Grùpo SinTechobasado en un cuento de Fernando Lillo Redonet
Polícrates era un rey muy fuerte y listo. Además de
guapo.
Era un hombre sumamente afortunado
tanto en las guerras, porque siempre ganba, como en los negocios, siempre le salían bien.
Era muy amigo del Faraón de Egipto, con
quien mantenía correspondencia muy
amenudo.
Un día recibió una carta de su amigo, el Faraón, diciéndole: “Polícrates,
tienes demasida suerte y los dioses te van a
castigar
Así que Polícrates decidio tirar al mar la cosa más querida que tenía: un
anillo. De esta forma los dioses no se cabrearían
con el
Se embarcó en uno de sus barcos y en mitad del
Mediterráneo arrojó su anillo a las profundiades.
Pero dio la casualidad que este fue comido por un gran pez, y que por allí había un pescador de la
zona que lo capturó.
El pescador maravillado por el tamaño del pescado, decidió
entregárselo al rey de su país, nuestro Polícrates,
como regalo.
El rey muy contento por el presente del pescador,
decidió darse un gran festín. Pero ¡qué
sorpresa! dentro del pescado encontró su
querido anillo.
Su amigo Faraón de Egipto, una vez enterado del suceso, decidió romper la amistad con Polícrates. Estaba seguro
que los dioses se vengarían de la “suerte” de Polícrates, y prefería no
estar cerca el día que ocurriera
Y así sucedió: un día invitaron a visitar un
reino extranjero y allí fue engañado Polícrates y lo
crucificaron. De estas forma acabó la fortuna de
nuestro rey
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