ME TODOS MORFOSCO PICOS SU UTILIZACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL
Los objetivos de la patología, aplicada a contextos antropológico forenses se pueden dividir en dos
grupos. Por una parte, la descripción de características individuales presentes en el esqueleto bajo
estudio con el fin de la identificación de la persona; y por otra, la detección de traumas
perimortem en los restos óseos que permitan inferir la posible causa de muerte. Los métodos
morfoscópicos utilizados en el estudio de restos óseos nos permitirán conocer características tales
como: especie, edad, sexo, estatura, afinidad biológica ó filiación racial (raza), antigüedad y
cronotanatodiagnóstico, así como en algunos casos, la causa de muerte.
MÉTODOS MORFOSCÓPICOS – Su utilización en la investigación criminal
I N T R O D U C C I Ó N
Dentro del marco de una investigación criminal, en la mayoría de los casos los
restos óseos de las víctimas y algunas de sus prendas personales constituyen la
única evidencia para su identificación. Por tal razón, su estudio resulta de gran
importancia por cuanto nos permite reconstruir su imagen biológica. A partir de los
restos esqueletizados, y en algunas ocasiones, momificados, se pretende conocer
su variabilidad biológica: características físicas, forma del rostro, estatura,
proporciones corporales, grado de robusticidad, su situación nutricional, las
principales enfermedades que afectaron su estado de salud y dejaron huella en el
hueso y las posibles causas de su deceso. Igualmente, es importante verificar la
información consignada por las historias clínicas sobre tratamientos odontológicos,
intervenciones quirúrgicas, traumas antiguos y hábitos laborales que hayan
trasformado el hueso de una manera muy particular. El hueso como tejido y como
órgano es afectado durante la vida del individuo tanto por factores endógenos
(desórdenes hemopoyéticos, metabólicos, endocrinos, enfermedades infecciosas)
como exógenos (traumas, marcas de estrés laboral, estrés nutricional, factores
culturales). Por tal razón, su estructura se modifica en el tiempo y en el espacio de
acuerdo al principio de la variabilidad filogenética (evolutiva), racial (ancestral),
sexual, ontogénica (durante su crecimiento y desarrollo), individual (según la
intensidad y tipo de actividad física) y cultural (de acuerdo a las prácticas
culturales arraigadas).
En el presente ensayo se explica la importancia que tiene la utilización de los
métodos morfoscópicos dentro de la investigación criminal, así como también, se
describe de manera concreta y sencilla, como es que se lleva a cabo la realización
de dichos métodos.
DEFINICIÓN DE LA ANTROPOLOGÍA FORENSE.
Dado que los métodos morfoscópicos forman parte la Antropología Forense,
partiremos de su definición.
En sus "Essentials of Forensic Anthropology" T. Dale Stewart (1979) definía la
Antropología forense como la "rama de la antropología física que con fines
forenses trata de la identificación de restos más o menos esqueletizados,
humanos o de posible pertenencia humana".
En el folleto explicativo de las funciones y procedimientos de la American Board of
Forensic Anthropology (ABFA), se le considera como "el estudio y práctica de la
aplicación de los métodos de la antropología física en los procesos legales" (Iscan,
1981:10).
Por su parte Mehmet Yasar Iscan, miembro de la ABFA de la AAFS (American
Association of Forensic Sciences) la define más ampliamente como el peritaje
forense sobre restos óseos humanos y su entorno.
Es decir, que incluye además del proceso de identificación (sexo, edad, filiación
racial, talla y proporciones corporales, rasgos individuales), la determinación de las
causas y circunstancias de muerte, equivalente a la reconstrucción de la biografía
biológica antemortem del individuo, con el propósito de establecer cómo era el
modo de vida de la víctima antes de su muerte, sus enfermedades y hábitos
profesionales. Este procedimiento se conoce también como osteobiografía en
palabras de Clyde Collins Snow.
LA INVESTIGACION DE LA ESCENA DEL CRIMEN
El descubrimiento del sitio
La mayoría de los hallazgos se realiza ocasionalmente durante labores de
construcción, por la aparición a flor de tierra de restos óseos en trabajos agrícolas
o urbanísticos. En algunas oportunidades los vecinos del lugar pueden informar
sobre entierros practicados por personas extrañas; en otras ocasiones los mismos
autores del crimen pueden señalar el lugar de inhumación. Sin embargo, cuando
la localización del sitio requiere de una previa labor de búsqueda, se pueden tener
en cuenta algunos criterios de prospección, localización, excavación y análisis de
materiales.
La investigación de la escena
En virtud de que los restos óseos suministran menos información sobre las
víctimas y las circunstancias de su muerte que el cuerpo completamente
preservado, la correcta recolección de la mayor cantidad de evidencias de la
escena del crimen sobre las condiciones antemortem y posmortem de la
inhumación y su relación con los artefactos asociados al cuerpo, constituyen el
primer paso en el proceso de identificación. En primer lugar, el investigador debe
saber localizar el lugar del enterramiento, excavarlo sistemáticamente, determinar
si los restos son humanos o animales, establecer el número mínimo de individuos
(NMI), las causas de muerte, juzgar sobre el tiempo trascurrido a partir de la
inhumación y los procesos tafonómicos sufridos por los restos, finalmente
diagnosticar los principales parámetros que caracterizan su biografía biológica
antemortem u osteobiografía (sexo, edad, lateralidad, ancestros, estatura) (Bass,
1987; Brothwell, 1987; Krogman,Iscan, 1986; Ubelaker, 1989; White, 1991).
Con el objetivo de estandarizar las labores de exhumación de restos óseos se
adjunta el protocolo modelo del Manual sobre la prevención e investigación
eficaces de las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias publicado por las
Naciones Unidas (1991:40-44), con algunas modificaciones. La recuperación de
un entierro debe hacerse con la misma minuciosidad que la búsqueda hecha en el
lugar de un delito. Deben coordinarse los esfuerzos del investigador principal y el
antropólogo o arqueólogo consultado. Es frecuente que hagan la exhumación de
restos humanos funcionarios encargados del cumplimiento de la ley o trabajadores
de cementerio que ignoran las técnicas de la antropología forense. De esa manera
puede perderse información valiosa y generar a veces información falsa. Debe
prohibirse la exhumación hecha por personas sin preparación.
Método de reconstrucción biológica.
Al igual que en la Antropología biológica, en su rama forense se utiliza el método
de reconstrucción biológica, denominado reconstrucción paleoantropológica
cuando hace referencia a material óseo prehispánico o prehistórico. El método de
reconstrucción biológica es de carácter analítico, comparativo y complejo, y
consiste en el conjunto de operaciones de carácter científico, encaminadas a la
reconstrucción más completa posible de las particularidades biológicas de los
individuos y de su conjunto, recurriendo a sus restos óseos en calidad de fuente
de información. En tanto que estos rasgos se encuentran en dependencia del
medio ambiente biogeográfico y cultural en que se desarrollaron las poblaciones,
es importante contextualizar la reconstrucción biológica en el marco de los
procesos sociales y ambientales de su entorno (Alexeev, 1979).
Últimamente con el entrenamiento que en Estados Unidos y otros países ha
recibido el personal forense sobre la identificación de la biología general de la
víctima (sexo, edad, raza, estatura), el papel primordial del antropólogo forense se
ha centrado en la reconstrucción de la biografía individual biológica de la persona,
relacionada con anomalías, patologías, estado de salud-enfermedad, hábitos de
lateralidad, estimación de la posible ocupación profesional, la reconstrucción del
rostro (Iscan, 1981). La detección de las patologías y traumas ante-mortem
permiten reconstruir tanto las causas de la muerte, como las circunstancias en que
ocurrieron. Estos últimos aspectos son de vital importancia para el peritaje médico-
legal.
El método de reconstrucción biológica posee tres niveles de análisis:
1) Individual,
2) Intragrupal (en el seno del grupo),
3) Intergrupal (comparación efectuada entre varios grupos)
Estudio morfológico de restos óseos antiguos.
Dichos estudios se realizan para poder llevar acabo la reconstrucción biológica de
los restos óseos, la cual nos permitirá conocer características tales como:
Especie.
Para establecer este dato se puede recurrir a la técnica anatómica, considerada la
más empleada en antropología forense, basándose en las diferencias
morfológicas y de tamaño que existen entre los huesos humanos y los de animal.
Variaciones que se aprecian fundamentalmente a nivel de las caras articulares,
donde las diferencias son de tipo macroscópico.
Número de individuos.
Obtener este dato requiere de llevar acabo el ordenamiento de las estructuras
óseas conforme a la relación anatómica que guarda el esqueleto humano,
permitiendo conocer si una estructura se repite conforme a su lateralización.
Edad.
Establecer una estimativa sobre este dato en restos óseos o en un sujeto al
momento de fallecer no es nada fácil, debido a las diversas variables y factores
que pueden influir de forma decisiva. Para el diagnostico de edad cuanto mayor
sea el número de huesos con los que dispongamos la estimativa será más precisa
y segura. Los métodos empleados dependerán del desarrollo de maduración que
presenten los restos óseos o el cadáver. Siendo más precisos en restos infantiles
y cadáveres menores de 20 años.
Sexo.
Establecer esta característica es necesario para complementar la identificación de
un individuo que carece de identidad y esto es posible a través del análisis
morfológico de los huesos que conforman al esqueleto humano.
Infantiles y subadultos.- para sujetos en esta etapa del desarrollo se pueden
considerar las siguientes estructuras anatómicas: mandíbula y pelvis;
Adultos.- para esta etapa del desarrollo, las dos partes anatómicas que nos
aportan información más fidedigna son la pelvis y el cráneo en base a sus rasgos
morfológicos.
Estatura.
Este dato es una de las características requeridas para complementar el proceso
de la identificación individual de un sujeto. Por lo que se han dedicado diversos
procedimientos y estudios para la obtención de esta información. Una de las
técnicas para obtener este dato es a partir de la longitud fisiológica de un hueso
largo.
Afinidad Biológica (Raza).
La importancia de establecer ésta particularidad en el cadáver que se ve
involucrado en un asunto médico-legal, es necesaria ya que permite conocer el
grupo humano al que pertenecía el individuo, permitiendo incrementar su
individualización, lo que conllevará a su probable identificación. Existen conjuntos
de características morfoscópicas y genéticas las cuales permiten clasificar y
subclasificar los grupos humanos, siendo la clasificación más aceptada la de
Krogman quien sistematizó los grupos en caucasoide, negroide y mongoloide. En
el cadáver, dependiendo de su estado de conservación es posible a través de su
fenotipo establecer su afinidad biológica (el color de la piel, la forma del cabello, la
forma de la cabeza, la implantación y distribución del vello corporal, la distribución
de la grasa, la estatura y las proporciones de las extremidades y la forma de la
nariz). En restos óseos se utiliza la valoración morfoscópica y morfométrica de
diversos componentes del esqueleto.
Antigüedad y Cronotanatodiagnóstico.
En el contexto de la identificación, establecer el diagnóstico sobre el tiempo,
aproximado, trascurrido desde la muerte (o cronotanatodiagnóstico) ya sea en
restos óseos o en un cadáver completo o incompleto que se encuentra en calidad
de desconocido y que estén involucrados en asuntos médico-legales, es necesario
con la finalidad de auxiliar en la búsqueda de personas extraviadas,
correlacionando dicha temporalidad con el tiempo de extravió de la persona
reportada como desaparecida.
La Información obtenida se registra de manera individual en la cédula
somatológica correspondiente a cada cadáver desconocido o restos óseos, dicha
cédula contiene los elementos que son necesarios para llevar a cabo un archivo
ordenado y sistematizado.
C O N C L U S I Ó N
Los métodos morfoscópicos dentro de la Antropología forense trascienden más
allá del reconocimiento de características físicas para identificar restos óseos; en
la investigación criminal también podemos obtener información de lesiones, sin
limitarnos a la víctima como tradicionalmente se cree y en muchos casos se
aplica, sino también interpretación de la conducta del victimario y reconstrucción
de los hechos, especialmente el tratamiento dado a la víctima ante y después de
la muerte.
Aquí donde se menciona que son utilizados también para la interpretación de la
conducta del victimario y/o víctima, es que surge el enlace con la criminología, ya
que de los resultados obtenidos derivados del estudio antropológico forense, el
criminólogo podrá inferir hipótesis que ayuden en la elaboración del análisis
criminológico y/o victimológico correspondiente.
RAMSÉS AGÚNDEZ GARCÍA
Licenciatura en Criminología – cuarto cuatrimestre
Universidad Vizcaya de las Américas – campus Mexicali
R E F E R E N C I A S
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BASS, W.M. 1987. Forensic Anthropology: the American experience. In: Death,
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INSTITUTO DE CIENCIAS FORENSES. Poder Judicial del Distrito Federal.
http://www.semefo.gob.mx/es/SEMEFO/Antropologia consultado el 2 de octubre
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KROGMAN, W. M., ISCAN, M. Y. 1986. The Human Skeleton in Forensic
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