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Lgrimas negras

Jezz Burning

Su ama de llaves haba dejado abiertas, las contraventanas quedaban acceso a la gran terraza. El desapacible viento nocturno,jugaba con las finas cortinas de lino, consiguiendo que realizaran unaextraa repetitiva danza. !"s all" de ellas, la oscuridad del cielo,en el que s#lo la luna haba querido estar presente, pareca mirarlecon una expresi#n de superioridad. $ncluso las estrellas habanrechazado acompaarle. En su fuero interno, hasta llegaba acomprenderlas.

%ej# caer su cuerpo rendido sobre el sill#n. &o le quedaban fuerzasni "nimo para hacer nada m"s que refugiarse en su pena, su dolor su verg'enza. (a haba empleado demasiadas noches devan"ndoselos sesos, tratando de saber si haba hecho lo correcto. Si el darcr)dito a las palabras de sus m"s allegados, en el cuidado del restode la manada, haba sido lo mejor. %emasiadas noches, pensandoposibles caminos alternativos al que tom#, sus correspondientesconsecuencias. %emasiadas noches, repiti)ndose a s mismo queaquella decisi#n, la que haba tomado justamente un ao atr"s, habasido la mejor para la maora. *+ero en qu) situaci#n le dejaba a )l-omo lfa, no haba podido hacer otra cosa. ( a aquellas alturas, unao despu)s, a/n no era capaz de mirar a Erinia a los ojos.

Erinia.

0a haba visto crecer convertirse en una bellsima mujer. 1nahembra por la que muchos hubieran dado todo lo que tenan en elmundo. $ncluido )l mismo.

2aba redo compartido con ella momentos que siempre atesorara.-on ella, poda permanecer en silencio decir todo sin mediarpalabra. +oda perderse en su mirada l"nguida por toda la

eternidad, sin pensar un s#lo segundo que estaba desperdiciando eltiempo. +oda maravillarse, una otra vez, admirando su sonrisa, lamisma que animaba su interior, su vida, su alma toda suexistencia. -on ella haba aprendido lo que era amar. 3!alditofuera el destino4 3( maldito tambi)n )l por lo que hizo4

1na otra vez, la misma imagen se repeta en su mente, como unfilm de bajo presupuesto, ajado envejecido.

0a noche, azotada por un fuerte vendaval, el mismo cielo que ahorareinaba, haban sido testigos de lo ocurrido.

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El aire, se arremolinaba en su largo cabello negro, consiguiendo que)ste fustigara su rostro le entorpeciera el avance, como si deaquella forma, el mismsimo destino quisiera retrasar lo inevitable.El linde del bosque, donde unos metros m"s all", se encontraba lapoblaci#n m"s cercana, se le antoj# como el borde del precipicio en elque estaba a punto de trastabillar. Encontr# a Saur en el lugar

donde le dijeron que estara. 2asta el momento en que sus ojos seposaron sobre )l, haba ido dici)ndose a s mismo que no poda serverdad, que aquel joven 2brido no haba estado jugando con dosbarajas.

Su manada se lo haba dado todo, le haba proporcionado a )l, a suhermana Erinia, una vida llena de comodidades, verle reunido conaquellos cazadores, confirmando as, las acusaciones que sus licos deconfianza haban vertido sobre )l, era lo /ltimo que hubiese deseadopresenciar. +ero los hechos no admitan excusas.

Esper# hasta que los cazadores desaparecieron )l comenzaba aregresar a su hogar para advertirle de su presencia.

5 *+or qu) Saur

5 36ael4 5 lo salud# con una nerviosa sonrisa5. *-u"nto llevasah

5 El suficiente para ver c#mo traicionas a la manada 5 ni siquieratuvo la decencia de negarlo5. *+or qu) lo haces *caso no hasrecibido todo aquello que un hombre anhela *&o se te ha

proporcionado todo cuanto deseabas

El hermoso rostro de Saur cambi# por completo. En pocossegundos, los rasgos aniados fueron borrados machacados porotra expresi#n que gritaba a los cuatro vientos su verdadero car"cter.6ael sorprendido ante la ira que reflejaban sus ojos, dio un pasoatr"s inconscientemente.

5 *( qu) ha de una vida normal 5 exclam#5. 3%esde elmomento en que nos llevasteis con los tuos, nos privasteis de unavida normal4 3&o nos preguntasteis que queramos, si dese"bamos

esto o no4

5 Erais 2bridos. %os 2bridos hu)rfanos. 2ubierais muerto de noser por nosotros 5 trat# de hacerle comprender.

5 *( si no hubiera sido as *( si hubi)ramos podido salir adelante+ero no. 6uestra prepotencia es tan grande que ni siquiera nosotorgasteis el beneficio de la duda. &o nos dejasteis elegir.

5 3+od)is elegir4 7anto t/ como Erinia, pod)is elegir el camino quequer"is tomar8 seguir siendo humanos o la transformaci#n

completa, lo sabes.

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5 *( qu) tipo de vida podemos tener si elegimos seguir siendohumanos *0a misma que hemos llevado hasta ahora *9odeadosde licos por todas partes *&o pudiendo relacionarnos con el restodel mundo, por vuestro miedo infinito a ser descubiertos

5 3-onoces las reglas Saur4 3(o mismo te las ense)4

5 3%esde luego que las conozco4 ( por eso, porque tengo eseconocimiento, he tenido que hacerlo.

5 3+or todos los dioses4 *:u) has hecho

El traidor clavo los ojos en el suelo, como si buscara eludir larespuesta.

5 3Saur4 5 le agarr# por los hombros lo zarande# hasta que )ste lemir#. Sus ojos desprendan un desd)n un odio como s#lo habavisto entre los $nfectados.

5 Solucionar el problema 5 anunci# con convicci#n5. 0a mejorforma de acabar con un problema es atacar su raz, erradicar lo quelo produce, as que eso es lo que he hecho.

6ael sinti# como la energa que animaba a la bestia se extenda convelocidad, la sed de venganza sangre se adueaba de todo suser. Saur tambi)n not# como los ojos de su mentor, antes de undelicado azul, cambiaban el tono para tornarse del color del marembravecido.

0o sujet# por las solapas de su abrigo consigui# elevarlo un palmopor encima del suelo.

5 &o me das miedo 6ael. 3delante4 37ransf#rmate4 3!"tame si estu deseo4 +ero eso no impedir" que se produzca lo que a est" enmarcha. 7odos morir)is. 37odos4

0a frialdad que mostraba Saur frente a su muerte inminente,consigui# que el raciocinio imperara en 6ael, )ste pudieracontrolarse. Soltando a su presa, le mir# de nuevo con ojoshumanos, tratado de escudriar en su interior, intentando vislumbrar

hasta que punto la locura haba hecho mella en aquel joven, al quehasta haca mu poco, haba querido como su propio hijo.

5 !"rchate Saur. 6ete. &o te quiero ver en la manada. 0"rgate, trata de vivir esa vida que tanto deseas por la que estasdispuesto incluso a matar inocentes 5 le dijo antes de girar sobre sustalones comenzar a caminar. 7ena que advertir a todos antes deque ocurriera la cat"strofe.

S#lo haba avanzado unos pasos, cuando sinti# como el fro acero seclavaba en su espalda, a la altura de su coraz#n, peligrosamente

cerca. El dolor le atraves#, nubl"ndole el sentido por completo dejando el paso libre al animal que luchara por su vida hasta el/ltimo aliento.

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Sus huesos comenzaron a crujir mientras cambiaban su forma, susrodillas invirtieron el "ngulo, sus piernas desarrollaron unamusculatura sobrenatural, destrozando a su paso el tejido que lascubra. El torso, se ensanch# las costillas se hicieron evidentesbajo la piel. 0os largos hermosos dedos fueron reemplazados pormortales garras afiladas, el bello rostro del hombre, aquel al que su

hermana se haba referido en varias ocasiones como el de unquerubn maldito, se deform# por completo para pasar a mostrar lasterribles fauces de una gran bestia negra.

-on un veloz movimiento e ignorando por completo la heridainfringida, el monstruo en el que se haba convertido 6ael, lanz# uncertero zarpazo que envi# a su agresor tres metros hacia atr"s,haci)ndolo impactar fuertemente contra el tronco de un "rbol, produciendo un sonido que le hel# la sangre. -omo la c"scara deuna nuez al romperse.

S#lo entonces, su parte humana pareci# reaccionar tomar el controlde sus acciones. Se acerc# al cuerpo inerte del muchacho, buscandonerviosamente una seal que le indicara que a/n viva. 1n reguerode sangre procedente de la parte posterior de su cabeza comenz# adibujar un oscuro e intrincado diseo, uni)ndose con otros queaparecieron un segundo despu)s.

0a angustia comenz# a formar un gran nudo en la garganta de 6ael sus zarpas de lobo comenzaron a temblar, mientras su cuerpo volvaa adoptar la forma humana.

5 Saur, *puedes orme 5 intent#5. 3Saur4

rrodillado a su lado, ni siquiera sinti# en su piel desnuda el intenso cortante fro de la noche invernal. Su mente, completamenteanulada, no era capaz de asimilar un simple pensamiento sentacomo su alma se rompa en mil pedazos.

2aba matado a Saur.

( con )l, haba perdido el poco respeto que senta por s mismo.

%espu)s de aquello, su existencia jam"s volvi# a ser la misma,probablemente porque, ni siquiera )l mismo lo era. quella fatdicanoche lo haba cambiado todo.

Segua siendo el lfa, el lder de la manada, despu)s de habercombatido con la horda de cazadores que Saur haba enviado, conlos pequeos grupos que a/n seguan apareciendo, ninguno de loslicos puso impedimento alguno en que siguiera ostentando el puesto.

6ael, dej# el sill#n sobre el que se haba desplomado, camin#despacio hasta donde las cortinas seguan con su extrao rtmico

baile, para sujetarlas salir al exterior.quella noche, haca un ao, haba sellado por completo la posibilidadde una vida diferente, de una vida acompaado de Erinia.

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:uiz" de ella haba sido la idea, de que precisamente esa noche,fuera la elegida para celebrar la ceremonia que unira las dos almascon las que haba nacido, para fundirlas, as convertirse en una deellos finalmente.

Seg/n marcaba la tradici#n, )l deba estar presente, %ios saba que

era una prueba por la que hubiera vendido su alma para no tener queenfrentarla.

;am"s nadie se haba atrevido a llamarlo cobarde. ( realmentejam"s lo haba sido, pero con ella, todo cambiaba. -on ella todo secomplicaba hasta el punto de hacerlo insoportable.

poado en la balaustrada, dej# vagar sus ojos sobre las tierras quese extenda frente a )l. %esde all, poda ver la entrada de la cuevadonde, con toda seguridad, se encontraba toda la manada reunidapara ser partcipes del grandioso evento.

5 *:u) demonios est"s haciendo ah 5 le habl#

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%e nuevo la insoportable soledad le atraves# como un pualcandente. +ero deba acostumbrarse. %eba aceptar que siempresera as, por toda su existencia, hasta que la muerte se apiadara de)l lo enviara de cabeza al infierno.

!ientras tanto, vivira recordando los buenos momentos que haba

pasado con ella. 7iempos en los que nada importaba, s#lo ellos dos.

Erinia junto a )l en aquel remanso del ro, donde la luna fue testigode su entrega. %onde, dejando de lado cualquier otro pensamiento,sus mentes s#lo eran capaces de pensar en el otro, sus almas/nicamente anhelaban unirse. %onde cualquier medio de medir eltiempo qued# in/til e inservible, porque s#lo el rtmico latir de suscorazones marc# su paso. %onde su dulce timidez a/n la haca m"shermosa.=

En este punto, el narrador clav sus ojos en su esposa, con una

promesa prendida en ellos. sta, atenta a la historia, y absorta enlas dulces sensaciones que siempre le produca la voz de su amado, ledevolvi el gesto con una sonrisa cmplice.

0a record# tan bella que le dola hasta las entraas al contemplarla.-ubierta de pequeas gotas de agua, que brillaban como diamantespor todo su cuerpo. El rostro sonrojado al notar su presencia.

7rat# de cubrirse, pero los ojos de 6ael a haba cado en el pecadomortal de mirarla, se negaban a tener en cuenta nada m"s. Sucuerpo haba reaccionado al instante, dese"ndola, pregunt"ndose

como sera recoger con sus labios, cada una de las pequeas lquidas piedras preciosas. rdiendo en su interior por la necesidadde tocarla, de acariciar cada una de aquellas deliciosas curvas. %ehacerla sua, para siempre.

%urante varios minutos no ocurri# nada m"s, el mundo se par# porcompleto mientras se miraban, absortos el uno en el otro, con losojos trabados en medio del camino que los separaba.

$ntent# hablar, hacerle saber cuanto senta, lo que estaba sufriendo,pero de sus labios s#lo escap# un jadeo, el murmullo ininteligible de

su tormento.

5 6ael.

Erinia pronunci# su nombre fue su perdici#n. quellas cuatroletras fueron el /nico hechizo necesario para romper por completo suinmovilidad, a no pudo contenerse avanz# hasta ella.

9ememor# el sabor de sus labios el suave tacto de su piel. -#mola luz de la luna incida en todo su cuerpo, haci)ndola parecer a susojos, como una diosa reverenciada en los albores de los tiempos.

9ecord# c#mo la haba abrazado, c#mo ella dej# a un lado todaprudencia verg'enza virginal para entregarse por completo.

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2icieron el amor apasionadamente, una otra vez hasta que laclaridad del da los encontr# abrazados satisfechos, doloridos perorebosantes de felicidad.

0"grimas de dolor ansiedad, resbalaron por sus mejillas al revivirtodo lo sucedido. El amor encontrado perdido. hora convertido

en un rencor que los corroa por dentro. %os almas gemelas quehaban sido unidas para despu)s separarlas bestialmente queahora, se pudran en la oscuridad de la incomprensi#n m"s absoluta.

5 Erinia> 5 suspir# apesadumbrado, mientras se dejaba vencer porla culpa hunda la cabeza entre los hombros.

&o supo cuanto tiempo estuvo all, apoado en la p)trea frabalaustrada, tampoco importaba, s#lo sera un retazo m"s de suvida, que quedara olvidado, entre muchos m"s que estaban porvenir.

5 3lerta4 3-azadores4

6ael abri# los ojos para clavarlos en uno de los vigilantes delpermetro que avanzaba veloz hacia )l.

%ejando de lado cualquier otro pensamiento, adopt# la forma de labestia sin pensarlo dos veces sin ning/n esfuerzo salt# por encimadel pequeo murete. En un parpadeo a se encontraba en tierra frente al joven iniciado, quien reconoci)ndolo al instante, con losojos mu abiertos, comenz# a explicarse atropelladamente? sin

aliento.5 -azadores. !uchos, decenas de ellos.

5 *%#nde 5 le urgi# tom"ndolo por los hombros.

5 parecieron de la nada. Est"n atacando por todas partes.

5 *( qu) ha de la cueva

5 7ambi)n all.

@ue lo /nico que 6ael necesit# saber. %ej# al muchacho sin decir

nada m"s se lanz# hacia el lugar con el coraz#n en un puo. Eriniaestaba en peligro.

El bosque arda. El resplandor del fuego le permiti# seguir latraectoria que haban realizado los cazadores, )sta, llevaba avarios puntos del asentamiento de la manada, pero a )l s#lo leimportaba uno de ellos.

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-ualquier grito que llegaba a sus odos, le sonaba como el /ltimolanzado por ella. -ualquier cuerpo destrozado que encontraba en sucamino, atormentaba su mente por unos instantes, hasta quereconoca los rasgos de otros. !il veces vio morir a Erinia milveces m"s, sus sentidos desmentan la terrible visi#n. Suspoderosas patas tragaban metros metros de terreno, pero a/n as,

pareca no llegar nunca a su destino, que en su alocadadesesperaci#n, pareca estar parad#jicamente cada vez m"s lejos.

5 36ael4 5 0o llam#

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1no de los integrantes de los luchadores se acerc# a )l.

5 *2as visto a Erinia

5 &o 6ael, lo siento. &o he visto ni el m"s mnimo rastro de ella.

5 *%#nde empez# esto

5 En los alrededores de la cueva. l principio eran muchsimos,varias decenas. hora a no quedan tantos. Este grupo de aqu, otro m"s pequeo en el lado opuesto al asentamiento. 5 l or quehaba otro ataque en un punto diferente su esperanza de que Eriniapudiera estar all se aviv#.

5 *2as estado all

5 S, de all vengo.

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% -o siento, sigue por (avor.

-a peque&a, retir un mechn de su pelo hacia atrs, y volvi acentrarse en su tarea. *o sin antes compartir con su jovenbene(actor, y cmplice en sus travesuras, una mirada triun(adora quedeca a las claras, que saba del malestar que la interrupcin

producira a su padre, incluso antes de haberlo hecho.)oram le sonri divertido.

-ucan se aclar la garganta, y continu.

0o intent# de nuevo. 0lenando de aire sus pulmones hastasentirlos completamente henchidos, lanz# su llamada a la noche.

Esta vez, junto con el sonido de la lucha, el aire trajo consigo unaullido de dolor 6ael, sin pensarlo dos veces, salt# de la torreta,hacia el lugar donde se haba originado.

9"fagas de blanquecino aliento surgan de sus fauces flotaban unossegundos a su lado, acompaando su carrera. 0a garganta elpecho le ardan.

Se introdujo en el bosque aud"ndose de sus garras, apart# lamaleza que le impeda seguir adelante. 6arias ramas hirieron sucuerpo consiguiendo arrancar gotas de sangre. Su coraz#nbombeaba alocadamente, senta sus latidos en cada fibra de su ser.0os potentes m/sculos temblaban sensiblemente, por elsobreesfuerzo la necesidad de llegar lo antes posible hasta su

objetivo, a la vez que un terrible pensamiento, le acompaaba encada zancada.

unque se negaba a aceptarlo, haba reconocido la nota de absolutohorror en la respuesta de Erinia. Sin cesar en su avance, volvi# allamarla, esperando, deseando, que no fuera demasiado tarde paraellos.

-omenzaba a amanecer, el cielo a mostraba los primeros tintesdorados, que aclaraban el manto negro de la noche cerrada.

5 6ael...

Ella haba susurrado su nombre.

El ritmo en sus venas se aceler# a/n m"s hasta inflamarlas por lapresi#n. Senta el pulso en sus sienes, apunto de estallar todo sucuerpo.

En un pequeo claro rodeado de altos "rboles, espesos arbustos, laencontr#, tirada en el h/medo suelo que embarraba el delicadovestido de encajes que haba elegido para la ceremonia. !uerta,

como una mueca rota olvidada.

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Sus piernas, en un "ngulo extrao, mostraban heridas sangrantes.Su rostro, a/n hermoso, estaba surcado por l"grimas que habanabierto blanquecinas sendas en la fina capa de suciedad que locubra. Su cabello, enmaraado entre hojas pequeos guijarros.( su pecho abominablemente desgarrado, horadado hasta dejar versus entraas.

En ese momento 6ael perdi# todo sentido de la realidad. &ot# comosi le hubieran arrancado los pocos resquicios del alma humana que lequedaban de un letal desalmado zarpazo.

-a# de rodillas frente a ella. -omo una marioneta, sorprendida enplena ejecuci#n de movimientos, a la que hubieran cortado los hilos,se derrumb# a sus pies, abraz"ndola desesperado.

Ella haba susurrado su nombre con las /ltimas energas que sucuerpo le haba otorgado.

5 3Saur4 %onde quiera que est)s, maldito seas por los siglos de lossiglos. 7u ira tu incomprensi#n, reza ahora en este claro, porsiempre jam"s, como la peste que pudre toda bondad 5 hundi# surostro en su regazo5. +erd#name mi amor. +erd#name.

El despiadado dolor ensart# su cuerpo, alzando de nuevo su rostrohacia el a dorado cielo, se clav# sus propias garras en el pecho,rugiendo hasta romperse la voz. 2undi)ndose cada vez m"s en lacompleta locura.=

5 /0n hoy, los que habitan esas tierras cuentan que es posible ver ala pareja pasear por los bosques, cuando los primeros rayos de solinician su andadura, acariciando las copas de los rboles./brazndose uno al otro, amndose en silencio % termin.

-ucan observ el rostro de su esposa, qui'n con los ojos clavados ensus pies, pareca no querer salir del trance en el que el relato la habainmerso.

% #Estas bien$

% 1 % le sonri%. Estoy bien.

-ucan alz sus manos hacia ella, y 2anon acept el lugar que suesposo le o(reci junto a 'l. 1inti agradecida como 'ste le rodeabacari&osamente con los brazos y dej un suave beso en su mejilla.

% 3a sido un (inal un poco triste, papi. ue muriera Erinia no hasido muy justo.

% El mundo no lo es, cachorrita.

% #/ qui'n le toca ahora$ % pregunt )oram.

% +reo que a mi. !ero no s' si estar' a la altura. % 2anon pusolos ojos en blanco ante el reto.

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% Gracias, )oram % dijo la ni&a, con un brillo especial en los ojosplateados como los de su progenitor, mientras aceptaba una nuevagolosina.

% +itlalli, deja de comer porqueras. 4a has tenido su(icientes porhoy, #no crees$ % la rega& su madre.

% Esto de los cuentos de 3allo5een ha sido una gran idea %comparti )oram y dirigi'ndose a la peque&a, a&adi%. 6amshubiera imaginado que tu pap (uera tan buen narrador.

% 3ay muchas cosas que no sabes de m. Entre ellas, lo que har'contigo si no dejas de o(recer dulces a mi hija.

2anon ri a carcajadas. /doraba las noches en las que la (amilia sereuna para compartir... cualquier cosa. 7ncluso las travesuras desu peque&a hija, con el apoyo incondicional que )oram siempre leprestaba.

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