Lengua y Comunicación I:
ANEXO MÓDULO I – LENGUAJE, COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN
Introducción:
¿Cómo es el lenguaje? ¿Qué propiedades le asignan un lugar privilegiado en los sistemas de
comunicación y significación? Ese lugar especial, ¿cómo se refleja en las instituciones? ¿Cómo
se clasifican los mensajes institucionales?
Estos son algunos de los interrogantes que serán respondidos durante el desarrollo del módulo
1, con miras a acceder a las particularidades del lenguaje, tanto como objeto en sí mismo como
en relación con su empleo concreto en organizaciones públicas y privadas.
Asimismo, consideramos que el lenguaje, medio de comunicación, supone la presencia
indispensable de dos interlocutores que deberían a “poner en común” –de donde proviene el
término comunicación-. Sin embargo, en variadas ocasiones es posible detectar barreras o
interferencia que obstaculizan la deseada comunicación. En la medida en que delimitemos los
factores que intervienen en las barreras, será posible actuar sobre ellas y, por tanto, superarlas.
Desarrollo de los contenidos:
1) INTRODUCCIÓN AL LENGUAJE
Hasta el momento hemos indagado la naturaleza general del lenguaje y su relación con otros
sistemas y medios de comunicación. A continuación y a modo de introducción, abordaremos el
enfoque que adoptamos en este curso, como así también precisaremos las características del
lenguaje. Con relación al primer punto, algunas tendencias científicas "duras" en Lingüística
postulan que el lenguaje es universal y específico a la especie humana. Universal porque todo
hombre -sin severos trastorno neurológicos- lo posee; específico porque es un atributo que
ninguna otra especie animal registra. Otra hipótesis en estas líneas señala el carácter "natural"
de la estructura lingüística: el ser humano estaría biológicamente determinado para construir
lenguaje; es decir, estamos genéticamente condicionados, del mismo modo que tenemos
programación para el desarrollo de la vista, para caminar, para el desarrollo durante la
pubertad, etc. Estas teorías suponen que el lenguaje no se "aprende" sino que se adquiere; así,
sólo necesita de un mínimo estímulo externo para que emerja la totalidad de la estructura
lingüística. Lo que sí se desarrollaría gradualmente serían algunas estructuras gramaticales
más complejas y el caudal léxico.
Estas propuestas teóricas, vigentes en la actualidad, consideran que un niño de dos años no
aprende su lengua ya que, en sentido estricto, no requiere de ningún esfuerzo de su parte; no
hay un proceso de enseñanza-aprendizaje de oraciones como:
Juan se lavó la cabeza
Juan se cayó
Se lavan cabezas
Sin embargo, estos hablantes son capaces de producir tales enunciados sin equivocarse y sin
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haber recibido instrucciones previas acerca de los diferentes significados de se.
Ahora bien, ¿podemos decir que los diferentes estilos, registros y formas del lenguaje son
incorporados de modo tan natural como el que hacíamos referencia?
Es en este momento cuando debemos diferenciar varias instancias:
1.- Adquisición del Lenguaje Hablado en la niñez: este conocimiento que no requiere de ningún
esfuerzo, que no se aprende sino que se adquiere, puede ser denominado intuitivo. Emerge o
aparece a los dos años, aproximadamente, y en el ambiente familiar.
2.- Aprendizaje de la escritura o de la representación gráfica convencional del sonido. Este
conocimiento es no intuitivo. Exige determinadas condiciones de maduración motriz por parte
del niño y efectivamente, es necesario un esfuerzo. Este aprendizaje se ofrece
sistemáticamente en la escuela primaria.
3.- Aprendizaje de términos y conceptos provenientes de teorías gramaticales y/o lingüísticas.
Este conocimiento, obviamente no intuitivo implica mayor concentración y alejamiento del
conocimiento o uso intuitivo que hace el hablante del lenguaje. Aquí incluimos conceptos tales
como sujeto, verbo, tiempo verbal, oración. Cabe acotar que todo nativo los conoce - dado que
los usa desde su infancia-; sin embargo, las dificultades residen en que se trata de
metalenguaje, del lenguaje de la propia ciencia, la lingüística. Este aprendizaje es suministrado,
básicamente, durante parte de la escolaridad primaria -EGB, CBU- con una mayor
profundización a medida que avanzan los ciclos.
4.- Aprendizaje de rasgos, estilo y estructura dominante en los discursos escritos. En este nivel,
también de conocimiento no intuitivo, se debe abordar la instancia productora de discursos
escritos, especialmente los formales. Sin descuidar la posibilidad de que ciertos escritos sean
de naturaleza informal -como escribir una carta a un/a amigo/a-, la mayoría de las deficiencias
detectadas en escritores adultos tiene que ver con la imposibilidad de expresar en un escrito
sus pensamientos. En general, se observa la tendencia de hablar como se escribe, sin realizar
ninguno de los pasos necesarios para adecuar el contenido a las exigencias de la escritura.
Según nuestro conocimiento, este tipo de enseñanza no se imparte de manera sistemática en
la escuela, sino que es objeto de aproximaciones parciales y desordenadas.
5.- Aprendizaje de rasgos, estilo y estructura de discursos orales formales. Estos son más
complejos que los anteriores ya que equivalen a hablar como se escribe; y tal paso será posible
sólo si se ha adquirido solvencia en el nivel 4. Hasta el momento, tal contenido no es objeto de
la enseñanza.
Resultan entonces 5 niveles de relación-enseñanza con el lenguaje. En este curso,
abordaremos sólo el cuarto nivel por las siguientes razones:
a.- No sería operativo repetir informaciones que los alumnos poseen, especialmente en lo
atinente al 3. No obstante, cabe destacar que determinadas categorías gramaticales como
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verbo, sustantivo, adjetivo, coordinación, etc., resultarán necesarias para la redacción básica.
En tal sentido, se retomarán y revisarán, siempre en función de la escritura, conceptos que
supuestamente ya están incorporados.
b.- Por razones de tiempo y dada la necesidad de profundizar temáticas y procedimientos
desconocidos, se excluye el nivel 5, lo que de ningún modo implica su desvalorización.
Habiendo delimitado nuestro campo de trabajo y con el objetivo de alejarnos de ese uso
ingenuo e intuitivo del lenguaje, donde el hablante no reflexiona -al menos conscientemente-
acerca de las selecciones léxicas y gramaticales que realiza, abordaremos sus propiedades
definitorias, vinculadas con la pregunta ¿Por qué el hombre utiliza el lenguaje como medio de
comunicación y ninguno de los otros que tiene a su disposición? ¿Cuál de las características
que presenta el lenguaje podría ser el origen de este "homo cada vez más loquens"?
Una última aclaración se nos impone ¿Por qué será necesaria una utilización intencional del
lenguaje? Precisamente porque el hombre que habla no sólo informa acerca de sucesos,
personas, objetos, ideas en sentido general, sino que en su pronunciación, su organización
sintáctica, su repertorio léxico y sus modismos, es posible develar tanto aspectos sociales –
nivel socioeducativo o económico, sexo, edad, etc.- como escalas de valores o, con la
denominación más actual, su ideología. Del mismo modo, incapacidad para expresar
contenidos a través del lenguaje, desórdenes temáticos, errores de ortografía, permiten
caracterizar educativamente a ese hablante-escritor, con independencia de que con frecuencia,
impiden la comprensión del mensaje por parte del receptor.
A continuación y para comenzar a reflexionar sobre el lenguaje, presentamos este objeto en
toda su dimensión teórica.
2) LENGUAJE, COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN
El lenguaje es un sistema constituido por signos y, por tal razón, es una de las vías o medios
que posibilita el intercambio de información entre dos sujetos.
No obstante, vale aclarar que la variedad de procesos de intercambio de información no sólo
son de naturaleza lingüística, aunque en este curso nos concentraremos en esta dimensión,
esto es, comunicación e información lingüísticas.
En el intercambio de información podemos distinguir dos instancias:
a) COMUNICACIÓN: Proceso lingüístico-mental en el que interactúan un emisor y receptor e
intercambian ideas, conocimientos, a través de un código, mensaje y canal. Es una actividad
bilateral concretada a través del diálogo, el cual es posible en tanto los interlocutores
compartan determinados aspectos tales como sociales, intelectuales, institucionales.
b) INFORMACIÓN: Se caracteriza por la ausencia de retroalimentación. Los mensajes actúan
en una sola dirección, por lo que se trata de una comunicación unilateral.
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La información es más amplia, y aquí el emisor es central. Se da en general en situaciones
asimétricas, es decir, en aquellas circunstancias en que los interlocutores presentan diferencias
sociales, económicas, intelectuales, institucionales.
COMUNICACIÓN ↔ BIDIRECCIONAL
Emisor Mensaje Receptor Referente Código Canal
INFORMACIÓN → UNIDIRECCIONAL
Emisor Mensaje Receptor Referente Código Canal
BIBLIOGRAFÍA
SUPISICHE, P (2003) “Lenguaje, comunicación e información” en Aportes para Práctica de
Escritura. Córdoba, UBP.
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