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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HISTORIA
El agua en Sinaloa 1940-1960.
Creación de la infraestructura agrícola para el crecimiento económico
Tesis que para obtener el grado de maestro en historia
Presenta
Víctor Hugo Sosa Ortiz
Director de tesis
Arturo Carrillo Rojas
Culiacán Rosales, Sinaloa, julio de 2010
2
Agradecimientos
A mi madre que me dio el ser, a mi esposa Reynalda Martínez Carreño y a mi hijo
Juan Esteban, por su apoyo incondicional sin el cual no hubiera podido logra nada.
A la Facultad de Historia de la U.A.S. y su planta de profesores que hicieron
posible me formación de Maestro en Historia.
A las instituciones que pusieron sus acervos y conocimientos a mi disposición para
consultar y trabajar en ellos, en especial al Archivo Histórico del Agua.
A mis lectores, los doctores Gustavo Aguilar Aguilar y Eduardo Frías Sarmiento,
por sus siempre atinados comentarios y sugerencias.
A mi tutor el doctor Arturo Carrillo Rojas, por su dedicación y paciencia hacia mí
persona, así como por su apoyo incondicional en la elaboración de esta tesis.
A todas las personas que de alguna manera intervinieron en el proceso de
construcción de esta investigación, les reitero mi más entero agradecimiento y
respeto en especial al doctor Samuel Octavio Ojeda Gastelúm por sus siempre
constructivas críticas. GRACIAS.
Respetuosamente……………..………………………………..Víctor Hugo Sosa Ortiz.
3
INDICE
Páginas.
Introducción………………………………………………………. 5
Capítulo I.- DESARROLLO, AGUA E IRRIGACION. UN ESTADO DE LA
CUESTION………………………………………………………………….. 18
Capítulo II.- POLITICAS GENERALES DEL AGUA EN MEXICO. SIGLOS XIX Y XX…………………………………………………………………….………… 46
2.1 Política hidráulica implementada a fines el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX en México…………………………………………………………….. 50
2.2 La política hidráulica cardenista 1934-1940……………………….….. 64
2.3 Las políticas hidráulicas en México de 1940 a1960…………………… 70
Capítulo III.- AGUA Y SOCIEDAD. ANTECEDENTES Y SITUACION ACTUAL………………………………………………………………………….. 80
3.1 Las aguas nacionales…………………………………………………….. 82
3.2 Situación del agua en Sinaloa ……….…………………………………… 88
3.3 La obra hidráulica sinaloense de fines del siglo decimonónico hasta la década de los treinta………………………….…………………………………………… 94
Capítulo IV.- POLITICAS GENERALES DEL AGUA EN SINALOA 1940-1960……………………………………………………………………………….. 107
4.1 La política hidráulica en Sinaloa………………………………………… 107
4.2 Política de apoyo a la pequeña y mediana irrigación en el estado…………………………………………………………………………….. 113
4.3 Política de colonización y concesión de tierra cultivable……………... 127
Capítulo V.- CONFORMACION DE LA INFRAESTRUCTURA HIDRÁULICA Y DE LOS DISTRITOS DE RIEGO EN SINALOA DE 1940 A 1960………… 131
5.1 Construcción de nuevos canales de riego en Sinaloa…………….… 134
5.2 El desarrollo de las presas en Sinaloa…………………………….. 140
4
5.3 Surgimiento de los distritos de riego……………………………….. 147
5.3.1 La conformación del distrito de riego número 10…………………. 148
5.3.2 Distrito nacional de riego de Bamoa……………………………….. 154
5.3.3 Incorporación de los sistemas de riego Mc Conegly ó Florida Valenzuela ó Bonanza del Cubilete a la CNI……………………………………………. 155
5.3.4 Conformación del distrito de riego número 063…………………… 159
5.3.5 Distrito de riego número 111, río Presidio-Sinaloa……………….. 161
5.3.6 Distrito de Riego número 074……………………………………… 163
Conclusiones……………………………………………………………….. 166
Fuentes………………………………………………………………………. 171
5
INTRODUCCIÓN
La fuente o principio de todas las cosas es el agua
Tales de Mileto (624-548 a.C.)
El agua como campo de estudio, abarca una serie de disciplinas que van desde
las ciencias naturales y aplicadas hasta las ciencias sociales y humanas1; y en
éstos dos últimos casos, el agua no ha sido el objeto central de estudio de sus
disciplinas, más bien es el medio para explicar diferentes fenómenos que tienen
que ver en el espacio y tiempo de las relaciones humanas, así como en los
procesos y las dinámicas específicas en las que se ven inmersos.
En general las ciencias sociales, pero muy especialmente la antropología y
la historia, han hecho las aportaciones más importantes en el papel que ha jugado
el agua y los usos que se hacen de ella, en los diferentes ámbitos del desarrollo
humano; por ejemplo en el patrón de asentamiento de la población, el desarrollo
de la civilización, en la conformación del Estado y en el origen de los conflictos
políticos y sociales2, pero no podemos dejar de señalar el importante papel que ha
desempeñado el agua en el desarrollo económico de las sociedades; como se
puede observar, todos los actos del hombre giran alrededor de tan vital recurso.
En la literatura clásica no hay mejor referencia que el libro titulado El agua
en la literatura grecolatina3; va desde las tres primeras frases de Píndaro cuando
dice: Lo mejor, el agua. Esta frase forma parte de una Oda para ensalzar al tirano
Hieron de Siracusa por su victoria en la carrera ecuestre de la Olimpiada del año
de 467 a.C.4
En la arquitectura la pintura y la fotografía, está presente el agua, lo mismo
que en la música, la novela y la poesía; quién no recuerda Como agua para
chocolate, de Laura Esquivel, obra que también hicieron película, o la novela Dos
1 Patricia Ávila García. Relaciones. Los estudios del agua en México. Una mirada desde la historia y la antropología. Primavera, volumen XXVI, número 12. COLMICH. México, 2005, pp. 265-270 2 Ibíd. 3 Ramón Teja Casuso. El agua en la literatura grecolatina. (Ponencia). Universidad de Cantabria. España, 2005 4Ibíd.
6
pesos de agua, también esta Cuentos de agua de Martín Leticia, o igual El
secreto del agua: La novela del cambio climático, de Arturo Arnau. No podemos
dejar de mencionar el libro de José A. González Alcantud y Antonio Malpica
titulado El agua mitos ritos y realidades. Excelente trabajo antropológico sobre la
relación hombre naturaleza en torno al agua. En la música se encuentran muy
variados temas que hacen alusión al tema como Músicas del Ebro de Adolfo
Burriel y otros tantos. Como vemos la cultura y el arte no se ha quedado atrás
para tomar como tema central de sus relatos el agua.
En el siglo XX, donde se enmarca el presente estudio, los recursos
hidráulicos se tornaron más críticos como resultados de los procesos de
explotación a que han sido sometidos en aras de un desarrollo económico
sostenido; de ser un recurso vital y estratégico, pasó a ser tema de discusión y
análisis en las agendas nacionales; es decir pasó a ser asunto de seguridad
nacional.
Por la importancia que representa el agua en todas las actividades
humanas y en particular en el desarrollo de la agricultura, es uno de los temas de
mayor trascendencia e interés a nivel mundial, por los beneficios y problemas que
representa el abasto o la escasez del vital líquido. Así lo han demostrado
numerosos estudios de artículos en revistas y libros publicados en México y el
mundo que abordan esta temática; aunque en realidad son pocos los estudios que
desarrollan el tema de los usos económicos del agua en las actividades agrícolas
desde la perspectiva teórica neoinstitucionalista propuesta.
La velocidad con que se dieron estos cambios y su parcelación disciplinaria
de la realidad, han influido en el rezago que presenta la historia en la comprensión
de la relación sociedad-naturaleza, o más concretamente en la relación sociedad-
agua. Esto explica porque los estudios contemporáneos del agua en México se
caracterizan por la dispersión temática y temporal y de escasa reflexión teórica.5
5 Ibíd., p. 3
7
En México los estudios que versan sobre el agua son extensos y muy
variados, básicamente comprende todos los periodos históricos de nuestro país;
se encuentran trabajos que van desde la época prehispánica, la Colonia, el
porfiriato, Revolución, Reparto Agrario, hasta los temas más actuales, pero
además cubren otros ámbitos de la sociedad.
Trasladándonos al ámbito local y como ejemplo de lo anterior que hace
referencia al uso y manejo del agua para fines agrarios, en Sinaloa tenemos el
trabajo de Hubert Cartón de Grammont titulado Empresarios agrícolas y el estado
de Sinaloa: 1893-1984: donde hace un primer recuento de los sistemas de
irrigación que se construyeron en Sinaloa desde finales del porfiriato hasta la
construcción de las grandes presas.
En su investigación menciona los actores participantes en la puesta en
marcha de los sistemas de riego, así como las características que poseía el área a
cubrir y las derivaciones y adecuaciones necesarias que se tuvieron que hacer
para que las aguas llegaran hasta los cultivos. Pero aborda muy poco el impacto o
repercusión que tales obras representaron en el desarrollo de la agricultura
sinaloense.
Su trabajo lo divide en dos grandes apartados, el primero lo dedica a la
obras de irrigación de principios del siglo XX, financiadas por particulares y el
segundo, reseña las obras hidráulicas realizadas por el gobierno; dentro del primer
bloque ubica todos los sistemas de irrigación que fueron puestos en marcha desde
el periodo del porfiriato hasta 1934 y el segundo grupo lo ubica entre 1934 y 1984.
En el primer grupo se encuentran el canal de Tastes; en la colonia americana
ubicada en los Mochis municipio de Ahome y el canal Burrión con canales de
derivación como la Esmeralda, América y Máquina, éstos últimos pertenecientes al
municipio de Guasave.
Del segundo grupo hace un recuento de los canales que derivaban del río
Mocorito, y del arroyo de Angostura, nombra los canales que fueron construidos
por capital privado en la región por ejemplo el de Blas Valenzuela; llamado El
Cubilete construido antes de la Revolución en asociación con Álvaro Obregón (si
8
aquél que fue presidente entre 1920 y 1924); Así mismo da cuenta de los canales
construidos en el valle de Culiacán como el Rosales y el Cañedo.
Otro de los estudios que abordan las cuestiones de los usos y abusos del
agua en Sinaloa, corresponde a los trabajos realizados por Reynold Díaz Coutiño,6
quién es pionero en tratar la problemática del alto consumo del agua en Sinaloa
debido a las diferentes actividades económicas que se ejercen en el estado, pero
principalmente las que tienen que ver con el sector agrario durante el último siglo y
medio.
Dicho investigador retoma la argumentación de Guillermo Ibarra7 en el
sentido de que la estructura económica de Sinaloa de los últimos 150 años ha
registrado tres significativos cambios en sus características, primero durante el
siglo XIX hasta los primeros del XX, donde la actividad económica principal fue la
minería; el segundo cambio importante ocurrió en las primeras décadas del siglo
XX, donde las actividades agropecuarias despuntaron como las fundamentales;
siendo la agricultura capitalista, quién durante casi un siglo ocupó el lugar vacante
de la minería y por último el sector servicios, fue el sector que despuntó como
actividad económica primordial, ya que de acuerdo con el autor, muestra la
tendencia a ser el sector que aporta la mayor parte en la generación del producto
interno bruto (en adelante PIB) estatal8. El resultado de ese análisis, han llevado
al autor a afirmar que las dos primeras actividades que impulsaron el crecimiento
en Sinaloa llegaron al límite.
Otro referente más en los estudios históricos del agua en Sinaloa, pero
específicamente en el valle de Culiacán, lo tenemos en la investigación que
culminó con la tesis de maestría de Ruth Elizabeth Zamudio López.9 Que
utilizando la teoría del desarrollo sustentable intenta demostrar cómo se originó el
6 Reynol Díaz Coutiño. Los límites locales del crecimiento. Sinaloa en la dimensión global. DIFOCUR. México, 2004 7 Guillermo Ibarra Escobar. Sinaloa: tres siglos de economía. De la minería a los servicios. DIFOCUR. México, 1993 8 Reynol Díaz Coutiño. Los límites locales….Op. Cit., pp. 15-16 9 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo hidroeconómico de Sinaloa (1947-1970). El caso de la Presa Humaya y la Unidad IV del Distrito de Riego 10. Tesis de Maestría inédita. UAS-Facultad de Historia. México, 2008.
9
desarrollo económico en esta parte de la región, con el uso del agua contenida de
la presa Humaya y la influencia que tuvo la creación de la Unidad IV en el distrito
de riego número 10; obra Impulsada gracias a la demanda de granos generada
por el mercado interno.
Un esfuerzo sin duda loable, sin embargo a pesar de que es un estudio de
un caso en particular, se queda corto en su trato y análisis del tema; No toma en
cuenta variables que por su propia naturaleza deberían de estar incluidas como
por ejemplo, el contexto mundial, que aunque no es objeto de su estudio, sin duda
formó parte importante del comercio internacional mexicano; especialmente por la
relación comercial con los Estados Unidos de Norteamérica y los productores
sinaloenses; pues la mayor parte de la agricultura comercial que se produce fue y
sigue siendo exportada hacia el vecino país del norte; y los remanentes
económicos han permitido desarrollar nuevos mercados.
Dentro del quehacer académico desarrollado en Sinaloa, en torno a la
agricultura comercial, por ser ésta la actividad económica principal del estado,
existen trabajos como el de Cesar Aguilar Soto10, que aunque su tema de estudio
son los empresarios agrícolas en Sinaloa y el papel que han jugado las
instituciones en las políticas agrarias, incursiona en el tema del agua en uno de
sus capítulos, destacando el papel de los empresarios en la construcción de la
infraestructura hidráulica que permitió el desarrollo agrícola en la zona centro-
norte del estado; en su trabajo Cesar acopia información de sesenta años de
trabajo empresarial en materia hidráulica desde comienzos del siglo XX hasta
mediados del mismo.
Pero sin duda quien ha dado un buen esfuerzo por dar conocer el
panorama general de la infraestructura hidráulica en Sinaloa lo realizó Arturo
Carrillo Rojas.11 En el estudio de este investigador, se hace un recuento casi
10 Cesar Aguilar Soto. Empresarios Agrícolas, instituciones y política agraria en Sinaloa, 1932-1960, Tesis doctoral, IIES-UAS. México, 2008 11 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la Irrigación en Sinaloa. (Una visión panorámica). En Arturo Carrillo, Israel Sandré y José Mandujano (Coord.). Historia del agua en Sinaloa siglo XX. Versión CD. 2009. AHA.Facultad.de Historia. UAS-CONAGUA. México, 2009
10
puntual de un siglo de esfuerzo y dedicación de los agricultores en la construcción
y puesta en marcha de la infraestructura hidráulica en Sinaloa.
Ahora bien y aunque todos los temas son de vital importancia para
comprender a cabalidad el papel que juega el agua en la vida de los seres
humanos, este estudio se centra específicamente desde la ciencia histórica y muy
particularmente desde la historia económica para entender la importancia del agua
en el desarrollo agro-económico del estado de Sinaloa y en especial de sus valles
en el periodo que va de 1940 a 1960.
El periodo de estudio, coincidió aunque tardíamente con programas
internacionales de apoyo al campo como la llamada Revolución Verde que tanto
éxito tuvo en diferentes países del mundo en la producción de granos con el
desarrollo de nuevos métodos de cultivo que aumentaron de manera significativa
la productividad.
Desde 1950 la producción agrícola fue aumentando continuamente, a un
ritmo que ha superado con creces al muy importante aumento de la población,
hasta alcanzar una producción de calorías alimenticias que serían suficientes para
toda la humanidad, claro si éstas estuvieran bien repartidas. Este incremento se
ha conseguido principalmente sin tener que poner nuevas tierras en cultivo, sino
aumentando el rendimiento por superficie sembrada, es decir consiguiendo mayor
producción por cada hectárea cultivada; es lo que se conoce como Revolución
Verde.12
Ese aumento en la productividad se logró, gracias a la difusión de nuevas
variedades de cultivo de alto rendimiento, derivadas de la ciencia y la tecnología,
unidos a nuevas prácticas de riego y a la utilización de grandes cantidades de
fertilizantes, pesticidas, y maquinaria pesada13
En lugares como la India, que sufría el azote de periódicas hambrunas,
pasó a producir suficiente cereal para toda su población; Indonesia que tenía que
12http://cidta.usal.es/Contamin_agua/www1/www1.ceit.es/Asignaturas/Ecologia/Hipertexto/06Recursos/120RevVerde.htm. Consultado el 12 de enero del 2010 13 Ibíd.
11
importar grandes cantidades de arroz se convirtió en país exportador,14 y en
México, pero en particular el caso que nos ocupa, Sinaloa, veremos si fue de gran
importancia por la alta producción de granos, que llegó a ser considerado el
estado como el granero de México.
Políticamente el espacio temporal está limitado entre 1940 y 1960 porqué
es en ese periodo cuando se rompen las viejas estructuras políticas y económicas
que daban sustento a la economía estatal; reacomodándose las fuerzas
productivas en Sinaloa que basaron su poder político y económico en la
producción agrícola.
Otro de los aspectos interesantes que se presentó dentro de este periodo
en materia de política agraria nacional, fue la implementación de los nuevos
códigos agrarios entre 1940 y 1942, así como las reformas de 1947 al Artículo 27
constitucional. Dichas reformas hicieron posible los cambios estratégicos ocurridos
en materia agraria orientados a la protección y fortalecimiento del empresario
agrícola, cuyos puntos principales fueron: la reducción del reparto agrario, el
recurso de amparo agrario y la adjudicación en propiedad privada de la mayor
parte de las tierras irrigadas por la obra hidráulica construida por el estado15.
Aunado a estos acontecimientos debemos agregarle la gran coyuntura
económica que significó para la agricultura sinaloense, la Segunda Guerra
Mundial, por la cercanía del socio comercial más importante de México; los
Estados Unidos de Norteamérica. Estos agentes fueron factor de cambio en el
orden económico internacional; porque el ascenso de Estados Unidos como
principal potencia económica en el mundo, trajo como consecuencia una
reorganización en los modelos económicos.
Otra característica que presentó la economía mexicana durante este
periodo de estudio y en particular la economía sinaloense, fue la importancia
adquirida como actor principal de los procesos de desarrollo económico basado en
14 Ibíd. 15 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., pp. 111 al 113.
12
la producción agrícola; a partir de entonces, la descentralización económica
nacional se vuelve una realidad.
Otro factor fue que con el fin del discurso socialista que había prevalecido
durante buena parte del sexenio del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), así
como en algunos ámbitos gubernamentales; cuyo sustento ideológico, político y
económico, se fundaba primordialmente en la educación y en el ejido colectivo;
marcó el declive de un modelo que ubicaba al ejido como el motor de desarrollo
económico del campo, y por otro lado destacó el impulso y consolidación de un
marco institucional de incentivo y protección a la propiedad privada, que permitió
conciliar intereses, constituir nuevos pactos entre las elites políticas y económicas,
así como reactivar y afianzar las actividades económicas con una perspectiva más
empresarial.
Si a lo anteriormente expuesto le aunamos que ya, desde el gobierno del
presidente Calles se había creado la Comisión Nacional de Irrigación el 9 de enero
de 1926; y que en el mismo año se publicó en el Diario Oficial de la Federación la
Ley de Irrigación que concedía al Estado, la gestión y vigilancia de todos los
recursos hidráulicos del país, tenemos entonces un panorama político y
económico favorable para que los agricultores sinaloenses cambiaran los arreglos
institucionales a su favor.
Como la gestión y control de los recursos hidráulicos estaban en manos del
estado, los agricultores de la región presionaron al gobierno para implementar
obras hidráulicas necesarias y/o reparar las ya existentes; rehabilitando de esta
forma los distritos de riego.
Ante la inminente necesidad de poner más tierras al cultivo, debido a la
demanda generada por los nuevos retos económicos impuestos, los agricultores
del país se aglutinaron alrededor de agrupaciones agrícolas como la
Confederación Nacional Campesina (en adelante CNC), o la Confederación de
Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (en adelante CAADES), para desde
ahí ejercer presión al Estado, entonces y derivado de esas prácticas, la Comisión
Nacional de Irrigación implementó la política de impulsar la construcción de
13
canales que derivaran las aguas hacia las nuevas tierras abiertas al cultivo de
riego.
Porqué antes de que eso pasara, los esfuerzos privados de los agricultores
por dotar de agua sus tierras, quedaron rebasados al verse en la necesidad de
controlar las grandes avenidas de aguas que año con año venían cargadas de
zozobras y desgracias; y es ahí justamente donde la mano del gobierno federal
por medio de la Comisión Nacional de Irrigación comenzó a planear y construir las
represas que controlarían las corrientes de aguas de los ríos sinaloenses
convirtiendo las aguas de la región en una poderosa herramienta del control y
coerción del desarrollo económico.
Pero lo anterior fue tan sólo el comienzo de una gran historia alrededor del
vital líquido, el presidente Cárdenas destinó los primeros 600 mil pesos para
realizar los estudios correspondientes para la construcción de la represa en las
márgenes del río Tamazula en Sinaloa, aunque correspondió al presidente Ávila
Camacho autorizar 31´400,000 pesos16 para lo que sería la primera gran obra de
irrigación en Sinaloa; la presa Sanalona, con su construcción y puesta en marcha,
se logro poner bajo riego miles de hectáreas de tierras que incrementaron
notablemente la economía del estado..
Pues bien en ese marco se inserta el proyecto de investigación El agua en
Sinaloa 1940-1960. Creación de la infraestructura agrícola para el crecimiento
económico, que como trabajo de historia regional, busca conocer las formas y
mecanismos de interrelación entre el gobierno y los actores sociales del campo
sinaloense, porqué las relaciones que se establecieron entre ambos, fueron dadas
dentro del un marco institucional favorable, para el impulso de las actividades
agrarias, y posteriormente las relacionadas con la industria y el comercio; Sin
embargo los dos últimos puntos no serán abordados en este trabajo; porque el
proceso de construcción de la historia hidráulica que se propone, se orienta
primordialmente a las actividades agrarias.
16 Herberto Sinagawa Montoya. El Agua al revés. La Crónica de Culiacán. Colección Dixit número 8. México, 2000, p.97
14
Particularmente el objetivo que pretendo al realizar el estudio histórico del
agua en Sinaloa entre 1940-1960, será destacar la importancia que tuvo la
creación de la infraestructura hidráulica, por medio de las políticas de Estado y de
todos esos arreglos tanto formales como informales que se suscitaron entre los
diferentes actores sociales de la geografía sinaloense que detonaron el desarrollo
agrícola, poniendo especial énfasis en la importancia del agua en todo este
proceso.
La hipótesis que guía este trabajo será corroborar cómo por medio de una
política económica puesta en marcha por el reparto agrario encaminada al
desarrollo agrícola en Sinaloa y a una serie de negociaciones por el control y
manejo del agua, entre usuarios y gobierno, se sientan las bases que
desembocaron en la construcción de la infraestructura hidráulica que detonó el
crecimiento económico.
La agricultura comercial en Sinaloa, ha contado con una gran trayectoria
derivada del trabajo de los empresarios agrícolas; destacándose entre ellos los
extranjeros, que hicieron de la región una de las áreas más prósperas y de gran
rentabilidad por hectárea; debido al mejor aprovechamiento de sus aguas por el
empleo de canales de riego mejor revestidos, evitando de esta manera el
desperdicio continuo de agua, lo que les permitió irrigar mayores cantidades de
terrenos; todo ello llevadas de la mano de las nuevas políticas nacionales en
materia de agua y tierras, detonando los índices de producción en algodón, sorgo,
caña de azúcar, chile verde, trigo, jitomate y las legumbres.
Lo antes mencionado no sería posible valorarlo si no se toma en cuenta la
gran riqueza de los valles sinaloenses por la infraestructura hidráulica desarrollada
producto del esfuerzo conjunto del Estado y de sus hombres, así como el manejo
público de sus instituciones y la cobertura de sus ríos, donde la mayor
productividad económica se ha centrado en los distritos del riego del norte y centro
del estado; valles como El Fuerte, Guasave, Guamúchil, Culiacán y Elota,
representan los de mayor actividad y productividad agrícola de la región.
15
Los aspectos antes mencionados son sin lugar a dudas los de mayor
trascendencia económica, pero también habrá que analizar los efectos colaterales
de esa política hidráulica principalmente en el campo agrícola sinaloense, ya que
los efectos a largo plazo en los usos intensivos de la tierra trajeron consecuencias
sociales y ambientales irreversibles que por su importancia trataremos de analizar,
tales como la erosión de la tierra, y el desplazamiento de cientos de habitantes de
la sierra sinaloense por la construcción de los grandes embalses hidráulicos,
perdiendo de esta manera su tierra, su cultura y sus raíces, como fueron los
poblados de La Cofradía de Imala y El Tepacal por la construcción de la presa
Sanalona.
De lo anteriormente señalado, derivamos un conjunto de interrogantes tales
como:
¿Cuáles fueron las principales obras hidráulicas donde se sustentó el desarrollo
agrícola en Sinaloa?
¿Cómo y de qué forma influyeron las políticas nacionales en el desarrollo de la
infraestructura hidráulica estatal?
¿Influyeron las políticas internacionales de apoyo al campo tales como la
Revolución Verde, en la puesta en marcha de la obra hidráulica en Sinaloa?
¿Cuál fue el impacto de la Gran Crisis suscitada al final de la Primera Guerra
Mundial en el desarrollo agrícola?
¿Qué obras hidráulicas se crearon y/o se modificaron en Sinaloa para este fin?
¿Qué consecuencias económicas, sociales y ambientales, se generaron con la
puesta en marcha de las grandes presas en Sinaloa?
¿Los distritos de riego fueron la solución integral al problema del riego en Sinaloa?
¿Qué importancia tuvo la pequeña y mediana obra de irrigación en el estado?
16
Este tipo de preguntas y otras más que surjan a lo largo del presente
estudio son parte del hilo conductor en el desarrollo del mismo, pues nos
permitirán entender y dar respuesta puntual a los fenómenos económicos
esbozados en relación con los usos del agua.
Grosso modo los principales puntos de análisis en este trabajo es el
impacto económico que causó en la sociedad sinaloense el gran desarrollo de la
infraestructura hidráulica propiciado por una gestión pública del agua que vivió sus
años dorados precisamente en la época estudiada 1940-1960.
Para los fines que pretende esta investigación, fue dividida en cinco
capítulos, el primero de ellos se titula Desarrollo, agua e irrigación. Un estado de la
cuestión, el cual versa sobre la metodología teórica que sirve de referencia más no
de regla en este trabajo; además de hacer un análisis de la extensa bibliografía
que para el tema del agua nos hemos encontrado tanto a nivel nacional como
local.
El segundo capítulo hace referencia a las Políticas Generales del Agua en
México. Siglos XIX y XX, donde se realiza un seguimiento de aquellas leyes que
fueron emitidas para reglamentar los usos y manejos del agua en México. El
capítulo tercero titulado Agua y sociedad. Antecedentes y situación actual,
profundiza en esa relación tan estrecha que guarda el agua con el desarrollo de
las actividades humanas, pero en especial las que tienen que ver con la
economía, ya que las sociedades en general se rigen por intereses propios,
también veremos cómo éstas sociedades han pretendido mediante el control y
subyugación de la misma, someter a otros grupos humanos. Con estos
antecedentes nos introducimos a su estudio en el estado.
El cuarto capítulo aborda la política hidráulica en Sinaloa en el periodo de
estudio propuesto, así como los apoyos otorgados para la pequeña y mediana
irrigación, ya que no en todas las regiones de Sinaloa tuvieron acceso a la gran
infraestructura hidráulica, es decir, por lo agreste de algunos lugares, fue
necesario perforar pozos y construir canales para pequeños predios
17
principalmente de tipo ejidal; y con ello incrementar las tierras al cultivo y por ende
la producción.
También versa sobre la política de concesiones de tierras que se
encuentran ubicadas en las vegas de los ríos y por lo tanto ricas en nutrientes; sin
duda alguna este apartado es fuente importante de estudio, debido a los conflictos
ocurridos por la posesión de esas tierras, que dan luz de nuevas e interesantes
vetas de estudios.
El capítulo cinco trata todos aquellos tópicos que tuvieron que ver con la
conformación de la infraestructura hidráulica y los distritos de riego, que
impactaron del forma determinante en el desarrollo económico como lo fueron la
construcción de nuevos canales de riego, la planeación y el desarrollo de las
grandes presas en el estado y el surgimiento e incorporación de los distritos de
riego.
18
CAPÍTULO I
DESARROLLO, AGUA E IRRIGACION. UN ESTADO DE LA CUESTION
La necesidad que el hombre tiene del agua para su subsistencia ha hecho que a
través del tiempo la posesión de este líquido se vuelva un factor de poder y causa
de conflictos entre los usuarios, por lo que se ha considerado que tanto su
administración, posesión y uso han sido un problema latente dentro de la historia
de los pueblos que afecta cuestiones económicas, sociales y políticas en el
desarrollo de éstos.
Por esta situación, la historia de los aprovechamientos hidráulicos puede
ser estudiada desde distintos aspectos, dándonos a conocer facetas más amplias
de la construcción histórica y cultural de una sociedad en sí. Por esa razón el
desarrollo económico que una región o localidad puede presentar, se encuentra
determinada por factores tanto de carácter exógeno como endógeno. En el caso
de los estudios históricos, ambos tipos de variables deben de ser tomados en
cuenta al no presentarse localidades o regiones que se hayan desenvuelto y
fortalecido mediante un sólo tipo de factores.
De esta manera la presente investigación además de los factores internos
del desarrollo, estudiará en qué medida el gobierno mexicano a través de políticas
públicas adecuadas propició parte de este proceso, y en su caso analizará si la
participación de esta institución fue un obstáculo para dicho desarrollo.
Según Antonio Vázquez Barquero el desarrollo se refiere a procesos de
crecimiento y cambio estructural que persiguen satisfacer las necesidades y
demandas de la población (…) se proponen el aumento del empleo y disminución
de la pobreza.17
Dentro de esta concepción de desarrollo encontramos que al momento de
analizar la estructura productiva de una economía como la de los valles agrícolas
17 Antonio Vázquez Barquero. Las Nuevas fuerzas del desarrollo. Antoni Bosch editor. España, 2006, p. 25
19
del estado de Sinaloa podemos observar cómo se presenta una evolución en la
que las actividades agrícolas se van convirtiendo en las actividades principales, y
éstas a su vez impactan sobre el resto de las actividades económicas y en la
misma sociedad.
Sin embargo, dice Vázquez Barquero que este fenómeno de la evolución
económica es sólo, un síntoma de que el sistema productivo está cambiando, lo
relevante, desde el punto de vista del desarrollo, es el aumento de la productividad
y la ampliación y diversificación continúa de los bienes y servicios;18 retomando las
concepciones de desarrollo anteriores, este mismo autor ha planteado el
desarrollo endógeno de la siguiente manera:
La teoría del desarrollo endógeno considera que en los procesos de desarrollo,
intervienen los actores económicos, sociales e institucionales que forman el entorno
en el que se desarrolló la actividad productiva y entre ellos se forma un sistema de
relaciones productivas, comerciales, tecnológicas, culturales e institucionales, cuya
densidad y carácter innovador va a favorecer los procesos de crecimiento y cambio
estructural.19
De igual manera define el concepto de políticas públicas para relacionarlo con el
papel que juegan los actores locales:
Las políticas de desarrollo local la forman un conjunto de iniciativas que surgen de la
estrategia de los actores locales y cuyo objetivo es hacer competitivas a las ciudades
y regiones mediante la mejora de sus recursos y factores de atracción. Combina las
inversiones e iniciativas de los actores locales y externos, impulsando la mejora del
conocimiento y el aprendizaje de las organizaciones, la interacción de los actores que
toman las decisiones de inversión en el territorio y la sinergia entre las medidas. 20
18 Ibíd. 19 Ibíd., p. 20 20 Ibíd., p. 21
20
Al igual que las políticas públicas, el desarrollo de un marco institucional favorable
que responda de manera adecuada a las necesidades de la dinámica económica
son, según la propia teoría de desarrollo endógeno, dos de los principales factores
de desarrollo económico.
En este sentido encontramos a Douglass Cecil North, quien desde la New
School Economic History plantea el desarrollo regional a través del papel que
juegan entre otros factores las instituciones, 21 así como el entorno que le rodea y
será en ese punto donde centraremos nuestro análisis.
Para comprender un poco el significado de lo que son las instituciones, y
aunque no existe una definición unánimemente aceptada a nivel general, una de
las más reconocidas y complejas que hay nos la proporciona Douglas C. North,
quien define las instituciones como:
Las reglas del juego en una sociedad más formalmente son las limitaciones ideadas
por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran
incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico.22
Las teorías de las instituciones se dividen en clásicas y neoclásicas. Las teorías
del primer grupo enfatizan los beneficios colectivos que se desprenden de su
existencia, las del segundo grupo enfatizan los conflictos sociales y distributivos
que se generan. Esta última argumenta que las instituciones no benefician a todos
los agentes por igual ya que existe una notable desigualdad en el poder y
capacidad que tienen los individuos para influir en el diseño, instrumentación y
todo lo relacionado con el cumplimiento de las instituciones.
Ambos grupos subrayan y enfatizan que las instituciones sirven para
generar un ambiente de cooperación y coordinación, pero también son fuente de
conflictos y fricciones sociales cuando los agentes involucrados toman elecciones
21 Douglass, C. North. Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. FCE. México, 1993 22 Ibíd., p. 13
21
individuales o colectivas. Los dos grupos de teorías se pueden desglosar en
cuatro: neoclásicas, contractualistas, evolucionistas e históricas.23
Para efectos de esta investigación nos apoyaremos en las históricas,
porqué éstas explican la evolución de las instituciones como resultado de los
cambios en la historia, la cual, indica que los cambios en la dotación inicial de los
recursos, tecnología, capital y fuerza de trabajo son importantes pero lo crucial son
las reglas y convenciones diseñadas por los individuos para convivir en sociedad.
Entre los diversos factores que intervinieron para que el estado de Sinaloa
tuviera un fuerte desarrollo económico basado en la agricultura comercial de 1940
a 1960, tuvieron que converger una gran diversidad de elementos entre los que
destacan; la gran tradición agrícola que arrastraba la región tanto en la siembra
como en la comercialización y distribución de los productos, las políticas
implementadas en materia agraria y de aguas, aunado al proyecto nacional de
industrialización que se venía gestando, dieron como resultado un entorno
institucional favorable para el despegue económico de Sinaloa.
Así que el análisis del libro de Douglass C. North Instituciones, cambio
social y desempeño económico, será importante para los fines que persigue el
presente estudio, porque los planteamientos teóricos propuestos por dicho
científico social, nos servirán de guía para explicar la realidad económica, política
y social que presentó el estado de Sinaloa entre 1940 y 1960 en materia
hidráulica.
Ante ello, abordaremos nuestro tema asumiendo que la historia como
producto de la realidad pasada es fruto de opiniones, actitudes e instituciones que
trataremos de indagar, a través de conjugar los paradigmas de la teoría
neoinstitucionalista, la cual comprende las complejas relaciones del mundo de la
economía, la política y de las instituciones.
Porque la historia muestra la evolución de las instituciones en el largo plazo
es decir, en lo general el impacto causado de las instituciones en el tránsito de 23 Ibíd., p.16
22
sociedades poco complejas a muy complejas, de reglas informales y
consuetudinarias a reglas escritas y formalmente establecidas en los códigos
legales.
Siguiendo las aportaciones teóricas con respecto al neo institucionalismo, el
científico mexicano José Ayala Espino ha señalado que el estudio de la economía
no nada más se reduce al simple análisis de las relaciones de mercados, precios y
cantidades; sino que es algo mucho más complejo y por esta razón considero que
la economía en el rubro que nos interesa; no puede entenderse sin tener presente
el papel de los derechos de propiedad, los contratos, la infraestructura y las
concesiones del agua en sus diferentes usos.
North argumenta, que es importante la presencia del Estado, para que
especifique los derechos de propiedad y haga cumplir los contratos entre las
partes involucradas con organización y gobernabilidad.24 Porque consideramos
que las negociaciones políticas, las acciones colectivas, coercitivas, y las
regulaciones económicas que se dan en el seno de toda negociación, requieren la
intervención del Estado a través de una amplia gama de políticas públicas.25
Y esto se lograría combinando las inversiones e iniciativas de los actores
internos y externos, impulsando la mejora del conocimiento y el aprendizaje de las
organizaciones, además la interacción de los actores que toman las decisiones de
inversión en el territorio y la sinergia entre las medidas. 26
Definitivamente los derechos de propiedad son generadores de grandes
tensiones y conflictos entre los agentes, por lo que surge la necesidad de contar
con la existencia de un órgano que proporcione un sistema legal para hacer
cumplir los derechos de propiedad, y en este caso el papel lo representa el
Estado.
24 Ibíd. p. 21 25José Ayala Espino. Instituciones y Economía .Una Introducción al Neoinstitucionalismo Económico. FCE. México,1999, p. 37 26 Antonio Vázquez Barquero. Las bases teóricas del desarrollo endógeno. Mimeo-Universidad de Vigo. España, 1992, p.25
23
Por otra parte, los contratos son considerados la parte medular en el
intercambio ya que permite la promoción o el bloqueo de la cooperación, además
el contrato se considera relevante para bloquear la conducta oportunista, el riesgo
y la incertidumbre de que son objeto las transacciones; porqué precisamente, el
contrato da certidumbre.
A este análisis le agregaremos un aspecto crucial del trabajo y será el
espacio físico y geográfico, donde se llevaron a cabo las obras más importantes
en materia hidráulica, que transformaron las relaciones laborales, sociales,
políticas y económicas de los sinaloenses, tales como la construcción de las
presas y canales de riego con fines netamente comerciales.
No podemos olvidar que en el seno de este proceso se generaron conflictos
de legitimidad, abuso y violencia entre los diferentes actores participantes, porqué
no es posible olvidar el importante papel que ha jugado el agua a través de la
historia, en la conformación de los núcleos sociales alrededor del vital recurso y el
control que, a través del mismo se ha ejercido para el sometimiento incluso de
pueblos enteros.
Así mismo no debemos olvidar los conflictos sociales que han generado la
falta y/o el exceso de este importante elemento, y que de alguna manera han
llevado a los gobiernos a priorizar las acciones necesarias, haciendo un uso más
racional de los recursos hidráulicos.
Para dar sustento a los postulados que se exponen nos basaremos en la
extensa literatura que para el tema del agua existe tanto a nivel internacional,
como nacional y regional; abordando únicamente aquellos temas relacionados con
los usos del agua en las cuestiones agrarias de alto valor comercial y los
problemas que de ello se derivan.
Para comenzar, los términos que la literatura ha dado a los manejos del
agua a través del tiempo han sido de muy diversa índole; tales como manejo del
agua, gobernanza del agua, administración del agua y actualmente se le
24
denomina gestión del agua; pero dichos términos en lo general siguen significando
lo mismo.
Ya lo había comentado anteriormente, el tema de agua tiene diferentes
perspectivas de análisis y aunque nuestro objeto de estudio está determinado por
explorar aquellos usos del agua relacionados con la agricultura en los valles de la
geografía sinaloense; no dejan de llamar la atención aquellos fenómenos de
apropiación del vital recurso que se han dado desde la antigüedad, ya que los
observamos en cada una de las etapas que ha transcurrido la humanidad hasta
nuestros días.
Sin embargo cada una de ellas viene acompañada de aristas muy
particulares que la hacen ver como fenómeno único y lo que pretende el presente
estudio es que responda a esa necesidad de valorar las experiencias pasadas
para que no se repitan fenómenos que anteriormente han causado grandes
conflictos y daños a todos los seres vivos de este planeta.
Las referencias en torno al tema que nos compete son de muy diversa
índole y corriente ideológica, tenemos por ejemplo el libro titulado Las aguas de
Atlixco. Estado, haciendas, fábricas y pueblos, 1880-1920,27 donde Rocío
Castañeda González hace mención de las grandes transformaciones que a través
del tiempo presentan los usos del agua, y que han sido el resultado del proceso de
expansión económica, producto del desarrollo tecnológico. Pero a su vez también
del papel del Estado mexicano en la concesión de nuevos derechos de uso de
aguas a industriales y empresarios; en este libro la autora destaca el papel y la
capacidad de los actores sociales para alcanzar acuerdos en el marco de las
contradicciones que implicaba el incremento del uso del agua.
Como recordaremos, el tema deriva de las diferentes maneras que se han
administrado los recursos hídricos en el país; y para el periodo de estudio que nos
ocupa, se ponía especial énfasis en los manejos de cuencas o vertientes ya que
se consideraba el asunto del agua como un problema técnico que se debía 27 Rocío Castañeda González. Las aguas de Atlixco. Estado, haciendas, fábricas y pueblos, 1880-1920. CIESAS-CNA-AHA-COLMEX. México, 2005
25
solucionar poniendo en marcha escuelas agrícolas,28 que ayudaran a emplear la
técnica adecuada en el control de las corrientes y avenidas del agua.
Un trabajo que aborda la problemática de la gestión del agua en la
agricultura de riego en el país y que toma en cuenta diferentes vectores de
análisis; tales como el impacto que producen los subsidios gubernamentales en
las políticas de riego por el bajo costo; lo representa el estudio de Ernesto
Abraham Tarrab titulado El mercado del agua agrícola en México29.
Dicho estudio tiene por objeto aparte de lo anterior, elaborar propuestas de
políticas públicas que permitan mejorar la eficiencia económica de agua agrícola y
contribuir a la reducción del impacto ambiental del riego, a través de medidas que
incidan en el mercado del agua agrícola.
Según este investigador, la producción agrícola por riego contiene una gran
cantidad de subsidios perversos que suscitan un gasto del agua mucho mayor que
el que realmente se necesita y esta situación según la visión del autor, genera
dentro de la economía nacional un desperdicio de recursos económicos y de
bienes naturales y ambientales que está muy por encima de la producción de
granos básicos generada por ese tipo de riego.
En este trabajo también el autor observa y analiza los efectos nocivos que
generan los subsidios y de los costos operativos que no son pagados por los
usuarios en la rentabilidad privada y social de los principales cultivos agrícolas en
el territorio mexicano.
Otro excelente trabajo que se encuentra circulando a nivel nacional y que
además marca un hito en los estudios históricos del agua a nivel nacional se titula
El agua de la nación. Una historia política de México 1888-1946,30 realizado por
Luís Aboites Aguilar; este investigador llevó a cabo un análisis sobre los usos
28 Ernesto Abraham Tarrab. El mercado del agua agrícola en México. Tesis doctoral. UNAM-Postgrado de Economía. México, 2009, p. 9 29 Ibíd. 30 Luís Aboites Aguilar. El Agua de la Nación. Una historia política de México (1888-1946). CIESAS. México, 1997
26
sociales del agua en México, pero además en su estudio, también le da un
seguimiento sistematizado a las leyes que se crearon para comercializar el agua
en nuestro país.
Esta investigación tuvo como interés principal, fomentar de diversas
maneras el interés de historiadores o científicos sociales en el tema de la relación
hombre-naturaleza, en el desarrollo de todas las actividades que tienen que ver
con los usos del agua. Porque según Luís Aboites este asunto del problema del
agua no se ha sido atendido como debiera por la tradición historiográfica
mexicana.
El trabajo en general, intenta reconstruir el camino recorrido por el Gobierno
Federal para erigirse en la principal autoridad gubernamental en el manejo del
agua en México, porque según el autor este poderío es antagónico a cualquier
noción federalista ya que implica el despojo de las facultades de los gobiernos
locales y los ayuntamientos y en esa medida dichos actores han sido debilitados.
Esa evolución en la centralización de los recursos hidráulicos ha tenido a lo
largo del tiempo al menos tres componentes a saber: el primero tiene que ver con
la relación entre la esfera pública y la privada porque según el autor, el fruto de su
esfuerzo muestra el fortalecimiento jurídico y sobre todo político del poder público
en materia hidráulica.
Segundo, este fortalecimiento del poder público sobre los actores privados
se concreta en la centralización de facultades en manos del gobierno federal;
instancia que encarna e interpreta el interés nacional y el tercer componente se
refiere al hecho de que el fortalecimiento del poder público y la centralización en el
gobierno federal, tienen como contrapartida el debilitamiento de las organizaciones
sociales y autoridades políticas que ven reducidas sus facultades en el manejo de
los recursos y medios de producción.
En ese sentido, la centralización-federalización que se llevo a cabo
significaba una ruptura de autonomía local en el manejo de los recursos
productivos en general, y del agua en particular; entendiéndose por “autonomía
27
local” no una atribución de la sociedad local indefinida, sino la facultad de grupos
sociales concretos y autoridades igualmente delimitadas para organizar la forma
de usar los recursos productivos de acuerdo con el juego de intereses presentes.
Además en este trabajo, el investigador maneja la idea de que el poderío
federal (principal autoridad gubernamental) ha sido antagónico a cualquier idea o
noción federalista, entendida ésta, no como el fortalecimiento y ampliación de las
facultades de los gobiernos estatales, lo que se conoce en nuestros días como
federalismo; sino, para referirse en el sentido inverso, ampliar la jurisdicción del
poder ejecutivo federal sobre alguna materia o actividad del gobierno estatal, ya
fuera la educación o el manejo de los recursos naturales, esto por que implicaba el
despojo de facultades de los gobiernos de los estados y los ayuntamientos, así, en
esa medida contribuía a vulnerar la soberanía de las entidades federativas que
conformaban la República.
Resulta por demás decir que esta investigación es pionera en el campo que
nos compete, ya que nos señala alguno de tantos caminos a seguir, a quienes
estamos interesados en estudiar los usos económicos y sociales del agua y sin
lugar a dudas es una investigación crucial en la elaboración de este trabajo.
Otra obra que servirá de gran ayuda sobre el tema que nos compete es un
trabajo de reciente publicación hecha por el autor anterior; donde según palabras
de Luís Aboites, le da al trabajo una especie de continuidad a su investigación
anterior, ya que los postulados anteriormente propuestos, en esta nueva
investigación son cuestionados y los pone en duda.
El libro en cuestión se titula La decadencia del agua de la nación. Estudio
sobre la desigualdad social y cambio político en México. Segunda mitad del siglo
XX.31 Este nuevo esfuerzo como ya lo he mencionado, busca alejarse del
argumento anterior, es decir confronta con severidad los postulados de su obra
antes publicada, y esto resultó del hecho, de que al pretender dar continuidad a lo
31 ____________. La decadencia del agua de la nación. Estudio sobre desigualdad social y cambio político en México. Segunda mitad del siglo XX. El Colegio de México. México, 2009.
28
que venía desarrollando, descubrió algunos elementos interesantes que
contradecían los argumentos principales del anterior trabajo.
Es decir, dicho investigador advirtió en el desarrollo de su trabajo, la
debilidad del Estado en la manera de manejar los recursos hidráulicos de la nación
y demuestra como ésta fue incapaz de imponerse en el largo plazo ante el embate
de las élites locales que manejaron los recursos hidráulicos a su arbitrio. En
consecuencia; parte de esta idea también es retomada en la presente
investigación
Otro más de los esfuerzos por construir un panorama general en torno a los
uso del agua le corresponde al mismo Luis Aboites Aguilar así como a Diana
Birrichaga Gardida, Rocío Castañeda González y Blanca Estela Suárez Cortés;
con un trabajo titulado Fuentes para la historia de los usos del agua 1710-195132.
Esta publicación conjunta es un aporte valiosísimo de información a partir de la
cual se identificó y localizó más literatura al respecto del tema que nos ocupa.
Otro de los investigadores que comenzó a escribir específicamente sobre el
tema del agua a principios de los años ochenta fue Gisela Von Wobeser33, quien
ha hecho diversos estudios sobre la hacienda en la región centro-sur del territorio
novohispano, tomando como tema central la forma de administración agraria y los
conflictos que se dieron a causa de la repartición de la tierra y el agua, entre otros
tópicos que maneja.
La autora aborda el tema de una manera complementaria, mencionando la
interrelación entre los factores tierras y aguas, señalando la vital importancia que
tiene el segundo elemento para la producción del primero. Y así en conjunto, da
una amplia explicación de cómo se otorgaron las mercedes de tierras y de aguas,
y los requisitos que se pedían para una y otra, además de algunos problemas
relacionados con el agua, como la protección que les dio la Corona a los indígenas
32 ____________, Diana Birrichaga Gardida, Rocío Castañeda González y Blanca Estela Suárez Cortés. Fuentes para la historia de los usos del agua 1710-1951. CIESAS-CNA. México, 2004 33Gisela Von Wobeser. La formación de la hacienda en la época colonial: el uso de la tierra y el agua, UNAM. México, 1989, 217 p.
29
dejándolos en posesión de sus tierras y aguas y prohibiendo a los españoles la
enajenación de dichas propiedades.
La autora indaga más sobre el tema en algunos artículos, entre los que
destacan El agua como factor de conflicto en el agro novohispano 1650-1821,34
donde señala, como este recurso fue causante de innumerables problemas
agrarios debido a la arbitraria distribución que se realizó al principio y del
crecimiento demográfico que hubo después; además de la infraestructura
inadecuada, las malas mediciones y de los abusos por parte de las autoridades
hacia las personas menos privilegiadas económicamente.
En otro de sus trabajos,35 retoma el tema del agua analizando su papel en
las plantaciones de azúcar. De este modo hace una recreación de los conflictos
por el agua, cómo se regía la distribución y el otorgamiento de mercedes, así
como las arbitrariedades que se cometían en ese lugar en contra los indígenas.
La autora muestra un aspecto muy amplio sobre la distribución, legalización
y conflictos más frecuentes por el agua a nivel general; y los ubica en casos muy
particulares, lo que sirve como ejemplo de la forma de trabajar este tema y a la
vez da referencia para trabajos posteriores.
También menciona que el agua es un factor primordial dentro de los
estudios del agro novohispano, puesto que ocupa un lugar más importante que la
tierra misma, ya que la mucha o poca producción de ésta dependía directamente
de aquella. Indica además que a pesar de esta situación, el agua ha sido un tema
poco estudiado por los historiadores, que no le han tomado la importancia que
tiene y por tanto no hay un estudio amplio sobre ese asunto.
Martín Sánchez Rodríguez36 en su obra busca mostrar un aspecto de la
transición entre el porfiriato y el período revolucionario, para lo que hace un
34________________. El agua como factor de conflicto en el agro novohispano: 1650-1821 en Estudios de historia novohispana. UNAM-IIH. Vol.13. México 1993, pp. 135-143. 35________________. El uso del agua en la región de Cuernavaca, Cuautla durante la colonia en Historia Mexicana. COLMEX. Vol. XXXII. No. 128, abril – junio. México, 1983, pp. 467 - 495. 36 Martín Sánchez Rodríguez. La herencia del pasado. La centralización de los recursos acuíferos en México en Relaciones, No. 54. COLMICH. México, 1993, pp. 21-41.
30
análisis de la legislación del agua desde mediados del siglo XIX, cuando comienza
de la época porfiriana hasta el año de 1917, hasta que con la reforma del artículo
27 de la Constitución, las aguas pasaron a ser propiedad de toda la federación.
Hace también una detallada descripción, pasó a paso, de la forma en que se
realizó el proceso mediante el cual el gobierno federal centraliza el agua de todo el
país, refiriéndose a los códigos estatales que antecedieron a esa legislación y las
dificultades que tuvo su aplicación.
Es importante señalar, y él lo dice en su texto, que la Constitución de 1857
no incluyó el tema de agua, y los derechos de la misma se siguieron manejando
en cada estado conforme la legislación colonial vigente hasta bien entrado el siglo
XIX.
Jesús Gómez Serrano37 realiza sus investigaciones en Aguascalientes,
donde tiene varios trabajos referentes al tema del agua. En el primero de ellos se
ubica en los problemas que tuvieron los indígenas de Jesús María en
Aguascalientes al defender sus derechos sobre las tierras que les pertenecían y
también sobre el agua que legalmente podían utilizar y que los hacendados les
quitaron con el pretexto de hacer una presa que sólo beneficiaba a los segundos.
Aquí demuestra el abuso del que fueron víctimas los indígenas al ser
despojados de sus tierras y sobre todo, de sus aguas; esto a pesar de las leyes
que los protegían. Gómez Serrano nos muestra cómo los hacendados trataron de
manipular las leyes a su favor y la forma en que los indígenas defendieron sus
derechos.
En el segundo trabajo titulado Los sistemas de riego y el desarrollo agrícola
en Aguascalientes durante el siglo XIX38, escribe sobre los sistemas de irrigación
que se utilizaron en ese lugar a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los
cuales fueron los antecesores de la Presa Presidente Plutarco Elías Calles. Su
37Jesús Gómez Serrano. Los indios de Jesús María y su lucha por la tierra, 1699-1910, en Hacendados y campesinos en Aguascalientes. CIRA. México, 1985, pp. 13 - 51.
38 ___________. Los sistemas de riego y el desarrollo agrícola en Aguascalientes durante el siglo XIX en Caleidoscopio. No. 5. enero – junio. UAA. México, 1999, pp.81 -107.
31
propósito, como él mismo nos lo indica, es ampliar los horizontes históricos de la
discusión sobre el riego y su relación con el desarrollo agrícola regional39 ; de este
modo, describe los principales sistemas de riego utilizados por los campesinos,
explicando los pormenores que hubo en referencia a este asunto en su aplicación
y en los resultados agrícolas que se tuvieron gracias a ellos.
También hace referencia a la burocratización que impidió la construcción de
la presa de Santiago, que sería la más grande e importante del estado, así como
la de otras obras hidráulicas más pequeñas. Por medio de este tema, nos da a
conocer la situación agrícola de Aguascalientes y la manera caótica en que esto
influyó económicamente en el estado, así como la forma en que algunos políticos
aprovecharon esta situación para su beneficio, revelando la importancia de los
recursos hidráulicos en la vida económica, política y social de un pueblo.
El trabajo de Esperanza Fujigaki Cruz titulado Modernización agrícola y
Revolución;40 enfocado al sector agrícola y a las políticas agrarias, analiza el
comportamiento de la actividad empresarial de las haciendas y de las compañías
de irrigación en el norte mexicano durante el periodo comprendido entre 1910 y
1929, este trabajo es el antecedente inmediato que nos permitirá observar y
analizar parte del contexto nacional en cuanto a las políticas y maneras de utilizar
las aguas por parte de las compañías irrigadoras y las medidas implementadas
para ese fin.
Lázaro Rubio Félix, en su obra titulada Cuando tomamos la tierra;41 aborda
un tema sobre los grandes movimientos campesinos, impulsados por la Unión
General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), que desembocaron en la
toma de tierras de los grandes propietarios en el noroeste de la República
Mexicana, destacando las características que tuvo la organización campesina, y
los temas que aborda tales como: en manos de quién está la tierra, las grandes
39 Ibíd., p. 82. 40 Esperanza Fujigaki Cruz. Modernización agrícola y Revolución. UNAM. México, 2001 41 Lázaro Rubio Félix. Cuando tomamos la tierra. Federación Editorial Mexicana. México, 1976
32
obras de riego que es parte del tema que nos interesa, además este trabajo en
cuestión enfatiza la situación vivida por los peones agrícolas.
Everardo Escárcega López42, plantea cómo se llevó a cabo la aplicación de
la reforma agraria en el país, a partir de 1935, terminando con viejas estructuras
de producción, desde la época colonial. Trata además los temas referentes a la
mecánica del reparto cardenista y sus antecedentes inmediatos, así como las
primeras transformaciones que provocó.
José Herrera y Lasso43 hizo un estudio sobre lo benéfico de la irrigación en
1919, tomando en cuenta los estudios realizados durante el porfiriato, aunque
extendió su análisis al aspecto social olvidado hasta ese momento por sus
antecesores. Realizó, al igual que aquellos, una comparación de las cuestiones de
políticas de irrigación en diferentes partes del mundo, así como la cuestión
legislativa en este aspecto, para de esta manera resaltar los aspectos de los
modelos que podían ser aplicados en México, tomando en cuenta las diferentes
peculiaridades geográficas del país.
Recomendaba como favorable la cuestión de concentrar en un poder
central las atribuciones relativas a la administración del agua, poniendo particular
atención a la intervención de las instancias locales como obstáculo para el
progreso de la irrigación, por lo cual estaba de acuerdo que se crearan sindicatos
de irrigadores pero estando siempre bajo la vigilancia y control de las empresas
concesionarias o el gobierno federal, pues si no se caería, según él, en el
individualismo y ahí se perderían muchos beneficios que podría dar la irrigación al
trabajar en conjunto las instancias locales y las federales.
42 Everardo Escárcega López, (coord.) Historia de la cuestión agraria en México. El Cardenismo: un parteaguas histórico en el proceso agrario nacional, primera parte, 1934-1940. Tomo 5. Editorial siglo XXI. CEHAM. México, 1990 43 José Herrera y Lasso. Apuntes Sobre Irrigación, Notas sobre su organización económica en el extranjero y en el país. IMTA-CIESAS. México, 1994
33
El libro titulado Agua y tierra en México, siglos XIX y XX44; fue resultado del
debate conjunto suscitado por la falta de esfuerzos por entender el papel del agua
y la tierra en los procesos sociales del país. En 25 ponencias los compiladores nos
ofrecen una visión nacional del fenómeno en cuestión y cómo fue resuelto por los
diversos sectores sociales durante los últimos dos siglos. Sin duda es un material
de gran ayuda que permitirá entender el papel que desempeñaron los actores
sociales en el proceso de negociación entre el gobierno y los interesados en
explotar los dos recursos más importantes de la nación; agua y tierra.
El libro titulado El agua y la agricultura en la historia de Sonora, editado por
la sociedad sonorense de historia A.C45, consta de una serie de ponencias que
abordan el estudio de dos de los elementos naturales que definen históricamente
la economía y la cultura regional como lo son la tierra y el uso del agua. Los temas
que abordan las 52 ponencias versan sobre técnicas de cultivo empleadas por los
diferentes actores económicos, y de los productos agrícolas, desde tiempos
precolombinos, hasta nuestros días, así también tocan temas referentes a la
ingeniería hidráulica empleada que definitivamente transformó la región
sonorense. Y que nos servirán para confrontar enfoques del modo en que ha sido
abordado el tema de agua.
Continuando ahora con el panorama estatal tenemos los trabajos de Yoram
David Shapira,46 quien comenta en su estudio que las ventajas proporcionadas por
el Estado en obras de irrigación en Sinaloa, fueron producto de un fuerte vínculo
entre la planeación económica regional, la política estatal, la acción económica y
las políticas de los empresarios agrícolas locales que en todo momento velaban
por sus intereses.
Estos postulados contradicen lo propuesto por Luis Aboites en su primer
libro concerniente al agua y corroboraran lo que posteriormente escribiría ese
44 Antonio Escobar Ohmstede, Martín Sánchez Rodríguez, Ana María Gutiérrez Rivas, (coords.). Agua y tierra en México, siglos XIX y XX. Volumén I y II. COLMICH-COLSAN. México, 2008 45 Sociedad Sonorense de historia A.C. El agua y la agricultura en la historia de Sonora, Centro de investigación en alimentación y desarrollo (C.I.A.D, A.C). México, 2004 46 Yoram David Shapira. Politics of regional development en México. The case of Sinaloa and the río Fuerte. University of California. Los Ángeles, California. EUA,1973
34
mismo autor en su siguiente libro referente al tema que nos ocupa, por lo que
podemos afirmar que efectivamente la lucha interna entre los actores locales y los
poderes públicos, se generaba en un clima de incertidumbre política donde se
imponían los intereses locales de cada región.
Hubert Cartón de Grammont,47 hace un análisis sociológico de la
conformación de la burguesía en el campo sinaloense, al hacer el estudio del
surgimiento y posterior consolidación de aquellos empresarios que apostaron por
este rubro. Este estudio de larga duración es considerado uno de los mejores de
su género al abordar de manera clara los problemas que enfrentaron los
empresarios agrícolas sinaloenses ante los nuevos retos y perspectivas hasta
conformarse como una clase social dominante.
También la investigación aborda brevemente, los sistemas de irrigación que
se construyeron en el estado de Sinaloa desde finales del porfiriato hasta la
construcción de los grandes embalses hidráulicos; lo que será antecedente
inmediato del trabajo a realizar.
Un trabajo que no debemos dejar de mencionar por la importancia que
representa para nuestro estudio es la obra titulada Historia de Sinaloa48,
especialmente el tomo II, donde se menciona la gran importancia que tuvieron los
sistemas de irrigación en el desarrollo de la agricultura principalmente en lo que se
refiere a los cultivos del tomate, garbanzo y la caña de azúcar, pero menciona tan
sólo casos muy particulares como el canal Rosales.
Esta obra compilatoria también señala que en la época de los cuarenta, el
desarrollo económico registrado en Sinaloa se sustentó en la agricultura comercial
sobre la base de los sistemas de irrigación existentes o que fueron creados para
tal propósito.
Continuando con la literatura regional que ha sido escrita y que fue
empleada para esta investigación, sobresale el trabajo de Reynol Díaz Coutiño 47 Hubert Cartón De Grammont Empresarios agrícolas y el Estado. UNAM. México, 1990 48 Jorge Verdugo Quintero, (coord.), Historia de Sinaloa, tomo II, Gobierno del estado de Sinaloa- SEPYC-COBAES-DIFOCUR. México, 1997, p. 296
35
titulado límites locales del crecimiento. Sinaloa en la dimensión global., en él,
analiza desde su perspectiva la problemática que representa el abuso de la
explotación de los recursos naturales principalmente el agua en los procesos
agrícolas e industriales que han llevado las fuentes de agua al límite de su
explotación.49
Según lo investigado por este autor son las hortalizas, pero principalmente
el tomate en Sinaloa, uno de los frutos suntuarios que mayormente han
participado en la atracción de los recursos naturales como el agua y que sirven
para exportar el agua de la región a mercados extranjeros, lo que contribuye a
matizar la desigualdad en el intercambio de mercancías entre el mercado mundial
y el mercado local y que en ese contexto, hace de la economía de Sinaloa una
economía no sustentable.
Este mismo autor en otro de sus trabajos;50 realiza un balance del estado
que guardan los embalses de agua en la región y cuestiona la excesiva confianza
que tienen los agricultores por la supuesta abundancia de agua que existe
derivada de las grandes presas; ya que según el autor de nada sirven los grandes
embalses, si no hay precipitación pluvial, ya que el cambio climático está presente
en la región y esto ha generado según el investigador una disminución gradual de
las precipitaciones pluviales en el estado; aunado a ello no existe una cultura
adecuada para economizar los recursos primarios y aprovechar al máximo los
beneficios que proporcionaría el uso racional de los recursos, sino todo lo contrario
existe un gran derroche en este caso de agua.
Estas señales que menciona el investigador Reynol Díaz, son indicios de
que los factores para el desarrollo económico local y la competitividad se
encaminan hacia una peligrosa encrucijada; ya que aunado a lo que él plantea, el
deterioro de las fuentes de agua por la contaminación generada hace de ésta un
recurso no renovable.
49 Reynol Díaz Coutiño. Los límites locales….Op. Cit., pp. 15-16 50 _______________. Sinaloa. Riqueza y pobreza de agua. Dilema para el desarrollo económico y la competitividad. UAS-IIES. México. 2005, pp. 15-16
36
Dentro de la misma temática del agua, contamos con los trabajos escritos
de Modesto Aguilar Alvarado, quien en su trabajo titulado Los grandes agricultores
del Valle de Culiacán51; dedica un capítulo completo al tema del agua. Este autor
sostiene que el uso del agua de irrigación, se empleó como política de los
gobiernos revolucionarios, generando con ello conflictos económicos y sociales.
Los temas abordados por este autor van desde el uso del agua en terrenos
susceptibles de riego hasta la creación de canales de riego y varios tópicos más
que sin duda sirven de antecedentes del trabajo que me propongo a realizar.
Otro de los temas que toca el autor es en referencia a las políticas que en
materia agraria llevaron a cabo los presidentes Álvaro Obregón (1920-1924) y
Lázaro Cárdenas (1934-1940); entre las que destacan la lucha por la tierra que
sostuvieron quienes pretendían convertirse en dueños de una parcela.
Aguilar Alvarado aborda también la política de restitución y de dotación de
tierras entre 1920 y 1940, así también destaca la manera en que los gobernadores
en turno, asumieron el reparto agrario. Otro de los puntos importantes de análisis
de esta obra son las solicitudes de tierras, las familias y los predios afectados; así
como los instrumentos legales que fueron empleados para evadir la acción legal
de la reforma agraria emitida por el Gobierno Federal.
Una más de las investigaciones realizadas por Modesto Aguilar se titula
Agua y Poder. Del canal Rosales a la presa Sanalona.52 Dicho trabajo, reseña los
conflictos suscitados entre los campesinos y los agricultores de la región en su
lucha por el control del agua. Además el estudio en particular se centra en el valle
de Culiacán y da cuenta de la lucha por monopolizar las aguas de los ríos San
Lorenzo, Humaya y Tamazula.
51 Modesto Aguilar Alvarado. Los Grandes Agricultores del Valle de Culiacán. DIFOCUR. México, 2003 52______________. Agua y Poder. Del Canal Rosales a la presa Sanalona. DIFOCUR-Mariposa Amarilla. México. 2005
37
Una investigación más que da cuenta de cómo se usufructuaba la tierra y el
agua en Sinaloa nos la proporciona el investigador Eduardo Frías Sarmiento,53
quien utilizando un enfoque institucionalista, reconstruye la historia de cómo fue
que se llevó a cabo el desarrollo económico en los valles del centro y norte de
Sinaloa, tomando como eje temático el cultivo del tomate y agregó además todo
ese entramado productivo que se desencadenó por la venta y distribución de dicho
producto tanto en México como en el extranjero.
Sin embargo y aunque la mayor parte de este estudio se centra
específicamente en todo lo que tiene que ver con el cultivo del tomate; en el
capítulo primero, analizó la importancia que tuvieron los recursos naturales en el
desarrollo de dicho cultivo, tales como el clima, la tierra y sobre todo el agua.
El estudio del tomate en nuestro estado, lo abarca desde sus orígenes
comerciales, ahí pondera el papel de la iniciativa privada en la construcción de
canales de riego para la producción tomatera; hasta el decidido apoyo otorgado
por el gobierno en la creación de la infraestructura necesaria para estimular la
producción y venta del tomate a niveles nunca antes vistos.
El apoyo al que nos referirnos al sector privado, se tradujo en mejores
caminos para la salida con rapidez del producto, en grandes presas, en canales
mejor planeados y construidos y en una promoción de los productos sinaloenses
en el extranjero principalmente del tomate por ser este un cultivo de gran valor
económico.
Resumiendo un poco la obra anteriormente descrita, se puede afirmar que
Eduardo Frías narra la historia general de la construcción de la infraestructura
hidráulica y otros tópicos no menos importantes como los transportes y la
mentalidad empresarial, para demostrar la importancia del cultivo del tomate en la
generación de riqueza del estado de Sinaloa y el papel de éste como base para el
53 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa. El desarrollo de la agricultura del tomate para la exportación, 1920-1950. UdeG. UCLA. Program on México PROFMEX/WORD, CASA JUAN PABLOS. UdeG. México/UCLA Los Ángeles, USA/UAS. México, 2008
38
desarrollo económico de otras actividades tales como el empaque, la agroindustria
y los servicios.
Este esfuerzo intelectual de Eduardo Frías, viene a sumar y a enriquecer
las investigaciones históricas realizadas en Sinaloa en torno a la agricultura
comercial y al papel fundamental que ha desempeñado el agua en el desarrollo
este sector y que otros investigadores locales también han llevado a cabo; por tal
motivo son de gran importancia en la evolución de mi trabajo.
Otro referente inmediato a los usos del agua como impulsor del desarrollo
económico y cambio social nos lo brinda la Junta de Agua Potable y Alcantarillado
de Culiacán,54 (En adelante JAPAC); Este ejemplar de colección es un referente
importante en cuanto a develar los problemas que enfrentó en un primer momento
la primera empresa de agua en Culiacán y como se fue desarrollando con el paso
del tiempo. Sin duda un trabajo pionero en materia del abasto de agua en la
ciudad, que aunque no se aborda en este trabajo, considero pertinente
mencionarlo por su importancia al tema del agua.
Un referente más sobre la temática expuesta nos lo proporciona la
CAADES.55 Esta organización realizó un excelente trabajo histórico recopilando
bastante información de esta confederación de agricultores desde su fundación en
1932, hasta la consolidación de la misma cuando refrenda su autonomía.
Esta obra trata uno de los temas importantes del desarrollo económico del
estado de Sinaloa; la agricultura, dentro de dicho trabajo se abordan diferentes
tópico que tienen que ver con la práctica agrícola, y en él se analiza también el
papel que juegan las sociedades de riego en Sinaloa y este rubro tiene que ver
con esta investigación por lo que su consulta resulta necesaria en el proceso
evolutivo de este trabajo.
Además de lo anterior, ese estudio analiza los usos y manejos del agua en
sus diferentes facetas tales como la irrigación y venta de agua, la construcción de 54 JAPAC. Culiacán y el Agua a través del tiempo. JAPAC. Ejemplar de colección. México, 2000 55 Herberto Sinagawa Montoya. Sinaloa, Agricultura y Desarrollo. Colección Surco Abierto. CAADES. México, 1987
39
canales principales y secundarios, los aprovechamiento de aguas superficiales, la
especulación de tierras y aguas, los derechos de usos, los problemas inherentes a
esos derechos, la afectación de terceros, los conflictos entre pequeños y
medianos agricultores, los conflictos entre grandes terratenientes, el desarrollo de
sistemas de irrigación y el almacenamiento de aguas con la construcción de
presas, tapos, bordos, y demás.
Es indudable la existencia de muchos factores más que se pueden rescatar
de este estudio, porque con la evolución que tuvo la política hidráulica del país, se
incorporaron a la agricultura miles de hectáreas al riego intensivo, provocando con
ello el boom agrícola en Sinaloa; Este proceso, llegó a convertir la región
sinaloense en la más próspera de la agricultura nacional ganándose a pulso el
mote del granero de México.
Es vastísima la información recopilada por este organismo y muy importante
su aportación para el conocimiento histórico de esta región del país, más nos
queda un raro sabor de boca ya que deja entrever que el manejo de la información
no fue llevada a cabo con esa rigurosidad científica que las hace confiables; ya
que en algunos apartados la información parece tendenciosa o sea pretende hacer
creer al lector que la CAADES, fue el parteaguas del desarrollo agrícola del estado
y no da mérito alguno a pequeñas agrupaciones agrícolas o campesinas que
participaron con su trabajo y esfuerzo en esa tarea; tampoco toma en cuenta al
pequeño y mediano agricultor quienes también fueron participes de este proceso,
mucho menos da crédito alguno del jornalero quien con esa labor callada pero
continua siempre ha estado presente en el avance agrícola de Sinaloa.
El estudio realizado por esta organización, no aborda ni pretende tocar lo
concerniente al conflicto social y a los cambios que trajo consigo estos nuevos
usos del agua en toda la esfera social, política y económica del estado. Así mismo
carece de datos suficientes que coadyuven a dar luz del uso discrecional que
dicha organización ha realizado de las aguas del estado de Sinaloa.
40
Este trabajo tampoco arroja datos sobre el manejo de plaguicidas que han
afectado miles de hectáreas en Sinaloa o la salinización que ha dejado a su paso
el riego intensivo y el uso de fertilizantes; lo que de alguna manera el lector
esperaría de una obra de esta naturaleza, sobre todo viniendo de la organización
que agrupa a la gran mayoría de las organizaciones agrarias del estado de
Sinaloa.
En la estructuración de este estudio se mencionan tres épocas en las que
según la fuente, hubo un gran afán por construir canales, era casi como una
epidemia. La primera de ellas fue después de que Joaquín Redo y Balmaceda,
desviara las aguas del río Tamazula para regar sus cultivos de caña de azúcar por
allá en el año de 1884.
La segunda vez ocurrió después de la Revolución Mexicana, y una tercera
ocasión fue entre 1940 (punto de partida del presente estudio) hasta 1948, es en
dicho lapso de tiempo cuando tres presidentes de la República intervinieron de
una u otra manera en la construcción de la primera gran presa en el estado,
provocando el boom hidráulico en Sinaloa.
Un referente más sobre la manera en que se emplea los recursos
hidrológicos del estado de Sinaloa lo encontramos en la obra de Herberto
Sinagawa titulada El agua al revés56. Este trabajo trata con mayor detalle la
historia de la primera gran obra de irrigación en el estado de Sinaloa como lo fue
la construcción de la presa Sanalona sobre el río Tamazula y del grupo de
ingenieros encargados de realizarla encabezada por Juan Guerrero Alcocer;
donde podremos entrever las implicaciones de dicha obra.
En la tesis de maestría de Benjamín Luna Lujano,57 hace un breve recuento
de los sistemas de irrigación que existieron desde la época de Porfirio Díaz hasta
el periodo del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952); sólo que los
mencionados canales a los que hace alusión, están estrechamente ligados a los
56 Herberto Sinagawa Montoya. El Agua al….Op. Cit. 57 Benjamín Luna Lujano. Origen del ingenio Rosales y su impacto en la región 1945-1985, Tesis de Maestría, Facultad de Historia. UAS. México, 1997
41
ingenios azucareros de la región, dejando a un lado aquellos canales que no
tuvieron nada que ver con el cultivo de la caña de azúcar.
De igual manera esta investigación aborda el tema de la construcción de la
primera gran presa en Sinaloa, incluyendo desde luego su presa derivadora, así
como sus bocatomas correspondientes de un lado y otro del río, lo que daría
forma a lo que sería posteriormente el distrito de riego número diez.
Otro componente primordial lo proporciona el trabajo de Neptuno Vega58
que menciona entre uno de sus temas como fue que se creó la SICAE; la
cronología en la ampliación de la superficie de riego en la zona del río Fuerte,
mencionando también algunas de las infraestructuras hidráulicas más importantes
que contribuyeron a la ampliación de las tierra de cultivo y la política hidráulica en
México desde tiempos prehispánicos hasta las postrimerías del siglo XX.
Un trabajo más que alude a la relación empresario agrícola-tierra-políticas y
aguas en todo el contexto social económico y político en Sinaloa, es la tesis
doctoral de Cesar Aguilar Soto59, donde nos explica de manera clara la evolución
que vivieron en Sinaloa los empresarios agrícolas hasta convertir la región
sinaloense en una de las más prósperas y exitosas basadas en la agricultura
comercial de exportación.
En este trabajo el autor destaca el rol que en su momento desempeñaron
los empresarios agrícolas del estado de Sinaloa, así como el papel que las
mismas autoridades tuvieron en la construcción de un marco institucional de
reglas formales como es el caso de leyes, códigos, reglamentos y contratos
orientados a incentivar las relaciones económicas, así como en la generación y
aplicación de políticas públicas dirigidas a la agricultura.
Por otra parte, este investigador expone la importancia de las instituciones
en el desarrollo económico y entreteje los conceptos claves de empresarios,
58 Neptuno Vega. Sinaloa y sus once ríos. México, 1992 59 Cesar Aguilar Soto. Empresarios Agrícolas….Op. Cit.
42
instituciones, Estado, relaciones de poder y políticas públicas, que guían el
análisis y la construcción explicativa de la investigación.
En suma lo que Cesar Aguilar Soto nos muestra, es cómo dicha entidad
avanzó en su nivel de especialización y consolidación económica; producto de la
capacidad de sus productores agrícolas hasta arribar a puntos de equilibrio y
acuerdos, vinculando el interés agrícola con el de otros sectores como el
industrial, comercial y financiero, así como con las orientaciones de la política
económica nacional.
Algunos de los aspectos más importantes para lograr ese propósito, según
él autor, se relacionan con la desconcentración y movilidad de las tierras con gran
potencial agrícola, vía la reforma agraria y el mercado de tierras; el mejor uso de
los recursos hídricos, a través de su reglamentación y el cambio tecnológico
implementado, traducido en la construcción de grandes obras de retención y
derivación de aguas; y con la regulación productiva, en este caso con sus
volúmenes de producción y estándares de calidad, así como con la aplicación de
políticas de comercialización para enfrentar los retos de los mercados sobre todo
internacionales.
Ruth Elizabeth Zamudio López.60 En su trabajo intenta explicar cómo
evolucionó el desarrollo económico con el uso del agua, en el valle de Culiacán
especialmente con la creación de la presa Humaya y la Unidad IV, perteneciente
al distrito de riego número 10; obra Impulsada gracias a la demanda de granos
generada por el mercado interno. También analiza otras variantes como las
políticas públicas en materia de aguas y la evolución de los sistemas hidráulicos
de la región; aunque su esfuerzo hubiera sido mejor si hubiese tocado brevemente
el contexto nacional porqué ahí se mostraría que la política hidráulica, arrastraba
ya una larga tradición desde que Porfirio Díaz comenzó a centralizar los recursos
primarios, asunto pues que no aparece reflejado en su trabajo y que es importante
60 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo….Op. Cit.
43
tomar en cuenta para tener una idea clara de cómo fue que evolucionó el
fenómeno hidráulico en el país y en Sinaloa en particular.
En este contexto existen también otras fuentes de estudio que dan cuenta
de la infraestructura hidráulica como lo ha sido la revista Presagio que en sus
páginas quedaron plasmados algunos trabajos interesantes como el de Bernardino
Rosas61 donde hace mención del sistema de bombeo Sufragio, mismo que fue
construido en la década de los cuarenta y que se encuentra localizado en el canal
de Tastes, en la parte norte del estado, afectando positivamente el cultivo del
tomate.
También en esa misma revista se encuentra el trabajo de Enrique Ruiz
Alba,62quién publicó en sus páginas datos relativos sobre la construcción de los
canales en Mocorito desde 1879 hasta la segunda mitad del siglo XX; de hecho
varios de los investigadores que han trabajado sobre el tema del agua han
recurrido a esta fuente documental para realizar sus escritos.
Uno más que plasmo sus investigaciones en esta revista fue Héctor López
Gaméz63, quién realizó una entrevista a una persona que participó activamente en
la construcción de algunos sistemas de irrigación como lo fueron el canal Llano
Grande en 1919, El Casaleño, cuya construcción se llevo a cabo entre 1922 y
1925 y el canal Patricio McConegly que se construyó entre 1940 y 1944.
Dentro de la misma tónica se encuentra inscrito el trabajo de José de Jesús
Sánchez,64 quien menciona como se realizó la construcción del canal El Burrión y
el efecto que tuvo éste en el desarrollo de la agricultura de la región ya que otros
empresarios imitaron dicho proyecto, dando pie a la construcción de nuevos
61 Bernardino Rosas. Vaivenes de nuestra agricultura. Presagio, número 14, época 1. México, agosto 1978, pp. 34-35 62 Enrique Ruíz Alba. Los viejos canales de irrigación, Presagio, número 29, época 1 año 3. México, noviembre, 1979, pp. 22-23 63 Héctor López Gaméz. Un siglo de irrigación en Angostura 1879-1979. Presagio, número 31, época 1, año 3. México, enero, 1980, pp. 10-13 64 José de Jesús Sánchez. El canal El Burrión, Presagio, número 40, año 4. México, octubre 1980, pp. 46-47
44
canales de irrigación por cuenta y riesgo de los actores interesados en el
desarrollo de la agricultura a mayor escala.
Para cerrar con broche de oro, haremos referencia al artículo titulado
Historia de la irrigación en Sinaloa. (Una visión panorámica), trabajo elaborado por
Arturo Carrillo Rojas,65 donde aborda el tema relacionado con el agua en el
desarrollo agrícola del estado de Sinaloa y como ha sido la evolución de la
infraestructura hidráulica durante más de un siglo de tradición.
Este trabajo presentado recientemente, es de suma importancia porque en
el recoge y analiza, una serie de escritos y documentos que se han encontrado en
torno a la infraestructura hidráulica en Sinaloa, desde principios del siglo XIX hasta
la fecha; Arturo Carrillo es uno de los impulsores en los estudios históricos del
agua en Sinaloa y un referente obligado para todos los investigadores que
estamos preocupados por la temática del agua en la región.
El artículo y su catalogo de documentos históricos que se encuentran
previamente digitalizados, contiene un total de 381 documentos y son de gran
trascendencia porque ha permitido darnos una visión global del fenómeno
descrito, recopilando datos e información, de tal manera que enriquecen el
quehacer historiográfico de Sinaloa.
Es menester mencionar que las obras antes mencionadas son de gran valor
ya que de alguna manera van conformando esta historia hidráulica. Cada una de
ellas aporta datos de incalculable valor histórico para la reconstrucción de nuestro
pasado pero estamos conscientes de que aún falta mucho por hacer y
complementar al respecto.
Estos trabajos nos permitirán confrontar enfoques, rescatar e intercambiar
información y fuentes. Es decir, ampliar la dimensión histórica desde ópticas
nuevas que permitirán la revalorización y construcción de una nueva historia
hidráulica más objetiva y plural. Sin lugar a dudas, dichos referentes serán
65 Arturo Carrillo Rojas Historia de la irrigación….Op. Cit.
45
importantes para entender el proceso evolutivo que llevará esta investigación,
esperando con ello contribuir con una pequeña gota de agua al inmenso mar de la
historia.
CAPITULO II
POLITICAS GENERALES DEL AGUA EN MEXICO SIGLOS XIX Y XX.
Antecedentes generales
Desde que el hombre descubrió la agricultura, los grupos humanos han procurado
por diversos medios manipular y controlar el agua en beneficio primeramente de
los rudimentarios cultivos y también del consumo humano. Diversos hechos del
pasado indican que por ejemplo el manejo de las cuencas hidrográficas data de
5,000 años atrás.
La irrigación fue descubierta en China a orillas del río Amarillo hacia el año
3000 a.C. y los primeros intentos de regular el agua evolucionaron hasta
convertirse en amplios y complejos sistemas de irrigación, sobre todo en el
Cercano Oriente como en los ríos del Nilo, el Éufrates y el Tigris, difundiéndose
posteriormente por Asia.66
Para el año 2500 a. C., esta práctica del regadío ya estaba muy extendida;
practicándose sobre todo en el valle del Indo y un milenio después se había
extendido hacia la India peninsular y Asia sudoriental. Para el año 1500 a. C. ya se
había reinventado en nuestro continente67.
Los griegos y los romanos, además de otros pueblos mediterráneos
conocían muy bien la ingeniería hidráulica, pero más bien la aplicaban al
66 www.fao.org/docrep/010/a0644s/a0644s00.htm Consultado el 22 de marzo del 2010 67 Ibíd.
46
suministro de agua urbano, así lo demuestran los vestigios de los acueductos en
las ciudades romanas. No obstante fueron los precursores de las técnicas
modernas de manejos de las cuencas hidrográficas.68
En la Edad Media se refinaron las técnicas de labranza de la tierra, así
como las antiguas tecnologías hidráulicas, esto lo demuestran los sistemas de
irrigación que continúan funcionando en algunos Oasis en los márgenes del
Sahara. De igual modo, las grandes obras hidráulicas, tanto civiles como militares
de la Florencia renacentista dan cuenta de los logros de la tecnología hidráulica
del siglo XVI.
Entre los siglos XVI y XVII y debido a los avances de la ingeniería hidráulica
la producción agrícola fue en aumento de manera constante, debido también a la
introducción de los nuevos cultivos traídos del Nuevo Mundo, como el maíz, la
papa y el tomate;69 pero también por la difusión de las técnicas de cultivo sin
barbecho, basadas en un drenaje lento y una abundante aplicación de fertilizantes.
Hacia finales del siglo XVII las áreas irrigadas en el mundo entero solo
representaban el 2% y se concentraban en el continente asiático, en el Delta del
río Nilo, en África y en pequeñas porciones del continente americano. Durante el
siglo XVIII, estas áreas crecieron a un ritmo del 2% anual.
Hacia finales del siglo XIX y gracias al desarrollo tecnológico, los avances
en materia de irrigación fueron cada vez mayores y con menor tiempo empleado,
dando mayor impulso a la obra hidráulica pública.
En la primera mitad del siglo XX y debido a los cambios que se generaron
producto de la sistemática centralización de las corrientes fluviales del país, el
proceso de transición trajo como consecuencia por un lado la creación de la CNI
en 1926 como órgano centralizador y posteriormente un cambio en la distribución
de la tierra por medio del reparto agrario lo que trajo como consecuencia un
68 Ibíd. 69 Ibíd.
47
reacomodo de los actores políticos y económicos de México, así como una nueva
orientación de las políticas públicas del país.
Después de la Segunda Guerra Mundial el manejo de las cuencas
hidráulicas se convirtió en un importante elemento de las políticas de desarrollo,
promovido por instituciones como Bretton Wood y la ONU.70
Entre 1950 y 1970 se construyeron grandes obras de irrigación y presas
para generar electricidad tanto en Asia, África y América Latina para promover el
desarrollo agrícola, además del crecimiento económico y también para garantizar
a la vez el suministro de agua y electricidad a la población en general.71
Pero fue con la denominada revolución verde en la década de los sesenta,
cuando las áreas irrigadas se incrementaron exponencialmente en la última mitad
del siglo XX, y en ese sentido, la tasa media de crecimiento de áreas irrigadas en
el mundo aumentó de dos a tres veces.
Hacía finales del siglo XX, se tenían alrededor de 170 mil km2 en Europa,
1.8 millones de km2 en Asia, 90 mil km2 en África, 275 mil km2 en Norteamérica;
67 mil km2 en Sudamérica y 17 mil km2 en Australia y Oceanía; dando un total
aproximado de 2.5 millones de km2 de áreas irrigadas en todo el mundo.
Como podemos observar, los rendimientos obtenidos con la agricultura
irrigada han sido enormes y por ese motivo, se ha visto particularmente
beneficiada, con una política de subsidios de agua y otros insumos tales como
fertilizantes, maquinaria, semillas mejoradas, asistencia técnica y otros.
En las décadas en que la agricultura de riego ha dominado el panorama
agrícola mundial, los bajos precios del agua y de los insumos han alentado
cultivos que son altamente intensivos en los usos del agua; pero que tienen
mayores rendimientos económicos como son los casos de las hortalizas, el arroz,
los frutales y los forrajes.
70 Ibíd. 71 Ibíd.
48
Un factor importante que determina el rumbo de cualquier nación, es sin
duda la regulación o control de los recursos primarios para el bienestar de su
población y en ese sentido, la política hidráulica no es la excepción; ya que al ser
el principal elemento normativo de la vida, genera inmediatamente mecanismos
de control, para su distribución y uso.
A continuación haremos un recuento de la evolución histórica que ha llevado
este proceso en el cual, la tradición hidráulica de México se remonta al período
prehispánico. Es digno de mención el complejo hidráulico que atravesaba por sus
cuatro lados la gran Tenochtitlán consistente en acueductos, obras para el control
de avenidas, la navegación, la agricultura y la pesca72.
En nuestro país las leyes que otorgaban las facultades a los municipios y
estados para intervenir en los asuntos del agua, tuvieron su origen en la época
colonial; en este período, el rey ejercía el dominio directo de todos los recursos
naturales, pues los consideraba patrimonio personal, los súbditos sólo podían
disponer del agua mediante una merced concedida por el rey o en su nombre.
El rey por obvias razones, delegó la capacidad de otorgar mercedes a los
funcionarios menores, como los intendentes y los ayuntamientos.73 Durante los
años de la Colonia las aguas eran consideradas de propiedad de la corona
hispánica y se permitía su utilización a los particulares a través de mercedes
reales.
En el periodo del Virreinato se destacan en la Nueva España, indicios de
las grandes y monumentales obras de distribución, almacenamiento, irrigación y
drenaje que sostuvieron en su tiempo ciudades, emporios mineros, campos
agrícolas y también ganaderos.
Actualmente existen en nuestro país vestigios de aquellas obras hidráulicas
realizadas que datan de los siglos XVII que ya no están en uso por el deterioro
72www.oieau.fr/ciedd/contributions/at2/contribution/rendon.htm Consultado el 15 de octubre del 2009 73 Ernesto Galarza. La industria eléctrica en México. FCE. México, 1941, p. 149
49
que han sufrido con el paso del tiempo y algunas otras de los siglos XVIII y XIX,
que todavía se encuentran en operación74.
Poco después del periodo independiente los incipientes gobernantes en
turno de la nación mexicana, procuraron dar solución al proceso de cohesión de la
sociedad; las ideas que se plantearon en ese tiempo para salir de los problemas
económicos, políticos y sociales que aquejaban, tienen que ver en mucho con
todos aquellos dificultades generadas por la falta de gobernabilidad de fines del
siglo XVIII y de todos aquellos cacicazgos regionales que imperaban en ese
momento.
Así pues los intereses de los grupos sociales regionales en lo que se
refiere al control de los recursos hidráulicos se encontraron cimentados todavía en
relaciones directas con los organismos encargados de la gestión del líquido: los
ayuntamientos primero y los gobiernos de los estados más tarde.
Esas relaciones de poder que se gestaron en esa época estaban dadas
desde la ocupación de los puestos administrativos, los lazos de parentesco así
como también de los compadrazgos que imperaban y hasta de la influencia
económica que se ejercía sobre los miembros del ayuntamiento por parte de los
grupos locales.
Ante ese desolador panorama, la ideología gubernamental contenía varias
propuestas para impulsar el progreso de México. Una de ellas era el fomento a la
construcción de obras hidráulicas e hidroeléctricas que buscaron promover la
riqueza que tanto requería el país. Pero al encontrarse la agricultura estancada en
la mayor parte del país, por falta de riego, comenzaron a plantearse posibles
soluciones que pusieran remedio a este atraso económico.
2.1 Política hidráulica implementada a fines del siglo XIX y primeras décadas
del siglo XX en México.
Al consumarse la Independencia Nacional los mecanismos para la obtención de
agua no cambiaron, debido a que en esta materia no hubo un cambio de leyes en
74www.oieau.fr/ciedd/contributions/at2/contribution/rendon.htm Consultado el 15 de octubre del 2009.
50
lo referente al agua, por lo que los ayuntamientos continuaron ejerciendo las
facultades para seguir otorgando agua y tierras a la población.
Esto a pesar de que la Constitución de 1824 implementó el sistema político
federativo, la propiedad y el dominio directo no fueron traspasados de la Corona a
los poderes federales como representantes de la soberanía nacional. Los
ayuntamientos continuaron ejerciendo la jurisdicción sobre el agua por sí
mismos.75
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, y ante la necesidad imperante de
contar con un corpus que permitiera al Estado asumir un control más estricto
sobre los recursos hidráulicos, se emitieron algunas leyes que de manera
imperfecta, empezaron a hacer sentir el poder de la federación en materia
hidráulica.
Posteriormente la constitución de 1857, promulgada por el general Ignacio
Comonfort, facultó al Congreso de la Unión para dictar leyes sobre, vías
generales de comunicación y sobre postas y correos. Con apoyo de esta última
facultad, se expendieron diversas leyes relacionadas con el agua propiedad de la
nación.76
En esa misma década y siendo presidente de la República don Benito
Juárez (1858-1872), se vio en la necesidad de unificar la legislación, porque se
seguían aplicando las viejas disposiciones de las leyes impuestas por la Corona;
consciente de ello y ante la necesidad de unificar la legislación, concibió la idea
de formular el primer Código Civil de la República, que entró en vigor en el año de
1871.
Este nuevo código reguló específicamente las aguas de propiedad
nacional, decidiendo nacionalizarse no solamente los ríos navegables y no
75 Andrés Molina Enríquez. Los grandes problemas nacionales. Era. México, 1978, p. 53
76Véase, Marcello, Carmagnani, Estado y mercado. La economía pública del liberalismo mexicano, 1850-1911. El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas-FCE. México 1994; también en Leonor Ludlow y Carlos Marichal, Un siglo de deuda pública en México. Lecturas de Historia Económica Mexicana. Instituto Mora-ColMich-ColMex-IIH. México,1988
51
navegables tal como establecía el Código Civil napoleónico;77 (mismo que fue el
que sirvió de inspiración al Código Mexicano). De igual forma declaraba de
propiedad nacional, las riberas de los ríos navegables; precedente inmediato de
otras leyes más avanzadas que consignaron a las costas como zona federal. El
código penal de 1871, además tipificó como delitos la ocupación o usurpación de
las aguas, así como las inundaciones intencionales, estableciendo normas y
reglamentos al respecto.
Fue entre 1870 y 1890, que los gobiernos de los estados de la federación
despojaron a los ayuntamientos locales de sus facultades para intervenir
directamente en los asuntos del agua, a partir de ese momento, los estados
fueron las únicas autoridades que podían otorgar concesiones.78 La Ley sobre
vías Generales de Comunicación del 5 de junio de 1888, fue la primera ley del
México independiente que en forma específica trató de regular las aguas
comprendidas dentro del territorio nacional.
En esta ley se estableció que la mayor parte de los recursos hidráulicos
debería ser propiedad de la Federación; y puso bajo el cuidado de una sola
autoridad administrativa todas las aguas de importancia, reglamentando las
concesiones, cuya solicitud deberían presentarse debidamente ante la Secretaría
de Fomento.
Los interesados en adquirir las aguas, así como algunos hacendados y las
compañías irrigadoras, recibieron esta ley (la Ley sobre Vías Generales de
Comunicación) como un factor de desaliento a su iniciativa porque tenían que
realizar el trámite para la concesión y además con la zozobra de que el gobierno
pudiera retirarla en cualquier momento, sino cumplían con las obligaciones
adquiridas.
En 1894 se modificó la Ley, ampliándose lo relativo a las concesiones y
ofreciendo franquicias y beneficios para quienes desearan realizar obras
77 Luis, Aboites Aguilar, El agua de.…Op. Cit., p. 83. 78Clifton Krober. El hombre, la tierra y el agua. Las políticas en torno a la irrigación en la agricultura de México, 1885-1911. IMTA-CIESAS. México, 1994, p. 250.
52
hidráulicas. Esta modificación fue la respuesta a una presión creciente: la
originada por la búsqueda de responder a ella con mayor productividad.79
La Ley sobre el Régimen y Clasificación de Bienes Federales de 1902,
suplió a la Ley sobre Vías Generales de Comunicación de 1888, cuya función
principal fue determinar en forma precisa la regularización de las aguas
nacionales. Aunque esta ley siguió insistiendo sobre la diferenciación entre los
ríos navegables o no navegables, fue directa en cuanto a las normas de las
concesiones para los usos de las aguas, expresando por primera vez que las
aguas son consideradas como una prioridad de la nación, exclusivas y para
siempre.
Una vez establecido el carácter nacional tanto de aguas superficiales
como subterráneas, los usuarios estuvieron obligados a solicitar al gobierno
federal la respectiva concesión, demostrando que contaban con el permiso de la
autoridad municipal y la Secretaria de Salubridad y Asistencia; en el caso de que el
aprovechamiento se utilizara con fines domésticos o para otro tipo de servicios.
Antes de salir del poder en su segundo periodo presidencial, el general
Porfirio Díaz (1884-1911), el único proyecto importante para impulsar la agricultura
mediante las obras de irrigación, fue la creación en 1908 de la Caja de Préstamos
para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura. Fue el primer esfuerzo serio
con finalidades agrícolas, como su nombre lo indica, y que manejó “capital líquido”
para realizar obras de irrigación.
Este hecho por sí mismo, le permitió al gobierno hacer desde luego,
numerosas operaciones individualmente significativas; pero que sólo sirvieron
para aligerar el pasivo de los beneficiados con los préstamos.80 En realidad,
fueron escasas las ventajas generales obtenidas, pues únicamente una
79 Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Una historia de las obras hidráulicas en México. SARH. México, 1988, p. 87
80 José Herrera y Lasso. La política federal de irrigación. en Irrigación en México. Vol. 2. FCE. México, 1930, p. 14
53
proporción reducida de las sumas administradas recibieron la aplicación
específica correspondiente.
La promulgación de la ley sobre Aprovechamientos de Aguas de
Jurisdicción Federal en el año de 1910, fue quizá el más importante ordenamiento
específico de esa época en materia de aguas; ya que abandonó la vieja
clasificación de las aguas; adoptando una clasificación más acorde con las
características del territorio nacional.
Fue así que se regularizó en forma detallada los usos de las aguas y las
concesiones de las mismas, exceptuando aquellas que para efectos de
navegación, se sujetaban a la aprobación del Congreso de la Unión. La Ley de
Aguas de 1910, constituyó entonces un paso más en el cambio hacia la
centralización de los recursos hidráulicos.
Fue a fines de 1911, que muchas consideraciones políticas que se
gestaban al interior del Congreso, incluyendo las que incidían sobre la irrigación
de las tierras cultivadas, se combinaron hacia enfoques más amplios y problemas
más serios. Los objetivos habían cambiado en cierto sentido, dado el hecho de
que constantemente surgían nuevos intereses a los que servir. Así pues, por
ejemplo, el gobierno central regulaba algunos de los ríos principales en el interés
de los terratenientes privados.81
De tal forma que las políticas hidráulicas para llevar a cabo la irrigación en
México se implementaron sin tomar en cuenta a los agricultores de subsistencia ni
a los pequeños agricultores comerciales; en resumen, la política sobre aguas
nacionales hasta antes de 1911, fue la primera etapa de lo que vendría a
convertirse posteriormente en la principal política del gobierno mexicano a
principios de 1926.
Además es menester recordar que hasta antes de 1911, los esfuerzos del
gobierno por potenciar y explotar el agua resultaron pragmáticos y como se fueron
81 Clifton, Kroeber, Op. Cit., p. 249
54
necesitando, debido a la escasa información con la que contaban a la hora de
tomar las decisiones importantes.82
Concluido el movimiento armado ocurrido entre 1910 y 1917, por el cual el
pueblo luchó hasta obtener su derecho a participar en la vida cívica nacional y por
una mayor distribución de la riqueza; el país se proyectó hacia el equilibrio de la
evolución social y material, factor determinante para lograr la estabilidad
económica y política83
Sin duda, el ajuste de cuentas durante este periodo tuvo como
consecuencia un cambio fundamental en las estructuras del país. Fue en ese
tiempo que se dejó sentir la inquietud por encauzar el empleo de los recursos
hidráulicos hacia la agricultura de riego y en la construcción de obras hidráulicas,
que prácticamente quedó en manos de la iniciativa privada. Tal como lo afirmó en
su momento la Secretaria de Recursos Hidráulicos cuando argumenta que:
Aunque el Estado hizo algunas obras como la del saneamiento de la Ciudad de
México y empezó a preocuparse por la explotación de las aguas subterráneas,
las obras más importantes para usos domésticos, de riego, de generación de
energía y usos industriales estuvieron en manos particulares que los hicieron
por medio de concesiones otorgadas por el gobierno.84
Así mismo en su informe presidencial de 1913, el general Victoriano Huerta (1913-1914) decía:
El Instituto Geológico se ha consagrado últimamente al importante estudio de
la hidrología subterránea, del que obtendrá ventajas la agricultura nacional, y el
que influirá para hacer productivos terrenos de la nación que ahora, por falta
de agua, no tienen valor.85
82 Ibíd., p. 263 83 Wilfrido Llanes Espinoza. Sociabilidad, política y agua como estrategias de dominación en el cacicazgo de Blas Valenzuela, 1922-1940. Tesis de maestría inédita. UAS-Facultad de Historia. México, 2005, p. 76 84 SRH, El agua y su aprovechamiento a través de la historia de México. Vol. 1. SRH. México, 1976, p. 289 85SRH. La obra hidráulica de México a través de los informes presidenciales, T. I. SRH. México, 1976, p. 38
55
Cabe aclarar que en estos años transcurridos y no en todas las regiones del país,
se realizaron las obras hidráulicas con capital privado, debido sobre todo a la
desconfianza que les generaba a los inversionistas particulares los gobiernos
revolucionarios; los que hasta ese momento habían mostrado una gran
inestabilidad política y volatilidad económica, tanto porque internamente no se
había establecido una paz absoluta, como por que el mundo exterior estaba
sufriendo los efectos de la Primera Guerra Mundial.
Posteriormente fue decidida la intervención presidencial del gobierno de
Venustiano Carranza (1914-1920) cuando en 1917, convocó al Congreso para
reformar la Constitución de 1857. La Constitución de 1917 de alguna manera
modeló la reforma social reclamada; muchas voces acumuladas por décadas
encontraron su expresión en este texto fundamental.
Considerando entre sus elementos más avanzados, el artículo 27
constitucional que establece de manera precisa que la tierra y el agua son
patrimonio de la nación y que debían integrarse a la comunidad con un amplio
sentido de beneficio social.
Dicho artículo aglutinó las principales corrientes fluviales del Estado a la
jurisdicción federal, al ser declaradas patrimonio de la nación; con esta acción, el
gobierno recuperó el control y el dominio directo que había ejercido la monarquía
española. A partir de ese momento los particulares solo pudieron usufructuar el
agua por medio de concesiones otorgadas por el gobierno federal.
En general, los usuarios deberían obtener la confirmación de sus derechos
y pagar sus contribuciones a la Federación, logrando con ello la expresión jurídica
de la Revolución, a través de la Constitución de 1917, en ese sentido la reforma
social quedó inmersa en dicho ordenamiento jurídico. Además en el artículo 27 se
establecía y determinaba la forma, limitación y procedimientos a seguir, para
obtener la posesión y así poder hacer uso de los recursos de agua y la tierra.86
En diferentes citas realizadas en sus informes, el presidente Venustiano
Carranza (1914-1920), da idea clara de la importancia que se concedió al uso del
86 Rocío Castañeda González. Irrigación y reforma agraria: las comunidades de riego del Valle de Santa Rosalía, Chihuahua 1920-1950. CIESAS-CNA. México, 1995, p. 15
56
agua dentro del sistema jurídico fijado en la Constitución de 1917; para
aprovechar los recursos hidráulicos lo mejor posible, tanto por el gobierno federal
como por los particulares en la incipiente nación mexicana.87
Continuando en el mismo tenor; después de ese álgido periodo donde
prevaleció una anarquía casi total en varias entidades del territorio nacional, es
posible observar un proceso de continúa transformación que a la larga devino en
la adaptación de la legislación respecto a la realidad que se vivía.
Como ya lo hemos mencionado, en los años anteriores a 1921, las obras
de riego que se realizaron en todo el país, se consideraron fruto de la iniciativa
privada, ya que el Estado no tuvo intervención alguna, sólo con algunas
excepciones, y otorgar la concesión requerida para el uso de las aguas, porque
las que se trataban de usar para riego eran consideradas de propiedad federal.
Considerando la importancia que tenía la irrigación en la agricultura, en su
informe de 1921, el presidente Álvaro Obregón (1920-1924), mencionó la creación
de un nuevo organismo, con el fin de: atender con la mayor eficacia los asuntos
que con dicho ramo se relacionan, fue creada el 1° de enero de 1921 la Dirección
de Irrigación, la que se ha consagrado con el mayor de los empeños a llevar a
cabo las obras de riego cuya ejecución ha sido emprendida en diversos estados
de la República.88
Durante los dos primeros años posteriores a esa ley, las actividades
principales de la Dirección de Irrigación fueron esencialmente de carácter
preparatorio; resumiendo sus actividades en la organización del servicio
hidrológico, la operación de obras de riego y su construcción, además del estudio
general de grandes proyectos de irrigación. También se organizó y se puso en
marcha el Servicio Hidrológico Nacional, instalándose para dicho fin las
estaciones pluviométricas necesarias.
De mismo modo, y en las corrientes en las que se podía anticipar un futuro
promisorio para el riego de terrenos o la hidroelectricidad, se inició la instalación
de estaciones hidrométricas. Otras de las primeras actividades que la Dirección
87 SRH. La obra hidráulica en México..., Op. Cit., p. 40 88 Ibíd., p. 41
57
de irrigación emprendió, fue el estudio de algunos proyectos de riego tales como
el Yuriría y Tepuxtepec, sobre el río Lerma; en el río Santiago, Aguascalientes, y
en el valle de Juárez en Chihuahua.
También tomó a su cargo la operación y el acondicionamiento de las obras
de riego ya iniciadas en otras regiones tales como Ciénega de Chapala, en
Michoacán, valle de Juárez en Chihuahua y en los canales del valle del Yaqui, en
el vecino estado de Sonora.89
En realidad, la labor realizada por la Dirección de Irrigación fue poco
significativa en cuanto se refiere a las grandes construcciones; ya que
básicamente su función principal fue encargarse de la reparación de los canales
denominados Porfirio Díaz, Marcos Carrillo y Vicam, todos ellos ubicados en el
valle del Yaqui en Sonora.
También se repararon algunos diques y drenajes en la Ciénega de
Chapala, además de llevarse a cabo la construcción de la presa Mezquitic, en
San Luis Potosí, otra de las obras que se llevaron a cabo fue la perforación de
algunos pozos para el aprovechamiento de aguas subterráneas.
Sin embargo no se puede dudar que una de las preocupaciones constantes
del gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924), fue hacer de la actividad
agropecuaria, la base de la reconstrucción nacional y un puntal del gobierno; ya
que de acuerdo a las circunstancias que presentaba el país, difícilmente podría
ser de otro modo por el origen rural de los vencedores de la gesta revolucionaria,
además de que el momento histórico en que se vivía no se podría pensar en una
industrialización.
Es por ello que el impulso a la actividad agropecuaria fue el objetivo
básico90de la política obregonista, y visto de esta manera, era necesaria la
implementación de las grandes obras hidráulicas que por su envergadura,
difícilmente desarrollaría la iniciativa privada, misma que tendría necesariamente
que poner en marcha el estado mexicano. Es decir, había que establecer un
89 En apoyo a esta idea la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos dice lo siguiente: “Por esa época de 1921-1923 las obras hidráulicas recibieron el nombre de sistemas de riego”, Véase la obra de la SRH, Una historia…, Op. Cit., p. 105 90 Luis Aboites Aguilar. La irrigación revolucionaria: Historia del sistema nacional de riego del río Conchos, Chihuahua 1927-1938. SEP-CIESAS. México, 1988, p. 22
58
equilibrio entre la obra social y la obra material, y ésta sólo podría llevarse de la
mano del Estado Nacional, tal y como más tarde ocurriría.91
En otras palabras, la actividad agropecuaria debía satisfacer por un lado
los requerimientos nacionales pero por el otro, también tendría que contribuir a
aumentar las exportaciones. De esta forma las exportaciones agropecuarias se
sumarían a las mineras para consolidar el eje dinámico de la economía mexicana,
un eje que la Revolución no había logrado destruir.
En esos términos el Gobierno Federal consideraba insuficiente, que en los
nuevos ordenamientos jurídicos y legales en materia de agua y tierra, quedaran
establecidos tanto sus condiciones como sus limitaciones; tampoco el espíritu de
equidad social fue suficiente para aspirar al progreso que en realidad necesitaba
el país; se hacía entonces necesaria la obra material, crear una verdadera
infraestructura que sirviera de apoyo al desarrollo de las actividades agrícolas
mediante el riego.
Entre 1921 y 1924, y ante los efectos de la gesta revolucionaria, fue posible
observar un Estado vacilante en cuanto a llevar a la práctica lo plasmado en la
Legislación Mexicana, debido sobre todo al clima de inestabilidad política que se
respiraba en esos momentos.
Sin embargo no fue sino hasta 1925, cuando el Gobierno Federal se
encargó de realizar diferentes tipos de obra hidráulica con dinero del erario
público; esto con el fin de abrir amplias extensiones de tierra al cultivo de riego,
fraccionando y colonizando grandes áreas de antiguos latifundios y de terrenos
nacionales.
El Estado asumía estas funciones porque por ley pertenecían a la nación;
además siendo la dueña original de todas las tierras y aguas; era quién decidía
que obras debían construirse y cuáles no y con qué métodos y recursos, porque
era a su vez quien financiaba la construcción o se encargaba de conseguir los
recursos económicos para llevarlos a cabo.
Así mismo promovía y apoyaba la formación de empresas contratistas y
era el mismo gobierno mexicano, quien expropiaba la tierra para dichos fines para
91SRH. La obra hidráulica en México.... Op. Cit., p. 41
59
posteriormente volverlas a repartir. Esa posición preponderante del Estado le
permitió alentar y propiciar el desarrollo agrícola y de esa política agraria surgió el
nuevo empresario agrícola.92
Ante los nuevos cambios políticos que se fueron gestando en el seno del
estado mexicano, por esas fechas hubo también una serie de cambios
administrativos al interior de los grupos encargados del control y distribución del
agua, fue así que suprimieron la Dirección de Irrigación, delegando sus funciones
al Departamento de Reglamentación e Irrigación, que funcionó hasta 1925, este
Departamento fue quién sentó las bases para la creación de la Ley sobre
Irrigación con Aguas Federales.
Para 1926 fue creada la CNI por el gobierno federal con la intención por un
lado tener un control de los recursos hidráulicos y administrarlos de la mejor
manera posible; ya que no existía antes de eso, un organismo capaz de regular y
arbitrar los problemas que acarreaba el manejo local de las aguas y por otro fue
tratar de alentar la inversión privada, para explotar las potencialidades agrícolas
de la nación.
Fue durante la presidencia del general Plutarco Elías Calles (1924-1928),
cuando realmente comenzó la política hidráulica institucional, pasando a ser el
Estado el ejecutor y administrador de las obras de riego y ejerciendo sobre ellas
todas las atribuciones que las leyes le concedían.
En el informe de gobierno de 1925, el presidente Calles dejó sentir la
urgente necesidad de contar con la información hidrológica suficiente para poder
proyectar y realizar obras hidráulicas en gran escala. Por tal motivo se aumentó el
servicio de estaciones hidrométricas en el país, que fueron las encargadas de
practicar aforos, y llevando a cabo diversos estudios de hidrología, además se
practicaron 467 inspecciones a fin de conocer el régimen y aprovechamiento de
las corrientes.93
Ante el reto que significaba llevar a cabo la gran obra hidráulica en el país,
el panorama que se presentaba era en realidad de muy altos vuelos, por lo que se
92 Arturo Warman. Los campesinos hijos predilectos del régimen. CIESAS. México, 1976, p.44
93 SRH. La obra hidráulica de México…..Op. Cit., p. 42
60
requirió de una institución especializada y con la capacidad suficiente para
emprender estudios, hacer proyectos y llevar a cabo la construcción de las obras
requeridas. Esta institución se creó mediante la expedición de la Ley del 4 de
enero de 1926 y con ella se dio vida a la Comisión Nacional de Irrigación; esta
comisión sería la encargada de impulsar la agricultura nacional.94
Para poder tomar las decisiones más adecuadas en torno a las
necesidades requeridas se valoró entre otras cuestiones, que la estrategia del
desarrollo económico de casi todos los países de la región latinoamericana,
atribuyeran una fundamental importancia al riego agrícola para elevar los índices
de productividad alimenticia. En contraste a las políticas de riego del pasado; que
pusieron mayor énfasis en lograr niveles mucho más altos de eficacia de los
terrenos ya dotados de infraestructura.95
Por otra parte la CNI tuvo un carácter autónomo en algunas cuestiones,
para que en el ámbito de sus atribuciones pudiera proyectar, planear, construir y
operar las obras hidráulicas; dando prioridad a aquellas regiones que por sus
características físicas y su bajo nivel de lluvias no permitían desarrollos agrícolas
seguros; la puesta en marcha de esta institución tuvo gran relevancia en el
desarrollo de infraestructura hidráulica en México.
Ya lo apuntaba en ese entonces un informe del gobierno del presidente
Calles que en 1926, aplaudía la activa participación de la CNI en la construcción,
no sólo de la infraestructura hidráulica, sino en la participación más activa de la
economía mediante el apoyo que recibían las dependencias estatales para la
irrigación de grandes extensiones de tierras.96 En dicho informe, el presidente
Calles también hacía referencia al camino que según a su juicio debería seguirse
para lograr el progreso económico y social, no sólo de la clase campesina, sino en
general de todo el pueblo de México.
Con la implementación de esta política, se preservó la intención del
gobierno obregonista, de confiar la transformación del panorama agrario al
94 Ibíd. p.44 95 Jaques Chonchol. Sistemas agrarios en América Latina. De la etapa prehispánica a la modernización conservadora. FCE. Chile, 1996, pp. 154-196 96 Véase, SRH, El agua…. Op. Cit., p. 44
61
proceso gradual de creación de una clase media de agricultores, mediante la
inversión pública; ya que dicha vía, según esta visión crearía las condiciones para
el desarrollo de los nuevos agricultores en las recién creadas pequeñas
propiedades utilizando para ello los mejores procedimientos técnicos.
Con esta estrategia a seguir, el reparto agrario radical quedaba descartado
por completo, por su parte el latifundio no sería tocado a menos que el Estado
pusiera a disposición de los recursos económicos necesarios para emprender
proyectos de inversión pública y a la vez de modernización de la infraestructura.97
Para llevar a cabo las acciones referidas, la flamante Comisión enfrentó
dos grandes obstáculos, el primero hacía referencia a la escasez de datos sobre
los escurrimientos de los ríos que intentaba aprovechar y segundo, la falta de
personal especializado y con la experiencia suficiente en proyectos y construcción
de obras de irrigación.
Dentro de la primera causa, era una realidad que de muy pocas corrientes
del territorio mexicano se tenían datos fehacientes de los aforos, o sea que casi
no existían estudios que permitieran dar luz sobre el estado en que se
encontraban las corrientes por más de cinco años, y que además de los
existentes eran de una veracidad muy dudosa; de otras corrientes existían datos
más o menos confiables solo a partir de 1921.
Ante este dilema que enfrentaron los recientes directivos de la Comisión,
se llegó a la determinación de que no teniendo manera ni recursos para esperar
más tiempo, habría que mandar hacer los estudios correspondientes y para ello
emplearían todos los recursos técnicos posibles y la mejor experiencia acumulada
de los países más adelantados en irrigación e iniciar desde luego la construcción
de las obras de riego aún reconociendo que probablemente iban a cometer
errores en el proceso de construcción de las primeras obras.98
97 Luis Aboites Aguilar. La irrigación…. Op. Cit., p. 23 98 Véase, El uso del suelo en la República Mexicana (Atlas). Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. México, 1980, p. 77
62
Después de que se tomó tan fundamental decisión, estadistas, técnicos y
habitantes, exaltaban la medida, porque aun cuando tuvieron errores en cuanto a
capacidad como lo ocurrido con la presa Calles, en Aguas Calientes, donde
quedó demostrado que tuvo una capacidad excesiva, ó la presa, Don Martín -
actualmente llamada Venustiano Carranza-, en Coahuila, que no riega el número
de hectáreas que se pretendía regar, sino una cantidad mucho menor; la realidad
es que estos dos errores de cálculo no significaron gran cosa, sólo la erogación
de unos cuantos millones de pesos más, que tienen poca importancia ante la
magnitud de la obra de irrigación.
El tiempo daría la razón de ser a tan significativo proyecto, porque si, por
esperar varios años a tener el aforos de las corrientes, se hubiera detenido la
construcción de obras de riego, ésta hubiera sufrido un serio revés por la crisis
económica que se resintió entre 1929 y 1934, ya que hubiera dificultado el inicio
de las obras en esos años.
En lo relativo a la falta de personal técnico especializado, y con experiencia
en el diseño y construcción de las obras hidráulicas requeridas, el gobierno
resolvió no improvisar, sino que mando traer a México un grupo de ingenieros
extranjeros especialistas en obras de irrigación.
Estas deliberaciones tomadas en el seno de la CNI, la llevaron a celebrar
un contrato con la empresa White Engineering Corp. para se encargara de las
mencionadas obras. Dicha empresa trajo a México algunos de los ingenieros más
notables y experimentados en materia hidráulica, los cuales no sólo cimentaron
las bases de la irrigación moderna en el país; sino que también crearon escuela
entre los ingenieros mexicanos.
Porque en ese sentido fue un acierto de los directivos de la CNI de emplear
al mismo tiempo a los ingenieros extranjeros y mexicanos con la idea de que el
grupo de ingenieros de la ex Dirección de Aguas en un futuro no muy lejano,
debía ocupar puestos de alta categoría, aportando sus conocimientos sobre los
ríos de México a los ingenieros extranjeros para la realización de los proyectos y
de la construcción en sí.
63
La nueva generación de ingenieros civiles y agrónomos del país, que poco
a poco se incorporaron a las filas de la CNI, fueron colocados como ayudantes de
los ingenieros extranjeros con la idea de que absorbieran sus conocimientos y
experiencia para que en un futuro no muy lejano ponerlas en práctica.
Otros elementos más, recién egresados de las escuelas de ingeniería y
agronomía, fueron enviados a los Estados Unidos por un año a laborar en la
Comisión Norteamericana de Irrigación para incorporar sus métodos de trabajo a
fin de adquirir la experiencia e incorporarse a trabajar en la Comisión Nacional de
Irrigación.99
Hasta ese momento, las bases que impuso el presidente Calles en materia
hidráulica continúo dando frutos a través de los nuevos gobiernos; pero, con los
cambios propios de cada periodo y acorde a los tiempos vividos, determinando de
esta forma la evolución que se ha venido operando en el país en materia de
irrigación.
Ahora bien, es digno mencionar que a pesar de la crisis mundial sufrida en
1929 y aunado a una última revuelta militar sufrida en México debido a la agitada
vida política nacional, se continuaron con los trabajos de irrigación en el país.
Para 1932, fue aprobado por la CNI, que fueran los ingenieros mexicanos que se
habían especializado en irrigación, los que continuaran con los trabajos de diseño
y dirección de las obras hidráulicas, mientras que los ingenieros extranjeros
fueran los que supervisaran dichas obras hasta el final de su contrato que sería
unos años después.
Al concluir el convenio con la White Engineering Corp., y de acuerdo con la
visión generada por la CNI, en 1933, se formó un grupo de ingenieros que dio
vida al Consultivo Técnico; que fue el departamento encargado de la supervisión y
estudio de los proyectos de riego, drenaje y generación de energía eléctrica,
además se encargaba de generar todos los proyectos de presas y obras
auxiliares de derivación y distribución de los distritos de riego; sin embargo habrá
que mencionar que en ese grupo continuaron prestando sus servicios algunos
99 Adolfo Orive Alba. La irrigación en México. FCE. México, 1970, p. 72
64
técnicos extranjeros de gran nombre, como Andrew Weiss y Marx W. King; ambos
eran empleados de la White Engineering Corp., y también Paul Waitz, un geólogo
alemán radicado en el país desde tiempo atrás.100
2.2 La política hidráulica cardenista 1934-1940
Durante el periodo de gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), la política
hidráulica estuvo orientada hacia el desarrollo económico y social de la agricultura
mexicana mediante la restitución de tierras e ingresos; acciones que fueron
canalizadas por el gobierno hacia los trabajadores agrícolas y los pequeños
propietarios con amplios programas de obras públicas y crédito agrícola.
Entre 1934 y 1936 se expidió la Ley de Aguas de Propiedad Nacional y
también su reglamento, y en octubre de 1936, daba inicio el reparto de las
haciendas en la Comarca Lagunera, que fungía como el corazón productivo del
área y lo constituían poco más de 220,000 hectáreas de tierra de riego dedicadas
principalmente al cultivo del algodón, en una zona controlada por un grupo de
grandes y medianos latifundistas, además de algunas empresas extranjeras.
En ese mismo periodo también se realizó el reparto de tierras en el valle de
Mexicali, que era controlado por compañías extranjeras como la Colorado River
Land Company, que se dedicaba a la renta de tierras, la Imperial Irrigation District,
que se dedicaba a la venta del agua; y finalmente la Anderson Clayton, que
financiaba la producción.
Como podemos observar, era apremiante tener el control del valle de
Mexicali; así que a propuesta de Adolfo Orive Alba titular de la dependencia,
resultaba importante en el sentido de cancelar esos contratos, no sólo porque se
trataba de empresas extranjeras, sino porque se corría el peligro de que se
desecara el valle, pues estaba latente la idea de que los Estados Unidos,
retuvieran el agua del río Colorado.
100 María Lucila Huerta García. Irrigación y política: Historia del distrito de riego número 11 del Alto río Lerma 1926-1978, (tesis de licenciatura). Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Humanidades. México, 2000, p. 39
65
Fue en 1936 cuando se expidió el Reglamento a la Ley de Aguas de
Propiedad Nacional; y con esta ley se precisaba los medios a través de los cuales
se podía obtener el aprovechamiento de las aguas nacionales, así como los
requisitos a cumplir por los interesados y las formas para explotar y ejecutar las
obras hidráulicas; porqué para la proyección y construcción de un embalse, ya se
tomaba en cuenta su utilización en la generación de energía eléctrica.
Con la idea de mejorar las condiciones de vida de las clases más
desfavorecidas, el presidente Cárdenas creó dentro de la Comisión Nacional
Agraria; el Departamento de la Pequeña Irrigación, cuyo objetivo era llevar el
beneficio del agua a los campesinos de las pequeñas áreas de cultivo dispersas
en el todo territorio nacional, otorgándole un contenido social a la obra de
irrigación.101
Esta y otras iniciativas tomadas por el gobierno cardenista, en cuanto a
cómo mejorar la economía, ponen de manifiesto la evolución del pensamiento de
acuerdo a las circunstancias del momento; ya que anteriormente se pensaba que
el gobierno federal debía limitar su actividad constructiva a aquellas obras de
irrigación que, por su magnitud y elevado costo, quedaban fuera de la iniciativa
privada; pero a partir del sexenio cardenista se realizaron obras de pequeña
irrigación, aunque solamente salieran beneficiadas tan sólo unas cientos de
hectáreas, para que se resolviera el problema de subsistencia de un pequeño
núcleo de campesinos.
Durante los años trascurridos de 1934 a 1940, la irrigación en México tuvo
un impulso nunca antes visto, ya que se le consideró la base de la Reforma
Agraria, misma que ayudaría a mejorar las condiciones económicas de los
campesinos pobres del país,102 además se aceptó que la recuperación del costo
101 Adolfo Orive Alba. Las obras de irrigación en México. Cincuenta años de Revolución. TI. (La economía). FCE. México, 1986, p. 343
102 Véase, el programa de trabajo de la CNI., para el sexenio de 1934-1940. Fidecomiso Archivos Plutarco Elías Calles-Fernando Torreblanca, (FAPEC-FT), Archivo Plutarco E. Calles, Exp. 68: CNI., Leg. 3/3, fojas 156-157, Inventario 924; también se puede consultar en, Boletín Fidecomiso
66
de las obras se obtuviera por un camino indirecto y no por su proporción entre las
hectáreas beneficiadas.
A raíz de este acuerdo, quedó establecido en las leyes mexicanas que los
ejidatarios y los pequeños propietarios que tuvieran parcelas mínimas no estaban
obligados a pagar la cuota de compensación por el costo de las obras de
irrigación, porque debían limitarse a las posibilidades reales de pago.
Sin embargo y como siempre ocurre, esta situación fue aprovechada por
agricultores que conservaron en los distritos de riego, parcelas cercanas al límite
de la pequeña propiedad, no afectable agrariamente que según el Código Agrario
son aquellas que tienen menos de 100 hectáreas.103
La obra hidráulica implementada en el país durante ese primer periodo, que
va de 1935 a 1940 fue ampliando sus horizontes constantemente, los únicos
límites serían los impuestos por la Federación en cuestión de presupuesto,
porque de igual modo necesitaba satisfacer otras prioridades tan elementales
tales como lo son las escuelas, carreteras, la electricidad, agua potable y una
serie de servicios que fueron siendo indispensables, conforme avanzaba la
implementación del riego agrícola y por ende el desarrollo agrícola.
Si a ello le sumamos que fueron afectadas varias empresas extranjeras
como consecuencia de la expropiación petrolera ocurrida el 18 de marzo de 1938,
por no apegarse a las leyes mexicanas; esto acarreó al país graves problemas
presupuestales y por ende se redujeron drásticamente los avances en materia de
irrigación. Veamos a continuación algunos datos al respecto:
CUADRO 1 Inversión en riego agrícola de 1935-1940
Archivos Plutarco Elías Calles-Fernando Torreblanca, La irrigación callista: sus primeros años, 1926-1934, n. 37, pp. 26-27 103 Adolfo Orive Alba. La irrigación…. Op. Cit., p. 80
AÑO INVERSION EN MILLONES DE
PRESUPUESTO FEDERAL EN MILLONES DE
HECTÁREAS DE RIEGO NUEVAS Y
67
Elaboración propia basada en Adolfo Orive Alba. La irrigación… Op. Cit., pp. 81 y 84
Estas inversiones que se encuentran consignadas en el cuadro número 1 fueron
destinadas básicamente a rehabilitar las obras hidráulicas iniciadas años atrás y
también para continuar aquellas que se encontraban inconclusas. Además para
poner en marcha el gran proyecto de irrigación, se inició la construcción de las
grandes presas nacionales; las primeras obras fueron la presa Marte R. Gómez ó
el Azúcar, en el río San Juan, en Tamaulipas, la presa El Palmito sobre el río
Nazas en Durango, la presa Solís en el río Lerma en Guanajuato y la presa
Sanalona sobre el río Tamazula.104
Como se puede observar en el cuadro 1, las superficies beneficiadas por la
obra de riego durante ese periodo, comenzaron a tener una importancia cada vez
mayor hasta alcanzar una superficie de riego de alrededor de 118,495 hectáreas
a nivel nacional. Desde luego que estaba perfectamente fundada la política de
irrigación tanto desde el punto de vista social como económico.
Así mismo, quedó demostrada la necesidad de construir pequeñas obras
de riego que beneficien al campesino más necesitado, sólo que para lograrlo fue
necesaria una planificación y proyección racional, para que la dimensión de la
parcela y la dotación de agua sea la suficiente para proporcionar al agricultor, la
104 Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 1940
PESOS PESOS MEJORADAS
1935 10 276 11,900
1936 21 287 19,755
1937 29 333 8,525
1938 29 431 12,443
1939 54 446 21,081
1940 31 449 44,791
TOTAL 174 2,222 118,495
68
posibilidad de obtener mejores ingresos capaces de convertirlo en una clase
media campesina semejante a la de los países evolucionados.105
En el transcurso del periodo de Cárdenas, los cambios llevados a cabo
implicaron una nueva transformación que tuvo un desarrollo franco a partir de
1940. De esa forma, México se lanzó a una nueva empresa: propiciar el
crecimiento económico y alcanzar en pocas décadas una fisonomía totalmente
diferente.
Al concluir el periodo cardenista, quedó transformada la CNI en la
institución más importante del gobierno, y que con el transcurso de pocos años,
habían de fortalecer las bases económicas de la República mexicana al permitir
una mejoría económica en decenas de millones de campesinos pobres
beneficiados por la política agraria.
El prestigio de la CNI por las obras realizadas en materia hidráulica en
nuestro país trascendió el ámbito local de tal manera que por primera vez, las
fronteras de México fueron abiertas y a finales de 1938, el gobierno de Bolivia se
dirigió a su homologo mexicano para solicitarle su cooperación para investigar las
posibilidades de riego en aquel país, designándose con tal propósito una comisión
de técnicos mexicanos, que permanecería en este país, para realizar los trabajos
necesarios.106
En ese contexto, unos meses después un periódico local en Sinaloa da
cuenta de los trabajos que fueron a realizar los integrantes de dicha comisión al
país hermano de Bolivia; en el citado artículo el diario señala que la comisión
dirigirá y encauzará labores relativas a la formación de regadíos, contando
siempre con la cooperación de los técnicos locales, así mismo preparar los
trabajos relativos a la construcción de la presa Angostura para riego de terrenos
en el valle de Cochabamba, Bolivia.107
105 SRH. Una historia…. Op. Cit., p. 84 106 Ibíd., p. 84 107 El demócrata, 17 de marzo de 1939, p. 1
69
Ahora bien, dentro de los convenios de cooperación celebrados entre los
gobiernos de México y Bolivia, se acordó la capacitación de cierto número de
técnicos bolivianos en México dentro de la CNI, para que, una vez capacitados se
reincorporen en su país en los mandos directivos que eventualmente ocuparían
los técnicos mexicanos enviados en aquél país.108
Pero no sólo el país boliviano estuvo interesado en aprovechar la
experiencia adquirida en materia hidráulica de los técnicos mexicanos,
posteriormente mostraría su interés el gobierno de Venezuela, quien a través del
cónsul de aquél país, hace expreso el deseo de contar con la experiencia
mexicana y así queda reseñado en un periódico local de Sinaloa:
INTERES DE VENEZUELA POR LA OBRA DE IRRIGACION.
Se esboza ya una solicitud de franca cooperación semejante a la de Bolivia.
El señor Ingeniero Eudoro Urdaneta, Cónsul de la República de Venezuela y
Comisionado del Ministerio de Obras Públicas de aquella República hermana,
celebró ayer cordial entrevista con el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional
de Irrigación, Ingeniero Francisco Vázquez del Mercado, solicitando informes
detallados acerca de la obra de riego de nuestro país.109
Ante el interés venezolano, el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, no dudo
en compartir la experiencia hidráulica adquirida, y a través de la CNI mandó un
amplio y detallado informe sobre cómo había sido la puesta en marcha de la gran
infraestructura hidráulica en nuestro país, así como de la puesta en marcha de los
laboratorios experimentales que coadyuvaron al desarrollo de la irrigación
nacional.110
En ese contexto países como Perú, Nicaragua, Colombia y Guatemala,
también se sumaron al deseo de aprovechar los avances mexicanos en materia 108 Ibíd. 109 Ibíd., 9 de abril de 1939, p. 3 110 Ibíd.
70
hidráulica y solicitaron también orientaciones de los técnicos mexicanos, respecto
de algunas importantes obras de regadío que se estaban llevando a cabo en ese
momento en aquellos países latinoamericanos.111
2.3 Las políticas hidráulicas en México de 1940 a 1960.
El proceso de centralización de los recursos hidráulicos tuvo mayor celeridad,
ante el recuerdo de la tensión política y económica generada por los efectos de
la crisis de 1929, además por el desequilibrio económico y político nacional
heredado de las políticas agrarias del Plan Sexenal cardenista, así como de las
presiones externas derivadas del avance de la Segunda Guerra Mundial (1939-
1945) y del ingreso de los Estados Unidos de Norteamérica en este conflicto
bélico en septiembre de 1941.
Para los sectores empresariales agrícolas e industriales del país, así
como para el gobierno mexicano, era urgente configurar un nuevo panorama
político y económico por la coyuntura excepcional existente para definir el
nuevo esquema de alianzas, que impulsarían sobre todo el desarrollo de la
agricultura nacional mediante la implementación de la obra hidráulica.
Porque la coyuntura que representaba para nuestro país el ingreso
de los EUA al conflicto bélico internacional, nos permitió establecer nuevas
relaciones comerciales bastante provechosas para la economía, y la posibilidad
de normalizar las relaciones políticas, económicas y comerciales con este país,
mismas que habían sido perjudicadas por la expropiación cardenista.
Así que ante el panorama que se presentaba, en esos momentos por los
sucesos bélicos internacionales, nuestro país México decidió incorporarse al
conflicto armado en junio de 1942, apoyando por supuesto al bloque
conformado por Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos.
Fue entonces que el resultado de aquellas alianzas fortalecieron la
economía mexicana y en ese contexto el presidente Manuel Ávila Camacho 111 Ibíd., 28 de enero de 1939, p.1
71
(1940-1946), decidió impulsar el crecimiento de las exportaciones, incentivando
la agricultura a gran escala, por lo que realizó los arreglos necesarios en el
segundo Plan Sexenal en materia agraria como lo fueron las políticas heredadas
de restitución, dotación y ampliación de ejidos, para que con estas medidas se
contribuyera a dar certidumbre al inversionista agrario.112
Las inversiones en irrigación durante este periodo se concentraron
principalmente en el norte y noroeste de la República mexicana; en las regiones
donde la producción estuviera destinada principalmente a la exportación, y en
este rubro se encontraban los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California y
Tamaulipas.
En materia de política hidráulica cabe constatar que, en la primera mitad
del siglo XX, México era todavía una sociedad primordialmente rural y la
necesidad de contar con agua suficiente para cubrir sus necesidades, primero
se dirigió a la producción agrícola, posteriormente a la industria y la generación
de energía eléctrica y en muy contadas ocasiones al servicio urbano.
Las políticas de irrigación llevadas a cabo en nuestro país, no estuvieron
desligadas de las políticas que en materia de tierras llevó a cabo el gobierno
mexicano, de hecho, la relación agua-tierra no puede verse ni tratarse por
separado en las cuestiones agrícolas; y en ese sentido, si lo que se pretendió en
su momento fue ampliar la agricultura comercial, forzosamente se tenían que
construir grandes obras de irrigación y demás sistemas de riego.
Para lograr alcanzar estos objetivos, fue necesario implementar políticas
adecuadas con la finalidad de crear los mecanismos necesarios que permitieran
al gobierno tener control sobre el uso y distribución equitativa del líquido y con ello
evitar conflictos entre los terratenientes y los ejidatarios, o entre ellos mismos tal
como venía ocurriendo en diferentes partes del país.
112 Leopoldo Solís. La realidad económica mexicana: retrovisión y perspectivas. 13ª edición. Siglo XXI. México, 1984, p. 122
72
Así mismo conforme el país crecía en habitantes, los grandes núcleos
urbanos como las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, sufrían gran
escasez de agua y como consecuencia de ello, creció también la importancia de
la explotación subterránea como una fuente más de suministro, y el mayor
interés del Estado por intervenir en esta materia.
Para paliar un poco la situación vivida en ese momento, el gobierno
mexicano primero impulsó reformas al artículo 27 de la Constitución en 1945,
incluyendo en el párrafo quinto una frase sobre el agua de subsuelo que a la
letra dice:
Las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante
obras artificiales, y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el
interés público, o se afecten otros aprovechamientos, el Ejecutivo Federal
podrá reglamentar su extracción y utilización, y aún establecer zonas de
veda, al igual que para las demás aguas de propiedad nacional113.
En el sexenio del presidente Miguel Alemán (1946-1952), se hizo desaparecer la
Comisión Nacional de Irrigación al crear la Secretaría de Recursos Hidráulicos (en
adelante SRH), a finales de 1946; promulgándose entonces, una nueva versión de
la Ley de Aguas de Propiedad Nacional en la cual, el Estado define claramente la
propiedad de la nación sobre las aguas del subsuelo, sin embargo éste permite su
libre utilización:
….excepto cuando se evite el racional aprovechamiento de los recursos
hidráulicos de una región o cuando pueda terminar trastornos para la
colectividad o para la economía de una zona o lesione otros
aprovechamientos establecidos. (Artículo 2, párrafo IX)114.
113 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 74. Edición. Porrúa. México, 1983 114 www.imta.mx/tyca/index.php. Consultado el 22 de Enero de 2009.
73
Ante esta nueva situación que se presentó, tenemos entonces que el proceso de
centralización/federalización del manejo de los recursos hidráulicos llevado a cabo
en nuestro país, tuvo su fase culminante el 1 de diciembre de 1946 durante el
gobierno de Miguel Alemán (1946-1952), cuando el Congreso de la Unión aprobó
la iniciativa para crear la SRH.
Y todo esto se debió a que hasta antes de 1946 no había un organismo
central que regulara el cuidado, manejo y distribución del agua; ya que existían
organismos autónomos con funciones muy específicas en cuanto a la utilización
del agua; por ejemplo operaban al mismo tiempo, la SAR para otorgar
concesiones de aguas, la CNI para construir obras de riego, la SSA para
ocuparse del abastecimiento del agua potable, la CFE quien era encargada de la
generación eléctrica y la SCT encargada de realizar obras de defensa contra
inundaciones y navegación fluvial.
Pero no había entre éstos organismos, la coordinación y comunicación
sistemática necesaria en los aprovechamientos integrales del agua disponible que
permitiera lograr los mejores resultados. Esta situación sin lugar a dudas
determinó la conveniencia de centralizar la autoridad sobre los recursos
hidráulicos nacionales y las actividades para estudiar, proyectar y construir las
obras que fueran necesarias para aprovechar de forma equilibrada este recurso
en riego, usos urbanos e industriales.
Fue así que para cumplir este propósito el 7 de diciembre de 1946 se creó
una nueva Secretaría de Estado, la de Recursos Hidráulicos, que agrupó todas
las actividades relacionadas con el uso del agua a cargo de los organismos antes
citados con excepción de la CFE.115
La creación de la SRH, se debió a la concepción del presidente Miguel
Alemán (1946-1952), quien tenía la mirada puesta en los recursos naturales de
nuestro país, como la piedra angular de la economía, según la cual la
115 Francisco Eduardo Urrea Salazar, Las organizaciones agrícolas en México…aspectos históricos y jurídicos. CAADES. AARC. México, 2004, p.46. Según Francisco Urrea el decreto por el cual se crea esta Secretaría está fechado el 1 de diciembre de 1946
74
conservación y debido aprovechamiento de esos recursos eran fundamentales
para la prosperidad y para la vida continuada de un país.
El presidente Alemán reconocía la importancia de todos y cada uno de los
recursos renovables de nuestro país y que éstos estaban ligados entre sí, pero
además sostenía que el agua era el pivote alrededor del cual debía girar el
desarrollo de los demás recursos naturales.
Por lo tanto, era indispensable crear un sólo organismo gubernamental que
se encargara de realizar, un estudio integral sobre todos los aprovechamientos
obtenibles en riego, generación de energía eléctrica y usos doméstico e industrial
de manera tal que se pudiera elegir el sistema que mayormente beneficiara al
país tanto económica como socialmente.
Entre las principales funciones que tuvo la SRH, estuvo contemplada la
formulación de un inventario de todos nuestros recursos hidráulicos, tanto
superficiales como del subsuelo, además un inventario de los suelos del país, los
aprovechamiento del agua en riego, doméstico y generación de energía eléctrica
entre otras.
Conjuntamente con lo anterior, la recién creada SRH, tuvo bajo su
responsabilidad, el drenaje de terrenos con fines agrícolas o de saneamiento y el
drenaje de poblaciones, así como la defensa contra inundaciones, creación y el
mejoramiento de vías fluviales de navegación, la expedición de concesiones de
aprovechamiento del agua y su reglamentación respectiva.
Desde entonces, el desarrollo del sector agrícola fue más rápido a partir de
1947, cuando las inversiones públicas en las grandes obras de riego comenzaron
a rendir frutos. Gran parte debido al desarrollo de la agricultura de exportación
especialmente del cultivo del algodón, quién recibió hasta 1955, un fuerte
estímulo proveniente de los precios internacionales.
La región noroeste del país fue la que mayormente registró el aumento en
el valor de la producción, y esto se debió a la expansión de la superficie cultivada
75
mediante la apertura de nuevas tierras y al empleo del riego tecnificado, así como
a la elevación de los rendimientos unitarios gracias al empleo de técnicas más
modernas, junto con mayor uso de fertilizantes, insecticidas, semillas mejoradas y
otros implementos.
A continuación haremos un recuento de los mecanismos y leyes más
importantes que se han implementado en materia hidráulica en México, dicho
recuento está basado parcialmente en un documento llamado Aspectos relevantes
de la política hidráulica en México en el marco de desarrollo sustentable.116 En ese
documento, se analizó el papel del gobierno federal en materia hidráulica, y la
importancia que tuvo éste en la conformación de la sociedad.
Entre los años de 1940 y 1960 y derivado de la inestabilidad económica
generada por la consecuencia de la crisis de 1929 y de las políticas de la reforma
agraria, surgen en nuestro país varias propuestas de planes y comisiones a nivel
regional y sectorial con el objeto de establecer metas y estrategias para reordenar
el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos en el país.
Al entrar en funciones la SRH sus planes inmediatos fueron básicamente
reglamentar los aprovechamientos hidráulicos bajo un enfoque integral,
respetando la supremacía de la administración del Estado sobre el agua, y como
instrumentos nuevos que coadyuvaron a esa nueva visión, se constituyeron los
distritos de riego y las unidades de riego como pilares del desarrollo rural.
De igual forma se emitieron entre 1956 y 1958, la Ley y el Reglamento del
Aprovechamiento de Aguas del Subsuelo en México, todo esto con la finalidad de
regular la extracción y utilización de esta fuente; principalmente porque en las
grandes urbes era la fuente mayormente explotada y requería urgentemente ser
regulada su administración.
Podemos resumir este periodo como un lapso donde la industrialización y
modernización de México se realizó en forma acelerada, apoyada en el sector
116 www.oieau.fr/ciedd/contributions/at2/.../rendon.htm. Consultado el 2 de Diciembre del 2009
76
agrícola, gracias a la inversión pública para la construcción de presas y a los
nuevos sistemas de riego.117
De acuerdo con los datos reportados en la investigación de Ruth Elizabeth
Zamudio,118 fuente también de donde se enriquece esta investigación, se calcula
que de las inversiones destinadas a obras de gran irrigación entre 1947 y 1960,
aproximadamente el 25% fue invertido en Sonora, el 20% en Tamaulipas y cerca
del 16% en Baja California, o sea más del 60% del total.
Y por si esto fuera poco las inversiones llevadas a cabo por las diferentes
comisiones regionales ascendieron a cerca de 2,000´000,000 de pesos de los que
más del 40% se destinaron a las obras del río Papaloapan y el 25% al proyecto
del río Fuerte119.
Por consiguiente, y como se puede observar por los datos arrojados, la
mayor parte de la inversión en el sector agrícola se realizó en determinados
estados del norte del país especialmente en: Baja California, Sonora, Sinaloa y
Tamaulipas. Otras zonas del país en donde las inversiones también fueron de
importancia son las ubicadas en Michoacán, el valle de México, y la Cuenca del
Papaloapan que comprende partes de los estados de Oaxaca, Veracruz y Puebla.
Las inversiones realizadas en obras de irrigación tanto grandes y pequeñas
en el periodo de 1947-1970, según cifras reportadas por Ruth Elizabeth
Zamudio,120 fueron de 1,120 pesos por hombre activo dedicado a la agricultura en
el año de 1950. Sólo que existieron grandes diferencias entre los estados más
favorecidos y los menos favorecidos; a la cabeza de los más favorecidos se
encontraban Baja California con 13,000 pesos, en segundo lugar Sonora con
8,250 pesos, Sinaloa con 5,850 pesos, Tamaulipas con 5,020 pesos y Oaxaca
con 1,420 pesos respectivamente.
117 Diego G. López Rosado. Curso de historia económica de México. 3ª.edición. UNAM. México,1973, p. 21 118 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo….Op. Cit., p. 11 119 Ibíd. 120 Ibíd., p. 19
77
En el otro extremo de la cadena se encuentras aquellas entidades que
fueron las menos favorecidas del país en este rubro, ya que las inversiones
realizadas reportan cifras muy bajas, aquí la relación: Yucatán con 32 pesos,
Quintana Roo con 36 pesos, Campeche con 40 pesos, Tlaxcala con 52 pesos y
Coahuila con 93 pesos.
A simple vista se visualiza que en el presupuesto asignado por estado,
existió una gran disparidad en la asignación de recursos en riego, pero no
debemos olvidar que la prioridad en la asignación de recursos, iba en función a la
exportación de los productos cosechados.
Al analizar la producción agrícola por hectárea cosechada en el periodo de
1950-1960, los cinco estados con más alta productividad fueron: Baja California,
Tamaulipas, Morelos, Sonora y Sinaloa, regiones que resultan ser los mismos
salvo Morelos donde se registró la mayor productividad de la mano de obra.
En el caso de los cuatro estados del norte del país, la alta producción por
hectárea ha sido consecuencia principalmente del sistema de riego; y para el caso
del estado de Morelos, éste se dio como resultado de que el área cultivada se
realizaban varios cultivos de forma intensiva.
Los cinco estados con la más baja productividad por hectárea fueron:
Zacatecas, Tlaxcala, Querétaro, Guanajuato y Oaxaca, lugares que también
registraron una baja productividad de la mano de obra, lo cual influyó en la alta
densidad de la población rural.
En términos generales de los 2´543,302 hectáreas de tierras que fueron
puestas bajo riego por el Gobierno Federal, de 1926 hasta 1966; fue entre 1941 y
1958, donde se nota más ampliamente la labor realizada por el Gobierno Federal
ya que en ese lapso se pusieron bajo riego 1´922,432 hectáreas121.
Resumiendo un poco lo anterior tenemos que el Estado realizó un conjunto
de inversiones de gran volumen que tuvieron repercusiones importantes de tipo
121 Ibíd. p. 23
78
socioeconómico; dichas inversiones comprenden obras que por su naturaleza son
la base para impulsar el futuro crecimiento económico de una nación.
Las obras que se construyen con esos propósitos no generan en
ocasiones, fuertes recuperaciones directas, y aunque su rentabilidad social pueda
ser alta, la recuperación de la inversión en su conjunto es normalmente a largo
plazo. Por otra parte, los efectos indirectos tanto económicos como sociales que
producen, se extienden casi en forma ilimitada, pudiendo permitir que la población
eleve su nivel de vida de esta manera.
Sin las obras de infraestructura creadas por el Estado, sería muy difícil
avanzar en el desarrollo económico aun existiendo el incentivo del mercado,
tampoco sería fácil generar una riqueza nacional, por lo que su justificación es
fundamentalmente en el rubro social.122
Independientemente de lo anterior, la política de irrigación impulsada por el
Gobierno Federal benefició a varias regiones del país, al crear mayor
infraestructura hidráulica, la cual permitió aprovechar el recurso hídrico de la
mejor manera y beneficiar la agricultura, y por ende, el desarrollo de algunos
espacios regionales.
122 Ibíd.
79
CAPITULO III
AGUA Y SOCIEDAD. ANTECEDENTES Y SITUACIÓN ACTUAL
En los escritos de historia, el agua no ha tenido el reconocimiento que han tenido
los vastos imperios, los grandes héroes o los efectos que han causado las grandes
obras y monumentos, que tanta y tanta tinta han derramado cronistas y narradores
de los hechos pasados; muy a pesar de que en su constante actividad pausada y
lenta, veloz o turbulenta, ha dado origen al mantenimiento firme de la población en
general.
Así como ha sido fuente de prosperidad de naciones enteras, también ha
sido el derrumbe y declive de muchas otras, ocasionadas algunas veces por las
trágicas consecuencias naturales que produce la abundancia o escasez de la
misma, pero también no está ausente la mano del hombre con el desvío intencional
o la destrucción siniestra como ha ocurrido.
El agua tiene su ciclo y su historia, a lo largo del cual se vincula con el
espacio orográfico donde se adhiere y escurre hacía el subsuelo que la llama y
luego la regresa por medio de manantiales, pozos y ríos; con la temperatura que
además juega con ella, porqué la evapora, la eleva y además la condensa para
después dejarla caer en ese ir y venir constante que nunca se acaba como el ciclo
mismo de la vida.
80
Su historia y vinculación con los seres humanos no ha sido distinta, por el
contrario no se podría explicar lo uno con lo otro ya que han bebido de ella, la han
navegado, tendido puentes, alterado sus rumbos, robado sus márgenes,
formando nuevos brazos; la han hecho cautiva para satisfacer sus propias
necesidades mediante el acanalamiento, el tapo o la presa; para evitar
inundaciones, regar y cultivar la tierra, calmar la sed del ganado, mover los
molinos, generar electricidad y alimentar la industria; pero también la han
contaminado.
En definitiva, los seres humanos han alterado la historia y las formas de
organización, vinculación y ritmo alrededor del agua, dando con ello otra
dimensión al vital recurso que ha sido motivo de la construcción de grandes obras
y a su vez generador de grandes conflictos tanto a nivel internacional, nacional y
local, ya sea por su explotación o apropiación indebida del recurso.
De esta forma, la existencia de los diferentes conflictos por el agua no
pueden ser tratados de igual manera, aunque en ocasiones parezcan casos
semejantes; cabe recordar que en la historia no hay una homogeneidad, por lo
que cada asunto debe ser tratado conforme al contexto en que se da. Sin
embargo, no dejamos de preguntarnos si en realidad se puede hablar de
continuidad en los conflictos causados por el agua en un mismo espacio y dentro
de una sociedad asentada ahí en distinto tiempo.
Las respuestas a este cuestionamiento, serían múltiples, puesto que las
condiciones variarían en ocasiones de una manera casi imperceptible y en otras
radicalmente. En estas últimas podemos estar hablando de una coyuntura en la
que se puede ver si hay una ruptura total o si hay una continuidad que en un
principio parecería casi intangible pero que está presente. Para ver estas
cuestiones sería necesario hacer una comparación de una misma fuente hídrica
dentro de un mismo espacio y bajo circunstancias que aparentemente podrían ser
semejantes o continuas.
Aunque el uso y abuso del agua ha sido un problema a través del tiempo,
los conflictos que causa no siempre son de la misma índole, ya que intervienen
81
varios factores, como son su repartimiento, la cuestión legislativa, las costumbres
de la sociedad que hace uso de ella, la infraestructura para manejarla y otras
cuestiones en las que intervienen el tiempo y las condiciones espaciales en las
que se encuentra la fuente de agua, y todos estos puntos deben ser tomados en
cuenta al momento de definir un aspecto conflictivo dentro de una sociedad
específica.
Además, siendo el agua el componente primario de la relación sociedad-
naturaleza, nos proporciona diversas alternativas para el estudio de la sociedad en
su conjunto; primeramente reconstruyendo la dimensión inmediata a los usos y
manejos del vital líquido para después poder vincular y relacionar esa dimensión
con los procesos más generales de la sociedad en su conjunto.
De igual forma, no es posible dejar de lado el importante papel que ha jugado
el agua en la conformación de los núcleos sociales alrededor del vital recurso y el
control que, a través de la misma se ha ejercido para el sometimiento de pueblos
enteros.
Por otro lado es necesario examinar cuidadosamente las consecuencias
políticas, económicas y sociales que han generado la falta y/o el exceso de este
importante recurso en las sociedades humanas. Si bien es cierto que existen
algunos otros factores de igual o mayor trascendencia al respecto, la problemática
abordada esto tan sólo es una pequeña arista de un complejo problema.
3.1 Las aguas nacionales.
México es un país con una superficie aproximada de 2 millones de km2; donde el
52% de la superficie es árida y semiárida, el 13% es trópico seco, el 20% es
templado y sólo el 15% es trópico húmedo; la orografía de la República es muy
accidentada donde el 64% está compuesto por serranías y sólo el 36% presenta
pendientes menores al 10%. Las elevaciones varían desde el nivel del mar hasta
arriba de los 5,000 m.123
123 Enrique Castellan Crespo, “Los Consejos de Cuenca en el Desarrollo de las Presas en México”, Third World Center for Water Management,
82
La nación mexicana recibe un promedio de 772 milímetros de lluvia por año;
de éstos el 73 % se evapora y el resto escurre por ríos, arroyos y también para la
recarga de acuíferos. La disponibilidad por habitante es de unos 56 metros
cúbicos por persona al año (aproximadamente corresponde unos 153 litros por
día), lo cual no ubica a México entre los países de acceso abundante, pero
tampoco entre los menos favorecidos. El problema del abasto del vital líquido,
tiene que ver con la irregularidad del régimen de lluvias por un lado y con acceso
al agua y su calidad por el otro.
Las lluvias se concentran en tan sólo cuatro meses del año y su distribución
territorial es extremadamente dispareja; mientras que las regiones del norte y
centro del país (donde se concentra la mayor parte de la población y por ende en
los lugares donde mayormente se produce) reciben tan sólo un 32 %, mientras
que el 68 % se concentra en las regiones tropicales del sureste mexicano.
En nuestro país las actividades económicas principales se han dado en las
regiones donde el agua se ha vuelto insuficiente, así en un área donde se capta el
20% de la precipitación se encuentra establecida el 76% de la población, 90% de
la irrigación, 70% de la industria y por si fuera poco todo esto en conjunto genera
el 77% del Producto Interno Bruto (PIB).
A estos agudos contrastes regionales y temporales hay que sumar las
graves desigualdades y problemas que se han generado por el acceso al vital
recurso, la cual evidentemente, obedece a razones socioeconómicas y políticas
principalmente más no por otras cuestiones.
De manera parecida a Egipto y China, la utilización del agua en México se
concentra principalmente en el sector agrícola con un 83%, señalándose en este
www.dams.org/docs/kbase/contrib/ins223.pdf+presas+de+Mexico&hl=es&ie=UTF-8. Consultado el 17 de junio del 2010
83
rubro la persistencia de prácticas caciquiles en su distribución y acceso; en el uso
público urbano se utiliza a razón del 12 % y el industrial tan sólo aprovecha el 5 %
del líquido.
Es útil saber que, un país como por ejemplo Francia, aun contando con la
misma disponibilidad de agua por habitante que nuestro país, destina a la industria
un porcentaje mayor que México de sus recursos hídricos, ya que al ser éste un
país altamente industrializado requiere que su planta industrial sea abastecida
constantemente.
Según las cifras oficiales en el año 2000, el 87.8 % de la población de
México contaba con agua potable dentro de la vivienda, aunque cinco entidades
federativas (Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Yucatán, donde se concentra
la mayor parte de la población indígena) tienen menos del 70 % de su población
cubierta. Además, mientras que la población de las ciudades alcanzó, en
promedio, una cobertura de casi el 95 %, en el medio rural esta cifra sólo alcanzó
el 68 %.124 De ahí que el 25 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 25 años de
edad siguen acarreando agua a sus hogares; por este motivo se puede afirmar
que en México el agua fluye hacia los que más tienen.125
En nuestro país como en la mayor parte del mundo, los usos del agua
tienen que ver con la disponibilidad y la infraestructura creada para el desarrollo
económico, sin embargo sólo deseo mencionar que también existen usos de agua
que no tienen que ver con el desarrollo de las actividades agrícolas, que más bien
se refiere al uso que tiene el agua como factor de mantenimiento del mismo
planeta, la navegación, la recreación y otros usos más, hago mención de ello nada
más para dejarlo asentado.
124 Datos tomados de las ponencias de Félix Hernández Gamundi y Raúl Álvarez Oseguera presentados en el seminario El agua bien privado o bien común. Hacia una nueva cultura planetaria, Universidad de la Ciudad de México, 21-23 de septiembre de 2004 de próxima publicación. 125 Encuesta Nacional sobre Niveles de vida de los Hogares realizada por investigadores de la Universidad Iberoamericana y del Centro de Investigaciones en Docencia Económica, La Jornada, 11 de noviembre de 2004
84
Por otra parte es menester mencionar que del total de la superficie que se
cultiva en la República Mexicana, el 70% es de temporal y el 30% de riego; y que
de acuerdo con estos datos, puede asegurarse que esta composición es positiva
para el país, ya que si se compara con el 84% de temporal y el 16% de riego que
es el promedio mundial, tenemos un saldo positivo en ese sentido.
En términos absolutos México ocupa el octavo lugar mundial en superficie
irrigada. Sin embargo del total de la infraestructura hidráulica, el 57% se encuentra
en mal estado, y esto se debe a varios factores, entre ellos a la falta de
mantenimiento, así como por proyectos que no fueron diseñados adecuadamente
o quedaron inconclusos. No obstante lo anterior, la producción agrícola que se
genera en parcelas dotadas con infraestructura de riego, es aproximadamente del
55% de la producción total nacional y el resto se produce en superficies de
temporal.
Entonces el panorama que representa esta situación es por demás crítica
porque las expectativas de crecimiento de la infraestructura física de riego agrícola
en México están muy limitadas, ya que las mejores tierras para el cultivo están
siendo aprovechadas, y los costos para construir nuevas obras de infraestructura
hidroagrícola han llegado a un nivel difícil de justificar económicamente.
Un dato interesante que resulta necesario saber es que los cinco cultivos
que más predominan en las áreas de riego en México son el maíz, trigo, frijol,
caña y sorgo respectivamente ya que entre todos ocupan casi el 50% de la
superficie sembrada bajo riego, y no son precisamente los de más alto valor en el
mercado local. Por ejemplo, el maíz que se siembra aproximadamente en el 20%
de la superficie total con infraestructura de riego, sufre adicionalmente de una
política de precios muy castigada, ya que constituye un grano básico en la dieta
alimenticia de todos los mexicanos.
En la agricultura se utiliza el 79% del consumo total del agua en el país y se
pierde entre 30% y 50% del agua por bajas eficiencias de conducción hacia las
parcelas, a tal grado que las pérdidas en conducción son mucho mayores al
85
volumen sumado de agua potable e industrial consumido en todo el país durante
un año. Igualmente las pérdidas anuales sólo por sobreconsumo en los cultivos
son del orden del 10% del agua distribuida a pie de parcela.
Por otra parte y de acuerdo con la CNA; en México, la disponibilidad natural
media por habitante es de 4,841 m3/año. Esta cifra por sí sola no nos proporciona
evidencia de la disponibilidad de agua en nuestro país, por ello es necesario
plantear la relación que existe entre la distribución del recurso y la distribución
poblacional en el país.
Como ya lo he mencionado, la población en México se encuentra
mayormente concentrada en la zona centro norte del país; región donde habita
77% de la población y lugar donde se recibe tan sólo el 28% de la precipitación
pluvial. En esta zona del país se realiza alrededor de 92% del riego. En cambio, en
la zona sur del país la concentración poblacional es menor y la disponibilidad de
agua es mucho mayor.
La intensa actividad agrícola que se desarrolla en nuestro país es por sí
sola la que más agua consume, con un promedio del 77.8% del total disponible; el
restante 22%, se distribuye de la siguiente manera; el 11.5% al sector público, el
2.2% a la industria y el 8.5% al sector pecuario.126
México se considera uno de los primeros países del mundo con
necesidades de irrigar las zonas de cultivo; porque como ya lo hemos mencionado
son las regiones norteñas donde mayormente se desarrolla una intensa actividad
agrícola y el agua pluvial es escasa. Los suelos para uso agrícola abarcan
aproximadamente 20´000,000 de hectáreas, de las cuales 6´300,000 hectáreas
son de riego para la siembra de maíz, sorgo y soya.
De esa superficie, el 54% corresponde a 82 distritos de riego y el 46%
restante a obras de pequeña irrigación operadas, conservadas y mantenidas por
los propios productores, a las cuales se les denomina unidades de riego.
126 Comisión Nacional del Agua. México, 2003
86
En nuestro país la agricultura por irrigación constituye el 55% de la
producción nacional y el 70% de la agricultura de exportación.127 De acuerdo con
la información de la CNA, las pérdidas en la actividad de riego son muy altas,
sobre todo en el proceso de extracción ya que el 35% se desperdicia por la
evaporación o por fallas durante el proceso de conducción del vital líquido.
También existen desperdicios y mal aprovechamiento en donde es
empleado el riego por inundación sin control y que además ocasiona la
salinización en los suelos. El bajo costo de las cuotas por servicio de riego, así
como los subsidios a la electricidad para el bombeo, constituye otra causa que
facilita el desperdicio.
Así mismo los problemas financieros para rehabilitar, mantener y operar la
infraestructura hidráulica requerida en los distritos de riego y a la vez poder
modernizar los sistemas de irrigación, hacen que se dificulte aun más el buen uso
y aprovechamiento del agua.
Ante este panorama que se presenta en algunas regiones del país, el bien
hidráulico se torna escaso, teniendo que recurrir desde hace tiempo y cada vez en
mayor medida al agua subterránea de los acuíferos para subsanar la creciente
demanda. En México existen alrededor de 653 acuíferos, de los cuales 101 están
sobreexplotados y 17 presentan graves problemas de intrusión salina de acuerdo
con los datos proporcionados por la CNA en el 2003; regiones como la costa de
Hermosillo y la Laguna presentaron ya este agotamiento.
En el caso de México, los niveles de recarga de los mantos acuíferos bajan
año con año contaminándose cada vez más; los reportes científicos señalan que
en los últimos cincuenta años se acabaron reservas de agua que tienen entre
10,000 y 35,000 años de antigüedad.
Por ejemplo en la región de la Laguna (ubicada en los norteños estados de
Coahuila y Durango), el agua para consumo humano se extrae desde
profundidades cada vez mayores presentando un alta composición de sales, 127 Ibíd. 2002
87
incluidas las de arsénico. De ser manantial de vida, el agua acaba siendo fuente
de envenenamiento,128 debido a la sobre explotación.
Por lo que tener un conocimiento preciso de la condición de los acuíferos de
nuestro país es vital para comprender la situación del agua, ya que éstas
representan una de las principales fuentes de abastecimiento; los acuíferos son
formaciones geológicas que contienen material saturado y suficientemente
permeable para proveer cantidades de agua a pozos y manantiales; siendo una
importante fuente de aprovechamiento.
3.2 Situación del agua en Sinaloa.
Para el desglose del tema que se está tratando en esta sección y analizarlo de
manera más profunda, he tomado como referencia el excelente trabajo de síntesis
desarrollado por Arturo Carrillo Rojas,129consultando directamente algunos de los
trabajos citados por él, para poder de esta manera complementar la información
sobre el tema que nos ocupa.
Con estos antecedentes cabe mencionar que el estado de Sinaloa, a
diferencia de las otras entidades norteñas del país, ha contado desde siempre con
una ventaja comparativa ya que los once ríos que corren por su territorio han sido
determinantes para que éste de alguna manera, oriente su vocación agrícola y se
haya convertido en el líder en la producción de hortalizas, granos y otros
productos agrícolas.130
Naturalmente las mejores cosechas en Sinaloa se han presentado en las
riberas de éstos once ríos, porqué gran número de hectáreas han sido
beneficiadas por la humedad y el limo que han generado sus corrientes y que son
necesarios para el crecimiento de los cultivos. Como siempre ha sido con los ríos
del mundo, las grandes avenidas de los ríos benefician en primer lugar, la tierra de
128 Luis Hernández Navarro. La Laguna: nueva guerra del agua. La Jornada. 10 de noviembre de 2004 129 Arturo Carrillo Rojas Historia de la…..Op. Cit., p. 12 130 Ibíd.
88
las riberas y seguidamente las que se encuentran más allá de las márgenes de
éstos, en un proceso desarrollado de manera natural. 131
Por otra parte Eduardo Frías menciona en su trabajo que aunque son once
los ríos que cruzan el estado de Sinaloa, según él únicamente son cinco los ríos
que determinaron la faz agrícola sinaloense por los beneficios que han aportado al
desarrollo y cultivo del tomate y las hortalizas; ya que, de acuerdo con el autor, la
importancia de estos cinco ríos radica en que todo el año corre la suficiente agua
para alimentación de las presas e irrigación de los valles, de ahí se abastecen por
supuesto los diferentes distritos agrícolas.
Continuando con el mismo autor, tenemos que los afluentes más
importantes por su tamaño y escurrimiento son los ríos Fuerte, Culiacán y Sinaloa,
con escurrimientos promedio de 5,420 mm3, 3,810 mm3 y 2,294 mm3
respectivamente.132 Los otros dos caudales que menciona el autor son el Mocorito
y el San Lorenzo, con escurrimientos de 285 mm3 y 1,490 mm3 respectivamente.
Así que no es fortuito que sus cuencas sean las que mayor producción
agrícola han tenido y a las que de paso mayor población favorecen; sin dejar de
mencionar también que son las tierras que mayormente se disputa la población;
las tierras que son regadas por estas aguas producen las hortalizas para la
exportación, el trigo, maíz, frijol y caña de azúcar entre otros productos.
Pero retomando el trabajo realizado por el investigador Arturo Carrillo, éste
menciona que el estado de Sinaloa cuenta con recursos hidrológicos importantes
para abastecer el desarrollo agrícola, ya que a través de sus ríos escurre en
promedio 16,139´000,000 de m3 de aguas anuales.
A su vez, esta cantidad de agua genera la energía eléctrica suficiente para
el bombeo del agua que abastecen los canales de riego y para el desarrollo de la
industria, todo ello ocurre a través de un planificado sistema de presas, canales y
redes de distribución del agua. Las cuencas de estos ríos cubren una superficie
131 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p.58 132 Ibíd., p. 58
89
total de 91,117 km2; cuenta además con mantos acuíferos que generan una
recarga adicional de 988´000,000 de m3 de aguas anuales133.
Como es sabido, la base de la infraestructura hidráulica en Sinaloa ha sido
conformada a través de la historia por el esfuerzo y trabajo de sus hombres,
primeramente de forma individual, posteriormente uniéndose en sociedades con
otros hombres para luego ser realizada en forma conjunta con el Estado.
Es por ello que actualmente la infraestructura hidráulica en Sinaloa está
constituida por 11 ríos, 14 presas de almacenamiento, cinco presas derivadoras;
alrededor de 18,650 kilómetros de canales de conducción, 8,142 kilómetros de
drenes de almacenamiento, 253 pozos profundos, 13 plantas de bombeo y 264
unidades de riego.134
Esta infraestructura irriga actualmente un poco más de 700,000 hectáreas,
pero se considera que sería suficiente para irrigar una superficie aproximada de
1´200,000 hectáreas de tierras de cultivos, con una buena época de lluvias en las
partes altas de la sierra.135
Las presas tienen una capacidad total para almacenar 22,038´000,000 de
m3; y un volumen de capacidad útil de 15,148´000,000 de m3, a los que hay que
adicionar 40´500,000 m3 de agua de 4 presas de pequeña irrigación. La mayoría
de estos ríos parten de la Sierra Madre Occidental y cruzan el estado de Este a
Oeste, formando importantes cuencas hidrológicas en su camino.
Las principales corrientes en Sinaloa corresponden a los ríos de El Fuerte,
Sinaloa, Mocorito, Culiacán, San Lorenzo, Elota, Piaxtla, Quelite, Presidio,
Baluarte y las Cañas. Estas corrientes son aprovechadas productivamente
mediante la creación de presas, vasos de almacenamiento y la construcción de
canales para irrigar las tierras bajo su área de influencia para incrementar la
actividad agrícola pero también son utilizadas en usos industriales y domésticos.
133 Arturo Carrillo Rojas Historia de la…..Op. Cit. 134 Ibíd. 135 http://www.crc.uri.edu/download/25_26_Mzt_2004_Ocana_rev.pdf consultado el 20 de agosto del 2009
90
Todo este proceso de transformación de los sistemas hidroagrícolas en
Sinaloa, se vio favorecido por diversos factores como la comercialización de otros
cultivos tales como la caña de azúcar, el garbanzo, el algodón, las hortalizas y
otros, aunado a este crecimiento en la demanda de productos alimenticios, el
incremento de la inversión de parte de los particulares y el apoyo decidido del
aparato estatal que, además de proporcionar una legislación favorable, también se
hizo cargo del costo y la construcción de los grandes proyectos hidrológicos.
Partiendo de esa realidad hidrológica que tiene Sinaloa, veremos entonces
cómo ha sido el proceso evolutivo que ha llegado a colocar a nuestro estado como
el principal productor de hortalizas de la nación en el periodo que nos ocupa,
porqué de ningún modo ha sido un proceso de una sola arista, sino que
convergieron varios factores e intereses tanto públicos como privados que
determinaron el rumbo económico de Sinaloa.
Por más de un siglo los hombres dedicados al cultivo de la tierra en los
agrestes valles sinaloenses, se han enfrentado con grandes dificultades para
llevar el agua a esas sedientas tierras; y para solventar esos escollos fue
necesario la edificación de tapos para contener apenas pequeñas cantidades de
agua pero también requirió de la construcción de canales de menor envergadura,
sin embargo luego de alguna riada más o menos importante, todo el esfuerzo
realizado terminaría por venirse abajo debido a la fragilidad de la obra.
A éstos trabajos iniciales emprendidos por la iniciativa privada, le siguieron
la construcción de las grandes obras hidráulicas, y con ello más y más tierras
fueron puestas al cultivo de riego con las nuevas aguas contenidas, no importaba
el derroche siempre habría agua disponible en esos enormes receptáculos
creados por el ingenio del hombre136.
136 El desarrollo de la ciencia y la tecnología hicieron su parte en esta historia y con un
conjunto de innovaciones a los sistemas de riego y de cultivo, lograron realizar el sueño de muchos
sinaloenses del campo: producir más y mejores productos para la autosuficiencia alimentaria, así
como para la exportación; pero para ello fue necesario contar con lo más actual de la tecnología y
91
Al inicio de este proceso en Sinaloa, los agricultores que sembraban sus
tierras con las lluvias de cada temporada en ocasiones perdían sus cosechas por
falta de lluvias o por las grandes avenidas que provocaban los enérgicos
temporales; ante esta situación, fueron ellos quienes realizaron las primeras obras
hidráulicas; construyendo canales para controlar las avenidas de los ríos, además
de pequeñas represas para poder aprovechar de mejor manera el agua en los
cultivos que sembraban y evitar estar sujetos a las eventualidades de las lluvias.137
Los motivos que tuvieron para hacerlo fueron un intento de controlar y
aprovechar las aguas de los ríos, construyeron diques, canales y algunas represas
para contener las avenidas. En el transcurso de esta parte del proceso, la
participación del gobierno del estado de Sinaloa, se limitó tan sólo a otorgar los
permisos necesarios para el aprovechamiento de las aguas tanto estatales como
federales y no con apoyo económico alguno.
El aumento poblacional generado por el avance de los niveles de vida, así
como las nuevas necesidades sociales de subsistencia y empleo, tanto en México
como en Sinaloa, devino en la construcción de obras monumentales de irrigación
que los particulares difícilmente podrían costear, por lo que fue indispensable el
apoyo gubernamental para llevarlo a cabo.
Las grandes presas que requirió la agricultura nacional, rebasaba en mucho
la capacidad económica y técnica de los grandes propietarios privados; por
consiguiente la problemática que presentaba la agricultura comercial la tuvieron
que resolver desde el gobierno porque tan sólo dicha institución, era capaz de
tomar las acciones políticas y sociales para llevar a cabo proyectos de tal
envergadura.
Ya que además de esa primera dificultad, habría que agregarle que muchas
de aquellas corrientes hidráulicas, atravesaban propiedades privadas distintas e la maquinaria empleada, contar también con modernos sistemas de irrigación más eficientes y
además priorizando el ahorro y consumo del agua con métodos de aspersión y control.
137 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones….Op. Cit., p. 26
92
incluso estados diferentes; por lo tanto requerían una legislación especial o única
que permitiera en primer lugar ponerse de acuerdo en la construcción de la nueva
infraestructura;138 y en segundo hacer buen manejo de este recurso primario.
Es por ese motivo que las grandes obras hidráulicas debían pertenecer al
gobierno federal ó al menos ser administrada por éste y no por agentes o
empresas particulares; porque además los beneficios tendrían que abarcar
amplios núcleos de la sociedad.139
Otra de las razones que expone en su trabajo Eduardo Frías del porqué el
estado mexicano tendría que hacerse cargo de la infraestructura hidráulica fue
según él, por el enorme potencial que tenía el campo mexicano y que al
incrementar los apoyos en la agricultura se convertiría en la base para el
crecimiento económico de México.140
De acuerdo con los fines que persiguen el trabajo de este investigador, el
panorama hidráulico que nos presenta para el estado de Sinaloa va de 1920 a
1956; en ese periodo de tiempo, Eduardo comenta que a partir de 1920 en
Sinaloa, una gran cantidad de tierra fue habilitada al cultivo por medio del
desmonte, la roturación y la construcción de obras hidráulicas.
Porqué el gobierno federal, tenía la certeza que la entidad sinaloense, se
insertaba de manera contundente en el proyecto nacional de desarrollo económico
a través de la irrigación que permitiría explotar la agricultura de exportación y por
tal motivo los gobernadores en turno buscaron de manera decidida el apoyo de
todos aquellos agricultores involucrados desde la época porfirista en el cultivo de
la tierra; así también como de pequeños empresarios que de acuerdo a Hubert
Cartón de Grammont, representaban la nueva elite agrícola deseosa de llegar a
figurar en el mercado internacional.141
Aprovechando esta coyuntura, determinada por la creación de organismos
federales como la Comisión Nacional del Agua creada en 1926 y los apoyos del
138 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., pp.60 y 61 139 Leopoldo Palacios. El problema de la irrigación. CIESAS-IMTA. México, 1994, p. 29 140 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p. 61 141 Ibíd.
93
gobierno federal y estatal, el gobierno de Sinaloa dio el banderazo de salida a la
construcción de canales y presas derivadoras y ya en la década de los treinta se
trazan los primeros planos de las grandes obras hidráulicas en Sinaloa142.
Según los estudios de Eduardo Frías, en los años que van de 1921 a 1938,
se continúo con la construcción de canales y la instalación del equipo de bombeo
que coadyuvaron a controlar de forma limitada las avenidas de agua de los ríos y
llevarlas de esta forma hasta los campos e industrias del área de influencia.
Recordando que desde finales del siglo XIX, ya se tenía como una práctica bien
difundida la construcción de canales de riego por parte de la iniciativa privada.
Otro punto que no se debe olvidar en que en ese tiempo también se
encontraba la demanda de productos agrícolas de países como Estado Unidos y
Canadá que requerían grandes cantidades de tomate y hortalizas o de España
que necesitaba gran cantidad de garbanzo para comercializarlo en los Países
Bajos y también para el consumo propio; por lo que el interés del empresario
sinaloense era genuino; aumentando con su trabajo el potencial agrícola de la
región.143
3.3 La obra hidráulica sinaloense de fines del siglo decimonónico hasta la
década de los treinta.
A continuación en este apartado haremos un recuento de las principales obras
hidráulicas, básicamente hablaremos de los primeros canales de riego que se
construyeron en el estado de Sinaloa; producto todos ellos del esfuerzo de sus
hombres por no depender más de las vicisitudes de la naturaleza que tantos
infortunios les causaba, para posteriormente analizar aquella obra construida
gracias a que el Gobierno Federal, tomó bajo su cargo la administración de las
aguas nacionales. Comenzaremos nuestro recorrido histórico desde el norte hasta
el sur de Sinaloa; haciendo hincapié, sólo en aquella obra hidráulica que
representó beneficios a la agricultura comercial y específicamente en los valles en
el estado de Sinaloa.
142 Ibíd. 143 Ibíd., p. 62
94
Canal Ochoa
Para mediados de la década de 1880 uno de los pioneros del cultivo de la caña de
azúcar en el norte estado, Don Zacarías Ochoa, construyó un canal, utilizando
como herramientas de trabajo azadones, palas y bueyes; dicha obra de riego se
montó por la margen izquierda del río El Fuerte, hasta la población de Ahome,
donde Zacarías Ochoa, tenía instalada la fábrica de azúcar denominada El águila;
que posteriormente paso a manos de Benjamín Francis Johnston144. Don
Zacarías, fue uno de los primeros hombres en concebir la idea de derivar el agua
hacia las tierras donde habría de cultivar y crecer la caña de azúcar, el maíz y el
garbanzo.
Canal los Tastes
A partir de 1890 la colonia socialista establecida en el norteño poblado de los
Mochis encabezados todos ellos por Albert Kimsley Owen, tuvieron la necesidad
de dotar de agua a la población; así que se propusieron construir un canal de 11
kilómetros de longitud denominado Tastes,145 aprovechando las fuertes corrientes
del río Fuerte.
Dicho canal comenzó a excavarse el 4 de enero de 1890, siendo la obra de
irrigación más ambiciosa de todo el estado de Sinaloa en ese tiempo. Con la
desviación de las aguas del río fuerte, se logró hacer un aprovechamiento más
racional de las aguas en la agricultura sinaloense, dependiendo menos de los
caprichos de la naturaleza.
Sin duda el costo de la obra rebasa cualquier cálculo razonable en esfuerzo
físico y económico, por las condiciones naturales en las que se llevó a cabo el
mencionado canal. Solo habrá que apuntar que para el financiamiento de esta
obra, la cooperativa de Owen formalizó una compañía que sería la encargada de
emitir una serie de bonos y comercializarlos entre los interesados. Según cálculos
144 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones….Op. Cit., p. 27 145 Herlinda Tay viuda de Dunn comenta cómo es que su padre no sólo trazó el canal de Tastes, sino toda la ciudad de los Mochis, de igual modo la traza de San Blas y el ferrocarril que hoy se conoce como Chihuahua-Pacífico. Ver en Reba Humphries Los Mochis. Historia oral de una ciudad. 2ª. Edición. Colección Historia de Sinaloa, Universidad de Occidente, México, 1986, p. 13
95
aproximados el canal en cuestión sirvió para irrigar más de 1,000 hectáreas de
terreno.
El encargado de dirigir la obra fue el ingeniero Eugenio H. Tays, con la
colaboración de otros ingenieros americanos tales como Herring y Winters; El
equipo y material utilizado en la construcción de la obra, resultara hoy en día
obsoleto, pero en su tiempo fue de gran utilidad; entre los utensilios usados en
esta faena de gran envergadura se contaron con escrepas de rueda, fresnos,
arados y palas manuales, además de ello se utilizaron 250 caballos y 16 yuntas.
Para la planeación y construcción del canal Los Tastes, que tuvo una
longitud aproximada de 11 kilómetros, y un costo cercano a los 186,160 pesos de
plata pura, con ley de 417.5 gramos, que fue superior a la ley del dólar
americano,146 las dificultades fueron de muy diversa índole, tales como falta de
liquidez de parte de los usuarios, retrasos de materiales y enconadas disputas por
el suministro del agua.
Posteriormente y tras una serie de vicisitudes entre la cooperativa y los
usuarios, quien aprovecho los beneficios que trajo consigo la construcción del
canal los Tastes, fue el norteamericano Benjamín Francis Johnston que por medio
de argucias y triquiñuelas, se apropio del susodicho canal cambiándole hasta de
nombre desde 1902 lo denominó canal Los Mochis.
Para el año de 1900, el norteamericano Johnston, era dueño del ingenio
azucarero El águila y además tenía la concesión del Gobierno Federal de utilizar
las aguas del canal que derivaban del río Fuerte; y para 1904 dicho personaje
fundó el ingenio Los Mochis formando también la United Sugar Companies, con la
cual le permitiría mantener el control administrativo de sus dos ingenios,
convirtiéndose al año siguiente en una de las industrias más prosperas del norte
del estado de Sinaloa y su canal de irrigación en la columna vertebral de sus
negocios.
146 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p.28
96
Finalmente y con una visión propia de la gente de negocios de ese tiempo y
por la extensa injerencia en los asuntos agrícolas de Los Mochis, producto de sus
muy diversas actividades, en 1919 Johnston creó la Compañía Explotadora de las
Aguas del canal los Mochis. Con la finalidad de autoabastecerse del vital líquido y
comercializar los excedentes.
En la región centro-norte del estado de Sinaloa que es irrigada por las
corrientes del río Évora, tiene sus orígenes en las últimas décadas del siglo XIX a
principios del siglo XX, cuando con gran esfuerzo los hombres de la región
construyeron una serie de canales que definitivamente transformaron el panorama
agrícola del ahora municipio de Guasave.
Canal Angostura
El surgimiento de los primeros canales de riego en Sinaloa data de las tres últimas
décadas del siglo XIX, con la construcción del canal de Angostura; pero la
hambruna que azotó al estado de Sinaloa en 1878, por la escasez de lluvias del
año anterior; hizo a los pobladores del estado ser más pre visorios y construyeron
un tapo en el cauce del río Évora, a la altura de la población de Capomos, para la
retención del agua y desviarla hacia el arroyo de Angostura con el objeto de
aumentar su caudal e irrigar mayor cantidad de tierras.147
Porque las únicas tierras con humedad constante eran las que se extendían
en una estrecha franja a cada lado del río Évora, también conocido como río
Mocorito; y también una fracción de tierra que corría a lo largo de un canal
secundario del río conocido como arroyo de Angostura; que fue precisamente
donde construyeron el tapo antes mencionado.
La obra en general contó con la coordinación y cooperación de todos los
agricultores de la zona de afectación; algunos cooperaron con materiales como
palas, picos o azadones, unos más con trabajo físico propiamente y aunque su
realización fue muy rudimentaria, ya que no permitía controlar la corriente del
agua; sino solamente subir su nivel para desviarla hacia el arroyo entró en
operación en 1879 funcionando hasta 1896, cuando de nuevo una fuerte lluvia 147 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la…..Op. Cit., p.3
97
arrasó con la obra. Aun con este suceso, esta obra de ingeniería rudimentaria, fue
pionera en Sinaloa, de las de su clase, o sea de dique y canal.
Canal el Burrión
Entre las obras de irrigación más sobresalientes encontramos el canal el Burrión,
construido a finales del siglo XIX, en el municipio de Guasave y concluyendo los
trabajos el 13 de junio de 1901, después de haberse suspendido en dos ocasiones
por falta de recursos irrigando con ello 140 hectáreas de tierras, para la
producción de caña de azúcar, maíz y garbanzo principalmente.
El origen de la obra es producto del ingenio y esfuerzo de Don Regino
Sánchez, un agricultor y emprendedor hombre de negocios que, ante la necesidad
de contar con agua regularmente para incrementar su área de cultivo, toma la
decisión de asociarse con otros agricultores del lugar y constituyen lo que sería
más tarde la sociedad de riego Regino Sánchez.
La obra en cuestión no contó con capital suficiente para poder iniciar su
construcción tal como lo habían pensado, por lo que se tuvieron que idear los
mecanismos necesarios para hacerse de recursos, entre las ideas que permitieron
llevar a cabo la obra, fue el establecimiento de un trapiche, cuyas ganancias
fueron destinadas para el financiamiento y construcción de la misma, este trapiche
dejó de funcionar en el año de 1930.
Canal Trinidad
El canal Trinidad contamos con muy poca información, tan sólo sabemos que fue
construido sobre la ribera del río Sinaloa en esa misma región de Guasave, para
irrigar 3,000 hectáreas de los predios La Trinidad y El Naranjo, ambos canales
fueron propiedad de Francisco Echavarría constructor del mencionado canal a
principios del siglo XX.
Canal la Florida
En 1910 se comenzó la construcción del canal la Florida; sobre el río Évora siendo
los fundadores los señores Celio Angulo y Patricio Mc Conegly; el primero de ellos
fue socio de Regino Sánchez; y contaba con cierta experiencia en la compra y
98
venta de agua. Sin embargo y debido a problemas de tipo económico que padecía
Celio Ángulo copropietario del canal La Florida en Guasave; se vio en la
necesidad de vender sus tierras y con ello el 60% del agua, a su socio don Patricio
Mc Conegly, quien con esa transacción y con otras tierras que compro durante ese
tiempo, estructuró un buen sistema hidráulico integrado por el recién comprado
canal la Florida, de 12 kilómetros de longitud y dos canales más pequeños; el
Triunfo o Sabino, y el canal de las Juntas; construidos en el año de 1936, entre
ambos canales irrigaban una superficie aproximada de 3,200 hectáreas, para la
siembra de hortalizas.148
Canal Dolores
El canal Dolores, fue construido a principios de 1920 por iniciativa de empresarios
como los Tarriba y Verdugo Fálquez, en Sinaloa de Leyva, los cuales formaron la
empresa denominada Sociedad de Riegos del Canal Dolores; donde aparte de
beneficiarse del vital líquido, lo vendían a otros agricultores necesitados del vital
recurso.
Una de las cosas que a sus propietarios nunca le interesó fue la de
mantener el canal en buenas condiciones para su uso y en 1935, ya el canal se
encontraba en malas condiciones por el azolvamiento producido, generando con
ello fuertes conflictos entre los usuarios por la mala calidad del servicio. Ante esa
situación generadora de fuertes conflictos, fue necesario en ese mismo año,
realizar una fuerte inversión que desafortunadamente no tenían los socios del
canal administrado por Miguel Tarriba.
Fue entonces que el señor Tarriba negoció con la CAADES, un préstamo
por 10,000 pesos, y con un interés del 9 % anual;149 Uno de los puntos
importantes de aquella negociación fue que la CAADES sería la encargada de
administrar el canal y también el suministro de agua para los agricultores,
continuando como administrador el mencionado señor Tarriba.
148 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la…..Op. Cit., p.3 149 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p.28
99
Otro de los acuerdo tomados a cambio del préstamo que recibieron los
usuarios del canal Dolores, fue que los productores se comprometieron a entregar
las cosechas a la CAADES, para que ésta se hiciera cargo de su comercialización,
a su vez, habría que abonarse un adeudo que el señor Miguel Tarriba tenía con la
propia Confederación; cubierto el adeudo correspondiente, se le entregaría a la
Sociedad de Riegos del canal Dolores, una séptima parte de los ingresos por el
suministro de agua para riego y el resto para el mantenimiento del canal.
No se puede negar que en este caso la CAADES, presionó o condicionó el
préstamo a cambio de la cosecha de todos los agricultores de la zona de
influencia del canal para su comercialización, aunque no se puede demostrar, es
factible suponer una condicionante en precios y comercialización del producto, o
sea estamos ante la presencia de un intermediario poderoso y capaz de imponer
los precios en la producción y comercialización básica de los cultivos en la zona
región.
Canal Valenzuela
La construcción de obras de irrigación continuaron por todo el estado de Sinaloa y
para el hacendado Blas Valenzuela quien fuera amigo y compadre del presidente
Álvaro Obregón (1920-1924), no le fue difícil apropiarse de las tierras comunales
del valle de Guasave y otras más como las de James H. Trwing, para construir el
canal Valenzuela y abastecer su hacienda Bonanza después llamada Cubilete.
La obra en cuestión comenzó a construirse en 1922 y terminó en 1925,
teniendo una extensión de 25 kilómetros de longitud, desde el caserío llamado
Gambino hasta el poblado la Trinidad que alcanzaba para irrigar alrededor de
4,400 hectáreas, factor que hizo posible el desarrollo de gran parte del municipio
de Guasave, terrenos en los que se sembraron principalmente garbanzo, maíz,
frijol y hortalizas.150 Con la introducción de obra hidráulica señalada, en el ciclo
agrícola 1926-1927, se logró producir tomate de exportación de excelente calidad.
Ante los beneficios palpables que generaron en aquellas tierras las obras
hidráulicas pioneras de la región centro-norte, muchos más agentes económicos 150 Ibíd.
100
arriesgaron trabajo y capitales en tales negocios como Buenaventura Casal,
Silvano Gaxiola, Silverio Trueba, el mencionado Patricio Mc Conegly y algunos
otros agricultores mas, generando con ello una vasta red hidráulica que propició la
más rica producción de garbanzo con la que conto la historia agrícola de Sinaloa,
principalmente en las regiones de Angostura y Guamúchil.151
Canal Camargo
Otro canal que inició su construcción en 1930 fue el Camargo, impulsado por
Carlos R. Linga, en sociedad con los Hermanos Almada; denominada Almada,
Linga y Cía. S. C., tomando las aguas del margen derecho del río Sinaloa, en la
Comisaría de Carbonera, para atravesar todo el municipio, para irrigar las tierras
de la misma sociedad, y de otros pequeños agricultores de la zona beneficiando
una superficie total de 5,000 hectáreas; en los poblados de Bamoa, Nío, Guasave
entre, otros.
Con lo que respecta a la zona centro de Sinaloa y específicamente en el
valle de Culiacán, las primeras obras de irrigación que se realizaron, fueron al
igual que las del resto; producto de las iniciativas privadas de los hombres que con
apremio requerían irrigar sus tierras como fue el caso del empresario Joaquín
Redo y Balmaceda, hombre dedicado al cultivo de caña de azúcar y a la
producción de azúcar; que ante la necesidad de regar sus cultivos realizó un
acueducto para traer el agua del río Tamazula tal como a continuación lo describo.
Canal Redo
Como ya se aludió anteriormente, en su afán por llevar agua a las tierras agrícolas
que poseía en el valle de Culiacán, Joaquín Redo construyó en 1884152 un
acueducto de 8 kilómetros de longitud para derivar las aguas del río Tamazula,
151 Ibíd. 152 Nota: El autor del libro Las Organizaciones agrícolas…citado con anterioridad, sostiene que este canal o mejor dicho el acueducto en cuestión, fue construido probablemente en el año de 1894. Sin embargo información más fidedigna tomada por ejemplo de la reseña por publicar del investigador Arturo Carrillo titulada Historia de la irrigación….Op. Cit. Sostiene que dicha construcción se efectuó en 1884 y no en 1894.
101
hacia las tierras dedicadas a la plantación de la caña de azúcar, que procesaba en
su ingenio azucarero la Aurora.
Canal Colorado
Unos años después el mismo empresario azucarero establece su ingenio en un
sitio ubicado a 53 kilómetros de la capital del estado de Sinaloa y fue denominado
Eldorado, y para ello, requirió de la construcción de un canal sobre la margen
izquierda del río San Lorenzo (anteriormente conocido como río Ciguatlán), con la
terminación de esta obra hidráulica, fueron irrigadas cientos de hectáreas del valle
de San Lorenzo propiedad del señor Redo.
Canal Cañedo
De la misma forma a finales del siglo decimonónico, los hermanos Jorge y Jesús
Almada, procedentes de vecino estado de Sonora establecieron en el poblado de
Navolato, municipio de Culiacán el ingenio La Primavera, y para irrigar las tierras
que necesitaban por la gran demanda de caña de azúcar que requería tal empresa
pues planeaban exportar su producto al vecino país del norte, tuvieron que planear
y desarrollar la derivación de las aguas del río Culiacán, mediante la construcción
de un canal de riego con una inversión inicial de 500,000 pesos; y bautizándolo
con ese nombre en honor del gobernante en turno de Sinaloa Francisco Cañedo
(1839-1909).
Por lo que fue necesario firmar una concesión de aguas con el gobierno
federal en 1889 que le permitió irrigar 3,370 hectáreas; Concesión que fue
ampliada en 1891, que de esta forma pudo llevar el agua por medio de un canal
que partía del poblado La Cofradía, hasta el ingenio; cubriendo una extensión
aproximada de 10 kilómetros de largo; regando y beneficiando a su paso poblados
como Yebavito, Bariometo y Navolato.
Para 1905 Jorge y Jesús Almada contaban con un sistema de irrigación
compuesta por dos bombas centrifugas con capacidad de 8 mil galones por minuto
102
y con esto bastaba para irrigar dos veces sus tierras, obteniendo rendimientos de
cien toneladas por hectárea153
En ese mismo año la empresa deslindadora The Sinaloa Land Company,
(en adelante SLC), en asociación con el empresario Luis Martínez de Castro quien
fungía como administrador y representante, solicitó en 1906 una concesión de
aguas para irrigar las tierras de San Pedro y Yebavito, pero los empresarios Jorge
y Jesús se opusieron alegando afectación del suministro y derecho de prioridad
sobre las aguas del río Culiacán.
Después de varias reuniones; finalmente los demandantes y demandados
llegaron a un acuerdo, por el cual la SLC; se comprometió a extender la longitud
proyectada del canal e irrigar a perpetuidad las propiedades de los hermanos
Almada. Con este acuerdo en 1908 se firmó el documento de compromiso y para
1911 se concluyó el tramo principal del canal con una extensión de 30 kilómetros
de longitud.154
Canal Rosales
En el valle central de Sinaloa, Ángel Flores recién electo gobernador del estado;
impulsó y dio forma a uno de los programas hidráulicos de mayor envergadura, el
canal Antonio Rosales, Con un ingenioso estudio acerca del aprovechamiento del
agua y la tierra, dio inicio en 1922 las obras sobre la margen derecha del río
Culiacán bajo la tutela y arcas del Gobierno Federal.
Dicho canal tuvo un costo de más de 2´000,000 de pesos y creía que iba a
irrigar cerca de 60,000 hectáreas. Pero finalmente sólo fueron irrigadas poco más
de 10,000 hectáreas; y para que este proyecto se llevara a cabo, se formó la
Sociedad Irrigadora del Río Humaya que estuvo integrada por los productores que
directamente saldrían beneficiados por las obras.
Este canal constaba de uno principal y dos secundarios denominados Sur y
Norte y el tramo principal sería de 13 kilómetros de longitud llegando hasta el
poblado de Culiacancito, continuando de ahí la construcción del canal Norte, con
153 Arturo Carrillo….Historia de la….Op. Cit., p 5 154 Ibíd. p.5
103
una longitud de 12 kilómetros; sin embargo y por razones desconocidas, este
tramo no fue realizado; el canal del Sur tuvo una longitud final de 49 kilómetros.
Canal Barrantes
Con la calma que se vivía después del conflicto revolucionario, en 1923, Otro gran
hombre de negocios dedicado al cultivo de hortalizas, llamado Manuel Barrantes,
se propuso desviar las aguas del río San Lorenzo por medio de la construcción de
canales; uno sería el denominado canal Barrantes, y tiempo después realizó un
segundo canal más pequeño en uno de los ramales que surtían de agua a su
hacienda.
Dichos canales se realizaron con base al esfuerzo propio de Manuel
Barrantes y con el apoyo de escrepas y mulas; con la puesta en marcha de éstas
obras, fue como se impulsó la agricultura comercial en la región de Quilá,
perteneciente al valle de San Lorenzo, en la capital del estado, donde se cultivó el
garbanzo, frijol, maíz, hortalizas, cártamo y principalmente el arroz; convirtiéndose
en una de las regiones más productivas del grano blanco; una región arrocera por
excelencia.155
En lo que se refiere a la zona sur del estado, los datos de los documentos
recopilados son prácticamente nulos; ya que sólo se tiene una pequeña referencia
de un canal construido durante el periodo estudiado.
Canal Aguilar
Con la fiebre que dominaba en aquella época de construir canales de irrigación
para domeñar el agua de los ríos, el General José Aguilar Barraza, ex gobernador
interino del estado (1920-1923) y destacado militar sinaloense, junto con su
hermano Liberato Aguilar, decidieron construir el canal referido, sobre la margen
del río Elota para irrigar sus tierras; en el municipio de la Cruz, Sinaloa156.
Como se puede observar a través de todo este proceso, la construcción de
canales de irrigación fue un paso necesario para el impulso de las actividades
155 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p.31 156 Ibíd. p. 32
104
agrícolas del estado, principalmente en los valles del centro y norte de Sinaloa,
que son los que tienen mayor potencial de explotación, pero con el estallido de la
Revolución Mexicana; el proceso de construcción fue detenido y reanudado hasta
la culminación del conflicto.
El 4 de enero de 1926 el presidente Plutarco Elías Calles, expidió la Ley
sobre Irrigación con Aguas Federales y unos días después el 9 de enero de ese
mismo año, se puso en marcha la Comisión Nacional de Irrigación157; como ejes
rectores del desarrollo agrícola nacional, apoyando de esa manera el campo
mexicano. La mencionada Ley fue publicada en el Diario Oficial de la Federación,
donde quedó plasmado que concedía al Estado la gestión y vigilancia de todos los
recursos hidráulicos del país; reservándose el derecho de poseer, desarrollar y
rehabilitar los distritos de riego.158
La importancia que tuvo en su momento la obra hidráulica implementada en
el norte Sinaloa, fue tal que para 1935, la superficie bañada por las aguas de los
ríos y canales del norte del estado, fue alrededor de 25,000 hectáreas; tan sólo en
las regiones de El Fuerte y Ahome.
Así que en la región centro-norte entre 1930 y 1935, además de lo
anteriormente expuesto y con la apertura de los canales Patricio y Trinidad, se
incrementó de manera sustancial el área irrigada en 4,500 hectáreas. Toda esta
infraestructura hidráulica fue complementada por pequeños sistemas de bombeo
que permitieron irrigar mayores extensiones de tierras, con el esfuerzo y capital
privado de los hombres que apostaron por un mejor futuro en Sinaloa.
En 1933 el Gobierno Federal formó el Distrito de riego número 010.,
aprovechando, las obras impulsadas por el gobernador Ángel Flores, en el valle de
Culiacán, a través de la Comisión Nacional de Irrigación. Y para 1936;159 la
administración del mismo es entregada al Banco Nacional de Crédito Agrícola.160
Por la margen izquierda del río Culiacán se encontraba el sistema de riego del
157 Herberto Sinagawa Montoya. El Agua….Op. Cit., p.93 158 Ibíd. 159 En 1947 pasó a manos de la SRH, irrigando una superficie de 19 mil 84 hectáreas. 160Arturo Carrillo….Historia de la….Op. Cit., p. 10
105
canal Cañedo, propiedad de la compañía Almada, que irrigaba alrededor de
14,165 hectáreas.161
De acuerdo con la visión de Eduardo Frías el segundo momento importante
en la evolución de la infraestructura hidráulica en Sinaloa, ocurre entre 1938 y
1956, cuando se llevó a cabo la construcción de magnos proyectos de irrigación
que robustecieron la agricultura comercial sinaloense.
La implementación de los grandes embalses hidráulicos, además de servir
para almacenar y controlar las corrientes fluviales por medio de las presas
derivadoras, permitieron que el líquido se distribuyera entre más usuarios y de
esta forma más hectáreas fueron irrigadas.
Pero el principal objetivo del gobierno federal en la construcción de las
grandes presas, además de evitar la sequía, fue la de abastecer de agua los
nacientes distritos agrícolas de mayor potencial en la entidad; además de generar
suficiente energía eléctrica para automatizar e iluminar las nacientes empresas
agroindustriales de Sinaloa;162 pero este periodo al que nos referimos, lo
trataremos en los siguientes capítulos.
Concluyendo este apartado podemos señalar que las condiciones para que
la agricultura comercial en Sinaloa se desarrollara, se fueron dando mediante un
proceso evolutivo que comenzó con el esfuerzo de los grandes empresarios de
finales del siglo XIX y principios del XX, que apostaron su dinero y esfuerzo por
superar las condiciones adversas que presentaba la región.
Este esfuerzo se vio recompensado a mediados del siglo XX, tras superar
los efectos causados por la crisis de 1929 y por la gran coyuntura que
representaron los avances en la industria y tecnología agrícola que permeó toda la
actividad agrícola nacional.
161 Pero en 1947 todo el distrito de riego en su conjunto paso a ser propiedad de nación 162 Ibíd.
106
CAPÍTULO IV
POLITICAS GENERALES DEL AGUA EN SINALOA 1940-1960
4.1 La política hidráulica en Sinaloa.163
El Estado de Sinaloa con su tradición agrícola heredada del siglo decimonónico,
no era ajena a los conflictos suscitados por la política cardenista del reparto de la
tierra; ya que el reparto agrario trajo consigo la necesidad de irrigar las tierras
recién adquiridas; así que en ese sentido iba el reclamo de los pequeños
propietarios por el acceso al agua, que ante la imposibilidad de competir con los
grandes empresarios agrícolas asentados en el estado reclamaban con atingencia
su derecho al agua.
Por consiguiente los planes y políticas de los gobernantes en turno, giraban
en cómo resolver esta nueva problemática que se les presentaba, ya que desde la
administración del presidente Cárdenas, se puso especial énfasis en el acceso al
agua y los gobiernos locales continuaron trabajando afanosamente en ese
sentido.
Durante la década de los cuarenta el estado de Sinaloa experimentó un
cambio drástico en la composición poblacional, debido a las corrientes migratorias
producto de los trabajos de las grandes obras de irrigación y la apertura al cultivo
de extensas áreas de tierras del valle de Culiacán con la puesta en marcha de la
primera gran obra hidráulica la presa Sanalona; misma que fue construida entre
163 Esta parte del estudio fue realizada conforme a los datos encontrados en los Informes de Gobierno del Estado de Sinaloa del periodo que nos compete estudiar (1940-1960)
107
1939 y 1948, sobre el río Tamazula; junto a ella, se rehabilito y construyó la obra
secundaria de irrigación.
La construcción de las grandes obras de riego desencadenó en Sinaloa, un
proceso sostenido de desarrollo agrícola que se complementó con la puesta en
marcha de plantas para la generación de energía eléctrica, aunado a un amplio
programa de infraestructura carretero que coadyuvó al despegue del potencial
agroindustrial sinaloense.164
A continuación presentaremos un resumen general de los trabajos
realizados en el periodo que va de 1945 A 1950.
Para junio de 1945 la Junta Local de Irrigación dependiente todavía de la
CNI, comenzó sus actividades con un presupuesto muy bajo de 600,000 pesos y
sin nada de equipos o materiales; para iniciar los estudios de los proyectos del
arroyo de Mocorito, de Elota, del Rosario y del canal oso de esta municipalidad,165
de acuerdo con el Sexto Informe de Gobierno del Estado de Sinaloa de 1950,
presentado al Congreso por el entonces gobernador del estado, el General de
División Pablo E. Macías Valenzuela.
En 1946 y luego de la creación de la SRH, podemos ver que el impulsó
dado a la agricultura comercial de exportación era una realidad y que las políticas
públicas federales y locales en materia de aguas estaban encaminadas al
desarrollo económico por este sector.
Los trabajos continuaron en 1947, con los proyectos de El Norote y
Pericos, así como en las plantas de bombeo de El Jardín, El Roble y sobre el río
Baluarte. Se pusieron en marcha los estudios del arroyo de Baroten, Llano de
Soto, un canal lateral del canal Bamoa, continuaba la construcción de la presa
Jecolúa y sus respectivos canales que por cierto ese año se terminaron,166 así
mismo el gobernador se comprometió a poner en marcha una amplía política de
164 José Luís Ceceña Cervantes, Fausto Burgueño Lomeli, Silvia Millán Echegaray. Sinaloa. Crecimiento agrícola y desperdicio. IIE-UNAM. México, 1973, p. 66. 165 VI Informe estatal del gobierno del estado de Sinaloa, 1950 166 Ibíd.
108
riego, poniendo en operación varios canales y los equipos de bombeo necesarios,
para lograr de esa manera, darle un fuerte impulso a los núcleos ejidales de
Sinaloa, que: contando con las tierras que les habían dotado, carecían de agua
para ponerlas a trabajar.
Para 1948 el gobierno del estado informaba a la población haber cumplido
su palabra empeñada un año atrás; el discurso oficial en ese momento, versó en
torno al haber cumplido los ideales revolucionarios a cabalidad, ya que
garantizando el acceso a la tierra y al agua, los hogares sinaloenses vieron
cumplidos sus reclamos largamente añorados; todo ello con la atinada dirección
del primer mandatario de la nación. Pero además el propio gobernador dio cuenta
de la puesta en marcha de los estudios topográficos sobre el río Baluarte para
obras de derivación de aguas.167
En esa misma tónica, el discurso del gobernador giraba en torno al
propósito primordial que era llevar a la entidad agua suficiente y barata para los
sectores más amplios y necesitados de la producción local y aunque en su
informe de 1949 no presentó avances materiales en torno a la ampliación de
áreas de riego terminadas, si dio un reporte puntual de la continuación de los
trabajos y de la construcción de la planta de bombeo de Los Becos; desde luego
que también presentó un informe donde hizo un balance económico en torno a la
infraestructura hidráulica creada y habilitada hasta ese momento de su gobierno.
Cuadro número 2
Presupuesto de la Junta Local de Irrigación en Sinaloa hasta 1949
AÑO INVERSION EN PESOS
1945 600,000.00
1946 1´200,000.00
1947 2’ 000,000.00
1948 2’ 000,000.00
167 Ibíd.
109
1949 2’ 000,000.00
total 7’ 800,000.00
Elaboración propia basada en el V Informe del Gobierno del Estado de Sinaloa de 1949
Ya habíamos comentado que con el nacimiento de la Junta Local de Irrigación en
Sinaloa en 1945, y con un bajo presupuesto tal y como lo muestra el cuadro
número 2, el gobierno estatal abrió el vínculo que puso en marcha otro aspecto
más de la política hidráulica en Sinaloa.
A partir de ese momento y con todo el respaldo del gobierno federal, las
políticas que en materia de irrigación se llevaron a cabo, respondieron a la
necesidad de dotar de agua a Sinaloa que, por sus características especificas
presentaba un enorme potencial de desarrollo, sobre todo en sus valles del centro
y norte de la región.
Se puede observar en el cuadro número dos, que al año siguiente el
presupuesto ejercido por esa Junta, duplica la inversión en materia hidráulica y en
los años siguientes, la cifra aumenta más de tres veces la suma inicialmente
invertida.
Esto constata que el asunto de la política hidráulica no era un mero
discurso gubernamental dado porque sí, sino que respondía a un programa de
Estado y Sinaloa figuraba como una prioridad para el gobierno mexicano en
materia agrícola, avalada por la privilegiada riqueza de sus valles y su enorme
potencial hidráulico.
Del total del dinero aportado para la puesta en marcha de la obra, el
gobierno del estado de Sinaloa colaboró con el 50 %, en total la cantidad aportada
fue de 3´900,000 pesos y el resto del dinero fue aportación Federal; Ahora bien si
se divide esa aportación entre las 24,800 hectáreas que fueron beneficiadas con
las obras de riego que se construyeron, resulta que hubo una inversión de 314.51
110
pesos por hectárea y este hecho vino a ser en su momento un costo record no
sólo en Sinaloa, sino a nivel mundial, así lo acotó el gobernador del estado.168
En términos generales para 1950 en el estado de Sinaloa, operaban
exitosamente obras de pequeña y mediana irrigación que beneficiaban 15,500
hectáreas por riego de gravedad y 9,300 hectáreas regadas por bombeo, lo que
representó incorporar al cultivo intensivo alrededor de 24,000 hectáreas; pero
también se continuaban los trabajos de construcción de las plantas de bombeo de
Llano de los Soto, Matapán y Los Becos, también esos datos los daba a conocer
en su último informe de gobierno el General Pablo E. Macías Valenzuela.169
En las administraciones siguientes, y a pesar de los vacios de información
local, la continuidad en los trabajos de infraestructura hidráulica continúo su curso
en Sinaloa, donde se habilitaron tierras al cultivo por medio canales de riego y
equipo de bombeo; por ejemplo en 1953 se beneficiaron los municipios de El
Fuerte, y el poblado Llano de Soto, donde quedaron irrigadas 2, 500 hectáreas.
En los municipios de Guasave y Sinaloa de Leyva, operaron correctamente
las plantas de bombeo que irrigaron 14,000 hectáreas, en Culiacán fueron 250
hectáreas, en Elota 2,180 hectáreas y en el municipio del Rosario 2,000 hectáreas
más.170
En 1952 con el inicio de la construcción de la presa Miguel Hidalgo (1952-
1956), en las márgenes del río Fuerte (también conocida como presa el Mahone),
se puso en marcha un ambicioso plan de riego que bañaría todo el valle de El
Fuerte, y no sólo eso, sino que cambiaría de manera radical la fisonomía agraria
de la región; ya que como toda gran obra, los beneficios se extenderían a otras
áreas de la sociedad tales como la urbanización del poblado principal, la
rehabilitación carretera, la introducción del agua potable y por supuesto la
generación de energía eléctrica entre otros beneficios directos que traería consigo
168 V Informe Estatal de Gobierno del Estado de Sinaloa, 1949 169 VI Informe Estatal de Gobierno del Estado de Sinaloa, 1950 170 Informe de Gobierno presentado a la XLI Legislatura del Estado de Sinaloa, 1953
111
la puesta en marcha de la presa Miguel Hidalgo, misma que fue terminada en
1956.
En 1954 en el informe estatal presentado por el gobernador en turno,
mencionó que se estudiaba la posibilidad de construir un vaso de almacenamiento
en un lugar llamado el Cajón, en las márgenes del río Elota, y otro estudio más en
ambos lados del río Presidio para poder aprovechar las aguas broncas con
pequeños sistemas de bombeo. Seguimos detectando con ello el impulso a la
obra hidráulica por parte del estado.
Ese mismo año de 1954 fue puesto en marcha un vasto plan de perforación
de pozos profundos en Sinaloa para la extracción de agua; para estos trabajos se
habían destinado recursos por una cantidad aproximada de 150,000 pesos, y que
de acuerdo a los estudios previos realizados, éstos garantizaban excelentes
resultados171.
Sin duda habrá más que hurgar en los archivos y agregar más al respecto
en torno a las políticas hidráulicas implementadas en Sinaloa durante el periodo
de estudio, aunque lo que presentamos son pequeños trozos de esa realidad
pasada que se intenta reconstruir, nos sirven de impronta para conocer un poco
más de esta apasionante historia.
Como conclusión de este inciso podemos señalar que Sinaloa contó con
una estructura económica basada en la agricultura, sobre todo formada después
de la revolución mexicana y continuada en las décadas posteriores, desarrollando
en todo ese trayecto una extensa red canales de riego que permitieron alcanzar
niveles de producción nunca antes vistos.
En general, Sinaloa es de los pocos estados de la República que se han
especializado en la agricultura comercial, debido a sus condiciones geográficas y
climáticas, complementada con sus once ríos que bañan toda la región de este a
oeste y sus extensos valles ricos en nutrientes que complementan el atractivo de
Sinaloa a la inversión agrícola; es por este motivo que desde el mismo gobierno 171 Informe de Gobierno del Estado de Sinaloa , 1954
112
se busquen y se adopten las medidas agrarias necesarias para apoyar este sector
y se seleccione toda aquella tecnología que le permita a Sinaloa ser más
competitiva en el mercado exterior.
Los cambios en relación a la nueva dirección de gobierno en las décadas
de 1940-1960, fueron cambios que beneficiaron el desarrollo económico de las
poblaciones rurales y urbanas de Sinaloa a partir de la agricultura. La
modernización del campo era algo que en estos sexenios se volvió el grito de
guerra y se fue demostrando con los cambios que se implementaron a nivel de la
infraestructura hidroagrícola.
4.2 Política de apoyo a la pequeña irrigación en el estado.
Dentro de los planes y programas del gobierno estatal en cuanto al desarrollo
agrícola se refiere, la prioridad estuvo orientada a la construcción de las grandes
obras de irrigación tales como presas y canales de riego; pero sin duda también
era necesario la construcción de la obra menor, es decir: aquella infraestructura
que es necesaria para llevar el agua hasta los lugares más lejanos o donde no es
posible construir las grandes obras; y en ese tenor el gobierno del estado de
Sinaloa por medio de la Junta Local de Irrigación, planeó, diseño y realizó los
trabajos pertinentes para construir canales y pozos de extracción de agua, así
como a la adquisición del equipo y maquinaria para el cumplimiento de los fines
propuestos.
Para ilustrar un poco como se fueron dando estos apoyos en Sinaloa y ver
la evolución gradual que éstos tuvieron, nos basamos en los Informes de Gobierno
del Estado de Sinaloa en el periodo comprendido de estudio; Es decir de 1940 a
1960 y comenzaremos con el año de 1942 porque es precisamente en ese año
cuando se tiene el primer registro de las acciones implementadas por el gobierno
estatal en el tema que nos ocupa.
El recuento de los apoyos necesarios para la implementación de la pequeña
irrigación en Sinaloa que fue dentro de la política social fue lo más importante en
cuanto al tema que nos ocupa, dan inicio en el municipio de Sinaloa de Leyva ya
113
que fue en ese sitio donde para ayudar a los campesinos que no contaban con los
implementos necesarios para irrigar sus tierras, el gobierno estatal, adquirió
algunos equipos de bombeo con un valor de total 15,000 pesos, beneficiando en
esta ocasión los ejidos de Maripa, Maripita y Matatán.
De igual manera y porque era necesario seguir implementando este tipo de
obra social, en ese mismo año de 1942, se adquirieron también otros equipos de
bombeo que beneficiaron los ejidos de San Javier en el municipio de San Ignacio y
el ejido La Cruz, en la municipalidad de Elota; en esta ocasión, la inversión llevada
a cabo fue aproximadamente de 12,800 pesos172.
Ya en ese tiempo, el gobierno de Sinaloa contaba entre su inventario con
dos equipos de perforación que le sirvieron para realizar pozos artesianos en
diferentes puntos del estado, así que también en 1942, en la capital sinaloense se
perforaron tres pozos en distintos rumbos de la ciudad y dos más en el municipio
de Mazatlán, uno de ellos se realizó en la sindicatura de El Quelite.173
Como es posible darse cuenta en 1942 el gobierno estatal por medio de la
Junta Local de Irrigación, adquirió el equipo y materiales requeridos para realizar
aquella infraestructura de riego a baja escala que fue necesaria para hacer
producir la tierra en la zona sur del estado por un valor aproximado de 27,800
pesos.
El informe que presentó el gobernador el año siguiente a la población, es
decir en 1943, no hace un recuento puntual de los equipos de bombeo que
adquirió para el beneficio de la población en general, tan sólo alude de forma
somera a la adquisición de algunos equipos de bombeo adicionales para el
beneficio de diversos ejidos; con un valor total de 34,953 pesos.174
En 1945 el gobierno del estado de Sinaloa, realizó las gestiones necesarias
para que, en cooperación con la Secretaria de Agricultura y Fomento, el ejido
172 Informe Anual del Gobierno del Estado de Sinaloa, 1942 173 Ibíd.,1942 174 Ibíd.,1943
114
Verdura, perteneciente al municipio de Guasave, estuviera en la posibilidad de
adquirir, tres equipos de bombeo con un valor de 25,000 pesos.175
De igual forma, los ejidatarios de El Bledal, municipio de Sinaloa de Leyva,
adquirieron un equipo de bombeo de 8 pulgadas. Pero habría que agregar que no
sólo equipos de bombeo se podían comprar de esa manera, sino también otro tipo
de herramientas e implementos agrícolas, así lo deja ver este mismo informe; ya
que vecinos del ejido Bamoa en Guasave, adquirieron 83 arados, cadenas,
además de palotes y los ejidatarios de San Javier, municipio de Choix; adquirieron
boleas y balancines.176
Dentro de los planes y programas del gobierno estatal en ese año de 1945,
también hubo una partida especial destinada a la adquisición e instalación de
equipos de bombeo de tamaño mediano para ser instalados en terrenos ejidales
de pequeña extensión que no estaban incluidos en los proyectos de irrigación de
mayor envergadura.
La inversión para este programa en el año referido fue desglosada de la
siguiente manera; para obras en el arroyo el Norote, municipio de San Ignacio la
cantidad de 250,000 pesos, y obras en el canal Oso en Culiacán. Además de lo
anterior, 225,000 pesos más, fueron destinados para la construcción de pequeños
canales de derivación además de tomas y reparaciones menores en todo el
estado.177 El monto total invertido para llevar a cabo ese ambicioso programa de
riego en 1945 fue alrededor de 600,000 pesos.178
De acuerdo al Tercer Informe Anual del Gobierno del Estado de Sinaloa de
1947, el gobernador en turno, el General Pablo E. Macías Valenzuela, reportó que
la obra para riego ubicada en el ejido Cruz Blanca, municipio de Guasave consta
de una bomba y dos canales; Un canal de Llamada y uno de Conducción con una
longitud aproximada de 8 kilómetros, teniendo un área de influencia de 100
175 Ibíd.,1945 176 Ibíd.,1945 177 Ibíd.,1945 178 Ibíd.,1945
115
hectáreas.179 Aunque para ese tiempo todavía no estaba funcionando al momento
de reportarlo en su informe.
Así mismo el gobernador avisó que la planta de bombeo ubicada en el ejido
Cubirí de la Capilla, en Sinaloa de Leyva ya estaba concluida, junto con su
respectivo canal de Conducción, y según el Informe de referencia, esta obra tiene
un área de influencia cercana a las 500 hectáreas,180 que de igual forma en ese
momento no se encontraba en funcionamiento.
En el mismo tenor se encontraban las obras siguientes; es decir concluidas
pero sin funcionar hasta el momento de redactar el Informe de gobierno aludido; la
ubicada en el ejido Agua Caliente de los Monzón, en la capital del estado; en ese
lugar la planta de bombeo tenía una capacidad para irrigar 250 hectáreas181. Otra
de las obras en cuestión se encontraba en el ejido El Roble, municipio de Elota,
donde la planta de bombeo, junto con su canal respectivo de Conducción, tuvo
una capacidad para irrigar 250 hectáreas182.
En el mismo informe, el gobernador, da cuenta de la obra que se estaba
realizando en el municipio de el Rosario, por parte de la Junta Local de Irrigación y
que constaba de tres plantas de bombeo ubicadas en distintos lugares del río
Baluarte, así como los canales correspondientes; que aunque todavía no estaba
terminada en su totalidad, ya se tenía previsto irrigar 2,000 hectáreas183.
Para 1948 el gobernador anunció en su informe rendido a la XXXIX
Legislatura que en el municipio de El Fuerte, había quedado totalmente concluida
la obra de irrigación con una planta de bombeo con capacidad de 550 litros sobre
segundo y 120 caballos de fuerza, (en adelante HP) además de los respectivos
canales que se estimó irrigarían 500 hectáreas184 en el ejido Baroten.
179 Ibíd.,1947 180 Ibíd.,1947 181 Ibíd.,1947 182 Ibíd.,1947 183 Ibíd.,1947 184 Ibíd.,1948
116
Aunque el año anterior ya daba cuenta de la terminación de la planta de
bombeo del ejido Agua Caliente en Culiacán, lo vuelve a mencionar, tan sólo
agregó algunos datos de poca relevancia tal como la capacidad de la bomba que
fue de 200 litros sobre segundo y 60 HP; y que de las 250 hectáreas, el 60%
pertenecen a ejidos y el resto a pequeños propietarios185.
En la zona sur de Sinaloa, específicamente en el municipio de Elota, el
gobernador hace mención de la obra terminada en el ejido La Cruz con las plantas
de bombeo denominada el Jardín y el Roble; la primera con una influencia de 250
hectáreas y una bomba de 150 litros por segundo y 40 HP. Con este primer equipo
se cultivó por primera vez Maíz de Verano, en una superficie de 100 hectáreas.186
La segunda planta de bombeo denominada El Roble, la conforman dos
equipos de bombeo; La primer bomba con capacidad de 200 litros por segundo y
un motor de 60 HP. Y la segunda bomba con 100 litros por segundo y 30 HP.
Entre ambas unidades ponen bajo riego 350 hectáreas187, de igual forma también
reportó el informe la terminación de su respectiva red de canales, tanto de
Llamada como de Conducción.
En el proyecto del río Baluarte en el municipio de Rosario, quedaron
concluidas las plantas de bombeo como la de Laguna de Beltranes. Dicha bomba
tiene una capacidad de 600 litros por segundo y un motor de 150 HP; por la
capacidad de la misma, es posible irrigar hasta mil hectáreas188. Dichas tierras se
encuentran distribuidas entre los ejidos de Laguna de Beltranes, Nieblas y el
Pozole; Así mismo con el equipo anteriormente instalado, fue posible irrigar
algunas superficies de pequeños propietarios del lugar.
En el mismo proyecto del río Baluarte, también se concluyó la planta de
bombeo denominada Agua Verde, ubicada en la margen derecha del mencionado
185 Ibíd.,1948 186 Ibíd.,1948 187 Ibíd.,1948 188 Ibíd.,1948
117
río; El equipo instalado constó de una bomba con capacidad de 600 litros por
segundo y un motor de 150 HP.
También se estimó que para ese tiempo tuvo capacidad para irrigar mil
hectáreas189, y su zona de influencia fue precisamente el ejido Agua Verde y
pequeños propietarios del lugar, la obra en su totalidad y de acuerdo al informe del
año correspondiente, se encontraba en la última fase, ya que las instalaciones
estaban totalmente terminadas y sólo faltaban algunos pequeños detalles en los
canales de conducción.
Una planta de bombeo más que perteneció al mismo proyecto, fue la planta
denominada Apoderado, este equipo tuvo dos bombas con capacidad de 400 litros
por segundo y 120 HP; y fueron beneficiadas 1,200 hectáreas,190 pertenecientes
en su mayoría a los ejidos denominados Apoderado y el Pozole del mencionado
municipio del Rosario.
A continuación se observa en el cuadro número 3 el concentrado de la
pequeña y mediana infraestructura hidráulica puesta en marcha en 1948 en
Sinaloa; donde ya mencionamos los ejidos y municipios que fueron beneficiados
por la política hidráulica puesta en marcha.
Cuadro número 3
Nuevas tierras abiertas al cultivo en 1948 en Sinaloa
Riego por Zona
Norte Has.
Zona Centro-
Norte Has.
Zona
Centro Has.
Zona Sur
Has.
Total Has.
El Fuerte Guasave-Guamúchil
Culiacán La Cruz-Rosario
Bombeo 500 1,500 250 3,800 6,050 Gravedad 400 12,400 1,200 14,000 Total Has. 900 13,900 250 5,000 20,050 Elaboración propia basada el Tercer Informe del Gobierno del Estado de Sinaloa de 1948
189 Ibíd.,1948 190 Ibíd.,1948
118
De acuerdo a lo observado en el cuadro número 3, tenemos entonces que para la
zona norte de Sinaloa, específicamente en el municipio de El Fuerte las tierras
irrigadas por bombeo fueron 500 hectáreas y por gravedad 400 hectáreas. En la
zona centro-norte, los datos arrojan que el municipio de Guasave, en el ejido
Bamoa, las tierras irrigadas por bombeo son 1,500 hectáreas y por gravedad
12,000 hectáreas; y en San Pedro, Guamúchil fueron irrigadas por gravedad 400
hectáreas. También en el ejido Agua Caliente de los Monzón, municipio de
Culiacán, ubicadas en la zona centro del estado, las tierras irrigadas por bombeo
fueron 250 hectáreas. Mientras tanto en el sur de Sinaloa el Informe Anual del
Gobierno del Estado de Sinaloa reportó para ese año que en el ejido La Cruz,
municipio de Elota, se irrigaron por bombeo 600 hectáreas y por gravedad 1,200;
y en el municipio de Rosario se irrigaron por bombeo 3,200 hectáreas.
En el año referido la zona que resultó mayormente beneficiada por la
infraestructura hidráulica fue la zona centro-norte de Sinaloa con 1,500 hectáreas
irrigadas por bombeo y 12,400 por gravedad, siendo en total 13,900 hectáreas; La
zona sur de Sinaloa con sus 3,800 hectáreas irrigadas por bombeo y 1,200 por
gravedad ocupó el segundo puesto con 5,000 hectáreas en total, seguida por la
zona norte con 900 en total, de las cuales 500 hectáreas fueron de riego por
bombeo y 400 por gravedad.
Tenemos entonces que en total fueron 6,050 hectáreas191 irrigadas por
bombeo y 14,000 hectáreas 192 regadas por gravedad en todo Sinaloa; dando un
total de 20,050 hectáreas, y que de acuerdo a estimaciones oficiales, éstas
nuevas tierras abiertas al cultivo pudieron rendir cuando menos dos cosechas
anuales completamente aseguradas193.
A la par de la obra material que venía realizando de manera conjunta el
gobierno del estado, junto con ejidatarios y propietarios de la tierra, también se
llevaban a cabo los estudios correspondientes que permitieron continuar con la
191 Ibíd.,1948 192 Ibíd.,1948 193 Ibíd.,1948
119
política social de gobierno establecida desde el Ejecutivo Federal en materia de
irrigación, y así lo demuestran algunos ejemplos que también recogimos del
Informe Anual del Gobierno del Estado de Sinaloa de 1948.
Algunos proyectos como el denominado Llano de Soto, contemplaba irrigar
2,000 hectáreas de tierras ejidales con una planta de bombeo instalada en la
margen derecha del río Fuerte, en las inmediaciones de la ranchería El Vadito, la
cual contaría con dos bombas de 600 litros por segundo de capacidad y 150 HP.
La instalación propiamente dicha ya estaba, lo que restaba era iniciar con la
localización y puesta en marcha de los canales correspondientes para que pudiera
entrar en operación.
También en el municipio de Mocorito, se llevaban a cabo los estudios de
otros dos proyectos; El primero con el objeto de regar por bombeo las tierras
adyacentes al poblado mismo y el segundo para aprovechar las aguas de
avenidas del arroyo Pericos para el riego de unas 6,000 hectáreas en el poblado
del mismo nombre hasta otro lugar llamado Caimanero.
Sin duda, queda demostrado con estas acciones que la prioridad del
gobierno estatal, por abrir nuevas tierras al cultivo mediante la ampliación y
apertura de la infraestructura hidráulica y la implementación del equipo necesario,
era darle continuidad a la política hidráulica y agrícola como uno de los ejes
principales de la economía del Estado.
En el año de 1949 entraron en operación la presa Jecolúa y la planta de
bombeo del municipio del Fuerte, y según reporta el Informe Anual del Gobierno
del Estado de Sinaloa, proporcionó riegos a más de 300 hectáreas,194 de las 500
que dominaba. Los principales cultivos en estos terrenos de reciente irrigación
fueron en orden de importancia: el algodón, maíz, ajonjolí y cacahuate.
En la zona centro-norte y específicamente en los municipios de Guasave y
Sinaloa de Leyva, las obras hidráulicas ya construidas en el ejido Cruz Blanca,
sufrieron la destrucción total del canal de Llamada, debido a las fuertes lluvias 194 Ibíd.,1949
120
ocurridas en ese año, por lo que fue necesaria su reconstrucción total en el menor
tiempo posible.
En Culiacán fue en febrero de ese año que entró en operación la planta de
bombeo de Agua Caliente de los Monzón sólo que para esas fechas, ya estaba
avanzado el periodo de siembras, por lo que únicamente se irrigaron en esa
oportunidad 80 hectáreas ejidales, siendo como principal producto el ajonjolí y
como cultivo secundario el maíz. Esta planta de bombeo fue capaz de
proporcionar riego a unas 250 hectáreas en total.
Por su parte en la zona sur, los trabajos de reconstrucción de canales
fueron necesarios debido a las inusitadas avenidas de agua y a los desperfectos
causados a la planta de bombeo denominada el jardín. Por otra parte la planta de
bombeo el Roble, entró ese año de 1949 en operación, regando inicialmente 80
hectáreas195, siendo el único cultivo el maíz, debiendo aclarar que los ejidatarios
tuvieron un sonado éxito en su primera siembra a base de riego.
En el municipio de Rosario, aunque ya estaban instaladas todas las plantas
de bombeo, los agricultores sólo las habían utilizado muy pocas veces, debido a
que estaban poco familiarizados, esperando que muy pronto puedan hacer un
mayor y mejor uso de la infraestructura y de los recursos a su disposición,
incrementado de manera sustancial la productividad para el próximo ciclo de
siembras denominadas de verano.
Algunas de las obras de irrigación que se construyeron en Sinaloa, por su
magnitud tardaban bastante tiempo en entrar en operación, es por eso que luego
en los informes del gobernador era común encontrarse con la reiterada explicación
de los avances y un estimado de cuándo podrían estar en operación, por ejemplo,
la planta de bombeo denominada Llano de los Soto, se estimaba su puesta en
marcha hacia finales del año, de igual forma ocurrió con la planta de bombeo
denominada Matapan, ubicada en el municipio de Sinaloa de Leyva.
195 Ibíd.,1949
121
Entre los planes que se gestaban para el año en cuestión figuraba la planta
de bombeo de Los Becos, sobre la margen derecha del río Mocorito para poner
bajo riego aproximadamente 1,000 hectáreas. En esta obra se contemplaba la
instalación de una bomba de 24 pulgadas de diámetro con capacidad de 600 litros
por segundo y un motor con 150 HP.
En San Ignacio municipio, se llevaron a cabo las obras necesarias para la
construcción de un canal principal, que trasladó las aguas del río Piaxtla a 1,500
hectáreas196 de terrenos ejidales por gravedad, todo esto a la altura de la
Hacienda de Piaxtla de Arriba. Además dentro del proyecto social completo
comprendía la instalación sobre la margen derecha del susodicho río; de dos
plantas de bombeo, una con capacidad para irrigar 600 hectáreas de pequeños
propietarios, y la otra para el riego de 500 hectáreas de tierras ejidales.
Hacia el año siguiente, es decir en 1950 el gobernador informaba a la
ciudadanía que la planta de bombeo de Los Becos, se encontraba ya terminada y
lista para entrar en operación, lo mismo que la planta de bombeo de Matatan.
Resulta ilustrativo que los planes hidráulicos no se detenían en Sinaloa, y lo que el
año anterior era proyecto, al siguiente era un hecho; por eso podemos afirmar que
las instituciones federales y estatales cumplieron cabalmente con la política
hidráulica impuesta por el Ejecutivo Federal, ya que ha sido posible vislumbrar el
uso del agua como un factor primordial del desarrollo agrícola y social sinaloense.
En lo que respecta al Informe presentado ante la Cámara de Diputados por
el gobernador en 1953, solamente hace referencia al funcionamiento de la obra
hidráulica ya instalada, así como el mantenimiento que ha sido necesario realizar
por el azolve de los canales.197
En resumen para ese año, las obras de pequeña irrigación, administradas
localmente por la Junta, dominaban una superficie de alrededor de 23,600
hectáreas, que por diversas causas todavía en los momentos de dar lectura a este
Informe, no había sido utilizados al cien por ciento. 196 Ibíd.,1949 197 Ibíd.,1953
122
Continuando con el recuento histórico de la obra hidráulica implementada
en Sinaloa para incrementar el área de riego agrícola en nuestro periodo de
estudio, para 1954 el Informe Anual de gobierno, da cuenta de las obras
hidráulicas que se encuentran en proceso de construcción.
La primera fue la planta de bombeo de Ceuta, ubicada en la margen
derecha del río Elota en el poblado La Cruz, municipio de Elota y se estimó que
beneficiaría 800 hectáreas de terrenos ejidales y de pequeños agricultores; El
gasto estimado en esa ocasión fue de 367,800 pesos.198
La segunda planta de bombeo que se estaba construyendo en ese tiempo y
que benefició a los pobladores del municipio de San Ignacio, tuvo un costo
aproximado de 800 mil pesos y hasta la fecha del informe ya se habían erogado
35,367 pesos199, lo que indica que ya estaba en la fase final de construcción, y
tendría un área de influencia estimada en 800 hectáreas de terrenos ejidales.
En dicho informe también se consignó en el municipio de Elota, la
terminación de la planta de bombeo denominada La Chicayota, beneficiando con
ello 75 hectáreas de tierras de pequeños propietarios. También hace mención de
los trabajos de desazolve, mantenimiento y conservación de canales, así como la
reparación de estructuras en todo el estado de Sinaloa.
Para ese mismo año de 1954, los trabajos que fueron realizados tuvieron un
costo aproximado de 2´000,000 de pesos, donde la aportación realizada por el
Estado fue de 1´000,000 de pesos, con ello se agregaron 4,700 hectáreas200 más
de tierras al cultivo por riego en Sinaloa haciendo con el año anterior un total de
28,300 hectáreas201 mayoritariamente de propiedad ejidal.
El informe de 1955 consignó de igual modo la terminación de los dos
sistemas de riego, con sus respectivas plantas de bombeo y su red de canales
correspondientes, entre ambos sistemas, la erogación final fue de 1´750,000
198 Ibíd.,1954 199 Ibíd.,1954 200 Ibíd.,1954 201 Ibíd.,1954
123
pesos.202 También en ese año se aportaron fondos del gobierno para el
reacondicionamiento de los canales de las plantas de bombeo de Laguna de
Beltranes, Apoderado y Agua Verde por la cantidad de 60,000 pesos.203
Uno de los proyectos que es importante resaltar es el hecho de que en este
Informe, se realizaron trabajos de perforación de pozos profundos para la
extracción de agua con tecnología de vanguardia como la perforadora ELY M-7,
propiedad de la Junta Local de Irrigación y con la cual ya habían perforado y
puesto en marcha cuatro pozos en la región de Angostura. También se adquirió
una perforadora marca Bucyros Modelo 22w con un costo de 400,000 pesos,
además una draga de la misma marca.
En total para 1955 y hasta el momento de la lectura que hizo el gobernador
de este informe, se habían gastado en obras hidráulicas y mantenimiento la
cantidad de 2´650,000 pesos, donde la aportación correspondiente del Gobierno
del Estado fue de 1´100,000 pesos.204
Siguiendo el curso de la investigación en 1958, el Informe ilustra que
conforme a la política de irrigación llevada a cabo por el gobierno mexicano, la
Junta Local de Irrigación de Sinaloa desarrolló para ese año un plan de trabajo
que abarcó estudios topográficos, construcción, perforación de pozos y obras
mínimas, contándose entre los primeros trabajos los estudios topográficos de la
Lima, El Toro, El Pozo, El Amapal, Aguacaliente, Gato de Lara. Además de los
realizados en las márgenes del río Presidio.
Con base en estos estudios se concluyeron las obras que estaban por
terminarse, tales como la de Gato de Lara, en el municipio de Angostura, que
beneficiaría los terrenos del ejido la Reforma, el de Mezquitita perteneciente al
municipio de Culiacán: la planta de bombeo que se instaló en Dimas del municipio
de San Ignacio y el canal de derivación sobre la margen izquierda del río Baluarte.
202 Ibíd.,1955 203 Ibíd.,1955 204 Ibíd.,1955
124
En lo que se refiere a la construcción de obras mínimas, podemos
mencionar el reporte de dos norias que fueron construidas en el ejido la Noria, del
municipio de Culiacán y también la perforación de pozos en el ejido de El Pozo y
el Caimanero, y en la mayoría de los casos se les dotó de su correspondiente
equipo de bombeo205.
El total del costo de inversión de estas obras, fueron realizadas con la
cooperación del gobierno federal, estatal y particulares, la suma total ascendió
aproximadamente a 2´700,074.47 pesos correspondiendo a la aportación del
Gobierno del Estado la suma de 1´465,565.41 pesos206.
El Informe para ese año de 1958, también da cuenta de algunas otras
plantas de bombeo como la denominada Camino Real de Piaxtla, que benefició a
ejidatarios del municipio de San Ignacio; y también la planta de bombeo Dimas
con 300 hectáreas207 de riego para ejidatarios y pequeños propietarios.
En lo que corresponde a perforación de pozos estas obras se llevaron a
cabo en lugares a donde otras obras de riego no son posibles y aún donde
aquellas pudieran construirse, ya que el riego por bombeo aumenta los recursos
de riego y a la vez tiende a formar una explotación más completa de la
disponibilidad de aguas en la corteza terrestre. Se han perforado en los ejidos
localizados en ambas márgenes del rio Sinaloa un pozo profundo en La Playa,
Naranjo y Maripita, además se inició en su oportunidad la perforación en los ejidos
de Máripa y Cubiri de la Máquina.
El costo de dichas obra fue absorbido en su totalidad por el gobierno del
estado de Sinaloa, además, el mismo gobierno adquirió 7 equipos de bombeo con
un costo de 583,672.16 pesos.208 Por otra parte, en el ejido de Tecomate,
municipio de Mazatlán, se realizó la perforación de un pozo profundo en
205 Ibíd.,1958 206 Ibíd.,1958 207 Ibíd.,1958 208 Ibíd.,1958
125
cooperación con los interesados; de igual forma en el predio de Piedra Negra y
uno más en el municipio de Culiacán en el ejido Oso.
El costo total de la inversión de las obras, realizadas, fue con la
cooperación del Gobierno Federal por conducto de la Secretaría de Recursos
Hidráulicos y particulares. Esta suma fue alrededor de los 2´923,145.05 pesos,
correspondiendo a la SRH, aportar la suma de 1´539,172.16 pesos209, distribuidos
en la siguiente forma: 912,500 pesos de acuerdo con el convenio de Cooperación
celebrado con la Secretaría de Recursos Hidráulicos, y 626,672.16 pesos con
fondos propios, fuera del convenio de cooperación. En lo que se refiere a la Junta
Local de Pequeña Irrigación, para sus obras y atenciones, el Informe indica que el
Estado contribuyó con la cantidad de 845,833.34 pesos.210
En el siguiente cuadro se muestran algunos datos en cuanto al monto de
las inversiones realizadas por los gobiernos locales y federales, así como de las
juntas locales en apoyo a la pequeña irrigación, mismos que pudieron ser
obtenidos de los informes, sin ser éstas cifras definitivas en cuanto al monto de las
inversiones realizadas en el periodo de estudio propuesto; sin embargo son
significativos en cuanto a la tendencia ascendente que presentan las inversiones
en este rubro de la pequeña y mediana obra de irrigación.
Cuadro número 4
Inversiones en pequeña y mediana irrigación
AÑO INVERSIÓN EN PESOS
1942 27,800.00
1943 34,953.00
1945 600,000.00
1954 2´000,000.00
209 Ibíd.,1958 210 Ibíd.,1958
126
1955 2´650,000.00
1958 7´052,724.97
TOTAL 12´365,477.97
Elaboración propia de acuerdo a los datos obtenidos en los Informes de Gobierno del Estado de Sinaloa de 1940 a 1960.
Como se puede observar en términos generales, las inversiones erogadas por el
Gobierno Federal, así como las aportaciones que conjuntamente realizaron el
gobierno local y las juntas locales de riego, nos permiten apuntar una creciente
alza en la inversión, debido a la demanda de los pequeños agricultores, pero
sobre todo de aquellos ejidatarios que tenían sus tierras en lugares donde al
acceso al agua estaba muy complicado.
Es por ese motivo que se tuvieron que construir en aquellas comunidades
apartadas de las fuentes de agua; norias, pozos de extracción, así como llevar a
cabo la construcción de canales y plantas de bombeo de diferentes capacidades
para llevar agua a esos poblados y ejidos.
Para llevar la puesta en marcha de esta política hidráulica en la pequeña y
mediana irrigación tuvieron que confluir varios factores; pero sobre todo se
tuvieron que dar los arreglos institucionales necesarios que permitieron un
acuerdo común en cuanto al modo de solventar el monto de las inversiones
realizadas y cómo serían llevadas a cabo. Se puede observar en el mismo cuadro
número 4, que en 1958 el monto de lo invertido en la pequeña y mediana
irrigación, se encuentra alrededor del 300% del presupuesto invertido tres años
antes.
4.3 Política de colonización y concesión de la tierra cultivable
El presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946), decidió impulsar el
crecimiento de las exportaciones mexicanas incentivando la agricultura a gran
escala por lo que realizó los arreglos necesarios en el Segundo Plan Sexenal en
materia agraria, dentro de estos arreglos se encontraban las políticas heredadas
127
de restitución, dotación y ampliación de ejidos para que con estas medidas se
pudiera contribuir a dar certidumbre al inversionista agrario; de igual manera
también en las facilidades que se otorgaron en 1942 a los colonos que
solicitaban tierras.
El conjunto de eventos señalados eran vividos de manera particular por los
agricultores sinaloenses, quienes eran el principal sector de la economía de la
entidad. En ellos estaba presente el temor de que los resultados del proceso
de elección de gobernador, concluido en septiembre de 1940, con el triunfo del
Cnel. Rodolfo Tostado Loaiza sobre Guillermo Liera Berrelleza, candidato del
Partido de la Revolución Mexicana y del Gral. Ávila Camacho, presidente
electo de México, pusieran en riesgo una buena relación entre los empresarios
agrícolas y el Ejecutivo Federal.
A dicha desconfianza se agregaba la preocupación sobre la pretensión del
nuevo gobierno estatal de reducir las facultades de la CAADES, en las
decisiones de organización y desarrollo económico del campo, así como la
implementación de medidas para ejercer un mejor control sobre esa
organización empresarial;211 que para esos años ya contaba con una fuerte
presencia e influencia en las decisiones nacionales con respecto al ramo que nos
ocupa.
Ante la presión ejercida por la CAADES, a través de las asociaciones
agrícolas afiliadas como las de los ríos Fuerte, dirigida por Rafael F. Luque;
Mocorito, representada por Joaquín Valenzuela Alcalde; y Culiacán, encabezada
por el Gral. Macario Gaxiola Urías;212 40 prominentes empresarios exigían más
independencia, protección a sus derechos de propiedad y restitución de sus
tierras.
211 Archivo Histórico del Congreso del Estado de Sinaloa (AHCES), Ley de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, Libros de los Debates, 9 de abril y 6 de junio de 1941. 212 De los tres personajes mencionados destacan, por ser parte de la élite política del estado y de los agricultores del estado, el exgobernador, Senador y Diputado federal Gral. Macario Gaxiola, y Joaquín Valenzuela Alcalde, hijo de Blas Valenzuela Ibarra, influyente empresario garbancero y ganadero de la década de los años 20 y 30 y amigo personal del expresidente Gral. Álvaro Obregón.
128
Ante esa situación, el gobernador de Sinaloa Rodolfo Tostado Loaiza
(1941-1944), para acercarse a la política de conciliación promovida por el
Ejecutivo Federal y con el objeto de reducir el malestar en ese sector de
agricultores privados, hizo pública su decisión de impulsar medidas para
garantizar el respeto a sus exigencias.
A través de la Comisión Agraria Mixta, el gobernador Loaiza tomó la
iniciativa de resarcir los derechos violentados a los pequeños propietarios
privados por la reforma agraria,213 compromiso manifestado en su acto de
protesta como gobernador electo, frente a Miguel Alemán, representante
del Poder Ejecutivo.
Esta decisión fue cumplida a medias, ya que las manifestaciones de
inconformidad en las comunidades del sur del estado como El Quelite,
Juantillos, El Quemado, La Noria, Zavala y Concordia; o del norte: El Burrioncito,
Pitahayal y Bacayahueto, en Guasave, o de la Liga de Colonos Santa Rosa en
Ahome, se convirtieron en expresión continua durante su gestión.214
Con respecto a las solicitudes para concesionar la tierras del cauce de los
ríos de Sinaloa y de acuerdo con la información recabada en el recinto que ocupa
el Archivo Histórico del Agua (AHA), se cuentan con aproximadamente 336
registros de solicitudes, de las cuales 228 registros no tuvieron respuesta y 43
más se encontraban en disputa por diferentes motivos, entre los que destacan
invasiones a la fuerza, cambio de propietarios, traspasos de la concesión y varios
casos más.
También encontramos que 23 de estas solicitudes fueron negadas, por
encontrarse en ellas, irregularidades tanto del orden legal como de abuso; es
213 El Regional. núm. 107, Guasave, Sinaloa. México. 12 de mayo de 1941 214 AGNES, Roberto Macías Fernández, Mocorito, 12 de enero de 1941, foja 233; Benito Bermúdez, Ahome, 30 de junio de 1946, foja 507; Alberto Cárdenas Cuadras, Guasave, 19 de julio de 1948, foja 223; y AGN, Sala Presidentes, Manual Ávila Camacho, expedientes 541/907 y 606.3/65.
129
decir varios de esos predios, fueron invadidos a sabiendas que pertenecían a tal o
cual familia de la región; como fue el caso que le ocurrió a la familia Clouthier,
cuando en diferentes tiempos y forma, le fueron invadidos varios terrenos de su
propiedad.
En información recabada se pone de manifiesto que incluso hubo personas
que solicitaron el permiso de concesión de terrenos sin ser ejidatarios y se lo
otorgaron, pero poco tiempo después, dicha concesión la misma Secretaría se
encargo de cancelarla, ya que el susodicho beneficiario era una persona que se
dedicaba al negocio de la carpintería, o sea nada que ver con la actividad
agrícola; con este ejemplo en particular podemos observar que algunas personas
aprovecharon de algún modo la coyuntura para tratar de salir beneficiados.
En los expedientes consultados del AHA se examinaron también 12
documentos que tenían por finalidad, ser recaudatorios; en pocas palabras, fueron
requerimientos de pago por la hectárea rentada, a razón de 2 pesos cada
hectárea rentada al año.
En realidad de 336 solicitudes registradas y consultadas en el periodo de
estudio, tan sólo 27 de ellas resultaron favorecidas y lo más sobresaliente de esto
es que los dueños legales de la concesión, sólo ratificaban sus derechos ya que
en realidad habían sido despojados por los lugareños y peor aun; algunas veces
con la anuencia de la autoridad local.
Me resta agregar que por lo que se puede ver de la información recopilada
en los archivos del agua, las concesiones de tierras en las riberas de los ríos en
Sinaloa no prosperaron, se observa un alto índice de solicitudes negadas debido
a que ya estaban ocupadas; me atrevería a comentar que no hubo un fuerte
reclamo popular por adquirir a concesión la tierra, es decir fue muy poca la
demanda de concesiones por la cantidad de registros encontrados en el periodo
de estudio.
Sé de antemano que el trabajo puesto a su consideración contiene muchos
vacios de información y que tan sólo pretende contribuir con una pequeña gota de
130
agua a ese inmenso océano que es la historia y se deja abierta la llave para que
los futuros interesados en el tema, se apresten a beber de sus aguas.
CAPÍTULO V
CONFORMACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA HIDRÁULICA Y DE LOS
DISTRITOS DE RIEGO EN SINALOA DE 1940 A 1960215.
En el periodo posrevolucionario, el papel que jugó el estado mexicano fue dar un
fuerte impulso a la colonización y fomentar el desarrollo agrícola para que por
esos medios se impulsara el crecimiento económico, así lo hace saber Arturo
Carrillo Rojas,216quién además plantea que para lograr ese propósito, el gobierno
tuvo la necesidad de controlar las aguas del estado y que esa razón fue suficiente
para impulsar la construcción de canales y represas, administrando y controlando
su distribución en la medida que éstas se fueron creando.
Por esta razón, el impulso que dio el gobierno al desarrollo de la actividad
agrícola en Sinaloa catapultó de alguna manera la forma en que se venía
desarrollando la agricultura en el estado, ya que anterior a ello las actividades
agrícolas tenían como recursos básicos para trabajar la tierra; las manos, y unas
cuantas escrepas tiradas por bueyes y mulas de tiro por lo que el avance fue muy
limitado en cuestión de la obra hidráulica construida; y no fue sino con la creación
de la CNI, que la agricultura en general y sobre todo la sinaloense recibió el
estirón definitivo.217
215 Para la conformación de este capítulo se utilizó como bibliografía básica los trabajos de Luis Aboites, Arturo Carrillo, Eduardo Frías, Ruth Elizabeth Zamudio, José Luis Ceceña, Fausto Lomeli, Silvia Millán, Wilfrido Llanes, Herberto Sinagawa y Francisco Eduardo Urrea principalmente; Así mismo se consultaron los Informes de gobierno del Estado de Sinaloa de 1940 a 1960 y los documentos del Archivo Histórico del Agua en la Ciudad de México del periodo propuesto de estudio. 216 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación....Op. Cit., p. 6 217 Herberto Sinagawa Montoya. Sinaloa, agricultura y desarrollo. CAADES. México, 1987, p. 22
131
El impulso e importancia que tuvieron las obras de riego dadas por la CNI
en el norte del estado, fue tal que para 1935 las áreas irrigadas ascendieron a
poco más de 25,000 hectáreas en los municipios de Ahome y el Fuerte,
construyéndose para tal caso, algunos pequeños canales de riego que bañarían el
interior de los mencionados valles.218
Pero no sólo el norte del estado salió beneficiado de esta política hidráulica
emprendida por el gobierno mexicano, sino en general todos los valles
sinaloenses como los ubicados de la región de Évora, donde en Estación Bamoa
por ejemplo, la Junta Local de Irrigación en conjunto con la Federación, decidieron
construir el canal Bamoa, en 1945, poniendo bajo riego 6,000 hectáreas,219 de
igual forma podemos hablar de la infraestructura llevada a cabo en sitios como
Culiacán, San Lorenzo y Elota.
Con estos antecedentes se puede afirmar que el inicio de la intensa
actividad agrícola que se vivió el estado, estuvo sustentada en las grandes obras
de irrigación, teniendo sus primeros pasos durante periodo cardenista con el
reparto agrario y contemplando la puesta en marcha de un ambicioso plan
hidráulico que dio inicio con los primeros estudios para la construcción de la presa
Sanalona, en 1937, y continuó expandiéndose durante los sexenios siguientes.
A partir de entonces Sinaloa sufrió un acelerado un proceso de desarrollo
agrícola nunca antes visto, motivado entre otras cosas por el gran potencial
agrario del suelo sinaloense, y porque por este motivo se pudieron establecer
amplias zonas de cultivo de riego, pero sobre todo por la realización de
importantes obras de infraestructura hidráulica de gran calado que dieron un
impulso definido al desarrollo agrícola de la región mediante un amplio sistema de
cultivos.220
Durante los dos sexenios siguientes al periodo cardenista, se continúo con
esa política desarrollista incrementada notablemente durante el periodo
218 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación…..Op. Cit., p. 7 219 Ibíd., p. 12 220 José Luis Ceceña Cervantes, Fausto Burgueño Lomeli y Silvia Millán Echegaray. Sinaloa, crecimiento….Op. Cit., p. 129
132
presidencial de Miguel Alemán Valdés (1946-1952), cuando llegaron a modificar el
artículo 27 constitucional, donde se fijaron las bases para el establecimiento de la
pequeña propiedad; que por supuesto fue en detrimento y extinción del ejido,
sentando de esa forma, las bases de la futura burguesía estatal y el surgimiento
del neolatifundismo.221
Con la construcción y puesta en marcha de la presa Sanalona en 1948, la
población de Culiacán experimentó un gran incremento poblacional, pasando de
130,143 habitantes que tenía en 1940, llegó a 183,680 personas en 1950. El auge
agrícola experimentado, activó la economía estatal acelerando el movimiento
comercial y bancario, permitiendo con ello el establecimiento de industrias
procesadoras de alimentos agrícolas.
Durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho (1940-1946), también fueron
construidos el canal SICAE, sobre el río Fuerte, y el canal Bamoa en las márgenes
del río Sinaloa; incrementando la superficie cultivada que en 1940 tenía 147,751
hectáreas y en 1950 tuvo 299,381 hectáreas, aumentando con ello el valor de su
producción más de siete veces pasando en 1940 de 27´000,000 de pesos a
226´000,000 de pesos para 1950; siendo los principales productos tomate, caña
de azúcar, ajonjolí, maíz, frijol y garbanzo.222
Entre la gran variedad de productos hortícolas que han jugado un rol muy
importante en este proceso económico, no se puede dejar de lado el tomate, como
uno de los cultivos que más acapara la atención de los agricultores incluso
actualmente, por la captación de divisas que este producto trae consigo.
En la década de los cincuenta con la formación de la Comisión del Río
Fuerte se inició la construcción de una presa sobre el río Fuerte a 90 kilómetros al
noroeste del poblado de los Mochis denominada Miguel Hidalgo; quedando
concluida en su primera etapa en el año de 1956; aunque la presa no respondió a
las necesidades inmediatas de la población, ya que con las primeras lluvias se
221 Ibíd. 222 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación…..Op. Cit., p. 11
133
provocaron grandes inundaciones;223 sin embargo de algún modo logró
proporcionar el riego que tanta falta hacía, a una amplia zona de tierras localizada
en los municipios de Ahome y El Fuerte; pero al mismo tiempo se generaban las
condiciones necesarias para la salidas de los productos, mediante la construcción
de importantes vías de comunicación.
Desde entonces, el estado de Sinaloa se convirtió en la zona agrícola por
excelencia, cuyos rasgos típicos la diferencian del resto del país; ya que se
amplían las zonas de riego, se cultivan los más variados productos con las
técnicas más modernas y se consolida un importante sector agrícola empresarial
dedicado principalmente a la exportación de sus productos al vecino país del
norte.
No se deja de reconocer la importancia que tuvieron los acuerdos y políticas
nacionales entre agricultores y gobierno, ya que la intervención del Estado
mexicano, fue decisiva para el desarrollo de la actividad agrícola en general y de
Sinaloa en particular; pues aun cuando ya existían obras hidráulicas de gran
importancia en la región; la calidad y envergadura de las obras construidas bajo la
Comisión Nacional de Irrigación, no tiene punto de comparación.
5.1 Construcción de nuevos canales de riego en Sinaloa.
A continuación haremos mención de la infraestructura hidráulica, implementada en
Sinaloa entre 1940 y 1960, la cual nos permitirá vislumbrar como se fue dando el
desarrollo económico sostenido de la agricultura comercial en nuestro estado
teniendo como base primaria los recursos hidráulicos de la región.
Nuestro recorrido lo haremos de norte a sur, tal como venimos trabajando
anteriormente, por los datos recopilados se tiene conocimiento de las siguientes
obras hidráulicas que coadyuvaron en este proceso. Esta evolución histórica
comenzará con los canales de riego, por ser éstos pioneros en la irrigación 223 Unos años más tarde hacia 1962 se elevó aun más el nivel de la cortina, así como también el vertedero de demasías, todo con el fin de poder controlar los excedentes de agua del río Fuerte; pero fue hasta el periodo del presidente Adolfo López Mateos (1958-1964), cuando finalmente se concluye dicha obra.
134
hidráulica en Sinaloa, para luego mostrar el desarrollo que han tenido las grandes
presas en el estado para el periodo que nos corresponde.
Canal SICAE
Para resolver los problemas derivados con la distribución del agua del río Fuerte y
a solicitud tanto de los ejidatarios como de los grandes agricultores, la CNI se
encargó de realizar los estudios técnicos necesarios, tendientes a resolver los
problemas relacionados de la falta de agua para impulsar las actividades
económicas en la región, de acuerdo con los investigado por Cesar Aguilar.224 Las
sugerencias basadas en los estudios realizados por la dependencia federal,
incluían reformas tecnológicas para implementar canales de gravedad en lugar de
canales de avenidas. Este proyecto posteriormente se hizo realidad conociéndose
como canal de la Sociedad de Interés Colectivo Agrícola y Ejidal, Emancipación
Proletaria (mejor conocido como canal SICAE).
El 9 de enero de 1939, por disposición del presidente Lázaro Cárdenas del
Rio (1934-1940), los sistemas de riego del norte del estado, propiedad de la
United Sugar Co. (USCO), pasaron a poder del Estado y su administración a cargo
de los ejidatarios, estableciéndose un sistema de explotación colectiva bajo
custodia de la SICAE.225
La reforma agraria no sólo expropió la tierra, sino que afectó también los
derechos de propiedad y los títulos de concesión de aguas del río Fuerte; sin
embargo no todo fue pérdida para la USCO, y algunos otros ingenios azucareros;
ya que al decretarse la expropiación de las tierras, todas las tierras ejidales bajo la
influencia de los ingenios cañeros, estuvieron obligadas de forma exclusiva al
cultivo de la caña de azúcar.226
Este compromiso quedó refrendado el 23 de julio de 1943 por un acuerdo
del presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946), el cuál concedió prioridad
exclusiva en los usos del agua del río Fuerte para los cultivos de caña de azúcar;
224 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p.110 225 Ibíd., p. 111 226 Ibíd.
135
todos estos factores sin duda estuvieron influenciados por el conflicto bélico
internacional y la política nacional de industrialización llevada a cabo en ese
sexenio.227
Las tierras de cultivo que estaban bajo riego en los primeros años de 1940
fueron de alrededor de 25,000 hectáreas y como lo habíamos mencionado, la
labor predominante era la caña de azúcar, y ante la prioridad otorgada a este
cultivo, los productores privados no cultivadores de caña del valle del Fuerte
exigieron a autoridades una distribución más equitativa en cuanto al suministro del
primordial líquido; ya que los conflictos estaban a la orden del día, ya lo
mencionaba Cesar Aguilar que por ejemplo en el canal Los Mochis, tenían cientos
de bombas de extracción de agua instaladas de manera irregular, lo que
complicaba aún más la situación en los periodos de estiaje.228 Sobre todo por el
robo de agua que de manera constante realizaban agricultores no cultivadores de
caña, a los cuales no les daban agua y la tomaban a fuerzas
Aspecto que condujo a la Secretaria de Agricultura y Fomento (SAF) en
abril de 1939 a sancionar a todos aquellos productores que de manera irregular
tomaban el agua, además de restringirles el líquido tal como ordenaba la ley, por
lo que la respuesta de los empresarios y ejidatarios que no producían caña de
azúcar no se hizo esperar y a través de la CAADES, se exigió una pronta
respuesta a este problema.
El conflicto de intereses creado alrededor de este problema fue tal que se
volvió urgente la necesidad de modernizar los sistemas de irrigación y llevar a
cabo la construcción de obras de almacenamiento por el nuevo sistema de
gravedad; de tal manera que de esta forma dan inició los trabajos tendientes a la
construcción del canal que llevaría por nombre SICAE.
El financiamiento requerido para llevar a cabo los trabajos de construcción,
fue producto de los convenios celebrados en 1946 entre la SICAE, el Banco
Nacional de Crédito Ejidal (BNCE) y la CNI; aportado en partes iguales, en ellos,
227 Ibíd. 228 Ibíd., p. 112
136
se contemplaron el financiamiento de la obra hidráulica en sí y la creación de una
Junta Local de Irrigación que se encargara de la administración del agua del río
Fuerte.229
Con la integración de la Junta Local de Irrigación del Valle del Fuerte en
1946, el objetivo primario fue el impulso de las obras hidráulicas, siendo como ya
lo mencionamos el canal SICAE; la primera obra, la cual estuvo a cargo del
ingeniero Valdés, quien comenzó la construcción el 8 de noviembre de ese mismo
año, y terminando el 17 de septiembre de 1947.230
El canal se construyó, partiendo de un lugar denominado el Sufragio hasta
el lugar llamado Mayocoba, la longitud de la obra en cuestión fue de 55 kilómetros
y un costo total de 4´500,000 de pesos, incorporando 40,000 hectáreas de tierra
más al cultivo por riego.
En su primera etapa tuvo una longitud de 28 kilómetros y la obra fue
apoyada por los ejidatarios de la SICAE para controlar y distribuir las aguas del río
Fuerte, con la puesta en marcha de este canal, se vieron realizados los sueños de
los ejidatarios locales, en cuanto al área de influencia de la obra, ya que para el
ciclo agrícola de 1951-1952; se irrigaron un total de 51,729 hectáreas en el
poblado de los Mochis.
Canal Cahuinahua
Fue sin duda otra obra hidráulica de gran importancia para el desarrollo de la
agricultura comercial del valle de El Fuerte; El diseño y construcción de dicho
canal fue realizado en 1948 por la Junta de Irrigación para regar originalmente
unas 30,000 hectáreas y debería de medir aproximadamente 57 kilómetros, pero
para llevar a cabo tan importante proyecto, se tuvieron que sortear diversos tipos
de problemas, pero sobre todo aquellos derivados por el clima tan extremoso que
presenta la región en general.
De acuerdo con lo investigado por Eduardo Frías, en 1949 una gran
avenida ocasionó el retraso de las obras por varios meses; ya que las lluvias
229 Ibíd., p. 113 230 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p. 32
137
afectaron la región durante 17 días, arrojando cerca de 4,600´000,000 m3; de
agua, de modo que la destrucción que presentó el canal Cahuinahua fue de
dimensiones considerables.231
No obstante estos reveses climáticos, sirvieron de acicate para que
conjuntamente gobierno y particulares se plantearan el objetivo de llevar a buen
término la construcción del canal y durante ocho meses de esfuerzo, por fin
pudieron ver cristalizados sus anhelos, al poner en servicio los 57 kilómetros de
longitud que actualmente tiene dicho canal, y con una capacidad para irrigar
40,000 hectáreas de superficie; su construcción se inició en abril de 1948 y la obra
concluyó el 28 de junio de 1951, teniendo un costo total de 10´000,000 de
pesos.232
Habrá que remarcar que la investigación de Eduardo Frías, señala que con
la puesta en marcha del canal, la cifra de tierras irrigadas aumentó, al grado que
para 1956 se irrigaban tierras alrededor de 71,685 hectáreas; considerando este
último dato como más próximo a la realidad.233 Ya que estos registros se
sostienen, debido a que con la inauguración de la presa Miguel Hidalgo el 27 de
mayo de 1956, el canal Cahuinahua, así como el canal Sufragio y el SICAE,
formaron parte un complejo sistema de irrigación, junto con algunos otros canales
ubicados en el río Sinaloa.234
Canal el Burrión
Para la zona centro-norte del estado, los principales sistemas de riego en
nuestro periodo de estudio estuvieron integrados por tres canales el Burrión, de
Regino Sánchez, que originalmente irrigaba 140 hectáreas en 1900, sembrando
en ese tiempo caña, maíz y garbanzo;235 el canal Florida de Patricio Mc Conegly,
además del canal Bonanza denominado también Cubilete de Blas Valenzuela;
irrigaban para 1932 un promedio de 12,000 hectáreas.236 Más dos canales
231 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p.85 232 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p. 32 233 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p. 86 234 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p.115 235 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación…..Op. Cit., p. 4 236 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p. 118
138
secundarios, La Trinidad de Francisco Echavarría y el canal Dolores del señor
Manuel Tarriba; así como también el canal Camargo, propiedad de la Sociedad
Almada, Linga y Cía. S. C., contaba con una capacidad para irrigar una área de
5,000 hectáreas. Ya con la incorporación en 1950 del canal Bamoa (construido en
1946 por la SRH). El sistema en total permitió irrigar hasta 30,000 hectáreas en su
gran mayoría en la región de Guasave.237
Para principios de 1930, el canal denominado el Burrión, propiedad de
Regino Sánchez, era el principal sistema de irrigación de la margen izquierda del
río Sinaloa. Por tal motivo, Regino Sánchez junto con otros empresarios,
constituyó la Sociedad de Irrigación denominada Regino Sánchez. Este sistema
estuvo integrado por el canal principal y otro secundario llamado la Esmeralda238.
A mediados de ese mismo año y debido al reparto agrario emprendido por
el presidente Lázaro Cárdenas del Rio (1934-1940), se crearon nuevo ejidos tales
como Guasave, El Burrioncito, Casa Blanca y La Brecha239, lo que supuso un
aumento tanto en la demanda como en los conflictos suscitados por el uso y
distribución del agua; por lo que el requerimiento de nacionalización siempre
estuvo latente.
Canal Bamoa
Santiago Wilson y su yerno Benjamín Bon Bustamante, miembros de una de las
familias más influyentes del estado de Sinaloa y además propietarios de la
empacadora Productos Bamoa, dedicados al empaque de tomate, eran conocidos
empresarios agrícolas radicados en Estación Bamoa, municipio de Guasave; y
necesitaban aprovechar las aguas del río Sinaloa para extender el área cultivable
para sus productos; entonces decidieron iniciar la construcción de un canal de
irrigación que llevaría el nombre del poblado Bamoa.
El canal Bamoa, fue inaugurado en el año de 1945 cubriendo una extensión
de tierras de 6,000 hectáreas inicialmente, pero tres años más tarde fue aprobado
237 Ibíd. 238 Ibíd., p. 119 239 Ibíd.
139
un proyecto con el cual posible incrementar el número de hectáreas irrigadas
hasta alcanzar la cifra de 9,000 hectáreas240; esta cifra, fue la base principal para
que los empresarios agrícolas del lugar se erigieran en un emporio agrícola de
reconocido prestigio a nivel internacional por la calidad de sus productos.
Los canales adyacentes al canal Bamoa, construidos por la iniciativa
privada, fueron expropiados por la SRH y pasaron a formar parte de la
infraestructura hidráulica nacional y con ello se integró posteriormente el Distrito
de Riego número 063.241
Canal Fonseca
Aunque no existen muchos datos al respecto, ya que tan sólo encontramos una
pequeña referencia bibliográfica,242 en Estación Verdura, municipio de Guasave se
construyó el canal Fonseca, a iniciativa del señor León Fonseca; en el periodo que
estamos abordando.
Fue a finales de la década de 1950, cuando la fiebre en la construcción de
canales se dio prácticamente por terminada, además nuevas políticas iban
permeando las directrices económicas de la nación, por lo que entre los años de
1946 y 1947, y a iniciativa del Gobierno Federal que través del Departamento
Agrario, y de acuerdo con la nueva política hidráulica nacional llevada a cabo en
todo el país, se acordó pasar al dominio de la nación, los canales de irrigación
antes descritos.
5.2 El desarrollo de las presas en Sinaloa
Una de las grandes necesidades que agobiaban tanto a los hombres del campo
sinaloense como sus gobernantes, fue que miraban con tristeza que todos los
esfuerzos de desviar las aguas de los ríos hacia sus tierras, eran infructuosos, y
eso lo tenían claro debido a la experiencia sufrida con los fuertes temporales que
experimentaban año con año en las temporadas de lluvias.
240 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p. 87 241 Ibíd. 242 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p. 32
140
Por lo tanto ya para ese tiempo se empezaba a valorar la necesidad de
construir grandes represas que almacenaran y controlaran las avenidas de los ríos
y que el agua, verdaderamente fuera en uno de los principales factores del
desarrollo económico de la región.
Uno de los más influyentes políticos sinaloenses y amigo personal del
entonces presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), el ingeniero Juan de Dios
Bátiz Paredes; en su calidad de funcionario público, estaba enterado entre otros
tantos temas de los planes que se perfilaban en el país en materia hidráulica; y
cuando escuchó que el presidente Cárdenas habló de la necesidad de llevar a
cabo la construcción de grandes presas que dieran sustento a su plan del Reparto
Agrario Nacional; El ingeniero Bátiz le expresó al señor presidente el deseo de
incluir dentro del Plan Hidráulico Nacional, la represa del río Tamazula en
Sinaloa243.
El proyecto hidráulico nacional que pretendió en su momento impulsar el
general Cárdenas, contemplaba entre otras cosas; mantener la bonanza
algodonera en la región de la Laguna con la construcción de la presa el Palmito
sobre el río Nazas, también la continuación de la presa Abelardo L. Rodríguez en
Tijuana y varias obras más como drenes y canales en diferentes partes de la
República Mexicana.
Fue en ese marco que el presidente Cárdenas vio con agrado la propuesta
hecha por el ingeniero Bátiz, y ordenó los primeros estudios correspondientes a la
Comisión Nacional de Irrigación, con una aportación inicial de 600 mil pesos;244
cuando el doctor José G. Parrés, presidente de la Comisión Nacional de Irrigación,
presentó el estudio preliminar realizado en Sinaloa al presidente Cárdenas, sin
más ordenó: manos a la obra; siendo este suceso sin lugar a duda un excelente
comienzo.
Presa Sanalona
243 Ibíd. 244 Ibíd., p. 35
141
Fue la primera gran obra hidráulica construida en el estado de Sinaloa, dando
inicio su construcción en el año de 1940 y concluyendo el 2 de abril de 1948 bajo
la dirección del ingeniero Juan Guerrero Alcocer, durante el sexenio del presidente
Miguel alemán Valdés (1946-1952)245; dicha obra se encuentra ubicada a 32
kilómetros al este de Culiacán sobre el río Tamazula, y fue realizada con el
propósito de almacenar las aguas y utilizarlas en el riego de terrenos, control de
avenidas y diversos usos secundarios.
Al inaugurarse la presa Sanalona, los agricultores del río Culiacán
beneficiados con esas obras de irrigación; ratificaron su compromiso de aportar la
cantidad de 140 pesos por hectárea durante los próximos cuatro años, hasta
completar la suma de 15 millones, para apoyar el costo de 34´000,000 de pesos
de las obras planeadas para distribuir las aguas almacenadas en la recién
inaugurada presa.246
Así mismo los agricultores beneficiados acordaron cubrir la inversión
realizada por el Gobierno Federal en las obras hidráulicas requeridas que dieron
vida al Distrito de Riego número 010, a través de cuotas de compensación como lo
marcaba la Ley de Riegos;247 dentro del pacto celebrado, los ejidos que se
establecieron hasta el 21 de febrero de 1939, que sería la fecha en la que
impactarían las obras del Distrito de Riego del Río Culiacán, fueron exentos del
pago más no sucedió lo mismo con los ejidos que se establecieron después.248
La presa consiste básicamente de una cortina tipo de tierra, provista sobre
la margen izquierda de una obra de toma y por su margen derecha, de un vertedor
de excedencias del tipo de abanico-cresta libre. Esta presa cuenta dos túneles de
6 metros de diámetro y una longitud de 371 y 378 metros respectivamente.
La presa Sanalona, tuvo un costo total aproximado de 65´ 073,290.66
pesos;249 porque habrá que recordar que tan sólo para el estudio preliminar se
245 Ibíd., p. 35 246 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p. 154 247 Ibíd. 248 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 4719. expediente 63742. fojas 313-316 249Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones.…Op. Cit., p. 37
142
aportaron 600,000 pesos, aunque el gasto real del estudio fue de alrededor de
543,670.51 pesos.
Para ponderar la importancia que tuvo en Sinaloa, pero en especial en el
valle de Culiacán la construcción de tan magna obra, nos remitiremos al discurso
pronunciado por el presidente Miguel Alemán Valdés el día 2 de diciembre de
1946250 en su visita a Sinaloa.
En dicho discurso, el presidente asegura que el 80% de la población
sinaloense vive principalmente de lo que produce el campo, lo que le da a Sinaloa
un carácter eminentemente agrícola. Parte del discurso oficial pronunciado en
aquél momento dice textualmente:
La irrigación es, en consecuencia imperativa y para su desarrollo, el estado de
Sinaloa es uno de los más bien dotados de la República. Desde el río Fuerte en
el norte, hasta el río Cañas en el sur.251
De acuerdo con lo mencionado en el informe, los once ríos que atraviesan el
estado de oriente a poniente, tienen escurrimientos totales calculados en
14,206´000,000 de m3 de aguas anuales.252
Sin duda hay algunos datos más que comentar como el hecho de que al
inicio de la construcción, la administración corrió a cargo de la Comisión Nacional
del agua, pero para 1943, se realizó un contrato con la Compañía Morrison
Knudsen para la terminación de la obra;253 El volumen de captación que tendría la
presa, serviría para completar el riego de 95,000 hectáreas.
Presa Miguel Hidalgo y Costilla254
Su construcción data de 1952, (la también llamada presa El Mahone). Dicha obra
fue realizada sobre el río más caudaloso del estado, el río Fuerte, (o río Zuaque
como también se le conoce); esta presa se encuentra situada a 90 kilómetros al
250 Ibíd. p. 35 251 Ibíd. p. 36 252 Ibíd. 253 Herberto Sinagawa Montoya. El Agua….Op. Cit., p.122 254 Cesar Aguilar Soto afirma que la presa Miguel Hidalgo, se inició en 1953 y se inauguró el 27 de mayo de 1956. Ver Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p. 114
143
noreste de la ciudad de los Mochis en el municipio de El Fuerte y a 15 kilómetros
aguas arriba de la ciudad El Fuerte.
El propósito fundamental de su construcción, responde al hecho de dotar de
riego a las tierras que caían bajo su influencia, generar electricidad y controlar
sobre todo, las caudalosas avenidas, además de usos secundarios como la
generación de energía eléctrica. La presa Miguel Hidalgo, tiene una capacidad
total de 3,290´000,000 de m3 de agua y como ya lo mencionamos, su construcción
se llevó a cabo de 1952 a 1956 por la Compañía Constructora El Águila, S.A.255
El río Fuerte principal afluente que abastece tan magna obra nace en la
sierra Tarahumara del vecino estado de Chihuahua y se alimenta de dos grandes
tributarios como lo son los arroyos Verde y Chinatú, tiene una longitud promedio
de 670 kilómetros hasta su desembocadura en el golfo de California.
La presa tiene un área de cuenca de 30,700 kilómetros y su extracción
media anual en condiciones de normalidad, promedian los 2,875´000,000 m3 de
agua para regar un total de 230,0000 hectáreas; y 40,000 hectáreas más para el
poblado el Carrizo.
Los municipios beneficiados por esta magna obra fueron El Fuerte, Ahome,
Sinaloa y Guasave; además los sistemas que se integraron para apoyar este
trabajo fueron las derivadoras Sufragio y Cahuinahua, los canales SICAE y
Cahuinahua, del río Fuerte, así como los canales Sabino, Florida y Cubilete, estos
tres últimos ubicados sobre el río Sinaloa.256
Sin duda, con la puesta en marcha de esta presa, se mejoraron
significativamente los niveles sociales de vida de las zonas rurales de la zona de
influencia de la obra, mediante la construcción de escuelas, carreteras, sistemas
de agua potable, drenaje, así como la generación de energía eléctrica por 276
millones de kw/año257.
255 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p.37 256 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p. 115 257 El espejo de agua que forma esta presa tiene alrededor de 40 kilómetros de longitud, y son aprovechados a su vez por las cooperativas pesqueras existentes donde cultivan algunas variedades de peces como la Tilapia y Lobina.
144
Aunque la construcción de la presa Miguel Hidalgo, fue iniciada bajo el
gobierno del presidente Miguel Alemán, los mayores recursos económicos
provinieron del gobierno del licenciado Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958), entre los
años de 1953 y 1956.
En el periodo del gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), se sobre
elevó la cortina de la presa258, mediante una adaptación al vertedor de demasías,
con el propósito de proteger al valle de El Fuerte de futuras inundaciones que
desgraciadamente ya habían padecido en años anteriores como las registradas en
los años de 1842, 1868, 1875, 1905, 1927, y para el periodo que nos corresponde
fue en los años de 1943 y 1949.259
Así como se fueron incrementando las tierras al riego, también de manera
paralela, se fueron instrumentando los mecanismos necesarios para establecer un
marco institucional sólido que definía puntualmente el uso y distribución de las
aguas almacenadas en la presa Miguel Hidalgo, a través de un programado plan
de riegos con su respectivo sistema de cuotas.260
Esta obra en particular de la ingeniería hidráulica mexicana, fue una de las
más adelantadas de su tiempo a nivel mundial y muestra de ello es que los
técnicos mexicanos especialistas en obras hidráulicas fueron llamados en el
extranjero para dirigir construcciones de presas o formar parte de consejos
directivos encargados en el manejo del agua.
No era un secreto que en ese tiempo el noroeste mexicano, pero en
particular el estado de Sinaloa se estaba convirtiendo en el eje principal de la
economía agrícola mexicana, por las trascendentes obras hidráulicas que se
258 Esta sobre elevación tuvo lugar entre 1962 y 1964, y correspondió inaugurarla al entonces presidente Adolfo López Mateos, la obra fue realizada por la compañía Constructora del Valle del Fuerte S.A., sin que esto haya interrumpido el funcionamiento de la misma. Para el año de 1965, los especialistas de la Secretaria de Recursos Hidráulicos, llevaban a cabo en tierras sinaloenses las obras de un sistema de riego que captaría las aguas de los ríos Humaya y Tamazula, además de los canales necesarios que permitirían irrigar, no sólo el valle de Culiacán, sino las tierras del municipio de Guasave, Guamúchil y Angostura; además de generar la energía eléctrica suficiente para industria y la agricultura con el afán de fortalecer la economía de Sinaloa. 259 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p. 38 260 Cesar Aguilar Soto. Empresarios agrícolas….Op. Cit., p. 115
145
habían construido y que estaban proyectadas para realizarse a través de sus 11
ríos y un promedio de 70 arroyos que bajan de la sierra.
Presa presidente Adolfo López Mateos
Entre 1929 y 1930, se realizaron los primeros sondeos para explorar la posibilidad
de construir una presa que permitiera poner bajo riego las fértiles tierras de la
zona centro del estado y aunque los primeros estudios dataron de esas fechas, no
fue sino hasta entrados los años cincuenta cuando se hizo realidad la obra.
Ubicada en la región centro del Estado, la presa Humaya como así se le
conoce popularmente, se encuentra localizada a 32 kilómetros al norte de la
ciudad capital y fue iniciada su construcción de acuerdo con la información de
Ruth Elizabeth Zamudio, en el año de 1957,261 dicha construcción, estuvo a cargo
del ingeniero Carlos Carvajal y fue construida con la finalidad de aprovechar las
aguas corrientes del río Humaya para el riego de 126,100 hectáreas, el control de
avenidas y la generación de energía hidroeléctrica. Esta obra se localiza en un
sitio llamado el Varejonal.
De acuerdo a la información del trabajo de Arturo Carrillo, en el desarrollo
de la construcción de esta obra, participaron dos presidentes, Adolfo Ruíz Cortines
(1952-1958) y Adolfo López Mateos (1958-1964); el primero de ellos autorizó las
inversiones iniciales y el segundo, aprobó la mayor parte del presupuesto del
proyecto final. Con la construcción de esta obra hidráulica salieron beneficiadas
las tierras del valle de Culiacán, Pericos, Angostura y Guamúchil.262
De acuerdo con los datos de Francisco Eduardo Urrea, las aguas de esta
presa irrigaron alrededor de 96,000 hectáreas de tierra en Culiacán, 44 mil 100
hectáreas en Guamúchil, haciendo un total de 140,100 hectáreas de tierras
irrigables. Aunque en los estudios realizados por Ruth Elizabeth Zamudio,
261 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo.…Op. Cit., p. 76 262 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación en Sinaloa…..Op. Cit., p. 14
146
menciona que la superficie total irrigada por la presa Humaya fue de 110,000
hectáreas.263 Pero la mayoría de las tierras irrigadas por esta presa pertenecen a
la región de Guamúchil, no al valle de Culiacán. Esta presa, fue construida de
1954 a 1964 por la entonces compañía la Victoria y Asociados, S.A.264
Cabe aclarar que los datos proporcionados en el trabajo de Francisco
Eduardo Urrea en cuanto a la puesta en marcha de la presa Humaya, distan
mucho de ser los correctos, ya que las investigaciones de Ruth Elizabeth y Arturo
Carrillo, coinciden en que la fecha inicial de la puesta en marcha de la presa fue
en 1957 y no en 1954.265
Su cuenca hidráulica se encuentra en los estados de Durango, Chihuahua y
Sinaloa y tiene 10,972 kilómetros cuadrados; la cortina tiene una elevación de
105.50 metros. Cuenta con una toma localizada en la margen derecha y consiste
en dos túneles que van conectados al río, uno para generar energía eléctrica y el
otro túnel, está adaptado para la planta hidroeléctrica; ambos túneles tienen un
diámetro interior de 7 metros y una longitud de 600 metros, el costo total de la
obra fue aproximadamente de 340´000,000 de pesos.266 Según Francisco Eduardo
Urrea, la presa presidente Adolfo López Mateos, entró en operaciones el 9 de
septiembre de 1963. Dato incorrecto y nada congruente, ya que anteriormente
este mismo autor había afirmado que la terminación de la presa fue en 1964.267
El investigador Arturo Carrillo, se encarga de desmentir la aseveración
anterior y apunta en su obra que la presa fue inaugurada el 11 de noviembre de
1964; según Urrea,268 la presa tuvo una capacidad de almacenaje de
3,160´000,000 de m3 de agua, aunque Ruth también lo corrige y afirma que la
capacidad máxima fue de 3,446´000,000 de m3. Y así lo asienta en su trabajo.269
263 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo.…Op. Cit., p. 74 264 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones….Op. Cit., p. 39 265Ver en Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación en Sinaloa…..Op. Cit., p. 13 y en Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo…Op. Cit., p. 76 266 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo…Op. Cit., p. 74. Urrea sostiene que el costo total de la obra fue de 360 millones de pesos, es decir 20 millones de pesos más, sin duda un error más ya que no menciona la fuente de la cifra. 267 Francisco Eduardo Urrea Salazar. Las organizaciones…Op. Cit., p.39 268 Ibíd., 38 269 Ruth Elizabeth Zamudio López. Historia del desarrollo…Op. Cit., p. 77
147
5.3 Surgimiento de los distritos de riego
La evolución y auge que tuvieron en su momento las Sociedades de Riego en el
estado de Sinaloa, fue debido a la gran demanda de agua requerida sobre todo en
las regiones centro y norte; quienes desarrollaron una agricultura bastante
competitiva por la calidad de sus tierras. La gran demanda del vital líquido supuso
un boom mercantil que propició el establecimiento de varias sociedades
interesadas en vender el agua bajo el régimen de concesión.
Los distritos de riego son obras hidráulicas efectuadas en su mayor parte por
el Gobierno Federal para garantizar la disponibilidad del agua en una operación
agrícola. El agua es asignada por las autoridades federales. Los usuarios son por
lo general agricultores medianos y grandes, con cierto poder organizativo.270
Entendiéndose el término distrito de riego, como aquella área geográfica
donde se proporciona el servicio de riego mediante la implementación de obras de
infraestructura hidroagrícola, tales como vaso de almacenamiento, derivaciones
directas, plantas de bombeo, pozos, canales y caminos, entre otros.271
5.3.1 La conformación del Distrito de Riego número 010
Cabe recordar que el canal Cañedo, predecesor del distrito de riego número 10,
fue construido a iniciativa de Jesús y Jorge Almada, propietarios del ingenio La
Primavera, en el pueblo de Navolato en 1899; dicha construcción repercutió de
manera favorable en la producción de caña de azúcar necesaria para el ingenio.
Después de la gesta revolucionaria en 1920, se reinicia la habilitación de
canales de irrigación en el estado, pero el capital privado fue mínimo; ya que la
iniciativa en la construcción de obras de irrigación corrió a cargo del gobierno tanto
federal como estatal.
270 Aun cuando los distritos de riego abastecían a la mayor parte de la demanda de agua de los usuarios, había algunos ejidatarios que por estar alejados de las fuentes de abastecimiento, era muy complicado llevarles agua hasta sus terrenos, por lo que para subsanar esa carencia el gobierno llevó a cabo un programa social de apoyo para la perforación de algunos pozos y la construcción de pequeños canales de derivación de manantiales o galerías filtrantes para que de esa manera se abastecieran de agua las pequeñas parcelas. 271http://app1.semarnat.gob.mx/dgeia/estadisticas_2000/compendio_2000/03dim_ambiental/03_02_Agua/data_agua/GlosarioIII.2.htm. Consultado el 15 de Enero del 2010
148
Los ex presidentes de México, Álvaro Obregón (1920-1924) y Plutarco Elías
Calles (1924-1928), pensaban que la creación de la pequeña propiedad, sería el
medio idóneo para consolidar el desarrollo agrícola mexicano, semejante al creado
en los Estados Unidos coadyuvando con ello a sacar de la crisis económica al
maltrecho estado mexicano por la gesta revolucionaria recién terminada.
En este contexto una de las obras de mayor importancia en la agricultura
comercial de Sinaloa lo representó el canal Rosales; y la participación del gobierno
fue determinante; fue por así decirlo, el artífice de un proyecto que convirtió el
valle de Culiacán en un vergel para producir tomate.272
En 1921 el General Ángel Flores puso la primera piedra del que sería el
canal Rosales; Y aunque el gobierno haya sido el impulsor de la obra, también el
capital privado invirtió en él por ese motivo en 1923 se creó la Compañía
Irrigadora del Humaya, S. C., la cual también administraría los fondos y el uso del
agua. Pero para la puesta en marcha de la obra y debido al carácter público de la
misma, el Congreso del estado autorizó al gobernador en turno la gestión de
recursos hasta por tres millones de pesos.273 Es importante mencionar que el
gobernador en turno era nada menos que el mismo General Ángel Flores, quién
también tuvo intereses primarios para que se llevara a cabo la construcción del
canal Rosales, Es decir fue juez y parte en la puesta en marcha de tan importante
obra hidráulica.
Desde el punto de vista económico, la obra en cuestión representó para el
valle de Culiacán un impulso determinante en el desarrollo agrícola de la región;
pues con ello se puso bajo riego, cerca de 20,000 hectáreas entre 1923 y 1932.
Sin embargo había voces que exageraban las bondades y beneficios que arrojaría
el sistema en cuestión.274
Con estos antecedentes, los años que comprenden este estudio, muestran
el impulso dado a varios proyectos encaminados al desarrollo de la agricultura
comercial y también demuestran que la creación de canales para la distribución
272 Eduardo Frías Sarmiento. El oro rojo de Sinaloa….Op. Cit., p.71 273 Ibíd., p. 73 274 Ibíd., p. 75
149
del agua; presentaron sus propios matices económicos; una de las propuestas
organizativas fue la de construir distritos de riego con la finalidad de canalizar los
ríos para evitar las inundaciones y mejorar el desarrollo agrícola.
De acuerdo con el informe agroeconómico girado por el Departamento de
Distritos de Riego a la Comisión Nacional de Irrigación, con fecha del 18 de junio de
1940.275 El Distrito de Riego número 10 Culiacán perteneciente al estado de Sinaloa;
tiene como antecedentes, la construcción del canal Rosales, y fue iniciado por la
extinta Compañía Irrigadora del Humaya S.C. en el año de 1920 con el nombre de
Canal Rosales a iniciativa del Gobierno del Estado de Sinaloa.276
A finales de la década de los 20 y debido a la crisis económica por la que
atravesaba el mundo, la Compañía Irrigadora del Humaya, también sufrió los
embates de ésta por lo que en 1932 ya se discutía en la Cámara de Diputados, la
posibilidad de traspasar el canal Rosales a la CNI; pues la crisis que padecía ya era
crónica y ya no respondía a las exigencias mínimas de sus socios. Finalmente en
1933 fue cuando el Gobierno Federal adquirió este canal por conducto de la CNI;
quien a partir de entonces se hizo cargo.
En su origen el Sistema de Irrigación comprendía únicamente las tierras de
la margen derecha del río Culiacán, construyéndose al efecto obras para bajo
riego en una parte de esas tierras en el llamado canal del Sur. Para Julio de 1936,
la Administración y Operación del Sistema fue entregada al Banco Nacional de
Crédito Agrícola, S. A. por conducto de su Departamento de Fideicomiso.
Fue así que desde que la CNI, entró en posesión de dicho Sistema de
Irrigación, se iniciaron rápidamente los estudios correspondientes para poner en
cultivo bajo riego, todas las tierras susceptibles de riego desde el punto de vista
agronómico, teniendo como fuente principal de aprovechamiento, las aguas
corrientes del río Culiacán; de tal forma que la CNI; hubo incluido en sus estudios
tanto las tierras de la margen derecha como las de la izquierda del citado río.
275 AHA. Consultivo Técnico. caja 649. expediente 6206. foja 4 276 Ibíd., foja 5
150
Por esta razón una de las particularidades en la conformación del Distrito de
Riego número 10, fue que un canal particular denominado Cañedo, propiedad de
La Compañía Azucarera Almada S. C.; que se encontraba ubicada en la margen
izquierda del mencionado río, tuvo que pasar a ser propiedad Federal por causa
de utilidad pública; así fue como lo recomendó el jefe del citado departamento en
dicho informe.277
El estudio en cuestión también analizó las aguas que utilizaba el canal
Cañedo, quién prácticamente tenía todo el volumen que escurría del río Culiacán
gracias a una concesión; de esa manera sabemos hoy en día que en épocas de
estiaje, utilizaba en promedio de 3,082 litros por segundo, mientras que en épocas
de avenidas, utilizaba alrededor de 9,000 litros por segundo.
También fue posible saber porqué resultó tan importante para la Comisión
el estudio correspondiente a la calidad de los suelos en el valle central de Sinaloa;
en dicho valle, y de acuerdo al informe, la composición de los suelos fue de dos
tipos; el primero llamados suelos recientes o de vega (tierra muerta) y el segundo
llamados suelos de barreales. En su conjunto los suelos son profundos y ricos en
elementos fertilizantes y por lo tanto adaptables a un gran número de cultivos de
los que se obtienen buenos rendimientos unitarios.
Las principales deficiencias o limitantes de los suelos en el valle central, son
por una parle sus malas condiciones de drenaje impuestas por su topografía
plana, y por otra las altas concentraciones de sales que por sí solas excluyen una
superficie bastante considerables de tierras.
El factor que influye preponderantemente en la clasificación es la
alcalinidad. El estudio que mandó a realizar la Comisión comprendió una
superficie total de 104,000 hectáreas que resultaron distribuidas de acuerdo al
siguiente cuadro.
Cuadro número 5
Clases de tierras en el valle de Culiacán
277 Ibíd., foja 5
151
CLASE CULTIVABLE HECTÁREAS
PRIMERA SI 27,250.75
SEGUNDA SI 29,641.50
TERCERA DUDOSA 31,192.65
CUARTA DESECHABLE 16,252.75
TOTAL 104,337.65
Elaboración propia. Fuente: AHA. Consultivo Técnico. caja 649. expediente 6206. foja 6
Con lo que respecta a la tercera clase, mencionó el informe a la Comisión que
ésta puede ser cultivable sin peligro; siempre y cuando se construya un sistema de
drenaje profundo y adecuado. Por otra parte, manifestó dicho informe que si sólo
se tomara en cuenta las tierras de primera y segunda clases, la extensión sería de
56,892.25 hectáreas.
Pero, como lo recomiendan en su informe los ingenieros encargados de
dicho estudio; se realizan las obras propuestas de drenaje, de aprovecharían las
tierras de terceras clase llegando a un total de 80,000 hectáreas, desechando sólo
aquéllas que por su lejanía no pueden ser dominadas por la red de canales
existentes.
Vemos entonces el gran valor que representa dicho informe porque
representó el accionar del Gobierno Federal en la conformación del distrito de
riego número 10 Culiacán y por qué no decirlo, en la conformación de la mayoría
de los distritos de riego del país. Pues nos muestra cómo es que con las obras
hidráulicas existentes; --públicas ó privadas-- y con la ampliación y creación de
algunas obras más, se configuró la gran obra hidráulica nacional y de los valles de
Sinaloa en particular.
Además como reveló en su momento dicho informe que el tipo de agricultor
que residía en Sinaloa, se consideraba más adelantado en cuestiones de la
agricultura con respecto a sus contemporáneos del país y si a ello le aunamos que
en Sinaloa contaba con una extensión aproximada de 500,000 hectáreas de
buena calidad, pero sobre todo con los recursos hidrológicos suficientes para
poner dichas tierras al cultivo, es de suponer que se esperara un incremento muy
152
considerable en la producción de garbanzo, ajonjolí, caña de azúcar, maíz y
legumbres que era lo que se cultivaba en esa época; y que tenían gran demanda
tanto nacional como extranjera.
Ante ese panorama y tomando en cuenta que con la obra hidráulica
existente, el distrito de riego no rendiría en toda su capacidad con las puras aguas
de avenidas del río Culiacán, el informe antes referido recomendaba que:
Para que el Distrito produzca todo lo que es capaz de producir económica y
socialmente y también para que la inversión federal resulte realmente eficaz es
necesario que se disponga de aguas almacenadas.278
Sin duda los especialistas de la CNI, esperaban que al iniciar la construcción del
distrito de riego número 10, y que ya entrando en funciones las obras hidráulicas,
se bañarían todas las tierras susceptibles de ser cultivadas, detonarían también en
la región todas las actividades económicas, políticas y sociales del valle central de
Sinaloa. Con tan halagadoras expectativas la comisión encargada de llevar a cabo
el estudio recomendaba entre los puntos más importantes:
1. La realización completa del programa que la CNI; tiene para el distrito de
riego número 10.
2. Porque económicamente una empresa de esta naturaleza es quizá la más
económica.
3. Desde el punto de vista agrícola es recomendable el riego por la calidad de
sus suelos.
4. Desde lo social es recomendable la construcción completa porque con la
diversificación de productos pueden entrar al cultivo 60,000 hectáreas y
concentraría en la zona una gran cantidad de población en muy diversas
actividades tales como el comercio, la industrial y los servicios entre
muchos otros.
Una visión de la CNI bastante integral en cuanto a hacer de las actividades
agrícolas el detonador de la economía sinaloense; porque además se esperaba
que con la puesta en marcha de la presa Sanalona, que ya había sido
278 Ibíd., foja 6
153
contemplada que aumentaría su capacidad en el Proyecto; regaría con ello 80,000
hectáreas en lugar de las iniciales 65,000 que originalmente se tenían planeadas.
Un aspecto importante que hay que rescatar del informe es que para
entonces, también se recomendaba el empleo de cantidades moderadas de agua
para el riego y la práctica de agregar a los suelos, la mayor cantidad de
desperdicios de la cosecha y abonos verdes con el fin de mejorar las deficiencias
del nitrógeno de los suelos sinaloenses; podríamos considerar esas últimas
recomendaciones como las primeras medidas de tipo ecológico en el cuidado del
medio ambiente en Sinaloa.
5.3.2 Distrito Nacional de Riego de Bamoa
Considerando que la propia Secretaria de Agricultura y Fomento, a través de la
Comisión Nacional de Irrigación eran las que llevaban a cabo las obras de
construcción hidráulica en todo el país, y viendo muchas veces que los dueños de
los canales en ocasiones negaban el abasto de agua a los usuarios; cobraban el
agua sin invertir en mejoras de infraestructura del canal, condicionaban el agua a
cambio de la venta de la cosecha y una serie de malos manejos razón por la cual
se originaban ardientes conflictos entre los usuarios y los dueños de los canales;
la CNI en varias ocasiones fungía como árbitro en las disputas.
Uno de tantos sucesos ocurridos en el estado de Sinaloa lo protagonizaron
los dueños del canal Bamoa y los usuarios del mismo en el municipio de Guasave;
razón por la cual la CNI consideró necesario constituir el Distrito de Riego de
Bamoa publicado en el Periódico Oficial el 2 de mayo de 1942.279 Por los
siguientes motivos, textualmente dice:
CONSIDERANDO: Que mientras no se aplique la Ley de Irrigación en los terrenos
beneficiados por estas obras, sus propietarios podrían especular en perjuicio de los
campesinos o futuros usuarios con la venta o fraccionamientos de estos terrenos,
aprovechando previamente la elevación de precios que dichos terrenos tendrán al ser
beneficiados.
279 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 546. expediente 8139. fojas 209-210
154
Ante este panorama que ni por mucho era nuevo, en Sinaloa; sino que ocurría en
todas las regiones del país. Pero en el caso especifico de esta región, la CNI llegó
al siguiente al acuerdo de constituir el Distrito Nacional de Riego de Bamoa,
incluyendo en ellas las obras ya construidas, y las que futuramente construiría
para el riego y funcionamiento del mismo.
Así como todos los terrenos que se ocupen para el beneficio de esta obra
como los terrenos que ocupan los vasos de agua, y de acceso tales como
caminos, pastizales, ciudades agrícolas, en fin todo lo necesaria para el buen
funcionamiento y desempeño del Distrito Nacional de Riego de Bamoa.280
A partir de la fecha de la publicación en el Diario Oficial de la Federación de
igual modo la CNI, pondrá en conocimiento a las autoridades locales de Sinaloa la
creación del Distrito de Riego; para que ya no sean reconocidos ni mucho menos
registradas como válidas las operaciones que se practiquen en los terrenos
comprendidos dentro de los límites fijados para el propio Distrito de Riego.281
Los pasos ya estaban dados en materia hidráulica, por lo que sólo fue
cuestión de aprovechar las coyunturas que se fueron presentando en cada una de
las sociedades o empresas de riego, en los diferentes espacios de acción del
estado de Sinaloa; para llevar a cabo la centralización del agua nacional.
5.3.3 Incorporación de los Sistemas de Riego Mc Conegly ó Florida y
Valenzuela ó Bonanza del Cubilete a la CNI
Los problemas legales y económicos que desde siempre había tenido la sucesión
Blas Valenzuela, para mantener en operación el sistema de riego denominado
Bonanza del Cubilete o canal Valenzuela, siempre se encontraron presentes
desde sus inicios, pero de algún modo se iban sorteando dichos problemas; en
algunas ocasiones por la influencia política que gozaba en la región su dueño, y
algunas otras por medio de la coerción muy propia de los dueños de los canales y
así nos lo hace saber Wilfrido Llanes Espinoza en su estudio.282
280 Ibíd. 281 Ibíd. 282 Wilfrido Llanes Espinoza. Sociabilidad, política….Op. Cit.
155
Pero también parte de esa problemática quedó plasmada en la
documentación que dirigió en su momento la Sucesión Blas Valenzuela, a la
Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrografía; dependiente de la Secretaria
de Agricultura y Fomento en adelante SAF, específicamente el 4 de diciembre de
1940.283
En esa documentación, los apoderados legales realizan una remembranza
detallada de cómo fue que se creó el sistema de riego en 1924, y todas las
vicisitudes que ha enfrentado tanto en lo económico como en lo social desde ese
tiempo. Cabe destacar que en la mayor parte de la documentación consultada,
sobresalen problemas de tipo económicos, derivados de una mala gestión y cobro
de los servicios prestados a los diferentes usuarios del mencionado servicio.
Pero no sólo fueron problemas de administrativos y económicos los que se
detectaron, sino también existieron serias irregularidades en el cumplimiento de
las obligaciones contraídas con la propia SAF; motivo por el cual fueron
intervenidos los bienes de la compañía en 1929;284 recuperándolos dos años
después.
Además en dicho informe la Sucesión Blas Valenzuela, rinde a detalle la
difícil relación sostenida a través de los años con los usuarios del canal; ya que
éstos; según los dueños legales, se niegan a cumplir con la cuota de 8.00 pesos
establecida por la propia SAF; y que por ese motivo es casi imposible continuar
con las obras de reparación tan necesarias para el buen funcionamiento del canal.
Pues bien, este y otros factores también derivados de la difícil situación
sostenida entre dueños y usuarios del susodicho canal llevarían a la SAF, años
después a realizar una investigación detallada de la situación tan recurrente que
se presentaba en esta parte de la geografía sinaloense.
De esta forma el perito encargado de llevar a cabo la investigación rindió su
informe el 10 de abril de 1945;285 manifestando en él, que el estado de
conservación del canal denominado Bonanza del Cubilete, del municipio de
283 AHA. Aprovechamientos superficiales. caja 543. expediente 8131. fojas 576-579 284 Ibíd., foja 576 285 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 1125. expediente 15807. fojas 538-539
156
Guasave y por el cual se derivan las aguas del río Sinaloa, para riego de terrenos
ejidales y de propiedad privada se encontraba en las siguientes condiciones:
1. Estaban azolvados todos los canales secundarios.
2. Los bordos de dicho canal se encontraban destruidos.
3. Las compuertas en mal funcionamiento.
4. El sifón construido en el canal principal para cruzar el arroyo de
Ocoroni, seguramente caería con la próxima avenida.
Los costos estimados por el perito para realizar las reparaciones necesarias eran
del orden de los 150,000 pesos y que la empresa por ningún motivo estaba
dispuesta a costear; ya que según ella, los ejidatarios le adeudaban al momento,
la suma de 157,527.95 pesos y no se encontraba en condiciones de invertir tan
fuerte cantidad de dinero.
Pues bien el perito en turno realizó una serie de recomendaciones a la SAF
con la finalidad de dar solución a tan grave problemática; entre otras cuestiones
proponía, primero la urgencia de practicar las liquidaciones correspondientes en
cada ejido entre Empresa y usuarios, segundo que encontrándose dicho canal
Bonanza dentro del Sistema de Irrigación número 10, y dentro de su zona de
influencia los ejidos más representativos e importantes de la zona, debía
expropiarse a favor de la Nación, tercero que mientras eso ocurra, se forme una
Junta que administre por el momento la distribución de las aguas.
Sin duda que la situación era preocupante en la región y cada vez se
tornaba mucho más complicada, por lo que el 22 de agosto de 1945 la CNI por
medios de la SAF, dictaminaba lo siguiente en lo referente al canal Valenzuela,
también llamado Bonanza del Cubilete.
De acuerdo con la información contenida en los archivos de dicha
Secretaria, el Sistema de Riego fue establecido por Blas Valenzuela el 20 de
octubre de 1924;286 para aprovechar las aguas mansas y broncas del río Sinaloa,
en la Irrigación de 6,000 hectáreas.
286 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 553. expediente 8176. fojas 19 a la 36
157
Posteriormente, dicho canal amplió su capacidad; así como sus redes de
distribución amparado en tres solicitudes de ampliación con la intención de irrigar
10,246 hectáreas más de tierras de la propia hacienda Bonanza, y las tierras de
las comunidades indígenas de Guasave, Nío, Jesús María y algunos otros más; la
Sucesión Blas Valenzuela, en ese tiempo realizó una serie de transacciones de
traspaso y donaciones de tierras sin especificar si esas susodichas superficies
eran de riego o tenían derecho a utilizar las aguas del canal Valenzuela.
Ante esa serie de irregularidades no tan claras en cuanto a usos de agua y
la forma en las cuales se llevaron tanto los traspasos como las donaciones de las
tierras; la Comisión aclaró que solamente la Empresa tenía legalizados sus
derechos de agua para irrigar al año 6,000 hectáreas tanto propias como ajenas y
que las demás concesiones solicitadas para regar las 10,246 hectáreas y las
otras dos, no han prosperado satisfactoriamente, en virtud de que no han cumplido
con los requisitos correspondientes.287
Esta aclaración realizada por la SAF en su dictamen puso de manifiesto que
la susodicha Sucesión Blas Valenzuela, ha venido realizando mayores
aprovechamientos de agua del río Sinaloa sin la correspondiente autorización de
la SAF; lo que pone de manifiesto las prácticas discrecionales de los encargados
de administrar los recursos hídricos del país tal como lo sostiene Luis
Aboites.288Cuando afirma que las políticas en materia de aguas son manejas de
forma discrecional por las elites locales.
Por lo tanto y ante la evidente situación de descontrol legal administrativo y
económico, así como las pruebas contundentes que los estudios realizados por la
Comisión demostraron, se llegó a la resolución de que las obras hidráulicas de
este sistema de irrigación debiera pasar de inmediato al dominio de la Nación en
los términos que dicta la Ley que para efectos legales se encontraba vigente.
El dictamen de la Comisión considero entre los factores más importantes
para tomar esa determinación que el 76.62% de los aprovechamientos de agua
que se realizaban en la región de afectación, correspondían a los ejidos y que sólo
287 Ibíd., foja 25 288 Luis Aboites Aguilar. La decadencia del agua de la nación…..Op. Cit., p. 26
158
el 23.30% correspondían a particulares, es decir ante este hecho tan contundente
era prioritario dar sustento a la política hidráulica implementada por el gobierno.
En cuanto a los sistema de riego Florida o también llamado Mc Conegly,
del canal principal Sabino, y todas sus obras hidráulicas secundarias, el
aprovechamiento total del líquido, es decir el 100%, corresponde a los ejidos y las
Juntas que tienen posesión provisional de tierras; por lo cual dicho sistema
hidráulico debe pasar a ser propiedad de la Nación, al confirmarse de manera
definitiva la propiedad de las tierras; así como reconocerse las accesiones de
agua correspondientes a dichos ejidos.289
En términos generales, los canales Valenzuela o Bonanza del Cubilete y
Florida, que derivan sus aguas de los ríos Sinaloa y Ocoroni del estado de Sinaloa
y que fueron construidos por particulares, para riego de terrenos propios y ajenos,
pasaron a depender administrativamente a la SRH; en tanto no se constituyera el
Distrito de Riego del Río Sinaloa, según acuerdo firmado por el Presidente Miguel
Alemán el 19 de abril de 1950.290
5.3.4 Conformación del Distrito de Riego 063
Para el año en que se terminaban las segundas hostilidades bélicas mundiales el
canal propiedad de Regino Sánchez continuaba siendo el que más extensión de
tierras irrigaba en el valle del río Sinaloa con 12,153 hectáreas; de ese total, el
62% pertenecieron al régimen privado de la tierra y el 38% al sistema
ejidal;291como se puede observar, el régimen de la propiedad de la tierra ejidal va
perdiendo la batalla ante la embestida de la pequeña propiedad.
Debido a estos requerimientos por parte de agricultores aledaños a la zona,
se construyeron algunos otros canales sobre las márgenes del canal principal El
Burrión; conocidos con los nombres América, Cofradía y Máquina, de tal forma
289 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 553. expediente 8176. foja 34 290 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 553. expediente 8176. foja 529 291 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 553. expediente 8176. foja 29.
159
que con la integración de estas nuevas obras, la superficie irrigada ascendió a
28,000 hectáreas de tierras con riego.
De conformidad con los tiempos que se vivían en el país en torno al impulso
agrícola que recibía el Estado de Sinaloa y que de algún modo no se estaba
haciendo un buen uso de los recursos hidráulicos, el Secretario de Agricultura
Marte R. Gómez, ordenó el 15 de octubre de 1946, con carácter de muy urgente,
la visita de una comisión integrada por miembros de la CNI a tierras sinaloense
para que se le informará cual era en realidad la situación actual de los usuarios de
los canales de riego más importantes en la parte centro-norte del estado tales
como el Valenzuela, Florida, Burrioncito y Cañedo292.
La razón era simple, se hablaba que no había sido posible arreglarse de
manera satisfactoria todos los acuerdos en torno a la mejor utilización del agua,
así como su adecuada conservación y consolidación de los derechos que
correspondían a los campesinos; y esa comisión tendría que ver todos esos
aspectos para ver la manera de resolverlas definitivamente.
Como se puede observar los problemas en torno a la administración y
distribución de las aguas nacionales por parte de empresarios privado, tenían
aristas difíciles de resolver, además ya en algunas regiones se estaba llevando a
cabo la integración de los distritos de riego, por lo que el secretario de Agricultura
consideraba prioritario tener un panorama real que le permitiera tomar las mejores
decisiones en torno al problema del agua, sobre todo en Sinaloa que ya se
consideraba una región agrícola de suma importancia.
Una de esas compañías irrigación fue la de don Regino Sánchez,
denominada Regino Sánchez y Compañía, la cual siguió funcionando hasta que
finalmente por resolución dada el 10 de junio de 1947,293 el Departamento Agrario
dependiente de la extinta CNI, expropio el mencionado canal junto con las obras
adyacentes para integrarse de esta manera el Distrito de Riego 063.
Toda esta infraestructura, pasó a la administración de un consejo ejidal y
posteriormente bajo el control del gobierno federal por decreto del Presidente
292 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 553. expediente 8176. foja 198 293 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 546. expediente 8139. fojas 566-567
160
Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958); incorporándose entonces al distrito de riego
número 063 del municipio de Guasave.
Ante la importancia económica que representaba explotar las aguas del río
Sinaloa, el 7 de septiembre de 1948, el secretario de la SRH Adolfo Orive Alba,
declara la veda del río Sinaloa por tiempo indefinido hasta que se haga un estudio
eficaz para aprovechar de mejor manera este importante recurso.294
En términos generales agregaríamos que los canales Burrioncito, Bonanza
del Cubilete y Sabino-Florida, fueron construidos por la iniciativa privada; la cual
no pudo controlar la distribución de las aguas por haber sido afectadas sus tierras
por ejidos que le constituyeron problemas económicos y disciplinarios;295 ante tal
situación, el estado mexicano consideró conveniente su expropiación, sin definir la
forma de operación; lo cual ha derivado hacer creer a los ejidatarios que ellos son
los únicos dueños de los canales creando con ello conflictos mayores de los que
se pretendió remediar.
5.3.5 Distrito de Riego 111 Río Presidio-Sinaloa
Los antecedentes de la conformación del distrito de riego 111, tienen su origen en
las disputas generadas entre los concesionarios Manuel Alvarado y la Compañía
Irrigadora Siqueiros, el primero de ellos con una concesión para sustraer 1000
litros de agua por segundo del río Presido que data del 14 de septiembre de 1905;
y el segundo para extraer del mismo río presidio, la cantidad de 660 litros por
segundo, a partir del 7 de enero de 1907.296
Estas disputas entre los descendientes, desembocaron en la conformación
de una empresa denominada Compañía de Riegos fundada el 1 de octubre de
1929, la cual beneficiaría a las partes involucradas; pero también adquiriendo
responsabilidades y compromisos con la propia Secretaria.297 El 15 de julio de
1944 la CNI, le solicita al jefe de departamento informes sobre el curso que
294 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 546. expediente 8139. foja 337 295 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 546. expediente 8136. fojas 518-530 296 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 1126. expediente 15808. fojas 476-479 297 Ibíd.
161
llevaron las obligaciones contraídas por la nueva compañía; ya que no hay reporte
alguno de sus obligaciones por lo que son causas de caducidad.
Para el 14 de noviembre de 1944 y al no haber encontrado una respuesta
satisfactoria de parte de los concesionarios del la Compañía de Riegos,
argumentando que sus tierras habían sido repartidas a los ejidatarios y que por tal
motivo no hicieron ni los arreglos necesarios al susodicho canal huertas para
satisfacer sus demandas de agua, se toma la determinación por parte de la CNI,
de pasar al dominio de la Nación, sin compensación alguna, las obras construidas
en el cauce del río y zona federal, así como lo relativo a los aprovechamientos de
agua del río Presidio.298
En esas circunstancias y debido a que de acuerdo con la SRH; se
consideró imprescindible continuar con el desarrollo del programa llevado a cabo
por dicha Secretaria de fomentar y realizar la planeación, proyección, construcción
y operación de las obras de riego, así como la colonización de tierras beneficiadas
para aumentar, mejorar y asegurar la producción agrícola, procurando como
siempre, aprovechar al máximo las aguas de la nación.
Por tal motivo, dicha Secretaria, toma el acuerdo de declarar la veda del Río
de propiedad nacional llamada Presidio con sus afluentes directos o indirectos,
además la veda es de carácter indefinido a partir de 8 de diciembre de 1954.299.
Fue así que el 31 de diciembre de 1954 se publicó en el Diario Oficial de la
Federación el acuerdo que declara veda para el uso de las aguas del Río Presidio
o Mazatlán o Villa Unión o Ventanas o Tambor o Tecomate o las Lagunas o
Siqueiros, en los Estados de Durango y Sinaloa, la cual se estableció para
garantizar la viabilidad de las obras que forman parte del distrito de riego, así
como la colonización de las tierras beneficiadas con las concesiones de agua que
se otorguen de conformidad con la normatividad aplicable, en el cual se reconocen
298 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 1126. expediente 15808. fojas 484-486 299 AHA. Aprovechamientos Superficiales. caja 1650. expediente 23929. foja 74
162
los primeros estudios realizados a efecto de constituir el Distrito de Riego 111, Río
Presidio-Sinaloa.300
De tal forma que el 25 de abril de 1962 se publicó en el Diario Oficial de la
Federación el Decreto por el que se estableció veda por tiempo indefinido para el
alumbramiento de aguas del subsuelo en el acuífero del Río Presidio, misma que
en términos de la fracción III del artículo 11 del Reglamento de la Ley de fecha 29
de diciembre de 1956, en materia de Aguas del Subsuelo, permite el otorgamiento
de concesiones y asignaciones para usos doméstico, industrial de riego, entre
otros.
5.3.6 Distrito de Riego número 074
El distrito de riego número 074 se encuentra localizado en el municipio de
Guamúchil y en la región de Angostura y riega por derivación el valle de
Guamúchil, siendo su principal fuente de abastecimiento, las aguas que corren
sobre el río Mocorito (también llamado río de San Sebastián del Évora).
Entre los principales usuarios de dicho afluente, se encontraban los señores
Felipe y Cristino Riveros desde antes de 1903,301 Estos usuarios disponían de un
volumen aproximado de 5´000,000 de m3 de agua anuales a partir de 1926;302 y la
utilizaban principalmente para el riego de sus terrenos en el ejido La Trampa y la
exHacienda, ubicados municipio de Angostura; pero en la confirmación de
derechos celebrado unos años después, también especificaban que ocupaban
agua para irrigar 60 terrenos ajenos, y para ello utilizaron un canal de 11
kilómetros de longitud que ellos habían construido por cuenta propia.
A la muerte de los usuarios originales y de acuerdo con un documento
consultado en el AHA, a finales de 1960, la sucesión que quedó como dueña,
solicitó a la Secretaria de Recursos Hidráulicos, la indemnización correspondiente
por la expropiación de las obras realizadas con anterioridad para conducir las
300http://vlex.com.mx/vid/establece-riego-rio-presidio-sinaloa-38096315#ixzz0iK8JUYzc. Consultado el3 de Febrero del 2010 301 AHA. Aprovechamientos Superficiales. Caja 1282. Expediente 17514. Fojas 90-92 302 Ibíd.
163
aguas; es decir solicitaban la indemnización por la expropiación de los canales
que por acuerdo presidencial de fecha 18 de diciembre de 1956, pasaron a
conformar el distrito de riego número 074 del río Mocorito.303
A manera de conclusión general podemos agregar que las grandes y
pequeñas obras de irrigación que se fueron construyendo a lo largo de todo el
estado de Sinaloa, respondieron a una realidad dada; es decir fueron producto de
las políticas económicas que impulsaron aun más la agricultura de Sinaloa entre
1940 y 1960, y por ende el fuerte impulso que recibieron los municipios
sinaloenses en infraestructura hidráulica, material y equipo de bombeo
principalmente.
Sin duda tanto el Gobierno Federal como el Estatal estaban convencidos
que en la agricultura de exportación estaba el desarrollo económico del país y por
ende de Sinaloa; y por medio del impulso de la infraestructura hidráulica, fue
posible consolidar una economía basada en el desarrollo agrícola entre 1940 y
1960.
La construcción de las grandes obras hidráulicas en Sinaloa desencadenó
un proceso sostenido de desarrollo agrícola, que actualmente es complementada
con la instalación y puesta en marcha de las plantas generadoras de energía
eléctrica, y una amplia infraestructura de caminos vecinales y nacionales para dar
salida a los productos que son comercializados en el exterior
Los grandes sistemas de riego, la alta tecnología agrícola empleada, los
mecanismos del crédito empleados por los bancos por mediación de las
asociaciones agrícolas, la gran variedad de cultivos de exportación, así como
algunos otros elementos importantes, constituyeron junto con los apoyos
gubernamentales; los principales instrumentos que permitieron la consolidación
del desarrollo agrícola sinaloense.
Sin embargo no hay que olvidar que gran parte de esa fortaleza económica;
fue forjada sobre los hombros de miles ejidatarios, pero sobre todo de jornaleros
303 Ibíd.
164
que tuvieron que sucumbir ante la oleada de la nueva visión gubernamental;
generando con ello una gran diversidad de problemas sociales derivados de la
inmigración que año con año recibe el estado para la pizca de la hortaliza; entre
los problemas sociales que ha generado este modo de trabajo, sobresalen los
relacionados con los servicios de salud, educativos y asistenciales.304
304 José Luis Ceceña Cervantes, Fausto Burgueño Lomeli y Silvia Millán Echegaray. Sinaloa, crecimiento agrícola ….Op. Cit., p. 66
165
CONCLUSIONES
El proceso de reconstrucción económica que empieza a experimentar el país
después de la gesta revolucionaria fue lento y doloroso, un país dividido y roto en
todos los sentidos es lo que recibieron los nuevos gobernantes. En el periodo
posrevolucionario, el papel que jugó el estado mexicano fue dar un fuerte impulso
a la colonización y fomentar el desarrollo agrícola para que por esos medios se
impulsara el crecimiento económico, así lo hace saber Arturo Carrillo,305quién
además plantea que al lograr ese propósito, el gobierno tenía la necesidad de
controlar las aguas del estado y que esa razón fue suficiente para impulsar la
construcción de canales y represas controlando su distribución en la medida que
se fueron creando.
Por esta razón, el impulso que dio el gobierno al desarrollo de la actividad
agrícola en Sinaloa catapultó de alguna manera la forma en que se venía
desarrollando la agricultura en el estado, ya que anterior a ello las actividades
agrícolas tenían como recursos básicos para trabajar la tierra; las manos, y unas
cuantas escrepas tiradas por bueyes y mulas de tiro por lo que el avance fue muy
limitado en cuestión de la obra hidráulica construida; y no fue sino con la creación
Podemos agregar que las condiciones para que la agricultura comercial en
Sinaloa se desarrollara, se fueron dando mediante un proceso evolutivo que
comenzó con el esfuerzo de los grandes empresarios de finales del siglo XIX y
principios del XX, que apostaron su dinero y esfuerzo por superar las condiciones
adversas que presentaba la región.
Este esfuerzo se vio recompensado a mediados del siglo XX, tras superar
los efectos causados por la crisis de 1929 y por la gran coyuntura que
representaron los avances en la industria y tecnología agrícola que permeó toda la
actividad agrícola nacional.
305 Arturo Carrillo Rojas. Historia de la irrigación....Op. Cit., p. 6
166
Fue a partir del gobierno de Lázaro Cárdenas, cuando se dio un cambio
estructural al país, con la puesta en marcha de los planes sexenales con una
orientación eminentemente social.
Entre los punto fuerte de la política económica para reactivar al país se
apostaba por el Reparto Agrario, considerando al ejido como el núcleo que
reactivaría la maltrecha economía nacional; de igual modo la educación se tuvo
una orientación marcadamente socialista pues se confiaba a ese sistema la
reconstrucción nacional.
El siguiente paso después de llevar a cabo el reparto agrario, fue
implementar un ambicioso plan de alcance nacional para apoyar a aquellos
estados de la República Mexicana que contaran con cierta tradición agrícola, para
confiar en ellos el desarrollo de la economía nacional mediante el impulso de
aquellas actividades agrícolas de mayor rentabilidad económica a nivel
internacional como nacional, con cultivos como el algodón, trigo, maíz, arroz y
tomate.
La tradición agrícola sinaloense y la coyuntura dada, hizo que el país
confiara la producción de hortalizas a los agricultores de Sinaloa mediante la
implementación de la infraestructura hidráulica, sobre la base ya existente que se
venía arrastrando desde finales del siglo XIX.
Tal como se observar desde ese siglo, los productores agrícolas,
aprovecharon las aguas de los arroyos y los ríos para construir canales, tapos,
diques y represas, y obtener mejores frutos de la tierra. Ya entrada la tercera
década del siglo XX, fue evidente que las grandes obras fueron requeridas para el
crecimiento de la agricultura y el desarrollo de las regiones, ya no era posible
realizarlas sólo con inversión privada, pues para ello se ocupaban grandes
capitales, además la postura del Estado posrevolucionario para el noroeste del
país era adversa a la participación privada a estos niveles, pues no veían con
buenos ojos que los propietarios privados controlaran los recursos hídricos de las
regiones.
167
Por ello, el propio Estado se encargó de impulsar la construcción de presas
y canales, así como la formación de nuevos sistemas de irrigación aprovechando,
en el caso de Sinaloa las corrientes de los 11 ríos.
Durante largo tiempo hubo un acelerado crecimiento de la infraestructura
hidráulica y de la superficie bajo riego, producto de las negociaciones efectuadas
entre los agentes involucrados en el desarrollo agrícola de Sinaloa; es decir. El
Estado adecuó sus políticas públicas para crear las condiciones necesarias para la
inversión privada, donde se aposto a pequeña propiedad.
Para ello el Estado realizó un conjunto de inversiones de gran volumen que
tuvieron repercusiones importantes de tipo socioeconómico; dichas inversiones
comprenden obras que por su naturaleza son la base para impulsar el futuro
crecimiento económico de una nación.
Las obras que se construyeron con esos propósitos no generan en
ocasiones, fuertes recuperaciones directas, y aunque su rentabilidad social pueda
ser alta, la recuperación de la inversión en su conjunto es normalmente a largo
plazo. Por otra parte, los efectos indirectos tanto económicos como sociales que
producen, se extienden casi en forma ilimitada, pudiendo permitir que la población
eleve su nivel de vida de esta manera.
Sin las obras de infraestructura hidráulicas creadas por el Estado, sería
muy difícil avanzar en el desarrollo económico aun existiendo el incentivo del
mercado, tampoco sería fácil generar una riqueza nacional, por lo que su
justificación es fundamentalmente en el rubro social.
En general el estado de Sinaloa es de los pocos estados de la República
que se han especializado en la agricultura comercial, debido a sus condiciones
geográficas y climáticas, complementada con sus once ríos que bañan toda la
región de este a oeste y sus extensos valles ricos en nutrientes que
complementan el atractivo de Sinaloa a la inversión agrícola; es por este motivo
que desde el mismo gobierno se buscaron y se adoptaron las medidas agrarias
pertinentes para apoyar este sector y ser más competitiva en el mercado exterior.
168
Los cambios en relación a la nueva dirección de gobierno en las décadas
de 1940-1960, fueron cambios que beneficiaron el desarrollo económico de las
poblaciones rurales y urbanas de Sinaloa a partir de la agricultura. La
modernización del campo y el desarrollo del mismo, fue la base del desarrollo de
de la industria y los servicios.
Con estos antecedentes se puede afirmar que el inicio de la intensa
actividad agrícola que vivió el estado de Sinaloa sustentada en las grandes obras
de irrigación, dio sus primeros pasos durante periodo cardenista con el reparto
agrario y la puesta en marcha de un ambicioso plan hidráulico que inició con los
primeros estudios para la construcción de la presa Sanalona, en 1937, y continuó
expandiéndose durante los sexenios siguientes.
Desde entonces, el estado de Sinaloa se convirtió en la zona agrícola por
excelencia, cuyos rasgos típicos la diferencian del resto del país; ya que se
amplían las zonas de riego, se cultivan los más variados productos con las
técnicas más modernas y se consolida un importante sector agrícola empresarial
dedicado principalmente a la exportación de sus productos al vecino país del
norte.
Es posible agregar a estas consideraciones que las grandes y pequeñas
obras de irrigación que se fueron construyendo a lo largo de todo el estado de
Sinaloa, respondieron a una realidad dada; es decir fueron producto de las
políticas económicas que impulsaron aun más la agricultura de Sinaloa entre 1940
y 1960, y por ende el fuerte impulso que recibieron los municipios sinaloenses en
infraestructura hidráulica, material y equipo de bombeo principalmente.
La construcción de las grandes obras hidráulicas en Sinaloa desencadenó
un proceso sostenido de desarrollo agrícola, que actualmente es complementada
con la instalación y puesta en marcha de las plantas generadoras de energía
eléctrica, y una amplia infraestructura de caminos vecinales y nacionales para dar
salida a los productos que son comercializados en el exterior.
169
Un punto Importante que habría que rescatar es que si bien la
infraestructura material hidráulica implementada, aunada a las excelentes
condiciones geográficas y climáticas de Sinaloa, evidentemente impulsó la
economía del estado, y ese desarrollo también generó consecuencias.
Por un lado, el desarrollo económico sinaloense es evidente, su
infraestructura carretera, hidráulica y tecnológica, está muy por encima del resto
del país lo mismo que sus exportaciones, pero por otro lado, a partir de entonces
cada temporada de cosechas se genera un flujo migratorio que han afectado las
costumbres y tradiciones locales; así como también se encuentra una permanente
población flotante carente de lo más básico de los servicios; entre los que se
encuentra la salud, vivienda y educación, pero lo más lamentable es la todavía
explotación infantil.
Estos últimos puntos son temas en la agenda del agua que son
consecuencia del desarrollo agrícola sinaloense propiciado por el boom hidráulico
experimentado que deberían marcar la pauta de los nuevos enfoques cuando se
hable del desarrollo agrícola de Sinaloa.
170
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• ________ El uso del agua en la región de Cuernavaca, Cuautla durante la
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Archivísticas
Para esta investigación son y serán consultados los siguientes lugares tanto
locales como foráneos.
• Archivo General Histórico del Estado.
• Archivo General de la Nación (AGN). México, DF
• Archivo Histórico del Agua (AHA). México, DF.
• Biblioteca central de la UAS (CREDHIC).
• Comisión Nacional del Agua (CNA).
• Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
178
• Junta de agua potable y alcantarillado de Culiacán (JAPAC).
Hemerográficas
• La Jornada (2004),
• El Correo De la tarde (1940-1960), Mazatlán, Sinaloa.
• El Demócrata (1940-1960), Mazatlán, Sinaloa.
• La opinión (1940-1960), Culiacán, Sinaloa.
• El Monitor sinaloense (1940-1960), Culiacán, Sinaloa.
• Revista Presagio (1978, 1979, 1980), Culiacán, Sinaloa.
• Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 1940
Digitales
• Arturo Carrillo Rojas Historia de la irrigación en Sinaloa. (Una visión
Panorámica). En Arturo Carrillo, Israel Sandré y José Mandujano (Coord.).
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Electrónicas
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