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NUESTRA HISTORIA
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GACETA SOBRE LA H ISTORIA, LOS SOCIOS, LOS ACONTECIMIENTOS, LA V IDA SOCIAL, LAS ANÉCDOTAS, EL EDIFICIO, LAS ACTIVIDADES,…
“SO M O S H O Y, P O R Q U E E L L O S F U E R O N A N T E S”“SO M O S H O Y, P O R Q U E E L L O S F U E R O N A N T E S”(Eduardo Marquina)
Don Manuel García Mi-randa y Rivas fue unode los Presidentes másdestacados en la última
época del Casino, debido altiempo que estuvo en el cargo, ypor las reformas que llevó a cabopara actualizar el Casino.
Don Manuel nació en Madrid,el uno de enero de 1922, sus
padres fueron Manuel García-Miranda Noguerol y ConcepciónRivas.
Su vida profesional estuvo mar-cada por la carrera diplomá-
tica, a la que accede como alumnode la Escuela Diplomática, el 20de junio de 1951.
Fue nombrado Secretario detercera clase en el Ministerio
el 19 de junio de 1953. Tuvo suprimer destino fuera de Españaen Ginebra, como Cónsul ad-junto.
Desde 1958 hasta 1968 desem-peñó varios puestos en em-
bajadas de iberoamérica, como LaPaz (Bolivia), Bogotá (Colombia), yCaracas (Venezuela), con la excepciónde un periodo de dos años en Pretoria(Sudáfrica).
Para Don Manuel, su elección el 2 dejulio de 1968, como Secretario de
primera clase en la Representación Per-manente en las Naciones Unidas, con
sede en Nueva Cork, supuso unsalto cualitativo dentro de la ca-rrera diplomática. Su labor eneste puesto le fue recompensadacon el cargo de Comisario Na-cional para preparar la participa-ción de España en los actos delBicentenario de los EstadosUnidos (1975).
Los siguientes años desempeñódiversos puestos en el Palacio
de Santa Cruz, sede del Minis-terio de Asuntos Exteriores desde1901; algunas de las oficinas quedirigió fueron la Dirección deOrganismos Políticos, y Subdi-rección General de NacionesUnidas.
Después de este paréntesis enMadrid, Don Manuel fue
designado Embajador en variospaíses africanos e iberoameri-canos : Repúb l i ca de l Za i re(1981), República de Rwanda yRepública de Burundi, con resi-dencia en Kinshasa (1981), Re-pública Popular del Congo (1982)
y República de Colombia en abril de1983.
continúa en pag 38
Manuel García-Miranda y RivasPresidente del Casino de Madrid desde noviembre de 1994, hasta el 14 de julio de 2004
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Finalmente acabó su carrera diplo-mática como Ministro Plenipoten-
ciario de primera clase en 1986.
Recibió numerosas condecoracionesen España como Caballero de Real
Orden de Carlos III, Comendador, Co-mendador y Caballero de la Orden delMérito Civil. En el extranjero recibió laGran Cruz de la Orden de Boyacá y deSan Carlos (Colombia), la Orden delLeopardo del Zaire, y la Medalla deOro de la Orden Cecilio Acosta de Ve-nezuela.
Como socio del Casino de Madrid,Don Manuel ingresó el 16 de marzo
de 1964. Fue presentado por TorcuatoGarcía Ferrer, José Estévanez Tole-zano y Rafael Rojas, y cómo no, hizoconstar su profesión como Diplomático.
Su vinculación con el Casino le vinodesde niño, pues tanto su abuelo,
Natalio Rivas Santiago, como su padreManuel García-Miranda Noguerolfueron socios del Casino; además, suabuelo fue Presidente entre 1921 y1922. En sus entrevistas siempre recor-daba los salones a los que le llevaba DonNatalio, lo que le marcó desde la in-fancia.
Con el tiempo, Don Manuel fue im-plicándose en la vida del Casino, ac-
cediendo a la Junta Directiva y siendoDirector de Biblioteca. Con posterio-ridad, fue Vicepresidente, y, en no-viembre de 1994, accedió a la presi-dencia, puesto que ocuparía durantecasi 10 años, que se vieron interrum-pidos por su fallecimiento el 14 de juliode 2004.
Don Manuel explicó, recordando eseprimer día como Presidente, que
su principal objetivo fue: “algo funda-mental, que luego ha sido una filosofíaque ha dirigido toda mi actuación en el
Casino, y no era otra cosa que la adap-tación a los nuevos tiempos”.
Durante su presidencia, Don Ma-nuel buscó la promoción social y
cultural del Casino. Ya en los primerosaños, puso en marcha la Revista del Ca-sino de Madrid, en octubre de 1995, dela que Don Manuel comentaba: “Em-pezamos modestamente, como una es-pecie de hoja parroquial”.
Otra de las ideas de Don Manuel fueel estudio y divulgación entre los
socios y público en general de la His-
ManuelGarcía-Miranday Rivas...viene de página 37
Dos imágenes de la entrega, en abril de 2004, de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid al Casino conmemorando así los 100 años del inicio de laconstrucción del emblemático edificio de Alcalá 15.
Don Manuel junto a sus compañeros de promoción de la Escuela Diplomática.
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toria del Casino de Madrid, como re-flejo de la importancia de nuestra So-ciedad en el ámbito madrileño y na-c i o n a l . U n p r i m e r p a s o f u e l areunificación y catalogación de parte dela documentación histórica, completadocon un archivo fotográfico y un índicehistórico de socios.
Se publicaron varios libros: Reedicióndel libro “Historia del Casino de
Madrid y su época” de José MonteroAlonso, ampliado por el autor. Se pu-blicó el facsímil “El Casino de Madrid”obra de Juan de la Corte de 1902.
Otros libros, nuevas ediciones,fueron: “Patrimonio artístico del
Casino de Madrid: El Salón Real”, deMaría López Fernández, publicado en2001, el libro “El Casino de Madrid, orí-genes y primera andadura”, obra deMaría Zozaya Montes, publicado en di-ciembre de 2002, y por último “Un hitocentenario de la arquitectura madrileña:la sede del Casino de Madrid (1903 -2003) de Óscar da Rocha Aranda y Su-sana Belén Torres Neira, libro pre-miado por el Ayuntamiento de Madriden 2004 por su estudio histórico del ur-banismo.
Otro de los proyectos que se llevó acabo durante la presidencia de
Don Manuel fue la página WEB, quecolocaba al Casino en una situación pa-reja a los clubes más avanzados.
También promovió cambios en laspropias instalaciones del Casino. Se
reformaron los billares y el gimnasiocon máquinas nuevas, y se construyó unpiscina climatizada, además de crear elárea de masajes.
La planta de biblioteca fue remode-lada y reinaugurada como planta
“Conde de Malladas”, en homenaje anuestro Presidente Agustín Díaz-Agero.
Pero quizás la instalación que másprotagonismo cobró durante la pre-
sidencia de nuestro protagonista, fue elClub de Golf Retamares, con quién elCasino alcanzó un acuerdo de utiliza-ción por parte de nuestros socios, queentró en vigor en noviembre de 1998.
Uno de los servicios que más se po-tenciaron fueron los acuerdos de
correspondencia entre el Casino yclubes nacionales y extranjeros. Ensus primeros ocho años, la lista declubes con correspondencia se elevabaa 232.
García-Miranda fomentó nuevas ac-tividades societarias, entre ellas ci-
tamos los tés de los lunes, las verbenasde San Isidro y la noche de San Juan.Se creó el torneo de mus en 1998, y seinstituyeron los premios taurinos “Ca-sino de Madrid” en 1995, con notablestriunfadores como César Rincón, El Ca-lifa, Enrique Ponce, El Juli, o JoséTomás, entre otros.
Otra nueva actividad puesta enmarcha en estos años de presi-
dencia, fue la Cena Aniversario, cuyaprimera celebración tuvo lugar el 8 deenero de 1998, coincidiendo con el 160aniversario de la fundación del Casino
de Madrid, y que continua celebrándosecon brillantez.
Por último, mencionamos los viajesorganizados para los socios del Ca-
sino, que comenzaron en 2001 conviajes a Túnez y Egipto.
Durante el mandato de Don Maniel,el 2 de abril de 2004, le fue conce-
dida al Casino de Madrid la Medalla deOro de la ciudad, en un acto en el queel alcalde José María Álvarez del Man-zano hizo entrega de la Medalla en elSalón de Plenos del Ayuntamiento,junto a Luca de Tena del diario ABC, yEnrique Cerezo, como Presidente delclub de fútbol Atlético de Madrid.
La dedicación al Casino de García-Miranda fue constante; preguntado
por sus objetivos, Don Manuel res-pondía: “Ampliar y engrandecer cadavez más el Casino de Madrid, en todoslos sentidos”.
Hasta aquí los apuntes biográficosde Manuel García-Miranda, Em-
bajador y Presidente del Casino de Ma-drid, que siempre veló por los interesesy proyección del Casino
Fuentes:-Archivo del Casino de Madrid-Ministerio de Asuntos Exteriores. Ho-ja de Servicio.1987
-Revista Casino de Madrid-Diario ABC-Diario El País
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En este número de la revista delCasino de Madrid, les ofre-cemos la lectura de los apuntesbiográficos de Julio Burell Cué-
llar, socio ilustre, que llevó a cabo inno-vaciones en dos profesiones en las que elmanejo de la palabra, y, entonces, de lapluma, eran fundamentales, pues fueperiodista y político.
Desarrolló su actividad entre fi-nales del siglo XIX y principios
del XX. Su muerte prematura leprivó de alcanzar puestos de respon-sabilidad, para los que demostró estarpreparado.
Don Julio Burell Cuéllar, nació enIznájar (Córdoba), el uno de fe-
brero de 1859. Sus padres fueronCarlos Burell y Criado, y Mª AuroraCuéllar y Montes. Su padre fue dipu-tado a Cortes por Lucena, y GobernadorCivil de Málaga.
Realizó sus estudios de bachillerato enCórdoba, y en 1874 marchó con toda
su familia a Madrid.
En poco tiempo, se hizo un sitio en lavida cultural madrileña, como de-
muestra su ingreso en el Ateneo y supronta participación en varios periódicos.En estos primeros momentos, sus crónicasdestacaban por su carácter fogoso, vehe-mente y polemista, que fue cambiandocon la edad a rasgos más críticos e iró-nicos, pero más suaves en la expresión.
Según nuestras fuentes, escribió susprimeras columnas para un periódico
de Iznájar cuando tenía quince años.
Su carrera periodística comienza en eldiario “El Progreso”, en 1884, en el
que escribió, junto a socios casinistascomo Eusebio Blasco, y colaboradorescomo Rafael Comenge. De este periódicopasó a “El Resumen” .
Años más tarde escribe en el “He-raldo de Madrid”, periódico en el
que publica dos artículos memorables,por los que será recordado muchotiempo, y que le proporcionaron fama yreconocimiento: en1893 publica “Lacaída del coloso”, artículo en el que co-mentaba la sesión del Congreso en queSilvela disintió públicamente de Cá-novas y provocó la caída de su minis-terio. El número extraordinario publi-cado por “El Heraldo” se agotó. Lo masllamativo, es que Burell no había asistido
al congreso, y escribió su crónica imagi-nando la sesión.
El otro artículo que le reportó granfama se titulaba, “Jesucristo en
Fornos”. (1894). En este artículo, Burellse mostraba muy crítico con la sociedaddel momento, y lo hizo recreando la apa-rición de una persona similar a Jesucristoen el Café Fornos, en el que el iluminado
difunde un mensaje de paz y amor, quees contestado por los clientes con bufa,escarnio y la expulsión del local.
En 1894, creó su primera publicación,“El Nuevo Heraldo”, de corta dura-
ción. Con posterioridad, fundó el diario“El Gráfico” (1904), y “El Mundo”(1907).
Años más tarde, siguió colabo-rando con “El Imparcial”, y “La
Época”.
Su línea de pensamiento fue cam-biando, haciéndose cada vez
más conservadora y menos críticacon el poder establecido.
De sus publicaciones desta-camos el diario “El Gráfico”.
Apareció por primera vez el 13 dejunio de 1904. Se trataba del primer
diario español que incorporaba re-producciones fotográficas todos los
días. Constaba de 12 páginas, y lascuatro últimas eran las que contenían lasfotografías. Alfonso Sánchez Portela (Al-fonso), fue el encargado de la edición grá-fica. Las intenciones de “El Gráfico” eran:“que la cámara fotográfica y el lápiz deldibujante copien la verdad de las cosas”.Se cerró en diciembre de 1904 por causaspolíticas.
Sobre su estilo periodístico, Burell seencontraba entre los más destacados
cronistas de la época. Sus escritos teníangran variedad de registros, y se movíanentre lo panfletario y lo atemperado.Tenía rasgos decadentistas, a veces muyexagerados, y estética modernista muymarcada, próximo a Flaubert, Ibsen ysobre todo Zola, a quién elogiaba en mu-chos artículos.
Fue un articulista consciente de la si-tuación que atravesaba el país, reflejo
de la crisis del 98 y el afán reformista..
Francos Rodríguez, en el prólogo quehizo de un libro recopilatorio de
artículos de Julio Burell, escribió lo si-guiente: “En cuarenta años de vida perio-dística, estuvo Julio Burell constante-mente asomado a nuestra sociedad,sintiendo su bullir, sus voces tranquiliza-doras y solemnes o destempladas y ame-nazadoras; el aliento de grandezas o el ja-dear de odios; unas veces la pasión nobley otras el acecho infame; cuando expre-siones que enardecen y fortifican, cuandogritos que exasperan o deprimen. Nunca
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Julio Burell Cuéllar
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dejó el ilustre escritor de ser quien era, co-medido frente a la demasía, digno cara acara con el exceso, suave, razonador y ar-tista de toda ocasión; artista, convencidode que la naturaleza del arma, centuplicao atenúa el dolor causado por la heridaque produce.”
Su dominio de nuestro idioma, le abriólas puertas de la Academia de la
Lengua, designado en 1917 para ocuparun sillón vacante, no pudo tomar pose-sión al no haber dado lectura al discursode ingreso por su fallecimiento el 21 dediciembre de 1919
Don Julio Burell fue una personamuy vinculada al mundo literario, y
mecenas de escritores como Azorín, Ba-roja, y Valle-Inclán, que le incluyó comoMinistro en “Luces de Bohemia”.
La otra gran faceta pública de DonJulio fue su participación en el
mundo de la política, que combinó, du-rante muchos años, consu labor como perio-dista.
En 1887, es ele-gido diputado a
Cortes por el dis-trito de Corcubión.Posteriormentefue diputado porArzúa y La Ca-ñiza, ambas enGalicia. Desde1905 y hasta sum u e r t e e n1919, repre-sentó a Li-n a r e s -Baeza.
Gran amigo deLeón y Castillo,
fue cambiando su ideario cuasi republi-cano por el monárquico liberal.
Desde 1900 ocupó altos cargos pú-blicos, como los gobiernos civiles de
Jaén (1900), y Toledo (1901), las direc-ciones de Obras Públicas (1906 y 1909),Agricultura, Industria y Comercio. En1910 fue nombrado Ministro de Instruc-ción Pública y Bellas Artes por Canalejas.Fue un ejemplo sin parangón en la polí-tica española, ya que su elección fueaplaudida por los políticos y la prensa.Los periodistas españoles le costearon lasinsignias de la Gran Cruz de Alfonso XII,los senadores y diputados le ofrecieron unbanquete, y los redactores madrileños leregalaron un álbum homenaje con unaportada cincelada en plata por Benlliure,de un fragmento de un artículo suyo.
Como anécdota, el escritor PrudencioIglesias, tras repasar unos periódicos
viejos, escribió: “La sorpresa me clava enel suelo. ¿Es posible que este hombre seaMinistro? Un Ministro es un ser gris yeste Julio Burell es escritor estupendo, elprimer periodista de esta época, el últimoCondestable de las letras”.
Volvió a ser Ministro de InstrucciónPública con la presidencia del Mar-
qués de Alhucemas en 1915. Cartera enla que repitió con el Conde de Roma-nones, además de un breve paso por elMinisterio de Gobernación (1918).
Don Julio llevó a cabo una buena ges-tión de los ministerios. Destacamos
el Real Decreto de 1910 por el que se per-mitía a la mujer española el acceso a todaslas carreras y todos los títulos y profe-siones dependientes del ramo adminis-trativo de Instrucción Pública. Tambiéncreó la Escuela de Hogar, dedicada a darformación profesional a la mujer. Otra
creación importante fue el Instituto deArtes y Oficios de Linares.
Como socio del Casino de Madrid,Don Julio Burell, ingresó el dos de
marzo de 1894 presentado por el Mar-qués de Vallecerrato, el Marqués de Por-tago y Matías Padilla. En el apartado“profesión” de la propuesta de admisión,Don Julio se definió como “Periodista”.
Hasta aquí unos pequeños apuntes dela vida y la obra de Don Julio Burell
Cuéllar, periodista y político, gran orador.En las fuentes consultadas para elaborarestas líneas, nos hemos encontrado condatos biográficos en ocasiones dispersos ycontradictorios; falta, sin duda, un estudioconcienzudo de la figura personal y pú-blica de Don Julio Burell; una persona degran valía, que compartió vivencias consus consocios del Casino de Madrid.
Noel DavidFuentes:- Archivo del Casino de Madrid- Artículos de Julio Burell, prólogo de
José Francos Rodríguez, 1925- Conde Guerra, María José. Julio Bu-
rell, el otro ministro de “Luces de Bo-hemia”, Revista Estudios Humanísti-cos, Filología, 1985.
- Galeote, Manuel. Perfil bio-bibliográ-fico de d. Julio Burell, en: V JornadasNiceto Alcalá-Zamora y sus contem-poráneos, 2000.
- http://www.iznajar.net/personajes.htm- La Esfera.- Mundo Gráfico.- Enciclopedia Espasa- http://www.ucm.es/info/multidoc/
multidoc/cursos/verano/material/SANCHEZ%20VIGIL/ARCHI-VOS%20FOTOGRAFICOS%20DE%20PRENSA.doc
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H A C E C I E N A Ñ O S
Poco tenemos que decir de laimagen que ilustra este texto;solamente les contaremos quecorresponden a un Campeo-
nato de Fuerza celebrado en la So-ciedad Gimnástica Española. En laprueba tomaron parte 19 competidores,habiendo resul tado campeón D.Agustín Labarga, quien levantó, segúnlas crónicas, 560 libras.
Si las cuentas no nos fallan, 560 libras(460 gramos por libra) serían unos
257 kilos. ¿No son muchos? Pero si laprensa lo decía…
Yotra curiosidad, ¿sehan dado cuenta que
todos los “forzudos” deesa época, incluidos losp a r t i c i p a n t e s e n e s t aprueba, situados tras elganador, lucían unos cui-dados bigotes? ¿Será que,como Sansón, tenían lafuerza en el pelo?
La fuerza, la fuerza bruta, no creemosque haya sido nunca la cualidad más
valorable del hombre; pero ya saben:“hay gente pa tó”. Y esos bigotes… pa-
recen salidos del anuncio del LinimentoSloan.
M. de C.
Hace cien años, el 24 de oc-tubre de 2007, se desbor-daba con trágicas conse-cuencias el malagueño río
Guadalmedina. Después de una per-tinaz sequía que duró todo el primer se-mestre de 1907, el temporal de agua, tandeseado por los agricultores de la zona,se convirtió en una terrible pesadilla, taly como recogió la prensa de la época.
Ala una de la madrugada de la men-cionada fecha, el Guadalmedina
inundaba los barrios del Perchel, Trini-dad y Capuchinos, el lado izquierdo dela calle Larios, y varios barrios del cen-tro. Los puentes de Santo Domingo yde la Aurora quedaron inutilizados. Elsemanario “Blanco y Negro” lo relata-ba así en sus páginas del 5 de octubre:“La violencia de la inundación anegóplazas y calles, arrancó las puertas de
las casas, penetrando el agua en laplanta baja de los edificios. Los destro-zos materiales han sido considerables,y numerosas las desgracias personales(…) Los vecinos cuentan, horroriza-dos, detalles desgarradores de la catás-trofe espantosa”.
Las imágenes publicadas en diferen-tes semanarios y periódicos refleja-
ban el alcance de la catástrofe, que sevio complicada por las intensas lluviasde los siguientes días, así como por loscortes en las comunicaciones ferrovia-rias y telegráficas.
Tal fue la magnitud del suceso, queel propio Rey Alfonso XIII viajó a
tierras andaluzas para visitar los pue-blos inundados; el Monarca, acompa-ñado por un importante séquito de per-sonalidades, conoció de primera manolas consecuencias de la inundación.
La madre naturaleza tiene a veces es-tas cosas: O se pasa ó no llega; pero
cuando la tragedia alcanza a la vida delas personas, no caben bromas de nin-gún tipo. Lo único posible en tales ca-sos, es pedir a Dios que domine y con-trole a la naturaleza y proteja a loshombres.
Nuño Vilanova
Inundaciones en Málaga
Campeonato de fuerza
Secadero de muebles en el Barrio de la Trinidad.
Restos del puente de la Aurora y entrada de la calle de los Mármoles. Calle de la Puente, donde la inundación produjo gran número de víctimas.
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Tipismo madrileño
Reconocemos eso de que, aveces, (sólo a veces), unaimagen vale más que mil pala-bras. Tal es el caso de estas
que les ofrecemos; las noticias no sonimportantes, la verdad sea dicha, perolas fotografías recogen como pocas alMadrid de principios de siglo.
En una de ellas se puede ver el reciéninaugurado Mercado del Carmen,
que había sustituido a los “puestos deaspecto impropio en tan céntrico lugar;en su lugar, un mercado a la moderna,con las mejores condiciones de ornato ehigiene”. Fíjense el contraste entre lavestimenta de los vendedores y la delcaballero que aparece a la izquierda dela imagen, con bastón y sombrero.
También bastón y sombrero lucíauno de los actores de la comedia
“Floriana”, una adaptación de MuñozSeca que esos días pisaba las tablas delmadrileño Teatro de la Comedia. El se-manario “Blanco y Negro” afirmabaque “desde el primer momento, el pú-blico rió las graciosas escenas de loscuatro actores de la obra” estrenada,por lo contado, con notable éxito.
Del tipismo anacrónico de entonces,a la ordinariez, la zafiedad, y la su-
ciedad que hoy nos circundan y nosabruman; casi más vale quedarse en loantiguo. Y si no lo cree, salga a la calle.
Yen cuanto al teatro, aunque la mayo-ría de las obras de Don Pedro, hoy
nos resulten inocentes y simplonas, aúnasí, también ahora son preferidas a cier-tos títulos actuales de algunos autorescontemporáneos que deben ser tan su-perdotados que no consiguen que el pue-blo les comprenda y les siga. No está a sualtura.
N. de R.
¿Y qué pasó después?
Al ver las imágenes que acom-pañan estas líneas, un amigocomentaba: “si, muy bien,pero no recogen la mejor
foto: la que cuenta cómo acabó lacosa”. Y es que hace ahora cien años laprensa no era tan dada al morbo comola actual (salvo ciertas excepciones,quede claro) y obviaban dejar testi-monio de situaciones, digamos… dolo-rosas.
Piensen si no, en cómo quedaría lapobre dama que se prestó a ejecu-
tar “Un salto mortal en automóvil”,como lo titulaba “La Ilustración Ar-tística”. Según contaba el semanario,era el espectáculo de moda, “inventa-do para recreo y solaz de damas y ga-lanes. Niños y soldados a mitad deprecio”. El “divertido ejercicio” con-sistía en el lanzamiento de un vehícu-lo de 250 kilos, desde una altura de12 metros sobre una vía inclinadaunos 70º; al término de la vía se in-cluía un hierro que, al impacto del ve-hículo, lo hacía girar sobre sí mismo“como una bola de billar que ruedasobre la mesa”!
Se aclaraba que el vehículo caía,tras la pirueta, en una plataforma
elástica, y que, claro está, el automó-
vil iba ocupado “por unaartista sin cuyo requisito elespectáculo sería exacta-mente igual, pero entoncesno peligraría la vida deaquella infeliz, y la diver-sión carecería de su princi-pal atractivo: la probabili-dad, quizás la esperanza,de presenciar la desloma-dura del prójimo”.
Lamentablemente, el au-tor del artículo
tenía razón.
El salto mortal re-sultó, efectiva-
mente, mortal ¡Quétriste! Y es que unavida puesta en peli-gro por simple exhi-bicionismo, por amoral riesgo, por lograrnotoriedad, o porconseguir riqueza,será siempre una vi-da triste, y una tristevida. Y su pérdida,una pérdida inútil.
Nuño Vilanova
Salida del automóvil de laparte superior del planoinclinado y doble saltomortal al llegar a laterminación.
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Los populares “cacharros” o “ba-rracas” son habituales en lasfiesta de la mayoría de las ciu-dades y pueblos de todas las re-
giones de la geografía española. No asíhace cien años, cuando la llegada a Bar-celona del “Circle Swing” supuso todoun acontecimiento. La atracción estabasituada en el “Amerikan park” un re-cinto de recreo inaugurado en las en-tonces afueras de Barcelona que, tal ycomo contaba “La Ilustración Artís-tica”, “contribuirá a fomentar la afición,ya grande, que los barceloneses tienena las excursiones y a los placeres cam-pestres”.
El “Circle Swing” era una especie de“Tío Vivo”, de considerable altura,
“elegante, movido por electricidad y encuyos columpios o barquillas puedentomar asiento varias personas. El apa-rato gira con velocidad varia, que pue-de regularse según los deseos de losque lo ocupan; y á medida que aquellaaumenta, los cables metálicos de quelos columpios penden, se van abriendoy apartando del eje central y por endelos pasajeros van remontándose a ma-yor altura.
Lo más destacado de la singularatracción llegaba con la noche,
cuando los cables, “profu-samente iluminados conbombillas eléctricas”, con-vertían a el “Circle Swing”en un gran “cono de fue-go”.
“La Ilustración Artísti-ca”, dejaba constan-
cia de la seguridad del in-vento del que decía que“reúne todas las condicio-nes necesarias de solidez.En la última exposición deMarsella y en otras ciuda-des extranjeras, obtuvo ysigue obteniendo un éxitogrande”.
En el mismo artículo queglosaba las bondades del invento,
se hacía una pequeña y velada crítica:“el Amerikan Park será uno de los si-tios de esparcimiento predilectos de losbarceloneses, sobre todo si la empresa,correspondiendo al favor que el públi-co le viene dispensando desde que se hainaugurado, corrige algunas pequeñas
deficiencias que han podido observar-se, como, por ejemplo, el mal estado delpequeño trozo que hay que recorrerdesde el punto de parada del tranvíahasta la entrada del local”.
Cabe señalar que, por entonces, lasafueras de cualquier ciudad, aun
estando a un tiro de piedra , daban lu-
gar a dificultosas y complicadas “ex-cursiones campestres”.
Y, por otra parte, la descripciónbastante detallada del “tío vivo”,
nos hace sospechar que, en nuestrosdías, no pasaría la más benévola ins-pección sobre su seguridad. Asustapensar lo que podía pasar en cualquiermomento. Menos mal que la Providen-cia, y los ángeles de la Guarda, no des-cansan.
Santana Fuentes
Novedosa atracción en Barcelona
El “Circle Swing”, iluminado eléctricamente, funcionando de noche.
A la derecha, el“Circle Swing” en
movimiento. Arriba,una vagoneta de lanovedosa atracción.
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En esta sección, en la que re-cordamos diferentes noticias,curiosidades y sucesos acae-cidos hace cien años, hemos
recogido con frecuencia la celebraciónde rallyes, ya que en aquellos pri-meros años del siglo XX todavía erannoticia los traslados por carretera enaquellos rudimentarios vehículos decuatro ruedas. Pero en esta ocasión, lanoticia no es sólo la carrera sino, y es-pecialmente, el trayecto: ¡de Pekín aParís!.
El periplo, organizado por el diarioparisiense “Le Matín”, comenzó el
10 de junio de 1907, y dado lo excep-cional de la ruta, no es de extrañar quesólo fueran cinco los vehículos partici-pantes. Los arriesgados conductoresCormier, Pons, Collignon, PríncipeBorghese y Godard, pilotaban cochesfranceses los tres primeros, italiano elcuarto y holandés el quinto.
La salida, de la que recogemos unaimagen, estuvo en la Puerta de Ten
Chang Men (puerta de la virtud triun-fante) y ni qué decir tiene que causógran impresión entre la población peki-nesa.
Dos meses después de la fecha desalida, exactamente el 10 de
agosto de 1907, a las cuatro de la tar-de, el Príncipe Borghese, ganador dela carrera, hacía una entrada triunfalen la capital del Sena. De los otroscorredores, Conier y Colligno finali-zaron la aventura en Moscú, Godadllegó a franquear el Oural, mientrasque Pons regresó a Pekín desde la en-trada del desierto de Gobi. A pesar deque sólo uno llegó a la meta, “La Ilus-tración Española y Americana” seña-laba que todos los participantes “ven-cieron la parte más penosa delrecorrido, franqueando las estepas deSiberia”.
Así ha sido siempre: el que no seconsuela es porque no quiere; y
más si, como en este caso, la empresa estan dura que el simple hecho de em-prenderla supone un mérito innegable.¿Y qué decir del valeroso conductorque desde Pekín llegó a París? Tal vez,él mismo diría, al ver la Torre Eiffel: sino lo veo, no lo creo
N. de R.
De Pekín a París en automóvil
A la izquierda, salida de Pekín porla Puerta de Ten Chang Men(Puerta de la virtud). Sobre estaslíneas, los dos automóviles Dion,junto a un cañón del Siglo XVII, enel patio del cuartel Voyron.
A la izquierda, el Príncipe Borghese, ganador de la carrera. Arriba, entrada triunfal en la capital del Sena.
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En tan solo 100 años, es increí-ble, y muy plausible, el avanceque la mujer ha logrado en lasociedad. Sirvan como ejem-
plo los tres casos que traemos a estaspáginas: tres pioneras en tres laboresdestinadas, por principio, a los varones.A pesar de la valentía de las damas, po-ne la carne de gallina algunos de los co-mentarios recogidos en la prensa de ha-ce ahora cien años.
Primero les hablaremos de MadameSurcouf, primera mujer piloto de
un globo aerostático, título concedidopor el Aero-Club de Francia. La damaquiso demostrar que su título no erameramente honorífico, así que decidió,intrépida ella, surcar a bordo del globo“Bengalí” los alrededores de París. Lapropia aventurera describió su viaje enel semanario “Blanco y Negro”: “cier-tas personas ignorantes en asuntos deaeronáutica, manifestaron un granasombro al saber de mi viaje. Pero yohe hecho ya muchas ascensiones conmi marido para dejar de conocer á fon-do la maniobra sencilla de una ascen-sión (…) Se consulta de cuando encuando el estatoscopio, sencillo aparatoque indica si se sube ó se desciende.Después, para tomar tierra, nada haymás fácil: se larga el guide-robe quearrastra por los campos, se escoge bienel sitio en que se quiere descender, unligero golpe de válvula, y se llega dulce-mente a tierra”.
Sencillo, ¿verdad?. Madame Surcoufestuvo acompañada en su primer
vuelo como piloto por MademoiselleGache, y, por lo que afirmaba la prota-gonista de estas líneas, fue una perfectacopiloto: “con una alegre serenidad su-bió a mi lado, y yo creo que en adelan-te no habrá para ella mayor placer queel de remontarse en una barquilla”.
No tienen desperdicio las imágenesque acompañaban el texto de Ma-
dame Surcouf, claramente realizadasen un estudio, pero que suponía habíansido tomadas el día de la ascensión.
Nuestras siguientes protagonistas,aguerridas precursoras de la libe-
ración de la mujer en el ámbito laboral,estaban también en tierras francesas.“La Ilustración Artística” hablaba asíde la reciente incorporación de la mujeral oficio de cochero: “Decididamente el
feminismo hace cada día nuevos pro-gresos y, no contento con haber con-quistado posiciones en distintas carre-ras, se atreve ya a disputar a loshombres el ejercicio de aquellas profe-siones que hasta ahora parecía privati-vas del sexo feo”; días después, la mis-ma publicación volvía al tema afirmadoque “tiene la profesión de chauffeur fe-menina la ventaja, sobre la de cochero,de que será muy posible entablar diálo-gos más o menos edificantes, aún a ries-go de que por consecuencia de una dis-tracción, se estrellen contra un farol ouna esquina elpasajero y sonconductora”. Sincomentarios.
Yno nos va-mos de París
para conocer lasllamadas mujeressandwich; unasdamas cuya laborera anunciar, encarteles que por-taban sobre suscuerpos, diferen-tes productos.Una vez más, “LaIlustración Artís-tica” hace comen-tarios al respecto dignos de mención: “ajuzgar por las muestras que la adjuntafotografía reproduce, preciso es confe-sar que ha sido una idea excelente la deconfiar al elemento femenino la propa-ganda de los productos industriales, y
que el que la concibió y la ha puesto enpráctica es un buen psicólogo y un granconocedor del proceso por virtud delcual todo lo que se anuncia convenien-temente, acaba por imponerse al fin y alcabo”.
Las mujeres en 1907
Mademoiselle Gachearrojando la cuerda del“Guide-Robe” paradescender. A la izquierda,madame Surcouf y sucopiloto, instantes antes deiniciar la ascensión.
Una «chauffeur” poniendo el automóvil en marcha. Nuevo sis
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Avance en las comunicacionescon Baleares
“¿Qué mejor manera de llamar laatención —seguía diciendo la pu-
blicación— que confiar el anuncio aunas cuantas muchachas, sobre todo sise ha tenido el buen acierto de escogerpara ese empleo lindos palmitos y devestirlos con un uniforme serio y noexento de cierta elegancia, como sucedeen el caso que nos mueve a escribir laspresentes líneas?”
Bromas aparte, estas mujeres sí quemerecían respeto y admiración, por
atreverse, hace cien años, a competircon cualquiera y a ganarse un puesto,no por “cuota”, sino por sus propiosmerecimientos.
Santana Fuentes.
En la actual era de las telecomu-nicaciones, donde la fibra óp-tica, el adsl, los e-mails… son“el pan nuestro de cada día”, a
muchos les parecerá casi mentira que,hace ahora cien años, la prensa de laépoca saludara y recogiera con regocijola conexión por cable de Barcelona yPalma de Mallorca.
En las imágenes se puede apreciarclaramente el tendido del famoso
cable, que iba desde la barcelonesa Pla-ya de Somorrostro, hasta Cala Mayor,en Palma de Mallorca. Señalaba “LaIlustración Artística” al hablar del he-cho: “La importancia cada día crecientede las islas Baleares, y la convenienciade atender a las relaciones cada vez ma-yores entre aquel archipiélago y la pe-nínsula, hacían sentir, desde hace tiem-po, la necesidad de establecer unacomunicación telegráfica directa”.
Los trabajos fueron adjudicados auna Casa inglesa, que envió a Bar-
celona el vapor cablero “Cambria” yque realizó los trabajos “rápidamente ycon toda felicidad”. El único punto defricción de todo el asunto, estuvo en laelección de puntos de amarre: una co-misión mixta de telegrafistas españoles
y de ingenieros ingleses, decidieronque en Palma de Mallorca el cable fue-ra amarrado en la cala de Porto-Pi, pe-ro la comisión militar, que anterior-mente había designado como punto deamarre Cala Mayor, insistió en su dic-tamen, que al fin fue definitivamenteaceptado.
La Cámara de Comercio de Palma deMallorca abrió una suscripción
“para solemnizar la inauguración delcable con un banquete”; aunque no en-contramos referencias, estamos segurosque la celebración fue todo un éxito.
El importante avance de aquellosdías, hoy nos parece una reliquia
histórica, porque en cien años cambianmucho las cosas; pero lo que, al pare-
cer, no cambiará nunca es el imperiode las influencias, el amiguismo, el
caciquismo, el nepotismo, el au-toritarismo… En fin, nadanuevo bajo el sol ¡así es la vi-da!
Santana Fuentes
La Sra. Vilain, una de las aspirantes a ajercer eloficio de cochero.
Operación de echar el cable a tierra para conducirlopor una zanja hasta la caseta de amarre.
Nuevo sistema anunciador. Las mujeres “sandwich”.
Caseta de amarre del cablede Palma de Mallorca. A la derecha,
el vapor Cambria, que tendióel cable entre la playa de
Somorrostro, en Barcelona y CalaMayor, en la capital balear.
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Traemos a estas páginas dosejemplos de cómo la automo-ción de principios de siglo seadaptaba para una mejor efi-
ciencia. Primero les presentamos el au-tomóvil postal americano, utilizado porel servicio de correos estadounidenseen los distritos rurales con buenas ca-rreteras.
Tal fue el éxito de la iniciativa, que,al parecer, el Postmaster Cortelyon
dio la órden de generalizar el uso delvehículo en todos los territorios de laUnión.
“La Ilustración Artística” contabaque el aparato, que poseía en su
parte delantera unos curiosos y prácti-cos cajetines en los que iba clasificadoel correo, era además barato: 2.000francos. No podemos decir, en cambio,que fuera veloz: la velocidad máximadel automóvil postal era de 40 kilóme-tros por hora.
El otro modelo que les presentamoses el automóvil radio-telegráfico.
Un proyecto desarrollado por el Mar-qués de Solari, Secretario de Marconi,el inventor de la telegrafía sin hilos, queaunaba “los dos grandes factores delprogreso moderno: el automóvil y la ra-dio telegrafía”.
El vehículo utilizaba su fuerza mo-triz “no sólo para la tracción del
aparato y para montar rapidísimamen-te un sistema de antenas replegadas so-bre la cubierta del automóvil, sino tam-
bién para producir la energía eléctricanecesaria para la formación de las ondahertzianas. En menos de diez minutos,la estación se halla en condiciones deenviar radio-telegramas a una distanciade 150 kilómetros”.
El automóvil postal, aunque conotras características y, por supues-
to, con aspecto y prestacio-nes que nada tiene que vercon las de hace cien años,aún existe; y su utilidad, pesea la competencia de las últi-mas y modernísimas tecnolo-gías, nos sigue pareciendoincuestionable a quienes aúnnos gusta recibir una carta.
Yen cuanto a la radiotelegrafía mo-torizada, ¿qué diría hoy su inven-
tor al ver utilizar en cualquier coche,un teléfono de manos libres, un nave-gador, ó una estación de radio y hastade televisión?
M. de C.
Coches curiosos... O cómo se adaptaba elmundo del automóvil a las necesidades de lavida en 1907
Automóvil postal que prestaba servicio en algunos distritos rurales de los Estados Unidos.
El carro automóvil radio-telegráficoera capaz de enviar radio-telegramas auna distancia de 150 kilómetros.
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