15¿cómoves?

Autorretrato. Soy positivo, amigable y so-bre todo perseverante.

Música favorita. Pop de los años 80 y jazz.Habilidad. Cocinar pescado y todo tipo de

pastas.Pasatiempo. Antes los videojuegos y aho-

ra convivir con mis hijas y mi esposa.

Personalmente

Por Concepción Salcedo Meza

Los bosques mexicanos cuentan con una gran biodiversidad y es nece-sario documentarla científicamente, en particular las condiciones de sus árboles. Como investigador del Ins-tituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INI-FAP-SAGARPA), el doctor Víctor López Gómez participa en la conservación y regeneración de los bosques a partir de proyectos de investigación sobre la interacción de los árboles y sus pará-sitos. Actualmente trabaja en un estu-dio sobre el escarabajo descortezador en la Sierra Gorda de Querétaro y la Sierra Fría de Aguascalientes.

Su proyecto es generar nuevas estrategias para controlar eficiente-mente a tres especies de insectos descortezadores (Dendroctonus mexi-canus, D. frontalis e Ips. lecontei) que han destruido parte de la masa arbó-rea de las sierras mencionadas. Con otros colegas busca controlar a estos insectos por medio de hongos y nemá-todos entomopatógenos (gusanos por-tadores de bacterias dañinas para los insectos), que enferman al escarabajo descortezador. Se trata de utilizar or-ganismos del mismo ecosistema para el control biológico de esa plaga. Pese a que hay estudios de control biológi-co con nemátodos en otros ecosiste-mas, se sabe poco de su eficacia en los bosques.

Víctor también coordina una inves-tigación en los bosques de la Delega-ción Magdalena Contreras del Valle de México. Ahí trata de determinar el estado del bosque y evitar la pérdida de su masa arbórea a causa de la pla-ga del muérdago enano (Arceuthobium spp). Para ello analiza la distribución del muérdago y el grado de infestación en los árboles. Ésta es una planta que se establece en el árbol con una raíz modificada, llamada haustorio, que

absorbe los nutrientes de sus vasos leñosos; a mediano plazo puede aca-bar con cientos de hectáreas de bos-ques. “Si se pierden los árboles se pierden las especies que conforman el ecosistema y los servicios ambien-tales que brindan, como la captura de carbono, la producción de oxígeno y el reciclaje de nutrientes”, señala el investigador.

Víctor López va diaria-mente con su equipo de trabajo al bosque de la Magdalena Contreras. Algu-nas veces viven experiencias in-esperadas como la de que la ca-mioneta se atas-có y llevó horas sacarla del cami-no, o que se per-dieron porque el GPS les hizo una mala jugada, o que una tormenta los dejó empapados, o encontraron una pla-ga diferente que hay que identificar en el laboratorio. Pero nunca dejan de maravillarse de la hermosura del pai-saje y de todo lo que allí se encuentra: cuevas, plantas, animales, e incluso los lienzos de niebla que llegan a cu-brir la montaña y a esparcir su llovizna.

Hoy, a 70% de avance en el estu-dio, se sabe que ese bosque tiene un nivel medio de infestación del muér-dago enano. Este diagnóstico servirá para diseñar estrategias de sanidad vegetal que controlen las plagas sin afectar el ecosistema del bosque. “Es importante conservar este bosque porque nos brinda aire limpio, mayor estabilidad térmica y un lugar estupen-do de recreación cultural y ecoturismo a los habitantes del Valle de México”, señala.

Víctor recuerda su infancia: “En el jardín de mi casa vivieron patos, co-nejos, tortugas, perros y muchos in-sectos, pero fue hasta la preparatoria cuando después de varios viajes con mis maestros de biología quedé mo-tivado para dedicarme a descubrir la complejidad de la naturaleza y la gran

biodiversidad del planeta; decidí ser biólogo y más tarde

ecólogo de comuni-dades y ecosiste-

mas”.Además de

investigar, su otra pasión es enseñar a los jóvenes las teorías y métodos de la ecología.

Desde 2005 es profesor en la

Facultad de Cien-cias de la UNAM,

donde estudió. “Motivo a mis alumnos para que se

enamoren de los bosques y sus com-plejos ecosistemas, para que les sur-jan preguntas que los lleven a otras, porque aún hay mucho que descubrir”. Anima a los jóvenes a que valoren la biodiversidad que hay en México. “Con una buena dosis de intrepidez y espí-ritu científico lograremos emprender proyectos para conservar los bosques para nosotros y las futuras generacio-nes”, finaliza.

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