Valadez Constitución y Democracia

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VALADÉS, Diego, Constitución y democracia, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2000, 197 pp. En el libro Constitución y democracia, Diego Valadés reúne siete en- sayos que fueron escritos y publicados en revistas y obras colectivas durante los últimos años. Los trabajos giran en torno a una temática actual para México: las adecuaciones que debe tener la Constitución para poder servir a la nueva configuración democrática del Estado mexicano. Después de leer los ensayos de Valadés, le quedan al lector impre- siones encontradas. Por un lado, da gusto ver que los problemas cons- titucionales encuentran en la elegante pluma de Valadés respuestas y propuestas para ser superados. Por otro, da pena ver que, ante la magnitud de los retos que tenemos enfrente y que el autor se encarga de dibujar con claridad y rigor, la clase política nacional parece seguir mirando hacia otro lado. Las ideas que, en su quehacer cotidiano, está ofreciendo la academia, no parecen ser tomadas muy en cuenta por quienes pudieran volverlas parte del ordenamiento jurídico vigente. Nunca como en los tiempos recientes, los ejercicios teóricos habían estado tan cercanos a los problemas reales de la gente. Hoy tenemos una buena cantidad de teóricos que, sin descanso, ofrecen recetas y pautas de acción para su- perar una cantidad importante de temas que tenemos en la agenda pública nacional. Pero esas propuestas no siempre son consideradas por los res- ponsables políticos, lo cual no deja de ser preocupante. El primero de los ensayos, titulado “ Las cuestiones constitucionales de nuestro tiempo” , emprende un recorrido de largo aliento por la te- mática que supone “ o debería suponer” el núcleo de las preocupaciones del derecho constitucional contemporáneo. Comienza señalando un as- pecto que interesa sobre todo a quienes nos dedicamos a la teoría cons- titucional: la falta de trabajos completos y exhaustivos (de “ tratados” ) en nuestra materia. En más de 84 años en que hemos estado regidos por una misma Constitución, no se ha podido escribir todavía el equi- Núm. 6, enero-junio 2002

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  • VALADS, Diego, Constitucin y democracia, Mxico, UNAM, Institutode Investigaciones Jurdicas, 2000, 197 pp.

    En el libro Constitucin y democracia, Diego Valads rene siete en-sayos que fueron escritos y publicados en revistas y obras colectivasdurante los ltimos aos. Los trabajos giran en torno a una temticaactual para Mxico: las adecuaciones que debe tener la Constitucin parapoder servir a la nueva configuracin democrtica del Estado mexicano.

    Despus de leer los ensayos de Valads, le quedan al lector impre-siones encontradas. Por un lado, da gusto ver que los problemas cons-titucionales encuentran en la elegante pluma de Valads respuestas ypropuestas para ser superados. Por otro, da pena ver que, ante la magnitudde los retos que tenemos enfrente y que el autor se encarga de dibujarcon claridad y rigor, la clase poltica nacional parece seguir mirandohacia otro lado. Las ideas que, en su quehacer cotidiano, est ofreciendola academia, no parecen ser tomadas muy en cuenta por quienes pudieranvolverlas parte del ordenamiento jurdico vigente. Nunca como en lostiempos recientes, los ejercicios tericos haban estado tan cercanos alos problemas reales de la gente. Hoy tenemos una buena cantidad detericos que, sin descanso, ofrecen recetas y pautas de accin para su-perar una cantidad importante de temas que tenemos en la agenda pblicanacional. Pero esas propuestas no siempre son consideradas por los res-ponsables polticos, lo cual no deja de ser preocupante.

    El primero de los ensayos, titulado Las cuestiones constitucionalesde nuestro tiempo , emprende un recorrido de largo aliento por la te-mtica que supone o debera suponer el ncleo de las preocupacionesdel derecho constitucional contemporneo. Comienza sealando un as-pecto que interesa sobre todo a quienes nos dedicamos a la teora cons-titucional: la falta de trabajos completos y exhaustivos (de tratados )en nuestra materia. En ms de 84 aos en que hemos estado regidospor una misma Constitucin, no se ha podido escribir todava el equi-

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  • valente a los magnficos tratamientos que se han hecho en otros pases.1La razn que nos ofrece el autor no solamente es completamente cierta,sino demoledora para el entero sistema jurdico: tenemos constitucio-nalistas pero no tenemos una Constitucin estable, que pueda ser estu-diada con detalle (p. 3):

    En materia jurdica afirma Valads nuestro pas se singulariza por lavolatilidad de las normas, especialmente por las de naturaleza constitucional.Lejos de plasmarlas en bronce o cantera, la Constitucin y las leyes se tienenque editar en volmenes de hojas sustituibles. No se trata de un asunto anec-dtico; representa un problema de considerable magnitud (p. 4).

    La consecuencia de ello, adems de la imposibilidad de contar contratados de derecho constitucional mexicano, es que la Constitucin hapasado a ser un objeto conocido si acaso slo por los expertos,pero que se encuentra fuera del alcance real de aquellos que supuesta-mente son sus destinatarios: todos los habitantes de Mxico.

    En el mismo primer ensayo, Valads aporta evidencia emprica quedemuestra que el movimiento de renovacin constitucional en el mundoen los ltimos aos ha sido incesante. Nos informa, por ejemplo, queentre 1980 y 1997 fueron promulgadas en el mundo 79 nuevas consti-tuciones (p. 5). En Amrica Latina, la puesta al da en materia constitu-cional ha sido especialmente intensa: de los 18 pases que practican elconstitucionalismo democrtico, 12 han adoptado constituciones com-pletamente nuevas entre 1980 y 1999 (p. 28). Mxico, como se deca,ha escogido la va de los cambios puntuales: reformas parciales, de pocoalcance y visin cortoplacista en su mayora, que a la postre han termi-nado haciendo del texto constitucional un complejo normativo en el quees muy difcil, si no imposible, orientarse con certeza. La parte en laque se regulan los derechos fundamentales es un buen ejemplo de la faltade pulcritud y organizacin que han demostrado quienes han tenido asu cargo la tarea de modificar el texto fundamental.

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    1 No tenemos en Mxico un comentario constitucional del alcance que tienen en Italia: elcomentario dirigido primero por Giuseppe Branca y luego por Alessandro Pizzorusso, publicadopor la editorial Giuffr; o, en Espaa, el coordinado por scar Alzaga. Aunque s tenemos lo quesin duda representa la exgesis ms profunda y rigurosa sin desconocer sus lmites, desde luegoque hay en Mxico del texto constitucional; me refiero a la Constitucin Poltica de los EstadosUnidos Mexicanos comentada y concordada, 15a. ed., 5 ts., Mxico, 2000.

  • El elenco de temas del derecho constitucional contemporneo queaporta Valads es impresionante: el problema de la soberana, la inte-gracin supranacional, la dimensin del Estado, los alcances y retos delEstado de bienestar, la enorme temtica de los sistemas de gobierno, elcontrol jurisdiccional, el control financiero, la regulacin de los flujoseconmicos internacionales, la organizacin del poder, el sistema repre-sentativo, las formas de participacin directa, la temtica del federalismoy del regionalismo, los rganos de relevancia constitucional, los orga-nismos no gubernamentales, la regulacin de los procesos cientficos yclnicos y, finalmente, la reforma constitucional. Esta agenda no sola-mente supone una sistematizacin muy til de problemas, sino que tam-bin y sobre todo arroja una carga y una responsabilidad enormessobre las espaldas de los especialistas en materia constitucional, que tie-nen que empezar a mirar de frente a los problemas reales que ofrecenlos tiempos que vivimos, y dejar atrs las actitudes de evasin y falsocientificismo que hemos padecido durante tantos aos. No es gratuitoque el ensayo que se comenta haya sido el que abra las pginas delprimer nmero de la revista Cuestiones Constitucionales. Revista Mexi-cana de Derecho Constitucional. Lo que nos propone Valads es unaespecie de ndice de las tareas por realizar, de los temas por tratar. Lateora del derecho constitucional que los quiera ignorar estar conde-nndose a la absoluta irrelevancia prctica y a servir de apoyo para quie-nes estn empeados en que los cambios sean los mnimos posibles yque tarden mucho en llegar.

    En el segundo de sus ensayos (La Constitucin y el poder ), el autortraza las lneas que unen, tanto por lo que hace a su forma de adopcin,como por lo que respecta a su contenido, a la Constitucin espaola de1978 con los textos constitucionales adoptados en Amrica Latina des-pus de ese ao. Las influencias son notables y de la exposicin sedesprende que han sido tambin altamente positivas. El constituciona-lismo espaol, pese a la larga noche franquista, ha tomado un vigor yha tenido un crecimiento verdaderamente notables. En poco ms de 20aos se ha constituido como un referente para todos los pases de hablahispana.

    Y no solamente por lo que respecta al texto constitucional, sino tam-bin por lo que hace a la doctrina y a la jurisprudencia. No son paranosotros extraos los nombres de Manuel Aragn, Francisco Balaguer

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  • Callejn, Eduardo Garca de Enterra, Francisco Rubio Llorente o Pedrode Vega. Sus conocimientos y estudios se han transmitido a travs desus libros y a travs de la formacin directa de un buen nmero de beca-rios latinoamericanos que han transitado por las aulas de las universi-dades espaolas. Diego Valads los cita y comenta con frecuencia ensus trabajos, tanto en el que se resea como en otros anteriores.2

    Por lo que hace a la jurisprudencia, no es extrao encontrar ecos delas resoluciones del Tribunal Constitucional espaol en las sentenciasde la Corte Constitucional colombiana, en las de la Sala Constitucionalcostarricense o en las de las cortes supremas estatales y federal de Ar-gentina. Aunque la influencia jurisprudencial espaola no se ha sentidotodava en Mxico, es de esperarse que los integrantes del Poder Judicialfederal en breve la empiecen a conocer y, de esa forma, la puedan even-tualmente aplicar a los casos de que conocen. No son pocos los tericosmexicanos, como el propio Valads, que suelen citar en sus trabajosacadmicos las sentencias del Tribunal Constitucional espaol.

    El tercero de los ensayos del libro es el que abre las cuestiones pro-piamente proyectuales de la obra que se comenta. Se trata de un escritoredactado inicialmente para formar parte de un volumen colectivo queprepar la Barra Mexicana-Colegio de Abogados que tena como inten-cin ofrecer una sntesis de los planteamientos que los especialistas pu-dieran hacer en materia de reforma constitucional. A los autores queparticiparon en ese libro se les pidi que plantearan de forma muy con-creta el problema que queran estudiar y que formularan, de maneraigualmente concreta, la propuesta de reforma constitucional que consi-deraban ms adecuada para la solucin del mismo. Valads identificauna serie de problemas y formula una batera de propuestas.

    Para empezar, seala que los principios que han de regir los controlesentre los rganos de poder son los de responsabilidad, efectividad, uti-lidad, publicidad, estabilidad y regularidad. Las propuestas concretas delautor en materia de relacin entre rganos de poder pasan por una am-pliacin de los periodos de sesiones del Congreso de la Unin (hastaun mximo de nueve meses), la introduccin de la figura del jefe degabinete (siguiendo en parte el modelo de la reforma argentina de 1994),

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    2 Por ejemplo, no cabe duda de que su monografa El control del poder (2a. ed., Mxico,Porra, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurdicas, 2000) refleja la influencia positiva que, sobretantos estudiosos mexicanos, han tenido la obra y el pensamiento de Pedro de Vega.

  • la flexibilizacin de los requisitos para formar comisiones parlamentariasde investigacin, la modificacin del rgimen de presentacin de inicia-tivas del presidente de la repblica (de forma que pudieran existir casosen los que el presidente pudiera exigir la atencin inmediata del Congresosobre cierto tema), la previsin de una clusula constitucional para elcaso de que no se apruebe el presupuesto de egresos por parte de laCmara de Diputados, la modificacin del rgimen constitucional de lostratados internacionales (que deben ser, en la ptica de Valads, apro-bados por ambas cmaras del Congreso), prever que los permisos paraque el presidente se pueda ausentar del territorio nacional solamente de-ban extenderse para los casos en los que tal ausencia supere los 15 das,etctera.

    En los ensayos sucesivos se detallan y profundizan las propuestas re-cin mencionadas y algunas otras. As por ejemplo, en el trabajo sobreAdolfo Christlieb y la reeleccin de los legisladores se emprende elestudio de un tema que, a estas alturas, ha suscitado una casi completaunanimidad por parte de los tericos: la necesidad de reformar los ar-tculos 59 y 116 de la Constitucin para permitir la reeleccin inmediatade los legisladores federales y locales, respectivamente.3 En el ensayotitulado Renovacin constitucional o retroceso institucional se abordancon detalle las propuestas referentes al periodo presidencial, a la figuradel jefe de gabinete, la que tiene que ver con la independencia de loslegisladores, con la eficacia del Congreso y con la democracia internade los partidos polticos.

    Cada uno de esos temas dara lugar a un comentario por separado.Quisiera simplemente terminar haciendo dos observaciones que tienenque ver no tanto con el contenido sustantivo de la obra, sino con lavocacin intelectual del autor.

    En primer lugar, no deja de ser llamativa la inclinacin de DiegoValads por los ttulos omniabarcantes: desde su conocido trabajo Ladictadura constitucional en Amrica Latina, hasta sus obras La Consti-

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    3 Una sntesis del estado de la discusin y de las razones para llevar a cabo esa reforma seencuentran en Carbonell, Miguel, Sobre la no reeleccin legislativa en Mxico , Quorum, Mxico,Instituto de Investigaciones Legislativas de la Cmara de Diputados, nm. 63, noviembre-di-ciembre de 1998, pp. 35-45; id., Hacia un Congreso profesional: la no reeleccin legislativa en M-xico , en Prez, Germn y Martnez, Antonia (comps.), La Cmara de Diputados en Mxico,Mxico, Cmara de Diputados-FLACSO-M. A. Porra, 2000, pp. 105-117, con bibliografa com-plementaria.

  • tucin reformada, Constitucin y poltica y El control del poder, Valadsplantea siempre desde sus ttulos las cuestiones mayores del derechoconstitucional de nuestro tiempo.

    La segunda cuestin que quisiera comentar es la aparicin en el textode citas que demuestran un nivel de erudicin inusual entre los consti-tucionalistas mexicanos. Uno se pregunta qu caminos intelectuales hanllevado a Valads a leer lo mismo a Linz y ODonell que la Epigrafagriega de Juan Mara Corts Copete. El autor va dejando caer con na-turalidad citas de los mejores autores en materias muy distintas (e inclusodistantes, salvo para el intelecto fecundo y pluridisciplinar de Valads):desde Habermas hasta Dworkin, Milliband, Hayek, Popper, Giddens,Rawls, Mosca, Michels y Pareto. Y por supuesto los clsicos de lamateria: El Federalista, Rousseau, Montesquieu, Harrington, Duguit,Hauriou, Kelsen, etctera.

    En su libro, Valads refiere una ancdota que le es completamenteaplicable. Nos cuenta que un amigo suyo una vez le dijo que, a ciertaaltura de la vida, de lo que se trata no es de leer, sino de haber ledo(p. 163). Para nuestra fortuna Diego Valads ha ledo. No cabe duda deque ha ledo mucho.

    Miguel CARBONELL*

    * Investigador del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la UNAM.

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