Una Clase Introductoria sobre Cómo Estudiar la Confesión ...
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Una Clase Introductoria sobre
Cómo Estudiar la Confesión
Bautista de Fe de 1689
Por Jorge A. Rodríguez Vega
Este será el bosquejo de nuestra clase:
Parte 1: Asuntos Preliminares – La Confesionalidad
Parte 2: Ayuda Práctica para el Estudio de
Confesiones
Consideremos cada una de estas partes.
PARTE 1:
Asuntos Preliminares – La Confesionalidad
A. Definiciones Importantes
Tradición
La tradición es «una enseñanza que se transmite de
generación a generación». Richard Muller la define de la
siguiente manera:
Traditio: tradición, es decir, el cuerpo de enseñanza y
reglas trasmitido de generación a generación. Los
Reformadores y los Protestantes Ortodoxos
posteriores sostuvieron que para que una enseñanza o
2
regla tradicional tenga un lugar legítimo en la iglesia,
debe estar fundamentada en la Escritura o sobre un
principio que pueda ser obtenido desde las Escrituras.1
La verdadera diferencia entre el catolicismo romano y los
protestantes consiste en una tradición escritural vs una tradición
no-escritural. La tradición no-escritural es aquella que nace del
corazón y la invención de los hombres. El asunto más
relevante con respecto a esta tradición es que su ilegitimidad
no es producto de contradecir las Escrituras, sino de que no
ha sido dada por Dios. Producto de esta tradición nacieron las
doctrinas del purgatorio, la oración a los santos, “María
siempre virgen”, la ascensión de María, entre otras. Muller
define el término teológico traditiones humanae de la siguiente
manera:
Tradiciones humanas; un término aplicado por los
Reformadores y los Protestantes ortodoxos
específicamente a los rituales, prácticas y observancias
relacionadas a la adoración y a la piedad –tales como
los ayunos, abstención de carnes el viernes santo,
invocación a los santos, reverenciar a las reliquias– que
fueron levantadas después del periodo bíblico,
muchos de ellos en el ocaso de la Edad Media, y que
fueron impuestos por la iglesia como normas que atan
la fe y la consciencia. Estas tradiciones humanas fueron
a menudo apoyadas por medio de reclamar su
1 Muller, Richard; Dictionary of Latin and Greek Theological Terms – Drawn
Principally from Protestant Scholastic Theology (Baker Academy, Grand
Rapids, 2017), pág. 367.
3
antigüedad, descansando sobre una teoría de
tradiciones no-escritas pasadas intencionalmente de
manera oral en la iglesia desde el tiempo de los
Apóstoles.2
Confesión de Fe
Una Confesión de Fe es «una afirmación pública de lo que una
denominación o iglesia en particular cree que la Escritura
enseña en una forma sintética».3 Este concepto, dado por Carl
Trueman, enfatiza dos palabras claves: pública y sintética. Por
pública debemos entender que las Confesiones y Credos están
abiertos al escrutinio y análisis público. Es decir, son
presentados para que al examinarlos ante la Escritura puedan
ser modificados, clarificados, aceptados o rechazados. La
palabra sintética debemos entenderla como un sinónimo de
concreto o de forma objetiva. Es decir, una confesión o credo
es una proclamación resumida de lo que la Biblia enseña.
Confesional
Este es un adjetivo que es usado cuando alguien está
comprometido e identificado con una declaración o confesión
de fe específica, por medio de lo cual declara su fe en virtud
de haber encontrado en ella un resumen preciso de lo que la
Palabra de Dios enseña.
2 Ibid, pg. 367-368. 3 Trueman, Carl R.; The Creedal Imperative (Wheaton, Illinois; Crossway,
2012) pg.18.
4
B. La Legitimidad de las Confesiones de Fe
A pesar de las objeciones que muchos levantan asociando la
doctrina reformada con «doctrina de hombres» por su uso de
confesiones de fe, ¿por qué podemos afirmar que las
confesiones de fe son legítimas?
a. La Iglesia de Cristo está construida sobre una Confesión
de Fe.
Mateo 16:15-18 15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres
el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Y Jesús,
respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón,
hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Yo
también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella.
b. La Iglesia de Cristo es edificada por medio de la
Confesión de Fe.
Se requiere de una Confesión para ser creyente y para ser bautizado.
Rom. 10:9–10 9 que si confiesas con tu boca a Jesús por
Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de
entre los muertos, serás salvo; 10 porque con el corazón
se cree para justicia, y con la boca se confiesa para
salvación.
5
Hch. 18:8 Y Crispo, el oficial de la sinagoga, creyó en el
Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, al
oír, creían y eran bautizados.
Se requiere de una Confesión para mantener comunión con otros
Rom. 16:17 Y os ruego, hermanos, que vigiléis a los que
causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas
que vosotros aprendisteis, y que os apartéis de ellos.
2 Jn. 9–11 9 Todo el que se desvía y no permanece en la
enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece
en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo. 10 Si
alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no le
recibáis en casa, ni le saludéis, 11 pues el que le saluda
participa en sus malas obras.
El Crecimiento en la Fe está establecido sobre la base de una
confesión y del entendimiento profundo de ella.
Efe. 4:4–16 4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así
como también vosotros fuisteis llamados en una
misma esperanza de vuestra vocación; 5 un solo Señor,
una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de
todos, que está sobre todos, por todos y en todos. 7 Pero
a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia
conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por tanto,
dice: CUANDO ASCENDIÓ A LO ALTO, LLEVÓ
CAUTIVA UNA HUESTE DE CAUTIVOS, Y DIO
DONES A LOS HOMBRES. 9 (Esta expresión:
Ascendió, ¿qué significa, sino que Él también había
descendidoa a las profundidades de la tierra? 10 El que
descendió es también el mismo que ascendió mucho
6
más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo
todo.) 11 Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros
profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y
maestros, 12 a fin de capacitar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de
un hombre maduro, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños,
sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por
todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres,
por las artimañas engañosas del error; 15 sino que
hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los
aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, 16 de
quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido
por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme
al funcionamiento adecuado de cada miembro,
produce el crecimiento del cuerpo para su propia
edificación en amor.
Se requiere de una Confesión para determinar si un hombre es apto
o no para enseñarle al pueblo y ser escogido como anciano.
Tito 1:7–11 7 Porque el obispo debe ser irreprensible
como administrador de Dios, no obstinado, no
iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no
amante de ganancias deshonestas, 8 sino hospitalario,
amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de
sí mismo, 9 reteniendo la palabra fiel que es conforme
a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar
con sana doctrina y refutar a los que contradicen. 10
7
Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y
engañadores, especialmente los de la circuncisión, 11 a
quienes es preciso tapar la boca, porque están
trastornando familias enteras, enseñando, por
ganancias deshonestas, cosas que no deben.
c. La Iglesia de Cristo cumple su misión al proclamar su
Confesión de Fe.
2 Tim. 1:13 Retén la norma de las palabras sanas que
has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús.
2 Tim. 2:2 Y lo que has oído de mí en la presencia de
muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros.
La importancia de este depósito es manifestada en que Pablo
le manda a Timoteo a guardar íntegramente (2 Tim. 1:13),
encargar responsablemente (2 Tim. 2:2), proclamar fielmente
(2 Tim. 2:15), persistir esforzadamente (2 Tim. 3:10,14) y
predicar diligentemente (2 Tim. 4:2) el depósito de la fe que
había recibido de parte de él.
Judas 3 Amados, por el gran empeño que tenía en
escribiros acerca de nuestra común salvación, he
sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a
contender ardientemente por la fe que de una vez para
siempre fue entregada a los santos.
La misión que la iglesia tiene es proclamar la verdad de Dios
al mundo. Esta misión es afirmada por el mando de enseñar,
proclamar y predicar que es muchas veces citado en la
Escritura. Sin embargo, cuando nos preguntamos, ¿qué es lo
8
que hay que enseñar? Los textos antes citados nos responden:
la sanas palabras o doctrina, lo que has oído de mí y la fe una vez
dada a los santos. Estas frases nos muestran que para la época
apostólica, ya existía un sistema concreto de creencias al cual
se le llama de diferentes maneras (fe, doctrina, enseñanza,
verdad, evangelio), el cual era claramente distinguible y
contrastaba con el error. La circunstancia de las iglesias en
Galacia es un buen ejemplo de esto. Había falsos maestros que
estaban enseñando a la iglesia. Son catalogamos como falsos
porque no hablaron conforme a lo que Pablo les había
enseñado; «…Si alguno os predica diferente evangelio del que
habéis recibido, sea anatema» (Gal. 1:9).
Al considerar con cuidado las páginas de las Sagradas
Escrituras, uno descubre que el uso de confesiones de fe
bíblicas no solo es algo legítimo, sino un imperativo para
cumplir el propósito de sostener, preservar y defender la fe
que una vez se nos entregó.
C. La Utilidad de las Confesiones de Fe
Las confesiones son como:
1. Una Muralla de Protección en contra de la falsa
doctrina.
2. Una Base Sólida para la verdadera unidad.
3. Una Vara de Medir para los maestros de la Palabra y
los candidatos al ministerio.
4. Una Senda Segura que nos da un sentido de
continuidad histórica en las cosas que creemos.
9
1. Una Muralla de Protección en contra de la falsa doctrina.
Desde tiempos muy antiguos, las murallas fueron usadas
como una forma de protección en contra de ataques o
invasiones. Las ciudades y los castillos eran objeto de
continuas asechanzas por parte de enemigos y, por esa razón,
la mejor forma de protegerlos era construyendo muros altos
y anchos que pudieran impedir el paso. Todavía hoy pueden
ser vistos algunos de estos asombrosos muros alrededor de
ciudades antiguas, como es el caso de Pingyao en China,
ciudad construida alrededor del año 1300. Una de las razones
por las que esta ciudad era conocida era por la muralla de
doce metros de altura y más de seis kilómetros de longitud.
En esta metáfora, la iglesia es la ciudad santa que debe ser
protegida en contra de sus enemigos (principalmente la falsa
doctrina pregonada por falsos maestros y falsos hermanos) y
la confesión de fe hace la función de una muralla de
protección que se levanta con firmeza contra los embates
enemigos. La muralla se cierra ante visitantes indeseados y
resiste sus ataques. Cuando una iglesia no tiene una confesión
de fe, no tiene ninguna manera de protegerse del ingreso de
sus enemigos. El Nuevo Testamento nos advierte
constantemente de la amenaza que la iglesia de Cristo
enfrenta de falsos maestros. En Hechos 20, Pablo advierte a
los ancianos de Éfeso sobre el peligro que se avecinaba
después de su partida: «Vendrán lobos feroces entre vosotros
que no perdonarán el rebaño» (Hechos 20:29). La exhortación
que les hace es a que no dejen de estar en constante precaución
y vigilancia4 (vers. 31a) y les hace saber que su esperanza
4 Ese es el significado del vocablo griego γρηγορεῖτε.
10
descansa en que ellos están en las manos del Señor y en que
tienen la Palabra de Su gracia (vers. 32), la cual él no había
dejado de enseñárselas (vers. 27) y de amonestarles con ella,
día y noche (vers. 31). La confianza de Pablo frente a esta
amenaza de los falsos maestros era el conocimiento de la
verdad de Dios que estos ancianos habían aprendido de él.
¿Cuál es la defensa frente a los falsos maestros en una iglesia
local? La doctrina de Dios. ¿Cómo puede una iglesia saber con
claridad cuál es su doctrina? Cuando sostiene una confesión
de fe que conoce y que es enseñada constantemente.
A través de la historia esta ha sido la práctica de la iglesia
cristiana. Todos los Credos históricos de la iglesia tienen un
contexto de ataque de falsos maestros y defensa a través de
declaraciones que exponían el error de los adversarios de la
fe. Ese es el caso de Arrio, quizá uno de los casos más
conocidos y referidos en la historia de la Iglesia. En él se
cumplió las palabras de Pedro de aquellos falsos maestros que
vendrían «encubiertamente introducirán herejías
destructoras» (2 Pedro 2:1). Arrio, haciendo uso de mucha
astucia, negaba el hecho de que el Hijo y el Padre fueran de la
misma esencia haciendo uso de un lenguaje engañoso
aparentemente ortodoxo. Su engaño era tal, que causó una
división entre las iglesias y muchos abrazaron su enseñanza,
todo esto ante la mirada perpleja de hombres que no eran
capaces de distinguir entre lo ortodoxo y lo herético de sus
enseñanzas. Su herejía no pudo ser condenada y expuesta
como falsa hasta que la iglesia afirmó con claridad la deidad
de Cristo y el hecho de que Él y el Padre comparten una
misma esencia. Cuando se levantó la muralla, el error fue
expuesto y la ciudad santa fue puesta a buen recaudo.
11
2. Una Base Sólida para la verdadera unidad.
Con «base sólida» estoy haciendo alusión a la figura de un
edificio. La base o los cimientos es el fundamento sobre el que
un edificio se establece. Si la base no está bien establecida,
todo el edificio sin importar cuan majestuoso o hermoso se
vea exteriormente corre el peligro de un colapso inminente.
¿Sobre qué está construida la iglesia? Es decir, ¿cuál es la base
sobre el que se levanta una iglesia local? Muchos están muy
dispuestos a contestar: ¡en el amor! El amor es fundamental
en la iglesia de Cristo. El amor es la suma de nuestros deberes
para con Dios y para con nuestro prójimo; sin embargo, el
amor no es la base de una iglesia local, sino la doctrina, la fe
que tenemos en común. Para entender esto apropiadamente,
necesitamos recordar el concepto más básico de lo que una
iglesia es: un grupo de creyentes en Cristo Jesús que se reconocen
mutuamente y que, compartiendo la misma fe, acuerdan caminar
juntos en un compromiso sagrado con Dios y entre ellos mismos.5
Por lo tanto, la base sobre la que los creyentes hacen el
acuerdo de caminar juntos en este compromiso, no es el amor
entre ellos, sino la verdad que sostienen. Cuando la unidad
de una iglesia está basada en las relaciones o el amor entre los
miembros, el pecado remanente de los creyentes hace que ese
cimiento sea débil. Si yo estoy en la iglesia por ti, el día que tú
5 Este concepto es el que podemos encontrar en la descripción del Capítulo
26, párrafo 6, de la Confesión Bautista de Fe de 1689, en donde se nos dice
que los miembros que conforman las iglesias deben ser: creyentes,
voluntarios (debido a su acuerdo doctrinal) y comprometidos (con Dios y
con los hombres).
12
me ofendas, o dejes de ser como yo espero que seas, entonces
no tengo ninguna razón para quedarme. Pero, si la razón por
la cual estoy en la iglesia es porque creo que la verdad que
predicamos es la verdad de Dios, el día que me ofendas o que
yo te ofenda tenemos la responsabilidad de arreglar nuestra
relación porque la verdad que predicamos es más importante
que nosotros mismos. La doctrina es la base y el cimiento de
una iglesia local, esa es la razón por la que una confesión de
fe es un asunto fundamental. La implicación directa de esta
verdad es que no es posible constituir una membresía en la
iglesia sin tener claro cuál es este «acuerdo doctrinal» entre
ellos. Sin este «acuerdo doctrinal» no hay la posibilidad de
sumar nuevas personas a la membresía. El fundamento
mismo sobre el que está levantada una iglesia local es un
«acuerdo doctrinal» o confesión de fe.
Pablo nos enseña esto con claridad a través de la conexión que
nos da en Efesios 4 sobre la unidad y la enseñanza. Después
de haber expuesto los gloriosos privilegios que ahora los
creyentes tienen en Cristo, el Apóstol empieza el capítulo 4
con la exhortación a vivir conforme a esos beneficios (vers. 1).
Vivir de esta manera requiere de cualidades espirituales que
deben ser evidenciadas en sus vidas humildad,
mansedumbre, paciencia, soportarnos en amor (vers. 2)…
3. Una Vara de Medir para los maestros de la Palabra y los
candidatos al ministerio.
Las confesiones de fe también pueden ser comparadas con
una vara de medida. El razonamiento y la lógica son
13
maravillosos reflejos de la imagen de Dios en el hombre.
Desde el principio, el hombre ha buscado a través de la luz
de la naturaleza hacer las cosas de una manera ordenada y
lógica. Las medidas y los pesos ha sido objeto de su interés y
han sido desarrollados con los años con el propósito de
calcular y ordenar las cosas que están en sus manos.
Utilizando la longitud de la mano o el brazo hasta los cálculos
más complejos, el hombre ha diseñado diferentes tipos de
sistemas de unidades de medidas en base a la necesidad. Por
ejemplo, en 1947, Ecuador adoptó oficialmente el Sistema
Internacional de Unidades, y una de las medidas de longitud
que se empleó fue la vara. La vara tuvo un uso importante en
los trabajos artesanales, por ejemplo, fue la medida usada a
nivel nacional para medir los textiles. Cualquiera que sea el
sistema de medida que se utilice, todos tienen el mismo
propósito: medir. Medir es hacer una comparación de una cosa
con respecto a otra que se toma como estándar o unidad de
medida. Estas unidades de medida hacen que la comparación
sea homogénea y los hombres puedan hablar sobre aspectos
iguales. La confesión de fe es una vara que sirve para
comparar la enseñanza dentro de la iglesia. Debido a que una
confesión de fe no es otra cosa que la expresión concreta de la
verdad revelada en la Palabra de Dios, entonces la confesión
de fe se convierte en la medida de unidad o el estándar que
juzga si algo es conforme a la Escritura o no. Uno de los
errores muy graves en la vida de la iglesia local es la
superficialidad con la que la iglesia mide a los candidatos al
ministerio y a los maestros de la Palabra.
En Tito 1:9, al referirle a las cualidades de aquellos hombres
que debían ser puestos como pastores en las iglesias, Pablo le
14
dice a Tito que el que quiera ocupar el ministerio pastoral
debe tener un fuerte apego6 a la Palabra fiel; es decir, debía
aferrarse o estar enteramente dedicado a la verdad de Dios
que había aprendido. Luego, dice que el propósito de esto es
que pueda ser capaz de «exhortar con sana doctrina y refutar
a los que contradicen» (Tito 1:9). Las implicaciones de las
frases conforme a la enseñanza y sana doctrina que aparecen en
este texto es que; en primer lugar, este hombre debía haber sido
enseñando en la Palabra y, en segundo lugar, que la enseñanza
que había recibido era una concreta y definida. ¿Cómo debían
ser medidos los candidatos al ministerio por parte de Tito? En
base a una vara de medir concreta: la enseñanza que habían
recibido, la sana doctrina. La misma observación podemos
hacer con respecto a los maestros de una iglesia. Pablo le dice
a Timoteo: «Si alguno enseña una doctrina diferente y no se
conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la
doctrina que es conforme a la piedad está envanecido y nada
entiende, sino que tiene un interés morboso en discusiones y
contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos,
blasfemias, malas sospechas» (1 Timoteo 6:3, 4). La expresión
no se conforma a las sanas palabras tiene la idea de medirlo y ver
si es conforme al estándar o no. El estándar es las palabras de
nuestro Señor Jesucristo y la doctrina que es conforme a la piedad;
otra vez, el estándar es algo concreto que tiene la capacidad
de medir y juzgar si algo da con la medida o no. ¡De cuántas
cosas serían libradas las iglesias si utilizaran una vara para
6 Es el vocablo griego que Pablo utiliza es ἀντεχόμενον, el cual puede ser
traducido como “fuerte apego a algo o a alguien”. William Arndt et al., A
Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian
Literature (Chicago: University of Chicago Press, 2000), pg. 87.
15
medir a aquellos hombres que estarán detrás de sus púlpitos!
Seguramente, más de una vez hubiéramos podido notar que
hay muchos maestros de la Palabra y candidatos al ministerio
que al ser «pesados en la balanza han sido hallados falto de
peso» (Daniel 5:27). Una iglesia necesita tener una vara de
medir que pueda comparar a los maestros de la Palabra y a
los candidatos al ministerio, con el estándar de la Palabra de
Dios, presentado de manera concreta en una confesión de fe.
4. Una Senda Segura que nos da un sentido de continuidad
histórica en las cosas que creemos.
Finalmente, la última metáfora es la de una senda segura. El
concepto detrás de esta metáfora es la tradición. Esta es una
palabra muy resistida por los creyentes, pues ella evoca todo
lo que fuimos y recibimos de la iglesia católica. Esto es más
evidente en nuestro contexto latinoamericano. Pero ¿es la
tradición algo malo y contrario a nuestra fe bíblica? Para
muchos creyentes, la diferencia radical entre la fe católica y la
fe protestante es una lucha entre tradición y Escrituras. Es
decir, los católicos y su tradición, los protestantes y la
Escritura. Este entendimiento ha llevado a que muchos
protestantes rechacen todo lo relacionado con la tradición y
tomen posturas como las que analizamos anteriormente. Sin
embargo, nuestra fe está levantada sobre tradición. La
tradición no es el problema, sino el cómo definimos lo que
significa y como se conecta con la Escritura. El clamor de la
Reforma no fue en contra de la tradición misma, sino de una
tradición contraria a la Biblia que oprimía la mente de las
personas. La verdadera diferencia entre el catolicismo
16
romano y los protestantes consiste en una tradición escritural
vs una tradición no-escritural. (Véase el concepto de Tradición
que consideramos anteriormente.)
Habiendo examinados estos asuntos preliminares, ahora
consideremos la segunda parte de nuestra clase.
17
PARTE 2:
Ayuda Práctica para el Estudio de
Confesiones
Introducción:
Subscribir una confesión ha sido una de las marcas distintivas
de las iglesias que abrazamos la fe bautista reformada. A
pesar de esto, no son pocas las iglesias que, aun teniendo una
confesión de fe, no han disfrutado de todos estos beneficios
prácticos. Sin querer, su confesionalismo se ha convertido en
un nombre meramente descriptivo que no desempeña ningún
papel significativo en su vida práctica. ¿Por qué razón tantos
de nosotros hemos pasado por eso? ¡Por el desconocimiento!
Para dar un ejemplo, cuando consideramos la antigüedad, el
idioma original y la diferencia cultural que nos separan de
una confesión como la Segunda Confesión de Fe de Londres7
(conocida también como la Confesión Bautista de Fe de 1689),
es posible que aun quienes la subscribimos ignoremos el
verdadero valor que este documento tiene al pasar por alto
los detalles y sus énfasis, o al no entender el contexto en el que
fue escrito. Por este desconocimiento, perdemos la capacidad
7 Aunque esta es la confesión de fe que la gran mayoría de las iglesias
bautistas reformadas subscribe, hay algunas iglesias que subscriben
únicamente la Primera Confesión de Fe de Londres de 1644/46. Todos los
que abrazamos la Confesión de 1689, abrazamos también la Confesión de
1644/46 porque creemos que no hay diferencias teológicas entre estas dos.
La razón por la que nos identificamos con la de 1689 es que esta ha sido
considerada la confesión bautista calvinista más importante de la historia.
18
de juzgar objetivamente su contenido a la luz de las
Escrituras; y podemos llegar a malinterpretar, redefinir o,
incluso, menospreciar lo que se quiso afirmar. ¡Necesito que
alguien me explique! —recuerdo haber pensado muchas
veces en este caminar por la confesionalidad—, ¿te ha pasado
lo mismo?
Hace unos años, tuve el privilegio de asistir al curso de
«Introducción a la Confesión de Fe de 1689» del Dr. Renihan
en California (EE. UU). ¡Fue fascinante! Era como si por
primera vez estuviera viendo los párrafos y capítulos de
nuestra Confesión en colores. Descubrir el «mundo» que
rodea la Confesión de fe fue una experiencia que cambió mi
manera de pensar con respecto a ella. Aprendí que cada
capítulo tiene un contexto específico que debe ser
considerado, que cada edición o cambio que se hizo de los
párrafos de la Confesión de Westminster tiene que ser
evaluado (pues, no todos fueron hechos por diferencias
doctrinales, sino con el propósito de aclarar las mismas
verdades), que los capítulos de la Confesión fueron
presentados bajo una estructura que está centrada en el Pacto
de Dios con los hombres, entre muchos otros detalles que me
han servido como herramientas en mi estudio personal y
ministerio de enseñanza en nuestra iglesia local. En esta clase
quiero compartir contigo estas herramientas para darte una
ayuda práctica en tu estudio de la Confesión de Fe.
19
Bosquejo:
I. Contexto de la Confesión
A. Contexto General
a. Histórico
b. Teológico
c. Confesional
B. Contexto Específico
a. Circunstancias
b. Fuentes
c. Conflictos
II. Texto de la Confesión
III. La Herramienta Eficaz de la Confesión
Debido a la limitación de tiempo, nuestra clase solo
considerará el contexto de la Confesión, sin embargo,
estudiaremos es los otros dos puntos de este bosquejo en dos
próximas clases.
Con respecto al Texto de la Confesión, acompáñanos en nuestra
próxima clase introductoria, cuando publiquemos una nueva
traducción de la Confesión Bautista de 1689 (mes de junio).
Con respecto a la Herramienta Eficaz para el Estudio de la
Confesión, es una referencia al Catecismo Bautista y
específicamente la Exposición de Benjamin Beddome. Debido
a su importancia y centralidad, haremos una clase
introductoria a su uso e importancia en conexión con la
publicación de la Exposición Bíblica del Catecismo Bautista
por Beddome en Español (mes de julio).
20
I. Contexto de la Confesión
Uno de los errores más comunes al momento de estudiar la
Confesión de fe es ir a ella con lentes contemporáneos y tratar
de buscar en ella aspectos de nuestra cultura teológica. Sin
embargo, el primer acercamiento fundamental que debemos
hacer es ir a la Confesión y meternos en su contexto para
entender de manera apropiada lo que dice.
Como en todas las cosas, entender el contexto de algo te
permite tener una comprensión mayor de las cosas
relacionadas con aquellos que estás estudiando. Al no
entender el contexto de la Confesión, sus frases, énfasis y
detalles particulares se pierden totalmente del panorama y
aquello que podría causar fascinación, se convierte en algo
llano y simple.
¡La Confesión es fascinante! Por eso necesitamos conocer el
escenario en el que los párrafos y capítulos fueron
entretejidos. Pero, ¿qué es lo que debes saber sobre el contexto
de la Confesión? Necesitamos tanto el contexto general del
mundo en el que se realizó la Confesión, así como una mirada
cuidadosa al contexto particular de cada capítulo.
A. Contexto General de la Confesión
B. Contexto Específico de los Capítulos de la Confesión
Estoy de acuerdo en que para enseñar la Confesión Bautista
de Fe de 1689 no se requiere ser un erudito en la historia de
Inglaterra o en el contexto de su política o religión; sin
embargo, es necesario tener por lo menos un panorama claro
de este contexto para apreciar e interpretar apropiadamente
la Confesión. En esta sección, debido al propósito de la clase,
21
procuraré trazar un panorama de los asuntos más relevantes,
pero también compartiré contigo el nombre de algunos libros
que pueden ser de gran ayuda para entender este contexto.
Con respecto a los libros, es importante señalar que la gran
mayoría están en inglés, sin embargo, permíteme
mencionarte dos cosas por las que eso no debe desanimarte si
no lees en inglés. Primero, porque debido al avance
tecnológico los traductores online de inglés a español hacen
que suceda lo que antes era imposible: tener acceso a la
información más importante que se ha escrito aunque no
hables inglés. Por supuesto, esto requiere de esfuerzo y de
mucho interés por parte de aquel que quiere aprender.
Segundo, porque aunque a veces no tengas acceso a ciertos
libros que voy a recomendar, tener sus títulos y saber de qué
hablan es una buena forma de saber qué es lo que tienes que
buscar y donde hacerlo.
A. Contexto General de la Confesión
Con contexto general me refiero al contexto histórico,
teológico y confesional en el que se desarrolló la Confesión de
Fe. Aunque estos tres aspectos del contexto están siempre
unidos (de manera que a veces es difícil precisar dónde
termina el uno y comienza el otro) es necesario hacer una
distinción entre ellos. Los tres aspectos son: Contexto
Histórico, Teológico y Confesional. La relación entre estos tres
contextos se podría ilustrar con círculos concéntricos. El
contexto histórico sería el círculo externo; el contexto
teológico, el intermedio; y el contexto confesional, el interno.
22
Dentro del aspecto histórico encontramos el teológico y,
dentro del teológico, encontramos el confesional; y, dentro del
confesional encontramos la Confesión Bautista de Fe de 1689.
Por esta razón, un estudio apropiado debe abarcar estos tres
círculos que, aunque no todos tienen la misma relevancia
inmediata para nuestro estudio, todos forman el escenario o
mundo en el que se llevó a cabo la elaboración de la
Confesión.
Contexto Histórico
Aborda el contexto social, político y económico de Inglaterra
en el siglo XVII. Aunque este aspecto es siempre relevante, en
la historia de Inglaterra lo es mucho más debido a la conexión
entre el poder civil y el religioso. Es decir, muchas de las
tensiones que afectaban al país estaban muy relacionado con
el clima religioso. Entre los temas importantes a investigar
aquí están:
La llegada de la reforma a Inglaterra y el reinado de
Enrique VIII.
El surgimiento de la Iglesia Anglicana.
Los conflictos doctrinales y políticos en el seno de la
iglesia Anglicana.
El surgimiento del movimiento puritano.
La monarquía Inglesa: sus altos y bajos en materia de
religión.
La libertad religiosa y la persecución en la Inglaterra
del siglo XVII.
23
El Parlamento y la vida e influencia de Oliver
Cromwell.
El surgimiento de los movimientos de la «reforma
radical».
La historia alrededor del Código de Clarendon [The
Clarendon Code].8
La revolución gloriosa y el Acta de Tolerancia.
¿Por qué son importantes estos temas? Porque todo esto fue
lo que influyó el mundo en el que nacieron los bautistas
particulares y la Confesión Bautista de Fe de 1689. La unión
tan cercana entre la vida religiosa y civil fue lo que llevó a que
el movimiento milenarista obtuviera gran popularidad entre
los ingleses. La intervención humana de Cromwell fue el
detonante para aplicar una verdadera libertad cristiana y de
consciencia en Inglaterra; así como también para abrirle la
puerta a diferentes grupos que se convirtieron después en los
adversarios doctrinales contra lo que se escribieron algunos
párrafos de la Confesión (Cuáqueros, Buscadores [Seekers],
8 El Código de Clarendon fue una serie de cuatro estatutos legales aprobados
entre 1661-1665 que restablecieron efectivamente la supremacía de la
Iglesia Anglicana después del interludio del gobierno de Oliver Cromwell
y pusieron fin a la tolerancia de las religiones disidentes. Este código
estaba conformado por la Ley de las sociedades (1661) que requería que
todos los funcionarios municipales tomaran la comunión anglicana,
rechazaran formalmente la Liga y Pacto Solemne de 1643. El Acta de
uniformidad (1662) que hizo obligatorio el uso del Libro de Oración Común
en el servicio religioso. La Ley del conventículo (1664) que prohibía las
conventículos (una reunión para el culto no autorizado) de más de cinco
personas que no eran miembros de la misma casa. La Ley de las cinco millas
(1665) que estaba dirigido a los ministros no conformistas, a quienes se les
prohibió acercarse a un radio de 5 millas de las ciudades incorporadas o
del lugar donde vivían antes.
24
Igualitarios [Levellers], etc.). La impureza doctrinal de la
iglesia Anglicana creó el escenario para la discusión sobre el
principio regulativo de la adoración. La revolución gloriosa y
su Acta de Tolerancia es la razón primaria por la que la
Segunda Confesión de Fe (Bautista) de Londres es conocida
como la Confesión de 1689, pues, aunque fue redactada en
1677, fue después de que esta acta de tolerancia religiosa entró
en vigencia que ellos pudieron reunirse en una asamblea
general para adoptarla como la confesión de fe de estas
iglesias bautista en Londres y sus alrededores.
Con respecto a estos temas, permíteme recomendarte los
siguientes libros y recursos:
La Enciclopedia Británica es un buen recurso para buscar
detalles, movimientos o personajes sobre la historia de
Inglaterra. Puedes acceder a una versión online aquí:
https://www.britannica.com/
En el libro de Justo L. González, La Historia de la
Reforma: Un Estudio de los Eventos que Conllevaron a la
Reforma Protestante (Miami, Florida: Logoi Inc., 2003) se
dedidca el capítulo 8 a “La Reforma en la Gran
Bretaña” (pág. 103-122).
Para una perspectiva más académica: Steve Pincus,
1688: The First Modern Revolution (New Haven,
Connecticut: Yale University Press, 2009) y Scott
Sowerby, Making Toleration: The Repealers and the
Glorious Revolution (Cambridge, Massachusetts:
Harvard University Press, 2013).
25
Otro buen libro es Peter Marshall, Heretics and Belivers:
A History of the English Reformation (New Haven,
Connecticut: Yale University Press, 2017).
Contexto Teológico
Este aspecto aborda el mundo teológico que rodeó a la
Inglaterra del siglo XVII y llevó a la creación de la confesión
de Westminster. Después de entender cómo la reforma llegó
a Inglaterra y cómo esta fue llevada a cabo a través de
diferentes movimientos conectados con la política, es
necesario considerar el mundo teológico de esos días, que
llegó a su punto más elevado en la Asamblea de Westminster
y sus escritos resultantes. Me gustaría que consideremos el
contexto teológico a partir de la Asamblea de Westminster y de
lo que se llegó a conocer como el Escolasticismo Reformado.
Con respecto a la Asamblea de Westminster, hay libros que
nos arrojan una excelente noción del contexto en el que se
desarrolló. Quiero recomendarte tres en particular:
Benjamin B. Warfield, The Works of Benjamin B. Warfield:
The Westminster Assembly and Its Work, vol. 6 (Bellingham,
WA: Logos Bible Software, 2008). A través de este libro,
Warfield nos proveyó de una mina de oro. Consiste en el
recorrido que el mismo Warfield hace a través de las minutas
de la Asamblea de Westminster para resaltar aquellas cosas
que son más relevantes tocantes al contexto de la Confesión
de Westminster, los capítulos e, incluso, algunos párrafos de
manera específica. Estos comentarios nos permiten mirar
muy profundamente en el contexto teológico. Permíteme
26
darte un ejemplo. Es muy importante que sepamos el
propósito que tuvo la Asamblea de Westminster porque así es
como podemos cuál es el principio unificante detrás de todo
el trabajo que se hizo. Warfield nos provee de la siguiente
información:
El Dr. Mitchell no exagera el asunto cuando representa
a la Asamblea de Westminster como «convocada
principalmente para dos propósitos: a saber, en primer
lugar, reivindicar la doctrina de la Iglesia de Inglaterra
de la tergiversación, y demostrar que estaba en
armonía con la de las otras iglesias reformadas; y, en
segundo lugar, efectuar cambios en su política y
adoración que la acercaran más a la Iglesia de Escocia
y a las Iglesias Reformadas del Continente».9
Más adelante añade:
Pertenecía a la situación histórica de los Teólogos de
Westminster que su trabajo doctrinal debía tomar la
forma de un consenso de la teología reformada. Esa
teología había crecido hasta su madurez durante las
controversias del primer siglo de su vida. En todas
partes había un fuerte deseo de una declaración de un
credo integral y universalmente aceptable de la fe
reformada, que unificara a las Iglesias dispersas y
reemplazara o complementara la multitud de
Confesiones que se habían producido en la primera
9 Benjamin B. Warfield, The Works of Benjamin B. Warfield: The Westminster
Assembly and Its Work, vol. 6 (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2008),
160.
27
edad de la Reforma; y este deseo ya había encontrado
expresión en colecciones y armonías de las
Confesiones. La historia especial de las Iglesias
británicas incluida la irrupción anglo-católica y
arminianizante bajo el liderazgo de Laud ayudó
trayendo a esta tendencia general de los tiempos tanto
el impulso de buscar el apoyo de la fe universal de
otras Iglesias reformadas como la necesidad de
reivindicar la unidad de creencia con ellos. Por lo tanto,
fue en este sentido, que los Teólogos de Westminster
colocaron conscientemente ante sí mismos como su
propósito dominante, la tarea de exponer todo el
esquema de doctrina reformada en desarrollo
armonioso, en una forma de la cual su país no tendría
razón para sentir vergüenza en presencia de cualquiera
de las Iglesias hermanas del continente.10
Si consideramos estas palabras, podemos ver que hubo
tensiones importantes en el desarrollo de la Confesión.
Primero, fue elaborada con el propósito de ser una declaración
universal de la fe reformada, eso la constituye en el pináculo
más elevado de la tradición reformada. Segundo, ese propósito
hacía que la confesión fuera celosamente elaborada y
defendida, pues era el testimonio de la fe británica lo que
estaba en juego. Estas observaciones nos permiten tener un
contexto más claro de por qué los bautistas particulares
utilizaron la Confesión de Westminster como «molde» para
10 Benjamin B. Warfield, The Works of Benjamin B. Warfield: The
Westminster Assembly and Its Work, vol. 6 (Bellingham, WA: Logos Bible
Software, 2008), 159–160.
28
elaborar su confesión, así como también nos muestra el celo
que llevó a la persecución de todos aquellos que no sostenían
esta confesión.
John V. Fesko, The Theology of the Westminster Standards:
Historial Context & Theological Insights (Wheaton, Illinois:
Crossway, 2014). Este libro es el sumario de la clase sobre los
Estándares de Westminster que el Dr. Fesko ha dictado través
de los años en diferentes seminarios teológicos. En este libro
puedes encontrar una mirada más profunda sobre ciertos
aspectos del contexto teológico de la Confesión.
Fesko también establece su investigación histórica en las
minutas y el análisis que hace de ellas. En el capítulo 2
titulado «El Contexto Histórico y Teológico», hablando de las
influencias de la Asamblea de Westminster, nos ofrece un
valioso aporte a nuestra comprensión. Observa lo que dice:
Calvino, aunque influyente, fue solo uno entre una
gran cantidad de contribuyentes teológicos en el
período moderno temprano. Su influencia relativa se
puede medir por la cantidad de veces que se invocó o
citó su nombre en las actas de la Asamblea de
Westminster. De los más de seiscientos nombres
citados en el acta de la asamblea encontramos los
siguientes nombres seleccionados, entre otros:11
11 Fesko, J. V., The Theology of the Westminster Standards: Historial Context &
Theological Insights (Wheaton, Illinois: Crossway, 2014), 56-58.
29
Ainsworth, Henry (1569–
1622), 3
Ambrosio (337–397), 4
Ames, William (1576–1633), 6
Amyraut, Moïse (1596–1664),
2
Aquino, Tomás (ca. 1225–
1274), 3
Aretius, Benedictus (ca. 1522–
1574), 2
Aristóteles (384– 322 BC), 7
Arminio, Jacobo (1560– 1609),
1
Agustín (354– 430), 25
Bellarmine, Robert (1542–
1621), 5
Beza, Teodoro (1516– 1605),
29
Bucanus, Gulielmus (d. 1603),
1
Bucer, Martin (1491– 1551), 8
Bullinger, Heinrich (1504–
1575), 1
Calvino, Juan (1509–1564), 25
Cameron, John (ca. 1579–
1625), 11
Cartwright, Thomas (1534–
1603), 12
Chamier, Daniel (1565– 1621),
8
Crisóstomo, Juan (347– 407),
16
Cotton, John (1585–1652), 11
Cipriano (d. 258), 12
Davenant, John (bap. 1572, d.
1641), 4
De Dieu, Louis (1590–1642), 2
Dort, Sínodo de (1618–1619),
2
Downame, John (1571–1652),
1
Du Moulin, Pierre (1568–
1658), 3
Gerhard, Johann (1582–1637),
3
Gomarus, Franciscus (1563–
1641), 4
Junius, Franciscus (1545–
1602), 6
Knox, John (ca. 1514– 1572), 1
Lasco, Johannes à (1499–
1560), 1
Luther, Martin (1483– 1546),
12
Melanchthon, Philip (1497–
1560), 3
Musculus, Wolfgang (1497–
1563), 2
Olevianus, Caspar (1536–
1587), 1
Piscator, Johannes (1546–
1625), 12
Scotus, John Duns (ca. 1265–
1308), 3
30
Segunda Confesión Helvética
(1566), 1
Tertuliano (ca. 160– 220), 10
Tilenus, Daniel (1563– 1633),
5
Ursino, Zacarías (1534– 1583),
1
Ussher, James (1581– 1656), 1
Vermiglio, Pedro (1499–
1562), 2
Voetius, Gisbert (1589– 1676),
2
Ward, Samuel (1572– 1643), 2
Whitaker, William (1547–
1595), 11
Zanchi, Girolamo (1516–
1590), 4
Zepper, Wilhelm (1550–
1607), 3
31
Robert Letham, The Westminster Assembly: Reading its
Theology in Historical Context (Phillipsburg, New Jersey:
P&R Publishing, 2009). Al igual que el libro de Fesko, este
libro es el resultado de un estudio académico y profundo
sobre el contexto histórico que llevó a desarrollar los aspectos
doctrinales de la Confesión.
El otro aspecto que debemos considerar al desarrollar este
contexto teológico es el concepto del Escolasticismo
Reformado. Este aspecto es muy importante porque involucra
las expresiones teológicas y el entendimiento que los teólogos
reformados tenían en este tiempo. Permíteme hacer algunas
observaciones y recomendaciones con respecto a esto.
Primero, es muy importante aprender a hacer una distinción
entre escolasticismo como contenido y como un método. ¿Por qué
es importante esta observación? Porque en el momento que
pensamos que las dos cosas son lo mismo, tomamos la
tendencia de homogenizar el contenido de la teología
reformada como si se tratara de una continuación del
escolasticismo medieval. De esta manera, llegamos a
considerar que la línea de división con el catolicismo romano
es casi imperceptible. Sin embargo, la historia nos enseña que
la línea era muy clara, pues los teólogos reformados buscaron
responder bíblicamente a las enseñanzas erróneas del
catolicismo tocante a diferentes aspectos. El creciente interés
en teólogos católicos romanos como Tomás de Aquino y el
intento por “reformarlo” es uno de los frutos de no tomar en
cuenta esta observación.
32
Por eso es importante definir el contenido del Escolasticismo
Reformado y su método. Para poder trazar bien estas líneas,
permíteme hacer algunas precisiones utilizando la excelente
introducción al Escolasticismo Reformado escrita por William
J. Van Asselt.
El Escolasticismo Reformado es la escuela y metodología
teológica llevaba a cabo por los post reformadores en los años
subsiguientes a la reforma. Es una teología que toma como
base el corazón de los Reformadores de volver a la Escritura,
que fue levantada sobre los puntos fundamentales de la
Reforma y que tuvo la intención de llevar estos puntos a sus
implicaciones más importantes que afectaran la vida y la fe de
la iglesia. En este sentido, el Escolasticismo Reformado no
pretendió ser novedoso, sino tomar de la teología de la Iglesia,
pero la examinó a la luz de la Palabra. Van Asselt define al
contenido del Escolasticismo Reformado como Católico. Esto
es lo que dice al respecto:
Por la catolicidad del Escolasticismo Reformado
queremos decir que aquellos que lo practicaron de
manera explícita apuntaban a permanecer con la
tradición de toda la Iglesia. No hicieron una pretensión
de originalidad o de desarrollar la «verdadera
doctrina». Como estudiante de los Reformadores,
querían desarrollar una teología en la cual hubiera una
reflexión amplia sobre el núcleo del Evangelio con
todas sus implicaciones. Se pusieron a si mismos en
línea con la teología de todas las edades y se
comprometieron a una reflexión teológica «junto a
33
todos los santos». No miraron solo al pasado, sino
también al futuro. El Escolasticismo Reformado
procuró contribuir a la continuidad de la existencia de
la Iglesia en el futuro.12
Por supuesto, esto no significa que «todo» el contenido
teológico que ellos recibieron fue igualmente abrazado o
recibido, sino que procuraron seguir el camino de la fe que la
Iglesia caminó desde el comienzo. Un ejemplo de esto es la
apreciación de Lutero sobre la doctrina de la Justificación por
la Fe en los padres de la Iglesia.
Pero, ¿por qué llamarlo escolasticismo?
Lambert M. De Rejk define el escolasticismo como: «un
método que está caracterizado tanto por el nivel de
investigación como por el nivel de enseñanza, por medio del
uso de un siempre recurrente sistema de conceptos,
distinciones, definiciones, análisis proposicionales, técnicas
de argumentación y métodos de disputa».13
La clave aquí es la palabra método. El escolasticismo es un
método que involucra diferentes aspectos que eran la forma
en la que la gran mayoría hacía teología en esos días. No
estaba limitado a los teólogos reformados, pues los luteranos
y los católicos romanos lo aplicaban también; la diferencia
12 Van Asselt, Willem J., Introduction to Reformed Scholasticism (Grand
Rapids, Michigan: Reformation Heritage Books, 2011), 2. 13 Citado por Van Asselt, Introduction to Reformed Scholasticism, pág. 7.
34
entre ellos no consistía en método, sino en contenido. Van
Asselt añade:
El término «escolasticismo» en este sentido, no debe
ser tan asociado con el contenido sino con el método,
una forma académica de argumentación y disputa.14
Al considerar el escolasticismo como método rápidamente
descubrimos que este es producto de la luz de la naturaleza y
el pensamiento cada vez más analítico que Dios permitió que
el hombre fuera desarrollando. En su libro, Van Asselt
presenta la conexión del escolasticismo con Aristóteles y por
qué no debemos pensar que el escolasticismo reformado fue
simplemente un regreso a la oscuridad de la época medieval,
sino la aplicación de los métodos desarrollados por
Aristóteles sin abrazar sus conclusiones. Entre las cosas que
señala es que el uso de las categorías (la forma en la que las
palabras son clasificadas), la necesidad del análisis y la lógica
en el discurso, la argumentación a través de silogismos, entre
otros.
Segundo, después de entender la diferencia entre estos
términos, llegamos a la pregunta: ¿cómo podemos sacar
provecho del escolasticismo reformado en el estudio de la
Confesión de Fe?
El Dr. Richard Muller ha bendecido a la Iglesia de Cristo con
sus escritos sobre la teología post reformada. Dos de sus obras
14 Ibid, 1.
35
son de una importancia mayor en nuestro estudio de la
Confesión de Fe, las cuales son:
Post-Reformation Reformed Dogmatics: The Rise and
Development of Reformed Orthodoxy, ca. 1520 to ca. 1725
(Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003). Esta obra está
compuesta de 4 tomos en los cuales Muller presenta el
desarrollo del pensamiento post reformado con respecto a las
distintas partes de la teología sistemática. Tomo 1:
Prolegómenos a la Teología. Tomo 2: La Santa Palabra, El
fundamento Cognoscitivo de la Teología. Tome 3: La Esencia
Divina y Sus Atributos. Tomo 4: La Trinuidad de Dios. Este
libro es útil para ver el contexto histórico del desarrollo del
escolasticismo reformado y protestante, y para conocer las
discusiones sobre ciertos temas claves.
Por ejemplo, en el tomo 1, capítulo 6, Muller habla sobre la
Teología Natural y la Teología Sobrenatural. Este capítulo es
sumamente útil para entender el significa de lo que la
confesión dice en el párrafo 1 del Capítulo 1. Esta discusión
aborda la relación de la razón con la revelación y la
apologética.
Otro ejemplo. En el tomo 2, capítulo 4, Muller habla sobre «La
Divinidad de la Escritura: Autoridad, Autenticidad y
Evidencias». Estos párrafos son sumamente importantes para
estudiar el capítulo 1, párrafos 4 y 5 de la Confesión Bautista
de Fe de 1689. Esto es vital sobre todo a que el espíritu
racionalista no había golpeado todavía el entendimiento de la
Iglesia como lo haría unos siglos después. Hay una diferencia
36
abismal entre la posición reformada de la autoridad y
autenticidad de la Palabra y la posición evangélica común.
Un último ejemplo. En el tomo 4, el capítulo 3 lleva por título
«La Doctrina de la Trinidad en la Ortodoxia Reformada:
Asuntos Fundamentales, Términos y Definiciones». En este
capítulo Muller explica los términos latinos relacionados con
la doctrina de la Trinidad. Estos términos resumen el
contenido de la doctrina tal como es presentada en la
Confesión de fe de Westminster (y por ende, en la Confesión
Bautista de 1689). Los términos que explica son: Trinitas;
Substantia, essentia, ousia; Homoousios; Persona; Hypostasis,
subsistentia y modus subsistendi; Proprietates, relationes y
notiones, entre otros.
Richard A. Muller, Dictionary of LATIN and GREEK
Theological Terms: Drawn Principally from Protestant
Scholastic Theology (Grand Rapids, MI: Baker Academic: A
Division of Baker Publishing Group, 2017). Es diccionario es
una herramientas muy importante para el estudio de la
Confesión de Fe. Permíteme demostrar esto a través de
algunos ejemplos.
Por ejemplo, es bien conocido que la Confesión Bautista de Fe
de 1689 cambió el termino persona que utiliza Westminster por
el término subsistencia. ¿A qué se debe este cambio? Debemos
estar convencidos de que este cambio no refleja un cambio en
la doctrina, sino una preferencia con respecto al término.
¿Cuál es la diferencia? Si buscamos la palabra latina
subsistentia en el diccionario de Muller encontramos esto:
37
subsistentia: subsistencia o subsistente; indica un ser o
existente particular, una instancia individual de una
esencia dada. En este último sentido, es el equivalente
latino de hipóstasis y un término más técnico y
filosóficamente adecuado que persona (q.v.) para
indicar el Padre, el Hijo y el Espíritu en la Trinidad.15
El término persona tiene cuatro páginas de contenido y
desarrolla el uso que se le dio en el debate trinitario en la
historia de la iglesia. Cuando podemos contemplar este tipo
de discusiones, nuestro entendimiento puede obtener una
mejor apreciación de lo que estaba sucediendo esos días.
Otro ejemplo. En el capítulo 3: «Del Decreto de Dios» de la
Confesión Bautista de Fe, el párrafo 7 de la Confesión de
Westminster fue quitado. Ese párrafo contiene las siguientes
palabras:
CFW 3.7 Al resto de la humanidad por su pecado,
agradó a Dios pasarla por alto y destinarla a deshonra
e ira, según el inescrutable consejo de su propia
voluntad, por el cual extiende o retiene misericordia
como a Él le place para la gloria de su poder soberano
sobre las criaturas, para la alabanza de su gloriosa
justicia.
De la misma manera, el párrafo 3 en la Confesión Bautista de
Fe de 1689 fue «suavizado» con respecto a la reprobación. La
15 Richard A. Muller, Dictionary of Latin and Greek Theological Terms: Drawn
Principally from Protestant Scholastic Theology (Grand Rapids, MI: Baker
Academic: A Division of Baker Publishing Group, 2017), 346.
38
pregunta que inmediatamente surge es: ¿creían los bautistas
particulares en la reprobación? ¿Por qué cambiaron este
párrafo? Ante estas dudas, el diccionario de Muller puede
ofrecernos claridad. Mira lo que dice la entrada de la palabra
praeteritio:
praeteritio: preterición; un pasar por alto o pasar de
largo; un término utilizado tanto por los reformados
supralapsarianos como por los infralapsarianos para
indicar la no selección de aquellos que Dios deja en la
masa condenada de la humanidad. En una definición
supralapsariana, la praeteritio es el acto negativo
lógicamente previo de la reprobación, una voluntad de
no conceder la gracia a algunos. Los infralapsarianos
identifican la praeteritio divina como una voluntad
negativa que se contrapone a la voluntad positiva de la
electio (q.v.), o elección, y que pretende hacer descansar
todas las causas eficientes de condenación (damnatio,
q.v.) en los seres humanos.16
Según esta definición, la diferencia no está en creer o no la
reprobación, sino en el entendimiento cómo fue el decreto de
Dios. Es decir, Dios reprobó a los hombres que no iban a ser
salvos por soberanía siendo Él mismo el agente directo de la
condenación, o los reprobó no escogiéndolos para vida y
dejándolos a la condenación de la que ya eran dignos por
causa del pecado. Después de cada entrada, el Diccionario de
16 Richard A. Muller, Dictionary of Latin and Greek Theological Terms: Drawn
Principally from Protestant Scholastic Theology (Grand Rapids, MI: Baker
Academic: A Division of Baker Publishing Group, 2017), 285–286.
39
Muller ofrece una serie de palabras para profundizar en el
estudio. En este caso, el diccionario ofrece las palabras infra
lapsum; intuitu fidei; intuitu incredulitatis finalis; praedestinatio;
reprobatio; supra lapsum.
Un último ejemplo. En el párrafo 4 del capítulo 26, la
Confesión Bautista de Fe identifica al Papa de Roma con el
anticristo. Si buscamos en el diccionario de Muller la palabra
antichristus esto es lo que encontramos:
[…] El primer término indica a todos los herejes y
opositores viciosos de la doctrina de Cristo; el
segundo, al gran adversario de Cristo que aparecerá en
los últimos días. De este último, el anticristo
propiamente dicho, los ortodoxos observan varias
características. (1) Surge desde dentro de la Iglesia y se
pone en contra de la Iglesia y de su doctrina, ya que su
pecado se describe como apostasía (q.v.), o
alejamiento. (2) Se sentará en el templo Dei, en el templo
de Dios, es decir, en la iglesia. (3) Gobernará como
cabeza de la iglesia. (4) Desde su asiento en el templo
Dei y su posición como caput ecclesiae, se exaltará a sí
mismo por encima del verdadero Dios y se identificará
como Dios. (5) Causará una gran deserción de la
verdad, de modo que muchos se unirán a él en su
apostasía. (6) Exhibirá un gran poder y causará
muchos «prodigios mentirosos», fundados en el poder
de Satanás, en un gobierno que perdurará hasta el fin
de los tiempos. Sobre la base de estas características,
los ortodoxos generalmente identifican al anticristo
40
como el papado, el pontifex Romanus. […] Por lo tanto,
el anticristo es la institución del papado, que ha
surgido dentro de la iglesia y que asume la supremacía
religiosa sobre todos los cristianos, se asienta en el
templo de Dios, y construye su poder sobre la mentira,
las maravillas y la apostasía.17
La creencia de que el Papa era el anticristo era general y tenía
argumentos sólidos que eran creídos por la cristiandad
reformada.
Contexto Confesional
Este contexto abordar el contexto inmediato de la creación de
la Segunda Confesión de Fe de Londres, sus razones y su
propósito. ¿Cuáles son los aspectos que se deben conocer?
El nacimiento de los bautistas particulares.
El propósito de su primera confesión de fe: Defensa e
Identificación.
Desenvolvimiento doctrinal y eclesiástico de los
bautistas particulares.
El porqué de la Segunda Confesión de Londres y su
relación con la Confesión de Westminster.
La relación doctrinal entre los Congregacionalistas o
Independientes y los Bautistas.
17 Muller, Dictionary of Latin and Greek Theological Terms, 32–33.
41
Libros que pueden ser de gran ayuda en este contexto son:
James M. Renihan, Confesando la Fe en 1644 y 1689
(Santo Domingo, Ecuador: Legado Bautista
Confesional, 2020).
James M. Renihan, Edificación y Belleza: La eclesiología
práctica de los bautistas particulares ingleses (Santo
Domingo, Ecuador: Legado Bautista Confesional,
2020).
James M. Renihan, La Fe y la Vida para los Bautistas
(Santo Domingo, Ecuador: Legado Bautista
Confesional, 2021), se publicará en el mes de junio.
Michael Haykin, Kiffin, Knollys y Keach (Santo
Domingo, Ecuador: Legado Bautista Confesional,
2021), se publicará en el mes de junio.
Austin Walker, El Extraordinario Benjamin Keach (Santo
Domingo, Ecuador: Legado Bautista Confesional,
2021), próximamente.
En este contexto es sumamente importante entender las
razones por las que se quiso escribir la Segunda Confesión de
Fe. Para esto, la lectura de la carta introductoria y el apéndice
original de la Confesión son muy importantes. Entre los temas
que podemos conocer están:
Su identificación con la catolicidad ortodoxa y
reformada.
Su aspecto de inclusivismo doctrinal.
Su intención de aclaración de sus convicciones.
42
B. El Contexto Específico
Me refiero al contexto de cada capítulo y sus párrafos. Para
esto una vez más se puede recurrir a las fuentes que hemos
mencionado, especialmente las Minutas de la Asamblea de
Westminster y a otras herramientas que consideraremos bajo
este encabezado.
¿Qué es lo que debemos saber con respecto a los capítulos y
párrafo? Por lo menos tres cosas claves:
a. Circunstancias – Cuáles eran las circunstancias (políticas,
sociales o teológicas) que moldeaban el criterio de los
teólogos.
b. Fuentes – ¿Quiénes eran los que habían forjado la mente de
los teólogos a través de su influencia?
c. Conflictos – ¿Había resistencia? ¿Quién estaba en la mente
de los editores de la Confesión cuando escribieron ese
capítulo?
¿Cómo podemos obtener esta información?
Primero, el uso de las Minutas de la Asamblea de Westminster
y de la Asamblea de 1689. A través de un ejemplo permíteme
mostrarte la utilidad que nos brinda este recurso. Una vez
más, consideremos el reporte que hizo B. B. Warfield sobre las
minutas de la asamblea de Westminster. Tomaré como
ejemplo sus comentarios sobre el Capítulo 1: De las Santas
Escrituras.
43
Según el reporte de Warfield, este capítulo fue elaborado
cuidadosamente, después de que se escribía se debatía. No es
posible saber cuánto tiempo demoró hasta que los miembros
de la Asamblea tuvieran el capítulo completo (es decir, en la
forma final en la que lo tenemos hoy). Sin embargo, lo que
sabemos es que en las minutas de la Asamblea de
Westminster, la primera entrada concerniente al capítulo
sobre las Escrituras tiene fecha de 7 de julio de 1645 donde dice:
«Dr. Temple hizo un informe de esa parte de la Confesión de
Fe tocante a las Escrituras. Fue leído, debatido».18 También
sabemos que fue el asunto que la Asamblea debatió y trató
hasta el 18 de julio.19
Warfield resume el trabajo de la Asamblea con respecto al
Capítulo 1, así:
El esquema de sus trabajos confirma, sin duda, la
afirmación de que se puso gran cuidado en la
composición del capítulo, pero aparentemente no se le
dedicó ninguna discusión especial o inusual. No se
registran grandes debates al respecto, y parece que los
divinos estaban más que de costumbre de acuerdo con
sus proposiciones. De hecho, nos sorprende la rapidez
y la unanimidad con la que hicieron su trabajo. Todo el
primer borrador pasó por la Asamblea entre el 7 y el 18
de julio: y los debates se señalan sólo sobre el
conocimiento de la autoridad divina de las Escrituras
(§ 5), la necesidad de la iluminación sobrenatural para
18 Warfield, The Westminster Assembly and Its Work, pg. 157. 19 Warfield, The Westminster Assembly and Its Work, pg. 157.
44
la comprensión salvadora de la Palabra (§ 6), y el
sentido literal de la Escritura (§ 9). A esto hay que
añadir la conferencia con la Cámara de los Comunes
sobre el artículo 8. Se tiene la impresión de que, al
menos en el caso de este capítulo, la previsión de Baillie
resultó correcta y la Confesión se presentó ante la
Asamblea en una forma que suscitó poca discusión y
costó poco tiempo de debate.20
Con respecto a las fuentes con las que se hizo el Capítulo 1 de
la Confesión de Westminster, Warfield afirma:
Esto no es más que decir que la fuente principal de la
doctrina de Westminster sobre la Sagrada Escritura es
la enseñanza general de la teología reformada; y es
mejor que reconozcamos esto desde el principio antes
que perdernos en la tarea, tal vez vana, de tratar de
encontrar el origen próximo de sus diversas
cláusulas.21
La gran fuente de este capítulo es, por tanto, la
reconocida teología reformada de la época.22
Según su reporte, las fuentes más importantes para el capítulo
1 fueron Juan Calvino (su libro I de la Institución de la
Religión Cristiana), James Usher y sus «Artículos Irlandeses»
(De hecho, este fue el documento más importante que se usó
como base para la redacción del capítulo 1 porque aún el
20 Warfield, The Westminster Assembly and Its Work, 158–159. 21 Warfield, The Westminster Assembly and Its Work, 161–162. 22 Warfield, The Westminster Assembly and Its Work, 169.
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orden en el que se presentan los párrafos viene de allí) y
William Whitaker y su famoso libro sobre «Disputas sobre las
Sagradas Escrituras».
Segundo, ahora debemos preguntarnos: ¿cómo puedo saber
con respecto a las dificultades o adversarios contra los que se
escribieron estos párrafos? Aquí es donde entra una de las
herramientas más importantes y prácticas para estudiar la
Confesión: La Victoria de la Verdad sobre el Error de David
Dickson.
La importancia de este libro radica en que Dickson (1589-
1662) fue contemporáneo de la Confesión de Fe de
Westminster. De hecho, este fue el primer comentario
publicado sobre la Confesión de Fe de Westminster. Este
comentario expone la Confesión a partir de preguntas y
respuestas que llevan un simple sí como respuesta, pero que
contiene la exposición del error de otros y los argumentos por
los que pueden ser confrontados. Al final del libro hay una
lista en la que se describen a los herejes que Dickson refuta en
su exposición. Consideremos las tres primeras preguntas del
capítulo 1 como un ejemplo de su utilidad.
Estas tres preguntas tienen que ver con el párrafo 1 del
Capítulo 1. Consiste en una pregunta explícita que nos arroja
información importante, una respuesta concreta y la
argumentación para sostener la refutación.
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Capítulo 1, Pregunta 1
¿Son la luz de la naturaleza, y las obras de la creación
y la providencia, suficientes para dar el conocimiento
de Dios y de su voluntad, que es necesario para la
salvación?
No. 1 Cor. 1:21 y 1 Cor. 2:13,14.
Siendo así, ¿no se equivocan los socinianos, que
sostienen que los hombres que viven según la ley y la
luz de la naturaleza pueden salvarse? Sí.
¿Por qué razones son refutados?
1. Porque nadie puede salvarse, si no ha nacido por la
semilla incorruptible de la palabra, 1 Ped. 1:23.
2. Porque Cristo es el camino, la verdad y la vida, y
nadie viene al Padre sino por el Hijo, Juan 14:6.
3. Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos, sino en el
nombre de Jesús, Hechos 4:12.
4. Porque los hombres no pueden creer en Cristo sin
una revelación sobrenatural, y por lo tanto no
pueden ser santificados; porque toda justificación,
santificación y remisión de pecados, son por la
gracia de Dios, y la fe en Jesucristo, Rom. 3:24,25.
Hechos 26:18. Tampoco pueden los hombres
salvarse así, es decir, viviendo según la luz de la
naturaleza, porque la salvación se promete sólo a
los creyentes en Cristo, Hechos 16:31. Juan 3:16.
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5. Porque todos los que no conocen a Dios serán
castigados eternamente, 2 Tes. 1:8. Pero los hombres
sin revelación sobrenatural no pueden conocer a
Dios de manera salvífica, 1 Cor. 1:21. Mat. 11:27.
6. Los hombres sin revelación sobrenatural no
pueden conocer su propia corrupción y miseria por
el primer Adán, ni el remedio que ofrece Cristo, el
segundo Adán. Están sin Dios, sin esperanza, sin
las promesas, sin la iglesia ni el pacto de Dios; y los
misterios de la fe están ocultos y son desconocidos
para todos ellos, que perecen y se pierden. Efe.
2:11,12. Rom. 9.4. 2 Cor. 4.3. Mat. 13.11,12. Mat.
11:25-27.
¿Qué aprendemos aquí? El nombre de socinianos. Para una
información un poco más específica de lo que Dickson quiere
decir con este nombre se encuentra en la parte de atrás del
libro.
Socinianista: llamado así por un tal Faustus Socinus,
un italiano de Stena, ellos colocan toda la religión en
las antiguas herejías condenadas, siguiendo su
materia, un hereje muy vil.
Para una información más detalla, puede ir a la Enciclopedia
Britanica. Aquí se nos informa con más detalles sobre este
grupo:
Una de las doctrinas de los socinianos era que el alma
muere con el cuerpo, pero las almas de los que han
perseverado en la obediencia a los mandamientos de
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Jesús resucitarán. Los socinianos también defendían la
separación de la Iglesia y el Estado, destacaban la
importancia de la vida moral, minimizaban el dogma
y sostenían que la doctrina cristiana debía ser racional.
Otra de las cosas que uno aprende al mirar esta exposición de
Dickson es la forma en la que usaban los textos bíblicos, y su
clara argumentación bíblica y lógica para defender la
doctrina. Al considerar estas cosas, uno puede establecer una
base más clara de la intención detrás del párrafo. Observa
conmigo ahora la pregunta 2.
Capítulo 1, Pregunta 2
¿Son las Sagradas Escrituras más necesarias para la
iglesia?
Sí; 2 Tim. 3.15. 2 Ped. 1.19.
Pues bien, ¿no se equivoca la iglesia papista que afirma
que la verdadera iglesia que es infalible al enseñar y
proponer artículos de fe, tanto sin la Escritura y en
contra de ella, y que sus tradiciones no escritas son de
autoridad divina e igual al canon de las Escrituras? Sí.
¿No se equivocan también los libertinos y los cuáqueros
al afirmar que Dios enseña y guía a los elegidos a toda
la verdad, por el solo instinto y la luz del Espíritu, sin
ninguna palabra escrita? Sí. […]
Aquí aparece el nombre de la iglesia papista, los libertinos y
los cuáqueros. El mismo principio de investigación que
aplicamos antes se puede aplicar a estos nombres.
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Finalmente, permíteme mostrarte la última pregunta
relacionada al primer párrafo de la Confesión.
Capítulo 1, Pregunta 3
¿Han cesado ya estas formas anteriores de revelar la
voluntad de Dios a su pueblo? Sí.
Entonces, ¿no se equivocan los entusiastas y los
cuáqueros que sostienen que el Señor no ha cesado aún
de revelar su voluntad como lo hacía antiguamente? Sí.
¿Por qué razones son refutados?
Porque Dios, que en diversas ocasiones y de diversas
maneras habló en tiempos pasados a los padres por
medio de los profetas, en estos últimos días nos ha
hablado por su Hijo, Heb. 1.1,2. El apóstol llama al
tiempo del Nuevo Testamento los últimos días, porque
bajo el mismo, no hay más no hay que esperar más
alteraciones, sino que todas las cosas han de
permanecer sin añadir, ni sin añadir, ni quitar, como
fue enseñado y ordenado por Cristo, hasta el último
día; Ver también Joel 2.18. Hechos 2.17. Las formas y
maneras de la antigüedad eran:
En primer lugar, por inspiración. 2 Crón. 15.1. Isa. 59.21.
2 Pedro 1.21.
En segundo lugar, por visiones, Num. 12.6,8.
En tercer lugar, por sueños, Job 33.14,15. Gen. 40:8.
En cuarto lugar, por Urim y Tumim, Num. 27.21. 1 Sam.
33.7,8.
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En quinto lugar, por medio de señales, Génesis 32.24.
Éxodo 13.21.
En sexto lugar, por la voz audible, Éxodo 20.1. Génesis
22.15.
Todo lo cual termina en la escritura, Éxodo 17,17,14. que
es una manera muy segura e infalible para que el Señor
revele su voluntad a su pueblo.
Esta pregunta nos muestra el acuerdo cesacionista de la
Asamblea de Westminster y la claridad con la que
denunciaban el error de los entusiastas y los cuáqueros. Aquí
también podrían ser incluidos los anabautistas.
Antes de concluir esta parte del Contexto Específico de cada
párrafo y capítulo, quisiera que consideres la importancia de
investigar y conocer el ambiente cultural en el que se llevó a
cabo la Confesión de Fe.
¿Te acuerdas el párrafo 10.3 donde habla de los niños elegidos?
Sin duda, esta es una de las declaraciones de la Confesión que
más polémica ha generado, sin embargo, ¿qué cosas podemos
aprender en nuestra investigación que nos ayuden a entender
este párrafo? Por favor acompáñame a leer este estudio
estadístico sobre la tasa de mortandad de los niños en la
Inglaterra del siglo XVII:
La expectativa de vida al nacer para los ingleses a
finales del siglo XVI y principios del XVII era de poco
menos de 40 a 39,7 años. Sin embargo, esta baja cifra se
debió principalmente a la alta tasa de mortalidad
infantil y en la niñez; más del 12% de todos los niños
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nacidos morirían en su primer año. Un hombre o una
mujer que llegara a los 30 años podía esperar vivir
hasta los 59. La esperanza de vida en Nueva Inglaterra
era mucho mayor, donde el hombre promedio vivía
hasta mediados de los sesenta y las mujeres vivían en
promedio hasta los 62. Los demógrafos estiman que
aproximadamente el 2% de todos los nacidos vivos en
Inglaterra en este momento moriría en el primer día de
vida. Al final de la primera semana, un total
acumulado del 5% moriría. Otro 3 o 4% moriría dentro
de un mes. Un total de 12 o 13% moriría dentro de su
primer año. Con los peligros de la infancia detrás de
ellos, la tasa de mortalidad infantil disminuyó, pero
siguió ocurriendo. Un total acumulado del 36% de los
niños murió antes de los seis años, y otro 24% entre los
siete y los dieciséis años. En total, de 100 nacidos vivos,
60 morirían antes de los 16 años.23
Según esta realidad estadística la gran mayoría de las familias
en esos años habían perdido a más de uno de sus hijos
infantes debido a la alta tasa de mortalidad infantil. Esto nos
demuestra el carácter pastoral de la Confesión. La
conversaciones teológica entre ellos con respecto a la muerte
de los infantes y la esperanza de verlos en la gloria no estaba
despegada de la realidad dura que tenían que vivir. No era
23 Estudio elaborado por una colaboración entre Plimoth Plantation™ y
New England Historic Genealogical Society® apoyado por Institute for
Museum and Library Services. Puede ser encontrado en:
https://www.plimoth.org/sites/default/files/media/pdf/edmaterials_dem
ographics.pdf
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una discusión infructífera, sino una búsqueda de la verdad
motivada por el deseo de encontrar en la Palabra una
esperanza verdadera sobre la cual refugiarse. Podrías no estar
de acuerdo con el razonamiento teológico que los llevó a esta
conclusión, pero entender mejor el contexto nos ayuda a ser
más misericordiosos al momento de juzgar.