador para

mantener a su familia en cuanto a agua, comida, ropa, vivien-

da, escuela y salud, incluyendo un monto extra para hacer

frente a cualquier contratiempo. “Con la certificación se aprue-

ba al mínimo el sueldo mínimo legal, a condición de una evo-

lución hacia un sueldo digno en los siguientes años ", se dice

en el nuevo estándar.

¿Pero cómo determinar a cuánto equivale un sueldo digno?

Para contestar esta pregunta FI les encargó a Richard y Mart-

ha Anker, antiguos expertos de la Organización Internacional

del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud, aplicar su

metodología de living wage a la situación de los trabajadores

del agro. Los equipos de investigadores fueron a los viñedos

sudafricanos, a las plantaciones de plátano dominicanas, a

las empresas de té malauianas y a las plantaciones de flores

kenianas, visitaron los mercados donde los trabajadores com-

pran su comida y entrevistaron a todos los implicados. Los

primeros informes con cifras concretas fueron publicados en

junio. En Sudáfrica el abismo entre el salario mínimo legal y el

sueldo digno resultó menor para los trabajadores permanen-

tes, pero grande para los trabajadores de temporada. En otros

lados la diferencia es grande para todos.

“Por fin tenemos vistas a la realidad y al desafío que enfrenta-

mos”, según Wilbert Flinterman, Asesor Senior en Derechos

de los Trabajadores y Relaciones Sindicales de FI. “Será un

trabajo enorme realizar esta misma tarea para todas las regio-

nes en las que trabajamos. Y será un trabajo aún más grande

dirigir las empresas y plantaciones hacia esos sueldos dignos.

En eso deben jugar un papel clave los empleadores y los sin-

dicatos.” Dato importante: entretanto se unieron a este propó-

sito también otros sellos como Rainforest Alliance y Utz y tam-

bién están en la misma vía plataformas sectoriales multilatera-

les como el World Banana Forum y el Ethical Tea Partnership.

“Un sueldo digno es un desafío para todos”, concluye Wilbert

Flinterman. “Desde empleadores locales, exportadores e im-

portadores hasta marcas y consumidores. Si todo el mundo

paga un poquito más, el trabajador de temporada al principio

de la cadena podrá por fin recibir un sueldo justo.”

Trade for Development Centre, Septiembre 2014

Fuentes:

Fairtrade International: www.fairtrade.net. Fairtrade Standard for Hired Labour, versión de 2014. Center for Evaluation, Fairtrade Impact Study, Commissioned by Trans-Fair Germany and Max Havelaar Foundation Switzerland, 2012. Le Business du Commerce Equitable, documental de Donatien Lemai-re, ARTE, 2012. http://www.arte.tv/guide/fr/047127-000/le-business-du-commerce-equitable Fair Trade Certification doesn’t do for Plantations what it does for Co-ops, Rodney North (Equal Exchange), 2012. http://magazine.good.is/articles/fair-trade-certification-doesn-t-do-for-plantations-what-it-does-for-co-ops Fair Trade USA: www.fairtradeusa.org/products-partners/coffee-pilots Fairtrade, Employment and Poverty Reduction in Ethiopia and Uganda,

SOAS, 2014, www.ftepr.org Reacción de Fairtrade International: http://www.fairtrade.net/single-view+M5a2383b864f.html Harriet Lamb, Unpeeling the Impacts of Poverty, 28/5/2014, http://www.huffingtonpost.co.uk/harriet-lamb/fairtrade_b_5402176.html Wilbert Flinterman, Journey towards a Living Wage, abril de 2014, http://www.fairtrade.net/single-view+M5e839c395a1.html New Living Wage Benchmarks Point the Way Forward, junio de 2014, http://www.fairtrade.net/single-view+M5fc5b408f70.html Allistair Smith, Banana industry's progress on living wages, 2013, http://www.ethicaltrade.org/news-and-events/blog/alistair-smith/banana-industry%27s-progress-living-wages

Granja sudafricana certificada por sus limones et naranjas © Fair Trade Label South Africa

Les opinions exposées dans cet article ne représentent pas forcément celles de la CTB ou de laCoopération belge au Développement.

E.R

.: C

arl M

ichie

ls, C

TB

, R

ue H

aute

14

7, 1

00

0 B

ruxelle

s