X, Malcolm - Vida y Voz de Un Hombre Negro

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  • PROLOGONotas sobre Malcolm X

    PesadillaMascotaCompatriotaSophiaDetroit RedContrabandistaCogido en la trampaAtrapadoSatnltimo captulo 1965El asesinato de Malcolm XNotas sobre Malcolm X

    Mensaje a las masas17El voto o la bala

    FragmentosUltimas palabrasCronologa AfronorteamericanaMateriales y libros empleadosnotes

  • Vida y voz de un hombrenegroAutobiografa y seleccin de discursos

    Malcolm X

  • Indarkeriaren oldekoa naiz baldin eta indarkeri-ukatzeak,indarkeria ekiditzearen aitzakiaz, arazoa eperik gabe luzatzera

    bakarrik bagaramatza.Malcolm X

  • PROLOGO Malcolm X, en el centro de la revolucin

    LA dcada de los sesenta, entre brumas y esperanzas, fue una sealgeneralizada de protesta anticapitalista, de armamento ideolgico cargadode futuro, de ofensiva de quienes Frantz Fann haba denominado comolos condenados de la Tierra... y de revolucin. La mitad de frica seindependizaba de las metrpolis europeas, tanto al norte como al sur delSahara; Cuba respiraba las primeras horas sin gringos y en las calles dePars estudiantes y obreros se movilizaban contra la linealidad burguesa.Hasta en Euskal Herria vivamos el embrin y la gestacin de nuestropropio movimiento de liberacin, haciendo tambalear tanto los cimientosde un nacionalismo adormecido y resignado con su suerte como de esepilar sagrado forjado en los sueos unitarios de una victoria militarfraguada veinticinco aos antes.

    El concepto colonial y racista sobre el que descansaban losfundamentos de Occidente tuvo que ser ampliamente revisado, pero comocien aos antes con la abolicin de la esclavitud, no por gusto de susgestores sino por la presin de millones de desposedos, de annimoapellido si alguna vez lo supieron, que ejercieron de martillo sobre lashuecas conciencias del poder y su estructura de cemento.

    La historia adquiri entonces su tonalidad cromtica ms amplia,como la del arco iris tras la lluvia. A Europa se le calific de viejocontinente, peyorativa e insultantemente, con toda la carga que se leimpone a alguien que, entre sus canas teidas de sangre, no tiene ni puedeargumentar en su favor. Las palabras recuperaron su verdadero significadopopular, no aquel que siglo tras siglo haban ido imponiendo los ladronesdel abecedario. Genocidio, apartheid, colonizacin, imperialismo, etc.,fueron ubicadas en la estela del despojo y el expolio. Che Guevara moraen el llano boliviano completando el diccionario.

    Entre este jardn de revoluciones y perspectivas liberadoras se alz lafigura inconfundible de un negro americano, que como el Premio Nobel deLiteratura, el yoruba Whole Soyinka, reivindicaba la negritud desde susasientos ms firmes. Naci y muri en medio de una sociedad sin matices,tan racista y clasista que no caba en injusticias. Su nombre, Malcolm X.

  • Durante una dcada fue el polo referencial para miles de compaeros, lamano solidaria que se acercaba a las recientes muestras de lasposibilidades que guardaban las explosiones de los humillados. Cuba,Argelia, Tanzania, Oriente Medio fueron etapas exteriores de sus viajes;universidades, homeless, callejones y crceles sus interiores. Malcolm Xfue la razn, la teorizacin y la experiencia contra el tirano en sus propiastripas. Por eso los mismos aparatos del sistema como una forma ms dehacer de su cacareado estilo democrtico acallaron su voz con unosgramos de plomo.

    En estos Estados Unidos de Amrica, la potencia que iba a convertir elconjunto del planeta en su patio trasero, los negros, los descendientes deaquellos africanos sacados a golpe de fusil y espada del verdirrojocontinente, no podan siquiera ejercer el que dicen primario derechodemocrtico, es decir el voto. Los negros tachados como hombres decolor por algn ignorante que desconoca la coloracin morada de su pieltras su propia muerte tenan prohibido no slo acercarse a las urnas, sinoel sentarse a la mesa de cualquier taberna, subir al autobs municipal oasistir a la escuela estatal.

    nicamente con una generacin de por medio, los pupitres yanquisguardaban sin sonrojo un libro de texto en el que se encontraban cosascomo sta: la paciencia, docilidad y simplicidad infantil soncaractersticas del negro, que es un imitador nato, falto de moral, propensoal engao y al libertinaje, fcilmente intimidable. Los negros son una razaservil, estpida, embrutecida, obediente al ltigo, de imaginacininfantil...

    Quince millones de personas, por la condicin de su piel, eranrelegadas a categoras innominables, al amparo de la Ley y su CorteSuprema. La segregacin surafricana liderada por Botha y De Klerk no essino el espejo de hace tres dcadas en los cincuenta estados de la Unin.Las legislaciones respectivas eran calcos. La marca podra quedar matizadapor ese rol mesinico que durante este siglo se han autofijado los EstadosUnidos como cuna de libertades, democracias y fantochadas por el estilo.

    La primera institucin gringa que recriminara el apartheid resultarser el Ejrcito. Pero Fort Braag, obviamente, no sera la competenciaprogresista de Berckley, sino todo lo contrario. Corea la guerra y lainvasin estaban en su apogeo y los milikos del Pentgono necesitabande lo que ellos denominaban como carne de inferior calidad. Los blancos

  • de Manhattan y Beberly Hills ponan reparos a su incorporacin. Losnegros de Harlem seran un buen y adecuado sustituto a esta sangratercermundista. Diez por ciento de la poblacin americana y sinembargo treinta por ciento del ejrcito invasor.

    El 8 de marzo de 1957, Ghana va a ser la primera excolonia africanaque entrar en Naciones Unidas. Este hecho significar uno de losargumentos iniciales en favor de la igualdad racial en los propios EstadosUnidos. Pero cargado de debilidad por cuanto el acceso a los medios decomunicacin estar cerrado, junto a que los hilos sociales del tejidooficial americano est en su cien por cien, en manos de los ms arduosdefensores del estatus vigente.

    Desde los sectores ms reaccionarios, y con el apoyo de lasestructuras policiales en su generalidad, haba surgido la vanguardiadefensora de los valores clsicos yanquis, el llamado Ku Klux Klan (KKK),algo as como un GAL a lo bestia y a la americana. Jams sus asesinatos,jams sus linchamientos, incendios, saqueos y catequizaciones a la fuerzatuvieron una digna persecucin judicial. La razn de la impunidad no tenasecretos, puesto que el KKK estaba ejecutando lo que toda una sociedadblanca haba plasmado en forma de legalidad vigente durante suconformacin como Estado. El propio Ronald Reagan, en calidad degobernador de California y mucho antes de dirigir los destinos de la Unin,haba calificado de perros rabiosos a esos nacientes defensores de laigualdad racial.

    En este mapa interno de la prepotencia elevada a rango oficial,cualquier hecho o respuesta hoy tildado de insignificante, adquira unatrascendencia extraordinaria. Un asiento en un autobs, en un campo debisbol o incluso en una parada militar, esconda tras sus tablas un mensajeclaro y definido de prioridad. Slo la puesta en duda de su valor, el poneren tela de juicio su significado clasista, abra un abanico de terror, desde lahoguera hasta la muerte.

    Por eso la lucha emancipadora de los negros norteamericanos surgiradesde los puntos ms nfimos y bajos de la desigualdad. Por eso las razonesesgrimidas por los defensores de la igualdad, en sus orgenes, no puedenser calificadas y analizadas desde observatorios excesivamente alejados oen los que la modernidad obnubile el pasado cercano. En nuestra Europa,sin ir ms lejos, habra que recordar que los recogidos como grandespensadores e idelogos de las corrientes sociales anteriores a la II Guerra

  • Mundial, justificaban en su amplia mayora (incluidos algunos marxistas),la colonizacin y el despojo de otros continentes como medidacorrectora imprescindible para el bienestar de las masas trabajadorasmetropolitanas.

    Es el mismo argumento que las clases medias norteamericanasapuntaban para salvaguardar su nivel y progreso corporativo. Hasta elmismsimo Bartolom de Las Casas hara, en el siglo XVI, una peticin alrey hispano para que acelerase el mercado de esclavos negros en aras asalvaguardar la integridad de los indios centroamericanos ya diezmados enlas primeras oleadas de la conquista. La esclavitud haba sido abolida juntoa la desaparicin del siglo XIX, pero todos los argumentos que la habanhecho posible estaban intactos.

    As, un hecho, a priori tan irrelevante como el que se produjo elprimero de febrero de 1960 en Greensboro (Carolina del Norte), iba asuponer una chispa de gran intensidad para prender multitud de hoguerassecas y dispersas. En esta fecha, un grupo de estudiantes del NegroAgricultural and Technical College entraron en un supermercado parahacer varias compras. Despus se sentaron en la cafetera delestablecimiento y pidieron un caf. Los empleados les negaron laconsumicin en razn del color de la piel. Pero los jvenes no semarcharon sino que permanecieron en el local hasta su cierre. Luego serandesalojados a la fuerza. La actuacin provocara, simpticamente, unaoleada repetitiva en toda la geografa norteamericana que dara origen a lacampaa sit in. Por reflejo, el KKK quemara iglesias, apalearamilitantes y asesinara impunemente.

    Evidentemente este hecho aislado no puede ser tomado como el iniciodel movimiento por la integracin, o en otro plano la puesta en marcha deuna amplia y masiva fuerza de concienciacin. Pero s ayuda a encuadrarlos estadios desde los que debi ponerse en marcha el inacabado procesopor la igualdad racial dentro de la sociedad americana. Y en cierta medidacolabora a mostrar en el presente cuan frgil y prostituido es el conceptode libertad que los aparatos del Estado norteamericano exportan comoinherentes a su concepcin nacional.

    Cuando Malcolm Little, Malcolm X, llegaba a su mundo marginal enOmaha, all por 1925, las comunidades negras de Amrica del Norte vivanun proceso un tanto especial. Su lder, Marcus Garvey, acababa de sercondenado a una pena de seis aos de prisin por fraude fiscal. Garvey, de

  • quien era fervoroso seguidor dicen que junto a otros seis millones denegros norteamericanos el padre de Malcolm, haba proclamado en 1921la creacin oficial del Imperio de frica, del cual el mismo se nombrarapresidente a ttulo provisional. Al estilo de las cortes europeas, Garveyimaginaba un Estado americano forjado en base a rdenes nobiliarias: loscaballeros del Nilo, los de la orden del distinguido servicio de Etiopa, losduques del Niger y Uganda... Los miembros del Universal NegroImprovement Assotiation, ciudadanos de derecho del nuevo y pomposoimperio, desfilaran por las calles de Nueva York bajo suntuososuniformes.

    Las doctrinas de Garvey serviran para sacudir a la poblacin negrarural y urbana localizada organizativamente en grupos muy desligadosentre ellos y, a la vez, para centrar muchas de las crticas de otras lneaspolticas dentro de la propia comunidad. Un hecho es incuestionable: laenorme masa de adeptos que Garvey lograra en pocos aos. Du Bois, elotro polo de la poca fieramente contrario a las tesis filoliberianas deGarvey, le llamara fanfarrn irrealista, a lo que el emperadorprovisional respondera con lo que probablemente era la clave de su xito:los otros dirigentes negros quieren que nos convirtamos en blancos,fusionndonos con la raza blanca. Ser negro no es una desgracia, sino unhonor, y por eso nosotros no queremos convertirnos en blancos. Amamosnuestra raza y respetamos y adoramos nuestras madres.

    Cuatro aos despus de este cruce dialctico, el padre de Malcolm eraasesinado, a la vez que Garvey fuera amnistiado por el Presidente Coolidgey expulsado a Jamaica, por extranjero indeseable. Hecho, el de lanacionalidad norteamericana, que muchos se negaban a aceptar. Malcolmtambin abord la cuestin en cierta ocasin: No. Yo no soy americano.Soy uno de los 22 millones de negros que son vctimas del americanismo.Uno de los 22 millones de negros que son vctimas de una democracia queno es ms que una hipocresa disfrazada. Contemplo a Amrica con losojos de vctima. Lo que veo no es un sueo americano sino una pesadillaamericana.

    La Gran Crisis producto de la I Guerra Mundial desplazara a lascomunidades negras incluso de las tareas ms ingratas que ejercan en loscentros industriales donde estaban ubicadas. La mayora de los sindicatosafiliados a la American Federation of Labor vetaron la presencia negraen todas aquellas fbricas donde estuvieron en condiciones de hacerlo. La

  • crisis fue ms crisis para veinte millones de norteamericanos. Grupos deobreros blancos armados resolvan por va expeditiva los conflictos msenconados. Estas desavenencias tan abismales llevaran a la creacinparalela de otra federacin, la American Negro Labor Congress, que notendra sino un xito sumamente limitado. El Partido Comunista de losEEUU, hacindose eco de las tendencias ms progresistas, propuso en suprograma de 1930, la creacin de una repblica independiente negra en elSur, aunque posteriormente retirara tal reivindicacin, influenciado porlos dictados en la poltica exterior sovitica marcada por Stalin en cuantoal respeto de los mapas trazados por las democracias occidentales.

    Malcolm, en un discurso ofrecido en abril de 1964, sera muyexplcito a la hora de apoyar las tesis de Garvey o el PC inicial: Nodebemos olvidar nunca que no luchamos ms por la integracin que por laseparacin. Luchamos por ser reconocidos como seres humanos. Luchamospor obtener el derecho de vivir libres en esta sociedad.

    De cualquier manera y como en los tres siglos de esclavismo en elinterior de la sociedad norteamericana las fuerzas de las comunidadesnegras estaban dirigidas a crear su propio universo (mantenerlo en todocaso) dentro de la Unin. La separacin de razas durante ms de trescientosaos, junto a la constitucin de la mayora negra como base de la pirmidesocial americana, engendrara caminos y opciones, entre el colectivonegro, tan distanciadas de las propias de los blancos, que difcilmentepodran explicarse por otras cuestiones distintas de las del rechazo mutuo.La cultura blanca era cristiana, capitalista e imperialista y por ellocualquier peso en el otro lado de la balanza debera excluir estos apellidosligados a la conducta represora histrica. Por otro lado la integracin,desde sus peldaos ms bajos, siempre se haba planteado en trminos deasimilacin. Nunca organizacin o grupo negro que tratase el conflicto entrminos profundos podra llevar en su tarjeta de identificacin los valoresque los blancos utilizaban como excusa centenaria para la segregacin.

    As, en 1930 nacera una organizacin que tendr una rpida eclosinde adeptos y simpatizantes, bajo premisas inicialmente religiosas. Sellamara, segn quien la califique Nacin del Islam, Black Muslims oMusulmanes negros. La Iglesia, de cualquier comunin, resultabatradicionalmente la organizacin ms pujante en el mundo del negronorteamericano. En mitad del presente siglo XX cohabitaban en los EEUU,treinta y cuatro Iglesias exclusivamente negras (babtistas, protestantes,

  • catlicas...), con ms de 35.000 parroquias. La tendencia en 1990 vadisminuyendo pero parece expresin acertada la de los historiadores quehan afirmado que durante los ltimos siglos la Iglesia, en cualquiera de sustendencias, ha sido el refugio de la comunidad negra.

    La Nacin del Islam, congreg en su seno a muchos de loscreyentes negros que escapaban de las atrocidades cometidas en el nombredel cristianismo.

    Malcolm describira sus pensamientos religiosos desde la prisin deNokfort (1948): La religin cristiana de los blancos enseaba al negro quedeba poner la otra mejilla, sonrer, escarbar la tierra, inclinarse,humillarse, cantar, rezar y contentarse con las migas que caan de la mesadel blanco; que tena que esperar el man que caera del cielo, aspirar a suparaso en el otro mundo ya que el paraso de aqu abajo estaba reservado alos blancos. Malcolm, como la mayora recluso negra, se convertira alislamismo en prisin. Como aos despus lo hara su amigo Mohamed Al(Cassius Clay) encarcelado por negarse a su propio enrole en el ejrcitoinvasor yanqui en la guerra de Vietnam. De la crcel, Malcolm Little Xsaldra transformado en El-Hadi Malik El-Shab-baz.

    Quince aos despus (1963) Malcolm sera expulsado de la Nacindel Islam. La excusa fue su respuesta a la muerte de Kennedy. Cuando unperiodista le pregunt: Qu piensa usted del asesinato del presidenteKennedy?, Malcolm respondera: the chickens come home to rost, unaexpresin inglesa que literalmente significa: los pollos vuelven al corraly que libremente podra interpretarse como el odio se vuelve hacia elmismo que lo provoca.

    El fenmeno de la Nacin del Islam fue ms social que religioso.Los musulmanes negros, bajo la direccin de Elijah Poole, que tom elnombre de Elijah Muhammad y siguiendo los dogmas esenciales delIslam, renunciaron a cualquier entendimiento con la comunidad blancade los EEUU. Con prensa propia (Muhammad speaks), numerosostemplos, explotaciones agrcolas, panaderas, supermercados yrestaurantes, confirieron al movimiento un carcter netamente poltico, sinabandonar los trminos de su organizacin religiosa. El abandono de lanave, en 1963, del propio Malcolm su portavoz ms popular y lamuerte de su director espiritual Elijah (1975) supuso la desintegracin delmovimiento como colectivo aglutinante de uno de los sectores msradicales de la comunidad negra. El sucesor de Elijah, su hijo Wallace,

  • rebautiz la Nacin del Islam como World Community of Islam in theWest (Comunidad Mundial del Islam en Occidente), centrando las nuevasactividades en las estrictamente religiosas y seculares. La nuevaorganizacin se abri desde 1978 y tras el reconocimiento de la CasaBlanca, a todas las razas.

    La dcada de los treinta, que conoce a Malcolm como a millones desus compaeros en la lucha diaria por la supervivencia, fue el inicio de laescalada fascista en Europa. La invasin de Etiopa por las tropas deMussolini (1935) servira como trampoln de apoyo para la unidad dediversos grupos de negros urbanos norteamericanos, que vean en ella lavictoria final del hombre blanco sobre el negro. Cuando el fhrer alemnse negaba a estrechar la mano de Jesse Owens y Ralph Metcalfe en losjuegos olmpicos de Berln, Malcolm acababa de ser detenido en Nebraskapor robar sandas. Su familia se haba habituado a comer, lo quedespectivamente constataban los asistentes sociales: hierba frita.

    En 1936 Philip Randolph fundara el National Negro Congress, loque va a resultar el embrin de las organizaciones integracionistas mayoritariamente interraciales y frecuentemente ligadas a comunidadesreligiosas y pacifistas. La multitudinaria marcha del 28 de agosto de1963 sobre Washington (200.000 personas por los derechos cvicosreunidas al pie del Lincoln Memorial) ser la mxima declaracin fsica deeste movimiento. Whitney Young, Martin Luther King, Eugene Blake,John Lewis, Roy Wilkins y el citado Randolph seran las cabezas visiblesde la lucha por la integracin. La gestacin organizativa de estasexpresiones se remontaba al Nigara Movement (1905) y al NAACP(1909).

    Para Malcolm, desde sus primeros discursos, el fracaso de larevolucin negra vena del peligro de sus propios compaeros de raza, aquienes l denominaba como Tos Tom: hablo de los negros que huyende sus miserables hermanos pisoteados; hablo de los negros que husmeanel olor de sus amos ladrando como perros. Hablo de los negros que tiene elespritu ms blanco, ms antinegro que los mismos blancos.

    Malcolm fue tremendamente crtico y mordaz con la campaa por laintegracin. La Nacin del Islam rehus participar en el movimiento porlos derechos civiles. Lderes blancos, entre ellos John Kennedy y el mismopresidente de la General Electric, se pusieron a la vanguardia de estemovimiento en su etapa final, y con un evidente nimo de capitalizarlo.

  • Hecho que produjo una fuerte divisin entre las organizaciones negras.La palabra integracin es una invencin de los liberales del Norte.

    No tiene ningn sentido. La integracin es una imagen, una pantalla dehumo fabricada por los zorros liberales del Norte para entretener laconfusin sobre las verdaderas aspiraciones del negro americano.

    La campaa por la integracin actu de separacin insalvable entreunos y otros. La prensa puso en una esquina a Martin Luther King, y en laotra a Malcolm X. A la postre, por caminos bien distintos, ambos seranasesinados por pistoleros a sueldo del FBI (las recientes investigacionesapuntan en esa lnea). Para los EEUU, el cristiano representaba larenovacin y adecuacin de las leyes federales, ampliando la cabida,mientras que el islmico encarnaba la revolucin.

    El hecho de que la Nacin del Islam, y muy en concreto Malcolm,criticaran tan arduamente la estrategia empleada en la campaa por losderechos cvicos, se configur como una barrera que aceler el alejamientoentre los musulmanes negros y las organizaciones de la izquierda clsicanorteamericana. Todava muchos de aquellos grupos, con ocasin delveinticinco aniversario del asesinato de Malcolm, han aireado estasdiferencias de visin en este aspecto de la lucha por la igualdad.

    Malcolm fue sumamente mordaz al respecto: De repente, los mismosblancos que antes se preocupaban por la Marcha, anunciaron suparticipacin: sera un acto democrtico. Sus declaraciones galvanizarona la burguesa negra, a los que en principio esta iniciativa les parecadeplorable. Pero ya que los blancos iban a participar... Los integracionistasnegros se atropellaron unos a otros para inscribirse los primeros. Lamarcha de los negros airados se haba vuelto chic. Haber estado era unacuestin de rango social. Lleg el gran da. Los viejos coches llenos denegros polvorientos, sudados y furiosos, se perdan entre los aviones areaccin, los vagones del tren y los autocares climatizados. Lo queoriginalmente deba ser una furiosa marea alta, acab siendo un rotranquilo, como escribi acertadamente un periodista ingls.

    La Segunda Guerra Mundial, para la comunidad negra, sera otroejemplo de que la segregacin alcanzaba todos los niveles sociales.Numerosos lderes negros seran encarcelados por negarse a serincorporados a filas. Y muchos de los que se sumaban fueron vctimas deataques de soldados blancos, en especial en los campamentos situados alSur.

  • Estos aos bsicos fueron especialmente duros para losafroamericanos. A la mayora slo le qued el recurso de la emigracin.Las estadsticas sociales de aquella poca demuestran que el racismoamericano, a pesar de encontrarse su Gobierno en una cruzada de risueonombre, era tan penetrante como para introducir la muerte por inanicin enel corazn del Primer Mundo. Durante esos aos muchos blancoscompetan por la miseria y ello hara que los disturbios y enfrentamientosse reprodujesen por doquier. Slo en 1943 se contabilizaron 242 motinesraciales en 47 ciudades diferentes. En Detroit, por ejemplo, al cabo decinco das de enfrentamientos que ocasionaran la paralizacin inclusode la produccin de guerra murieron 34 personas (25 negros y el restoblancos).

    En febrero de 1946, Malcolm X, sin haber cumplido an los veintinaos, fue condenado a diez aos de prisin por robo. En la calle losmovimientos negros haban dulcificado sus reivindicaciones esperandoencontrar, de esta manera, apoyos inmediatos. El fin de la Segunda Guerrallevara consigo la aparicin de una plyade de organizaciones ycolectivos, polticos, cvicos, sindicales y confesionales, que perseguan laigualdad racial. Truman cre, por vez primera, una comisin oficialinterracial, destinada a examinar los casos de segregacin fundados en elcolor de la piel. Esta actitud tena mucho que ver con los cambios polticosque se producan en todo el planeta. Las metrpolis retrocedan ante elimpulso de las hasta entonces colonias.

    Merze Tate ya haba sealado en 1943 que la paz que suceder a laSegunda Guerra Mundial no ser probablemente ms que un interludio una tregua antes de la guerra de razas y clases si Gran Bretaa y EEUUno modifican sus profesiones de fe. En el futuro orden mundial, la libertaddeber pertenecer a todos o a nadie.

    La conferencia constitutiva de Naciones Unidas (San Francisco, abrilde 1945), supuso, en esta lnea de esperanzas, un aporte tremendamenteimportante para las comunidades negras. No slo para ellas, sino para otrospueblos y culturas.

    Las potencias vencedoras esperaban, con Naciones Unidas, laconstitucin de un aparato que pudiese dar fin a la agresin germano-japonesa. Por contra, los pases colonizados confiaban en un organismo delque emanasen las garantas suficientes para que el reconocimiento de susderechos frente a los estados imperialistas no fuese diluido en retricas

  • institucionales. Algunos grupos fueron llamados a esta reunin inicial bajola cobertura de minoras observadoras. Entre ellos los negros americanosa travs de dos de sus organizaciones, la NAACP y las mujeres delNational Council of Negro Women. Hait, India, Liberia y Etiopaapoyaran las tesis de igualdad racial. En el otro lado quienes se mostrarandispuestos a continuar defendiendo la segregacin fueron Holanda, Blgicay Surfrica.

    La Carta de Naciones Unidas que surgi de estos primeros contactosfue bien explcita: Nuestra fe en los derechos fundamentales del hombre,en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de losderechos de hombres y mujeres, as como en las naciones grandes ypequeas (...), el respeto a los derechos del hombre y las libertadesfundamentales para todos, sin distincin de raza, sexo, lengua o religin.Las conclusiones, firmadas y estampadas por los nuevos y viejos estadosdel planeta, abrieron la puerta de la esperanza a las organizaciones denegros norteamericanos.

    Sin embargo el papel de la Carta fue humedecido inmediatamente porlos pases imperialistas. En el otoo de 1946, la naciente India llevaba a laONU una proposicin de condena a Surfrica por la discriminacin de estepas con respecto a los hinds. Gran Bretaa y los EEUU votaron en contrade la condena. Bien es cierto que hasta entonces ninguna de las dospotencias colonizadoras haba consentido en tratar la cuestin racial en losforos internacionales. El hecho de llevarlo a votacin a la ONU ya habasido valorado como una victoria por parte de sus precursores.

    Los avances internacionales animaron al National Negro Congress apresentar, un mes despus y en nombre del pueblo negro americano, unaproposicin a la ONU para que sta se declarase partidaria de ladesaparicin de la discriminacin poltica, econmica y social en losEstados Unidos. Los gobernantes yanquis vetaron la ventura institucionaladuciendo que ste era un problema interno en el cual la ONU, por esencia,no poda inmiscuirse.

    Estas intrigas dieron paso al inicio de la Guerra Fra. La primeranoticia de la recin inaugurada Voz de las Amricas (radio puesta enmarcha por el Departamento de Estado para que fuese oda en la URSS)haca referencia al linchamiento de un joven negro en Carolina del Sur. Erael genuino made in Amrica, smbolo de libertad y democracia.

    En esta cesin de espacios los EEUU redujeron la igualdad racial (an

  • los negros del Sur tenan prohibido el derecho al voto) al folklorismo. Apartir de entonces y hasta 1972, uno de los representantes del Estadoyanqui en UNESCO sera negro. En 1972 el representante negro, CharlesDiggs, dimitira de la delegacin para protestar por la polticanorteamericana en frica.

    En agosto de 1952, Malcolm X, con un traje nuevo y un montn deconsejos reinsertadores, dejaba la crcel tras haber hecho de ella unautntico centro de formacin poltico religioso. Su destino fue Detroit. Lasociedad americana con la que iba a tropezar estaba en perodo dederechizacin. El senador republicano por Wisconsin, Joseph McCarthyanunciaba, en febrero de 1950, que tena conocimiento de la existencia decomunistas en el seno del Departamento de Estado. Tal fantasiosaafirmacin no sera sino el preludio de una feroz campaa conservadoraque llevara poco despus a Dwight Eisenhower a la presidencia de losEEUU (enero de 1933). Las tibias medidas electorales de Truman, cincoaos atrs, tendentes a la eliminacin de barreras raciales fueron abolidas.Toda referencia a la igualdad en los derechos era tachada de comunistapor los comits mccarthyanos. El color negro y el rojo se acercaron.

    En consecuencia el Ku Klux Klan reapareci de formaextremadamente violenta, reproduciendo sus esquemas a lo largo de toda ladcada 50-60. La sentencia del Tribunal Supremo (1954) en el sentido dereafirmarse en que la segregacin en las escuelas pblicas eraanticonstitucional, fue la excusa esgrimida por la mayor parte de lapoblacin blanca del Sur para arremeter contra los ciudadanos negros. Cienmiembros de la Cmara de Representantes invitaron a la poblacin adesobedecer la sentencia del Supremo, lo que provocara centenares deagresiones y asesinatos.

    Incluso amplios sectores de la guardia nacional se sumaron a lasprotestas impidiendo fsicamente el acceso de nios negros a las escuelas.El tono excesivamente lento de las reformas raciales hizo exclamar alescritor negro James Badwin: al ritmo al que van las cosas, toda fricaser libre antes de que podamos tomarnos una maldita taza de caf.

    En Misisip, Lousiana, Georgia, Carolina del Sur, Alabama y otrosestados, la violencia blanca, con total impunidad, era el nico argumento afavor de la supremaca racial. A travs del KKK, de la misma polica o delos Consejos de Ciudadanos Blancos (el KKK de los barriosdistinguidos, como los definira John Franklin), las muertes de los

  • defensores de la igualdad racial se reprodujeron con una facilidad pasmosa.Millones de americanos medios asistan gustosos a la matanza en defensade su papel ario.

    La actitud del NAACP y de la recin creada Southern CristianLeadership Conference (dirigida por Martin Luther King) se dirigi haciala justicia, a travs de una cuidada tctica de ataques jurdicos, junto a unamasiva campaa de boycot que dio sus primeros frutos en Mongomery(Alabama) en 1955. Unos y otros fueron tachados de comunistas lo querestringi la capacidad operativa legal de estos grupos. La intimidacincontra los negros y la lentitud en los resultados provoc una serie deenfrentamientos dialcticos entre Roy Wilkins dirigente del NAACP yel propio Luther King, que llegaron a disputarse espacios y subvencioneseconmicas a sus campaas.

    Malcolm X no se qued atrs en estas discusiones: El amo cogi aTom y lo visti bien, lo aliment bien y hasta le dio un poquito deeducacin; le dio una levita y un sombrero de copa e hizo que todos losotros esclavos lo miraran con respeto. Entonces utiliz a Tom paracontrolarlos. La misma estrategia que se usaba en aquellos tiempos la estusando el mismo hombre blanco. Coge a un llamado negro y lo haceprominente, le da una estatura, le hace publicidad, le convierte en unacelebridad. Y entonces ste se convierte en vocero de los negros y en ldernegro.

    Los Black Muslims continuaron ganando militantes para su causa. Lasacciones de los musulmanes, al igual que las de los pacifistas tomaranformas ms directas y radicales. La resistencia masiva y el boicot llevarna la crcel a miles de manifestantes y les condenaron a penas de variosmeses de trabajos forzados. En Nueva York y Filadelfia piquetes de negrosintentaron parar las empresas financiadas por el Estado que se negaban aemplearles como trabajadores en razn del color de su piel. Los Angeles,Boston, Chicago... fueron otros escenarios de las protestas.

    En 1955 varios lderes negros fueron asesinados en Misisip. El KKKactuaba con absoluta impunidad bajo cobertura policial y judicial enel apogeo de las campaas de desobediencia civil. El paro entre lapoblacin negra haba aumentado en los ltimos cinco aos en un 300%.Los asesores del presidente Eisenhower alertaron a ste de lo que en susanlisis de laboratorio se configuraba como una situacinprerevolucionaria. Sera en la dcada de los sesenta cuando las

  • expectativas de un cambio profundo adquiriran mayor consistencia (el FBIy la CIA estaran implicados en multitud de asesinatos destinados adescabezar los grupos progresistas). Estos ltimos aos de los cincuentadejaran constancia del enfrentamiento racial y clasista que se augurabacon intensidad creciente. Ante la gravedad de la situacin Eisenhowerapost fuerte para que en 1957 fuese aprobada por la Cmaranorteamericana una ley de derechos civiles. La primera de esta ndole en lahistoria de los EEUU.

    Sin embargo la innovadora ley era sumamente vaga e incompleta.Eisenhower pretenda con ella dividir el movimiento negro y ganar tiempofrente a las prximas elecciones presidenciales que se presentaban enmedio de la consolidacin definitiva de los EEUU como primera potenciamundial. En la sociedad americana el new deal conformara y asentaracomo ciertos muchos de estos tpicos que retratan la vida cotidiana en losestados de la Unin. En este lanzamiento social, la esperanza de vida paraun negro continuaba diez aos por debajo de la del blanco, lo que, a pesarde los nuevos horizontes abiertos, pona de relieve las profundasdiferencias.

    Malcolm definira certeramente las expectativas de estos aos:Cualquier estallido racial que tenga lugar en este pas actualmente, noser un estallido racial que pueda quedar encerrado dentro de las costas delos Estados Unidos. Ser un estallido racial que podr prender la chispa delpolvorn que existe en todo el planeta que denominamos Tierra. Creo queestara de acuerdo en aceptar que de las masas de piel oscura de frica,Asia y Amrica Latina se rezuma ya la amargura, la animosidad, lahostilidad y la impaciencia con la intolerancia racial que hanexperimentado en sus propias carnes a manos del Occidente blanco.

    Malcolm se estaba refiriendo a los que los propios servicios secretosnorteamericanos bautizaran como el efecto domin. Efectivamente,entre 1957 y 1965, treinta y seis antiguas colonias africanas recibiran suindependencia oficializada por la ONU.

    En esta poca la actividad del nuevo Malcolm, nacido al Islam tras supaso por la prisin, se volc en la organizacin y expansin de losMusulmanes Negros. Miles de compatriotas, musulmanes o no, asistan alos actos dirigidos por el lder religioso Elijah Muhammad en cualquierpunto de la Unin. En un principio estos mtines fueron prohibidos a losblancos (excepto periodistas). En la entrada se vigilaba que los asistentes

  • no portasen tabaco ni alcohol.La Nacin del Islam, como actuacin poltica prioritaria, acorde con

    sus presupuestos religiosos, centr gran parte de sus fuerzas humanas enprogramas de desintoxicacin. Malcolm repeta constantemente que ladroga y su penetracin era alentada por actitudes policiales perfectamentediseadas, cuyo fin ltimo era destrozar las organizaciones negras: No espura casualidad que haya ms droga en Harlem que en cualquier otraciudad o barrio del hemisferio occidental. El color y la droga estnntimamente unidos.

    La primera fase de los programas de desintoxicacin auspiciados porla Nacin del Islam se centraba en la misma propaganda antidroga. Elmusulmn contaba Malcolm explica que la droga se utiliza siemprepara escapar de algo; que la mayora de los drogados negros quierenescapar de su situacin de negros en una Amrica blanca. Pero en realidadel negro que se droga presta un servicio al blanco ya que le proporciona laprueba de que el negro no vale nada.

    Malcolm consigui atraer la mirada de los ghettos norteamericanos.Sus mtines atraan diez veces ms de oyentes que los organizados porotros lderes negros. De esta manera se convirti, en poco tiempo, en la vozreferencial ms atractiva con la que se identificaban las comunidadesnegras ms desposedas. El inspector jefe de la polica de Nueva Yorklleg a afirmar sobre l: Ningn hombre debera tener tanto poder. Laprensa aadira que era el nico negro capaz de desencadenar o dedetener un motn.

    Para conectar con las capas ms bajas de la sociedad, Malcolm nohaba hecho sino estar en contacto directo con ellas; no haber cambiadosiquiera de hbitos y costumbres, a pesar de esa transformacin profundaen sus convicciones religiosas. Esa fue la clave, que a la postre, le llevaraa enfrentarse directamente con el director de la Nacin del Islam, ElijahMuhammad.

    Estas diferencias ya se pusieron de manifiesto en 1961, cuandoexplot una bomba en la iglesia cristiana de Birmingham (Alabama),matando a cuatro nias negras. Entonces Malcolm realiz unas dursimasdeclaraciones que le valieron una reprimenda de su jefe Elijah, quien leorden que en adelante se mantuviera ms discreto. Dos aos despus, el24 de noviembre de 1963, la Nacin del Islam prohibira hablar en sunombre a Malcolm. Unos das ms tarde, un negro musulmn al que haban

  • ordenado colocar bajo el coche del proscrito una bomba, advierte aMalcolm de las rdenes que haba recibido. Era el momento del divorciototal. Malcolm escribira: No tema a la muerte. La traicin era muchopeor. Podra concebir la muerte en rigor. Pero traicionar era inconcebiblepara m.

    Apartado de la Nacin, las tareas organizativas de Malcolm sedirigiran hacia la formacin de un colectivo que contribuyera a mejorar lasalud del hombre negro. Esta decisin la tomo despus de conocer algunosdatos estadsticos sobre sus compatriotas: la poblacin negra, un diez porciento de la estadounidense, consuma el 40% de todo el whisky importadopor los USA.

    La ruptura de Malcolm con la Nacin del Islam no supuso elabandono de sus ideas religiosas, aunque s, en otro aspecto, liber alrecin expulsado de multitud de tareas proselitistas. Lo que a la postreredundara en una mayor actividad por su parte. Malcolm decidira por smismo, sin tener que consultar la conveniencia de sus actuaciones para elmovimiento. Viajara a La Meca (Amrica necesita comprender el Islamporque es la nica religin que ignora el racismo) y Egipto. Conposterioridad efectuara una visita a la mayora de los nuevos estadosafricanos.

    En los Estados Unidos, la eleccin de John Kennedy, en 1960,significara el comienzo de un nuevo proceso para las comunidades negras.En realidad, Kennedy no iba a solucionar los eternos problemas de fondosobre la igualdad, pero sus promesas electorales lograron que muchosnegros diesen su voto al candidato demcrata. El nombramiento de unrepublicano, Robert McNamara como secretario de Defensa, vendra aconfirmar que en poltica exterior los gringos se iban a comportar con suhabitual prepotencia. Vietnam fue el ejemplo ms clarificador.

    En el interior de los Estados Unidos, Kennedy se pondra a la cabezapropagandsticamente del movimiento de los derechos cvicos. Sinembargo las anunciadas reformas no estuvieron a la altura que se habananunciado. El pas, segn anotaba Michall Harrington en su libro Theother America, contaba con 50 millones de pobres, muchos de ellos con elnegro como color de su piel.

    Las medidas prometidas por el equipo de Kennedy en campaa,relativas a la igualdad racial, no se cumplieron. Cierto nmero de negrosfueron nombrados para ocupar puestos polticos de relevancia mientras en

  • la calle la segregacin era una actitud diaria. La legislacin apenas fueremodelada, y los Kennedy (el hermano del Presidente, Robert, eraMinistro de Justicia) eludieron sus responsabilidades, haciendo caer elpeso de la estrategia en los Tribunales.

    A principios de los sesenta, el Sur se vio sacudido por una oleada demarchas por la libertad, sit in y campaas de boicot, organizadas pordistintos grupos reivindicativos de la igualdad racial. El proyecto de ley deKennedy a favor de la igualdad de derechos quedara estancado en elCongreso. La muerte del Presidente, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas,hara de la iniciativa papel mojado. Malcolm no crey en el futuro de estasreformas: Mientras estos negros escogidos estaban dndose la buenavida, codendose con los blancos, sentndose en Washington DC, lasmasas de gente negra en este pas seguan viviendo en los tugurios y en losghettos. Las masas de gente negra en este pas siguen yendo a las peoresescuelas y obteniendo la peor educacin.

    La propia toma de conciencia de las poblaciones negras, los lmites dela democracia a la americana, y la misma ofensiva del KKK y la polica afavor de la segregacin racial hicieron de los aos sesenta una poca derevolucin para los negros americanos. En julio de 1964, tres jvenesmilitantes blancos por los derechos cvicos desaparecieron despus de serdetenidos en un control policial en Misisip. Das despus aparecieron suscadveres acribillados a balazos. Sus asesinos policas jams serandetenidos. De junio a octubre del mismo ao, veinticuatro iglesias negrasfueron destruidas en el mismo estado de Misisip. George Wallace,gobernador de Alabama, se presentaba como la cabeza visible queinstigaba a la represin.

    Lyndon B. Johnson sera el encargado de continuar la poltica de JohnKennedy tras el asesinato de ste. En 1964 se aprobara definitivamentepor el Congreso la ley de derechos civiles, algo as como una ley para laproteccin del derecho a voto y poco ms. Aunque la aprobacin delproyecto fue presentada como histrica e innovadora, las exigencias yexpectativas de los negros quedaban sin colmar.

    El movimiento por la integracin, liderado por Martin Luther King,tocaba su techo en la concentracin del Memorial Lincoln en 1963.Entonces su tica no-violenta fue perdiendo paulatinamente influencia, amedida que la sociedad multirracial, pretendidamente igualitaria, ibatomando cuerpo legal. Ninguno de los problemas ancestrales haba sido

  • solucionado. nicamente, como Malcolm y otros lderes habanvaticinado, se trataba de un maquillaje externo.

    Los negros americanos comenzaron a llenar de contenido el trminode revolucin. Malcolm era consciente de ello, y para justificar laposibilidad de profundos avances, echaba mano del exterior: Tambin en1964 el pueblo oprimido de Vietnam del Sur y toda esa zona del sudesteasitico logr repeler a los agentes del imperialismo. Pequeosagricultores de arroz, campesinos con un fusil, enfrentndose a esealtamente mecanizado equipo blico: aviones a reaccin, napalm, buquesde guerra, todo lo dems. Y no pueden hacer retroceder a esos agricultoresde arroz hasta donde quisieran. Alguien est despertando.

    Las optimistas ideas de Malcolm no hacan sino calar profundamenteen sus oyentes, que llenaban por doquier cualquier acto donde su presenciaestuviese anunciada. En todos los rincones norteamericanos la figura deMalcolm lleg a adquirir una importancia referencial tan destacada que losservicios secretos decidieron actuar. En el Estado francs, y ello debido ala internacionalizacin de la causa negra, los dirigentes negros prohibieronla entrada a Malcolm.

    El mismo desembarazado totalmente del lastre de la Nacin delIslam avanzaba en la idea de una organizacin armada negra comovanguardia revolucionaria: Soy partidario de la violencia si la no-violencia slo nos conduce a alargar indefinidamente la solucin delproblema negro, bajo pretextos de evitar la violencia.

    El verano del 64 sera calificado como largo y clido. En Harlem yen otras ciudades americanas, la dinamita negra explotaba como era deesperar. La prensa nombraba a Malcolm como el smbolo de la revolucinnegra. Malcolm matizaba el lenguaje: Cuando los adolescentes blancos deNueva York cometan asesinatos, era un problema sociolgico. Perocuando los adolescentes eran negros, las potencias americanas buscaban aalguien para colgar.

    El 29 de mayo de 1964, en Nueva York, Malcolm ira ms lejos quenunca en su defensa de la violencia revolucionaria frente a los trescientosaos de esclavismo promovido por los blancos: Van a ver un terrorismoque les va a aterrar; y si creen que no lo van a ver, estn tratando de cerrarlos ojos ante el desarrollo histrico de todo lo que estn pasando en esteplaneta. Van a ver otras cosas.

    En la madrugada del 13 de febrero de 1965 la vivienda de Malcolm en

  • Nueva York fue incendiada. El 21 de febrero Malcolm X iba a ofrecer unmitin en el Audubon Ballroom de Harlem. Cuando se dispona a hablar,tres hombres descargaron simultneamente sus armas contra l. Muri alinstante.

    Las predicciones de Malcolm se cumpliran al poco de su muerte. En1966, Huey Newton y Bobby Seal fundaron una organizacin a la quellamaran Black Panthers. Los propios discursos de Malcolm, as comolos recientes trabajos de Frantz Fann, fueron las primeras aportacionestericas al movimiento que sera denominado como nacionalismorevolucionario, basado en la autodefensa armada.

    Los Black Panthers o Panteras Negras, fueron un hito importantedentro de la historia de los Estados Unidos. Por todo el territorionorteamericano se haban producido estallidos de violencia. Una comisinde investigacin sobre estos levantamientos, creada por el presidenteJohnson, reseaba que la violencia estaba provocada por las fuerzas depolica y cuya raz se encuentra en el racismo blanco que impregna todoslos aspectos de la vida americana.

    El 4 de abril de 1968, Martin Luther King sera asesinado en un motelde Menphis. Como en la muerte de Malcolm, las investigacionesposteriores han desvelado que el Gobierno de los Estados Unidos, a travsde su polica secreta, el FBI, estuvo involucrado en ambos asesinatos.Malcolm los haba vaticinado: Mi voz no es ms que una de tantas, peronuestro objetivo ha sido siempre el mismo. Es verdad, mis mtodos sonradicalmente opuestos a los de Martin Luther King, apstol de la no-violencia (doctrina que tiene el mrito de poner de relieve la brutalidad delos blancos). Pero en la atmsfera que reina actualmente en Amrica, mepregunto cul de los dos 'extremistas', el 'violento' Malcolm X o el 'no-violento' Dr. King, morir primero.

    En mayo de 1990, con motivo del XXV aniversario del asesinato deMalcolm X, se celebraba en La Habana un Congreso Mundial sobre lafigura del lder negro. A l asistieron gentes de muy diversos puntos delplaneta, que atestiguaron los valores y aportes de Malcolm a la solidaridadinternacional. No es casualidad que en los escasos cinco aos que elMovimiento de la Nueva Joya, dirigido por Maurice Bishop, estuvo en elpoder en Grenada, Malcolm X (cuya madre era oriunda de esta islacaribeo), fuese considerado, junto a Augusto Csar Sandino, Che Guevaray otros, como Hroe Nacional.

  • Sus ideas, recuerdos, experiencias y discursos, adquieren hoy y desdeEuskal Herria, la importancia y validez de un trabajo en profundidad.Cuando alguien presenta sus problemas delante de la ONU decaMalcolm X cualquiera, en cualquier parte del mundo, se puedeconvertir en aliado. En la solidaridad est el futuro y la emancipacin delos pueblos oprimidos. Como la razn, la historia tambin est de nuestrolado.

    IAKI EGAA

  • Notas sobre Malcolm X por M. S. Handler

    Poco antes de anunciar su ruptura con Elijah Muhammad, Malcolm X mevino a visitar. La seora Handler no le haba visto nunca.

    Tengo la impresin de haber estado tomando el t con una panteranegra, declar cuando Malcolm se hubo marchado.

    Era la expresin exacta. La pantera negra es un aristcrata en el reinode los animales. Es hermosa. Peligrosa. Malcolm X tena el aspecto, laconfianza en s mismo, del aristcrata de nacimiento. Y era un hombrepeligroso. Nadie ha engendrado nunca como l el odio y el miedo en elhombre blanco. Ya que el hombre blanco saba que Malcolm X no sedejaba vender.

    La primera vez que vi a Malcolm fue en el restaurante musulmn deHarlem. Le esper mucho tiempo entre el silencio general. Yo era el nicoblanco del restaurante. La atmsfera era algo asptica. Carteles que decanSe prohbe fumar, estaban pegados a los limpsimos cristales.

    Tend la mano a Malcolm X. La suya vino lentamente. Comprend queese gesto le era penoso, pero, nobleza obliga, y lo hizo. Era alto, bienformado, impresionante. Su piel era de color de bronce.

    Discutimos durante tres horas. Sus opiniones sobre los blancos erandesoladoras, pero en ningn momento me hizo pensar que como individuoyo tambin era culpable.

    Expuso sus ideas claramente, como lo hace un hombre que reflexiona.Lo que ms me sorprendi fue su fe en la doctrina de Elijah Muhammadsobre los orgenes del hombre, en la teora gentica que tiende a demostrarque el negro es superior al blanco, etc..

    Desde este primer encuentro comprend que haba dos Malcolm, elprivado y el pblico. Sus actuaciones en la televisin o en los grandesmeetings eran, me atrevo a decir, aterradoras. La manera en queplanteaba y ordenaba lgicamente los hechos tena algo de diablica. Erauna nueva dialctica. Aterrorizaba a los telespectadores blancos, derribabaa sus adversarios negros, pero obtena reacciones muy importantes de los

  • espectadores negros. Muchos de sus adversarios negros acabaron pornegarse a tomar la palabra al mismo tiempo que l. Turbaba a los oyentesblancos, los confunda. Los blancos se sentan amenazados por Malcolm X.

    Atraa especialmente a dos grupos muy diferentes de negros: lasmasas desheredadas y toda la galaxia de negros escritores y del mundo dela escena. La burguesa negra, los negros establecidos, odiaban y temana Malcolm X tanto como l les despreciaba.

    Los negros miserables tenan a Malcolm el mismo respeto quemuestra un nio difcil a su abuelo. Era extrao y emocionante pasearsepor Harlem con Malcolm X. Todo el mundo le conoca. La gente le lanzabamiradas sobrecogidas. A veces los nios negros le pedan un autgrafo.Siempre me ha parecido que en Harlem le queran porque, an habindoseconvertido en una personalidad a escala nacional, Malcolm segua siendoel hombre del pueblo y no le traicionara nunca. Los negros vean enMalcolm un hombre que tena una misin. Conocan sus antecedentes y seidentificaban con l, a travs de ellos. Conocan sus crmenes, su registropenal, sus aos de prisin, que Malcolm no trat nunca de ocultar. Mirabana Malcolm con una especie de maravillado asombro. Era un hombre delmismo arroyo en que ellos an se agitaban, que haba triunfado sobre elcrimen, sobre la ignorancia para convertirse en un leader, era unportavoz enrgico, y el campen intratable de su pueblo.

    Muchos no compartan sus convicciones religiosas, pero vean en elpuritanismo de Malcolm un reproche permanente. Malcolm se habaliberado por s solo de todos los vicios que afligen a los negrosdesheredados: la droga, el alcohol, el tabaco, sin hablar de los delitos. Suvida privada era inmaculada, de un puritanismo inconcebible para la masa.Malcolm haba realizado, en la tierra, en su propia vida, ese sueo: laredencin del hombre. Y los negros lo saban.

    Encontraba las palabras para definir la miseria y las aspiraciones delas masas desheredadas como stas mismas no podan hacerlo. Al atacar alhombre blanco, Malcolm no se entregaba en modo alguno a un ejercicio deestilo. Haca por los negros lo que ellos no podan hacer por s mismos:atacaba con una virulencia y una clera que eran los portavoces de siglosde opresin.

    Muchos negros, escritores y artistas que son hoy personalidades deprimer plano en los Estados Unidos, reverenciaban a Malcolm X por susinceridad intransigente, su negativa a todo compromiso, su bsqueda de

  • una personalidad que su pueblo haba perdido cuando los blancos se lollevaron encadenado de frica. Los escritores y los artistas consideraban aMalcolm como un gran catalizador, como el hombre que inspiraba unagran admiracin y una entrega total a millones de oprimidos.

    Algunos de estos artistas se reunieron un domingo por la tarde en micasa. Hablamos de Malcolm. Malcolm no nos traicionar nunca, dijouno de ellos. Hemos sufrido demasiado, en el pasado, a causa de lastraiciones.

    En 1964, Malcolm cambi de actitud respecto al hombre blanco. Estecambio contribuy a su ruptura con Elijah Muhammad y sus doctrinasracistas. La erupcin meterica de Malcolm X en la escena nacional lepermiti frecuentar a blancos que no eran los diablos que l habacredo. Muy solicitado en las universidades del Este, hablaba siempre muyrespetuosamente y con un cierto asombro de las reacciones positivas quehaba obtenido de los estudiantes blancos.

    Sus horizontes se ensanchaban a medida que aumentaban sus dudassobre la autenticidad de la versin muhammadiana del Islam. Ms tarde,estas dudas se convirtieron en certezas. Las prcticas extrarreligiosas deElijah Muhammad en Chicago hirieron profundamente a Malcolm.

    Las balas de los asesinos pusieron fin a la breve carrera de Malcolmen el mismo momento en que acababa de reconocer que los negros eranuna parte integrante de la comunidad americana concepcindiametralmente opuesta a las doctrinas separatistas de Elijah Muhammad. Malcom empezaba a retroceder. Estaba a punto de redefinir sus ideassobre los Estados Unidos y sobre las relaciones entre blancos y negros. Yano atacaba a los Estados Unidos, sino a una parte de los Estados Unidos,que representaban abiertamente los que mantenan la supremaca blanca enel Sur y, disimuladamente, los que la mantenan en el Norte.

    Malcolm quera dirigir a los militantes negros hacia nuevas victoriasen la lucha contra la supremaca blanca en el Sur y en el Norte. En losltimos meses de su vida, el problema negro, al que siempre habaconsiderado como un problema blanco, empezaba a tomar para l nuevadimensin.

  • AUTOBIOGRAFA

  • Pesadilla

    CUANDO mi madre me llevaba en su vientre, una banda de caballeros delKu-Klux-Klan, encapuchados, entr en nuestra casa de Omaha (Nebraska).Era de noche. Empuando sus fusiles y carabinas, rodearon la casa yordenaron a mi padre que saliese. Mi madre fue a abrir la puerta de laentrada. Se coloc de manera que su estado quedara en evidencia, y dijoque estaba sola con sus tres hijos pequeos, y que mi padre haba salido:estaba predicando en Milwaukee. Los hombres del Klan profirieronamenazas, advertencias; era mejor que nos furamos de Omaha, dijeron,porque el buen pueblo cristiano blanco no soportara la manera en quemi padre fomentaba discordias entre los negros buenos de Omahapredicando el retorno al frica preconizado por Marcus Garvey.

    Mi padre, el Reverendo Earl Little, era un pastor bautista, y militabaen la Asociacin Universal por el Progreso de los Negros1 de MarcusGarvey. Con la ayuda de discpulos como mi padre, Garvey, cuyo barriogeneral estaba situado en Harlem (Nueva York), levantaba el estandarte dela pureza de la raza negra y exhortaba a las masas negras para quevolvieran a frica, tierra de sus antepasados. Esto haca de Garvey el negroms discutido del mundo.

    Chillando y amenazando an, los caballeros del Klan espolearon a suscaballos y galoparon alrededor de la casa, rompiendo todos los cristalesque pudieron con la culata de sus fusiles. Despus se perdieron en la noche,con sus antorchas encendidas, con la misma rapidez con que haban venido.

    A su regreso, mi padre fue puesto al corriente y se encolerizmuchsimo. Decidi esperar mi nacimiento, muy prximo, para marcharse.No s por qu tom esta decisin: mi padre no era un negro miedoso, comolo eran entonces la mayora, y como lo son todava ahora muchos. Mipadre era un hombre muy alto, meda un metro noventa y seis, y era muynegro. Slo tena un ojo. Nunca he sabido cmo perdi el otro. Originariode Reynolds, en Georgia, dej la escuela al cabo de tres aos, o quizscuatro. Crea, como Marcus Garvey, que los negros americanos noconseguiran nunca la libertad, la independencia y la consideracin enAmrica, y que deban por tanto dejarla para el hombre blanco y volver asu tierra de origen, frica. Mi padre haba visto morir violentamente a

  • cuatro de sus seis hermanos, tres de ellos a manos de los blancos. Unohaba sido linchado. Esta era una de las razones por las que haba decididoarriesgarse y consagrar su vida a la propagacin de sus ideas. Lo que mipadre no poda saber es que de los dos hermanos que le quedaban, slo mito Jim morira en la cama, de muerte natural. Mi to Osear caera pocodespus bajo las balas de los policas blancos del Norte. El mismo seratambin abatido por los blancos.

    Siempre he pensado que yo tambin morir de muerte violenta. Hagotodo lo que puedo para estar preparado.

    Yo era el sptimo hijo de mi padre. De un matrimonio anterior, habatenido tres hijos. Ella, Earl y Mary, que vivan en Boston. Conoci y secas con mi madre en Filadelfia, donde naci su primer hijo, Wilfred. DeFiladelfia, mis padres se trasladaron a Omaha, donde Hilda, y despusPhilbert, vinieron al mundo.

    Luego, lleg mi turno. Mi madre tena veintiocho aos cuando yonac, el 19 de mayo de 1925, en un hospital de Omaha. Despus, mi familiase traslad nuevamente y Reginald naci en Milwaukee. De pequeo, tuvouna dificultad en la hernia que le marc para toda la vida.

    Mi madre, Louise Little, nacida en Granada, en las Antillas britnicas,tena la piel casi blanca. Su padre era blanco. Tena el pelo negro pero lisoy no hablaba como los negros. De su padre blanco, lo nico que s es quese avergonzaba de l. Me acuerdo que un da dijo que se alegraba de nohaberle conocido. Es debido a l, naturalmente, el que yo tengo la piel msbien rojiza que negra, y el cabello del mismo color. Soy ms claro quetodos mis hermanos (Ms tarde, en Boston y en Nueva York, yo sera unode esos millones de negros lo suficientemente locos como para imaginarseque su color claro simbolizaba su standing, su rango en la jerarqua delcolor; pero en realidad no es ms que la suerte de haber nacido as. Sinembargo, enseguida, empec a odiar cada gota de sangre que tengo delhombre blanco que viol a mi abuela).

    Mi familia estuvo muy poco tiempo en Milwaukee; mi padre busc unlugar en el que pudiramos cultivar nosotros mismo algo con quealimentarnos, donde l pudiera abrir un negocio. Marcus Garveypreconizaba la independencia del hombre negro. Mi familia se traslad, nos muy bien por qu, a Lansing (Michigan). Mi padre compr una casa yenseguida, como tena por costumbre, empez a predicar a diestro ysiniestro en las iglesias negras bautistas de los alrededores; durante la

  • semana propagaba por todas partes la palabra de Marcus Garvey.Haba empezado a ahorrar para comprar el negocio que siempre haba

    deseado cuando, unos negros imbciles, los Tos Tom2 de costumbre,avisaron a los blancos de que propagaba ideas revolucionarias. Esta vez fuela Legin Negra, organizacin local que predica el odio racial, la que leamenaz y le orden que se marchase. Los legionarios llevaban vestidosnegros y no blancos. Muy pronto, aparecieron por todas partes donde seencontraba mi padre y se burlaban de ese negro que quin se cree quees?, que quera tener un negocio, que viva fuera del barrio negro deLansing, que fomentaba discordias e incitaba a los buenos negros a larebelin.

    Al igual que en Omaha, mi madre estaba encinta, esta vez de mihermana pequea. Poco despus del nacimiento de Yvonne ocurri lanoche de la pesadilla de 1929, mi primer recuerdo doloroso. Recuerdo quefui despertado bruscamente por una tremenda cacofona de disparos ygritos. Una cortina de humo y de llamas me envolva. Era mi padre quiengritaba a los blancos que haban quemado la casa y huan a toda prisa, yquien les disparaba. A nuestro alrededor, la casa arda. Todos los miembrosde la familia corran, tropezaban, caan unos sobre otros huyendo de lasllamas. Mi madre, que tena al beb en sus brazos, lleg justo a tiempo alpatio; despus la casa salt entre una lluvia de chispas. Recuerdo que nosencontramos fuera, en plena noche, en camisn, llorando y gritando contodas nuestras fuerzas. Los policas, los bomberos blancos, estaban all;vieron arder la casa hasta que no qued nada.

    Mi padre consigui que algunos amigos nos dieran ropa y nosalbergaran provisionalmente; despus nos instal en otra casa, en lascercanas de Lasingn-Est. En aquella poca los negros no tenan derecho aentrar en una ciudad por la noche. En Lansing-Est se encuentra launiversidad del Estado de Michigan. Expliqu esta historia a losestudiantes cuando fui a dar una conferencia en enero de 1963 (y a ver a mihermano que haca mucho tiempo que no vea, y que estaba all preparandosus oposiciones de psicologa). Les expliqu que en Lansing-Est noshicieron la vida tan imposible que tuvimos que trasladarnos de nuevo, enplena campaa esta vez, a unas dos millas de la ciudad. Es all donde mipadre construy por sus propios medios una casa de cuatro habitaciones.De este nuevo perodo y de esta casa en la que empec a crecer tengorecuerdos ms precisos.

  • Recuerdo que despus del incendio la polica cit a mi padre y leinterrog sobre la pistola con la que haba disparado a los blancos quehaban quemado la casa: tena permiso para llevar armas? La policaestaba siempre en casa, registrndolo todo, slo para comprobar o parabuscar la pistola. Esa pistola, que nunca encontraron, y para la que lenegaban un permiso, estaba cosida en una almohada. Pero mi padre habadejado a la vista su carabina 22 y su fusil de caza; todo el mundo los tenapara cazar pjaros, conejos y otros animales.

    Mi padre y mi madre se entendan cada vez menos. No estaban casinunca de acuerdo, segn parece. A veces mi padre pegaba a mi madre,quizs porque ella era relativamente instruida. De dnde haba sacado sueducacin, no lo s. Pero me imagino que una mujer instruida no puederesistir la tentacin de reprender a un hombre que no lo es. A veces, cuandoella adoptaba ese tono de reproche como debe ser, l le pegaba.

    Mi padre se mostraba agresivo con todos sus hijos, excepto conmigo.Pegaba salvajemente a los ms mayores por infraccin al reglamento yste tena tantas reglas que era imposible conocerlas todas. Era casisiempre mi madre quien le daba el ltigo. He reflexionado mucho sobreesto. En realidad creo que los blancos haban lavado tanto el cerebro de mipadre que inconscientemente tena tendencia, aunque fuese antiblanco, afavorecer a los que tenan la tez ms clara, y la ma era la ms clara detodas. Esta preferencia viene directamente de la tradicin esclavista quequiere que el mulato sea mejor, porque es ms blanco.

    Me acuerdo tambin de mi padre cuando predicaba. No tuvo nuncauna iglesia propia; era un pastor ambulante. Recuerdo su sermnpreferido: Hay un pequeo tren negro en el horizonte... y tenis que estarpreparados para cuando pase!. Supongo que este tema estaba relacionadocon el Retorno a frica de Marcus Garvey, el del tren negro para el pasnatal.

    A mi hermano Philbert, nacido poco antes que yo, le gustaba mucho laiglesia, pero a m la iglesia me pona nervioso y no entenda nunca nada.Me quedaba all sentado, con los ojos en blanco, mientras mi padre gritabay saltaba de su silla y los fieles gritaban tambin, entregndose en cuerpo yalma al canto y a la plegaria. A esa edad, yo ya no poda creer en un Cristodivino. Los hombres de iglesia no me infundan ningn respeto.

    Como pastor, mi padre estaba en contacto permanente con los negrosde Lansing. Se encontraban en una situacin muy triste, puede creerme. Y

  • se encuentran todava, pero de otra manera. Quiero decir con esto que noconozco ninguna otra ciudad que tenga un nmero tan elevado de negrosburgueses, como se dice normalmente, satisfechos de s mismos y llenosde ideas falsas el tipo de negro integracionista, obsesionado por sustanding y por su apariencia de riqueza (Hace poco, me encontraba en unpasillo de las Naciones Unidas, hablando con un embajador africano y suesposa, cuando se me acerc un negro y me dijo: Me conoce?. Mequed muy sorprendido y pens que se trataba de alguien de quien debaacordarme. En realidad, era uno de esos negros de Lansing, fanfarrones,serviles, burgueses. No me hizo ninguna gracia. Esta clase de negros seabstenan de todo contacto con los africanos, hasta el da en que se puso demoda tener amigos africanos, y esta relacin se hizo simblica de un ciertostanding, incluso para los negros burgueses).

    Cuando yo era nio, los negros de Lansing que haban triunfadoeran camareros o limpiabotas. El empleo de janitor3 en un gran almacndel centro era el ms cotizado. La verdadera lite, los portavoces de laraza negra, eran los camareros del Country Club4 de Lansing o loslimpiabotas de la Cmara de diputados del Estado de Michigan. Losescasos negros que tenan un poco de dinero eran especialistas en juegos deazar, gerentes de casinos, o vivan de una manera u otra a espaldas de losms pobres, es decir, de la masa. Ni la fbrica de Oldsmobile, ni la de Reo,instaladas en Lansing, admitan negros (Hubo que esperar la guerra paraque la fbrica de Reo emplease algunos janitors de color). Pero la mayorade negros de Lansing figuraban en las listas de indigentes socorridos por elEstado o se moran de hambre.

    En aquella poca, nosotros disfrutbamos de una situacinrelativamente buena. Como vivamos en el campo, tenamos nuestro propiohuerto. Vivamos mucho mejor que los negros ciudadanos que, mientras mipadre pronunciaba su sermn, esperaban el man que haba de llegar delcielo o el paraso del otro mundo (el de aqu abajo estaba reservado a losblancos).

    S que las colectas de mi padre nos alimentaban y nos vestan casisiempre, pero tambin coga jobs temporales. Yo me senta orgulloso sobretodo de su cruzada de militante garveyista. Muy joven an, saba, por loque oa decir, que mi padre deca cosas que hacan de l un duro. Meacuerdo de una viejecita que le deca a mi padre sonriendo: Va usted aclavarles una sagrada patada a esos blandos.

  • Una de las razones por las que he pensado siempre que yo era elpreferido de mi padre, es que a m era el nico, que yo sepa, a quienllevaba a veces a los meetings U.N.I.A. de Garvey. Las organizabadiscretamente en casa de particulares, nunca en las mismas. Laconcurrencia no era muy numerosa: unas veinte personas como mximo;pero esto era mucho para una sola habitacin. Yo notaba que la mismagente que saltaba y chillaba a veces en la iglesia se comportaba en lasreuniones de manera muy distinta. All se mostraban, al igual que mipadre, ms serios, ms inteligentes; tocaban de pies al suelo. Y yo tambin,como consecuencia.

    Recuerdo haber odo el slogan frica para los africanos, y mi padredeca que, muy pronto, frica, sera completamente dirigida por hombresnegros. Nadie sabe cuando sonar la hora de la redencin de frica. Esten el aire. Va a venir. Llegar un da como una tempestad.

    Recuerdo tambin unas enormes fotos, muy brillantes, de MarcusGarvey que pasaban de mano en mano. Mi padre tena un sobre lleno quellevaba a todas las reuniones. En estas fotos se vea (o por lo menos yocrea ver) millones de negros desfilando detrs de Marcus Garvey queavanzaba en un coche magnfico. Era un negro muy alto, llevaba uniformedeslumbrante con pasamanera de oro y un extraordinario sombrero delargas plumas. Recuerdo que decan que tena discpulos no slo en losEstados Unidos sino en todos los lugares del mundo, y que las reunionesacababan siempre con estas palabras, que repeta muchas veces mi padre, yque la gente cantaba con l: lzate, poderosa raza, podrs conseguir todolo que quieras.

    A pesar de todo lo que oa sobre frica, nunca pensaba, en aquellapoca, en los negros africanos. No s por qu pero, para m, frica era unatierra llena de salvajes desnudos, de canbales, de monos y de tigres, deselvas bajo un calor aplastante.

    Mi padre conduca su viejo coche negro, a veces me llevaba a lasreuniones que se celebraban por toda la regin de Lansing. Me acuerdo deuna que se hizo durante el da (la mayora eran de noche) en la ciudad deOwosso, a la que los negros llamaban la ciudad blanca, a cuarenta millasde Lansing. Los negros no tenan derecho a pasearse de noche por lascalles, como en Lansing-Est; por eso se hizo la reunin de da. En realidad,esta prohibicin estaba en vigor en muchas ciudades de Michigan. Cadaciudad tena sus negros ciudadanos. A veces era slo una familia, como

  • en Masn, cuya nica familia negra se llamaba Lyons. Lyons haba sido lavedette del equipo de ftbol del instituto de Masn; era muy apreciado porlos ciudadanos de esta ciudad y poda por lo tanto encontrar empleosdomsticos.

    Me parece que por esa poca mi madre estaba siempre trabajando:cocinaba, lavaba, planchaba, limpiaba y se ocupaba de sus ocho hijos. Porregla general, se peleaba con mi padre, o no le diriga la palabra. Una delas razones por las que no estaban de acuerdo era que ella tena unas ideasmuy particulares sobre lo que no se deba comer, entre otras cosas, cerdo yconejo, que mi padre adoraba. Era un verdadero negro de Georgia,persuadido de que haba que absorber mucho alimento del alma, comodecimos actualmente en Harlem.

    He dicho ya que era mi madre quien me pegaba, al menos hasta que ledio vergenza que los vecinos pudieran creer que iba a despellejarme vivo.En cuanto ella haca el gesto de levantar la mano, yo me las arreglaba paraque todo el mundo se enterase. Si pasaba alguien por la carretera, no mehaca nada o me daba slo algunos golpes.

    Pensndolo bien, me parece que si mi padre me prefera a los demsporque tena la piel ms clara, mi madre me haca la vida imposible por lamisma razn. Su propia piel era muy clara y sin embargo sus hijosfavoritos eran los que tenan la piel ms oscura. S perfectamente queWilfred era su favorito. Recuerdo que me ordenaba salir de la casa yponerme al sol para que cojas un poco de color, deca. Haca todo loposible para evitar que yo me considerara superior porque mi piel era msclara. Y estoy seguro de que si me trataba as, era en parte debido a queella haba nacido tambin con la piel muy clara.

    Enseguida me di cuenta de que las protestas obtenan resultado. Mishermanos mayores iban ya a la escuela; a veces, cuando volvan, pedan unbizcocho; mi madre enfadada, les deca que no. Pero yo lloraba, haca unaescena, hasta que consegua lo que quera. Recuerdo muy bien que mimadre me preguntaba por qu no era juicioso como Wilfred, pero yopensaba en mi interior que Wilfred, tan amable, tan dulce, se quedaba casisiempre con hambre. Comprend muy pronto que si se quiere conseguiralgo hay que hacer ruido.

    Tenamos un jardn muy grande, y cribamos gallinas. Mi padrecompr polluelos y mi madre los criaba. Nos gustaba mucho el pollo. Yese plato no ocasionaba ninguna discusin entre mi padre y mi madre.

  • Estuvo muy contento el da que le ped que me diera un jardn particular.Me dio un trozo de terreno que yo cultivaba con mucho cuidado. Lo quems me gustaba era plantar guisantes, y me senta muy orgulloso cuandolos vea en nuestra mesa. En cuanto aparecan los primeros brotes dehierbas los arrancaba. Arrastrndome a cuatro patas, inspeccionaba misfilas de legumbres, sacaba los gusanos y los insectos, los mataba y losenterraba. A veces, cuando haba acabado de limpiarlo todo y vea que mislegumbres podan crecer sin dificultad, me tumbaba entre dos filas, mirabalas nubes que pasaban en el cielo y pensaba en tantas cosas...

    A los cinco aos empec a ir a la escuela; sala por la maana conWilfred, Hlela y Philbert. Era la escuela primaria de Joli Bosquet, a dosmillas de la ciudad. Si nuestra presencia no planteaba ningn problema eradebido a que ramos los nicos negros de la vecindad. En aquel tiempo, losblancos del Norte adoptaban a un nmero muy reducido de negros queno pareca constituir una amenaza. Los nios blancos no se hacan castillossobre nosotros. Simplemente nos llamaban niggers, darkies (de pieloscura), y Rastus, y nosotros tombamos estas palabras como nombres quenos eran propios. No pretendan insultarnos; nos vean as, eso es todo.

    Una tarde de 1931, cuando Wilfred, Hilda, Philbert y yo volvamos acasa, encontramos a mis padres a punto de pelearse. Haca tiempo que laatmsfera era algo tirante a causa de las amenazas de la Legin Negra. Mipadre le ordenaba a mi madre que cociera uno de nuestros conejos (conejosque normalmente vendamos a los blancos). Con lo fuerte que era mi padreno tena necesidad de cuchillo para degollar a un conejo o a un pollo. A laprimera vuelta de sus grandes manos negras arranc la cabeza del animal yla arroj, sangrando, a los pies de mi madre.

    Mi madre lloraba. Empez a sacar la piel del conejo antes de cocerlo.Pero mi padre estaba tan furioso que sali dando un portazo y se fue, por lacarretera, a la ciudad.

    Entonces mi madre tuvo una visin. Siempre haba tenido esta extraafacultad que tenemos tambin la mayora de sus hijos, segn creo. Cadavez que va a ocurrir algo grave, lo presiento. Nunca me ha ocurrido nadapara lo que no estuviese preparado.

    Mi padre estaba ya muy lejos cuando mi madre sali chillando a lasescaleras. Early! Early!, gritaba. Se coga el delantal con las manoscrispadas; atraves el patio corriendo y lleg a la carretera. Mi padre sevolvi. La vio. Con lo furioso que estaba, no entiendo por qu le hizo una

  • seal con la mano. Pero sigui alejndose.Mi madre me explic despus que haba tenido una visin de la

    muerte de mi padre. Estuvo toda la tarde fuera de s, nerviosa, trastornada,llorando. Despus de cocer el conejo, lo guard en un plato en el rincnms caliente del horno. A la hora de acostarnos, mi padre no haba vueltotodava; mi madre nos estrech entre sus brazos; notamos que pasaba algoraro, no sabamos qu hacer, ya que nunca haba estado as.

    Recuerdo que me despertaron los gritos de mi madre. Salt de la camay vi, en el saln, la polica que trataba de calmarla. Se haba vestido a todaprisa para salir con los policas. Y nosotros, que estbamos all mirando,comprendimos perfectamente, sin que nadie nos lo dijera, que algo horriblele haba ocurrido a nuestro padre.

    La polica condujo a mi madre al hospital, la llev a una habitacindonde mi padre estaba tendido, cubierto con una sbana, pero ella no quisomirar, tena demasiado miedo. Y desde luego, tena razn. El crneo de mipadre estaba completamente aplastado por un lado, segn me explicaronposteriormente. Los negros de Lansing murmuraban que haba sido atacadoy dejado despus sobre las vas del tranva, que le haba aplastado. Sucuerpo estaba casi partido en dos.

    Sobrevivi en este estado unas dos horas y media. Los negros deentonces eran ms resistentes que los de hoy en da, sobre todo los negrosde Georgia. Si los negros de Georgia tenan necesidad de ser fuertes, erasimplemente para sobrevivir.

    Era ya de da y estbamos an en casa, cuando nos dijeron que habamuerto. Yo tena seis aos. Recuerdo que haba un gran tumulto; la casaestaba llena de gente que lloraba, que deca amargamente que la LeginNegra haba acabado atrapndolo. Mi madre estaba histrica. En suhabitacin, las mujeres le hacan oler sales. Durante el entierro seencontraba todava en ese mismo estado.

    No recuerdo muy bien el entierro. Lo que ms me sorprendi fue quelos funerales no se celebrasen en una iglesia, siendo mi padre pastor. Yohaba asistido a veces a funerales que l oficiaba, en la iglesia. Pero losfunerales de mi padre tuvieron lugar en las pompas fnebres.

    Durante la ceremonia, un moscardn negro se pos sobre la cara de mipadre y Wilfred salt de su asiento (una silla plegable) para cazarlo.Volvi deshecho en lgrimas. Cuando nos acercamos al atad, me parecique haban echado harina sobre el rostro negro, enrgico, de mi padre.

  • Al volver a la gran casa de cuatro habitaciones tuvimos que recibirmuchas visitas durante toda una semana. Eran amigos de la familia y gentede toda la regin que yo haba visto en las reuniones de Marcus Garvey.

    Los nios se adaptaron con ms facilidad que su madre a la nuevasituacin. No podamos adivinar como ella lo que nos esperaba. A medidaque las visitas iban dejando de venir, empez a inquietarse seriamente porlos dos seguros de vida que mi padre haba suscrito, y de los que se sentatan orgulloso. Siempre deca que haba que pensar en la familia en caso dedefuncin. Uno de los dos seguros, el menos cuantioso, se nos pag sindificultad. No s a cuanto ascenda. Desde luego, no eran ms de mildlares, quizs la mitad.

    Pero cuando mi madre tuvo este dinero, que se fue casi todo con elentierro y otros gastos, empez a ir y a venir de la ciudad cada vez mspreocupada. La compaa que deba pagarnos el seguro ms elevado, senegaba a pagar. Pretenda que mi padre se haba suicidado. Empezaron denuevo las visitas, se habl mucho, y muy amargamente, de los hombresblancos: cmo poda ser que mi padre se hubiese aplastado l mismo elcrneo y se hubiese puesto despus sobre las vas del tranva para que stele aplastara?

    Tal era la situacin en que nos encontrbamos. Mi madre, que tenaentonces treinta y cuatro aos, no tena ni marido, ni protector, ni apoyoalguno para sus ocho hijos. Sin embargo, la vida familiar se fuereemprendiendo poco a poco. Nos las arreglamos mientras dur el dinerodel primer seguro.

    Wilfred, que era un tipo bastante estable, madur de golpe. Creo queera lo suficientemente lcido como para comprender, mejor que nosotros,que la miseria se nos estaba comiendo. Dej discretamente la escuela y sefue a la ciudad a buscar trabajo. Cogi el primer empleo que encontr yvolvi por la noche con todo el dinero que haba podido recoger.

    Hilda, que haba sido siempre una chica equilibrada, se encarg de lospequeos. Philbert y yo no hicimos nada. Nos limitamos a pelearnoscontinuamente, uno contra el otro en casa, y contra los nios blancos en laescuela. Algunas veces eran peleas de origen racial, pero normalmente sepuede decir que nos pelebamos por cualquier cosa.

    Pusieron a Reginald bajo mi proteccin. Desde que haba empezado aandar, nos habamos hecho muy amigos. Supongo que me gustaba verle,tan pequeo, y tratndome con tanto respeto.

  • Mi madre empez a comprar a crdito. Mi padre se haba opuestosiempre a este sistema. El crdito, deca, es el primer paso hacia lasdeudas, es el principio de la vuelta a la esclavitud. Despus se puso atrabajar. Fue a Lansing donde encontr varios empleos (limpieza, costura),en las casas de los blancos. Normalmente no se daban cuenta de que eranegra. En Lansing, haba muchos blancos que no queran negros en su casa.

    Todo iba bien hasta que descubran quin era, de quin era la viuda.Entonces la despedan. Recuerdo que volva a casa llorando, tratando deesconder las lgrimas.

    Un da uno de nosotros, no me acuerdo cul, tuvo que ir a dondetrabajaba, y la gente, al ver al nio, se dieron cuenta de que la madre eranegra; la pusieron inmediatamente en la calle. Esta vez volvi llorando sindisimularlo.

    Cuando los de la Asistencia vinieron por primera vez a casa, lesencontramos, al volver de la escuela, hablando con nuestra madre. Lehacan mil preguntas. Le miraban, nos miraban, miraban la casa, como sino furamos personas. Al menos, sta era mi impresin. Para ellos ramoscosos, nada ms.

    Mi madre empez a recibir cheques: uno vena de la Asistencia y elotro era una pensin de viuda, me parece. Los cheques nos ayudaban avivir. Pero eran insuficientes, y nosotros, demasiado numerosos. Cuandollegaban, a principios de mes, uno estaba ya hipotecado por entero, o ms:lo debamos al tendero. Y el segundo no duraba mucho tiempo.

    Empezamos a ir de capa cada; ms lentamente en el plano fsico queen el psicolgico. Mi madre era, antes y por encima de todo, una mujertremendamente orgulloso; le costaba aceptar la caridad, y sus hijos laimitaban.

    Pronto empez a mostrarse agresiva con el tendero que no haca msque aumentar la nota, le deca que no era una ignorante y esto a l no legustaba. A los de la Asistencia les deca que no era una nia, que podacuidar a sus hijos sola, y que no tenan porque venir a verla y meterse ensus asuntos. Y esto a ellos no les gustaba.

    Pero el cheque mensual les sirvi de introduccin. Hicieron como siles perteneciramos. Mi madre hubiera querido cerrarles la puerta en lasnarices, pero no poda. Se puso furiosa cuando empezaron a hablar porseparado a los ms mayores, en las escaleras o en otra parte, hacindolesmuchas preguntas y hablndoles mal de su madre o de sus hermanos.

  • Nosotros no podamos llegar a entender por qu nuestra madre noquera aceptar la carne, los sacos de patatas y de frutas, las conservas detodas clases, que el Estado quera darnos. No comprend hasta muchotiempo despus que se esforzaba desesperadamente en guardar intacta sudignidad y la nuestra.

    Era lo nico que nos quedaba, ya que en 1934 empezamos realmente apasar hambre. Creo que fue el peor ao de la Depresin. Entre todas laspersonas que conocamos, ninguna tena para vivir. Los viejos amigos de lafamilia venan a vernos alguna vez. Al principio, nos traan comida. Mimadre la aceptaba, aunque fuera caridad.

    En Lansing haba una panadera donde comprbamos, por un nickel,un gran saco de harina lleno de pan del da anterior y de pasteles secos;despus volvamos a casa. Creo que mi madre saba hacer gran cantidad deplatos diferentes a base de pan: un guiso de tomates con pan, y con huevossi tenamos: un puding de pan, y uvas alguna vez. Si podamos comprarcarne picada, haca hamburguesas, con ms pan que carne. Los pastelessecos, nos los comamos enseguida.

    Pero a veces no tenamos ni siquiera un nickel y pasbamos tantahambre que nos daba vueltas la cabeza. Entonces mi madre herva hierbasen una cazuela. Recuerdo que un vecino deca que comamos hierbafrita, y los nios se rean de nosotros. Otras veces, con un poco de suerte,podamos comer cocido de avena o de maz tres veces al da. O cocido porla maana y pan de maz por la noche.

    Philbert y yo ramos ya demasiado mayores para pegarnos.Cazbamos conejos con la carabina 22 de mi padre y los vendamos anuestros vecinos blancos. Ahora me doy cuenta de que slo los comprabanpara ayudarnos, pues ellos tambin cazaban conejos, como todo el mundo.A veces Philbert y yo nos llevbamos a Reginald a cazar. No era muyfuerte pero estaba muy orgulloso de poder venir con nosotros.Colocbamos trampas de ratn almizclero en el arroyo que corra pordetrs de la casa. Y esperbamos, boca abajo, sin hacer ruido, que llegaseuna rana que no sospechase nada; entonces la matbamos con una lanza, lecortbamos las patas y las vendamos a los vecinos, a un nickel el par.

    Despus, a finales de 1934 creo, ocurri algo grave. La familia sehaba deteriorado psicolgicamente; nuestro orgullo se haba idoconsumiendo poco a poco, quizs porque tenamos la prueba cotidiana ytangible de nuestra pobreza. Conocamos otras familias miserables. Sin

  • que nadie lo hubiera dicho nunca explcitamente, nos sentamos muyorgullosos de no tomar parte en las distribuciones gratuitas de vveres.Ahora en cambio, bamos como los dems. En la escuela nos sealaban conel dedo, nos llamaban los asistidos, y lo decan incluso en voz alta.

    Pareca que todo lo que tenamos en casa para comer estuvieramarcado Prohibida su venta. Los vveres que nos daba el Estado estabantodos marcados as para evitar el trfico. Me sorprende que no llegramosa creer que Prohibida su venta era una marca.

    A veces, en vez de volver a casa al salir de la escuela, recorra a pielas dos millas que nos separaban de Lansing. Iba de tienda en tienda, medetena ante los escaparates llenos de cajas de manzanas, de toneles, decestos, y buscaba la ocasin de aprovecharme. Me coma lo que fuera.

    O bien iba a ver, a la hora de cenar, a una familia que conocamos.Ellos saban muy bien por qu iba, pero lo disimulaban para noavergonzarme. Me invitaban a cenar y yo me atracaba.

    Me gustaba mucho ir a visitar a los Gohanna. Eran una genteestupenda, de avanzada edad, que iban regularmente a la iglesia. Ellos eranquienes provocaban los saltos y los gritos cuando mi padre predicaba.Tenan un sobrino al que todo el mundo llamaba Big Boy. Nos entendamosmuy bien los dos. La seora Adcock, que iba con ellos a la iglesia, vivatambin all. Siempre estaba dispuesta a ayudar, no se separaba de lacabecera de un enfermo. Era ella quien tena que decirme algo, aos mstarde, que no he olvidado nunca: Malcolm, hay una cosa que me gusta deti. No vales nada pero no tratas de disimularlo. No eres un hipcrita.

    Me volva cada vez ms agresivo: cuando quera algo no podaesperarlo mucho tiempo.

    Crec muy deprisa, ms fsicamente que moralmente. La gente de laciudad empezaba a reconocerme, y tom conciencia de la actitud de losblancos hacia m. Me di cuenta de que tena algo que ver con mi padre. Erala versin adulta de lo que murmuraban los nios de la escuela: que laLegin Negra, o el Klan, haba asesinado a mi padre y que la compaa deseguros le haba hecho una mala jugada a mi madre al negarse a pagar.

    Alguna vez me atraparon robando, y los de la Asistencia empezaron ainteresarse especialmente por m. Haba que mandarme a algn sitio. Unda mi madre estaba muy excitada, diciendo que era muy capaz de educar asus hijos sola. Cuando se enter de que yo haba robado, empez aazotarme, y yo intent dar la alarma gritando. Hay una cosa de la que me

  • he sentido siempre muy orgulloso, y es que nunca le levant la mano a mimadre.

    En las noches de verano mis hermanos y yo nos bamos por lacarretera, o a travs de los campos, a robar sandas. Los blancos asociabansiempre las sandas con los negros hasta tal punto que si un nio blancorobaba sandas le decan que haca como los negros. Los blancos quierendisimular o justificar siempre todos los defectos posibles cargndolos aespaldas de los negros.

    Yo coga fresas. No recuerdo cunto me pagaban por cada cesto, peroal cabo de una semana de trabajo haba ganado un dlar, que en aqueltiempo era mucho. Me diriga hacia la ciudad pensando en las cosas buenasde comer cuando me encontr con un muchacho blanco, mayor que yo,Richard Dixon, que me pregunt si quera jugar a cara o cruz. Me diodinero suelto. Al cabo de media hora, lo haba recuperado todo, y se quedmi dlar. En vez de ir a comprar alguna cosa a la ciudad volva a casa,desengaado. Y lo estuve todava ms cuando descubr que me haba hechotrampas. Hay una manera de tirar un nickel, cogerlo y hacerlo salir del ladoque se quiere. Fue mi primera leccin de juego: el que gana siempre es untramposo. Es como el negro de Amrica que ve que el blanco gana todaslas partidas. El blanco es un profesional: tiene todas las cartas buenas en sumano y nos da siempre las malas.

    Fue ms o menos por este tiempo cuando los Adventistas del SptimoDa, que se haban instalado cerca de casa vinieron a ver a mi madre; lehablaron durante horas y horas, le dejaron folletos, prospectos y revistas.Ella los ley. Wilfred, que volva a ir a la escuela desde que recibamosayudas, lea mucho tambin. Estaba siempre sobre los libros.

    Mi madre empez a frecuentar asiduamente a los Adventistas. Creoque ejercan una influencia sobre ella porque sus tabs alimenticios eranan ms numerosos que los suyos. Al igual que nosotros, estaban en contradel conejo y del cerdo. Slo coman carne de rumiante en zuecos partidos,segn la ley de Moiss. Acompabamos a nuestra madre a las reunionesadventistas. Lo que nos interesaba ms era que comamos bien. Perotambin escuchbamos. Haba unos cuantos negros que haban venido delas pequeas ciudades de los alrededores, pero creo que un noventa y nuevepor ciento de los asistentes eran blancos. Los Adventistas tenan laconviccin de que se acercaba el fin del mundo. De todos los blancos queyo haba conocido, eran los ms amables. Pero en algunos aspectos se

  • diferenciaban de nosotros: los nios observamos que se ponan muy pocasespecias en la comida, y que su olor no era como el nuestro.

    Durante todo este tiempo, los de la Asistencia no dejaban de molestara mi madre. Ella los odiaba y no intentaba disimularlo, no los quera encasa. Pero ellos seguan viniendo, seguros de su derecho, y sembrabanentre nosotros los granos de la discordia. Nos preguntaban, por ejemplo,cul era el ms inteligente de nosotros, y por qu yo era tan distinto.

    Pensaban, me imagino, que poner a los nios en familias adoptivasformaba parte de sus funciones legtimas. Yo era su blanco: era un ladrn;esto quera decir que mi madre no se ocupaba de m.

    Todos nosotros habamos sido traviesos en un momento dado, pero yoms que los otros. Philbert y yo estbamos siempre en guerra. Lo que,entre otras cosas, permiti a los de la Asistencia hacer presin sobre mimadre fue que, un granjero negro vecino nuestro nos haba ofrecido carnede cerdo un cerdo entero, o incluso dos y ella no lo haba aceptado.Esas almas caritativas trataron a mi madre de loca porque rechazaba lacarne. Ella les explic que no habamos comido nunca cerdo y que eracontrario a la religin de Adventista del Sptimo Da, pero para ellos estaexplicacin no tena sentido.

    No tenan por mi madre ninguna simpata, ninguna compasin, ningnrespeto. El da de esa historia de la carne, nuestra familia, nuestra unidad,empez a desintegrarse. Evidentemente tenamos dificultades, y yo noarreglaba las cosas. Pero hubiramos podido arreglarnos si hubiramospermanecido juntos. Yo era malo, lo s, creaba problemas ypreocupaciones a mi madre, pero la quera.

    Nos enteramos de que los de la Asistencia haban hablado con lafamilia Gohanna y que sta haba aceptado albergarme. Pero al saberlo, mimadre sufri una crisis, y los destructores se largaron por un tiempo.

    Fue entonces cuando empez a venir a vernos el gran negro deLansing. No recuerdo cul era su empleo. Por otra parte en Lansing, en1935, los negros no ejercan verdaderos empleos. Pero ese tipo separeca un poco a mi padre. Era soltero y mi madre una viuda de treinta yseis aos solamente. Era independiente, y por eso lo admiraba. Ella tenadificultades para mantener la disciplina, y la presencia de un tipo as lesera muy til. Y con un apoyo material podra mandar al diablo a los de laAsistencia.

    Los nios lo comprendamos muy bien, sin necesidad de hablar. No

  • pusimos ninguna objecin. Nos acostumbramos incluso nos diverta, vera nuestra madre vistindose lo mejor que poda (era an una mujerhermosa). Cada vez que l vena, se transformaba por completo, estabaalegre, sonrea, como no la habamos visto desde haca muchos aos.

    Vino a verla durante un ao, creo. Pero hacia 1936 1937, la dejplantada. Por lo que he podido comprender ms tarde, se ech atrs ante laresponsabilidad de ocho bocas que