UNIVERSIDAD DE MEXIeO · conceptual. También Borges está cerca ... tiva 'y se internen en un...
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UNIVERSIDAD DE MEXIeO
A. M. BARRENECHEA y E. S. SPERATTI
PIÑERO, La literatura fantástica m Argentina. Imprenta Universitaria. México,1957. XIV + 100 pp.
más apropiada el melodrama. o puedecensurársele por haber recurrido a estegénero, que si bien ha caído en desuso(precisamente por su falta de valores auténticos y trascendentales), no es de ninguna manera indigno: todos los génerosson lícitos y cada autOr tiene derecho autilizar el que considere más accesible asus posibilidades. Pero el uso y el abusode todos los elementos mencionados hahecho que La Locura de los Angelesadolezca de una notable inconsistenciateatral. La obra pretende transmitir unmensaje de optimismo: que la prostitución se regenere y desaparezca; que losdelincuentes se arrepientan y se entreguena la justicia; que perezcan la avaricia yla maldad; que triunfe el amor. Pero¿ son lícitos los medios de que se valeel autor para llegar a estas soluciones?Los personajes con qúe plantea el conflicto son los más fácilmente reconociblesen la vida mexicana: la abuelita, el nieto, la criada, la vecina, el ladrón, la prestamista, el policía, la prostituta. Ningunode ellos alcanza la dimensión necesariapara formar un carácter teatral: son tipos personajes d~ un solo perfil sin otraevolución que la que al autor convienepor simple requisito teatral. Y es queBasurto parece preferir la inserción de
La intención de esta literatura no· e~
simplemente introducirnos en un mundoirreal, sino presentarnos problemas metafísicos, problemas del tiempo y el espacio, del ser y el no ser, de la vida yel sueño. Macedonio Fernández está máscerca de la filosofía "en broma" que dela auténtica creación: elabora su humorismo sofístico construyendo lógicamentea partir del absurdo, elevando el equívoco, el retruécano y el chiste a la categoríaconceptual. También Borges está cercano a la filosofía, pero su don poético,su lenguaje rico y c_eñido, su humor, leconvierten en un artista de la narración.Antes que Borges y Fernández se haHanEduardo vVilde, precursor, con algunasgreguerías engarzadas en sus relatos románticos; Lugones, modernista, retórico,preocupado por las "fuerzas extrañas"que rodean al hombre; Quiroga, que vertió en sus relatos realistas algunos vislumbres de lo irreal alcanzados porsus inquietudes espiritistas, cientificistasy ... paternales; después de Borges, J ulio Cortázar, entre otros, ha escrito cuentos fantásticos en los que destaca el tenndel peligro humano de volver a lo primitivo o a lo animal. Las autoras hanhe~.ho un estudio cuidadoso, metódico.que revela, a pesar de su aparente frialdad, mucho amor. A. M. Barrenecheaanaliza a Macedonio Fernández y JorgeLuis Borges; E. S. Speratti Piñero aLeopoldo Lugones, Horario Quiroga yJulio Cortázar. A esta literatura la distingue su intención intelectual: está hecha para la inteligencia, no para la emoción. Ahora bien: ¿ la literatura no sepropone tocar a la vez estos dos térmi-
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un baile de la primera actriz en el primer acto; un' discurso demagógico sobrela policía, una palabra vulgar y un "mutis" de despedida para el personaje central en el segundo, culminando en el tercero toda la acción con un Ave María,que profundizar en la psicología de suscaracteres. Algunos de los recursos queusa Basurto pertenecen indudablementeal género teatral que ha escogido; perohace fa'lta algo más que malicia y habilidad. en los trucos, para que el conflictoplanteado se convierta en una verdad teatral producida por la evolución lógica deltema y de fas personajes. Nada de loque ocurre en La Locura. de los Angeles puede producirnos la sensación deuna imagen de la realidad. Los persona:jes son simples marionetas movidas algusto del autor, por eso las solucionesdan la impresión de ser también al gustodel autor, pero con muy remotas posibilidades. de tomar contacto con la realidad.Para lograr esto Basurto necesita honestidad en la exposición y autenticidaden las motivaciones entre otras cosas más.
La Locura de los Angeles fue escenificada, con absoluta fidelidad al texto,por Fernando Wagner con un grupo deexcelentes actores encabezados por doñaPrudencia Grifel y Consuelo Guerrero deLuna.
J. de la C.
nos? Borges lo logra a veces; los demás,excluyendo a Quiroga, sólo son constructores de laberintos o de tratados degeometría verbal que poco tienen que vercon el libre vuelo de 'la imaginación.
EDMUND WILSON, Los' Rollos del MarMuerto. Breviarios (124), Fondo de Cultura Económica. México, 1956. 125 pp.
Sobre un asunto que a simple vistaparece que interesaría sólo a los eruditos,Edmund \iVilson esuibió un reportajeque produjo revuelo entre los lectoresde periódicos de los Estados Unidos. En1955 lo publicó en "The New Yorker".Luego, alentado por la entusiasta acogida dispensada a su trabajo, 10 arregló enforma de libro, del que ya se han agotado varias ediciones. Ahora, gracias ala presente versión, los lectores de hablaespañola pueden juzgar de la razón delgran éxito alcanzado por Los Rollos delMar Muerto en los Estados Unidos.
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material artístico susceptible de proporcionar un goce estético. Su diálogo, comolo exige el estilo realista, no correspondeal de una mera conversación familiar,ha extraído las palabras de su limitadoámbito físico para que trasciendan loslímites de su simple condición informativa 'y se internen en un terreno poéticoque es el de la verdadera dimensión teatral.
La escenificación de esta obra ha corroborado los propósitos de la autor~ confidelidad absoluta, gracias a la direccióncuidadosa e inteligente de Seki Sano. Lalínea subjetiva del texto expone la obraa una equivocación en cuanto al tono queella requiere, principalm~nte porque. lasdecisiones de los personajes son motIvadas por una e;volución interna más sugerida que directamente ~:cpresad.a. Marc~rcon claridad esa evoluclOn ha sido el merito fundamental de la interpreta'ción deSeki Sano, y el factor deci~ivo para queLos Frutos Ca:ídos haya sIdo llevada aescena con la máxima dignidad que suscualidades requieren.
La elección cuidadosa de un repartoeficaz y apropiado cont~i~uy? notabl~mente al éxito de la esCel11f¡caClon. ManaDouO'las se identifica con Celia, enri-o .queciéndo1a y afirmándola como p.erso-na1idad teatral. A su lado, Lola T1l10COhace manifiesta su ca'lidad de intérprete,huyendo de los trucos fác.iles y con.v~ri
cionales que Paloma. hubIera permitidoaprovechar. Carmen de Mora, sensi~ley exacta, conmueve y convence amplJa"mente en Magdalena. Amado Zumay~
encarna con soltura y veracidad a Fernando. Y por último, Adriana Roel, apesar de su inexperiencia s~ muestra dú~~til a las órdenes de un dIrector expenmentado y logra convencer en su Dora~
La escenografía de Antonio LópezMancera mantiene la sobriedad característica de todo el espectáculo.
LA LOCURA DE LOS ANGELES
Luis G. Basurto es, posiblemente, elautor mexicano de mayor éxito comercial en estos momentos. Ha logrado reunir un público que sigue su trayectoriade autor con interés y fidelidad; un público que acude a ver sus obras con laseguridad de que recibirá las emocionesque desea. Para corresponder a esta fi-'delidad, Basurto posee una indiscutiblemalicia que es producto de su larga ex~
periencia como hombre. de teatro. El h;¡¡ido descubriendo cuáles son los elemen:tos que apresan la atención del públicocon mayor eficacia y ahora que los domina absolutamente, se ha decidido a uti~
lizarlos con prodiga'lidad. El camino esseguro y fácil, pero es necesario pregun~
tarse hasta qué extremo puede seguirse,sin que por ello pierda seriedad el drannturgo.
En La Locura. dI' los Angeles, laúltima de sus obras, Basurto se ha dejado llevar por su apasionada consideración de los espectadores. En ella hareunido el mayor número posible de ele~
mentas morbosos, presentándolos en hforma que el público los imagina convencionalmente: la avaricia, la maldad, elcrimen, la prostitución, la envidia, etc.:con venientemente amalgamados en un~
abierta lucha contra otras tantas virtucldpara plantear un obvio conflicto entre"el mal" y "el bien".
Para desarrollar este conflicto, Ba\lurto ha escogido como forma teatral
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UNIVERSIDAD DE MEXICO 31
Por Jaime GARCIA TERRES
A. B. N.
quedan a cargo del restaurador profesional.
Las materias que trata esta obra, enlos seis capítulos de que consta, son lassiguientes: "El problema de las bibliotecas y archivos". "Lo que se hace y loque se deja de hacer". "Las enfermedades y los accidentes que sufren los libros". "Higiene y seguridad del libra"."Terapéutica del libro". "Aplicacionesespeciales de esta terapéutica".
"¿ Piensa usted que sea lícito reconocermenos autenticidad literaria, menor poderde acción, en un poema defectuoso perosembrado de bellezas fuertes, que en unpoema perfecto pero sin gran resonanciainterna? ... ¿ Tan mezclada está la sustancia de mi pensamiento, y tan neutralizada su belleza general por las impurezasy las indecisiones que la recorren, queaquélla no alcanza, literalmente, a existir? "Lo malo es que Antonin Artaud nosiempre cumplía esa dosis mínima de belleza; y la tortura y la desesperación, porsí solas, no constituyen títulos de ciudadanía en la exigente república de las letras.
FERNAND CROMMELYNCK. Théatre completl: Chaud et froid; Une femme qu'a lecoeur trop pelito (Paris. Seuil.)
ApOLLINAlRE. Oetwres Poétiques. (París.Bib!. de la Pléiade; Gallimard).
Con todas sus frecuentes flaquezas,con sus repeticiones y pueriles artimañas,la poesía de Apollinaire, vista en conjunto, resulta imponente. No dudo que laspodas le aprovechen; que la cosecha brutadiluya, antes que exaltarlo, el brillo delos frutos más logrados. Y sin embargoesta recolección generosa tiene pleno sentido. Guillaume Apollinaire podrá no serun genio parejo y definitivo, ni siquieraun innovador consistente; poseyó en cambio cierta inagotable elocuencia y unaperpetua capacidad para el destello persona!. Aun en sus peores momentos hayalgo que lo ennoblece: un aura de cancióndesnuda; una cálida música sensual queprevalece sobre la rutina y el desfallecimiento inventivo.
Cuando, hace pocos meses. tuve oportunidad de leer Les amants puérils en unode los cuadernos periódicos que suelenpublicar las piezas estrenadas o repuestasen los teatros de París, no acertaba yo aexplicarme por qué el autor de esa espléndida obra (que lo es también de Le .COCtt 'magnifiqtte y Carina) no contabaaún con una edición colectiva de sustribajos. Me ha sorprendido, pues, muygraltaniente que Les éditions dlt seuilhayan iniciado ya tan indispensable empresa. Los dos ejerc}cios que aloja el primer tomo no constItuyen, en SI, revelaciones extraordinarias; pero sin duda preludian una de las expresiones más vigorosas del teatro moderno, y junto con las
Baraja de libros extra~eros
d~s por sencillo y directo, los procedimIentos que deben seguirse, por ejemplo,para destruir ciertos animalitos destructores aunque no se conozca su nombreen latín.
0-1 tratar de la "higiene", habla de losCUIdados mediante los cuales cualquierpersona puede impedir que sus libros enfe:men. Al tratar de la "terapia", descnbe las· operaciones necesarias para rep2ra y poner en estado de conservaciónun libro o Un documento dañados; operaciones compli'cadas éstas, las cuales ya
A. Artaud- "caso sintomático de nuestrotiempo"
¿ Hasta qué punto es Artaud un verdadero escritor? En ocasiones, aunque nodeja de cobrar, aquí y allá, una angustiosa penetración alucinada, su obra seantoja desahogo puro, o escueto delirio,o documento para uso eXc!).lsivo del psiquiatra. Como quiera, no es posible desatenderlo: su caso es demasiado sintomático de nuestro tiempo. El problema seresumiría en estas palabras que el mismoArtaud confiaba a Jacgues Riviere:
ANTONlN ARTAUD. Oenvres completes, Tome l. Paris. Gallimard.)
A. B. N.
JUAN ALMELA MELlÁ, Higiene y Terapeútica del Libro. Fondo de CulturaEconómica. México, 1956. 219 pp.
Las enfermedades de los libros realmente existen. Pueden ser producidaspor la invasión de organismos destructores o por causas quími'cas o físicas; )'asimismo pueden ser combatidas. De aquíque sea lícito hablar de "patología" dellibro. Esto, que todavía parecerá extravagante a muchas personas, ya hacetiempo que ha sido aceptado por eminentes bibliógrafos.
En efecto, "Patología del Libro" fueel título de un discurso que leyó donAmalio Gimeno al ingresar en la RealAcademia de la Lengua en 1921. Desde1938 funciona en Roma un Instituto dePatología del Libro. Hace algunos añosel director de dicho Instituto publicó unlibro titulado Patología e' Terapia delLibro, Y por último, hasta se ha acuñado una palabra nueva para designarla ciencia de cuidar y curar los libros.
Juan Almela Meliá no profundiza enlos aspectos técnicos de esta ciencia. Paraél lo importante es divulgar, empleandoun lenguaje que han de entenderlo to-
Unos muchachos beduinos, contrabandistas de cabras. hace nueve años encontraron, dentro de una cueva junto al MarMuerto, unos rollos de pergamino escritos en hebreo arcaico. Los vendierona bajo precio en J erusalém, sin que vendedores ni compradores supieran de loque se trataba. Pasó algún tiempo ~lt1tes
de que se viniera a entender que esosrollos contenían genuinos libros bíblicosy otras no canónicos, que procedían deuna fecha anterior a la de los más antiguos textos hebreos, y que pertenecieran a la secta judía de los esenios.
Sobre estos hechos trabajó Edmund\Vilson, componiendo un reportaje enque se emplean todos los recursos quepueden llamar la atención y despertarla curiosidad del lector ingenuo, y hastadel que se figura que no lo es tanto.Bien escrito. En el hallazgo, venta ycompra de los primeros pergaminos, ha~
ta la fuga del afortunado metropolitanoSamuel, hay excelentes atisbos de "suspense" cinematográfico. La reconstrucción histórica de la secta esenia, las descripciones del ambiente físico, están fraguadas en los moldes de la mejor escuela. Y todo interés sube de punto cuando se consideran las posibles "implicaciones" entre el haHazgo del Mar Muerto y la religión cristiana.
El autor, basándose en discusiones queya se han suscitado entre los eruditos,toma en cuenta la posibilidad de queJesús haya pertenecido a la secta esenia,y que, tomando por modelo al Maestrode Justicia fundador de la secta, quemurió por la justicia a manos de los impíos, tratara de cumplir por su cuentala misión de "maestro, mesías o mártirque vivió después". Y como para llevaral extremo la nota sensacionalista, rcmite a la Iglesia la solución del problema.
No puede negarse que si no fuera porei recurso sensacionalista, no existiría tallibra; y sería una lástima, porque gracias al interés que despierta, divulga importantes nociones sobre aspectos desconocidos del judaísmo precristiano.