Veo que eres profeta

16
“VEO QUE ERES PROFETA” (Jn 4,19b) (Extraído del libro Veo que eres Profeta de María oliva G.)

Transcript of Veo que eres profeta

Page 1: Veo que eres profeta

“VEO QUE ERES PROFETA”(Jn 4,19b)

(Extraído del libro Veo que eres Profeta de María oliva G.)

Page 2: Veo que eres profeta

“Sin duda alguna la figura profética de Jesús recorre los Evangelios implícita y explícitamente. “Señor, veo que eres profeta” (Jn 4.19), le dice la mujer de Samaría. Y en la opinión común de la gente también circulaba la misma versión sobre su persona: “¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos respondieron: Unos que Juan Bautista; otros que Elías; y otros, que uno de los profetas” (Mc 8,27 b-28; Mt 16, 13 b1l4). Pero definitivamente es Lucas quien resalta con mayor insistencia esta dimensión de la identidad y misión de Jesús.

Page 3: Veo que eres profeta
Page 4: Veo que eres profeta

Desde la manifestación en la Sinagoga (cf. Lc 4,24), pasan por el reconocimiento público de la gente que alababa y glorificaba diciendo: !Un gran profeta ha surgido en su pueblo” (Lc 7, 16 b). Claro que no falto alguien entre el pueblo que dudara de su personalidad profética, tal vez por no tener la capacidad para captar que Jesús era alguien muy diferente a los profetas que circulaban, “si este fuera profeta, sabría que clase de mujer es la que lo está tocando” (Lc 7, 39 b)

Page 5: Veo que eres profeta
Page 6: Veo que eres profeta

La predicación de Jesús estuvo, en general, dentro de un ambiente marcado por la incredulidad de sus contemporáneos, y en cierto modo esta situación es la que lo conduce a dar su sentencia sobre el profeta: “Y añadió: la verdad es que ningún profeta es apreciado en su tierra” (Lc 4, 24). Leyendo esta sentencia con ojos meramente humanos, se puede deducir que no se muy alentador seguir las huellas de Jesús Profeta del Padre. Y no sólo eso, sino el mayor de los profetas.

Page 7: Veo que eres profeta

Y no sólo la incredulidad encontró Jesús entre los de su raza. También su presencia generó conflictos y miedos. Éstos lo llevaron a serios enfrentamientos. Desde su misma infancia lo muestra el Evangelio de Lucas como el signo de contradicción ( cf. Lc 2,34). Jesús es un profeta incómodo para los dirigentes religiosos y políticos, para los encargados de administrar la justicia.

Page 8: Veo que eres profeta

Contra éstos tiene las expresiones proféticas más duras, las cuales eran pronunciadas en formas diferentes, como por ejemplo en parábolas (cf. Lc 20, 9-19) o en enseñanzas a sus discípulos (cf Mc 10, 41 b- 42) o también en forma de sentencias (cf. Mt 23, 1-36). El estilo de su lenguaje es netamente profético y está acompañado por signos del mismo tipo: “Vio una higuera junto al camino, se acercó a ella y, al encontrar más que hojas, le dijo: Que nunca jamás brote de ti fruto alguno. Y la higuera se secó al instante” (Mt 21, 19).

Page 9: Veo que eres profeta

Jesús es el “profeta poderoso en obras y palabras” (Lc 24, 19), el que ha venido a implantar el Reinado de Dios sobre la tierra, a anunciar el cumplimiento de las profecías (cf Lc 4, 21), a proclamar “un año de gracia del Señor” (Lc 4, 19) con el testimonio de su vida y con la fuerza impetuosa de sus palabras. Es así como Jesús “realiza su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria”.

Page 10: Veo que eres profeta

El cristiano participa de esta función profética de Cristo el Señor. “Su palabra y su vida, como la de Jesús, deben seguir juzgando el mundo de hoy, a la Iglesia de hoy, y deben seguir abriendo, (porque Dios mismo ha empeñado su palabra en ello), la historia del mañana.

Page 11: Veo que eres profeta

De un modo tal que sin vacilaciones pueda respon-der a la pregunta que se le plantea desde los múltiples desafíos históricos sobre la identidad de Aquél a quien ama y sirve: “¿Qué opinas tú sobre el hombre que te dio la vista? Respondió: Que es un profeta” (Jn 9, 17).

Page 12: Veo que eres profeta

Como tal participa de todo el poder del Padre que lo ha resucitado de entre los muertos inaugurando así el Reino definitivo del cual Cristo es el profeta. Adoptar el estilo profético de Jesús exige a la catequesis y a todos los comprometidos en este ministerio, recorrer un camino de búsqueda hacia horizontes nuevos y de encuentro con Aquél que es el Camino (Jn 14,6) por el cual se llega a la plenitud.

Page 13: Veo que eres profeta

En éste ya se han empeñado muchos, antes de nosotros, con la certeza y la seguridad de no caminar a tientas, sino guiados por el mismo Dios, iluminados por antorchas pequeñas hasta llegar a hacerse presente totalmente en el que es la Luz del mundo, Jesucristo. En el pasado esas antorchas fueron los profetas, iluminaban al pueblo con las palabras que recibían de Dios, para no dejarlos desviar del verdadero camino.

Page 14: Veo que eres profeta

Poco a poco esas palabras iban mos-trando el rostro de Dios y al mismo tiempo, el rostro de sus hijos, así como Él los quiere, a su imagen y semejanza.

Hoy los cristianos conocemos la manifestación del rostro de Dios que ha dado Jesús (cf. Jn 14,9), y escuchamos la voz de Dios, pues esta “no cambia, cambian sus voceros.

Page 15: Veo que eres profeta

La Palabra de Dios que un día sonó en boca de los profetas de Israel, y que se manifestó de modo pleno en su Hijo, sigue resonando hoy en medio de la comunidad eclesial”.

Page 16: Veo que eres profeta

Es claro que el camino propuesto, a la luz del estilo profético de Jesús, implica que para ser fiel a Cristo Profeta es necesario asumir con él, los riesgos y las implicaciones que ésta conlleva, y según su estilo y su testimonio estar muy atentos a la realidad social en todas sus dimensiones para ser fiel a Dios y a los hombres y mujeres, en una misma actitud de amor y de servicio.