“El milagro” económico colombiano
Periódico
Febrero 20 - Marzo 20 de 2020desde abajo
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 20202 Suplemento Educación y Economía Nº 9
Suplemento Educación y Economía
Periódico desdeabajo Nº264
Colaboradores Libardo Sarmiento Anzola
El conocimiento es un bien de la humanidad.Todos los seres humanos deben acceder al saber.
Cultivarlo es responsabilidad de todos.
“El milagro” económico colombianoEn las sociedades capitalistas, la explotación ha de ser entendida en función de un sistema de producción-distribución-circulación-consumo y de las relaciones con este sistema por parte de la clase trabajadora y de la clase capitalista en su conjunto. Con base en un análisis sistémico, a través de los tres enfoques del PIB –producción, ingresos y demanda– este artículo describe la lógica interna que determina el funcionamiento, dinámica y reproducción clasista del sistema económico colombiano. El presente se examina como consecuencia de acontecimientos anteriores que a su vez condicionan el futuro, es decir, la economía está presente en el devenir histórico. Lo que cuenta para la lucha y estrategia política es el sistema en su conjunto más que lo individual. En consecuencia, es la lógica interna del sistema económico en su complejidad el que ha de ser atacado y superado, más que las injusticias aisladas.
Libardo Sarmiento Anzola*
En 2019, de los 20 países que inte-
gran a América Latina 18 presenta-
ron una desaceleración en la tasa
de crecimiento de la actividad económi-
ca. Esta debilidad generalizada se originó
en el menor dinamismo de la demanda
interna, acompañado por una baja de-
manda agregada externa, caída en el
precio de las materias primas y mercados
financieros internacionales más frágiles.
El promedio regional de crecimiento del
PIB fue de 0,1 por ciento y la variación
del producto interno bruto por habitante
fue negativo en 0,9 por ciento.
El panorama macroeconómico reciente
muestra una desaceleración tendencial
de la actividad económica en los últimos
seis años (de 2014 a 2019); caídas del PIB
per cápita, la inversión, el consumo per
cápita y las exportaciones, y un sosteni-
do deterioro de la calidad del empleo.
* Economista y filósofo. Integrante del comité edito-rial de los periódicos Le Monde diplomatique, edición Colombia, y desdeabajo.
Chen Wen Ling, Indigo Beijing, escultura.
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 3
A este escenario se suman las crecientes
demandas sociales y presiones por redu-
cir la desigualdad y aumentar la inclusión
social que han detonado con una intensi-
dad inusual en la región1.
En contraste, la tasa anual de variación
del PIB de Colombia para el año 2019 re-
gistró un valor positivo de 3,3 por cien-
to y del ingreso por habitante de 2,4 por
ciento2. La economía mundial como un
todo se expandió en 2,9 por ciento. Para
el año 2020, las expectativas de creci-
miento económico son de 3,3 por ciento
a nivel global; 1,3 promedio en América
Latina y 3,5 para Colombia.
Un “milagro” es un suceso extraordina-
rio que no puede explicarse por las leyes
regulares de la naturaleza o la sociedad;
el evento es atribuido a la intervención
“Divina”. El “milagro” colombiano se
enturbia al observar que la economía
crece pero con un elevado costo social:
alto desempleo abierto (América Latina:
8,2%; Colombia: 10,5%), concentración
del ingreso (medida por el índice de des-
igualdad Gini, AL: 0,465; Col: 0,497), po-
breza (AL: 30,8%; Col: 29,9%), violencia
(homicidios por cada 100.000 habitantes,
Mundo: 6,1; AL: 21,5; Col: 25), inflación
(aumento del índice de precios al consu-
midor – IPC, AL: 2,4%; Col: 3,8%), deuda
pública (% en relación al PIB, AL: 47,4%;
Col: 58%), déficit fiscal (% del PIB, AL:
-2,8; Col: -2,7), desbalance comercial (re-
lación exportaciones-importaciones en
proporción del PIB, AL: -1,4%; Col: -4,3%)
y devaluación de la moneda (en 2019 las
monedas latinoamericanas se devaluaron
un 9,8% y el peso colombiano lo hizo en
1 Cepal; (2019). Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe. Naciones Unidas, Chile, p. 11.
2 Además de Colombia, Guatemala fue el otro país que en 2019 registró crecimiento económico en América Latina; este fue de 3,3 por ciento.
11%). La economía colombiana se aseme-
ja a un “gigante con pies de barro”.
Sorprenden las cifras y la pregunta no
da espera, ¿cuál es el secreto del éxito
económico colombiano? El modelo pro-
puesto por Keynes en 1936, establece
que el empleo y el ingreso dependen de
la demanda global (DG), esto es, DG=
consumo de los hogares de los capitalis-
tas + consumo de los hogares de los tra-
bajadores + la inversión de las empresas
+ el gasto público + la diferencia entre
exportaciones e importaciones. En 2019,
se destaca el crecimiento de la demanda
interna que tuvo resultado de 4,5% lo
que implica 1,1% más que en 2018.
La cultura colombiana, guiada por el
principio del “todo vale”, es altamente
consumista, individual y clasista. Los ho-
gares de los capitalistas (3,7 por ciento
del total de la población ocupada según
posición ocupacional) registran una alta
propensión al consumo, principalmente
de bienes importados, por tanto orien-
tan al gasto una alta proporción del 35,3
por ciento del PIB que concentran anual-
mente a través del excedente de explo-
tación bruto; los asalariados (obreros y
empleados), 11,3 millones, esto es, la mi-
tad del total de la fuerza laboral nacio-
nal que suma 22,7 millones de personas,
se gastan todo lo que ganan (34% del
PIB); los trabajadores por cuenta propia,
los empleadores y trabajadores de las
pequeñas empresas familiares, los infor-
males y toda clase de rebuscadores re-
presentan el 46,3 por ciento de los ocu-
pados y apropian el 20 por ciento de la
distribución del PIB (ingreso mixto) y una
proporción igual en el consumo familiar.
El Estado, resultado de los impuestos ne-
tos a la producción, se queda con el 10,7
por ciento del PIB.
Adicionalmente, en el país siempre ha
operado una economía subterránea (in-
formal + mafiosa), funcionalmente inte-
grada a la acumulación, el empleo, a los
“negocios” en general, al consumo y a las
transacciones de dinero en efectivo.
El tamaño de la economía subterránea
es equivalente al 40 por ciento del PIB (la
integran todas las actividades informales,
el contrabando, la corrupción, las activida-
des especulativas, el lavado de activos, la
venta de divisas en los mercados negros,
la prostitución, el crimen y la delincuencia
organizados, las mafias políticas, tráfico
de armamento y el narcotráfico). Así, por
ejemplo, desde Colombia se exportan 500
toneladas métricas de cocaína, negocio
que le inyecta 3.000 millones de dólares
anuales a la demanda interna del país. Es
fácil detectar esta economía “paralela u
oculta” por los movimientos de activos lí-
quidos. En 2019, la base monetaria, cons-
tituída por todo el dinero legal en circula-
ción, aumentó 10,5 por ciento, esto es, 3,2
veces más que el crecimiento en valor del
PIB que fue de 3,3.
De otra parte, el aumento de la en-
trada de remesas al país constituye otro
importante factor explicativo del buen
desempeño del consumo de los hogares;
en 2019 este rubro ascendió a US $6.773
millones de dólares, una cifra histórica
que representa una variación anual de
7,1 por ciento más que en 2018, prolon-
gando con ello la expansión que inició en
2015 y que se espera mantener durante
2020. La cifra de emigrantes colombianos
(exportación del desempleo y la pobreza)
es de 3 millones de personas, esto es, 6
por ciento de la población total. Por cada
10 colombianos que viven en el exterior,
siete hacen giros, especialmente para
apoyar a sus familiares en la adquisición
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 20204 Suplemento Educación y Economía Nº 9
de los bienes y servicios esenciales de la
canasta familiar y en la compra de bienes
raíces –su mecanismo de ahorro.
Es una dinámica económica y social
que dibuja al país en su real dimensión y
características. La estructura social, eco-
nómica y política contiene las fuerzas
que determinan el grado de crecimien-
to, el nivel de empleo, la distribución de
la riqueza, el ingreso y el grado desigual
de bienestar. Al contrario de lo señala-
do por Keynes, los “economistas clásicos
(incluído Marx)” demostraron que en
el modo capitalista de producción, son
los capitalistas, dueños de los medios de
producción y del capital financiero, que
además controlan la política y las insti-
tuciones, quienes determinan las condi-
ciones de producción (qué se produce,
cómo y para quién), reproducen cons-
tantemente las relaciones de producción
(clase dominante y clase trabajadora) y,
por lo tanto, las relaciones de distribu-
ción del ingreso correspondientes (ga-
nancias, salarios, rentas, impuestos) y las
estructuras y dinámicas del consumo y
la inversión. En síntesis, los capitalistas
o clase dominante tienen el dominio y
control sobre la oferta agregada, la dis-
tribución del ingreso, la circulación y la
demanda agregada. Las injusticias, la
violencia, las creencias y las agresiones
contribuyen a defender el statu quo y
reproducir el sistema económico. Por
ello, los fenómenos económicos influyen
en los políticos y viceversa; por tanto, la
ciencia económica se vincula con la polí-
tica, la sociología, la psicología, la filoso-
fía, la historia y los ecosistemas.
Población y bienestar económico
Comenzando el siglo XX, la población
colombiana cruzó el umbral de los 40 mi-
llones. Pasaron dos décadas y en febre-
ro de 2020, con base en proyecciones del
nuevo censo de 2018, el país alcanzó la
emblemática cifra de 50 millones de ha-
bitantes. El crecimiento demográfico es
sostenido desde 1580, cuando la pobla-
ción del Nuevo Reino de Granada estaba
integrada apenas por 800.000 indíge-
nas tributarios, 15.000 esclavos negros y
10.000 blancos peninsulares.
El suministro de bienes y servicios para
ser distribuido entre las familias del país
crece a un ritmo superior al de la pobla-
ción. En precios corrientes, en los últimos
26 años el valor de la producción aumen-
tó 15,8 veces y la población 1,4. El nombre
técnico para este flujo de producción es
el producto interno bruto (PIB). La rela-
ción entre el PIB y la población se conoce
como PIB por persona. El PIB per cápita se
interpreta como una medida de bienes-
tar económico, asociado a la satisfacción
de las necesidades sociales y humanas.
El PIB y sus enfoques
El PIB es la suma del valor agregado bru-
to de todas las unidades de producción
residentes, más los impuestos, menos las
subvenciones sobre los productos no in-
cluida en la valoración de la producción.
Diagrama.Principales conceptos y flujos involucrados en los procesos de evaluación del PIB
Procesos oenfoques deevaluacióndel PIB
C. Por el flujo de gasto:Gasto consumo final individual
de los hogares (C), Gasto de consumofinal del gobierno general (G),Formación bruta de capital (I),
exportaciones netas (Xn)
B. Por el flujo del ingreso:Excedente Bruto de explotación,
salarios, impuestos
A. Por el flujo de laproducción (según sectores
y agrupaciones económicas)
Sumatoria de los gastos de consumode hogares de los capitalistas y hogares
de los trabajadores, más la inversión,más los gastos del Gobierno
más (o menos) las exportaciones netas(exportaciones totales
menos importaciones totales)
Sumatoria de remuneración delos factores productivos con lainclusión de las depreciaciones,de los impuestos indirectos y
deducción de los subsidios
Sumatoria de los valoresagregados por las empresas
a los bienes elaboradosy a los servicios prestados
Iguales resultados:PIB= A=B=C
PIB= Sumatoria del valor bienes y servicios finalesPIB= Excedente de explotación + Salarios+ Impuestos
PIB= Ck+CW+I+G+Xn
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 5
Se mide desde tres enfoques o flujos:
oferta, gasto e ingresos (ver diagrama 1).
PIB, producción y empleo
El patrón de división mundial del tra-
bajo en el sistema mundo capitalista se
mantiene a pesar de los procesos de in-
dependencia y descolonización. No obs-
tante el crecimiento de la producción in-
dustrial en muchas áreas de la periferia,
el rol principal de estos países en la eco-
nomía capitalista mundial sigue siendo
el de oferentes de productos primarios
con poco valor agregado. Las relaciones
socio-económicas de dependencia con
los estados, mercados, finanzas y las cla-
ses dominantes de los países capitalistas
centrales son más fuertes que los cambios
políticos locales. La descolonización no
acabó con la hegemonía, imperialismo
o dominio de los más poderosos Estados
ni impidió la organización del desarrollo
geográfico desigual de forma que bene-
ficiara a los centros de acumulación de
capital preexistente.
El sistema económico colombiano de-
pende de los ciclos de la producción, de-
manda, finanzas y comercio internacional
de los principales países capitalistas y, en
particular, del precio de las “commodities
(Gráfico 1)3. La economía colombiana de-
pende de la extracción de los recursos mi-
nero-energéticos. Las ventas de combus-
tibles y productos de las industrias extrac-
tivas participaron con el 55,8 por ciento
del total exportado por Colombia al resto
3 Se les llama “commodities” a los bienes básicos, aquellos productos que se destinan para uso comercial, y que tie-nen como característica más relevante, que no cuentan con ningún valor agregado, se encuentran sin procesar o no poseen ninguna característica diferenciadora con respecto a los demás productos que encontramos en el mercado, por esto se utilizan como materias primas para elaborar otros bienes.
del mundo durante 2019. Como conse-
cuencia del escalonamiento de los precios
del carbón y el petróleo en los mercados
internacionales durante los últimos se-
senta años, la economía nacional registra
un crecimiento ligeramente superior, de
0,6 por ciento promedio anual en compa-
ración con el desempeño de la economía
global: 4,1 por ciento Colombia y 3,5 to-
tal mundo. A partir de la crisis global del
capitalismo en 2008, el crecimiento eco-
nómico mundial anual cae a un promedio
de 2,4 por ciento y a 3,5 en Colombia.
Durante los últimos años, el crecimien-
to económico global disminuye drástica-
mente. Una característica común del de-
bilitamiento del ímpetu de crecimiento
ha sido un notable enfriamiento geográ-
ficamente generalizado de la producción
industrial. Como resultado de la ralen-
tización de la producción industrial, el
crecimiento del comercio internacional
prácticamente es nulo. Las desaceleracio-
nes del comercio internacional están vin-
culadas a la caída del gasto de inversión.
Desde el punto de vista de la demanda,
teniendo en cuenta el debilitamiento de
los fundamentos económicos mundiales,
se prevé que los precios de las materias
primas prosigan una senda descendente.
Una proyección con antecedentes va-
riables, ya que el precio del petróleo, re-
ferencial Brent, alcanzó un máximo de
139 dólares por barril en junio de 2008;
a inicios de 2016 se transaba a 36; dos
años más tarde, en 2018, volvió a escalar
hasta 82,7 y en febrero de 2020 se llegó
a comercializar a 53 dólares el barril de
hidrocarburo. La producción física nacio-
nal también es volátil: en 2015 el país su-
peró la barrera de producción del millón
de barriles de petróleo promedio día; en
2017 cayó a un promedio de 854 mil y en
2019 se recuperó la producción a 886 mil;
para 2020, según el Ministerio de Minas
y Energía, el país podría registrar una
producción de 900.000 barriles de crudo
por día (bpd), debido al crecimiento de la
operación de hidrocarburos, las inversio-
nes de Ecopetrol y las transnacionales pe-
troleras y a la explotación de yacimientos
no convencionales (fracking). El propósi-
to del Gobierno es extraer y comercializar
hasta la última gota de petróleo prove-
niente de los yacimientos colombianos, al
costo que sea.
-6.0
-4.0
-2.0
0.0
2.0
4.0
6.0
8.0
10.0
PIB Mundial PIB Colombia
Gráfico 1. Dinámicas de los sistemas económicos mundial y colombiano, 1960-2021
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 20206 Suplemento Educación y Economía Nº 9
Una oscilación que afecta la economía y
las finanzas públicas del país, la que para
el 2020 proyecta un crecimiento de 3,3
por ciento para el mundo y de 3,5 para el
país. Una tasa de crecimiento compuesto
del 3 por ciento anual es el mínimo acep-
table para las expectativas de ganancias
de los empresarios y el funcionamiento
de cualquier economía capitalista, una ci-
fra inferior equivale a recesión.
Valga resaltar que los objetivos priori-
tarios de todo sistema económico son el
pleno empleo, la estabilidad de precios,
la eficiencia y la eficacia productiva, la
distribución equitativa del ingreso, la eli-
minación de la pobreza y el crecimiento
sostenible. De manera reducida, la lógi-
ca de los sistemas capitalistas tiene como
prioridad generar la máxima ganancia
para los empresarios y dueños del capi-
tal, mantener la acumulación sostenida,
aumentar la producción, la estabilidad
de precios y concentrar la riqueza y el in-
greso en las clases dominantes. El siste-
ma funciona eficientemente y mantiene
un equilibrio dinámico (la oferta agrega-
da es igual a la demanda agregada), sin
que importe a los sectores privilegiados
la presencia en sus países de un alto ni-
vel de desempleo involuntario, los bajos
ingresos de la clase trabajadora, las cró-
nicas y recurrentes crisis humanitarias,
los explosivos antagonismos de la lucha
de clases producto de la desigualdad so-
cio-económica, la indigencia colectiva y la
destrucción ambiental.
En esta dinámica del sistema capitalis-
ta, el desempleo resalta como uno de los
crecientes problemas de la sociedad co-
lombiana. Durante los años 1950-1965 su
tasa promedio anual fue de 3,9 por cien-
to (relación entre el número de desem-
pleados y la población económicamente
activa). Durante 1966 a 1995 el promedio
de trabajadores excluidos del mercado
laboral aumentó a 10,5 por ciento. Entre
1996-2020 los desempleados representan
en promedio el 12,2 por ciento de la fuer-
za laboral.
El desempleo consolidado de 2019 fue
de 10,5 por ciento, en el mismo periodo
de 2018 fue de 9,5. La cifra de la pobla-
ción ocupada en 2019 alcanzó 22,2 mi-
llones de personas; en el acumulado del
último año se registró una destrucción de
170.000 puestos de trabajo. La población
desempleada sumó 2,6 millones, creció
en 209.000 personas respecto a 2018, y
la inactiva 14,4 millones de personas, su-
bió en más de 455.000 (Gráfico 2). Una
realidad que afecta a las mayorías pero
que de manera contradictoria beneficia
a los propietarios de los medios de pro-
ducción, toda vez que el desempleo les
permite pagar salarios bajos y aumentar
la tasa de ganancia. Además, disciplina
la fuerza de trabajo y desalienta la orga-
nización y lucha de la clase trabajadora.
Es una realidad que favorece la acumula-
ción de capital, resultado del afán de ga-
nancia, la misma que es el factor funda-
mental que impulsa la actividad produc-
tiva mediante la explotación del trabajo.
La competencia siempre es desigual y su
manifestación en la actividad productiva
tiende a favorecer la concentración y cen-
tralización del capital, de la riqueza y del
ingreso. Si bien la economía del país ha
crecido, el ingreso y la riqueza sigue con-
centrados en el reducido pero poderoso
sector dominante de la sociedad; este es
un rasgo que históricamente ha sido co-
mún en Colombia (Gráfico 2).
El gobierno trata de paliar el desem-
pleo con medidas monetarias (tasas de
interés bajas y oferta de crédito subsidia-
do), fiscales (aumento del gasto público y
reducción de impuestos a los capitalistas)
y cambiarias (devaluar para estimular las
exportaciones). Pero las causas del des-
empleo son más profundas y estructura-
les: i) una economía primaria dependien-
te de actividades extractivas no genera
encadenamientos productivos, ni valor
agregado, ni puestos de trabajo suficien-
tes para absorber el crecimiento de la
mano de obra; ii) las revoluciones indus-
Gráfico 2. Colombia: dinámica económica, empleo y distribución del ingreso, 1950-2020
0.000
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(%)
PIB Colombia Tasa de desempleo (% promedio anual) Coeficiente Gini (1= máxima desigualdad)
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 7
triales que conducen al cambio tecnoló-
gico, a la automatización de los procesos
productivos y a elevar la productividad
del trabajo desplaza a los trabajadores a
un ritmo mayor al que pueden ser ocu-
pados por la expansión económica; iii) el
país no produce bienes de capital de alta
tecnología, estos deben ser importados;
por tanto, el cambio tecnológico no ge-
nera clúster productivos ni aumenta sufi-
cientemente el empleo tecnificado; iv) el
tránsito hacia economías fundamentadas
en el sector terciario destruye las ocupa-
ciones no especializadas en los sectores
primario y secundario; iv) los incremen-
tos salariales por encima del aumento de
la productividad se traducen en inercias
inflacionistas, sustitución tecnológica de
mano de obra y reducción laboral en las
pequeñas y medianas empresas. Además,
el sistema económico colombiano se ha-
lla atrapado en una contradicción estruc-
tural entre las incontenibles fuerzas de
producción y las menores capacidades de
consumo de la clase trabajadora que los
bajos salarios, el desempleo, la pobreza
y desigual distribución del ingreso hace
inevitable.
Sin embargo, el sistema económico co-
lombiano genera una rápida expansión de
la producción, muy por encima del creci-
miento demográfico. En el período 1994-
2019 el tamaño de la población crece 1,4
veces, el PIB aumenta 15,8 veces y el in-
greso por persona (precios corrientes) 11,6
veces (Gráfico 3). Debido a este crecimien-
to, en adición al ingreso reciente al club
de países ricos, la Ocde, Colombia fue ex-
cluída recientemente, en febrero de 2020,
del grupo considerado de “economías
en desarrollo” con lo cual pierde las pre-
ferencias especiales que la Organización
Mundial del Comercio –OMC– otorga a
esta categoría de sociedades: ayudas para
reducir la pobreza, generar empleo e in-
tegrarse al sistema de comercio mundial.
Según el Dane, en pesos corrientes el ta-
maño del PIB de Colombia en 2019 sobre-
pasó el umbral de los 1.000 billones de pe-
sos, con lo cual, el PIB per cápita subió de
20,4 millones en 2018 a 21,3 millones de
pesos en 2019.
La pequeña proporción de trabajadores
formales y organizados (menos del 5 por
ciento de los ocupados están sindicaliza-
dos) tienen la capacidad de negociar cor-
porativamente para que sus salarios no
pierdan poder adquisitivo. Los aumentos
anuales en el SML van correlacionados
con el incremento en el índice de precios
(Gráfico 4).
Además, la política macroeconómica
privilegia la estabilidad de precios sobre
cualquier otra prioridad, conducta espe-
rable en toda economía financiarizada
que protege el valor adquisitivo del di-
nero y potencia el poder rentístico del
36,853,905
50,374,478
1,843,426
21,330,558
67,937
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50,000,000
60,000,000
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PIB
($ m
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Gráfico 3. Colombia: dinámicas demográfica, económica e ingreso por persona, 1994 - 2019
Población Producto interno bruto per cápita ($) Producto interno bruto ($ miles de millones)
0.0
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20.0
25.0
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1990
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1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
Gráfico 4. Colombia: Inflación anual (%) y aumento del salario mínimo legal (%), 1985-2020
Índice de precios al consumidor (IPC %) Incremento anual % Salario Mínimo Legal
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 20208 Suplemento Educación y Economía Nº 9
capital financiero. En Colombia las tasas
de inflación han caído en los últimos 35
años de cifras superiores al 20 por ciento
a niveles que giran actualmente entre el
3 y el 4 por ciento anual.
En este contexto, de acuerdo con la
Encuesta Nacional de Calidad de Vida
(Dane) del año 2018, el 37,3 por ciento
de los hogares expresa que los ingresos
familiares no les alcanza para cubrir el
gasto requerido para satisfacer sus ne-
cesidades primarias; otro 52,3 por ciento
cubre escasamente los gastos básicos del
hogar y únicamente el 10,4 de los hoga-
res ricos tiene la capacidad de solventar
con opulencia sus deseos de consumo y,
además, ahorrar e invertir.
El 85,7 por ciento de la población ocu-
pada obtiene ingresos por debajo de dos
salarios mínimos legales (SML); el 5,7 por
ciento de los trabajadores (1,3 millones
de personas) devenga un SML y el 47
obtiene ingresos inferiores a un SML. El
precio de la canasta básica familiar equi-
vale a 4,3 SML. El 34,8 por ciento de los
hogares colombianos considera que vive
bajo condiciones de pobreza debido a los
bajos e insuficientes ingresos.
El PIB bajo el enfoque de oferta, empleo y productividad
El PIB representa el resultado final de la
actividad productiva de las unidades de
producción residentes. La teoría económi-
ca tiende a dividir el mundo en tres secto-
res económicos: extracción, manufactura
y servicios. El PIB anual de Colombia bajo
el enfoque oferta por sectores muestra
un acelerado y desproporcionado creci-
miento del sector terciario, o de servicios,
que engloba las actividades relacionadas
con los servicios no productores o trans-
formadores de bienes materiales. Incluye
subsectores como comercio, comunica-
ciones, finanzas, turismo, hotelería, res-
taurantes, cultura, la administración pú-
blica, fuerzas armadas y policía, y los de-
nominados servicios públicos (salud, edu-
cación, programas sociales), entre otros.
La sociedad colombiana cambia cada
día más la producción real, agricultura
e industria, por los “negocios” de todo
tipo, en abstracto y en general; todo lo
que contribuya a acumular dinero, poder
y fama es lo único que cuenta. En una so-
ciedad donde todo se vende y se compra,
y las personas son considerado un simple
medio para ganar dinero, los derechos
humanos son un discurso vacuo y huero.
Durante lo corrido del siglo XXI el sec-
tor terciario aumentó su participación
relativa en la economía nacional de 55,9
a 64 por ciento (gráficos 5 y 6). El sector
primario se limita a obtener de manera
directa los “recursos de la naturaleza”,
comprende las actividades productivas
de la extracción minero-energética, la
obtención de materias primas y los ali-
mentos no procesados; su evolución en la
estructura productiva es decreciente: de
14,8 por ciento en 2001 a 12,4 por ciento
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Valor oferta sector terciario 132,762 163,800 197,482 241,606 283,830 301,749 321,925 332,323 337,512 354,120 376,619 392,943 413,995 436,638 452,362 463,112 475,007 491,404 511,982 Valor oferta sector secundario 69,642 86,581 96,823 111,097 126,560 136,903 146,265 150,441 149,100 149,977 161,626 165,128 167,739 177,196 182,430 187,728 185,343 188,273 189,424 Valor oferta sector primario 35,025 42,741 48,188 55,410 65,341 66,779 68,677 71,017 74,481 78,368 84,679 88,060 93,629 94,276 95,751 95,694 95,775 96,793 98,860
0
100,000
200,000
300,000
400,000
500,000
600,000
700,000
800,000
900,000
Gráfico 5. Colombia: PIB anual enfoque oferta por sectores ($ miles de millones corrientes) 2001-2019-
Valor oferta sector primario Valor oferta sector secundario Valor oferta sector terciario
14.8 14.6 14.1 13.6 13.7 13.2 12.8 12.8 13.3 13.5 13.6 13.6 13.9 13.3 13.1 12.8 12.7 12.5 12.4
29.3 29.5 28.3 27.2 26.6 27.1 27.2 27.2 26.6 25.7 25.9 25.6 24.8 25.0 25.0 25.1 24.5 24.2 23.7
55.9 55.9 57.7 59.2 59.7 59.7 60.0 60.0 60.2 60.8 60.5 60.8 61.3 61.7 61.9 62.0 62.8 63.3 64.0
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Gráfico 6. Colombia: Estructura del PIB anual enfoque oferta por sectores (%), 2001-2019 -
Oferta sector primario Oferta sector secundario Oferta sector terciario
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 9
en 2019. El sector secundario correspon-
de al que transforma la materia prima en
productos de consumo elaborados o en
medios de producción, y el mismo com-
prende la manufactura, la industria, la
construcción y la obtención de energía;
en Colombia, este sector registra una rá-
pida pérdida de importancia relativa en
la generación del PIB: 29,3 por ciento en
2001 y 23,7 por ciento en 2019.
En el país ocho de cada diez empleos
se generan en los sectores primario y ter-
ciario de la economía (gráficos 7 y 8). De
acuerdo con la matriz de empleo nacional,
el 63,3 por ciento de los puestos de trabajo
corresponden al sector terciario; 19,9 por
ciento de la población ocupada hace parte
del sector secundario y el sector primario
provee 16,9 por ciento de las ocupaciones.
La relación entre el valor de la produc-
ción y número de empleos por sector per-
mite estimar la evolución de la producti-
vidad, la cual está relacionada con la or-
ganización empresarial, el equipo, la téc-
nica, la infraestructura pública, el nivel
educativo y el grado de formación y des-
treza de la fuerza de trabajo. La produc-
tividad de la economía nacional aumenta
2,4 veces durante el período 2001-2019
(Gráfico 9). Durante las dos últimas déca-
das, la misma crece 2,7 veces en el sector
primario (a causa de los elevados precios
obtenidos por la producción y comercia-
lización minero-energética); el sector se-
cundario es el de menor crecimiento en
la productividad: 1,7 veces (la desindus-
trialización combina la pérdida de com-
petitividad nacional con las importacio-
nes de mejor calidad y menor precio que
desplazan a la producción local, destruye
empresas, elimina puestos de trabajo y, a
la vez, promueve el comercio, el contra-
bando y el transporte); por su parte el in-
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Empleo sector terciario 9,731 9,646 10,166 10,019 10,306 10,243 11,039 10,813 11,617 12,179 12,744 13,059 13,794 14,176 14,558 14,657 14,501 14,239 14,319
Empleo sector secundario 2,889 3,033 3,140 3,250 3,303 3,068 3,405 3,377 3,594 3,831 4,233 4,098 3,963 4,270 4,140 4,264 4,221 4,478 4,499
Empleo sector primario 3,672 3,518 3,771 3,685 3,916 3,230 3,339 3,384 3,753 3,846 4,032 3,873 3,848 3,836 3,922 3,856 4,062 4,038 3,821
0
5,000
10,000
15,000
20,000
25,000
Empleo sector primario Empleo sector secundario Empleo sector terciario
Gráfico 7. Colombia: Población ocupada según sectores (miles), 2001-2019
22.5 21.7 22.1 21.7 22.3 19.5 18.8 19.3 19.8 19.4 19.2 18.4 17.8 17.2 17.3 16.9 17.8 17.7 16.9
17.7 18.7 18.4 19.2 18.8 18.5 19.1 19.2 19.0 19.3 20.2 19.5 18.3 19.2 18.3 18.7 18.5 19.7 19.9
59.7 59.6 59.5 59.1 58.8 61.9 62.1 61.5 61.3 61.3 60.7 62.1 63.8 63.6 64.4 64.3 63.6 62.6 63.3
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Gráfico 8. Colombia: Estructura de la población ocupada según sectores (%), 2001-2019
Empleo sector primario Empleo sector secundario Empleo sector terciario
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 Productividad sector primario 9.5 12.1 12.8 15.0 16.7 20.7 20.6 21.0 19.8 20.4 21.0 22.7 24.3 24.6 24.4 24.8 23.6 24.0 25.9 Productividad sector secundario 24.1 28.5 30.8 34.2 38.3 44.6 43.0 44.6 41.5 39.1 38.2 40.3 42.3 41.5 44.1 44.0 43.9 42.0 42.1 Productividad sector terciario 13.6 17.0 19.4 24.1 27.5 29.5 29.2 30.7 29.1 29.1 29.6 30.1 30.0 30.8 31.1 31.6 32.8 34.5 35.8 Productividad Economía Nacional 14.6 18.1 20.1 24.1 27.1 30.6 30.2 31.5 29.6 29.3 29.6 30.7 31.3 31.8 32.3 32.8 33.2 34.1 35.3
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
50.0
Gráfico 9. Colombia: Productividad de la población ocupada según sectores ($millones), 2001-2019
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 202010 Suplemento Educación y Economía Nº 9
cremento de la productividad en el sector
terciario es de 2,6 veces.
En particular, el sistema económico co-
lombiano se encuentra en proceso de fi-
nanciarización a partir de los años 1970;
el liderazgo del capital financiero se ex-
presa en un rápido cambio tecnológico
(Fintech), acumulación de activos, ga-
nancias extraordinarias, concentración
del ingreso, mayor incidencia y poder
político e internacionalización. Según la
Superintendencia Financiera, a noviembre
de 2019, los activos del sistema financiero
colombiano ascendieron a $2.013 billo-
nes, con un crecimiento anual de 13,6 por
ciento; las utilidades del sector fueron de
$84,5 billones para igual año.
Según los resultados del Dane, desde el
punto de vista de la oferta, el crecimiento
del PIB de 3,3 por ciento en 2019 se explica
principalmente por el aumento del sector
terciario de 3,9 por ciento. En particular,
las actividades financieras crecieron en 5,7
por ciento en términos reales; el comercio
aumentó 4,9 por ciento; y la administra-
ción pública y defensa, seguridad social y
servicios sociales crecieron 4,9 por ciento.
En contraste, el sector primario creció ape-
nas el 2 por ciento y el secundario 1 por
ciento (la construcción cayó 1,3 por ciento).
El PIB bajo el enfoque de flujos de ingresos
La distribución del ingreso nacional es
la fase necesaria del proceso económico
en cuanto relaciona la producción con
el consumo. El capitalismo determina el
carácter y la forma de la distribución. En
el proceso de distribución del ingreso na-
cional, los capitalistas se apropian de la
mayor parte como consecuencia del po-
der que les confiere la propiedad privada
sobre los medios de producción, de las
políticas macroeconómicas que el Estado
implementa a su favor y de la débil fuer-
za negociadora de la clase trabajadora.
La distribución del ingreso y la riqueza
en sociedades complejas es sin duda una
de las fuentes más frecuentes de conflicto
de intereses y de tensiones derivadas de la
estratificación social y de las instituciones
organizadas según criterios clasistas.
Desde el punto de vista de los ingresos
el PIB es igual a la suma de los ingresos
primarios distribuidos por las unidades
de producción residentes; esto es:
PIB = Remuneración de los asalariados +
impuestos menos subvenciones a la pro-
ducción y las importaciones + Excedente
bruto de explotación + Ingreso mixto.
Para el año 2019, la estructura relativa
de distribución de los ingresos primarios
entre las diferentes posiciones ocupa-
cionales es la siguiente: i) los dueños del
0
200,000
400,000
600,000
800,000
1,000,000
1,200,000
Remuneración de los asalariados
Impuestos menos subvenciones sobre la producción y las importaciones
Excedente de explotación bruto e ingreso mixto bruto
Gráfico 10. Colombia: PIB anual enfoque de los ingresos ($ miles de millones corrientes) 2001-2019
35.0 34.8 36.9 37.0 36.9 37.1 33.7 34.1 34.4 33.9 33.0 33.3 33.1 33.1 32.6 33.6 33.4 31.7 32.4 32.7 32.9 34.1 33.8 33.9 33.5 33.3
9.7 10.0 9.6 10.3 9.4 9.3 9.2 9.1 9.3 9.7 10.0 11.4 12.0 12.1 11.7 11.2 11.4 11.7 11.6 10.9 11.4 11.9 11.4 11.9 11.7 11.5
55.3 55.1 53.5 52.7 53.7 53.6 57.1 56.8 56.3 56.4 57.0 55.3 54.9 54.8 55.7 55.2 55.3 56.6 56.0 56.4 55.7 54.0 54.8 54.2 54.8 55.2
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
Gráfico 11. Colombia: Estructura del PIB anual enfoque de los ingresos (%), 2001-2019
Remuneración de los asalariados
Impuestos menos subvenciones sobre la producción y las importaciones
Excedente de explotación bruto e ingreso mixto bruto
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 11
capital, esto es, patrones o empleadores,
suman 835.000 personas y representan 3,7
por ciento de la población ocupada según
posición ocupacional; por ingresos, su par-
ticipación en la distribución del Producto
Interno Bruto (PIB), a través del excedente
de explotación bruto, es de 35,3 por cien-
to; ii) los asalariados (obreros, empleados y
jornaleros) representan el 50 por ciento de
la fuerza de trabajo ocupada, esto es, 11,3
millones de trabajadores; en conjunto reci-
ben el 34 por ciento del PIB; iii) el Estado,
resultado de los impuestos netos a la pro-
ducción, se queda con el 10,7 por ciento;
iv) el ingreso mixto equivale al 20 por cien-
to del PIB, producto de la adición de las
retribuciones a una heterogénea agrupa-
ción de trabajadores por cuenta propia y
pequeñas empresas familiares donde la-
boran los propietarios y sus familias, sin
percibir un salario (por ello el saldo incluye
una parte de remuneración al factor tra-
bajo); estos variopintos trabajadores inde-
pendientes, informales y microempresa-
rios, que suman 10,5 millones de personas,
tienen una participación relativa de 46,3
por ciento en la estructura de la población
ocupada, según posición ocupacional.
Al analizar el PIB por el lado de los in-
gresos, durante el periodo 1994-2019,
en promedio (gráficos 10 y 11), la prin-
cipal participación la tuvo el Excedente
de explotación bruto4 e ingreso mixto
bruto con 55,3 por ciento, seguida por la
Remuneración a los asalariados (34,0%)5
y los impuestos menos subvenciones so-
bre la producción y las importaciones
(10,7%).
Durante los 26 años analizados, los
empresarios, patrones y empleadores
tienden a mantener constante su parti-
cipación en el PIB (55,2%), si bien en los
años 2000 a 2004 alcanzaron un máximo
de 57 por ciento. Al contrario, los asala-
riados perdieron 1,7 puntos porcentua-
les al pasar de 35 por ciento del PIB en
1994 a 33,3 por ciento en 2019. El Estado
ganó participación en el PIB de 1,8 pun-
tos porcentuales al apropiar 11,5 por
ciento del mismo en 2019 frente al 9,7
en 1994. Tanto el financiamiento de los
gastos colectivos como la descarga del
4 El excedente de explotación e ingreso mixto son dos de-nominaciones alternativas del mismo saldo contable de la cuenta de generación del ingreso, que se utiliza para diferentes tipos de empresas: se denomina excedente de explotación en el caso de las sociedades e ingreso mixto cuando se trata de empresas no constituidas en sociedad propiedad de los hogares en razón a que en estas em-presas trabajan los propietarios o sus familias, sin per-cibir un salario, por ello el saldo incluye una parte de Remuneración al factor trabajo.
5 Las remuneraciones a los asalariados comprende toda la remuneración en efectivo y en especie a pagar por los empleadores a sus asalariados como contrapartida del trabajo realizado por estos durante el periodo contable (se desglosa en sueldos y salarios y cotizaciones sociales a cargo del empleador).
0
200,000
400,000
600,000
800,000
1,000,000
1,200,000
1,400,000
Gasto de consumo final hogares capitalistas y de ingreso mixto Gasto de consumo final hogares de los trabajadores asalariados
Gasto de consumo final del gobierno general Formación bruta de capital Exportaciones netas (X-M)
Gráfico 12. Colombia: PIB anual enfoque del gasto ($ miles de millones corrientes) 2001-2019
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 Exportaciones netas (X-M) -0.8 -3.1 -3.4 -3.4 -2.3 -3.5 -4.2 -4.2 -3.0 -2.3 -1.6 -0.9 -1.2 -1.8 -4.2 -7.1 -6.8 -5.1 -4.9 -6.6 Formación bruta de capital 14.9 16.0 17.3 18.7 19.4 20.4 22.2 22.6 22.6 21.5 21.1 22.2 22.2 22.5 24.0 23.8 23.2 21.6 21.2 24.2 Gasto de consumo final del gobierno general 16.8 16.9 16.4 15.9 16.0 14.0 13.9 13.8 13.2 13.8 13.8 13.4 13.5 14.1 14.2 14.8 14.5 14.9 15.2 14.7 Gasto de consumo final hogares de los trabajadores asalariados 34.2 34.6 34.8 34.4 33.3 33.3 33.1 33.1 32.6 33.6 33.4 31.7 32.4 32.7 32.9 34.1 33.8 33.9 33.5 33.3 Gasto de consumo final hogares capitalistas y de ingreso mixto 35.0 35.7 35.0 34.4 33.6 35.8 35.0 34.7 34.6 33.4 33.3 33.6 33.1 32.5 33.1 34.4 35.3 34.6 35.0 34.4
-10.0
10.0
30.0
50.0
70.0
90.0
110.0
Gráfico 13. Colombia: Estructura del PIB anual enfoque del gasto (%), 2001-2019
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 202012 Suplemento Educación y Economía Nº 9
peso de las crisis sobre las espaldas de
los trabajadores en beneficio del gran
capital y la clase política dominante es
algo que está en la agenda de los parti-
dos de derecha y de la clase capitalista
desde hace tiempo.
PIB enfoque de flujos de gasto
El consumo es la utilización del produc-
to social para satisfacer tanto las necesi-
dades de la producción como las necesi-
dades personales de los individuos perte-
necientes a las diferentes clases sociales.
El nexo entre la producción y el consumo
se halla condicionado por la acción de las
leyes económicas del modo de producción
capitalista. Los eslabones de enlace entre
la producción y el consumo son la distri-
bución del ingreso y la circulación. Según
la teoría general del empleo keynesiana,
en equilibrio, el volumen de empleo de
los factores productivos depende, de una
parte, de la función de oferta global y, de
otra, de la propensión marginal al consu-
mo (mide cuánto se incrementa el consu-
mo de una persona cuando se incremen-
ta su ingreso disponible) y del volumen
de inversión.
El PIB desde el punto de vista de la de-
manda final o utilizaciones es igual a la
suma de las utilizaciones finales de bienes
y servicios medidas a precio comprador,
menos las importaciones de bienes y ser-
vicios. En consecuencia, el PIB es la suma
de los gastos de consumo personal de los
hogares capitalistas (Ck), el consumo de
los hogares de los asalariados (Cw), in-
versión privada interna bruta (I), compras
gubernamentales (G) y exportaciones ne-
tas (Xn=exportaciones-importaciones):
PIB= Ck + Cw + I + G + Xn
En la economía existe una interacción
dinámica entre estos cinco flujos de pro-
ducción final (gráficos 12 y 13).
Durante el período 2000-2019, la estruc-
tura promedio de la demanda es igual al
gasto de consumo final hogares capitalis-
tas y de ingreso mixto (34,3%), gasto de
consumo final hogares de los trabajado-
res asalariados (33,4%), gasto de consu-
mo final del gobierno general (14,7%),
formación bruta de capital (21,1%) y ex-
portaciones netas (-3,5%).
El gasto de consumo final de los hoga-
res, capitalistas y trabajadores, es el que
más contribuye al crecimiento agregado;
en promedio aporta el 67,7 por ciento. Si
bien los hogares ricos representan sólo
el 10 por ciento del total de hogares, en
conjunto tienen una capacidad de consu-
mo agregado equivalente al ingreso dis-
ponible de toda la fuerza laboral asala-
riada de Colombia.
El análisis de las dos últimas décadas
muestra cambios estructurales del PIB
desde el enfoque de flujos de gasto: i) la
formación bruta de capital gana 9,3 pun-
tos porcentuales al aumentar de 14,9 por
ciento en el año 2000 a 24,2 por ciento en
2019; ii) el consumo final de los hogares
pierde participación relativa: los capitalis-
tas -0,6 y los asalariados -0,9; iii) el gasto
de consumo final del gobierno general
cae en 2,1 puntos porcentuales; iv) las
exportaciones netas caen en 5,8 puntos
porcentuales (gráfico 14).
En el último año, el consumo privado
ha registrado una extraordinaria dinámi-
ca, exhibiendo una tasa de expansión cer-
cana a 4,5 por ciento real, superior a 3,6
por ciento observado en 2018, y al creci-
miento del PIB de 3,3 en 2019. Seis son los
factores que explican la aceleración del
gasto de consumo final de los hogares:
I) La mayor demanda de la población
migrante (el flujo de migrantes ve-
nezolanos es continuo y creciente,
para fines de 2019 se estimaba una
población de 2,5 millones de vene-
zolanos viviendo en Colombia);
II) El aumento de la entrada de remesas
al país constituye otro importante
factor explicativo del buen desempe-
11,102
39,502
50,604
-20,000
-10,000
0
10,000
20,000
30,000
40,000
50,000
60,000
70,000
Gráfico 14. Colombia: balanza comercial anual (Millones de dólares FOB), 1980-2019
-
Exportaciones Importaciones Balanza
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 13
ño del consumo de los hogares; en
2019 este rubro ascendió a US$6.773
millones de dólares, una cifra histó-
rica que representa una variación
anual de 7,1 por ciento más que en
2018, prolongando con ello la expan-
sión que inició en 2015 y que se espe-
ra mantener durante 2020. La cifra
de colombianos viviendo y trabajan-
do en el extranjero es de 3 millones
de personas, esto es, 6 por ciento de
la población total; según una inves-
tigación de la Universidad Nacional,
por cada 10 colombianos que viven
en el exterior, siete hacen giros, es-
pecialmente para apoyar a sus fami-
liares en la adquisición de bienes y
servicios básicos de la canasta fami-
liar y en la compra de bienes raíces.
Según estudios de la Cepal, las reme-
sas permiten disminuir la pobreza en
la población global colombiana en
0,2 puntos porcentuales, pero foca-
lizada en los hogares receptores de
remesas reduce la pobreza en 10,1
puntos porcentuales;
III) La estabilidad de precios y las expec-
tativas de inflación ancladas al rango
meta del Banco de la República han
permitido mantener, y en algunos
casos incrementar, el poder adquisi-
tivo de los hogares colombianos;
IV) El incremento real del salario mínimo,
pactado en los últimos años por en-
cima del IPC y de los criterios técni-
cos de productividad ha permitido
aumentar el consumo de los traba-
jadores asalariados;
V) La concentración del ingreso y la ri-
queza genera una alta propensión
al consumo por parte de los hogares
adinerados, a la vez que promueve
una intensa demanda efectiva en las
actividades del turismo, restauran-
tes, hoteles, viajes, inversiones espe-
culativas en el negocio inmobiliario,
vestuario, autos de alta gama, etc.;
además, la concentración del ingreso
en los hogares capitalistas transfor-
ma la estructura del consumo final,
así, por ejemplo, en lo corrido del si-
glo XXI las cuentas de los subsectores
“Recreación, cultura, restaurantes,
hoteles, bienes y servicios diversos”
incrementan su participación relati-
va de 25 a 29 por ciento (Gráfico 16).
El consumo final de los hogares no
es sólo función del ingreso, sino tam-
bién de la riqueza (y en particular de
la riqueza más liquida) y de las ex-
pectativas futuras de rentas.
VI) En el país siempre ha operado una
economía subterránea (informal +
mafiosa), funcionalmente integrada
a la acumulación, el empleo, a los
“negocios”, a la oferta, al consumo
y a las demandas de efectivo. Esta
economía subterránea hace alusión
a la naturaleza en principio oculta de
las actividades económicas que elu-
den los controles institucionales, fis-
cales y legales; en otras palabras, es
aquella porción de la economía que
se instala en la sociedad al margen
del mercado formal y de los marcos
institucionales, pero que interactúa
sinérgicamente, complementaria y
competitiva, con la economía for-
mal, esto es, visible, registrada y le-
gal. El tamaño de La economía sub-
terránea es equivalente al 40 por
ciento del PIB (la integran todas las
actividades informales, el contraban-
do, la corrupción, las actividades es-
peculativas, el lavado de activos, la
compraventa de divisas en el merca-
do negro, la prostitución, las mafias
políticas, el crimen y la delincuencia
organizados y el narcotráfico). Es re-
lativamente fácil detectar y estimar
el valor de esta economía “paralela u
oculta” por los movimientos de acti-
vos líquidos y transacciones en efec-
tivo ¡el dinero siempre deja huellas!
Según los resultados de Dane, desde el
enfoque del gasto, el crecimiento del PIB
de 3,3 por ciento en el año 2019 se expli-
ca por Gasto en consumo final que crece
4,6%; Formación bruta de capital: 4,3%;
y en Comercio exterior: las exportaciones
crecen 3,1% y las importaciones 9,2%.
De otra parte, las ventas al exterior se
mantienen bajas, mientras que el ritmo
de importaciones continúa reflejando
tasas aceleradas de crecimiento relativo
desde el año 2018. Para el 2019 las ex-
portaciones sumaron 39.502 millones de
dólares FOB y las importaciones registra-
ron un valor total de 50.604 millones de
dólares. Desbalance negativo en la dispo-
nibilidad de divisas que se cubre con em-
préstitos extranjeros e inversión, reduc-
ción de reservas internacionales y lavado
de dólares provenientes del narcotráfico
y demás actividades ocultas e ilícitas.
De acuerdo con las cifras del Dane, sí
bien las ventas externas cerraron en
39.502 millones de dólares en 2019 estas
representan un 5,7 por ciento menos que
los resultados de 2018, lastradas por una
caída de 11 por ciento del sector mine-
ro-energético; además, la exportación de
los productos agropecuarios, alimentos y
bebidas subieron 0,8 y las manufacturas
bajaron 0,4. El país sigue dependiendo de
la demanda internacional de materias pri-
mas como carbón y petróleo, productos
minero energéticos locales que pierden
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 202014 Suplemento Educación y Economía Nº 9
espacio en el concierto internacional por
la declarada abolición del uso de carbón
y el avance de las energías renovables. La
conclusión es que el sector productivo co-
lombiano no está enfocado al comercio
internacional.
En efecto, a partir del año 2014 la ba-
lanza comercial del país se mantiene de-
ficitaria. Sus exportaciones se estancaron
en US$38.000 millones desde 2015; el
déficit de 2019 es el más alto registrado.
Colombia presenta un fracaso en las ex-
portaciones no tradicionales, muy a pesar
de que el Estado ha firmado más de una
docena de tratados de libre comercio y
de la acelerada devaluación del peso, dos
aliados indiscutibles para dinamizarlas.
Las exportaciones colombianas depen-
den de la explotación minero energético
en 55,8 por ciento, las exportaciones agrí-
colas solo tienen una participación de 7,5
por ciento y la industria 36,7.
Por el lado de las importaciones, el país
adquiere toda clase de alimentos y be-
bidas, bienes de consumo durable y se-
midurable para los hogares y maquinaria
y equipo de alto contenido tecnológico.
El lema de la clase dirigente es “Que in-
venten otros”. El sistema económico co-
lombiano tiende hacia un crecimiento
macrocefálico del sector terciario soste-
nido precariamente en los debilitados
sectores reales, el primario (excepto las
actividades extractivas minero-energéti-
cas) y el secundario. El déficit comercial
promedio anual del país con el resto del
mundo es cercano a los US$12.500 millo-
nes, 4,3 por ciento del PIB; este tiene un
impacto significativo y negativo en cuan-
to las importaciones compiten contra la
producción de la industria como de la
agricultura nacional conduciéndolas a su
gradual extinción.
Del lado de la inversión, si bien la clase
dirigente colombiana tiene un carácter
rentista y de alto consumo suntuario im-
portado, la situación se compensa con el
significativo volumen de inversiones ex-
tranjeras. De acuerdo con el Banco de la
República, la Inversión Extranjera Directa
(IED) en el país totalizó 10.366 millones
de dólares durante el 2019, lo cual signifi-
có un crecimiento de 19,2 por ciento fren-
te a los 8.693,4 registrados por el mismo
concepto en 2018, en el reporte por ba-
lanza cambiaria. Nuevamente, el petró-
leo fue el sector que movió esta balanza,
pues las inversiones en este ascendieron
a 6.858 millones, por encima de los 6.536
millones de 2018. Entre tanto, otros sec-
tores atrajeron 3.508,3 millones al país,
0
20,000
40,000
60,000
80,000
100,000
120,000
140,000
160,000
180,000
200,000
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Gráfico 15. Colombia: Gasto de consumo final de los hogares por finalidaden el territorio económico ($ miles de millones corrientes) 2005-2017
Alimentos y bebidas no alcohólicas y alcohólicas
Prendas de vestir y calzado
Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles
Muebles, artículos para el hogary para la conservación ordinaria del hogar Salud
Transporte y comunicaciones Recreación, cultura, restaurantes, hoteles, bienes y servicios diversos
Educación
24.1 23.7 23.5 23.9 23.6 22.6 22.0 21.4 20.6 20.2 20.6 21.7 21.0
6.5 6.5 6.4 6.0 5.6 5.8 6.3 6.3 6.4 6.2 6.0 5.9 5.7
16.8 16.6 16.2 15.8 16.4 16.5 15.9 16.0 16.0 16.0 15.8 15.8 15.9
4.8 5.0 4.8 4.6 4.5 4.6 4.6 4.6 4.4 4.4 4.6 4.4 4.4
6.7 6.8 6.8 7.0 7.0 6.9 6.9 7.0 7.2 7.4 7.8 7.8 8.1
11.8 12.3 12.9 12.6 12.2 12.8 13.1 13.0 12.8 13.0 12.5 11.7 11.6
25.0 25.1 25.3 26.1 26.5 26.7 27.2 27.8 28.5 28.6 28.5 28.6 29.0
4.3 4.0 4.0 3.9 4.1 4.0 3.9 4.0 4.2 4.2 4.1 4.2 4.2
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Gráfico 16. Colombia: Estructura del Gasto de consumo final de los hogarespor finalidad en el territorio económico (%) 2005-2017
Alimentos y bebidas no alcohólicas y alcohólicas Prendas de vestir y calzado
Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles Muebles, artículos para el hogar ypara la conservación ordinaria del hogar
Salud Transporte y comunicaciones Recreación, cultura, restaurantes, hoteles, bienes y servicios diversos Educación
Suplemento Educación y Economía Nº 9 • desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 2020 • 15
mientras que la Inversión Extranjera de
Portafolio (especulación financiera) al-
canzó los 1.887,9 millones.
Al comparar la participación neta del
Estado en el PIB a través de los impues-
tos netos (10,7% en promedio) respecto
al “Gasto de consumo final del gobierno
general” (14,7% en promedio) se deduce
que las finanzas del Estado registran un
déficit estructural y crónico. Este desequi-
librio se financia con una carga impositiva
más alta a la clase trabajadora, recortes al
gasto social y con un endeudamiento pú-
blico creciente; según el “Plan Financiero
del 2020” presentado por el Ministerio de
Hacienda, la deuda alcanzará este año al-
rededor del 51 por ciento del PIB. La deu-
da pública de todo el sector público no fi-
nanciero equivale a 58 por ciento del PIB.
Durante la última década la deuda pública
se triplicó. La devaluación del peso tam-
bién encarece y aumenta la deuda exter-
na. El país atraviesa, entonces, una nueva
época de “prosperidad al debe”, semejan-
te a la experimentada cien años atrás.
Adicionalmente, en 2019 por primera
vez el Gobierno incorporó a los ingresos
del fisco las utilidades extraordinarias
que tuvieron el Banco de la República y
Ecopetrol, con lo cual se rompe la tradi-
ción de dejarlos aparte. De una parte, la
hacienda pública obtuvo $ 3 billones de
ingresos que estaban en una cuenta del
balance de Ecopetrol, afectando la capaci-
dad de acumulación interna de la empresa
petrolera; de otra, el Banco de la República
logró las ganancias más altas de su histo-
ria, las cuales superaron los siete billones
de pesos que fueron trasladados a la bi-
lletera del gobierno. Pese a lo anterior, el
MHCP reveló que el déficit del Gobierno
Central (GC) fue de 2,5 por ciento del PIB
en el 2019. Por el lado del gasto, la inver-
sión pública en capital fijo continúa pos-
trada en 1,2 por ciento del PIB, mientras
el gasto operativo y de transferencia crece
a ritmos anuales del 4 por ciento reales y
con mayores cargas burocráticas en minis-
terios y organismos de control. Las exen-
ciones tributarias a las grandes empresas
y la reducción de impuestos al capital,
otorgadas en la última reforma tributaria
impulsada por el gobierno Duque, abrie-
ron aún más el hueco fiscal de la hacienda
pública haciendo necesaria una nueva re-
forma tributaria en el inmediato futuro.
En una mirada global del comporta-
miento del gasto de consumo final de
los hogares, los gráficos 15 a 17 mues-
tran que el peso relativo de los servicios
es creciente; así, por ejemplo, el consu-
mo de alimentos y bebidas pierde par-
ticipación de 24,1 a 21 por ciento, entre
2005-2017; en correspondencia, los gas-
tos en salud aumentan de 6,7 a 8,1 por
ciento, en igual período. Además, en
paralelo que aumenta el gasto en ser-
vicios, se reduce el consumo de bienes
durables, semidurables y no durables
generando mayor inestabilidad a los ne-
gocios y acortando los tiempos del ciclo
de la economía.
Lógica clasista del sistema económico
La apropiación privada de los medios de
producción en las sociedades capitalistas
crea desde el principio una brecha insu-
perable y creciente entre quienes tienen
y quienes, al no tener nada, deben vender
su fuerza de trabajo para subsistir. El sis-
tema económico funciona eficientemen-
te bajo una lógica al servicio y beneficio
del capital. En el mundo contemporáneo
existen dos clases sociales, los explotados
y los explotadores, así como seres huma-
nos oprimidos y opresores. Los capitalis-
tas ganan todo lo que gastan, mientras
quienes viven del trabajo gastan todo lo
que ganan. Los primeros pueden ahorrar,
invertir, acumular y beneficiarse priva-
damente de los aumentos en producti-
vidad como consecuencia de los desarro-
llos científico-tecnológicos (reproducción
ampliada); los segundos, logran sobrevi-
vir, tener hijos y sostener precariamente
la fuerza de trabajo que los remplazará
en el futuro (reproducción simple).
13.3 13.7 13.7 12.6 11.8 12.6 13.4 13.3 12.8 13.0 13.2 12.4 11.8
34.5 34.5 34.1 34.6 34.2 33.3 32.6 31.9 31.0 30.6 31.1 31.8 31.3
52.2 51.9 52.2 52.8 54.0 54.2 54.0 54.8 56.2 56.4 55.7 55.8 56.9
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Gráfico 17. Colombia: Estructura del gasto de consumo final de los hogares por durabilidad (%) 2005-2017
Bienes durables y semidurables Bienes no durables Servicios
• desde abajo Nº 264 • Febrero 20 - marzo 20 de 202016 Suplemento Educación y Economía Nº 9
La lógica clasista se encuentra en el nú-
cleo del funcionamiento del sistema eco-
nómico capitalista. En Colombia, el siste-
ma funciona eficientemente para el be-
neficio del 10 por ciento de la población
privilegiada; estos no conocen ni nunca
experimentan en carne propia las crisis,
simplemente las observan como parte del
paisaje social. Las clases trabajadoras, el
90 por ciento sostiene sobre sus hombros
este sistema de explotación-opresión y so-
breviven crónicamente al filo de la crisis.
El sistema económico también vive, se re-
produce, innova y se fortalece en medio de
las crisis, las cuales pueden ser de sobrepro-
ducción, de tendencia decreciente la tasa
de ganancia, o de insuficiente proporcio-
nalidad entre ramas y sectores productivos.
En época de crisis, los capitales más débiles
suelen ser absorbidos por los más fuertes o
bien son eliminados en y por la competen-
cia. Las crisis son inherentes al sistema ca-
pitalista, es el secreto de su continua reno-
vación, innovación, evolución, expansión
y crecimiento. La competencia capitalista
siempre es desigual y su manifestación en
la actividad productiva tiende a favorecer
la concentración y centralización del capi-
tal, de la riqueza, del ingreso y el consumo.
De otra parte, ingenua e ilusoriamente
se cree que para poder gobernar una na-
ción, el Estado debe representar los inte-
reses de toda la población, sin embargo,
al existir una clase dominante y otra do-
minada-explotada, el Estado suele velar
principalmente por los intereses de quie-
nes ejercen la dominación-explotación.
Por lo anterior, es frecuente que el Estado
colombiano privatice las ganancias y dis-
tribuya socialmente las pérdidas, cuando
éstas se presentan. Además, la economía
colombiana es un sistema subordinado y
funcional a los intereses de los países he-
gemónicos del sistema mundo capitalista.
En cuanto al poder en nuestro país, la oli-
garquía criolla domina todas las ramas del
poder político: legislativo, ejecutivo, judi-
cial y de control. Análogamente controla
para su beneficio propio todos los flujos
fundamentales de la economía: la produc-
ción, los ingresos y la demanda agregada.
Es fantasioso e ingenuo pensar que esta
clase privilegiada comparta su poder o dis-
tribuya su riqueza. La democracia, en su
definición clásica de “gobierno del pueblo
y para el pueblo” no existe en este siste-
ma de explotación, opresión y alienación.
Lo que cuenta para la lucha y estrategia
política es el sistema en su conjunto más
que lo individual. Es la lógica interna del
sistema económico en su complejidad el
que ha de ser atacado y superado, más
que las injusticias aisladas. La toma del po-
der sigue siendo el objetivo fundamental
de toda lucha política. La evolución, por sí
sola, tampoco resolverá nada en el futu-
ro. Hay que encontrar una alternativa por
fuera de este sistema para poder reencau-
sar la economía, colocándola al servicio
de las mayorías, al tiempo que se descon-
centra el poder político para, por esa vía,
propiciar y motivar la real participación
del conjunto social, tanto para diseñar sus
sistemas de vida digna como para orien-
tar y controlar el ejercicio democrático del
gobierno.
Son cambios fundamentales, los cuales
son posibles siempre y cuando las clases
trabajadoras se tornen en protagonistas
autónomos y autogestionarios de su his-
toria. De lograrse esta ruptura estructu-
ral nuestra sociedad estará sentando las
bases para una democracia más allá de la
formal (electoral); una democracia direc-
ta, participativa, radical, plural, plebisci-
taria. La revolución está al orden del día.
Un cambio, que para ser efectivo debe ser
global, estructural y transformador de la
lógica interna que determina el funciona-
miento del sistema. El surgimiento de un
movimiento revolucionario, democrático
y plural, de tal dimensión y animado por
la vida digna, es una necesidad histórica.l
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