Volumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 Año de la...

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Volumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 “El Año de la Fe es una oportuni- dad única para que podamos abrirnos a un encuentro más profundo con la persona de Jesucristo y redescubrir la alegría y el entusiasmo de creer”, dice Monseñor James V. Johnston en una carta enviada a los fieles de la Diócesis. Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Esta semana nuestra diócesis, junto con las diócesis católicas de todo el mundo, comienza el “Año de la Fe”, convocado por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI. Este año especial para la Iglesia, que comienza el 11 de octubre, concluirá el 24 de noviembre del 2013, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. El Año de la fe coincide con el 50º aniversario del inicio del Concilio Vaticano II en 1962 y el 20º aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica en 1992. El propósito de mi carta es triple: 1. para resumir el contexto del Año de la Fe, 2. para explicar algunas de las oportunidades que este año presenta a cada uno de nosotros y 3. para sugerir algunas formas específicas en las que me gustaría que respondiéramos, de forma indi- vidual, en nuestras parroquias y en la diócesis. “El Año de la fe tiene por objeto contribuir a una conversión renovada al Señor Jesús y al redescu- brimiento de la fe, de modo que los miembros de la Iglesia sean testigos creíbles y llenos de alegría en el Se- ñor Resucitado en el mundo de hoy, capaz de dirigir a las muchas perso- nas que están tocando a la ‘puerta de la fe’ (nota CDF, 13). Este viaje de fe comienza por cada uno de nosotros cuando pasamos por ‘la puerta’ del bautismo, por el cual podemos llamar a Dios nuestro Padre. Este viaje dura toda la vida, concluyendo cuando pasamos por ‘la puerta’ de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús. En el medio nos encontramos con Jesús, que nos enseña a vivir como hijos e hijas de Dios y como ciudadanos del reino de Dios. En este sentido, el Año de la Fe tiene la intención de fortal- ecer nuestra fe a lo largo de nuestro viaje, y nos preparamos para ayudar Plenaria Indulgencia dada para el Año de la Fe Durante todo el arco del Año de la Fe—convocado del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013—po- drán conseguir la Indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados im- partida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados, que hayan comul- gado sacramentalmente y que recen según las intenciones del pontífice. Para más infor- mación, favor de ver la página digital dedicada al Año de la Fe: http://www.annusfidei.va/ content/novaevangelizatio/es/ news/indulgentia.html Año de la Fe hermanas han dejado de vivir su fe. El Santo Padre recuerda las palabras de San Pablo a su discípulo Timoteo, para “apuntar a la fe” con la misma constancia que cuando era niño (cf. 2 Tim 2, 22; 3,15). Él va a decir: “Hemos escuchado esta invitación dirigida a cada uno de nosotros, para que ninguno de nosotros crezca perezoso en la fe. [la Fe] es la com- pañera de toda la vida que hace posible percibir, siempre y de nuevo, las maravillas que Dios hace por nosotros... la fe nos compromete a cada uno de nosotros para llegar a ser un signo vivo de la presencia del Señor resucitado en el mundo. Lo que el mundo está en la necesidad especial de hoy es del testimonio creíble de los iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, capaces de abrir los corazones y las mentes de muchos al deseo de Dios y a la vida verdadera, la vida sin fin “(PF, 15). Es necesario redescubrir la alegría de creer y el entusiasmo de comunicar la fe. ¿Cuáles, entonces, son las a aquellos que vendrán después de nosotros. ‘La pregunta planteada por los oyentes de Jesús es la misma que nos hacemos hoy: ¿Qué debe- mos hacer para poner en práctica las obras de Dios’? (Juan 6, 28). Conoc- emos la respuesta de Jesús: ‘Esta es la obra de Dios, que creáis en el que El ha enviado’ (Juan 6:29). Creer en Jesucristo es, pues, el camino para llegar definitivamente a la salvación (PF, 3). En nuestros días vemos en mu- chas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, “una profunda crisis de fe que ha afectado a muchas personas” (PF, 2). Nos encontramos también con las tentaciones que nos hacen ser indiferentes o perezosos en nuestra fe. Y una triste realidad es que muchos de nuestros hermanos y LANZAMIENTO DE 'LEVANTATE' EN LA PARROQUIA DE WEBB CITYRepresentantes de la parroquia Sagrado Corazón, Webb City, participes en el programa de “Levántate” un programa de enriquecimiento en la fe dado por RENEW International, están participando igual que otras parroquias en el Diócesis de Springfield-Cape Girardeau. En su carta pastoral para la Iglesia del Sur de Missouri, Obispo James Johnston ofrecer sugestiones en cómo podemos celebrar y participar plenamente durante el Año de la Fe. (Foto enviado) Calendario La próxima oportunidad para entrenamiento para el ambiente sano en español será: Lunes, 7 de enero 6-9 p.m.............. . . . . Parroquia de Nuestra Señora del Lago, Branson Es necesario pre-registrarse al la pagina web: www.virtus.org y presionar en “registración” al lado izquierdo o llamar la oficina de su parroquia para ayuda; o llamar a Ken Pesek en el Centro Pastoral al (417) 866-0841; o por correo electrónico [email protected]. Participantes deben estar presentes durante todo el entrenamiento. Las sesio- nes son para adultos solamente. Para el calendario de otros entrenamientos favor de ver el calendario diocesano a www.dioscg.org o www.virtus.org. EN EL CAMINAR Obispo James V. Johnston Continuacion página / 2 11 de octubre del 2012 al 24 de noviembre del 2013 Protegiendo a Los Niños de Dios ®

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Volumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013

“El Año de la Fe es una oportuni-dad única para que podamos abrirnos a un encuentro más profundo con la persona de Jesucristo y redescubrir la alegría y el entusiasmo de creer”, dice Monseñor James V. Johnston en una carta enviada a los fieles de la Diócesis.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Esta semana nuestra diócesis, junto con las diócesis católicas de todo el mundo, comienza el “Año de la Fe”, convocado por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI. Este año especial para la Iglesia, que comienza el 11 de octubre, concluirá el 24 de noviembre del 2013, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. El Año de la fe coincide con el 50º aniversario del inicio del Concilio Vaticano II en 1962 y el 20º aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica en 1992.

El propósito de mi carta es triple:

1. para resumir el contexto del Año de la Fe,

2. para explicar algunas de las oportunidades que este año presenta a cada uno de nosotros y

3. para sugerir algunas formas específicas en las que me gustaría que respondiéramos, de forma indi-vidual, en nuestras parroquias y en la diócesis.

“El Año de la fe tiene por objeto contribuir a una conversión renovada al Señor Jesús y al redescu-brimiento de la fe, de modo que los miembros de la Iglesia sean testigos creíbles y llenos de alegría en el Se-ñor Resucitado en el mundo de hoy, capaz de dirigir a las muchas perso-nas que están tocando a la ‘puerta de la fe’ (nota CDF, 13). Este viaje de fe comienza por cada uno de nosotros cuando pasamos por ‘la puerta’ del bautismo, por el cual podemos llamar a Dios nuestro Padre. Este viaje dura toda la vida, concluyendo cuando pasamos por ‘la puerta’ de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús. En el medio nos encontramos con Jesús, que nos enseña a vivir como hijos e hijas de Dios y como ciudadanos del reino de Dios. En este sentido, el Año de la Fe tiene la intención de fortal-ecer nuestra fe a lo largo de nuestro viaje, y nos preparamos para ayudar

Plenaria Indulgencia dada para el Año de la Fe

Durante todo el arco del Año de la Fe—convocado del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013—po-drán conseguir la Indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados im-partida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados, que hayan comul-gado sacramentalmente y que recen según las intenciones del pontífice. Para más infor-mación, favor de ver la página digital dedicada al Año de la Fe: http://www.annusfidei.va/content/novaevangelizatio/es/news/indulgentia.html

Año de la Fe

hermanas han dejado de vivir su fe. El Santo Padre recuerda las palabras de San Pablo a su discípulo Timoteo, para “apuntar a la fe” con la misma constancia que cuando era niño (cf. 2 Tim 2, 22; 3,15). Él va a decir: “Hemos escuchado esta invitación dirigida a cada uno de nosotros, para que ninguno de nosotros crezca perezoso en la fe. [la Fe] es la com-pañera de toda la vida que hace posible percibir, siempre y de nuevo, las maravillas que Dios hace por nosotros... la fe nos compromete a cada uno de nosotros para llegar a ser un signo vivo de la presencia del Señor resucitado en el mundo. Lo que el mundo está en la necesidad especial de hoy es del testimonio creíble de los iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, capaces de abrir los corazones y las mentes de muchos al deseo de Dios y a la vida verdadera, la vida sin fin “(PF, 15). Es necesario redescubrir la alegría de creer y el entusiasmo de comunicar la fe.

¿Cuáles, entonces, son las

a aquellos que vendrán después de nosotros. ‘La pregunta planteada por los oyentes de Jesús es la misma que nos hacemos hoy: ¿Qué debe-mos hacer para poner en práctica las obras de Dios’? (Juan 6, 28). Conoc-emos la respuesta de Jesús: ‘Esta es la obra de Dios, que creáis en el que El ha enviado’ (Juan 6:29). Creer en Jesucristo es, pues, el camino para llegar definitivamente a la salvación (PF, 3).

En nuestros días vemos en mu-chas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, “una profunda crisis de fe que ha afectado a muchas personas” (PF, 2). Nos encontramos también con las tentaciones que nos hacen ser indiferentes o perezosos en nuestra fe. Y una triste realidad es que muchos de nuestros hermanos y

LANZAMIENTO DE 'LEVANTATE' EN LA PARROQUIA DE WEBB CITY—Representantes de la parroquia Sagrado Corazón, Webb City, participes en el programa de “Levántate” un programa de enriquecimiento en la fe dado por RENEW International, están participando igual que otras parroquias en el Diócesis de Springfield-Cape Girardeau. En su carta pastoral para la Iglesia del Sur de Missouri, Obispo James Johnston ofrecer sugestiones en cómo podemos celebrar y participar plenamente durante el Año de la Fe. (Foto enviado)

CalendarioLa próxima oportunidad para entrenamiento para el ambiente sano en español será:Lunes, 7 de enero 6-9 p.m. . . . . . . . . . . . . . . . . .Parroquia de Nuestra Señora del Lago, Branson

Es necesario pre-registrarse al la pagina web: www.virtus.org y presionar en “registración” al lado izquierdo o llamar la oficina de su parroquia para ayuda; o llamar a Ken Pesek en el Centro Pastoral al (417) 866-0841; o por correo electrónico [email protected]. Participantes deben estar presentes durante todo el entrenamiento. Las sesio-nes son para adultos solamente. Para el calendario de otros entrenamientos favor de ver el calendario diocesano a www.dioscg.org o www.virtus.org.

En El Caminar

Obispo James V. Johnston

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11 de octubre del 2012 al 24 de noviembre del 2013

Protegiendo a Los Niños de Dios®

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Página 2 Diciembre 2012/Enero 2013

Rostros: Publication de Diócesis de Springfield-Cape Girardeau Publisher: Obispo James V. Johnston, Jr. Editor: Leslie A. EidsonProducción: Glenn Eckl Circulación/Publicidad: Angie Toben, [email protected]

Una publicación trimestral en; 601 S. Jefferson, Springfield, MO 65806-3143. Dirigir toda comunicación a: 601 S. Jefferson, Springfield, MO 65806-3143. Teléfono (417) 866-0841, FAX (417) 866-1140.

Volumen II Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013Derecho de Author © 2012, The Mirror, Servicio de Noticias Católicas, Agencia Católica de Noticias Correo electrónico The Mirror: [email protected] The Mirror Página Digital: www.the-mirror.org

Misas en Español

BransonNuestra Señora del LagoSábados: 7 pm

Cape GirardeauIglesia San Vicente de PaúlDomingos: 3 pm

CarthageIglesia de Sta. AnaDomingos: 5:30 pmConfesiones en español: Domingos 4-5 pmGrupo de Jóvenes: Sábados 5-6:30 pmRosario: Sábados 6:30 pmGrupo de Oración: Sábados 7-9 pm

CassvilleIglesia San EduardoDomingos: 12 pm

KennettIglesia de Santa CeciliaDomingos: 1 pmJóvenes se reúnen los miercoles a las 6 pm

MonettIglesia de Sta. LorenzoDomingos: 12 pm

NeoshoIglesia de Sta. CaneraSábados: 7 pmRosario: Domingos 2 pmGrupo de Oración: Domingos 2:30 pm

NoelIglesia Natividad de Nuestro SeñorDomingos: 12:30 pmGrupo de oración: Sábados 2-5 pm

OzarkIglesia San José ObreroSábados: 6 pm

Poplar BluffIglesia del Sagrado CorazónDomingos: 11 am (Misa bilingüe)

SpringfieldIglesia del Sagrado CorazónDomingos: 12:30 pm y 6 pm

VeronaIglesia del Sagrado CorazónDomingos: 12:30 pm

Webb CityIglesia del Sagrado CorazónDomingos: 12:15 pm

Misas en Español/Año de la Fe

oportunidades que este Año de la fe nos presenta? ¿Cómo podemos em-prenderlo de una forma concreta? Estas son algunas de las oportuni-dades y sugerencias:

Oportunidad # 1: “Debemos redescubrir el gusto por alimentar-nos de la Palabra de Dios, transmi-tida fielmente por la Iglesia, y del pan de vida... “(PF, 3).

Sugerencias:† Comprometerse a la lectura y

a la oración, reflexionando la Biblia diariamente.

† Tratar de asistir a la santa misa más a menudo durante la semana.

† Tomarse el tiempo para es-tudiar el Credo, y comprometerse a rezarlo todos los días.

† Los sacerdotes y diáconos pu-eden dar homilías sobre “la fe”, “la

El Año de la Fefe de la Iglesia”, el “encuentro con Cristo” y los contenidos fundamen-tales del Credo.

† Comprometerse con visitas regulares a rezar ante Cristo real-mente presente en el Santísimo Sac-ramento, reservado en los sagrarios de nuestras iglesias.

† Participar en el programa LE-VANTATE, el cual se ofrece en todas las parroquias de nuestra diócesis.

Oportunidad # 2: “El Año de la fe... es una llamada a una conversión auténtica y renovada al Señor, único Salvador del mun-do” (PF, 6). En los meses previos al Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII publicó su séptima encíclica, titulada en español: “hacer peniten-cia”; en ella escribió: “Hacer peni-tencia por los pecados es el primer paso para obtener el perdón y ganar la salvación eterna. . . Esa es la

enseñanza clara y explícita de Cris-to, y nadie puede dejar de ver cuán justificada y con cuánto derecho la Iglesia católica ha estado siempre en constante insistencia sobre esto... Ningún individuo cristiano puede crecer en la perfección, ni puede el cristianismo ganar en vigor, sino es sobre la base de la penitencia”.

Sugerencias:† Comprometerse a recibir el

sacramento de la reconciliación con más regularidad.

† Comprometerse a hacer un acto regular de penitencia en reparación por los pecados propios y los del mundo, como el ayuno constante de la comida y la bebida; la televisión, el internet, etc.

† Aprovechar este año para abrirse a la gracia de Dios y así lograr una curación más profunda de las heridas causadas por el pe-cado y la superación de los malos hábitos.

Oportunidad # 3: El Año de la fe será una gran ocasión para hacer que el Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica

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Washington

Los católicos pueden prepararse para la tempo-rada navideña y profundizar su experiencia en el Año de la Fe fortaleciendo su vida en oración, dice el obispo que preside el Comité

de Evangelización y Catequesis de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Obispo David Riacken de Green Bay, Wisconsin, ofrece “10 oraciones para el Año de la Fe” durante el inicio de la temporada de adviento, temporada de oración, como una manera para atraer a los católicos a que profun-dicen en el Año de la Fe. El Año de la Fe, llamado por el Papa Benedicto XVI, inició el 11 de Octubre y termina el 24 de Noviembre, 2013.

El Obispo Ricken ofrece: 1. El Credo de Nicea. El Año de la Fe consiste

en volver a las enseñanzas fundamentales de la Igle-sia para fortalecerse en la fe. Esta oración, que es la oración oficial del Año de la Fe, encierra la esencia de las creencias del cristianismo.

2. El Padre Nuestro. Como el Credo, el Padre Nuestro es parte fundamental de la fe que se repite en cada Misa. El Año de la Fe también nos ayuda a buscar un encuentro personal con Jesús. Recitar la oración que él nos dio nos acerca más a él.

3. El Ave Maria. De manera similar, Maria siempre asiste a los cristianos y los acerca a su hijo.

4. El Gloria. Esta doxología, o pequeño himno de alabanza, captura bellamente la esencia de nuestra fe en un Dios eterno y trinitario.

5. El Magníficat. El Cantico de Maria en el Evangelio de Lucas (1:46-55) nos da un vistazo a la fe de alguien que confiaba tanto en Dios que Él vino al mundo a través de ella.

6. El Cántico de Zacarías. También encontrado en Lucas (1:68-79), esta oración es un testamento

Obispo Ricken ofrece ‘10 oraciones para el Año de la Fe’

intenso de fe de alguien que experimentó las bondades de Dios en el mundo.

7. El Acordaos o Memorare. Es otra oración mariana poder-osa, el Memora-re le recuerda al pueblo de Dios que Maria es nuestra madre y que podemos acudir a ella para todo.

8. El Acto de Contrición, Fe, Esperanza y Amor. La mayoría de personas conocen el Acto de Contrición que recitan durante la confesión, pero los Actos de Fe, Esperanza y Amor también son maravil-losos para la vida en oración de los cristianos. Estos pueden encontrarse en el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.

9. Las oraciones a los ángeles. Los niños aprenden las oraciones a su ángel de la guarda, y los adultos aprenden la oración a San Miguel Arcángel. Ambas son recordatorios efectivos de la necesidad de pedir a Dios por su protección y guía diaria.

10. Oración por la Nueva Evangelización. El propósito del Año de la Fe es renovar y fortalecer a los católicos en sus prácticas de la fe para que ellos puedan inspirar al mundo con su ejemplo. Ésta es la Nueva Evangelización. La oración de la Nueva Evangelización puede encontrarse en la internet en: www.annusfidei.va/content/novaevangelizatio/es.html ©USCCB

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Diciembre 2012/Enero 2013 Página 3Noticias Diocesanas

sean más amplia y profundamente conocidos.

Sugerencias:† Para todos, pero especial-

mente para nuestro clero: leer los documentos del Concilio Vaticano II, especialmente las cuatro constitucio-nes; verdaderos pilares del concilio.

† Los sacerdotes y los diáconos, aprovechen los días de recogimiento para discutir y reflexionar sobre los documentos del Concilio.

† Con la ayuda de las oficinas diocesanas, escuelas parroquiales y programas parroquiales de doctrina, se puede discernir cómo incorpo-rar mejor el Catecismo de la Iglesia Católica a la catequesis.

† Para los pastores: hacer que el Catecismo de la Iglesia Católica esté más ampliamente disponible y of-recer jornadas de estudio para ayudar a los fieles a familiarizarse con él.

Oportunidad # 4: Redescu-brir el camino de la fe y la alegría en un renovado entusiasmo del encuentro con Cristo.

Sugerencias:† Todas las parroquias tienen

una misión durante el Año de la fe.† Hacer un retiro.† Hacer una peregrinación a la

iglesia del bautismo, y ofrecer una oración de gratitud por el don de la fe.

Oportunidad # 5: Vivir la fe como un testimonio público y un compromiso; un cristiano no pu-ede pensar que el creer es un acto privado.

Sugerencias:† Invitar a alguien que le

acompañe a misa o a un evento parroquial.

† Comprometerse a que su fe influya en todas las acciones de su vida de una manera franca y valiente.

Oportunidad # 6: “El Año de la fe será una buena oportunidad para incrementar el testimonio de la caridad” (PF, 14). Recordamos las palabras del apóstol Santiago en su carta: “Así también la fe, si no tiene obras, está muerta. Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo con mis obras te mostraré mi fe”. (San-tiago 2, 14-18).

Sugerencias:† Contribuir con tiempo, dinero

u otros recursos para servir a los más pobres a través las Caridades Católi-cas del Sur de Missouri y otras formas de caridad cristiana.

† Ofrecerse como voluntario para atender a las necesidades de los demás en su propia familia y en su parroquia.

Oportunidad # 7: Volver a trazar la historia de nuestra fe, en la vida de mujeres y hombres, santos y pecadores, marcada como está por el misterioso entramado de la santidad y el pecado. Esto ren-ovará nuestra certeza de que el Señor está vivo y con nosotros, a medida que emprendemos el camino de la fe.

Sugerencias:† Leer un libro o ver una

película sobre la vida de un santo.† Durante el Año de la Fe redac-

tar un “testamento”. En el pasado, esto fue incluido como “la última vol-untad y testamento.” Un testamento es una declaración de la creencia más profunda que da sentido y esperanza. Este documento es un testimonio de lo que Dios ha hecho y lo que uno cree. Esto podría ser un momento de gracia para reflexionar sobre la propia vida y el camino de la fe y se podría agregar al testamento propio o com-partido con otros como una expre-sión de gratitud por el don de la fe.

† Mi oración es para que éste sea un año de gracia para todos nosotros. Espero que estas oportuni-dades y sugerencias sean un punto de partida para que podamos real-mente abrirnos a Jesucristo y su pod-er de transformarnos por el Espíritu Santo. Ustedes pueden también ser inspirados con otras ideas, propias o ajenas.

Durante este año, tendremos que mantener nuestra mirada fija en Jesús que, en palabras de la Carta a los Hebreos, es el “autor y consuma-dor de nuestra fe” (Hebreos 12, 2). San Pablo escribió a Timoteo: “Yo conozco a aquel en quien he creído” (2 Tm 1,12). Estas palabras de San Pablo nos ayudan a comprender que la fe es, ante todo, una decisión personal que le permite a uno aban-donar su propia vida y destino en el Hijo de Dios. “Al mismo tiempo e inseparablemente es una libre afir-mación de toda la verdad que Dios ha revelado (Catecismo, 150). “La fe como una confianza personal en el Señor y la fe que profesamos en el Credo son inseparables; se centran en sí y se conjugan la una con la otra” (CDF, 18, nota).

En conclusión, hago eco de las palabras de nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI: “Que este Año de la Fe fortalezca nuestra relación con Cristo, el Señor, cada vez más firmemente, ya que sólo en él está la certeza para mirar hacia el futuro y la garantía de un auténtico y duradero amor”. Las palabras de San Pedro arrojan un rayo de luz definitiva sobre la fe: “Por esto estén alegres, aunque por un tiempo tengan que ser afligidos con diversas pruebas. Si el oro debe ser probado pasando por el fuego, y es sólo cosa pasajera, con mayor razón su fe, que vale mucho más. Esta prueba les merecerá la ala-banza, honor y gloria el día en que se manifieste Cristo Jesús. Ustedes lo aman sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y ahora se sienten llenos de una alegría inefable y celes-tial al tener ya ahora eso mismo que pretende la fe, la salvación de sus almas” (1Pedro 1:6-9) (PF, 15).

Confiando este tiempo de gra-cia a la Madre de Dios, proclamada “feliz porque ha creído” (Lucas 1:45), yo soy, Sinceramente suyo en Cristo,

Mons. James V. Johnston, Jr.Obispo de Springfield-Cape

GirardeauTraducida por Sr. Raul Castañeda

Levantate: taller para los animadores de las pequeñas comunidades eclesiales y para conocer los temas de las sesiones del segundo libroLevántate: Este taller prepara a los lideres y da una introducción a la segunda etapa de Levántate: “Cambiemos el Corazón” segundo libro de Levántate. Comienza en la cuaresma donde estamos llamados a cambiar nuestro corazón. Da una comprensión de la conversión a la que los evangelios llaman un proceso continuo de vivir más plenamente y auténticamente en Cristo. Ofrece una visión general de la liturgia cuaresmal y prácticas. Los líderes se darán la oportunidad de recoger las mejores prácticas de la temporada anterior y desafiarán a desar-rollar mayores habilidades como facilitadores de las pequeñas comunidades. Estos talleres están abiertos a los líderes de la comunidad pequeños nuevos y experimentados y el equipo de planificación de la parroquia ARISE.

DDF – Fondo de Desarrollo Diocesano

HecHo posibleen parte por

Auspiciado por la Oficina de Educación Religiosa

Contactar Milagros Calvetti, [email protected],Rosie Francka, [email protected] o llamar al (417) 866-0841.

Fecha Tiempo Parroquia Ciudad

Martes, 15 de enero 6-9 p.m. Sta. Cecilia Kennett

Miércoles, 16 de enero 6-9 p.m. Sagrado Corazón Verona

Jueves, 17 de enero 6-9 p.m. Sagrado Corazón Webb City

Viernes, 18 de enero 5-9 p.m. Natividad del Señor Noel

Domingo, 20 de enero 1-4 p.m. Sta. Ana Carthage

Lunes, 21 de enero 6-9 p.m. San Lorenzo Monett

Martes, 22 de enero 6-9 p.m. Sagrado Corazón Springfield

Miércoles, 23 de enero 6-9 p.m. Sta. Canera Neosho

“Ecos de la Conferencia Motivacional para Parejas”Sesiones en español

Sacred Heart Parish, Verona, MO

DÍA: Sábado 19 enero 2013 de 9am-4pm

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Mensaje para la 99ª Jornada mundial del emigrante y del refugiado 2013 (12 de octubre de 2012)

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVIPara la jornada mundial del emigrante y del refugiado 2013(Tema: Migraciones: peregri-nación de fe y esperanza)

Queridos hermanos:

El Concilio Ecumé-nico Vaticano II, en la Constitución pasto-ral Gaudium et spes,

ha recordado que «la Iglesia avanza juntamente con toda la humanidad» (n. 40), por lo cual «los gozos y las esperan-zas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperan-zas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón» (ibíd., 1). Se hici-eron eco de esta declaración el Siervo de Dios Pablo VI, que llamó a la Iglesia «experta en humanidad» (Enc. Populorum progressio, 13), y el Beato Juan Pablo II, quien afirmó que la persona humana es «el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión..., camino trazado por Cristo mismo» (Enc. Centesimus annus, 53). En mi Encíclica Caritas in veritate he querido precisar, siguiendo a mis predecesores, que «toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre» (n. 11), refirién-dome también a los millones de hombres y mujeres que, por motivos diversos, viven la experiencia de la migración. En efecto, los flujos migrato-rios son «un fenómeno que impresiona por sus grandes dimensiones, por los prob-lemas sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que suscita, y por los dramáti-cos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad internacio-nal» (ibíd., 62), ya que «todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cual-quier situación» (ibíd.).

Jornada mundialEn este contexto, he

querido dedicar la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2013 al tema «Mi-graciones: peregrinación de fe y esperanza», en concomitan-cia con las celebraciones del 50 aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II y de los 60 años de la pro-mulgación de la Constitución apostólica Exsul familia, al mismo tiempo que toda la Iglesia está comprometida en vivir el Año de la fe, acogiendo con entusiasmo el desafío de la nueva evangelización.

Fe y EsperanzaEn efecto, fe y esperanza

forman un binomio insepa-rable en el corazón de muchísi-mos emigrantes, puesto que en ellos anida el anhelo de una vida mejor, a lo que se une en muchas ocasiones el deseo de querer dejar atrás la «desesper-ación» de un futuro imposible de construir. Al mismo tiempo, el viaje de muchos está ani-mado por la profunda confi-anza de que Dios no abandona a sus criaturas y este consuelo hace que sean más soportables las heridas del desarraigo y la separación, tal vez con la oculta esperanza de un futuro regreso a la tierra de origen. Fe y esperanza, por lo tanto, conforman a menudo el equi-paje de aquellos que emigran, conscientes de que con ellas «podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se pu-ede vivir y aceptar si lleva ha-cia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justi-fique el esfuerzo del camino» (Enc. Spe salvi, 1).

En el vasto campo de las migraciones, la solicitud maternal de la Iglesia se realiza en diversas directrices. Por una parte, la que contempla las migraciones bajo el perfil dominante de la pobreza y de los sufrimientos, que con frecuencia produce dramas y tragedias. Aquí se concretan las operaciones de auxilio para resolver las numerosas emer-gencias, con generosa dedi-cación de grupos e individuos, asociaciones de voluntariado y movimientos, organizaciones

parroquiales y diocesanas, en colaboración con todas las personas de buena voluntad. Pero, por otra parte, la Iglesia no deja de poner de manifiesto los aspectos positivos, las bue-nas posibilidades y los recursos que comportan las migracio-nes. Es aquí donde se incluyen las acciones de acogida que favorecen y acompañan una inserción integral de los emi-grantes, solicitantes de asilo y refugiados en el nuevo con-texto socio-cultural, sin olvidar la dimensión religiosa, esencial para la vida de cada persona.

La Iglesia, sumisiónLa Iglesia, por su misión

confiada por el mismo Cristo, está llamada a prestar espe-cial atención y cuidado a esta dimensión precisamente: ésta es su tarea más importante y específica. Por lo que con-cierne a los fieles cristianos provenientes de diversas zonas del mundo, el cuidado de la dimensión religiosa incluye también el diálogo ecuménico y la atención de las nuevas comunidades, mientras que por lo que se refiere a los fieles católicos se expresa, entre otras cosas, mediante la creación de nuevas estructuras pasto-rales y la valorización de los diversos ritos, hasta la plena participación en la vida de la comunidad eclesial local. La promoción humana está unida a la comunión espiritual, que abre el camino «a una autén-tica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo» (Carta ap. Porta fidei, 6). La Iglesia ofrece siempre un don precioso cuando lleva

al encuentro con Cristo que abre a una esperanza estable y fiable.

Promoción humanaCon respecto a los emi-

grantes y refugiados, la Iglesia y las diversas realidades que en ella se inspiran están llamadas a evitar el riesgo del mero asis-tencialismo, para favorecer la auténtica integración, en una sociedad donde todos y cada uno sean miembros activos y responsables del bienestar del otro, asegurando con gen-erosidad aportaciones origi-nales, con pleno derecho de ciudadanía y de participación en los mismos derechos y deberes. Aquellos que emigran llevan consigo sentimientos de confianza y de esperanza que animan y confortan en la búsqueda de mejores oportuni-dades de vida. Sin embargo, no buscan solamente una mejora de su condición económica, social o política. Es cierto que el viaje migratorio a menudo tiene su origen en el miedo, especialmente cuando las persecuciones y la violencia obligan a huir, con el trauma del abandono de los famili-ares y de los bienes que, en cierta medida, aseguraban la supervivencia. Sin embargo, el sufrimiento, la enorme pérdida y, a veces, una sensación de alienación frente a un futuro incierto no destruyen el sueño de reconstruir, con esperanza y valentía, la vida en un país extranjero. En verdad, los que emigran alimentan la esper-anza de encontrar acogida, de obtener ayuda solidaria y de estar en contacto con personas

que, comprendiendo las fatigas y la tragedia de su prójimo, y también reconociendo los valores y los recursos que aportan, estén dispuestos a compartir humanidad y recur-sos materiales con quien está necesitado y desfavorecido. Debemos reiterar, en efecto, que «la solidaridad universal, que es un hecho y un benefi-cio para todos, es también un deber» (Enc. Caritas in veritate, 43). Emigrantes y refugiados, junto a las dificultades, pueden experimentar también relacio-nes nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bi-enestar de los países de acogida con sus habilidades profesio-nales, su patrimonio socio-cultural y también, a menudo, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana, anima a encontrar a Cristo e invita a conocer la Iglesia.

Solidaridad universalEs cierto que cada Estado

tiene el derecho de regular los flujos migratorios y adoptar medidas políticas dictadas por las exigencias generales del bien común, pero siempre garantizando el respeto de la dignidad de toda persona hu-mana. El derecho de la persona a emigrar - como recuerda la Constitución conciliar Gaud-ium et spes en el n. 65 - es uno de los derechos humanos fundamentales, facultando a cada uno a establecerse donde considere más oportuno para una mejor realización de sus capacidades y aspiraciones y de sus proyectos. Sin em-bargo, en el actual contexto socio-político, antes incluso que el derecho a emigrar, hay que reafirmar el derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra, repitiendo con el Beato Juan Pablo II que «es un derecho primario del hombre vivir en su propia pa-tria. Sin embargo, este derecho es efectivo sólo si se tienen constantemente bajo control los factores que impulsan a la emigración» (Discurso al IV Congreso mundial de las Mi-graciones, 1998). En efecto, ac-tualmente vemos que muchas migraciones son el resultado de la precariedad económica,

Todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación

Mensaja del Papa

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Diciembre 2012/Enero 2013 Página 5

Mensaje para la 99ª Jornada mundial del emigrante y del refugiado 2013 (12 de octubre de 2012)

de la falta de bienes básicos, de desastres naturales, de guerras y de desórdenes sociales. En lugar de una peregrinación animada por la confianza, la fe y la es-peranza, emigrar se convierte entonces en un «calvario» para la supervivencia, donde hombres y mujeres aparecen más como víctimas que como protagonistas y responsables de su migración. Así, mientras que hay emigrantes que al-canzan una buena posición y viven con dignidad, con una adecuada integración en el ámbito de acogida, son muchos los que viven en condiciones de marginalidad y, a veces, de explotación y privación de los derechos humanos fundamen-tales, o que adoptan conductas perjudiciales para la sociedad en la que viven. El camino de la integración incluye derechos y deberes, atención y cuidado a los emigrantes para que tengan una vida digna, pero también atención por parte de los emi-grantes hacia los valores que ofrece la sociedad en la que se insertan.

En este sentido, no podemos olvidar la cuestión de la inmigración irregular, un asunto más acuciante en los casos en que se configura como tráfico y explotación de personas, con mayor riesgo para mujeres y niños. Estos crímenes han de ser decidida-mente condenados y castiga-dos, mientras que una gestión regulada de los flujos migrato-rios, que no se reduzca al cierre hermético de las fronteras, al endurecimiento de las sancio-nes contra los irregulares y a la adopción de medidas que desalienten nuevos ingresos, podría al menos limitar para muchos emigrantes los peligros de caer víctimas del mencio-nado tráfico. En efecto, son muy necesarias intervenciones orgánicas y multilaterales en fa-vor del desarrollo de los países de origen, medidas eficaces para erradicar la trata de personas, programas orgánicos de flujos de entrada legal, mayor dis-posición a considerar los casos individuales que requieran protección humanitaria además de asilo político. A las norma-tivas adecuadas se debe asociar un paciente y constante trabajo de formación de la mentalidad

Semana Nacional de la Migración

Enero 6-12, 2013

y de las conciencias. En todo esto, es importante fortalecer y desarrollar las relaciones de en-tendimiento y de cooperación entre las realidades eclesiales e institucionales que están al servicio del desarrollo integral de la persona humana. Desde la óptica cristiana, el compromiso social y humanitario halla su fuerza en la fidelidad al Evange-lio, siendo conscientes de que «el que sigue a Cristo, Hombre perfecto, se perfecciona cada vez más en su propia dignidad de hombre» (Gaudium et spes, 41).

Emigrante …Queridos hermanos

emigrantes, que esta Jornada Mundial os ayude a renovar la confianza y la esperanza en el Señor que está siempre junto a nosotros. No perdáis la oportunidad de encontrarlo y reconocer su rostro en los gestos de bondad que recibís en vuestra peregrinación migra-toria. Alegraos porque el Señor está cerca de vosotros y, con Él, podréis superar obstáculos y dificultades, aprovechando los testimonios de apertura y acogida que muchos os ofrecen. De hecho, «la vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriña-mos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrel-las de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es cierta-mente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, perso-nas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así ori-entación para nuestra travesía» (Enc. Spe salvi, 49).

Encomiendo a cada uno de vosotros a la Bienaventu-rada Virgen María, signo de segura esperanza y de conso-lación, «estrella del camino», que con su maternal presencia está cerca de nosotros cada momento de la vida, y a todos imparto con afecto la Ben-dición Apostólica.

Ciudad del Vaticano, 12 de octubre de 2012

Benedicto PP. XVI © Libreria Editrice Vaticana

Mensaja del Papa

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Página 6 Diciembre 2012/Enero 2013Año de la Fe

Homilía del Santo Padre Benedicto XVIPlaza de San PedroJueves 11 de octubre de 2012

Venerables hermanos,queridos hermanos y hermanas

Hoy, con gran alegría, a los 50 años de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, damos inicio al Año de la

fe. Me complace saludar a todos, en particular a Su Santidad Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla, y a Su Gracia Rowan Williams, Arzobispo de Canterbury. Un saludo especial a los Patriarcas y a los Arzobispos Mayores de las Iglesias Católicas Orientales, y a los Presidentes de las Conferen-cias Episcopales. Para rememorar el Concilio, en el que algunos de los aquí presentes – a los que saludo con particular afecto – hemos tenido la gracia de vivir en primera persona, esta celebración se ha enriquecido con algunos signos específicos: la procesión de entrada, que ha querido recordar la que de modo memorable hicieron los Padres conciliares cuando ingresa-ron solemnemente en esta Basílica; la entronización del Evangeliario, copia del que se utilizó durante el Concilio; y la entrega de los siete mensajes fina-les del Concilio y del Catecismo de la Iglesia Católica, que haré al final, antes de la bendición. Estos signos no son meros recordatorios, sino que nos ofre-cen también la perspectiva para ir más allá de la conmemoración. Nos invitan a entrar más profundamente en el movimiento espiritual que ha carac-terizado el Vaticano II, para hacerlo nuestro y realizarlo en su verdadero sentido. Y este sentido ha sido y sigue siendo la fe en Cristo, la fe apostólica, animada por el impulso interior de comunicar a Cristo a todos y a cada uno de los hombres durante la peregri-nación de la Iglesia por los caminos de la historia.

El Año de la fe que hoy inaugu-ramos está vinculado coherentemente con todo el camino de la Iglesia en los últimos 50 años: desde el Concilio, mediante el magisterio del siervo de Dios Pablo VI, que convocó un «Año de la fe» en 1967, hasta el Gran Jubileo del 2000, con el que el beato Juan Pablo II propuso de nuevo a toda la humanidad a Jesucristo como único Salvador, ayer, hoy y siempre. Estos dos Pontífices, Pablo VI y Juan Pablo II, convergieron profunda y plenamente en poner a Cristo como centro del cosmos y de la historia, y en el anhelo apostólico de anunciarlo al mundo. Jesús es el centro de la fe cristiana. El cristiano cree en Dios por medio de Jesucristo, que ha revelado su rostro. Él es el cumplimiento de las Escrituras y su intérprete definitivo. Jesucristo no es solamente el objeto de la fe, sino, como dice la carta a los

Hebreos, «el que inició y completa nuestra fe» (12,2).

El evangelio de hoy nos dice que Jesucristo, consagrado por el Padre en el Espíritu Santo, es el verdadero y perenne protagonista de la evange-lización: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres» (Lc 4,18). Esta misión de Cristo, este dinamismo suyo continúa en el espa-cio y en el tiempo, atraviesa los siglos y los continentes. Es un movimiento que parte del Padre y, con la fuerza del Espíritu, lleva la buena noticia a los pobres en sentido material y espiritual. La Iglesia es el instrumento principal y necesario de esta obra de Cristo, porque está unida a Él como el cuerpo a la cabeza. «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20,21). Así dice el Resucitado a los dis-cípulos, y soplando sobre ellos, añade: «Recibid el Espíritu Santo» (v. 22). Dios por medio de Jesucristo es el princi-pal artífice de la evangelización del mundo; pero Cristo mismo ha querido transmitir a la Iglesia su misión, y lo ha hecho y lo sigue haciendo hasta el final de los tiempos infundiendo el Espíritu Santo en los discípulos, aquel mismo Espíritu que se posó sobre él y permaneció en él durante toda su vida terrena, dándole la fuerza de «procla-mar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista»; de «poner en libertad a los oprimidos» y de «proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18-19).

El Concilio Vaticano II no ha querido incluir el tema de la fe en un documento específico. Y, sin embargo, estuvo completamente animado por la conciencia y el deseo, por así decir, de adentrase nuevamente en el misterio cristiano, para proponerlo de nuevo eficazmente al hombre contemporá-neo. A este respecto se expresaba así, dos años después de la conclusión de la asamblea conciliar, el siervo de Dios Pablo VI: «Queremos hacer notar que, si el Concilio no habla expresamente de la fe, habla de ella en cada página, al reconocer su carácter vital y sobre-natural, la supone íntegra y con fuerza, y construye sobre ella sus enseñanzas. Bastaría recordar [algunas] afirmacio-nes conciliares… para darse cuenta de la importancia esencial que el Concilio, en sintonía con la tradición doctrinal de la Iglesia, atribuye a la fe, a la verdadera fe, a aquella que tiene como fuente a Cristo y por canal el magisterio de la Iglesia» (Audiencia general, 8 marzo 1967). Así decía Pablo VI, en 1967.

Pero debemos ahora remontar-nos a aquel que convocó el Concilio Vaticano II y lo inauguró: el beato Juan XXIII. En el discurso de apertura, presentó el fin principal del Concilio en estos términos: «El supremo interés del Concilio Ecuménico es que el sa-grado depósito de la doctrina cristiana

sea custodiado y ense-ñado de forma cada vez más eficaz… La tarea principal de este Concilio no es, por lo tanto, la discusión de este o aquel tema de la doctrina… Para eso no era necesario un Con-cilio... Es preciso que esta doctrina verdadera e inmutable, que ha de ser fielmente respetada, se profundice y presente según las exigencias de nuestro tiempo» (AAS 54 [1962], 790. 791-792). Así decía el Papa Juan en la inauguración del Concilio.

A la luz de estas palabras, se comprende lo que yo mismo tuve entonces ocasión de experimentar: durante el Concilio había una emo-cionante tensión con relación a la tarea común de hacer resplandecer la verdad y la belleza de la fe en nuestro tiempo, sin sacrificarla a las exigencias del presente ni encadenarla al pasado: en la fe resuena el presente eterno de Dios que trasciende el tiempo y que, sin embargo, solamente puede ser acogido por nosotros en el hoy irrepe-tible. Por esto mismo considero que lo más importante, especialmente en una efeméride tan significativa como la actual, es que se reavive en toda la Iglesia aquella tensión positiva, aquel anhelo de volver a anunciar a Cristo al hombre contemporáneo. Pero, con el fin de que este impulso interior a la

nueva evangelización no se quede solamente en un ideal, ni caiga en la confusión, es nece-sario que ella se apoye en una base concreta y precisa, que son los documentos del Con-cilio Vaticano II, en los cuales ha encontrado su expresión. Por esto, he insistido repetidam-ente en la necesidad de

regresar, por así decirlo, a la «letra» del Concilio, es decir a sus textos, para en-contrar también en ellos su auténtico espíritu, y he repetido que la verdadera herencia del Vaticano II se encuentra en ellos. La referencia a los documen-tos evita caer en los extremos de nos-talgias anacrónicas o de huidas hacia adelante, y permite acoger la novedad en la continuidad. El Concilio no ha propuesto nada nuevo en materia de fe, ni ha querido sustituir lo que era antiguo. Más bien, se ha preocupado para que dicha fe siga viviéndose hoy, para que continúe siendo una fe viva en un mundo en transformación.

Si sintonizamos con el plant-eamiento auténtico que el beato Juan XXIII quiso dar al Vaticano II, podre-mos actualizarlo durante este Año de la fe, dentro del único camino de la Iglesia que desea continuamente profundizar en el depósito de la fe que Cristo le ha confiado. Los Padres conciliares querían volver a presentar

Santa misa para la apertura del año de la fe

Diciembre 2012Sto. John Neumann, CSsRMisionero y cuarto obispo de Filadelfia.Fundó el primer sistema diocesano de escuelas católi-cas en EE.UU...

Sto. John Neumann aprendió muy rápidam-ente lo que significaba seguir la voluntad de Dios con todo el corazón y el alma. Estaba seguro de que estaba llamado a ser sacerdote, pero cuando llegó el momento de la ordenación, el obispo cayó enfermo y la ordenación fue cancelada. De hecho, nunca fue re-programado, porque había una abundancia excesiva de sacerdotes en Europa. Sabiendo que estaba destinado a ser un sacerdote, John viajó todo el camino desde Bohemia a la ciudad de Nueva York con el fin de ser ordenado. Fue uno de sólo 36 sacerdotes, sirviendo a 200.000 católicos: su “parroquia” se extendía desde el Lago Ontario a través de Pennsylvania. Se convirtió en el fundador del primer sistema diocesano de escuelas católicas, que comenzó con sólo dos escuelas y llegó a 100 escuelas en su diócesis.

Enero 2013Sta. Elizabeth Ann Seton, SCFundadora de las Hermanas de la Caridad de San José.Considerado fundador del sistema de la escuela católica en los EE.UU..

St. Elizabeth Ann Seton fue la encantadora “reina de la fiesta” como una mujer joven en Nueva York, y posterior-mente vinculada a todas las familias de alta sociedad. A la edad de 19 años, se enamoró y se casó con el rico, guapo William Magee Seton. Los dos tuvieron un matrimonio muy feliz, tuvieron cinco hijos. Diez años después de su boda, el negocio de William y su salud, fracasó, y Elizabeth se quedó viuda pobre con cinco hijos. Su amor por la Eucaristía, la llevó a convertirse al catolicismo y fundó la primera orden de religiosas en los Estados Unidos, las Hermanas de la Caridad de San José, una comunidad religiosa basada en la Regla de San Vicente de Paúl. Ella fue capaz aun de criar a sus hijos, así como vivir la vida de una hermana religiosa y fundó varias escuelas. Ella se convirtió en el co-fundador de la primera escuela católica gratuita en América.

Santos de EE.UU., Beatos y Venerables, durante el Año de la Fe

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la fe de modo eficaz; y sí se abrieron con confianza al diálogo con el mundo moderno era porque estaban segu-ros de su fe, de la roca firme sobre la que se apoyaban. En cambio, en los años sucesivos, muchos aceptaron sin discernimiento la mentalidad dominante, poniendo en discusión las bases mismas del depositum fidei, que desgraciadamente ya no sentían como propias en su verdad.

Si hoy la Iglesia propone un nuevo Año de la fe y la nueva evange-lización, no es para conmemorar una efeméride, sino porque hay necesidad, todavía más que hace 50 años. Y la respuesta que hay que dar a esta nece-sidad es la misma que quisieron dar los Papas y los Padres del Concilio, y que está contenida en sus documentos. También la iniciativa de crear un Con-sejo Pontificio destinado a la promo-ción de la nueva evangelización, al que agradezco su especial dedicación con vistas al Año de la fe, se inserta en esta perspectiva. En estos decenios ha au-mentado la «desertificación» espiritual. Si ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas de la historia, lo que podía significar una vida, un mundo sin Dios, ahora lamentablemente lo vemos cada día a nuestro alrededor. Se ha difundido el vacío. Pero precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su im-portancia vital para nosotros, hombres

y mujeres. En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contem-poráneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la espe-ranza. La fe vivida abre el corazón a la Gracia de Dios que libera del pesi-mismo. Hoy más que nunca evange-lizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva, trasformada por Dios, y así indicar el camino. La primera lectura nos ha hablado de la sabiduría del viajero (cf. Sir 34,9-13): el viaje es metáfora de la vida, y el viajero sabio es aquel que ha aprendido el arte de vivir y lo comparte con los hermanos, como sucede con los peregrinos a lo largo del Camino de Santiago, o en otros caminos, que no por casualidad se han multiplicado en estos años. ¿Por qué tantas personas sienten hoy la necesidad de hacer estos caminos? ¿No es quizás porque en ellos encuen-tran, o al menos intuyen, el sentido de nuestro estar en el mundo? Así podem-os representar este Año de la fe: como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo, llevando consigo solamente lo que es esencial: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas, como dice el Señor a los apóstoles al enviarlos a la misión

(cf. Lc 9,3), sino el evangelio y la fe de la Iglesia, de los que el Concilio Ecu-ménico Vaticano II son una luminosa expresión, como lo es también el Cate-cismo de la Iglesia Católica, publicado hace 20 años.

Ven-erados y queridos hermanos, el 11 de octu-bre de 1962 se celebraba la fiesta de María Santísi-ma, Madre de Dios. Le confiamos a ella el Año de la fe, como lo hice hace una semana, peregrinando a Loreto. La Virgen María brille siempre como estrella en el camino de la nueva evangeli-zación. Que ella nos ayude a poner en práctica la ex-hortación del apóstol Pablo: «La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su rique-za; enseñaos unos a otros con toda sabiduría;

corregíos mutuamente… Todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gra-cias a Dios Padre por medio de él» (Col 3,16-17). Amén ©VA

Año de la Fe

Santa misa para la apertura del año de la fe

Enero 2013Sta. Elizabeth Ann Seton, SCFundadora de las Hermanas de la Caridad de San José.Considerado fundador del sistema de la escuela católica en los EE.UU..

St. Elizabeth Ann Seton fue la encantadora “reina de la fiesta” como una mujer joven en Nueva York, y posterior-mente vinculada a todas las familias de alta sociedad. A la edad de 19 años, se enamoró y se casó con el rico, guapo William Magee Seton. Los dos tuvieron un matrimonio muy feliz, tuvieron cinco hijos. Diez años después de su boda, el negocio de William y su salud, fracasó, y Elizabeth se quedó viuda pobre con cinco hijos. Su amor por la Eucaristía, la llevó a convertirse al catolicismo y fundó la primera orden de religiosas en los Estados Unidos, las Hermanas de la Caridad de San José, una comunidad religiosa basada en la Regla de San Vicente de Paúl. Ella fue capaz aun de criar a sus hijos, así como vivir la vida de una hermana religiosa y fundó varias escuelas. Ella se convirtió en el co-fundador de la primera escuela católica gratuita en América.

Febrero, 2013Sta. Rosa Filipina Duchesne, RSCJMisionera a los nativos americanosCo-patrona de la Diócesis de Springfield-Cape Girardeau

Santa Rosa Filipina Duch-esne era una mujer joven apa-sionada con un corazón para la obra misionera. Se unió a las monjas de la Visitación a la edad de 19 años, pero unos años más tarde, los conventos fueron cerrados durante la Revolución Francesa, y Rose se vio obligado a volver a la vida como una mu-jer laica desde hace muchos años. Después de una década, ella pudo finalmente reunirse con un convento, esta vez como miembro de la Sociedad del Sagrado Corazón. En 1818, fue enviada al territorio de Louisiana como misio-nera, frente a la enfermedad, miseria y hambre para llevar el catolicismo a los nativos americanos. Abrió la primera escuela gratuita para niñas al oeste del río Mississippi, así como la primera escuela católica para los nativos america-nos. Ella era conocida entre los indios Pottowami como la “mujer que ora siempre”.

Marzo, 2013Sta. Katharine Drexel, SBSContratista de escuelas y fundadora de las Herma-nas del Santísimo Sacra-mento para los Indios y la Gente de Color

Cuando Katharine Drexel pidió el Papa León XIII a enviar más misioneros a Wyoming, él le preguntó: “¿Por qué tu no ser misio-nera?” Cuando era un joven, niña rica, edu-cada en Filadelfia, este no era el estilo de vida esperado para la joven Katharine. Sin embargo, se crió en una familia devota con una profunda simpatía por los pobres, abandonó todo para convertirse en misionera a los indios americanos y africanos. Drexel fundó escuelas en 13 estados para afro americanos, 40 centros de misión, y 23 escuelas rurales. Ella también estableció 50 misiones para los indígenas en 16 estados diferentes. Katharine Drexel murió a la edad de 96 años y fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en el año 2000.

Santos de EE.UU., Beatos y Venerables, durante el Año de la Fe

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también conocida como la Virgen de Guadalupe, es un célebre católica ro-mana icono de la Virgen María.

Dos relatos publicados en la década de 1640, uno en español, uno en náhuatl, dicen cómo, mientras caminaba desde su aldea hasta la ciu-dad de México en la madrugada del 9 de diciembre, 1531 (en ese tiempo la fiesta de la Inmaculada Concepción en el Imperio Español), el campesino Juan Diego vio en la ladera de la co-lina del Tepeyac, una visión de una niña de 15 o 16 años de edad, rodeada de luz. Hablando con él en náhuatl,

Monett, MO

La conferencia motivacional para parejas, realizada en Monett, MO el pasado Sábado 20 de Octubre, fue una experi-

encia muy satisfactoria para todas las

personas (parejas e individuos) de la Parroquia de La Natividad de Noel, MO quienes en gran numero atendi-eron el llamado a participar de tan edificadora conferencia. Muchos tes-timonios, mensajes esperanzadores y un gran anhelo de participar en otro

evento similar, han sido expresados por la mayoría de los fieles de esta comunidad que participaron en este evento.

Otros buenos comentarios tienen que ver con Chuyin Gutierrez, el cantante carismático, quien con su gran talento y carisma, amenizó esta conferencia. Muchas personas no sólo adquirieron material audiovisual de parte del psicólogo sino también música de alabanza y artículos reli-giosos de parte de Chuyin.

Durante el transcurso de la conferencia, los participantes vivi-eron momentos muy emotivos en los cuales, guiados por el orador, expresaron profundos sentimientos de alegría por medio de sonrisas que los remontaba al tiempo en que por primera vez se conocieron; igualmente sentimientos de tristeza manifestados con lágrimas y abrazos que los transportaban, por medio de hermosas canciones, a aquellos momentos en que se hirieron mutua-mente o vieron su vida conyugal al borde

del abismo.También fue una oportunidad

para aquellas personas abatidas por el flagelo del alcohol, las cuales, consci-entes de su condición, entendieron que su dependencia al licor afectaba grandemente su vida matrimonial y su vida familiar.

En conclusión, esta confer-encia fue una oportunidad para muchos de buscar maneras de liberarse de situaciones y condicio-nes como la depresión, los celos excesivos y la infidelidad entre otras muchas cosas que ponen en riesgo la armonía del hogar.

Entendieron que una mejor relación con Dios, el fortalecimiento de la vida de oración y la apertura a una fe más profunda y firme, son el camino que Cristo Jesús nos muestra para saber vivir mejor en esta escuela de la vida.

Raul Castaneda Suaza Asociado Pastoral

Parroquia de la Natividad de Nuestro Señor

Noel, MO

Comentario—Conferencia 20 de Octabre del 2012 en Monett

Noticias Diocesanas /Matrimonio y Familia

Por Scott Seal Portageville, MO

El 6 de diciembre, la Parroquia San Eustaquio honró a Nuestra Señora de Guadalupe con una fiesta y desfile. El desfile co-

menzó a las 6 pm y se inició en el lote de estacionamiento de la Red salud SEMO e incluyó bailes tradicionales, música, canto y oración. Desde allí, invitados y miembros de la iglesia pro-cesaron por la calle principal y luego a la Iglesia San Eustaquio.

Nuestra Señora de Guadalupe,

Parroquia en Portageville celebra por primera vez la Virgen de Guadalupe en procesión, oración y convivencia

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE—Calles en Portageville, MO, cerró re-cientemente con el fin de tener una procesión dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. La fiesta de la Virgen es el 12 de diciembre y el 6 de diciembre festividades en honor a la Patrona de las Américas incluyó música, danza tradicional, la oración, una procesión y comida. (Foto por Scott Seal)

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Oración de la familia en el Año de la Fe

Oh Dios, nuestro Padre,por Jesús llamaste a todas las fa-

milias y hogares cristianosa ser ejemplos de la fe viva.Por la luz del Espíritu Santo,haz que seamos agradecidos por el

regalo de la fe,y que por medio de ese regalocrezcamos en nuestra relación con

Jesús, tu Hijoy seamos auténticos testigos de espe-

ranza y gozo cristianospara todos con los que nos

encontremos.En el nombre de Jesucristo, Nuestro

Señor.Amén.

Difícilmente hay una cul-tura que valore más la in-stitución de la familia que nuestra cultura Hispana.

Y de todas las épocas del año, es justamente la Navidad donde la necesidad de compartir y disfrutar en familia es más prevalente. Tradi-cionalmente, los hispanos conduci-mos o hasta volamos miles de mil-las para pasar este tiempo festivo con los nuestros. Desde las típicas posadas en México y Colombia, hasta las parrandas puertorrique-ñas, los hispanos no perdemos oportunidad de juntarnos para disfrutar de nuestras tradiciones

navideñas en familia.Pero lo más importante de

esta hermosa época de Pascuas es comprender, meditar y vivir a profundidad la verdadera razón de nuestra celebración. No olvidemos pues que lo que celebramos es la encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo, Dios hecho hombre, el regalo del Padre eterno para traer-nos la salvación. Por ello, no nos dejemos atrapar en la trampa del consumismo, que ha convertido este tiempo de esperanza y ben-dición en uno de supremo estrés; donde enfocamos nuestro tiempo y recursos en buscar cosas costosas

La Familia y la Navidad para regalar, sumergiéndonos en un mar de deudas que luego es difícil enfrentar, como si el amor tuviera valor material. Entendamos que el verdadero regalo que celebramos es la redención que vino de Aquel que se encarnó y habitó entre nosotros y nos dio vida para compartirla con los nuestros.

Celebremos en grande la llegada del Redentor en familia, embriaguémonos no con alcohol, sino con la unción del Espíritu Santo, y compartamos los más valiosos regalos de nuestro amor y unión familiar. Meditemos que Dios escogió en su sabiduría nacer en el seno de una familia, para exaltar el valor incalculable del lazo familiar. Vivamos pues esta Navi-dad a profundidad haciendo de la nuestra, una sagrada familia.

Noticias Diocesanas/Familia

Parroquia en Portageville celebra por primera vez la Virgen de Guadalupe en procesión, oración y convivenciala lengua local, le pidió que se con-struyera una iglesia en ese lugar, en su honor, a partir de sus palabras, Juan Diego reconoció la Virgen como la Virgen María. Diego contó su histo-ria al arzobispo español, Fray Juan de Zumrraga, quien le dio instrucciones

para volver a la colina del Tepeyac, y pedir a la señora por una señal mila-grosa para probar su identidad. La Vir-gen le dijo a Juan Diego que recogiera flores desde lo alto de la colina del Te-peyac. Diciembre, muy tarde en la es-tación de flores a florecer, Juan Diego

encontró en la cima de una colina por lo general estéril rosas de Castilla, no es nativa de México, donde las aco-modo la Virgen en la tilma de su capa campesina. Cuando Juan Diego abrió el manto ante el obispo Zumrraga el 12 de diciembre, las flores cayeron al

suelo, y en su lugar estaba la imagen de la Virgen de Guadalupe, milagrosa-mente impresa en la tela.

El icono se muestra ahora en la Basílica de Nuestra Señora de Guada-lupe, uno de los santuarios marianos más visitados.

El icono es la imagen más reli-giosa, cultural, y popular de México, que lleva el título: La Reina de Méxi-co, y fue proclamada por un tiempo Patrona de las Filipinas (pero más tarde revisado) por el Papa Pío XI en 1935. En 1999, el Papa Juan Pablo II la proclamó Patrona Virgen María de las Américas, Emperatriz de América Latina, y Protectora de los Niños aun no Nacidos bajo este título mariano. ©TM

BAILES TRADICIONALES COMO PARTE DE LA CELEBRACION—Danzas tradicionales, oraciones y música formaban parte del primer evento celebrado el 6 de diciembre a Nuestra Virgen de Guadalupe en Portageville, MO, con la par-ticipación de San Eustaquio Iglesia. Los participantes vinieron de todo el área, incluyendo los feligreses de la Parroquia de Santa Cecilia, Kennett, MO, quienes participaron en la procesión en honor de Nuestra Señora. (Fotos por Scott Seal)

Page 10: Volumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 Año de la Fedioscg.org/wp-content/uploads/1212Rostros.pdfVolumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 “El Año de la Fe es una oportuni-dad

Página 10 Diciembre 2012/Enero 2013

Ciudad Del Vaticano

Después de la visita pastoral a la parroquia romana de Santa María de las Gracias en Casal Boccone, Bene-

dicto XVI se asomó a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Siguiendo la tradición, en este tercer domingo de Adviento esta-ban presentes en la plaza los niños de los Oratorios Romanos para que el Papa bendijese las estatuillas del Niño Jesús que se colocarán en los nacimientos de las casas, escuelas y parroquias.

“Los textos litúrgicos del Adviento -dijo el Santo Padre antes de la oración mariana- renuevan la invitación a vivir esperando a Jesús y a no dejar de esperar su venida, manteniendo una actitud de aper-tura y disponibilidad al encuentro con Él. La vigilancia del corazón, que el cristiano está llamado a ejercitar siempre, en la vida diaria, caracteriza en particular este tiempo en que nos preparamos con alegría al misterio

de Navidad. El ambiente externo propone los habituales mensajes comerciales, aunque quizás en tono menor a causa de la crisis económica. El cristiano está invitado a vivir el Adviento sin dejarse distraer por las luces, sabiendo dar el justo valor a las cosas para fijar la mirada interior en Cristo”.

“En particular, la liturgia de este domingo, denominado Gaudete, nos invita a la alegría, a una vigilan-cia que no sea triste, sino gozosa –explicó-. La alegría verdadera no es el fruto de la diversión, entendida en el sentido etimológico de la palabra ‘di-vertere’, es decir, desvincularse de los compromisos y las responsabilidades de la vida. La alegría verdadera está ligada a algo más profundo. Cierta-mente, con el ritmo de vida actual, casi frenético, es importante encon-trar momentos para reposar y rela-jarse, pero la alegría verdadera está ligada a la relación con Dios. Aquel que ha encontrado a Cristo en su vida, experimenta en el corazón una serenidad y una alegría que nadie, ni ninguna situación puede arrebatarle (...) En este tiempo de Adviento

reforcemos la certeza de que el Señor ha venido entre nosotros y renueva constantemente su presencia de con-suelo, amor y alegría”.

Después del Ángelus, Benedicto XVI saludó en primer lugar a los niños de Roma y les pidió que cuando rezasen ante el Nacimiento se acordasen del Papa como el Papa se acuerda de ellos.

También dio la bien-venida a los representantes del Movimiento por la Vida de diversos países europeos llegados a Roma con motivo del premio “Madre Teresa de Calcuta”, asignado a la memoria de Chiara Lubich, fundadora del movimiento Focolari. “En el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos –dijo-recordemos que el prim-ero entre todos es el derecho a la vida”.

Asimismo, habló a los peregrinos croatas que participan en el simposio su Ruder Josip Boskovic. “Este

jesuita, científico y diplomático, en-carna y testimonia de forma óptima la relación entre la fe y la ciencia”, concluyó el pontífice. ©VA

Adviento:Apertura y disponibilidad al encuentro con Jesus

Adviento

Page 11: Volumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 Año de la Fedioscg.org/wp-content/uploads/1212Rostros.pdfVolumen II, Numero 4 Diciembre 2012/Enero 2013 “El Año de la Fe es una oportuni-dad

Diciembre 2012/Enero 2013 Página 11Noticias Diocesanas

Anuncios y noticias parroquial …Nuestra Señora del Lago, BransonDía de Guadalupe:

Miércoles, 12 de diciembre, 5:00 pm. Misa bilingüe con bendición de artículos religiosos. Baile por el grupo folklórico La Libertad. Fiesta en el Centro Parroquial música por el “Conjunto Prisionero.” Niños que vienen vestidos como Juan Diego o la Virgen recibirán un obsequio. ¡Todos están invitados!

Iglesia de Santa Ana, CarthageLa celebración de nuestra Señora de Guadalupe será precedida por una novena

de rosarios en las casas de feligreses que han abierto sus puertas como anfitriones des-de el 4 de diciembre al 12 de Diciembre. El miércoles 12 de diciembre el rosario será en la Iglesia a las 5pm precediendo la misa en honor de nuestra Señora de Guadalupe.

Horario para el día de fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe:5:30am—Las Mañanitas en la Iglesia6am—Rosario Cantado8:15am—Misa en Ingles en honor a Nuestra Señora de Guadalupe en la

escuela Parroquial con los niños5pm—El ultimo rosario de la Novena en la Iglesia6pm—Misa en honor de Nuestra Señora de Guadalupe en Español

(bilingüe)8pm—Convivencia y programa en el gimnasio de la escuela de Santa Ana

Servicios de penitenciaEn las parroquias que ofrecen misas en español, los servicios de reconciliación

serán bilingües. El programa siguiente:5 de diciembre—Sta. Canera, Neosho—7pm11 de diciembre—Sagrado Corazón, Webb City—7pm12 de diciembre—Sta. Maria, Lamar—7pm13 de diciembre—San Pedro, Joplin—7pm17 de diciembre—Sta. Ana, Carthage—7pm18 de diciembre—Natividad del Señor—6:30pmPosadas en hogares hay un hoja para registrarse para abrirle sus casas a los gru-

pos en el futuro cercano. Serán las noches antes del día de Navidad.Misas de Navidad serán bilingües (en proporción del número de los que asistan

en cada misa)Programa de Navidad:24 de diciembre—5:30pm y 10:30pm25 de diciembre—9am y 11am

Formación para adultosEstamos contentos que las sesiones de Levántate han sido recibida con buena

participación de grupos tanto de los de habla ingles como de español.Durante Noviembre de este año y comenzaran de nuevo al principio del año que

viene, nuestra parroquia ha estado ofreciendo los sábados los siete temas de la Doctri-na Social de la Iglesia. Todos estan invitados a participar, para más información favor de comunicarse con la parroquia de Sta. Ana al (417) 358-1841 o Milagros Calvetti al (417) 840-9358.

Parroquia Santa Canera, Neosho, MOCelebración de Nuestra Señora de Guadalupe

Miércoles 12 de Diciembre, 2012Mañanitas 4am Misa 5amDespués de la Misa: Todos invitados al convivio preparado por Misión

GuadalupanaSanto Rosario 6pm. Drama de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a

las 6:45pm. Refrigerio después del dramaPosadas:

Iniciamos las Posadas el día 16 de Diciembre La posada Parroquial es el 21 de Diciembre 7pm con la bendición del Santísimo, después del Rosario.

Natividad del Señor, NoelMiércoles 12 de diciembre, 2012, Misa 6pmComida y convivencia después de misa

Sagrado Corazón, SpringfieldLa Fiesta de Guadalupe

El día 12 de diciembre a las 5.30pm el Obispo James Johnston bendice la nueva imagen en su nuevo nicho a las 6pm la misa celebrada por el Obispo después de la misa la representación de la historia de la aparición y la cena guadalupana.

Sagrado Corazón, Webb City, MOCelebraciones para la Virgen

Miércoles 12 de Diciembre Día de GuadalupeSanta Misa 6pm: Después Danza, Música y Convivio

Interpretación de la Imagen

Los pueblos mesoamerica-nos desde tiempos remotos ya venereban en el cerro del tepeyac a una deidad

llamada Tonantzin (que quiere decir Nuestra Madrecita), por esta razón, fue má fácil la asimilación el mensaje traído por la Virgen María como verdadera Madre de Dios y Madre nuestra.

El nombre de “SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA DE GUA-DALUPE” ella misma lo dio a Juan Bernardino, tío de Juan Diego, cuando se le apeareció para sanarle de sus enfrmedades.

La VirgenCabello: Lleva el cabello suel-

to, lo que entre los aztecas es señl de virginidad. Es Virgen y Madre.

Rostro: Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de profunda oración. Su semblante es dulce, frecso, amable, refleja amor y ternura, además de una gran fortaleza.

Manos: Sus manos estan juntas en señal de recogimiento, en profunda oración. La derecha es más blanca y estilizada, la izquier-da es morena y más llena, podrían simbolizar la unión de dos razas distintas.

Embarazo: Su gravidez se constanta por la forma aumentada del abdomen, donde se destaca una mayor prominencia vertical que transversal, corresponde a un embarazo casi en su última etapa.

Edad: Representa a una joven que su edad aproxima-da es de 18 a 20 años.

Estatura: La estatura de la Virgen en el ayaste es de 1.43 centímetros.

El CintoEl cinto marca el

embarazo de la Virgen. Se localiza arriba del vientre. Cae en dos extremos trapezoida-les que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la ima-gen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

Los RayosLa Virgen esta

rodeada de rayos dorados que le for-man un halo luminoso o aura. El mensaje transmitido es: ella es la Madre de la luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, ella lo hace descender hacia el “centro de la luna”

(México de nátuahl) para que allí nazca, alumbre y dé vida.

La LunaLa Virgen de Guadalupe esta

de pie en medio de la luna, y no es casual que la palabra México en nátuahl son “Metz—xic—co” que significan “en el centro de la luna”. También es símbolo de fecundi-dad, nacimiento, vida. Marca los cilos de la fertilidad femenina y terrestre.

La FlorLa flor de cuatro pétalos o

Nahui Ollin: es el símbolo prin-cipal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo nátuahl y representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del especio y del tiempo.

En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y marca el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesucristo en su vientre.

El ángelUn ángel esta a los pies de

la Guadalupana con ademán de quien acaba de volar. Las alas son como de águila, asimétricas y muy coloridas, los tonos son parecidos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que Juan Diego recordó, anuncián-dole la aparición de la Virgen de Guadalupe.

Sus manos sostienen el ex-tremo izquierdo de la túnica de la Virgen y el derecho del manto.

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Porque perseveraste a la Virgen María de toda mancha de pecado original para que, enriquecida con la plenitud de tu gracia, fuese digna Madre de tu Hijo, imagen y comienzo de la Iglesia, que es la esposa de Cristo, llena de juventud y de limpia hermosura.

Purísima tenía que ser, Señor, la virgen que nos diera al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.

Purísima la que, entre todos los hombres, es abogada de gracia y ejemplo de santidad. —Prefacio de la Solemnidad, Misal Romano

En las parroquias donde hay un gran número de hispanos, la celebración de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre)

se ve ensombrecida por las muchas tradiciones de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciem-bre), unos días más tarde. Por un lado, la observancia de la Inmacu-lada Concepción cae durante la novena de preparación para la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. La solemnidad de la Inmaculada Concepción es la fiesta patronal de los Estados Unidos y de obligación. Muy a menudo la asistencia para las fiestas de Guadalupe en muchas de nuestras parroquias supera con creces la del sagrado día de la Inmaculada Concepción.

Un buen método para descubrir

el centro de cualquier fiesta dada es buscar el prefacio, la oración en la misa variable después de la oración sobre las ofrendas, que con frecuen-cia nos da un resumen del tema. El Prefacio de la Misa de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción habla de cómo Dios creó a María libre del pecado original para ser la madre de su Hijo, que quita los pecados del mundo. También habla de cómo María es nuestra abogada de gracia y modelo de santidad.

¿Qué significa esto para no-sotros como cristianos católicos? A pesar de que nacimos con la mancha del pecado original, somos purifica-dos de él en las aguas del bautismo. María es un modelo de cómo vivir una vida libre de pecado. Dios al crearla libre de pecado, Dios predis-puesto a María decir “sí” a que se convirtiera en la Madre de nuestro Salvador. Ella cooperó con el plan divino de salvación. Se dice que la imitación es la forma más alta de alabanza. Honramos a María más

cuando decimos “sí” a Dios y a su plan en nuestras vidas. En otras palabras, en el bautismo llegamos a ser libres del pecado para ser todo lo que podemos ser como hijos e hijas de Dios. Al igual que con todos los dones de Dios, el don de nuestra lib-ertad no es “libre”. Somos liberados del pecado con el fin de hacer lo que Dios tiene reservado para nosotros, es decir, no hacer nuestra voluntad, sino la voluntad de Dios.

¿Qué significa esta fiesta patro-nal de la Inmaculada Concepción para nosotros que disfrutamos de tantas libertades en este bendito país? Aquí, también, la libertad no es una licencia, no es la intención para que podamos hacer lo que nos importa hacer, responsablemente o irresponsablemente. Nuestra libertad nacional es un don dado por Dios a ser todo lo que podemos ser, como los residentes responsables de este gran país. La libertad no es gratis en este sentido tampoco, tiene un costo. Otros han dado mucho, algunos incluso sus propias vidas, para que pudiéramos ser libres. Por lo tanto, vamos a usar este don precioso de la libertad de una manera desinteresada y generosa para que otros que habi-tan aquí puedan disfrutar del don de la libertad también. En su discurso en su Inauguración, Presidente John F. Kennedy dijo: “No preguntes qué

puede hacer tu país por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país.” Este desafío nos da un sentido especial de la libertad. La verdadera libertad no sólo permite a otros a ser libres, sino que también hace posible para ellos ser todo lo que puedan ser y lograr. Uno no puede evitar pensar que la palabra “libertad” tenía algo que ver con la Iglesia y su elección de la In-maculada Concepción como nuestra fiesta patronal de nuestro país. En muchos sentidos la Virgen Santísima nos muestra el verdadero significado de la libertad, para ser todo lo que Dios nos llama a ser como individu-os, como nación y como Iglesia.

A medida que nos acercamos a la temporada de Adviento y estas dos hermosas fiestas de Nuestra Señora, te pedimos que la Emperatriz de las Américas, Nuestra Señora del Te-peyac, pueda seguir el cuidado y velar por nosotros. A través de su inspi-ración nos ayude llegado a tomar conciencia cada vez más profunda de nuestra libertad como hijos e hijas de Dios.

¡Oh María, concebida sin pe-cado, Ruega Por Nosotros Que recur-rimos a ti! ©TM

P. Hank Grodecki, CM, Pastor de la Parroquia de Sta. Canera, Neosho, MO, y Iglesia/Misión Natividad de Nuestro Señor, en Noel.

Libertad y la solemnidad de la imaculada concepcion, fiesta patronal de ee.Uu.

COlUmniSTa inViTaDOP. Hank Grodecki, CM

Formación para Adultos

La Navidad

La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contem-

plar y asimilar el Misterio de la Encar-nación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.

En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo,”luz del mundo” (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compro-miso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la semana Santa celebra-mos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recor-damos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Así como el sol despeja las

tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renova-dora de Cristo que viene a salvar al mundo.

La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.

Por último, es necesario recordar que durante la Navi-dad celebramos en tres días consecutivos, 26, 27 y 28 de diciembre, tres fiestas que nos hacen presente la entrega total al Señor :

San Esteban, mártir que

representa a aquellos que murieron por Cristo voluntariamente.

San Juan Evangelista, que representa aquellos que estuvieron dispuestos a morir por Cristo pero no los mataron. San Juan fue el único

Apóstol que se arriesgó a estar con La Virgen al pie de la cruz.

Los Santos Inocentes que repre-sentan a aquellos que murieron por Cristo sin saberlo.

©CNA/ACI Prensa