Uruguay Sustentable

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Revista de distribución gratuita Año 1 N o 1 / Febrero 2010 • La Prevención de la Contaminación • DIROX S.A. Como conducir una transformación sostenible • Prepararse para el cambio permanente • El éxito de un enfoque integral del ambiente

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Revista de distribución gratuita destinada a interesados en Medio Ambiente y Responsabilidad Social Empresarial

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Revista de distribución gratuitaAño 1 No 1 / Febrero 2010

• LaPrevencióndelaContaminación

• DIROXS.A.Comoconducir

unatransformaciónsostenible

• Prepararseparaelcambiopermanente

• Eléxitodeunenfoqueintegraldelambiente

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Uruguay Sustentable es una publicación de Estudio Ingeniería Ambiental. Av. del Libertador J. A. Lavalleja 1532/801. Tel.Fax: (02) 9031191. Publicación trimes-tral. Distribución gratuita. Está prohibida su reproducción parcial, total o de cualquier otra índole que se considere. Redactor Responsable Ing. Civ. Carlos Amorín. Coordinación General Oceanógrafa Ana Perdomo. Director Comercial Sr. Germán Fernández. Supervisor Sr. Alvaro Rodríguez. Diseño Gráfico DG José Prieto. Uruguay Sustentable no se hace responsable por daños y perjuicios originados por el contenido de los avisos publicados en la misma. Las opiniones vertidas en los artículos o notas reflejan exclusivamente el punto de vista de las personas que las expresan y son de su total responsabilidad.

EditorialImportancia de la Sustentabilidad

y la Responsabilidad Social Empresaria

Hacer ingeniería compatible con el medio ambiente, permite armonizar el desarrollo social y económico con la preservación de los recursos ambientales.

Se entiende el ejercicio profesional, como un compromiso ético en el uso del conocimiento a favor del desarrollo de la comunidad, por lo que integrar a esta visión el compromiso ético con el medio ambiente, parecía un cambio en el mismo sentido.

La incorporación del concepto de “Desarrollo Sustentable”, que surgió hacia fines de los 80, permitió definir a la gestión ambiental en términos de un compro-miso con las generaciones futuras, lo que hizo del concepto de Sustentabilidad un camino a seguir.

Bajo esta premisa la Sustentabilidad es el leit motiv del nuevo modelo de desarrollo, buscando soluciones que contemplaran los criterios de conservación ambiental, sin que signifiquen obstáculos insalvables en otras actividades.

Esto implica no solo el desarrollo de la ingeniería aplicada a temas ambien-tales, sino trabajar sobre aspectos sociales y culturales, que permitieran el éxito de estas soluciones.

Queda claro que las mejores tecnologías que se implementen no van a pro-ducir una mejora del desempeño ambiental de una empresa, si quienes trabajan con ellas no tienen conciencia de los efectos ambientales que éstas producen. Esto llevó a ver la Sustentabilidad más allá de las soluciones técnicas como tales y visualizarla en una triple dimensión: económica, ambiental y sociocultural.

Queda ya lejos el tiempo en que el tema ambiental solo tenía que ver con la protección de la flora y la fauna y los ecosistemas, se fue incorporando al concepto de Sustentabilidad, la vida de las poblaciones actuales y futuras, la preservación de los patrimonios históricos y culturales y la protección de la salud.

En los últimos años, con la aparición de los Sistemas de Gestión, la Susten-tabilidad como concepto rector de la gestión de una empresa, ha integrado a la calidad de los servicios, la salud ocupacional, la seguridad industrial y la comunicación con la comunidad.

La última dimensión que se integra a la Sustentabilidad es la de Responsa-bilidad Social, la que si bien aparece como algo totalmente diferente a todo lo anterior, desde el punto de vista del compromiso ético, no es más que la profun-dización de todo lo anterior, haciendo cada vez más de la Sustentabilidad el eje de la gestión empresarial en su globalidad.

Pero, la experiencia nos dice que llevar a la práctica la Sustentabilidad, no era tan fácil como asumirla y que hay mucho trabajo que hacer, tanto técnico como didáctico en la implementación de soluciones prácticas y que permitieran dejar satisfechos a todas la partes involucradas. l

Para publicar en Uruguay Sustentable comuníquese al cel.: 099 453060.

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Objetivos y Alcances

PresentaciónUruguay Sustentablenaceparatransformarseenunactorimportante

enlatareadeintegrarlaSustentabilidadAmbientalentodaslasdimensionesdelquehacerempresarialdenuestropaís.Seruncanalparalapromociónydifusióndesusprincipios,comoseentiendenhoyendía,integrandonosololosaspectosbiológicosyecológicos,sinoquetambién,sociales,culturales,patrimoniales,deseguridad,calidadyresponsabilidadsocial.

Uruguay Sustentablequierecontribuiraconstruirestenuevopara-digma,estandoabiertaalaparticipacióndetodosaquellosquesesientanidentificadosconlapropuesta.

Buscamos insertar en sus páginas las experiencias exitosas en la apli-cacióndelagestiónambientalennuestropaís,comoaquellasquenohancolmadolasexpectativas,conelfindeaprenderdenuestroserrorescomocomunidad.

Queremosquesirvaparaencuadrarlosdebatessobreeltemayarmoni-zarlasdistintasvisioneseinteresesquelosdiferentesactoresgenuinamentepuedantener.

Buscamosquetodoslosactoressociales:industriales,profesionales,esta-do,organizacionesciviles,universidad,etc,puedanpresentarsuspuntosdevistasymarcartantosusacuerdoscomosusdiferencias,alosefectosdequetodospuedanconocerestasvisiones.

Hemosaprendidosque,muchasveceslasposicionesfrenteaundebatesepuedenacercarcuandoambosoponentespuedenexponersuspuntosdevistaenformafranca.

HoyhablardelaSustentabilidaddeunaorganizaciónesvisualizarlaenelcorto,medioylargoplazomidiendolasconsecuenciasdesuactividadentodoslosámbitosdelacomunidadenqueestáinserta,tratandodebuscarejemplosexitososenlacomunidadempresaria.Perotambiénsabemosquenoesalgoquepuedaserdadosinquecadacomunidadlaconstruya,enfuncióndesurealidadtantosocialcomoambientalinmediata.

LaSustentabilidadnopuedeimponerse,debesurgirdelcompromisodetodoslosactoressocialesparadefinirquétipodesociedadquiereconstruirparasupresenteylegarloalasgeneracionesfuturas.

PorquesabemosquelaconstruccióndelaSustentabilidadnoesunatareasencilla,aspiramosaqueUruguay Sustentablepuedeseruninstrumentopositivoenlaconstruccióndeéstaennuestrasociedad. l

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La prevención de la Contaminación enelTratadodelRíodelaPlataysuFrenteMarítimo

yenelEstatutodelRíoUruguay

IntroducciónEl 19 de noviembre se cumplieron

36 años de la firma del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo y este acuerdo, tan trascendente que puso fin a disputas centenarias entre la República Argentina y la República Oriental del Uruguay sobre cuestiones limítrofes en ese espejo de aguas, constituyó un instrumento muy impor-tante para el uso y aprovechamiento racional del ámbito acuático compar-tido entre ambos países.

Ello se logró, fundamentalmente, por las vías de convenir un verdadero estatuto, con 92 artículos por lo que este tratado va mucho más allá que un mero acuerdo en materia de límites.

Siguiendo algunos parámetros de este Tratado, el 26 de Febrero de 1975 se firmó, por ambos países platenses, el Estatuto del Río Uruguay que incorporó algunas normas innova-doras en diversos aspectos del uso ra-cional de ese curso fluvial incluyendo algunas referidas a la prevención de las acciones contaminantes.

La prevención de la contaminación

El Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, tuvo un interés es-pecial, en preservar, a través de di-ferentes disposiciones, los aspectos medioambientales pero por el objeto del mismo, se refirió exclusivamente al medio acuático, dejando de lado otras formas de la contaminación transfronteriza.

Y lo hizo teniendo en cuenta los desarrollos que, a esta altura, se ve-nían procesando a nivel internacional.

En ese sentido el artículo 47 esta-blece: “ A los efectos del presente Tra-tado se entiende por contaminación la introducción directa o indirecta, por el hombre, en el medio acuático, de sus-tancias o energía de las que resulten efectos nocivos”.

En esta definición, se tomaron en cuenta los que en aquel entonces eran los más modernos desarrollos en la materia, en particular, los efectuados por la International Law Association en su reunión de Helsinski de 1966, el Código Nacional de Recursos Re-novables y de Protección del Medio Ambiente de Colombia adoptado en 1974, pero cuyo proyecto obraba desde 1971, en poder de los nego-ciadores , la Conferencia de Nacio-nes Unidas sobre el Medio Humano de Estockolmo de 1972, así como los de las distintas reuniones de la Con-ferencia de Derecho del Mar convo-cadas por las Naciones Unidas que había tenido lugar hasta esa fecha.

En su artículo 48 el Tratado consa-gró el deber de las Partes de proteger y preservar el medio acuático y, “en particular, a prevenir su contaminación dictando las normas y adoptando las medidas apropiadas, de conformidad a los convenios internacionales aplica-bles y con adecuación en lo pertinen-te a las pautas y recomendaciones de los organismos técnicos internaciona-les”.

El Tratado, partiendo de la premi-sa de que las Partes poseen, en sus respectivas legislaciones, normas refe-ridas a combatir la contaminación les impone el deber de no disminuir las mismas exigencias técnicas en vigor

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para la prevención de este tipo de ac-tividades (art. 49 inc.a) y la severidad de las sanciones establecidas en los casos de infracción (inc.b). Asimismo, estableció, la obligación recíproca de informarse sobre las normas que ambos Estados puedan dictar en la materia (art. 50), y reguló lo rela-tivo a la jurisdicción competente y a la responsabilidad internacional que pudiera resultar por daños causados por acciones contaminantes.

La responsabilidadCon respecto a este aspecto, el

artículo 51 establece: “Cada Parte será responsable frente a la otra por los daños inferidos como consecuen-cia de la contaminación causada por sus propias actividades o por las per-sonas físicas o jurídicas domiciliadas en su territorio”.

Para su época, esta norma tuvo un claro carácter innovador ya que im-plica el establecimiento de un criterio de responsabilidad internacional por actos contaminantes, con la particula-ridad, de que estos actos sólo pueden ser el resultado de la acción directa o indirecta del hombre afectando el medio acuático.

Como puede apreciarse de la lec-tura de esa disposición, se prevén tres hipótesis distintas: a) Que la contami-nación sea el resultado de la propia actividad de una de las partes. b) Que dicha acción haya sido realiza-da por personas físicas domiciliadas en el territorio de una de las Partes y que cause perjuicio a la otra y c) Que la contaminación haya sido causada por personas jurídicas domiciliadas en el territorio de las Partes.

Como puede apreciarse, se con-sagró un criterio de responsabilidad, no sólo por las acciones que los go-biernos puedan desarrollar con efec-tos contaminantes transfronterizos, sino que los hace responsable por la conducta que en ese sentido hayan podido tener, las personas físicas y jurídicas domiciliadas en su territorio.

En otras palabras, el Estado tiene “culpa in comittendo” y “culpa in vigi-lando”.

La jurisdicción competentePor último el art. 52 dispone que

“La jurisdicción de cada Parte respec-to de toda infracción cometida en materia de contaminación se ejerce-rá sin perjuicio de los derechos de la otra Parte a resarcirse de los daños que haya sufrido, a su vez, como con-secuencia de la misma infracción. A esos efectos, las Partes se prestarán mutua cooperación”.

Esta disposición tiene por objeto principal el evitar eventuales conflictos de competencia jurisdicción que pue-dan surgir como consecuencia de la doble responsabilidad prevista en el Tratado teniendo en cuenta que una acción contaminante puede derivarse por un lado, de la conducta de una persona o personas físicas, por el otro de la actividad de personas jurídicas y por último, de la actividad del pro-pio Estado.

La contaminación en el frente marítimo

Las normas relacionadas con la contaminación en el frente oceánico son mucho más esquemáticas que las previstas con respecto al Río donde la problemática tiene mayor gravedad.

En efecto, fundamentalmente, el Tratado tiende a limitar determinado tipo de operaciones que, normalmen-te, implican efectos contaminantes y

así el art. 78 prohibe “el vertimien-to de hidrocarburos provenientes del lavado de tanques, achique de senti-nas y de lastre y, en general cualquier otra acción capaz de tener efectos contaminantes” dentro de una zona determinada por un cuadrilátero que tiene por lateral oeste la línea delimi-tativa exterior del Río de la Plata con un ancho de 118 millas y un altura de 118”.

Las comisionesEl Tratado prevé la constitución y el

funcionamiento de dos comisiones: la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) y la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo (CTMFM), con importantes cometidos y compe-tencias en sus respectivas áreas de jurisdicción.

En cuanto a la primera o CARP, tiene entre sus diversos cometidos el “Promover la realización conjunta, con especial relevancia a la evalua-ción, conservación y preservación de los recursos vivos y su racional explo-tación y la prevención y eliminación de la contaminación y otros efectos nocivos que puedan derivar del uso, exploración y explotación de las aguas del Río” (art. 66, inc.a).

En el marco de esa competencia, esta Comisión ha llevado a cabo im-portante estudios sobre la problemáti-ca de la contaminación otorgándole a esa tarea una muy especial relevancia.

En lo que refiere a la segunda o CTMFM, el art. 82 (inc.b ) le otorga análogos cometidos a los asignados a la CARP.

Ambas comisiones con la colabo-ración con el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo han desarrollado un programa de

Zonas definidas por el Tratado de Límites del Río de la Plata .

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acción estratégica para la protec-ción ambiental del Río de la Plata y su Frente Marítimo de particular valía (FREPLATA)

El Estatuto del Río UruguayEl Tratado denominado Estatuto

del Río Uruguay, firmado en la ciudad de Salto el 26.2.1975, fue negocia-do y redactado por delegaciones de ambos países platenses que, en su mayoría, estaban integradas por los mismos que habíamos participado en la elaboración del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo del 19 de Noviembre de 1973.

En materia de prevención de la contaminación guarda pues. con el anterior tratado, algunas similitudes, incluso recoge la misma definición de lo que se debe entender por ac-ciones contaminantes en el art. 40 y consagra la misma obligación de las Partes de proteger y preservar el medio acuático y, en particular, el de prevenir su contaminación, dictando las normas y adoptando las medidas apropiadas “de conformidad a los convenios internacionales..”(art, 41 inc. a), pero en otros aspectos ofrece algunas diferencias y establece meca-nismos mucho más afinados y efica-ces para lograr esos resultados.

En materia de jurisdicción y res-ponsabilidad por las acciones con-taminantes de tipo transfronterizo, mientras que en el Tratado del Río de la Plata se hacía referencia a las personas físicas o jurídicas “domicilia-das” en el territorio de donde partía la acción, en el Estatuto del Río Uruguay, en su art. 42, se hace referencia a la contaminación causada por las activi-dades del Estado “o por las que en su territorio realicen personas físicas o jurídicas”.

que se sustancia actualmente ante la Corte Internacional de Justicia por la construcción y funcionamiento de la planta de pasta de celulosa en la zona de Fray Bentos.

Pero además, el Estatuto del Río Uruguay, le otorga a la Comisión Administradora de ese curso flu-vial (CARU) entre otras funciones, la de dictar normas reglamentarias en materia de “Prevención de la contaminación”(art. 56 inc.4) y el de efectuar investigaciones de carácter científico (art. 56, ap.5 inc.b)

En el marco de esa potestad la CARU ha ido elaborando sobre diver-sos temas un verdadero Digesto del Río Uruguay que incluye un capítulo sobre prevención de la contaminación y ha desarrollado, desde 1987, un plan de monitoreo de la calidad de las aguas (PROCON), en el tramo compartido entre ambos países de ese curso fluvial que, lamentablemen-te, se ha interrumpido como conse-

Es decir, se incluye no sólo los do-miciliados sino a cualquier particular o sociedad que la pudiera causar, lo que resulta mucho más apropiado y comprehensivo.

Mientras que el Tratado del Río de la Plata estableció en sus artículos 17 a 22 un sistema de consultas, para la Parte que proyecte la construcción de nuevos canales, la modificación o alteración significativa de las ya exis-tentes o la realización de cualesquiera otras obras que pudieran causar per-juicio sensible “al interés de la nave-gación de la otra Parte o al régimen del Río” (art. 17), lo que no incluye las acciones contaminantes, el Estatuto del Río Uruguay, en sus artículos 7 a 13, lo hizo incluyendo a las obras a llevarse a cabo por una de las Partes de entidad suficiente “para afectar la navegación, el régimen del Río o la calidad de sus aguas...”(art. 7.).

Precisamente, esas disposiciones son las que han generado el litigio

Momentos que el Presidente de la República Argentina Juan Domingo Perón saluda al Dr. Edison González Lapeyre, en el marco de la firma de Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, el 19 de noviembre de 1973.

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3 of August of 1999Image NOAA 14Composition RGB 1.2.3.

Edison González LapeyreEl Dr. Edison González Lapeyre fue uno de los dos juristas uruguayos que integraron la delegación de nuestro país en la negociación y redacción del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo. Ha sido Catedrático de Derecho Internacional Privado, Derecho Internacional Público y Derecho Diplomático de la Facultad de Derecho de la UDELAR y profesor de la Academia de Derecho Internacional de La Haya.

cuencia del conflicto mencionado pre-cedentemente.

Comentario finalSi bien ambos tratados fueron, en

su momento, innovadores y tomaron en consideración los últimos desarro-llos que tenía el derecho medioam-biental en aquella época , el tiempo transcurrido, con el rápido e importan-

te proceso evolutivo que ha tenido esta disciplina, justificaría que, ambos Estados, arribaran a un nuevo acuer-do que tomara en cuenta los cambios que se han producido, incorporando a la normativa otros aspectos de la preservación del medio ambiente, como por ejemplo, la prevención de la contaminación atmosférica. l

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El éxito de un enfoque Integral del ambiente

Formado en 1994 para brindar servicios de consultoría y asesoramiento, Estudio Ingeniería Ambiental, EIA, ha venido creciendo y consolidándose con un atípico desempeño para el sector, dado que ha ido diversificando sus actividades y ampliando su radio de acción con rigurosos niveles de excelencia y la incor-poración de recursos humanos altamente calificados. Con un staff que integran más de quince personas, cinco de ellos profesionales full time, se ha consolidado en el asesoramiento a empresas internacionales de gran porte que invirtieron en el país, además de organizaciones locales. Balbi cuenta con entusiasmo algunos de los hitos de ese proceso.

Asegura que a partir de la práctica profesional que ellos llevaron adelan-te, “la propia Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) empezó a utilizar los PGA como herramienta, un mapa de ruta que asegurara a la administración qué camino iba a se-guir la obra, es decir, las herramientas e instrumentos que se utilizarían para una buena gestión ambiental de la Obra.”

Posteriormente, explica, se gestiona “una nueva autorización, la Autoriza-ción Ambiental de Operación (AAO), cuando a través de los resultados del PGA la empresa pueda demostrar que su desempeño ambiental cumplió con los requisitos de su autorización am-biental previa, especificando cómo administra y gestiona ambientalmente la Operación del emprendimiento”.

Reflexiona el especialista en que todavía “al empresario se lo ve muy reactivo frente a estos temas. Es nece-sario que el tema ambiental se con-temple más como un aspecto de com-petitividad en el país”. En tal sentido, considera que ha habido “un antes y un después de Botnia en Uruguay, en cuanto a los estándares de exigencia, ya que las empresas internacionales (sobre todo aquellas, como en el caso al que nos referimos, acostumbradas a trabajar bajo leyes muy rigurosas como las de la Unión Europea) tienen otra cultura, sus planes en materia

Ing. Gustavo Balbi Cáceres

Ing. Civil opción Hidráulica-Sanitaria, especializado en medio ambiente. Desde 1994 es parte de la sociedad profesional Estudio Ingeniería Ambien-tal, siendo parte de su directorio.

El Ing. Balbi recuerda que el estudio se fundó con técnicos que ve-nían de la actividad pública, formada en los organismos de control ambien-tal y que habían cumplido el proceso de maduración necesario para incur-sionar en un mercado en el que prác-ticamente todo estaba por hacerse y al que aún hoy le hace falta recorrer mucho camino para desarrollarse.

Un antes y un después de Botnia

La elaboración de estudios de impacto ambiental por parte de EIA fue acompañando el crecimiento del sector ambiental. “Estos estudios son necesarios para obtener la Auto-rización Ambiental Previa (AAP) para poner en marcha un emprendimiento. Esta autorización brinda, desde luego, un marco acotado”.

Como nunca antes, los proyectos deben considerar previamente sus Planes de Gestión Ambiental (PGA). “Estos planes comprenden las buenas prácticas para que la obra no tenga impacto o estos estén mitigados”.

Balbi comenta cómo el país care-cía, a principios de los noventa, de una normativa que regulara los posi-bles o hipotéticos impactos sobre el ambiente que pudiera generar un em-prendimiento.

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ambiental para el proyecto ya están comprendidos desde el principio al planificar una inversión. La instalación de Botnia mejoró toda la industria pa-pelera uruguaya”. Admite que “a nivel nacional todavía nos cuesta mucho te-ner la misma perspectiva”.

Ofrecer al mercado las herramientas necesarias

Por otra parte, “el plan de gestión ambiental le ayuda al empresario a or-denar su emprendimiento. Al disponer de este insumo, puede saber de ante-mano qué va a hacer con la disposi-ción de los residuos de la producción, qué puede reciclar y de qué manera va a utilizar la energía o como va a enfrentar un accidente ambiental”.

En este punto, enfatiza en que “los aspectos del uso de la energía, los eventuales ahorros en su consumo, las formas de economizar el uso de recursos naturales o de minimizar las emisiones al ambiente, todos esos son

factores implicados en un proceso pro-ductivo, que deben considerarse como prioritarios y eso es algo que se busca hoy por parte de las empresas. Es un enfoque de Gestión Ambiental Renta-ble (ganar-ganar)”.

Narra Balbi cómo el Estudio in-corporó tecnología de medición y modelos matemáticos para predecir emisiones. “Estas tecnologías que ma-nejamos para el monitoreo ambiental, permiten tener un panorama cuantifi-cable, dimensionable, de cual es el rango de las emisiones de cualquier índole que un proyecto puede tener cuando esté operativo. Uruguay no ha desarrollado totalmente estándares propios, al menos hasta el momento y ha intentado incorporar estándares internacionales, normalmente rigurosos para los proyectos que se instalan”.

En tal sentido hace referencia a las normas en elaboración. “Muchas veces no se han aprobado por proble-mas de adaptación de las industrias. Tenemos muchas industrias pequeñas.

Sin embargo, el tema ambiental va a seguir aumentando las exigencias, tal como se ve constantemente en el mun-do, donde la preocupación por el am-biente es palpable. Nosotros tratamos de ofrecer al mercado las herramien-tas necesarias”.

Segregación de residuos para disposición final.

Segregación de residuos para reciclado o reuso.

Modelo de emisiones a la atmósfera.

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Cuando el empresario perciba como un beneficio más lo que paga por me-jora de su gestión ambiental frente al costo de disposición final de residuos, incorporándolo como condición de competitividad, esta situación se va a ir dando”.

Ve el futuro con optimismo, sin em-bargo. “De 2002 a la fecha (desde la crisis), no hemos dejado de crecer. Una de las líneas futuras que conside-ramos es desarrollar productos que posibiliten a las empresas que estén comprometidas con un desarrollo sos-tenible y su responsabilidad social di-ferenciarse y conviertan este compro-

miso en una ventaja competitiva, por ejemplo mediante la incorporación de sellos verdes que permitan conso-lidar una comunicación exitosa con sus clientes y entorno social. También apoyar a la industria exportadora que apunte a la participación en nichos del mercado verde internacional es un objetivo para EIA ya que la pro-ducción y exportación de productos amigables con el ambiente puede ser una oportunidad real para la industria nacional. Por ejemplo, el país tiene una matriz agroindustrial que no va a cambiar (al menos en muchos años) y en el mundo aumenta el consumo de alimentos orgánicos. Por tanto, existen áreas de certificación que se van a ir incorporando al Uruguay y para que esta certificación tenga éxito se debe-rá incorporar tecnología “verde”. Aquí existe un desarrollo potencial importan-tísimo”.

Un enorme potencial El director expresa que el trabajo

con la Terminal de Contenedores de Cuenca del Plata “fue una tarea mul-tidisciplinaria y de gran aprendizaje para todos los implicados en ella. Tra-bajamos muy bien con Saceem, y el esfuerzo les posibilitó a ellos obtener resultados muy interesantes. Nosotros oficiamos como auditores, brindamos seguimiento y apoyo. En un esfuerzo realmente multidisciplinario, donde in-genieros tuvieron que trabajar en for-ma conjunta con arqueólogos, tanto internacionales como locales”.

Comenta que en la actualidad, los proyectos de envergadura que pueden instalarse en el país, además de traer sus propias exigencias desde sus paí-ses de origen, deben contemplar las exigencias de los bancos internacio-nales, que son los que normalmente financian estas obras.

“La banca internacional, que en su mayoría es signataria de los Prin-cipios de Ecuador, tienen que cumplir con exigencias ambientales importan-tes. De modo que también por el lado del financiamiento los empresarios son conscientes de que es un tema incor-porado a cualquier proyecto de gran escala”.

Balbi es firme partidario de que el mercado local de la industria ambien-tal crezca. “Queremos que se desa-rrolle, que se diversifique, que exista una oferta importante, ya que hoy las empresas son pequeñas y marginales.

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Finalmente indica que “también in-corporamos al Estudio la dimensión so-cial, con metodologías de evaluación de impacto social en el ambiente, la evaluación medio ambiente-sociedad. Salimos del esquema de la consultora convencional y tenemos una concep-ción bastante holística, que es la visión obligada para poder dar respuestas a problemáticas complejas”.

Servicios y clientes El Estudio Ingeniería Ambiental di-

vide su gama de servicios en cuatro grandes áreas que abarcan diferentes aspectos de la gestión ambiental. El área de apoyo a Proyectos incluye los estudios de impacto ambiental; los planes de gestión; las evaluaciones de sitio y los estudios de impacto arqueo-lógicos.

Una segunda área corresponde a la gestión y control de operaciones, comprendiendo las auditorías am-bientales, la gestión de mercaderías peligrosas y la gestión de residuos in-dustriales.

Por su parte el área tecnológica implica el tratamiento de emisiones, el diseño de sitios de disposición final de residuos y el saneamiento y drenaje.

Finalmente el área de monitoreo re-úne los monitoreos de aire y emisiones gaseosas, los monitoreos de calidad de agua y sedimentos y los que refie-ren a suelos y aguas subterráneas.

Una nómina de los principales clientes del estudio puede dar una idea de las empresas y organizacio-nes que han trabajado y trabajan con EIA : ISUSA, Terminal Cuenca del Plata, Chipper, UTE, ANCAP, DIROX S.A., American Chemical, Colier, Gru-po Forestal, Urupanel, Botnia, Arrozur, Puertas del Sur, CIUPSA, DESPRO, Techint, Ramon Alvarez S.A., Jesús Gonzales Ltda., Dirección Nacional de Vialidad, Dirección Nacional de Hidrografía, Intendencia Municipal de Maldonado, OSE, Novabarca, Fabex, Costa Oriental, PIG Uruguay.

Los Principios de Ecuador Los Principios de Ecuador, apro-

bados en 2003, proporcionan un conjunto de lineamientos de adopción voluntaria, que toman como base las mejores prácticas, para ayudar a las instituciones financieras y a sus clientes a minimizar estos impactos. Constitu-yen hoy día, una referencia sine qua non para la aprobación financiera de proyectos de infraestructura de gran escala por parte de los organismos financieros internacionales, como la construcción de un aeropuerto, una planta generadora o una refinería de petróleo, obras que pueden involucrar riesgos ambientales y sociales de con-sideración. l

Calidad de aguaCalidad del sueloCalidad de aire

Modelación Batimétrica 3D

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A 275 kilómetros de Montevideo, escondido entre los extensos arenales y el atlántico se encuentra una de las mayores atracciones del Este urugua-yo, con sus construcciones rústicas y espontáneas que fueron surgiendo cuando promediaba el siglo pasado. Mientras el atlántico golpeaba con fuerza la costa petrificada fueron sur-giendo los primeros ranchos que le otorgarían al Cabo un entorno espe-cial.

Los pescadores, lobos y gaviotas disfrutaron durante mucho tiempo del espacio marino y la belleza agreste de la zona. Sin embargo un día apa-reció el HOMBRE con su mochila llena de “civilización” para alterar el orden natural y la tranquilidad de la zona. El contacto con los pescadores de la zona hace surgir viejas historias de naufragios que trajeron a las cos-tas rochenses los primeros “gringos” que poblaron la zona.

El pasado y el presente que convi-ven hoy junto al ojo giratorio del faro nunca se pusieron de acuerdo sobre el verdadero origen del nombre. Para la gran mayoría el mismo proviene

de un barco llegado de España el 31 de enero de 1735 naufragando en esta región, mientras para otros entre los que se encuentra el profesor Jesús Perdomo, la realidad es otra muy dis-tinta: no solamente no fue en 1735, no había tormenta ni tampoco el na-vío se llama Polonio.

Para el profesor Perdomo el 11 de

noviembre de 1752 habría zarpado del puerto de Cádiz el barco llamado “Nuestra Señora del Rosario, Señor San José y las Ánimas” con un carga-mento para Buenos Aires a cargo de un joven capitán de tan solo 25 años de edad llamado José Poloni. Señala-ba Perdomo que en el camarote del Capitán y con la presencia infaltable del primer piloto José de Arturo, se realizaban algunas cenas regadas abundantemente con licores y vinos de Chipre.

De esta manera y como conse-

cuencia de una comida bien acom-pañada por el alcohol en la noche del 31 de enero de 1753 y con buen tiempo, el barco golpeo en algún arrecife, abriéndose un rombo que provocó el naufragio. Los momentos

CaboPolonioUn pasado Cargado de Historia

de angustia que vivía la tripulación fueron aprovechados por el piloto de Arturo culpable de la tragedia para darse a la fuga. De acuerdo a las de-claraciones de algunos tripulantes el joven piloto se encontraba en avanza-do estado de ebriedad la noche del naufragio.

Posteriormente fue detenido y con-ducido a la ciudadela donde en un final novelesco logra fugarse y nunca más se supo de su destino. Posterior-mente el vecino José Galván Solicita al Gobernador la autorización corres-pondiente para retirar restos del navío Polonio. Esta solicitud le fue concedi-da haciéndole notar que se trataba del barco “Nuestra Señora del Rosa-rio, Señor San José y las Ánimas” a las ordenes del capitán José Poloni. Cabo Polonio, nombre del barco o del capi-tán continuará siendo el lugar prefe-rido por muchos uruguayos y extran-jeros que disfrutan anualmente de sus encantos naturales. Todo esto mientras la “civilización” no atraviese definiti-vamente los extensos arenales”.l

Por Julio Dornel

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El Ambiente como oportunidad para el desarrollo Con la Ing. Agr. Alicia Torres

Es indudable que muchos de los retos y desafíos que la institución tenía hace cinco años han ido afrontándo-se, sentando las bases no solamente a nivel académico y en la colaboración del Estado con privados, sino también a nivel de difusión y de concientiza-ción pública sobre el cuidado del am-biente.

En tal sentido cabe mencionar la Ley de Envases, los acuerdos para gestionar un mejor uso de residuos y bolsas plásticas, el trabajo con la cooperación japonesa (JICA) para la mejor gestión de la Cuenca del Santa Lucía o el desempeño en el litigio de la calidad de aguas del río Uruguay.

Las resistencias que genera el cambio

“El balance de estos cinco años es positivo”, asevera la jerarca. “La gestión de DINAMA se posicionó a

La responsable de la Dirección Nacional de Medio Am-biente, Ing. Agr. Alicia Torres, asegura con una sonrisa a su interlocutor, que su período al frente de DINAMA finaliza al culminar la gestión, por estos días, de la administración de

Tabaré Vázquez. A lo largo de estos cinco años, la Dirección cobró visibilidad y protagonismo a nivel social y mediático

(no solamente por el conflicto suscitado con la instalación de Botnia) y muchos de los emprendimientos puestos en marcha

fueron impulsados y desarrollados por esta jerarca campe-chana y cordial. De esos y otros desafíos, como lo que ella

considera queda por hacer, habló con Uruguay Sustentable.

nivel nacional y se logró articular la tarea con las intendencias, los produc-tores privados, la industria. Un aspec-to muy importante es el vinculado a convencer de que la salud ambiental es una oportunidad para el desarrollo, porque existía la falsa dicotomía de que se elegía una alternativa u otra”, indica.

Respecto a lo que entiende que queda por hacer, explica que el dé-bito “está vinculado a la Reforma del Estado. Entendemos que se debe do-tar a DINAMA de mayores recursos, si bien se ha hecho un esfuerzo pre-supuestal importante en este período. También es pertinente una reestructura de los recursos humanos”.

Admite, sin embargo, que en la institución no se verifica lo que ocurre en otras instituciones estatales: “El pro-medio de edad de los funcionarios es relativamente joven, es el adecuado. Es necesario, sin embargo, contar con mayor capacidad técnica, con más personal calificado para concretar la descentralización y articular mejor con los gobiernos departamentales y con la población de todo el país”.

Por estos día se celebró el Día Mundial de los Humedales y Alicia Torres estuvo al frente de PROBIDES (Programa de la Conservación de la Biodiversidad y Desarrollo Sustentable de los Humedales del Este), antes de asumir en DINAMA. También durante su gestión se ha potenciado el número de Áreas Protegidas del país.

En tal sentido recuerda “que son siete Áreas Protegidas en el momento actual y solamente dos son netamen-te públicas, en las otras cinco existen numerosos predios productivos pri-vados”, justamente para enfatizar el concepto de que los productores han comenzado a comprender que el cui-dado del entorno es una oportunidad para sus emprendimientos.

Reflexiona en que “naturalmente, como todo lo nuevo que se instala, como todo cambio, genera miedos y resistencias. Sin embargo, una vez que se hace evidente que la protec-ción de esas áreas conlleva conser-var recursos que tienen una finalidad económica, de uso sustentable, esas resistencias se vencen naturalmente”.

Comenta que en tal sentido “se ha podido capacitar para la gestión a mucha gente e interactuar con varios sectores e instituciones” y explica que un punto fundamental al respecto fue “el viaje que realizaron técnicos de la institución acompañando a producto-res rurales para visitar áreas protegi-das en Francia. Fue una experiencia muy valiosa, ya que ellos pudieron apreciar in situ las posibilidades que se manejan en otros países”.

De todas maneras, se tiene la idea de potenciar, hacia el futuro, la mejo-ra en la participación privada : “La idea es ofrecer incentivos, compensa-ciones económicas a quienes están participando en la protección de éstas áreas”.

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“Es un mundo difícil”

Alicia Torres no elude la consulta respecto a las relaciones con Argenti-na que en los últimos años han provo-cado tanta confrontación mediática.

“En DINAMA apoyamos técnica-mente las estrategias de la Cancillería y con ellas nos alineamos. Uruguay ha defendido, con argumentos sólidos, su posición en la Corte Internacional de La Haya y está a la espera de una solución que le permita superar ese desencuentro”.

Manifiesta igualmente su optimis-mo en el sentido de que el veredicto emergente del organismo internacio-nal habrá de ser favorable.

Por otra parte, destaca que “con Argentina se ha trabajado bien en otros aspectos ambientales. En el MER-COSUR existe un subgrupo de trabajo para el medio ambiente (SGT6), y en ese marco aprobamos una estrategia de certificación de sustancias quími-cas y avanzamos en temas vincula-dos al Cambio Climático”.

Uruguay Sustentable quiere saber su posición respecto al comercio de bonos de carbono o bonos verdes, un mercado reciente, en el cual ha ingre-sado el país a través del BROU (con financiamiento) y la Intendencia Muni-cipal de Montevideo, con un proyecto de tratamiento de residuos de dos mi-llones de dólares.

“Se trata de una oportunidad que se debe aprovechar por parte del

país. Nosotros contamos con residuos de biomasa, como la cáscara del arroz o los residuos de los aserraderos y empezamos (ya se está haciendo) a utilizarlos para producir energía, lo que nos resuelve un problema ambien-tal al tiempo que uno energético en el camino a diversificar la matriz. Si además de hacer esto (que ya pen-sábamos hacer), logramos insertarnos en ese mercado, bienvenido sea, en un plus. Claro está, el problema es lo que va a ocurrir en los acuerdos post-Kyoto, en 2012”.

Consultada sobre los (magros) re-sultados de la Cumbre de Copenha-gue, en la cual estuvo presente, Torres reflexiona en que “es un mundo difí-cil, muy difícil. Viéndolo por el lado positivo, una constata la enorme con-ciencia puesta de manifiesto en esa reunión de la necesidad de resolver el problema y que lo resolvemos entre todos o no lo resolvemos. Sin embar-go, lo que queda por ver es cómo se negocia pos-Kyoto, cómo se logra ar-ticular respuestas comunes”.

Cuidando el río Santa Lucía

Muy recientemente se elevó un alerta amarilla respecto al nivel de un herbicida agrícola (atrazina) en la Cuenca del río Santa Lucía. Esta Cuenca ha sido objeto de especial preocupación por la Dirección a car-go de Alicia Torres.

Rememora que “la Cuenca está ya en la preocupación de DINAMA desde antes de mi gestión, en 2003, ya que es estratégica por la calidad de sus aguas. No hay que olvidar que brinda agua potable a más de la mi-tad de la población y cuenta con las áreas metropolitanas de cinco depar-tamentos. Es una Cuenca en la que se producen muchos vertidos”.

Explica entonces que “trabajamos mucho en grupos interinstitucionales, en la coordinación con las intenden-cias, para prevenir problemas y forta-

lecer el monitoreo en toda la zona. Pudimos recoger muchísima informa-ción y la cooperación japonesa ayu-dó también para establecer controles eficientes. Hay dos tipos de fuentes de contaminación, unas son las puntuales y otras las difusas, para las cuales el proyecto con JICA aportó lo suyo para analizar estas fuentes de contamina-ción. Si no hubiéramos hecho ese tra-bajo no hubiéramos podido detectar (ahora) ese aumento de la presencia de Atrazina en las aguas”.

Aclara que el Ministro Colacce se puso al frente de la situación, en con-junto con DINAMA y la OSE, invitan-do a participar al MGAP para poder tener mecanismos de verificación del uso agrícola de este herbicida en la zona. “Estudiamos igualmente las me-didas complementarias que podemos tomar de futuro. Es importante aclarar, de todos modos, que el nivel encontra-do está muy por debajo del umbral de riesgo previsto por la Organización Mundial de la Salud”.

Finalmente, hablamos de la Red de Laboratorios Ambientales que lo-gró establecerse en el país, con la participación de 60 laboratorios (pri-vados, el LATU, la Universidad de la República, entre otros).

Alicia Torres muestra con orgullo la publicación del Manual de Procedi-mientos Analíticos para Normas Am-bientales, lista para ser lanzada por DINAMA y el MVOTMA.

“La Red es una gran fortaleza que hemos logrado en este período. Esta Guía, dice, señalando la publi-cación, permitirá la intercalibración, esto es, homogeneizar una metodolo-gía de análisis, de modo que la Red va a poder ser utilizada para anali-zar parámetros en todo el país. Por otra parte ha servido para capacitar, intercambiar información entre los la-boratorios, comprar insumos de modo conjunto. Ha sido un gran paso ade-lante”, resalta, con satisfacción. l

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Cómo conducir Unatransformaciónsostenible

En unos pocos años, la empresa DIROX S.A., con su planta industrial próxima a la ciudad de Libertad, de-partamento de San José, cambió una imagen polémica y negativa, transfor-mándola en una de las más positivas y ejemplares de la industria uruguaya. Buena parte del mérito de esa tarea es de Maurizio Rista, un empresario joven, con firmes certezas, quien se apoyó en la tarea de un calificado y comprometido equipo de colabo-radores y consultores entre los cuales se destaca el Estudio Ingeniería Am-biental (EIA), cuyo asesoramiento fue importante en la consolidación del cambio de actitud de la empresa y la transformación de su gestión ambien-tal.

La operativa de DIROX S.A.se ini-ció en 1998. La principal empresa de capitales italianos en Uruguay, produ-ce sulfato de cromo, taninos sintéticos (ambos productos para el tratamiento de cueros para la industria de tapice-ría automotriz, vestimenta y calzado) y vitamina K3, de uso zootécnico, en pre-mezclas y raciones para animales monogástricos (aves y cerdos) y para peces como el salmón.

Significativamente (es uno de los tantos aspectos de las empresas uru-guayas que no se conocen) hay ape-nas 6 productores mundiales de este producto, en cinco países, Canadá, Turquía, India, China y Uruguay. Y lo más destacable es que el 25% del consumo mundial se elabora en nues-tro país y se exporta “con la etiqueta Made in Uruguay”, señala Rista.

El 95% de la producción de DI-ROX S.A. se exporta a los 5 conti-nentes (Donde como países destino, se destacan; Brasil, Estados Unidos, México, Venezuela, Italia, España, Nigeria y Singapur) y un 5% es para el mercado local. La planta industrial

tiene una capacidad instalada para elaborar 1.100 toneladas de vitami-na K3 por año.

Con entusiasta locuacidad, Rista es un empresario que expresa un fuer-te sentido de identidad y compromiso con la evolución de la empresa, en la cual se desempeña desde 1999, cuando ingresó como Jefe de Control de Calidad. Luego fue Jefe de Produc-ción en 2001, Gerente Industrial des-de mayo de 2003 y Gerente General a partir de 2005, cargo que actual-mente desempeña complementaria-mente al de Vice-Presidente en el Di-rectorio de DIROX S.A. Rápidamente se percibe su capacidad para ejercer un liderazgo natural.

Hace unos cuantos años, DIROX S.A. estuvo en el centro de la polémi-ca, cuando su planta de producción en San José concitó la atención de los medios con acusaciones de contami-nar el medio ambiente. El trabajo de todos estos años, cuyos frutos están a la vista, es sintetizado por este empre-sario como un trabajo evolutivo bus-cando el paradigma de la excelen-cia, con objetivos e hitos estratégicos, priorizando la “comunicación” a la simple “información”, ya que a su en-

tender, la primera implica un diálogo, un ida y vuelta, una interacción con la comunidad y los stakeholders, que el concepto de (mera) información no comprende en su totalidad.

Este trabajo de comunicación tie-ne su punto de partida en un intenso esfuerzo colectivo que parte del in-terior de la planta de producción y convirtió la gestión ambiental (dentro de un Sistema de Gestión Integrado, junto a la calidad y a la seguridad y salud ocupacional) en un pilar básico de sus procesos manufactureros.

Comunión con los trabajadores

El aporte del Estudio de Ingenie-ría Ambiental se concretó en 1998, cuando los asesores del EIA elabora-ron para DIROX S.A. el primer Plan de Gestión Ambiental (aprobado en Setiembre 1998) para una empresa industrial en el país. El esfuerzo fue la respuesta a las exigencias planteadas por la Dirección Nacional de Medio Ambiente, DI.NA.M.A.

Fue el impulso inicial para un en-foque sustancialmente diferente de los procesos productivos. El trabajo de EIA se reactualizó unos años más tarde y como resultado se produjo la integración de la gestión ambiental a la producción. Hoy la empresa cuanta con la cuarta versión actualizada de su PGA (Plan de Gestión Ambiental).

Comenta que un punto a destacar es el funcionamiento de una Comisión de Seguridad y Salud Ocupacio-nal, interna y bipartita, creada en el 2004, que posibilita la participación activa de asesores técnicos, operarios y especialistas (Médico laboralista y, Técnicos Prevencionista: interno y ex-terno), para evaluar aportes y sugeren-

Con Maurizio Rista, Vicepresidente de DIROX S.A.

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cias, definir prioridades e implementar cambios y mejoras. “La formación y capacitación continua de nuestro personal, constituye un elemento pri-mordial para detectar e identificar cualquier hipotética dificultad u opor-tunidad de mejora”.

También se han implementado re-gímenes de pasantías con estudiantes de educación terciaria y jóvenes pro-fesionales (Facultad de Química e In-geniería) con el objetivo de promover la relación academia-industria, poten-ciando el intercambio teórico-práctico en ámbitos concretos de actividad.

Asevera que la política de apertu-ra y comunicación transformó, interna y externamente a la empresa y su re-lación con el medio. Se realizan acti-vidades de extensión a la comunidad trabajando en coordinación con la ONG Repapel (de marcada acción social y medioambiental, ya que los

insumos producidos con papel y car-tón reciclado, llegan a la Escuelas Pú-blicas de la ANEP), recibiendo visitas en el marco de actividades curricula-res de grupos de estudio de primaria, secundaria o universitarios, de Liber-tad, San José, Montevideo u otras zo-nas. Esta política de puertas abiertas y transparencia, aunada a un riguroso y autoexigente nivel de eficiencia y cali-dad, son parte importante del éxito en esta materia

Los informes de desempeño ambiental

La evolución constante de todos los factores implícitos en las formas de producción, y respetando su política de Calidad, Inocuidad, Seguridad, Salud y Medio Ambiente, a partir de 2006 la empresa inició la publicación de los informes de desempeño am-biental (IDA), siguiendo los lineamien-

tos de la norma ISO 14.031, para la divulgación de la evaluación de des-empeño ambiental (EDA-Directrices), que propone indicadores adaptados a la característica del proceso indus-trial y sus impactos.

“Estas memorias”, dice el ejecuti-vo, “detallan lo que hacemos y cómo lo hacemos y es otra forma de comu-nicar, de ser proactivo, en particular con la comunidad y todos los interesa-dos; el Estado, fuerzas vivas, clientes y proveedores”.

El Sistema de Gestión Ambiental se transformó en un Sistema de Gestión Integrado (SGI), como resultado de la sistematización de todos los procesos claves, basándose en la integración de los componentes de la empresa, con la necesaria coherencia entre sus unidades para lograr el desempeño adecuado de la organización.

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En agosto y setiembre de 2006, como consecuencia de este extensa tarea, iniciada con el Plan de Gestión Ambiental de 1998, se obtuvo la do-ble certificación del Sistema de Ges-tión Ambiental según la norma ISO 14.001:2004, a través de auditorias de UNIT y LATU (LSQA).

“Fuimos la primer industria que obtuvieran la doble certificación ISO 14.001 en nuestro país”, comenta.

En 2007 se certificó el Sistema de Seguridad y Salud Ocupacional, según las normas OHSAS 18.001. También cuentan con certificación ISO 9.001, de su Sistema de Gestión de Calidad.

DIROX S.A., por otra parte, con-forma desde 2001 el núcleo de in-dustrias químicas que adhieren al Programa de Cuidado Responsable del Medio Ambiente, que tiene la res-ponsabilidad de coordinar ASIQUR, y que cuenta con auditorías de LATU Sistemas.

En 2005 DIROX S.A. se integró al Programa de Producción más Lim-pia, promovido por la Universidad de Montevideo, con el apoyo del FOMIN/BID, para la promoción de la producción eco-eficiente. “Este pro-

de las raciones para animales). “Las únicas empresas certificadas FAMI-QS en el MERCOSUR, hasta ahora son cuatro. Además de la nuestra hay dos en Brasil y una en Chile, si bien otras esperan para ser certificadas en los próximos meses”, aclara.

Por último, consultado respecto a las dificultades que le planteó a la empresa la actual crisis internacional, Rista comenta que, efectivamente, los drásticos cambios de precios de mate-rias primas estratégicas y la caída de la demanda internacional verificada desde octubre 2008 los afectó signifi-cativamente. Sin embargo, la respues-ta ha sido la utilización del “desarrollo sostenible para amortiguar los efectos de la crisis”.

Explica que varias instalacio-nes de la planta (comedor, vestuarios, oficinas y laboratorio) cuentan con agua caliente acondicionada a través de paneles solares térmicos, utilizando como fuente de energía la radiación solar y para la iluminación fabril se inicia a fines de este año la implemen-tación del sistema LEDs solar. “A pesar de la crisis, estamos en fase de estu-dio de otra mejora sustancial, como es el cambio en la matriz energética, para utilizar biomasa en lugar de fuel-oil (como actualmente) para nuestros procesos productivos”. l

grama implica implementar un pro-ceso continuo, con un balance entre la disponibilidad y el consumo de materiales y recursos como el agua y la energía, produciendo bienes y servicios minimizando los impactos ambientales. Todo supervisado con calificados técnicos nacionales y otros referentes de la región”.

En tal sentido, Rista comenta que las actuales políticas impulsadas desde el Estado en materia de pro-ducción y consumo sustentable “ha hecho primar el principio de equidad y responsabilidad, ya que todas las empresas, públicas y privadas por igual, tienen la posibilidad y los incen-tivos necesarios no solo para cumplir de normas ambientales sino para op-timizar el uso de los recursos naturales no renovables. Como ejemplo, la ley 16.906, por la cual se promueven proyectos industriales, especifica que se accede a beneficios en la medida que incluyan indicadores como: gene-rar más puestos de trabajo, agregar valor a través de innovación tecnoló-gica, promover actividades en Pro-ducción más Limpia y/o aumentar la capacidad productiva”.

Debido a que la mayor parte de su producción se exporta, DIROX S.A. ha adoptado las normas de calidad más estrictas en materia de inocuidad, para acceder a los requerimientos exigidos en la Unión Europea (por in-termedio de la FEFANA: Federación Europea de Fabricantes de Aditivos para Animales), certificando su plan-ta industrial según la norma FAMI-QS (Feed Additives and pre-Mixtures Quality System), donde se audita la trazabilidad e inocuidad de cada insumo que pueda eventualmente ter-minar en la cadena alimenticia (en el consumo humano, como es el caso

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Prepararse paraelCambioPermanente

A pesar de que, tácitamente, Nagy represente a Uruguay en el IPCC, su actividad científica no solo no ha obtenido reconocimiento en el ámbito universitario, sino que en cierta manera no ha sido reconocido luego de la recepción del premio. El lo atri-buye básicamente a la ignorancia del valor que en otros lados se reconoce a los integrantes del IPCC y su publi-cación. El experto es consultor inter-

En tiempos en que nos hemos acostumbrado a que el cambio climático, sus peripecias y la proyección de escenarios futuros más o menos pesimistas aparezcan en los medios, vale la pena considerar una opinión autorizada. El Doctor en Oceanología Gustavo Nagy es una de ellas. El hecho inusual para Uruguay, es que haya sido uno de los co-laureados con el Premio Nobel como integrante del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, (IPPC por su sigla en inglés), establecido en 1988 por la Orga-nización Meteorológica Mundial y el Programa Ambiental de las Naciones Unidas.

En 2007, el Panel recibió el Premio Nobel de la Paz conjuntamente con el ex vicepresidente norteamericano Al Gore.

Con el Dr. Gustavo Nagy

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nacional jefe de la CEPAL en Adapta-ción al Cambio Climático y autor del anexo Latinoamérica y Caribe Informe Stern. Sus recomendaciones son, sin duda, un importante insumo a tener en cuenta para la toma de decisiones en la esfera política sobre la gestión ambiental futura del país.

“El impulso decisivo para estos es-tudios, así llamados por el economista Sir Nicholas Stern, quien elaboró un informe sobre el impacto del cambio climático sobre la economía mundial, en 2006, fue dado sobre todo por Gordon Brown, por entonces Secreta-rio del Tesoro. Concomitantemente, el Reino Unido es el principal financia-dor del Proyecto Estudio Regional de la Economía del Cambio Climático en Sudamérica (ERECC-SA) de la CEPAL, cuya presentación se realizó el 11 de diciembre del presente año”, explica Nagy.

Copenhague y después

Sobre la convención prevista en Copenhague, el científico afirma que “su importancia radica en que en ella deben definirse pautas importantes de cara al futuro, dado que es la última oportunidad en que deben acordarse las estrategias respecto al Protocolo de Kyoto. Los acuerdos signados en este protocolo vencen en 2012 y hay que renovarlos”.

En relación a las posibilidades de entendimientos, sobre todo consi-derando la posición de las potencias (Estados Unidos, China) más involu-cradas en las generación de emisio-nes que contribuyen al cambio global, entiende que “la expectativa de la co-munidad científica es muy limitada en relación a lo que se puede lograr. En términos sencillos va de “nada”, “muy poco” o “poco”.

Reflexiona al respecto: “ ¿Cómo se juzga el éxito? ¿En función de fal-sas expectativas? ¿Qué significa un fracaso para Copenhague? Cualquier eventual acuerdo que se logre es más que cero, pero todo lo que se haga va a ser menos que lo necesario. Aho-ra bien, hay dos cosas claras : Los anuncios de China de reducción de sus emisiones en paralelo con los de Estados Unidos. Cualquier esfuerzo que implique un reconocimiento hacia una tasa de reducción como variable del PBI puede ser positivo. Después habrá que ver si esa reducción está por encima o por debajo de las po-sibilidades que se desprenden de los informes del IPCC”.

Las costas uruguayas

Nagy es enfático al aclarar que “las actuales inundaciones y las se-quías de unos meses atrás no son propiamente efectos demostrados del cambio climático. Eran previsibles, tanto que la omisión o inacción a su respecto es grave”. Aclara que “eran previsibles en cuanto a que se sabía que se iban a desencadenar. Lo que no era (ni es) previsible es el rango de su intensidad. Pero cualquier persona por internet podía saber, en el segun-do trimestre del año, que éstas ano-malías climáticas (las inundaciones) y

crecidas del Río Uruguay se iban a producir en la primavera”.

Explica que estos fenómenos se vinculan a El Niño y el incremento de las temperaturas en el océano Pacífi-co, una situación que está bien estu-diada desde hace décadas.

De cualquier modo “tampoco se puede decir que no sean parte del cambio climático. Son parte de la variabilidad que produce eventos ex-tremos. Lo que el IPCC prevé es una probable intensificación de la variabi-lidad y de la ocurrencia de eventos ex-tremos meteorológicos y climáticos”.

En relación a Uruguay, el científico expresa que “entre 1902 y 2003, el nivel de las aguas sobre la costa mon-tevideana creció once centímetros, algo por debajo de la media mundial, que se ubica en 17 centímetros, en un rango de 10 a 20 centímetros en el mundo”.

No da para mucho optimismo en relación al futuro: “Los escenarios que pueden manejarse (no son pronósticos sino escenarios, aclara) plantean vi-siones de una situación plausible en un futuro dado. Después de cuatro o cinco décadas, la situación de la costa uruguaya puede tornarse en una amenaza real y sin lugar a dudas que

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para fin de siglo esta amenaza será mayor”.

Comenta que una zona “mayor-mente amenazada en menos de ese tiempo, la más vulnerable actualmen-te, son los Humedales del Santa Lucía, ya que es una costa de San José, en-tre la desembocadura del Santa Lucía y Playa Pascual”. Esto es debido al aumento del nivel del mar, tormentas, y serias amenazas a la biodiversidad.

Consultado respecto a las medi-das que puedan tomarse, señala que en primer lugar “hay que asumir el riesgo, tomar conciencia, no negar-lo. En segundo, se debe disponer del principio precautorio del dere-cho ambiental. Hay que manejarse con escenarios pesimistas. Luego, lo importante es introducir una gestión del riesgo, evaluando medidas even-tuales de adaptación física, reducien-

do además todos los otros impactos ambientales. El objetivo es reducir la vulnerabilidad”.

La mejor adaptación

El experto argumenta con fuerza respecto a la necesidad “de prepa-rarse para el cambio permanente”. Respecto a la situación en que una sequía antecede a una inundación, recuerda a un hidrólogo norteame-ricano, Robert Horton, quien “ya en 1898, guiándose simplemente por métodos empíricos, de observación y utilizando el sentido común, algo que subvalora la Academia, señaló que era altamente posible que el año siguiente a una sequía se produjera una inundación, un porcentaje que su-peraba las posibilidades de que salie-ra cara o cruz una moneda arrojada

al aire (esto es, un porcentaje mayor al 50%). De modo que la gestión del riesgo debe tomar en cuenta todos los aspectos, los académicos, los técni-cos y el sentido común llevado al jui-cio experto”.

Finalmente, reafirma que “cuando se habla de décadas, se habla de un estado plausible, una tendencia, un sentido. Lo que se puede saber es si esta tendencia es robusta o no para vi-sualizar un escenario. Jamás se puede situar en un año preciso el escenario a futuro. Más que nada es una guía, un rumbo”.

Nagy recomienda realizar un me-dido proceso de adaptación. “Tener una mayor capacidad de adapta-ción en cada lustro que transcurre, ya que manejamos una mayor cantidad de observaciones sobre el pasado y mejores modelos, que se traducen en una mayor calidad de conocimiento para entender el futuro, hay que saber internalizar la experiencia”. Manifies-ta que “las medidas de adaptación son un proceso político, participati-vo, consensuado, con la Academia, los técnicos, la gente del lugar, todos los actores y los representantes de los sectores y sistemas involucrados. Se deben tomar los principios básicos, una relación de costo-beneficio de la adaptación. La mejor adaptación casi nunca es la mejor técnicamente sino aquella que es más fácil, de mejor costo-beneficio y la más aceptada por la gente”. l

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El ángulo Creativo de la

ResponsabilidadSocialEmpresarial

En un confortable y magnífico salón en la casona de la calle Buenos Aires al 275, una de esas calles del casco viejo de la ciudad que dan al mar, cuya fachada no permite al visitante prever la belleza decimonónica de su estilo, el Ing. Rodolfo Laporta, Gerente de Proyectos de la empresa , Terminal Cuenca del Plata S.A., desgrana con afable sencillez una historia inusual de significativo aporte a la comunidad, que es al mismo tiempo, parte de una profusa obra de Responsabilidad Social Empresarial.

Los dos pisos albergan más de mil metros cuadrados, con patios e insta-laciones anexas que sorprenden. No se sabe la fecha exacta de su cons-trucción, pero sí que hacia 1783 el predio perteneció a Don Francisco Loores, Regidor Decano Alférez de la Corona Española.

La casa fue ocupada luego por Jean Marie Raymond Baradére, el primer cónsul francés de carrera en Uruguay, en 1835. Los De Arteaga la adquirieron en la segunda mitad del siglo XIX. Hoy, refaccionada y recicla-da para oficinas y salones de trabajo, mantiene la decoración casi barroca de sus cielorrasos, la impresionante

estufa del salón principal (importada de Bélgica en 1890), los vitraux fran-ceses al tiempo que la imprescindible funcionalidad del siglo XXI.

La Atrevida en el infierno de los navegantes

El grupo belga Katoen Natie es líder mundial en servicios logísticos, con operaciones en 22 países, que brinda trabajo a 8.000 funcionarios. En el puerto de Montevideo ha sido un importante factor de modernización y tecnología, donde ha realizado obras de extensión del Muelle de Escala y ampliación de la terminal especializa-da de contenedores que han tenido

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un fuerte impacto en la economía na-cional, permitiendo convertir al puerto en uno de los más importantes puertos hub de la región.

Entre sus muchas acciones de res-ponsabilidad social como empresa y su inserción en el medio, llevó adelan-te una tarea sumamente singular, inha-bitual en el país y en la región, como es la recuperación del mascarón de proa de un navío español encallado en el Río de la Plata, río que era de-nominado “el infierno de los navegan-tes” por la furia de sus aguas en el pasado.

Laporta cuenta que “se sabía que el área de la Bahía de implantación de las obras de ampliación de la ter-minal estaba condicionada por una declaración de Monumento Histórico, ya que en la misma habían sido de-clarados como hallados los restos del navío “Nuestra Señora del Loreto”. En la primera expansión de la termi-nal, había otro elemento considerado Monumento Histórico, que nuestros arqueólogos debieron demostrar que no era parte de las defensas de la ciudad para que las autoridades de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación autorizaran la ejecución de las obras”.

La premisa con que se partía en estos trabajos, obligó a tomar to-das las precauciones posibles, acom-pañadas de un fuerte rigor científico. “En esta tarea contamos con la inva-lorable colaboración del arqueólogo Roberto Bracco, como parte del equi-po de Estudio Ingeniería Ambiental, excelentes asesores ambientales de nuestra empresa. Y para apoyar al Lic. Bracco, también contamos con el asesoramiento del Prof. Manuel Mar-tín Bueno, catedrático de arqueología subacuática de la Universidad de Za-

ragoza, quien vino con un equipo de geofísicos de España (ESGEMAR). Se trata de una autoridad mundial en la materia”, explica el gerente.

“Con el apoyo logístico del Servicio de Oceanografía Hidrogra-fía y Meteorología de la Armada (SOHMA) y del Grupo de Buceo de la Armada (GRUBU), el Prof. Martín Bueno y ESGEMAR trabajaron en el terreno con perfiladores de fondos, magnetómetros, Sonar de Barrido Lateral (SBL) y otros equipos. Con el empleo de sorbonas y retirando el ba-rro de adentro de un cilindro metálico de 2m de diámetro y 4m de altura , los buzos lograron retirar todo el lodo hasta la roca en el lugar que había sido definido por Ruben Collado (re-cordado como buscador de tesoros, que también se querelló con el esta-do uruguayo) como el punto donde se encontraba el casco entero de la Loreto”.

“Se trataba de evitar potenciales daños ambientales”, continúa dicien-do, “ya que se sostenía que había 25 toneladas de mercurio en recipientes (estaban en tonelitos de madera fo-rrados de cuero, dentro de cajones). Si eso realmente estaba en el lugar y durante el trabajo de dragado se rompían los recipientes y desparramá-bamos mercurio, hubiéramos causado un desastre ecológico irreparable”.

Laporta comenta que “luego de la culminación de investigación en el lo-cal de la obra se llegó a la conclusión de la inexistencia en esa zona del casco de la Nuestra Señora del Loreto y luego de la presentación de los in-formes arqueológicos y de Estudio de Impacto Ambiental, recibimos la au-torización de la Comisión del Patrimo-nio Cultural de la Nación y DINAMA resolvió dar la Autorización Ambiental Previa al proyecto”.

Imagen de Sonar de Barrido Lateral. Se observa la silueta de una embarcación hundida: una lancha del Neptuno

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“Luego, durante la etapa de dragado”, explica, “en la cual se ex-trajeron 1.800.000 metros cúbicos de barro, llegando hasta la roca o el material resistente, se desarrolló una importante acompañamiento ar-queológico. Cada quince días, con el SOHMA se hacía una pasada con el sonar de barrido lateral (SBL), ins-trumento con el que se obtiene una imagen del fondo. El resultado de es-tos trabajos fue la verificación de la inexistencia de cascos históricos, tal cual había sido adelantado por los estudios previos”.

Sin embargo, y considerando que el área en cuestión ha sido utilizada como fondeadero desde la fecha en que Juan Días de Solís descubrió el Río de la Plata en el año 1516, no se podía descartar que en la misma se encontraran restos diversos, habituales en cualquier área portuaria.

Motón de 3 ojos. Botijuela.

Piezas talladas y fotomontaje sobre león engallado en un Mascarón de Proa de un navío español de fines del siglo XVIII.

Botijuela para aceite de oliva. Periodo 1585 – 1800. Goggin´s, John, 1960.-

“En particular, en parte del área que debió ser dragada, debido a su escasa profundidad (menos de 7 metros hasta la roca) fue necesario, para llevar adelante la obra, utilizar una herramienta montada sobre un remolcador (un “bulldozer marino”) que mediante chorros de agua iba aflojando el barro del fondo para trasladarlo hacia las zonas más pro-fundas donde podía operar la draga de succión. Durante estos trabajos se fueron liberando piezas que durante años habían estado atrapadas en el lodo. Entre estas piezas logramos re-cuperar piezas de madera talladas, otras no menos valiosas como lo es una pequeña botijuela de cerámica que apareció flotando, sana y aún ce-

rrada con su tapón original!! además de algunas vigotas y cuadernales pro-pios de los velámenes de la época”.

Más allá de la obraAnte estos hallazgos, Terminal

Cuenca del Plata asumió la responsa-bilidad inmediata de garantizar que estas piezas talladas, de valor testimo-nial para nuestro país, fueran mante-nidas en las condiciones adecuadas para su recuperación y preservación, mientras que realizó todas comunica-ciones pertinentes a las autoridades nacionales competentes, además de llevar adelante un Plan de Divulgación de los hallazgos a diferentes niveles de la sociedad.

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No oculta su satisfacción y su involucramiento en el proyecto, que resultó ir creciendo, ya que rápi-damente se realizó una investigación histórica . “Con el apoyo del Dr. Juan Oribe Stemmer, un experto uruguayo en la materia, se armó el rompecabe-zas: Habíamos encontrado una par-te importante ( más del 60%) de un mascarón de proa, con la forma de un león engallado. El estudio demos-tró que se trataba del mascarón de proa de “La Atrevida”, buque perte-neciente a la expedición científica del Brigadier Malaspina quien, realizada entre 1789 y 1794, cuarenta años antes de la expedición del Beagle llevada adelante por Charles Darwin. Posteriormente, “La Atrevida”, con-juntamente con su gemela “La Des-cubierta”, fueron asignadas al Apos-tadero de Montevideo y se turnaban en la custodia y daban apoyo a las

colonias de la corona en el Atlántico Sudoccidental, mientras una de ellas llevaba víveres y estaba en las Islas Malvinas, la otra protegía la entrada a la Bahía. En tiempos de las invasio-nes inglesas “la Atrevida” estaba en el puerto de Montevideo”.

“Al caer la ciudad en manos de los invasores británicos, el capitán español decidió incendiar el barco”, narra Laporta, “para retrasar el ingre-so de las tropas inglesas a la ciudad.

Terminal Cuenca del Plata solicitó a la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación la custodia de las pie-zas halladas, la que le fue otorgada en setiembre de 2008. Hasta la fe-cha se hizo cargo de todos los cos-tos de preservación. “Los trabajos de mantenimiento son largos”, comenta. “Luego de armar las piezas trabaja-das que componían el mascarón, lo depositamos en tanques especiales, primero se desalinizaron y estabiliza-ron en agua dulce, proceso que llevó casi 18 meses, luego comenzó el pro-ceso de conservación, impregnando las piezas con sacarosa, etapa que llevó 12 meses. El azúcar impregna-da en la madera permite mantener la estructura evitando que al secarse se fragilice, incluso resquebrajándose. La etapa de secado, que comienza ahora, la hicimos con la colaboración del LATU”. Finalmente, anuncia que “vamos a llevar adelante una edifica-ción, aquí al lado, para habilitar una exposición permanente de los restos”.

El ejecutivo no oculta su satisfac-ción al indicar que “hemos hecho un estudio de primer nivel. No hay nadie en la región que haya llevado ade-lante algo como este emprendimiento y promovemos que futuros proyectos tengan el mismo nivel de calidad, y que nivelen “hacia arriba”. El compro-

Arriba: fotomontaje de los hallazgos en figura completa

Modelado del Mascarón a escala

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miso que ha asumido TCP con el Esta-do y con la sociedad uruguaya cum-ple rigurosamente las obligaciones a las que debía responder cuando se iniciaron los trabajos de prospección arqueológica. Ha velado por la cali-dad de los trabajos científicos y téc-nicos necesarios y los ha financiado, de la misma manera que actualmente está abocada a dar un paso más y dejar las piezas disponibles, en el contexto adecuado, para el disfrute de la sociedad actual y las generacio-nes futuras.

Reflexiona igualmente en el hecho de que la familia belga dueña de la empresa tiene en la ciudad de Ambe-res un museo de textiles de la época de los faraones. “Ellos, que además tienen un museo de pintura en el gal-pón original con el que empezó la empresa, apoyan estas iniciativas. En Uruguay adquirieron la Quinta de Amézaga en Paso del Andaluz, la re-mozaron, refaccionaron y reciclaron, convirtiendo la residencia en un con-junto magnífico, reciclando además a la Casa de Piedra del Andaluz, se-gundo peaje que se estableció en el Uruguay del siglo XIX”. l

Una política de apoyo a la comunidad

Las iniciativas llevadas adelante por la Terminal Cuenca del Plata en mate-ria de responsabilidad social, son múltiples y variadas, abarcando un amplio espectro de posibilidades. La empresa construyó una torre mirador desde la cual pueden observarse los buques entrando y saliendo del puerto. También ofrece una vista maravillosa del Cerro de Montevideo.

En la escollera Sarandi reconstruyeron una plaza junto con la empresa Saceem, repavimentándola e instalando luces nuevas. Ha organizado con regularidad eventos culturales (música popular, fuegos artificiales), patrocinado el desfile anual de llamadas, el Día del Patrimonio y promocionado el arte uruguayo en Bélgica, así como los vinos de este lugar del mundo.

En el plano de las restauraciones, además de la Quinta de Amézaga sobre la que habla Laporta en esta entrevista, también se restauró la Casa de Piedra en el arroyo Toledo, limítrofe entre Canelones y Montevideo.

Cabe consignar finalmente, que entre muchos otros proyectos, constante-mente recicla papel, donando 100 cuadernos por mes a las escuelas públicas de Montevideo y lleva adelante una política muy rigorosa de salud ocupacio-nal y seguridad.

Estanques y equipamiento utilizados en la etapa

de impregnación con sacarosa.

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TurismoSustentableEn Uruguay

La naturaleza constituye el único factor del producto turístico que no puede ser ampliado y para garanti-zar su sustentabilidad, se debe limitar el número de visitantes, antes de que ocurran daños al medio ambiente. La creciente conciencia ambiental de las personas y la necesidad de usufruc-tuar de su tiempo libre en espacios que permitan el contacto directo con la naturaleza, hacen que la protec-ción ambiental se constituya un ele-mento clave del desarrollo sustentable de las áreas para uso turístico y/o recreativo.

La geografía uruguaya admite un abanico amplio de opciones en cuan-

to a turismo natural. No sólo la playa o la sierra se encuentran en el menú. La búsqueda de tranquilidad y el con-tacto con la naturaleza dan lugar al ecoturismo en sus múltiples escenarios.

A lo largo y ancho del Uruguay existen numerosas estancias turísticas que permiten disfrutar de paseos a caballo, tardes pescando en la tran-quilidad de un lago y un circuito gas-tronómico criollo, con carnes asadas de origen vacuno, ovino o porcino de primer nivel, u otras más exóticas como carne de ñandú, mulita, conejo, carpincho o jabalí. Todo en un am-biente de respeto por la naturaleza sin realizar cambios abruptos que afecten el medioambiente de la zona.

Las opciones son muchas. Desde un fin de semana de campo en una finca rural donde usted y su familia po-drán levantarse al amanecer, apren-der a ordeñar una vaca y realizar actividades en contacto directo con la naturaleza; o pasar un fin de semana en un hotel rural cinco estrellas, con todas las comodidades en medio del campo. l

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EvolucióndelconceptoDe gestión ambiental

Ningún tema de la agenda mun-dial ha tenido la repercusión y desa-rrollo en los últimos años como lo ha hecho la temática ambiental. Actual-mente no hay ningún sector ni produc-tivo ni social, ni cultural que no haya integrado en su agenda al Medio Ambiente.

Todos los actores sociales han incorporado de alguna manera esta temática en sus discursos y tratan de tener posición sobre los principales problemas ambientales. Es así que, aunque aún existen sectores que aún los niegan, para la mayoría, temas como el cambio climático o la efi-ciencia energética, son de importan-cia capital y merecen ser tomados en cuenta y evaluados en función de las consecuencias que para cada sector puedan tener.

Mucho se ha avanzado desde los legendarios 60 cuando los temas ambientales eran manejados solo por pequeños grupos de personas com-prometidas, que dieron su lucha de-trás de valores éticos en defensa de la existencia de todas las especies en el planeta. Hoy, la gestión ambiental, ya no se trata de un compromiso ético con las otras especies que conviven con nosotros en este planeta, sino que se ha transformado en un tema econó-mico, productivo, cultural y de supervi-vencia de nuestra propia especie.

Ing. Carlos Amorín Cáceres

Ingeniero Civil, especializado en In-geniería Ambiental. Profesor Adjunto en el Instituto de Mecánica de los Fluí-dos en la Facultad de Ingeniería de la UDELAR.

Desde 1994 es parte de la sociedad profesional Estudio Ingeniería Ambien-tal, siendo parte de su directorio.

Durante su carrera profesional ha cola-borado activamente con el desarrollo de la normativa ambiental nacional.

Partiendo de la importancia que hoy tiene el medio ambiente, este ar-tículo trata de explorar como ha sido la evolución de los conceptos que nos llevaron a esta situación y cuál ha sido el rol de los diferentes actores sociales intervinientes.

Si bien se pueden encontrar pre-ocupaciones sobre el medio ambiente con anterioridad a los 60, la mayoría de los estudiosos del tema entienden que fue en esta década donde se ar-ticula un movimiento social con fines específicamente ambientales, es de-cir, con preocupación por el deterioro que el ser humano estaba producien-do en importantes áreas del planeta.

Hasta ese momento los daños causados por la actividad humana se consideraban solo fenómenos locales y de generación puntual. La consigna clave era “la reducción de la conta-minación”, y lo que hoy llamamos gestión ambiental, se centraba bá-sicamente sobre las industrias, a las que se les exigía que interpusieran tratamientos a sus emisiones líquidas o gaseosas, para reducir su potencial contaminante.

Estos tratamientos que se aplica-ban en las salidas de estas emisiones, sin alterar los procesos productivos, es lo que hoy conocemos como tecnolo-gía de “final de tubería”, y su objetivo

Tratamientos de fin de tubería

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era dar cumplimiento a determinados estándares de emisión siendo solo un costo para los que la aplicaban.

Los movimientos ambientales de los 60 comenzaron a poner énfasis además de en aquella contamina-ción que podía tratarse, en toda la otra contaminación que era generada por otros sectores productivos y que terminaban teniendo consecuencias más nefastas. Era el caso del uso de los plaguicidas en la agricultura y sus probados efectos sobre los seres vi-vos. De hecho fue el libro de Rachel Carson “Una primavera silenciosa”, donde la autora denunciaba como el abuso de los químicos a nivel agrícola podría traer la muerte no solo de las plagas sino de toda la vida silvestre, la que sirve de disparador para el mo-vimiento ecologista de los años 60.

Por esta vía, estos movimientos co-menzaron a llamar la atención sobre las consecuencias que este tipo de contaminación tenía tanto en cuanto a desaparición de especies como a la pérdida de hábitat para muchas otras, poniéndolas en peligro de extinción.

Ni los organismos estatales, ni los sectores productivos, ni los académi-cos de donde muchos de los integran-tes de los movimientos ecologistas provenían, prestaron mucha atención a este tipo de reclamos considerándo-las alarmistas y sin demasiado funda-mento. Sin embargo los integrantes de estos movimientos no se amilanaron y siguieron acumulando información so-bre los efectos que las distintas acti-vidades productivas generaban sobre el medio ambiente.

Durante los 60, los 70 y buena parte de los 80 fueron estos movimien-tos los que lideraron el desarrollo del pensamiento ambiental. Por esos tiem-pos las ONG´s, donde estos movi-

mientos se articulaban y expresaban, eran sin lugar a dudas los que más conocimiento tenían sobre los impac-tos ambientales producidos por las distintas actividades humanas.

Desde el punto de vista operativo estos movimientos hicieron una ban-dera de otro instrumento de gestión ambiental, que había sido creado por la National Evironmental Protection Act (NEPA) de los Estados Unidos a fines de los 60, y que se dio en llamar la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) Este instrumento estaba más en consonancia con el pensamiento glo-bal de las ONGs ambientales ya que permitía la evaluación general de las posibles consecuencias de un proyec-to, con un carácter amplio y no solo reducido a sus emisiones.

La EIA había sido creada por la NEPA como un instrumento que tenía fines declarativos por medio del cual aquellos que querían emprender una acción debían dejar explícitas las con-secuencias ambientales de la misma. Pero en manos del movimiento am-biental este instrumento se transformó en un requisito previo para ejecutar cualquier tipo de proyecto, donde se debían estudiar todos los impactos ambientales que pudieran producirse, y tomar las medidas necesarias para mitigarlos. Y si esto no era posible se debía desechar el proyecto.

La EIA, que durante los 80 y los 90 se fue incorporando en todas las legislaciones del mundo, tenía como objetivo la protección de las zonas y especies sensibles, partiendo de una evaluación de los proyectos en el con-texto del ambiente en que se integra-ban. La EIA así concebida, era vista como un estudio caso a caso, donde lo importante era la interacción entre proyecto y entorno, para lo cual no era siempre posible establecer reglas claras para la gestión específica y la discrecionalidad del evaluador y del revisor en cada caso era lo que ter-minaba consignando las prácticas a seguir.

A medida que los movimientos sociales obtenían más información sobre consecuencias ambientales di-rectas, su credibilidad social crecía y la preocupación por lo ambiental to-maba más cuerpo en la opinión públi-ca informada. De esta forma, lo que antes era un movimiento romántico sin demasiado asidero científico, pronto se convirtió en un grupo de presión que exigía a las autoridades mayor in-tervención en la protección de medio ambiente y mayor control de las distin-tas actividades contaminantes.

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Esto llevó a que cada vez los or-ganismos estales tuvieran un mayor protagonismo. Y es así como a los largo de los 80 y 90 la mayoría de los países fueron creando Autoridades Ambientales específicas para la aten-ción de este tipo de problemas. Si bien el primer instrumento incorporado por estas Autoridades fue la EIA, pron-to estos organismos comenzaron a ver las limitaciones de este instrumento y comenzaron a complementar a éste con otros instrumentos más guiados a la gestión específica de los sectores productivos, defiendo así las bases del concepto de gestión ambiental.

Los Organismos Ambientales a me-dida que avanzaban en sus compe-tencias fueron haciendo suyas muchas de las demandas de los movimientos ambientales, incorporándolas en su quehacer. Esto lleva a que las ONGs empiecen a perder el peso que tenían en las décadas anteriores, hasta casi desaparecer, quedando activas las más extremistas por sus prácticas y sus demandas, caso de Greepeace.

Comienza entonces lo que se po-dría considerar como el liderazgo am-biental de los Organismos Estatales que abarca desde mediados de los 80 hasta casi fines de los 90, y donde la legislación ambiental tiene su gran desarrollo. Durante estos años la ges-tión ambiental de las empresas surge a partir de las demandas y exigencias que van imponiendo las Autoridades

Ambientales al sector productivo con el objetivo de que apliquen medidas de control específicas para la reduc-ción de sus impactos ambientales.

Ya no solamente se exigía que se realizaran las EIA previo a cada pro-yecto sino que se comienza a exigir la incorporación en la producción de la “Mejores Tecnologías Disponible” (BAT por sus siglas en inglés) para ase-gurar la mitigación de ciertos impac-tos. Estas exigencias se realizan sin tener en cuenta los costos que implica-ba la imposición de estas tecnologías en la producción, generando por esta vía distorsiones de mercado.

Hasta los 90 es posible afirmar que los sectores productivos eran reactivos a todas estas políticas que les eran impuestas desde las Autori-dades. Y con mayor o menor énfasis daban cumplimiento a las exigencias, sin mayores cuestionamiento viendo como los costos de la “protección ambiental” aumentaban en sus presu-puestos, sin que tuvieran de por sí una contrapartida desde el punto de vista económico.

Seguramente algunos dentro del sector, comenzaron a darse cuenta que una actitud reactiva a la larga significaba un riesgo real de supervi-vencia y comprendieron que debían tomar el tema ambiental desde una actitud más proactiva. Esta actitud, en cuyo comienzo buscó resistir a las demandas estatales, encontró nuevos enfoque en el abordaje de los pro-blemas ambientales que se le presen-taban.

En primer lugar se comenzó a en-tender la reducción de la contamina-ción no se lograba solamente median-te la incorporación de tratamientos al final de los procesos, sino que había

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que considerar los procesos de trata-miento como parte de la producción misma. Esto implicaba que el obje-tivo de la producción no era sólo la maximización de la producción con mínimos costos, sino que a esto había que agregar la minimización de las emisiones y residuos. De esta forma el control de la contaminación comenza-ba a tener algún rédito económico y no solo era visto como un mero gasto.

La puesta en práctica de este en-foque implicó tener que realizar cam-bios en los procesos productivos, no ya en la búsqueda de la eficiencia en la producción sino que además bus-cando reducir los impactos ambienta-les. La necesidad de la reducción de los residuos desde los procesos, llevó a que se investigara sobre su posible reuso, reciclaje y también se evaluara su capacidad de ser utilizados como combustibles, buscando que el resulta-do no fuera solo su reducción sino que implicara ahorros para la empresa tan-to en materias primas, como en com-bustibles. Los primeros éxitos en esta línea de trabajo estimularon enorme-mente el desarrollo de estos enfoques de investigación desarrollando lo que ya se conoce como las “tecnologías limpias o ambientalmente amigables”.

La otra línea de acción que se produce a nivel empresarial es la implementación de programas espe-cíficos de gestión ambiental, desarro-llados por ellos mismos o por grupos de organizaciones similares, buscan-do mostrar un desempeño ambiental cada más proactivo. Esto se lograba con las certificaciones y auditorías que luego van a darse forma en la ISO 14.000.

Estos programas buscaban dos objetivos. Por un lado mostrar a las Autoridades una actitud más coope-rativa en la superación de los princi-pales problemas ambientales y por otro recuperar la iniciativa en tiempos requeridos para el mejoramiento am-biental al definirse explícitamente las pautas de sus inversiones.

La aplicación tanto de las tecno-logías limpias como la aplicación de los programas de gestión ambiental fue haciendo que las organizaciones tuvieran mayor conocimiento sobre los beneficios del manejo de los efectos ambientales específicos en su ámbi-to de acción y por ende responder al desafío de su gestión. Comienza entonces la etapa del liderazgo de las organizaciones en la temática ambiental basada una proactividad frente al tema.

Lógicamente esta actitud no se encuentra totalmente expandida en todos los sectores productivos de la misma manera, y aún se pueden en-contrar muchas empresas que no han comprendido bien la situación y no han incorporado el desafío ambiental dentro de su lógica empresarial. Estas empresas se encuentran aún en una etapa de resistencia pasiva respecto a las exigencias que vienen desde las Autoridades o de los mercados.

Sin embargo esta actitud se en-cuentra en franco retroceso ya que solo tiene éxito en la medida que se logran dilatar inversiones en solucio-nes ambientales, que tarde o tempra-no han de tomarse si se quiere seguir en el negocio.

También es cierto que existen em-presas que si bien muestran una ac-titud ambiental proactiva, lo utilizan más un objetivo propagandístico que como una oportunidad de producir cambios profundos en su gestión pro-ductiva. Sin embargo no debe verse esto con demasiada desconfianza, aún esta actitud debe considerase como un avance de la situación an-terior, y a la larga produce cambios actitudinales irreversibles en la manera que concebir la gestión ambiental de una empresa.

Nuestro país, que siempre va un poco a la saga de estos procesos, se encuentra aún en una situación de transición entre el liderazgo de la Au-toridad Ambiental y el de las organi-zaciones, tal vez porque aún pocas empresas han incorporado a fondo la dimensión ambiental en su lógica em-presarial. Si bien hay grandes avan-ces, aún la mayoría de las empresas ven al tema ambiental con desconfian-za y a la Autoridad Ambiental como la única que pude marcar las reglas de juego de la gestión ambiental.

Pero los tiempos se acaban, cada vez más temas ambientales golpean a la puerta y hay que darles respuesta, y cuando antes se comience a transi-tar la senda de una gestión ambiental proactiva, mejor se está preparado para los desafíos por venir. l

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Primer sistema deIndicadores de Desarrollo Sostenible para Uruguay

En los próximos meses se estará lan-zando el primer sistema de indicadores de desarrollo sostenible para Uruguay. El sistema permitirá la consulta y visua-lización de indicadores en diferentes escalas geográficas. Esta herramienta abierta al público se presentará a tra-vés de una plataforma web dinámica e interactiva donde los usuarios podrán conocer la evolución de una serie de indicadores que darán cuenta de las tendencias de los indicadores en mate-ria de desarrollo sostenible.

Este sistema inédito en nuestro país, será enriquecido mediante un sistema de información geográfica básico (SIG) disponible en la propia platafor-ma web, que permitirá visualizar los indicadores mediante mapas, y que podrá ser utilizado por usuarios que no tengan conocimientos previos en el uso de las herramientas SIG. El web SIG tendrá algunas funcionalidades avan-zadas que permitirán realizar edicio-nes de capas de información y crear capas propias resultantes de las con-sultas realizadas mediante el sistema.

El sistema está siendo desarrollado en el marco de la iniciativa del Gobier-no Nacional a través de la la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y de las Naciones Unidas por medio del Programa Unidos en la Acción. Los gestores de esta iniciativa son el Progra-ma EcoPlata (Gestión Integrada de la Zona Costera), la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial y la Direc-ción Nacional de Medio Ambiente del MVOTMA. Cuenta con el financia-miento y coordinación del PNUMA y la OPP. En el proyecto participan múltiples instituciones y organizaciones naciona-les y locales como el Instituto Nacional de Estadísticas, el Ministerio de Gana-dería Agricultura y Pesca, el Ministerio de Desarrollo Social, Intendencias Mu-nicipales, la Universidad de la Repúbli-ca, entre otras. Estas organizaciones han intervenido en diferentes instancias en las que se definió el concepto de desarrollo sostenible para Uruguay y se

analizó la viabilidad y pertinencia de los indicadores propuestos.

Hasta el momento en nuestro país existen sistemas de información u ob-servatorios que manejan información e indicadores sectoriales. En este nuevo sistema convergerán los diferentes as-pectos que integran las dimensiones del desarrollo sostenible, como ser la calidad de vida de la población, la ca-lidad de los recursos naturales, aspec-tos referentes al desarrollo económico y del ordenamiento territorial. Los indi-cadores podrán combinarse a nivel de las capas de información geográfica y a nivel de gráficos y cuadros. Esto per-mitirá analizar conjuntamente informa-ción de diferentes dimensiones en un sistema integrador. Se podrá visualizar a distintos niveles territoriales: nacional, departamental, cuencas hidrográficas, espacio costero, entre otras opciones. El sistema proveerá toda la información necesaria para su óptimo manejo y para lograr combinaciones de indica-dores.

A modo de ejemplo de represen-tación gráfica se puede ver el indica-dor de “Discontinuidad del Desarrollo Urbano”. Este indicador que se está midiendo por primera vez tiene por objetivo monitorear el proceso de ur-banización en el espacio costero y la adecuación de este desarrollo urbano a los lineamientos establecidos en la Directriz Nacional del Espacio Coste-ro (MVOTMA – DINOT). Se considera necesario limitar y equilibrar los proce-sos de ocupación continúa a lo largo del Espacio Costero con el fin de evitar el desarrollo urbano lineal y continuo, fomentando así la diversidad.

Otro ejemplo es el indicador de “Eficiencia Energética”, el mismo no se utiliza frecuentemente para medir la sostenibilidad, sin embargo la tenden-cia a nivel internacional es la de ins-trumentar indicadores de “desacople”. El mismo da cuenta de la intensidad del uso de energía en la economía nacional (medida en términos de PBI) y en cada sector de actividad. Busca evaluar las relaciones divergentes entre la mejora económica y el decremento absoluto o relativo de los consumos de factores de producción o de emisiones al ambiente. Se entiende que una eco-nomía se hace más sostenible en la medida en que incrementa el valor o la cantidad de bienes o servicios produ-cidos mientras incrementa menos que proporcionalmente o disminuyen los factores de producción o las emisiones al ambiente.

Cada indicador cuenta con su hoja metodológica y su ficha de divulga-ción, en la que aparecerá la forma de cálculo, las fuentes de información y los especialistas referentes que partici-paron en la construcción y evaluación de los mismos.

Sin lugar a dudas este sistema per-mitirá lograr una mayor comprensión de las dinámicas de nuestra sociedad con el medio ambiente y con el sistema económico en un marco de influencias múltiples. Con la información dispo-nible, el desafío estará dado por el análisis de la misma y la entrada en

el campo de la toma de decisiones y el esce-nario de acciones que tiendan como objetivo último a la mejora de la calidad de vida. l

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SelanzóelSistemadeInformación

Ambiental Costero

Se trata de un primer aporte para los que trabajan en la gestión am-biental, en evaluaciones ambienta-les, y necesitan información ambien-tal controlada y confiable.

El Sistema de Información Ambiental Costero (SIAC) tiene su ámbito de aplicación en el Espacio Costero (ambiente terrestre y acuático des-de Colonia a Rocha) entendiendo como tal el espacio definido por la Directriz Nacional del Espacio Costero (MVOTMA-DINOT). En el SIAC (www.ecoplata.org) se com-parte una serie de capas de infor-mación ambiental de utilidad para una gama amplia de usuarios, des-de el simple curioso hasta técnicos especialistas que necesitan compo-ner usos y ocupaciones de territorio desde los puntos de vista antrópicos y naturales.

El sistema presenta una barra de uti-lidades que permite realizar búsque-das básicas pudiéndose activar en simultáneo las capas de información geográfica para establecer zonas donde las condiciones se cumplan al mismo tiempo.

A su vez, cada capa de informa-ción geográfica contiene asociados sus metadatos y la posibilidad de descargarla en diferentes formatos. La descarga de estas capas es de libre uso y está optimizado para el sistema operativo Firefox de acceso libre.

Existen diferentes categorías de ca-pas; Información General, Hidro-

grafía, Infraestructuras, Actividades en la costa, Actividades antrópicas, Ambientes y vulnerabilidad, Áreas protegidas, Navegación, Batimetría y Biodiversidad.

Se estima que el sistema puede con-tribuir a la realización de compila-ciones de información con diversos objetivos, desde investigación has-ta evaluaciones de medio receptor para Evaluaciones de Impacto Am-biental.

La idea del Sistema es ir agregando capas de información conforme se vayan generando y actualizando. Se podrá eventualmente, en un fu-turo cercano, agregar información

social y económica para enriquecer las posibilidades de cruce y análisis de información. También se preten-de ir adicionando funcionalidades a la interfase web para poder visua-lizar la información requerida por el usuario de la manera más propicia en relación a sus intereses.

Los aportes y sugerencias de los usuarios serán bienvenidos en nues-tra cuenta de correo electrónico [email protected]. l

Mónica GómezCoordinadora

Programa EcoPlataDirección: Galicia 1133 piso 1 CP 11100Teléfono: +5982 917 07 10 int. 4166Correo: [email protected]: www.ecoplata.org

“Apoyo a la Gestión Integrada de la Zona Costera Uruguaya”

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Apostandoa la Fuerza

del Sol

Pablo Medeyros Jefe de la Unidad de Energía de CSI Ingenieros SA, con ama-ble claridad explica que “Xinergia” es una marca de productos de energía renovable para uso en la vida diaria que comercializa la firma CIEMSA y que se ha desarrollado luego de dos años de investigación, con la asistencia técnica de CSI, la mayor consultora de ingeniería del país.

“Nuestra actividad regular son los servicios de ingeniería y en eso somos muy proactivos tanto en la búsqueda de nuestros clientes como en la inves-tigación de soluciones que puedan ser de interés de nuestro mercado y de esa forma hemos ido ampliando nuestros servicios desde la agroindus-tria que fue nuestro origen hasta la energía que hoy tiene una fuerte de-manda”.

“En este proceso de desarrollo resolvimos apostar a las energías re-novables y promoverlas interactuando con actores públicos y privados mos-trando sus beneficios así como su ca-pacidad de sustituir otras fuentes sin mayores costos o incluso reduciéndo-los”.

Comenta que “el público tiene in-terés en el cuidado del medio ambien-te, hoy en día se trata de una cuestión que ha permeado a la sociedad y existe una amplia conciencia sobre el particular”.

El paso siguiente entonces, era “encontrar los productos y servicios que tuvieran una aplicación técnica aceptable, que fueran fáciles de ope-rar y al mismo tiempo económicamen-te viables”. Con esa visión, iniciaron el proceso de prospección para de-tectar esos productos.

Un baño ecológico Medeyros aclara “nosotros no in-

ventamos nada, integramos solucio-nes y buscamos las mejores tecnolo-gías para poder plasmarlas”. Señala que “la energía solar térmica, por su desarrollo, ha llegado a ser rentable y competitiva”.

La búsqueda, iniciada tres años atrás, se orientó hacia los colectores solares. Luego de la investigación se pasó a la prueba, esto es, “a ensa-yar el equipamiento, probarlo y ver sus desempeño antes de ponerlo a la venta”.

“Hay que tener una buena ecua-ción económica que no se encarezca por ser una solución a medida”, dice, “por ello se debe tener paquetizada esta tecnología. En este sentido se han seleccionado equipos integrados que recogen la energía y la acumulan como agua caliente con capacidades de 100, 200 y 300 litros y que se pueden usar fácilmente en los hoga-res, pero para soluciones de grandes consumos se van integrando módulos que cubren cualquier necesidad de uso industrial”.

“Otro elemento que afecta al pre-cio del producto es como llega el pro-ducto al cliente final, es decir cuánto se agrega al precio por la participa-ción de intermediarios” aclara “La ac-tividad de venta y la publicidad enca-rece el producto y lo puede sacar del mercado y por ello recomendamos a CIEMSA el uso de canales existentes a través de alianzas con distribuidores que comercialicen productos afines”.

CSI Ingenieros es una empresa que brinda servicios de ingeniería y consultoría de alto nivel, involucran-do desde el inicio de sus actividades, hace 30 años, a 80 profesionales y técnicos en las más diversas áreas. Sus servicios exceden el medio local, brindando asesoramiento y solucio-nes a empresas de diversos lugares del mundo

Con el asesoramiento técnico de CSI la firma CIEMSA ha implemen-tado luego de dos años de investi-gación, una línea de productos de energía renovable bajo la marca, Xi-nergia que se encuentran en el mer-cado desde hace más de 1 año.

Este grupo empresarial es el pio-nero en el desarrollo de este tipo de aplicaciones profesionalmente res-paldados por la en investigación y el ensayo en nuestro país, logrando resultados excepcionales de ahorro energético en los clientes que optaron por sus productos y cuya inversión se paga en plazos de hasta 3 años.

Estas aplicaciones se basan en colectores donde la energía solar se acumula como agua caliente y que luego se utiliza tanto a la pequeña escala o residencial, hasta grandes consumos de tipo industrial y que ahorran hasta el 80 % de las ener-gías tradicionales usadas para calen-tamiento.

Con Pablo Medeyros de CSI Ingenieros

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Esta estrategia implica que estos nuevos equipos se vendan en los mis-mos lugares donde ya se comerciali-zan productos similares y que agre-gan el producto en su cartera”, pero confiesa que “contar con una amplia red comercial, que sea consistente, lleva su tiempo”.

Un equipo para una familia de cuatro personas puede costar “desde algunos cientos a poco más de mil dólares”. Sin embargo, las ventajas de su instalación, son altamente be-neficiosas, ya que reduce en aproxi-madamente un tercio la factura de la electricidad y se paga solo en unos tres años.

Aparte del beneficio económico que se logra a lo largo de la vida útil del equipo esta pequeña inversión per-mite al consumidor la gratificación de estar contribuyendo dentro de su alcan-ce a la protección del medioambiente.

Nos comenta alguna de las solu-ciones industriales. “En Pinturas Inca diseñamos una instalación que desde hace 1 año da 4500 litros de agua caliente en forma diaria con energía solar. Allí se bañan más de 120 em-pleados todos los días y según esta empresa la solución fue reconocida como emblemática por la casa matriz europea y la mejor solución de apli-cación de energías renovables y cola-boración a la protección ambiental”, comenta con satisfacción.

Tambos soleadosHoy existe una ley dirigida a

promover el uso de la energía solar térmica que prontamente se regla-mentará y que establecerá una serie de incentivos para este uso. Esto no solo se impondrá en el uso domestico e industrial sino que seguramente se extenderá en el agro ya que se trata de un tipo de solución muy adecuada para ese sector.

“Parte de la investigación realiza-da fue probar estos equipos en tam-bos donde se cumplieron también las excelentes prestaciones del equipo con agua de pozo que es lo normal en Tambos y otros establecimientos agrícolas”.

“El agua de pozo, es muy rica en sales minerales y va generando depó-sitos dentro de los equipos que inuti-lizan los mismos en un par de años, estos equipos se desarman y se lim-pian. Están fabricados especialmente para que se pueda eliminar el sarro acumulado con facilidad y restablecer su condición de funcionamiento como al inicio”.

El técnico señala que “nos propusi-mos impulsar un producto que tuviera larga duración sin perder confort, lo que permite disponer de un ahorro muy importante, a lo largo de quince o veinte años. De este modo aseso-ramos al cliente para que compre lo que mejor se ajusta a su necesidad evitando crear falsas expectativas con productos de bajo precio”.

Otros productos en investigación

“La línea de investigación actual está enfocada al uso de energía eó-lica y fotovoltaica para usos puntua-les donde existan ciertas restricciones con el suministro de energía eléctrica regular. “Tanto la energía solar como la eólica, requieren otra fuente para cuando no hay sol ni viento, es de-cir un respaldo. En este caso hay que recurrir a baterías, que son muy cos-tosas, tienen poca vida útil y también son contaminantes”.

Esta dificultad se puede reducir en algunas aplicaciones donde la demanda de energía no es inmediata sino que se puede esperar por ella.

“Hay aplicaciones donde el proce-so productivo se puede parar o no tie-ne un horario establecido (por ejemplo el riego, la acumulación de agua para animales etc.) donde el uso combina-do de la energía eólica y/o fotovol-taica es muy competitiva”, dice. Estos productos, se encuentran ya en etapas de investigación y desarrollo. l

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Paneles solares y gastronomía orgáni-ca son algunas de las medidas adop-tadas para el cuidado del medio am-biente.

La conciencia mundial sobre la con-servación y del cuidado del medio ambiente ha hecho que los turistas también busquen alternativas ecológi-cas durantes sus vacaciones.

Es por eso que el sitio web especiali-zado en viajes HolidayCheck, hizo un ranking de los hoteles “verdes” mejor valorados por sus usuarios.

Hotel Eden Lodge, Nosy Bè, Madagascar Este hotel ubicado en la isla de Ma-dagascar, cuenta con ocho suites que funcionan 100% en base a energía solar, y aunque está ubicado en me-dio de una reserva natural, el Hotel Eden Lodge lleva a cabo acciones tan simbólicas como, por ejemplo, plantar un árbol por cada cliente recibido.

Hotel Rosario, La Paz, Bolivia Este colonial hotel boliviano tiene como objetivo alcanzar una máxima utilización de sus recursos. Es por eso que toda el agua caliente se logra me-diante colectores solares y todas las duchas tienen ahorro de agua. Al mis-mo tiempo los detergentes utilizados son biodegradables y ha logrado re-ducir al mínimo el uso de vasos y bol-sas de plástico. Sin embargo lo que más llama la atención es que todo el papel utilizado para fines administra-

LoscincomejoreshotelesVerdes del Mundo

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tivos es convertido después en papel higiénico.

Hotel Danila, Cavalese, ItaliaUbicado al sur de Tirol, en el norte de Italia, este hotel-spa busca ofrecer a sus clientes, un relax en perfecta co-munión con el medio ambiente. Para ello el Hotel Danila cuenta con un bio-sauna, de cuales todos los materiales utilizados son de origen local o de comercio justo. Al mismo tiempo, la cocina del hotel se basa en alimentos orgánicos y de huertas propias.

Hotel Venus Albir, Alicante, EspañaLa característica principal de este hotel español es su gastronomía. Y es que su restaurante ecológico sólo se abas-tece de productos orgánicos locales. Al mismo tiempo, la mayoría de los materiales realizados en su construc-ción son biológicos. Es así como los aislamientos están hechos de corcho natural y las paredes fueron pintadas con pinturas ecológicas.

Hotel Ecológico Chumbera Azul, Vejer De La Frontera, España Este hotel cinco estrellas es la perfecta combinación entre lujo y respeto por la naturaleza. Completamente cons-truido con materiales naturales y dise-ñado con criterios bioclamáticos, este hotel cuenta con eficientes sistemas de ahorro de energía priorizando el abastecimiento mediante energía so-lar. l

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BloquedeltamañodeNuevaYorkSe desprende en la Antártida

El bloque de Wilkins podía perder hasta 3 mil kilómetros cuadrados, tras el hundimiento del puente de hielo.

Un bloque de hielo del tamaño de Nueva York, se desprendió y formó diferentes icebergs este mes tras el hundimiento de un puente de hielo, como consecuencia del calentamiento global.

“El frente helado norte del bloque Wi-lkins se ha vuelto inestable y se han escindido los primeros icebergs”, dijo Angelika Humbert, experta en glacia-res de la Universidad de Münster, en Alemania, sobre unas imágenes de satélite facilitadas por la Agencia Es-pacial Europea.

La científica explicó que un bloque de unos 700 kilómetros cuadrados de hielo, de tamaño superior a Singa-pur o Bahréin y casi tan grande como Nueva York, se desprendió del bloque Wilkins este mes, desgajándose en múltiples icebergs.

Desprendimiento

La experta explicó que 370 kilómetros cuadrados de hielo se habían des-prendido del bloque, el último de diez en la Antártica, de una manera que el Panel del Clima de la ONU relaciona con el calentamiento global.

Los nuevos icebergs se unen a los 330 kilómetros cuadrados que se despren-dieron a principios de este mes con

la ruptura de un puente de hielo que ha dejado al bloque Wilkins separado entre la isla de Charcot y la Antártica.

Otros nueve bloques de hielo que flo-tan cerca de la costa retrocedieron o se hundieron alrededor de la Antártida en los últimos 50 años, habitualmente de manera brusca, como en el caso del Larsen A en 1995 o el Larsen B en 2002.

Esta tendencia se debe al cambio climático, producido por los gases que salen de la quema de combusti-bles fósiles, según David Vaughan, un científico que colabora en el Estudio Antártico Europeo y que aterrizó en el bloque Wilkins con dos periodistas, en enero del presente año. Humbert dijo que, según sus cálculos, el Wilkins podía perder un total de entre 800 y 3.000 kilómetros cuadrados tras el hundimiento del puente de hielo.

El Bloque Wilkins ya ha perdido aproximadamente la tercera parte de su superficie inicial, de 16.000 kiló-metros cuadrados. Su hielo es tan es-peso que debió tardar cientos de años en formarse.

Las temperaturas en la Antártica han subido unos 3 grados Celsius este si-glo, una tendencia que los científicos relacionan con el cambio climático.

La pérdida de bloques de hielo no eleva el nivel del mar de manera signi-ficativa porque el hielo flota y porque ya está sumergido en el océano. Pero la gran preocupación es que su pérdi-da permitirá a las capas de hielo en tierra deshacerse más rápidamente, añadiendo agua a los mares. Wilkins casi no acumula glaciares tras él, pero los bloques de hielo más al sur contie-nen grandes cantidades de hielo. l

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