Vigilia de Pentecostes 2013 - IGLESIA.CL · ! 6!!...
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Vigilia de Pentecostés 2013 “Jóvenes testigos de Cristo en la sociedad”
USTEDES SON EL PRESENTE Y EL FUTURO
DE LA IGLESIA Y DE CHILE.
Comisión Nacional de Pastoral Juvenil
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Queridos Jóvenes de Chile 1. Ante todo queremos manifestarles nuestro aprecio y cariño a ustedes, que constituyen un tesoro de vida, de fe y de esperanza para nuestro país. Con este mensaje deseamos hacerles llegar una palabra de amigos, compartiendo con ustedes algunas reflexiones a la luz de la fe, sobre el momento histórico que vive nuestra patria, y el importante aporte que ustedes como jóvenes creyentes están llamados a dar. La Juventud 2. La juventud no es una simple etapa de la vida. Es un modo de vivir, una actitud, una forma de situarse en el mundo y de convivir. Como expresión histórica determinada, la juventud configura siempre en la historia una generación. Ustedes, queridos jóvenes, configuran una generación, herederos de generaciones anteriores y, al mismo tiempo, principio y fundamento de otras que vendrán después. 3. Una generación tiene siempre una peculiar sensibilidad y una forma propia de ver la realidad. Aunque no lo expresen explícitamente muchas veces, ustedes tienen una visión del mundo, de la vida y de la sociedad. Creemos que como generación joven, en este momento de la historia, tienen capacidad de soñar, de arriesgarse, de ser inquietos, de vivir siempre insatisfechos por lo conseguido porque saben que siempre se puede ser mejor. Ustedes son críticos, generosos y alegres, pero no olviden que lo más valioso que poseen es su fe, que les hace vivir “arraigados y edificados en Cristo” (Col 2,7). 4. Cuando la Virgen María proclama el amor infinito de Dios que se revela en la historia, dice: “su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen” (Lc 1,50). Por eso es grande la misión de ustedes, están llamados a acoger, vivir y transmitir la experiencia del amor misericordioso del Señor para que siga manifestándose y vivificando la historia “de generación en generación”. Una Sociedad Envejecida 5. Ustedes son una generación joven en una sociedad lamentablemente envejecida. El envejecimiento no es un simple proceso biológico, sino que es también –al igual que la juventud– una actitud interior, un modo de situarse en el mundo, una forma de acoger la vida. Envejece no el que vive más años, sino quien no vive y, peor aún, quien no vive bien. Lamentablemente nuestra sociedad está envejeciendo en forma rápida y alarmante, pues está perdiendo el gusto de vivir, y sobre todo, la orientación para vivir rectamente. Vivimos en una sociedad que ha trastocado los valores fundamentales para convivir en modo humano y justo, que sufre de amnesia histórica y se estructura a distintos niveles en modo egoísta e indiferente. Es una sociedad fracturada y fraccionada, polarizada e intolerante y lo que es peor, se revela en muchas de sus manifestaciones, como irracional y violenta. A esta sociedad que envejece ustedes pueden devolverle juventud y vitalidad, pues ustedes son depositarios de una experiencia espiritual y de una ética olvidada por tantos adultos.
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6. En primer lugar ustedes poseen la alegría de saberse amados y perdonados por Dios, en Cristo, mirados amorosamente y cuidados providencialmente por Él. “Este es el sentimiento de fe primero e indispensable; el sentimiento que da seguridad a la criatura humana y la libra del miedo, aun en medio de las tormentas de la historia” (Benedicto XVI, Audiencia General, 15.02.06). En segundo lugar ustedes poseen la sabiduría que brota del Evangelio que les permite discernir entre la luz y las tinieblas y conocer cuáles son los valores humanos que dignifican a las personas y cuál es el camino ancho y engañoso que lleva a la perdición (Cf. Mt 7,13). En tercer lugar, ustedes son Iglesia, una comunidad de fe al servicio de la humanidad y de la sociedad, obediente a la palabra de Cristo: “el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea servidor de todos” (Mc 10,44). La Fe vivida en la historia 7. El tesoro de su fe deben vivirlo insertos en la sociedad. No hay otra forma de ser creyentes, sino dentro de la historia. Fuera de la historia no es posible creer en el Dios que se ha revelado en Cristo, entrando en la historia para salvarla. Cuando la fe no se vive al contacto con la realidad se vuelve abstracta, vacía, una ideología más. Así como la fe fuera de la realidad se deforma, la realidad alejada de la fe es incompleta, pues excluye la presencia de Dios y de este modo se vuelve caótica y tenebrosa. Por eso, queridos jóvenes, ni fe alejada de la realidad, ni inserción en la realidad sin fe. 8. Los exhortamos a conocer y amar la historia, a insertarse en la realidad, a no ser indiferentes ante los grandes problemas sociales y políticos que vive actualmente Chile. No queremos que vivan la fe en modo individualista y egoísta. La fe ciertamente es una experiencia personal, pero no una experiencia privada de cada uno. La fe se vive y se celebra en la Iglesia, pero también tiene una dimensión social y política. Esta última dimensión no la podemos ignorar, pues sería empobrecer nuestra condición de creyentes y privar al mundo de una luz que abre horizontes nuevos a la razón humana. Fe y Democracia 9. Hoy más que nunca Chile, necesita que ustedes, la juventud creyente, viva con clara conciencia la dimensión política de la fe. No le tengamos miedo al adjetivo “político”. La diferencia entre una democracia y un totalitarismo es que en una democracia somos políticos todos. Por eso mismo hay que aprender a participar activamente en la vida pública del país, iluminados por la fe, en modo pacífico y respetuoso, cualificado y honesto, con responsabilidad y sentido de servicio a la sociedad, deseamos invitar a aquellos de ustedes que ya tienen la edad establecida por la Constitución para ejercer su derecho al voto, a votar, y a votar de modo inteligente y crítico, a votar guiados e iluminados por los valores de la fe. Voten por Chile, por la libertad, la justicia, la legalidad y la verdad. Voten a favor del desarrollo y la paz del país, voten pensando en los más pobres de nuestro pueblo, que son los privilegiados de Cristo. Voten para que tengamos en Chile un futuro del que nos sintamos responsables todos. 10. Gracias por sus sonrisas, por sus cantos, por su alegría, por su disponibilidad y su valentía. Gracias, queridos jóvenes, por darnos a todos en la Iglesia y en la sociedad, nuevos motivos para seguir creyendo y esperando. Gracias por ser discípulos de Cristo y misioneros suyos, que iluminan con la luz del Evangelio a través de su
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comportamiento las tinieblas de nuestro mundo. Viviendo de este modo ustedes ayudarán para que ni la Iglesia ni Chile envejezcan nunca. Con cariño, jóvenes de la diócesis de Rancagua reunidos para elaborar esta vigilia.
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Una vez más los jóvenes nos podremos reunir para celebrar y adentrarse en el misterio de la Venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles. En esta Vigilia de Pentecostés 2013 queremos profundizar sobre el don de la Vida que quiere crecer y madurar en la vida de cada joven. Se proponen momentos de animación, reflexión y oración, dedicando este año un espacio especial a la Adoración de la Eucaristía, el sacramento en el que Jesús nos da su Vida en abundancia. La Vigilia es el sábado 18 de Mayo, y los invitamos a congregarse en sus parroquias, colegios institutos, universidades, movimientos, y en las diversas comunidades juveniles a lo largo y ancho de nuestro país. ¡Como Iglesia Joven de Chile! te invitamos a que celebres como comunidad la fiesta de Pentecostés. Prepara el lugar, la música, la comida e invita a participar a todos los jóvenes de tú comunidad. La iglesia joven está de fiesta, y ¡lo celebramos juntos! ¡Que todos se enteren, el Espíritu Santo viene a traernos nueva vida!
Queremos ser una Iglesia que escucha, anuncia la Palabra y sirve
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¿Qué es la Vigilia de Pentecostés?
La palabra Pentecostés viene del griego y significa “el quincuagésimo día”, es la fiesta que celebramos cincuenta días después de la Resurrección del Señor. La vigilia tiene lugar en la víspera de la solemnidad del Domingo de Pentecostés, jornada en que la Iglesia conmemora el descenso del Espíritu Santo y el comienzo de la actividad de la Iglesia. Su objetivo es tratar de reflejar la actitud vigilante y de espera ante la venida del Espíritu Santo, todo ello en un ambiente de recogimiento, tal como lo vivieron en el cenáculo los apóstoles y la virgen María en aquel día de Pentecostés, donde quedaron “llenos del Espíritu Santo”.
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¿Quién es el Espíritu Santo?
Es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Persona, regalo y don que Dios Padre nos da a cambio de nada, lo envía como una promesa. Es también Creador, al mismo tiempo Espíritu de Jesucristo. Es Santo porque es divino, es Dios, es paz y no tiene pecado. Se presenta como el soplo de Jesucristo resucitado (Cf. Jn 20, 22).
¿Cómo lo podemos recibir?
Es importante desearlo profundamente, buscarlo y pedirlo. Con los sacramentos, en el Bautismo y la Confirmación lo recibimos de modo específico, así también en la Eucaristía y en la Confesión se repite continuamente su presencia. Esforzarme por hacer crecer en mi la bondad y la alegría.
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DESARROLLO DE LA VIGDESARROLLO DE LA VIG ILIAILIA
Primer Momento: "Adoración al Santísimo".
Recursos: Estoa materiales y otros que estimes conveniente deberán estar presentes en toda la Vigilia:
• La Cruz Peregrina • Cirio Pascual • Biblia • Velas • Música de ambientación
Datos prácticos, recuerden tener el lugar previamente decorado y les proponemos que dos jóvenes sean quienes animen la Vigilia, puede ser una joven y una joven. A1 es el o la guía 1 y A2 es el o la guía 2. Desarrollo: Previamente el coro o un grupo de animación van acogiendo a los jóvenes con cantos que los ayuden a prepararse para celebrar la Vigilia. A1: Da la bienvenida a todos los jóvenes y asesores que participan en esta Vigilia, se pueden ir nombrando las comunidades que están presentes. A2: Da la bienvenida al párroco, asesor, asesora, quien saluda a todos los jóvenes presentes y les ánima al trabajo que van a realizar. (Inmediatamente el párroco, asesor, asesora junto a dos jóvenes con cirios encendidos en sus manos inician la Vigilia con la siguiente oración) Oración inicial: Canto alusivo al Espíritu Santo
Párroco/religiosa/asesor: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu y todo será creado.
Todos: R./ Y renovarás la faz de la tierra.
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Párroco/religiosa/asesor:
Oremos:
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones,
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Joven 1: Te damos gracias, Señor, porque nos has invitado a vivir esta Vigilia, mirándonos con amor y misericordia, invitándonos a estar cada día más cerca de ti. Todos: ¡Envíanos tu Espíritu Santo, Señor! Joven 2: Te damos gracias, Señor, porque nos regalas tu Espíritu Santo que viene a nosotros para mostrarnos tu rostro, a recordar todas tus enseñanzas y a explicarnos todas las cosas. Todos: ¡Envíanos tu Espíritu Santo, Señor! Joven 1: Danos, Señor, un corazón generoso para acoger el Don del Espíritu Santo, y con Él te reconzascomos a ti como el Señor de la Vida y de la Vida abundante que nos das. Todos: ¡Envíanos tu Espíritu Santo, Señor! Joven 2: Ponemos en tus manos, Señor, nuestras vidas. Danos la gracia de renovar esta noche nuestra fe, aquella que acogimos en el Bautismo y renueva nuestra esperanza y nuestro amor por Ti, y por todos los que nos rodean, especialmente a nuestros hermanos más pobres. Todos: ¡Envíanos tu Espíritu Santo, Señor!
Párroco/religiosa/asesor: Dios, Padre bueno y bondadoso envíanos en esta tarde/noche tú Espíritu Santo para que fortalezca nuestro discipulado misionero, y seamos testigos de tu amor misericordioso saliendo al encuentro de nuestros hermanos y de la sociedad a
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anunciándoles la Buena Nueva del Señor. Te lo pedimos por ti Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Amén. Canto: Alusivo al Espíritu Santo
A2: Nuestros pastores nos dicen, en la carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”, que debemos “Hacernos auténticos discípulos de Cristo Por eso debemos volver a Jesús y reencontrarnos vitalmente con Él para hacernos sus verdaderos discípulos, sus seguidores. Esto significa tener sus mismos sentimientos, sus mismos afectos, su misma entrega, sus mismas actitudes ante Dios y ante nuestros semejantes. Como Él, debemos hacer nuestra la causa de los pobres, de los más débiles y marginados porque esa es la causa de Dios. De este modo nos aproximaremos a todo lo humano, despojados de todo sentido de poder, superioridad o suficiencia”. Canto. (Breve de meditación o de Taize) A1: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra Juventud, di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida. A2: Queremos ser jóvenes nuevos. Estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha buena. Ayúdanos a dejar de lado al joven viejo que vive en nosotros y a que nosotros se aferra. Déjanos enterrarlos muy hondo, bajo tierra y que de ti y del Espíritu nazca en nosotros el joven nuevo, con un recto pensar y un actuar acorde a lo que tú nos pides. A1: Queremos vivir en paz, con la conciencia limpia de mancha. Aceptamos las penas, nada queremos hacer para evitarlas, nos hiciste de lodo amasado con lágrimas divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro. Aceptamos las penas, danos en cambio, fortaleza para vencerlas, danos una Vida nueva cargada de amor y amistad. Concédenos ser tus amigos y también en amarte y encontrarte en nuestros amigos. A2: Queremos sembrar cosas nuevas arraigados en la fe y con la certeza de que contamos con tu amor. Que tu Espíritu nos ayude a ser felices con lo que somos, con la vida que nos regalaste, sin dejar nunca el ser mejores, de cuidar y aumentar los talentos que nos diste. A1: En esta tarde/noche, queremos postrarnos ante ti, reconociendo que somos tus hijos, que provenimos de ti y hacia ti nos dirigimos. Que al reconocer a tu Hijo presente en el sacramento de la Eucaristía podamos entrar en comunión en la oración. A2: Les invitamos a prepararnos a recibir a nuestro Señor. Canto: Canto Eucarístico, u otro apropiado. Un Ministro: ingresa y expone el santísimo. Luego de un momento de silencio se continúa
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A1: Jesucristo es el Camino Verdad y Vida. A2: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentarnos continuamente a aquello que nos causa pena, dolor y sufrimiento. Los invito a que repitamos juntos ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A1: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven sumidos en la oscuridad, están enfermos del Alma. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A2: Algunos jóvenes buscan la alegría desesperadamente, la buscan en fuentes falsas que solo producen falsas o alegrías momentáneas, quisieran comprar alegría embotellada bajo prestigiosas etiquetas y solo adquieren vacío. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A1: El tener no remedia la soledad, los cachivaches no pueden sustituir la compañía humana; el consumismo que nos aqueja, es el signo de una juventud que busca la alegría por otros caminos. Equivocados. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A2: La alegría no se puede fingir por mucho tiempo; es un estado, una actitud de vida permanente y responsable, una situación de ánimo, la alegría no se pierde ante la adversidad, sino que nos ayuda a superarla. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A1: Una alegría natural la encontramos en los niños, ellos no pueden estar mucho tiempo tristes a no ser que ya estén enfermos del alma. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A2: La alegría de los niños viene de la seguridad que les da el tener en quien confiar, viene de la capacidad de creer en un mundo, una sociedad que todavía no conocen. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor! A1: Esa alegría de los niños viene de que mantienen abierta la puerta de la esperanza, viene de su gozo y de su inmenso deseo de vivir. Todos: ¡La alegría y la juventud solo Tú la das Señor!
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A2: Pero ante todo viven de la paz que existe en sus vidas, ajenas todavía del conflicto que causa el actuar en contra de la conciencia. Esa tan mencionada inocencia que los adultos lamentamos haber perdido, se llama paz interior. Respondamos todos: ¡Solo tú, Jesús, das sentido a nuestras vidas! Todos: ¡Solo tú, Jesús, das sentido a nuestras vidas! A1: La prueba más real que Dios es la alegría del hombre, se ha manifestado a través de la historia, por medio de cada mártir y en cada autentico cristiano que en momentos de tribulación, y a la hora de la muerte, respondieron solo con una tierna y agradable sonrisa, esperando siempre en Dios como único consuelo. Respondamos todos: ¡Danos, Señor, valentía y fortaleza en las tribulaciones! Todos: ¡Danos, Señor, valentía y fortaleza en las tribulaciones! A2: Después de confesarnos, de reconocer ante dios Padre que nos equivocamos, de depende nosotros, con la ayuda de Dios y del espíritu Santo, continuar viviendo esa alegría todo el tiempo que queramos, siempre y cuando no volvamos a entrar en guerra contra nuestra conciencia y contra la voluntad de Dios; esa es la alegría de los niños y de los jóvenes y de los que son como ellos, la alegría de los santos que siempre participan del amor de Dios. Por eso queremos repetir: ¡Únicamente Dios hace al hombre feliz. “solo Dios basta”! Todos: ¡Únicamente Dios hace al hombre feliz. “solo Dios basta”! (Continuamos con un momento de silencio, que puede ser acompañado por una suave música u canto) Oración: Enséñanos a compartir. (Un/a joven desde el ambón u otro lugar similar) Joven 1. Querido amigo Jesús, Tú pasaste por el mundo haciendo el bien entre todos los hombres y nos enseñaste a compartir con todos. Los que somos, lo que tenemos, lo que soñamos, lo que esperamos, lo que nos duele y lo que nos alegra. Abre nuestros corazones para que siempre tendamos la mano al que sufre. Ayúdanos a ver en cada hermano tu rostro que nos llama y nos pide vivir con generosidad amor y entrega a los demás. Que así sea, Señor. Canto: de meditación o estilo Taize Acto de adoración: desde el ambón (otro/a joven) Joven 2. Jesús Maestro, creo con mucha fe que estas delante de mí para señalarme el camino hacia Dios. Ilumina mi mente y mueve mi corazón para reconocer tu presencia en medio nuestro y para que con la fuerza del Espíritu Santo pueda reconocer los frutos de este encuentro en mi vida.
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Canto: de meditación o estilo Taize Oración Joven 1:
Te pido Jesús, estar siempre preparado para recibirte en la eucaristía. Necesito encontrarme contigo en el pan que Alimenta y da Vida.
Que nunca me falte el hambre de Dios, ni las ganas de que llenes mi corazón. Que nunca sea indiferente al hambre que sufren tantos hermanos y hermanas u haz
que sea solidario con ellos y con todos los que sufren. Que cada eucaristía sea una verdadera fiesta, donde nos alimentamos con tu presencia
la que compartimos como comunidad viva. Gracias por pensar en nosotros y darnos la alegría de poder recibirte para crecer en la
fe, en la esperanza y en el amor, y en la entrega generosa a los demás. Señor, que cada eucaristía me de fuerzas para seguirte.
Canto: de meditación o estilo Taize A1: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se respete la vida, protegiéndola desde su concepción hasta una muerte digna y humana. A2: Señor Jesús, necesitamos jóvenes dispuestos a respetar la vida; que digan no al aborto y que respeten a los ancianos. Repetimos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! Todos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! A1: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se camine por los senderos de valores, y que se declare que la felicidad es un derecho de la persona y está en el orden del ser, no del poder, ni del tener, ni del consumismo. A2: Señor Jesús, necesitamos jóvenes que se cultiven con valores, que digan no al poder, al tener y al consumismo como único fin y única meta. Repetimos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! Todos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! A1: Necesitamos una sociedad que rechace todo lenguaje de terrorismo, revancha y venganza. A2: Señor Jesús, danos jóvenes que rechacen la cultura de la muerte y promuevan una cultura de la vida y del amor. Repetimos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! Todos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! A1: Constantemente vemos que Chile se están distorsionando los valores, por la falta de coherencia y de fuerza para vivir aquello en lo que creemos.
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A2: Señor Jesús, no queremos dejarnos paralizar por estas situaciones, que tu Espíritu nos ponga de pie y nos mueva a proclamar los valores del reino. Repetimos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! Todos: ¡Señor, fortalécenos con tu Espíritu! A1: En la intimidad pidamos al Señor por aquello que hoy más necesitamos para ser sus discípulos misioneros. (se deja un tiempo de silencio) Canto: de meditación o estilo Taize Ministro: el ministro se acerca al altar donde está expuesto el Santísimo y lo traslada hasta el sagrario. Canto: se canto un canto eucarístico o alusivo. A1: Hemos llegado a esta noche convocados por Dios desde distintos lugares, cada uno de nosotros trae consigo una historia, en cada vida y cada historia el Señor se hace presente; no hay vida, aun incluso en aquella que se encuentra en medio de la oscuridad y las dificultades; su luz brilla irradiándonos su amor y misericordia. Levantemos la mirada a su luz, abramos los corazones a su amor. A2: Nuestros pastores nos dicen, en la carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”: “Como personas de fe creemos que el Espíritu de Dios sigue actuando en la historia, lo que nos hace mirar con esperanza el futuro. Sabemos que nuestra historia encontrará un día su plenitud en el Señor y que todos, sin exclusiones, estamos invitados a ese encuentro. Por eso, a pesar de los desconciertos que pueden producir los cambios de cultura, y a pesar de nuestra propia debilidad, de nuestros errores y pecados, nos sentimos llamados a discernir el paso de Dios, discernir los signos de los tiempos, asumiendo las grandes oportunidades que este profundo cambio de época nos ofrece” A1: Con esta invitación queremos finalizar este primer momento de nuestra vigilia. (se pueden realizar algunos cantos o dejar un breve recreo para preparar el segundo momento)
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Segundo Momento
“La Palabra hecha vida"
Para Considerar: en este momento realizaremos trabajos en pequeños grupos de 10 a 15 personas cada uno, es importante que al inicio de esta sesión ya estén armando los grupos. Materiales: texto fotocopiado para todos o un proyector donde puedan leerlo todos. Cantos: motivar el inicio del momento con unos cantos. A1: estimados amigos y amigas, seguimos avanzando en nuestra vigilia. En este segundo momento queremos reconocer qué nos impide, personal y comunitariamente, escuchar y acoger al Señor que nos llama constantemente a convertirnos para dar los frutos que él nos pide en su infinito amor. A2: Nuestros pastores nos dicen, en la carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”: “Tenemos que ser testigos del amor de Dios y discípulos de Jesús. Vivir al modo de Jesús. Al testimoniar de esta manera los valores evangélicos, no debemos mostrarnos como dueños de esos valores. Sabemos y nos alegramos que muchos de ellos sean compartidos totalmente o en parte por personas de otros credos y por hombres y mujeres que no profesan nuestra fe. Nuestro Dios nos introduce en este mundo donde Él es padre de todos y sigue trabajando y sembrando sus semillas. Hemos de saber encontrar a nuestro Dios presente en todas las personas y en todas las cosas. Deseamos escuchar con oídos nuevos la Palabra de Dios y creer en ella, viviendo y transmitiendo, en el nombre de Jesús, un proyecto atractivo pero exigente, que fundamente esperanzas y humanice”. A1: La Palabra del Señor, es una lámpara para nuestros pasos, nos dice el salmo 119, por eso queremos acogerla y escucharla. (se puede traer la Palabra desde el ambón, con alguna danza y un par de jóvenes con cirios, también se puede acompañar con el canto) Canto: para acoger la Palabra (El texto también puede ser dramatizado mientras se va leyendo) Lectura de la carta de los Hechos de los apóstoles:
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos. De repente vino del cielo un ruido como de viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno
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de ellos. Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Residían entonces en Jerusalén judíos piadosos, venidos de
todos los países del mundo. Al oírse el ruido, se reunió una multitud y estaban asombrados porque cada uno oía a los apóstoles en su propio idioma. Fuera de sí por el asombro, comentaban: ¿Acaso los que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que
cada uno los oímos en nuestra lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea
y Capadocia, Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto, los distritos de Libia junto a Cirene, romanos residentes, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos contar, en nuestra lengua las maravillas de Dios. Fuera de sí y perplejos, comentaban: ¿Qué significa esto? Y otros se burlaban diciendo: Han tomado demasiado vino. Pedro se puso de pie con los once, levantando su voz y les
dirigió la palabra: Judíos y todos los que habitan en Jerusalén, sépanlo bien y
presten atención a lo que voy a decir: Estos hombres no están ebrios, como ustedes sospechan, ya que no son más que las nueve de la mañana.
Sino que esta cumpliéndose lo que les anunció el profeta Joel:
En los últimos tiempos -‐dice Dios-‐: Derramaré mi Espíritu sobre todos sus hijos e hijas profetizarán; sus jóvenes verán visiones y sus ancianos tendrán sueños; también sobre mis servidores y servidoras derramaré mi Espíritu aquel día y profetizarán.”
Palabra de Dios. Canto: de alabanza. Texto bíblico dramatizado: Proponemos 15 personajes, 12 serían los apóstoles (recordemos que a Judas Iscariote el grupo lo había reemplazado por Matías, ver Hech. 1, 15ss), y tres serían mujeres, una de ellas como María.
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El texto bíblico señala la presencia de las mujeres en la primera comunidad, y en especial la nombra a María, a quien la tradición de la Iglesia señala como "Madre de la Iglesia". Por eso nos parece importante incluir en la escena a representar un grupo de mujeres.
• Preparar unas lenguas de fuego en cartulina roja y amarilla, de un tamaño que sea visible a distancia, y que permita pegarlo en forma rápida a la ropa, en el pecho de cada personaje, a la altura del corazón. Este signo se usaría para visualizar la llegada del Espíritu a la comunidad. Se necesita un signo por cada personaje.
• Música instrumental de fondo, que sea suave y no distraiga pero que cree un buen clima.
• Canto fotocopiado para repartir al final de la representación. • Si es posible preparar un signo (lenguas de fuego) para los niños del grupo,
¡mucho mejor! Y se reparten al final. Presentación Joven 1: Después de su Resurrección, Jesús se encontró con los apóstoles y discípulos en varias oportunidades. Los acompañó y alentó para que permanecieran unidos, sin temor y con alegría porque el Dios Bueno tenía un hermoso proyecto para ellos. Joven2: Jesús Resucitado estuvo un tiempo con sus discípulos hasta que llegó el momento en que debía volver junto al Padre, pues su misión estaba terminada. Joven 1: Antes de marcharse les pidió a sus amigos que regresaran a la ciudad de Jerusalén y que allí esperaran juntos la venida del Espíritu Santo. Ellos se reunieron y eligieron una persona para reemplazar a Judas Iscariote, quien había entregado a Jesús. Después de rezar eligieron a Matías, y entonces los Apóstoles volvieron a ser Doce. Joven 2: Se reunían en una casa, junto a María, la mamá de Jesús y otras mujeres, también discípulas que acompañaron a Jesús.
Primera Escena Música de fondo María, los apóstoles y las mujeres se encuentran reunidos en círculo. María a un costado, en un segundo plano. Pedro: Tenemos que seguir rezando, no podemos aflojar, Jesús lo prometió… Tomás: Sí, pero ya han pasado varios días, y no pasa nada… ¿Hasta cuándo vamos a esperar?
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Apóstol 1: Tomás tiene razón, Jesús nos avisó que mandaría a un Protector, ¿pero cuándo? ¿Y cómo? Apóstol 2: ¿Y quién será? Juan: Muchachos, no perdamos la esperanza. Ya pasamos por momentos más difíciles… ¿Se acuerdan la noche que lo apresaron a Jesús? Allí todos nos dispersamos y cada uno se escondió cómo pudo… Mujer 1: Bueno, Juan, no todos… nosotras seguimos cerca de Jesús. Mujer 2: Y aunque estábamos muertas de miedo lo acompañamos hasta la cruz. Juan: Tienen razón, yo también estuve allí con ustedes… Si Dios resucitó a Jesús, ¿cómo no va a enviarnos lo que el Maestro nos prometió? (Levantándose y dirigiéndose a María) Madre, ¿qué nos puedes decir? María: Si es Voluntad de Dios seguro va a suceder lo que anunció Jesús.
Segunda Escena (Todos los discípulos se mueven, despacito, y se acurrucan cerca de María, que ahora se ubica en el centro del círculo, que queda abierto hacia el público para que todos vean en primer plano a María, rodeada por los demás) María: Hace muchos años…Yo también tuve temor y dudas… Juan: Me acuerdo que nos contaste… cuando el Ángel del Señor te anunció el mensaje de Dios, allá en Nazaret… Apóstol 1: Este Juan… ¡no se olvida de nada!!! Mujer 1:(mirando al apóstol 1 con gesto de reproche) Shhh, cállate y deja escuchar… (Volviendo la mirada hacia María) María, madre, siga contándonos… María: Hace muchos años, cuando yo vivía en Nazaret y estaba comprometida para casarme con José, Dios me habló. Me acuerdo que un Ángel, un mensajero de Dios, llegó hasta mi propia casa, y me dijo unas palabras que me llenaron de alegría. ¡Cómo iba a imaginar yo que sería la madre del Señor! Mujer 1: Así es Dios, siempre cerca de los humildes. Apóstol 1: (mirando a la mujer 1 con gesto de reproche) Mujer, ahora haz silencio tú… (Volviendo la mirada hacia María) Siga María, que esto está muy interesante… María: Bueno, el resto de la historia ya lo conocen todos… Mujer 2: Pero nos gusta escucharlo… tú siempre nos animas y nos das fuerzas…
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María: Y así fue, Dios me anunció que sería la mamá de Jesús. Y como yo no sabía cómo iba a suceder, porque todavía no vivía con José, el Ángel me habló del Espíritu Santo… Apóstol 1:(ansioso) ¿y qué te dijo, y qué te dijo…? María: Que el Espíritu Santo descendería sobre mí… (Pausa) (Todos miran hacia arriba y lentamente vuelven la mirada a María) María: y El me daría la fuerza para hacer la voluntad de Dios, todo (enfatizando) todo lo que Dios me pidiera. Y desde ese día yo me di cuenta que una fuerza especial estaba dentro de mí. Algo que me daba ánimo, esperanza y hasta coraje para hacer todo lo que Dios me pedía. Mujer 1: Seguro que eso fue lo que sentiste cuando te fuiste a ayudar a Isabel… María: Claro, el Espíritu Santo es el que me dio las fuerzas para ese momento, y para tantos otros… Mujer 2: Cuando murió José… Mujer 1: Cuando Jesús partió a predicar… Juan: Cuando Jesús murió en la cruz… María: Como ustedes lo dicen, queridos hijos, hijas… es el Espíritu el que siempre me sostuvo cuando mis fuerzas se acababan… Pedro (levantando la voz y poniéndose de pie): Tiene mucha razón nuestra Madre Mujer 1(por lo bajo le comenta, con gesto cómplice, a Mujer 2): … como siempre… Pedro: Dios siempre cumple, y si Jesús dijo que le pediría al Padre que nos mande su Espíritu así va a suceder. Vamos a rezar para pedir a Dios que nos mande el Protector. Juan: Sí, porque se acuerdan que Jesús dijo, pidan y se les dará, llamen a la puerta y se les abrirá… Mujer 1: ... si un padre siempre le da cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo Todos (en voz alta): ¡Dará su Espíritu a quienes lo pidan! Música instrumental de fondo (subir el sonido) -‐ sonido de viento (Todos inclinan sus cabezas y unen sus manos en señal de oración) (En este momento y disimuladamente prenden con un alfiler las lenguas de fuego en el pecho, en el lugar del corazón)
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Voz de Dios (en off): Reciban el Espíritu Santo, Vayan y anuncien la buena Noticia de Jesús, transmitan sus enseñanzas y hagan discípulos por todo el mundo. Reciban el ¡Espíritu Santo! Todos elevan la mirada hacia arriba, se quedan unos instantes así y luego se ponen de pie y se abrazan. Cada uno al abrazar a otro señala asombrado y alegre las lenguas de fuego (signo del Espíritu) en el corazón del otro, y luego señala el propio, como afirmando que todos recibieron el mismo Espíritu. Todos de pie, unidos por las manos y de frente hacia el público, dejando ver los corazones con las lenguas de fuego, cantan con una misma voz una canción, sugerimos una canción que hable de Jesús, puede ser "Jesús te seguiré" u otra parecida. Gesto final: los 15 personajes se acercan a los niños, mientras se sigue cantando, y les prenden a la ropa, en el lugar del corazón (¡sin pinchar a nadie!!!) el signo de las lenguas de fuego.
Trabajo grupal
Puntos que se deben tener en cuenta para reflexionar: • Manifestación de la Iglesia de Cristo • Nacimiento de la Iglesia el día de Pentecostés (Concilio Vaticano II) • Somos importantes en la Iglesia, y que ésta se encuentra conformada
por las comunidades juveniles. • Jesús necesita tus manos.
IMPORTANTE: Tener en una hoja las siguientes preguntas para cada participante:
¿Qué fue lo que más te marco de la lectura? ¿Por qué?
¿Qué esperas encontrar en esta noche de Pentecostés?
Finalizar este momento invitando a que algunos jóvenes compartan sus respuestas. (Cantos, dinámicas o juegos de integración se recomienda 15 minutos, para preparar el próximo momento)
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Tercer Momento: “Los dones del Espíritu Santo"
Dios nos dio el Espíritu Santo el día de nuestro bautismo, también en la confirmación. Ese espíritu lo hemos recibido en forma de dones, siete dones, que tenemos que poner al servicio de la comunidad. Ahora vamos a agradecer a Dios esos dones que ha derramado sobe nosotros. Recursos
• Un platito con sal ojala de costa • Una vela encendida del el cirio pascual, • Una persona con los ojos vendados • Una cruz • Un recipiente con agua, 6 Incensario encendido • La Biblia. • Pequeños recuerdos para repartir a la comunidad.
Canto: en lo posible relacionado con el Espíritu y que permita a los participantes disponerse al trabajo. A1: nos dispondremos a acoger los dones del Espíritu Santo que el Señor nos regala en esta noche, queremos profundizar y rezar sobre cada uno de ellos, para recibirlo y acrecentarlo en nuestra vida cotidiana. A2: Don de Sabiduría: Entrar en el plan de Dios gozosamente. (Una joven portando la sal en una fuente sale al frente del presbiterio y presenta el símbolo diciendoJ Joven 1: La sal representa el don de la sabiduría, la sal da sabor. Con la sabiduría de Dios muchos hermanos y hermanas, nos ayudan a encontrarnos con Dios, nos acompañan para ser mejores personas, nos alientan superar los momentos desabridos y nos animan para caminar por las sendas del Evangelio. A2: Agradezcamos este don orando en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces)
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A1: Don de Entendimiento: Fiarse del plan de Dios – Padre – Madre. (Una joven sale al frente del presbiterio con una vela encendida desde el cirio Pascual y presenta el símbolo diciendo:) Joven 2: “Esta es la luz de Cristo, que este don nos aliente a contemplar y leer los signos de los tiempos, la cultura y realidad de hoy a la luz del Evangelio, para que seamos en ella una luz encendida”. A1: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) A2: Don de Consejo: para discernir el Plan de Dios a la luz de la Palabra. (Un joven con los ojos vendados recorre el lugar luego otro joven sale a su encuentro para, el joven con los ojos vendados diceJ Joven 3: Hoy somos muchos los que necesitamos ser aconsejadazos, escuchados, y acogidos. Dios acude en necesidad de nosotros, sus hijos e hijas, a través de hermanos y hermanos a quienes ha concedido este don. A2: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) A1: Don de Fortaleza: Paciencia-‐ resistencia ante las adversidades (Una joven sale al frente del presbiterio con una cruz y presenta el símbolo diciendo:) Joven 4: “Lleven la cruz de Cristo, encuentren en ella la fortaleza del Espíritu que los anima a caminar sin desfallecer, porque ella tiene la fuerza de redención y salvación”. A1: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) A2: Don de Ciencia: Gozar de la presencia de Dios en la vida (Una joven sale al frente del presbiterio con un recipiente con agua. y presenta el símbolo diciendoJ Joven 5: “El Espíritu es fuente de agua viva. Que Él nos dé el don de ciencia para que nos purifique de toda ignorancia y podamos conocerlo con pureza de corazón. Pongamos todos también este don al servicio de la vida”.
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A2: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) A1: Don de Piedad: Afecto filial hacia el Dios-‐ Padre y un sentido de Fraternidad. ( Una joven sale al frente del presbiterio con una fuente de greda con carbón e incienso encendido y presenta el símbolo diciendo: Joven 6: “Que el Espíritu nos dé el don de piedad, para que no olvidemos la oración y la alabanza, y nuestra oración suba a Dios como el incienso”. A1: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) A2. Don de Temor de Dios: Docilidad para acoger el Plan de Dios. (Una joven sale al frente del presbiterio y presenta la Biblia diciendo:) Joven 7: “Lean la Sagrada Escritura, dejémonos, como Jesús, conducir por el Espíritu y no nos apartemos de los caminos de Dios.” A2: Agradezcamos este don en un momento de silencio… Canto: Ven Espíritu de Santidad (solo coro: 2 veces) (Los jóvenes que han representado los símbolos permanecen en el presbiterio) A1: Nuestra vocación e identidad más profunda que el Espíritu Santo nos regala en nuestro bautismo es que somos hijas e hijos de Dios. Llamados a ser “otro Cristo” para el mundo. Los invitamos a juntos entonar la siguiente oración (se proyecta con el data y se puede rezar a dos coros, uno de mujeres y otro de varones)
Oración al Santo Espíritu. Ven Espíritu Santo, inflama mi corazón y enciende en el fuego de tu Amor. Dígnate escuchar mis súplicas, y envía sobre mí tus dones, como los enviaste sobre los Apóstoles el día de Pentecostés. Espíritu de Verdad, te ruego me llenes del don de Entendimiento, para penetrar las verdades reveladas, y así aumentar mí fe; distinguiendo con su luz lo que es del buen, o del mal espíritu.
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Espíritu Sempiterno, te ruego me llenes del don de Ciencia, para sentir con la Iglesia en la estima de las cosas terrenas, y así aumentar mi esperanza; viviendo para los valores eternos. Espíritu de Amor, te ruego me llenes del don de Sabiduría, para que saboree cada día más con qué infinito Amor soy amado, y así aumente mi caridad a Dios y al prójimo; actuando siempre movido por ella. Espíritu Santificador, te ruego me llenes del don de Consejo, para obrar de continuo con prudencia; eligiendo las palabras y acciones más adecuadas a la santificación mía y de los demás. Espíritu de Bondad, te ruego me llenes del don de Piedad, para practicar con todos la justicia; dando a cada uno lo suyo: a Dios con gratitud y obediencia, a los hombres con generosidad y amabilidad. Espíritu Omnipotente, te ruego me llenes del don de Fortaleza, para perseverar con constancia y confianza en el camino de la perfección cristiana; resistiendo con paciencia las adversidades. Espíritu de Majestad, te ruego me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar de las tentaciones de los sentidos, y proceder con templanza en el uso de las criaturas. Divino Espíritu, por los méritos de Jesucristo y la intercesión de tu Esposa, María Santísima, te suplico que vengas a mi corazón y me comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminado y confortado por ellos, viva según tu voluntad, muera entregado a tu Amor y así merezca cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén Canto: alusivo al Espíritu Santo para cerrar este momento.
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Cuarto Momento
“Esperando la venida del Espíritu Santo”
Es importante: • Generar un clima de espera, acentuando el sentido de la Vigilancia cristiana. • Reconocer, desde los dones del Espíritu, las necesidades de nuestros
ambientes y rezar por ellos.
Recursos: • Paleógrafo con la oración o hojitas individuales. • Fogón (donde sea posible) • Cirio Pascual • Papel Kraft con frases sobre el Espíritu Santo • Ramitas secas para los distintos grupos.
Ambientación: Si es posible, este momento debería realizarse al aire libre, en un lugar con luz tenue. Colocar carteles y láminas alusivas. Pueden proyectarse diapositivas que favorezcan el clima de la Vigilia. Armar en el centro un fogón listo para ser encendido. Ubicar el Cirio Pascual encendido en un lugar destacado. Actividad: A1: Vamos a continuar la vigilia en esta noche, queremos hacerlo como es tradición en nuestra Iglesia, con la tradición de estar unidos en comunidad por un mismo Espíritu, un mismo Señor, una misma fe. A2: Al igual que los discípulos de Jesús, que esperaban unidos la venida del Espíritu Santo "reunidos en un mismo lugar" (Hch.2,1) y "perseverando en la oración con un mismo espíritu" (Hch.1,14), hoy, en esta noche santa, reunidos como comunidad joven, esperaremos la venida del Espíritu Santo. A1: Queremos recibir el Espíritu prometido por Jesús, Espíritu que nos da vida nueva, que nos confirma en la fe, en la esperanza y en el amor, que nos fortalece y ánima en el seguimiento de Jesús, nuestro salvador. A2: Esperamos con la Esperanza y la Alegría encendida porque tenemos la certeza de que Dios ha cumplido y cumple su Promesa, derramando en la comunidad sus dones. A1: Hagamos Oración, si no pueden leer todos juntos la secuencia se pide que se repita por frases
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SECUENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el Cielo un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave alivio para el hombre.
Descanso en el trabajo, templanza en las pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más íntimo de mi corazón.
Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza, enciende nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos Concédeme a tu humilde servidor, que en Ti confía, tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría. ¡Amén. Aleluya!
Desarrollo:
1. Se divide a los participantes en grupos y se le da a cada uno un tema para trabajar: el país, el barrio, el colegio, la facultad, las plazas y esquinas, los lugares de trabajo, los lugares de diversión, la comunidad parroquial, los decanatos, la Diócesis. En un afiche anotan:
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• Las características más relevantes del ambiente que les tocó. • Reconocer los regalos de Dios para estos ambientes. • ¿Cuáles son las necesidades que tienen? • ¿Cómo iluminaríamos esas realidades? • ¿Qué dones queremos pedirle a Dios?
2. En plenario, cada grupo comparte aquellas cosas que quiere comprometerse a cambiar esta noche, y le piden a Dios para que les ayude a iluminar los ambientes en los cuales vivimos. (A medida que lo hacen toman una ramita seca, la encienden desde el Cirio Pascual y alimentan con ella el fogón)
3. Una vez que todos participaron, se cierra este momento con un canto, rezando
"Señor, haz que tu Espíritu venga sobre nosotros y derrame sus dones para bien de la comunidad y del mundo entero." (Mantenemos los grupos y caminamos en procesión ).
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Quinto Momento
“Renovación de Fe y de compromiso” Recursos: recuerda tener para este momento
• El Cirio Pascual para la procesión. • Letreros que digan: Egoísmo, mentira, envidia, venganza, que serán
destrozados a medida que se avanza en la procesión. • A cada grupo se entregan dos papelógrafos, uno con el dibujo de un
corazón de piedra y otro con un corazón rojo. • Marcadores para los grupos. • Un recipiente con agua.
Desarrollo del momento Los jóvenes vienen cantando y en procesión, detrás del Cirio Pascual, desde el lugar del fogón hacia al lugar de encuentro donde renovaran la fe y su compromiso apostólico, este lugar puede ser el templo parroquial, la capilla o el salón previamente ambientado. En la procesión se hacen algunas detenciones, en cada una de ellas se lee una "renuncia" y cuando todos responden, se rompe el cartel que tiene una situación de pecado referido a esa renuncia. A1: Somos una comunidad que quiere vivir al estilo de Jesús y, movidos por su Espíritu, queremos siempre amar y servir a nuestros hermanos. Por ello, todos juntos vamos a proclamar nuestra fe y nuestro deseo de renunciar a lo que nos impide ser fieles testigos del amor de Dios. A2: Vamos a hacer manifestación pública de nuestra adhesión a Jesús y a su Iglesia, para comprometernos a hacer realidad el Reino y su Justicia, viviendo así conforme a la invitación de nuestro Señor Jesucristo de amar al prójimo como él nos amó, y de entregar, en todo, nuestra vida. A1: Para que todo esto sea posible: ¿Están dispuestos a renunciar al pecado, que se manifiesta en el egoísmo? . La envidia,….. La venganza? Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! (se rompe el cartel con la frase alusiva) A2: ¿Están dispuestos a renunciar al pecado, que se manifiesta en la mentira? Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! (se rompe el cartel con la frase alusiva) A1: ¿Están dispuestos a renunciar al pecado, que se manifiesta en la envidia?
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Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! (se rompe el cartel con la frase alusiva) A2: ¿Están dispuestos a renunciar al pecado, que se manifiesta en la venganza? Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! (se rompe el cartel con la frase alusiva) A1: ¿Están dispuestos a renunciar al pecado que se manifiesta también en la búsqueda del placer por el placer, sin importar los otros, en la búsqueda de la comodidad, en el consumismo desenfrenado? Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! A2: ¿Están dispuestos a perdonar cuando los traten mal, a amar, incluso, a los que no les quieren, a ayudar a los que necesiten, aunque no sean sus amigos? Sí, estoy dispuesto. ¿Están dispuestos a dejar de buscar, ante todo, los propios intereses y poner en el corazón y en la vida, el corazón y la vida de los hermanos? Todos: ¡Sí, estoy dispuesto! Proclamación de la fe Cuando todos ya están ubicados dentro del templo se realiza la proclamación de nuestra fe, después de cada "Sí, creo" se van encendiendo las velas. Párroco, asesor/a: ¿Creen que Dios es un Padre bueno que nos ama, y nos ha creado por amor? ¿Creen que todo el mundo está en sus manos, de El salió y a Él se dirige? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas) Párroco, asesor/a: ¿Creen en Jesús, Hijo del Padre y hermano nuestro, que nació de María Virgen, y que pasó por este mundo haciendo el bien y entregó su vida para darnos vida en abundancia? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas) Párroco, asesor/a: ¿Creen que Dios lo Resucitó y está con nosotros hasta el fin de los tiempos animando nuestra fe con el Espíritu Santo? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas) Párroco, asesor/a: ¿Creen que el Espíritu Santo continúa actuando en los hombres y mujeres que se comprometen en la construcción del Reino? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas)
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Párroco, asesor/a: ¿Creen en la Iglesia que busca hacer camino de seguimiento de Jesucristo y nos da la vida de comunidad, dándonos la fe e incorporándonos al pueblo de Dios, a través de una comunidad concreta y real? ¿Creen que estamos llamados a ser constructores de la Iglesia por nuestra condición de bautizados para gloria de Dios y de los hombres? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas) Párroco, asesor/a: ¿Creen que algún día nos encontraremos en la fiesta que no tiene fin, celebrando el Banquete del Reino junto a Dios Padre y los Santos? Todos: Sí, creo. (Se encienden algunas velas) Párroco, asesor/a: Esta es nuestra fe, esta es nuestra esperanza y alegría, la cual proclamamos por la gracia del Espíritu Santo que vive en nosotros. Creemos en ella, creemos que está presente en nuestra comunidad eclesial, y por ello somos enviados a proclamar que el Espíritu de Dios está en medio nuestro. Canto: sobre alusivo al Espíritu u otro. Trabajo en comunidades Se pide que los jóvenes se sienten en pequeñas comunidades de no más de 15 jóvenes. A1: hemos renunciado al pecado y hemos proclamado nuestra fe. Queremos ahora que la Palabra de Dios nos siga iluminado para que nuestro corazón se vaya transformando y asemejando a lo que él nos pide. A2: Los invitamos a acoger nuevamente la Palabra de Dios en medio nuestro, dispongamos el corazón y nuestro entendimiento para acogerla. Canto: un canto apropiado para recibir la Palabra. Un Joven: proclama el texto del profeta Ezequiel 36, 25-‐28
“Los rociaré con agua pura y los purificaré de todas sus impurezas e idolatrías. Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que vivan según mis mandamientos, observando y guardando mis leyes”
Palabra de Dios Canto: de meditación o estilo Taize A1: En la intimidad de las comunidades en la cual nos encontramos leemos nuevamente el texto del profeta Ezequiel.
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A2: Iluminados por la Sagrada escritura compartimos en comunidad sobre ¿Qué actitudes, tenemos cada uno de nosotros, y que son propias de un corazón de piedra? Las compartimos en la comunidad y la anotamos en el afiche que tiene el corazón de piedra. (Se puede tener una música suave de fondo). A1: (luego de unos minutos y cuando todos los grupos hayan finalizado el trabajo anterior se continúa) Con la certeza de sabernos hijos muy amados de Dios compartimos ¿Qué actitudes nuestras son propias del corazón de carne que Dios nos pide? Las compartimos en la comunidad y la anotamos en el afiche que tiene el corazón de piedra. (Se puede tener una música suave de fondo). A2: (cuando los grupos hayan terminado se prosigue) El Señor nos dice “pidan y se les dará”, en la intimidad de la comunidad compartamos aquellas oraciones que broten de ese corazón de carne, y le pedimos al Espíritu Santo que venga en nuestro auxilio, respondiendo a cada oración ¡Ven Espíritu Santo! (Se puede tener una música suave de fondo). A1: (cuando en las comunidades se haya terminado de orar se continua) Queremos sentirnos acogidos y amados por el Padre, ante quien estamos dispuestos a cambiar nuestro corazón de piedra por uno de carne. A2: Queremos refrescar nuestro discipulado misionero, sintiéndonos renovados para retomar el camino con más fuerza, sabiendo que en nosotros habita el Espíritu Santo. A1: Que el agua que da vida, y por la cual fuimos incorporados a la Iglesia en el Bautismo, nos purifique para acoger la Vida Nueva que brota del Espíritu Santo. Ministro: Bendice en agua y se dice: "Que el Señor le dé siempre un corazón semejante al suyo”. (Comienza a asperjar con el agua a los jóvenes) Canto: alusivo al momento. Párroco, asesor/a: (cuando se concluye de asperjar el agua) invita a todos los presentes a unirse entrelazando las manos para rezar juntos el Padrenuestro.
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Sexto Momento “El Envío”
Desarrollo de la Actividad: A1: Estamos concluyendo esta Vigilia, nos disponemos para ser enviados a nuestras comunidades y familias. Dejémonos mover, zarandear por el Espíritu Santo, para que movidos por Él podamos hacer realidad el Evangelio en nuestras vidas y respondamos con fidelidad al llamado que el Señor nos hace. A2: queridos hermanos y hermanas los invito a afinar los oídos, a acentuar nuestro entendimiento para que escuchemos la voz del Espíritu que nos invita a responder con Palabras y signos de Vida al clamor de nuestra sociedad, al clamor de tantos jóvenes que caminan sin sentido, al clamor de aquellos que son marginados. A1: Que con la fuerza del Espíritu Santo seamos para ellos testigos del amor y la misericordia de Dios Padre y encuentren en nosotros a un hermano en quien poder confiar, en quien pueden encontrar consuelo y comprensión. A2: En el Bautismo fuimos consagrados al Espíritu Santo, por eso hoy queremos renovar esa consagración y dejar que su Espíritu nos llene y nos renueve, repetimos por frases esta consagración al Espíritu Santo ¡Oh Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mí ser. Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía y mi Fuerza. Yo me abandono sin reservas a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones. ¡Oh Espíritu Santo! Transfórmame, con María y en María, en Cristo Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo. Amén. (Se puede entregar una copia de la Consagración al Espíritu a cada joven) A1: Con la celebración de Pentecostés como Iglesia retomamos con fuerza el camino, queremos salir al encuentro de aquellos que no se han encontrado con Jesús; queremos ser una Iglesia joven abierta y acogedora, que sale al encuentro de sus hermanos. A2: Estamos en tiempo de Misión Joven, queremos seguir impulsando el protagonismo de los jóvenes en nuestras comunidades y en la vida de nuestra sociedad, por ello los invitamos a rezar junto la oración que nos ha acompañado en este tiempo:
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ORACION MISION JOVEN
Padre de inagotable misericordia,
danos tu Espíritu de amor para ser discípulos misioneros, seguidores apasionados de tu Hijo, en su Iglesia.
Anhelamos tener un mundo de hermanos, donde todos tengan cabida en la mesa de la Vida.
Ayúdanos a servir con la palabra y la acción, con nuestro pan y nuestra luz,
a los más humildes de tus invitados. Nos alegra haber encontrado a Jesús vivo,
caminar con Él, fortalecidos con su Cuerpo y su Sangre, y con el alma iluminada por su presencia.
Nos alegra la presencia de María, nuestra madre y amiga, que peregrina con nosotros y comparte nuestra mesa.
Haznos con Jesús y María, permanentes misioneros de una Vida Nueva gozosos constructores de la paz y la justicia,
y fieles anunciadores de tu Reino. Te lo pedimos por el mismo Cristo que nos comunica su Palabra,
en tantos hermanos y hermanas de nuestra tierra y nos permite encender con su enseñanza, una Esperanza joven.
Amén. A1: En esta noche hemos esta escuchando también las palabras de nuestros obispos de su carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”, queremos que ella nos ilumine en este envío, dicen nuestros obispos: A2: “Estamos en un momento muy privilegiado de nuestra historia. Estamos refundando el país y esto es muy apasionante. De aquí a diez o quince años, es posible que hayamos dado un salto cualitativo que nos permita estar entre los países desarrollados y así poder resolver los problemas mayores de justicia, trabajo, salud y una educación de calidad para todos. La buena educación no consistirá sólo en acumular saberes sino también en tener una moral sólida que haga posible la participación y la convivencia ciudadana. A1: Tenemos que humanizar ese desarrollo y compartirlo entre todos. Como lo hizo Zaqueo, acojamos a Jesús en nuestra “casa”, para estar con Él. Acojamos al Señor en nuestra patria para que se siente a la mesa con nosotros como lo hicieron los discípulos que, desalentados, iban camino de Emaus. A2: A Cristo tenemos que escucharlo, amarlo y seguirlo como verdaderos discípulos. Por Él debe recomenzar nuestro camino. En Él debemos reencontrar nuestra credibilidad más que en nosotros. Nuestro testimonio debe ser transparente para encarnar su Evangelio en el corazón mismo de la nueva cultura.
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A1: Le pedimos a María, la madre de Jesús, la Virgen del Carmen que nuestro pueblo ama, que nos ayude a alcanzar el progreso, a hacer los cambios sin perder el alma, sin menoscabar nuestra identidad profunda. Ella le permitió al Hijo de Dios hacerse hombre, lo educó humanamente, escuchó su palabra, estuvo junto a su cruz y humildemente ayudó con su presencia y su ejemplo a la Iglesia naciente. A2: Pedimos a nuestros santos Teresa de los Andes y Alberto Hurtado, y a la bienaventurada Laura Vicuña, que intercedan por nosotros para que amemos y sirvamos a Dios y a los hermanos como ellos lo hicieron. BENDICIÓN FINAL: Es recordable terminar la Vigilia con la celebración de la Eucaristía, por tanto en se iniciaría en este momento. Para aquellos lugares donde no se pueda celebrar la Eucaristía se realiza la siguiente bendición. Párroco, asesor/a:
¡Que el Espíritu Santo les acompañe! A todos ustedes que no se contentan con estar quietos e indiferentes,
ni con falsas promesas e ilusiones de un mañana mejor. A ustedes que se comprometen con el Señor y su Evangelio
y se ponen en camino para construir el reino.
¡Que el Espíritu Santo les acompañe! Para que sus pasos remezan y hagan despertar
a tantos jóvenes que están dormidos y sin un mayor compromiso. Despiértenlos, llévenlos al encuentro con el Señor
y háganlos compañeros de viaje.
¡Que el Espíritu Santo les acompañe! Porque el camino no es fácil,
y le necesitamos para estar firmes en la fe y ser testigos de la Vida abundante.
¡Que el Espíritu Santo les acompañe! Para recorrer este camino hasta el final
insertándose en la historia y transformado nuestra realidad armados con la fuerza del Evangelio y acompañados por la comunidad.
Que el señor nos bendiga, el que es Padre, Hijo Y Espíritu santo. Amén.