Unidad 3 Ciencia Sociedad y Cultura

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UNIDAD 3 CIENCIA, SOCIEDAD Y CULTURA 3.1 FUNCION SOCIAL DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO Los éxitos de la ciencia, en su alianza con la tecnología son indudables. Nos han proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo. La importancia de la ciencia y la tecnología aumenta en la medida en la que el mundo se adentra en lo que se ha dado en llamar "la sociedad del conocimiento", es decir, sociedades en las cuales la importancia del conocimiento crece constantemente por su incorporación a los procesos productivos y de servicios, por su relevancia en el ejercicio de la participación popular en los procesos de gobierno y también para la buena conducción de la vida personal y familiar. La enorme capacidad cognoscitiva de la humanidad debe ejercer una influencia cada vez mayor en la vida de las sociedades y las personas. Por eso es que la reflexión sobre la ciencia es un tema al cual el pensamiento moderno, sobre todo el de la segunda mitad de este siglo, ha dedicado especial atención. Este ensayo se dirige a personas que estudian las ciencias (naturales, sociales, técnicas u otras) o se interesan por ellas para presentarles una cierta imagen de la ciencia tal y como ella emerge del debate contemporáneo. Enseñar y aprender la ciencia requiere una cierta "vigilancia epistemológica" que impida que nuestros actos epistémicos sean conducidos por enfoques que simplifiquen y tergiversen la naturaleza real de la praxis científica. La tesis que anima mi exposición es ésta: no sólo necesitamos saber de ciencia sino sobre la ciencia.

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UNIDAD 3 CIENCIA, SOCIEDAD Y CULTURA

3.1 FUNCION SOCIAL DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO

Los éxitos de la ciencia, en su alianza con la tecnología son indudables. Nos han proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo.

La importancia de la ciencia y la tecnología aumenta en la medida en la que el mundo se adentra en lo que se ha dado en llamar "la sociedad del conocimiento", es decir, sociedades en las cuales la importancia del conocimiento crece constantemente por su incorporación a los procesos productivos y de servicios, por su relevancia en el ejercicio de la participación popular en los procesos de gobierno y también para la buena conducción de la vida personal y familiar.

La enorme capacidad cognoscitiva de la humanidad debe ejercer una influencia cada vez mayor en la vida de las sociedades y las personas.

Por eso es que la reflexión sobre la ciencia es un tema al cual el pensamiento moderno, sobre todo el de la segunda mitad de este siglo, ha dedicado especial atención.

Este ensayo se dirige a personas que estudian las ciencias (naturales, sociales, técnicas u otras) o se interesan por ellas para presentarles una cierta imagen de la ciencia tal y como ella emerge del debate contemporáneo. Enseñar y aprender la ciencia requiere una cierta "vigilancia epistemológica" que impida que nuestros actos epistémicos sean conducidos por enfoques que simplifiquen y tergiversen la naturaleza real de la praxis científica.

La tesis que anima mi exposición es ésta: no sólo necesitamos saber de ciencia sino sobre la ciencia.

Según creo, la relevancia de este planteamiento es extensiva a las personas que se dedican principalmente a la actividad tecnológica. La ciencia y la moderna tecnología son inseparables; en consecuencia han llegado a ser actividades casi indistinguibles. Es difícil saber a que se dedican las personas que trabajan en un laboratorio de investigación-desarrollo de una gran industria: ¿hacen ciencia o hacen tecnología? Quizás simplemente hagan "tecnociencia", actividad donde los viejos límites son desdibujados.

En todo caso cualquier discusión sobre la ciencia es relevante para la tecnología y viceversa. A fin de cuentas se trata del conocimiento y su significación social.

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3.2 LA DISTRIBUCION SOCIAL DEL CONOCIMIENTO.

Introducción

La permanencia del ser humano en el planeta depende de conocer a Dios y relacionarse con El. Además de hacerlo entre sí y con el entorno que le rodeacomo El quiere, Aunque los científicos se empeñan al apego de aquellas estructuras sociales construidas por los individuos y colectivos, es decir, depende de su educación espiritual. vista en un amplio sentido, de aquella que dura a través de toda la vida y por cualquier medio. Distribuir socialmente el conocimiento es una estrategia para que la comunidad pueda aprovechar un conocimiento determinado en beneficio de su calidad de vida. El mundo globalizado exige a los habitantes del nuevo milenio enfrentar grandes retos debido a la complejidad de las relaciones humanas a todos los niveles. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el Decenio de la Educación con miras al Desarrollo Sostenible 2005-2014, 1(UNESCO, 2003) en el cual se propone abordar diez grandes temas, en ese tenor, esta presentación propone un análisis de cómo la distribución social del conocimiento representa una herramienta estratégica por parte de las universidades y sus medios de comunicación, para contribuir en la gestión del conocimiento relacionado con el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de forma sostenible.

Algunas posiciones de notables académicos señalan la situación social del mundo en el final del siglo veinte; así como la empresa colosal que el siglo veintiuno impone: "reconstruir las comunidades humanas", como un despertar ético 2(Carneiro, 1996). Los problemas que invaden a América Latina generan fuertes demandas sobre la tarea educativa como se ha señalado con propuestas clásicas sobre derechos humanos y paz hasta las más actuales preocupaciones por rebrotes racistas, defensa de las minorías y protección ambiental 3(Tedesco, 2000). Así, las personas se consideran como el objetivo del desarrollo y el factor central de las estrategias para lograrlo. Allegar el conocimiento la sociedad no tiene otra razón más que instaurar al individuo en el eje central del desarrollo; y hacer que los frutos de la actividad intelectual desarrollada en las universidades aterricen en favor del desarrollo humano y para las actividades laborales. Los medios masivos de comunicación universitarios en este contexto pueden fomentar, además del conocimiento, los valores que estén asociados al mayor reconocimiento cultural en estos procesos de desarrollo, a la relevancia creciente del problema ético en los procesos económicos y a la gestión pública.

3.3 ETICA Y CIENCIA