Pintamos la base de todas las uñas en un tono claro (blanco o colores pastel). En mi caso he escogido este brillo rosa palo.

Con el pincel fino realizamos una fina línea que corte la uña en dos partes iguales, y dibujamos en la parte inferior de la uña otra línea que corte este espacio en dos iguales a su vez.

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Rellenamos con el pincel el espacio que ha quedado entre ambas líneas formando un grueso trazo en la parte media inferior de la uña

Con ayuda del mondadientes y un esmalte diferente al anterior dibujamos una línea (fina) en la parte inferior de la uña, rozando el trazo que hemos hecho en el paso 2.

Hacemos con el mismo color o con otro (a gustos) un trazo grueso en la parte más externa de la uña, como si fuese una manicura francesa, pero muy exagerada. Una vez que esto esté seco, hacemos algunos detalles con el mondadientes con el esmalte negro.