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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE PREESCOLAR
LA EDUCACIÓN MUSICAL COMO EXPERIENCIA PEDAGÓGICA EN EL
DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA FASE PREESCOLAR. MANUAL DE ACTIVIDADES
Tesistas: Leidy J. Rojas R.
Noraida Santiago D.
Tutora: Dra. Blanca E. Cabral
Mérida, Octubre de 2006
Trabajo de grado presentado
ante la Escuela de Educación
para optar al titulo de
Licenciadas en Educación
Mención Preescolar
ÍNDICE Agradecimiento.........................................................................................................V
Dedicatoria.............................................................................................................VII
Resumen.................................................................................................................IX
Introducción..............................................................................................................1
CAPITULO I. EL PROBLEMA 1.1 Planteamiento del Problema.....................................................................5
1.2 Justificación del Problema........................................................................9
1.3 Objetivos.................................................................................................12
1.4 Fundamentación Legal...........................................................................13
1.5 Marco Metodológico...............................................................................16
CAPITULO II. FUNDAMENTACION TEÓRICA 2.1 Antecedentes..........................................................................................20
2.2 Educación Musical..................................................................................31
2.3 Inteligencia Emocional............................................................................45
CAPITULO III. LA FASE PREESCOLAR 3.1 Caracterización Psicosocial de La Niña y Del Niño de
Preescolar...............................................................................................58
3.2 Caracterización de La y Del Docente de la Fase Preescolar
................................................................................................................62
3.3 Proceso de Enseñanza – Aprendizaje en la Fase
Preescolar..............................................................................64
CAPITULO IV. 4.1 Educación Musical e Inteligencia Emocional en la Fase
Preescolar...............................................................................................69
CAPITULO V. MANUAL DE ACTIVIDADES 5.1 Manual de Actividades............................................................................78
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……………...………………………..129
REFERENCIAS BIBLIOHEMEROGRÁFICAS………………………………..……131
AGRADECIMIENTO
A mi Señor Jesucristo y a la Virgen María, por haberme dado el milagro de la
vida, iluminarme y cubrirme con su manto protector. Gracias por ayudarme para
culminar una de mis mayores y mejores metas.
A mi madre, mi padre, mis hermanas, hermanos y sobrinos, por su apoyo y
constancia incondicional a lo largo de mi carrera. Mil Gracias.
A Noraida, gracias por tu amistad y porque cada día me enseñaste a darle un
punto de alegría, optimismo y creatividad a las cosas. Mil gracias.
A la Dra. Blanca Elisa Cabral, por su valioso apoyo en la elaboración de nuestro
trabajo de tesis.
A Nuestra Máxima Casa de Estudio: Universidad de Los Andes, especialmente a la Facultad de Humanidades y Educación, por brindarme su
cobijo y permitirme crecer personal y profesionalmente.
Leidy J. Rojas Rangel
AGRADECIMIENTO
A Dios todopoderoso por estar siempre a mi lado en cada momento.
A mi mami que desde el cielo siempre me está guiando. Te adoro.
A mi papá por su apoyo incondicional y sus consejos que siempre me han
ayudado. Te quiero mucho.
A mis hermanas y hermanos que de una u otra manera siempre me han dado ánimo y me han apoyado. Gracias.
A Leidy, mi amiga y compañera gracias por estar conmigo en cada momento que
te he necesitado. Te quiero mucho.
A mi tutora la profesora Blanca Elisa Cabral, gracias por su tiempo y dedicación, sin su ayuda este trabajo no fuera posible.
A la ilustre Universidad de los Andes, especialmente a la Facultad de
Humanidades y Educación, por brindarme la oportunidad de vivir momentos muy agradables dentro de ella.
A todas aquellas personas que de una u otra manera aportaron su granito de
arena en este trabajo.
Mil Gracias.
NORAIDA SANTIAGO DÍAZ
DEDICATORIA
A mi Señor Jesucristo y a la Virgen María, por acompañarme y guiarme en cada
momento de mi vida.
A mi madre, mujer maravillosa, de espíritu incansable, digna de admiración,
respeto y amor. Hoy te dedico mi trabajo de grado y sabes que sin ti jamás habría
logrado ser quien soy. TE AMO PRECIOSA.
A mi papi, gracias por ser el hombre especial que vio en mi a una hija. Gracias
por rescatarme y enseñarme a descubrir, vivir y valorar cada cosa que hago. TE AMO PELUSA.
A mi abuelo, serás siempre el ser que recordaré con amor y alegría, te doy las
gracias por estar siempre junto a mí. TE AMO ABUELITO CHINO – CHINO.
A mis hermanas, hermanos, sobrinas y sobrinos, por enseñarme tanto de la
vida y motivarme cada vez que lo necesito. Gracias por existir.
A mi esposo, gracias por tu apoyo y compañía. A ti te debo y te dedico esta meta.
TE AMO MI CIELO.
Leidy J. Rojas Rangel
DEDICATORIA
Le dedico este trabajo
a todos las niñas y niños del mundo. Especialmente a mis sobrinos
Diego Alexander y Diana Alexandra, a mi querido hermano Leander José,
y a todos aquellos adultos que todavía conservan el espíritu de niñas y niños.
Gracias por ser tan inocentes y espontáneos Dios los bendiga y los proteja siempre.
NORAIDA SANTIAGO DÍAZ
Universidad de Los Andes
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Educación
Departamento de Preescolar
LA EDUCACIÓN MUSICAL COMO EXPERIENCIA PEDAGÓGICA EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA FASE
PREESCOLAR. MANUAL DE ACTIVIDADES.
Autoras: Leidy J. Rojas R. Noraida Santiago D.
Tutora: Dra. Blanca E. Cabral
RESUMEN La conducta del individuo se construye a lo largo de sus años y está sujeta a las
experiencias y a la educación proveniente de su entorno. Las emociones son uno de sus
elementos y gracias a la diversas investigaciones nos hemos dado cuenta que pueden ser
educadas desde temprana edad, generando el desarrollo de la inteligencia emocional
que es entendida como la capacidad de conocer, comprender, manejar y expresar
nuestras emociones y las de los demás; por lo que se hace necesario que durante la edad
preescolar estos aspectos sean abordados y orientados de manera adecuada, es por ello
que planteamos como objetivo principal, que la educación musical se emplee como
experiencia pedagógica que ayude a la estimulación y posterior desarrollo de la
inteligencia emocional, ya que ella permite al ser humano la expresión libre de su sentir,
al mismo tiempo que puede emplearse para cultivar sus capacidades, habilidades y
potencialidades. Por otra parte, este trabajo de investigación presenta un manual dirigido
a las y los docentes de la fase preescolar que les sirva de guía para el desarrollo del
objetivo que persigue esta propuesta. Metodológicamente el trabajo está basado en la
línea de investigación documental, la cual recopila los aspectos teórico referentes a la
educación musical y la inteligencia emocional como temas centrales para el
establecimiento de su vinculación y la posterior elaboración del manual de actividades que
está estructurado de acuerdo al Currículo de Educación Inicial.
INTRODUCCIÓN Hoy en día, a pesar de los cambios generados en la sociedad y de las situaciones
de violencia y continuas agresividades evidenciadas en ella, es común observar
en las escuelas que el individuo es formado laboral, intelectual y profesionalmente,
dejando de lado la preparación social y emocional, es decir, el desarrollo de las
habilidades sociales, afectivas y emocionales, sin darse cuenta que estos
elementos son necesarios para obtener bienestar físico, psicológico y social, para
convivir y triunfar en la sociedad.
Las emociones, son procesos, que forman parte del comportamiento y de la vida
de relaciones de todo ser humano, se ven influenciadas por factores biológicos,
psicológicos y ambientales, ya que desde que el individuo nace, es capaz de
experimentar emociones que se van complejizando en la medida de su desarrollo,
desde emociones indiferenciadas básicas, expresadas como reacciones
inmediatas a estímulos del entorno, hasta respuestas más organizadas, de
acuerdo al contexto, situación o persona. Lo que significa que las emociones
pueden y deben ser educadas en el mundo de relaciones en que se desenvuelve
el ser humano, siendo la escuela el espacio clave y el preescolar el período ideal.
Durante años las emociones han sido estudiadas como un proceso aislado de la
inteligencia, sin embargo estudios recientes han determinado que la razón influye
en las respuestas emocionales, desarrollándose así inteligencia emocional, la
cual es entendida, como la capacidad que poseen las personas para comprender,
manejar y controlar sus emociones de manera adecuada en un momento
determinado. Es por ello que Goleman (1995), afirma que la inteligencia emocional
es un aspecto importante para desarrollar excelentes relaciones intrapersonales e
interpersonales, constituyendo la escuela el lugar privilegiado para contribuir en su
desarrollo.
En tal sentido La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) y
La Ley Orgánica de Educación (1980), señalan que la educación en todos sus
niveles y modalidades debe ser integral, preparando a la niña y al niño para la
vida. Sin embargo hoy en día y a pesar de su influencia en el desarrollo
socioemocional del ser humano, no se plantea la inteligencia emocional como un
contenido en el proceso educativo. Es por esta razón que esta investigación se
centra en proponer la incorporación de la inteligencia emocional al proceso de
enseñanza – aprendizaje, en la fase preescolar, a través de la educación musical
como experiencia pedagógica de aprendizaje, ya que ésta se considera, un
lenguaje artístico, a través del cual todo individuo tiene la oportunidad de conocer,
aprender, expresar, controlar y manejar sus emociones en un contexto de
relaciones, pudiendo formar parte de la sociedad y establecer adecuadas
relaciones.
Por otro lado, es preciso señalar que la o el docente de la fase preescolar, es
quien tiene mayor responsabilidad dentro del proceso de enseñanza –
aprendizaje, ya que es considerado como facilitador o mediador de los
aprendizajes esperados en niñas y niños, por lo que es necesario, que su
formación sea continua y acorde con los cambios ocurridos constantemente en la
sociedad.
Para fundamentar teóricamente la vinculación entre inteligencia emocional y
educación musical, se consideró relevante realizar una revisión teórica en cuanto
a estos dos aspectos, quedando estructurado en los siguientes capítulos:
Capitulo I: Plantea el problema investigado, su respectiva justificación, objetivos,
fundamentación legal y la metodología que guió su realización.
Capitulo II: Expone los estudios realizados en cuanto a inteligencia emocional y
educación musical, así como también la fundamentación teórica de cada uno de
estos aspectos.
Capitulo III: Describe la caracterización de la niña y del niño de la fase preescolar,
así como también, se establece el ideal de la y del docente y del proceso de
enseñanza - aprendizaje en esta fase.
Capitulo IV: Presenta la vinculación entre inteligencia emocional y educación
musical como experiencia pedagógica en la fase preescolar.
Capitulo V: Incluye el Manual de Actividades de Educación Musical para el
Desarrollo de la Inteligencia Emocional en la Fase Preescolar, que puede ser
utilizado por la y el docente como guía u orientación en su labor educativa para
educar las emociones en sus alumnas y alumnos.
1.6 Planteamiento del Problema
1.7 Justificación del Problema
1.8 Objetivos
1.9 Fundamentación Legal
1.10 Marco Metodológico
EL PROBLEMA
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Las emociones son respuestas psicofisiológicas del organismo que al ser
estimuladas nos impulsan a actuar, son procesos de la conducta de todo ser
humano desde el momento de su nacimiento y se ven afectadas por el entorno, ya
que son vivencias y reacciones a hechos o acontecimientos que forman parte del
mundo de relaciones entre el individuo y su ambiente. Uzcátegui (1998), afirma
que las emociones son indispensables para mejorar la calidad de vida, debido a
que integran la psiquis de cada individuo y su personalidad, brindándole la
posibilidad de adaptarse al medio. Es por ello que Goleman (1995) y Bisquerra
(2000), señalan que en la sociedad los individuos actúan más siguiendo los
impulsos del corazón que de la razón, ya que al momento de tomar una decisión o
ante cualquier situación que se les presente, se dejan llevar más por lo que
puedan sentir en ese instante, sin razonar acerca de lo que están haciendo,
generando así respuestas positivas o negativas en su ambiente.
Actualmente en las sociedades pareciera existir un descontrol en lo que a
reacciones emocionales se refiere, tanto a nivel individual como colectivo, de esto
informan diariamente los medios de comunicación (radio, televisión y prensa),
mostrando situaciones que superan la razón, como acontecimientos agresivos,
violencia, disturbios y estallidos, en los cuales aparecen grupos o individuos
desbordados emocionalmente, sin un manejo adecuado de sus reacciones, es
decir, no tienen control de sus reacciones y respuestas emocionales. Por lo que
Torrabadella (1998), destaca que hoy en día se hace elocuente “demostrar la
importancia que tienen las emociones como condicionadoras de nuestro
comportamiento” (p. 9), estableciéndose directamente una necesaria y
fundamental relación entre emoción e inteligencia.
En tal sentido Goleman (1995), pionero en el estudio de la inteligencia emocional,
afirma que se trata de un talento básico para vivir, el cual consiste en ser capaz
de “refrenar el impulso emocional, interpretar los sentimientos más íntimos,
manejar las relaciones de una manera más fluida” (p. 17), logrando así desarrollar
habilidades o capacidades que le permitan tener mejores condiciones de vida. De
igual manera Goleman (1995); Uzcátegui (1998); Bisquerra (2000) y Blázquez
(2005), plantean que las personas pueden llegar a conocer, controlar y manejar
sus emociones y sentimientos, desarrollando inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la habilidad que posee el individuo de conocer,
controlar y manejar las emociones, con la finalidad de mantener un equilibrio entre
lo que siente y piensa y tener éxito en sus relaciones con los demás y consigo
mismo (Goleman, 2005 y Bisquerra, 2000). De tal manera, la inteligencia
emocional debería ser incluida como un componente más en todos los niveles del
sistema educativo, con la finalidad de que el proceso de enseñanza – aprendizaje
se adecue a lo que la sociedad está exigiendo en este momento.
En El Currículo de Educación Inicial (2005), se afirma que la niña y el niño son
seres biopsicosociales, lo que quiere decir que se encuentran inmersos dentro de
una sociedad, interactuando con otros individuos y con el ambiente donde se
desarrollan, internalizando y adaptándose a costumbres, creencias, valores,
actitudes e ideales, al mismo tiempo que establecen vínculos socioafectivos,
expresando diversidad de sentimientos y emociones, tales como: alegría, rabia,
tristeza, amor, simpatía, antipatía, ira, etc., las cuales deben aprender a manejar
socialmente, razón por la cual se hace necesario estimular la inteligencia
emocional. En nuestro país la niña y el niño desde temprana edad forman parte
del sistema educativo, por lo tanto el o la docente serán los encargados de
potenciar sus capacidades y habilidades psicosociales a través de un conjunto de
recursos de enseñanza - aprendizaje y actividades lúdicas expresivas, gráfico -
plásticas y musicales. De allí que la escuela sea el espacio privilegiado para
contribuir eficazmente al desarrollo de habilidades sociales, para que niñas y niños
eduquen su vida emocional como parte de su desarrollo integral y aprendan a
manejar, orientar y expresar sus emociones con inteligencia, incorporando la
música como un elemento clave para el desarrollo de la inteligencia emocional.
Por consiguiente, es importante mencionar, que el ser humano desde antes de su
nacimiento se encuentra en un mundo sonoro, pues científicamente se ha
comprobado que a partir de los cinco meses de gestación, los bebés tienen la
capacidad de escuchar los latidos del corazón de su madre al igual que su voz y
los sonidos que se producen en su entorno, por lo que es importante que la madre
le proporcione música agradable para estimular su desarrollo integral, ya que por
excelencia es un lenguaje universal que despierta múltiples sensaciones y
emociones (Gallegos, 2003).
La música es un arte, un lenguaje estético de expresión, compuesto por un
sistema de signos y estructuras, cuya función básica es la de provocar en el
individuo ciertas reacciones que puede expresar de acuerdo a su personalidad,
cultura, raza, edad y sensibilidad. Ya desde los griegos se planteaba la idea de
implementar la música en la educación como forma de contribuir con la formación
integral de las personas. Diversas disciplinas como la filosofía, psicología,
antropología, sociología y educación, se han dedicado al estudio, publicación y
comprobación del beneficio que la música genera en las personas. Según el
Currículo de Educación Inicial (2005) “el desarrollo integral de la niña y el niño
puede ser potenciado a través de la música” (p. 277), por lo que en el nivel inicial,
especialmente en la fase preescolar se utiliza la educación musical como recurso
didáctico para favorecer el proceso de enseñanza- aprendizaje en la educación.
Ahora bien, dada la importancia de la educación integral en el preescolar, se hace
necesario incluir en la formación de la personalidad del alumnado, el área social y
emocional, ya que la niña y el niño son parte activa dentro de la sociedad, como
seres que comienzan a interactuar con el mundo que los rodea y están
aprendiendo a establecer vínculos y relaciones, a responder, sentir y expresar sus
emociones, afectos y sentimientos, y es justamente la escuela, un espacio idóneo
para potenciar el desarrollo de la inteligencia emocional a través de diversos
recursos y estrategias de aprendizaje, siendo la educación musical una de ellas,
que por ser un lenguaje artístico llega profundamente a la sensibilidad humana, al
tiempo que, constituye una de las actividades propicias para la expresión de
sentimientos y emociones, agrada, divierte, entusiasma y estimula a niñas y a
niños.
La educación musical se define como, la formación estético musical, que
comprende el ritmo, la danza y el canto. Su importancia en el nivel inicial fase
preescolar, radica en que la misma permite, a través de una serie de actividades
significativas, que la niña y el niño desarrollen ciertas capacidades,
potencialidades y habilidades vinculadas con su formación integral, a través de
cinco áreas: física psicomotora, cognitiva, de lenguaje, y socioemocional, siendo
esta última, la que mayor relación guarda con la inteligencia emocional y una
estrecha vinculación con todas las áreas entre sí, por lo que pueden ser
estimuladas por medio de la educación musical.
Asimismo, al plantear la música como un recurso de aprendizaje para propiciar en
el individuo la expresión de sentimientos y emociones, en este trabajo
emplearemos la educación musical como un medio para lograr que la niña y el
niño identifiquen, sientan, expresen y transmitan sus emociones, buscando
establecer una relación con la inteligencia emocional como objetivo primordial. De
este modo la y el docente tendría la oportunidad de diseñar estrategias y
actividades adecuadas, con la intención pedagógica de generar así, un
aprendizaje significativo, tomando en cuenta las necesidades, intereses y
características de la edad preescolar.
En este contexto socioeducativo, surge el interés en realizar la presente
investigación, con la finalidad de proponer la educación musical como experiencia
pedagógica para estimular la inteligencia emocional en la fase preescolar, y como
recurso didáctico, diseñar un Manual de Actividades de Educación Musical que la
o el docente pueda llevar a cabo en su labor educativa para desarrollar
Inteligencia Emocional en el preescolar.
1.2 JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA
En la fase preescolar se atienden niñas y niños entre tres y seis años de edad, es
el período en el que se favorece una variedad de habilidades, capacidades,
nociones, destrezas y experiencias, que forman parte de la personalidad en
desarrollo (Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Fascículo 1, 2002 y
Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Fascículo 3, 2003). Es característica
de esta fase, la expresión natural y espontánea de sentimientos y emociones sin
mediaciones cognitivas entre lo que puede provocar la emoción y su respuesta
inmediata, expresándose las emociones de manera más impulsiva y reactiva, por
lo que consideramos que este es el momento propicio para que la o el docente
estimule la inteligencia emocional en niñas y niños preescolares, ya que, al
orientar con inteligencia el universo emocional de las niñas y de los niños, les
permitirá un mayor disfrute, goce y placer de lo que experimentan y sienten, así
como aprender de sus experiencias y llegar al manejo y autocontrol de sí mismo/a
y de sus relaciones e interacciones, al mismo tiempo que desarrollan una
capacidad intelectual de la manera más abierta y adecuada (Torrabadella ,1998).
Bisquerra (2000), señala que la inteligencia emocional prepara al individuo para la
vida, por lo que debería ser incluida en el sistema educativo con la finalidad de
favorecer en las niñas y en los niños la capacidad de tomar decisiones adecuadas,
reconocer sus propias emociones y sentimientos y las de los demás, así como
también aceptarlos y respetarlos, tener una actitud positiva en sus relaciones con
el entorno y el aprendizaje, al igual que el manejo y solución de conflictos, lo que
contribuye al logro de relaciones intrapersonales e interpersonales dentro de la
sociedad de manera satisfactoria, equilibrada y con bienestar psicológico. Por otro
lado, el mismo autor afirma, que el arte, incluidas otras expresiones como: la
literatura, la pintura y la música, considera la música como la herramienta más
idónea para estimular la inteligencia emocional, debido a que permite que las
personas puedan conocer, comprender y canalizar sus emociones.
En este contexto educativo, podemos señalar que la educación musical, es una de
las herramientas que le permite al docente orientar a las niñas y a los niños en
cuanto a cómo aprender a manejar sus emociones e interactuar con las
emociones ajenas en un momento determinado, según Salama (S/F); la educación
musical:
...tiene la capacidad de mejorar la calidad de nuestra vida, favoreciendo la relajación, el sueño, la concentración mental mejorando la memoria y el aprendizaje, la intuición y la creatividad, reduciendo estrés, fortaleciendo la vitalidad, el sistema nervioso y madurando la comunicación personal e interpersonal al favorecer la apertura emocional y expresiva (p. 1).
De manera que la educación musical es una herramienta pedagógica de gran
utilidad en el proceso de enseñanza – aprendizaje, que además de interesante,
tiene el potencial necesario para ser utilizada como experiencia pedagógica, en la
que tanto la niña, el niño como la o el docente puedan disfrutar, descubrir y crear,
al mismo tiempo que contribuye al conocimiento, práctica y desarrollo de
habilidades socioemocionales.
La educación musical comprende varios elementos, tales como: el ritmo, la
armonía, la melodía y el canto, los cuales pueden ser trabajados por la o el
docente de forma grupal o individual, dependiendo de las necesidades, intereses y
características de las niñas y de los niños y de los objetivos que desee lograr,
pudiendo adaptarlos al interés pedagógico y establecer importantes vínculos entre
Educación Musical e Inteligencia Emocional.
Ahora bien, partiendo de la premisa de que la música facilita creativamente el
desarrollo de la inteligencia emocional y la educación musical es una de las
herramientas con la que cuenta la o el docente en la fase preescolar para la
estimulación del desarrollo integral del alumnado, se puede establecer esta
importante y poco frecuente relación y proponerse como experiencia pedagógica
del desarrollo de la inteligencia emocional en la fase preescolar, entendiéndose
experiencia como, la relación que se establece con algo que se experimenta o
prueba, es la posibilidad de que las cosas ocurran, para lo que es necesario que
el sujeto esté expuesto a pensar, mirar, escuchar, sentir y, asumir toda la
vulnerabilidad que esto conlleva, de manera lenta y detalladamente, dejando a un
lado la sistematización y el juicio de las acciones (Larrosa, 2002). En tal sentido,
se expone la educación musical como experiencia pedagógica, ya que permite
que la niña y el niño a través de experiencias significativas, que lo inviten a
pensar, sentir, escuchar, entre otros procesos pueda desarrollar inteligencia
emocional.
1.3 OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL:
- Proponer un proceso de aprendizaje de educación musical como experiencia
pedagógica en el desarrollo de la inteligencia emocional en niñas y niños
preescolares.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
- Establecer un marco teórico que permita fundamentar la vinculación de la
inteligencia emocional con la educación musical en niñas y niños en la fase
preescolar.
- Definir la caracterización de la o él docente como mediador estratégico en la
estimulación y desarrollo de la inteligencia emocional en niñas y niños
preescolares a través de la educación musical como experiencia pedagógica.
- Diseñar un manual de actividades de educación musical como experiencia
pedagógica para el desarrollo de la inteligencia emocional en niñas y en niños
preescolares.
1.4 FUNDAMENTACION LEGAL
En nuestro país existen leyes que establecen, regulan y defienden el sistema
educativo como un proceso integrador, el cual está bajo la responsabilidad del
Estado, la familia y la comunidad, y los medios de comunicación, deben funcionar
como instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo.
Al respecto la Ley Orgánica de Educación (1980) en sus artículos 1,2,3 y 4
plantea, que la educación es un proceso integral fundamentado en el desarrollo de
la personalidad del individuo, cuya finalidad es la formación de un ser apto para
vivir en sociedad, sano culto, capaz de establecer relaciones sociales
(intrapersonales e interpersonales), autónomo, independiente y con conciencia
ciudadana y ambiental. En estos artículos también la educación es considerada un
medio para el mejoramiento de la comunidad y el desarrollo nacional.
De esta forma, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) en
sus artículos 102,103 y 108 establece, que la educación es un derecho y un deber
social y humano, gratuito, democrático y obligatorio que respeta las corrientes de
pensamiento de cada ser humano, con la finalidad de desarrollar su potencial
creativo y su personalidad, por lo que es función del Estado brindarle los recursos
científicos, humanísticos y tecnológicos para tal fin. En tal sentido, se afirma que
la educación debe ser de calidad, permanente y debe proveerse a toda la
sociedad en igualdad de condiciones, es decir, sin discriminaciones. Por su parte,
los medios de comunicación, bien sean públicos, privados o sociales tienen la
función de contribuir en la formación ciudadana del individuo.
Al mismo tiempo, la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente
(LOPNA) (2000), establece en su artículo 53:
Derecho a la Educación. Todos los niños y adolescentes tienen derecho a la educación. Asimismo, tienen derecho a ser inscritos y recibir educación en una escuela, plantel o instituto oficial, de carácter gratuito y cercano a su residencia. Parágrafo Primero: El Estado debe crear y sostener escuelas, planteles e institutos oficiales de educación, de carácter gratuito, que cuenten con los espacios físicos, instalaciones y recursos pedagógicos para brindar una educación integral de la más alta calidad. En consecuencia, debe garantizar un presupuesto suficiente para tal fin.
De igual manera, esta Ley en sus artículos 54 y 55 establece que los padres y los
representantes son los principales responsables de la educación de las niñas, de
los niños y adolescentes y por ende tienen la obligación de garantizar la
educación. Así mismo, el Estado tiene el deber de brindar información y formación
apropiada sobre los procesos de educación a los niños, las niñas y adolescentes,
así como a sus padres, representantes o responsables.
La LOPNA (2000) en su artículo 67, referido a la libertad de expresión expone que
las niñas, niños y adolescentes tienen el derecho a expresar libremente sus ideas,
bien sea en forma oral, escrita o artística, sin ningún tipo de restricción excepto las
establecidas en esta Ley.
Por su parte la Ley de Educación (1980) señala en su articulo 17 que:
La educación preescolar constituye la fase previa al nivel de educación básica, con el cual debe integrarse. Asistirá y protegerá al niño en su crecimiento y desarrollo y lo orientará en las experiencias socio- educativas propias de la edad, atenderá sus necesidades e intereses en las áreas de la actividad física, afectiva, de inteligencia, de voluntad, de moral de ajuste social, de expresión de su pensamiento y desarrollo de su creatividad, destrezas y habilidades básicas y le ofrecerá como complemento del ambiente familiar, la asistencia pedagógica y social que requiera para su desarrollo integral.
El Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación (1980) en sus artículos
14 y 16 expone, que en la fase preescolar la atención pedagógica se realizará a
través de actividades y estrategias acordes con la naturaleza de la niña y del niño,
además se estimulará la participación de la familia y la comunidad con la finalidad
de que participe activamente en el proceso educativo.
Tomando en cuenta lo expuesto, es importante señalar que estas leyes establecen
los lineamientos a través de los cuales el sistema educativo debe regirse, al igual
que los derechos y deberes de las niñas y de los niños, la función del Estado,
familia, comunidad, escuela y medios de comunicación, por ser las instituciones
idóneas para la socialización y formación integral del individuo. Además dejan bien
establecido los lineamientos por los que se rige la educación en la fase preescolar.
Dentro de este marco legal se inscribe la presente investigación, con un decidido
énfasis en la orientación de las experiencias socioeducativas propias de la fase
preescolar, atendiendo fundamentalmente el área socioemocional como clave del
desarrollo integral de niñas y niños preescolares.
1.5 MARCO METODOLÓGICO
La presente investigación es de tipo teórico – documental, fundamentada en la
recolección de datos o elementos referentes al problema que se estudia,
obtenidos de diferentes fuentes de información, tales como: informes de
investigaciones, libros, revistas, materiales audiográficos, entre otros; con la
finalidad de observarlos, analizarlos y registrarlos (S/A, 1995).
Por lo que en esta investigación se pretende establecer una vinculación entre
educación musical e inteligencia emocional, a través de un marco teórico
referencial, fundamentado en una revisión bibliohemerográfica de libros, revistas, y
páginas de Internet, los cuales fueron previamente seleccionados, organizados,
leídos y analizados, para su inserción en el contexto teórico de la tesis.
Para realizar el marco teórico referencial se emplearon algunas técnicas de
investigación, como son:
- El Subrayado: Consiste en marcar con líneas las ideas principales de un
texto, con la finalidad de facilitar su comprensión y consultas posteriores,
además de la elaboración de esquemas (Soto, 1983).
- El Resumen: Se define como un escrito breve, el cual considera lo esencial
de un texto, para su realización se hace necesario realizar varias lecturas
hasta comprender su significado (Soto, 1983; S/A, 1999).
En esta investigación se emplearon dos tipos de resumen:
- Resumen Analítico: Toma en cuenta tres aspectos del texto, la introducción,
el cuerpo de trabajo y las conclusiones, de donde se excluye: la idea central
del texto, las ideas principales y secundarias, y por último las conclusión a la
cual llegó el autor. Lo fundamental en este tipo de resumen es que permite al
lector entender los planteamientos del autor, al mismo tiempo que expone sus
planteamientos y contradicciones con la finalidad de hacer un análisis crítico de
la obra (Soto, 1983).
- Resumen Simple: Al igual que el resumen analítico, el resumen simple busca
la comprensión del texto, con redacción propia, manteniendo el respeto por las
ideas del autor, la redacción puede hacerse en primera o tercera persona,
cuidando la ortografía (Soto, 1983).
En esta investigación se utilizaron tres tipos de fichas, según Soto (1983), son:
- Ficha Textual, la cual recoge textualmente ideas de la obra original,
dependiendo del interés o de la relación con el tema de estudio.
- Ficha Personal, Contiene los datos que identifican la obra.
- Ficha Resumen: Consistió en una síntesis de las ideas principales del texto.
Por último se realizó un manual de actividades de educación musical para el
desarrollo de la inteligencia emocional en niñas y niños preescolares, para el cual
se empleó el modelo del diseño instruccional, definido como un proceso
sistemático, planificado y estructurado donde se crean o diseñan actividades
educativas de acuerdo a las necesidades e intereses de los educandos,
asegurándose así la calidad del aprendizaje, al mismo tiempo provee a la y al
docente la orientación necesaria para llevar a cabo la enseñanza ( S/A, 2006).
Para la elaboración del manual se requirió de una revisión exhaustiva de
diferentes fuentes bibliográficas y audiográficas, se seleccionaron las actividades y
la música de acuerdo al tema de investigación, se tomó en cuenta algunos
criterios de planificación expuestos en El Currículo de Educación Inicial para el
planteamiento de las actividades y se ilustró de acuerdo a cada actividad, tomando
imágenes de diferentes fuentes (Internet, revistas infantiles).
2.4 Antecedentes
2.5 Educación Musical
2.6 Inteligencia Emocional
FUNDAMENTACION TEÓRICA
2.1 ANTECEDENTES A lo largo de los años se han estudiado las emociones como un aspecto
importante para definir la conducta del individuo, debido a que son un componente
psicológico de la personalidad y están presentes en el comportamiento de todo
individuo involucradas en el proceso de socialización, ya que las emociones
comprenden la percepción de estímulos y la respuesta a los mismos, generándose
así un comportamiento positivo o negativo dependiendo de la toma de conciencia
que el individuo hace sobre esa situación o acontecimiento. Ahora bien, para
obtener una mayor comprensión acerca de las emociones a continuación se
presentan algunas investigaciones que se han realizado con base al tema.
Fraisse, Nuttin y Meit (1973) en el libro titulado “Motivación, Emoción y
Personalidad”, definen la emoción como “una respuesta de toda la personalidad
frente a situaciones a las que no se puede adaptar” (p. 112), señala que para la
existencia de la emoción es necesario un estimulo (motivación), en caso de que
éste sea muy fuerte, las emociones tienden a aumentar y la respuesta dada
escapa de la realidad e impide la adecuada adaptación. Plantea tres tipos de
situaciones en las que se expresan emociones, las cuales son: lo novedoso, lo
insólito y la sorpresa, siendo ésta última la más frecuente. El autor expone que la
niña y el niño son más emotivos que el adulto, además afirma que a medida que el
individuo va creciendo y madurando, las respuestas emocionales varían y pueden
disminuir debido a que a través de la experiencia adquiere un aprendizaje y control
de sí mismo.
Morris (1992) en su libro “Psicología, Un Nuevo Enfoque”, destaca que las
emociones pueden provocar y moldear en el individuo conductas complejas o no,
dependiendo del grado de la emoción. Más adelante citando a Robert Plucthik
(1980), plantea que el ser humano experimenta ocho categorías básicas de
emociones, las cuales son: tristeza, miedo, sorpresa, repulsión, ira, anticipación,
alegría y aceptación, que al combinarse generan emociones nuevas que nos
ayudan a adaptarnos al ambiente. Afirma que las personas pueden expresar sus
emociones a través de algunos indicios como son: la comunicación verbal por
medio de la palabra y la comunicación no verbal, caracterizada por expresiones
faciales y el lenguaje corporal. Expone que existen grandes diferencias en la
forma como los hombres y mujeres expresan sus emociones, ya que ellos tienden
a reprimirlas, mientras que ellas son más expresivas, además, basándose en
algunos estudios, menciona que cada uno reacciona de manera diferente ante una
misma situación.
Palmero y Fernández – Abascal (1998), señalan en su libro “Emociones y
Adaptación” que las emociones
Son procesos. Las emociones implican el funcionamiento de variados y complejos mecanismos que permiten al organismo prepararse para el enfrentamiento a situaciones que entrarían en desequilibrio. La activación de un proceso emocional implica una toma de conciencia de la situación, implica una respuesta fisiológica acorde con la experiencia subjetiva que ocurre tras la toma de conciencia, implica una respuesta cognitiva con claros tintes actitudinales, y, eventualmente puede implicar una expresión externa en forma de manifestaciones incontroladas, o en forma de comportamientos perfectamente concientes, controlados y dirigidos hacia objetivos concretos (p. 15).
Posteriormente señalan, que los procesos emocionales producen una reacción
psicofisisológica de mediano o largo plazo si son constantes, razón por la cual
afirman que las emociones están inmersas en el proceso de adaptación de los
seres vivos. Consideran importante que en la sociedad sean creados sistemas
que permitan que las personas conozcan y manejen adecuadamente sus
emociones, ya que de lo contrario éstas afectarían de manera negativa sus
relaciones sociales. Exponen que si las emociones no son manejadas
adecuadamente, pueden generar en el ser humano enfermedades como stress,
ansiedad, trastornos en la alimentación, ira, tristeza, enfermedades coronarias,
úlceras, entre otras.
Palmero; Fernández – Abascal; Martínez y Chóliz (2002), escribieron el libro
titulado “Psicología de la Motivación y la Emoción“, con la finalidad de
proporcionarlo como herramienta para que nosotros podamos entendernos aún
más como seres humanos. Consideran que las emociones son “procesos
episódicos” producto de estímulos internos o externos que pueden llegar a
producir desequilibrios en el organismo, provocando respuestas subjetivas,
cognitivas, fisiológicas y motoras que influyen en la adaptación de los seres vivos.
Señalan como descriptores de las emociones el afecto, el humor o estados de
ánimos y los sentimientos. Plantean que las emociones cumplen una serie de
funciones dentro de las cuales podemos mencionar: funciones intrapersonales que
se centran en la organización de respuestas y activación de conductas, favorecen
el procesamiento de información para la exposición de diversas acciones;
funciones interpersonales, permiten comunicar y controlar la gesticulación, la
expresión corporal y la tonalidad de voz, con la finalidad de expresar nuestras
emociones e influir en la conducta de los demás. Finalizan, alegando que las
emociones varían de acuerdo a la experiencia del individuo provistas por la cultura
y el aprendizaje.
Teniendo presente que las emociones pueden provocar en el individuo ciertos
comportamientos, bien sean positivos o negativos y considerándose la inteligencia
como la capacidad que posee el ser humano de razonar, deducir, inferir y
adaptarse al medio, algunos autores han hecho énfasis en establecer relación
entre estos dos términos que se complementan y enriquecen entre sí, generando
de ésta manera la definición de inteligencia emocional.
Goleman, quien es uno de los precursores del estudio de la inteligencia emocional,
publicó en el año 1995, un libro titulado “La Inteligencia Emocional”, en el cual
señala que es la habilidad que posee el ser humano de “ser capaz de motivarse y
persistir frente a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación,
regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar;
mostrar empatía y abrigar esperanzas” (p. 54). Agrega que del desarrollo de
dichas habilidades dependerá, en gran medida, el éxito o el fracaso de los
individuos, por lo que cree indispensable que las escuelas aborden la educación
de las emociones, pues a lo largo de los años solo se han transmitido conceptos
formales que lo ayudan a triunfar en el campo laboral y se ha dejado de lado la
enseñanza para la vida, es decir, la enseñanza que les ayude a reconocer sus
fortalezas y debilidades que le garantizarán el éxito de sus relaciones
intrapersonales e interpersonales. De igual manera, señala que es en la infancia
donde se inicia la educación emocional, pues durante los tres y cuatro años de
vida el cerebro del niño crece hasta aproximadamente dos tercios de su tamaño
normal y el aprendizaje que el pequeño pueda llegar a tener es de suma
importancia. Explica que desde los ocho meses la niña y el niño comienzan a
entender que cada persona es individual y con el paso de los años sus
respuestas emocionales se modelarán, a través del proceso de imitación; al ver
cómo reaccionan los demás.
Siendo así, la familia, es la primera escuela para el aprendizaje emocional ,
primero porque el individuo comprenderá cómo se siente, segundo cómo los
demás reaccionan ante ellos y tercero, de qué manera logran interpretar y
expresar sus sentimientos en el entorno familiar. En tal sentido hay múltiples
estudios psicológicos que demuestran que la forma en que los padres tratan a sus
hijos tiene consecuencias duraderas. Gracias al trabajo conjunto de madres,
padres y maestros / as, se podrá lograr el desarrollo de determinadas
características y habilidades psicosociales en las niñas y en los niños que tienen
que ver con la inteligencia emocional. Estas características y habilidades son:
autoestima, asertividad, confianza, curiosidad, autocontrol, relación, capacidad de
comunicación y cooperatividad.
El autor afirma que los aprendizajes no son hechos separados de los sentimientos
de las niñas y de los niños, y que la educación emocional es tan importante como
cualquier otro aprendizaje.
Torrabadella (1998), en su libro titulado “Cómo Desarrollar la Inteligencia
Emocional” , explica que la finalidad de esta obra consiste en que las personas
logren comprenderse así mismas a través de la toma de conciencia de sus
sentimientos y puedan disfrutar su vida armónicamente, enfatizando que para
lograrlo debemos educar nuestras emociones, definidas como “simples
actividades físicas breves que se desencadenan en nosotros como respuestas a
algo, interrumpiendo el flujo normal de nuestra conducta” (p.19). Señala además
que la inteligencia emocional mejora cuando los individuos reconocen las
emociones que reprimen, las aceptan y las viven a plenitud, razón por la cual al
final de cada apartado desarrolla una serie de preguntas o cuestionarios que
recomienda ser trabajados por los lectores, con la finalidad de que reconozcan lo
que piensan, sienten y en un futuro las decisiones que tomen sean las más
adecuadas para sí y para los demás.
Amorin; Magnoni; Bonoroa,; De Castro; Sosa, (2001), realizaron una investigación
documental, titulada “Educación Emocional en la Primera Infancia“, señalan que la
fase preescolar, es el momento oportuno en que la niña y el niño comienza a
establecer contacto con sus pares y es donde el desarrollo de la empatía, las
habilidades sociales y la autorregulación de las emociones, son imprescindibles
para convertirlo en un adulto exitoso. Plantea que el educador al tratar con el niño
debe tener presente ciertos pasos claves como: conciencia de las emociones de la
niña y del niño y de sí mismo, reconocer la emoción como una oportunidad para la
enseñanza, escuchar con empatía, ayudar a las niñas y a los niños a ponerle un
nombre a las emociones, entre otros. Concluyen que el desarrollo de las
habilidades sociales en personas, los vuelven más tolerantes a las frustraciones
mentales y psicológicamente satisfechas y socialmente bien adaptadas.
Quijano y González (2002), realizaron una investigación de tipo documental,
titulada “La Inteligencia Emocional Como Herramienta Pedagógica en el
Preescolar”; cuyo objetivo primordial es la iniciación de las niñas y de los niños
preescolares en la educación de las emociones, el trabajo se fundamenta en las
teorías de la inteligencia emocional, las cuales explican que la educación de las
emociones de niñas y niños debe hacerse de manera natural y espontánea. A
dicha investigación se suma una guía de actividades lúdicas dirigidas a las y los
docentes de la fase preescolar como complemento del objetivo propuesto.
Concluyeron que la educación de las emociones es fundamental en la vida diaria
de las personas y que la formación de individuos “emocionalmente equilibrados”
dependerá de los maestros.
Vivas (2003), realizó una investigación teórica, que tiene por nombre “La
Educación Emocional : Conceptos Fundamentales”, afirma que en la sociedad y
en la educación se debe otorgar la misma importancia tanto al desarrollo de la
inteligencia emocional como al desarrollo cognitivo del individuo, destaca el papel
que tiene el docente en el desarrollo de la “capacidad emocional” en las alumnas y
los alumnos. De igual manera hace un llamado a los centros de formación docente
para que hagan hincapié en la preparación emocional de los docentes. Señala que
la educación emocional debe ser impartida en todos los niveles de formación del
individuo, ya que ésta
debe asumirse para dar respuesta así a la demanda social que reclama la formación de un ciudadano que es capaz de vivir en armonía consigo mismo y con los demás, que alcance niveles elevados de bienestar y que contribuya a la construcción de un mundo mejor (p. 18).
Concluye, que para poder incluir la formación emocional dentro del proceso
educativo, se requiere de un cambio de perspectiva en cuanto al papel del
maestro, de la escuela y de las interacciones en el aula.
Colom y Froufe (S/F), publicaron un articulo titulado “Promover la Inteligencia
Emocional en el Aula”, afirman que para que el docente pueda promover la
inteligencia emocional en el aula requiere desarrollar su propia inteligencia
emocional. Plantean que en la escuela se debería promover la “auto-percepción y
la alfabetización emocional”, al mismo tiempo se debe proporcionar al alumnado
un vocabulario preciso a través del cual pueda expresar sus emociones,
especialmente las negativas, por considerarse como las más difíciles de
comunicar. Exponen que las niñas hacen un mejor uso de su inteligencia y según
algunos estudios realizados son consideradas más aptas que los niños para
desarrollar inteligencia emocional, por lo que “suponen que los mismos métodos
de alfabetización emocional no funcionan igual de bien en chicos y chicas” (p. 3).
Concluyen que la inteligencia emocional no solo puede, sino que también debe
promoverse a través de la práctica docente, para lo cual no existe un libro de
recetas, sino que la educación emocional en la escuela va a depender de esa
relación particular que se establece entre el o la docente y sus alumnos y
alumnas.
Por su parte, Vale (2005), en una investigación de tipo cualitativa, de carácter
diagnóstico, presenta un modelo psicoeducativo y de autoconocimiento en
educadores y estudiantes de la carrera de Educación Preescolar de la Universidad
de los Andes, en la cual enuncia como objetivo fundamental la incorporación de
materiales, cursos o talleres, asignaturas, seminarios, entre otros, propuestos al
modelo curricular con el fin de profundizar en la inteligencia emocional,
definiéndola como una capacidad o habilidad que permite percibir, integrar y
comprender los sentimientos propios y ajenos y que además, responde a
necesidades no satisfechas en los individuos. Enfatizó en su estudio que, es
fundamental el manejo de estos aspectos por parte de los futuros profesores en su
trato diario con el alumnado, subraya la importancia de conocer el perfil
psicológico del educador durante su formación de pregrado y postgrado para
asegurar el éxito en su labor pedagógica.
Ahora bien, con base en la inteligencia emocional como un aspecto importante
que debería ser desarrollado en todos los niveles del sistema educativo,
especialmente en la fase preescolar y el interés en vincularla con la música, es
preciso señalar algunos estudios relacionados con la educación musical, ya que a
lo largo de la historia, la música ha sido considerada un arte con estructura propia
que tiene como función básica la expresión de sentimientos para el logro del
desarrollo equilibrado de la humanidad. También ha sido empleada con fines
educativos e incluso terapéuticos, ya que “produce cambios en la frecuencia
eléctrica cerebral y por lo tanto en la conciencia y en la conducta” (Sambrano,
1998; p. 144); es por ello que en este trabajo la consideramos como la
herramienta idónea para estimular la inteligencia emocional en la fase preescolar.
Hemsy De Gainza (1964), escribe en su libro titulado “La Iniciación Musical del
Niño”, que la música comenzó como un lenguaje rudimentario para la expresión de
los sentimientos y emociones de los seres humanos y llegó a convertirse en el
vehículo más importante para la manifestación de sus estados de ánimo. Explica
que la música es atractiva para los pequeños, por brindarle, no solo el aspecto
creativo, sino también el de movimiento que es fundamental en su etapa de
crecimiento. Plantea que el rol de la o el docente es de suma importancia en el
proceso de enseñanza- aprendizaje, y más aún si se trabaja con la educación
musical, pues ellos serán los encargados de crear un ambiente de intercambio
activo entre la niña, el niño y la música.
Ball y Gutiérrez (1990), realizaron una investigación de tipo exploratoria descriptiva
con el fin de conocer cómo se desarrollan las actividades musicales en el aula y
las dificultades que presentan los docentes del nivel preescolar al realizarlas.
Exponen que la educación musical cumple un papel importante en la vida del ser
humano, pues la música, es una de las artes que permite el desarrollo de la
capacidad creadora, al mismo tiempo que estimula la autonomía, originalidad y los
demás elementos constitutivos de la personalidad. Agregan que la música debe
funcionar como un medio que propicie las más variadas experiencias dentro y
fuera del aula, con el fin de lograr un equilibrio interior de la niña y del niño. En su
investigación encontraron que la actividad musical más empleada en los
preescolares estudiados es el canto, es decir, que los docentes dejan de lado los
demás elementos constitutivos de la educación musical y no se preocupan por
idear otras estrategias.
Otra investigación que de una u otra manera apoya el planteamiento anterior, es
la realizada por Salas y Uzcátegui (1996), la cual se fundamenta en el
conocimiento musical que los niños poseen, es de tipo documental y su objetivo
fue ofrecer a los docentes de preescolar un manual de actividades lúdico-
musicales como herramienta didáctica. Señalan que la música es un lenguaje, que
afecta espiritualmente a los infantes y por ende a sus maneras de responder ante
estímulos determinados. De la misma manera , recomiendan que los pequeños
tengan la oportunidad de interactuar con elementos sonoros con el fin de lograr el
desarrollo de su sensibilidad además de su potencial creador y expresivo.
Plantean el canto como uno (no el único) de los aspectos básicos de la educación
musical en la fase preescolar y el mejor medio para el desarrollo integral de los
alumnos. Concluyeron que los docente deben, para tal fin, poseer conocimientos
musicales básicos y estar en formación permanente para poder ofrecer a las niñas
y niños estrategias relacionadas con la educación musical donde tengan una
mayor participación.
En el mismo sentido, para el año (2002) Cabezó, planteó otro estudio de tipo
descriptivo titulado “La Educación Musical: Uso y Frecuencia Circunstancial en las
Aulas Preescolares del Municipio “Campo Elías” del Estado Mérida” con el objetivo
de determinar si la música era empleada en las aulas preescolares como
herramienta circunstancial, además de la existencia o no de las actividades
planificadas y los materiales musicales empleados en ellas. Concluyó que la
música es un elemento integrador de la educación, pero los docentes no la
emplean por sentir que no están preparados y manifiestan que la única manera de
utilizarla es que les asignen un especialista en el área.
De tal manera, siendo la educación musical una herramienta para estimular en las
niñas y en los niños la creatividad, la expresión de sentimientos, el aprendizaje, el
disfrute, la diversión y el entusiasmo, Gallegos (2003), en su articulo titulado “ La
Música Prenatal” afirma que “la música entrena al cerebro para obtener mejores
formas de pensamientos” (p.3), por lo que recomienda el uso de la música desde
que la niña y el niño se encuentra en el ambiente intrauterino, explica que todos
los seres humanos nacemos con un potencial para aprender y desarrollarnos y
que es durante el período infantil que nuestro cerebro está más activo, por lo que
el aprendizaje puede ser mucho más amplio, para lo cual se debe tomar en
consideración todos los estímulos que los pequeños puedan tener desde su
estadía en el vientre materno. Esta autora en una de sus anteriores
investigaciones, específicamente la realizada en el 2001, “Educar la Inteligencia
Emocional de los Niños con la Música” señala, que la educación a través de la
música es un medio para que la niña y el niño se sumerjan y entiendan su realidad
adquiriendo así conocimientos significativos, afirma además, que es un elemento
propicio para detectar posibles alteraciones físicas o emocionales, debido a que la
música deja aflorar las emociones y contribuya a crear un ambiente adecuado de
comunicación fundamental en la socialización de los pequeños.
Siguiendo este orden de ideas, en términos de estos antecedentes y sobre todo, al
constatar que no hay mucha bibliografía referida a trabajos de investigación
previos, resulta de gran interés para la educación inicial, fase preescolar, proponer
la presente investigación, por lo que consideramos importante, innovador e
interesante vincular la educación musical y la inteligencia emocional con la
finalidad de que la niña y el niño logren reconocer y manejar sus emociones y su
relación con las otras personas de su entorno, y de esta manera favorecer sus
relaciones intrapersonales e interpersonales a través de actividades lúdico -
musicales que incluyan: ritmo, expresión corporal, movimiento, canto, armonía y
melodía como elementos intrínsecos de la educación musical orientada a la
estimulación y desarrollo de la inteligencia emocional.
2.2 EDUCACIÓN MUSICAL
La música es un lenguaje que expresa impresiones, sentimientos y estados de
ánimo, puede ser escuchada por el individuo con un gusto determinado y
relacionarla con emociones o conceptos, o incluso con asociaciones inconscientes
(excitación, angustia, serenidad, tristeza, susto, alegría, miedo, misterio y muchas
más) (Hensy, 1964; Salama, S/F). Tiene un papel de mediador, transmisor de
mensajes, ya que produce un estimulo en el ser humano que se traduce en
emoción, también es capaz de despertar sentimientos sublimes y sensaciones
espirituales (Reyes, 2004; Hensy, 1964).
Reyes (2004), plantea que existen dos tipos de categorías que contribuyen a la
excitación musical, estas son, la intuitiva, que es generada por una cultura
musical, se desarrolla desde muy temprana edad y es coaccionada por factores
sociales que dependen del contexto donde crece el individuo. La otra categoría
tiende más a lo racional, es producida por la combinación o mezcla de factores
unificados en una teoría musical, por lo tanto, podemos decir que no existe una
formula definitiva para generar algún tipo particular de emoción en las personas.
La música es un componente artístico - cultural importante que debería ser
integrado a la educación del individuo, ya que de una u otra forma contribuye a su
desarrollo integral. Es importante resaltar que los antecedentes de esta idea
radican en los griegos, entre los cuales encontramos a Aristóteles y Platón,
quienes según Márquez (2003) ya habían señalado la importancia de la música
como “base de la educación ciudadana, atribuyéndole el poder de elevar el alma
hacia la perfección” (p. 3), desempeña un papel de gran importancia en el proceso
de aprendizaje del individuo y desde tiempos remotos es considerada una de sus
columnas, ya desde los griegos como señala Hemsy de Gainza (1964), era
enseñada desde la infancia y sugerida como elemento imprescindible en la
formación de los ciudadanos.
En la actualidad, la educación musical forma parte del sistema pedagógico de
enseñanza – aprendizaje, el cual tiene por finalidad el desarrollo de habilidades,
capacidades y potencialidades creativas y expresivas en la niña y en el niño, al
tiempo que contribuye a la ampliación de su percepción general, visual y auditiva,
favorece el desarrollo físico, socioemocional y creador de los mismos. González y
Trejo (1999), afirman “que la educación musical pretende la enseñanza de la
música a través del desarrollo de los sentidos naturales que condicionan el ritmo y
la armonía natural del hombre” (p. 20), por lo que podemos destacar que el
individuo desde su nacimiento ya está inmerso en “un mundo musical” de manera
indirecta, y debido a que la música contribuye, entre otras cosas, al desarrollo de
los sentidos (vista, tacto, olfato, gusto y oído), la educación musical debería
iniciarse en la primera etapa del sistema educativo, para el mejor aprovechamiento
de las potencialidades e incluso de la plasticidad del aprendizaje en el nivel inicial.
Hoy en día, en nuestro país, la educación inicial es el primer período del sistema
educativo; comprende dos fases, una maternal de 0 a 3 años y otra preescolar de
3 a 6 años. Es considerada la base principal de la formación integral del individuo
ya que es aquí donde se fortalecen los primeros eslabones que conforman el
desarrollo de su personalidad (Ministerio de Educación cultura y Deportes,
Fascículo 1, 2002 y Ministerio de Educación cultura y Deportes, Fascículo 3,
2003).
En tal sentido, el ser humano desde su nacimiento es considerado un ser
biopsicosocial, debido a que tiene un desarrollo a nivel físico, una personalidad y
características individuales, al mismo tiempo que pertenece a una sociedad que le
provee cultura, creencias, saberes, tradiciones, normas, valores y pautas de
comportamiento, constituyéndose la familia, escuela, comunidad, iglesia y medios
de comunicación, instituciones de importante influencia en el desarrollo de la
personalidad y en el proceso de socialización.
La niña y el niño son seres individuales con características, necesidades e
intereses propios que le permiten avanzar en el camino de la vida, y aunque cada
uno/a sea considerado diferente, posee características comunes: inteligencia,
curiosidad, espontaneidad, sensibilidad, observación, manipulación e investigación
de su entorno, a través de las cuales va adquiriendo experiencias para
internalizarlas y hacerlas parte de su ser, de su personalidad. En este sentido, La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) y la Ley Orgánica
de Protección del Niño y Adolescente (2000), señalan que la familia, la sociedad y
el Estado tienen la responsabilidad de garantizar el desarrollo armónico de la niña
y del niño.
Además, es importante resaltar que a nivel educativo, en la fase preescolar, el
personal docente es el encargado de proporcionarle a la niña y al niño un
ambiente de aprendizaje adecuado y un conjunto de actividades significativas que
propicien el desarrollo integral de su personalidad, para lo cual cuenta con ciertos
elementos que forman parte de su entorno social, como es la cultura y su
transmisión de creencias, actitudes y valores, así como sus propios intereses,
aptitudes, destrezas y capacidades, y la estimulación se logrará a través de
diversas actividades pedagógicas como: la literatura, expresión plástica y la
música.
La niña y el niño desde pequeños son estimulados a través del sonido de ciertos
objetos, considerándose este, un elemento premusical, ya que dependiendo de
ciertas características puede llegar a convertirse en música, por lo que es
señalado como el punto de partida y el elemento primario de estimulación sonora
(Matos, 1996).
En relación a lo anterior, es preciso destacar el sonido como un medio importante
para estimular el desarrollo de los sentidos, como la audición y preparar a la niña y
al niño musicalmente. Entre las cualidades fundamentales del sonido están:
• La Duración: Es el tiempo que transcurre entre el principio y el final de un
sonido o vibración.
• La Intensidad: Puede ser definida como la fuerza con que es emitida la onda
de sonido.
• La Altura: Está relacionada con una escala de valores para los sonidos,
puede definirse como lo alto o bajo que un sonido puede propagarse en una
escala de valores.
• El Timbre: Es la cualidad del sonido que permite distinguir un sonido de otro
e identificarlo.
Duración, intensidad, altura y timbre conforman una unidad musical a tomar en
cuenta en la educación musical. De igual manera, la educación musical está
conformada por elementos que también son necesarios para iniciar a los
pequeños en este arte, los cuales, al igual que las cualidades del sonido le brindan
a la y al docente de la fase preescolar, la oportunidad de diseñar actividades
lúdico – musicales dentro del aula para el disfrute de los más pequeños y su
orientación, con fines de educar la inteligencia emocional.
ELEMENTOS DE LA EDUCACIÓN MUSICAL
Estos elementos son: el ritmo, la melodía, la armonía y el canto.
• EL RITMO: Es la esencia del movimiento musical, según Jendot (1998)
citado por Araujo (2003) “ el ritmo determina el movimiento y la palpitación de la
música y representa en último término, el contraste entre el sonido y el silencio”
(p. 22), se manifiesta en nuestro cuerpo a través de la respiración y las
pulsaciones del corazón, por lo que podemos decir que el ritmo está presente
en todo nuestro alrededor, ya que está relacionado con cualquier movimiento
que se repite con regularidad en el tiempo, es decir, que el ritmo nace con
nosotros y nos enseña a hacer algunas actividades como caminar, bailar,
correr, trotar, leer, entre otras. Según Bareilles (1974) citado por Paredes (2003)
“el ritmo es la relación que se establece entre dos o más sonidos (ruidos), sea
por su duración, por su intensidad o por ambos a la vez” (p. 90).
En definitiva, el ritmo es un elemento indispensable en la educación musical ya
que permite a la niña y al niño manifestarse espontáneamente con su cuerpo o
a través del movimiento, logrando de esta manera expresar sus sentimientos,
pensamientos, ideas, opiniones, emociones.
Según Matos (1996); Paredes y Pérez (2003), los elementos del ritmo son, pulso, tempo, acento y compás, pueden definirse como:
Pulso: Es una sucesión de tiempos regulares, es una necesidad
intelectual – organizativa, por eso se utiliza para ordenar el conjunto de
sonidos y silencios que forman parte del ritmo.
Tempo: Se encuentra estrechamente relacionado con el pulso, va desde
muy lento a muy rápido o viceversa, es la velocidad en que los pulsos de una
obra son ejecutados, por lo que el tempo “es la frecuencia media del pulso
musical” (Matos, 1996, p. 74).
Acento: Es el elemento del ritmo que nos permite reconocer ciertas
pulsaciones que se destacan periódicamente dentro de un conjunto musical,
pues poseen mayor intensidad, aunque no es un sonido exagerado, produce
una sensación de apoyo, es regular y de esta manera da origen al compás,
se puede enseñar a las niñas y niños a través de frases rimadas utilizando el
palmoteo.
Compás: Es la repetición constante y regular de cierto número de
pulsos, está basado en el principio del acento.
• LA MELODÍA: “es la sucesión lineal de sonidos musicales diferentes entre
sí por su duración, intensidad y altura” (Matos, 1996. Pág. 60), se encuentra
íntimamente relacionada con el ritmo, ya que cada sonido musical posee dos
características principales: sonido (agudo- grave) y duración (largo – corto), los
cuales conforman la melodía y generan el movimiento.
La melodía puede ser asociada a la emoción intelectual, pues como señala Paredes y Pérez (2003):
La melodía es percibida por la niña y el niño, como una unidad sonora que afecta directamente su sensibilidad y que en cierto momento puede incorporarse a su vida interior, dependiendo de las cualidades intrínsecas de la melodía como de las circunstancias afectivas que rodean la audición o el aprendizaje de la música (p. 44).
Una hermosa melodía se caracteriza porque tiene un principio y un fin, puede ser
corta o larga y fluida, con momentos culminantes en la que se debe evitar
repeticiones innecesarias y desarrollarse de acuerdo con el ritmo.
• LA ARMONÍA: Es la combinación de notas que se emiten simultáneamente,
su función más importante es la de realzar la tonalidad, contribuye a crear un
clima enérgico y agradable en la música (Matos, 1996; Menéndez, 1997).
La armonía al igual que el sonido posee ciertas cualidades o características, las
cuales según Matos (1996) son:
La Consonancia, produce una sensación de estabilidad, sensibilidad y
reposo.
La Disonante, produce tensión, falta de estabilidad y la perdida de la
relación del movimiento.
De acuerdo a sus definiciones, es importante tomar en cuenta estas cualidades al
momento de iniciar al niño en su aprendizaje, para lo que se recomienda
pedagógicamente escuchar canciones cortas acompañadas de palmoteos que
permitan al niño estar activos y en movimiento, o por el contrario para inducirles
un estado de relajación y reposo e incluso aprenden a diferenciarlos, estando a
tono con sus estados emocionales.
Por su parte Tiraboschi de Grimm (1967) expone que el ritmo y la armonía son
factores de la música ideales para inducir a la niña y al niño a la actividad física, es
decir al movimiento, considerándose este como una necesidad básica del
individuo, ya que siendo bien orientado
...conduce al perfeccionamiento físico, sensorial, estético y social del niño. En lo físico por la acción directa sobre su cuerpo; sensorialmente, al agudizar sus relaciones neuromusculares; estéticamente, mediante la formación de conceptos armónicos en el vasto campo de su acción y en el de las artes a las cuales recurre; socialmente, con la ordenación de patrones de conducta individual o colectiva, encauzando hacia la autodisciplina y la disciplina natural (p. 10).
• EL CANTO: Considerado otro elemento importante y clave de la educación
musical, es el componente central del trabajo musical, es una experiencia
natural de expresión personal que aparece en la vida de la niña y el niño desde
muy temprana edad, desde muy pequeños podemos observarlos balbuceando
ciertas canciones que le son presentadas por las personas que forman parte de
su entorno, como la madre y otros miembros (Salas y Uzcátegui, 1996; Puentes
y Rivero, 1990).
El canto, es un elemento importante que debe ser practicado en el aula a nivel
preescolar, se aprende por medio de la imitación, por lo que las personas
encargadas de proporcionarle canciones a las niñas y a los niños en este nivel
deben poseer una entonación correcta de los sonidos y una correcta respiración.
Hemsy (1964) citado por Salas y Uzcátegui (1996), señala que: “una canción es
infantil cuando responde a las necesidades musicales y espirituales más
autenticas del niño a una edad y a un ambiente determinado. Cuando cumple
estas condiciones, la criatura la acepta y la hace suya, entrando desde ese mismo
momento a formar parte de su mundo interior “(p. 41).
Por lo tanto, el docente al momento de seleccionar las canciones infantiles que
ofrecerá a la niña y al niño en el aula de preescolar debe tomar en cuenta este y
otros aspectos, según Salas y Uzcategui (1996); Garretson (1980) y Guerrero
(1990), estos son:
- Tesitura o Registro: Se refiere a los limites que abarca la voz de la niña y del
niño y la melodía infantil. Debe ser tomada en cuenta por la o el docente, con
la finalidad de no forzar ni maltratar el aparato fonador del la niña o del niño a
nivel preescolar.
- Ritmo: Es la organización de todos los sonidos largos, cortos, y fuertes en el
tiempo, los cuales deben ser tomados en cuenta por la o él docente al
momento de escoger las canciones para las niñas y los niños, estas deben
presentar cierta dificultad de acuerdo a su nivel evolutivo, es decir aumentando
y variando progresivamente los sonidos con la finalidad de exigirle más al
alumnado.
- Letra de la Canción: Las canciones interpretadas a nivel preescolar deben
poseer un contenido acorde a los intereses de las niñas y de los niños, debe
poseer un lenguaje sencillo de fácil comprensión, en relación al número de
estrofas en la canción, estas se deben aumentar de forma progresiva de
acuerdo a la edad de la niña y del niño.
- Canción Didáctica: Es utilizada con las niñas y los niños desde la fase
maternal con la idea de iniciarlos en el canto. Son elaboradas con un fin
específico, toman en cuenta el hecho de nombrar una serie de notas musicales
en forma ascendente y descendente, al igual que saltar de una nota a otra.
- Canciones con Mímica: Toman como elemento central el gesto o movimiento
del cuerpo enlazado con las letras de las canciones, son de gran importancia,
ya que favorecen la creatividad, la expresión de emociones y sentimientos.
- Canciones Tradicionales y Folklóricas: Son las que más gustan a las niñas
y a los niños, ya que presentan variedad en cuanto al ritmo y a la letra de las
mismas, al momento de escogerlas el docente debe tomar en cuenta que las
mismas se adapten a la voz infantil, al igual que deben ser acordes a los
intereses de las niñas y de los niños.
A través de estos elementos de la educación musical se puede motivar la práctica
de una experiencia pedagógica con carácter interdisciplinario, que involucre
distintas áreas de aprendizaje, como son: literatura, dramatización, expresión
corporal, ciencias naturales y tecnología, ciencias sociales y el aspecto lúdico, que
contribuyan a estimular el desarrollo integral de las áreas psicosociales.
ÁREAS PSICOSOCIALES Y SU VINCULACIÓN CON LA EDUCACIÓN MUSICAL
Las áreas psicosociales conforman el desarrollo integral de la niña y el niño, están
constituidas por un conjunto de cambios que se suceden a medida que crecen,
estos están determinados por factores hereditarios y ambientales. Las áreas
psicosociales se constituyen en 5 esferas: física, psicomotríz, cognitiva, de
lenguaje y socioemocional, desarrolladas de acuerdo a las características
individuales de cada individuo y la estimulación que pueda recibir de su entorno
(Guía Práctica de Actividades Para Niños Preescolares, 2001).
Física: Craig (1977), señala que es el área referida a las características de
“tamaño, forma y cambios en la estructura cerebral, o las capacidades
sensoriales y las actitudes motoras” (p.6). Dentro de sus aspectos generales se
encuentran: la relación entre peso, talla y la edad de la niña y el niño, dentición
e higiene bucal, inmunización, alimentación, defectos física, entre otros.
Engloba ciertos aspectos como: la conducta corporal, el estado de salud de la
niña y del niño, los órganos de los sentidos, la inmunización, la dentición, la
alimentación, entre otros. En esta área la educación musical contribuye a la
calidad de vida y al bienestar físico.
Psicomotríz: Se refiere a la relación establecida entre las funciones
motrices y las funciones psíquicas, es decir, que comprende los procesos
nerviosos y musculares que permiten la movilidad y la coordinación de los
miembros, el movimiento y la locomoción del cuerpo humano. En la fase
preescolar, en relación a esta área se busca favorecer el desarrollo del
esquema corporal, la coordinación motora gruesa y fina y el equilibrio
psicomotríz de las niñas y de los niños. Por lo tanto y sabiendo que la
educación musical comprende ciertos elementos como el ritmo, esta área se ve
favorecida, al estimular en la niña y en el niño, el movimiento, la ejercitación y
coordinación de su cuerpo.
Cognitiva: Proviene del termino latino conocer, “implica todas las
actividades mentales, e incluso la organización del pensamiento: percepción,
razonamiento, memoria, resolución de problemas, lenguaje, juicio e
imaginación” (Craig, 1997, p. 6). Hace referencia a los procesos a través de los
cuales la niña y el niño conocen, aprenden y piensan, para lo que la educación
musical resulta ser un elemento primordial, pues por medio de ella, niñas y
niños interactúan con el medio favoreciendo ciertos procesos de pensamiento
como: la representación, la seriación, la clasificación, las relaciones espaciales,
temporales y el reconocimiento de la noción de número.
Lenguaje: El lenguaje es el conjunto de sonidos articulados que funcionan
como un sistema de comunicación, puede ser gestual, escrito u oral, mediante
el cual, niñas y niños construyen activamente sus conocimientos, razón por la
cual es fundamental en el proceso de integración del los individuos a la
sociedad. Por otra parte, el lenguaje permite la expresión consigo mismo y con
los demás.
Socioemocional: Craig (1977), la define como el área que se encarga de
“los rasgos de la personalidad y las habilidades sociales: el estilo personal de
comportamiento y de respuesta emocional, la manera en que uno siente y
reacciona ante las circunstancias sociales” (p.6). Constituye la base de la vida
socio-afectiva de la niñez. En esta área, se trata de fomentar y orientar acerca
del manejo de las relaciones, así como las normas y reglas que rigen la
sociedad, y la expresión de sentimientos por medio de la interacción niño –
niño; niña – niña, niño – niña y niño (a) – adulto (a). En este contexto la
educación musical favorece importantes procesos psicosociales como:
Identidad: Se refiere a la representación que niñas y niños tienen de sí
mismos en cuanto a sus características, habilidades y capacidades. Se
constituye gracias al establecimiento de sus relaciones interpersonales.
Autoestima o Sentimientos de Confianza y Seguridad en sí Mismos: “Hace
referencia al aprecio, la consideración, el cariño y/o el amor que cada cual tiene
de sí mismo.... La autoestima forma parte de nuestras actitudes y es una
organización más o menos duradera de creencias, opiniones y conocimientos
(componente cognoscitivo) dotado de una carga afectiva a favor o en contra de
un objeto (componente emocional / evaluativo), que orienta a quien la posee a
actuar o comportarse en relación con dicho objeto de manera consistente y
coherente (componente conductual)” (Cortés y Aragón, 2001, p.17).
Autonomía: Es la capacidad de iniciativa que tiene la niña y el niño de tomar
decisiones, teniendo presente sus habilidades, limitaciones y posibilidades,
tomando en cuenta su repercusión en las demás personas (Eganéz, 2003).
Comunicación y Capacidad para Expresar Sentimientos: Es el acto por
medio del cual, la niña y el niño manifiestan a las demás personas sus
sentimientos, estados de ánimo y su forma de pensar; aprenden a conocer a las
y los demás y sus reacciones emocionales, para lo cual se hace indispensable
ser educado/a.
Integración Social: Es el resultad del establecimiento de relaciones sociales
que inicialmente comienzan en el seno familiar, continúan en la escuela y más
tarde se extienden hacia la comunidad.
Es a través de estos procesos que las pequeñas y los pequeños, adquieren una
imagen de sí, de sus capacidades para desenvolverse en el ambiente,
independencia para realizar sus actividades, manifestar necesidades e intereses,
facilidad para expresar sentimientos y emociones diversos, tales como:
aceptación, afecto, rechazo, alegría, tristeza, temor, optimismo, cariño, etc.,
constituye la base de la vida socio-afectiva de la niña y del niño.
En definitiva, podemos decir que “ la música para los niños puede ser un medio
para su desarrollo creativo, emocional e intelectual, un aprendizaje significativo y a
la vez agradable, y cuya influencia es de largo alcance (Cruces, S/F, p. 2) , ya que
hace que el proceso educativo llegue a ser integral o integrador, logrando que la
niña y el niño adquieran actitudes sanas sobre sí mismos, desarrollar destrezas
físicas, congeniar con sus compañeros, lograr cierta independencia personal y
formar conciencia moral. Por lo que la música es una herramienta importante e
indispensable que puede ser empleada en el aula a nivel preescolar; siendo la o
él docente los principales responsables de su aplicación adecuada, para lo cual
deben tomar en cuenta una serie de actividades y estrategias organizadas como
experiencias creativas – emotivas - motivacionales que contribuyan a estimular la
inteligencia emocional.
2.3 INTELIGENCIA EMOCIONAL Las emociones, son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos,
apetitos, deseos, sentimientos o pasiones, una combinación compleja de aspectos
fisiológicos, sociales y psicológicos dentro de una misma situación que pueden
ofrecer varias facetas, como respuestas orgánicas a la consecución de un
objetivo, de una necesidad o de una motivación (Mendoza, 1993; Medina, S/F).
En este mismo sentido, Córtese (2003) señala que “las emociones son un
mecanismo de supervivencia implantado por la inteligencia y manifestado en la
evolución de las especies, la cual ha permitido a nuestros antepasados mamíferos
sobrevivir hasta hoy y que también a nosotros nos permite seguir sobreviviendo”
(p. 2), lo que quiere decir, que las emociones han sido impuestas en nuestro
organismo como un mecanismo de defensa ante las situaciones que se nos
puedan presentar.
Robert Plutchik (1980), citado por Morris (1992), identifica ocho categorías básicas
de las emociones que nos ayudan a motivar diversas clases de comportamiento
de adaptación, estas son: Tristeza, miedo, sorpresa, repulsión, ira, anticipación,
alegría y aceptación. De acuerdo a Goleman (1995), cada una de estas
emociones forman familias identificadas como:
- Tristeza: congoja, pesar, melancolía, pesimismo, pena, autocompasión,
soledad, abatimiento, desesperación y, en casos patológicos depresión grave.
- Miedo: temor ansiedad, aprensión, nerviosismo, preocupación, consternación,
inquietud, cautela, incertidumbre, pavor, terror, en un nivel psicopatológico,
fobia, pánico.
- Sorpresa: conmoción, asombro, desconcierto.
- Repulsión: disgusto, desdén, desprecio, menosprecio, aborrecimiento,
aversión.
- Ira: furia, ultraje, resentimiento, cólera, exasperación, indignación, aflicción,
acritud, animosidad, fastidio, irritabilidad, hostilidad y, tal vez en el extremo,
violencia y odio patológico.
- Alegría: placer, felicidad, alivio, contento, dicha, deleite, diversión, orgullo,
placer sensual, estremecimiento, embeleso, gratificación, satisfacción, euforia,
extravagancia, éxtasis, y en el extremo manía.
- Aceptación: amor, simpatía, confianza, amabilidad, afinidad, devoción,
adoración, ágape (amor espiritual).
Las familias de emociones antes mencionadas, están constituidas en un modelo
formado por un núcleo y ondas a su alrededor, donde se encuentran cada uno de
sus parientes; la intensidad de la emoción varia dependiendo de la distancia entre
ésta y el núcleo, considerándose que en las ondas externas del modelo se
encuentran las emociones más apagadas y de larga duración (Morris, 1992 ;
Goleman 1995).
Por otro lado, es importante para la comprensión de las emociones, esbozar el
mecanismo fisiológico y cerebral de las emociones como un medio para entender
su relación con la inteligencia. Así Uzcátegui (1998) expone, que el ser humano
dentro de su cerebro posee una parte que se encarga de gestionar respuestas
fisiológicas a las emociones, la cual está asociada con la conducta, es la principal
responsable de nuestra vida emocional y se relaciona con la memoria y los
recuerdos, esta parte es llamada Cerebro Emocional o Sistema Límbico.
El sistema límbico, está constituido por importantes centros de afectividad, como
son:
El Tálamo: Consiste en dos masas esféricas de tejido gris, situadas entre
los dos hemisferios cerebrales, es el centro de integración del cerebro, su
ubicación permite el acceso a la información de todas las áreas sensoriales
y sus salidas hacia el cerebro y los centros de control motor.
El Hipotálamo: Está situado debajo del tálamo en la línea media de la
base del cerebro, funciona como un termostato, ya que en caso de
emociones exageradas se encarga de estabilizarlas. Regula el pulso, la
presión sanguínea, la respiración y las actividades fisiológicas en
circunstancias emocionales (Boeree, (S/F); Medina, (S/F)).
Hipocampo: Consiste en dos “cuernos” que describen una curva desde
el área del hipotálamo hasta la amígdala, está particularmente involucrado
con los fenómenos de la memoria, especialmente con la formación de la
memoria a largo plazo.
Amígdala: Es una masa con forma de dos almendras, se sitúan a ambos
lados del tálamo, en el extremo inferior del hipotálamo. Se asocia con la
expresión y regulación emocional, almacena pensamientos, reacciones y
emociones y puede responder a situaciones actuales de igual manera como
reaccionó antes (Boeree, S/F; Goleman, 1995; Medina, S/F).
A continuación se presenta una imagen para una mayor comprensión de las
partes que conforman el sistema limbico.
Tomada de: http://www.monografias.com/trabajos15/inteligencia-emocional/inteligencia-emocional.shtml
Boeree (S/F); Goleman (1995) y Medina (S/F) afirman, que es el sistema límbico
el principal responsable de nuestra vida emocional, consideran la amígdala como
su centro de procesamiento de las emociones, es incuestionable, ya que según
estudios fisiológicos realizados en personas a quienes se les ha lesionado la
amígdala, no son capaces de reconocer emociones en sí mismos ni en los demás,
de lo que se deduce que la amígdala constituye el principal elemento relacionado
con las emociones. En concordancia con lo anterior, Le Doux, citado por Goleman
(1995); plantea que las señales sensoriales percibidas por el ojo y el oído del
individuo, primero viajan del cerebro al tálamo y luego por una única sinapsis a la
amígdala y por una segunda señal del tálamo se dirigen a la Neocorteza, por lo
que es la amígdala la que responde en primer lugar a lo percibido, y después, la
información es procesada por la Neocorteza que dará una respuesta más
acertada. Goleman (1995); señala que el regulador de la amígdala, parece
encontrarse en los lóbulos frontales ubicados detrás de la frente, por lo que la
información enviada por el tálamo a la amígdala y a la Neocorteza y también la
reacción o respuesta que de ellos se genera es coordinada por estos lóbulos. De
lo que se puede afirmar que el sistema límbico o cerebro emocional está en
constante interacción con la corteza cerebral, gracias a los lóbulos prefrontales, lo
que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.
Por su parte, Bisquerra (2000) afirma, que aunque el individuo desde muy
pequeño es capaz de manifestar emociones y hasta reconocer si son positivas o
negativas, a medida que va creciendo y dependiendo del entorno donde se
desenvuelve, puede presentar un déficit en el manejo de sus emociones,
principalmente en sus relaciones socioafectivas, por lo tanto, es posible afirmar
que la sociedad que engloba grupos sociales e instituciones, como la familia,
escuela, comunidad y medios de comunicación cumple un papel muy importante
en el manejo, control, conocimiento y expresión de las emociones que puedan
manifestar los individuos.
En resumen, las emociones están presentes en la vida del individuo desde su
nacimiento, pero es común observar en nuestra sociedad que aunque tenemos la
capacidad de expresarlas, no las conocemos y por ende no sabemos manejarlas o
controlarlas, es decir, no las manejamos con inteligencia.
Ahora bien, como nos estamos refiriendo a la inteligencia emocional, es preciso
aclarar algunos aspectos relacionados con la inteligencia, su definición y su
relación con las emociones.
La Inteligencia,
Es el arte del pensamiento, desarrollado en todas sus capacidades y el desarrollo de estas con respecto al desempeño gradual de aptitudes y habilidades. Es un conjunto de habilidades y aptitudes que se comienzan a desarrollar desde que el ser humano inicia su proceso de aprendizaje y le permite al individuo responder ante las diferentes situaciones que se le presentan en la vida (S/A (S/F), p.1).
Por su parte Morris (1992), señala que la inteligencia se compone de Inteligencia
verbal, la cual incluye el empleo y comprensión del lenguaje hablado y escrito en
formas bien desarrolladas; la capacidad para resolver problemas, incluye usar el
razonamiento lógico, relacionar ideas y ver un problema en su totalidad e
inteligencia práctica, es decir interactuar con otros, tener una apertura mental ante
varias clases de personas y mostrar interés por diversos temas. Dentro de estas
dos definiciones podemos observar claramente que no se establece ninguna
conexión entre inteligencia y emoción, como si una estuviera desconectada de la
otra.
Sin embargo más adelante en 1995, Goleman destaca a Sternberg y Salovey
como los psicólogos que “han tomado una visión más amplia de inteligencia,
tratando de reinventarla en función de lo que hace falta para alcanzar el éxito en la
vida” (Pág. 63). Según éste mismo autor, durante años se ha intentado vincular
emoción e inteligencia y una prueba de ello es que en los años 20 y 30, E.L.
Thorndike, planteó en un artículo de Haper`s Maggazine “que un aspecto de la
inteligencia emocional, la inteligencia “social”, la capacidad para comprender a los
demás y actuar prudentemente en las relaciones humanas, era en sí misma un
aspecto del CI de una persona” (p. 63). Entendiéndose por coeficiente intelectual,
la cuantificación de la inteligencia y la capacidad de comprensión mediante la
realización de tests (Fishbein,1966). Luego surgieron planteamientos y estudios
acerca de inteligencia social o emocional, que se alejan de lo que es hoy en día;
en 1960, se declaro que la inteligencia social era un concepto inútil, debido a la
influencia de un texto acerca de las pruebas de inteligencia.
Al respecto, Goleman en 1995, retoma este tema de una manera innovadora,
vinculando Inteligencia y Emoción, de una forma tal que no se había hecho antes,
y publica un libro titulado Inteligencia Emocional.
La inteligencia emocional puede ser definida como un conjunto de capacidades
que permiten que el individuo pueda sentir, entender, comprender, manejar,
conocer y controlar las emociones en si mismo y en los demás en un determinado
momento (Morales, 2003; Quijano y Gonzáles, 2002). En otras palabras, la
inteligencia emocional es la capacidad que tenemos todos los individuos para
internalizar y manifestar las emociones que el mundo nos provee, con la finalidad
de dar una respuesta adecuada en un momento determinado.
Según Salinas (2005), Medina (S/F), Cabrera (2003); la inteligencia emocional
está fuertemente relacionada con la inteligencia intrapersonal e interpersonal que
posee el individuo, las cuales han sido estudiadas en 1990 por Gadner, quien
señaló que aunque las dos inteligencias son diferentes están íntimamente
relacionadas.
La inteligencia intrapersonal, consiste en la capacidad que tiene el individuo para
conocerse a sí mismo, sus emociones, sentimientos, trabajarlas y manejarlas ,
logrando de esta manera comprender y guiar su propia conducta (Gadner, 1990 y
Cabrera, 2003), este tipo de inteligencia engloba ciertas dimensiones como son:
autoconciencia, autorregulación y motivación (Cabrera 2003, Salinas, 2005).
Mientras que la inteligencia interpersonal, es la capacidad que tiene el individuo
para lograr establecer distinciones entre las personas, dependiendo de sus
estados de ánimo, motivaciones y emociones para actuar en armonía con ellos,
comprende las siguientes dimensiones: empatía, y habilidades sociales (Gadner,
1990 y Cabrera, 2003).
Es preciso destacar, que aunque estas dos inteligencias están íntimamente
relacionadas, es la inteligencia emocional la que logra establecer una conexión
entre ellas, ya que contiene las dimensiones de cada una. De acuerdo a Salinas
(2005) los componentes de la inteligencia emocional pueden definirse como:
• Autocononocimiento: Implica reconocer nuestras propias emociones,
estados de ánimos, habilidades, debilidades, sentimientos, entre otros,
entenderlos y saber su efecto en los demás, con la finalidad de realizar las
labores cotidianas con más cautela, está relacionada con la autoestima y el
autoconcepto, ya que se refiere a la habilidad de respetarse y ser
consciente de uno mismo, aceptarse tal cual es, percibiendo y aceptando lo
bueno y lo malo de sí mismo. Goleman (1995), considera que tener
conciencia de las propias emociones es la base fundamental sobre la que
se construye los demás componentes de la inteligencia emocional,
principalmente el autocontrol.
• Autorregulación: Es la habilidad que permite controlarnos y pensar antes
de actuar, adecuarnos a las circunstancias y recuperarnos de las tensiones.
Hace énfasis en el manejo de nuestras emociones, estados de ánimo,
impulsos y recursos. Supone también percibir nuestro estado afectivo sin
dejarnos llevar por él, de manera que no obstaculice nuestra forma de
razonar y podamos tomar decisiones de acuerdo con nuestros valores y las
normas sociales y culturales que poseemos.
El Modelo de Gross de Autorregulación Emocional (Barret y Gross, 2001; Gross
y John, 2002; Gross, 2002) citado por Madrid (S/F), señala cinco elementos
fundamentales implicados en la autorregulación emocional:
1) Selección de la situación: Se refiere a la aproximación o
evitación de cierta gente, lugares u objetos con el objetivo de
influenciar las propias emociones.
2) Modificación de la situación: Una vez seleccionada, la persona
se puede adaptar para modificar su impacto emocional, lo cual
podría verse también como una estrategia de afrontamiento
centrada en el problema.
3) Despliegue atencional: La atención puede ayudar a la persona
a elegir en qué aspecto de la situación se centrará (distraernos
si la conversación nos aburre o tratar de pensar en otra cosa
cuando nos preocupa algo) .
4) Cambio cognitivo: Se refiere a cuál de los posibles significados
elegimos de una situación. Sería el fundamento de terapias
psicológicas como la reestructuración cognitiva. El significado
es esencial, ya que determina las tendencias de respuesta.
5) Modulación de la respuesta: La modulación de la respuesta se
refiere a influenciar estas tendencias de acción una vez que se
han elicitado, por ejemplo inhibiendo la expresión emocional (p.
Este modelo plantea que las cuatro primeras estrategias están centradas en los
antecedentes, mientras que la última está centrada en la respuesta emocional.
• Automotivación: Las emociones son un factor de motivación, ya que estas
guían o facilitan la obtención de nuestras metas, superar nuestros fracasos,
dificultades y frustraciones (Bisquerra, 2000). Por su parte Carpio (2004),
señala que “el impulso o fuerza que llamamos motivación está en nuestro
interior y nos mueve a hacer realidad los deseos en una actitud dinámica y
en estrecha relación con la autoestima” (p. 57).
• Empatía: Es la capacidad que tiene el individuo de tener conciencia y
captar los sentimientos, emociones, intereses y necesidades de los demás
y de esta manera cultivar la afinidad con diversidad de personas. Goleman
(1995), señala que las mujeres tienden a tener mayor empatía que los
hombres; mientras que Bisquerra (2000), plantea que la empatía es
aprendida por el individuo desde la primera infancia. Al respecto Amorin,
Magnoni, Bonora, De Castro y Sosa (2001) afirman que si esta habilidad es
empleada con acierto facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas..., viene a ser algo así como nuestra conciencia social, pues a través de ellas se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad (p. 34).
• Hace referencia a la capacidad de las personas para manejar las relaciones
con los demás y lograr respuestas deseadas en ellos. Amorin, Magnoni,
Bonora, De Castro y Sosa (2001)señalan que
..es claro que para promover la sociabilidad en el niño pequeño debe fomentarse todas las formas de comunicación, sean estas verbales o no verbales, reformulando continuamente las propuestas pedagógicas frente a los cambios tecnológicos y al contexto sociocultural del que proviene el niño (p.36).
Se puede señalar entonces, que estas dimensiones son indispensables para
poder desarrollar la inteligencia emocional, Bisquerra (2000) por su parte plantea
que las personas emocionalmente inteligentes poseen las siguientes
características:
• Resaltan actitudes positivas por encima de las negativas, son optimistas,
reconocen sus limitaciones y las de los demás.
• Reconocen los propios sentimientos y emociones, aunque no es nada fácil,
se fortalece poco a poco.
• Capacidad para expresar sentimientos y emociones, para lo cual la persona
emocionalmente inteligente sabe reconocer el canal más apropiado y el
momento adecuado para canalizarlas.
• Capacidad para controlar emociones y sentimientos, para lo que requiere
establecer un equilibrio entre la expresión y control de la emoción.
• Ser capaz de tomar decisiones adecuadas, implica integrar lo racional con
lo emocional.
• Motivación, ilusión, interés en las emociones y la realidad que lo rodea.
• Autoestima, es sentir y tener sentimientos positivos hacia sí mismo y
confianza en las propias capacidades para hacer frente a lo que nos
planteamos en la vida.
• Tener valores alternativos que den sentido a la vida.
• Capacidad para superar las dificultades y frustraciones, es decir la
capacidad de superarse aunque se hayan vivido experiencias altamente
negativas.
• Capacidad para integrar polaridades, lo cognitivo con lo racional, la soledad
y compañía, tristeza y alegría, es decir, mantener el equilibrio entre los dos
polos opuestos.
La inteligencia emocional es una habilidad que tenemos todos los seres humanos,
la cual se desarrollará adecuadamente dependiendo de la estimulación que
podamos tener de nuestro entorno, donde interviene la sociedad en conjunto:
familia, escuela y comunidad, mediadores indispensables de socialización que
contribuyen a la formación integral del individuo. Al respecto Vivas (2003) afirma,
que autores como Salovey y Mayer (1990) y Goleman (1996), han destacado la
importancia de la inteligencia emocional en la educación integral del individuo.
Estos planteamientos se ven reflejados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (2002) y La Ley Orgánica de Educación (1980) en las
que se expone que la educación es un proceso integral cuyo objetivo es el pleno
desarrollo de la personalidad del individuo.
De igual manera, Maslow (1982) y Rogers (1977, 1978) citados por Vivas (2003)
destacan que “una de las metas de la educación es satisfacer las necesidades
psicológicas básicas, ya que no puede alcanzarse la autorrealización mientras no
sean satisfechas la necesidades de seguridad, pertenencia, dignidad, amor,
respeto y estima” (p. 6). Por lo que Bisquerra (2000), plantea que la inteligencia
emocional puede ser estimulada en niñas y en niños desde muy temprana edad,
con la finalidad de formar seres con la capacidad de establecer excelentes
relaciones sociales, donde puedan conocer, manejar, reconocer, controlar, y
relacionarse sobre la base inteligente de sus propias emociones y las de los
demás, de forma orientada y pensada.
3.4 Caracterización Psicosocial de La Niña y Del Niño de
Preescolar
3.5 Caracterización de La y Del Docente de la Fase Preescolar
3.6 Proceso de Enseñanza – Aprendizaje en la Fase Preescolar
LA FASE PREESCOLAR
3.1 CARACTERIZACIÓN PSICOSOCIAL DE LA NIÑA Y DEL NIÑO PREESCOLAR La niña y el niño en la fase preescolar del nivel inicial, son seres individuales con
una personalidad en desarrollo, la cual se ve influenciada por diferentes entornos
socializadores (familia, escuela, comunidad, pares y medios de comunicación), es
importante que estas instancias se interrelacionen, para que trabajen en conjunto
como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(2000) y La Ley Orgánica de Educación (2000), donde se afirma que se debe
promover la participación activa de la familia, comunidad y otras instituciones en el
proceso educativo. Al mismo tiempo se debe tomar en cuenta las necesidades,
intereses y rasgos básicos de las niñas y de los niños en la fase preescolar, las
cuales se describen de acuerdo a las áreas fundamentales del desarrollo infantil:
física, psicomotora, cognitiva, lenguaje y socioemocional.
Según Meneses (1993), el desarrollo es un “fenómeno cualitativo, consiste en
cambios funcionales, raíz de una mayor diferenciación, especialización y
complejidad en la conducta del organismo” (p. 29), por lo que a medida que el
individuo va creciendo, experimenta cambios a nivel físico, funcional e intelectual;
las cuales dependerán de su edad y de la estimulación de su entorno.
Es por ello que a continuación se presentan las características de las niñas y los
niños en edad preescolar (3 a 6 años):
Características Físicas: Constituyen los aspectos “relativos a la forma,
configuración, conducta corporal y estado de salud” (Guía Práctica de Actividades
Para Niños Preescolares, 2001, p.26), de la niña y del niño preescolar. Dichos
aspectos involucran la relación entre peso y estatura con la edad; la salud bucal, el
estado de los órganos de los sentidos, la inmunización, la alimentación e higiene,
de igual manera deben tener un período de descanso para el sueño y para la
recreación.
Psicomotríz: Comprende los procesos asociados a la postura, equilibrio y
movimiento del cuerpo, tales como: el equilibrio, el esquema corporal, la
coordinación motora gruesa, esta se refiere al área en la que el individuo realiza,
movimientos, gestos, y desplazamientos con la participación de grandes grupos
musculares. Muchas veces determinadas partes del cuerpo requieren de cierta
independencia, como son las piernas, en actividades como: correr, caminar, trotar,
entre otras (Guía Practica de Actividades para Niños Preescolares, 2001). La
coordinación motora fina, es aquella en la cual el individuo realiza movimientos,
empleando los músculos más pequeños, como son: brazos, manos y dedos. Los
movimientos de los dedos, manos y brazos, ocurren en el niño desde antes del
nacimiento y se manifiestan como reflejos voluntarios, que luego se convertirán en
acciones involuntarias, se dice que este aspecto del desarrollo psicomotríz se
desarrolla en el niño con mayor lentitud que las habilidades motoras gruesas y
mejoran en forma considerable en el período preescolar, ya que el desarrollo de la
motricidad fina, está ligada a la madurez del sistema nervioso, debido a que la
mielinización está en proceso y es la responsable del ajuste, adecuación y rapidez
de los movimientos (Craig, 1977).
El comportamiento según el nivel de desarrollo que presenten niñas y niños en
edad preescolar, según la Guía Práctica de Actividades para Niños Preescolares,
se puede caracterizar de la siguiente manera:
A los 3 años: Es más independiente, puede caminar, correr, subir y bajar
escaleras con ayuda de un adulto, inicia actividades por sí mismo, puede comer y
vestirse por sí sólo. Puede saltar con ambos pies, se para sobre un solo pie, da
algunos pasos en punta de pie, salta desde una silla, y tiene adecuada
coordinación de las manos y de los dedos.
A los 4 años: Es más activo, puede saltar por encima de una cuerda, brincar,
correr, tirar y recibir una pelota con ambas manos, trepar, caminar en línea recta,
galopar y jugar con otras niñas y otros niños. Le gusta demostrar sus nuevas
habilidades motoras y manejar las tijeras.
A los 5 años: Se puede amarrar los zapatos, enlazar, abotonar, subir y bajar
cierres, disfrutar con el creyón y el lápiz, puede patear una pelota, caminar sobre
una cuerda en el piso, patinar, marchar, saltar la cuerda y manejar una bicicleta.
Cognitivas: Se refiere a los procesos a través de los cuales la niña y el niño
organizan mentalmente la información que recibe por medio de los sistemas senso
- preceptuales al interactuar con el ambiente externo y obtener experiencias que
podrá asimilar e incorporar a su estructura mental. La niña y el niño preescolar se
ubica en la etapa preoperacional del desarrollo cognitivo donde presenta las
características siguientes, según la Guía Práctica de Actividades para Niños
Preescolares (2001) y Morea (1997):
- Capacidad para representar mentalmente los objetos sin necesidad de tenerlos
a simple vista.
- Ve el mundo desde su propia perspectiva, lo que le impide ponerse en el lugar
del otro.
- Atribuye vida a los objetos
- Cree que los fenómenos naturales son causados por el hombre.
- Tiene dificultad para descentrar su atención a un aspecto particular, es decir,
no puede enfocar varias características a la vez, complicándole la relación entre
un aspecto observado antes y uno después.
- Se inicia en el descubrimiento de las propiedades físicas de los objetos: color,
forma, textura, tamaño...
- Actúa sobre los objetos agrupándolos de acuerdo a una o varias
características.
- Ordena los elementos de acuerdo a una o varias dimensiones.
- Establece nociones, relaciones y estructuras de su espacio y tiempo.
- Es capaz de representar su mundo exterior de signos y símbolos.
Lenguaje: Es un instrumento utilizado para la comunicación y expresión del
pensamiento, es el proceso de interacción y comunicación de la niña y del niño
consigo mismo y con los demás. Según la Guía Práctica de Actividades para
Niños Preescolares (2001) y Morea (1997): El desarrollo del lenguaje es un
proceso evolutivo e interactivo, por el cual pasa la niña y el niño en edad
preescolar para la construcción de sus conocimientos y habilidades. Algunas de
estas características son:
- Se da cuenta de que las palabras influyen en la conducta de las personas y de
los acontecimientos.
- Toma turno en las conversaciones.
- Expresa sus creencias, sentimientos o necesidades.
- Emplea en sus conversaciones gestos, símbolos y sonidos.
Socioemocional: Constituye la base del desarrollo integral de niñas y niños,
comprende las formas de interacción entre las niñas, los niños y otros adultos, así
como la formación y expresión de los sentimientos, esta interacción se establece
en dos dimensiones: una que tiene que ver con las emociones del propio sujeto y
otra con las relaciones sociales que establece con los otros (S/A, 2000).
La niña y el niño en edad preescolar, según la Guía Práctica de Actividades para
Niños Preescolares, presenta las siguientes características: se siente aceptado y
comprendido, expresa sus emociones y sentimientos de forma auténtica, confía en
las personas a su alrededor, se siente seguro al lado de ellas, es independiente,
curioso, creativo, le gusta descubrir las cosas por sí mismo, se responsabiliza por
las actividades que elige hacer, coordina diferentes opiniones y puntos de vista.
Ésta caracterización es pertinente a nuestro tema de investigación, con la idea de
conocer y comprender al sujeto inmerso en la experiencia de aprendizaje, es decir,
a la niña y al niño de preescolar, con la finalidad de que el proceso educativo sea
más eficaz y de calidad. De manera que se trata de educar comprendiendo a la
niña y al niño en su proceso de desarrollo integral y la educación musical como
experiencia pedagógica en el desarrollo de la inteligencia emocional en la fase
preescolar, se diseñe con base a la comprensión de los rasgos y características
psicosociales de niñas y niños. De la misma forma, es importante conocer las
características de la y del docente de la fase preescolar.
3.2 CARACTERIZACIÓN DE LA Y DEL DOCENTE DE LA FASE PREESCOLAR
La y el docente de la fase preescolar constituyen un puente de enlace entre la
escuela, comunidad y familia con la finalidad de lograr el desarrollo integral de la
niña y el niño, para lo cual es necesario que cuente con una formación adecuada
sujeta a lo planteado en el Currículo de Educación Inicial (2005), donde se
establecen tres aspectos referidos a su formación:
• Personal: Es un aspecto básico del perfil que describe al docente como
un ser capaz de establecer relaciones sociales armoniosas, utilizando el
lenguaje como elemento básico para la comunicación.
Contempla el desarrollo global de la persona, cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad, además del desarrollo de la creatividad e imaginación y de la capacidad para actuar de acuerdo a un conjunto de valores éticos y morales (Currículo de Educación Inicial, 2005, p. 48).
• Pedagógica – Profesional: Resalta el aspecto investigativo que debe
desarrollar el educador con el fin de comprender su entorno y aprender de él,
así como ejercer un papel crítico y reflexivo acerca de lo aprendido. Por lo
que es necesario, que el docente permanezca en constante formación, y de
la misma manera garantice “el desarrollo de habilidades que faciliten el
trabajo con los niños y niñas, además de aprender a trabajar en equipo”
(Currículo de Educación Inicial, p. 49).
• Socio – Cultural: Tiene como finalidad que la y el docente entiendan que
la personalidad del individuo, así como su desarrollo es diferente de acuerdo
a la sociedad donde se desenvuelve, por lo tanto debe respetar la diversidad
cultural e individual, lo cual guiará su acción educativa.
Según lo anterior podemos decir que, el rol de la y del docente en la fase
preescolar es el de investigador (a), mediador(a) y guía, su función es la de
propiciar un aprendizaje significativo a través de estrategias y actividades, las
cuales van a depender del desarrollo evolutivo, intereses, necesidades y
características del alumnado. Así mismo, lograr que la niña y el niño establezcan
una relación entre la institución y la sociedad.
Algunas otras características de la y del docente de preescolar, de acuerdo a
Quijano (2002) y Cárdenas (2005) son:
- Tener conocimiento acerca del desarrollo evolutivo de la niña y del niño
preescolar, sus características, necesidades e intereses.
- Mantener una relación armónica consigo mismo, al igual que con la escuela,
comunidad y familia.
- Ser investigador, crítico, dinámico y reflexivo en relación a su praxis, además
debe tener una actitud abierta y permeable hacia nuevos paradigmas.
- Tener una actitud sana, comprensiva, empática, firme y decidida.
- Desempeñar su rol en un espacio adecuado, donde predomine la objetividad y
especialidad profesional.
- Ser capaz de identificar sus capacidades y limitaciones profesionales y
propiciar un ambiente de apertura con miras a facilitar el aprendizaje.
- Ser activo y capaz de establecer una relación entre el nuevo conocimiento y los
ya existentes en el alumnado.
- Cumplir un papel de mediador y facilitador que le permita desarrollar las
potencialidades de sus alumnos y alumnas.
- Ser observador, creativo y objetivo al momento de hacer un diagnóstico y
evaluar.
En conclusión, podemos decir que la o el docente de la fase preescolar, además
de presentar estas características, debe ser alguien con la capacidad para
reflexionar acerca de la labor educativa, capaz de seleccionar lo que considere
más pertinente de acuerdo a lo que pretenda enseñar y sobre todo manejar sus
propias emociones e interactuar con inteligencia emocional para propiciarla en la
alumna y en el alumno, y lograr de esta manera que el proceso de enseñanza-
aprendizaje sea adecuado.
3.4 PROCESO DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE EN LA FASE PREESCOLAR
El proceso de enseñanza - aprendizaje es continuo y natural, ocurre de manera
espontánea en el individuo y requiere de una participación activa para obtenerlo,
de igual forma debe procurar desarrollarse de tal manera, que la niña y el niño
diferencien su género, entendiendo este como, todos los elementos “que la
sociedad ha designado para cada sexo y crea diferencias de tipo psicológicas y
sociales en la conducta del hombre y de la mujer y en consecuencia en sus
vinculaciones y relaciones” (Alarcón y Rivas, 2006, p.56). Esto quiere decir, que el
proceso de enseñanza- aprendizaje debe fomentarse en un clima armónico donde
no exista discriminación de género y se fomente los sentimientos positivos, de
respeto, valoración, solidaridad, entre otras y con igualdad de condiciones para
ambos sexos (Currículo de Educación Inicial, 2005).
De igual manera, en la fase preescolar, las niñas y los niños inicialmente aprenden
a través de los sentidos, por medio de la manipulación, exploración, observación,
ensayo y error, imitación y el juego simbólico, entre otros. De la misma manera, se
hace necesario que las personas encargadas del proceso de enseñanza –
aprendizaje, bien sea, el o la docente o cualquier adulto significativo, debe
procurar planificar actividades que contribuyan satisfactoriamente en este proceso.
Ahora bien, sabiendo que la niña y el niño al ingresar al preescolar posee una
serie de conocimientos previos, la y el docente en dicho nivel, tienen la función de
realizar un diagnóstico para conocer cuáles son las necesidades, intereses,
habilidades, características, capacidades y conocimientos, con la idea de reforzar
éstas formas de conocimiento y proveerlo de un aprendizaje significativo, es decir,
“incorporar a su estructura cognitiva, nuevos conceptos, principios, hechos y
circunstancias, en función de su experiencia previa, por lo cual se hace
potencialmente significativo” (Ministerio de Educación Cultura y Deporte, 2000, p.
49).
De la misma forma, la y el docente, al proporcionarle un aprendizaje significativo a
la niña y al niño, debe cultivar la autonomía, el autoconcepto, la autovaloración, la
amplitud de emociones y sentimientos, la motivación al logro, la valoración hacia sí
mismo y hacia los demás, ya que de esta manera se logra que la niña y el niño
tengan una actitud positiva ante el aprendizaje, el establecimiento de relaciones
sociales, la expresión plena de su ser, al mismo tiempo aprende a comprenderse
y respetarse a sí mismo/a y a los demás, también es importante recalcar que para
el logro de estos aspectos, la y el docente deben tener una personalidad acorde
con lo que pretende enseñar.
Según el informe de la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación
para el siglo XXI (1996), la educación debería sustentarse en cuatro pilares
fundamentales:
• Aprender A Conocer: Es un aspecto que involucra la interacción de la
niña y del niño con otros sujetos y con su ambiente, lo que le permite iniciar
un reconocimiento de sus fortalezas, debilidades, necesidades e intereses.
• Aprender a hacer: Involucra la acción y el error, ya que a través de éste
el niño y la niña manipulan su entorno, transformándolo y obteniendo un
aprendizaje de acuerdo a sus necesidades e intereses.
• Aprender a convivir: En este pilar, la niña y el niño se forman como
seres sociales y emocionales, es decir, forma parte de una sociedad que
integra familia, escuela y comunidad, a través de los cuales adquiere cultura,
valores, historia y normas, comienza a reconocer sus emociones, manejarlas
y reconocer las de las demás personas, siendo la comunicación un elemento
fundamental.
• Aprender a Ser: Hace una recopilación de todos los aprendizajes
obtenidos en los pilares anteriores, conformándose de esta manera la
personalidad de la niña y del niño y la base para su futuro desempeño en la
sociedad.
En resumen, es preciso mencionar que dentro del proceso de enseñanza –
aprendizaje, las niñas y los niños, la y el docente en la fase preescolar cumplen un
papel primordial, pues para que este proceso ocurra requiere de la interacción
armoniosa de ambos, considerándose uno complemento del otro, en un ambiente
agradable que permita no solo el aprendizaje sino también el disfrute y entusiasmo
de cada uno durante las actividades. Por lo que al momento de desarrollar
inteligencia emocional dentro del aula, a través de la educación musical, esta
interacción debe ser lo más sólida posible, para que el proceso de enseñanza -
aprendizaje sea adecuado.
4.1 Educación Musical e Inteligencia Emocional en la Fase
Preescolar
4.1 EDUCACIÓN MUSICAL E INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA FASE PREESCOLAR
La música es un excelente medio de expresión que permite al ser humano la
exteriorización de su ser propio y personal, despierta en él las vivencias internas
que posee por medio de su sensibilidad e imaginación, de igual manera es el
estímulo más apropiado para producir estados emocionales, para desarrollar la
sensibilidad, valores y actitudes constructivas, al mismo tiempo relaja, estimula,
libera, hace pensar y provoca reacciones (Márquez, 2003 y Cordero S/F).
Dentro de la educación, se ha adoptado la música como un medio necesario
dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, que permite que las niñas y los
niños conozcan, comprendan y experimenten su realidad, dándole al docente la
oportunidad de conocer a sus alumnos en todas sus facetas. La educación
musical en la fase preescolar se sitúa dentro del espacio de representación e
imitación, según el Currículo de Educación Inicial (2005), es definido como un
espacio diseñado para el establecimiento de relaciones, experiencias y expresión
de sentimientos, el cual debe estar estructurado de tal manera que promueva la
expresión oral, gráfica - plástica y la educación musical, no solo como un medio de
aprendizaje sino también como un medio para el placer y disfrute estético, además
es un componente del área de aprendizaje comunicación y representación, cuyo
objetivo es desarrollar en las niñas y en los niños una aptitud musical que les
permita desarrollar su memoria auditiva, producir sonidos utilizando su propio
cuerpo y otros instrumentos.
Ahora bien, considerándose la y él docente de la fase preescolar agentes
mediadores durante el proceso de enseñanza – aprendizaje de la educación
musical, es necesario que posea ciertas características según Hensy (1964) y El
Currículo de Educación Inicial (2005), se pueden describir de la siguiente manera:
- La y el docente deben estar sensibilizados para las actividades musicales,
poseer condiciones personales y profesionales, así como conocimientos
básicos respecto al género musical, demostrar una actitud positiva,
espontánea, flexible, de entusiasmo y disfrute al realizar las actividades junto
con las niñas y los niños para abordar efectivamente la educación musical.
- Es necesario que diferencien los elementos de la música: ritmo, melodía y
armonía, al igual que las cualidades del sonido: altura, timbre, intensidad y
duración.
- Es importante que posea un tono de voz claro y agradable, buena
articulación, modulación y adaptarse con soltura a los ritmos musicales, al
mismo tiempo que tenga la capacidad de diseñar actividades y estrategias que
incluyan los instrumentos, la expresión corporal y la voz, permitiendo a la niña
y al niño ser protagonista en las distintas actividades.
- Tener la capacidad de lograr el establecimiento de interacciones entre el
alumnado, al igual que adaptarse a la personalidad de cada uno de ellos, lo
que le servirá para conocer mejor sus necesidades físicas, afectivas, y
mentales.
La música puede ser considerada un detonante de las emociones, los
compositores e intérpretes, a través de sus obras intentan transmitir sus propios
sentimientos y vivencias, logrando de esta manera que quien las escuche pueda
sentir e interpretarlas de acuerdo a su sensibilidad y experiencia.
La educación musical abarca cierta cantidad y calidad de elementos que
conforman la música, puede ser empleada como experiencia pedagógica de
enseñanza – aprendizaje, a través del cual, la niña y el niño pueda identificar y
sentir sus emociones, transmitirlas y expresarlas de acuerdo a su personalidad.
Es preciso señalar además, que la educación musical, es un arte donde el juego y
la expresión corporal tienen un papel importante.
El juego es considerado una actividad social que permite tanto a las niñas como a
los niños iniciarse en el proceso de interacción, cooperación, socialización entre
otras actitudes sociales, así como también desarrollar la capacidad de pensar y
regular sus emociones y sentimientos debido a que los infantes durante el juego
desempeñan diversos personajes de características particulares, se conocen así
mismos y al mundo que les rodea y es allí donde la relación con sus pares y con
los adultos adquiere mayor importancia. Por estas razones, es importante que la
escuela ofrezca a las niñas y a los niños, la posibilidad de jugar y fantasear en
lugares adecuados.
La expresión corporal en niñas y niños es la participación activa de todo el cuerpo
en diversas situaciones propuestas por la actividad educativa o que requieran de
la misma, le permite a la niña y al niño insertarse en su mundo y en el mundo de
otras/os niñas y niños, por medio de actividades como: el juego, dramatizaciones,
el canto, etc., por lo que Vayer (1977), afirma que “el niño aprehende el mundo
con su ser completo, elaborándose su personalidad a través de su cuerpo y a
través del cuerpo de los demás” (p. 46), permitiéndole de esta manera realizar su
“Yo”. Es a través de estos componentes que comienza a relacionarse consigo
mismo y con los demás, logrando de esta manera establecer relaciones
intrapersonales e interpersonales adecuadas, por lo que no se puede separar el
aspecto lúdico, la expresión corporal y la educación musical de la educación
emocional y mucho menos del proceso de enseñanza- aprendizaje en la fase
preescolar.
Ahora bien, estableciendo una relación entre la educación musical, el aspecto
lúdico y la expresión corporal y sabiendo que ambas pueden contribuir de manera
integral en el desarrollo de la personalidad del ser humano, se pueden considerar
fundamentales en la educación de las emociones, ya que la música, el juego y la
expresión corporal transportan al individuo a un mundo de pasión, imaginación,
fantasía, creación, abriéndole la mente y el corazón a lugares inimaginables,
donde de forma espontánea y agradable pueda entender, comprender y manejar
sus emociones, ya que la educación musical y la inteligencia emocional son dos
dimensiones diferentes pero vinculadas entre sí.
Por otro lado, sabiendo la importancia de la educación musical en el desarrollo de
la inteligencia emocional en la fase preescolar, es necesario conocer cuáles son
las características principales de la y el docente de este nivel para impartir
educación emocional o desarrollar inteligencia emocional en sus alumnos, debido
a que como señala Vivas (2003), el docente debe tener una preparación adecuada
antes de impartir este tipo de educación, ya que de eso dependerá la formación de
sus alumnas y alumnos. Estas son:
- Es conciente de sus propias emociones y sentimientos, es decir, capaz de
identificarlos y expresarlos.
- Es responsable de sus sentimientos y emociones, es decir no, culpar a los
demás de las sensaciones que pueda sentir.
- Posee la capacidad de controlar sus emociones.
- Es capaz de motivarse a sí mismo, empatizar con sus alumnos, padres y
colegas.
- Es capaz de tener habilidades sociales para crear y mantener relaciones, para
reconocer un conflicto y saber solucionarlo.
- Tiene la capacidad de analizar sus propias sensaciones en lugar de las
acciones o motivos de los demás.
- Posee la capacidad de identificar las necesidades emocionales insatisfechas
en sí mismo y en los demás.
- Posee un vocabulario preciso a través del cual expresar sus emociones,
especialmente las negativas, considerándose estas como más difíciles de
comunicar.
- Es conciente de sus expresiones faciales y del tono de su voz, ya que llevan
consigo poderosos mensajes emocionales.
- Antes de ser comprendido el docente debe procurar entender a los demás,
sus emociones y sentimientos.
En términos generales, es importante señalar que la escuela debería estar
preparada para promover la alfabetización emocional, es decir, que la niña y el
niño no solo digan lo que sienten sino que también logren identificarlas,
expresarlas de acuerdo a un vocabulario adecuado y canalizar o manejar las
emociones positivamente, ya que como señala Goleman ( 1995) “cuando nos
sentimos emocionalmente alterados decimos que no podemos “pensar
correctamente”, y la perturbación emocional constante puede crear carencias en
las capacidades intelectuales de un niño, deteriorando la capacidad de aprender”
(p. 47), sin embargo, consideramos que también crearía carencias en sus
capacidades físicas, motoras, de afectividad, incluyendo sus relaciones
intrapersonales e interpersonales.
Por su parte Colom y Froufe (S/F) señalan, que una niña y un niño
emocionalmente inteligente posee las siguientes características:
- Tiene confianza en sí mismo y en sus capacidades, lo que le ayuda a
aprender más y mejor.
- Desarrolla el autocontrol, presentando menos problemas de conducta.
- Establece fácilmente relaciones con el grupo de iguales y al mismo tiempo
desarrollan la capacidad para comunicarse y cooperar con los demás.
- Resiste mejor la presión de sus amigos, mostrándose menos violento y más
empático.
- Se desenvuelve mejor en la resolución de conflictos, es más felíz, saludable y
tiene más éxito.
Conociendo las características que puede presentar la niña y el niño al desarrollar
inteligencia emocional, es preciso establecer una relación entre los objetivos que
persiguen cada una de estas variables por considerarse ambas el medio más
idóneo para el conocimiento manejo y expresión de sentimientos y emociones.
OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN MUSICAL
- Lograr que la niña y el niño expresen con libertad e intensidad la riqueza de
su mundo interior, es decir, sus emociones y pensamientos.
- Estimular el desarrollo sensorial y la sensibilidad a través de los sentidos.
- Enriquecer y diversificar sus posibilidades expresivas mediante la utilización
de los recursos y medios a su alcance como son: la expresión corporal y los
instrumentos musicales.
- Permite en los niños y las niñas una mayor concentración.
- Aportar un ambiente positivo y relajado, favoreciendo la integración sensorial
necesaria y promoviendo las diferentes interacciones.
- Favorece los procesos matemáticos, mejora el aprendizaje de la lectura y
escritura, aumenta la creatividad, favorece las habilidades sociales, así como el
desarrollo motor, contribuye al desarrollo del lenguaje al favorecer el
aprendizaje de palabras y frases nuevas.
- Favorece el interés por las cosas bellas, el arte, la creación y lo sublime que
representa la inteligencia musical.
- Desarrolla la noción del esquema corporal, cultivando la individualidad como
persona.
- Despierta, evoca, estimula robustece y desarrolla diversas emociones y
sentimientos, por lo que es considerada una fuente de placer y puede provocar
catarsis, permitiéndole al individuo ver proyectados en ellos sus estados de
ánimo.
- Potencia la memoria auditiva y la producción de sonidos con el propio cuerpo
e instrumentos musicales.
OBJETIVOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
- Adquirir un conocimiento de las propias emociones.
- Identificar las emociones y sentimientos de los demás.
- Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
- Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas intensas.
- Desarrollar la habilidad de relacionarse emocionalmente de manera positiva
con los demás
A través de estos objetivos, se aprecia claramente la vinculación que se puede
establecer entre educación musical e inteligencia emocional, proponiéndose la
primera como un componente de la educación en la fase preescolar que facilita el
desarrollo de la inteligencia emocional o la educación emocional, ya que como
podemos observar, tanto en la educación musical como en la inteligencia
emocional se persigue la libre expresión de sentimientos y emociones, la habilidad
para relacionarse con los demás, el autoconocimiento, el respeto, el autocontrol ,
la automotivación, la empatía, al mismo tiempo que contribuyen de manera eficaz
en el desarrollo integral del individuo.
Para finalizar, podemos decir que en la fase preescolar, la y el docente al emplear
la educación musical como experiencia pedagógica para el desarrollo de la
inteligencia emocional en sus alumnas y alumnos, debe tomar en cuenta los
aspectos que involucran cada uno de estos componentes, sus objetivos, al igual
que las características, necesidades e intereses de las niñas y de los niños, con el
fin de proporcionarles actividades significativas y agradables que llamen su
atención y que contribuyan al logro de los objetivos propuestos.
5.2 Manual de Actividades
MANUAL DE ACTIVIDADES
INDICE Introducción.................... ....................................................................80
ACTIVIDADES
• ¿Qué Vamos a Hacer?..............................................................86
Respiramos................................................................................88
• ¿Cómo se Siente Nuestro Cuerpo?...........................................90
• Yo me gusto así.........................................................................92
¿Quién Soy?..............................................................................95
Lara, Lará...................................................................................97
Las Sillas..................................................................................101
La Botella.................................................................................103
Dibujemos las Emociones con Ritmo....................................,..105
Jugando con Cintas.................................................................107
Andar Como.............................................................................109
¿Quién oyó los ruiditos?..........................................................111
La Papa Caliente......................................................................113
Cantando con Emoción............................................................115
Escuchamos y Sentimos la Música..........................................117
Nos Hacemos una Franela......................................................119
• Pedro y El Lobo........................................................................121
• Descargamos Emociones…………………………………..……123
• Recomendaciones.................................................................. 126
• Referencias Bibliohemerográficas………………..……………..128
INTRODUCCIÓN
Las emociones, son reacciones de rabia, tristeza, alegría, miedo, sorpresa,
desprecio, aceptación, entre otras, que pueden experimentar los seres humanos,
se ven influenciadas por los entornos sociales donde se desenvuelven: familia,
escuela, comunidad y otras instituciones. Los individuos desde pequeños cuentan
con la posibilidad de aprender a manejar sus emociones, pero requieren de la
familia y la escuela para su educación con el fin de canalizarlas en
acontecimientos determinados, evitando de esta manera ser dominados por ellas y
desarrollar inteligencia emocional.
La Inteligencia Emocional, es la capacidad de comprender, conocer, controlar,
manejar y expresar nuestras emociones y sentimientos, puede ser educada desde
temprana edad, por lo que la fase preescolar del nivel inicial, se considera una
etapa propicia para su educación. Se requiere que en esta fase la o el docente
tenga conocimiento acerca de la inteligencia emocional y su importancia dentro de
la sociedad, al mismo tiempo que sirva de modelo de equilibrio emocional,
desarrollando habilidades empáticas y reflexivas frente al alumnado, con el objeto
de convertirse, entre otras cosas, en una fuente mediadora de aprendizaje.
Además es conveniente que conozca y trabaje los componentes de la inteligencia
emocional. Según Salinas (2005), estos son: autoconocimiento, autorregulación,
automotivación, empatía y habilidades sociales, pudiéndose desarrollar en el aula
de preescolar de la siguiente manera:
Autoconocimiento: Requiere que la o el docente diseñe actividades donde la niña
y el niño reconozcan sus habilidades, estados de ánimo, sentimientos, etc.
Permitiéndole de alguna manera expresarse, y al mismo tiempo, darse cuenta de
los cambios físicos que observa en sí mismo y en los demás al expresar una
determinada emoción. Se encuentra relacionado con la autoimagen, la cual tiene
que ver con el reconocimiento por parte de la niña y del niño de su esquema
corporal, de sus capacidades tanto físicas como intelectuales y sociales, de su rol
dentro de la sociedad, de sus limitaciones, de sus creencias, para aceptar y
respetar a los demás.
Autorregulación: Hace énfasis en que pensemos antes de actuar, canalicemos
nuestros sentimientos y emociones y los manejemos de la mejor manera posible.
Al momento de trabajar este componente en las aulas de preescolar se pretende
que la niña y el niño de manera amena y didáctica aprendan a manejar sus
emociones y sentimientos de acuerdo a las circunstancias, por lo que es
indispensable que la o el docente estimule en el alumnado la confianza y
disposición ante nuevas ideas, es recomendable que la niña y el niño identifiquen
las emociones que pueda sentir, para que aprendan a expresarlas y canalizarlas.
Autoestima: Es la capacidad que tiene el ser humano para el reconocimiento y
aceptación de sí mismo. La o el docente puede estimular este componente dentro
de su aula, a través de actividades que le permitan a las niñas y a los niños
conocerse a sí mismos y expresar lo que sienten y piensan.
Automotivación: Con el fin de desarrollar esta habilidad en los infantes es
necesario que la o el docente estimule primero la autoestima, con la finalidad de
que las niñas y los niños reconozcan cuáles son sus fortalezas y debilidades,
generando autoconfianza y autorespeto.
Empatía: Se refiere a la capacidad que tiene el individuo de ponerse en el lugar de
otra persona para que aprenda a reconocer sus propias emociones y las de los
demás. Este componente se puede aplicar en las niñas y en los niños a través de
actividades donde puedan representar al otro emocionalmente, identificando sus
emociones, esto los ayudará a entenderlos y aceptarlos estableciendo relaciones
interpersonales y socioafectivas adecuadas.
Habilidad Social: Es la capacidad que desarrolla las personas para establecer
relaciones interpersonales adecuadas y guiar a otros seres humanos en la
resolución de posibles problemas. Para estimular este componente, la o el
docente puede proponer situaciones de aprendizaje permitiéndole a la niña y al
niño cumplir el rol de líder, para que practique cómo conducir a un grupo, expresar
lo que siente y piensa en grupo, con el fin de que aprenda a comunicarse
eficazmente y mantener excelentes relaciones sociales.
Estos elementos aunque diferentes unos de otros se encuentran interrelacionados,
ya que el desarrollo de uno depende del otro, es por ello que proponemos a la y al
docente, que al momento de estimular la inteligencia emocional establezca una
relación apropiada entre cada uno de ellos.
EDUCACIÓN MUSICAL
Es importante mencionar que una de las herramientas que puede emplear la o el
docente de la fase preescolar para estimular la inteligencia emocional en las niñas
y en los niños, es la Educación Musical, ya que a través de ella, pueden entender
y expresar su mundo interior. Dentro de las actividades musicales que se pueden
emplear, se encuentran:
Juegos Musicales: El juego es considerado una actividad social, al relacionarlo
con música hace que la niña y el niño desplace al exterior sus miedos, angustias y
problemas internos, es decir, exteriorice sus pensamientos y sentimientos, aunque
no necesariamente de manera oral, descargue impulsos y emociones, interiorice
las normas y pautas de comportamiento social, desarrolle las funciones psíquicas
de percepción, memoria, lenguaje, razonamiento e imaginación, facilitando de esta
manera los aprendizajes escolares (Gallegos, 2001). También a través de los
juegos musicales las niñas y los niños aprenden a escuchar y diferenciar sonidos,
a elegir entre aquellos que le agradan y le desagradan y reproducirlos a través de
su cuerpo u otros instrumentos, y por otro lado también aprende a escuchar el
silencio y en silencio.
Expresión Corporal: Es importante dentro de la educación musical, ya que le
permite a la niña y al niño descubrir el espacio en el que se encuentra, orientarse y
enriquecer el movimiento, descubrir las cualidades que el cuerpo posee y
aprender a conocer, respetar, amar el cuerpo y comunicarse con los demás.
Dentro de esta actividad se puede emplear la dramatización, la cual le ayuda a las
niñas y a los niños a “sentir su cuerpo, expresar sus emociones y vivencias,
empiezan conociendo las propias emociones y después van conociendo las de
otras personas” (Gallego, 2003, Pág. 1).
Relajación: La relajación
...es el antídoto que ataca directamente al nerviosismo y la
tensión....Es un ejercicio que tiene por objeto brindar un descanso
a todos los músculos del cuerpo, de una manera consciente,
produciendo un descanso general de todo el organismo,
principalmente del sistema nervioso (Guerrero, S/F,p. 5).
En la educación, durante la fase preescolar, debería ser empleado como
un recurso que permita a la niña y al niño, ser conciente del beneficio que
conlleva la relajación y lo practique con el fin de mantenerse en equilibrio,
tanto física como emocionalmente.
Respiración: Es el proceso por medio del cual los seres vivos toman oxígeno y
liberan dióxido de carbono. Las vías aéreas o respiratorias son las que facilitan el
paso del aire, y los pulmones es el lugar donde se efectúa el intercambio de
oxígeno y dióxido de carbono.
La respiración es de suma importancia debido a que permite la ventilación, el
intercambio de gases, el transporte de gases por la sangre y la respiración celular,
razón por la cual, es necesario que se aprenda a realizar de manera adecuada
desde temprana edad.
Al revisar las funciones que tanto la relajación como la respiración contienen, nos
damos cuenta de que ambas giran en torno al bienestar del individuo tanto a nivel
físico como psicológico, razón por la cual pueden ser fusionadas en actividades
didácticas para mejorar el funcionamiento integral de niñas y niños. A nivel
educativo puede desarrollarse por medio de la imitación, considerándose la
música como un elemento que beneficia la estimulación de la respiración y de la
relajación, que favorece que la niña y el niño deje volar su imaginación, soltando
su cuerpo y sintiéndose libre.
Cuento Musical: Se refiere a sencillas historias musicales que la o el docente de
preescolar puede desarrollar a través de pequeñas canciones a las cuales podrá
incorporar movimientos, juegos rítmicos, y diversos personajes que permitirán que
las niñas y los niños lleguen a ser protagonistas del cuento. La finalidad de estos
cuentos es lograr que los pequeños desarrollen entre otras cosas la audición y
expresen libremente su sentir de manera oral y corporal (Hemsy, 1964).
Igualmente es un excelente recurso didáctico, para el desarrollo de la capacidad
de atención, concentración, memoria, imaginación y creatividad.
Canción:
Es el alimento musical más importante que recibe el niño. A través de las canciones, establece contacto directo con los elementos básicos de la música: melodía y ritmo. Por este motivo nunca será excesivo el cuidado que se ponga al seleccionar el material de enseñanza fundamental: el cancionero (Hemsy, 1964).
Es necesario mencionar que al momento de aplicar estas actividades dentro del
aula, la y el docente de preescolar debe tomar en cuenta las necesidades,
intereses y características de las niñas y los niños con la finalidad de que las
actividades sean agradables, motivantes y divertidas y puedan participar
activamente, incluso, por su propia iniciativa.
Este manual de actividades musicales se realizó con el objetivo de orientar a las y
los docentes de la fase preescolar en cuanto a cómo pueden contribuir a educar
las emociones de las niñas y de los niños en esta fase, empleando la educación
musical como experiencia pedagógica. Además, dichas actividades son apenas
una selección sugerida, la o el docente podrá adecuarlas a su criterio y crear
otras, incluso con la ayuda de las niñas y los niños.
Las actividades propuestas en este manual, pueden ser trabajadas por sesiones,
las cuales dependerán de la o el docente que las ejecute, del proyecto que esté
llevando a cabo, del espacio físico y de las necesidades e intereses de niñas y
niños, en cuanto al tiempo de duración de cada sesión, puede variar entre 15 ó 45
minutos, de acuerdo al entusiasmo del grupo durante su realización.
Por último, es preciso señalar que las actividades se idearon siguiendo el curso
del desarrollo cognoscitivo de la niña y del niño en la fase preescolar y tomando
en cuenta algunos criterios de planificación, expuestos en el Currículo de
Educación Inicial. A continuación se presentan una serie de actividades que
facilitan el desarrollo de la inteligencia emocional a través de la educación musical
como experiencia de aprendizaje, las cuales fueron seleccionadas de la
bibliografía expuesta al final, y adaptadas de acuerdo al objetivo que se persigue
con la realización de este manual.
¿QUÉ VAMOS A HACER? Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Identidad y Género.
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Objetivos:
Adquirir conciencia de su autoimagen y reconozca las partes de su cuerpo.
Adquirir conocimiento acerca de las emociones y sentimientos.
Facilitar en las niñas y en los niños el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Preparación de la Actividad
Antes de comenzar la actividad, la o el docente puede realizar preguntas como:
¿quién sabe qué son las emociones?, ¿quién conoce las partes de su cuerpo?,
¿quién ha sentido (tristeza, rabia, alegría, miedo, etc). Con la finalidad de conocer
cuáles son las necesidades e intereses del alumnado.
Desarrollo de la Actividad
La o el docente reunirá a las niñas y a los niños en grupo, conversará con ellas y
ellos acerca de la imagen corporal, las partes de su cuerpo, las diferencias, las
emociones y sentimientos, sus características y formas de expresión, así como
también la importancia que cada una de ellas tienen para el establecimiento de
relaciones sociales y lo fundamental que es el aprender a controlarlas y
expresarlas.
Al finalizar la o el docente puede motivar a las niñas y a los niños a dar
sugerencias de posibles actividades, a través de preguntas como: ¿les gustaría
aprender a reconocer las emociones?, ¿cómo creen ustedes que podemos
expresar lo que sentimos?, entre otras.
RESPIRAMOS
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Corporal.
Expresión Musical.
Objetivos
Toma de conciencia de la propia respiración
Favorecer el reconocimiento de lo que involucra el sistema respiratorio en las
niñas y en los niños.
Reconocer en las niñas y en los niños la expresión de sentimientos y
emociones, de acuerdo al ritmo de la respiración.
Adecuar la respiración a la expresión de sentimientos y emociones.
Preparación de la Actividad
La o el docente les explicará a las niñas y los niños ¿qué es la respiración?,
¿cómo respiramos?, puede utilizarse como modelo, inflando su vientre con aire e
irlo botando lentamente y que cada niña y niño vaya tocando con la finalidad de
que el alumnado sienta como ocurre, y luego puedan imitarla.
Desarrollo de la Actividad
Posición inicial : tumbados en el suelo, boca arriba, se les pide respirar y notar la
manera en cómo lo hacen, señalando que el aire entra y sale por..., para lo cual
puede realizar diferentes experiencias modificando por donde entra y sale el aire:
Entra y sale por la nariz (respiración silenciosa).
Entra por la nariz y sale por la boca empujando los labios relajados
(respiración de señor dormido).
Entra y sale por la boca (jadeo, respiración de perro).
Inhalamos – exhalamos.
¿Qué sentimos?
Sonreímos y observemos como sale la emoción.
Al llevar a cabo esta actividad puede realizar preguntas como:
¿Qué se mueve cuando respiramos?
¿Cómo se sienten?
¿Cuándo se hincha el vientre o el abdomen?
¿Cuándo se reduce el vientre o el abdomen?
Al finalizar la actividad, explicar a las niñas y a los niños la importancia de la
respiración, su importancia cuando sentimos alguna emoción (enojo, nervios,
miedo, intranquilidad, rabia, etc), puede realizar preguntas como ¿qué sintieron
durante la actividad?, ¿cómo podemos respirar cuando sentimos rabia?....
¿CÓMO SE SIENTE NUESTRO CUERPO?
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal.
Expresión Musical.
Objetivos:
Estimular en la niña y en el niño el reconocimiento de la tensión y relajación
de su cuerpo.
Facilitar en las niñas y en los niños el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Facilitar la expresión y el reconocimiento de emociones y sentimientos en
las niñas y en los niños.
Estimular en las niñas y en los niños la expresión corporal.
Preparación de la Actividad
La o el docente conversará con las niñas y los niños acerca de la relajación, ¿qué
es?, ¿para qué sirve?, ¿cómo nos podemos sentir relajados?,etc.
Desarrollo de la Actividad
La o el docente colocará música suave – instrumental de fondo, le pedirá a las
niñas y a los niños acostarse en el piso o sobre una alfombra, con los brazos y las
piernas extendidas, luego les dirá que aprieten las manos y su cuerpo hasta
sentirlo muy fuerte, poco a poco y de manera progresiva les sugiere que respiren
profunda y lentamente a medida que relajan cada parte de su cuerpo,
comenzando por la cabeza, hasta completar su esquema corporal.
Estando completamente relajados, la o el docente con una voz suave y pausada
irá diciéndole a las niñas y a los niños: “cierren los ojos lentamente, inhalen y
exhalen e imaginen que son una pluma, muy suave y liviana, que está volando
en el cielo, el viento sopla muy fuerte y la mueve, ustedes vuelan por el cielo y
observan todo lo que hay a su alrededor”. Luego de un rato les dice que “el viento
cesó y la pluma va cayendo al suelo lentamente por eso todo su cuerpo se está
moviendo...”, así continua hablándoles, hasta que llegue el momento de
despertarlos, lo cual debe ser lento, puede contar con ellos de atrás hacia delante
(5, 4, 3 , 2, 1) para que de la misma manera ellos abran los ojos.
Al finalizar la actividad la o el docente puede realizar preguntas como: ¿cómo se
sintieron?, ¿qué les pareció la actividad?, ¿cómo sentían su cuerpo a lo largo de la
actividad?, entre otras...
YO ME GUSTO ASÍ Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Identidad y Género.
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Escrito (Lectura y Escritura).
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal.
Expresión Musical.
Objetivos: Adquirir conciencia de su autoimagen y de las partes de su cuerpo.
Adquirir conciencia de su identidad y género tanto en sí mismo/a como en
las demás personas respetando las diferencias sexuales y promoviendo la
equidad de género.
Facilitar en las niñas y en los niños el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Contribuir a la adquisición de nuevos vocablos por parte de las niñas y de
los niños.
Adquirir conciencia de su cuerpo y utilizarlo como forma de expresión y
comunicación.
Estimular en la niña y en el niño el reconocimiento de algunos elementos de
la música.
• Estimular en niñas y niños el reconocimiento de las nociones espaciales
(arriba- abajo, derecha- izquierda, cerca – lejos).
Preparación de la Actividad
La o el docente reunirá a las niñas y a los niños en círculo, leerá la canción y les
pedirá que la repitan junto con ella, al mismo tiempo que van tocando cada parte
de su cuerpo y la irán reconociendo de acuerdo a la letra de la canción, luego
cantarán la canción, la practicarán, después que la haya internalizado, se
recomienda colocar el CD o cassette con la misma, para que la actividad sea más
amena y agradable. También se pueden trabajar los elementos del ritmo y la
melodía, dentro de la misma actividad.
Desarrollo de la Actividad
YO ME GUSTO ASÍ
A los lados van los brazos,
al frente la nariz,
abajo van las piernas,
arriba las orejas,
sólo tengo una cabeza,
una lengua, muchas muelas,
veinte dedos, dos muñecos,
y me gusto así, me gusto así.
Así, así, así, me gusto así.
Ay lara, yo me gusto así.
Ay lara, me gusto así, así.
Yo me gusto así.
A los lados van los codos,
el ombligo en la mitad,
las rodillas más abajo,
tengo pelo, tengo brazos,
para darte mil abrazos,
tengo espalda, tengo hombros,
tantas partes que me asombro,
y me gusto así, me gusto así.
Así, así, así, me gusto así.
Ay lara, yo me gusto así.
Ay lara, me gusto así, así.
Yo me gusto así.
Me faltaron los dos ojos,
me faltó también la boca,
y que dicen de mi cola,
yo me gusto así, me gusto así.
Así, así, así, me gusto así.
Ay lara, yo me gusto así.
Ay lara, me gusto así, así.
Yo me gusto así.
Finalizada la actividad la o el docente, tendrá la oportunidad de explorar acerca de
cómo se sintieron los infantes, antes, durante y después de la actividad; realizando
preguntas como: ¿cómo se sintieron?, ¿qué les pareció la actividad?, ¿quién
quisiera repetirla?, ¿qué podemos transformarle?, ¿les gusta su cuerpo?
¿QUIÉN SOY?
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Identidad y Género.
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Imitar Juegos y Roles.
Objetivos Adquirir conciencia de sí mismo como persona.
Facilitar en las niñas y niños el desarrollo de su autoestima y autonomía.
Estimular en las niños y en los niños la expresión oral.
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Preparación de la Actividad La o el docente conversará con las niñas y los niños acerca de algunos aspectos
de sí mismo, como: ¿qué les gusta?, ¿qué les gusta hacer cuando están tristes?,
¿cómo son?, etc, luego los invitará a jugar ¿Quién Soy? explicando el juego y
colocando música suave instrumental, con la finalidad de crear un ambiente
armónico y agradable que favorezca la tranquilidad y estimule a la niña y al niño a
expresar sus emociones.
Desarrollo de la Actividad ¿Quién Soy?
En un espacio abierto se dispersan las niñas y los niños, la o el docente o algún
niño que quiera participar se cubre los ojos con una venda y tratará de tocar a uno
de sus compañeros, el cual deberá compartir con el grupo ¿quién es?, ¿cómo es?
y ¿cómo se siente?, luego será él quien tendrá la oportunidad de taparse los ojos
y atrapar a un nuevo participante. Al finalizar el juego la o el docente los reunirá a
todos en grupo y conversará acerca de la actividad, el objetivo que persigue,
puede realizar preguntas como: ¿qué les pareció?, ¿cómo se sintieron?, ¿quiénes
se encontraban tristes, alegres, molestos, cómodos, incómodos, tranquilos e
intranquilos? entre otras.
“LARA – LARÁ”
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social.
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Expresión Musical.
Expresión Corporal
Objetivos
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y reconocimiento de
sentimientos y emociones propias y en los demás.
Estimular la empatía dentro del grupo.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Contribuir al desarrollo del aparato fonador.
Desarrollo de la Actividad
Organizar a las niñas y a los niños en círculo. La o el docente se colocará en el
centro con una pandereta u otro instrumento de percusión. A toda pregunta de la
profesora, las niñas y los niños contestaran “lara-lara- lará”, haciendo algún gesto
o movimiento libre, dependiendo de la pregunta haga. Cada alumno, imitará el
gesto que realizó su compañera y compañero
“LARA – LARÁ”
Docente:
Éste es el juego
de Lara – lara- lará.
Yo les pregunto,
Ustedes dirán....
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará
Docente:
A ver, empecemos
por este lugar.
Atención, todos
Deben contestar
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
Docente:
¿cómo te llamas?
(dirigiéndose a una niña o niño)
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(realiza un gesto).
Docente:
¿cómo te sientes?
(dirigiéndose a otra niña o niño
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(realiza el gesto dependiendo de la pregunta).
Docente:
¿cómo te ríes?
(dirigiéndose a otra niña o niño)
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(realiza el gesto dependiendo de la pregunta).
Docente:
¿cómo lloras?
(dirigiéndose a otra niña o niño?
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(realiza el gesto dependiendo de la pregunta).
Docente:
¿cómo te ves cuando sientes miedo?
(dirigiéndose a otra niña o niño)
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(realiza el gesto dependiendo de la pregunta).
Docente:
¿cómo te ves cuando te molestas?
(dirigiéndose a otra niña o niño?
Niñas/ Niños:
Lara – lara –lará.
(Realiza el gesto dependiendo de la pregunta).
Continuar según la dinámica que se haya formado en el grupo.
La o el docente aprovechará la actividad para hacer comentarios explicativos y
responder preguntas acerca de los diferentes estados de ánimo y sus formas de
sentirlos y expresarlos.
LAS SILLAS
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal
Expresión Musical.
Objetivos
Estimular la empatía dentro del grupo.
Favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en las niñas y en los niños.
Adquirir conciencia de su cuerpo y utilizarlo como forma de expresión y
comunicación.
Estimular en las niñas y en los niños el reconocimiento de las nociones
espaciales (arriba- abajo, derecha- izquierda)
• Estimular en las niñas y en los niños el reconocimiento del pulso y la altura
de la música.
Desarrollo de la Actividad Se colocan las sillas en círculo y hacia fuera. Debe haber una silla menos que el
número de jugadores/as. Uno de los jugadores/as o la docente se encarga de la
música. Los demás se colocan de pie alrededor de las sillas.
Empieza la música y los jugadores/as tienen que correr (bailar o andar) alrededor
de las sillas dependiendo del ritmo y el pulso de la música y también de lo que
pueda hacer sentir en cada uno (alegría, tristeza, miedo, etc). Al parar la música
todos deben localizar una silla donde sentarse. Quien no lo logre quedará fuera.
Se vuelve a jugar, pero quitando una silla para que siempre quede un jugador sin
silla. Así continua el juego hasta que quede un jugador, como ganador o
ganadora.
Al finalizar la actividad explorar con las niñas y los niños acerca de los
sentimientos y emociones que puedan sentir los jugadores/as que quedaron fuera
y que ganaron. Puede realizar preguntas como: ¿qué se siente quedar eliminado?,
¿qué siente un ganador?, ¿cómo creen que se siente la niña o el niño que perdió?
, entre otras. También puede aprovechar la oportunidad para conversar con ellos
acerca de que siempre no seremos ganadores o perdedores, que la vida está llena
de situaciones que nos pueden hacer sentir así y enseñarles cómo manejar estas
emociones (automotivándose).
LA BOTELLA
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal
Expresión Musical.
Objetivos
Estimular la empatía dentro del grupo.
Favorecer la expresión gestual en las niñas y en los niños.
Favorecer el desarrollo de la motricidad fina en niñas y niños.
Facilitar en las niñas y los niños el reconocimiento y la expresión de
sentimientos y emociones.
Desarrollo de la Actividad Las niñas y los niños se sientan formando un círculo. Se echa a suerte quien
girará la botella que está en el centro.
Al dejar de girar, el cuello de la botella se quedará señalando a uno de los
jugadores/as. La niña o el niño al cual apunte, tendrá una penitencia, la cual podrá
ser: expresar alguna emoción (triste, alegre, molesto, miedoso, etc) de acuerdo a
la música o canción propuesta por la docente.
El jugador que cumpla la penitencia pasa la próxima vez al centro para hacerla
mover.
Al finalizar la actividad, conversar con las niñas y los niños, acerca de las
emociones que observaron en sus compañeras/os, de lo que sintieron durante la
actividad. Puede realizar preguntas como: ¿qué se siente quedar señalado por el
pico de la botella?, ¿qué sintieron al escuchar la música?, ¿qué les pareció la
interpretación de sus compañeros y compañeras?, entre otras.
DIBUJEMOS LAS EMOCIONES CON RITMO
Áreas de Aprendizaje Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Corporal
Expresión Plástica.
Expresión Musical.
Objetivos
Favorecer la expresión corporal en las niñas y en los niños.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Estimular el reconocimiento del ritmo y la armonía de la música.
Desarrollo de la Actividad La o el docente le pedirá a las niñas y a los niños arrodillarse en el suelo, les dará
instrucciones de que “dancen con sus brazos pintados” sobre el papel (puede ser
una lámina de papel bond), la cual estará en el piso. Cuando comienza la música,
que puede ser triste o alegre, cause miedo o sorpresa, etc. Los niños
comenzarán a dibujar (al principio conviene recordarles que deben “danzar” con
todo el brazo y no simplemente con la mano). Después de unos minutos se
detiene la música y se cambia. El niño debe cambiar de color cada vez que
cambia de música. También se le puede proponer escoger el color de acuerdo a la
emoción que sientan, por ejemplo, si es tristeza algunos escogerán el negro, otros
el marrón, eso depende de cada uno/a.
Al finalizar la o el docente, puede realizar una exposición acerca de los trabajos
que hicieron las niñas y los niños, aprovechando la oportunidad para realizar
preguntas acerca de lo que sintieron durante la realización de la actividad, los
cambios que observaron en su cuerpo y en sus dibujos al escuchar música alegre,
triste, melancólica, agresiva, etc, también puede preguntarles ¿por qué emplearon
un determinado color y no otro?, ¿de qué color es (la tristeza, alegría, miedo,
etc)?, entre otras.
JUGANDO CON CINTAS Áreas de aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Corporal.
Expresión Musical.
Expresión Plástica.
Objetivos
Favorecer la expresión corporal en las niñas y en los niños.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y los niños.
Facilitar en las niñas y los niños la expresión y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Estimular en las niñas y en los niños el reconocimiento de los elementos de
la música.
Estimular en los niños y niñas el reconocimiento de las nociones espaciales
(arriba- abajo, derecha- izquierda).
Desarrollo de la Actividad
La o el docente le pedirá a las niñas y a los niños formar un círculo, conversará
con ellos acerca de las emociones que siente el ser humano, les dará una cinta de
color a cada niño, luego les explicará que la actividad consiste en dibujar en el aire
con la cinta lo que puedan sentir al escuchar una determinada pieza musical.
Al finalizar la o el docente indagará acerca de los dibujos que realizaron las niñas
y los niños con las cintas, ¿cómo era el ritmo de la música (rápido o lento)?, ¿qué
sintieron al escuchar una determinada pieza musical?, ¿qué instrumentos fueron
tocados durante la pieza musical?, ¿qué se siente dibujar en el aire las
emociones?, entre otras.
ANDAR COMO... Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Identidad y Género.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Corporal.
Expresión Musical.
Objetivos
Estimular la empatía dentro del grupo
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión de sentimientos y
emociones.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Preparación de la Actividad
Se trata de dar unas frases estímulo para que la niña y el niño adopte distintas
actitudes emocionales de sus compañeros/as que le llevará a caminar de
diferentes formas. Se recomienda al hacer esta actividad, colocar música contraria
a la emoción que vaya a expresar la niña o el niño, con la finalidad de crearles un
conflicto emocional (encuentro de dos emociones distintas en un mismo momento,
donde la niña y el niño debe tomar una decisión, acerca de qué emoción expresar)
al estar expresando con su cuerpo emociones diferentes a las que provoca una
determinada pieza musical.
Desarrollo de la Actividad
El titulo del juego es Andar Como...
(Nombre de una niña o niño) triste.
(Nombre de una niña o niño) alegre.
(Nombre de una niña o niño) feliz.
(Nombre de una niña o niño) con miedo.
Un señor cansado y molesto
Un soldado gruñón.
Una maestra gruñona.
Una mamá regañona.
Un amigo cariñoso.
Un papá cariñoso.
Al finalizar, la o el docente puede conversar con las niñas y los niños acerca de la
actividad y de los conflictos emocionales que se les presentaron, con el fin de
abordar profundamente la importancia de la inteligencia emocional. Puede realizar
preguntas como: ¿cómo se sintieron?, ¿cómo les pareció la imitación de sus
compañeros?, ¿ustedes creen que se ven así, cuando sienten una determinada
emoción?...
¿QUIÉN OYÓ LOS RUIDITOS?
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Objetivos
Fomentar en la niña y en el niño el empleo del silencio como un medio para
la relajación.
Estimular en las niñas y en los niños el reconocimiento de las cualidades del
sonido.
Estimular en las niñas y niños el reconocimiento de las nociones espaciales
(dentro – fuera, arriba – abajo, derecha – izquierda, cerca- lejos).
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión de sentimientos y
emociones.
Desarrollo de la Actividad
Poner a las niñas y a los niños en situación de silencio, bajo la pregunta “¿quién
oyó los ruiditos?”.
La o el docente se mantendrá en total silencio, las niñas y los niños se
encontrarán con los ojos cerrados.
Cuando por fin haya un profundo silencio y la o el docente estén seguros que los
niños están concentrados, hará ruido, colocando música suave –instrumental con
bajo volumen y lo irá subiendo o bajando dependiendo de las actitudes
observadas en las niñas y los niños.
Realizará preguntas como: ¿qué se oye dentro del salón?, ¿qué se oye fuera del
salón?, también puede ser aun lado, arriba, abajo, cerca, lejos, etc, dependiendo
de las condiciones físicas del aula o espacio.
Al finalizar, la o el docente comentará a sus alumnas y alumnos la importancia de
hacer silencio y escuchar en silencio, de prestar atención, lo importante que es
para las personas el sentirse escuchadas cuando hablan, también conversar con
ellos acerca de los sonidos altos, bajos, cortos, largos, fuertes, débiles etc...
LA PAPA CALIENTE
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Expresión Corporal.
Objetivos
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Estimular la empatía dentro del grupo.
Facilitar en las niñas y en los niños el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Desarrollo de la Actividad
La o el docente reunirá a las niñas y a los niños en círculo, les explicará el juego
que consiste en, pasar un instrumento musical mientras suena música variada, la
cual podrá ser lenta o rápida e interrumpida en los momentos que la docente crea
conveniente. Al parar la música, la niña o el niño que quede con el instrumento
tendrá que cumplir una penitencia, esta puede ser dramatizar a una/o de sus
compañeras y compañeros expresando una emoción (alegría, tristeza, cólera,
miedo, sorpresa, entre otras).
Al finalizar, la o el docente llamará a una reunión de grupo y conversará con el
alumnado acerca de lo que sintieron realizando la actividad, de la dramatización
de sus compañeras y compañeros, pudiendo realizar preguntas como: ¿qué les
pareció la dramatización de sus compañeros?, ¿ustedes creen que (nombre de la
niña o el niño), cuando está (triste, alegre, sorprendido, etc), se expresa así como
lo interpretó su compañera o compañero?, ¿a quién le molestó como lo imitó su
compañera o compañero?, también puede hablar con ellos acerca de cómo
canalizar emociones de rabia, molestia, proponiéndoles la respiración como una
herramienta adecuada que sirve de pausa mediadora de la emoción y de la
conducta socialmente aceptada o emocionalmente equilibrada.
CANTANDO CON EMOCIÓN
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Expresión Corporal.
Lenguaje Oral.
Objetivos
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y los niños.
Adquirir conciencia de su cuerpo y utilizarlo como forma de expresión y
comunicación.
Facilitar en niñas y niños el desarrollo de su autonomía y autoestima.
Favorecer el compañerismo y solidaridad dentro del grupo.
• Favorecer en niñas y en niños el reconocimiento de las cualidades del
sonido.
Desarrollo de la Actividad
Enseñar la siguiente canción:
EL GUSANITO
Nadie me quiere,
todos me odian,
porque yo como gusanito;
le quito la cabeza,
me como lo de adentro,
mmm, que rico gusanito.
Repetirla expresando un estado de ánimo, por ejemplo alegría, tristeza, rabia, etc.
Se pueden hacer variaciones al preguntar: ¿cómo la cantaría una viejita triste?,
¿cómo lo cantaría un gigante alegre?, ¿cómo la cantaría un enano molesto?.
Al finalizar la actividad la o el docente, puede conversar con las niñas y los niños
acerca del respeto a las demás personas, de lo que sintieron al representar un
determinado personaje, de las emociones que expresaron, de cómo al expresar
emociones alegres o tristes el canto fue más fuerte o débil, lento o rápido, etc.
ESCUCHAMOS Y SENTIMOS LA MÚSICA
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Lenguaje Oral.
Objetivos
Facilitar en niñas y en niños la expresión de sentimientos y emociones.
Facilitar en las niñas y niños el desarrollo de su autonomía y autoestima.
Favorecer el respeto dentro del grupo.
Estimular en las niñas y los niños el reconocimiento de las cualidades del
sonido.
Estimular en las niñas y en los niños la sensibilización a los sonidos de
diferentes instrumentos musicales.
Preparación de la actividad
La o el docente seleccionará fragmentos de piezas musicales que considere
puedan despertar diferentes emociones en las niñas y en los niños, también les
pedirá llevar algún instrumento musical (maracas, tambor, flauta, pandereta,
etc).
Desarrollo de la Actividad
Utilizar casetes o discos de música clásica como: “Las Cuatro Estaciones” de
Vivaldi, “La Sinfonía de los Juguetes” de Mozart, “La Quinta Sinfonía” de
Beethoven o cualquier otra que la o el docente considere. Después de escuchar
cada fragmento, la o el docente invitará a las niñas y los niños a comentar acerca
de la música que han escuchado. Dirigir la atención sobre la altura del sonido
(grave y agudo) y la intensidad (fuerte, débil), las diferentes velocidades (lentas,
rápidas), etc. Las sensaciones que producen en cada niño los temas musicales
(alegría, miedo, tristeza, tranquilidad, tensión, etc).
Al finalizar, la o el docente puede indagar en sus alumnas y alumnos acerca de lo
que aprendieron, ¿cómo se sintieron?, ¿qué les desagradó de la actividad?, ¿qué
les agradó?, ¿si les gustaría repetirla?, ¿por qué algunos sonidos eran más
rápidos o lentos que otros?, etc...
NOS HACEMOS UNA FRANELA
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Lenguaje Oral.
Lenguaje Escrito.
Expresión Plástica.
Objetivos
Facilitar en las niñas y en los niños la expresión de sentimientos y
emociones.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en las niñas y en los niños.
Estimular el desarrollo de la creatividad de las niñas y en los niños.
Facilitar en las niñas y niños el desarrollo de su autonomía y autoestima.
Favorecer el respeto dentro del grupo.
Estimular en las niñas y niños el reconocimiento de las nociones espaciales
(arriba- abajo, derecha- izquierda, cerca – lejos).
Reconocer el uso de la lectura y la escritura como instrumento de
información y comunicación.
Desarrollo de la Actividad
La o el docente conversará con las niñas y los niños acerca de las partes de su
cuerpo y las emociones que siente el ser humano. Luego junto con ellas y
ellos, creará tarjetas con las figuras y colores de su preferencia que reflejarán
las diversas emociones, los invitará a jugar “Nos hacemos una Franela”,
pegando los tarjetones en todo su cuerpo, colocará música que motive a la
expresión de emociones y al parar la misma, la niña y el niño deberá quitar de
su cuerpo el tarjetón que identifica la emoción que la música les produce y
enseñarlo a los demás. Al finalizar el juego la docente puede reunirlos en grupo
y discutir acerca del desarrollo de la actividad.
PEDRO Y EL LOBO
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Identidad y Género
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal.
Lenguaje Escrito
Objetivos
Facilitar en las niñas y los niños la expresión y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en niñas y niños.
Estimular el desarrollo de la creatividad.
Facilitar en las niñas y los niños el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Favorecer el reconocimiento de los instrumentos musicales.
Favorecer el reconocimiento de las cualidades del sonido.
Estimular la empatía dentro del grupo.
Preparación de la Actividad
La o el docente previamente realizará actividades a través de las cuales las
niñas y los niños aprendan a reconocer los instrumentos musicales y el sonido
que producen. Luego conversará con ellos acerca del cuento musical “PEDRO
Y EL LOBO”, les hablará sobre su compositor el ruso Serguéi Prokófiev (1891-
1953), lo que es un cuento musical, sus personajes, y lo que considere
pertinente. Después escucharán el cuento musical.
Desarrollo de la Actividad
La o el docente conversará acerca de las emociones que produce la música,
las cualidades de los sonidos escuchados y los instrumentos musicales,
después les pedirá que imiten corporalmente los sonidos de los instrumentos y
les puede proponer dramatizar el cuento musical, seleccionando cada niña y
niño el personaje que quiera interpretar.
Al finalizar la docente puede pedirle a las niñas y los niños que expongan ¿qué
les pareció la actividad?, ¿cómo se sintieron?, ¿qué les pareció el cuento?,
¿qué pasaba con pedro y el lobo?, ¿qué instrumentos musical le gustó?, ¿qué
emociones les inspiró el cuento?, etc...
DESCARGAMOS EMOCIONES
Áreas de Aprendizaje
Formación Personal y Social
Autoestima.
Identidad y Género
Autonomía.
Expresión de Sentimientos y Emociones.
Comunicación y Representación
Expresión Musical.
Lenguaje Oral.
Expresión Corporal.
Objetivos
Facilitar en niñas y niños la expresión creativa y el reconocimiento de
sentimientos y emociones.
Facilitar en la niña y el niño la canalización de emociones y sentimientos a
través del contacto con algunos objetos.
Favorecer el desarrollo de la motricidad en niñas y niños.
Adquirir conciencia de su cuerpo y utilizarlo como forma de expresión y
comunicación.
Estimular en las niñas y en los niños la expresión corporal.
Favorecer el reconocimiento del ritmo como elemento de la educación
musical.
Desarrollo de la Actividad Se reparten las pelotas, por lo menos una para cada niño, si se puede se reparten
más. Se les dice:
Bota la pelota muy fuerte contra el piso... más fuerte.
Cuando la botes, acompáñala de un grito “ahy, ahy ”, que el grito salga
desde tu ombligo, muy profundo “ahy, ahy ”.
Ahora bótala lejos, si quieres contra la pared.
Ayúdate a lanzarla muy fuerte con tu voz “hi, uh, auch, aaa” (varias veces,
promover el uso de la voz y la descarga de energia contra las pelotas,
permitiendo el alboroto y el uso indiscriminado de las pelotas).
Vamos a pensar como nos sentimos (felices, tristes, alegres, sorprendidos,
molestos, etc)
Cada quien escoge una pelota que tiene la misma emoción y comienza a
decirle como te sientes y porque te sientes así.
Cuando en el grupo baja el nivel de movimiento y ruido, les dice: vamos a
formar todos una fila, pegados a la pared, y por turno cada uno va a tirar su
pelota muy lejos y con mucha fuerza, hasta que toque la pared de enfrente.
Uno por uno; el segundo niño o niña, no empieza sino hasta que la pelota
del primero este quieta (promover la observación). Al terminar todos: preguntar
¿te acuerdas de tu pelota?, ¿te acuerdas de la emoción que sentías?, ahora
recógela, dile nuevamente como te sientes y lánzala, de uno por uno.
Esta vez antes de recoger las pelotas vamos a marchar por donde no hay
pelotas, pisando muy fuerte para tratar de moverlas., pero sin tocarlas (repetir
el lanzamiento y la marcha fuerte)
Ahora lo haremos al revés: vamos a pasear entre las pelotas, de puntitas,
muy suavemente y tratando de no mover las pelotas. Recoger las pelotas y
lanzarlas hacia una canasta que colocará la o el docente.
Luego todos juntos vamos a darnos las manos y hacer un circulo en forma
de pelota (puede usarse una rima para formar el circulo, por ejemplo: “una
rueda muy bien echa vamos todos a formar... y si queda muy bien echa,
cantaremos tra, la ,lá).
Esta pelota va a saltar, a saltar y parar (realizar la acción mientras la
decimos y pedir al grupo que repita con nosotros)
A girar, a girar y a parar.
Pequeñita pelotita, pequeñita, pequeñita, y parar (cerrar el circulo).
a ponchar (rompen el circulo y se dispersan por el salón).
a inflar y desinflar..., a inflar y desinflar..., a armar el circulo... (repetir
mientras haya interés por parte del grupo).
Ahora vamos a buscar un lugar para descansar; vamos a ponernos como
pelota inflada. Contaremos 1, 2,3; la pelota se desinfla y queda tirada en el
piso, muy blandita...(cuando la pelota se poncha, se oye como sale el aire)
Con los niños en el piso, la o el docente les pedirá colocar las manos sobre
la panza, ahora infla la panza y desinfla, que se oiga cómo sale el aire (repetir
tres o cuatro veces, no más; dejar reposar a los niños en silencio, por un
momento).
Al finalizar la actividad la o el docente puede enfatizar la importancia de la
respiración, la relajación, el trabajo en grupo, la importancia de expresar nuestros
sentimientos y emociones y como podemos canalizarlos.
RECOMENDACIONES
• Se recomienda hablarles a niñas y niños de la importancia de la inteligencia
emocional y de cómo el aprendizaje y desarrollo de esta capacidad puede
ayudar a que expresen y canalicen adecuadamente las emociones y de
cómo a través de la música pueden aprender a reconocerlas, expresarlas y
canalizarlas.
Se recomienda que la o el docente antes de presentarles una pieza musical
a la niña y al niño debe hablarles acerca de su autor/a, de los instrumentos, de
los elementos de la educación musical y de las cualidades del sonido, entre
otras cosas.
• Al momento de llevar a cabo una actividad la o el docente debe plantear a
los niños y niñas cuál es su objetivo, discutir con ellos acerca de la misma,
escuchar la propuesta de las niñas y los niños y llegar a acuerdos.
• Crear un ambiente donde la niña y el niño se sienta estimulado y en
confianza para expresarse libremente.
• Al realizar sesiones para el desarrollo de la inteligencia emocional, se
recomienda que la última actividad sea grupal, donde se propicie el humor,
alegría, simpatía, afecto, solidaridad, respeto, seguridad, autonomía, etc,
pudiendo emplear canciones infantiles, cuentos musicales de compositores
como: Morela Muñoz, Rosario Anzola, Serenata Guayanesa, entre otras/os
venezolanos.
• Al empezar y terminar una actividad o una sesión de actividades se
recomienda a la y al docente hacer una sesión de respiración y relajación,
con la finalidad de que la niña y el niño, adquiera el hábito de respirar
adecuadamente y aprender a emplearla en su vida diaria.
Nota importante: Al trabajar con actividades, donde se estimule la expresión de
sentimientos y emociones, las y los docentes deben tener especial cuidado, sobre
todo cuando se movilicen emociones fuertes o algún problema que pueda
manifestar la niña o el niño, deben estar pendientes de ciertas reacciones y en
caso de presentarse algún inconveniente, se recomienda reunirse en privado con
la niña o el niño y tratar de motivarlo o animarlo para que se exprese.
Anexo a este manual, se incluyen dos CD:
1. Pedro y el Lobo
2. Compilación de Música Suave, Clásica, Folklórica e Infantil, la cual puede
ser empleada por la y el docente al momento de ejecutar algunas
actividades expuestas en este manual.
Las actividades presentadas, fueron seleccionadas de la bibliografía anexa.
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Las imágenes fueron extraídas de Internet y de algunas revistas infantiles.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Este trabajo de investigación nos permitió establecer la vinculación entre
inteligencia emocional y educación musical y su importancia como experiencia de
aprendizaje en la fase preescolar del nivel inicial, razón por la cual se creó un
marco teórico referencial, que nos ayudó a estudiar cada uno de estos aspectos
de forma separada y así poder establecer la relación más adecuada entre ambos.
Por otra parte, la información recopilada y estructurada corrobora la importancia
que tiene la y el docente de la fase preescolar en el proceso de enseñanza –
aprendizaje, especialmente en el desarrollo de la inteligencia emocional en niñas y
niños preescolares, considerándose como el principal responsable de que este
proceso se lleve a cabo exitosamente, ya que el desarrollo de la inteligencia
emocional tiene como finalidad que la niña y el niño, reconozcan sus emociones y
sentimientos, aprendan a manejarlos y establezcan relaciones sociales
equilibradas.
De igual manera, proponemos la incorporación de la educación emocional, en el
proceso de formación de la y el docente de la fase preescolar, ya que para poder
impartirla en sus aulas debe conocer los objetivos que persigue, los componentes
que la conforman y cómo abordarla en esta fase. Es por ello que recomendamos
a las instituciones formadoras de docentes, incluir en su pensum de estudio
materias, donde se promueva la enseñanza – aprendizaje de la inteligencia
emocional a nivel educativo.
Una limitante que encontramos al realizar este trabajo de investigación fue la falta
de antecedentes o trabajos de investigación, donde se estableciera la vinculación
entre inteligencia emocional y educación musical, lo cual de alguna manera nos
favoreció, ya que nos dio la oportunidad de desarrollar un tema de investigación
innovador, actual y acorde con lo que el proceso educativo requiere, de acuerdo a
los cambios que han surgido en el Currículo de Educación Inicial (2005) y en la
sociedad, es por ello que proponemos la educación musical como experiencia
pedagógica para el desarrollo de la inteligencia emocional, diseñando un Manual
de Actividades Musicales para el Desarrollo de la Inteligencia Emocional en Niñas
y Niños Preescolares, con la idea de orientar a las y los docentes en cuanto a las
posibles maneras en que se puede llevar a cabo.
Para la elaboración del manual de actividades tomamos en cuenta algunos
criterios de planificación expuestos en el Currículo de Educación Inicial (2005), al
igual que los objetivos y componentes que engloban cada uno de estos aspectos
(educación musical e inteligencia emocional). Cada una de las actividades
contenidas en el manual, fueron seleccionadas minuciosamente de una serie de
bibliografías, con el fin de ajustarlas a las áreas de aprendizaje y objetivos
propuestos.
Siguiendo este orden de ideas, es importante acotar que aunque en el diseño del
manual de actividades no incorporamos composiciones folklóricas venezolanas,
estas deben tomarse en cuenta, ya que como lo estipula el Currículo de Educación
Inicial (2005), la educación debe promover el folklore y la cultura de nuestro país,
además de que estas son muy alegres, agradables y permiten la participación
grupal.
Por último, es preciso señalar que las actividades que en el manual se proponen,
no se han llevado en las aulas preescolar, por lo que recomendamos que la y el
docente las analice y las adecue a las necesidades, intereses, características, y
entornos socioculturales en los cuales se desenvuelve la niña y el niño.
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