Ad+ssumta = Acogida hacia sí por Dios
15 DE AGOSTO
Texto: D. Amundarain (mayormente, de Urs von Balthasar)Presentación: B. Areskurrinaga HCMúsica: Ave María - orquesta
Es en Jerusalén donde empezaron a celebrar esta fiesta,
a finales del s. 5º. Bajo el nombre de «Dormitio». Más tarde, la Iglesia de Roma
la asumió, bajo el nombre de «Assumptio». Fiesta de María Madre de Dios,
por haber sido «divinizada», en cuerpo y alma.
Es la figura y el testimonio Es la figura y el testimonio consolador que manifiesta y consolador que manifiesta y
da a la humanidad la da a la humanidad la certeza de la esperanza certeza de la esperanza
final:final: fiesta vivificadora. fiesta vivificadora.
Esta glorificación deslumbrante y plena de María Esta glorificación deslumbrante y plena de María Madre constituye el destino de todos los Madre constituye el destino de todos los
humanos, a quienes Cristo nos ha convertido en humanos, a quienes Cristo nos ha convertido en hermanos; que, a la manera de Cristo y María, hermanos; que, a la manera de Cristo y María,
seremos carne celestial y sangre celestial y seremos carne celestial y sangre celestial y alma celestial.alma celestial.
María es la primera de entre los salvados, la primicia.María es la primera de entre los salvados, la primicia. Spes nostra= nuestra esperanza;Spes nostra= nuestra esperanza;
advocata nostra= nuestra defensora;advocata nostra= nuestra defensora; Jesum, benedictum, fructum ventris tui, nobis ostende = a Jesum, benedictum, fructum ventris tui, nobis ostende = a
Jesús, bendito, fruto de tu vientre, muéstranoslo; Jesús, bendito, fruto de tu vientre, muéstranoslo; sub tuum praesidium confugimus = a tu amparo acudimossub tuum praesidium confugimus = a tu amparo acudimos.
María le ha dado carne al
Hijo de Dios. Le ha
proporcionado su humanidad, para
poder nacer en este mundo.
Y Jesús, el Hijo de Dios, convertido en
hijo de María, ha hecho a María partícipe de su
divinidad, para poder ella
nacer en el cielo..
Al convertirse María en celestial, se ha hecho Al convertirse María en celestial, se ha hecho realidad «la gloria del mundo futuro, realidad «la gloria del mundo futuro, el último destino de la humanidad;el último destino de la humanidad;
se ha hecho realidad, no solamente en la se ha hecho realidad, no solamente en la persona divina hecha hombre,persona divina hecha hombre,
sino también en una persona humana sino también en una persona humana «divinizada»; no solamente en Jesús, sino también «divinizada»; no solamente en Jesús, sino también
en María.en María.
Nos extraña que nos digan, que el cuerpo de María no forma parte, como el de
cualquier humano, del polvo del que fue sacado; sino que
desapareció del sepulcro, quedándose los discípulos
atónitos. El que el cuerpo tiene que ir bajo tierra o al fuego es una
idea muy fuerte; muy otra es, dichosa, la de
la esperanza que el hombre y la mujer, después de la
muerte, vivirá con Dios.
Pero sabemos muy poco sobre la relación de la
muerte y de la resurrección.
¿Qué idea concreta podemos hacernos sobre el qué y el cómo de estar a
salvo? Algo más sabia se
nos muestra la Biblia.
A través de toda la historia de la salvación, ya desde el Antiguo
Testamento, Dios ha querido unirse al hombre, con la plena convicción de
que un día logrará una unión inseparable.
Para ello, ha insertado a su Palabra, a su Hijo, en la carne mortal de la
humanidad; de esa forma, ha convertido esa
carne mortal en partícipe de la vida divina.
María es la representante de
quienes han deseado y desean, con pasión, la bajada de la Palabra de Dios, del Hijo de Dios, entre los hombres y
mujeres. El nacimiento de Dios
en cuerpo se ha realizado a través de
María, habiendo llegado ella a la
plenitud de la fe y de la disponibilidad.
Dios no ha encontrado ningún estorbo,
ninguna oposición, para injertarse en el vientre,
en el seno de María. El «Hágase en mí
según tu Palabra» ha sido la manifestación
de la disponibilidad de María: cuerpo y espíritu, se ha
mostrado plenamente abierta a Dios.
Ha sido esencial el haber tomado parte
el cuerpo. Es profundísima la relación entre
madre e hijo. Jesús ha recibido
de su madre la disponibilidad
ante Dios.Es propio de la cultura
hebrea el reconocimiento de la unión inseparable entre el
cuerpo y el alma, en contraposición a la cultura griega.
¿Qué es, pues, lo que ¿Qué es, pues, lo que celebracelebra
la Iglesia este día? la Iglesia este día? Esto: que un cuerpo, unido Esto: que un cuerpo, unido
a su alma, ha ofrecido a su alma, ha ofrecido plena conformidadplena conformidad
a la petición de Dios.a la petición de Dios. El cuerpo de María es El cuerpo de María es
síntesis de la fesíntesis de la fe de Israel y de toda la de Israel y de toda la
humanidad.humanidad.
No queremos presentarnos
ante Dios solamente con
el alma: «no
desvestidos, sino más bien sobrevestidos,
para que lo mortal sea
absorbido por la vida»
(2 Cor 5,4).
Es fiesta de la esperanza.
Quien ha resucitado corporalmente no sólo es el Hijo de Dios, sino también el cuerpo que
lo hizo hombre; también María.
Ésta nos ha mostrado lo siguiente: que ella ha
podido realizar por nosotros, lo que
nosotros, por nuestra parte, deberíamos tratar de realizar, siguiendo su
ejemplo. Es decir, dejar al Hijo de
Dios que viva en nosotros corporalmente.
Jesús no ha abandonado Jesús no ha abandonado jamás al seno que un jamás al seno que un
día le dio cobijo. día le dio cobijo. Todo lo recibió de María; Todo lo recibió de María;
no sólo el cuerpo, no sólo el cuerpo, también la fuerza de también la fuerza de
adhesión a adhesión a la Palabra de Dios. la Palabra de Dios.
Todo esto lo conserva él Todo esto lo conserva él en suen su
ser divino-humanoser divino-humano..
Todo el amor de Jesús a su Madre
se resume en esto: en que le muestra y
manifiesta lo que ella ha sido,
desde siempre, en los planes de Dios. María se ha convertido en arquetipo para toda
la humanidad; se ha convertido dulce
regazo para todos nosotros.
El «sí» de María ha ido profundizándose a
través de toda su vida, hasta que una espada la atravesó al pie de la
cruz; de esa forma, llegó a su plenitud como ninguna otra criatura, para poder entrar con su Hijo en esa nueva dimensión
del mundo, en su forma definitiva.
Siempre nos vamos «acercando al monte Sión, a la ciudad del Siempre nos vamos «acercando al monte Sión, a la ciudad del
Dios vivo, a la Jerusalén celestial» Dios vivo, a la Jerusalén celestial» (Heb 12,22); «hacia nuestra madre del cielo», porque «somos (Heb 12,22); «hacia nuestra madre del cielo», porque «somos
ciudadanos del cielo».ciudadanos del cielo».
ASUNCIÓN DE LA MADRE DE DIOS2012-08-15 Ad+ssumta = Acogida hacia sí por Dios Texto: D. Amundarain (mayormente, de Urs von Balthasar)Presentación: B. Areskurrinaga HCMúsica: 2.-Es en Jerusalén donde empezaron a celebrar esta fiesta, a finales del. s. 5º. Bajo el nombre de «Dormitio». Más tarde, la Iglesia de Roma la asumió, bajo el nombre de «Assumptio». Fiesta de la María Madre de Dios, por haber sido «divinizada», en cuerpo y alma. 3.-Es la figura y el testimonio consolador que manifiesta y da a la humanidad la certeza de la esperanza final: fiesta vivificadora. Esta glorificación deslumbrante y plena de María Madre constituye el destino de todos los humanos, a quienes Cristo nos ha convertido en hermanos; que, a la manera de Cristo y María, seremos carne celestial y sangre celestial y alma celestial. 4.-María es la primera de entre los salvados, la primicia. Spes nostra= nuestra esperanza; advocata nostra= nuestra defensora; Jesum, benedictum, fructum ventris tui, nobis ostende = a Jesús, bendito, fruto de tu vientre, muéstranoslo; sub tuum praesidium confugimus = a tu amparo acudimos. 5.-María le ha dado carne al Hijo de Dios. Le ha proporcionado su humanidad, para poder nacer en este mundo. Y Jesús, el Hijo de Dios, convertido en hijo de María, ha hecho a María partícipe de su divinidad, para poder ella nacer en el cielo. 6.-Al convertirse María en celestial, se ha hecho realidad «la gloria del mundo futuro, el último destino de la humanidad; se ha realidad, no solamente en la persona divina hecha hombre, sino también en una persona humana «divinizada»; no solamente en Jesús, sino también en María. 7.-Nos extraña que nos digan, que el cuerpo de María no forma parte, como el de cualquier humano, del polvo del que fue sacado; sino que desapareció del sepulcro, quedándose los discípulos atónitos. El que el cuerpo tiene que ir bajo tierra o al fuego es una idea muy fuerte; muy otra es, dichosa, la de la esperanza que el hombre y la mujer, después de la muerte, vivirá con Dios. Pero sabemos muy poco sobre la relación de la muerte y de la resurrección.8.-¿Qué idea concreta podemos hacernos sobre el qué y el cómo de estar a salvo? Algo más sabia se nos muestra la Biblia. 9.-A través de toda la historia de la salvación, ya desde el Antiguo Testamento, Dios ha querido unirse al hombre, con la plena convicción de que un día logrará una unión inseparable. Para ello, ha insertado a su Palabra, a su Hijo, en la carne mortal de la humanidad; de esa forma, ha convertido esa carne mortal en partícipe de la vida divina
10.-María es la representante de quienes han deseado y desean, con pasión, la bajada de la Palabra de Dios, del Hijo de Dios, entre los hombres y mujeres. El nacimiento de Dios en cuerpo se ha realizado a través de María, habiendo llegado ella a la plenitud de la fe y de la disponibilidad. 11.-Dios no ha encontrado ningún estorbo, ninguna oposición, para injertarse en el vientre, en el seno de María. El «Hágase en mí según tu Palabra» ha sido la manifestación de la disponibilidad de María: cuerpo y espíritu, se ha mostrado plenamente abierta a Dios. 12.-Ha sido esencial el haber tomado parte el cuerpo. Es profundísima la relación entre madre e hijo. Jesús ha recibido de su madre la disponibilidad ante Dios. Es propio de la cultura hebrea el reconocimiento de la unión inseparable entre el cuerpo y el alma, en contraposición a la cultura griega. 13.-¿Qué es, pues, lo que celebra la Iglesia este día? Esto: que un cuerpo, unido a su alma, ha ofrecido plena conformidad a la petición de Dios. El cuerpo de María es síntesis de la fe de Israel y de toda la humanidad.
14.-No queremos presentarnos ante Dios solamente con el alma: «no desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida» (2 Cor 5,4). 15.-Es fiesta de la esperanza. Quien ha resucitado corporalmente no sólo es el Hijo de Dios, sino también el cuerpo que lo hizo hombre; también María. Ésta nos ha mostrado lo siguiente: que ella ha podido realizar por nosotros, lo que nosotros, por nuestra parte, deberíamos tratar de realizar, siguiendo su ejemplo. Es decir, dejar al Hijo de Dios que viva en nosotros corporalmente.
16.-Jesús no ha abandonado jamás al seno que un día le dio cobijo. Todo lo recibió de María; no sólo el cuerpo, también la fuerza de adhesión a la Palabra de Dios. Todo esto lo conserva él en su ser divino-humano. 17.-Todo el amor de Jesús a su Madre se resume en esto: en que le muestra y manifiesta lo que ella ha sido, desde siempre, en los planes de Dios. María se ha convertido en arquetipo para toda la humanidad; se ha convertido dulce regazo para todos nosotros. 18.-El «sí» de María ha ido profundizándose a través de toda su vida, hasta que una espada la atravesó al pie de la cruz; de esa forma, llegó a su plenitud como ninguna otra criatura, para poder entrar con su Hijo en esa nueva dimensión del mundo, en su forma definitiva. 19.-Siempre nos vamos «acercando al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial» (Heb 12,22); «hacia nuestra madre del cielo», porque «somos ciudadanos del cielo».
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