10
Septiembre de 2014 Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
CIENCIA¡Por la defensa de la ciencia,
una ciencia al servicio del
pueblo!CIENCIACON
CON
Información
Quieres saber más sobre La
Corriente Progresista de
Intelectuales - Eje Cafetero.. .
Escríbenos al correo:
Comité Editorial
Visita nuestra página web en la
siguiente dirección:
http://www.cienciaconelpueblo.
org, allí encontrarás
documentos, audios, vídeos y
mucho más sobre las
actividades de la Corriente
Progresista de Intelectuales Eje
Cafetero
Contenido
Pág 1. Editoria l
Editorial
La Corriente Progresista de Inte
lectuales Eje Cafetero, participó
durante el presente año 2014 en
la construcción de varias edicio
nes del programa radial Explora
ciones Siglo XXI, en los que se
han tratado diversas temáticas re
lacionadas con la ciencia y la
práctica investigativa.
Los primeros programas se dedi
caron a tratar la relación entre
ciencia y religión. En estos pro
gramas se trataron cuestions co
mo lo son las diferencias entre el
pensamiento religioso y el pensa
miento científico, las raíces y las
condiciones que hacen que el
pensamiento místico se mantenga
y se reproduzca, y la importancia
de la defensa de la ciencia frente
a dicho pensamiento.
Muchos intelectuales evitan este
debate, considerándolo inoficio
so; más frente a la arremetida
que el pensamiento fundamenta
lista ha tenido recientemente en
el país, en cabeza del mismo pro
curador, y noticias como el escán
dalo de la iglesia y movimiento
político MIRA, se evidencia la ne
cesidad de continuar con nuestro
principio de defensa de la ciencia,
una ciencia al servicio del pueblo.
Fruto del estudio y la discusión
en torno al programa radial, se
elaboró el presente documento
llamado: "Las raíces del pensa
miento dogmático", el cual fue
escrito enteramente por integran
tes de la Corriente, y se propone
analizar las condiciones que ha
cen que el pensamiento dogmáti
co y religioso surja y se mantenga
vivo en el tiempo.
Igualmente, anunciamos que la
Corriente estará participando en
el espacio radial del programa
Exploraciones Siglo XXI, el cual
se transmite por la emisora Cul
tural Remigio Antonio Cañarte
97.7FM de la ciudad de Pereira,
cada miércoles a las 7:30PM.
En adelante, los próximos núme
ros del boletín CONCiencia, con
tendrán artículos que son la
síntesis del estudio y discusión de
los temas tratados en los progra
mas radiales ya mencionados, de
manera que se reforzarán por es
crito las tesis e ideas desarrolla
das por el equipo de la Corriente.
Corriente Progresista de Intelectuales
Eje Cafetero
1
Escucha el próximo programa ra-
dial que tratará el tema de "El al-
ma está en el cerebro", el
próximio miércoles 3 de septiem-
bre, a las 7:30PM, por la Remigio
Antonio Cañarte 97.7FM
Pág 1. Información
Pág 2.Las raíces delpensamientodogmático
CIENCIACON
2
Septiembre de 2014 Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
Las raíces del Pensamiento DogmáticoCorriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
Septiembre de 2014
Es relativamente fácil refutar los argumentos teístas,
bastante desacreditados por los avances de la ciencia.
Más difícil es entender las raíces epistemológicas y si
cológicas del dogma, las que explican por qué dicho
pensamiento es tan refractario a la crítica y tan per
sistente en el tiempo. Se podría plantear, a manera de
hipótesis, que el pensamiento dogmático utiliza mal
las herramientas del pensamiento, unilateralizándo
las, deformándolas o atrofiándolas, ya sea para darse
explicaciones del mundo subyacente, ya como meca
nismo sicológico que permite adaptarse a la realidad
en que se vive. Es por lo tanto, una posibilidad per
manente de todo ejercicio de pensar, incluso para las
mentes mejor formadas. Conviene pues, estar atento
y entender cómo funciona su "lógica".
El racionalismo cartesiano exigía entender para creer,
es decir, comprender racionalmente los argumentos
que se ofrecen para luego aceptarlos como ciertos. Su
planteamiento se oponía al de la escolástica, que
exigía primero creer para luego, sí, entender (creer
"verdades" sin entenderlas mediante la fe). Por ele
mental que parezca ahora, este es un primer paso pa
ra rechazar el pensamiento dogmático, pues no
podemos aceptar como ciertos, argumentos que no
puedan comprenderse racionalmente. Tristemente,
millones de personas aún se ubican en el lugar de la
escolástica y aceptan creencias basadas en la tradi
ción, la autoridad o la "revelación", sin sustento ra
cional alguno. El creyente no solo debe creer cosas de
las que no tiene prueba alguna, sino que incluso debe
creerlas cuando hay pruebas en su contra. Se
supone que esto pone a prueba su fe.
No obstante, el racionalismo cartesiano se queda cor
to porque no basta con entender para creer. En el
plano de las ideas, es completamente posible cons
truir argumentos lógicos que resultan falsos en la
realidad. Por eso hay que añadir que se trata de un
entendimiento racional, basado en hechos. Este es
propiamente el método de la ciencia, que parte del
estudio de la realidad material, elabora hipótesis ex
plicativas provisionales, las somete a prueba experi
mental, construye teorías a partir de ellas y las
autocorrige permanentemente, sin aspirar a
verdades definitivas.
El método científico conjuga la imaginación y la
creatividad con el rigor de la razón y la
necesidad de pruebas. El método dogmático es re
fractario al razonamiento y a los hechos, en tanto que
el científico cambia y se transforma ante nuevos ar
gumentos y pruebas. Por eso, el filósofo de la ciencia
Mario Bunge, afirma que "la ciencia y la religión no
son meramente diferentes, sino que son antitéticas"[1].
Las raíces congnitivas del dogmatismo.
El pensamiento dogmático tiene profundas raíces
gnoseológicas. Es el resultado de cierta manera de
pensar ante lo desconocido. El desconocimiento ha
sido y será la necesaria contraparte del saber huma
no. No importa cuánto logremos ampliar la franja del
conocimiento, siempre habrá un infinito de cosas (y
procesos) por conocer. Esto se debe al carácter mis
mo del universo, que es infinito, y a su transforma
ción ininterrumpida. En el proceso del conocer, la
mente humana cuenta con herramientas como las
sensaciones, las percepciones, el raciocinio, la me
moria y la imaginación, pero cualquiera de ellas pue
de inducir a error si se concibe o aplica separada de
las otras. Así, por ejemplo, el empirismo induce a
error al confundir la sensación con el conocimiento
mismo. El racionalismo se equivoca al creer que pue
de conocer por la sola vía del pensamiento. La imagi
nación ("la loca de la casa"), aquella que construye
cosas irreales con retazos de realidad, se convierte en
delirio en cuanto se desliga de la razón y la eviden
cia.
De esa manera, cada vez que el aparato cognoscitivo
se desconecte de alguna de sus partes y abandone el
proceso del conocimiento como un todo (cuyo ciclo
básico empieza con el contacto del mundo a través
de las sensaciones y percepciones, pasando al ejerci
CIENCIACON
3
Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
cio lógicoracional y posteriormente a la experimen
tación intencionada y la transformación de la reali
dad), se abre la puerta al idealismo en sus distintas
manifestaciones empírico, racionalistas, dogmáticas
o religiosas. Y esto puede pasarle a cualquiera, inclu
so a los científicos mejor formados pero aferrados a
sus tradiciones, prejuicios y teorías interesadas. Todo
ejercicio de pensamiento debe luchar contra la ten
dencia a considerar como "verdaderas", las simples
especulaciones, las visiones particulares o los deseos
y prejuicios del investigador. La historia de la ciencia
y del pensamiento humano abunda en ejemplos de
este tipo.
El arte y la literatura pueden dar rienda suelta a la
imaginación, pues se reconoce como parte del juego
creativo y los artistas no están obligados a dar cuenta
del mundo como es, sino como se lo figuran (por lo
menos dentro de ciertos límites). La ciencia, fundada
en la razón, no puede darse estas libertades. Ella está
obligada a describir al mundo tan objetivamente co
mo sea posible. En pos de esa meta, la mente recorre
fases que conducen a la hipótesis explicativa. En esa
fase, la imaginación se funde con el raciocinio y el
resultado es un abanico de posibilidades explicativas,
algunas ajustadas a la realidad, otras absurdas e in
verosímiles.
Este proceso es absolutamente necesario, pues con
frecuencia en la ciencia, es necesario imaginar las co
sas como no son, para captarlas como realmente son.
El raciocinio debe reconstruir en la mente todo el
material acumulado si aspira a penetrar la esencia
del fenómeno y eso requiere de imaginación y creati
vidad. Las leyes de la ciencia no son evidentes por sí
mismas: ¿no es el sol el que gira todos los días sobre
nuestras cabezas? ¿No pareciera que las especies se
"adaptan" perfectamente a su medio? ¿No han hecho
la historia los "grandes hombres" con sus "geniales"
ideas? En los tres casos anteriores, al trascender la
apariencia, se fundaron la astronomía, la biología y
la historia sobre bases científicas, captando la ley que
explicaba la esencia del fenómeno.
Pero el ejercicio imaginativo tiene sus límites. Deján
dose arrastrar por la imaginación se llega al mito, un
pensamiento que "domina y da forma a las fuerzas de
la naturaleza, en la imaginación y mediante ella, y de
saparece cuando las fuerzas de la naturaleza son domi
nadas realmente" (Marx)[2]. Sobre los mitos trabajan
las religiones para institucionalizarse, dándole forma
y coherencia a su relato. La religión es el mito racio
nalizado, organizado y jerarquizado en una estructu
ra. Los mitos y la imaginación pueden inspirar el
camino del conocimiento pero, con frecuencia, extra
viar la ruta y perderse en el abismo del idealismo y el
pensamiento dogmático. No conviene que la imagi
nación se desligue demasiado de la razón, de los
hechos y la experimentación.
El pensamiento dogmático también se asienta en la
necesidad de creer en autoridades establecidas. Este
fenómeno es evidente en la crianza de los niños. Para
ellos, es una necesidad vital creer en las instrucciones
de sus padres, so pena de morir, sufrir mutilaciones o
quedar atascados en su desarrollo. Ellos no cuentan
con las habilidades cognitivas ni con la experiencia
necesaria para formarse un juicio propio de las cosas.
Por eso están condicionados para la obediencia que
se convierte en una tabla salvadora en la lucha por
subsistir. Siendo una necesidad, al mismo tiempo, es
un enorme riesgo en la formación de la personalidad
humana. Por eso, las ideologías establecidas, recla
man el monopolio de la formación de las nuevas ge
neraciones para garantizar que esta obediencia ciega
persista en las estructuras mentales y se exprese co
mo dependencia del pensamiento y la autoridad de
otros. De ahí la tendencia a perpetuar los dogmas
aprendidos en la infancia, como la religión de los pa
dres, por ejemplo; o a buscarse líderes, maestros, ex
pertos, diversos substitutos para evitar el trabajo de
Septiembre de 2014
CIENCIACON
4
Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
pensar por sí mismos. Lo que en principio era una
necesidad, ahora se convierte en traba del pensa
miento autónomo y punto de apoyo al pensamiento
dogmático.
También los adultos tienen la necesidad de creer en
autoridades establecidas, en terrenos que no se do
minan y en situaciones que no se manejan. La con
sulta médica, la asesoría jurídica, la orientación
política, son ejemplos de este tipo. Aunque sea nece
sario confiar en los médicos, los abogados o los polí
ticos, lo más sano sería asumir una actitud que
podría denominarse de "creencia escéptica", es decir
aceptar temporalmente sus argumentos, mientras se
comprueba por sí mismos la justeza de sus opiniones.
No obstante, no siempre se actúa de esta manera y,
con frecuencia, se siguen ciegamente sus orientacio
nes, abriendo la puerta al pensamiento y la conduc
ta dogmática (especialmente visible en las sectas
religiosas y los movimientos caudillistas).
Erich Fromm esboza algunos de los mecanismos de
lo que llama el "miedo a la libertad". La ruptura con
los vínculos primarios de la comunidad (en lo histó
rico) y de la familia (en lo personal), amenaza al in
dividuo recién liberado, con nuevas formas de
inseguridad, tanto más temibles, cuanto más difícil
es volver a las formas anteriores de vida, cada vez
más desintegradas. Como la sociedad actual es esen
cialmente opresiva y aprieta cada vez más cada es
labón de la cadena de dominación (de clase, de
género, de nacionalidad, de edad, etc.), y privados
los individuos de aquellos vínculos que les otorgaban
seguridad en el pasado, la supuesta libertad se
transforma en una carga insoportable:
"Ella (la libertad) se identifica entonces con la duda y
con un tipo de vida que carece de significado y direc
ción. Surgen así poderosas tendencias que llevan hacia
el abandono de este género de libertad para buscar re
fugio en la sumisión o en alguna especie de relación
con el hombre y el mundo que prometa aliviar la incer
tidumbre, aún cuando prive al individuo de su liber
tad"[3]. Surge la necesidad de creer para ganar
la seguridad de un grupo.
El pensamiento dogmático también se afirma en el
hecho de que al sistema dominante no le interesa
que la gente adquiera habilidades de pensamiento
crítico. Esto no se limita a los pésimos sistemas de
educación, con una formación memorística, autorita
ria, desconectada de la realidad, sin espacios para la
experimentación científica, desarrollo de pensamien
to lógico y crítica dialéctica (análisis, comparación,
refutación, validación, síntesis, hipótesis, predicción,
prospección, etc.). Se refiere además, al activo traba
jo ideológico y "lavado de cerebro" que todos los días
se recibe, en forma masiva (y con ataques concentra
dos), por parte de otros aparatos ideológicos del sis
tema, incluida la religión. A la tradicional ignorancia
de un sector importante de la sociedad en cuestiones
de ciencia, se suma ahora una verdadera campaña
por estupidizar a la sociedad, "utilizando discursos,
personajes y entonación decididamente infantiles, como
si el receptor fuera un deficiente mental"[4]. Este es
fuerzo por banalizar el pensamiento humano, viene
siendo remolcado por la efectividad y rapidez con
que las tecnologías de la información y la comunica
ción propagan este tipo de contenidos, cada vez más
superficiales y centrados en formatos audiovisuales,
menospreciando los contenidos teóricos y la impor
tancia de la lectura. Y aquí se activa una sinergia de
cadente: a un sistema que no cultiva ni le interesa la
inteligencia, le corresponde la pereza mental, la indi
ferencia colectiva y la mediocridad gratificada del
sujeto consumista.
El problema con estas realidades, es que los seres
humanos se hayan cada vez más incapacitados para
formarse un criterio propio sobre los temas del mun
do, viéndose obligados a tomarlos prestados de la
propaganda mediática oficial. No se trata de seres
con posibilidad de elegir entre una u otra opción:
simplemente no tienen opción. El "miedo a la liber
tad" termina en renuncia de la libertad (en parte, in
consciente e involuntaria), en nombre de la
seguridad, el placer, la efectividad y la comodidad
que ofrece las tecnologías de la información y la co
municación. Un "mundo feliz" donde las mentes
serán, cada vez más, mentes dogmáticamente condi
cionadas.
Las raíces sicológicas.
Otra profunda raíz del pensamiento dogmático es de
tipo existencial: los seres humanos han tomado con
ciencia de estar vivos y saben que van a morir. Esto
Septiembre de 2014
CIENCIACON
5
Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
les genera miedo y el miedo se traduce en la búsque
da de medios para evitar la muerte a toda costa. Pero
¿cómo lograrlo? La primera respuesta, la más prima
ria e ingenua, es imaginar que existe una vida des
pués de la muerte, un mundo más allá de este
mundo donde podremos seguir viviendo y esta hipó
tesis fantasiosa, se trabaja y se trabaja hasta conver
tirla en dogma estructurado, una verdad
incuestionable que nos reconforta, pero que no evita
la realidad de la muerte.
Los mitos primigenios, no im
plicaban la negación del mun
do presente, el único real y
verdadero. Por eso los pueblos
primitivos pudieron vivir en
este mundo, sin renunciar a la
idea de "otro mundo". Pero
después, las religiones institu
cionalizaron los mitos y les
dieron cuerpo de doctrina (a lo cual ayudaron mucho
los filósofos idealistas), con lo cual el "otro mundo"
pasó a ser el mundo "real y verdadero", mientras el
mundo real y verdadero resultó ser ilusorio y falso
(por ejemplo en Platón, de quién tomaron prestada
la idea las religiones monoteístas). Los costos de este
pensamiento para la especie humana han sido muy
altos: renunciamos con ello a la tierra, al cuerpo, a
los bienes materiales y exaltamos lo ideal, el "alma",
los "valores trascendentales", en todas sus manifesta
ciones. Ganamos una inmortalidad ilusoria, a cambio
de una muerte cierta: la renuncia a vivir en el único
mundo que realmente existe. Y aunque se supone
que esto ayuda a superar la angustia, ésta se expresa
y permanece de muchas maneras, pues solo desapa
recerá cuando se acepte la realidad de la muerte co
mo un hecho inevitable y se derrote su amenaza
mediante el ejercicio efectivo de la vida.
Este mecanismo religioso de la consolación, no fun
ciona solo para la muerte: también para las terribles
realidades de la vida. Sin la esperanza de "otro mun
do", difícilmente los humillados de la tierra hubieran
podido soportar el peso de sus cadenas.
Según la conocida expresión de Marx:
"La miseria religiosa es la expresión de la miseria real y
al mismo tiempo la protesta contra la miseria real. La
religión es el suspiro de la criatura agobiada, el co
razón de un mundo sin corazón, así como el espíritu de
lo que no tiene espíritu. La religión es el opio del pue
blo."[5]
Y los opresores lo entendieron hace milenios. Por eso
promueven activamente la religión con sus biena
venturanzas, su resignación, su dolor "purificador",
sus promesas de paraíso y otras ilusiones semejantes.
De esta manera paralizan
nuestras fuerzas y nuestra
voluntad, nuestro deseo
de cambiar el mundo y
todo proyecto de trans
formación activo aquí en
la tierra. Es un opio que
adormece nuestra con
ciencia y paraliza nuestra
acción.
La idea del paraíso es particularmente nefasta, por
que implica la negación de toda contradicción y todo
estímulo que justifique la existencia de la vida. En el
paraíso todo es armonía, no existe el hambre ni el
dolor, tampoco la saciedad ni el placer. No hay traba
jo ni descanso, tampoco sabiduría ni ignorancia. Esto
es lo más parecido a la muerte que podamos imagi
nar. Tristemente es lo que desean millones de perso
nas, incluso no religiosas. Pero con la "expulsión del
paraíso" no termina, sino que comienza propiamente
la vida y la civilización humanas. Al desobedecer a
dios y probar el fruto del conocimiento, los seres hu
manos rompen la armonía y la dependencia que im
pedía construir una historia propia. Eva representa la
ruptura con la ilusión religiosa y la decisión de enca
rar la vida tal como es, con todas sus contradicciones
problemáticas. Y enfrentarla apoyado en las propias
fuerzas, asumiendo la responsabilidad (y la
incertidumbre) de regir nuestro propio destino.
Una variante sicológica del mecanismo de conformi
dad, es la tranquilidad que ofrece la religión ante los
rigores de un mundo incierto, sobre todo cuando las
fuerzas de la naturaleza y de la sociedad parecen im
ponerse de una manera ciega y brutal. Esto sucede,
sobre todo, ante calamidades naturales, pestes, cata
clismos, etc., pero también cuando los seres humanos
pierden el control de las dinámicas sociales y éstas se
Septiembre de 2014
"Los costos de este pensamiento para la espe
cie humana han sido muy altos: renuncia
mos con ello a la tierra, al cuerpo, a los
bienes materiales y exaltamos lo ideal, el "al
ma", los "valores trascendentales", en todas
sus manifestaciones. Ganamos una inmorta
lidad ilusoria, a cambio de una muerte cier
ta: la renuncia a vivir en el único mundo
que realmente existe".
CIENCIACON
6
Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
desatan con toda su furia: crisis económicas, violen
cia desbocada, catástrofe ambiental, decadencia ge
neralizada, que en los tiempos presentes ha
alcanzado dimensiones colosales, amenazando la ci
vilización humana y la vida misma del planeta. No es
casual que precisamente en este tiempo, cuando la
alternativa de un mundo radicalmente diferente se
vino abajo y el capitalismo cantó victoria en toda la
línea, los pueblos se sumieron en una nueva edad de
oscurantismo e irracionalidad, sobre la cual alcanzó
a alertar Carl Sagan en su valioso libro "El mundo y
sus demonios".
La religión también ha servido para justificar el or
den establecido y glorificar el poder. El gobernante,
el guerrero, el sabio, todos han sabido encontrar en
los dogmas religiosos argumentos para apuntalar su
poder, su fuerza y su sabiduría; de paso legitimar al
sistema que los sustenta. En todas las épocas, las reli
giones han sido fuertes aliadas del poder y ellas mis
mas, encarnación del poder. Pero no cualquier poder,
sino el mayor de todos: el poder ideológico, aquel
enraizado en lo más profundo de la psiquis humana,
de donde es muy difícil removerlo. Por eso mismo no
se limita a la fascinación del pueblo por los zares, re
yes y emperadores, uncidos con la bendición divina.
Se extiende a la justificación de toda jerarquía: la do
minación del hombre sobre la mujer, del padre sobre
el hijo, del sabio sobre el ignorante, de la institución
sobre el individuo, de la iglesia ante al feligrés, etc.
La religión ofrece también, una falsa (y retorcida) vi
sión de moralidad. La moral religiosa funciona a
través de un ciclo que empieza con las prohibiciones,
prosigue con la desobediencia, el sentimiento de pe
cado y el arrepentimiento, para terminar en el casti
go y la sumisión. En cada una estas fases se expresan
de manera exaltada (en la mente del creyente), me
canismos muy perversos de dominación que confor
man la episteme religiosa. El largo listado de
prohibiciones contrarias al mundo y a la vida ("no
harás esto", "no harás aquello"…), tarde o temprano
termina en desobediencia ("la tentación", "la car
ne"…) y de allí conducen al pecado ("por mi culpa,
por mi culpa"…), un sentimiento tan irreal e innece
sario como la metafísica que lo creó. El concepto de
pecado es inseparable del de arrepentimiento, estado
mental que prepara al creyente para el castigo, real o
imaginario. En este momento, la persona se arrodilla
y se somete, primero ante su dios sobrenatural, des
pués ante su jerarquía eclesiástica. Ésta recoge la co
secha y extorsiona al pecador sometiéndolo aún más
firmemente a su yugo, mental y material. Pero el he
cho más grave es que el ser humano renuncie a ser lo
que es, para postrarse ante un ser imaginario, renun
ciando a su capacidad de confrontar el mundo. Es el
momento "sagrado" en que la mente crea y consolida
su fetiche: aquel amuleto que es su viva representa
ción y al cual transfiere todas sus potencialidades, el
momento en que el hombre crea a dios a su imagen y
semejanza.
El problema, entonces, no es solo dejar de creer en
dios, el problema en el terreno cognoscitivo es perder
el miedo a lo desconocido, saber que siempre existirá
y que es parte intrínseca del método científico, no
motivo de vergüenza o prueba de la sinrazón de la
ciencia. La necesidad de creer en autoridades esta
blecidas, nos cura del dogmatismo en cuanto nos ar
mamos con el método de la "creencia escéptica",
actitud de apertura al conocimiento de otros, sumado
al sano escepticismo crítico ante todo saber estable
cido. Más que creencias debemos adquirir conoci
mientos, basados en pruebas y argumentos. Como
dijera Carl Sagan: "No quiero creer, quiero saber". La
imaginación debe tener el freno de la razón y el peso
de las pruebas para no desbocarse hacia el delirio.
En el terreno sicológico, enfrentar los miedos: el
miedo a la muerte, ¿no es ella la realidad permanen
Septiembre de 2014
CIENCIACON
7
Corriente Progresista de Intelectuales - Eje Cafetero
te de la vida? El miedo a las
fuerzas de la naturaleza y la so
ciedad, ¿no hemos venido de
sentrañando sus misterios y
aprendiendo a manejarlas cons
cientemente? A la miseria y la
opresión, ¿no podremos oponer
la solidaridad de los subyugados,
la fuerza de su número y el poder
de su razón? A la idiotez promo
vida activamente, ¿oponer lo
mejor de la especia humana, su
racionalidad consciente, su arrojo
y decisión para transformar el
mundo y elevarlo a un nuevo ni
vel?
Confiamos en que todo esto es
posible. El futuro de la humani
dad depende de lo que hagamos nosotros mismos,
aquí y ahora. Un nuevo mundo es posible si hacemos
las rupturas necesarias y actuamos en consecuencia.
Apéndice: racionalismo y método científico.
Siguiendo a Estanislao Zuleta[6], podemos adoptar
los tres imperativos racionales kantianos, con un pe
queño anexo: tener en cuenta la existencia del mun
do.
Primero: pensar por sí mismo. La exigencia de re
nunciar a una mentalidad pasiva que recibe sus ver
dades o simplemente las acepta de alguna autoridad,
de alguna tradición, de algún prejuicio, sin someter
los a su propia elaboración. Esto presupone la exis
tencia del mundo, que es de donde brotan los
pensamientos, ideas y juicios verdaderos.
Segundo: ser capaz de ponerse en el punto de vista
del otro. Es decir, mantener por una parte el propio
punto de vista pero ser capaz, por otra parte, de en
trar en dialogo con los otros puntos de vista y llevar
cada uno hasta sus últimas consecuencias, para ver
en qué medida son coherentes consigo mismos. Y no
solo consigo mismos, sino también con la realidad,
proceso que se realiza en la necesaria revisión crítica
de cualquier planteamiento científico.
Tercero: Llevar las verdades conquistadas hasta sus
últimas consecuencias. Es decir,
si los resultados de la investiga
ción conducen a la conclusión
de que estamos equivocados, lo
aceptemos. Esto de nuevo, pre
supone la confrontación de
nuestros juicios con la realidad.
La realidad y la práctica, son el
criterio de la verdad.
Notas.
[1] PENSAR, Revista iberoamericana pa
ra la ciencia y la razón, Volumen 4, Nú
mero 1, Enero Marzo de 2007, página 5.
[2] Marx, Carlos. Elementos fundamen
tales para la crítica de la economía polí
tica, Editorial Siglo XXI de Argentina, Primera edición, Buenos
Aires, 1971, página 32.
[3] Erich Fromm, El miedo a la libertad, Editorial Paidós, Buenos
Aires, Argentina, página 63.
[4] Sylvain Timsit, Diez estrategias de manipulación mediática
(http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/09/15/noam
chomskyylas10estrategiasdemanipulacionmediatica/)
[5] Carlos Marx, Contribución a la crítica de la Filosofía del dere
cho de Hegel; en Marx y el derecho – Escritos de juventud, Edito
rial Argumentos, segunda edición, mayo de 1983, Bogotá,
Colombia.
[6] Estanislao Zuleta, Educación y democracia: un campo de com
bate. Corporación Tercer milenio, Fundación Estanislao Zuleta,
Bogotá, Colombia, segunda edición, junio de 1995, página 26.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA.
La ilusión de Dios, Richard Dawkins.
Manual de ateología, Michel Onfray.
El miedo a la libertad, Erich Fromm.
Diez estrategias de manipulación mediática, Sylvain Timsit.
Contribución a la crítica de la Filosofía del derecho de Hegel,
Carlos Marx.
Educación y democracia, Estanislao Zuleta.
Fuera con todos los dioses, Bob Avakian.
Ciencia y religión, Aguilera Mochón.
El mundo y sus demonios, Carl Sagan.
Septiembre de 2014