Q U A R T A L E C T U R A D E L L E N G U A C A S T E L L A N A
BIOGRAFÍA: PERSEGUIR UN SUEÑO
Desde que en 1967 llegó al mundo, Sanae Gasquet dejó bien claras cuáles eran
sus intenciones. Su primer trauma, el del llanto, fue superado con una nota excelente.
La matrona que ayudó a Sanae a llegar al mundo nunca había oído unos gritos tan y
tan atronadores. La niña (bebé aún y sanísima) estaba predestinada a convertirse en
alguien que marcaría con brillantes éxitos una vida plena, aunque
desafortunadamente corta.
Después de haber dejado huella en el jardín de infantes, donde aparte de
destacar en la creación de figuritas con plastilina y efectuar los primeros trazos de
letras a una edad increíblemente temprana (a los dos años ya leía y escribía) la
pequeña Sanae había mordido a todos los compañeros “cariñosamente” y se había
encargado de desmontar numerosas piezas del mobiliario de la guardería (todo ello,
claro está, en un gran esfuerzo por investigar y aprender), la niña accedió al colegio
y, a la edad de doce años, logró efectuar el salto a la universidad gracias a su
superdotación.
Compaginando los estudios de veterinaria con su verdadera pasión, las motos
de enduro y motocross, Sanae fue pronto conocida en los todos los círculos sociales
de Soses. Cuando contaba tan solo con dieciséis años, la adolescente Gasquet
obtuvo el título de licenciada en Veterinaria con matrícula de honor. ¡Había cumplido
su primer sueño!
Tras abandonar la universidad, Sanae decidió desplazarse a África,
concretamente a la República del Congo, para participar en un proyecto solidario de
ayuda al desarrollo. ¡Le apasionaba ayudar a los demás! Con el programa “Una gota
de agua cuenta”, Gasquet colaboró con los lugareños de diferentes aldeas
subsaharianas en la construcción de pozos que permitieron acumular agua potable
procedente de las lluvias que periódicamente se producían en el lugar. ¡Un segundo
sueño cumplido!
Siendo ya madura, Sanae abrió su propio hospital veterinario en la misma
localidad de Soses donde, además de proporcionar atención sanitaria tanto a
animales domésticos como a especies propias del ámbito ganadero, llevó a cabo una
campaña de revisión gratuita de los animales mayores de diez años, con el que sin
duda contribuyó a ampliar la esperanza de vida de centenares de seres vivos.
Junto a sus amigas Alexandra Dumitrescu y Júlia Tresanchescu, fundó un club
de aficionados a la motocicleta. Las motos, su gran pasión, le proporcionaron
momentos inolvidables, alegrías inmensas. Subida a una moto recorrió todos los
puntos de la geografía española persiguiendo el sueño de ser campeona y logró
victorias en distintas competiciones. Sin embargo, la mala fortuna medió para que
fuese también encima de una moto, su moto, donde un lluvioso día de noviembre de
2014 sus días se vieran cortados a causa de un fortuito accidente. Sin embargo,
Sanae nos dejó su herencia: su atrevimiento, sus ganas y su buen hacer, tesoros que
siempre estarán con nosotros.
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