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YACIMIENTOS CALCOLÍTICOS CON CAMPANIFORME DE LA REGIÓN DE MADRID: NUEVOS ESTUDIOS Concepción Blasco, Corina Liesau y Patricia Ríos (eds.)

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YACIMIENTOS CALCOLÍTICOS CON CAMPANIFORME DE LA REGIÓN DE MADRID:

NUEVOS ESTUDIOS

Concepción Blasco, Corina Liesau y Patricia Ríos (eds.)

ISBN: 84-922344-4-XDepósito Legal: M-19367/2011

Copyright: Los autores

Manero Digital S.L.Madrid, 2011

Raquel AliagaUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Carlos ArteagaUniversidad Autónoma de MadridDpto. Geografía

Arun BanerjeeUniversidad Gutenberg, Maguncia (Alemania)Fundador INCENTIVS

Joaquín BarrioUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Ana B. BastidaTrébede Patrimonio y Cultura S. L.

Juan Francisco BlancoUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Concepción BlascoUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Dan CabanesFundación IPHES

David CerdánUniversidad Autónoma de MadridDpto. Biología

Jorge ChamónUniversidad Autónoma de MadridSECYR, Dpto. Prehistoria y Arqueología

Fernando CirujanoUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Felipe CuarteroUniversidad Autónoma de MadridLaboratorio de Arqueología Experimental, Dpto. Prehistoria y Arqueología

Arantxa DazaUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Ana EscobarUniversidad Autónoma de MadridDtpo. Prehistoria y Arqueología

Raúl FloresPagadel S. L.

Virginia GaleraUniversidad de Alcalá de HenaresDpto. Biología

Rosario GarcíaUniversidad Autónoma de MadridDpto. de Geología y Geoquímica

Eva-María GeiglCNRS-Universidad de ParisInstituto Jacques Monod

José Luis GómezAntropólogo Físico

Andrea González IbáñezUniversidad Autónoma de MadridDpto. Biología

Ingrid GruesoAntropóloga Física

Silvia de GuimaraesCNRS-Universidad de ParisInstituto Jacques Monod

Lucía GutiérrezUniversidad Autónoma de MadridLaboratorio de Prehistoria y Arqueología

César M. HerasTrébede Patrimonio y Cultura S. L.

Corina LiesauUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Laura LlorenteUniversidad Autónoma de MadridDpto. de Biología, Laboratorio de Arqueozoología

José Antonio LópezCSICCentro de Ciencias Humanas y Sociales

LISTADO DE AUTORES

María José LuciáñezUniversidad Autónoma de MadridDpto. Biología

José Martínez Universidad de ValladolidLaboratorio de Fotogrametría Arquitectónica

Marisol Martínez-ÁvilaUniversidad Complutense de MadridDpto. de Antropología

Roberto MenduiñaArgea Consultores, S. L.

Ignacio MonteroCSICCentro de Ciencias Humanas y Sociales

Arturo MoralesUniversidad Autónoma de MadridDpto. de Biología, Laboratorio de Arqueozoología

Ester MorenoUniversidad Autónoma de Madrid

Xavier MurelagaUniversidad Complutense de MadridDpto. Estratigrafía y Paleontología

Pilar OñateARTRA S.L.

Irene OrtizUniversidad Autónoma de MadridDpto, Prehistoria y Arqueología

Ana I. PardoUniversidad Autónoma de MadridLaboratorio de Prehistoria y Arqueología

Leonor PeñaCSICCentro de Ciencias Humanas y Sociales

Adán PérezUniversidad Complutense de MadridDpto. Paleontología

Patricia RíosUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Eufrasia RosellóUniversidad Autónoma de MadridDpto. Biología, Laboratorio de Arqueozoología

Beatriz RobledoMuseo de América

Salvador RoviraMuseo Arqueológico Nacional

Daniel RubioUniversidad Autónoma de MadridDpto. Prehistoria y Arqueología

Mónica Ruiz-AlonsoCSICCentro de Ciencias Humanas y Sociales

Diego SábatoCSICCentro de Ciencias Humanas y Sociales

Juan SanguinoARTRA S.L.

Jens-Oliver SchwarzUniversidad Gutenberg, Maguncia (Alemania)Departament of Geochemistry

Gonzalo J. TranchoUniversidad Complutense de MadridDpto. de Antropología

Jorge VegaArgea Consultores, S. L.

Traducción de los resúmenesAna Escobar - UAM

Maquetación Ana Escobar - UAM

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 1

I. LOS YACIMIENTOS 3

I.1. El yacimiento de Camino de las Yeseras. Jorge Vega y Roberto Menduiña 5

I.2. El yacimiento de Humanejos. Raúl Flores 9

I.3. La fase Campaniforme del yacimiento de La Magdalena. César M. Heras, Virginia Galera y Ana B. Bastida 17

I.4. Nuevos yacimientos campaniformes en el entorno de Cuesta de la Reina.Juan Sanguino y Pilar Oñate 23

II. EL MEDIO FÍSICO. ANÁLISIS PRELIMINAR DE LOS RECURSOS NATURALESDEL III MILENIO EN LA REGIÓN DE MADRID. Patricia Ríos 29

III. LA CRONOLOGÍA: NUEVAS FECHAS PARA EL CALCOLÍTICO DE LA REGIÓN DE MADRID. APROXIMACIÓN CRONO-CULTURAL A LOS PRIMEROS POBLADOS ESTABLES. Patricia Ríos 71

IV. ARQUEOLOGÍA, RESTAURACIÓN Y ARQUEOMETRÍA: PRINCIPIOS BÁSICOS PARA UNA COLABORACIÓN EFICAZ. Ana I. Pardo, Joaquín Barrio y Lucía Gutiérrez 87

V. ANTROPOLOGÍA 99

V.1. Los protagonistas. José Luis Gómez Pérez, Concepción Blasco, Gonzalo Trancho, Ingrid Grueso, Patricia Ríos y Marisol Martínez-Ávila 101

V.2. Reconstrucción paleonutricional de la población del Camino de las Yeseras. Gonzalo Trancho y Beatriz Robledo 133

V.3. ADN antiguo: estudio de relaciones familiares en el yacimiento calcolítico de Camino de las Yeseras. Gonzalo Trancho, Beatriz Robledo, Marisol Martínez-Ávila y José Luis Gómez 155

V.4. Sedimentología aplicada al estudio de una tumba del Área Funeraria 2: caracterización antrópica o natural. Carlos Arteaga 161

VI. ESTUDIOS ARQUEOFAUNÍSTICOS EN CAMINO DE LAS YESERAS 165

VI.1. La Arqueozoología, un elemento clave en la concepción espacial de Camino de las Yeseras.Corina Liesau 167

VI.2. Los mamíferos de estructuras de carácter doméstico y funerario. Corina Liesau 171

VI.3.Paleogenetic analysis of bovine remains from Camino de las Yeseras and Humanejos. Eva-María Geigl, Silvia de Guimaraes, Corina Liesau 199

VI.4. Los depósitos de perros. Arantxa Daza 211

VI.5. Las aves. Laura Llorente 223

VI.6. Estudio preliminar de los quelonios. Adán Pérez-García, Xabier Murelaga, Corina Liesau, Arturo Morales y Laura Llorente 226

VI.7. Los peces. Eufrasia Roselló 235

VI.8. Los ácaros subfósiles en la reconstrucción paleoambiental. Mª José Luciáñez, Andrea González y David Cerdán 237

VII. PALEOBOTÁNICA EN CAMINO DE LAS YESERAS 249

VII.1. Análisis palinológico. José Antonio López 251

VII.2. Los macrorrestos vegetales. Leonor Peña-Chocarro, Mónica Ruíz-Alonso y Diego Sábato 261

VII.3. Los tolitos de silíceo. Dan Cabanes, Raquel Aliaga y Ester Moreno 277

VIII. LOS EQUIPOS MATERIALES 289

VIII.1. La Arqueometalurgia. S. Rovira, C. Blasco, P. Ríos, I. Montero, J. Chamón 291

VIII.1.1. Los enmangues de objetos de cobre. Mónica Ruíz, Raquel Aliaga, Felipe Cuartero, Concepción Blasco y Raúl Flores 311

VIII.2. La cerámica: caracterización y contenido. Patricia Ríos, Rosario García, Raquel Aliaga y J. Francisco Blanco 319

VIII.3. Aproximación al macroutillaje en piedra de Camino de las Yeseras. Ana Escobar e Irene Ortiz 347

VIII.4. Elementos de adorno simbólicos y colorantes en contextos funerarios y singulares. Patricia Ríos y Corina Liesau 357

VIII.5.1. Estudio preliminar de la industria ósea de Camino de las Yeseras. Fernando Cirujano 371

VIII.5.2. Camino de las Yeseras’ ivory collection: advances in analysis technology used in identifying raw material. Corina Liesau, Arun Banerjee y Jens-Oliver-Schawrz 381

IX. NUEVAS DIMENSIONES EN ARQUEOLOGÍA: APLICACIONES 3D PARA LA DOCUMENTACIÓN Y ANÁLISIS DEL REGISTRO ARQUEOLÓGICODaniel Rubio y José Martínez 387

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

261

VII. 2. Los macrorrestos vegetales

Leonor Peña-Chocarro, Mónica Ruiz-Alonso, Diego Sabato

Resumen

Se presentan los resultados del análisis de los macorrestos vegetales recuperados mediante otación en el yacimiento Calcolítico de Camino de las Yeseras (San Fernando de Henares, Madrid). Se han obtenido muestras de diferentes contextos arqueológicos como enterramientos, hoyos, cabañas, etc., pertenecientes diferentes momentos cronológicos: Calcolítico, Campaniforme y Bronce. Los resultados antracológicos ofrecen una imagen muy homogénea en la que la encina/coscoja aparece como la especie dominante frente al resto de especies (enebros, chopos/álamos, fresnos etc) sin que existan diferencias signi cativas entre los diferentes contextos estudiados. En el caso de la carpología, el espectro de especies identi cadas permite suponer la existencia de una agricultura bien desarrollada en la que los trigos desnudos, la cebada desnuda y las leguminosas son las especies domésticas más importantes. Se ha identi cado una cariópside de un posible mijo que representa el dato más antiguo de esta especie en el contexto peninsular. Además se han identi cado algunas especies silvestres que se pueden interpretar como malas hierbas o como especies típicas de ambientes ruderales.

Abstract

This paper focuses on plant remain analyses recovered using otation, from the Chalcolithic site of Camino de Las Yeseras (San Fernando de Henares, Madrid). Samples come from different archaeological contexts such as burials, pits, huts, etc., which belong to different chronological periods. Charcoal remains show a rather homogeneous picture dominated by Quercus ilex/coccifera and accompanied by Juniperus sp., Populus sp., Fraxinus sp. etc., without evidence of composition variation between contexts. Fruit and seed analysis indicate the presence of free-threshing wheats, barley and pea as the most important domestic species. A single caryopse of millet has been identi ed and it is the oldest example of this species within the Iberian Peninsula. Wild specie have also been identi ed that can be indicating the presence of disturbed habitats and crop elds.

El estudio de los macrorrestos vegetales, tanto antracológicos como carpológicos, tiene como objetivo explorar los patrones de explotación de los recursos vegetales por parte de los seres humanos. Así, ambas disciplinas ofrecen un enorme potencial para investigar las relaciones entre las comunidades humanas y el medio que les rodea. En el caso de la carpología, los restos vegetales proporcionan principalmente información sobre los patrones de uso de las especies domésticas y silvestres utilizadas con diferentes nes, generando datos sobre cuestiones relacionadas con la subsistencia y la economía Además, la utilización de las plantas en contextos de índole variada entre los que se incluyen los de tipo funerario o ritual permite indagar sobre su uso en las esferas de lo social y religioso. Por su parte, la antracología permite obtener una información de primera mano sobre la utilización de las

diferentes especies leñosas utilizadas ya que los carbones recuperados en el contexto arqueológico representan un subproducto directo de la actividad humana. En contraste con los resultados polínicos, los antracológicos tienden a re ejar las especies que se localizan en el entorno más inmediato del yacimiento.

En el caso que nos ocupa, el yacimiento de Camino de las Yeseras, la abundancia de contextos funerarios supone, a priori, la posibilidad de abordar el papel jugado por las plantas en ámbitos funerarios y rituales. La mayoría de los contextos se corresponden con enterramientos, ya sea de tipo individual o colectivo, pero también se cuenta con muestras constructivas y otras procedentes de fosos o zonas de habitación, etc. Esta variedad de contextos supone abre puertas para indagar sobre posibles usos de las especies vegetales en relación con prácticas rituales así como explorar otros

VII.2. Los macrorrestos vegetales

262

contextos vinculados con zonas de habitación o actividades vinculadas, por ejemplo, a la construcción, etc. Adicionalmente, la presencia de especies domésticas abre la posibilidad de estudiar aspectos relacionados con la producción de alimentos así como establecer la gama de especies cultivadas por estas comunidades del III milenio en la zona central de la Meseta.

1. Metodología

Los materiales analizados en este estudio pertenecen a varios contextos con cronologías diferentes en los que se realizó un muestreo selectivo por parte del equipo encargado de la excavación. Dichos contextos se corresponden con diferentes estructuras identi cadas como enterramientos, cabañas, hoyos, etc. cuyo sedimento fue recogido para su posterior otación.

El sedimento se trasladó a la Universidad Autónoma de Madrid donde se procedió a su

otación sistemática, realizada por Ester Moreno. Una máquina de otación construida para este

n consiste en un bidón plástico de 120 l. de capacidad que presenta en su parte inferior un ori cio de entrada de agua y uno de salida. En el interior, sobre una malla de 1 mm. de luz se coloca el sedimento que, gracias al agua en movimiento, se disgrega liberando las partículas carbonizadas. Estas, al entrar en contacto con el agua, otan hacia la super cie vertiéndose, a través de una lengüeta, en una criba con una malla de 250 µ. El sistema de otación permite el procesado rápido de grandes volúmenes de tierra que de otra manera serían difícilmente tratados y la recuperación de materiales que pasan inadvertidos durante el curso de la excavación. Una vez recuperado, el material

otado se secó al aire alejado del contacto directo con el sol.

Una vez otadas las muestras se trasladaron al laboratorio de Arqueobiología del CCHS-CSIC (Centro de Ciencias Humanas y Sociales) donde se procedió a su posterior procesado y estudio. Las muestras han sido cribadas en el laboratorio en una columna de tamices de 4 mm, 2mm, 1mm, 500 µ y 250 µ para facilitar la separación de los materiales en fracciones homogéneas, y facilitar de este modo su estudio. La totalidad del material botánico se ha conservado por carbonización.

El análisis de los restos antracológicos se ha realizado con la ayuda de un microscopio de luz incidente Leica DM 4000M (50x/100x/200x/500x) en sus secciones transversal, longitudinal radial y longitudinal tangencial. La identi cación

se ha realizado mediante la comparación de las características anatómicas del material arqueológico con la colección de referencia de maderas modernas así como los atlas de anatomía de la madera de Schweingruber (1990), Hather (2000) y Vernet et al. (2001). Se ha elegido la frecuencia de los fragmentos como unidad de medida (Chabal 1991).

En cuanto a los restos carpológicos, se han analizado todas las fracciones existentes con un binocular LEICA MZ16. la identi cación se ha realizado utilizando la colección de referencias existente en el laboratorio, así como varios atlas usados habitualmente en esta disciplina.

2. Resultados

El análisis arqueobotánico se ha realizado teniendo en cuenta las tres fases cronológicas identi cadas:

1. Fase I: Fase más antigua del yacimiento anterior a 2400 hasta 2200 cal BC, con enterramientos colectivos, fosos y cabañas.

2. Fase II: Se corresponde con una cronología de entre 2200 y 1740 cal BC., contexto sincrónico al Campaniforme Ciempozuelos con cabañas, enterramientos individuales y dobles con y sin Campaniforme.

3. Fase III. Bronce Protocogotas. Mediados del II milenio cal BC.

2.1. Resultados del análisis antracológico

Para el estudio antracológico se ha analizado la totalidad de las 77 muestras disponibles (fracción >2mm) de las cuales sólo 51 han proporcionado restos de madera carbonizada identi cable por encima de 2 mm (22 muestras de la Fase I, 20 muestras de la Fase II, 1 muestra de la Fase III y 8 muestras sin precisar Fase, Tablas 1 y 4). De éstas se han obtenido 1719 carbones, de los cuales 1571 han resultado identi cables. Para este estudio se han tenido en cuenta los materiales con una adscripción cronológica segura. De hecho, un total de 8 muestras que se corresponden con una cronología calcolítica aún por precisar, no se han representado grá camente unidas al resto (Tabla 4). Las muestras se han organizado en función de su procedencia y posteriormente de manera cronológica. El número de muestra antracológica

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

263

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VII.2. Los macrorrestos vegetales

264

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Juniperus sp.1

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133

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11

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11

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Tabla 2. Resultados absolutos del análisis antracológico (n=1561, ID

=1418)

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

265

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VII.2. Los macrorrestos vegetales

266

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AN

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cf. Ericacea 0,9

1,43,4

Fraxinus sp. 1,5

6,54,7

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5,9Legum

inosa 2,4

2,61

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125

Populus sp. 9,8

Prunus sp. 9,3

23,4

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85,471

69,450

10069

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10094,2

100100

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10046,7

72,475

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90,5Q

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3,50,5

Salix/Populus 50

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L ID41

2592

1082

185

991

8369

67139

563

3345

2912

2529

221

Tabla 3. Resultados porcentuales del análisis antracológico (n=1561, ID

=1418)

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

267

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53)

VII.2. Los macrorrestos vegetales

268

que aparece re ejado en las tablas es un número correlativo, asignado en el laboratorio, para facilitar su manejo (Tabla 1). El sombreado de las tablas hace referencia a su adscripción cronológica por fases, siendo la trama más oscura la más antigua y la trama más clara la más reciente. Los resultados totales y porcentuales se re ejan en las guras 1, tablas 2 y 3.

Se han identi cado un total de 11 taxones diferentes: Juniperus sp. (enebro), Pinus sp. (pino), cf. Ericacea (erica), Fraxinus sp. (fresno), Leguminosa, Pomoidea, Populus sp. (chopo/alamo), Prunus sp. Quercus ilex/coccifera (encina/coscoja), Quercus subgénero Quercus (petraea, robur, pubescens, faginea, pyrenaica) y Salix/Populus (/chopo/sauce/álamo).

El taxón mayoritario identi cado se corresponde con Quercus ilex/coccifera(encina/coscoja) a lo largo de toda la extensión del yacimiento tanto de forma espacial como cronológica ya que no se observa de manera clara que ninguno de los contextos identi cados tenga una variabilidad diferente a los demás, ya sea en muestras de tipo ritual, en enterramientos, en lugares de habitación, etc. Los siguientes taxones en importancia son Juniperus sp y Fraxinus sp. que aparecen representados en la mayoría de las muestras estudiadas aunque muy lejos del taxón mayoritario. El resto tienen una representación casi testimonial (Figura 1).

Las muestras, que hemos comentado anteriormente, que no se relacionan de manera concreta con ninguna de las fases de manera individualizada, muestran el mismo patrón señalados para el resto del yacimiento. Un predominio de Quercus ilex/coccifera, acompañado de manera testimonial de especies de ribera (fresnos y alisos, chopos/álamos) y pinos Tabla 4).

Paralelo al estudio de las maderas localizadas dispersas en el sedimento se ha realizado la identi cación taxonómica de la madera procedente del enmangue de un punzón (en este mismo volumen). Se ha identi cado como Juniperus sp. taxón identi cado en el yacimiento entre la madera dispersa (vid cap. VIII. 1.2.)

2.2. Resultados del análisis carpológico

De las 77 muestras recibidas, sólo 27 contenían restos carpológicos (Tabla 5) adscribiéndose a las tres fases de ocupación del yacimiento. La mayor parte de las muestras proceden de contextos funerarios (enterramientos

colectivos, estructuras funerarias) aunque también se ha estudiado una estructura de cabaña calcolítica (muestra 46). Cuantitativamente, los resultados obtenidos son muy escasos, teniendo en cuenta el gran volumen de sedimento lavado y, en general, los restos se encuentran en mal estado de conservación.

Las muestras se caracterizan por un número limitado de restos (Tabla 6) en los que predomina la presencia de cereales, representados fundamentalmente por la cebada desnuda (Hordeum vulgare) y el trigo desnudo (Triticum aestivum/durum). Se constatan además, aunque de forma testimonial, las leguminosas, en concreto de guisante (cf. Pisum sativum) así como plantas silvestres que en su mayoría pueden identi carse con especies adventicias vinculadas a los cultivos.

De la Fase 1 han proporcionado restos 4 contextos diferentes (3 enterramientos colectivos y un nivel de relleno de una gran estructura). Mientras los contextos asociados a los enterramientos han producido muy pocos restos (trigo desnudo y gramíneas), la gran estructura ha proporcionado una cantidad signi cativa de restos que además presentan una mayor variedad de especies (trigo desnudo, cebada, guisantes, así como algunas especies silvestres.

La Fase 2 ha proporcionado un mayor número de muestres procedentes todas ellas de áreas funeraria con enterramientos de diferente tipología. La mayor parte de las muestras contiene algunos restos vegetales que incluyen la presencia de trigo desnudo, cebada y gramíneas silvestres así como alguna especie silvestre. Destaca en esta fase por el mayor número de restos presente del enterramiento campaniforme en hipogeo del Área Funeraria 2 (Área 36, elemento 03.III-A, UE 03) que contenía trigo desnudo, cebada y gramíneas silvestres, y un enterramiento doble (Área 10, elemento 01, UE 03) que además de contener trigo y cebada en proporciones inferiores, produjo un número más elevado de plantas silvestres que incluyen las semillas de Malva sp, Chenopodiumsp., Cyperaceae, Polygonum sp., Rumex sp y gramíneas.

De la Fase 3 sólo se ha estudiado una muestra vinculada a un enterramiento infantil que ha proporcionado tan sólo 3 gramíneas silvestres.

Se han analizado además, algunas muestras adscritas a un Calcolítico genérico que han producido muy pocos restos.

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

269

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VII.2. Los macrorrestos vegetales

270

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CALC

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Plantas cultivadasTriticum

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1Malvaceae

1Mercurialis

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cf.Polygonum

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41

Rum

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1

Tabla 6. Resultados del análisis carpológico

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

271

3. Los restos vegetales: maderas y semillas

3.1. Las maderas

En el yacimiento de Camino de las Yeseras, uno de los intereses, y de las di cultades, del estudio antracológico se centra en la diversidad de contextos funcionales y cronológicos documentados. Una gran mayoría de ellos se corresponde con enterramientos, ya sean de tipo individual o colectivo, aunque también se han identi cado muestras constructivas, otras procedentes de fosos y también de habitación, etc (Tabla 1). Esta diferenciación clara de contextos es muy interesante para la interpretación de los materiales, ya que debería permitir observar patrones de utilización diferenciada.

Para intentar entender mejor la dinámica de uso de las especies leñosas hemos agrupado los resultados de acuerdo a las tres fases cronológicas identi cadas. El momento más antiguo de ocupación del yacimiento, Fase I, (2400-2200 cal BC) se correspondecon el Calcolítico antiguo. Las muestras provienen de contextos funerarios como enterramientos rituales (con fragmentos óseos de perro), enterramientos colectivos, de zonas de cabañas, así como de fosos y hoyos con restos de actividad metalúrgica. En todos ellos se evidencia el predominio casi absoluto de encina/coscoja (>86 %) acompañada de enebros y de especies de ribera (fresno), mientras que el resto de especies (porcentajes <1,3%) aparecen de forma testimonial (Figura 1).

La Fase II (2200-1740 cal BC), se sitúa en un momento sincrónico al Campaniforme Ciempozuelos. Los contextos estudiados son enterramientos individuales y dobles, cabañas, áreas funerarias y hoyos. El número de fragmentos identi cados es mayor pero la variabilidad de la muestras es muy semejante con la encina/coscoja como especie dominante (79%) seguida de los enebros con un porcentaje mayor que en la anterior fase(>14%) y especies de ribera como fresnos y sauces/chopos/álamos. La variedad de especies es algo más amplia que en la anterior fase con un taxón más (Salix/Populus) (Figura 1).

Finalmente, la Fase más reciente (Fase III) se corresponde con el Bronce Procogotas de mediados del II milenio cal BC. Aunque el número de fragmentos identi cado es poco representativo (41), la tendencia que se observa es la misma con el predominio de encinas/coscojas (>85%) acompañadas de enebros y especies de ribera. En este caso la variedad de especies es menor,

quizá debido al escaso número de fragmentos identi cados frente al volumen total de las anteriores fases (Figura 1).

En resumen, los resultados permiten apreciar que la esta agrupación de muestras en tres fases cronológicas bien diferenciadas a nivel cultural, no se corresponde con una diferenciación a nivel taxonómico ya que no se observan grandes diferencias en la composición de especies de las diferentes fases siendo la encina/ coscoja el taxón dominante. Se identi can además otras especies, con presencia en la mayoría de las muestras, aunque siempre en porcentajes muy inferiores (enebro, fresno) (Figuras 8 y 9). Uno de estos cambios desde el punto de vista cualitativo se observa entre las fases I y II. Concretamente en el segundo momento se aprecia un descenso general de las masas arbóreas que, en el diagrama antracológico, se mani esta con una disminución en la representación del encinar/coscojar (Quercus ilex/coccifera), de la vegetación de ribera (Fraxinus sp.) así como de los pinares, a la par que se constata un aumento en la representación de las comunidades sustitutivas del encinar, como es el enebro (Figura 2 y Tabla 7). El estudio palinológico (López Sáez, vid cap. VII. 1 ) muestra un patrón parecido, que podría indicar la existencia de algún tipo de proceso deforestador que afectaría a todas las comunidades arbóreas del entorno. El origen de este fenómeno, que se re eja tanto en el polen como en la madera utilizada, podría derivar del aumento de actividades antrópicas en el entorno (mayor presión sobre el entorno vegetal) como también parece indicar el estudio palinológico que se reconoce en un aumento de la vegetación ruderal y nitró la así como de los microfósiles no polínicos indicadores de pastoreo (López Sáez en este volumen).

Destaca por su carácter monoespecí co la muestra procedente de la cabaña del área 09, elemento 02 (número 10, Fase II), y en concreto de un hogar. El conjunto de restos botánicos ha proporcionado 83 fragmentos de madera atribuibles a encina/coscoja. La monoespeci cidad de la muestra encaja bien con su origen ya que como se ha señalado en diferentes trabajos, los hogares re ejan pocas recogidas de leña, y que suelen contener el último episodio de combustión, dejando pocas oportunidades a la diversidad, al contrario que las maderas dispersas (suelos, cabañas, áreas funerarias), que representan diferentes episodios de combustión y múltiples recogidas de leña (Badal 1987-88, Badal 1988, Chabal 1997, Ntinou 2002). Este tipo de contexto ofrece, en principio, la posibilidad de extraer datos de carácter etnobotánico ya que los carbones se localizan en concentraciones antrópicas formando

VII.2. Los macrorrestos vegetales

272

un hogar bien diferenciado. Igualmente, es importante señalar que la información de carácter ecológico de la muestra es mucho más limitada por la selección de la misma (Buxó y Piqué 2008). Sin embargo, en el caso que nos ocupa, no es posible realizar diferenciaciones de ese tipo, ya que tanto las concentraciones de carbón como los carbones dispersos muestran una variabilidad similar con gran abundancia de encina/coscoja frente al resto de taxones.

En el caso de Camino de la Yeseras, como hemos comentado anteriormente, no se observa una selección especial de la madera en ninguno de los contextos estudiados. Los resultados obtenidos del estudio de las cabañas, enterramientos, hoyos etc. más bien re eja el aprovisionamiento de recursos leñosos del entorno inmediato, re ejando la presencia de un bosque encinar/coscojar acompañado de su orla vegetal (enebros, rosáceas, etc). La presencia de especies vinculadas a las zonas de ribera como son fresnos, chopos/álamos/sauces, sobre todo en la fase más antigua, re eja la cercanía del yacimiento al cauce del río Jarama (algo más de un kilómetro) (Blasco et al, 2007, Liesau et al, 2008).

Quercus ilex/ coccifera (Encina/ Coscoja) (anatómicamente no podemos individualizarlos) se reconoce en casi todas las muestras (exceptuando la muestra 3 que solo contiene dos carbones). Tanto Quercus ilex como Quercus coccifera son propios de la región mediterránea. Los coscojares forman matorrales densos, impenetrables, en las laderas secas y soleadas consecuencia, generalmente, de la

degradación de carrascales y encinares. La coscoja es indiferente al sustrato, se adapta bien a la sequía estival y es sensible a los climas fríos, lo que hace que no ascienda a las montañas elevadas (Costa Tenorio et al., 1997). Las encinas forman extensos bosques hoy en día diezmados. Esta especie es también indiferente al sustrato y se adapta bien a las sequías estivales. Su madera es dura y pesada, se tuerce y resquebraja al secarse y es muy apreciada para el fuego y la fabricación de carbón vegetal, practicas hoy en desuso. La coscoja es parecida, pero no llega a las dimensiones necesarias para su aprovechamiento como especie maderable y sólo sirve como leña y para la obtención de carbón vegetal (López González, 2001).

Los bosques de ribera se desarrollan junto a los cauces uviales o donde el agua del subsuelo es somera. Los podemos encontrar a lo largo de las orillas de los ríos aunque también jalonando ramblas y arroyos con una vegetación de fresnos, chopos, sauces, alisos, etc (Costa Tenorio et al., 1997).

En el caso de la antracología, uno de los aspectos potenciales de estudio lo constituye el análisis de las diferentes fuentes de aprovisionamiento de la madera utilizada en el yacimiento aunque, en este caso, es conveniente señalar que este aspecto se ha visto condicionado más por la disponibilidad de determinadas especies en el entorno o por las propias características de la madera que por un hecho meramente cultural ya que no se documentan hasta el momento variaciones en los diferentes contextos estudiados. Tampoco

Figura 2. Histograma sintético. Los taxa con valores inferior al 1% han sido representados con un punto.

L. Peña-Chocarro, M. Ruiz-Alonso, D. Sabato

273

Fase I Fase II Fase IIIGIMNOSPERMASJuniperus sp. 4,3 14,6 2,4Pinus sp. 1,3 0,4ANGIOSPERMAScf. Ericácea 0,2 0,1Fraxinus sp. 6,3 2,6Leguminosa 0,8 0,4 2,4Pomoidea 0,5 0,9Populus sp. 9,8Prunus sp. 0,2 1,5Quercus ilex/coccifera 86,2 79 85,4Quercus subgénero Quercus 0,2 0,4Salix/Populus 0,1TOTAL ID 601 776 41

se observa variabilidad entre la procedencia y los diferentes taxones identi cados y en todas las muestras analizadas el taxón mayoritario, muy por encima del resto, es la encina/coscoja.

3.2. Las semillas

En el caso del análisis carpológico, destacamos la presencia de al menos cuatro cereales diferentes: la escaña (Triticum monococcum) representado por una sola cariópside, el trigo desnudo (Triticum aestivum/durum) que es la especie mayoritaria, y la cebada denuda (Hordeum vulgare var durum) y un posible mijo (Panicum sp.). La especie más abundante es el trigo desnudo, seguido por la cebada desnuda. Dentro de los trigos desnudos se incluyen dos especies, el Triticum durum (trigo duro) y el Triticum aestivum (trigo harinero) ya que cuando sólo se documenta la presencia de cariópsides es imposible separar uno de otro. La ausencia de elementos de la espiga como los raquis o las glumas no permite, por lo tanto, decidir cual de las dos especies, o si las dos, estuvieron presentes en Yeseras. Por lo que se re ere a la cebada, la morfología de los granos, redondeados y sin marcas de glumas, permite identi carla como la variedad desnuda, es decir aquella que durante la trilla se desprende de su cáscara fácilmente frente a la variedad vestida cuyo trillado presenta mayores problemas. Es interesante constatar que ambas especies (los trigos desnudos y la cebada desnuda) son las que dominarán el panorama cerealístico del calcolítico en la mayor parte de la Península Ibérica (Buxó 1997). Sólo durante el Bronce, en algunas zonas, se empieza a observar un mayor predominio de la cebada vestida que culminará en la Edad de Hierro como la variedad dominante

dentro de las cebadas. Por lo tanto, el yacimiento de Yeseras encaja en el panorama agrícola de este periodo.

Se constata además la presencia de un posible grano de escaña (T. monococcum) que entraría dentro de los patrones habituales para esta época, siendo una especie que se cultiva de forma marginal aunque existan yacimientos en los que esta especie alcanza un importante desarrollo. Destaca especialmente la presencia de una semilla de un posible mijo (Panicum sp.), documentada en la Fase 1, que constituye un elemento interesante ya que no es hasta la Edad del Bronce cuando esta especie se empieza a documentar, de forma aislada, en el registro arqueobotánico peninsular (Peña-Chocarro 2000). Su constatación, no habría que identi carla probablemente con su cultivo ya que este se generaliza durante la Edad del Hierro, y es más probable que su aparición pueda interpretarse como resultado de su presencia en forma de mala hierba en los campos de cultivo. Los datos más antiguos sobre su presencia en el registro arqueobotánico proceden del Bronce medio de Punta Farisa (Alonso & Buxó 1995) y, por lo tanto esta sería la constatación más antigua de la Península Ibérica. Es interesante corroborar que no se observa ninguna evolución de las especies representadas a lo largo del periodo de ocupación de los espacios del yacimiento.

En cuanto a las leguminosas, sólo se ha identi cado el guisante (Pisum sativum) asociado a una estructura de grandes dimensiones de la Fase I. De nuevo se trata de una especie bien representada en el registro arqueobotánico peninsular desde los inicios de la agricultura. La ausencia de otras leguminosas no habría que interpretarla como consecuencia de su inexistencia en el registro

Tabla 7. Resultados porcentuales del análisis antracológico. Muestras unidas por fase cronológica (n=1561, ID=1418).

VII.2. Los macrorrestos vegetales

274

arqueobotánico. Para este momento la presencia de especies como las habas, lentejas, almortas y vezas está atestiguada en diferentes zonas peninsulares Por lo tanto, las especies domésticas identi cadas en Yeseras, a pesar de proceder de contextos funerarios aportan una información muy relevante para el conocimiento de la agricultura desarrollada en este periodo en el centro de la meseta para la cual la escasez de información arqueobotánica es muy enorme. El patrón que se observa es el habitual con una agricultura basada en el cultivo de trigos y cebadas desnudas a los que se suman las leguminosas, aquí representadas por los guisantes.

Por lo que se re ere a las especies silvestres identi cadas en el registro arqueobotánico de Yeseras, hay que señalar que las identi caciones, en la mayoría de los casos, sólo han sido posibles a nivel de género o familia. Sólo se ha identi cado a nivel de especie Mercurialis annua, una Euphorbiaceae, típica de zonas ruderales como cunetas, y campos abandonados. También forma parte de los cortejos de plantas adventicias malas hierbas. El resto de las especies identi cadas, identi cadas a nivel de género o incluso de familia (Chenopodium sp. Rumex, sp, Malva sp. Polygonum sp., Silene sp., Lolium sp. etc), pueden englobarse en las mismas categorías de especies típicas de zonas disturbadas o bien de malas hierbas.

El hecho de que no se haya identi cado ninguna especie silvestre de uso económico así como la escasa presencia de plantas de interés económico identi cables con posibles ofrendas, no permite explorar cuestiones relacionadas con posibles rituales o ceremonias funerarias en las que estos elementos pudieran jugado un papel.

Conclusiones

El estudio de los macrorrestos vegetales del yacimiento de Yeseras ha permitido abordar cuestiones relacionadas con el aprovechamiento de las plantas por parte de las comunidades que habitaron el mismo. En primer lugar se ha explorado la dinámica de utilización de los recursos leñosos constatándose que la mayor parte de los carbones identi cados se corresponde con la encina/coscoja(porcentajes muy altos entre 86 y 79 %), seguido de enebros así como de otros taxa típicos de ambientes de ribera (fresnos, alisos, chopos/álamos, sauces). El resto de las especies identi cadas (pinos, ericas, leguminosas, pomoideas, Prunus, Quercussubg. Quercus) aparecen de forma testimonial a lo largo de toda la secuencia. El predominio de encina/coscoja tanto a lo largo de las diferentes fases identi cadas como dentro de cada una entre

los diversos contextos muestreados (cabañas, enterramientos, hoyos, etc) ponen en evidencia la ausencia de una selección de especies y re eja la presencia de formaciones boscosas dominadas por estas especies en el entorno del asentamiento. Durante la fase II (2200-1740 cal BC) se observa una disminución en los porcentajes de especies arbóreas (encina/coscoja, fresno, pino) que serían sustituidos por taxones de tipo arbustivo (enebro) que actuarían como elementos sustitutivos. Este cambio hay que ponerlo en relación con un proceso deforestador.

Por lo que se re ere a los restos carpológicos, el estudio de las muestras de del yacimiento de Yeseras pone de mani esto la existencia de una agricultura basada en el cultivo de dos especies de cereales (trigo desnudo y cebada desnuda) acompañados de la presencia de una leguminosa (guisante), que encaja con la tendencia que se observa para este periodo en otras zonas de la P. Ibérica. La identi cación de una cariópside de mijo retrasa al Calcolítico la primera evidencia de esta especie en el territorio peninsular, sin que esto signi que en ningún modo que la especie fuera cultivada en este periodo. Su presencia hay que relacionarla probablemente con su papel como planta adventicia en otros cultivos. Además de especies domésticas, el registro arqueobotánico de Yeseras ha proporcionado algunas semillas de plantas silvestres que se relacionan con ambientes ruderales y campos de cultivos. Por lo tanto, a pesar de la importancia de los contextos funerarios en el yacimiento, no tenemos evidencia de la práctica de rituales funerarios o ceremonias en los que las ofrendas vegetales pudieron haber desempeñado algún papel.

Agradecimientos

Este trabajo se ha realizado en el marco de los siguientes proyectos CCG06-UAM/HUM-0469, Programa Consolider de Investigación en Tecnologías para la valoración y conservación del Patrimonio Cultural -TCP-CSD2007-00058, el proyecto HAR 2008 HIST/1920 nanciado por el Plan Nacional, así como el Proyecto ERC-AdG 230561.

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