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Laura María Gutiérrez Escobar
Universidad Nacional de Colombia
www.unal.edu.co
ASOCIACIÓN NACIONAL POR LA SALVACIÓN AGROPECUARIA: RESISTENCIA
CIVIL ANTE LA APERTURA ECONÓMICA EN COLOMBIA1.
Laura María Gutiérrez Escobar.
Estudiante de Historia de la Universidad Nacional de Colombia.
Introducción:
La apertura económica ha producido profundos dislocamientos económicos y sociales en Colombia
desde su implementación en los años noventa. En respuesta a estas perturbaciones en la agricultura
surgió, en 1998, la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria – a la cual nos referiremos de
ahora en adelante como Salvación Agropecuaria - como una organización sui generis que intenta
lograr la unión entre todos los sectores del agro colombiano en torno a un programa de defensa de la
producción nacional. De esta manera, esta organización ha logrado disminuir el conflicto entre dos
sectores que en Colombia, así como en el resto de América Latina, se han constituido históricamente
como enemigos irreconciliables, enfrentados por el problema del acceso a la tierra: grandes
propietarios (empresarios agrícolas y terratenientes) por un lado, y pequeños propietarios (campesinos
e indígenas) por el otro. Esta organización está conformada por diversas organizaciones agropecuarias
como Unidad Cafetera Nacional (UCN), Unidad Panelera Nacional (UPN), Asociación de Arroceros
de Saldaña (Asosaldaña) y la Asociación de Ganaderos y Agricultores del Meta (Agameta), y ha dado
su lucha por la defensa de la producción agropecuaria nacional, bajo el lema de Resistencia Civil o el
rechazo a los medios violentos de protesta.
1 Queremos agradecer a Jorge Enrique Robledo, y a su esposa Carmen Escobar, por permitirnos el acceso a documentosimpresos y en video de su archivo personal.
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Esta ponencia pretende explicar cómo y por qué pudo surgir en Colombia una organización de
características tan particulares, a partir del análisis de su concepción ideológica; de su lectura de las
causas y consecuencias de la apertura económica y las estrategias de oposición a la misma; de su
propuesta para el desarrollo de un modelo económico alternativo; de la conformación social de sus
miembros; y de los alcances que ha tenido su lucha a escala nacional. La investigación es relevante
porque nos muestra que, ante una amenaza externa común como la importación de alimentos más
baratos que plantea la apertura económica, tanto campesinos e indígenas como empresarios agrícolas
son capaces de trascender su lucha ancestral por la tierra y establecer alianzas entre sí, en busca del
objetivo más amplio de la defensa de la producción nacional y, en últimas, de la seguridad alimentaria
del país.
La ponencia está sustentada en la lectura crítica de las declaraciones, los artículos de prensa y las
publicaciones académicas producidas por, y sobre, esta organización en el marco de la discusión
nacional sobre la apertura económica y las actuales negociaciones del ALCA.
El ensayo será estructurado de la siguiente manera: en el primer capítulo se hará una revisión sucinta
de las luchas campesinas en Colombia de 1910 a 1980 para mostrar como éstas han estado
caracterizadas históricamente por la lucha entre terratenientes y campesinos por la tierra, haciendo
especial énfasis en la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos.
En el segundo capítulo, se analizarán los orígenes de Salvación Agropecuaria que se encuentran en su
organización pionera: Unidad Cafetera Nacional (UCN). En el tercer capítulo se abordara el proceso de
creación de Salvación Agropecuaria, a partir del acercamiento de UCN con las organizaciones de
arroceros del departamento del Tolima. Aquí se analizarán los objetivos principales de Salvación
Agropecuaria, su lectura de los efectos de ocho años de apertura sobre la estructura productiva del
país, y en especial sobre el cultivo del arroz y la panela. En el cuarto capítulo, y a manera de
conclusión, se presentará brevemente la posición de Salvación Agropecuaria frente al Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA).
1. LAS LUCHAS CAMPESINAS EN COLOMBIA (1910 –1980)
Durante todo el siglo XX, el paisaje rural en Colombia se ha caracterizado por la gran concentración
de tierra en manos de unos pocos propietarios en contraposición con una amplia masa campesina que
explota pequeñas propiedades, ya sean propias o trabajadas bajo diversas formas como la aparcería, el
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arrendamiento, etc. Las luchas campesinas han estado primordialmente orientadas hacia el cambio de
esta estructura agraria, mediante la redistribución de la propiedad de la tierra.
Durante la década de 1910 y 1920 los campesinos se enfrentaron a los terratenientes, especialmente en
las zonas de las grandes haciendas cafeteras de Cundinamarca y Santander; o se unieron a los
trabajadores agrícolas de los grandes enclaves extranjeros para reclamar por el robo de sus tierras por
parte de estas compañías foráneas y demandar mejores condiciones de vida y trabajo, como sucedió en
1929 en la famosa huelga bananera contra la United Fruit Company que terminó con la infame
masacre de los manifestantes por parte del ejército colombiano. Paralelamente, los indígenas
defendieron sus tierras resguardadas del ataque del gobierno: Quintín Lame lideró la rebelión en el
Cauca entre 1914 y 1918, que luego se extendió al Huila y al Tolima.
En la década del 30, se presentó un masivo descontento campesino: “Entre 1928 y 1937 hubo
conflictos agrarios en dieciocho regiones del país con más de 200.000 campesinos involucrados”2. Las
luchas continuaron en las haciendas cafeteras del oriente del país donde los campesinos exigían el
derecho a sembrar café en sus propias parcelas. La respuesta del gobierno liberal fue tratar de
institucionalizar el movimiento campesino y ponerlo bajo control estatal. Así en 1931, se reconoció a
los campesinos el derecho de asociarse, creándose numerosas Ligas Agrarias. El partido liberal disputó
la dirección de las Ligas al Partido Comunista (PC) y a la Unir, una disidencia del liberalismo
encabezada por Jorge Eliécer Gaitán. El PC era muy radical en sus acciones las cuales incluían la
invasión de predios a los terratenientes y la expropiación sin indemnización de las tierras de los
mismos. La Unir tuvo mucho éxito en las regiones cafeteras del Sumapaz y Cundinamarca, hasta su
disolución y vuelta al seno del partido liberal en 1935.
El movimiento campesino, tanto el liderado por la Unir como por el PC, fue definitivamente
controlado por el Partido Liberal y orientado por la senda legalista durante el gobierno de Alfonso
López Pumarejo mediante la Ley 200 de 1936 de Reforma Agraria. La ley 200 nunca contempló la
expropiación de propiedad privada sin indemnización, y la redistribución de tierras entre los
campesinos se limitó a parcelar algunas haciendas cafeteras del oriente, pero sí cumplió su objetivo de
acallar la protesta campesina mediante su estrategia populista. De ahí en adelante, y hasta la década de
1960, el movimiento campesino quedó signado por el paternalismo de Estado, desestructurado y con
poca capacidad de acción.
2 Pearce, Jenny. Colombia dentro del laberinto”. Bogotá, Altamir Ediciones, 1992: p. 52.
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Durante la época de la Violencia, los campesinos se vieron arrastrados en luchas partidistas que
relegaron el problema de la Reforma Agraria. Los diferentes gobiernos de los años 40 y 50 trataron de
modificar el gran peso de la ineficiente economía terrateniente e introducir la agricultura capitalista. En
este sentido, tenemos la “Política de colonización y parcelación” de 1945 – 1955 que trató de orientar
los procesos colonizadores según el modelo norteamericano, basado en los farmers, para conformar
una clase media empresarial. Por otro lado, la Junta Militar de 19573 intentó impulsar el desarrollo
agrícola vía Junker mediante el decreto 290. El objetivo del decreto era doble: por un lado, disminuir
el peso de la ganadería extensiva obligando a los terratenientes a destinar parte de sus tierras a la
agricultura; y por el otro, ofrecer incentivos tributarios y arancelarios a los empresarios para que
invirtieran en el campo.
Sin embargo, ninguna de estas reformas del gobierno fueron exitosas, no sólo por lo limitado de sus
propósitos, sino porque contaron con la efectiva resistencia de los poderosos grupos terratenientes y
sus aliados, especialmente el Partido Conservador y la Iglesia. De esta manera el problema de la tierra
siguió insoluto y las repercusiones de este hecho se expresarían con fuerza en las décadas siguientes.
En 1967, el presidente Carlos Lleras Restrepo creó la ANUC, la primera organización nacional
campesina en el país. Más adelante, el gobierno fundó el Instituto Colombiano para la Reforma
Agraria (INCORA) que nunca cumplió con su objetivo y se limitó a comprar algunas tierras a los
grandes terratenientes para entregarlas a un puñado de campesinos, frustrando las expectativas que
muchos de estos últimos habían puesto en esta institución y alimentando las tensiones sociales en el
campo colombiano. La gestión del INCORA benefició en últimas a los terratenientes quienes se
deshicieron de sus peores tierras, vendiéndolas al gobierno a excelentes precios.
La ANUC pronto se desprendió de la tutela oficial y presionó con fuerza por una reforma agraria
promoviendo la invasión de predios por parte de los campesinos durante 1970 – 71, bajo el lema de
“tierra sin patronos” y “La tierra para quien la trabaja”. En julio de 1970 tuvieron lugar las más
amplias movilizaciones de campesinos en la historia de Colombia: “15,000 familias participaron en la
invasión de 350 predios en 13 departamentos”.4 El Mandato Campesino 5, como se le conoció al
programa agrario de la ANUC, resume claramente los objetivos de la lucha campesina y su idea de la
Reforma Agraria. En la Presentación, se lee que “El Primer Mandato Campesino refleja la posición
3 La Junta asumió el poder después del golpe de estado contra Rojas Pinilla.4 Pearce. Colombia..., p. 120.5 Redactado en Agosto 22 de 1971
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de clase de los sectores medios, pequeños y asalariados del campo [...]”6; es decir, es una organización
que representa exclusivamente los intereses del campesinado y no los de ningún otro grupo social del
campo.
En el capítulo uno del documento se exponen los objetivos del Mandato:
*Eliminación del monopolio sobre la tierra y liquidación definitiva del latifundio.
*Prohibición y liquidación de los sistemas de arrendamiento, aparcería, agregados, etc.
*Entrega gratuita de la tierra a los que la trabajen o quieran trabajarla.
*Sustitución del régimen de propiedad, tenencia y explotación de la tierra por unidades de autogestión
campesina sobre la base de la asociación voluntaria y el desarrollo tecnológico del campo.
*Protección al campesino contra las acciones de prestamistas y usureros que se expresan en los juicios
de desahucio o de cualquier procedimiento que implique el desalojo de la parcela.
*Facilitar la asistencia técnica, la maquinaria, el crédito suficiente y oportuno, adecuados sistemas de
mercadeo, programas de vivienda, educación, salud y seguridad social.7
En el artículo 9 del capitulo 3 se aclara que la expropiación de las grandes propiedades latifundistas
“[...] es la única forma de adquirir predios de propiedad privada con destino a la reforma agraria”8; y
más adelante, en el articulo 10, se hace explícito que “Por los latifundios expropiados, no se pagará
ninguna indemnización”9. Estas propiedades se convertirán en cooperativas de autogestión campesina
o se distribuirán en parcelas a los campesinos.
Igualmente son objeto de expropiación las instalaciones, maquinaria, ganado y demás medios de
producción de los latifundios con desarrollo agroindustrial o ganadero para ser explotados por los
propios trabajadores mediante las cooperativas de autogestión campesinas. Los latifundistas
expropiados pueden “[...] retener una extensión igual al máximo de la cabida establecida para una zona
o municipio del país donde estuviera ubicado el predio.”10 El Estado comprará los medios de
producción a los latifundistas expropiados.
6 ANUC. Primer Mandato Campesino . Bogotá, Prensas Editoriales UNINCCA, 1972, primera edición: p.2negrillas en el original.7 ANUC. Primer mandato...p.p. 3 - 48 ANUC. Primer mandato...p. 6.9 ANUC. Primer mandato... p. 8.10 ANUC. Primer mandato... p. 7. El máximo esta determinado según estudios realizados por los consejosejecutivos municipales de la reforma agraria teniendo en cuenta el “ingreso medio vital” que una familiacampesina necesite para la satisfacción de sus necesidades.
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Las cooperativas de autogestión campesina “son empresas de producción a gran escala que surgen de
la unión voluntaria de pequeños propietarios”11 y “[...]se basan en el trabajo colectivo de socios con
igualdad de derechos y deberes”12 y con sus reglamentos y democracia internas. Las cooperativas
pueden decidir libremente si establecer parcelas de beneficio individual y en que cantidad. Su
producción será planeada de acuerdo a las necesidades de desarrollo nacional para abastecer el
mercado interno, sustituir el monocultivo y consolidar nuevos reglones de producción para la
exportación y para proveer a la industria de materias primas.
Finalmente el Mandato Campesino propone la creación de un banco agrario para proveer de crédito al
sector agrícola, nacionalizar las importaciones de maquinaria e insumos agrícolas, que serán alquilados
por precios módicos a los campesinos y cooperativas por parte del organismo de asistencia técnica de
la reforma agraria. Igualmente dice que el Estado debe fomentar la construcción de una industria
nacional de maquinarias, establecer centros de investigación agronómica y de asistencia técnica, así
como destinar de su propuesto el monto necesario para la realización y desarrollo de la reforma
agraria.13
La ANUC pronto se dividió en dos secciones: La ANUC línea Sincelejo, bajo la influencia del PC –
ML y su brazo armado el Ejército de Liberación Popular (EPL), que buscaba convertir las invasiones
de tierras en conflictos armados; y la ANUC línea Armenia que era más moderada y cercana al
gobierno. El gobierno conservador de Misael Pastrana Borrero puso fin al movimiento campesino con
el “Pacto de Chicoral” que significó el inicio de la contrarreforma agraria: mediante leyes de1973, el
Estado concedió grandes propiedades a los terratenientes e incentivos financieros a la agricultura
mecanizada14.
En 1982 se creó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) quien, a partir de 1986,
empezó a recuperar tierras en la región azucarera del Valle del Cauca bajo la consigna de “Unidad,
tierra, cultura y autonomía”. Entre 1981 y 1985 se presentaron numerosas invasiones de tierras por
parte de campesinos de manera espontánea y desorganizada.
Para finales de los 80, el movimiento campesino había sido bastante menguado. La ANUC línea
Armenia se alió por completo con el gobierno al apoyar el proyecto de reforma agraria que presentó en
11 ANUC. Primer mandato... p. 8.12 ANUC. Primer mandato... p. 8.13 ANUC. Primer mandato... p. 9.14 Pearce. Colombia..., p. 122.
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1988 el presidente Virgilio Barco. La ANUC línea Sincelejo, por su parte, fue objeto de una severa
represión durante este periodo.
Mediante esta revisión panorámica de las luchas campesinas en Colombia se puede apreciar que la
cuestión de la reforma agraria – es decir la redistribución de la tierra entre los campesinos a partir de la
disolución del latifundio- siempre ha estado presente como parte fundamental de las peticiones de
estos movimientos populares.
La ANUC proponía un programa de reforma agraria que expropiara y redistribuyera los latifundios
entre los campesinos para crear una estructura mixta de pequeños/medianos propietarios y
cooperativas de campesinos, recogiendo elementos del programa de colectivización de la Unión
Soviética y de las comunas de la Revolución China. Salvación Agropecuaria, por el contrario, nunca
ha luchado por la Reforma Agraria ni ha planteado la colectivización de la tierra ni de la producción
agrícola como parte de su programa. Para entender esta ruptura en el desarrollo histórico de las luchas
campesinas en Colombia, expresada claramente en las profundas divergencias entre la ANUC y
Salvación Agropecuaria, es necesario empezar por el análisis de los orígenes de ésta última
organización que se encuentran en el surgimiento de Unidad Cafetera Nacional y la crisis del café por
el rompimiento del Pacto de Cuotas en 1989.
2. UNIDAD CAFETERA NACIONAL
Los efectos de la crisis del café en Colombia por el rompimiento del Pacto Internacional de Cuotas o
Pacto del Café en 1989, y por el profundo impacto del programa de apertura económica iniciado por el
presidente César Gaviria en 1990, condujo a la creación de Unidad Cafetera Nacional en enero de
1992.
Jorge Enrique Robledo y Fabio Trujillo Agudelo, sus fundadores, llevaban años involucrados en los
temas del café. Robledo, profesor de arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede
Manizales, dirigía Unión Cafetera Colombiana, una organización de pequeños y medianos cafeteros
surgida a partir de la crisis cafetera producida por la llegada de la roya a Colombia en 198415. Además
Robledo era dirigente político del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario MOIR16 en
Caldas. Fabio Trujillo Agudelo, junto con Octavio Mejía Marulanda, había fundado Aprocafé en 1978,
15 Robledo, Jorge Enrique. El café en Colombia. Un análisis independiente. Bogotá, El Áncora Editores,1998: p. 181.16 El MOIR es un partido político de izquierda.
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una organización de grandes productores de café17 que se apartaron de la Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia (Fedecafé)– el gremio que agrupa a los cafeteros del país- por los malos
manejos de las ganancias obtenidas por la bonanza del grano en 1976, y con el ánimo de constituirse
como una voz que defendiera directamente los intereses de los productores ante el gobierno.18
Ante las consecuencias nefastas del rompimiento del Pacto Internacional para la caficultura nacional,
tanto Aprocafé como Unión Cafetera decidieron aunar fuerzas y crear UCN, con el objetivo de unir a
todos los productores de café, y buscar la solidaridad de los sectores económicos, políticos y sociales
de las zonas cafeteras para constituir un gran frente social que exigiera al gobierno soluciones efectivas
y oportunas a la crisis que estaban padeciendo.
El programa de UCN incluye siete puntos fundamentales:
1. Por un precio interno de compra [del café] remunerativo y estable.
2. Por la condonación de todas las deudas bancarias de los caficultores
3. Por subsidios estatales para el control de la broca
4. Por la defensa de las instituciones que favorecen a los caficultores.
5. Por crédito suficiente, oportuno y barato.
6. Por la no estratificación de los predios rurales.
7. Por la no importación de alimentos.19
Como se puede observar, el programa no menciona por ningún lado la necesidad de la reforma agraria
como la solución a la crisis de la caficultura. Esto se explica porque UCN, a diferencia de
organizaciones como la ANUC, no ubica la causa principal de la crisis cafetera en la estructura de la
tenencia de la tierra, sino en las políticas internacionales de libre mercado, definidas en el Consenso de
Washington, gracias a las cuáles las multinacionales de la comercialización y torrefacción del café
crean gran inestabilidad y precios bajos en las cotizaciones internacionales, mediante maniobras
especulativas en la bolsa y la estimulación de la superproducción del grano. Igualmente las
multinacionales desean apoderarse del mercado interno colombiano de café, promoviendo el
desmantelamiento de Fedecafé que controla dicho mercado.
Jorge Enrique Robledo, en su libro El Café en Colombia, un análisis independiente explica a
profundidad las dos causas de la crisis del café en el país:
17 Fabio Trujillo, por ejemplo, tiene una finca de cerca de 100 hectáreas de café.18 En 1976, los precios internacionales del café alcanzaron los niveles más altos de su historia.19 “Masiva movilización cafetera.” Tribuna Roja. Bogotá, 15 de septiembre de 1996, Nº 67: p. 6.
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1. Causas Externas: Básicamente tenemos el rompimiento del Pacto Internacional del Café que
deprimió las cotizaciones del grano a niveles muy inferiores a los garantizados anteriormente. Mientras
en 1989, el precio del grano colombiano en el mercado externo “[...] se movía dentro de una banda de
1.2 y 1.4 dólares la libra en junio de 1989, inició su descenso a partir de esa fecha hasta menos de
sesenta centavos de dólar la libra.”20 Sin el Pacto, es decir sin el acuerdo entre los países productores
de café para regular su producción con miras a mantener elevado el precio internacional del grano, las
transnacionales de la comercialización y torrefacción del café (Nestlé, Cargill, Craft General Foods,
etc.) especulan con el café en el mercado internacional generando gran inestabilidad y bajos precios.
Además, esas mismas transnacionales, apoyadas por las potencias consumidoras como Estados
Unidos, están promoviendo las siembras de café en el mundo, especialmente en Vietnam, India e
Indonesia para agudizar la competencia entre los productores, inundar el mercado mundial de café y
generar una mayor caída de los precios: “ [...] la tendencia secular a la superproducción se agrava por
la acción deliberada de los países compradores que están estimulando las siembras de café en
diferentes partes del globo.”21
Según Robledo, las maniobras de las transnacionales para someter a los países productores a una
guerra de precios significan el empobrecimiento progresivo de los caficultores a nivel internacional
debido a que los costos de producción se reducen no por efectos de mejoras en la productividad, sino
por una mayor sobreexplotación campesina. A medida que los ingresos de los campesinos se reducen
porque las bajas cotizaciones en el mercado internacional, desde el rompimiento del Pacto del Café, se
reflejan en el precio interno, los campesinos reducen sus niveles de vida para poder seguir
produciendo. La economía campesina se caracteriza por tener una doble condición: es economía de
autosubsistencia porque parte de las parcelas está cultivada con productos de pancoger (plátano, yuca,
etc., de lo cual se alimenta el campesino y su familia), y parte esta cultivada con productos
comerciales como el café: “para los campesinos el ingreso del café es casi ´puro excedente` [...] Los
campesinos no hacen cuentas [...] Si al final del año han podido sobrevivir con el producto de su
parcela, entonces el ´negocio funciona`. [...] De ahí que las economías campesinas posean una cierta
capacidad de adaptación a los precios bajos, pues se defienden de ellos consumiendo menos y
aumentando e intensificando su jornada laboral.”22
20 Robledo. El café en Colombia... p. 27.21 Robledo. El café en Colombia... p. 34.
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2. Causas internas: la política neoliberal, que se venía vislumbrando desde el gobierno de Virgilio
Barco (1986 – 1990), pero que realmente comenzó en el de su sucesor César Gaviria (1990 – 1994), se
propuso el desmonte de las instituciones cafeteras, es decir de todas aquellas que respaldan la
producción cafetera, en materia de créditos, investigación, sustentación del precio interno, etc., y están
bajo el mando de la Federación de Cafeteros. Con el cierre de la Caja Agraria y la reestructuración del
Banco Cafetero23, los préstamos a los cafeteros dejaron de ser de fomento y consecuentemente las
tasas de interés se elevaron a niveles escandalosos. La liquidación de la Flota Mercante Gran
Colombiana24 encareció el precio de los fletes para el café de exportación de la Federación,
generándole cuantiosos costos extras.
Por otro lado, los gobiernos colombianos nunca han defendido a los caficultores, pues no han
“enfrentado y puesto las denuncias respectivas en las instancias correspondientes contra los
manipuladores del mercado cafetero y ni siquiera han adoptado políticas internas suficientes para
mitigar las quiebras de sus industrias locales.”25
Ante el calibre de la crisis y la magnitud de la amenaza de las multinacionales del café, UCN ha
asumido la defensa de la caficultura nacional a partir de tres principios básicos, que se verán reflejados
en Salvación Agropecuaria:
a)Política de unidad del sector: Es necesaria la unidad de todos los sectores cafeteros como única
manera de alcanzar una fuerza lo suficientemente poderosa para enfrentar la amenaza de las
multinacionales y las políticas neoliberales del gobierno colombiano: “De ese control [de las
multinacionales] no se va a salvar nadie; ni pequeños, ni medianos, ni acomodados, porque una de las
cosas nuevas que tiene esta política internacional y este nuevo orden económico es que no solamente
golpea a los de siempre, a los sectores sociales empobrecidos y a las clases medias, sino que va por los
mercados y la acumulación interna de capital, por la tasa de ganancia y por el margen de operación de
los sectores pudientes de la producción agraria e industrial del país.”26. Por esta razón, UCN no es una
organización campesina, sino gremial, de productores de café a la cual pueden pertenecer todos los
caficultores sin importar su filiación política o ideológica, su condición de jornalero, empresario o
22 Robledo. El café en Colombia... p. 85.23 La Caja Agraria, fundada en 1931 bajo el auspicio de Fedecafé, en conjunto con el Banco Cafetero,fundado en 1953, brindaban crédito de fomento a los cafeteros.24 Fundada por la Federación en 1946 para transportar los sacos de café a los puertos internacionales.25 Suárez, Aurelio. “Propuesta de iniciativas de Unidad Cafetera Nacional a la reunión de la alianza global endefensa del café.” Ginebra, Enero 13 y 14 de 2003. Archivo personal de Jorge Enrique Robledo.
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campesino, de pequeño o grande propietario, con tal de que respalden el programa y las indicaciones
de UCN.
En esta política de unidad, UCN siempre ha defendido la importancia de Fedecafé, y de sus comités
municipales y departamentales, porque entiende que esta institución también está amenazada por las
políticas neoliberales: “[...] las multinacionales también vienen por la Federación Nacional de
Cafeteros, como institución que les obstaculiza su necesidad de un mercado interno libre”27, y ha
mantenido las puertas abiertas para realizar acciones en conjunto que beneficien a los caficultores.
Sin embargo la Federación nunca ha aceptado la legitimidad de esta organización independiente y ha
condenado la mayoría de sus movilizaciones. Por ejemplo, con respecto a la Marcha Cafetera a
Manizales en Marzo 29 de 1995, donde participaron 25,000 productores, Rodrigo Múnera, presidente
del Comité Nacional de Cafeteros afirmó que “elementos ajenos a la organización gremial movidos
por intereses extraños a los genuinos de los productores del café, están promoviendo los paros en
distintas regiones”28 Hay que recordar que la Federación, y en especial el Fondo Nacional del Café
(FNC), se sostiene financieramente con aportes parafiscales de los cafeteros por delegación del
gobierno nacional29, por lo que depende en gran medida del gobierno y no está interesada por tanto en
enfrentarse con él directamente.
UCN también ha buscado la permanente solidaridad de todas las fuerzas sociales de las regiones
cafeteras, porque a todos los sectores los afectan la crisis del café. El paro cafetero del 19 de julio de
1995, por ejemplo, fue respaldado por el obispo del Líbano, monseñor José Luis Serna, curas párrocos,
los Concejos de Manizales Armenia y Pereira, las asambleas de Antioquia, Risaralda, Huila, Meta, dos
Senadores de la República y cuatro Representantes a la Cámara, la Confederación Nacional de
Trabajadores, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) del departamento de Risaralda, entre
otros30.
b) Defensa de la producción: la reforma agraria no hace parte de los objetivos de su programa, como
puede verse atrás, sino la defensa de la producción en el sentido de exigir condiciones del Estado y de
Fedecafé para salir de la crisis económica y hacer del cultivo del café una actividad nuevamente
26 Suárez, Aurelio. “Sobra la táctica del movimiento cafetero” En: Tribuna Roja. Bogotá, Octubre 27 de 1995,Nº 65: p. 10. Suárez fue el coordinador de UCN en Risaralda hasta que en el 2002 fue nombrado presidente deesta organización cuando Robledo debió dimitir para ocupar una curul en el Senado.27 Suárez. “Sobre la táctica...”. p. 1028 La Patria, “Polémica marcha cafetera en Manizales”. Manizales, marzo 29 de 1995, p. 10 B.29 El Fondo Nacional del Café con estos dineros garantiza la compra de toda la cosecha nacional, y el preciode sustentación a los caficultores, es decir un precio por encima de los costos de producción, así éste no secorresponda con el precio en el mercado internacional.
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rentable que permita unas condiciones de vida y de trabajo dignas para todos los caficultores y
habitantes de los 600 municipios que en 11 departamentos del país dependen del cultivo del grano.
Sin embargo, el hecho de que UCN no aboque por la reforma agraria no quiere decir que no busque la
defensa de la tierra de los caficultores. En realidad, la lucha por la tierra se plantea en otros términos:
la oposición a que los caficultores sean expropiados de sus tierras por causa de las deudas vencidas con
las entidades bancarias y crediticias, imposibles de pagar por el calibre de la crisis. Después de insistir
en la condonación de las deudas de los cafeteros desde el año 1993 y, como consecuencia del Paro
Cafetero de 24 horas de Julio 19 de 1995, la UCN logró la condonación de las deudas hasta 3 millones
de pesos31 con la aprobación de la ley 223 de ese mismo año 32. Igualmente, durante los meses de
febrero a abril del año 1997, UCN impulsó la desobediencia civil ante la reapertura de los procesos
judiciales contra los caficultores morosos, que no fueron cobijados por la condonación, cuyas deudas
ascendían a 25,000 millones en la Caja Agraria33, y 15,000 millones 34 en Bancafé. 35 Luego de que el
gobierno nacional calificó la desobediencia civil como “una amenaza de desestabilización económica y
social”36 debió ceder y destinar 5,000 millones de pesos37 para el alivio de parte de las deudas cafeteras
contraídas antes del 31 de diciembre de 199438.
c)Resistencia Civil: todas las acciones de protesta de UCN han sido orientadas con criterios pacíficos,
democráticos y civilizados, condenando cualquier forma de terrorismo, uso de violencia, extorsión,
secuestro, etc. En este sentido nunca ha buscado la transformación de la protesta en conflictos
armados.
UCN comenzó a hacer acercamientos con otras organizaciones del sector agropecuario desde 1997
hasta que finalmente en 1998 impulsó la creación de Salvación Agropecuaria por razones que
explicaremos a continuación.
30 La Patria, “El paro divide a los cafeteros”. Manizales, julio 18 de 1995, p. 8 A.31 Serían aproximadamente USD 3000. Los cálculos están hechos sobre una tasa de cambio aproximada para1995 de 1000 pesos por dólar. Ver “El dólar se arrima a 1000”. El Tiempo. Bogotá, 7 de noviembre de 1995:p. 1 A.32 Condonación que luego se logró ampliar a deudas hasta 5 millones, es decir unos USD5,000.33 Serían aproximadamente USD 25,000. Todos los cálculos para 1997 están hechos sobre una tasa de cambioaproximada para ese año de 1000 pesos por dólar. Ver “El dólar sigue disparado”. El Tiempo. Bogotá, 22 deagosto de 1997: p. 5 A.34 Serían aproximadamente USD 15,000.35 La Patria. “Gobierno demandaría a promotores de no pago cafetero.”. Manizales, febrero 7 de 1997, p. 7 A.36 Diario de Colombia, “A cualquier precio mantendremos decisión, dice Unidad cafetera”. Neiva, febrero 7de 1997, p. 3 A.37 Serían aproximadamente USD 5,000.
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3. ASOCIACIÓN NACIONAL POR LA SALVACIÓN AGROPECUARIA.
Para explicar el surgimiento de Salvación Agropecuaria es preciso retomar la discusión sobre los
efectos perjudiciales de la apertura económica, pero ampliada a todo el sector agropecuario.
a) Los efectos de la apertura económica en el agro:
Desde que en las altas esferas del gobierno se empezó a plantear la política de “apertura económica” a
finales de la década de los 80, se escucharon algunas voces en su contra. En 1992 se editó una
compilación de artículos sobre el tema en donde Eduardo Sarmiento Palacio, decano de economía de la
Universidad de los Andes y, más adelante, presidente de la Sociedad de Economistas Colombianos,
afirma que “La experiencia de los dos últimos años deja al descubierto las deficiencias de la apertura.
Es indudable que el país no estaba preparado para llevarla a cabo.”39 Carlos Naranjo, vicepresidente de
la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos y quien luego formará parte de la junta directiva
de Salvación Agropecuaria, critica la apertura al advertir que “Los cimientos de la verdadera fortaleza
económica de una nación se encuentran en su propio mercado, y no en sus exportaciones, que siempre
llegan como consecuencia y complemento del progreso interior”40 Allí también escribe Jorge Robledo,
quien ya era coordinador de UCN, y plantea los principales argumentos que esgrimirá para defender la
necesidad de la creación de Salvación Agropecuaria.41 Sin embargo, no fue hasta 1998, cuando la
magnitud de la crisis alcanzó niveles insospechados, que se logró la unidad de una gran parte de las
asociaciones de productores agrícolas a nivel nacional. Ese año, el arroz, uno de los pocos productos
agropecuarios con algún grado de desarrollo empresarial que había logrado subsistir a la apertura
económica, entró en crisis cuando el presidente Andrés Pastrana, como parte de su campaña contra la
inflación, autorizó la importación de 225,000 toneladas de arroz, es decir la cuarta parte del consumo
anual nacional.42 La crisis se agravó al siguiente año con las importaciones desde Ecuador por los
acuerdos del Pacto Andino, sumadas a las toneladas de este cereal que entraron de contrabando43. Por
esta razón, se unieron los arroceros del Tolima, encabezados por Angel María Caballero, ingeniero
agrónomo y empresario arrocero de la zona de Saldaña, y los del Meta, impulsados por Eudoro
38 La Patria. “Unidad Cafetera levantó la desobediencia civil”. Manizales, abril 8 de 1997, p. 3 A.39 Sarmiento Palacio, Eduardo. “Evaluación y perspectivas”. En: Neoliberalismo y subdesarrollo . Bogotá, ElÁncora Editores, 1992: p. 185.40 Naranjo, Carlos. “La apertura económica y el agro”. En Neoliberalismo... p. 122.41 Robledo, Jorge Enrique. “El modelo económico de la apertura” En Neoliberalismo... p.p. 127 – 166.42 El Tiempo, “Colombia, de arrocero a importador” Bogotá, junio 29 de 1998: p. 12 A.
14
Álvarez, dirigente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos del Meta (Agameta), para realizar
protestas contra las importaciones. En el “Espinal y Lérida44, hubo sendas reuniones y a la última se
invitó a Jorge Robledo para que comentara las experiencias de Unidad Cafetera Nacional. Se inició
entonces una serie de acciones conjuntas de cafeteros y arroceros, con paros arroceros a finales de
1998 y comienzos de 1999, el III Foro Arrocero y Agropecuario del 15 de marzo de 1999 en Ibagué45,
y la gran Jornada Nacional por la Defensa de la Producción Nacional realizada el siguiente 21 de
abril.”46 En el Foro agropecuario del 9 y 10 de junio de 1999 en Ibagué, con más de 800 dirigentes
agrícolas y ganaderos agrupados en más de 20 organizaciones47, se creó Salvación Agropecuaria y se
designó a Angel María Caballero como presidente y a Jorge Enrique Robledo como secretario
general48.
En diciembre de 1999, seis meses después de la creación de Salvación Agropecuaria, Robledo escribió
un articulo para la revista Deslinde, en donde sintetiza su análisis sobre la apertura económica.
Robledo inicia explicando que los problemas del agro colombiano no comenzaron en 1990, sino que
venían desde siempre puesto que el respaldo del Estado a este sector era bastante precario: los precios
de sustentación eran muy bajos, los distritos de riego eran muy limitados en su extensión, no había una
industria de maquinaria agrícola nacional, los precios de los insumos eran de monopolio; en síntesis
existía un sector agroindustrial muy débil y la producción campesina suplía la mayoría de las
necesidades del mercado interno. Por esa razón, dice Robledo, es una falacia de los aperturistas decir
que el campo colombiano no se pudo desarrollar en Colombia por culpa del excesivo proteccionismo
del Estado, y, por lo tanto, proponer que la solución se encuentra en reducir la intervención del Estado
en el mercado, y abrir nuestras fronteras a los productos foráneos, es igualmente errado. Sin embargo,
continúa Robledo, el campo funcionaba mas o menos bien antes del 90 y Colombia era autosuficiente
en productos como el arroz, situación que cambia drásticamente con la apertura económica.
Robledo caracteriza la apertura como una política impuesta por los países desarrollados, especialmente
Estados Unidos, quienes se encuentran en una crisis de superproducción y deben deshacerse de sus
43 Para 1998 se calcularon en 80 mil toneladas. Caballero, “El arroz...” Deslinde Nº 24: p. 94.44 Poblaciones del departamento del Tolima.45 Ibagué es la capital del departamento del Tolima.46 Naranjo, Carlos. “Renace la lucha agraria” En Deslinde Nº 29. Bogotá, Cedetrabajo, septiembre de 2001: p.11.47 Algunas de esas organizaciones son: Asociación Agropecuaria del Huila, Federación de Cultivadores dePapa (Fedepapa), Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores Del Cauca (Agropemca), Asociación deAgricultores y Ganaderos del Meta (Agameta), y la Asociación Agropecuaria de Nariño.48 Tribuna Roja. “34 bloqueos en vías principales en el Paro Agrario del 28 y 29 de julio ”. Bogotá, 20 deagosto de 1999, Nº 78: p. 8.
15
excedentes apoderándose del mercado interno de países subdesarollados como Colombia. En efecto el
Banco Mundial exigió al gobierno del presidente Virgilio Barco, reducir las barreras proteccionistas
como condición para otorgar nuevos créditos según lo denunció Abdon Espinosa Valderrama a través
de un artículo en el periódico El Tiempo49.
Para los teóricos de la apertura lo mejor es importar todo aquello que en el exterior se produce más
barato, por lo cual saldrán del mercado aquellos productores que no sean competitivos. Sin embargo,
es evidente, dice Robledo, que el agro colombiano no puede competir con los productos de países
desarrollados que gozan de subsidios de más de 320 mil millones de dólares anuales, y mayores
productividades por los altos grados de mecanización de sus cultivos.
Los efectos de la apertura sobre el aparato productivo del país fueron contundentes: las importaciones
de alimentos pasaron de 700,000 toneladas en 1990 a 7 millones de toneladas en el año de 1999, lo que
significó la pérdida de 800,000 hectáreas de cultivos transitorios, que tiene en extinción a la mayoría
de los cereales como el sorgo, el trigo, la soya, etc.50 En el caso del arroz, único cereal que todavía
subsiste, las importaciones de este producto han tenido como efecto el paso de 521,100 hectáreas
cultivadas de arroz en 1990 a 404.941 hectáreas en 1996, y de 2,166,600 toneladas de arroz a
1,756,602 toneladas en el mismo periodo.51 Este fenómeno, lo explica Caballero, como el resultado de
que los arroceros colombianos no pueden competir con el arroz ecuatoriano – que es más barato en
mano de obra- ni con el de Estados Unidos. A pesar de que el promedio de producción por hectárea de
arroz es más alto en Colombia que en Estados Unidos (en el Tolima, el promedio es de 7 toneladas por
hectárea en los distritos de Saldaña o de Coello, mientras que en USA es de 5.7 toneladas por
hectárea), el arroz norteamericano es más barato porque tiene apoyo del Estado: “Ellos [los arroceros
en USA] tienen muchos subsidios: uno directo de 10%; subsidio a la luz; les suben los insumos sólo
2% anual, aquí el año pasado subieron 32% y el arroz bajó 20%. Tienen créditos sumamente baratos,
con tasas de 5% al año; para nosotros también son de 5%, pero mensuales. Ellos cada 2 o 3 meses
sacan nuevas variedades, mientras en Colombia eso ocurre cada 8 años...”52
49 “En efecto el Banco Mundial los tenía virtualmente suspendidos, (...). Si (el gobierno) quería obtener nuevos préstamossiquiera equivalentes al pago de capital, debía comprometerse a liberar sus importaciones, o, en términos más benignos,abrir su economía...” Espinosa Valderrama, Abdon. “La mal llamada apertura”, El Tiempo, 27 de febrero de 1990, p. 5 A.En: Robledo Jorge. “Neoliberalismo y desastre agropecuario”. Deslinde Nº 25, Bogotá, Cedetrabajo, Nov – Dic de 1999: p.36.50 Robledo, “Neoliberalismo...”, p. 44.51 El Tiempo, “A Fedearroz la fundó un cafetero” Bogotá, 31 de mayo de 1997.52 Caballero. Angel María, “El arroz y la crisis agraria”. En Deslinde Nº 24. Bogotá, Cedetrabajo, mayo -junio de 1999: p. 95.
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A las importaciones se suma que, al igual que en el caso del café, el gobierno nacional ha ido
liquidando las instituciones de apoyo a la producción agrícola aumentando aún más la crisis del sector.
La liquidación del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA) que ofrecía precios de sustentación,
y de la Caja Agraria que ofrecía crédito de fomento, son clara muestra de esto.
Angel María Caballero explica que la apertura económica significa la pérdida de la seguridad
alimentaria del país, es decir la capacidad de producir los productos necesarios para alimentar a la
población. Este hecho es muy grave porque:
“Lo que hoy se compra barato en el extranjero, saldrá muy caro para el pueblo colombiano:primero, porque se destruye la producción nacional agrícola; segundo, porque se lanza a unagran cantidad de gente a la quiebra, la miseria y el desempleo y, por tanto, se reducirásensiblemente su capacidad adquisitiva golpeando en cadena a todas las demás ramas de laeconomía. Es esa la razón de la tremenda crisis que vive Colombia en la actualidad. Ytercero, como ya lo dijimos, porque lo que hoy compramos barato en el mercado mundial,mañana nos lo cobrarán carísimo las multinacionales monopolistas” 53
Ante la grave crisis del agro colombiano, Salvación Agropecuaria planteó desde su fundación un
programa con los siguientes puntos:
1. Porque cesen las políticas que inducen la importación de productos del agro que puedan producirse
en Colombia y porque, en consecuencia con esto, se defina como máxima prioridad garantizar la
seguridad y el autoabastecimeinto alimentario nacional, requisito indispensable para el desarrollo
de cualquier país.
2. Por precios de sustentación remunerativos y estables y garantizados por el Estado.
3. Por un efectivo control de los costos de los insumos agropecuarios, tarifas de los servicios
públicos, impuestos y demás costos de producción.
4. Por créditos suficientes, oportunos y baratos. Y por adecuadas y definitivas soluciones a los
problemas de deudas, de forma que cesen los procesos judiciales, los embargos y los remates y
que los productores vuelvan a ser sujetos de crédito.
5. Porque el Estado mantenga y desarrolle su papel de protección del sector agropecuario, en las
garantías de precios, créditos, comercialización, investigación, asistencia técnica, construcción de
distritos de riego y demás labores que defiendan y estimulen las actividades del sector.
53 Caballero. “El arroz... p. 96.
17
6. Porque se suspenda inmediata e indefinidamente la estratificación de los predios rurales, porque
esa política tiene como objetivo aumentar los costos de las tarifas de los servicios públicos y los
impuestos a la propiedad rural
7. Por los demás temas de interés particular de los sectores del agro o las regiones tendiente a
impulsar el progreso del campo colombiano. 54
Este programa comparte muchos puntos con el programa de Unidad Cafetera Nacional en cuanto a
condonación de deudas, respaldo del Estado a la producción, cese de las importaciones, créditos
oportunos suficientes y baratos, etc. También, y más importante, excluye el tema de la reforma agraria
y llama a la unión de todos los sectores de productores sin importar su calidad de empresarios o
campesinos con la única condición de que apoyen el programa de Salvación Agropecuaria, así como
sus métodos de lucha.
En el caso del arroz puede verse claramente la unión de campesinos y empresarios agrícolas. Mientras
que la mayoría de los arroceros del país son pequeños campesinos, existe un sector de empresarios
agrícolas, casi todos ubicados en los distritos de riego de Saldaña y Purificación que cuentan con
maquinaria propia55. Sin embargo, todos han participado unidos en los paros arroceros y
agropecuarios. Por ejemplo, como primera acción de Salvación Agropecuaria, se realizó un paro
arrocero el 7 y 8 de julio de 1999 en donde “Con tractores, combinadas y otros vehículos, cultivadores
del Tolima, Huila Meta y Casanare protestaron por la importación de 150,000 toneladas de arroz,
traídas del Ecuador”56 Incluso los arroceros han incluido en sus luchas los intereses de otros
empresarios vinculados directamente al arroz, pues otra de las peticiones del Paro Arrocero fue el
cumplimiento, por parte del gobierno, a los molineros con los incentivos para el almacenamiento de
arroz.57. Sin embargo, los arroceros nunca han logrado el apoyo de la Federación Nacional de
Arroceros (Fedearroz), el más importante gremio de arroceros, pues al igual que Fedecafe, es una
institución que depende de los dineros que el Estado le gira por concepto de impuestos al arroz. Por lo
tanto, Fedearroz prefiere mantener a toda costa la concertación con el gobierno que las vías de hecho.
Sin embargo, Salvación Agropecuaria no siempre ha defendido a los empresarios agrícolas. Es el caso
de los dueños de los grandes ingenios azucareros (Manuelita, Riopaila, Castilla, Providencia, etc.) del
departamento del Valle del Cauca.
54 Tribuna Roja. “34 bloqueos...”, Nº 78: p. 8.55 Los distritos de riego nacieron en la década del 70 con la creación del Instituto Meteorológico y deAdecuación de Tierras (IMAT) por medio del cuál el gobierno financió la construcción de dicho distritos.56 El Tiempo, “Bloqueo arrocero a las vías”. Bogotá, 8 de julio de 1999: p. 14 A.
18
Con el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), desaparecerán los aranceles del 105 % al
azúcar que entre a Colombia y el país se inundará de azúcar más barato del Brasil y edulcorantes de
Estados Unidos. Ante esta situación, la empresa Desarrollos Empresariales Caucanos, conformada por
los principales grupos económicos del país e ingenios azucareros como los de Pichichí y La Cabaña, y
por capital extranjero, como la empresa norteamericana ENRON58, decidieron construir un Ingenio
Panelero en Padilla (departamento del Cauca), aprovechando las exenciones tributarias de la Ley
Páez59. De esta manera pueden diversificar sus inversiones y empezar a producir panela, a partir del
azúcar y las mieles del ingenio, que cuenta con un amplio mercado nacional de 1,300,000 toneladas al
año60. Sin embargo, la construcción de este ingenio amenazaría la producción de 27,000 trapiches
artesanales ubicados en 236 municipios del país y que generan 350,000 empleos directos y 1,000.000
de indirectos. La competencia sería tan fuerte que incluso amenazaría a los contados productores
grandes de la Hoya del Río Suárez (región localizada en parte del departamento de Boyacá y parte del
de Santander) y del norte de los departamentos del Valle y de Risaralda, puesto que el ingenio de
Padilla, con un costo aproximado de 30,000 millones de pesos61, acapararía de entrada el 10 % de las
ventas debido a sus menores costos de producción y a que utilizaría los 55,000 puntos de distribución
que posee la Casa Luker62. Además, la construcción del Ingenio es ilegal porque viola la ley 40 de
1990 que prohibe la elaboración de panela a escala industrial a partir de la producción de azúcar.63
Por otro lado, los paneleros ya se encontraban en una grave crisis, sin que hubiera entrado en
funcionamiento el Ingenio de Padilla, por el contrabando de unas 2000 toneladas mensuales de panela
del Ecuador64 y por los derretideros de azúcar para producir panela. Los derretideros son fábricas
ilegales donde se derrite el azúcar y se mezcla “[...] con miel de purga, cal y algún otro producto
químico, con forma de panela”65; su origen –el de los derretideros- esta en“[...] los grandes ingenios
57 El Tiempo. “Hoy paran los arroceros.” Bogotá, 7 de julio de 1999: p. 5B.58 Suárez, Aurelio “La ENRON fabrica panela en el Cauca”. En El Tiempo, Marzo 31 de 2002, p. 1- 15.59 La Ley Páez concede exenciones tributarias a actividades productivas como medio de fomentar la inversiónen esta zona del país que quedó destruida por un terremoto.60 Gutiérrez Reyes, Oscar. Quehaceres Revolucionarios. Manizales, ARS Ediciones, 2003: p. 22.61 Serían aproximadamente USD 15 millones. Los cálculos están hechos sobre una tasa de cambioaproximada para el año 2000 de 2000 pesos por dólar. Ver “Derrotero del dólar”. El Tiempo. Bogotá, 27 dediciembre de 2000: p. 6 A.62 Camargo, Pedro Nel. “Creada Unidad Panelera Nacional.” En Tribuna Roja. Bogotá, 27 de Abril de 2000,Nº. 80: p. 11. La Casa Luker es una compañía nacional fabricante de chocolates y distribuidora de alimentosbásicos.63 Esta prohibición viene desde la década de 1940 cuando Eduardo Santos sentenció que “los ricos al azúcar ylos pobres a la panela”.64 “Trago amargo para los 70,000 paneleros” El Tiempo. Bogotá, 25 de marzo de 1999: p. 7 A.65 Gutiérrez. Quehaceres... p. 24.
19
azucareros, que les pagan a quienes les arriendan las tierras con bultos de azúcar [...] Este producto que
se expende por debajo del precio de la verdadera panela obliga a que el precio se caiga.”66 De esta
manera, el precio de la panela viene bajando desde 1997, y “[...] luego de alcanzar en 1998 el [precio]
más alto de su historia (100,000 pesos la carga de 100 kilos67), actualmente [marzo de 1999] sólo
alcanza los 42,000 pesos68 y sigue bajando.”69
La posición de Salvación Agropecuaria frente al enfrentamiento entre paneleros y azucareros fue de
respaldo a los primeros. Salvación Agropecuaria tenía claro que la única manera de respaldar a los
azucareros era si éstos se comprometían a luchar por defender la producción de azúcar nacional, es
decir oponerse al ALCA y a la reducción de aranceles, en vez de asegurar sus ingresos, quebrando a
los paneleros: “Llamar a los ingenios azucareros del Valle del Cauca a unirse con la Asociación por la
Salvación Agropecuaria en contra de las importaciones de productos agropecuarios, en vez de
facilitarle al gobierno neoliberal de Andrés Pastrana el agravamiento de las políticas de apertura que
están destruyendo al agro nacional”70.
Sin embargo, ante la negativa de los azucareros de reversar la construcción del ingenio de Padilla,
Salvación Agropecuaria convocó al Primer Congreso Panelero Nacional el 25 de marzo de 2000, en
donde se creó Unidad Panelera Nacional (UPN) con el respaldo del gremio panelero representado en la
Federación de Paneleros (Fedepanela) y la Asociación de Paneleros (Asopanela).71 El Primer Congreso
aprobó “afiliarse a Salvación Agropecuaria, acogió su programa de siete puntos y respaldó sus
metodos democráticos y sus procedimientos de acción.”72 Consecuentemente en sus estatutos se lee
que:
“Unidad Panelera defenderá a los paneleros sin distingos de ningún tipo, sin importar sucondición económica, extracción política o creencia religiosa. Hará esfuerzos por launificación de los reclamos de todos los paneleros, y no reconoce adversarios en ningunaorganización del sector que exista en Colombia. [...] En cuanto a los métodos de lucha,Unidad Panelera sólo empleará como mecanismos de presión aquellos que autoricen las
66 Gutiérrez. Quehaceres... p.p. 24 - 2567 Serían aproximadamente USD 66. Los cálculos están hechos sobre una tasa de cambio aproximada para1998 de 1500 pesos por dólar. Ver “Cotización del dólar no levanta cabeza”. El Tiempo. Bogotá, 22 dediciembre de 1998: p. 8 A.68 Serían aproximadamente USD 21. Los cálculos están hechos sobre una tasa de cambio aproximada para1999 de 2000 pesos por dólar. Ver “Frenan cambios bruscos del dólar”. El Tiempo. Bogotá, 20 de noviembrede 1999: p. 8 A.69 “Trago amargo...” El Tiempo, p. 7 A.70 “Sobre la situación de la caña panelera”. Declaración de El Primer Congreso por la SalvaciónAgropecuaria, realizado en Ibagué el 10 de junio de 1999. Archivo personal de Jorge Enrique Robledo.71 Camargo. “Creada Unidad Panelera Nacional.” En Tribuna... p. 1172 Camargo. “Creada Unidad Panelera Nacional.” En Tribuna... p. 12
20
formas civilizadas y democráticas de reclamos, y bajo ninguna consideración o motivo,empleará la violencia o el terrorismo para la defensa de los intereses de sus agremiados ola consecución de sus fines.”73
UPN ha participado en los dos Paros Agropecuarios Nacionales de julio de 1999 y julio de 2001, así
como ha organizado dos Marchas Paneleras a Bogotá en Agosto de 2000 y en julio de 2002. Gracias a
estas movilizaciones, UPN logró que el Ministerio del Medio Ambiente, mediante resolución Nº 0960
del 18 de octubre de 2002 revocara la resolución de la Corporación Regional del Cauca del 3 de mayo
de ese año que otorgaba la licencia ambiental al Ingenio de Padilla, último requisito que necesitaba
para entrar en funcionamiento74.
La lucha contra el ingenio de Padilla fue exitosa debido, igualmente, a la solidaridad que despertaron
los paneleros entre la sociedad colombiana. Le valió un editorial en El Tiempo, el periódico más
importante del país, que decía: “La puesta en marcha de un ´megatrapiche` [el Ingenio de Padilla],
sumada a la proliferación de derretideros de azúcar, podría resultar devastadora para la gran mayoría
de trapicheros. De permitirla, el gobierno dejaría pasar una oportunidad de oro para ejercer el mandato
constitucional que encarna la definición de este país como Estado social de derecho, en el que el
interés general debe primar sobre el particular”75. Igualmente, la marcha panelera a Manizales 76 del 8
de julio de 2002 fue respaldada por varios diputados, concejales, alcaldes y el senador Jorge Robledo.
El diputado a la Asamblea de Caldas Oscar Gutiérrez, emitió un comunicado de respaldo a la marcha
en donde afirma que son justas las peticiones de los paneleros porque“ Este gran ingenio[el de Padilla]
violando todas las normas legales, en especial la ley 40 de 1990, pretende arruinar a miles de
productores para quedarse con el negocio panelero.”
La profunda ruptura que significó la política de unidad de Salvación Agropecuaria con respecto a las
demás organizaciones campesinas del país y a los análisis académicos de la izquierda sobre el
problema del agro colombiano se entiende claramente a partir del debate entre Jorge Robledo y
Gustavo Petro77. Petro perteneció al movimiento guerrillero M-19 que se desmovilizó durante el
73 Camargo. “Creada Unidad Panelera Nacional.” En Tribuna... p. 1274 “La resistencia civil dio triunfo a los paneleros frente a las pretensiones de los paneleros.” Tribuna Roja.Bogotá, 18 de noviembre de 2002, Nº. 89: p. 5.75 “Panela y azúcar: amargo conflicto (Editorial). El Tiempo. Bogotá, 5 de octubre de 2002: p. 1 - 1876 Gutiérrez. Quehaceres... p. 27.77 El debate se dio en el marco de la conferencia “Crisis del sector agropecuario” organizada por la RevistaTaller en Cali el 8 de febrero de 2000.
21
gobierno de Barco, y en la actualidad, es miembro de la Cámara de Representantes por el Polo
Democrático78.
Según Petro la crisis del sector agropecuario no tiene su principal causa en la apertura económica, sino
en la estructura rentista del campo79, representada en los terratenientes. Para Petro, de esta estructura
rentista nacen los principales problemas del país: el clientelismo proviene del poder político del
hacendado que transforma a sus peones en votos. La corrupción en el Estado proviene de la mentalidad
rentista de los gobernantes y funcionarios públicos que manejan al país y al patrimonio público como
si fueran su feudo. Los dueños de los bancos también son rentistas porque viven del crédito que pagan
los sectores productivos. Incluso, la tecnología agrícola en Colombia no se desarrolla – y con ello no
hay aumento de productividad- porque los rentistas no están interesados en producir –sólo en recibir
rentas por la tierra- y por lo tanto no invierten en ese campo. Petro también argumenta que en la
década de los 90 no todos los productores agropecuarios perdieron; la ganadería y los potreros se
extendieron en detrimento de cultivos tradicionales, es decir se enriquecieron los terratenientes,
reforzándose el modelo rentista. En síntesis, el problema del agro colombiano es ante todo, que ningún
modelo ha logrado romper la estructura rentista, quitarle el poder a los terratenientes; la apertura
económica sólo tiene un peso especifico dentro de la crisis. Por esto la reforma agraria, en opinión de
Petro, es la única alternativa para debilitar y finalmente reemplazar al bloque de poder rentista por el
bloque de poder de la producción, y lograr desarrollar realmente el campo colombiano80.
Robledo, por su parte, hace un análisis completamente distinto. Para él, el poder político y económico
en Colombia, y en el mundo, proviene de la renta, pero no de la tierra, sino del capital financiero
nacional y sobretodo internacional. No existe un sólo grupo financiero en el país que tenga grandes
inversiones de tierra agropecuaria; pero, en contraste, Colombia, que se había demorado un siglo en
llevar su deuda externa a 15,000 millones de dólares, la elevó a 35,000 millones de dólares entre 1990
y 1999. El real problema de Colombia en la actualidad es la apertura económica y el neoliberalismo,
impuesta por el imperialismo norteamericano, que busca apoderarse de la producción y el trabajo
nacional: “La contradicción principal del país de hoy no es aquella entre el capital y el trabajo, ni entre
los rentistas y los no rentistas, ni entre los que tienen tierra y los que no tienen tierra. La contradicción
78 El Polo Democrático es un partido de izquierda dirigido por Luis Eduardo Garzón, recientemente elegidocomo alcalde mayor de Bogotá.79 En donde la ganancia proviene de la renta de la tierra, es decir que hay una transferencia de riqueza porposesión y no por producción, como en la ganancia capitalista.80 Petro, Gustavo. Intervención en la conferencia “Crisis del sector agropecuario”. Cali, Revista Taller,febrero 2000, grabación de video, archivo personal.
22
principal es entre la nación colombiana y el imperialismo norteamericano”81. En realidad, para
Robledo, la reforma agraria no resuelve la crisis del agro colombiano, porque la tierra no le resuelve el
problema de pobreza al campesino, si éste no cuenta con precios de sustentación, crédito barato,
garantía de venta en el mercado nacional, etc. Al contrario, el problema de la tierra divide a los
sectores del agro y los vuelve más débiles frente al poderoso enemigo que son las transnacionales y sus
agentes en Colombia. Por esa razón, Salvación Agropecuaria no pelea por la tierra –aunque haya
muchas organizaciones en su interior que crean en la reforma agraria- sino que pide que en Colombia
se haga lo mismo que se ha hecho en los países donde el agro ha tenido éxito.82
La mayoría de las organizaciones que pertenecen a Salvación Agropecuaria, pero que también pelean
por la tierra, son de carácter indígena. Esto se vio en el Primer Paro Nacional Agropecuario de 48
horas que se realizó del 27 al 29 de julio de 1999. Los resguardos indígenas de Cañamomo y
Lomaprieta, en el departamento de Caldas, dirigieron un pliego de peticiones propio al gobierno en
donde, además, de respaldar las peticiones de Salvación Agropecuaria, pedían una “reforma agraria
integral, democrática y masiva”, así como “el saneamiento de los resguardos, para que las grandes
extensiones de tierra que están en manos de terratenientes y colonos, vuelvan a manos de los indígenas
a quienes pertenecen.”83
Por último, en este debate, Robledo también explica la táctica de lucha de Salvación Agropecuaria.
Para él, las cifras y estudios tanto oficiales como privados han demostrado con creces los efectos
negativos de la apertura y sin embargo, ningún gobierno ha echado para atrás esta política. Esto se
debe a que “este debate no es académico sino de intereses que no se resuelve sino por la fuerza. Si en
Colombia, todavía hay arroz es porque los arroceros han peleado. Si queremos que nos oigan hay que
tener campesinos detrás presionando [...] la única solución a la crisis pasa por la lucha organizada de
masas de manera civilizada84.
4. Salvación Agropecuaria y el ALCA.
Para concluir esta ponencia, explicaremos la posición de Salvación Agropecuaria frente al ALCA, ya
que para esta organización este acuerdo de libre comercio es la continuación y profundización de la
apertura. Por lo tanto, en este punto se puede observar un análisis mucho más profundo y actual de la
81 Robledo, Jorge Enrique. Intervención en la conferencia “Crisis del sector agropecuario”. Cali, RevistaTaller, febrero 2000, grabación de video, archivo personal.82 Robledo. “Crisis del sector...” grabación de video, archivo personal.83 La Patria. “Los campesinos quieren que el gobierno escuche”. Manizales, 29 de julio de 1999: p. 6 A.
23
crisis agraria del país y de la política de unidad que Salvación Agropecuaria ha mantenido para
enfrentar dicha crisis.
Salvación Agropecuaria en un documento expedido en febrero 15 de 2003 y titulado “Propuesta
Unitaria para el Campo”85 hace explícita su oposición al ALCA. En el punto 2 del documento se lee:
“Rechazamos los acuerdos de comercio internacional que, al servicio de los intereses del capital
multinacional, vulneren la producción y distribución nacional de alimentos. Por ello nos oponemos a la
inclusión de Colombia en el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA; o a la firma de un
acuerdo bilateral impuesto por Estados Unidos en su proceso de recolonización de América Latina.”86
Aurelio Suárez, actual presidente de Salvación Agropecuaria, define el ALCA como “[...] un proyecto
enmarcado en el “modelo exportador”, y se apoya en las teorías de la economía internacional que
defienden el libre flujo de mercancías y capitales y que definen el comercio exterior como fuente
principal para la acumulación y, por tanto, como el motor de crecimiento.”87 Sin embargo, para Suárez,
el comercio exterior no es un sistema de competencia perfecta en donde todos los países ganan si
especializan en aquellos productos en los cuales tiene una “ventaja comparativa”, como argumentan
los defensores del ALCA, sino que en “[...] el comercio exterior hay ganadores y perdedores, que este,
por ende, no es juego infinito, de gana – gana, sino uno donde hay déficit y superávit, que los
excedentes de ventas de unos se compensan con las pérdidas de otros, dadas las limitaciones de
demanda en cada uno de los mercados.”88 Desde esta perspectiva, en el ALCA -cuyo objetivo es
reducir los aranceles a cero antes del 2015 para establecer una zona de libre comercio desde Alaska
hasta la Patagonia- Colombia, y el resto de países pobres de América Latina, serán los perdedores al
ver sus economías arrasadas cuando no puedan competir con la superpoderosa economía
norteamericana, que será, entonces, la máxima ganadora. Caballero ilustra la gran desventaja de la
economía colombiana frente a la norteamericana de la siguiente manera: “Producir en Colombia unatonelada de arroz blanco y llevarla a puerto vale 400 dólares; producirla en Estados Unidos y ponerlaen el mercado internacional vale de 180 a 200 dólares, pues los productores tiene todo el apoyo estatal
y subsidios multimillonarios. Lo mismo sucede con la papa, carnes, leche y todos los productos de la
84 Robledo. “Crisis del sector...” grabación de video, archivo personal.85 Documento preparado como resultado de la participación de esta organización en una serie de reunionescon otras organizaciones agrarias como el Consejo Nacional Campesino y la ANUC. “Once puntos deSalvación Agropecuaria.” Tribuna Roja. Bogotá, 10 de Marzo de 2003, N.º 90: p. 11.86 Salvación Agropecuaria. “Propuesta...” p. 1187 Suárez, Aurelio. Crítica al ALCA, la recolonización. Bogotá, Ediciones Aurora, 2003: p.109.88 Suárez. Crítica al ALCA.... p. 121.
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canasta familiar. [...] No hay producto que sobreviva con el ALCA. Por eso cuando el arancel para el
arroz baje de 100% nos inundarán de este cereal y quedara arrasada la producción.”89
El ALCA propone que Colombia debería especializarse en productos tropicales, como la pitaya,
uchuvas, feijoas, etc., en donde tiene “ventajas comparativas” e importar los alimentos básicos,
cereales, carnes, y otros, de aquellos países de América donde sean producidos más baratos, es decir de
Estados Unidos en su mayoría. Al respecto Salvación Agropecuaria plantea que: “Debe quedar claroque no nos oponemos a la siembra de especies tropicales. Pero lo que no aceptamos es que al país se le
restrinja a los cultivos tropicales, de rentabilidad y mercado inciertos, mientras se entrega laproducción nacional de alimentos básicos y se permite el aumento desbordado del desempleo rural.
Desde este punto de vista nos oponemos a la convertibilidad, o sea al cambio masivo de cultivos
tradicionales y transitorios por especies tropicales y exóticas.”90
En síntesis, para Salvación Agropecuaria la entrada de Colombia al ALCA tendría tres graves
consecuencias para el país:
1.El dejar de producir los productos tradicionales significa “la eliminación de más de cuatro millones
de empleos agrícolas y la subsistencia de 11.5 millones de compatriotas que viven en los 1.050
municipios de nuestra geografía.”91 Es decir que con el ALCA la crisis del campo colombiano se
elevaría a niveles nunca antes vistoS, sumiendo a la nación en una situación de mayor miseria,
desempleo y violencia.
2. La eliminación de los cultivos de la dieta básica de los colombianos significa la pérdida del mercado
interno para nuestros productores, que es la base del desarrollo de la economía del país; así como la
pérdida de la seguridad alimentaria, es decir la capacidad del país de alimentar a sus ciudadanos, y por
lo tanto, la pérdida de la soberanía nacional. Un país que no pueda producir la comida para sus
ciudadanos estará condenado al “definitivo chantaje de lo que quieran imponer los que monopolicen la
producción de alimentos”92.
89 Caballero, Angel María. “Reclamamos consulta popular sobre el ALCA”. En Tribuna Roja. Bogotá, 20 demayo de 2003: p. 12.90 Caballero, Angel María. “Seguridad Alimentaria, productos sensibles y convertibilidad del agro a productostropicales.” Ponencia presentada en el “Foro ALCA y TLC, el espejismo del libre comercio” realizado enBogotá del 13 al 14 de junio de 2003. En: Tribuna Roja. Bogotá, 6 de agosto de 2003, Nº 92: p. 12.91 Caballero, Angel María. “Seguridad Alimentaria, productos sensibles y convertibilidad del agro a productostropicales.” Ponencia presentada en el “Foro ALCA y TLC, el espejismo del libre comercio” realizado enBogotá del 13 al 14 de junio de 2003. En: Tribuna Roja. Bogotá, 6 de agosto de 2003, Nº 92: p. 11.92 Robledo, Jorge Enrique. “La seguridad alimentaria”. La Patria, 20 de marzo de 1997, P. 5 A. En: Robledo,Jorge Enrique. Contra la corriente. Manizales, ARS Ediciones, 1998: p.p. 15 – 16.
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3. El ALCA es una estrategia de recolonización de Estados Unidos para asegurar nuevos mercados
para sus productores, y mantener la estructura primaria exportadora de los países latinoamericanos,
como Colombia; estructura que los condena al atraso y la miseria.
El 12 de agosto de 2003 Salvación Agropecuaria realizó una Marcha Agropecuaria contra el ALCA en
la Plaza de Bolívar de Bogotá que concentró a 20,000 productores de 18 departamentos del país.
Igualmente, Robledo radicó una proposición ante el Senado para exigirle al gobierno que realice una
consulta popular para determinar si Colombia entrará al ALCA o no; y firmó la “Declaración de
Quito” una declaración de parlamentarios latinoamericanos en contra del ALCA93. Por su parte,
Aurelio Suárez, en nombre de Salvación Agropecuaria, ha participado en varias cumbres
latinoamericanas contra el ALCA en Miami, Santiago de Chile y otras.
Desde que la posibilidad del ingreso de Colombia al ALCA o, en su defecto, el Acuerdo Bilateral con
Estados Unidos, comenzó a cuajar en los círculos del alto gobierno del país, y comenzaron las
negociaciones respectivas, Salvación Agropecuaria ha definido como máxima prioridad de su
programa la lucha contra este acuerdo de libre comercio. De esta manera, y así como durante la
apertura económica, la cuestión de la reforma agraria ha quedado excluida en pro de lograr la unión de
los más diversos sectores del agro, y la solidaridad de las fuerzas sociales que existen en el país, para
defender la soberanía nacional, la seguridad alimentaria y el mercado nacional interno como pilares
insustituibles del progreso de Colombia y del bienestar de los colombianos.
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* Robledo, Jorge. “El ALCA amenaza a la soberanía de Colombia.” Ponencia presentada en el “Foro
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Tribuna Roja. Bogotá, 6 de agosto de 2003. Nº 92: p. 10.
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febrero 2000, grabación de video, archivo personal.
* Robledo, Jorge. Intervención en la conferencia “Crisis del sector agropecuario”. Cali, Revista
Taller, febrero 2000, grabación de video, archivo personal.
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