Una Onda Expansiva. Revocatorias Peru y América Latina

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UNA ONDA EXPANSIVALas revocatorias en el Per y Amrica LatinaJurado Nacional de Elecciones


UNA ONDA EXPANSIVALas revocatorias en el Per y

Amrica Latina

Fernando Tuesta Soldevilla (Editor)Facundo Arques

Ana Beatriz Franco-CuervoMiriam Kornblith

Franklin Ramrez GallegosEssy Mirella Vsquez Oruna

Julio VerdugoYanina Welp


JURADO NACIONAL DE ELECCIONESPresidenteDr. Francisco Artemio Tvara CrdovaMiembros del PlenoDr. Pedro Gonzalo Chvarry Vallejos Dr. Baldomero Elas Ayvar Carrasco Dr. Carlos Alejandro Cornejo Guerrero Dr. Jorge Armando Rodrguez VlezSecretario GeneralDr. Michell Samaniego MonznDirector Central de Gestin InstitucionalDr. Luis Miguel Iglesias Len

UNA ONDA EXPANSIVALas revocatorias en el Per y Amrica Latina

Jurado Nacional de Elecciones, 2014Fondo Editorial del Jurado Nacional de EleccionesAv. Nicols de Pirola N. 1070, Lima 1, Per Central (51 1) 311-1700www.jne.gob.pe

Pontificia Universidad Catlica del PerEscuela de Gobierno y Polticas Pblicas, 2014Av. Universitaria N. 1801, Lima 32, Perwww.escuela.pucp.edu.pe/gobierno/

Primera edicin: Agosto, 2014

Tiraje: 1500 ejemplares

Impresin: ............................

Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N. 2014-11091ISBN ............................

Los artculos del presente libro son responsabilidad exclusiva de los autores y no reflejan necesariamente la opinin del JNE.


A la memoria de Henry Pease Garca


9ndicePrlogo de Francisco Tvara Crdova ......................................................................................... 11

Presentacin de Henry Pease Garca ............................................................................................ 17

Introduccin de Fernando Tuesta Soldevilla ............................................................................ 19

La revocatoria del mandato en la encrucijada: mecanismos de democracia directa, participacin, representacin y democraciaYanina Welp ....................................................................................................................................... 23Las revocatorias en el Per: entre la participacin y la gobernabilidad localFernando Tuesta Soldevilla ...................................................................................................... 45Las pretensiones revocadoras: el caso de LimaEssy Mirella Vsquez Oruna ..................................................................................................... 67La revocatoria en Colombia: a propsito de la iniciativa derevocatoria del alcalde mayor de BogotAna Beatriz Franco-Cuervo ....................................................................................................... 99Del vrtigo al estancamiento: los procesos revocatorios locales en el EcuadorFranklin Ramrez Gallegos........................................................................................................ 135La revocatoria de mandato a nivel subnacional en ArgentinaFacundo Arques ............................................................................................................................... 157La inauguracin fallida de la revocatoria en Bolivia: una delimitacin conceptualJulio Verdugo .................................................................................................................................... 187Revocatoria de mandato en Venezuela: examen de los procesos presidencial, regional y localMiriam Kornblith ........................................................................................................................... 209Bibliografa y Hemografia ......................................................................................................... 249

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PrlogoDesde los orgenes modernos de la democracia constitucional, el derecho a revocar a los representantes aparece casi en forma inherente a las razones que justifican la eleccin popular. Se trata de una tensin cuyo equilibrio es esencial para la evolucin y el significado de la vida en democracia.La obra que hoy nos honramos en presentar y poner a disposicin de la ciudadana, rene ocho estudios de especialistas nacionales y extranjeros sobre un tema tan importante, vigente y discutido como es la revocatoria, un instrumento o mecanismo de democracia directa incorporado como tal a nuestra realidad por la Constitucin vigente de 1993.La publicacin tiene su origen en un importante evento acadmico organizado por el Jurado Nacional de Elecciones en el mes de agosto de 2013, que congreg en Lima a la mayor parte de los autores de los trabajos que contiene el libro.El primer estudio est a cargo de Yanina Welp, bajo el sugestivo ttulo La revocatoria del mandato en la encrucijada: mecanismos de democracia directa, participacin, representacin y democracia, donde da cuenta del panorama actual de estos mecanismos e instituciones, particularmente en el mbito latinoamericano, acompaado de agudos comentarios sobre nuestra realidad regional y local (el Per es el campen mundial de las revocatorias), y cerrando su aporte con interesantes conclusiones y reflexiones finales.A continuacin, Fernando Tuesta Soldevilla, estimo que el politlogo que ms conoce la materia en nuestro pas y con muchos estudios sobre la misma, se ocupa de Las revocatorias en el Per: entre la participacin y la gobernabilidad local, donde nos ofrece un enjundioso texto sobre este mecanismo de democracia directa, su incorporacin a nivel constitucional y legal, la implementacin histrica a nivel de gobiernos locales, provinciales y distritales y el cambio de interpretacin del JNE. Concluye sealando que, en el Per, la revocatoria del mandato ha sido un mecanismo altamente corrosivo y sugiere la modificacin del marco legal, opinin que comparte el sistema electoral, congresistas, medios de comunicacin, acadmicos, sociedad civil, entre otros.Luego est el interesante artculo de Essy Mirella Vsquez Oruna, que se ocupa de la reciente experiencia revocatoria en Lima, cuyo punto culminante fue el acto electoral del 17 de marzo de 2013, donde se revoc a 22 regidores de la Municipalidad de Lima Metropolitana, y que deriv en las Nuevas Elecciones Municipales (NEM) del 24 de noviembre de ese ao, proceso de revocatoria que seguir dando que hablar y que fue


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el detonante para que haya consenso en la necesidad de modificar el marco legal de este mecanismo constitucional de democracia directa.Seguidamente encontramos el valioso trabajo de la politloga Ana B. Franco Cuervo, sobre la revocatoria en Colombia, un anlisis sobre la iniciativa de revocatoria del Alcalde Mayor de Bogot, Gustavo Petro, incluyendo antecedentes, el contexto poltico y la evolucin del marco legal.Franklin Ramrez Gallegos, de FLACSO-Ecuador, nos entrega un trabajo sobre los procesos revocatorios locales en Ecuador (particularmente en el perodo 2009-2012), recordndonos que la revocatoria del mandato (RM) ya haba sido implementado en la anterior carta magna ecuatoriana de 1998, como producto de la consulta popular de 1997. Pese a su progresiva institucionalizacin, durante el tiempo que dur dicha carta (1998-2008) no se activ ningn proceso revocatorio. Es recin a partir del 2010 que, coincidiendo con la aprobacin de la normativa secundaria que regulaba el uso de este mecanismo (incorporado tambin en la Constitucin del 2008), el rgano electoral recibi 784 solicitudes para encaminar procesos revocatorios. El autor concluye que la RM ha jugado un rol central en el vigente movimiento de la democracia directa y sugiere que la continuidad de una atmsfera abiertamente hostil a la estructura de la representacin poltica ha devenido en una peligrosa dicotoma partidos perversos vs. ciudadanos virtuosos, que invita a leerlo.Fernando Arques, catedrtico de la Universidad Nacional del Litoral, se ocupa de la revocatoria de mandato a nivel subnacional en Argentina, describiendo la evolucin de este mecanismo de democracia directa en su pas, desde su incorporacin en diferentes provincias, analiza su regulacin e implementacin, concluyendo en que existen numerosas deficiencias normativas que merecen revisin.

Para reflexionar sobre el caso boliviano, Julio Verdugo ofrece un estudio que explora el significado de este mecanismo de control que es de reciente data en el pas del Altiplano. Se incorpora con la actual Constitucin de 2009 y se la regula en la Ley del Rgimen Electoral aprobada el ao siguiente. El autor seala que hasta el momento no se han producido estos procesos revocatorios porque los actuales procedimientos jurdicos e institucionales que regulan la revocatoria en Bolivia son muy complejos, burocrticos, largos y dificultosos.Finalmente encontramos el trabajo de la profesora Miriam Kornblith, Revocatoria de mandato en Venezuela: examen de los procesos presidencial, regional y local. Es un estudio bastante exhaustivo del tema, donde realiza un resumen histrico de este mecanismo, incidiendo en la activacin de la revocatoria del mandato presidencial y del referendo revocatorio de agosto de 2004, el marco jurdico y las reglas de juego del mismo.


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Tiene pues el lector entre sus manos un valioso texto de inters no solo para polticos o acadmicos, sino para la ciudadana en general. Los mecanismos de participacin y de control, reconocidos constitucional y legalmente deben ser usados para mejorar las instituciones de la democracia y este libro pretender contribuir a esa tarea. Somos conscientes de que tenemos una democracia en formacin, con una an insuficiente institucionalidad, pero que debemos seguir reafirmndonos en este rumbo, convencidos de que hacemos camino al andar.El reciente proceso de revocatoria en Lima produjo la polarizacin de los actores polticos y de los medios de comunicacin respecto del significado y los efectos del proceso. Sin embargo, el mismo ha servido para generar opinin y crtica racional respecto de cmo mejorar el procedimiento de revocatoria para que pueda servir en forma correcta a la realizacin de los valores constituciones que lleva consigo. Esta obra es, en parte, la culminacin de muchas de esas reflexiones.Lima, agosto de 2014Francisco A. Tvara CrdovaPresidente del Jurado Nacional de Elecciones


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PresentacinEste libro agrupa importantes trabajos sobre la revocatoria de autoridades en la regin, tema muy discutido en los ltimos aos en nuestro pas. Se origina en la Constitucin de 1993, que a diferencia de la Carta de 1979 s incluy varias formas de participacin directa como complemento de la democracia representativa.La Ley de derechos de participacin y control ciudadanos, Ley N 26300, se dio en 1994 regulando la revocatoria, entre otros derechos tales como el referndum, la iniciativa legislativa y la demanda de rendicin de cuentas. Poco tiempo despus era modificada para hacer imposible el referndum que la autocracia fujimorista no aceptaba para evitar que fuera usado por los opositores a la privatizacin de Petroper, primero, y de la ley que abra la puerta a una segunda reeleccin de Fujimori, luego. Pero no se toc all la revocatoria que solo poda aplicarse a autoridades locales y no chocaba por tanto con el poder concentrado en el gobierno nacional.Tras la transicin, se corrigi la Ley N 26300 para restablecer en sus trminos originales el derecho al referndum, pero no se toc lo normado sobre la revocatoria en el perodo 2001-2006, que corrigi las normas del fujimorato para mantenerse en el poder. S se han hecho modificaciones en aos posteriores, pero en congresos que no han contado con evaluaciones sobre los efectos de esta ley en la gobernabilidad de los gobiernos locales. Pero el intento frustrado de revocar a la Alcaldesa de Lima dej un Concejo Municipal innecesariamente recompuesto y afect la gobernabilidad de la ciudad adems de hacer evidentes los lazos que los revocadores tenan con actores informales que se negaban a cumplir la ley y complicaban enormemente el problema del transporte pblico y del antiguo mercado mayorista en La Parada. Estos hechos impactaron ms por darse en la capital pero no deben hacer olvidar los producidos en distritos pequeos y alejados desde que se inici la aplicacin de la ley.Evaluar la revocatoria debe ir de la mano con revisar los perodos de gobierno local. Cuando los alcaldes se elegan por tres aos no se necesitaba ni tena sentido la revocatoria y debe evaluarse si hoy los gobiernos locales son mejores con un perodo ms extendido. En todo caso, adems, la revocatoria de autoridades no puede ser pensada como derecho solo en las autoridades ms dbiles.Este trabajo dirigido por el profesor Fernando Tuesta Soldevilla aporta al debate comparado que es uno de los medios para explicar su funcionamiento real. Para la Escuela de Gobierno y Polticas Pblicas de la Pontificia Universidad Catlica del Per es grato participar en este esfuerzo del Jurado Nacional de Elecciones para publicar este libro que esperemos motive a la realizacin de estudios que evalen los efectos de la revocatoria en buena parte de las experiencias locales dadas.

Henry Pease GarcaDirector de la Escuela de Gobierno y Polticas Pblicasde la Pontificia Universidad Catlica del Per


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IntroduccinLos representantes en democracia lo son solo a travs de elecciones peridicas y competitivas y por un perodo fijo de tiempo. El mandato no es imperativo y, con independencia del buen o mal desempeo de los representantes elegidos, nada les impide mantenerse en el cargo, en especial en los sistemas presidencialistas.Sin embargo, en Amrica Latina, las interrupciones de los mandatos representativos se hicieron por va de los golpes militares, dibujando una historia de un pndulo entre estos gobiernos autoritarios y los nacidos del voto popular.Pero no es sino a fines de los setenta e inicios de los ochenta que los gobiernos militares quedan atrs. Las democracias latinoamericanas postransiciones, modificaron sus marcos constitucionales para incorporar nuevas reglas de juego, entre ellas ampliando el derecho al sufragio.No obstante, ese mismo momento histrico, llamada la dcada perdida, estuvo azotado por crisis econmicas y violencia poltica que llevaron a varios pases a atravesar situaciones de ingobernabilidad pronunciadas, con el desplome de sus sistemas de partidos. En muchos de estos pases se cuestiona la eficacia de la democracia, como la insuficiencia de sus resultados. As, en varios pases de la regin, sobre todo en los andinos, se abre nuevamente un proceso de reformas polticas que buscan incorporar mecanismos de democracia directa, entre ellas la de revocatoria. Hasta ese momento, este instrumento solo era usado en pocos pases en el mundo, sobre todo en Estados Unidos. La primera ciudad que introdujo el mecanismo de la revocatoria, fue Los ngeles, en 1903. Posteriormente se fueron sumando varios estados y condados. Otro pas es Argentina, tambin federal, en donde el mismo mecanismo haba sido incorporado hace casi un siglo en algunas provincias, aun cuando nunca se llev a cabo un proceso de revocatoria.Es sobre todo en la dcada de los noventa que se introduce este mecanismo en nuestra regin, especialmente con la Constitucin colombiana de 1991 y la peruana de 1993, para autoridades subnacionales. Otros fueron los casos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, que igualmente modificaron sus constituciones introduciendo la figura de la revocatoria, pero para toda autoridad elegida, tanto nacional como subnacional. De esta manera, seis pases latinoamericanos recurren a este mecanismo como una manera de ampliar la participacin ciudadana, desarrollar el mayor control poltico de las autoridades electas y, tambin, como una manera de enfrentar a los partidos polticos que fueron objeto de las crticas de muchos gobiernos.La aplicacin fue muy variada en estos pases, siendo los casos ms relevantes el intento de revocatoria del presidente de Venezuela, Hugo Chvez (2004), la alcaldesa de Lima Susana Villarn (2013) y el alcalde de Bogot, Gustavo Petro (2014), por tratarse de cargos polticos de gran importancia. Se trataba tambin de polticos situados en el sector de la izquierda del espectro ideolgico, que haba sido el animador de los mecanismos de democracia directa, como la revocatoria.


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El nico caso de un intento de revocatoria a nivel nacional se produjo en Venezuela, contra el presidente Hugo Chvez, pero no prosper. En ningn otro pas, como Ecuador y Bolivia, se activ una revocatoria contra el presidente de la repblica ni contra ningn congresista.Es a nivel subnacional donde se observa un mayor nmero de experiencias de revocatorias, siendo Colombia, Ecuador y Per en donde se activaron dichos procesos. Sin embargo, en el caso colombiano, la revocatoria del alcalde Petro, las impugnaciones a diversas fases del proceso y la intervencin de otras instituciones, como la Procuradura General de la Nacin, terminaron por frustrar el proceso, mantenindose el alcalde bogotano hasta ahora en el cargo.En el caso ecuatoriano, ante un impulso inicial dado por la Constitucin del 2009, en las que se revocaron algunas autoridades, le siguieron cambios normativos que terminaron por limitar su aplicacin. Finalmente, en el Per, el proceso fue creciendo hasta producir un nmero muy alto de consulta, constituyndose en el pas con ms nmero de procesos y autoridades revocadas en el mundo. Desde 1997, ao de su primera implementacin, hasta el ao 2013, ms de 1700 autoridades subnacionales han sido revocadas.Este derecho ciudadano tuvo que enfrentar muchos temas cruciales cuando se pas del marco constitucional al desarrollo legislativo, como los requisitos necesarios para activar una revocatoria, los lmites temporales para activarlas, entre otros. Pero un punto de discusin central ha sido si la solicitud del proceso de revocatoria debe ser o no sustentado. All hay casos diversos. Hay pases en donde no se exige ninguna sustentacin pues se considera que se trata de un derecho poltico que le asiste a un ciudadano que, as como elige, tambin tiene el derecho de revocar el mandato. Hay casos en donde se tiene que sustentar pero no documentar la solicitud de revocatoria y otros en donde se requiere una sustentacin con documentacin, bajo el argumento que suprimir un mandato exige un acto inicial probatorio.Pero lo que se discuti poco, aun cuando tuvo mayor incidencia en tanto la revocatoria creca en nmero, es el impacto que produce en las instituciones subnacionales, sobre todo en los municipios. Esto ocurre porque el proceso mismo genera niveles de incertidumbre en las autoridades, los ciudadanos y los proyectos que exigen planes e inversiones. Esta situacin se manifiesta an ms perturbadora cuando el diseo institucional propone una nueva eleccin en el caso de revocar a una autoridad. Esto produce un incentivo para los perdedores de las elecciones ordinarias y requiere autoridades provisionales hasta que asuman las nuevas. Incentivos negativos e inestabilidad es lo que justamente ha mostrado el caso peruano, el mayor centro revocatorio del mundo.En consecuencia, a poco ms de dos dcadas de incorporacin del mecanismo de revocatoria en la regin, es necesario hacer un balance que, explorando los casos nacionales, discuta las causas y efectos que ha tenido en las democracias latinoamericanas, tanto en el plano de la representacin como en el de la gobernabilidad. Los acadmicos y acadmicas que aportan con sus trabajos en este libro esperan colaborar con este necesario propsito.

Fernando Tuesta Soldevilla


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La revocatoria del mandato en la encrucijada Mecanismos de democracia directa, participacin, representacin y

democracia*

Yanina Welp Centre for research on Direct Democracy (c2d) y Universidad de St Gallen

Sumario: 1. Introduccin. 2. Democracia y participacin poltica no electoral. 2.1. Caminos que se bifurcan: MDD desde abajo y democracias de larga data. 2.2. El limitado y heterogneo mapa de la revocatoria del mandato. 3. Sobre la representacin. 4. Revocatoria y fortalecimiento de la democracia. 4.1. Argentina: limitaciones legales y usos poltico-partidarios. 4.2. Bolivia: firmas insuficientes o firmas no validadas. 4.3. Colombia: tres dcadas de intentos fallidos. 4.4. Venezuela: cuando lo eficiente no parece imparcial. 4.5. Ecuador: la retraccin del poder popular. 4.6. Per: el campen mundial de las revocatorias. 5. Conclusiones y reflexiones finales. Bibliografa.

1. IntroduccinEn Amrica Latina, la transicin a la democracia impuls la apertura del sistema poltico a nuevas formas de participacin ciudadana. Las primeras iniciativas, desarrolladas a fines de los ochenta, fueron promovidas por la llegada al gobierno local de movimientos y/o partidos de izquierda que haban renovado su ideario y sus propuestas para competir en el terreno electoral, como el Partido de los Trabajadores en Brasil, Izquierda Unida en Per, el Frente Amplio en Uruguay o Causa Radical en Venezuela.En un movimiento originado desde abajo, desde las municipalidades, se promovieron mecanismos caracterizados por su baja institucionalizacin, ya que su convocatoria dependa de la voluntad poltica, mientras sus reglas de funcionamiento eran flexibles, generadas en el curso mismo de los procesos participativos. La revocatoria del mandato no tuvo un lugar relevante en aquella agenda local, dominada por un espritu deliberativo, de salida al espacio pblico y creacin de consensos1. Desde la dcada del noventa se asiste a un nuevo contexto de oportunidades polticas que por la va de asambleas constituyentes ha constitucionalizado la participacin ciudadana. Este modelo incorpora y regula tanto instituciones orientadas a la deliberacin en espacios pblicos como a la toma de decisiones 1 Esta bsqueda de consenso se orientaba especialmente a la relacin entre el ejecutivo local y la ciudadana, a menudo como parte de estrategias polticas orientadas a fortalecer a estos gobiernos ante la oposicin de elites locales o del gobierno central y convertirlos en una opcin poltica viable en el mbito nacional. As ocurri en Brasil y Uruguay, donde el Partido de los Trabajadores y el Frente Amplio

se convirtieron en opcin de gobierno, modificando el escenario poltico previo. Desde que el Banco Mundial promoviera el presupuesto participativo como best practice, la democracia participativa dej de ser territorio exclusivo de la izquierda (Goldfrank, 2006).* Agradezco a Pablo Bandeira Greo, por sus comentarios a una primera versin de este trabajo.


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a travs del voto. Estas ltimas son definidas como mecanismos de democracia directa (MDD) que se distinguen segn su origen: obligatorios, activados porque as lo determinan las normas; desde arriba, cuando son iniciados por el poder legislativo o ejecutivo; o desde abajo, cuando se inician por recoleccin de firmas. Los obligatorios e iniciados desde abajo se asocian con el empoderamiento de la ciudadana y el control del gobierno, y se les adjudica la capacidad de generar contrapesos y equilibrios de poder (Hug y Tsebelis, 2002; Kaufmann y Waters, 2004, Papadopoulus, 1995). Los originados desde arriba, son criticados por su potencial para la demagogia y la manipulacin, y por reforzar el poder de las autoridades, el presidente en particular (Zovatto, 2006). Los MDD, y entre ellos la revocatoria del mandato, fueron incorporados a las constituciones de los pases andinos: Colombia (1991), Per (1993), Venezuela (1999), Ecuador (1998 y 2008) y Bolivia (2009). Pero a pesar de este cambio y de una consecuente proliferacin de estudios centrados en las nuevas instituciones participativas, hasta hace muy poco la revocatoria de mandato fue ignorada por la mayora de los analistas. Esto podra obedecer a cierta descalificacin del mecanismo, atribuida a las siguientes razones:

La revocatoria se orienta a remover gobernantes, algo que no se observaba como una superacin del esquema representativo, porque en lugar de la intervencin directa de la ciudadana en la definicin de polticas pblicas, mantendra el foco en los polticos y el personalismo2;

El inters de los estudios locales se centr en los procesos deliberativos, la formacin de consensos y/o el fomento de la cultura cvica3, mientras la revocatoria generara polarizacin, planteando una decisin entre opciones inconciliables; Los estudios de MDD a nivel nacional se han ocupado especialmente del debate sobre los usos populistas versus el empoderamiento ciudadano; y en estos anlisis la revocatoria ocup un lugar marginal o centrado en las experiencias venezolana del 2004 y boliviana del 2008, sin prestar especial atencin al mecanismo en s4. El 17 de marzo del 2013, la revocatoria del mandato de la alcaldesa de Lima Susana Villarn y su concejo (que no logr revocarla pero s a buena parte de los regidores) sorprendi al Per y a Amrica Latina, poniendo sobre la mesa la 2 En esta lnea vase, por ejemplo, Papadopoulus (1995), y Kaufmann y Waters (2004). Por el contrario, son numerosos los estudios centrados en la experiencia de los Estados Unidos (Spivak, 2004; Qvardrup, 2014).3 Vase Seele y Peruzzotti (2009); Robin y Ford (2013) y Goldfrank (2006). 4 Vase Zovatto (2006), Welp y Serdlt (2009) y Lissidini et al. (2008).


YANINA WELP: La revocatoria del mandato en la encrucijada

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creciente importancia de esa institucin. Desde 1997 hasta 2013 ms de cinco mil autoridades han sido sometidas a referendo revocatorio en este pas; mientras que entre el 2008 y el 2010 se originaron ms de setecientas iniciativas en Ecuador; en Colombia (donde actualmente se encuentra en marcha un proceso contra el alcalde de Bogot) se han impulsado un centenar de intentos adems de consultas y debates; y hubo al menos dos centenares de intentos que no prosperaron en el primer proceso de revocatorias abierto en Bolivia, en el 2012. As, aunque la revocatoria es uno de los mecanismos ms utilizado en la regin con un claro predominio de la experiencia peruana, el campo permanece poco explorado. En este trabajo, a partir de reflexiones basadas en el estudio normativo de la revocatoria del mandato, la discusin del mecanismo a la luz de las teoras de la representacin, y el anlisis de una seleccin de experiencias, nos proponemos cuestionar tres argumentos que han estado presentes en el discurso favorable a su introduccin. Estos son: (i) que los mecanismos de democracia directa son propios de democracias avanzadas, y en tanto tales, su introduccin es una consecuencia de la consolidacin de la democracia; (ii) que la incorporacin de provisiones legales para regular la revocatoria del mandato se orienta a construir un nuevo modelo de representacin, reforzando la accountability; y que, (iii) una vez introducido el dispositivo legal, se convierte en una causa de la consolidacin y/o fortalecimiento de la democracia. A continuacin se analiza cada uno de estos aspectos. Finalmente se extraen conclusiones. 2. Democracia y participacin poltica no electoralEn contextos democrticos, la participacin ciudadana se expresa en actuaciones formales (reguladas por la ley) o informales, relativamente autnomas , que tienen por sujeto a individuos u organizaciones de la sociedad civil. Para algunos, la participacin debe funcionar como una correa de transmisin que estreche los lazos entre la ciudadana y los representantes, suministrando a estos ltimos informacin valiosa para la gestin (Almond y Verba, 1963). Para otros, la participacin debera apuntar a la intervencin directa de la ciudadana en la definicin de los asuntos pblicos (Pateman, 2012).Desde los aos sesenta ha ganado peso la idea de que la participacin cvica se asocia a sistemas polticos ms legtimos y evolucionados (Almond y Verba, 1963; Pateman, 1970). En dcadas recientes se ha observado que el teln de fondo de la demanda de una mayor intervencin ciudadana en la gestin de lo pblico es la crisis del sistema representativo, evidenciada por el desencanto de los ciudadanos con los partidos polticos y representantes (Dalton et al., 2001;



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Setl, 1999). En esta lnea argumental, se espera observar un crecimiento en el nmero de pases que adoptan provisiones legales para activar los MDD desde abajo y una mayor presencia de las democracias ms avanzadas, consolidadas o de larga data en este grupo, ya que su introduccin sera el resultado de la evolucin de estas democracias. A continuacin observaremos los datos generales y luego nos centraremos en la revocatoria del mandato.2.1. Caminos que se bifurcan: MDD desde abajo y democracias de

larga data

Un estudio centrado en el nivel nacional, que tuvo el objetivo de identificar los pases del mundo que incluyen los MDD susceptibles de ser activados por la ciudadana, mostr que tan solo treinta y ocho lo hacan, mientras al menos 156 incluan mecanismos susceptibles de ser activados automticamente o por las autoridades. Hasta 1920, solo Suiza incorporaba estos mecanismos. A fines de los ochenta lo haca apenas una media docena de pases (Letonia, Liechtenstein, Italia, Uruguay y San Marino, adems de Suiza). As, pese a que contradice la expectativa el nmero de pases que incluyen los MDD desde abajo son pocos, se observa un crecimiento pronunciado a partir de 1989 (Serdlt y Welp, 2012).En este grupo no predominan las democracias consolidadas de Occidente sino las democracias restablecidas o de creacin reciente. Mientras ocho pases de Amrica Latina y diecisis pases que han reestructurado su sistema poltico tras la cada del Muro de Berln los regulan, en Europa Occidental lo hacen tan solo cuatro, y dos de ellos son principados (San Marino y Liechtenstein; los otros dos son Suiza e Italia).

Tabla N. 1Pases con provisiones para activar mecanismos de democracia directa

desde abajo (a nivel nacional)

Regiones Pases Total

Europa Occidental Suiza, Italia, Liechtenstein, San Marino 4

Pases poscomunistas Letonia, Eslovaquia, Lituania,Hungra, Eslovenia, Ucrania, Serbia, Georgia, Macedonia, Albania, Bielorrusia, Kirguistn*, Moldavia, Rusia* 14Amrica Latina Uruguay, Colombia, Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Per 8

frica Cabo Verde, Etiopa*, Liberia*, Nigeria*, Togo, Uganda* 6

Asia Taiwn, Filipinas, Turkmenistn 3

Oceana Palaos, Micronesia, Nueva Zelanda 3

Total 38Fuente: Elaboracin propia con datos de Serdlt y Welp (2012).* Solo regulan la revocatoria de mandato de congresistas.



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Es excepcional el caso suizo que, sin embargo, introdujo estas provisiones con la formacin de la Confederacin y los fue ampliando en las dcadas posteriores por la presin de ciudadanos y cantones (en 1848 fue introducido el referndum obligatorio, en 1874 el referndum opcional legislativo y en 1891 la iniciativa) (Welp y Massger, 2013). Este caso nos resulta iluminador porque sugiere que, ms que una cuestin de evolucin, las instituciones creadas son resultado de las relaciones de poder y capacidad de establecer consensos entre actores.5 2.2. El limitado y heterogneo mapa de la revocatoria del mandatoEn Ecuador, Venezuela y Bolivia, la revocatoria puede iniciarse contra cualquier autoridad electa (ejecutivo o legislativo, en todos los niveles de gobierno). Cuba es un caso especial en la medida en que se puede revocar a quien se elige directamente, con lo que aunque en teora rige para todas las autoridades, en la prctica la revocatoria est limitada a los delegados y autoridades locales (Guzmn, 2012). En Colombia y Per solo puede activarse a nivel subnacional; en Colombia, exclusivamente contra autoridades ejecutivas, y en el Per, contra ejecutivas y legislativas. Como en el Per, en Japn y Polonia la revocatoria fue introducida por la normativa nacional, y solo para los subniveles de gobierno.

Tabla N. 2La revocatoria de mandato en el mundo (nivel nacional y subnacional)*

Regulacin Autoridades que pueden ser revocadas Pases o subnacionales Total

Nacional

Todas las autoridades electas popularmente Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba 4Miembros del parlamento (nacional) Panam, Rusia, Etiopa, Kirguistn, Nigeria, Liberia y Uganda 7Autoridades ejecutivas a nivel subnacional Colombia 1Autoridades ejecutivas y legislativas a nivel subnacional Japn, Polonia, Per 3

SubnacionalAutoridades legislativas Columbia Britnica1 (Canad) 5El consejo en su totalidad Suiza2

Variable segn la provincia o estado Argentina3, Estados Unidos4, Chihuahua (Mxico)5Total 20

Fuente: Elaboracin propia.* Para la investigacin del nivel nacional se consultaron las bases de datos del c2d y el IDEA Handbook de la democracia directa (International IDEA, 2008) y constituciones nacionales. El nivel subnacional se ha registrado a travs de la revisin de la literatura sobre revocatorias, las mencionadas bases de datos y bsquedas varias en archivos de democracia directa. Asumimos que puede haber casos no registrados, dada la complejidad y extensin del universo analizado.1 Ver http://www.elections.bc.ca/index.php/referenda-recall-initiative/recall/ (ltima visita 11 de octubre del 2013).2 Lo regulan los cantones de Berna, Uri, Solothunr, Schaffhausen, Thurgau y Ticino.3 A nivel provincial y municipal est regulado en la Ciudad de Buenos Aires y cinco provincias: Chaco, Chubut, La Rioja, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Otras ocho lo regulan para los municipios: San Luis, San Juan, Ro Negro, Neuqun, Misiones, Entre Ros, Corrientes y Catamarca (vase Arques, 2014).4 Diecinueve estados permiten activar la revocatoria (Alaska, Arizona, California, Colorado, Georgia, Idaho, Illinois, Kansas, Louisiana, Michigan, Minnesota, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Dakota del Norte, Oregn, Rhode Island, Washington y Wisconsin), mientras las prcticas han sido ms frecuentes en el nivel local. Ver: www.ncsl.org.5 Art. 257 nm. 3, Ley Electoral del Estado.5 Cabe destacar que a pesar de ser el primer usuario mundial de los MDD, no incluye la revocatoria a nivel federal. Por informacin detallada sobre las instituciones y las prcticas vase www.c2d.ch en Data/Switzerland. Para un estudio de la revocatoria en cantones, vase Serdlt, 2014.



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Al menos siete pases permiten la revocatoria de legisladores nacionales. Panam ha introducido recientemente provisiones legales. Desde 2010, estuvo en debate la reforma de la ley con la intencin de penalizar el cambio de agrupacin poltica (transfuguismo); de este modo, la revocatoria ha quedado en manos de los partidos6.En pases federales o confederados, las provincias, estados o cantones legislan sobre el tema. Sin pretensin de exhaustividad, nuestra investigacin ha identificado la existencia de normativa para activar revocatorias en Argentina, Estados Unidos, Mxico, Suiza y Canad. Los estados de EE. UU. fueron pioneros en la introduccin de este referndum a nivel subnacional (diecinueve estados lo regulan en la actualidad). Aqu puede iniciarse tanto contra gobernadores y alcaldes como contra miembros del poder legislativo. La ciudad de Los ngeles fue la primera en regularlo (en 1903), siendo su introduccin un resultado del crecimiento del movimiento progresista, que vea en este y otros mecanismos de democracia directa una va para limitar la corrupcin del gobierno y el poder judicial (Spivak, 2004). Tambin existe en seis cantones suizos con un particular formato, ya que se activa contra todo el gobierno y no contra una autoridad en particular, aunque raramente ha sido utilizado (Serdlt, 2014). Desde 1995 se ha empleado con frecuencia en la canadiense Columbia Britnica, donde rige solo contra miembros del Parlamento. Tambin se ha regulado en algunas provincias argentinas. En anlisis previos de la introduccin de la revocatoria en los pases andinos, hemos encontrado que resulta llamativa la escasa discusin con la que se ha modificado un elemento fundamental de la democracia representativa (Welp y Serdlt, 2011). Los diarios de debates muestran un considerable consenso sobre la necesidad de introducir la revocatoria. La demanda ciudadana de cambiar el sistema poltico por corrupto e ineficiente fue ms evidente en casos como el colombiano y el venezolano, pese a las profundas diferencias entre ambos procesos. En el Ecuador de Correa o en el Per de Fujimori, tambin pese a sus profundas diferencias, predomin el discurso antipartidos, a lo que la experiencia peruana suma el tinte autoritario del gobierno. La discusin se centr en la regulacin del mecanismo, ms que en cuestiones de fondo como su combinacin con el sistema representativo. Por qu los 6 Vase la Ley 550/2013 (www.asamblea.gob.pa).



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congresistas estuvieron tan dispuestos a introducir un mecanismo que poda volverse contra la clase poltica? A la luz de otras experiencias, en que se observa un fuerte bloqueo a cualquier iniciativa que otorgue un poder autnomo y vinculante a la ciudadana, la pregunta permanece abierta. Mientras en Estados Unidos hubo una fuerte resistencia a introducirlos a nivel federal, en los estados se fue incorporando por la sostenida presin ciudadana. En Suiza otros MDD fueron tambin el resultado de pujas de poder, especialmente entre la confederacin, los cantones y el movimiento democrtico (Auer, 2008). En Amrica del Sur es necesario profundizar sobre estas cuestiones, teniendo en cuenta el deterioro del sistema de partidos y una profunda crisis de representacin. En el Per, el componente autoritario y antipoltico del liderazgo de Fujimori no puede soslayarse (la revocatoria podra haber sido una forma ms de debilitar a los gobiernos locales) mientras el discurso de renovacin radical tiene peso en Venezuela o Bolivia. Volviendo al objetivo planteado en esta seccin, podemos sostener que la evidencia emprica muestra que: i) pese a una creciente demanda de regulacin de los MDD7 desde abajo son muy pocos los pases en que se han introducido; ii) la mayora de estos corresponden a democracias nuevas o recuperadas y no a democracias de larga data; y iii) el anlisis de los contextos en que estos mecanismos son incorporados sugiere que ms que por niveles de consolidacin de una democracia, la promocin de los MDD est condicionada por contextos de crisis e incertidumbre. 3. Sobre la representacinLa revocatoria ha ganado adeptos debido a la creciente insatisfaccin ciudadana con la gestin, algo que se refuerza en el nivel local. Buena parte de la poblacin considera que los gobernantes no respetan ni sus promesas de campaa ni sus opiniones, y perciben que la corrupcin ha calado profundamente en las instituciones8. As, la revocatoria permitira ajustar cuentas. Esta es una de las razones ms profundas para explicar el apoyo que la institucin recibe, ya que es presentada como un mecanismo de control que podra reducir la discrecionalidad de los representantes de hecho, por la sola amenaza de activacin. 7 Vase por ejemplo la demanda de la organizacin Democracia Real YA en Espaa, de Occupy Wall Street en Estados Unidos o la promocin institucional llevada adelante por el Initiative and Referendum Institute (IRI), entre otros. 8 La encuesta del Latinobarmetro incluy en el 2004 un estudio de la confianza y satisfaccin con las autoridades y la gestin local,

percepcin de corrupcin, eficacia, etc. En el mismo puede observarse de forma clara el profundo descrdito en que se encuentran inmersos los gobiernos locales, especialmente en los pases andinos.



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En el mbito poltico, el alcance de la representacin ha sido tema de debate desde hace dcadas. Pitkin (1967) la ha definido como el acto en el que una persona adquiere un derecho para actuar en nombre de otros. En esta nocin, el representado pierde la capacidad de exigir que el gobernante cumpla con sus responsabilidades, con sus promesas o con lo que quienes le han conferido el poder esperan de l. Las elecciones funcionan como mecanismo de castigo o premio al confirmar al poltico o partido en el poder o reemplazarlo por otro. Cualquier otra forma de control remite al mismo equilibrio entre instituciones y no a la ciudadana.Durante los siglos XVIII y XIX, la democracia representativa fue adquiriendo sus principales caractersticas. Entonces, la revocabilidad permanente y el mandato imperativo fueron descartados con fundamentos que identificaban a las masas con la ignorancia y el sometimiento a emociones pasajeras, y a los representantes con el anlisis fundamentado y racional, capaz de dar estabilidad y orden (Manin, 1998). Las races del modelo de representacin que domin durante buena parte del siglo XX se pueden encontrar en los debates de la Convencin de Filadelfia de 1787. Algunos constituyentes defendieron la introduccin de la revocatoria del mandato, por verla como el nico mecanismo capaz de introducir un control popular sobre legisladores y gobierno. La postura opuesta y que finalmente se impuso fue abanderada por Alexander Hamilton, que sostena que la revocatoria convertira a los senadores en esclavos de los humores caprichosos de la gente, advirtiendo tambin frente a la limitacin que encontraran los representantes para tomar decisiones difciles o impopulares (Spivak, 2004). Esta nocin se refuerza con la idea de representar la voluntad general, algo que de alguna manera habilita al funcionario a no seguir el programa para el que fue electo. Las caractersticas del clsico modelo representativo relativa discrecionalidad en la toma de decisiones y estabilidad en el cargo permitiran que el representante trascienda la voluntad (parcial) de quienes lo eligieron para pasar a representar esa extraa entelequia denominada voluntad general. As, no solo no se esperara que el representante cumpla cabalmente con un programa sino que se le atribuye una superioridad que le permitira tomar decisiones, modificando libremente sus opiniones cuando la situacin as lo requiera.



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En los ltimos aos, numerosos autores han explorado nuevas fuentes de legitimidad y bases de la representacin9. Mansbridge (2003) afirma que junto a la representacin promisoria han surgido otras como la anticipatoria y la giroscpica10. El modelo tradicional o de representacin promisoria se centra en la idea de que durante la campaa los representantes hacen promesas y en base a estas promesas (referidas a lo que harn en el futuro) obtienen el poder. La representacin anticipatoria deriva de la idea de un voto retrospectivo, los representantes se centran en lo que creen que los electores esperan y avalarn en las elecciones. En la representacin giroscpica, el representante acta en base a sus concepciones y sentido comn, con lo que su personalidad gana peso frente a un programa concreto o la anticipacin de los deseos de los electores. Mansbridge enfatiza que ante estas nuevas formas de representacin surgen problemas de accountability ya que solo la representacin promisoria da un marco para rendir cuentas sobre unas promesas formuladas. La revisin de la normativa que define los causales de la revocatoria, esto es, los motivos necesarios para iniciar un proceso, define implcitamente qu es lo que los gobernantes no deberan hacer si quieren mantenerse en el cargo, y en consecuencia, pone en evidencia las bases sobre las que se concede el poder. Encontramos dos situaciones ms o menos diferenciadas en los causales para iniciar una revocatoria: i. Incumplimiento del programa de gobierno (Bolivia, Colombia, Ecuador) o inobservancia de disposiciones sobre participacin ciudadana; incumplimiento de sus funciones y obligaciones (Ecuador).

ii. Prdida de confianza o insatisfaccin generalizada de la ciudadana (Bolivia, Colombia). En el caso peruano, que inscribimos en este grupo, la ley sostiene que debe estar fundamentada pero no requiere ser probada.Los causales que refieren al incumplimiento de programa o al incumplimiento de otras normas pareceran sujetar el mandato y acercar al representante a un rol de delegado, con menor discrecionalidad para tomar decisiones contrarias a las prometidas en campaa, pero pueden resultar de compleja y poco transparente aplicacin. Esto ocurre por varias razones. Una es que a un ao de iniciado un gobierno es a menudo difcil evaluar su gestin; por otra parte, la misma lgica electoral conduce a prometer ms de lo posible, generando expectativas insatisfechas que no resolver una revocatoria; por ltimo, cuando la revocatoria se activa por incumplimiento de programa y otras cuestiones, interviene un 9 Vase Annunziata (2011), Rosanvallon (2010) y Mansbridge (2003).10 Tambin habla de la representacin por subrogacin, que se refiere a los legisladores que representan a electores que pertenecen a otros distritos.



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organismo responsable de evaluar si procede o no realizar la consulta. Esta intervencin introduce un mecanismo doblemente extrao en la institucin participativa, porque intermedia de una forma que genera conflictos y sospechas; y a la vez, de aprobarse la consulta avalando que hay un incumplimiento, genera una extraa situacin de solicitud de confirmacin de un veredicto ya dado.

Por su parte la prdida de confianza o insatisfaccin generalizada parece seguir las tendencias que menciona Mansbridge al estudiar los cambios de la representacin, ya que no hay aqu unas bases claras para el rendimiento de cuentas. Esto ha generado intensa polmica en los casos en que la revocatoria se ha activado con mayor intensidad, especialmente en el Per (volveremos sobre este punto ms adelante). En definitiva, la revocatoria del mandato no parece alterar las bases conceptuales de la representacin aunque s podra tener profundas consecuencias en el ejercicio del gobierno, al generar mayores incentivos a que los gobernantes acten de acuerdo a las preferencias ciudadanas. Esto conducira a suponer que a mediano o largo plazo, la revocatoria del mandato fortalecera la democracia. Una vez ms, ser mejor explorar la cuestin antes de asumir el presupuesto. 4. Revocatoria y fortalecimiento de la democracia La perspectiva realista o elitista representada por Schumpeter (1961) asignaba a la participacin electoral la centralidad para el funcionamiento de la democracia, identificando otras formas de participacin con un desafo a la gobernabilidad. Por el contrario, los enfoques participativos que han ganado fuerza recientemente han puesto nfasis en la importancia de la participacin ciudadana para fomentar la responsabilidad, la capacidad de generar consensos y para acortar distancias entre la accin de quienes gobiernan y las preferencias de los gobernados. Lo previo dara por resultado un mayor rendimiento de cuentas y el fortalecimiento de la democracia superando el dficit representativo (Norris, 1999; Peruzzotti, 2001). Para Pateman (2012), el objetivo principal de la participacin es la democratizacin de la democracia, la conformacin de una sociedad participativa y la generacin de una estructura de autoridad democrtica. La revocatoria es un mecanismo especial dentro del espectro de instrumentos participativos, dado que su activacin informa sobre un problema y por tanto ms que fortalecer la democracia podra operar como una salvaguarda cuando la representacin no haya funcionado bien. O sea, la revocatoria en teora



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podra funcionar como una vlvula de seguridad, un mecanismo de contencin que contribuya a resolver crisis polticas dentro de los cauces institucionales. Considerando la frecuencia con que en el pasado se utilizaron vas autoritarias para resolver estos conflictos, los frecuentes estallidos populares observados en la regin o el creciente desencanto con el sistema representativo, todos factores que podran conducir al deterioro de la democracia y su deslegitimacin, el anlisis de un mecanismo como la revocatoria no se debe desdear. Nos ocupamos aqu del nivel local. En este escenario, la informacin existente sobre los ejercicios efectivos de la revocatoria y los intentos de activacin frustrados no permite comparaciones sistemticas por varias razones entre las que destacan la novedad de la expansin de la revocatoria, la frecuencia con que las leyes se han modificado y la dificultad para hacer anlisis en profundidad de los mismos (por el nmero y diversidad de experiencias). Aun as, con intenciones exploratorias, a continuacin presentamos algunas conclusiones basadas en estudios de caso, centrados en los gobiernos locales de los pases de Amrica del sur que regulan el mecanismo.

Tabla N. 3Regulacin, intentos y activaciones de revocatorias en los pases de

Amrica del Sur con legislacin nacional

PasFirmas Si la autoridad es

revocadaUmbral

part. Intentos1 Referendos Revocados

% Tiempo Bolivia 15/25/302 90 das Se convoca a elecciones 50%+1 216 0 0

Colombia 40% 180 das Se convoca a elecciones 40% 134 33 0

Ecuador Entre 10 y 25%2Oscila entre

60 y 180 das2

Asumen los suplentes No se fija 784 78 21

Per25% hasta un

mximo de 400 mil

Ilimitado Asumen los suplentes o se convoca a elecciones3 50% 58004 5303 1737

Venezuela 20% 3 dasAsumen los suplentes o

se convoca a elecciones3 25% 167 10 5Fuente: Elaboracin propia basada en la normativa11 y los organismos electorales de cada pas.1 Estimacin, el dato corresponde a las autoridades cuyo pedido de revocatoria se inici formalmente, aunque no se haya completado

finalmente el proceso (por haberse declarado improcedente o porque los promotores no reunieron las firmas necesarias).2 Dependiendo del tipo o tamao de circunscripcin.3 Dependiendo del nmero de revocados. 4 Basado en el nmero de kits vendidos, pero en un kit puede incluirse a ms de una autoridad, con lo que la cifra debe ser considerablemente superior. 11 Bolivia: Constitucin del 2009 y Ley del Rgimen Electoral N. 026/2010. Colombia: Constitucin de 1991, Leyes 131/1994, 134/1994 y 741/2002. Ecuador: Constitucin de 1998 y del 2008; Ley Orgnica Electoral y de Organizaciones Polticas / 2010, Ley Orgnica del Consejo de Participacin Ciudadana y Control Social / 2009. Per: Constitucin de 1993, Ley 26300 (1994), Ley de los Derechos de Participacin y Control Ciudadanos; y Ley 29313 (2009). Venezuela: Constitucin de 1999, Resolucin N. 030925-465, Normas para regular los procesos de referendos revocatorios.



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La Tabla N. 3 presenta los casos y a continuacin los analizamos, incluyendo el caso argentino (no registrado en la tabla por la variedad de la regulacin provincial). 4.1. Argentina: limitaciones legales y usos poltico-partidariosPese a que la revocatoria est incluida en el marco normativo de doce provincias argentinas, las experiencias han sido muy escasas. En ciudad de Crdoba, en el ao 2002 (1 329 604 habitantes), el gobierno de Germn Kammerath enfrentaba una severa crisis. Hubo un intento de activar la revocatoria pero el intendente logr frenarla apelando al Tribunal Superior de Justicia provincial. El Tribunal sentenci que el juicio poltico en marcha contra l anulaba el pedido de revocatoria12. Finalmente, fue imputado por administracin fraudulenta das antes de completar su mandato. En ciudad de Buenos Aires la revocatoria fue promovida por el mismo intendente, Anbal Ibarra, en el ao 2005. Casi doscientos muertos en un incendio en un local bailable de Buenos Aires destaparon un sistema de corrupcin y desidia del gobierno el local no cumpla con la normativa de seguridad ms bsica que tuvieron un alto costo poltico para Ibarra. El intendente busc reafirmar su mandato activando un referendo revocatorio, pero al poco tiempo desisti, expresando que era imposible por el elevado porcentaje de firmas requerido (20 por ciento, equivalente a 500 mil firmas en este caso). En Famatina, una pequea localidad de la provincia de La Rioja, el intento revocatorio fue frenado por la declaracin de inconstitucionalidad del Tribunal Electoral Provincial. El Tribunal sostuvo que la autoridad afectada queda sin defensa, ya que la legislacin dispone que la solicitud de revocatoria debe ser fundada y, al mismo tiempo, prohbe al Tribunal Electoral valorar los fundamentos, con lo que la garanta de control judicial queda anulada. La revocatoria ha prosperado en algunas pocas experiencias en que son los mismos partidos polticos en el gobierno y en el concejo deliberante los que la activan con la intencin de resolver problemas que no logran resolver por otros canales (vase Arques, 2014).4.2. Bolivia: firmas insuficientes o firmas no validadasEl mecanismo fue introducido en la Constitucin del 2009 y regulado un ao ms tarde. A fines del 2012 se abri por primera vez la posibilidad de activarlo (la ley establece que puede activarse una vez completada la mitad del perodo de mandato). El Tribunal Supremo Electoral recibi solicitudes 12 Suspendieron la revocatoria de Kammerath, en La Voz del Interior, Crdoba, Argentina, 10 de agosto del 2002.



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para someter a procesos revocatorios a 216 autoridades, la mayora alcaldes y regidores municipales. Setenta y nueve fueron aceptadas, autorizndose la recogida de firmas. Setenta y seis no superaron esta fase, mientras tres fueron presentadas, pero la revisin de firmas desestim un porcentaje que dej los pedidos por debajo del mnimo requerido (para detalles, vase Verdugo en este volumen). 4.3. Colombia: tres dcadas de intentos fallidosFue el primer pas de Amrica del sur en introducir la revocatoria de mandato por va constitucional. El mecanismo se reglament en 1994 y desde entonces, pese a que ha habido al menos 134 iniciativas entre 1996 y 2012, y unas tres decenas llegaron a las urnas, no se ha producido ninguna revocatoria. El caso muestra, en primer lugar, el efecto de los elevados umbrales (el porcentaje de firmas para iniciar el voto y la mayora requerida para que la revocatoria proceda son muy altos, cuestin que se agrava en un pas con elevados niveles de abstencin electoral) limitando las revocatorias. En segundo lugar, se observa que otros rganos estn ejerciendo un poder de contralor sobre los gobiernos locales. La Procuradura General de la Nacin ha destituido a 780 alcaldes y a setenta y un gobernadores entre 1999 y 2012. Para julio del 2011, la Procuradura haba sancionado a ms de trescientos alcaldes, mientras entre enero del 2009 y abril del 2012 fueron sancionados o condenados diez gobernadores y seis exgobernadores. Por ltimo, algunos trabajos han mostrado que las iniciativas son a menudo promovidas por exalcaldes o por quienes perdieron la eleccin (para detalles del caso, vase Franco-Cuervo en este volumen). 4.4. Venezuela: cuando lo eficiente no parece imparcialA pesar de que la revocatoria de mandato fue introducida en 1999, cuando en el 2003 la oposicin al entonces presidente Hugo Chvez comenz a considerar la posibilidad de activar el mecanismo se encontr con un vaco en la regulacin que fue completndose de manera improvisada a medida que las dudas iban surgiendo. Durante el ao 2007, se registraron las nicas activaciones de revocatorias a nivel subnacional, promovidas por organizaciones sociales o agrupaciones polticas. El paso siguiente consisti en la apertura de puntos de recogida de firmas a cargo de autoridades electorales, que funcionaron durante tres das, del 16 al 18 de junio (esto es excepcional, ya que en el resto de casos la recogida de firmas no es tutelada por los organismos electorales).



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Se us el sistema biomtrico, con lectura de huellas digitales13. Adems de las autoridades electorales estaban convocados testigos de las organizaciones promotoras y de los 9 gobernadores, 109 alcaldes y 49 legisladores regionales de los que se haba solicitado la revocatoria14. De este modo, el sistema result eficiente al permitir un recuento rpido y dar garantas de la validez de las firmas15, sin embargo, levanta numerosas dudas sobre el efecto intimidatorio de recoger firmas en un centro pblico y ante testigos de ambas partes. Otro tema controvertido es que solo pueden iniciar la solicitud agrupaciones polticas o ciudadanas (con un registro regularizado) lo que limita el derecho de participacin ciudadana16. Por ltimo, la ley establece que el referendo es vlido si vota al menos un 25% de los electores hbiles y que la revocatoria procede con dos condiciones: mayora simple y que los votos a favor de la revocatoria superen a los obtenidos por la autoridad al momento de ser electa17. Esto explica que pese a que en todos los casos el referendo fue vlido y la mayora se manifest a favor de la revocatoria (los porcentajes oscilan entre el 51% en Pedro Gual, estado de Mirando, y el 94% en Ature, Amazonas) en cinco casos la revocatoria no procedi porque la autoridad haba obtenido un mayor porcentaje de votos al momento de ser electa18. 4.5. Ecuador: la retraccin del poder popular.La revocatoria fue introducida en 1998, como respuesta a la crisis poltico-institucional abierta despus de que el parlamento destituyera al presidente Abdal Bucaram por incapacidad mental, en el contexto de un creciente descrdito del gobierno y protestas sociales. En su primera versin, el mecanismo poda ser activado en casos de actos de corrupcin con sentencia ejecutoria e incumplimiento del programa de gobierno calificado por el Tribunal Provincial. La constituyente del 2008 discuti y modific inconsistencias de la formulacin (como la demanda de sentencia firme por corrupcin), y se estableci que se trataba de un derecho ciudadano; como tal no requera de pruebas, bastaba el descontento o insatisfaccin. Tambin se redujeron de 30 a 10 por ciento las firmas solicitadas para activar este referndum en el nivel

13 Cdula laminada y acudir al centro respectivo nicos requisitos para manifestar voluntad de revocar [sic], en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=1033), 15 de junio del 2007.14 Instalados puntos de recepcin de manifestaciones de voluntad para solicitudes de revocatorios, en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=467),14 de junio del 2007.15 Plataforma tecnolgica para manifestaciones de voluntad otorga plenas garantas a las partes, en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=464), 13 de junio del 2007.16 CNE admiti ocho recursos de reconsideracin contra solicitudes de activacin de revocatorios, en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=421), 21 de mayo del 2007.17 Referendos revocatorios se efectuarn el 7 de octubre, en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=124), 4 de julio del 2007.18 CNE anunci revocatoria de cuatro alcaldes y una legisladora regional, en Noticias del CNE (http://www.cne.gov.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=579), 09 de octubre del 2007.



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local. Estos cambios repercutieron directamente en las prcticas con ms de setecientos intentos hasta que en mayo del 2011 (debido a la fuerte presin de las autoridades locales agrupadas en la asociacin de municipalidades), se introdujo una nueva reforma. Segn el Reglamento de Consultas Populares, Iniciativa y Revocatoria de mandato del 2011, la solicitud de formulario para la recoleccin de firmas debe especificar los motivos, pero adems, la Delegacin Provincial del Consejo Nacional Electoral correspondiente al expediente debe resolver en siete das si admite o niega la solicitud. Esto vuelve a crear un mecanismo de intervencin semidirecta en la medida en que otras instituciones deben aprobar y validar la solicitud ciudadana.4.6. Per: el campen mundial de las revocatoriasEn un estudio reciente (Welp, 2013) he analizado las razones que podran explicar por qu Per es el pas con ms procesos revocatorios del mundo, registrados a su vez en un perodo de tiempo relativamente breve (16 aos). Este hecho podra derivar de la confluencia de una creciente desafeccin y desencanto ciudadano con las instituciones de la democracia representativa19, algunas caractersticas del diseo institucional (en particular el perodo ilimitado para la recoleccin de firmas), organizaciones polticas dbiles, deseosas de hacerse con el poder (el incentivo de la convocatoria a elecciones, analizado en este volumen por otros autores), y las garantas ofrecidas por un marco legal y regulador que funciona. Aqu nos interesa plantear la existencia de una fuerte dicotoma en el debate actual, que es la que enfrenta gobernabilidad con participacin ciudadana. Autoridades del Jurado Nacional de Elecciones han propuesto una reforma de la ley para evitar que se ponga en riesgo la gobernabilidad local. Por otra parte, muchos ciudadanos claman por el mantenimiento de un mecanismo que se identifica como una fuente de poder frente a la corrupcin, la ineficiencia y el nepotismo (Quintanilla, 2013; Mir Quesada Rada, 2013). Los problemas de gobernabilidad parecen ser acuciantes en algunos municipios que han vivido sucesivos procesos de revocatoria. Ahora, cabe considerar aqu que los procesos electorales estn diseados de modo tal que potencian la inestabilidad: autoridades reemplazadas por sus suplentes hasta que se convoque elecciones si corresponde y entonces las nuevas autoridades no realizan un perodo completo sino que completan el perodo de mandato trunco por la revocatoria. 19 Agravado en el caso peruano por las expectativas generadas por aos de elevado crecimiento econmico que no alcanzan a responder a las demandas de poblaciones con necesidades bsicas insatisfechas.



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No profundizaremos ms sobre este caso ya que ha sido tratado con detalle en otros captulos de este libro. A continuacin, presentamos unas reflexiones finales sobre la relacin de la revocatoria con la profundizacin o fortalecimiento de la democracia. 5. Conclusiones y reflexiones finalesEn pocas palabras, retomando los objetivos con que inicibamos este trabajo, podemos sostener que los mecanismos de democracia directa que pueden ser activados desde abajo tienen una escasa difusin, y la misma se observa especialmente en democracias nuevas o recuperadas. Son menos an los pases que regulan la revocatoria de mandato. El anlisis de las experiencias sugiere que no es la longevidad o evolucin de la democracia lo que favorece la regulacin de este mecanismo sino, de forma opuesta, las crisis y ciertos grados de incertidumbre. El Diccionario de la Real Academia Espaola (DRAE) define tres acepciones para la palabra encrucijada. Las tres resultan sugerentes al hablar de la revocatoria del mandato. La primera refiere al lugar en que se cruzan dos o ms calles o caminos. En sentido figurado, la revocatoria, tal como se ha argumentado en este trabajo, fuerza una articulacin con la democracia representativa, dejando sin resolver algunos dilemas sobre el carcter de la representacin. La segunda acepcin que plantea el DRAE habla de una Ocasin que se aprovecha para hacer dao a alguien, emboscada, asechanza. La revisin de experiencias muestra que con la excepcin del Per y en menor medida Ecuador, la revocatoria ha sido poco activada en el resto de los pases de Amrica del Sur que la incorporan. Las razones por las que no se activa o se activa poco son diversas. Esto podra ocurrir porque la ciudadana desconoce el mecanismo o porque no considera que sea necesario activarlo; tambin podra ocurrir que activarlo sea muy costoso (por los requisitos establecidos en trminos de porcentaje de firmas) o que no hubiera suficientes garantas institucionales de poder llevar adelante el proceso. Lo cierto es que en algunos casos en que podra haber resuelto crisis (vase la experiencia de Crdoba, para el caso argentino) el mecanismo no funcion porque se interpusieron trabas legales. En Bolivia, mayor investigacin se requiere para saber si las iniciativas no prosperaron por inexperiencia o por la dificultad de cumplir los requisitos, ya que no se alcanzaron o no se validaron las firmas requeridas. El hecho de que la nica experiencia venezolana (diez autoridades de siete estados sometidas a revocatoria en octubre del 2007) haya mostrado una fuerte intervencin



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electoral, podra tambin haber tenido un efecto intimidatorio. Tanto en el Per como, en el momento lgido de las revocatorias, en Ecuador y tambin algunos intentos en Colombia, muestran que los principales promotores de revocatorias seran organizaciones o individuos con intereses particulares, especialmente, para forzar un proceso de revocacin y alcanzar el poder posteriormente. Adems, la mayora de los intentos y activaciones refieren a municipios muy pequeos (menos de veinte mil habitantes en el caso ecuatoriano, menos de cinco mil en el peruano) y en el otro extremo del espectro, en las ciudades ms grandes y cotizadas en la pelea electoral (Lima, Bogot).Con la tercera acepcin del DRAE para la palabra encrucijada cerramos este trabajo: Situacin difcil en que no se sabe qu conducta seguir. Aun considerando que la existencia de la institucin puede fortalecer a la ciudadana, observamos que las bases actuales para su ejercicio no promueven ni el empoderamiento ciudadano en la definicin de lo pblico (que s podran promover otros mecanismos participativos, en particular iniciativas legislativas y referendos abrogativos), no fortalecen el andamiaje institucional (en la medida en que actos de corrupcin o faltas administrativas deberan probarse y penalizarse de forma apropiada), no son eficientes (porque el cambio de autoridades no parece resolver los problemas de fondo por los que la ciudadana apoya las revocaciones), ni facilitan el debate y el consenso (porque no hay instancias intermedias de rendimiento de cuentas y debate ciudadano, con lo que los procesos generan polarizacin y un debate distorsionado). Pero la solucin no est en eliminar la revocatoria, los fallos de la revocatoria son fallos del sistema y no resultados de incorporarla al marco normativo. Regularla apropiadamente es solo una parte de la cuestin, a la que debe sumarse el respeto a las reglas del juego (sobre todo de parte de las agrupaciones polticas), el fortalecimiento institucional y la construccin de ciudadana. BIBLIOGRAFA

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La revocatoria en el Per: entre la participacin y la gobernabilidad local

Fernando Tuesta SoldevillaPontificia Universidad Catlica del Per

Sumario: 1. Encuentro de dos mundos. 2. Peligroso juego de reglas institucionales. a) Las firmas de adhesin. b) Solicitud fundamentada pero no probada. c) Pluralidad de la revocatoria. d) Umbral de revocatoria. e) Las nuevas elecciones municipales (NEM). 3. Un mar de revocatorias. 4. Los principales actores. 5. Las reglas se cambian, las autoridades tambin. 6. El incentivo de las Nuevas Elecciones Municipales (NEM). 7. Palabras finales. 8. Referencias bibliogrficas.Si hay un mecanismo de democracia directa (MDD) que es popular en el Per, ese es la revocatoria del mandato de las autoridades. Ms de tres cuartas partes de los peruanos estn de acuerdo con el mecanismo (Ipsos Apoyo, 2012a: 4),

porque lo consideran necesario cuando existe un alto nivel de ineficiencia, actos de corrupcin, abuso de poder y hasta por no estar de acuerdo con las ideas de la autoridad (Ipsos Apoyo, 2012b: 5). Esta corriente de opinin considera, por cierto, que el mecanismo debera extenderse a los representantes en el Congreso (Ipsos Apoyo, 2013: 3).Lo curioso de esta situacin es que la invocacin y puesta en prctica de la revocatoria no ha disminuido en la dcada de mayor crecimiento econmico y mejora de los ndices de pobreza y desempleo en el Per. Por el contrario, el grado de rechazo a las instituciones y sus representantes ha crecido (Carrin y Zrate, 2012: 163).El mecanismo de la revocatoria tambin es defendido, en tanto otorga un instrumento poltico de control de la autoridad elegida, sobre todo en escenarios de disconformidad. Sin embargo, si bien la participacin poltica es importante, no se debe soslayar que es necesario observar el impacto que pueda producir en la estabilidad del gobierno cuya autoridad se cuestiona. En otras palabras, la participacin importa, pero la gobernabilidad tambin. Por esto, mirar la revocatoria del mandato simplemente como un derecho sin observar su impacto, es no entender que se trata de un proceso poltico complejo. El presente trabajo tiene el propsito de mostrar el complejo mecanismo de revocatoria en el Per, el diseo de sus reglas de juego y su impacto en la gobernabilidad local.



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1. Encuentro de dos mundosA diferencia de otros mecanismos de democracia directa (como referendos e iniciativas), la revocatoria cuestiona directamente a la autoridad. Por ello es necesario distinguir, en el campo de la participacin poltica ciudadana, dos tipos de fenmenos: la eleccin y la revocatoria.Las elecciones constituyen tcnicas para formar rganos representativos o nombrar a una persona para un cargo, entre alternativas en competencia. En cambio la revocatoria o revocacin (recall), es un mecanismo institucional por el cual es posible en todo momento la remocin de su puesto de representantes electos en corporaciones de delegados por parte de sus electores (Nohlen, 2006: 463).Es decir, eleccin y revocatoria son de naturaleza distinta. En una se compite por el poder, en la otra se cuestiona el poder. El hecho de que la forma en que se materializa la voluntad popular, el voto, sea la misma, no implica que el tipo de decisin sea de la misma naturaleza.La eleccin es una tcnica para buscar la representacin, la revocatoria es la representacin cuestionada. En la eleccin se busca un mandato por un perodo, en una revocatoria se trata de interrumpir ese perodo del mandato.La eleccin tiene tambin una funcin de control, en la medida en que el elector tiene la oportunidad de premiar o castigar a una autoridad electa que se presenta a una reeleccin. Pero, para que esto suceda tiene que concluir el mandato. De esta manera, el perodo no se interrumpe y el mecanismo de control funciona.El mecanismo de revocatoria se introduce, por primera vez en el Per, con la Constitucin de 1993, junto con otras figuras como el referndum, la remocin de autoridades y la iniciativa legislativa, entre otras. Para llegar a este objetivo, tuvieron que confluir dos vertientes contrapuestas: la izquierda y el fujimorismo.La izquierda tena una larga tradicin de crtica a la democracia representativa. La consideraba insuficiente y formal. Pero a partir de la dcada del ochenta, posgobierno militar (1968-1980), con el triunfo de Izquierda Unida (IU) en varios municipios, se desarrolla el concepto participativo, que permitira


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acercar a la ciudadana, a travs de la gestin municipal. La participacin ciudadana jugaba as un rol fundamental en el gobierno local. Las variadas experiencias se extendieron por ms de una dcada, en medio de la tensin entre participacin y una gestin eficiente en los municipios de izquierda (Caldern y Valdeavellano, 1991).En el otro extremo el fujimorismo, desde el gobierno, tambin propiciaba la organizacin y participacin ciudadana. Lo haca, sin embargo, desde la perspectiva de una severa crtica a los partidos polticos y a las instituciones representativas, que fueron, en parte, sustento del autogolpe de 1992 (Remy, 2005: 25). La participacin, sin embargo, se canalizaba a travs de los programas de poltica social.Luego del golpe del 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori convoc a un Congreso Constituyente Democrtico (CCD), para dotar de una nueva carta constitucional. No participaron en la eleccin, por considerar ilegtimo el gobierno de Fujimori, los partidos de mayor tradicin, el Partido Aprista Peruano (APRA o PAP), Accin Popular (AP) e Izquierda Unida (IU); s lo hizo el Partido Popular Cristiano (PPC).El CCD, con 80 miembros, estaba conformado mayoritariamente por partidos emergentes, la alianza fujimorista Cambio 90/NM con 44 escaos, seguido por el socialcristiano PPC con 8, el Frente Independiente Moralizador (FIM) con 7, Renovacin con 6, el izquierdista Movimiento Democrtico de Izquierda (MDI) con 4, la Coordinadora Democrtica (CODE) con 4, el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC) con 3, el Frente Popular Agrcola (FREPAP) con 2 y el Movimiento de Integracin Agraria (MIA), como Solidaridad y Democracia (SODE), con uno cada uno. Es decir, el fujimorismo tena mayora absoluta en el CCD.Y fue justamente, en el momento de discutir el artculo 31 de la Constitucin, en la parte concerniente a la revocatoria, que confluyeron las posturas del fujimorismo (Cambio 90/NM), y el MDI1. A los pocos meses de promulgada la Constitucin, en 1994, en la Comisin de Constitucin, los congresistas Jos Gustavo Garca Mundaca (MIA), Jos Barba Caballero (CODE) y Roger Cceres Velsquez (FNTC) presentaron una propuesta2. En base a esa propuesta, la del 1 Desde fuera del CCD, el Instituto Libertad y Democracia (ILD), dirigido por Hernando de Soto, se sum a la propuesta. En ese momento, De Soto era asesor de Alberto Fujimori. El artculo fue aprobado con 56 votos a favor y 11 en contra. Entre los que se opusieron estuvieron Lourdes Flores (PPC), Jos Barba Caballero (CODE), Francisco Tudela (Renovacin) y Roger Cceres Velsquez (FNTC).2 Barba y Cceres Velsquez se haban opuesto a la revocatoria (ver nota anterior). Sin embargo, hicieron suyo un proyecto de



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MDI y un documento de Francisco Mir Quesada Rada, entonces director del diario El Comercio, se aprob y promulg la Ley de los Derechos de Participacin y Control Ciudadanos (Ley N. 26300).2. Peligroso juego de reglas institucionalesEl desprestigio de los partidos y la fuerte corriente participacionista hicieron que las reglas de juego y sus modificaciones fueran configurando un paquete de medidas que terminaron desprotegiendo a las autoridades elegidas. Pero tambin es cierto que, en 1994, cuando se aprueba la Ley N. 26300, no existan experiencias cercanas de aplicacin de las revocatorias. Solo tres aos antes, Colombia lo haba incluido en su Constitucin.En relacin a los regmenes presidencialistas, las referencias normativas y prcticas solo se conocan en algunos estados de Estados Unidos y en diez provincias de Argentina a nivel subnacional. En el Per se decidi tomar la misma direccin, al acotar el mecanismo solo para las autoridades municipales y, posteriormente, regionales. Aos ms tarde, Venezuela, Ecuador y Bolivia implementaron el mecanismo de revocatoria para toda autoridad elegida.En el ao 1994, al poco tiempo de aprobada la nueva Constitucin, se promulg la Ley de los Derechos de Participacin y Control Ciudadanos, Ley N 263003, en donde se incorporan los mecanismos de participacin (Iniciativa de Reforma Constitucional, Iniciativa en la formacin de las leyes, Referndum, Iniciativa en la formacin de dispositivos municipales y regionales) y de control ciudadano (Revocatoria de Autoridades, Remocin de Autoridades, Demanda de Rendicin de Cuentas).El gobierno subnacional peruano est compuesto por gobiernos regionales y locales4, eligindose los municipios a travs del voto directo desde 19635 y los gobiernos regionales desde el 2002. Sin embargo, vale la pena precisar que mientras el alcalde y el presidente regional son las autoridades responsables de la gestin de gobierno, los concejales o regidores del municipio y los consejeros regionales tienen solo funciones normativas y fiscalizadoras. Esta

ley, preparado por la ONG Centro de Estudios Parlamentarios y Sociedad (CEPYS), fundada tres aos antes y dirigida por Ral Alcntara, Gustavo Gallo Corts y Jorge Campana Ros, que es la base de la ley actual.3 La ley est compuesta por 44 artculos, de los cuales tan solo 8, del artculo 20 al 30, hacen referencia al mecanismo de la revocatoria.4 Hay 25 gobiernos regionales, 195 municipios provinciales y 1639 municipios distritales.5 La primera eleccin se desarroll en 1963 y le sigui la de 1966. El golpe de 1968 interrumpi la eleccin de alcaldes. Se restablecieron en 1980.


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diferencia ser importante en el momento de invocar responsabilidades para la revocatoria. Igualmente es importante advertir que desde 1998 el perodo de gobierno local se increment de tres a cuatro aos, bajo la idea de que los resultados de una gestin local son ms visibles, a partir de cuatro aos. Esto se replic tambin a nivel regional, desde el 2002.Desde hace tres dcadas, el diseo del gobierno subnacional tiene como fundamento que la autoridad debe tener la suficiente mayora en el concejo municipal para gobernar. De esta manera, el sistema electoral debe premiar a la mayora. As, el partido ganador, obtiene la alcalda o gobierno regional y la mitad ms uno de los escaos del concejo municipal o consejo regional correspondiente6.Pero toda norma desarrolla, a su vez, incentivos o desincentivos que pueden ser directos o indirectos. El diseo institucional (el arreglo de acuerdos a travs de normas) peruano present serios problemas ante la regulacin de la revocatoria, especialmente para el gobierno local. Los aspectos relevantes de la norma fueron los siguientes:a) Las firmas de adhesinEl Per es el pas con ms procesos de consulta popular de revocatoria en la regin. Este extendido uso se manifiesta desde la venta del llamado kit electoral (paquete de formatos), que tienen que comprar los promotores de la revocatoria para presentar la solicitud y recoger firmas de adhesin. En los 16 aos de la aplicacin de este mecanismo, el nmero de compras abarca a casi todas las circunscripciones del pas. Si bien es cierto que no todo promotor que compra un kit electoral logra conseguir las firmas requeridas, el solo acto es una muestra de voluntad de revocar.La norma seala que para solicitar la revocatoria del mandato se requiere presentar firmas de adhesin equivalentes al 25% del padrn electoral de la circunscripcin, pero hasta un mximo de 400 mil. El nico caso que supera este lmite es la circunscripcin de Lima, donde dicho lmite corresponde tan solo al 6.7% de los electores, por lo que la capital peruana termin siendo perjudicada, en relacin al resto del pas7.6 Sin embargo, para las elecciones regionales y municipales del 2010 se modific la Ley N. 27683, Ley de Elecciones Regionales, con la introduccin de la segunda vuelta (Ley N. 29470). De esta manera, el sistema electoral, ya no garantizaba la mayora absoluta al presidente regional.7 En 2013 Lima tena 6 358 317 electores, por lo que el 25% correspondera a 1 589 579 electores.



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Cuadro N. 1: Kits Electorales y solicitudes aprobadas (1997-2013)

Ao Kits vendidos Solicitudes aprobadas %1997 270 61 232001 875 173 202004 762 188 252005 30 21 70

2008-2009 1607 317 202012-2013 2256 399 18

Total

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