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15 MINUTOS EN COMPAADE JESS SACRAMENTADO

Ah!, y qu haremos, preguntis algunas veces, en la presencia de Dios Sacramentado?

Amarle, alabarle, agradecerle y pedirle.

Qu hace un pobre en la presencia de un rico?

Qu hace un enfermo delante del mdico?

Qu hace un sediento en vista de una fuente cristalina?San Alfonso M de LigorioVisitas al Ssmo. Sacramento, 1

No es menester, hijo mo, saber mucho para agradarme; basta que me ames con fervor. Hblame sencillamente, como hablaras al ms ntimo de tus amigos, o a tu madre, o a tu hermano.I. Necesitas hacerme en favor de alguien una splica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos: dime al punto qu quisieras hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho; no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos, que llegan a olvidarse en cierto modo de s mismos para atender a las necesidades ajenas. Hblame con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos una palabra de amigo, entraable y fervorosa. Recurdame que promet escuchar toda splica salida del corazn, y no ha de salir del corazn el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazn ama especialmente?

II.Y para ti no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades y lela en mi presencia.Dime francamente que sientes soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez, egosta, inconsciente, negligente..., y pdeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir de encima de ti tales miserias.No te avergences, pobre alma! Hay en el cielo tantos justos, tantos santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad..., y poco a poco se vieron libres de ellos.Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, xito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darlo, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude a tu santificacin. Por hoy, qu necesitas? Qu puedo hacer en tu bien? Si supieras los deseos que tengo de favorecerte! Traes ahora mismo entre manos algn proyecto? Cuntamelo todo minuciosamente. Qu te preocupa? Qu piensas? Qu deseas? Qu quieres haga por tu hermano, hermana, por tu amigo, por tu superior? Qu desearas hacer por ellos?Y por m? No sientes deseos de mi gloria? No quisieras poder hacer algn bien a tus prjimos, a tus amigos, a quienes amas mucho y que viven quiz olvidados de m? Dime qu cosa solicita hoy particularmente tu atencin, qu anhelas ms vivamente y con qu medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y Yo te dir las causas del mal xito. No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mo, soy dueo de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.

III. Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuntame, cuntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. Quin te hiri? Quin lastim tu amor propio? Quin te ha despreciado? Acrcate a mi Corazn, que tiene blsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Cuntamelo todo, y acabars en breve por decirme que, a semejanza de M, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirs mi consoladora bendicin.Temes por ventura? Sientes en tu alma aquellas vagas melancolas que, no por ser infundadas, dejan de ser desgarradoras? chate en brazos de mi Providencia. Contigo estoy; aqu, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.Sientes desvo de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora, olvidadas, se alejan de ti sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volver a tu lado, si no han de ser obstculo a tu santificacin.

IV. Y no tienes tal vez alguna alegra que comunicarme? Por qu no me haces partcipe de ella a fuer de buen amigo?Cuntame lo que desde ayer, desde la ltima visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonrer tu corazn. Quiz has tenido agradables sorpresas, quiz viste disipados negros recelos, quiz recibiste faustas noticias, alguna carta o muestra de cario; has vencido alguna dificultad o salido de algn lance apurado. Obra ma es todo esto, y Yo te lo he proporcionado: por qu no has de manifestarme por ello tu gratitud y decirme sencillamente, como hijo a su padre: Gracias, Padre mo, gracias! El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido.

V. Tampoco tienes alguna promesa que hacerme? Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazn. A los hombres se les engaa fcilmente, a Dios no; hblame, pues, con toda sinceridad. Tienes firme resolucin de no exponerte ya ms a la ocasin aquella de pecado? De privarte de aquel objeto que te da? De no leer ms aquel libro que avivo tu imaginacin? De no tratar ms a la persona que turb la paz de tu alma? Volvers a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado como enemiga?Ahora bien, hijo mo: vuelve a tus ocupaciones habituales; al taller, a la familia, al estudio...; pero no olvides los quince minutos de grata conversacin que hemos tenido aqu los dos, en la soledad del santuario. Guarda en cuanto puedas silencio, modestia, recogimiento, resignacin, caridad con el prjimo. Ama a mi Madre, que lo es tambin tuya, y vuelve otra vez maana con el corazn ms amoroso, ms entregado a mi servicio. En mi Corazn hallars cada da nuevo amor, nuevos beneficios, consuelos nuevos.

15 MINUTOS EN COMPAADEL INMACULADO CORAZON DE MARA

Oh Corazn Inmaculado de Mara, generoso y magnnimo como de Reina, amoroso y compasivo como de Madre!: od los suspiros del ltimo de vuestros hijos que confiado acude a depositar en Vos los sentimientos y aspiraciones de su alma.

I. Gracias, Corazn bondadossimo. Vos sois manantial de las divinas bendiciones; de Vos he recibido favores sin nmero. Y cuntas veces, sin darme cuenta de ello!Cuando Jess me redima en el Calvario, all estabais Vos, juntando vuestra compasin a sus dolores, y vuestras lgrimas al torrente de su sangre redentora.Tengo mis delicias junto al sagrario en la Santa Eucarista; mas ese pan de ngeles es fruto regalado de vuestra sangre y vuestro amor.Oh Corazn dulcsimo de mi Madre!, Vos sois el canal sealado por Dios mismo para distribuir todas sus gracias a los hombres. De Vos recib aquella inspiracin..., aquella fuerza para vencer..., aquel consuelo en mi afliccin.De vos me vino aquella luz que me mostr el abismo a que corra..., aquella gracia que me movi a dolor de mis pecados... Aquel peligro conjurado..., aquella salud recobrada.., me vinieron de Vos. No tienen nmero vuestros favores!. Gracias, Corazn dulcsimo, gracias!

II. Y Vos, Corazn compasivo, qu habis recibido de mi? Oh!, lo sabis Vos, y yo tambin lo s, para confusin ma.A vuestro amor y ternura he respondido con fra ingratitud. Esa espada que os atraviesa de parte a parte, oh Corazn de Mara!, os la he clavado yo, hijo ingrato...; y no una, sino muchas veces.Aquellas miradas..., aquellos sentimientos..., aquellas intenciones inconfesables..., aquella soberbia oculta..., aquella sensualidad..., aquel escndalo.. Que os hubiese ofendido otro menos favorecido de vuestro amor, sera tolerable; pero que os haya disgustado yo, despus de pruebas tan elocuentes y repetidas de vuestro amor... Oh Corazn Santsimo de Mara!, yo me confundo y arrepiento; yo os pagar amor con amor..., yo arrancar la espada cruel que os atormenta.

III. Reparacin, reparacin! Si, os la quiero ofrecer siempre. Os amo tanto! Me duelen tan de veras la ingratitud y las continuas ofensas con que los hombres corresponden a vuestro amor!Oh Corazn dulcsimo de Mara!, la espada cruel que os atraviesa nos habla de la pasin y muerte de Jess y de los pecados de los hombres que os colman de amargura; pero desde hoy yo he de consolaros. Bendecid mis resoluciones. Yo amar siempre a Jess, para que no se pierda en mi el fruto de su sangre...; yo os prometo morir antes que pecar, porque no quiero renovar vuestros dolores...; yo pensar en Vos, por los que os olvidan...; os alabar por los que os blasfeman; yo os amar con todas las fuerzas de mi alma...Por vuestro amor, oh Corazn Inmaculado!, me apartar de aquella ocasin..., mortificar mis sentidos...; har que mis ojos, mis odos, mi lengua, mis manos..., imiten vuestros ejemplos de modestia, de caridad, de servicialidad...Oh Corazn de mi Madre!, para reparar las injurias que los hombres os hacen, me impondr entre da algunos pequeos sacrificios..., os ofrecer diariamente el rezo del Santo Rosario..., os consagrar los primeros sbados de mes, comulgando fervorosamente en honor vuestro...

IV. Y tengo que pediros nuevos favores, oh Corazn dulcsimo! Os lo expongo con plensima confianza de obtenerlos, si convienen a mi eterna salvacin. No dijo vuestro Jess: "Pdeme por el Corazn de mi Madre, y alcanzars cuanto deseas"? Pues concededme que no vuelva a caer en el pecado...; que os ame en todos los instantes de mi vida...; que al acabarse este destierro, me llevis a gozar de vuestras ternuras en el cielo...Corazn dulcsimo de Mara, Vos me habis de salvar...; yo recojo vuestra regaladsima promesa de asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para salvarse a cuantos hayan comulgado cinco primeros sbados de mes seguidos. Yo os dar ese consuelo, y confo en vuestra bondad y ternura.Y ahora, oh Corazn Inmaculado!, Vos conocis mi debilidad...; dadme fuerza para vencer aquella dificultad...; para cortar con tal ocasin... Alcanzadme esa virtud que Jess me pide hace tanto tiempo... Y el asunto que llevo entre manos.., y la preocupacin que conocis..., arregladlo todo para mayor gloria de Dios.Os pido por mis padres, hermanos, amigos (por aquel especialmente que anda alejado de Dios)..., por la conversin de todos los pecadores, por la perseverancia de los justos, por el alivio de mis queridos difuntos..., por los sacerdotes, para que sean santos, por los misioneros...Corazn bondadossimo, dadme Vos mismo las gracias que sabis serme necesarias...V. Despedida. Qu dulce es, Mara, gozar de tu amor! Qu hermoso y qu tierno tu gran Corazn! Y qu bien se est a vuestro lado! Pero tengo que irme: me llaman mis obligaciones. Corazn amantsimo de mi Madre! Me voy, pero quiero dejar mi corazn aqu a vuestro lado, encerrado en vuestro seno amoroso... A lo largo del da volvern a Vos mi recuerdo y los afectos de mi alma... Cuanto antes pueda volver con algn pequeo obsequio practicado en vuestro honor, con algn pequeo sacrificio amorosamente aceptado en reparacin de las injurias que se os hacen.Oh Corazn de mi tierna Madre, adis! Haced que sienta durante el da vuestra proteccin y vuestro amor. Ahora, recibid todo entero el del ltimo de vuestros hijos... Adis!

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