Y SU APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍA DEL …de Historia del Arte Ruso y Soviético. En ella...

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“Pues, en realidad, todo está claro: La Historia universal es el Juicio Final” N. I. Bujarin La revista Ars Longa abre su número 19 dedicando sus páginas iniciales al profesor Juan Alberto Kurz, con motivo de su reciente jubilación tras treinta y nueve años de dedicación docente e investigadora, a tiempo completo, en el seno del Departamento de Historia del Arte de la Universitat de València y ofreciéndole este artículo bio-bibliográfico en el que se narran sus aportaciones en el ámbito de los estudios artísticos, en concreto sus investigaciones sobre el arte ruso-soviético, y su papel como docen- te en el seno de este departamento en el que siem- pre ha mostrado su particular preocupación por desarrollar el interés por los estudios relacionados con el arte ruso en el seno de la institución univer- sitaria. Ámbito en el que se le debe considerar, sin lugar a duda, un pionero. Me cabe a mí, siguiendo una tradicional costumbre académica y en repre- sentación de todo el departamento, el gratísimo honor de prologar la relación de sus publicaciones, mencionando además los principales méritos, cien- tíficos y docentes, que el profesor Kurz ha ido acu- mulando a lo largo de estas casi cuatro décadas de dedicación universitaria. Como universitario, el perfil biográfico del doctor Juan Alberto Kurz se analiza desde una amplia perspectiva. Su trayectoria académica se inicia con la licenciatura en Filosofía y Letras en la Universi- tat de València en 1971. Universidad en la que ob- tiene el doctorado, con calificación de Sobresa- liente Cum laude, bajo la dirección del doctor Feli- pe Mª Garín y Ortiz de Taranco. El tema tratado en su tesis Arte, apparat e inteligentzia en la URSS. Estudio de los sesenta, es el inicio de una prolífica trayectoria investigadora que le llevará a estrechar lazos con las principales instituciones académicas de la todavía entonces URSS. De ma- nera consciente, hemos querido repetir las pala- bras de Bujarin como proemio a la laudatio que nos ocupa; la misma que el mismo Juan Alberto Kurz utilizó en su monografía El arte en Rusia: la era soviética, publicada en 1991 por el Instituto de Historia del Arte Ruso y Soviético. En ella reco- gió las principales aportaciones de su tesis docto- ral, así como de las investigaciones que fue desa- rrollando en la década de los años ochenta. 29 [núm. 19, 2010] JUAN ALBERTO KURZ MUÑOZ Y SU APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍA DEL ARTE RUSO J UAN ALBERTO KURZ MUÑOZ Y SU APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍA DEL ARTE RUSO ESTER ALBA PAGÁN Departament d´Història de l´Art. Universitat de València Abstract: This is a biographical and bibliographical article, where the most important contributions to the world of Art by the historian of Art Juan Alberto Kurz Muñoz are revealed, mainly in Russian-Soviet Art. Al- so are emphasised his teaching activity and his actions in the History of Art Department of the University of Valencia. This is a synthesis of his academic career, where his work is analysed, promoting Russian Art, most of all in the University Institution. Juan Alberto Kurz Muñoz has been a pioneer in this subject; he began in the seventies, and at the end of his career he has achieved an immense amount. Key words: Art Historiography / Russian art / Soviet age / University of Valencia. Resumen: Artículo bio-bibliográfico en el que se presentan las principales aportaciones del historiador del ar- te Juan Alberto Kurz Muñoz en el ámbito de los estudios artísticos, en especial del arte ruso-soviético, así co- mo su labor docente y de gestión en el Departament d’Història de l’Art de la Universitat de València. Una síntesis de su trayectoria académica en la que se aprecia claramente su preocupación personal por impulsar los estudios relacionados con el arte ruso, particularmente en el seno de la institución universitaria. Un objetivo claramente logrado y del que fue pionero a comienzos de la década de los setenta. Palabras clave: Historiografía del arte / arte ruso / era soviética / Universitat de València.

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“Pues, en realidad, todo está claro:La Historia universal es el Juicio Final”

N. I. Bujarin

La revista Ars Longa abre su número 19 dedicandosus páginas iniciales al profesor Juan Alberto Kurz,con motivo de su reciente jubilación tras treinta ynueve años de dedicación docente e investigadora,a tiempo completo, en el seno del Departamentode Historia del Arte de la Universitat de València yofreciéndole este artículo bio-bibliográfico en elque se narran sus aportaciones en el ámbito de losestudios artísticos, en concreto sus investigacionessobre el arte ruso-soviético, y su papel como docen-te en el seno de este departamento en el que siem-pre ha mostrado su particular preocupación pordesarrollar el interés por los estudios relacionadoscon el arte ruso en el seno de la institución univer-sitaria. Ámbito en el que se le debe considerar, sinlugar a duda, un pionero. Me cabe a mí, siguiendouna tradicional costumbre académica y en repre-sentación de todo el departamento, el gratísimohonor de prologar la relación de sus publicaciones,mencionando además los principales méritos, cien-tíficos y docentes, que el profesor Kurz ha ido acu-

mulando a lo largo de estas casi cuatro décadas dededicación universitaria.

Como universitario, el perfil biográfico del doctorJuan Alberto Kurz se analiza desde una ampliaperspectiva. Su trayectoria académica se inicia conla licenciatura en Filosofía y Letras en la Universi-tat de València en 1971. Universidad en la que ob-tiene el doctorado, con calificación de Sobresa-liente Cum laude, bajo la dirección del doctor Feli-pe Mª Garín y Ortiz de Taranco. El tema tratadoen su tesis Arte, apparat e inteligentzia en laURSS. Estudio de los sesenta, es el inicio de unaprolífica trayectoria investigadora que le llevará aestrechar lazos con las principales institucionesacadémicas de la todavía entonces URSS. De ma-nera consciente, hemos querido repetir las pala-bras de Bujarin como proemio a la laudatio quenos ocupa; la misma que el mismo Juan AlbertoKurz utilizó en su monografía El arte en Rusia: laera soviética, publicada en 1991 por el Institutode Historia del Arte Ruso y Soviético. En ella reco-gió las principales aportaciones de su tesis docto-ral, así como de las investigaciones que fue desa-rrollando en la década de los años ochenta.

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JUAN ALBERTO KURZ MUÑOZ Y SU APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍA DEL ARTE RUSO

JUAN ALBERTO KURZ MUÑOZY SU APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍADEL ARTE RUSO

ESTER ALBA PAGÁN

Departament d´Història de l´Art. Universitat de València

Abstract: This is a biographical and bibliographical article, where the most important contributions to theworld of Art by the historian of Art Juan Alberto Kurz Muñoz are revealed, mainly in Russian-Soviet Art. Al-so are emphasised his teaching activity and his actions in the History of Art Department of the University ofValencia. This is a synthesis of his academic career, where his work is analysed, promoting Russian Art, mostof all in the University Institution. Juan Alberto Kurz Muñoz has been a pioneer in this subject; he began inthe seventies, and at the end of his career he has achieved an immense amount.

Key words: Art Historiography / Russian art / Soviet age / University of Valencia.

Resumen: Artículo bio-bibliográfico en el que se presentan las principales aportaciones del historiador del ar-te Juan Alberto Kurz Muñoz en el ámbito de los estudios artísticos, en especial del arte ruso-soviético, así co-mo su labor docente y de gestión en el Departament d’Història de l’Art de la Universitat de València. Unasíntesis de su trayectoria académica en la que se aprecia claramente su preocupación personal por impulsar losestudios relacionados con el arte ruso, particularmente en el seno de la institución universitaria. Un objetivoclaramente logrado y del que fue pionero a comienzos de la década de los setenta.

Palabras clave: Historiografía del arte / arte ruso / era soviética / Universitat de València.

Fue, sin duda, una apuesta atrevida. En la Españade los años sesenta y setenta las escasas publica-ciones españolas que pretendían un acercamientoa la realidad ruso-soviética eran escasas, y centra-das, concretamente, en aspectos políticos y econó-micos. Así, cuando en la década de los setenta elprofesor Kurz inicia su investigación sobre arte so-viético lo hace desde la soledad, desde la orilla deun amplío terreno inabarcable. Primero como es-tudiante, luego como doctorando y más tarde co-mo profesor, el ámbito de su estudio se ha centra-do principalmente en la cultura rusa, y más con-cretamente la cultura artística gestada por la Ru-sia soviética. Un desconocimiento, el arte ruso ysobre todo soviético en España, que como el pro-fesor prologa en su monografía había que que-brar. Prueba de ello son la gran cantidad de li-bros, hoy en la Biblioteca de Humanidades de laUniversitat de València, que enriquecieron la en-tonces biblioteca departamental, con estudiosprocedentes de instituciones y museos de Moscú,Kiev, Riga, Vilnius, Frunzé, Dushanbe, Tblisi, etc.

En la actualidad nadie debate sobre el papel dereferencia clave que el arte y la cultura rusa hatenido en el desarrollo, naturaleza y comporta-miento de la cultura contemporánea. Sin embar-go, esto no ha sido siempre así. En 1929 la edito-rial madrileña Cenit publicaba la traducción espa-ñola de la obra de Plejánov Arte y vida social. Es-ta misma obra fue reeditada en 1974 en Barcelo-na, en un momento en el que la institución uni-versitaria iniciaba un profundo proceso de cam-bio en consonancia con los avances que marcabala transición democrática española. El texto dePlejánov cobraba de nuevo vida y aquel escrito seconvertía en símbolo de un tiempo en que desen-terrar fragmentos de nuestro pasado y el iniciode investigaciones referentes a otras realidadesculturales.

En la década de los años setenta se abre de nuevoel horizonte y se comienzan a explorar otras reali-dades. Es aquí donde la aportación realizada porel profesor Kurz en su tesis doctoral cobra valor,en el contexto de una universidad que se abría anuevas posibilidades, donde nuevos temas teníancabida y otros eran resucitados. Según nos comen-ta el propio profesor Kurz, “fue el ministro de In-formación y Turismo en 1972, Carlos Herrera Este-ban, quien ayudó a esta tarea enviando, a peti-ción suya, lotes de libros sobre arte y cultura espa-ñola en reciprocidad de los envíos de numerosasbibliotecas soviéticas a la biblioteca del Departa-mento de Historia del Arte”.

Una primera aproximación al currículo académicodel profesor Kurz nos da idea de su coherencia yperseverancia. Desde muy joven mostró un interéscreciente por el estudio de las cuestiones artísti-cas. Por ello tras graduarse en la especialidad deHistoria, en el seno de la entonces Facultad de Fi-losofía y Letras, decide realizar el doctorado enHistoria del Arte, bajo el magisterio de Felipe MªGarín y Ortiz de Taranco. Ya con anterioridad a sugraduación, muestra un férreo interés por el estu-dio e investigación relacionado con temas rusos.Así lo demuestra una de sus noveles aportaciones,la publicación de la voz sobre “Llengües eslaves ieslovac” en la Gran Enciclopèdia Catalana, publi-cada en Barcelona en 1970, así como su primeraaproximación “La creación en el arte soviético”,en Estudios dedicados a Juan Peset Aleixandre pu-blicados por la Universitat de València en 1972.

Es en esos años de juventud cuando junto a su in-terés por el arte ruso dedica parte de sus estudiosa aspectos concretos relacionados con la historialocal, concretamente a la arquitectura religiosadel Rincón de Ademuz. Estudios que publica en la

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Revista de la Universidad Complutense de Madriden 1975 y cuya versión ampliada presenta al ICongreso de Historia del País Valenciano, que or-ganiza en 1974 la Universitat de València. Un añodespués, en 1975, en el homenaje al doctor JuanReglá Campistol publica un breve ensayo sobre lamariología en el Islam, un tema que acercaba a laespecialidad del discípulo de Jaume Vicens Vives:las consecuencias de la expulsión de los moriscosen el Reino de Valencia.

No obstante, esta primigenia iniciación al estudiodel arte local valenciano, que por aquel entoncescomenzaba a revitalizarse en el ámbito universita-rio, se inserta plenamente en los intereses que eldepartamento de Historia del Arte comenzaba amanifestar por dar un nuevo impulso a los estu-dios locales. Como manifestaba Lacomba en suensayo “Sobre historia local y microhistoria: unaaproximación” (Isla de Arriarán: revista cultural ycientífica, 1995), la historia local contaba con unaamplia tradición en la España del siglo XIX, perohubo de esperar a la llegada de los años setentadel siglo XX para cobrar un impulso decisivo,acompañado de una total renovación. Este augese debió a la confluencia de una serie de factoresque fueron decisivos para el desarrollo de la histo-ria regional, especialmente el interés que desde elámbito universitario se proporcionó a estos estu-dios de tipo local, favorecidos por el más fácil ac-ceso a los archivos y el apoyo de las institucioneslocales y autonómicas a proyectos de investiga-ción de este tenor. Gracias a ellos, los estudios re-lacionados con la historia local han ido evolucio-nando, experimentando un refinamiento analíti-co, basado en un decisivo enriquecimiento meto-dológico y documental. La disciplina de la historiadel arte no fue ajena a esta transformación en elseno de la institución universitaria española. Es elmomento en que eclosiona el interés por recupe-rar la historia propia, partiendo del conocimientode la realidad monumental y artística valenciana.A este interés no es ajeno el departamento deHistoria del Arte, y a esta corriente de investiga-ción renovadora se incorpora el joven doctoran-do. Primero como investigador contratado para larealización, junto con otros jóvenes investigado-res, del Inventario Artístico de la Provincia de Va-lencia entre 1970 y 1976, cuyo proyecto es sub-vencionado por el Servicio Nacional de Informa-ción Artística, Arqueología y Etnología de la Di-rección General de Bellas Artes de Madrid y cuyapublicación vería la luz en 1983; más tarde comocolaborador en la realización de un compendiocatalográfico de los monumentos de la ciudad yprovincia de Valencia, entre los años 1976 y 1980.

Este catálogo sería publicado por Felipe Mª Garíny Ortiz de Taranco en 1983: Catálogo monumen-tal de la ciudad de Valencia, y en 1986: Catálogomonumental de la provincia de Valencia, ambospor la Caja de Ahorros de Valencia.

En este ámbito de estudio destaca la monografíaque en 1978 le publica la Diputación de Valencia,dedicada al pintor Salvador Tuset (1883-1951). Ar-te, vida, pensamiento como parte de la coleccióneditorial de la Institución Alfonso el Magnánimo.Hasta este momento, era prácticamente la únicapublicación –excepto algunos artículos insertos enla Revista Ribalta Bellas Artes o Valencia Atraccióny la exposición por el Ayuntamiento de Valenciaen 1974– dedicada al célebre discípulo valencianode Joaquín Sorolla. El interés por la figura de estepintor se acrecienta a partir de su estudio. Su per-sonalidad artística es rescatada del olvido e inclui-da entre el elenco de pintores que renovaron lapintura valenciana de principios del siglo XX. Elpapel singular que tuvo su trayectoria en el senode la pintura valenciana del realismo se constataen la exposición del Centro Cultural de la Caja deAhorros de Valencia de 1991 y en el estudio de

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Manuel Muñoz Ibáñez, La pintura valenciana delsiglo XX, publicado en 1998. Más recientemente,se ha revitalizado su figura en el trabajo realizadopor Carmen Chinchilla Mata, publicado en el 2001por el Ayuntamiento de Valencia, y que pese alpaso del tiempo, parte del estudio previo realiza-do por el profesor Kurz, o la exposición antológi-ca del 2006, organizada por el Consorci de Mu-seus de la Comunitat Valenciana.

Es en esos años en los que comienza a forjarse suespíritu docente. Tras su graduación, en octubrede 1971 comienza su actividad formativa comoprofesor de clases prácticas de Historia General delArte, Historia del Arte Antiguo y Medieval e Histo-ria del Arte Moderno y Contemporáneo en la Li-cenciatura del Plan de estudios de 1973. Ese año escontratado como profesor Ayudante en el Depar-tamento de Historia del Arte de la Facultad de Fi-losofía y Letras de la Universitat de València, cate-goría académica que ocupa hasta enero de 1977.Desde octubre de 1972 al 30 de septiembre de1973 ejerce como profesor Ayudante de la Cátedrade Historia del Arte de la Escuela Superior de Be-llas Artes de San Carlos de Valencia. Recién docto-rado, es contratado como profesor encargado decurso en el Departamento de Teoría del Arte dela Escuela Técnica Superior de Arquitectura de laUniversidad Politécnica de Valencia. También ejer-ce como docente en los Cursos de Estudios Hispá-nicos de la Universidad de San Francisco (Califor-nia, USA) durante los meses de julio de 1973 a1977. A partir de ese momento, presentaría unaespecial predisposición a ejercer como profesor enlos cursos dirigidos a los alumnos extranjeros queestudiaban en el seno de nuestra universidad, con-forme los convenios que ésta ha ido acordandocon universidades estadounidenses en el transcur-so de estos años. Así, entre 1984 y 1986 fue profe-sor en los Cursos de Estudios Hispánicos de la Uni-versitat de València en el Programa de Coopera-ción Académica suscrito con la Universidad de Vir-ginia (USA) y entre 1995 y 1997 lo fue en el Pro-grama de Estudios suscrito con la Universidad deRutgers (New Jersey, USA). En este ámbito docen-te, su experiencia más llamativa, por lo peculiar delas circunstancias, fue el nombramiento como pro-fesor en la Facultad de Letras de la Universidad deRabat en Marruecos, aunque, según nos cuenta,nunca pudo tomar posesión efectiva del cargo de-bido a las circunstancias políticas que a partir de1974 se sucedieron entre España y Marruecos.

Hasta 1985, momento en que obtiene la plaza co-mo Profesor Titular de Universidad del Departa-mento de Historia del Arte de la Universitat de

València, pasa por diversos estadios contractualesen este departamento. Un nuevo y concluyentegiro se sucede en su recorrido vital a partir de losaños ochenta en los que paulatinamente se vaasentando su actividad docente. En ese tiempo, suinterés por el arte ruso y soviético tiene un dobleinterés: investigador y docente. En este último as-pecto hay que destacar su papel protagonista enla lucha por la incorporación del estudio del arteruso en las aulas universitarias. Ciertamente, en lalicenciatura de Historia del Arte consiguió asentarcomo optativas las asignaturas de Arte ruso anti-guo y medieval, Arte ruso en la Edad Moderna yArte ruso contemporáneo, que todo hay que de-cirlo, contaron con gran afluencia de alumnado.Este magisterio se desarrolló igualmente en eldoctorado en los que desde su especialidad ha im-partido los cursos: “Relaciones entre el arte ruso yel europeo occidental (ss. XVIII al XX)”, “ArteSoviético I y II”, “Arte y Arquitectura en la URSS(ss. XVI-XVIII)”, “Arte y Arquitectura en la URSS(ss. XIX-XX)”, “Arquitectura en Rusia (ss. XVIII-XIX)” y “Arte en Rusia en la era soviética”.

Esta actividad por la difusión del arte y cultura ru-sa no se quedó en las aulas universitarias, sinoque se preocupó con intensidad en desarrollar to-da una serie de actividades a través de las que fo-mentar entre los estudiantes universitarios el inte-rés por el estudio y la investigación de la creaciónartística rusa. Fundador del Seminario de Arte Ru-so y Soviético de la Universitat de València, organi-zó cursos y seminarios orientados a proporcionaruna visión historiográfica revisada y actualizadadel arte ruso. En 1987 organiza las Jornadas con-memorativas del 70 aniversario de la Revoluciónde Octubre en convenio con la Asociación España-URSS y el Vicerrectorado de Extensión Universita-ria de la UVEG. En 1990 organiza y dirige el En-cuentro Internacional Presencia cultural rusa en laUniversidad de Valencia, con el patrocinio de laConselleria de Cultura de la Generalitat Valencia-na y la Diputación Provincial de Valencia. Activi-dades que le permitieron madurar el proyecto deexposición, del que fue comisario, Realisme RusContemporani organizada en el Museu de la Ciu-tat de Valencia en 1992 junto a la AsociaciónMoskvoreshie de Moscú. Todas estas experienciasverían su culminación en 1999, cuando le llega elturno al ciclo de Conferencias sobre Arte Rusoque se celebran en la Facultat de Geografia i Histò-ria. Su preocupación fue más allá y sus relacionescon Rusia le llevaron a fundar el Instituto de His-toria del Arte Ruso y Soviético, hoy Instituto deHistoria y Arte en Rusia de la que es director, ade-más de ocupar en la actualidad el cargo de presi-

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dente de la Sociedad Cultural Hispano Letona,sección española, y ser miembro de la AsociaciónEspañola de Orientalistas, de cuya sección valen-ciana fue secretario.

Sus relaciones con el ambiente académico rusotambién se fueron estrechando a lo largo de esosaños, mostrando un permanente interés por au-nar lazos entre universidades e instituciones rusasy la Universitat de València. Así en el 2006, el pro-fesor Kurz como representante de nuestro depar-tamento se ocupó de suscribir sendos conveniosde cooperación e Intercambio educativo e investi-gador con la Facultad de Historia de la Universi-dad Estatal de Lomonosov de Moscú y el departa-mento de Historia de Rusia de la Universidad Rusade la Amistad de los Pueblos de Moscú.

En esos años, numerosas instituciones han recla-mado su presencia y el reconocimiento que comoinvestigador tuvo en suelo ruso tiene su culmina-ción en el honor de ser nombrado miembro de laAcademia de Ciencias y Artes Pedro I de San Pe-tersburgo, en el 2002. En 1988 la Universidad dePuerto Rico y la Universidad de La Habana le invi-tan con el fin de que imparta sendas conferenciassobre arte ruso y soviético y en 1989 el Institutode Historia del Arte de la Academia de las Artesde Moscú y el Instituto de Teoría e Historia de lasArtes del Ministerio de Cultura de la URSS le ofre-cen la posibilidad de realizar adelantos sustancia-les para su investigación sobre arte soviético enMoscú. En 1990 es de nuevo invitado como inves-tigador por la Universidad y la Academia de BellasArtes de Letonia para estudiar pintura y arquitec-tura letona, todo ello en el marco del convenio deCooperación Cultural e Intercambio Científico en-tre España y la URSS. Entre 1991 y 1995 obtienediversas ayudas de investigación de la Universitatde València para la realización de estancias de in-vestigación en la Unión de artistas de la Federa-ción Rusa-Asociación “Realist”, en la Academia deBellas Artes de Rusia, en Moscú y en San Peters-burgo, durante las que se aproximó al estudio dela pintura y arquitectura rusa del siglo XIX y XX,especialmente sobre el Art Nouveau. Sin duda, enesos años alcanza cierto reconocimiento en terri-torio ruso, como demuestra que en 1992, 1994 y1997 sea invitado de manera reiterada por el rec-torado de la Universidad de Letonia, la Universi-dad de San Petersburgo y el Ministerio de Culturade la República de Letonia para efectuar estudiossobre el Art Nouveau en Letonia.

Un repaso de lo enumerado anteriormente nosproporciona una visión poco conocida del profesorKurz: su vinculación permanente con la institución.

En ocasiones con una visión casi profética sobrecómo hemos de entender la universidad, abierta alfuturo y estableciendo lazos con el exterior. Uncompromiso que a nivel más cercano, tuvo con eldepartamento durante los largos períodos, entre1986 y 1988 y entre 1995 y 1999, en los que ocupóel duro y nada gratificante cargo de Secretario delDepartamento de Historia del Arte.

Entre los proyectos de investigación que ha dirigi-do conviene mencionar el contrato de investiga-ción dentro del Programa de Ayudas para el Fo-mento de la Investigación que en 1980 subvencio-nó la Dirección General de Política Científica de laSecretaría de Estado para las Universidades e In-vestigación, para la realización de un EstudioComparado entre el arte del realismo socialistasoviético y el arte regionalista y nacionalista(1980); el proyecto de investigación sobre La Per-vivencia de Símbolos del inmediato pasado histó-rico cubano en el cartel histórico político y cultu-ral posterior a la revolución de 1958, en el senodel Programa de Cooperación Cultural entre Espa-ña y la República de Cuba, subvencionado por elMinisterio de Educación Superior de Cuba y el Mi-nisterio de Educación y Ciencia de España (1988);el dedicado a la Pintura del realismo socialista enla URSS, subvencionado por el Ministerio de Cul-tura de la URSS y el Ministerio de Educación yCiencia de España, dentro del Programa hispano-soviético de Cooperación Cultural y Educativa(1989); y otro sobre Arquitectura monumental fu-neraria en España, Rusia y Letonia. Investigacióncomparada de la tipología arquitectónica monu-mental desarrollada en España y la Unión Soviéti-ca tras la II Guerra Mundial, subvencionado por elMinisterio de Educación y Ciencia (1997-2000). In-vestigaciones que han tenido su reflejo real en laspublicaciones que a lo largo de su carrera ha dedi-cado al arte ruso, desde diferentes perspectivas.Estudios que vieron su fruto decisivo en 1991, conEl Arte en Rusia. La era soviética, publicado por elInstituto de Historia del Arte Ruso y Soviético deValencia, en el que reúne sus principales aporta-ciones al estudio del arte de la época soviética yse centra, fundamentalmente, en el análisis delproceso creativo y el método de la pintura del Rea-lismo Socialista.

Un análisis pormenorizado de su trayectoria nosrevela que sus publicaciones son fruto del interésque desde joven demostró por el arte ruso. Comoya hemos comentado, su andadura investigadorase inicia con el estudio dedicado al arte del Realis-mo Socialista, que se convertirá finalmente en eltema de su tesis doctoral, cuyo resumen es publi-

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cado por la Universitat de València en 1973. Estaprimera aproximación, junto a un inicial artículodedicado a la “creación en el arte soviético”, pu-blicado en 1972 en los Estudios dedicados a JuanPeset Aleixandre, suponen el punto de arranquede su investigación posterior. Sus planteamientospretendían una primerísima aproximación al estu-dio del arte del Realismo Socialista, como parte deuna estética estatal que exigía un optimismo ab-soluto, quizá utópico, y unos héroes intachablesque estuvieran dispuestos a sacrificarse por elbien común y que tuvieran la firme convicción deque sólo las doctrinas de Lenin y Stalin darían alos pueblos de la URSS la felicidad, posiblementeel paradigma del anhelo del eterno sueño de unahumanidad perfecta. El trabajo del profesor Kurzse plantea como análisis pionero de esta realidadartística, pero centrándose en los creadores post-stalinistas. Aquellos que tuvieron la posibilidad dedesarrollar cierta honestidad artística a mediadosdel siglo XX, durante el llamado “deshielo” deKruschov, tras la muerte de Stalin en 1953. Es desobra conocido, ahora, el famoso discurso secretoque Nikita Kruschov dirigió al XX Congreso delPartido, en el que se reconocía la tragedia causa-da por el régimen de Stalin.

Un acercamiento a la historiografía artística espa-ñola de los años 70 y 80 nos demuestra el carácterinnovador de los estudios realizados por el profe-sor Kurz en un momento en que la reflexión so-bre el arte ruso –dejando de lado las vanguardias–se hallaba en un estadio infértil. A nivel interna-cional, son múltiples los ejemplos de una similarrenovación del interés por el arte soviético desdeperspectivas muy diferentes: James C. Vaughan,Soviet Socialist Realism: Origins and Theory, NewYork: St. Martin’s Press, 1973; Oleg Sopontsinsky,Art in the Soviet Union: Painting, Sculpture, Gra-phic Arts, Leningrad: Aurora Art Publishers, 1978;Tobia Frankel, The Russian Artist, New York: Mac-Millan Company, 1972, p. 124, en el que no hemosde olvidar la aportación fundamental de Sjeklovae Igor Mead, Unofficial Art in the Soviet Union,University of California Press, 1967, y un largo et-cétera.

La revisión realizada por el profesor Kurz parte dela lectura meditada de la escasa bibliografía exis-tente hasta el momento: M.V. Alpatov, Rusian Im-pact on the Art, New York, 1950; N. Berdiaev, TheRussian Idea, London, 1947; el clásico L´Art Russede Louis Réau de 1922 o The Russian School ofPainting de Veníos (N. York, 1916); Klara Zetkin,Reminiscences of Lenin (N. York, 1934); o Tertz (Si-niavski), On Socialist Realism (N. York, 1961), jun-

to a obras específicas relacionadas con la arquitec-tura: Louis Lozowich, Soviet Painting and Archi-tecture, y Voices of October: Art and Literature inSoviet Russia (N. York, 1923); C.G.B. Bunt, RussianArt from Scyts to Soviets (London, 1946), así delmanejo de bibliografía específica rusa. Una brevemuestra del elenco bibliográfico trabajado con elfin de realizar la que es una de las primeras apro-ximaciones españolas al arte soviético (salvando laFunción Social del Cartel, de José Renau que obe-dece a unas coordenadas bien diferentes).

Cierto es que la Vanguardia Rusa, como movi-miento artístico que surgió a finales de la décadade 1900, ha sido profundamente estudiado y haatraído el interés de la mayoría de los estudiososdel arte contemporáneo. La eclosión creativa-in-novadora de la vanguardia rusa se convirtió en unmodelo para toda Europa. Surgida a principios delsiglo XX responde a unas coordenadas históricasconcretas: el fin del imperio ruso en perpetua cri-sis y continuas revoluciones que se sucedían unatras otra. Si en un primer momento se mueve alhilo de las vanguardias europeas: fauvismo, cubis-mo, futurismo, etc., pronto adquiere personalidadpropia, por su resistencia al formalismo vinculadosiempre a ese espíritu casi metafísico que impreg-naba las obras de estos nuevos artistas-inventorescuyo interés era la pura experimentación artística.A este proceso el profesor Kurz dedica tres artícu-los: “La vanguardia rusa 1920 - transformación enel arte ruso” (CEIBA, 1985), “La diversidad del Ar-te Soviético” (Goya, 1976) y “La evolución del arteruso hacia el realismo socialista” (Saitabi, 1986).En ellos se recoge una síntesis del fenómeno va-riopinto de la vanguardia rusa: el arte no figurati-vo creado por Natalia Goncharova, Vasily Kan-dinsky, Mijail Larionov, Casimir Malevich, MijailMatiushin, Vladimir Tatlin, y Marc Chagal, PavelFilonov, Varvara Stepanova y El Lissitzki, estos últi-mos de estilo totalmente diverso. El Neoprimitivis-mo de Larionov y Goncharova, su ulterior evolu-ción hacia el Rayonismo; la espiritual abstracciónde Kandinsky, el Cubofuturismo y el Suprematis-mo de Malevich y el constructivismo de Tatlin sonanalizados, junto al nuevo estilo de El Lissitzki: el“Suprematismo tridimensional”, como muestra dela pluralidad de programas estéticos que conflu-yeron y caracterizaron el arte soviético hasta ladécada de los veinte. Hasta que el 23 de abril de1932 el Comité Central promulgó el decreto envirtud del que se disolvían todos los grupos artísti-cos existentes y se imponía el Realismo Socialistacomo el único método creativo oficialmente reco-nocido que podían utilizar los artistas soviéticos,organizados en sindicatos creativos.

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Al estudio de este estilo artístico, el Realismo So-cialista, dedicó su carrera investigadora el profe-sor Kurz. Analizando las razones socio-culturalesde un estilo que pretendía ser un método unifica-do para todos los artistas soviéticos, incluso paraaquellos que trabajaban en diferentes medios co-mo la literatura, las artes visuales, el teatro y el ci-ne –muestra de ello es el carácter interdisciplinarde la bibliografía utilizada en sus artículos dedica-dos a esta expresión artística–. Entre sus numero-sos artículos destacan las monografías dedicadas aAlexander Deinieka, Iuri Ivanovich Pimenov oKonstantin Iuon, en un momento en el que elaparato del estado soviético se convertía en elúnico consumidor de arte, y en el que tan sólo untipo de arte interesaba: el arte socialmente útilque atraía a las masas, las inspiraba y las dirigía.En ese sentido, también el estudio del cartel so-viético interesó al profesor Kurz, por su carácterde reproducción y distribución al servicio de lapropaganda estatal. Así, la obra de los más desta-cados artistas realistas socialistas, como AlexanderDeineka, Alexander Guerasimov e incluso IsaacBodski hacía continua referencia a la estética dela pintura de carteles, la fotografía o el cine, y,con ese espíritu fueron reproducidos en carteles ylibros, como auténticos “éxitos populares”. Unacultura que partía de la concepción de la difusiónentre las masas, con una hibridación entre pintu-ra, escultura, grabado y fotografía que tan sólo escomparable a la que fotografía y cine tienen en elmundo occidental.

También dedicó parte de sus estudios al análisisde la arquitectura de la época, destacando su mo-nografía al proyecto del monumento de la III In-ternacional del constructivista Tatlin (1920). A fi-nales de los ochenta se aprecia una redirección ensu producción investigadora. Fruto de sus últimasestancias en suelo ruso, comenzó a interesarse porla arquitectura de finales del siglo XIX, en los añosen que la arquitectura del Art Nouveau y las ex-presiones plásticas del Simbolismo se hacen pre-sentes en el escenario artístico de Rusia. Sus apor-taciones al movimiento Mir Iskusstva, fruto de susestancias de investigación en Rusia, fueron muysignificativas. En estos estudios el profesor Kurzprofundizó en este movimiento artístico no sólodesde la perspectiva de la pintura y las artes escé-nicas sino desde la influencia de la literatura, elsimbolismo y el acmeísmo, que fue muy apreciadoentre los círculos de rusistas. Estas investigacionesque se inician en 1989 con la publicación dedicadaa la pintura rusa del último tercio del siglo XIX, enla revista Plastica, de Puerto Rico, se consolidan enla década de los noventa. Es en 1991 cuando ve la

luz su trabajo sobre las revistas literarias rusas enel cambio de siglo y sus relaciones con el grupodel Mundo del Arte (Mir Iskusstva). Este grupo na-cido de un pequeño círculo de jóvenes “estetas”petersburgueses, va a convertirse en uno de losfenómenos más influyentes de la vida artística ru-sa. El año 1898 ve el nacimiento de la revista ElMundo del Arte y de las primeras exposiciones or-ganizadas con ese título. La revista, en la que co-laboraban artistas, escritores, filósofos, era unaespecie de almanaque artístico y literario. Abun-dantemente ilustrada, fue también uno de los pri-meros modelos del arte del libro, terreno en elque los miembros del grupo se mostraron comoauténticos innovadores. La tipografía, la pagina-ción, los encabezamientos, los finales de capítuloy demás viñetas, cada elemento estaba concebidopara constituir un todo coherente. La revista pre-tendía dar a conocer a su público las tendenciasmás recientes del arte ruso y sobre todo del artede la Europa occidental. De forma paralela, ElMundo del Arte inaugura la práctica de exposicio-nes comunes con artistas rusos y occidentales. Ladivisa de individualismo proclamada por El Mun-do del Arte en el inicio de sus manifestaciones noera otra cosa que la voluntad de defender el librejuego de la creación.

Una ampliación de sus estudios sobre el arte rusoque no ha cesado y que en los últimos años le hallevado a trasladarse a los primeros momentos dela historia del arte ruso, al arte de las miniaturas yde los iconos.

Utilizando el axioma de Yuri Lotean “la culturarusa ha sido una cultura de revoluciones recurren-tes”: la primera, la determinación del pueblo rusoen aceptar el cristianismo ortodoxo, frente al occi-dental o al Islam, su carácter independiente fren-te al yugo tártaro, ejemplificado en las Miniaturasde Kulikovo, estudiadas por el profesor Kurz y enlas que se escenifica el proceso de liberación delyugo tártaro tras la famosa batalla capitaneadapor Dimitri Donskoi; en segundo lugar, el procesode secularización del arte que Rusia vive en épocade Pedro I el Grande, cuando Rusia se abre a Eu-ropa; y en tercero, la última de las revolucionesartísticas –la del siglo XIX–, concretamente el rea-lismo ruso y el arte fin de siglo que abren el cami-no a la eclosión de las vanguardias rusas, espejoartístico para el resto de Europa. Posiblemente, elvasto conocimiento sobre el arte ruso que el pro-fesor Kurz ha adquirido en este dilatado tiemposea, así lo deseamos –llegada la hora de su jubila-ción–, no el final sino el comienzo de nuevas posi-bilidades. Lamentablemente, con su cese como

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docente en nuestro departamento perdemos alúnico experto en arte ruso, pero además coincidecon el fin de la asignatura optativa de la que du-rante muchos años fue responsable, debido a losprocesos de cambio que la universidad ha experi-mentado en su obligación de adaptarse al EspacioEuropeo de Educación Superior –el conocido PlanBolonia–. Este es el último año que dicha asigna-tura se imparte. Algo que contrasta con el interésque el arte ruso ha suscitado en los últimos añosen la sociedad europea en general, y la españolaen particular.

En definitiva, una revisión de las aportaciones rea-lizadas por el profesor Juan Alberto Kurz al estu-dio del arte ruso y de la historiografía artística na-cional e internacional sobre el mismo, nos permiteextraer a modo de conclusión, lo innovadores ypioneros que fueron sus estudios. Es cierto que, enépoca más reciente, las aportaciones al estudio delarte ruso han sido numerosísimas, aunque hay unasignificativa carencia de bibliografía traducida alcastellano. No obstante, cabría destacar la aporta-ción de Mikhaïl Allenov, Nina Dimitrieva y OlgaMedvekova, Arte ruso (Summa Artis. Historia ge-neral del arte, Vol. XLIV, Madrid), una de las esca-sas síntesis dedicadas al arte ruso publicadas en Es-paña. En relación con el arte soviético, la referen-cia internacional más actualizada la hallamos en laobra coordinada por Matthew Cullerne Bown yBrandon Taylor, Art of the Soviets: painting, sculp-ture and architecture in a one-party state, 1917-1992 (Manchester: Manchester University Press,1993) o en el Russian Revolutionary Art, de JohnMilner (London: Bloomsbury Books, 1987).

Conviene señalar que en los últimos años se haproducido una intensa revitalización del interéspor el arte ruso-soviético. Concretamente a BorisGroys debemos las últimas aportaciones sobre elRealismo socialista durante el deshielo en The TotalArt of Stalinism: Avant-Garde, Aesthetic Dictator-ship (Princeton University Press, 1992) y en DreamFactory Communism: The Visual Culture of the Sta-lin Era (2003), en el que recoge las aportacionesdel ya citado M. C. Bown, y las de Miranda Banks,en su singular The Aesthetic Arsenal: SocialistRealism under Stalin (N. York: The Institute forContemporary Art, 1993).

El fin de la URSS y la paulatina democratizaciónde los diversos estados de la antigua Rusia –consus luces y sombras– ha tenido su reflejo en unanueva apertura a occidente. Como en época dePedro I, Rusia se abre de nuevo a la Europa occi-dental, pero también Europa se interesa nueva-mente por las cuestiones rusas, por su historia y su

arte. Así lo demuestran las numerosas exposicio-nes que en los últimos años han pretendido daruna revisión actualizada del arte y la creación ru-sa. Se ejemplifica en las exposiciones que en losúltimos años ha dedicado el Guggenheim de Bil-bao al arte ruso: Una primera aproximación la en-contramos en la exposición, comisariada entreotros por Valerie Hillings, que bajo el título ¡RU-SIA! pretendía satisfacer el creciente interés delpúblico europeo y americano –y que contaba conel precedente del éxito cosechado en New York–por los novecientos años de arte ruso (2006). Sucatálogo con artículos especializados incluyó a ex-pertos en arte ruso como Mijail Shwidkoi, JamesBillington, Eugenia Petrova, Gerold Vzdornov, Mi-jail Allenov, Iovleva, Robert Rosemblum, D. Sara-bianov, Boris Groys, V.L. Hillings y A. Borovsky. Nomenos significativa fue la dedicada a las artistasde la vanguardia rusa en 2000: Amazonas de lavanguardia: Exter, Goncharova, Popova, Rozano-va, Stepanova y Udaltsova, comisariada por JohnE. Bowlt (University of Southern California, LosÁngeles); Matthew Drutt (conservador adjunto deinvestigación del Solomon R. Guggenheim Mu-seum de Nueva York) y Zelfira Tregulova (comisa-ria de exposiciones independiente de Moscú).Desde esas fechas no han parado de sucederse ex-posiciones que reiteran estos mismos plantea-mientos. Sirva como ejemplo la exposición Ama-zonas del arte nuevo que en 2008 presentó laFundación MAPFRE, aunque ampliado a otras ar-tistas americanas y europeas que fueron funda-mentales en el camino e inicio de las vanguardias,y entre las que destacan Natalia Goncharova, Ale-xandra Exter, Nadia Khodossievitch, Katarzina Ko-bro, Käthe Kollwitz, Marie Vorobieff, Chana Or-loffy, Liubov Popota, Olga Rozanova o Mariannevon Werefkins. Semejante interés se ha vividotambién en Francia. En 1998 el Museo d´Orsay ex-hibe El arte ruso en la segunda mitad del sigloXIX: en busca de identidad y más recientementeel Louvre inauguró su año expositivo con una ma-croexposición dedicada a la “Sainte Russie, l´artrusse des origines à Pierre le Grand”. De naturale-za más específica, cabe mencionar el carácter revi-sionista de la exposición El cosmos de la vanguar-dia rusa: arte y exploración espacial, con represen-taciones del universo en la obra de Tatlin, Kan-dinsky o Malevich, en la Fundación Marcelino Bo-tín-Santander (2010); From Russia. French andRussian master paintings 1870-1925 from Moscowand St Petersburg organizada en la Royal Aca-demy of Arts (London, 2008), en la que se propo-nía un análisis de las relaciones artísticas franco-rusas a principios del siglo XX; Este oscuro objeto

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de arte (Kunsthistorisches Museum de Viena), conobras de representantes del Sots Art y del Concep-tualismo moscovita; Bajo la Nieve, con obras iné-ditas de Ilya & Emilia Kabakov en la CAC Málaga-Unión FENOSA (2009); o Rastreando los orígenesde la vanguardia rusa (Fundación Caixa Galicia-El Ferrol, 2009), con obras del Museo de San Pe-tersbugo –Kandinsky, Malevich, Grabar, Larionov,Brodski o Goncharova–.

No trato aquí de realizar un estudio sistemáticodel interés que el arte ruso ha experimentado enlos últimos años, tan sólo pretendo, a través deesta escogida muestra de exhibiciones, dejar cons-tancia de una realidad: la creciente consideraciónque la estética rusa tiene en la actualidad, cuyosartistas se configuran en “nuevos adalides” de lahistoria de la estética universal. No obstante, co-mo ya destacaba Luis Merino en su reseña sobrela exposición ¡RUSIA! del Guggenheim de Bilbao(“Un recorrido por el arte ruso”, El País, 15 de ma-yo de 2006) “la gran exposición que está por ha-cerse sería aquella que juntara a los creadores ru-sos de las tres primeras décadas del siglo XX”, yañado a los creadores del realismo soviético de lasdécadas posteriores.

Así, parafraseando a Bujarin, terminamos comocomenzamos: esperemos que el fin de la expe-riencia docente no sea la culminación, sino elprincipio y que, desde la madurez contemplativa,esa experiencia docente e investigadora acaricia-da a lo largo de estos años continúe proporcio-nándonos nuevas reflexiones sobre la capacidadcreativa del arte ruso-soviético.

Relación de publicaciones del Profesor JuanAlberto Kurz

“Llengües eslaves i eslovac”. En: Gran Enciclopèdia Ca-talana, Barcelona, 1970.

“Algunos aspectos de la arquitectura religiosa en el Rin-cón de Ademuz”. Revista de la Universidad Complu-tense, Madrid, 1972.

“La creación en el arte soviético”. En: Estudios dedica-dos a Juan Peset Aleixandre. Universidad de Valencia,Valencia, 1972.

“Arte, apparat e inteligentzia en la U.R.S.S. Estudio dela década de los sesenta” (Extracto de tesis doctoral).Valencia: Departamento de Historia del Arte de laUniversidad de Valencia, 1973.

“Arquitectura religiosa en el Rincón de Ademuz”. En:Actas del I Congreso de Historia del País Valenciano.Valencia, 1974.

“La mariología en el Islam”. En: Homenaje al DoctorJuan Reglá Campistol. Valencia: Universidad de Va-lencia, 1975.

“La diversidad del Arte Soviético”, Goya nº 130, enero-febrero de 1976 (Madrid).

“Pintores del realismo socialista: Aleksandr Deineka”,Goya nº 132, mayo-junio de 1976 (Madrid).

El pintor Salvador Tuset. Arte, vida, pensamiento (1883-1951). Valencia: Diputación Provincial de Valencia,1978.

“El movimiento arquitectónico ruso postrevolucionario”,Goya nº 146, septiembre-octubre de 1978 (Madrid).

“El cartel político y su desarrollo en la Unión Soviética”,Goya nº 152, septiembre-octubre de 1979 (Madrid).

“Pintores del realismo socialista: Iuri Pimenov”, Goyanº 167-168, marzo-junio de 1982 (Madrid).

Inventario Artístico de Valencia y su provincia. Madrid:Dirección General de Bellas Artes del Ministerio deCultura, 1983.

“La vanguardia rusa 1920-transformación en el arte ru-so”. Ceiba nº 13, enero-diciembre de 1985 (ColegioTecnológico de Ponce de la Universidad de Puerto Ri-co, Ponce).

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Intervención del profesor Kurzen el acto de graduación de lapromoción de estudiantes deHistoria del Arte de la Univer-sitat de València (1996-2010),junto a los profesores Luis Ar-ciniega, Director del Departa-mento, y Ester Alba, Vicedeca-na de Estudiantes y Programade Intercambio de la Facultatde Geografia i Història.

“El arte soviético desde la Revolución al realismo socia-lista”, Goya nº 189, noviembre-diciembre de 1985(Madrid).

“Una constante evolución: la pintura soviética”, Cua-dernos del Círculo, nº 1, marzo de 1986 (Círculo deBellas Artes de Valencia).

“El realismo socialista: el arte como método”, Lápiz nº34, mayo de 1986 (Madrid).

“La evolución del arte ruso hacia el realismo socialista”,Saitabi, nº XXXVI, enero-diciembre de 1986 (Valen-cia).

“Pintores del realismo socialista: Konstantin Iuon”, Go-ya, nº 196, enero-febrero de 1987 (Madrid).

“El IIº Congreso de Arquitectos soviéticos”. Saitabi, nºXXXVII, enero-diciembre de 1987 (Valencia).

“Los monumentos de la antigua Rusia”. Saitabi, nºXXXVIII, enero-diciembre de 1988 (Valencia).

“La pintura rusa del último tercio del siglo XIX”, Plastica,año II, vol. I, nº 20, 1989 (San Juan de Puerto Rico).

“El monumento a la III Internacional de Vladimir Tatlin.Antecedentes iconográficos”. Ars Longa nº 1, enero-diciembre de 1990 (Valencia).

“Las vicisitudes de la historiografía en las nacionalida-des de la U.R.S.S.”. Saitabi, nº XL, enero-diciembre de1990 (Valencia).

El Arte en Rusia. La era soviética. Valencia: Instituto deHistoria del Arte Ruso y Soviético, 1991.

“El Mir Iskusstva. Las revistas literarias rusas en el cam-bio de siglo”. Monografías del Instituto de Arte Rusoy Soviético, nº 1, mayo de 1991 (Valencia).

“Mijail Ciurlionis”. Álbum Letras-Artes, nº 30, verano1991, Madrid.

“El Mir Iskusstva”. En: Actas del III Congreso de Rusistasde España. Universidad de Valencia, Valencia, mayo1991.

“El problema de la etnia tártara en la U.R.S.S.”. Saitabi,nº XLI, enero-diciembre de 1991 (Valencia).

“Plástica rusa ‘Fin de siècle’: El Mir Iskusstva”. Goya, nº227, marzo-abril de 1992 (Madrid).

“Geopolítica y geoestrategia de Rusia. Estudios sobrearte ruso”. En: I Jornadas de Rusística en la Universi-dad de Valencia. Instituto de Historia y Arte de Rusia,Valencia, octubre 1993.

“El teatro Alejandro de San Petersburgo”. Saitabi, nºXLIV, enero-diciembre de 1994 (Valencia).

“Rusia: arquitectura y urbanismo para un nuevo orden.Los problemas de la construcción en los años veinte”.Anales de Historia del Arte, nº 4, Ed. Complutense,Madrid, 1994.

“Influencias en la serie Cifras en el corazón del pintorMijail Savitski”. En: Actas del IV Congreso de Rusistasde España. Universidad de Salamanca, Salamanca,1995.

La casa de las Cabezas Negras de Riga. Instituto de His-toria y Arte de Rusia. Monografía. Valencia, febrero1995.

“Moscú antiguo. Crónica gráfica del Moscú antiguo através de la obra de artistas rusos y extranjeros desdeel siglo XVI hasta principios del siglo XX”. Ars Longanº 7, enero-diciembre de 1997 (Valencia).

“Miniaturas de un manuscrito de la batalla del campode Kulikovo”. Ars Longa nº 14-15, enero-diciembrede 2006-2007 (número doble) (Valencia).

“Una escuela de iconos desconocida: Pskov entre los si-glos XIII y XVI”. Ars Longa nº 19, 2010.

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