ALIMENTACIÓN DEL VACUNO DE LECHE:
4. RACIONES UNIFEED (TMR), BASES PARA SU ADECUADA PREPARACIÓN
A.B. Rodríguez1-2, P. Llorente3, S. Andrés1, F.J. Giráldez1
1 Instituto de Ganadería de Montaña, CSIC-ULE. 2 Pania Animal S.L.
3 INATEGA S.L.
Emails:
A.B. Rodríguez ([email protected])
P. Llorente ([email protected])
S. Andrés ([email protected])
F.J. Giráldez ([email protected])
INTRODUCCIÓN
Los forrajes son una excelente fuente de nutrientes y fibra para el ganado, pero
administrados como único alimento de la dieta de los animales de alta producción no garantizan el
aporte de nutrientes suficiente para satisfacer sus necesidades energéticas y proteicas y lograr que
los animales desarrollen todo su potencial de producción. Por ello, en las raciones de vacas
lecheras de alta producción se administran alimentos concentrados, con alto contenido de energía
y proteína, elaborados con granos de cereales, semillas de leguminosas y oleaginosas y diferentes
subproductos agroindustriales (tortas, pulpas, subproductos de destilería, etc.).
El forraje y los alimentos concentrados pueden administrarse de forma separada o
mezclados constituyendo lo que se conoce como raciones unifeed o raciones completas (en inglés
TMR, total mixed ration). El uso de raciones unifeed en la alimentación del vacuno de leche se ha
generalizado en las últimas décadas por las múltiples ventajas que ofrece. No obstante, para
obtener las ventajas de las raciones unifeed y evitar los inconvenientes es necesario que se
formulen y preparen adecuadamente.
En el presente artículo se analizan las ventajas e inconvenientes de las raciones unifeed y
se describen los factores a tener en cuenta para prepararlas de forma adecuada.
VENTAJAS E INCONVENIENTES
Entre las ventajas de las raciones unifeed podemos citar las siguientes:
Reduce la selección de ingredientes, que puede ser importante para aquellos nutrientes que
pueden no ser ingeridos en la cantidad o velocidad adecuadas si se administran solos. Si la
ración está adecuadamente formulada, el sistema unifeed favorece la regulación del pH y la
sincronización en la fermentación de los glúcidos, la degradación de la proteína del alimento
en el rumen y la síntesis de proteína microbiana.
Permite la incorporación de materias primas, como, por ejemplo, el algodón o las melazas o la
torta de soja que no se administran solos.
Facilita la mecanización y reduce el tiempo empleado en la distribución de alimentos.
Obviamente, el empleo de raciones integrales también tiene algunos inconvenientes:
Es necesario disponer del equipamiento necesario y adaptar las instalaciones al sistema.
Es recomendable distribuir los animales en lotes de acuerdo con sus necesidades. Esto es así
porque en la ración completa las relaciones entre nutrientes se establecen para las
necesidades medias del grupo. En otras palabras, una ración para un animal en lactación es
diferente de la de un animal no productivo. En este último caso, la ración puede tener un
mayor contenido de forraje y una menor proporción de concentrado. Si usamos la misma,
estaríamos limitando la ingestión de los animales en lactación y, por tanto, la producción de
leche.
Puede disminuir la ingestión si se incluye un alimento poco palatable o apetecible en
cantidades excesivas, si se incluyen alimentos en mal estado (p.e. ensilados en mal estado de
conservación) o el forraje se pica a un tamaño superior al óptimo. Por el contrario, si se pica en
exceso puede reducir la efectividad de la fibra y favorecer la aparición de acidosis ruminal.
Disminuye el periodo de conservación. Esto sólo sucede si se trata de raciones húmedas. Es
decir, en raciones completas a las que se les haya añadido agua para facilitar el mezclado,
reducir la pulverulencia y disminuir las posibilidades de selección.
¿CÓMO ELABORAR ADECUADAMENTE UNA RACIÓN UNIFEED?
La elección de ingredientes y sus proporciones debe garantizar una ración equilibrada,
adecuada a la capacidad de ingestión y necesidades de los animales a la que va destinada.
La clave para el buen diseño de una ración unifeed es que debe permitir maximizar la
ingestión de materia seca, de esta forma deben ser considerados aspectos relacionados con el
animal (p.e. peso y nivel de producción), la dieta (p.e. tipo de forraje y relación
forraje:concentrado, tipo y procesado del cereal, empleo de subproductos, etc.) y los factores
ambientales. Estos aspectos se tienen en cuenta en los sistemas de alimentación modernos (p.e.
INRA, 1988; NRC, 2001; AFRC; 1993) y no serán abordados en el presente artículo porque son
múltiples las combinaciones, atendiendo a los recursos disponibles, precio, necesidades nutritivas,
limitaciones ambientales, etc.
En el presente artículo nos centraremos en los siguientes aspectos relacionados con la
elaboración, una vez establecidos los ingredientes que se incluirán la ración:
Elección del tipo de carro mezclador
Orden de entrada de los ingredientes y tiempo de mezclado
Sistema de control del proceso
Elección del tipo de carro mezclador
En granja, para la preparación de la mezcla unifeed, se usa el denominado carro mezclador
o unifeed, que consiste en un carro, autopropulsado o que precisa de acoplamiento a la unidad de
potencia del tractor o inmóvil. Este carro contiene en su interior un sistema de pesaje mediante
sensores y un sistema de palas o sinfines que pican y mezclan los ingredientes. Existen en el
mercado numerosos tipos de carros mezcladores con tamaños y capacidades variables cuya
diferencia principal es la disposición de las palas o sinfines en vertical u horizontal (Figura 4).
Para la elección del carro mezclador es necesario tener en cuenta el volumen de la mezcla
a preparar, si precisa o no de propulsión y tipo de distribución de la mezcla en los comederos, los
tipos de alimentos a emplear. En la bibliografía existen pocos estudios comparativos entre tipos de
carros mezcladores o marcas comerciales. Son las propias recomendaciones de los fabricantes las
que determinan su uso y aprovechamiento.
Otro aspecto a considerar es el tamaño de carro, puesto que dependerá del volumen de
muestra que precisemos preparar. A este respecto es necesario señalar que el funcionamiento
óptimo de mezclado del carro no se produce si se supera el 75% de la máxima capacidad de carga,
aunque este porcentaje puede variar dependiendo del fabricante.
A la hora de establecer la capacidad del carro que se compre se tendrá que tener en cuenta
la ingestión de materia seca total y número de animales alimentados, contenido de materia seca y
volumen de los ingredientes, variaciones en el tamaño de los lotes a lo largo del año, frecuencia de
alimentación, perspectivas de futuro, etc.
Orden de introducción y tiempo de mezclado
Entre los numerosos interrogantes que pueden surgir a la hora de preparar la mezcla, uno
de los más comunes es el orden de entrada de los ingredientes en la mezcladora.
La mayoría de los ingredientes suelen mezclarse bien y son los forrajes de fibra larga los
que más inconvenientes dan a la hora de obtener una mezcla homogénea y con adecuado tamaño
de partícula.
Cada fabricante dispone de protocolos propios y formula sus propias recomendaciones
pero existen reglas generales en relación a las características físicas de los ingredientes. Como
norma general, las partículas más grandes y ligeras tienden a subir a la superficie, especialmente
las que tienen menor humedad, mientras que las más densas viajan al fondo. Teóricamente, los
forrajes de tallo largo con menos densidad, son incluidos en primer lugar a fin de que se
distribuyan más homogéneamente en la mezcla y además porque requieren de un procesado
previo para alcanzar un tamaño de partícula adecuado para evitar la selección de ingredientes por
parte de los animales. En último lugar serán incluidos los ingredientes con mayor densidad y los
que presentan menor proporción en la mezcla.
El orden de incorporación de los ingredientes en el carro depende del tiempo necesario
para picar cada alimento. Así, un ejemplo de orden lógico de incorporación sería: henos y henilajes
de fibra larga, granos y proteínas, forrajes deshidratados/forrajes ensilados e ingredientes
líquidos.
El tiempo de mezclado varía con el tipo de alimento y el tipo de carro. Existen diferentes
problemas consecuencia del tiempo de mezclado. Si es por defecto, la mezcla puede contener
partículas demasiado grandes o no conseguir una mezcla homogénea; por el contrario, un tiempo
excesivo puede reducir demasiado el tamaño medio de las partículas de forraje produciendo fibra
físicamente inadecuada, aunque la cantidad formulada sea la correcta, y además puede producir
el fenómeno de desmezclado, que dispone a los ingredientes conforme a su densidad, por lo que
se producirá el efecto contrario. El tiempo de mezclado depende del tipo de carro y los
ingredientes, si bien, como normal general, se establece que los henos y forrajes de fibra larga
necesitarían de un tiempo de procesado inicial de 5-6 minutos y un procesado conjunto de la
mezcla total de 6 a 8 minutos. Como norma general, cuanto más tiempo de mezcla, más se pica el
forraje y menor es el tamaño de partícula, si bien no todos los forrajes responden de igual forma al
procesado;- los henos y forrajes artificialmente deshidratados son forrajes secos y su manejo debe
ser diferente.
Como ya se indicó, al ser un forraje de fibra larga, el heno de alfalfa debe añadirse al
principio al carro mezclador para que se pueda conseguir un tamaño de partícula adecuado
(alrededor de 11-15 minutos, dependiendo del contenido de fibra). Por el contrario, la alfalfa
deshidratada debe añadirse al final, no superando los 6 minutos de tiempo de mezclado. Para
demostrar esta recomendación se realizó un ensayo experimental en el que se evaluó el efecto de
diferentes tiempos de picado (3, 6, 9 y 12 minutos) de heno de alfalfa y alfalfa deshidratada sobre
el tamaño de partícula final y la fibra efectiva. Los resultados de este ensayo se presentan en la
figura 7.
Como puede comprobarse, el efecto del picado es más intenso con la alfalfa deshidrata que
con el heno de alfalfa, siendo necesario menos tiempo de mezclado para conseguir un tamaño
adecuado de partícula. En el caso de la alfalfa deshidratada, no deben superarse los 6 minutos de
mezclado, incluso podrían ser suficiente con 3 minutos. Para lograr una distribución similar de
tamaño de partícula cuando se utiliza heno de alfalfa sería necesario entre 12 y 15 minutos, más
del doble de tiempo de procesado en el carro unifeed. Si se utiliza adecuadamente, la alfalfa
deshidratada puede permitir un ahorro de tiempo y de coste (menos consumo de energía) a la
hora de preparar la ración unifeed, en comparación con el heno. Por tanto, cuando se utilice
alfalfa deshidratada, ésta debe añadirse al carro al final y evitar no sobrepasar los 6 minutos de
tiempo de mezcla o se reducirá excesivamente el tamaño de partícula y ello puede disminuir la
efectividad de la fibra, causando problemas de ingestión y acidosis que afectarán negativamente a
la producción de leche y su contenido de grasa. Por el contrario, si se utiliza heno de alfalfa y no se
mezcla durante el tiempo adecuado no se alcanzará tampoco un tamaño adecuado de partícula, lo
que también reducirá la ingestión y la producción de leche.
Sistema de control
Para lograr que los animales ingieran la ración necesaria y lograr elevadas producciones de
leche es necesario proporcionar un alimento fresco y de calidad a los animales y garantizar que la
mezcla se ha realizado correctamente. Para ello es necesario establecer un sistema de control que
deberá ser aplicado por los trabajadores de la granja. El control se puede realizar a diversos
niveles.
Control del carro unifeed
Se debe comprobar el sistema de pesaje del carro mezclador de forma rutinaria para evitar
errores en el pesaje de los ingredientes y seguir las instrucciones de manejo y mantenimiento que
marca el fabricante.
Control de los ingredientes individuales y de la mezcla
Se debe prestar especial atención a las características de los ingredientes. Utilizando
buenos ingredientes, con un mal mezclado se puede producir una mala ración. Pero si incluimos
alguna materia prima en mal estado o de mala calidad nutritiva afectará al conjunto de la ración.
Se debe prestar especial atención a los ensilados.
En la mezcla es recomendable evaluar de forma visual si la mezcla es homogénea y
comprobar la distribución del tamaño de partícula.
Si la mezcla es demasiado fina es necesario comprobar si el tiempo de mezclado es
excesivo o puede que el forraje de fibra larga tenga muy bajo contenido en humedad y se fracture
muy fácilmente. En este caso es conveniente añadirlo al final y comprobar si existen
aglomeraciones de forraje de fibra larga y no se ha distribuido homogéneamente.
Una mezcla demasiado grosera obedece a un deficiente tiempo de mezcla o incluso a algún
tipo de desgaste en las cuchillas del carro mezclador. Los forrajes secos con más de un 15% de
humedad no se mezclan bien y puede que necesiten de un periodo previo de procesado al inicio.
En los forrajes ensilados es necesario además, comprobar el contenido de humedad a lo largo del
tiempo por motivos de calidad. En la medida de lo posible se debe intentar mantener siempre
fresca la mezcla TMR, especialmente cuando hace calor.
Control de los animales
Para que el sistema unifeed sea eficaz es importante que los lotes de animales sean
homogéneos y se ajuste la cantidad de alimento de acuerdo al número de vacas en el grupo y a los
niveles de ingestión diaria. Es conveniente, además, observar a los animales mientras ingieren el
alimento, si los bocados que realizan son homogéneos o, por el contrario, buscan entre el
alimento disponible aquéllas partículas que les resulten más apetitosas. Si esta circunstancia se
produce puede ser consecuencia de una escasa homogeneidad de la mezcla o deficiencias en el
picado de la misma, que facilitan la selección de ingredientes por parte de los animales.
Control de las heces y el comedero
Puede que en el caso de mezclas no homogéneas o problemas con el picado exista una
caída del contenido de fibra efectiva de la ración y, en ese caso, es necesario observar a los
animales por si apareciesen síntomas de acidosis: ingestión oscilante, reducción del contenido de
grasa de la leche, heces blandas, problemas de laminitis, etc. Si el problema está relacionado con
una mezcla mal elaborada se observará variabilidad entre animales (e.g. heces blandas en algunos
animales y duras en otros). Esto puede evitarse también evaluando los restos de alimento no
consumido, lo que puede orientarnos sobre la calidad de la mezcla administrada, si se ha
producido selección de ingredientes, por defectos en el picado o escasa homogeneización de la
mezcla, etc.
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