APLICACIÓN DE UN MODELO ANALÍTICO BASADO EN INDICADORES DE
EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN EN
ECONOMÍA CAMPESINA, COMO SOPORTE PARA LA DEFINICIÓN Y
ORIENTACIÓN DE OBJETIVOS DE DESARROLLO RURAL EN EL MUNICIPIO
DE SIMACOTA, DEPARTAMENTO DE SANTANDER.
Trabajo de grado para optar por el título de Magister en Desarrollo Rural
Presentado por:
Luz Stella Poveda Malaver
Director: William Salazar Pulido
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL
BOGOTÁ D C
MAYO DE 2013
2
DEDICATORIA
A la Academia Campesina, porque me ha permitido acercarme y comprender que
el Campesino es un profesional de la Universidad del Campo, que dura toda la
vida”.
A todos aquellos que creen que no somos dueños del conocimiento, pero sí
responsables de lo que hacemos con él.
3
AGRADECIMIENTOS
Expreso mis agradecimientos a:
Mis padres y hermanas por su respaldo incondicional y ser mi baluarte en este
propósito.
Mis compañeros de maestría, por el intercambio de experiencias en clase.
Profesor William Salazar, por su profesionalismo, confianza y apertura a la
propuesta de investigación desarrollada.
Mis compañeros de Héritage, quienes desde sus distintas disciplinas, en medio de
la tertulia, el trabajo en equipo y su compromiso con el desarrollo rural,
contribuyeron notoriamente a la realización de esta investigación.
Al Creador y dueño de mi vida, por permitirme la búsqueda y el encuentro.
4
CONTENIDO
pág.
INTRODUCCIÓN 12
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 16
2. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO 29
3. MARCO CONCEPTUAL 36
3.1 LA BIOECONOMÍA Y EL DESARROLLO 36
3.2 ECONOMÍA CAMPESINA Y DESARROLLO RURAL 39
3.3 MARCO TEÓRICO 43
3.3.1 Flujos de energía en un sistema de producción campesino. 48
3.3.2 Indicadores y rango de interpretación 52
3.3.2.1 Indicadores de Equidad 52
3.3.2.2 Indicadores de Inclusión 54
3.3.2.3 Índice Héritage de Desarrollo Rural (IHDR) 58
4. ESTADO DEL ARTE 64
5. OBJETIVOS 75
5.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 75
6. ENFOQUE METODOLÓGICO (MÉTODO) 76
7. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Y DATOS 79
8. CARACTERIZACIÓN DE TRES GRUPOS DE PRODUCTORES: EN
CONDICIONES DE MICROFUNDIO, MINIFUNDIO Y MEDIANA PROPIEDAD 80
8.1 SITUACIÓN ACTUAL 81
8.1.1 Población y uso del tiempo 81
8.1.2 Consumo social requerido 83
8.1.3 Uso del tiempo laboral productivo 85
8.1.4 Uso del territorio 88
8.1.5 Características de los sistemas de producción 92
8.2 MODELO ANALÍTICO, INDICADORES DE DESARROLLO RURAL POR
GRUPO DE PRODUCTORES 101
5
8.2.1 Situación actual y Objetivo de desarrollo deseado 101
9. APLICACIÓN DEL MODELO ANALÍTICO EN EL MUNICIPIO DE
SIMACOTA 105
9.1 CÁLCULO DE INDICADORES DESARROLLO RURAL 105
9.2 OBJETIVO DE DESARROLLO TEÓRICO CON MÁXIMA PRODUCCIÓN
ENERGÉTICA 110
10. RECOMENDACIONES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN, PARA LA
ORIENTACIÓN DE LA POLÍTICA PÚBLICA MUNICIPAL DE DESARROLLO
RURAL Y NUEVOS ELEMENTOS DE ESTUDIO 114
10.1 ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN EN ESCENARIO DESEADO, CORTO
PLAZO 116
10.2 ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN EN ESCENARIO DESEADO
MEDIANO PLAZO 123
BIBLIOGRAFÍA 138
ANEXOS 142
6
LISTA DE TABLAS
pág.
Tabla 1. Evolución de la población Resto 1985-2010 25
Tabla 2. Indicadores Poblacionales Rurales Simacota 26
Tabla 3. Indicadores Héritage de Desarrollo Rural 46
Tabla 4. Requerimiento vital de la población Rural 48
Tabla 5. Relación de Consumo Energético en economía campesina familia tipo
Santander 50
Tabla 6. Gasto promedio por Hogar en Colombia 51
Tabla 7. Indicadores y rango de interpretación 60
Tabla 8. Tablero de Mandos Indicadores de Desarrollo Rural, departamento de
Santander 72
Tabla 9. Composición de las familias por grupos de productores 82
Tabla 10. Participación de los alimentos en el Consumo total de la Familia
Campesina Municipio de Simacota, 2012 84
Tabla 11. Uso del tiempo por grupo de productores 86
Tabla 12. Tamaño y Uso del territorio (hectáreas) por Grupo de productores 89
Tabla 13. Sistema de Producción Familiar Campesino 92
Tabla 14. Insumos por hectárea, sistema productivo del café 96
Tabla 15. Insumos por hectárea sistema productivo de caña panelera 97
Tabla 16. Insumos por hectárea sistema pecuario 97
Tabla 17. Balance energético Grupo de productores 98
Tabla 18. Rentabilidad energética de la producción, por grupo de productores 99
Tabla 19. Indicadores de Desarrollo Rural Grupos de Productores 102
Tabla 20. Tablero de Mandos Situación de los Indicadores de Desarrollo Rural,
Municipio de Simacota 110
Tabla 21. Área agrícola, rendimientos y máxima producción energética objetivo
de desarrollo teórico 112
7
Tabla 22. Variables e indicadores Objetivo de desarrollo teórico, máxima
producción energética vs situación actual 113
Tabla 23. Variables e indicadores, situación actual municipio de Simacota 116
Tabla 24. Uso del territorio y Población en escenario deseado, corto plazo 117
Tabla 25. Área expandida agrícola y población rural, estrategia de intervención
a corto plazo 119
Tabla 26. Indicadores de desarrollo rural municipal en estrategia de
intervención en el Corto Plazo 120
Tabla 27. Estrategia de intervención en escenario deseado corto plazo 121
Tabla 28. Uso del territorio y población en escenario de intervención de
mediano plazo 123
Tabla 29. Indicadores de desarrollo rural municipal en estrategia de
intervención en el Mediano Plazo 124
Tabla 30. Estrategia de intervención escenario deseado en el mediano plazo 126
Tabla 31. Ejes transversales y programas 130
8
LISTA DE FIGURAS
pág.
Figura 1. Flujos de Energía en un Sistema de Producción Campesino 48
Figura 2. Distribución del uso del tiempo 55
Figura 3. Fases Modelo Analítico Héritage 63
Figura 4. Balance energético para el sistema de maíz tradicional en Santander
y el sistema de maíz tecnificado Valle del Cauca 66
Figura 5. Balance energético Caso sistema de maíz tecnificado – EE.UU 67
Figura 6. Diagrama del proceso metodológico 78
9
LISTA DE ANEXOS
pág.
Anexo 1.División Político Administrativa, Municipio de Simacota 142
Anexo 2. Evolución de la producción y área cosechada por cultivos. Municipio
de Simacota 2002-2011 143
Anexo 3. Inventario Bovino 145
Anexo 4. Distribución predial Rural por Rangos de Superficie Municipio de
Simacota 146
Anexo 5. Formato, Bitácoras 147
Anexo 6. Vocación y conflicto de Uso del Suelo. Unidades territoriales de
análisis 156
10
RESUMEN
Los análisis de la economía campesina se hacen normalmente sobre modelos económicos de correlación de los ingresos monetarios; si bien estos modelos dan información sobre la obtención de los ingresos de las familias, no se da cuenta de la relación entre el uso del tiempo laboral disponible familiar y la producción de eficiencia.
Es decir, tradicionalmente la eficiencia es medida en términos de productividad obtenida por hectárea (rendimientos), pero no en relación con la energía incorporada (trabajo medido en jornadas familiares de consumo) y la energía obtenida (producción), en términos de kilocalorías. Esto ayudaría a salirse del sistema convencional de precios, ya que permitiría medir la capacidad de los sistemas productivos para generar bienestar en las familias, a través de la incorporación del tiempo laboral productivo disponible y los recursos existentes en su territorio asociado a sus técnicas de producción.
Este camino alternativo y complementario proporciona información para el fortalecimiento de aquellos sistemas que han mostrado ser eficientes energéticamente, sin necesidad de cambiar la dinámica de los sistemas productivos campesinos que son inherentes a las familias, es decir, generar las condiciones necesarias para que puedan desarrollarse.
Por lo tanto, el presente trabajo brinda un modelo analítico complementario a los análisis tradicionales, puesto que permite comprender de manera integral las relaciones de producción propias de la economía campesina. En ese sentido, la información obtenida es relevante para la toma de decisiones de política pública, igualmente es pertinente para mejorar la eficiencia y aumentar el bienestar de la población rural.
Palabras Clave: Desarrollo rural, Bioeconomía, Economía campesina,
Termodesarrollo, eficiencia energética.
11
ABSTRACT
Analysis of rural economy are normally made on economic models of correlation of monetary income, if these models provide with the information about the ability to raise the family income, it does not realize the relationship between the use of working time family available and the efficiency production (which in this case is the relationship between the embodied energy and the energy produced in the production system in terms of kilocalories). That is, efficiency is traditionally measured in terms of productivity gained per hectare (yields), but not in relation to the embodied energy (measured work in consumption family days) and the energy obtained (production). The latter would help not only to get away from the conventional system of prices, but it would allow to measure the ability of production systems to generate welfare for families through the incorporation of family labor, (use of available time) and the existing resources on its territory associated with their production techniques. This alternative and complementary path would provide information to improve the production conditions of those systems that have proven to be efficient energetically without changing the dynamics of rural production systems that are inherent to the families, (i.e.) to create the necessary conditions for they can develop themselves. Therefore, this paper provides an analytical model complementary to the traditional analysis types, which together provide a comprehensive understanding of the relations of productions that are characteristic of the rural economy. In this sense, the information obtained is relevant for making public policy decisions, while it is relevant to achieve greater efficiency and to improve the welfare of the rural population. Keywords: Rural Development, Bioeconomy, Peasant economy, Termodesarrollo, energy efficiency.
12
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se inscribe en el proceso de construcción del Modelo Analítico
Héritage, en Santander, el cual busca generar un marco de interpretación de las
variables que intervienen en el Desarrollo Rural, en una perspectiva de eficiencia
energética. Es una propuesta de análisis que contribuye a la orientación y
definición de políticas públicas de Desarrollo Rural que, amplía y complementa el
modelo tradicional de desarrollo.
En efecto, en este proceso se parte del reconocimiento de que el Desarrollo y la
Sostenibilidad, son términos que han sido sometidos a una gran erosión semántica
y conceptual. Sostenibilidad se aplica hoy a todo proceso económico o social para
justificar orientaciones cuya racionalidad está basada en el crecimiento, y se
ignora que en el origen del concepto de Desarrollo sostenible (Informe Brundtland,
1987) está es el reconocimiento de que el modelo basado en el crecimiento del
PIB pone en peligro la base natural de los recursos que puedan garantizar
precisamente la permanencia de las generaciones futuras.
Un porvenir que se encuentra en peligro, si no se adoptan correctivos que
respondan a las expectativas de una sociedad en búsqueda del “bienestar”,
protegiendo las fuentes de recursos renovables y no renovables, en una actitud
permanente de solidaridad diacrónica con las generaciones futuras. En efecto, se
hace necesario controlar el uso indiscriminado ad infinitum de los recursos porque
son finitos, lo que a su vez obliga hacer análisis del impacto en el tiempo.
En este sentido, la Corporación Héritage en Santander, ha venido desarrollando
un modelo analítico que integra en un mismo plano las variables de crecimiento y
bienestar social en el sector rural, particularmente en economía campesina. Esto
se hace a partir de la interpretación de la eficiencia en los flujos de energía que
13
intervienen en los procesos productivos, su impacto en términos de la capacidad
de satisfacción de las expectativas sociales y su relación con el equilibrio
ambiental.
El crecimiento y el bienestar tradicionalmente se encuentran confrontados a partir
de planos diferentes y en muchos casos incompatibles entre sí, el primero
generalmente se mide con base en la evolución del PIB agregado para el sector
agrícola, es una medición en términos de agregados regionales o nacionales. El
segundo -bienestar social - se calcula con base en indicadores de necesidades
básicas insatisfechas (NBI), esta medida se aproxima más como indicador que
desciende hasta los ámbitos regionales o locales. Dentro de Bienestar Social
también se encuentra el de Índice de Desarrollo Humano (IDH), como agregado
macro nacional, entre otros. No obstante todo lo anterior, hoy es ampliamente
reconocido que puede haber crecimiento económico, pero no necesariamente este
se refleja en bienestar de la población.
En ese contexto, el presente trabajo, consistió en la aplicación y validación del
modelo analítico, en un contexto local, para caracterizar los sistemas de tres
grupos de productores, en el Municipio de Simacota, departamento de Santander,
a partir de dos categorías fundamentales: el uso del tiempo y el uso del territorio.
Con base en esto, se determinó la situación actual de las familias y la capacidad
de los sistemas productivos para garantizar la satisfacción de las expectativas
sociales de la familia campesina, con el propósito de investigar qué alternativas de
desarrollo se podrían construir para el municipio, en el marco de una propuesta
que oriente la Política Pública Municipal de Desarrollo Rural, donde crecimiento y
bienestar sean compatibles.
El modelo de análisis propuesto, está soportado en la kilocaloría, es decir, el uso
de una variable simple como unidad energética, lo que permitió medir los
agregados de producción como la relación entre requerimientos vitales y sociales
14
de la población y la capacidad de producción regional. En este sentido, la
medición de los indicadores, empleando como variable común la energía, amplía
el horizonte del análisis, habilitando la correlación entre el nivel local, regional y
por consiguiente, el nacional.
En primer lugar, se presenta el marco teórico y el modelo analítico en el cuál se
inscribe la investigación de desarrollo rural y en particular de los sistemas de
producción en economía campesina. Este orden permite conceptualizar para luego
contextualizar el Estado del Arte. En segundo lugar, se realiza la aplicación del
modelo analítico en el municipio de Simacota, en el cual se describe el contexto
regional del sector rural municipal y su ubicación respecto con la situación del
Departamento.
En este apartado, se muestran los resultados de la aplicación del modelo analítico
en el municipio de Simacota, a partir de los siguientes indicadores: Tasa de
Retorno Energética (TRE), Requerimiento Vital (RV) (factor de consumo familiar),
Consumo Social Requerido (CSR), e Índice de Uso del Tiempo Laboral (IUT) de la
familia campesina. Para la realización de dicho análisis se tomó como fuente de
información secundaria, los datos de producción presentados por el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural a través de Agronet y de las evaluaciones
agropecuarias municipales, reportadas a la Secretaría de Agricultura
Departamental de Santander.
En tercer lugar, se caracterizaron y compararon tres grupos de productores del
Municipio en condiciones de microfundio, minifundio y mediana propiedad en
Simacota alto, con base en el análisis de sus condiciones territoriales,
poblacionales y de producción: tamaño de los predios y tenencia de la tierra,
composición de las familias y sistemas de producción. Para la realización de esta
caracterización se recurrió al levantamiento de información primaria en campo,
15
mediante la aplicación de un instrumento de recolección de datos, - la bitácora de
familia campesina-, que se realizó a las familias de los tres grupos de productores
Finalmente, a partir de la definición teórica de un objetivo de desarrollo se
plantearon dos estrategias de intervención para la orientación de los lineamientos
de la política pública municipal de desarrollo rural, fijando una meta deseable para
la definición de un objetivo de Desarrollo Rural en el municipio de Simacota.
16
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
CONTEXTO GENERAL
El Desarrollo Rural ha sido considerado tradicionalmente como parte de los
indicadores convencionales soportados en el crecimiento del PIB y en el NBI como
indicador de nivel de vida, sin enfatizar en metodologías que permitan entender su
relación e interacción con el desarrollo en su conjunto. Se asume que un análisis
de complementariedad con el desarrollo urbano proporciona información suficiente
para el desarrollo nacional.
Si bien, se han hecho esfuerzos por entender el estado de las sociedades
campesinas en Colombia y sus múltiples problemáticas, “en la lógica de entender
el desarrollo como crecimiento, el análisis se agota en variables como el PIB per
cápita, la tasa de cambio, el comportamiento de los precios, el ingreso, el
crecimiento sectorial y los sectores subordinados y la mitigación de la pobreza.
Desde esta óptica, la importancia de la producción agrícola y pecuaria se redujo a
la contribución a las variables indicadas, lo rural fue reducido a la cuestión
agropecuaria” (PNUD, 2011, p. 26).
Igualmente, lo que generalmente se mide es su evolución en relación con el
crecimiento o decrecimiento de la producción por subsector, así se llevan a
agregados en volumen y valor, que si bien aportan datos en términos
macroeconómicos, no explican en forma integral su comportamiento por regiones
o por localidades que están en el origen de la producción:
La adecuación de los instrumentos actuales de medición del desarrollo económico,
en particular los que se basan únicamente en el PIB, resulta problemática desde
hace mucho tiempo. Estas preocupaciones son aún más pronunciadas en lo que
respecta a la pertinencia de dichos datos como herramientas de medición del
bienestar societal. El hecho de privilegiar el aumento del número de bienes de
17
consumo inertes (medido por ejemplo en base al aumento del PNB o del PIB,
objeto de un número considerable de estudios del progreso económico) sólo
podría justificarse en un análisis definitivo - si éste fuera posible - mediante lo que
dichos bienes aportan a la vida de los seres humanos, en la que pueden influir
directa o indirectamente. Además, hace mucho que se estableció que el PIB era
una herramienta inadaptada para evaluar el bienestar a lo largo del tiempo, en
particular en sus dimensiones económica, medioambiental y social, algunos de
cuyos aspectos se suelen designar con el término de sustentabilidad (OCDE,
2009, p. 5).
Así, la medición convencional del desarrollo rural, se orienta hacia el uso particular
del PIB como indicador general del crecimiento económico, y se asume que su
evolución positiva debe reflejar el mejoramiento de las condiciones de vida de los
pobladores en su conjunto. No obstante, con el devenir de los resultados en los
sectores de investigación articulados a los procesos de desarrollo, se ha
demostrado la insuficiencia de dicho indicador (como el PIB per cápita), para medir
conceptos de bienestar en términos de progreso social asociados a la equidad y la
inclusión:
Ante cambios de gran amplitud en materia de desigualdad (y más generalmente
en la repartición de los ingresos), el producto interior bruto (PIB) o todo agregado
calculado por habitante puede no proporcionar una evaluación adecuada de la
situación de la mayoría de la población. Si las desigualdades se acentúan con
respecto al crecimiento promedio del PIB per cápita, muchas personas pueden
encontrarse en una situación difícil, incluso cuando el ingreso promedio ha
aumentado. (OCDE. Stiglitz, Josep.; Sen, Amartya.; Fitoussi, Jean Paul, Diciembre
de 2009, pág. 5).
Por otra parte, la economía campesina como sector particular no es lo
suficientemente considerada, ni se logra diferenciar, en términos de su peso
18
específico dentro del sector rural puesto que los indicadores no son suficientes
para permitir diferenciarla de la agricultura empresarial dentro de los agregados
locales, regionales y nacionales disponibles.
Los análisis de la economía campesina se hacen en general, sobre modelos
económicos de correlación de los ingresos monetarios; si bien estos modelos dan
información sobre los ingresos y gastos de las familias, son insuficientes en
relación con la “productividad” de la economía campesina y su relación con las
condiciones de bienestar. Es decir, la forma convencional de calcular la
producción campesina es insuficiente.
En efecto, se suele demeritar la producción del campesino cuando se la compara
con la productividad por área reportada por el sistema agro empresarial, y se
olvida que los factores de producción en la economía campesina, tienen un
comportamiento diferente a estos sistemas.
En primer lugar, la tierra para el campesino no es un factor más de producción,
que se valoraría en términos de arrendamiento, sino que constituye su modo de
vida. Es decir, el campesino no le otorga valor monetario durante su actividad
productiva, sino que adquiere un valor de cambio cuando se traslada o quiere
mejorar sus condiciones de tenencia o ahorro.
Otro elemento se representa, por ejemplo, en el “jornal”, que se utiliza para
cuantificar el factor trabajo. La familia campesina no lo considera en forma
individual, sino que contempla siempre la capacidad colectiva familiar para
intervenir en las diferentes labores, y esto lo convierte en un sistema permanente
de complementariedad de actividades. En esto interviene desde el
comportamiento climático y la evolución natural de los sistemas productivos, como
el ciclo de las cosechas. Esto conlleva a que durante una misma jornada de
trabajo, la familia desarrolle múltiples actividades que no son mensurables en
19
términos de valor monetario; y, en consecuencia, no se encuentran registradas en
la información estadística disponible.
De igual manera, en la inversión de capital, el productor campesino no considera
el endeudamiento sino como último recurso y esto cuando se demuestra que las
condiciones primarias, es decir, su potencial de trabajo familiar y/o las condiciones
del suelo, son insuficientes (lo que lo obliga a recurrir a enmiendas, fertilizantes o
pesticidas). Su valoración la hace de acuerdo con el ingreso neto obtenido
después de la producción y no con la maximización de la producción. No se trata
de producir más si esto implica endeudamiento y, por lo tanto, riesgo. Su lógica es
la producción segura, es decir, producir menos pero con saldos positivos y sin
riesgos, lo que en realidad le ha permitido permanecer en el sistema. Éste fue una
de los principales argumentos de los campesinos entrevistados cuando se les
preguntaba por el acceso al crédito, ver anexo bitácora en el ítem 3.10.
Un ejemplo de ello es el cultivo del maíz, donde cabría preguntarse “¿Qué sentido
tiene para un campesino producir 3 toneladas de maíz por hectárea si debe pagar
por anticipado el equivalente a 2 toneladas de la producción, al aplicar el paquete
tecnológico basado en insumos, si en su sistema tradicional obtiene sin ningún
riesgo una tonelada y media?” (Academia Campesina, 2012).
Es decir, tradicionalmente la eficiencia es medida con base en términos de
productividad obtenida por hectárea (rendimientos), pero no se mide ni la
eficiencia del trabajo, ni la eficiencia energética (como la relación entre la energía
incorporada, -el requerimiento energético del trabajo medido en jornadas
familiares de consumo e insumos - y la energía obtenida - producción-. De modo
que el análisis de la eficiencia energética permite determinar la rentabilidad
energética por hectárea, de un cultivo con base en un análisis sistémico (en
términos de inputs y outputs) que difiere del análisis que se hace normalmente,
que está basado en la capacidad extractiva de los sistemas productivos.
20
Esto último ayudaría no solo a complementar el análisis del sistema convencional
de precios, sino que también permitiría medir la capacidad de los sistemas
productivos para generar bienestar en las familias a través de la incorporación del
trabajo de la familia, (uso del tiempo disponible) y los recursos existentes en su
territorio asociado a sus técnicas de producción, todo bajo un concepto de
rentabilidad energética.
En este sentido, se asocia a la concepción de desarrollo interpretada de la
siguiente manera: “desarrollo sostenible, es mejorar la calidad de la vida humana,
sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan”.
(Riechman, 1995, p. 23)
De igual manera, se tiende a ignorar la importancia de los sistemas productivos
tradicionales en relación con el equilibrio de los ecosistemas, su bajo impacto
ambiental y el importante significado que tendría su fortalecimiento para el sector
salud, dadas sus condiciones de producción que incorporan no un muy bajo, sino
un uso nulo de agroquímicos, que está reconocido tienen un efecto importante en
los índices de morbimortalidad, con su consecuente costo para los sistemas de
atención en salud.
Se define la agricultura ecológica, no como aquella que intenta de un modo
romántico, el retorno a las formas pre-industriales de producción, sino implementar
una estrategia que “modernice” el agro a partir de un manejo adecuado de la
naturaleza y del reconocimiento (no de la destrucción) de la tradición rural. Los
estudios ecológicos, pusieron en evidencia la irracionalidad e inviabilidad de los
sistemas productivos modernos a la vez que se revalorizaron los sistemas de
producción tradicionales o campesinos desde la agroecología (Toledo, 1992).
21
Así mismo, frente a los problemas ambientales generados por el modelo actual y
la consecuente disminución de la capacidad de los ecosistemas para sustentar la
población, se reconoce la necesidad de una reconversión tecnológica en los
sistemas productivos, ante las limitaciones evidentes de los paquetes tecnológicos
predominantes, cuya adopción ha conducido en muchos casos a la crisis en la
producción agropecuaria, al deterioro o incluso hasta la pérdida de recursos
renovables y a impactos graves sobre el medio ambiente.
Los países ricos, mecanizados y tecnificados, prestaron generosamente su “know
how” a los países de zonas cálidas, tal vez pensando que vendían felicidad. Pero
en su euforia se olvidaron que las técnicas que “exportaron” eran únicamente
útiles para climas fríos y templados. Y cuando las máquinas que habían hecho
para producir a los suelos fríos, llegaron para trabajar en suelos cálidos, las
técnicas para calentar y secar el suelo no mejoraron la producción de los trópicos,
por el contrario, crearon desiertos e improductividad en India, en África y en Brasil
(Primavesi & Molina, 1984).
El impacto sobre los recursos naturales renovables es un ejemplo claro de los
efectos contraproducentes de estos modelos, en la medida que se actúa sobre
ellos con criterios extractivos y sin la suficiente evaluación científica. Se olvida que
del equilibrio de los ecosistemas depende la producción agrícola y la sociedad
misma.
Además, no se dispone de herramientas analíticas que permitan, al menos con
base en los agregados disponibles de la contabilidad nacional, medir la evolución
del impacto sobre la economía rural en términos sociales, de los resultados del
actual modelo y, en consecuencia, ubicar con precisión la situación real de la
población rural.
22
Históricamente ha habido ausencia de una política social articulada y coherente
para la población campesina, y pese a los esfuerzos y numerosos paquetes de
programas que se han implementado por parte de los diferentes gobiernos no hay
una concepción clara sobre cómo opera la realidad campesina colombiana
(PNUD, 2011, p. 53).
En efecto, tal como lo resalta el informe de la OCDE (2009), el PIB no puede
constituirse en el único indicador de los resultados económicos y del progreso
social. Es la conclusión subyacente al trabajo de la Comisión, que se apoyó en un
esfuerzo sin precedentes sobre el conjunto de la literatura teórica y empírica
consagrada a la medida de los resultados económicos, de la calidad de la vida y
de la sostenibilidad ambiental.
Las dimensiones esenciales de los resultados económicos no se integran en el
PIB: la amortización del capital, el nivel de vida de los hogares, las desigualdades.
Estas dimensiones deben ser aprehendidas con la ayuda de indicadores
específicos. La medida del nivel de vida en particular debe efectuarse colocándose
desde el punto de vista del hogar: sólo esta perspectiva es capaz de llenar la
diferencia entre las medidas objetivas y su percepción por la población. El
progreso social no debe ser considerado bajo un ángulo puramente material. La
calidad de la vida depende también de factores no económicos: la salud, los lazos
sociales, las condiciones ambientales, así como la subjetividad de cada uno.
Deben ser desarrollados indicadores para mejorar nuestra visión en este campo.
(OCDE, 2009).
Adicionalmente el Gini*, como indicador global de concentración de la propiedad,
no pasa de ser una expresión retórica en la formulación de Políticas o Planes de
* El índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución
23
Desarrollo, lo que no permite evidenciar el impacto de la distribución de la tierra y
su uso como referente fundamental para garantizar la capacidad de absorción del
potencial productivo de las familias campesinas y por lo tanto conceptos asociados
al bienestar como la equidad y la inclusión, no cuentan con indicadores asociados
a la tenencia que lo trasciendan, más allá de una base de cálculo simple para las
Unidades Agrícolas Familiares - UAF.
UBICACIÓN DEL PROBLEMA
Este panorama se puede observar en Simacota, Municipio epicentro de la
investigación, no porque el problema como tal sea exclusivo de la región, sino
porque permite hacer un diagnóstico a través del modelo, es decir, es un estudio
de caso, dentro del universo rural del país donde se verificará la aplicabilidad del
modelo de análisis de eficiencia energética en los procesos productivos.
El Municipio está ubicado en el departamento de Santander. Su extensión abarca
el 27.5% del área de la provincia Comunera y se encuentra ubicado a 134 Km de
Bucaramanga, limita al oriente con el Municipio del Socorro, al occidente con el
Municipio de Barrancabermeja, al Norte con los Municipios de Hato y El Palmar, y
al sur con los Municipios de Chima, Palmas y Santa Helena del Opón (Alcaldía de
Simacota, 2011). (Ver Anexo 1)
De acuerdo con las cifras reportadas por el DANE, El municipio de Simacota se
encuentra dentro de los municipios del milenio del departamento, esto quiere decir
que hace parte de los municipios que registran altas cifras de necesidades básicas
insatisfechas (el NBI para 2003 se ubicó en 58,54% mientras que para 2005
aumentó a 59,4%). Aún existe mucho por avanzar en términos del mejoramiento
perfectamente equitativa. Banco Mundial. véase Net (http://iresearch.worldbank.org/PovcalNet index.htm).
24
de sus condiciones de vida y la satisfacción de sus expectativas sociales de su
población.
El municipio de Simacota es eminentemente rural, aunque el porcentaje de
ruralidad ha venido decreciendo en los últimos años, al pasar de un 80% en 1985
a un 71% para el 2010. Según proyecciones del DANE, La población total del
municipio para el año 2010 es de 8.328 habitantes y su actividad económica
predominante sigue siendo la producción agropecuaria.
Gráfico 1. Evolución de la distribución poblacional Municipio de Simacota
Fuente: Información DANE, datos intercensales y proyecciones poblacionales 1985-2020. Cálculos
propios
Al revisar la evolución de la población resto, por edades, se observa una
disminución considerable en la participación de la población infantil (al pasar del
38% en el año 1985, al 31% en el año 2010), acompañado de una disminución de
población femenina, especialmente en la franja de población joven. Por su parte,
las franja de población en edad adulta, muestra una tendencia creciente (al pasar
del 29% en el año 1985, al 36% en el año 2010).
25
Tabla 1. Evolución de la población Resto 1985-2010
POBLACIÓN 1985 2005 2010
Hombres Mujeres % Hombres Mujeres % Hombres Mujeres %
Ru
ral
Niños 1.662 1.679 38 1.248 1.104 35 967 885 31
Jóvenes 1.158 1.098 26 857 718 24 839 696 26
Adultos 1.226 1.274 29 1.268 1.039 34 1.152 958 36
Ancianos 305 344 7 226 230 7 229 217 8
Total 4.351 4.395 100 3.599 3.091 100 3.187 2.756
10
0
TOTAL RURAL 8.746 6.542 5.943
Fuente: Series poblacionales DANE 1985-2020. Cálculos propios
El municipio de acuerdo con las tendencias de los rangos de edad, ha venido
disminuyendo su tasa de natalidad, el índice de masculinización y el de
envejecimiento, muestran que la población joven y las mujeres han migrado del
área rural, en busca de mejores oportunidades educativas y laborales. El
comportamiento de estos indicadores podrían explicar la tendencia en la
disminución de la población rural, aunque no son suficientes para determinar las
razones de la caída tan drástica entre el periodo 1985-2005, causas que se salen
del alcance del presente estudio.
En efecto, el IRPEA1 de la población rural municipal pasó de 7 jóvenes por 1
adulto que está a punto de cesar su actividad laboral en 1951, a 4 jóvenes por 1
adulto para el año 2010. Esto quiere decir que la mano de obra joven dispuesta a
reemplazar la cesante presenta una notable disminución en el área rural, con el
impacto que puede generar para la economía rural del municipio.
1 El Índice de Renovación de la Población Económicamente Activa se define como la relación entre
la población en el rango entre 15 y 24 años por cada 100 personas entre 55 y 64 años.
26
Tabla 2. Indicadores Poblacionales Rurales Simacota
1951 1964 1985 1993 2005 2010 2020
Ruralidad 0,80 0,83 0,80 0,84 0,75 0,71 0,66
Masculinización 106 126 98 118 116 116 113
Envejecimiento 100 92 180 159 193 240 281
Juventud 10.003 10.924 5.555 6.274 5.180 4.159 3.559
Dependencia 583 568 624 623 648 688 715
Renovación PEA 7 7 4 4 4 4 3
Fuente: DANE. Cálculos propios
Por otra parte, si bien, la actividad agrícola es la predominante, en los últimos 9
años, se evidencia una gran disminución en cuanto a área sembrada y producción
- al pasar de 8.498 toneladas para el año 2002 a 4.277 en el año 2011 - , reflejado
en la disminución tanto de áreas sembradas como de sus niveles de producción
(ver Anexo 2), con las consecuentes implicaciones sobre el bienestar de la
población rural y la soberanía alimentaria del municipio.
Gráfico 2. Evolución de la producción Agrícola. Municipio de Simacota
Fuente: Información Evaluaciones Agropecuarias Municipales. CCI – Ministerio de Agricultura y
desarrollo Rural, 2009 Cálculos propios.
En términos de la capacidad regional de producción de alimentos, se observa una
disminución de la disponibilidad de alimentos de origen regional municipal,
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Producción 9.621 10.588 9.590 8.264 8.060 5.734 4.457 4.621 4.398 4.587
0
2.000
4.000
6.000
8.000
10.000
12.000
Ton
elad
as
27
afectando consecuentemente la soberanía alimentaria. Es así como, los productos
tradicionales -caña panelera, maíz tradicional, yuca, plátano- y de pan coger, han
venido perdiendo participación en el área sembrada, dándole paso al monocultivo
y a la actividad ganadera con la consecuente menor disponibilidad para satisfacer
los requerimientos de alimentos de la población total (ver Anexo 3).
Esto muestra que en el municipio, no se ha logrado mantener el equilibrio mínimo
necesario, en términos de la relación entre las áreas urbanas y las rurales, para
garantizar lo que se denomina la “suficiencia alimentaria” municipal. Aunado a
esto, las cifras prediales muestran que en el municipio de Simacota, el 54% de los
predios tienen un tamaño menor a 10 hectáreas y representan tan sólo el 5% de la
superficie total. Por su parte, el 5% de los predios tienen un tamaño mayor a 100
hectáreas y ocupan el 45% de la superficie total (ver anexo 4).
La disminución de la población rural y su producción, la migración, en busca de
mejores oportunidades educativas y laborales, aunado al uso inadecuado de los
suelos rurales (ver anexo 6 vocación y conflicto de uso), la concentración de la
propiedad, el débil acceso de la población campesina a los servicios sociales
básicos (salud, educación, vivienda,…) han deteriorado las condiciones de vida de
la población rural, (el NBI entre el 2003 y 2005 pasó de 58,54%, a 59,4%) y han
acrecentado las condiciones de miseria en las grandes urbes del Departamento,
dada la incapacidad de las ciudades para absorber en términos formales la
población que se desplaza del campo.
De manera que se hace necesario, evidenciar la situación actual del Municipio en
términos de la capacidad de sus sistemas productivos para sostener la población y
plantear orientaciones para la formulación de la política pública de desarrollo rural
municipal, con base en el análisis de la población existente, los sistemas
productivos característicos, las condiciones socioeconómicas de la población y las
condiciones medioambientales del territorio.
28
Por todo lo anterior la pregunta central de investigación es:
¿Por qué son los indicadores de eficiencia energética un modelo de análisis para
entender el funcionamiento y dinámica de los sistemas productivos de economía
campesina, donde crecimiento y bienestar pueden evolucionar juntos
positivamente?
De igual manera y como parte del problema desglosado:
¿Permiten los indicadores de eficiencia energética proponer políticas más
integrales o complementarias de eficiencia de la producción campesina en relación
con los indicadores tradicionales de desarrollo?
¿Cómo se pueden favorecer los sistemas de producción donde se privilegia el uso
del trabajo familiar (energía incorporada) y los recursos naturales disponibles en el
territorio en el caso del Municipio de Simacota?
29
2. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO
En general, para el caso de la producción campesina, tradicionalmente el análisis
se centra en el sistema convencional de precios, que si bien, da una información
importante sobre la generación de ingresos y gastos de las familias, no da cuenta
sobre la relación de factores vitales para la dinámica productiva campesina –
como el uso del tiempo y del territorio – y la capacidad de sus sistemas
productivos para generar bienestar en las familias a través de la incorporación de
trabajo de la familia, y los recursos existentes en su territorio asociado a sus
técnicas de producción.
Estas tendencias en la concepción del desarrollo rural, han afectado notablemente
las posibilidades de desarrollo de la economía campesina, su relación e
interacción con el sector urbano y la agroindustria y su rol estratégico para el
desarrollo del país.
En este sentido, se propone a partir de este ejercicio de investigación, la
aplicación de un marco analítico para la interpretación del desarrollo rural a nivel
local y regional, y sus interrelaciones urbano–rurales a partir de una variable
simple, la Kilocaloría, como la relación entre requerimientos vitales y sociales de la
población y la capacidad de producción regional, vista como dotación alimentaria
base y punto de partida para el análisis de los procesos de transformación
agroindustrial.
Este camino alternativo proporcionaría la información para mejorar las condiciones
de producción de aquellos sistemas que han mostrado ser eficientes
energéticamente, sin necesidad de cambiar la dinámica de los sistemas
productivos campesinos que son inherentes a las familias, es decir, generar las
30
condiciones necesarias para que puedan desarrollarse, esta es una razón vital,
que justifica la presente propuesta.
De manera que, considerando la regla de Romer, el planteamiento se sustenta en
el hecho de que antes que cambiar al campesino, lo que se requiere es modificar
las condiciones en las que se encuentra para que pueda seguir siendo campesino,
en su territorio y con la garantía de satisfacción de sus expectativas sociales.
La regla de Romer, en general sostenía que
"La meta de la estabilidad es el principal empuje para el cambio". Al aplicar esta
regla con respecto al Desarrollo Económico, se infiere que los beneficiarios del
desarrollo desean cambiar pero manteniendo lo que tienen, si bien quieren
cambios pero dentro de su cultura tradicional. De ahí la importancia de la cultura
en el desarrollo. (Morales, 2005)
Los sistemas de producción en economía campesina muestran una muy baja
dependencia de energía externa, contrariamente a los sistemas productivos
convencionales basados en la agroquímica, que si bien logran mayores niveles de
productividad por área, es de tal magnitud la inversión en insumos que
invariablemente han tenido que recurrir a la aplicación de subsidios. (Héritage,
2008).
Por otra parte, la importancia que adquiere el mundo rural para la búsqueda del
desarrollo del territorio en su conjunto va más allá de la simple revalorización de
los espacios rurales - propugnada por los teóricos de la nueva ruralidad - como
respuesta a la problemática que enfrentan las grandes urbes, sino desde una
búsqueda de un desarrollo que integre lo urbano y lo rural en una relación de
doble vía.
31
“Fuera de la creciente importancia de las actividades secundarias y primarias en la
agricultura, un proceso que algunos autores han denominado de 'desagrarización'
la nueva ruralidad también contempla un cambio en la valoración del espacio rural
debido al ecologismo, a la recreación y al turismo rural, así como cambios
culturales y en los estilos de vida de la población rural como consecuencia de la
mayor interacción rural-urbana y de los medios de comunicación. Varios aspectos
de la nueva ruralidad ya estaban presentes antes del giro neoliberal en las
políticas públicas. Y comenta con cierta ironía que quizás lo nuevo está en la
percepción relativamente tardía de los investigadores rurales de estos procesos de
cambio que ya se estaban produciendo en el campo. (Kay, 2009)
Para garantizar la provisión de alimentos sanos, la prestación de servicios
ambientales y eco-turísticos y el cuidado y conservación de los recursos naturales,
por parte del área rural, se requiere un gran esfuerzo por parte del Estado, para
lograr el bienestar social rural, es decir, la generación de las condiciones que
permitan el acceso equitativo a los bienes sociales, incentive la permanencia de
los pobladores rurales, la reproducción de la unidad familiar, así como de los
sistemas productivos acorde con las características particulares del territorio, y se
logre compensar el valioso aporte que hace el campesino al bienestar de la
sociedad en su conjunto.
De modo que no se puede hablar de un modelo de desarrollo único, sino del
desarrollo rural visto bajo un nuevo paradigma, donde el punto de partida sean las
comunidades rurales, la población campesina y la articulación urbano-rural, lo cual
permita el reconocimiento de las particularidades y heterogeneidades de la
población rural, su identidad, sus modos de producción, sus recursos, intereses,
antecedentes históricos, prácticas culturales y sus ambientes naturales.
En este sentido, es necesario un trabajo de investigación que se oriente hacia la
aplicación de un modelo analítico que refleje las condiciones de vida de los
32
pobladores rurales y su evolución en el tiempo, a partir de un análisis de eficiencia
en la administración de los flujos de energía que intervienen en los procesos
productivos, herramienta que permitiría establecer la correlación entre un modelo
de “desarrollo conveniente” y la satisfacción de las expectativas sociales rurales,
más allá de la interpretación de resultados de la evolución de los mercados, que
como ya se dijo no explican en sí mismos, la situación de deterioro de las
condiciones sociales.
En pocas palabras, ¿cómo impulsar la economía campesina a partir del
fortalecimiento de su agricultura, que protege los recursos naturales y favorece su
identidad, del reconocimiento de sus saberes y la consolidación de procesos
productivos con valor agregado, por medio de la articulación academia, estado y
sector productivo de manera que permita potenciar un desarrollo integral?
Entonces es pertinente proponer un modelo analítico que permita medir el
desarrollo rural de un territorio, soportado en un análisis de eficiencia en la
administración de los flujos de energía que intervienen en los sistemas de
producción, de la capacidad de satisfacción del consumo social requerido por las
familias campesinas y del aprovechamiento conveniente del potencial de trabajo
de su población rural, correlacionados con el grado de satisfacción de la demanda
energética vital regional urbano-rural.
Así mismo, es vital dejar explícito que al disminuir la relevancia de las relaciones
existentes entre el trabajo potencialmente disponible y el realmente utilizado, se
pierde la posibilidad de ampliar la eficiencia productiva al no incorporarse la fuerza
de trabajo disponible al sistema productivo. En síntesis, al no incorporar el trabajo
de la familia, el sistema pierde la posibilidad de ampliar las condiciones de
eficiencia que se traducirían en mejores niveles de bienestar de la población; esto
es técnicamente descrito, la correlación entre la energía disponible y la energía
incorporada (Héritage, 2011).
33
Este gran paso, se puede logar a través de la aplicación del Modelo soportado en
el cálculo del Índice Héritage de Desarrollo Rural que se expresa como la media
geométrica del producto del Índice de Oportunidades Campesinas (IOC), la Tasa
de Suficiencia Alimentaria Regional (TSA), y el Factor de Desutilidad Del Trabajo
(FDT). Lo que hace pertinente la investigación, pues son Indicadores necesarios
para comprender mejor la economía campesina.
En síntesis, la hipótesis de trabajo es que la medición de la eficiencia energética
(que engloba la energía producida y la energía real incorporada en el proceso de
producción) en los sistemas productivos campesinos, medidos a través de las
categorías de Uso del Tiempo y Uso del Territorio, además de ampliar la visión de
los modelos tradicionales de desarrollo basado en análisis de precios e ingresos
monetarios, permitirá evidenciar la capacidad de los sistemas productivos para
satisfacer el requerimiento vital de la población rural y las expectativas de
consumo social requerido (consumo complementario-alimentos), es decir,
identificar la situación de bienestar de la población rural; todo esto es una
justificación esencial para un mejor desarrollo rural campesino.
En concreto para el caso de estudio, ante la situación del Municipio -migración,
disminución de la producción, etc. reseñada en el problema - se hace necesario,
estudiar y comprender la situación actual pero en términos del modelo, es decir,
de la capacidad de sus sistemas productivos para sostener la población y plantear
orientaciones para la formulación de la política pública de desarrollo rural
municipal, con base en el análisis de la población existente, los sistemas
productivos característicos, las condiciones socioeconómicas de la población y las
condiciones medioambientales del territorio.
Por lo tanto, es vital en el presente trabajo de investigación, aplicar el modelo
analítico que, además de permitir la caracterización de sistemas de producción
campesinos, con tres grupos de productores en diferentes zonas, en el Municipio
34
de Simacota, - con base en el análisis de sus prácticas culturales de manejo, su
economía, su eficiencia energética, identificando sus fortalezas y debilidades-
permite plantear un objetivo de desarrollo campesino, que contemple la capacidad
de sus sistemas productivos para garantizar la satisfacción del consumo social de
las familias campesinas, entendido éste último como el requerimiento
complementario al requerimiento vital de la población.
Este propósito, fue concertado con la Administración Municipal de Simacota, con
el propósito de integrar los resultados obtenidos en este trabajo a la Formulación
de la Política Pública Municipal de Desarrollo Rural, que avanza en este momento,
en la cual el gobierno local, pretende que se exponga la demanda de servicios,
(asesorías, capacitación, gestión y acompañamiento de los procesos, desarrollo
de planes, programas y proyectos) del sector agropecuario y ambiental del
municipio, que se pretenden atender desde la administración municipal y
departamental para que estas últimas estructuren y fortalezcan su capacidad
institucional y funcional.
A través de la formulación de propuestas alternativas, se plantearán estrategias
orientadas al logro de un objetivo de desarrollo campesino, enmarcadas en ejes
temáticos y programas, tendientes al mejoramiento de las prácticas culturales
comunes a las formas de producir en la región, el reconocimiento del valor del
trabajo del campesino, su nivel de eficiencia energética, su contribución a la
soberanía alimentaria de la región y el acceso a la tierra como modo de vida.
En efecto, establecer las condiciones socioeconómicas que permitan que el
campo se configure como un lugar donde se privilegie la población campesina, se
respete su cultura y responda a sus expectativas de vida se convierte en una
necesidad imperiosa para la sociedad en su conjunto, pues la provisión de
alimentos sanos, junto con la preservación de los recursos naturales, permite
generar oportunidades de un desarrollo integral y equitativo.
35
Si bien los alcances de este proyecto no trascienden hacia la aprobación de la
política pública municipal de Desarrollo Rural de Simacota, puesto que este
propósito requiere un esfuerzo amplio de participación y concertación entre los
diferentes sectores que deben intervenir en su formulación, si se espera que los
resultados obtenidos contribuyan a ella como novedoso mecanismo de
interpretación y fijación de objetivos político institucionales.
36
3. MARCO CONCEPTUAL
“La naturaleza como socio silencioso del hombre, no solamente le dicta a éste cuándo ha de iniciar un proceso agrícola sino que también le prohíbe detener el proceso antes de que se haya completado”.
(Georgescu-Roegen)
3.1 LA BIOECONOMÍA Y EL DESARROLLO
La bioeconomía interpreta los procesos económicos a partir de las leyes de la
termodinámica. Como ciencia económica ecológica y socialmente sostenible,
entiende el proceso económico como uno subsistema de la biósfera, respetuoso
de las leyes y límites físicos de la misma. Nicholas Georgescu-Roegen*, explica a
partir de las leyes de la termodinámica, que el crecimiento económico no es la
solución a los problemas económicos, mientras que es la principal causa del
problema ambiental. (Georgescu-Roegen, 1996).
La bioeconomía se sustenta principalmente en el paradigma de la termodinámica.
Al respecto, Mosangini interpretando a Georgescu-Roegen plantea:
El cambio del rumbo marcado por la economía se vuelve dramáticamente urgente ya que la sociedad industrial ha convertido a la especie humana en dependiente del consumo de recursos escasos que se van agotando irrevocablemente. Si el agotamiento de los recursos es inevitable, su ritmo depende del ritmo de consumo de la humanidad. Cuanto más desarrollo económico y crecimiento, más rápido el agotamiento. Esta situación no afecta sólo a nuestro modelo industrial, sino también nuestro sistema agrícola. Así, la agricultura mecanizada y agroquímica moderna han significado pasar de un sistema de producción de alimentos tradicional dependiente de las radiaciones solares (un flujo de energía virtualmente infinito a escala humana) a un sistema basado en la explotación de un stock de recursos finitos. Al sustituir la tracción animal por tractores, el abono natural por agroquímicos y
* Uno de los economistas más importantes e influyentes del siglo XX. de origen rumano. Su obra, escrita esencialmente en las décadas de los 60 y 70 en lo que se refiere a los temas que dan origen al decrecimiento, constituye una crítica radical a la economía ortodoxa así como una tentativa de renovar y trascender la disciplina mediante la formulación de una teoría económica alternativa: la bioeconomía.
37
fertilizantes, el autoconsumo y los mercados locales por sistemas de transporte internacionales de alimentos, etc., nuestro modelo de producción alimentaria ha pasado a depender del petróleo en todos sus componentes, y no puede mantenerse de ninguna manera mediante el flujo solar. (Mosangini, 2007, p. 5).
Riechmann define la capacidad de sustentación:
La noción de capacidad de sustentación y relación con el desarrollo sostenible, sólo tiene sentido en relación con todo el planeta, y depende además del nivel tecnológico y la organización social en un estadio histórico dado. Igualmente, define el concepto de capacidad de sustentación (o capacidad de carga) del territorio, para una especie, como el máximo de población de una especie dada que puede ser mantenido de manera indefinida, sin que se produzca una degradación en la base de recursos que pueda significar una reducción de la población en el futuro. Podríamos reformular el concepto de desarrollo sostenible en términos de capacidad de sustentación: de este modo, desarrollo sostenible sería el desarrollo que no daña la capacidad global de sustentación del planeta. O, de otro modo: desarrollo sostenible es mejorar la calidad de vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que lo sustentan. La sustentabilidad o sostenibilidad no puede entenderse en ningún caso como un principio puramente técnico, sino como un principio ético-normativo, que “incluye características necesarias junto a otras que son deseables, y por tanto no puede construirse según una versión única; es un proceso más que un estado, de forma que no es obtenida de una vez para siempre y preserva la posibilidad de cambio; une reglas de gestión ecológicamente responsable a la manera de las propuestas de Daly con principios de equidad socio-política, participación ciudadana, descentralización y pluralidad cultural. (Riechmann, 1995, p. 19)
Barkin menciona las limitaciones de la teoría convencional del desarrollo para
responder a problemas medioambientales y de equidad. Sostiene que:
La teoría convencional del desarrollo busca soluciones a la pobreza en los cambios estructurales producidos por el mercado. Pero esta estrategia plantea dos preguntas medulares. La primera: ¿es viable un nuevo período de crecimiento posible o deseable, dadas las limitaciones ambientales? La segunda: de acuerdo con la trayectoria histórica, ¿existe evidencia demostrada de que los nuevos niveles de crecimiento proporcionarán mayor equidad económica, política y social entre los diversos grupos de naciones, regiones, comunidades e individuos? La respuesta a ambas preguntas es no. Una estrategia de libre mercado no puede tender un puente sobre el abismo que existe entre los ricos y los
38
pobres, característico de los dualismos de nuestros días. Más bien, debemos reconocer que los recursos naturales son limitados, que es necesario centrar las tareas educativas en superar la pobreza con programas de gestión local y participación directa, y lograr la sostenibilidad ofreciendo un programa de desarrollo para aquellos actualmente excluidos, lo que también mejorará las condiciones para el resto de la sociedad. Con la creciente comprensión de la amenaza de la crisis ambiental, aumentan las presiones por tecnologías de producción y patrones de consumo más responsables. Aunque hay casos selectos donde los recursos son utilizados con mayor eficiencia y se presta mayor atención a la reducción y reciclaje de múltiples desechos, el problema fundamental es el imperativo hacia el crecimiento basado en el consumo de un volumen cada vez mayor de bienes y servicios, demandando más recursos y energía. Esto crea un modelo insostenible que las sociedades opulentas no están preparadas para contener, mucho menos para revertir. (Barkin, 2002, p. 171,180)
Gliessman habla de la existencia de una red de conexiones a partir de cada agro -
ecosistema hacia la sociedad humana y los ecosistemas naturales.
La energía es la fuente de vida de los ecosistemas y de la biósfera en general. En esencia la Agricultura es la manipulación que hacen los seres humanos de la energía en los ecosistemas, así como todos los agro ecosistemas, desde el más sencillo hasta los más intensos, requieren una adición extra de energía diferente a la que provee el sol; de manera que los seres humanos intervenimos en los agro ecosistemas en varias formas, por ejemplo manejando plantas que no son los cultivos, manejando a los herbívoros, irrigando, arando el suelo, etc. Para hacer esto se necesita trabajo y energía. La modernización de la agricultura se ha basado en el proceso de adicionar grandes cantidades de energía a los agroecosistemas, con el propósito de incrementar las cosechas. La mayoría de esta energía adicional proviene directa o indirectamente de fuentes no renovables como el petróleo. Además la cantidad de energía cosechada es menor que la cantidad de energía adicionada a varios cultivos; por lo tanto, las formas intensas de uso de energía en nuestros agro ecosistemas actuales, no pueden ser sostenidas a largo plazo, a menos que existan cambios fundamentales en la forma de hacer agricultura. (Gliessman, 2002, p. 271).
Gliessman explica que la modernización de la agricultura en los últimos decenios
se ha basado en el proceso de adicionar grandes cantidades de energía a los
agroecosistemas, con el propósito de incrementar las cosechas. La mayoría de
esta energía adicional proviene directa o indirectamente de fuentes no renovables
como el petróleo. Además sostiene que:
39
“La cantidad de energía cosechada es menor que la cantidad de energía
adicionada a varios cultivos; por lo tanto, las formas intensivas de uso de energía
de nuestros ecosistemas actuales, no pueden ser sostenidas en el largo plazo, a
menos que existan cambios fundamentales en la forma de hacer agricultura”.
(Gliessman, 2002)
3.2 ECONOMÍA CAMPESINA Y DESARROLLO RURAL
Cuando se habla de desarrollo en un territorio determinado, inevitablemente se
debe aludir a su población. Al ser la población campesina, base de las
comunidades rurales y responsable de alrededor del 50% de la producción de
alimentos en el país (PNUD, 2011), es esencial entender la dinámica de sus
sistemas productivos y su lógica de relacionamiento, mediante el estudio de
algunas variables que dan cuenta de su modo de vida y, así mismo, permiten
plantear orientaciones que conduzcan a su bienestar.
Durante años, la población campesina, se ha movido en el espacio rural en
diferentes actividades y procesos de trabajo, pero al final, su relación con la tierra
y el medio ambiente que le rodea, es lo que le ha permitido permanecer, en medio
de las vicisitudes, las condiciones cambiantes de la economía y las dinámicas
sociales, culturales, ambientales e institucionales. Su gran capacidad para
interrelacionarse entre sí y generar comunidad alrededor de su identidad e
intereses en común, le ha dado al campesino la posibilidad de enfrentar su
entorno y exigir el reconocimiento como sujeto de derechos.
De esta manera, aunque la población campesina a través de la historia ha sido
afectada por diversos escenarios, a los cuales ha tenido que adaptarse para poder
sobrevivir, la esencia de su identidad, la desarrolla cuando las condiciones se lo
permiten.
40
El análisis propuesto en este trabajo, parte del estudio de la economía campesina
con base en dos categorías fundamentales: el uso del tiempo y el uso del territorio.
Como corolario, se entiende que el campesino es más que un productor. Si bien,
su principal actividad es la producción de alimentos, es un ser que conoce la tierra
y todo lo relacionado con ella, pues es allí donde vive, ha adquirido la experiencia
y ha desarrollado el conocimiento, de manera que es su “modo de vida”.
La concepción de campesino y de los rasgos esenciales de las economías
campesinas a nivel mundial, ha sido estudiada por muchos autores a través del
tiempo, en Europa principalmente desde Chayanov y las teorías neo populistas de
la economía campesina en Rusia, pasando por Estados Unidos (Critchfield), hasta
llegar a los diferentes teorías que han explicado el comportamiento de dichas
economías y de los procesos en América Latina, Llambí, Schetjman, Chonchol,
entre otros.
Chonchol afirma que cuando se habla de economía campesina se hace referencia:
Al conjunto de las explotaciones basadas fundamentalmente en el trabajo familiar, donde la familia constituye el núcleo esencial de producción y de consumo. La estrategia de acción de estas familias busca reproducir y mantener estas unidades de explotación para satisfacer sus necesidades personales y los requerimientos de la explotación, como también para responder a las exigencias provenientes de las relaciones sociales e institucionales de dichas familias (Chonchol, 1994)
En la economía campesina latinoamericana, las formas de tenencia de la tierra
son variadas, así como el tamaño de las diversas unidades, la capacidad para
ocupar totalmente la fuerza de trabajo familiar, la riqueza de sus recursos
naturales, la potencialidad productiva, sus patrones tecnológicos, el grado de
integración a los mercados y su situación evolutiva (reproducción o
desintegración). Si bien, es cierto que existe una diversidad de la economía
campesina, está asociada fundamentalmente a las estrategias de supervivencia.
41
“El sector campesino, como segmento de la población, aunque han perdido cierto
peso relativo, sigue existiendo. Desde el punto de vista de la política y de la
política económica, parece más razonable abandonar el supuesto de
transitoriedad y considerar su perdurabilidad, a partir del análisis de las causas
que contribuyen a su persistencia y a su descomposición” (Cepal, 1980, p. 133)
De modo que para este estudio es preciso dar un salto conceptual, que permita
tener una noción más amplia de la economía campesina
El Campesinado, se entiende como el conjunto de familias rurales que articulan su
economía, principalmente, a las actividades de producción y transformación
primaria agropecuaria, a partir de la búsqueda de eficiencias en el uso de su
territorio y de su tiempo laboral potencial, privilegiando la protección de los
recursos ambientales. Igualmente, se define la Agricultura Campesina, como
aquella forma de producción propia del Campesino, que privilegia el uso del
tiempo laboral productivo familiar, lo cual contribuye al mejoramiento de sus
condiciones de vida a través del uso del trabajo familiar - genera ingresos
familiares - y responde a las expectativas de la sociedad en su conjunto”.
(Héritage, 2008)
Cuando se alude al concepto de economía campesina, se considera como unidad
institucional de análisis al grupo de productores y se aborda el enfoque desde una
perspectiva de familia. La Economía Campesina es, pues, aquella forma de
producción familiar que utiliza el conjunto de la fuerza de trabajo doméstica y de
relaciones cercanas de vecindad y los recursos naturales, sociales y financieros,
para garantizar, la permanencia de la unidad familiar en su territorio, mejorando
sus condiciones de vida a partir de unas expectativas sociales definidas.
“La mayoría de las explotaciones agrícolas son pequeñas, casi siempre
gestionadas como empresa familiar. Constituyen una importante fuente de trabajo
42
a nivel local en muchas zonas rurales y desempeñan un papel de una importancia
fundamental en el mundo rural.” (Dirección General de Agricultura y Desarrollo
Rural, 2011, p. 5).
Entonces, la economía campesina busca interrelacionar de manera equilibrada la
tierra disponible, y para ello privilegia la disponibilidad de la fuerza de trabajo
familiar sobre los demás medios de producción. Este particular modo de
producción, organización y relacionamiento con el mercado se caracteriza porque:
La tierra es su modo de vida y no sólo un factor de producción
La principal fuente de ingresos es la actividad productiva, de ahí que la forma
de medirlos sea a través de su producción.
Sus sistemas productivos privilegian el uso del trabajo familiar disponible, como
generador de valor y no la maximización de la valorización del capital. Parte del
producto de su trabajo lo consume beneficiando así su ingreso y reduciendo
dependencias en su abastecimiento vital.
El hombre al ejercer principalmente en forma directa la actividad productiva,
requiere el apoyo de toda la familia, para la realización de sus labores. Por
consiguiente se habla de las jornadas familiares de consumo (no individuales) que
debe garantizar una jornada laboral productiva igualmente familiar.
El potencial productivo es 260 jornadas laborales productivas en el año, por
hombre adulto o joven en edad de trabajar que no esté estudiando. Se asumen
260 jornadas año a partir de las disposiciones del ministerio de trabajo para
calcular el salario mínimo, descontando feriados y festivos.
La forma de producción es diversificada: Asocio de cultivos, con base en un
aprovechamiento equilibrado de la tierra, fruto del conocimiento campesino.
La solidaridad como estrategia de sobrevivencia. La organización es la fuerza
que promueve y materializa las acciones y los cambios concertados
comunitariamente, asegurando su perdurabilidad. (Héritage, 2008).
43
Adicionalmente, “Los territorios rurales se definen como espacios geográficos cuya
cohesión deriva de un tejido social específico, de una base de recursos naturales
particular, de instituciones y formas de organización propia y de determinada
forma de producción, intercambio y distribución del ingreso. Por lo tanto, un
elemento fundamental que caracteriza y diferencia los territorios rurales es su
dependencia de la base de recursos naturales. (Sepúlveda, Rodríguez, Echeverry,
& Portilla, 2003).
3.3 MARCO TEÓRICO
El Modelo Analítico Héritage basado en análisis de Eficiencia Energética. Cuando
se trata de ubicar la situación actual de la economía campesina a partir de la
lógica de los indicadores convencionales, desde modelo de desarrollo económico
implementado en el país, no se logra medir cuál es el impacto que ha tenido sobre
ella. La mayoría de los sistemas agrícolas en economía campesina basan su
productividad en el uso de las fuentes orgánicas de energía de que disponen en
su territorio, y se caracterizan por lo mismo por un bajo de uso de insumos
agroquímicos que se tienen que adquirir por fuera de los predios. Por esta razón,
tienden a dar un manejo equilibrado a los recursos naturales con el fin de
mantener sus fuentes de energía, lo que conlleva a diversificar sus sistemas
productivos en un manejo permanente de asociación de cultivos. Esto le permite,
igualmente, que sus fuentes de ingresos sean diversas.
“Las pequeñas fincas que producen granos, frutas, hortalizas, forrajes y productos
animales en el mismo campo son más productivas que las grandes fincas si se
considera el total de productos en lugar del rendimiento de un cultivo individual”.
(Koohafkan & Altieri, 2010).
44
Adviértase que, la economía campesina tiene una lógica interna, diferente a la
empresarial.
En este sentido, existe un contraste entre estas dos formas de organización social
de la producción, la agricultura campesina y la agricultura empresarial, en cuanto
al objetivo de la producción y el origen de la fuerza de trabajo, la tecnología
(intensidad de la mano de obra, capital e insumos), el destino de los productos y el
origen de los insumos, el riesgo e incertidumbre (tasa de ganancia y/o
supervivencia), componentes del ingreso (ingreso familiar indivisible parcialmente
en especie y salario, renta y ganancia). (Cepal, 1980. p. 133)
El Modelo Analítico Héritage, ha propuesto el concepto de Termodesarrollo para
identificar un modelo de desarrollo conveniente que incorpora, además de las
categorías de Uso del tiempo y Capacidad de Sustentación del territorio, criterios
prácticos que permiten evaluar alternativas de desarrollo desde el punto de vista
de su sostenibilidad y eficiencia en la administración de los flujos de energía que
acompañan a los procesos de producción, comercialización y distribución.
El Termodesarrollo, se define como “Un proceso conveniente a través del cual una
sociedad regional logra con autonomía y capacidad de decisión, la orientación y el
ritmo de los cambios que ella a sí misma determina, privilegiando la eficiencia en
la administración de los flujos de energía en un territorio concreto y en un tiempo
determinado, a partir de dos categorías fundamentales: el uso del tiempo libre
social y la capacidad de sustentación del territorio.” (Héritage, 2008)
En su forma más elaborada, el concepto de Termodesarrollo se apoya entre otros,
en el término termoeconomía, propuesto por la teoría termoeconómica, para
establecer los límites a la capacidad de degradación entrópica del entorno por
parte de los procesos agroindustriales o industriales y corregir la actual tendencia
hacia la degradación del medio ambiente, dado el carácter finito de la biosfera.
45
Sus principales desarrollos se encuentran fundamentalmente en (Georgescu-
Roegen, 1996; Valero, 1998), entre otros.
La aplicación de este modelo analítico, se soporta en el reconocimiento de que los
procesos de producción rural y su impacto en la población deben ser analizados a
partir de un enfoque termodinámico que interprete los niveles de entropía que se
generan en dichos procesos, lo que conduce a un análisis objetivo de la eficiencia
de los sistemas de producción.
El Modelo Analítico Héritage, desarrolla el Índice Héritage de Desarrollo Rural
(IHDR), a partir de una serie de indicadores que permiten explicar la situación de
las comunidades rurales y construir un objetivo de desarrollo que privilegie la
eficiencia de los procesos productivos, en un análisis de productividad energética,
y cuyo propósito central sería lograr la permanencia de estas comunidades en su
territorio, garantizando la satisfacción de sus expectativas sociales.
Como indicador de impacto, el IHDR permite evidenciar los procesos de cambio
en el largo plazo, considerando las expectativas que la sociedad rural construye
en función de sus intereses y de acuerdo con la selección y apropiación de las
técnicas de producción que se aplican, a partir del conocimiento que tienen sobre
las condiciones particulares de su territorio (Héritage, 2011).
El índice IHDR, mide la eficiencia de la administración de los flujos de energía que
intervienen en los sistemas de producción agropecuarios. Correlaciona la
eficiencia energética del sistema productivo con la capacidad de satisfacción del
consumo social requerido de la población rural y el aprovechamiento conveniente
de la capacidad potencial de trabajo.
Los indicadores se enmarcan dentro de dos conceptos bien definidos que explican
el bienestar de la población rural ellos son: Equidad e Inclusión. La Equidad se
refiera a la tasa de retorno energética (TRE) que está directamente relacionado
46
con el índice de oportunidades campesinas (IOC), es decir la capacidad que
tienen los sistemas productivos para garantizar el requerimiento vital y las
expectativas de consumo social de las familias campesinas.
Por su parte, la inclusión hace referencia al índice del uso del tiempo laboral
productivo IUT, es decir la posibilidad que tiene la familia campesina de utilizar el
potencial total de su trabajo y así, encontrarse incluido (o excluido) del sistema
productivo. Se explica a través del Factor de Desutilidad del Trabajo (FDT).
Las variables constituyentes de cada indicador, se expresan en una unidad de
medida energética común: la kilocaloría. A continuación se relacionan:
Tabla 3. Indicadores Héritage de Desarrollo Rural
INDICE VARIABLE
TASA DE
RETORNO
ENERGÉTICA
(TRE)
Pci: Producción por cultivo (kg)
VKci: Valor energético por cultivo (Kcal.)
Pr: Población rural
Rv: Requerimiento vital energético (Kcal.)
Aci: Área del cultivo (ha)
Eeci: Energía externa usada en el cultivo (insumos y
maquinaria) (kcal.)
INDICE DE
OPORTUNIDADES
CAMPESINAS
(IOC)
TRE: Tasa de Retorno Energética
CSR: Consumo social Requerido: Encuesta de Ingresos
y gastos DANE
1. Bebidas Alcohólicas y Tabaco
2. Prendas de vestir y calzado
3. Vivienda y servicios (agua, luz, gas)
4. Equipos del hogar- Electrodomésticos (Muebles y
accesorios)
47
5. Servicios médicos y de salud
6. Transporte
7. Comunicaciones (teléfono, celular e internet)
8. Recreación y Cultura (Vacaciones ferias)
9. Educación
10. Vacaciones (hoteles y restaurantes)
11. Otros Bienes y servicios
12. Impuestos
13. Gastos Financieros
Rvr: Requerimiento vital de la población rural
ÍNDICE DEL USO
DEL TIEMPO
(IUT)
JLE: Jornadas Laborales Efectivas: cantidad de
jornadas que se requieren para la producción por
hectárea.
JLP: Jornadas Laborales Potenciales: Población
masculina entre 15 y 64 años
FACTOR DE
DESUTILIDAD
DEL TRABAJO
(FDT)
Factor que normaliza el índice de uso del tiempo (IUT),
en un rango de 0 a 1, siendo su rango normalizador
cuando el IUT es igual a 1, y el rango de inconsistencia
cuando el IUT es cercano a 0 ó mayor de 1,4.
TASA DE
SUFICIENCIA
ALIMENTARIA
(TSA)
Ep: Energía producida en kilocalorías
Erv: Energía de Requerimiento vital de la población total
ÍNDICE
HÉRITAGE DE
DESARROLLO
RURAL
(IHDR)
Índice Compuesto. Se expresa como la media
geométrica del producto entre el IOC, la TSA y el FDT
Fuente: Corporación Héritage, 2011. Elaboración propia.
48
3.3.1 Flujos de energía en un sistema de producción campesino. Los flujos de
entrada energética están determinados por el requerimiento vital de la familia
campesina, entendiendo que es la energía necesaria para que la unidad familiar
pueda involucrar su trabajo en la producción, más los insumos externos que
eventualmente incorpore al sistema. Los flujos de salida son su producción medida
en kilocalorías.
Figura 1. Flujos de Energía en un Sistema de Producción Campesino
Fuente: Corporación Héritage, 2011.
El requerimiento Vital (Rv). Es el número de Kilocalorías que necesita consumir
un ser humano para garantizar su estabilidad vital. Se tomó como base la media
reportada por el análisis de Bienestar Familiar, sobre el consumo en kilocalorías
de las comunidades rurales, promedio por familia, de la siguiente manera:
Tabla 4. Requerimiento vital de la población Rural
ENERGÍA (Kcal/Día)
Miembro de la familia Todas las
Actividades
Solo Jornada
Laboral
Hombre 3.078 1.766
Mujer - Anciano 2.447 1.423
Niños/Joven 2.246
Fuente: Corporación Héritage. 2011
ENTRADAS - Inputs (kcal):
Requerimiento vital de la familia (factor de consumo familiar)
Insumos externos
SALIDAS - Outputs
* Producción primaria (kcal)
SISTEMA DE PRODUCCIÓN
49
El factor familiar de Consumo energético. Se define como el número de
jornadas familiares de consumo vital (365 días año por persona) que deben ser
garantizadas por las Jornadas Laborales Productivas (JLP) de la familia
campesina (260 jornales año por hombre en edad de trabajar). (Héritage, 2011)
En una familia tipo que está compuesta por 5 personas, el total de jornadas
familiares de consumo diarias al año es de 1.825 y el número de JLP potenciales
con un solo hombre en capacidad de trabajar es de 260 al año. El factor de
consumo familiar es el número de jornadas familiares de consumo diarias que
debe garantizar una jornada de trabajo. De manera que una jornada laboral
productiva debe garantizar 7,02 jornadas familiares de consumo, es decir
17.469kcal día de toda la familia. En el cuadro se presenta la relación de consumo
energético para una familia campesina tipo en Santander.
50
Tabla 5. Relación de Consumo Energético en economía campesina familia tipo Santander
Fa
mil
ia
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LP
Kc
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ía)
1 HOMBRES 1 260 365 260 3.078 1.123.470
MUJERES 1 365 2.447 893.155
NIÑOS 2 730 4.492 1.639.580
ANCIANOS 1 365 2.447 893.155
TOTAL 5 260 1.825 260 12.464 4.549.360
PROMEDIO 2.492 7.02 17.492
Fuente: Corporación Héritage, 2011
51
El Consumo Social Requerido (CSR). Es el requerimiento de una población en
un territorio específico, para satisfacer su consumo vital y social complementario
expresado en unidades energéticas (Kcal), entendido como la condición mínima
para garantizar sus derechos sociales, económicos y culturales fundamentales
(trabajo, vivienda, educación, salud, alimentación y consumo cultural), que
permitan que esta comunidad pueda permanecer en su territorio. (Héritage, 2011)
Al estudiar el comportamiento del gasto de acuerdo con la Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos (ENIG) -, realizada por el DANE, se puede observar que en la
población rural el consumo de alimentos correspondiente a su requerimiento vital
representa el 33% del gasto familiar, es decir, alrededor de la tercera parte de su
gasto total.
Tabla 6. Gasto promedio por Hogar en Colombia
Dominios de estudio y
clasificación del Gasto
Total
Nacional % Cabecera % Resto %
Alimentos y bebidas no
alcohólicas 253.629 16 257.513 15 239.127 33
Bebidas alcohólicas, cigarrillos y
afines 41.119 3 44.523 3 25.456 4
Prendas de vestir y calzado 93.359 6 103.051 6 47.241 7
Alojamiento, agua, electricidad,
gas y otros combustibles 297.592 19 349.218 20 103.837 14
Muebles, artículos para el hogar
y para la conservación ordinaria
del hogar
47.101 3 54.369 3 19.834 3
Salud 36.334 2 39.667 2 22.746 3
Transporte 175.307 11 197.692 11 55.104 8
Comunicaciones 58.520 4 63.600 4 22.768 3
Recreación y cultura 54.844 4 60.465 3 26.427 4
52
Dominios de estudio y
clasificación del Gasto
Total
Nacional % Cabecera % Resto %
Educación 75.696 5 87.947 5 15.049 2
Restaurantes y hoteles 154.873 10 165.138 10 82.592 11
Bienes y servicios diversos 255.284 17 306.451 18 59.933 8
TOTAL 1.543.656 100 1.729.632 100 720.114 100
Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos 2006 – 2007. Elaboración propia.
De modo que, al calcular, de acuerdo con el coeficiente de Engel2, la relación
entre consumo social requerido (CSR) y requerimiento vital (Rv) es la siguiente:
CSR ≈ 3Rv.
3.3.2 Indicadores y rango de interpretación3
3.3.2.1 Indicadores de Equidad
Tasa de Retorno Energética (TRE). Permite determinar la capacidad de la
producción agrícola, en un territorio determinado, para satisfacer el requerimiento
vital de la población rural y generar excedentes, para la satisfacción del Consumo
Social Requerido (CSR) y una determinada capacidad interna de ahorro.
(Héritage, 2011)
2 Corresponde a la participación del gasto en alimentos en el gasto total. Coeficiente de Engel =
Gastos alimentarios / Gastos totales. MEISEL ROCA, Adolfo y ROMERO P., Julio. Igualdad de oportunidades para todas las regiones [en línea]. En: Documentos de trabajo sobre Economía Regional, No. 87, Enero de 2007 [citado 8 may. 2013]. Disponible en Internet: <URL: http://www.banrep.gov.co/sites/ default/files/publicaciones/archivos/DTSER-83.pdf > 3 Corporación Héritage 2011.
53
Dónde:
Ep: Energía Producida
Pci : Producción por Cultivo i
Vki: Valor energético del cultivo i expresado en kilocalorías
Ei : Energía Ingresada
Pr : Población rural
Rv: Requerimiento Vital
Aci : Área del Cultivo i
Eeci: Energía Externa usada en el cultivo i (insumos y maquinaria).
Rangos de interpretación:
Nivel Crítico: una TRE inferior a uno (1), evidencia que la producción agrícola
de un determinado territorio no alcanza a satisfacer el requerimiento vital de la
población rural; por lo tanto, es muy probable que esta población presente
situaciones de inseguridad alimentaria.
Nivel de Compensación: denominado así cuando la TRE se encuentra en un
rango superior a uno (1) pero inferior a tres (3)4; indica que el total de la energía
producida, tiende a ser igual a la cantidad de energía total requerida por el sistema
para satisfacer tanto el requerimiento vital como el consumo social requerido5 de
la población Rural.
Nivel de Oportunidad: se presenta con una TRE cuyo valor es superior a tres
(3); indica que la producción agrícola genera unos excedentes energéticos que
4 El nivel de tres se calcula a partir de la relación reportada por la Encuesta Nacional de Ingresos y
Gastos (ENIG) – Dane, entre el total del gasto del núcleo familiar rural y el valor del consumo en alimentos. 5 Las categorías de CSR, corresponden a la clasificación internacional identificada por el DANE en
la Encuesta de Hogares: Vestuario, Vivienda, Electrodomésticos, Salud, Educación, Recreación y Cultura, Transporte, Comunicaciones, Viajes, Impuestos y otros bienes y servicios.
54
garantizan una determinada capacidad interna de ahorro (CIA) para las unidades
familiares.
Índice de Oportunidades Campesinas (IOC). Se define como el goce efectivo de
derechos para una familia campesina. El IOC como indicador sintético, se
relaciona con las condiciones de bienestar de la situación actual de la familia
campesina en su conjunto. No se basa en la caracterización individual de las
oportunidades sino en el principio de la solidaridad. Este índice determina en qué
medida la TRE puede satisfacer el requerimiento vital y el Consumo social
Requerido de la población. (Héritage, 2011)
Dónde:
TRE : Tasa Retorno Energético
CSR : Consumo Social Requerido,
RV : Requerimiento Vital de la población Rural.
3.3.2.2 Indicadores de Inclusión
Índice de Uso del Tiempo laboral productivo (IUT). Se define la división del uso
del tiempo a partir de tres segmentos básicos: El tiempo necesario vital, El tiempo
laboral productivo, El tiempo libre social
55
Figura 2. Distribución del uso del tiempo
El tiempo necesario vital, así como el consumo vital es un proceso que prosigue
ininterrumpidamente con el flujo de Tiempo y están asociados a las necesidades
fisiológicas del ser humano. Por otra parte, el tiempo laboral productivo y tiempo
libre social se encuentran mutuamente relacionados. El tiempo libre social es
aquel del que dispone la sociedad una vez cumplido el tiempo laboral productivo;
es decir, el uso eficiente del tiempo laboral productivo garantiza el goce del tiempo
libre social (la satisfacción de las necesidades espirituales y sociales).
El Índice del Uso del Tiempo laboral productivo, define la relación entre el
potencial de trabajo disponible en un territorio determinado y el empleado
efectivamente en las actividades productivas reportadas. Permite interpretar las
posibilidades de crecimiento de la (TRE). (Héritage, 2011)
Índices menores a uno (1) evidencian la posibilidad de apropiar tiempo laboral
disponible para invertir en nuevas labores productivas.
Su expresión matemática es la siguiente:
Dónde:
JLE : Jornadas Laborales Efectivas
ACi : Número de hectáreas sembradas de un cultivo i.
TIEMPO NECESARIO
VITAL
TIEMPO LABORAL
PRODUCTIVO
TIEMPO LIBRE
SOCIAL
8 horas 8 horas 8 horas
56
JCi : Cantidad de jornadas que se requieren para la producción de un cultivo i
por hectárea.
JLP : Jornadas Laborales Potenciales.
: Población rural masculina entre 15 y 64 años.
A continuación se describen los rangos en que se puede encontrar el IUT para un
sistema, y su correspondiente interpretación.
Nivel Crítico: un Índice del Uso del Tiempo menor a 0,3 es un nivel crítico en la
medida en que demuestra un bajo aprovechamiento de tiempo laboral disponible,
cuya causalidad puede explicarse por la escasez o inexistencia de medios de
producción.
Nivel de Compensación: en este nivel, la relación entre los jornales laborales
efectivos y los potenciales se encuentra en el rango 0,3 – 0,8. De modo que esta
situación indica que la actividad productiva logra ocupar en gran proporción los
jornales laborales potenciales de la población rural. Pero aun así, existe mano de
obra disponible.
Nivel de Oportunidad: se observa cuando el IUT se ubica entre 0,8 y 1,2. La
combinación del IUT en este nivel con TRE superior a 3, permite medir la
capacidad de apropiación efectiva del tiempo libre social, garantizado por los
recursos obtenidos en la producción.
Nivel de descompensación del tiempo libre social: se presenta cuando el
IUT se ubica entre 1,2 y 1,7 lo cual significa que se está sacrificando parte del
tiempo libre social para apropiar tiempo en labores productivas sin poder satisfacer
sus requerimientos.
Rango de inconsistencia: cuando el IUT es mayor a 2, puesto que el reporte
diría que se está trabajando más allá de 365 días por persona año.
57
Factor de desutilidad del trabajo (FDT). Indicador que normaliza el índice de uso
del tiempo (IUT), en un rango de 0 a 1, siendo su mayor valor cuando el IUT es
igual a 1, y el mínimo cuando IUT es igual a 0 y 2. Es un índice de alerta para el
IHDR, que evidencia cuando el IUT se sale de los rangos lógicos, es decir,
sobrepasa el tiempo que un ser humano puede disponer para la actividad
productiva. (Héritage, 2011)
Tasa de suficiencia alimentaria (TSA). Indicador de Suficiencia Alimentaria*;
evidencia la situación de un territorio en relación con su autonomía alimentaria, en
este caso, la capacidad de abastecimiento de la región para satisfacer el
requerimiento vital de todos sus pobladores (urbano – rurales) y al mismo tiempo
permite determinar cuál es la capacidad exportadora que tiene un territorio.
(Héritage, 2011)
Su expresión matemática es:
* Este concepto está asociado a la soberanía alimentaria, como derecho de cada pueblo a definir sus propias políticas agropecuarias y en materia de alimentación, a proteger y reglamentar la producción agropecuaria nacional y el mercado doméstico a fin de alcanzar metas de desarrollo sustentable, a decidir en qué medida quieren ser autosuficientes, a impedir que sus mercados se vean inundados por productos excedentarios de otros países que los vuelcan al mercado internacional mediante la práctica del ‘dumping’… La soberanía alimentaria no niega el comercio internacional, más bien defiende la opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población a disponer de métodos y productos alimentarios inocuos, nutritivos y ecológicamente sustentables. (Rosset, 2004)
58
Dónde:
Ep : Energía producida
Erv : Energía en Requerimiento Vital
PT : Población Total
Rv : Requerimiento Vital promedio por persona.
Los rangos de interpretación son los siguientes:
Nivel Crítico: tiene lugar con una TSA menor a 0,5. Existe un déficit alimentario
que refleja la alta dependencia de las importaciones de alimentos en un territorio
para satisfacer el requerimiento vital del total de su población.
Nivel de Compensación: si la TSA, se encuentra en el intervalo de 0,5-1;
denota la tendencia que tiene la producción primaria para satisfacer el
requerimiento vital del total de la población por encima del nivel crítico, es decir
hacia la garantía de la soberanía alimentaria territorial.
Nivel de Oportunidad: ubica la TSA mayor a uno (1) y refleja que la
producción primaria además de satisfacer el requerimiento vital de la población
total del territorio, genera excedentes de producción que permiten medir la
capacidad exportadora del mismo.
3.3.2.3 Índice Héritage de Desarrollo Rural (IHDR). Índice compuesto que
permite medir el Desarrollo Rural de un territorio, soportado en un análisis de
eficiencia en la administración de los flujos de energía que intervienen en los
sistemas de producción, de la capacidad de satisfacción del consumo social
requerido por las familias campesinas y del aprovechamiento conveniente del
potencial de trabajo de su población rural, correlacionados con el grado de
satisfacción de la demanda energética vital regional urbano-rural. Se expresa
como la media geométrica del producto del Índice de Oportunidades Campesinas
59
(IOC), por la Tasa de Suficiencia Alimentaria (TSA), por el Factor de Desutilidad
Del Trabajo (FDT). (Héritage, 2011)
Rangos de interpretación del IHDR
Nivel Crítico: menor a 0,4 indica situaciones de posible inseguridad alimentaria
y mínima apropiación del Tiempo Laboral Productivo, posiblemente ligado a falta
de territorio.
Nivel de Compensación: entre 0,4 y 1 mide la tendencia hacia la satisfacción
del consumo social requerido con un índice de apropiación conveniente del
Tiempo Laboral Productivo. Indica las posibilidades de crecimiento para la
generación de una determinada Capacidad Interna de Ahorro (CIA).
Nivel de Oportunidad: mayor a 1 indica que un territorio satisface el CSR de
su población rural y genera excedentes que fortalece su CIA y la capacidad
exportadora del territorio. Al mismo tiempo refleja la capacidad de apropiación del
tiempo libre social. Mide la capacidad de permanencia de la población rural en su
territorio.
El tablero de mandos: permite visualizar la situación de la población rural, en un
determinado territorio en términos de tres niveles: Crítico, Compensación y
Oportunidad.
60
Tabla 7. Indicadores y rango de interpretación
TRE IUT TSA IOC FDT IHDR
Crítico <1,0 <0,3 <0,5 <0,3 <0,5 <0,4
Compensación 1<TRE<
3
0,3<IUT<0,
8
0,5<TSA<1,
0
0,3<IOC<1,
0
0,5<FDT<0,
9
0,4<IHDR<1,
0
Oportunidad >3,0 0,8<IUT<1 >1,0 >1,0 >0,9 >1,0
Fuente: Corporación Héritage, 2011.
El nivel crítico, refleja una situación de malestar económico y social, en el cuál la
población campesina no cuenta con los medios para crecer y desarrollarse (en
términos del uso del tiempo y del territorio), lo cual ocasiona su salida, en busca
de mejores oportunidades. En estos territorios, existen situaciones de inseguridad
alimentaria, allí es necesaria la presencia del estado, en términos de brindar
asistencia alimentaria y prestación de servicios básicos.
El nivel de compensación, indica que si bien, la población rural apenas cuenta con
los medios necesarios para desarrollar su actividad productiva, ésta última no es
suficiente, para garantizar la satisfacción de las expectativas de consumo social de
las familias. En territorios en estas condiciones, es fundamental la prestación de
asistencia técnica (opción tecnológica que privilegie el uso del tiempo y del
territorio), de tal manera que permita el mejoramiento de las condiciones de
producción.
El nivel de oportunidad muestra que las condiciones de crecimiento y desarrollo de
la población rural están dados, es decir, la población cuenta con los medios
necesarios para lograr bienestar (en términos de satisfacción de sus expectativas
sociales de consumo) y a su vez generar ahorro. Esta situación permite a las
familias aprovechar su tiempo libre social y mejorar su nivel de vida, garantía para
lograr su permanencia y la de sus futuros hijos. En territorios que se encuentren
en estas condiciones, existe una gran capacidad exportadora de alimentos, la cual
61
da lugar a procesos de transformación primaria, fundamentales en la generación
empleo y valor agregado.
Siguiendo el modelo de Cambio Social y tecnológico desarrollado por Héritage
para la construcción de un Objetivo de Desarrollo, se plantean las categorías
correspondientes a cada una de las fases (Héritage, 2011):
Fase descriptiva (Causalidad): se remite al análisis causal de los procesos de
desarrollo, para entender y ubicar la situación actual de la economía campesina
(línea de base) y medir los cambios en el corto plazo, a partir de la determinación
de los indicadores (TRE, IUT, TSA).
Fase Propositiva (Intencionalidad): se proyecta la orientación del desarrollo, a
partir de la definición un objetivo de desarrollo, que contempla las expectativas
sociales de la población (CSR) y determina los factores que se deben privilegiar
(el uso del tiempo y el uso conveniente del territorio). Tiene como indicador el
índice de oportunidades campesinas (IOC), el cual refleja las posibilidades de
mejoramiento de las condiciones en que se encuentran los campesinos, es decir,
el nivel de bienestar.
Fase Formulativa (Cambios): se plantean las estrategias de intervención que
conducen al objetivo de desarrollo definido, con base en el planteamiento de
alternativas basadas en el fortalecimiento de un modelo tecnológico que privilegie
el factor trabajo y el conocimiento local, sobre el factor capital, fundamental para
lograr la permanencia de la población en su territorio. Se mide con el IHDR
Estas fases están articuladas a tres Indicadores generales:
El Acto Político como Indicador de Proceso, hacen referencia a los resultados
medibles de los planes de desarrollo en sus componentes sectoriales, articulados
a los informes de gestión de los períodos correspondientes, que se constituyen en
líneas de base para medir los cambios en el largo plazo.
62
El Hecho Político como indicador de Impacto en la orientación de la formulación
de Planes y Políticas, hace referencia a las decisiones esbozadas en los
programas y proyectos.
El Hecho político, como indicador de impacto, refleja la intencionalidad de las
instituciones a través de los ejercicios de planeación, expresada en las Políticas
Públicas y los Planes de Desarrollo, como respuesta a las expectativas que la
sociedad rural construye en función de sus propios intereses y con la orientación
tecnológica propia del cúmulo de conocimiento técnico que responde a la
apropiación por parte de las comunidades rurales, de su territorio.
Finalmente, el Hecho Jurídico que mide los cambios logrados, igualmente
como indicador de impacto, a partir de la formulación de dichos Planes y Políticas.
Son las normas marco para que las decisiones se conviertan en acciones.
El Hecho Jurídico, también como indicador de impacto, responde a los cambios
que se logran a partir de la ejecución de las Políticas y los Planes, que se miden
con base en la instrumentalización normativa que permite la definición de los
medios y las asignaciones en la ejecución de los recursos.
A los Hechos Políticos y Jurídicos se asimilan los indicadores propuestos por El
modelo Analítico Héritage, a partir de dos categorías fundamentales: El Uso del
Territorio y el Uso del Tiempo. (Ver ilustración).
63
Figura 3. Fases Modelo Analítico Héritage
Fuente: Héritage, 2011. Elaboración propia
FASE 1
ANÁLISIS CAUSAL
MODELO ANALÍTICO HÉRITAGE
LÍNEAS DE BASE
DETERMINANTES DEL DESARROLLO
RURAL
(TRE, IUT, TSA)
ORIENTACIÓN Y RITMO DEL PROCESO DE CAMBIO
EXPECTATIVAS SOCIALES (CSR, IOC)
INDICADORES DE
IMPACTO
ACTOS POLÍTICOS INDICADORES DE
PROCESO
FASE 2
INTENCIONALIDAD
FASE 3
CAMBIOS
OBJETIVO DE DESARROLLO
IHDR
HECHO
JURÍDICO
HECHO POLÍTICO
64
4. ESTADO DEL ARTE
El trabajo de investigación se inició con la “Caracterización de 11 sistemas
productivos en el municipio de Matanza–Santander”, que consistió en la
identificación de las diferentes relaciones dadas, en términos de actividades
productivas, formas de producción, mano de obra utilizada, ingresos generados,
consumo y balance energético, así como los rasgos y dinámicas ambientales del
territorio donde se encuentra asentada dicha población. Este estudio fue la base,
para la ampliación de la caracterización al municipio de Simacota - donde se
seleccionaron tres grupos de productores de economía campesina.
David Pimentel, profesor de la Universidad de Cornell, a partir del estudio de
algunos sistemas productivos en diversas regiones de Estados Unidos, analiza la
eficiencia energética de dichos sistemas y los compara con sistemas tradicionales
de producción. Mostró que la agricultura moderna es menos eficiente, en cuanto al
balance energético logrado. Por ejemplo, con la revolución verde de los años 60 y
70 que se basó en la introducción de variedades de trigo y arroz que suponían una
drástica simplificación biológica en la agricultura y además iban unidas a un
sistema de producción agrícola más intensivo en energía de combustibles fósiles y
en insumos químicos, los balances energéticos fueron disminuyendo, aun cuando
se aumentaron los rendimientos por área. (Pimentel & Pimentel, 2008).
Siguiendo el modelo analítico de Pimentel, La Corporación Héritage evaluó los
niveles de eficiencia dentro de un sistema productivo, a partir del análisis de los
flujos de energía dentro del mismo, vistos como una relación entre entradas -
inputs - (factor de consumo familiar e insumos) y salidas - outputs – (producción),
utilizando como variable energética la kilocaloría. (Héritage, 2011).
65
Este trabajo realizado se basó en la determinación de relación de eficiencia en
términos de obtención de energía útil consumible, de los diferentes sistemas,
susceptibles de ser comparados - agricultura empresarial, economía campesina -
De esta manera se realizó el cálculo del balance energético para tres tipos de
sistemas productivos de maíz: producción tradicional caso Santander, producción
tecnificada en el caso del Valle del Cauca y Estados Unidos (Kansas).
Al examinar el balance energético por hectárea, se evidencia que el sistema de
producción tradicional de maíz en Santander es mucho más eficiente que el de
Maíz Tecnificado en el Valle del cauca, pues su relación es 9,2: 1 frente a 1,91: 1.
Como lo muestra la ilustración 6. El sistema de producción de Estados Unidos
alcanza una relación de 3,84: 1, en 2005, pasando de una media de 3,23: 1 que se
obtenía en 1975 (ver ilustración 7). Después de 30 años de investigación y
adaptación de nuevas tecnologías, los avances en los resultados no son
significativos, por decir lo menos.
El sistema de producción campesino es más eficiente, pues involucra el trabajo
potencial de la familia que se mide en términos de jornadas familiares de consumo
energético, y no requiere energía externa ni en la producción ni en la post
cosecha, puesto que se utilizan abonos naturales, semilla local, recursos
disponibles, y la principal fuente de energía, el sol.
66
Figura 4. Balance energético para el sistema de maíz tradicional en Santander y el
sistema de maíz tecnificado Valle del Cauca
Fuente: Corporación Héritage 2011.
67
Figura 5. Balance energético Caso sistema de maíz tecnificado – EE.UU
Fuentes: Corporación Héritage, 2011.
La Corporación Héritage, realizó la aplicación regional del modelo analítico en el
departamento de Santander. Al estudiar la relación entre la evolución de la
población rural, el área dedicada a la producción agrícola, el área pecuaria y el
área de bosques, encontró lo siguiente: El área agrícola del departamento si bien,
muestra una tendencia estable, la participación de los cultivos permanentes en el
área es mayor que la de los cultivos transitorios. Los productos tradicionales como
caña panelera, maíz tradicional, yuca, plátano y fique - y de pan coger, han ido
perdiendo participación en el área sembrada, dándole paso a la Palma Africana y
el cacao en menor proporción, consolidándose así una producción agrícola
basada en el monocultivo. (Poveda & Guerrero, 2011)
BALANCE ENERGÉTICO Caso Sistema Maíz Tecnificado - EE.UU
Balance Energético 2005
3,84: 1
Balance Energético 1975
3,23: 1
68
La tendencia muestra que cada vez es mayor el área destinada a la actividad
pecuaria en el departamento. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria del
DANE, El departamento de Santander ha venido incrementando su participación
en el contexto nacional en los últimos diez años, en cuanto a población bovina se
refiere, al pasar de representar el 4,64% en el año 2000 a 6,08% para el año 2009,
el área de pastos pasó de 1.251.839 a 1.809.006 entre el año 2000 y 2010.
Gráfico 3. Tendencias de población, área agrícola, pecuaria y bosques,
departamento de Santander
Fuente: Poveda & Guerrero, 2011
Siguiendo el análisis, desde 1990 se perdieron 393.642 Has de bosque que se
fueron sumando al área en pastos y rastrojos, puesto que el área agrícola no
aumentó, con las consecuencias ya conocidas sobre la pérdida de diversidad
natural y el impacto que eso genera sobre la capacidad de retener el agua en
estas zonas que son la fuente de abastecimiento tanto para la actividad agrícola
como para las zonas urbanas.
La aplicación del modelo analítico para el departamento evidenció una fuerte caída
en la producción de alimentos, expresada en el comportamiento de la tasa de
TENDENCIA DEPARTAMENTAL
0
500.000
1.000.000
1.500.000
2.000.000
2.500.000
He
cta
rea
s-h
ab
ita
nte
s
POBLACIÓN 611.2 609.7 608.1 606.6 605.0 603.5 601.9 593.9 585.9 577.9 569.9 561.9 553.9 545.9 537.9 529.9 521.9 513.9 505.9 497.9 495.8 483.6 452.9 422.3
AREA AGRICOLA 125.1 127.4 115.8 132.6 125.6 122.4 106.5 112.6 149.3 150.4 146.0 136.8 128.3 123.2 123.1 135.1 133.1 134.6 127.2 124.7 133.7 134.5 136.5 138.6
BOSQUE 992.2 987.1 967.4 947.8 928.1 908.4 888.7 869.0 883.4 829.7 810.0 790.3 770.6 750.9 711.8 711.6 691.9 672.2 652.5 632.9 593.5 554.1 455.7 357.3
PASTOS 553.5 627.8 702.2 776.5 850.9 925.2 999.6 1.073 850.4 1.051.1.251.1.428.1.377.1.408.1.519.1.551.1.603.1.706.1.809.2.066.2.324.
1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2008 2010 2015 2020
69
retorno energético, la cual pasó de un nivel de 1.51 en el año 2002 a un nivel de
1.19, para el año 2011. Esta situación refleja la pérdida de la capacidad de los
sistemas productivos para satisfacer las expectativas sociales de los pobladores
rurales. Actualmente la población rural del departamento ha venido disminuyendo
las posibilidades de mejorar sus condiciones de vida, así como de obtener algún
nivel de ahorro.
Según cifras proyectadas por el DANE, para el año 2010 la población rural que
habita el campo santandereano es de aproximadamente 515.242 personas,
representando el 26% del total de la población total departamental, frente a un
38% en el año de 1985. Igualmente se observa una fuerte tendencia de la
estructura poblacional hacia el envejecimiento y la permanencia de mayor
población masculina.
El IUT presenta una tendencia decreciente, similar a la TRE, ubicándose en 0.44
para el año 2010, lo cual permitió inferir que la población rural del departamento
está perdiendo la capacidad de ocupación de su tiempo laboral en las actividades
productivas agropecuarias. Esta situación explica por qué, si no se aprovecha el
área con vocación agrícola del departamento, se pierde la posibilidad de
ocupación de la población campesina, lo cual ocasiona su salida hacia los centros
urbanos, perdiéndose el conocimiento que poseen como productores
agropecuarios, al pasar a engrosar la población urbana desempleada ó en el
mejor de los casos a ser considerados como mano de obra no calificada.
De modo que con una TRE de 1.19 y un IUT de 0.44; la actividad productiva
agropecuaria, no les permite a las familias satisfacer sus requerimientos de
consumo social, y deben salir a ocuparse en otras actividades. No obstante, el
departamento tiene posibilidades de ampliar la actividad productiva, pues cuenta
con áreas con vocación de uso para hacerlo, además de contar aún con población
rural en términos de los jornales laborales productivos potenciales existentes.
70
El comportamiento de la tasa de suficiencia alimentaria, indica que el territorio
santandereano, a partir del año 2003, ha venido perdiendo la capacidad de
producción de los alimentos, - al pasar de una TSA de 0.77 obtenida en el año
2003, a una tasa de 0.51 para 2011 - por consiguiente no posee capacidad
exportadora. En términos generales, durante el periodo analizado, el
departamento no alcanza a producir lo que su población requiere. Actualmente
alrededor del 50% de los alimentos, se están importando, situación que afecta su
soberanía alimentaria.
Gráfico 4. Evolución de la TRE. IUT y la TSA, Departamento de Santander
Fuente: Poveda & Guerrero, 2011. Elaboración propia.
El comportamiento del Índice Héritage de Desarrollo Rural pasa de 0.64 a 0.52
entre el año 2002 y 2010, lo que denota que se presenta un deterioro de las
posibilidades de desarrollo económico y social de las familias campesinas en el
departamento, y consecuentemente una disminución en la producción alimentaria
regional, que afecta la soberanía alimentaria departamental, reduciéndose las
posibilidades de ocupación del potencial de trabajo, así como la capacidad de los
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
TRE 1,51 1,53 1,4 1,41 1,44 1,38 1,27 1,17 1,24
TSA 0,73 0,77 0,71 0,69 0,66 0,61 0,58 0,52 0,54
IUT 0,46 0,49 0,49 0,5 0,48 0,44 0,43 0,41 0,44
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
0
1
2
3
4
5
6
TRE-
TSA
IUT
RV
CSR
71
sistemas productivos para satisfacer el consumo social requerido por las familias
campesinas, afectando de esta manera las oportunidades de permanencia de la
población rural.
Gráfico 5. Índice Héritage de Desarrollo Rural. Santander 2002-2011
Fuente: Corporación Héritage 2011. Elaboración propia.
El tablero de mandos permite observar que en los últimos años el departamento
se encuentra en un nivel de compensación en su desarrollo; es decir, aunque su
situación no es crítica, su población rural no alcanza a satisfacer sus expectativas
de consumo social, con una tendencia a ubicarse en un nivel crítico. De manera
que las condiciones de equidad - en términos de las posibilidades de ampliar su
producción energética y sus oportunidades de obtener bienestar - y de inclusión –
desde el uso efectivo del tiempo laboral productivo - de la población rural se han
visto afectadas considerablemente.
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
IHDR 0,64 0,66 0,63 0,62 0,61 0,58 0,55 0,51 0,54 0,52
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
IHD
R
Bienestar
72
Tabla 8. Tablero de Mandos Indicadores de Desarrollo Rural, departamento de
Santander
SANTANDER 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
TRE 1,51 1,53 1,40 1,41 1,44 1,38 1,27 1,17 1,24 1,19
IUT 0,46 0,49 0,49 0,50 0,48 0,44 0,43 0,41 0,44 0,44
TSA 0,73 0,77 0,71 0,69 0,66 0,61 0,58 0,52 0,54 0,51
IOC 0,50 0,51 0,47 0,47 0,48 0,46 0,42 0,39 0,41 0,40
FDT 0,71 0,74 0,74 0,75 0,73 0,69 0,67 0,65 0,68 0,68
IHDR 0,64 0,66 0,63 0,62 0,61 0,58 0,55 0,51 0,54 0,52
Fuente: Poveda & Guerrero, 2011.
Gliessman explica que la modernización de la agricultura en los últimos decenios
se ha basado en el proceso de adicionar grandes cantidades de energía a los agro
ecosistemas, con el propósito de incrementar las cosechas. La mayoría de esta
energía adicional proviene directa o indirectamente de fuentes no renovables
como el petróleo. Además sostiene que: “La cantidad de energía cosechada es
menor que la cantidad de energía adicionada a varios cultivos; por lo tanto, las
formas intensivas de uso de energía de nuestros ecosistemas actuales, no pueden
ser sostenidas en el largo plazo, a menos que existan cambios fundamentales en
la forma de hacer agricultura”. (Gliessman, 2002)
Por otra parte, en el estudio “Valoración energética de 41 sistemas
agroalimentarios Venezolanos”6, conducido por el profesor Miguel Ángel Núñez,
se evaluaron 41 cultivos, tomando referencias básicas para la evaluación de
balances y eficiencias energéticas de sistemas agrícolas tropicales, se estudiaron
los rubros por niveles de consumo, producción y eficiencia, aplicado al caso
6Profesor e Investigador Agro ecólogo del IDECYT-UNESR, Coordinador del Diplomado de
Agroecología, Núcleo Mucuchies-Mérida. Instituto para la producción e investigación de la Agricultura Tropical IPIAT.
73
venezolano, cuyo objetivo es brindar orientaciones para el manejo de algunas
políticas públicas de aplicación en el sector agrícola. (Núñez, 1994)
Moreno, 2001. Realiza una primera aproximación a la valoración de un sistema
productivo desde una perspectiva energética. El balance (coyuntural) de energía
para el cultivo de arroz Riego en el país, para el año 1999, implica establecer sus
consumos energéticos, las transformaciones y las salidas que genera. En este
particular, se cuantifican aquellas biomasas que se comercializan. Las salidas
restantes consideradas como almacenamientos y disipaciones de la energía no
son cuantificadas, por la complejidad que encierran, sólo se pretende establecer
un posible orden de magnitud del agregado.
La aplicación del modelo en el sistema arroz riego en Colombia, en el año de
1999, indica que para producir una kcal se requieren 2.1 kcal de insumos; la
energía desaprovechada es del 51.5%, de la cual 14% corresponde a biomasa
(impurezas, quemas abiertas) y el 37.5% restante son almacenamientos y
disipaciones. Los resultados muestran insostenibilidad desde la perspectiva
termodinámica. (Moreno, 2001).
Muñoz, Concluye que “a pesar de su “éxito”, en términos de productividad, en
sistemas de producción de cacao clonado, no podrán ser sostenibles mientras
dependan en gran medida de insumos externos. En primer lugar, los recursos
naturales de los cuales provienen los insumos, son no renovables y de cantidades
finitas. En segundo lugar, la dependencia de insumos externos hace que el
agricultor sea vulnerable a la oferta de insumos y por lo tanto al incremento de los
precios”. (Muñoz, 2006).
Forero, analiza y valora la dinámica económica-empresarial de los sistemas de
producción familiares a través de la cuantificación de algunas variables
significativas que permiten determinar el ingreso familiar y la eficiencia técnica -
74
económica y la eficiencia del proceso productivo en términos de su capacidad para
generar excedente económico independientemente de quién lo apropie.
Considerando que el objetivo fundamental de los sistemas de producción
familiares se fundamentan en su capacidad para contribuir a la reproducción de la
familia.
De esta manera considera el ingreso familiar (predial, extrapredial, agrícola y no
agrícola) y no la ganancia como la variable que puede sintetizar el estado
económico del sistema en el corto plazo. La diferencia está en la contabilización o
no de los costos domésticos y de las rentas pagadas por el productor. (Forero,
2002).
Motta, realiza un trabajo de comparación de eficiencia energética en 10 fincas
productoras de cacao, con distintos manejos agroecológicos en el municipio de
San Vicente de Chucurí, departamento de Santander. Considera los indicadores
de eficiencia e intensidad energética; el primero asociado a la relación entre
entradas totales y salidas útiles; define las entradas totales como el total de las
entradas culturales (laboreo e insumos orgánicos) y las entradas de tipo industrial.
El segundo indicador asociado a la cantidad de energía que se necesita para
producir una tonelada o kilo de producto.
Los cálculos concluyen que en 8 de las 10 fincas se presentan balances
energéticos superiores a uno. Esta situación está relacionada con la mayor o
menor dependencia de combustibles fósiles. Las fincas con mayores entradas de
laboreo, aunque presentan balances menores a uno, podrían estar presentando
una tendencia más agroecológica, mayor reciclaje dentro del agroecosistema y un
mejor manejo del suelo. Por otra parte las mayores ineficiencias también son
explicadas por la obtención de bajos rendimientos. (Motta, 2003)
75
5. OBJETIVOS
Aplicar el modelo analítico Héritage basado en indicadores de eficiencia
energética, para determinar la situación del desarrollo rural, en particular de la
economía campesina y definir y orientar objetivos de desarrollo en el municipio de
Simacota, departamento de Santander.
5.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Aplicar el modelo analítico para caracterizar los sistemas productivos de tres
grupos de productores de economía campesina del municipio de Simacota-
Santander.
Determinar la situación del desarrollo rural en el municipio de Simacota-
Santander, a partir de la medición de los indicadores de eficiencia energética
planteados en el modelo analítico
Sugerir recomendaciones que puedan ser incorporadas en el contexto de los
objetivos de desarrollo municipal, con base en el comportamiento de los
indicadores.
76
6. ENFOQUE METODOLÓGICO (MÉTODO)
Para la realización del ejercicio de investigación se partió de una metodología que
combina e integra el enfoque cuantitativo y el cualitativo. Se hizo inicialmente una
revisión de la documentación e información existente sobre el tema de estudio.
Por otra parte se revisaronlos documentos y estadísticas agropecuarias, estudios
sectoriales de la región y del municipio de Simacota, lo cual permitió analizar el
comportamiento y evolución de la economía campesina y sus sistemas
productivos en los últimos años.
En primer lugar, para caracterizar los sistemas productivos de la economía
campesina del municipio de Simacota-Santander, se efectuó un ejercicio de
recolección de datos en campo a 45 unidades de producción familiar, ubicadas en
3 veredas de la parte alta del municipio, considerada como una zona con una
importante vocación agrícola campesina, con una vocación de uso del suelo
agroforestal (ver anexo mapa de uso del suelo y vocación de uso).
El instrumento de recolección de información utilizado fue la Bitácora Héritage (ver
anexo). En primera instancia, se realizó la estructuración y sistematización de la
información por cada familia, seguidamente, a partir de rasgos comunes de sus
sistemas productivos, asociados al tamaño de sus predios, su cercanía geográfica,
se agruparon por veredas, esto permitió desarrollar un ejercicio de estudio y cotejo
de información, teniendo como unidad de análisis el grupo de productores. En este
sentido, se definieron tres grupos, ubicados en las veredas, El Morro, San Pedro y
Santa Ana de Flores.
En segundo lugar, se realizó la aplicación del modelo analítico que permitió la
medición de los indicadores de eficiencia energética, para evaluar la situación
77
actual de los sistemas productivos y de bienestar de la población rural a partir de
las siguientes variables:
a) Tasa de retorno energético de los sistemas de producción.
b) Consumo Social Requerido para satisfacer las expectativas sociales y de
permanencia de la población campesina.
c) Uso del tiempo laboral de la familia campesina.
d) Tasa de suficiencia alimentaria.
e) Índice Héritage de Desarrollo Rural – IHDR –
En tercer lugar se formularon los lineamientos sugeridos, que puedan ser
incorporados en los objetivos de desarrollo campesino con base en el
comportamiento de los indicadores, a partir del planteamiento de alternativas y
estrategias, de intervención.
De esta manera, en el proceso de investigación se estructuraron tres fases:
Fase Descriptiva: se remitió al análisis causal para entender y ubicar la
situación actual de la economía campesina (línea de base) a partir de la
determinación de las variables para el cálculo de los indicadores relacionados con
el modelo analítico (población, producción, uso del tiempo y uso del territorio).
Fase Propositiva: se planteó la definición de una meta teórica a partir de la
definición un objetivo de desarrollo, teniendo como indicador la Tasa de Retorno
Energética (TRE) expandida, que refleje las posibilidades de mejoramiento de las
condiciones en que se encuentran los campesinos y a su vez permita el monitoreo
de la información y el análisis de los cambios observados en el tiempo de las
variables integradas en el modelo analítico.
Fase Formulativa: se plantearon dos estrategias de intervención buscando
alcanzar el objetivo de desarrollo definido, con base en el planteamiento de
alternativas basadas en el fortalecimiento de un modelo tecnológico que privilegie
78
el factor trabajo y el conocimiento local, sobre el factor capital y que a su vez
incentive la permanencia de la población en su territorio.
Figura 6. Diagrama del proceso metodológico
Fuente: Elaboración propia
Análisis Causal: Interpretación de las relaciones que determinan el
estado actual
Determinación del objetivo de desarrollo: Crecimiento de la producción energética (TRE)
Optimizando el uso del tiempo laboral productivo (IUT)
Documento Formulativo, Resultados y
Conclusiones Seguimiento a la política para
determinar el impacto de los cambios
Análisis de resultados, triangulación de la información. Qué se pretende mejorar?
Análisis cuantitativo Análisis cualitativo
Fuentes secundarias: para el análisis de población, vocación y uso del suelo, producción energética y la determinación de los indicadores municipales y las condiciones socioeconómicas del municipio.
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural –MADR- Base de datos CCI y Agronet 2007-2011.
Instituto Colombiano de Bienestar familiar – ICBF – Tabla de composición de alimentos colombianos.
DANE, Proyecciones poblacionales 1985-2020
ICBF. Guías Alimentarias para la Población Colombiana mayor de dos años, 1999.
Pimentel (2008), Moreno, G. (2001), Poveda (2011)
Información CONIF, EOT municipal, Plan de Manejo DMI 2005.
Plan de desarrollo municipal.
F a
s e
P r
o p
o s
I t
I v a
Fa
se F
o r
m u
l a
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a
Fuentes primarias: para el análisis de la composición de las familias, el uso del tiempo y del suelo, consumo social y la determinación de los indicadores por grupo de productores: * Bitácora Héritage: instrumento de carácter cualitativo y cuantitativo.
Planteamiento de Estrategias Alternativas de intervención en el corto y mediano
plazo
Fase Descriptiva
79
7. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Y DATOS
Se planteó como herramienta metodológica, para la recolección de información
primaria, que permitió la caracterización de los grupos de productores, LA
BITÁCORA de familia campesina, diseñada por la Corporación Héritage
(documento interno de trabajo). Ver anexo 5.
La bitácora se aplicó a 43 familias ubicadas en tres veredas: El Morro, San Pedro
y Santa Ana de flores, del municipio de Simacota quiénes previamente fueron
identificados y contactados para el estudio, desde la alcaldía municipal.
Las veredas están localizadas en la parte alta del municipio, zona de gran
potencial para el desarrollo de la actividad agrícola, representa alrededor del 45%
del área total de vocación agrícola del municipio (ver anexo 6).
La metodología utilizada para realizar el análisis de eficiencia energética se
encuentra en el ítem 3.3 Modelo Analítico.
80
8. CARACTERIZACIÓN DE TRES GRUPOS DE PRODUCTORES: EN
CONDICIONES DE MICROFUNDIO, MINIFUNDIO Y MEDIANA PROPIEDAD
Como se anotó anteriormente, el estudio tomó como unidad de análisis 3 grupos
de productores localizados en Simacota Alto, con características similares en sus
sistemas productivos y cercanía geográfica, vecinos residentes de las veredas de
San Pedro, El Morro y Santa Ana de Flores a quiénes se les aplicó la bitácora
Héritage. (ver anexo 5).
La bitácora es un instrumento de recolección de datos en campo, que permitió
indagar acerca de la situación actual de las familias campesinas, en relación con
el uso del tiempo y el uso del territorio, cuyo fin consistió en evidenciar las
potencialidades del territorio y las condiciones en que se encuentran las familias
en la producción (balance energético), en términos de satisfacción de sus
expectativas sociales de consumo. Además, es un instrumento de planeación que
guía la formulación de alternativas para orientar decisiones y programas de
política pública.
En la bitácora se abarcaron los siguientes temas divididos en 3 unidades: en
primer lugar, se identificó el grupo familiar y se analizó el uso efectivo del tiempo
en la actividad productiva y su disponibilidad de tiempo. También como parte de
éste módulo el reporte del consumo social de la familia, es decir, el consumo
complementario al requerimiento vital y que permitió determinar el grado de
satisfacción de su consumo social, referido a las 13 categorías consideradas en la
encuesta nacional de ingresos y gastos –ENIG- . La segunda unidad incluyó la
información correspondiente a la finca de acuerdo con el uso del territorio, el
reporte de áreas de producción por sistema productivo así como el nivel
tecnológico. La tercera unidad, constató el consumo vital reportado por las
familias, con el fin de establecer el balance energético.
81
8.1 SITUACIÓN ACTUAL
De acuerdo con sus características particulares en cuanto a ubicación geográfica y
sistemas productivos asociados al tamaño de los predios, se analizó y cotejó las
condiciones actuales de los tres grupos de productores que conforman un total de
43 familias y están distribuidos de la siguiente manera: grupo San Pedro (14
familias), El Morro (15 familias) y Santa Ana de Flores (14 familias). Es importante
resaltar que las familias que conforman los grupos presentan rasgos comunes en
cuanto a tamaño de las fincas, sistemas productivos y la ubicación de los predios
en la misma vereda.
El grupo de productores de la vereda San Pedro se encuentran en condiciones de
microfundio; los productores de la vereda el Morro, presentan condiciones de
minifundio, mientras que los de Santa Ana de Flores, son medianos productores.
En su mayoría, es decir, el 98% de los productores son propietarios de los predios;
en cuanto a la ubicación, los grupos se caracterizan porque todos son vecinos, es
decir, pertenecen a la misma vereda y presentan relaciones vecinales propias de
su forma de vida.
8.1.1 Población y uso del tiempo. Los tres grupos de productores representan un
total de 203 personas. En promedio, las familias están compuestas por 5
miembros, configuradas así: 1 niño, 1 joven, 2 adultos y 1 anciano. Del total de la
población se encuentran 38 niños, 54 jóvenes, 95 adultos y 16 ancianos.
82
Tabla 9. Composición de las familias por grupos de productores
GRUPO F/LIAS
NIÑOS DE
0 A 14
AÑOS
HOMBRES
NIÑOS DE
0 A 14
AÑOS
MUJERES
JOVENES
DE 15 A
24 AÑOS
HOMB.
JOVENES
DE 15 A
24 AÑOS
MUJERES
ADULT
DE 25-
64
AÑOS
HOMB.
ADULT.
DE 25
A 64
AÑOS
MUJ.
ANC.MA
YORES
DE 65
AÑOS
HOMB.
ANC.
MAYOR
ES DE
65
AÑOS
MUJ.
TOTAL
SAN PEDRO 14 5 9 8 10 13 14 3 5 67
EL MORRO 15 8 6 10 5 13 15 1 2 60
SANTA ANA
DE FLORES 14 5 5 12 9 23 17 3 2 76
TOTAL 43 18 20 30 24 49 46 7 9 203
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios.
83
En general, el nivel de educación de los miembros de las familias en la vereda de
Santa Ana de Flores es básica secundaria, con dos casos de jóvenes que se
encuentran cursando niveles superiores (técnico y nivel universitario), mientras
que en el grupo de la vereda El Morro y San Pedro el nivel de educación es básica
primaria, entendido como el mayor grado de escolaridad reportado por las familias.
En las veredas existe un puesto de salud que funciona de manera irregular. Las
familias en un 95% se encuentran aseguradas bajo régimen subsidiado en nivel 1
y 2. Las principales enfermedades que aquejan a la población son: enfermedades
respiratorias, gástricas y tensión arterial especialmente en adultos.
En cuanto a infraestructura de servicios, todas las casas poseen servicio eléctrico
y servicio de agua. Poseen pozos sépticos para el manejo de las aguas
residuales. Para la cocción de los alimentos utilizan gas propano y generalmente
lo combinan con la leña, en una relación 70 a 30.
8.1.2 Consumo social requerido. Al analizar el consumo social complementario al
consumo de alimentos de las familias, es decir, las posibilidades para que una
familia campesina promedio compuesta por 5 miembros pueda acceder
plenamente al servicio de salud, que sus hijos logren terminar su formación básica
y al menos un joven pueda ir a la universidad, adicionalmente se tiene en cuenta,
el goce efectivo de su tiempo libre, en términos de las posibilidades de acceso a
los servicios de recreación y esparcimiento y condiciones de vivienda dignas,
asociado a las posibilidades de contar con todos los servicios de habitabilidad
dentro de sus fincas, se encontró que ésta relación es 3,4 veces el valor del gasto
en alimentos (su requerimiento vital). Ver tabla
Una familia campesina en el municipio, puede satisfacer sus expectativas sociales
de consumo, si su sistema productivo garantiza dicha relación. Es decir, en
términos monetarios, el gasto total de las familias para satisfacer su consumo
84
social es 3,4 veces, el valor del consumo de alimentos. A continuación se
relaciona la participación de cada uno de los componentes del consumo social:
Tabla 10. Participación de los alimentos en el Consumo total de la Familia
Campesina Municipio de Simacota, 2012
Consumo Social Requerido Familia
Campesina (año) Valor $
Participación
%
0. ALIMENTOS 6.050.600 29,3
1. MOVILIDAD 1.536.000 7,4
2. EDUCACIÓN 6.970.000 33,7
2.1 Educación Media 2.250.000
2.2 Educación Superior 4.720.000
3. CONSUMO ELÉCTRICO Y GAS 660.000 3,2
4. ELECTRODOMÉSTICOS 274.000 1,3
5. RECREACIÓN 272.000 1,3
6. OTROS BIENES DE CONSUMO 585.600 2,8
7. IMPUESTOS 320.000 1,5
8. SERVICIOS DE SALUD 936.000 4,5
9. RESTAURANTES Y HOTELES
POR SALUD 144.000 0,7
10. COMUNICACIONES 360.000 1,7
11. VESTIDO 1.040.000 5,0
12. MEJORAMIENTO DE VIVIENDA 1.500.000 7,2
Total 20.648.225 100
Relación CSR/RV 3,4
Fuente: Bitácoras Simacota. Cálculos propios.
La variable que tienen más peso dentro del consumo social de las familias, es
decir, el consumo complementario a la alimentación, es la educación (33,7%), le
siguen la movilidad (7,4%), el mejoramiento de vivienda (7,2%) y la salud (4,5%);
85
situación que se explica por los altos costos de transporte asociado al estado de
las vías y a la distancia existente entre los centros de atención. Igualmente a los
costos de hospedaje, alimentación y movilidad relacionados con el acceso a la
educación superior así como el acceso a establecimientos de salud de segundo y
tercer nivel, para resolver situaciones de salud de mayor complejidad.
8.1.3 Uso del tiempo laboral productivo. La actividad productiva en la familia
campesina está directamente relacionada con las posibilidades de uso de su
tiempo laboral productivo potencial.
Cada familia dispone de un determinado tiempo para la producción que está
determinado por el potencial de jornales de que dispone el hombre al año (entre
15 y 64 años de edad), el cuál debe garantizar la energía requerida por la familia
durante los 365 días (jornadas familiares de consumo), considerando que la
actividad productiva desarrollada por el hombre, requiere el complemento de la
mujer y los hijos. De manera que el “jornal”, que se utiliza para cuantificar el factor
trabajo, no se considera de forma individual, sino que contempla siempre la
capacidad colectiva familiar para intervenir en las diferentes labores, por lo tanto
se calcula con base en la capacidad para garantizar el requerimiento vital de toda
la familia.
El uso del tiempo laboral productivo, permite relacionar el número de jornales
efectivos (asociados al tipo de cultivo y área producida) reportados por las familias
y el número de jornales potenciales determinado con base en el número de
hombres jóvenes y adultos existentes en la familia, en los rangos de edad entre 15
a 64 años, considerados como la fuerza laboral productiva.
Uso del tiempo por grupo de productores. Al realizar el análisis por cada grupo
se observa que el grupo de la vereda San Pedro muestra un índice del uso del
tiempo laboral productivo (IUT) ubicado en nivel crítico, 0.11, esto quiere decir que
86
la actividad productiva desarrollada dentro de los predios, no logra ocupar la mano
de obra disponible la cual se está desaprovechando. Por su parte el grupo de
productores de la vereda el Morro se encuentra en nivel de compensación del uso
del tiempo laboral productivo, IUT de 0.43, mientras que el grupo de productores
de la vereda de Santa Ana de flores, están ocupando gran parte del tiempo laboral
productivo, IUT de 0.79. Ver tabla
Tabla 11. Uso del tiempo por grupo de productores
GRUPO DE
PRODUCTORES
JORNALES
POTENCIALES
JORNALES
EFECTIVOS
IUT
SAN PEDRO 5.460 524 0,11
EL MORRO 5.980 2.574,03 0,43
SANTA ANA DE FLORES 8.970 7.065,70 0,79
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios.
87
Gráfico 6. Uso del tiempo por grupo de productores
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios
TIPO DE JORNADA LABORAL
JLP POTENCIALES 5980
JLP EFECTIVAS 2574,0328
JLP DISPONIBLES 3405,9672
5980
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
JOR
NA
DA
S LA
BO
RA
LES
PR
OD
UC
TIV
AS
Uso del tiempo El Morro
TIPO DE JORNADA LABORAL
JLP POTENCIALES 5460
JLP EFECTIVAS 524
JLP DISPONIBLES 4.936
5460
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
JOR
NA
DA
S LA
BO
RA
LES
PR
OD
UC
TIV
AS
Uso del Tiempo San Pedro
JORNADAS LABORALES
JR POTENCIALES 8970
TOTAL JR EF 7065,695
JR DISP 1904,305
8970
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
JOR
NA
DA
S LA
BO
RES
PR
OD
UC
TIV
AS
Uso del tiempo Santa Ana de Flores
88
8.1.4 Uso del territorio. Permite determinar las características del territorio, en
cuanto al tamaño de los predios, condiciones de producción, así como la
distribución espacial de las actividades desarrolladas dentro de la finca. Para el
análisis se determinaron 4 categorías de uso: área agrícola, pecuaria, bosque y
área disponible (rastrojos).
La superficie agrícola útil corresponde al área que puede utilizar efectivamente la
familia, para desarrollar sus labores agropecuarias. Resulta de restar al área total
de predio, el área reservada por la familia para la conservación de bosques y las
áreas de bosque.
Tamaño y uso del territorio por grupo de productores: Teniendo en cuenta el
uso y vocación de uso de los suelos del área de estudio, los sistemas productivos
desarrollados, de acuerdo con el tamaño promedio de los predios, presentes en
los grupos, éstos se clasificaron de acuerdo con su condición de: microfundio,
minifundio y mediana propiedad.
El grupo de productores de la vereda San Pedro y el Morro presentan condiciones
de microfundio y minifundio, pues el tamaño promedio por familia de los predios es
de 1,4 y 3,9 hectáreas respectivamente. Por su parte el grupo de productores de la
vereda de Santa Ana de Flores, presenta condiciones de mediana propiedad, la
extensión promedio de los predios por familia es alrededor de 26,2 hectáreas. Ver
tabla.
89
Tabla 12. Tamaño y Uso del territorio (hectáreas) por Grupo de productores
GRUPO
TOTAL
ÁREA
(HAS)
PROMEDIO
DE ÁREA
POR F/LIA
(HAS)
TOTAL S.A.U
(Superficie
Agropecuaria
Útil)
(1)+(2)+(3)
ÁREA
AGRICOLA
(1)
ÁREA
PASTOS
(2)
RASTROJOS
(Disponibilidad)
(3)
ÁREA
BOSQUE
SAN PEDRO
(microfundio 19,3 1,4 19,3 6,3 8,6 4,4 0,0
EL MORRO
(minifundio) 58,0 3,9 57,6 14,8 35,9 6,9 0,5
SANTA ANA DE
FLORES
(mediana
propiedad)
366,4 26,2 359,9 46,5 291,1 22,3 6,5
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios
90
Se observa que en los predios del grupo de productores de la vereda San Pedro,
que se encuentra en condición de microfundio, no se dispone de área de bosque o
de protección, el área de uso agrícola representa el 33%, el área destinada a
rastrojos es del 23%. Este grupo, aunque posee los predios más pequeños,
utilizan en mayor proporción el territorio en la actividad agrícola, en total
representa el 56% del territorio (contando el área específicamente agrícola y el
área disponible en rastrojos para rotación de cultivos), mientras que el 44% del
área está dedicada a pastos.
En cuanto al grupo de productores de la vereda El Morro, que se encuentra en
condición de minifundio, el uso del suelo dedicado a la producción agrícola
representa el 25%, el área disponible en rastrojos es del 12% y la destinada a
pastos es del 62%, quedando tan sólo el 1% del territorio para la protección.
Los productores de mediana propiedad correspondiente a la vereda de Santa Ana
de Flores, destinan el 79% del territorio a la actividad pecuaria, mientras que la
actividad agrícola representa el 13%, el suelo disponible es del 6% y el área de
conservación se encuentra en tan sólo el 2% del territorio.
91
Gráfico 7. Uso del territorio por grupo de productores
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios
1
AREA DEL PREDIO 19,30
AREA AGRICOLA 6,31
PASTOS 8,56
DISPONIBILIDAD 4,43
BOSQUE 0,00
19,30
6,31
8,56
0,00 0
5
10
15
20
25
HEC
TAR
EAS
Uso del territorio - San Pedro
1
AREA DEL PREDIO 58
AREA AGRICOLA 14,7806
PASTOS 35,9
DISPONIBILIDAD 6,8794
BOSQUE 0,45
58
14,7806
35,9
6,8794
0,45
0
10
20
30
40
50
60
70
HEC
TAR
EAS
Uso del territorio - El Morro
1
TOTAL PREDIO 366,4
AREA AGRICOLA 46,49
PASTOS 291,11
RASTROJOS (Disponibilidad)
22,25
BOSQUE 6,5
0,0
50,0
100,0
150,0
200,0
250,0
300,0
350,0
400,0
HEC
TAR
EAS
Uso del territorio - Santa Ana de Flores
100%
33%
44%
23%
100%
25%
62%
12%
1%
100%
13%
79%
6%
2%
92
8.1.5 Características de los sistemas de producción. La siguiente ilustración,
se resumen las principales características encontradas en cada grupo de
productores.
Tabla 13. Sistema de Producción Familiar Campesino
Grupo San Pedro Grupo El Morro
Grupo Santa Ana
de Flores
Predomina la
actividad agrícola,
cultivos asociados
y de pan coger y
de rotación de
cultivos en un 56%
del área total de
los predios
Predomina la
actividad pecuaria
en un 62% del área
total de los predios.
Presencia de
algunas especies
menores
Predomina la
actividad pecuaria
en un 79% del área
total de los predios.
El trabajo es
netamente familiar,
en épocas de
cosecha se
intercambia con los
vecinos, se
realizan acuerdos
vecinales.
. Prácticas
asociadas a las
condiciones
topográficas del
terreno. Uso del
azadón y el
machete, para la
El trabajo es
netamente familiar,
en épocas de
cosecha se
intercambia con los
vecinos
Prácticas
asociadas a las
condiciones
topográficas del
terreno. Uso del
azadón y el
machete, para la
tala, rocería y
preparación del
Se combina el
trabajo familiar y el
contratado, se
arriendan lotes para
la producción
especialmente de
caña panelera.
Actividad pecuaria
extensiva.
El secado de café
se realiza de
manera artesanal,
en caja s de
madera. La
producción de
93
tala, rocería y
preparación del
suelo.
Asistencia técnica
brindada por la
UMATA
Inexistencia de
maquinaria
agrícola, el secado
del café se realiza
de manera
artesanal, en cajas
de madera.
Utiliza para la
producción, los
recursos con los
cuales dispone en
la finca, no se
reporta uso de
insumos externos.
suelo.
Asistencia técnica
brindada por la
UMATA
Inexistencia de
maquinaria
agrícola, el secado
del café se realiza
de manera
artesanal, en caja s
de madera. La
producción de
panela se realiza
en trapiche de
tracción animal y/ó
motores pequeños.
Se reporta el uso
de insumos
externos (control y
fertilizantes)
especialmente para
el cultivo del café y
de la caña panelera
panela se realiza
en trapiche de
tracción animal y/ó
motores pequeños
Se reporta el uso
de insumos
externos (control y
fertilizantes)
especialmente para
el cultivo del café y
de la caña panelera
94
Altamente
monetizado,
aunque existe una
pequeña
proporción de
intercambio entre
los vecinos
Altamente
monetizado,
aunque existe una
pequeña
proporción de
intercambio entre
los vecinos
Altamente
monetizado,
aunque existe una
pequeña proporción
de intercambio
entre los vecinos.
El arrendatario
paga con parte de
la cosecha el valor
de uso de la tierra.
Venta de sus
productos a
intermediarios
locales.
Venta de sus
productos a
intermediarios
locales y
municipios
cercanos como el
Socorro
Venta de sus
productos a
intermediarios
locales
y municipios
cercanos como el
Socorro
El sistema no logra
ocupar todos los
jornales laborales
productivos
disponibles.
Acceso limitado a
los medios de
producción.
Ingresos de
subsistencia.
El sistema no logra
ocupar todos los
jornales laborales
productivos
disponibles. Acceso
limitado a los
medios de
producción
Ingresos de
subsistencia.
Uso de los jornales
laborales
productivos, que
complementan con
la renta de la tierra
y partes de la
cosechas.
Fuente. Información bitácoras. Elaboración propia.
Ingresos familiares
95
Los principales cultivos presentes en las fincas del grupo de San Pedro y El Morro
son: café, caña panelera, maíz, yuca, plátano, cacao, cítricos, frutales y en
algunas fincas hortalizas como cebolla larga, pimentón y habichuela. Además,
aproximadamente el 80% de las familias poseen en el interior de sus fincas ciertas
especies menores tales como aves y en menor proporción ganado porcino, con lo
cual se garantiza la provisión de huevos y proteínas. En el grupo de Santa Ana de
Flores, los cultivos principales son el café, la caña panelera y la actividad pecuaria.
La mano de obra familiar es ocupada en los cultivos anteriormente mencionados,
especialmente en época de siembra y recolección. Aunque en cultivos como el
café, especialmente en los predios de mayor tamaño, se hace necesario el
intercambio o la contratación de mano de obra externa.
Los productos agrícolas se comercializan directamente en el mercado local,
aunque en ocasiones son transportados hacia el municipio del Socorro.
Particularmente el café es comprado por los comerciantes locales y por centros de
acopio y compra-venta ubicados en el municipio del Socorro, en todos los casos la
forma de pago se realiza de contado. La producción de leche es vendida a las
plantas procesadoras regionales, quiénes se encargan del proceso de recolección
en las fincas.
Según los campesinos, el costo que más pesa para la comercialización es el
asociado al transporte, debido al mal estado en que se encuentran las vías de
acceso al Municipio. Como consecuencia de la topografía del terreno, el
campesino utiliza como herramientas de trabajo el azadón, el machete y el trabajo
manual sin recurrir a ningún tipo de maquinaria.
La infraestructura utilizada para la pos cosecha es de tipo tradicional, el café se
seca en cajas de madera y para el procesamiento de la caña panelera utilizan la
tracción animal o pequeños motores.
96
La asistencia técnica es brindada por la Unidad municipal de asistencia técnica
(UMATA). Las prácticas tradicionales utilizadas para acondicionar los suelos, son
la tala y la rocería, contando como principal herramienta de trabajo el machete y el
azadón. Se reporta el bajo uso de insumos agroquímicos.
Por otra parte, el sistema de crédito es poco utilizado.
Insumos externos. Para el cálculo de la TRE por grupo de productores, los
sistemas productivos que reportaron inclusión de energía externa, por parte de los
productores fueron: el café, la caña panelera y a la actividad pecuaria,
desarrollada en las veredas de El Morro y Santa Ana de Flores. En el caso de la
vereda San Pedro, no se registró reporte de uso de insumos externos.
A continuación se presentan los insumos externos registrados para el cultivo del
café, caña panelera y actividad pecuaria. Los valores se toman con base en lo
reportado por los productores y se coteja con las cifras estimadas por la UMATA
de acuerdo con el promedio municipal para la zona de estudio.
Tabla 14. Insumos por hectárea, sistema productivo del café
Insumos CANTIDAD
(Kg- Lt)
VALOR
ENERGÉTICO (kcal)
TOTAL
ENERGÍA (kcal)
Enmienda 1.30 281.25 365.63
Nitrógeno 462.57 16,000.00 7,401,066.67
Fósforo 462.57 4,153.85 1,921,430.77
Potasio 462.57 3,259.74 1,507,847.19
Fungicidas 1.80 15,248.44 27,447.19
Insecticidas 3.70 100,000.00 370,000.00
Herbicidas 5.00 100,000.00 500,000.00
TOTAL 11,728,157.44
Fuente: Información CCI Sipsa, Pimentel. Cálculos propios.
97
Tabla 15. Insumos por hectárea sistema productivo de caña panelera
Insumos CANTIDAD
(Kg-Lt)
VALOR
ENERGÉTICO
(Kcal)
TOTAL
ENERGÍA
(kcal)
Enmienda 900.00 281.25 253,125.00
Nitrógeno 275.00 16,000.00 4,400,000.00
Fósforo 275.00 4,153.85 1,142,307.69
Potasio 275.00 3,259.74 896,428.57
Fungicidas 0.00 15,248.44 0.00
Insecticidas 0.10 100,000.00 10,000.00
Herbicidas 19.70 100,000.00 1,970,000.00
TOTAL 8,671,861.26
Fuente: Información CCI Sipsa, Pimentel. Cálculos propios.
Tabla 16. Insumos por hectárea sistema pecuario
CANTIDAD
VALOR
ENERGÉTICO
TOTAL
ENERGÍA
(KCAL)
Mantenimiento de potreros
(jornales) 0.08 3.078 246.24
Fumigación 0.00054 100,000.00 54.00
TOTAL 300.24
Fuente: Información CCI Sipsa, Pimentel. Cálculos propios.
Balance y rentabilidad energética por hectárea. El balance energético permite
determinar los excedentes o déficits energéticos obtenidos por las familias.
Corresponde a la diferencia entre las entradas (energía invertida) y salidas
energéticas (energía producida) en el sistema de producción de las familias
campesinas.
98
Tabla 17. Balance energético Grupo de productores
GRUPO
(1)
REQUERI-
MIENTO VITAL
TOTAL FAMILIAR
(Kcal)
(2)
PRODUCCION
ENERGÉTICA
TOTAL
(Kcal)
(3)
INSUMOS
TOTALES
(Kcal)
(2-1-3)
BALANCE
(Kcal)
SAN PEDRO
(microfundio)
61.744.495 43.010.307 -18.734.188
EL MORRO
(minifundio)
53.392.383 100.417.421 17.267.851 29.757.187
SANTA ANA DE
FLORES (mediana
propiedad)
69.732.155
626.934.081
346.281.816
210.920.110
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios
Para el grupo de productores de la vereda San Pedro, el balance energético es
negativo; mientras que para el grupo de productores de la vereda El Morro y Santa
Ana de Flores, el balance energético es positivo, se observó un comportamiento
notablemente superior para el grupo de productores de la vereda de Santa Ana de
Flores. Estos resultados son consecuentes con la producción energética obtenida
por los grupos que se refleja en la TRE (analizada más adelante).
La rentabilidad se define como la producción energética por hectárea, obtenida por
el total de las actividades productivas desarrolladas cada grupo de productores.
Se obtiene a partir de la diferencia entre la producción e insumos (sin considerar el
requerimiento vital de la familia) por hectárea.
99
Tabla 18. Rentabilidad energética de la producción, por grupo de productores
GRUPO
(A)
SAU
(2)
PRODUCCION
ENERGÉTICA
(Kcal)
(3)
INSUMOS
(Kcal)
RENTABILIDAD
ENERGETICA POR
HECTAREA
(Kcal/ha)
[(2)-(3)]/A)
SAN PEDRO (microfundio) 19,3 43.010.307 2.228.513
EL MORRO (minifundio) 57,6 100.417.421 17.267.851 1.443.570
SANTA ANA DE FLORES
(mediana propiedad)
359,9 626.934.081
346.281.816
779.806
Fuente: Información Bitácoras. Cálculos propios
Sin embargo, al analizar la producción energética por hectárea, se encontró que el
grupo de la vereda San Pedro, presenta mayor rentabilidad energética
(2.228.513kcal/h), seguida del grupo de El Morro (1.443.570Kcal/h); mientras el
grupo de Santa Ana de Flores registró la menor rentabilidad energética
(779.806kcal/h).
De manera que el grupo de productores de la vereda de San Pedro, aunque posee
menor área, ésta en su mayoría se dedica a la actividad agrícola, la cual produce
mayores niveles de rentabilidad energética, seguido por el grupo de la vereda El
Morro. Por su parte, el grupo de productores de la vereda Santa Ana de Flores,
cuyo mayor uso del territorio se dedica a la actividad pecuaria, la rentabilidad
energética es tres veces menor que el grupo de productores de la vereda San
Pedro. Esta situación indica que la rentabilidad energética está asociada al tipo de
sistema productivo desarrollado y por lo tanto al nivel de uso de insumos externos.
Gráfico 8. Balance Energético por Grupo de productores.
100
Fuente: Información bitácoras. Cálculos propios
1
REQUERIMIENTO 61.744.495
PRODUCCION 43.010.307
CONSUMO 57.109.215
BALANCE -18.734.188
-30.000.000
-20.000.000
-10.000.000
0
10.000.000
20.000.000
30.000.000
40.000.000
50.000.000
60.000.000
70.000.000 K
CA
L
Balance Energético Grupo San Pedro
1
REQUERIMIENTO 53.392.383
PRODUCCION 100.417.421
CONSUMO 54.284.853
INSUMOS 17.267.851
BALANCE 29.757.187
0
20.000.000
40.000.000
60.000.000
80.000.000
100.000.000
120.000.000
KC
AL
Balance Energético Grupo El Morro
1
REQUERIMIENTO 69.732.155
PRODUCCION 626.934.081
CONSUMO 103.714.746
INSUMOS 346.281.816
BALANCE 210.920.110
0
100.000.000
200.000.000
300.000.000
400.000.000
500.000.000
600.000.000
700.000.000
KC
AL
Balance Energético Grupo Santa Ana de Flores
101
8.2 MODELO ANALÍTICO, INDICADORES DE DESARROLLO RURAL POR
GRUPO DE PRODUCTORES
8.2.1 Situación actual y Objetivo de desarrollo deseado. La combinación de la tasa
de retorno energético y el índice del uso del tiempo permite ubicar la situación de
los grupos de productores en relación con el objetivo de desarrollo deseado para
el municipio.
Para lograr el objetivo de desarrollo deseado, se requiere incrementar la TRE a un
nivel superior a 3.4, situación que satisface el CSR de la población rural, calculado
para los productores en el ítem 8.1.2), aprovechando la vocación de uso de los
suelos y utilizando por una parte, el potencial de trabajo disponible para la
actividad agrícola en el Municipio y por otra, conservando la población ocupada
actualmente en la actividad pecuaria, (obteniéndose un IUT de 1). Con este
objetivo, se mejora ostensiblemente la situación de las familias, en la medida en
que el crecimiento de la TRE a un nivel superior al consumo social requerido
(CSR: 3.4), le permite a las familias obtener cierta capacidad interna de ahorro
(CIA).
102
Gráfico 9. Modelo Analítico Héritage. Objetivo de desarrollo deseado y ubicación
del Municipio y los grupos de productores
Fuente: Resultados Bitácoras Simacota. Elaboración propia.
La ubicación en un mismo plano de los indicadores de desarrollo, los cuáles
reflejan la situación de los tres grupos de productores en cuanto a la situación del
Departamento y del Municipio, se muestra a continuación:
Tabla 19. Indicadores de Desarrollo Rural Grupos de Productores
GRUPO TRE IUT IOC FDT IHDR
SAN PEDRO - microfundio 0,70 0,10 0,23 0,19 0,33
MORRO - minifundio 1,42 0,43 0,47 0,68 0,65
SANTA ANA DE FLORES – mediana
propiedad 1,51 0,79 0,50 0,96 0.74
SIMACOTA 0,94 0,28 0,31 0,48 0,49
Fuente: Resultados Bitácoras Simacota. Cálculos propios.
Los resultados de este análisis muestran que el grupo de productores de la vereda
de San Pedro presenta la TRE y el IUT más bajo (TRE: 0.7; IUT: 0.1) con
San Pedro
El Morro Santa Ana
SIMACOTA SANTANDER
Objetivo de desarrollo
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
TASA
DE
RET
OR
NO
EN
ERG
ËTIC
A
INDICE USO DEL TIEMPO
CSR
RV
CIA
103
respecto a los demás grupos y frente al Municipio. Esta situación lo ubica en un
nivel crítico, lo cual significa que dentro del predio, las familias no alcanzan a
producir lo que necesitan para satisfacer su requerimiento vital, circunstancia que
coincide con la baja ocupación de los jornales laborales productivos potenciales
que tienen las familias, reflejado en el bajo índice del uso del tiempo dedicado a la
actividad productiva.
De modo que las familias del grupo de productores de la vereda San Pedro,
aunque cuentan con tiempo disponible, no lo pueden ocupar dentro de la finca,
debido a que se encuentran en condición de microfundio; por lo tanto tienen que
salir a trabajar fuera de la finca para lograr suplir sus necesidades de consumo
vital. Adicionalmente, sus expectativas de consumo social se ven altamente
limitadas, reduciendo sus posibilidades de obtener bienestar, lo cual afecta la
permanencia de la población.
Es importante resaltar, que este grupo de productores, reporta las mayores áreas
de su territorio en uso agrícola (el 56%), además de presentar la mayor
rentabilidad energética por hectárea (2.228.513kcal). En consecuencia, su
situación de nivel crítico se debe fundamentalmente al problema de falta de tierra,
pues el poco suelo que poseen, lo están utilizando de manera eficiente.
Frente al escenario objetivo deseado (TRE: 4,34 e IUT: 0.68), este grupo posee
buenas posibilidades para ampliar su TRE, pues se encuentran ubicados dentro
de la línea de tendencia de crecimiento, aunque este crecimiento está
condicionado al acceso a la tierra, pues disponen del tiempo laboral productivo,
además del conocimiento para hacerlo.
El grupo de productores de la Vereda el Morro se encuentra en un nivel de
compensación, además, tanto la TRE como el IUT (TRE: 1.42; IUT: 0.43) están
por encima del promedio municipal (TRE: 0.94; IUT: 0.28). Si bien, la actividad
104
productiva realizada dentro del predio, alcanza a satisfacer el requerimiento vital
de la población, - es decir, las familias cuentan con unos excedentes energéticos
intercambiables que le permiten satisfacer una parte de sus requerimientos de
consumo social -, ésta no les permite ocupar todo su tiempo, dado el tamaño de
los predios, situación que se refleja en un IUT se encuentra en un nivel 0,43. Este
grupo de productores tiene una rentabilidad energética por hectárea de
1.744.570kcal.
Frente al escenario objetivo deseado, éste grupo, al igual que el de la vereda San
Pedro, presenta buenas posibilidades para ampliar su TRE, en la medida en que
dispongan de la tierra necesaria para ocupar su tiempo laboral productivo
potencial.
El grupo de familias de la Vereda de Santa Ana de Flores, que se caracterizan
por ser productores de mediana propiedad, se encuentran en el nivel de
compensación; la TRE y el IUT del grupo (TRE: 1.51; IUT: 0.79) son mayores que
los demás grupos y el promedio municipal (TRE: 0.94; IUT: 0.28).
Esta situación significa que aunque la actividad productiva está ocupando gran
parte del tiempo laboral productivo, no alcanzan a obtener una TRE en un nivel de
oportunidad, es decir, sólo puede generar excedentes energéticos intercambiables
para satisfacer parte del consumo social.
La rentabilidad energética por hectárea de este grupo es la más baja
(779.914kcal/ha), además el 79% del área del suelo está dedicado a la actividad
pecuaria. Frente al escenario objetivo, el grupo tiene menor disponibilidad de
tiempo para ampliar la TRE actual, pues se encuentran ubicados fuera del rango
de tendencia de crecimiento. En efecto, aunque las familias de este grupo
disponen de tierra, existe una baja disponibilidad de mano de obra, pues no
cuentan con población para poder dar un uso eficiente al territorio.
105
9. APLICACIÓN DEL MODELO ANALÍTICO EN EL MUNICIPIO DE SIMACOTA
9.1 CÁLCULO DE INDICADORES DESARROLLO RURAL
La aplicación del modelo analítico, permitió identificar la situación actual del
municipio de Simacota en relación con las posibilidades de crecimiento de su
producción energética (medida a través de la TRE), teniendo en cuenta el tiempo
el uso del tiempo laboral productivo disponible de las familias campesinas (IUT).
De igual manera, condujo a determinar la capacidad de los sistemas productivos
para satisfacer el requerimiento vital y las expectativas sociales de consumo; es
decir, el mejoramiento de las condiciones para lograr el bienestar de las familias
de modo que puedan permanecer en el territorio. El comportamiento de la TRE del
municipio, al igual que la del departamento, durante el periodo 2002-2010, mostró
una tendencia decreciente; a su vez, se observó que la producción energética del
municipio presenta niveles inferiores en relación con la tendencia departamental.
Gráfico 10. Tasa de Retorno Energético. Municipio de Simacota vs. Santander
2002-2011
Fuente: Evaluaciones Agropecuarias CCI - Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
2011.Cálculos Héritage
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
SANTANDER 1,51 1,53 1,40 1,41 1,44 1,38 1,27 1,17 1,24 1,19
SIMACOTA 1,24 1,29 1,20 0,98 1,14 0,90 0,83 0,87 0,84 0,94
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
TRE
RV
CSR
Privación del goce efectivo de los DESC
106
Esta situación evidenció que los sistemas productivos del Municipio han venido
perdiendo la capacidad para satisfacer el consumo social de la población rural y
aún más grave, su requerimiento vital; mientras en el año 2002 la TRE se ubicaba
en 1.24, para los cinco últimos años la TRE apenas logró ubicarse en niveles por
debajo de 1, situándose en un nivel crítico. De modo que las posibilidades para
satisfacer las expectativas de consumo social de la población rural fueron nulas.
Por su parte, el comportamiento del Índice del Uso del tiempo del departamento y
del Municipio, mostró correspondencia con la caída en la TRE, es decir que la
disminución de la producción energética, se explica por la pérdida de la capacidad
de los sistemas productivos del municipio para ocupar los jornales laborales
potenciales de la población rural. Situación que es mucho más grave en el
Municipio, pues si bien, en 2002 se encontraba en 0.31 (nivel de compensación),
en 2010 se ubicó en un nivel crítico, pues apenas alcanzó el 0.28.
Gráfico 11. Índice del Uso del Tiempo. Municipio de Simacota vs. Santander
Fuente: Evaluaciones Agropecuarias CCI- Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 2011, Dane,
proyecciones poblacionales. Cálculos, Héritage.
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
SANTANDER 0,46 0,49 0,49 0,50 0,48 0,44 0,43 0,41 0,44
SIMACOTA 0,31 0,32 0,31 0,30 0,29 0,26 0,23 0,26 0,28
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
IUT
Bajo aprovechamiento del TLP
107
En el Municipio, el 72% la población rural entre 15 y 64 años, no está ocupada en
la actividad agrícola, esto quiere decir que, se está desaprovechando el potencial
de trabajo disponible, lo cual evidencia escasez ó la falta de acceso de la
población rural a los medios de producción.
En relación con el objetivo de desarrollo calculado para el municipio de Simacota
(TRE: 4.34 y un IUT: 1), existen posibilidades de crecimiento de la TRE, por medio
de la ampliación de la actividad productiva, pues se cuenta con población rural, así
como con áreas de vocación de uso agrícola, para poder hacerlo.
La tasa de suficiencia alimentaria del Municipio durante el periodo estudiado si
bien, presentó niveles superiores a los niveles obtenidos por el Departamento,
para el periodo analizado, ha venido disminuyendo; mientras en 2002 la TSA se
ubicaba en 1.31, es decir, el Municipio contaba con cierto margen de excedentes
energéticos exportables, para 2011 la TSA tan sólo alcanzó el 0.80, es decir, en
términos energéticos el municipio de Simacota produce el 80% de lo que su
población requiere, lo que afecta su suficiencia alimentaria.
Gráfico 12. Evolución de la Tasa de Suficiencia Alimentaria –TSA-. Municipio de
Simacota vs. Santander
Fuente: Evaluaciones Agropecuarias CCI - Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 2011.
Cálculos, Héritage
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
SANTANDER 0,73 0,77 0,71 0,69 0,66 0,61 0,58 0,52 0,54 0,51
SIMACOTA 1,31 1,39 1,29 1,05 1,12 0,82 0,68 0,74 0,72 0,80
0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60 0,70 0,80 0,90 1,00 1,10 1,20 1,30 1,40 1,50
TSA
Suficiencia Alimentaria
108
El índice de oportunidades campesinas del municipio, presentó niveles inferiores
al departamental. Si bien, tanto para el Departamento como para el Municipio se
encuentra en nivel de compensación, la situación de la población rural del
Municipio es más difícil, pues el comportamiento del IOC pasó de estar en un nivel
de compensación (para 2002 se encontraba en 0.41) a un nivel crítico (en 2011 se
ubica en 0.31). De modo que la actividad productiva del Municipio actualmente, no
garantiza el goce efectivo de las expectativas de consumo social requerido por la
población campesina, afectando de esta manera las posibilidades de
permanencia.
Gráfico 13. Índice de Oportunidades Campesinas. Municipio de Simacota vs
Santander
Fuente: Evaluaciones Agropecuarias CCI- Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 2011.
Cálculos, Héritage.
Esta desmejora en las condiciones de vida de la población en los últimos años, se
vio reflejada en la disminución de la participación de la población rural en el total
del Municipio, al pasar del 84% en 1993 al 71% en 2010. Igualmente, en la salida
de la población joven y de las mujeres del campo (ver índices de masculinización y
de envejecimiento municipal del planteamiento del problema).
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
SANTANDER 0,50 0,51 0,47 0,47 0,48 0,46 0,42 0,39 0,41 0,40
SIMACOTA 0,41 0,43 0,40 0,33 0,38 0,30 0,28 0,29 0,28 0,31
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0,70
0,80
0,90
1,00
IOC
Bienestar
109
El comportamiento del IHDR, dejó ver que en términos generales, tanto para el
Departamento como para el Municipio, se presentó una disminución en las
posibilidades de bienestar económico y social de la población rural. Lo cual se
corroboró con la disminución en la producción alimentaria municipal, (al pasar de
una TRE de 1.24 en 2002 a 0.94 en 2011), que afectó a su vez la soberanía
alimentaria (al ubicarse la TSA para 2011 en 0.80) y redujo las posibilidades de
permanencia de la población rural y de sus sistemas productivos.
Gráfico 14. Índice Héritage de Desarrollo Rural. Municipio de Simacota vs.
Santander
Fuente: Información de las Evaluaciones Agropecuarias CCI- Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Rural 2011. Cálculos Héritage
En relación con el planteamiento de un objetivo teórico deseado para el municipio
de Simacota que consiste en lograr una TRE en un nivel de 4.34, con un IUT igual
a 1; los indicadores reflejan que si bien, la población del municipio de Simacota en
los últimos años ha venido perdiendo su capacidad de crecimiento y bienestar,
(pues sus indicadores se encuentran en nivel crítico) aún cuenta con posibilidades
de crecimiento de su TRE actual, en la medida en que hay población rural, en
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
SANTANDER 0,64 0,66 0,63 0,62 0,61 0,58 0,55 0,51 0,54 0,52
SIMACOTA 0,66 0,68 0,64 0,56 0,59 0,48 0,43 0,46 0,46 0,49
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0,70
0,80
0,90
1,00
IHD
R
Bienestar
110
términos de disponibilidad de tiempo laboral productivo potencial, para ampliar la
actividad productiva.
A su vez, el Municipio tiene alrededor de 12 mil hectáreas de suelo disponibles,
cuya vocación de uso es agrícola.
Tabla 20. Tablero de Mandos Situación de los Indicadores de Desarrollo Rural,
Municipio de Simacota
SIMACOTA 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
TRE 1.24 1.29 1.20 0.98 1.14 0.90 0.83 0.87 0.84 0.94
IUT 0.31 0.32 0.31 0.30 0.29 0.26 0.23 0.26 0.28 0.28
TSA 1.31 1.39 1.29 1.05 1.12 0.82 0.68 0.74 0.72 0.80
IOC 0.41 0.43 0.40 0.33 0.38 0.30 0.28 0.29 0.28 0.31
FDT 0.52 0.53 0.52 0.51 0.49 0.45 0.41 0.46 0.48 0.48
IHDR 0.66 0.68 0.64 0.56 0.59 0.48 0.43 0.46 0.46 0.49
Fuente: Corporación Héritage 2011. Cálculos propios
El uso adecuado del suelo, asociado a sistemas productivos, en los cuáles se
privilegie el uso del tiempo de las familias, las técnicas de producción apropiadas
al territorio y el conocimiento campesino, conduce al crecimiento de la TRE hacia
niveles en los cuales la población rural logra satisfacer sus expectativas sociales
de consumo, situación que se traduce en bienestar de la población, lo cual
garantiza su permanencia y la de sus futuras generaciones.
9.2 OBJETIVO DE DESARROLLO TEÓRICO CON MÁXIMA PRODUCCIÓN
ENERGÉTICA
Busca obtener la máxima producción energética en el Municipio, bajo los
siguientes criterios:
111
Ampliación de la TRE, optimizando el IUT
Aprovechando de manera conveniente el territorio y disminuyendo el conflicto
de uso del suelo.
Aumento de la producción agrícola de acuerdo con la vocación de uso del suelo
a través de la ampliación la superficie agrícola útil y el mejoramiento de las
condiciones de producción.
Aumento proporcional del área de los cultivos tradicionales que son eficientes
energéticamente.
Privilegio del uso del tiempo laboral productivo de la población rural municipal.
El planteamiento de este objetivo significa el crecimiento de la TRE al nivel
máximo que las condiciones del territorio puedan ofrecer (ver tabla 21). Este
crecimiento de la TRE a un nivel de 11,36 -como consecuencia de la utilización
óptima del territorio, la definición tecnológica que privilegia el uso del tiempo
laboral disponible de la población rural- significa la satisfacción de las expectativas
sociales de consumo y la generación de excedentes energéticos exportables, de
tal manera que se mejoraría considerablemente la capacidad interna de ahorro de
la población rural del municipio de Simacota. Por otra parte, aumentaría la
población rural que el territorio puede sostener.
La población masculina que se lograría ocupar pasaría de 1.991 a 4.338 hombres;
esta situación implica que la población rural total que se lograría mantener pasaría
de 5.943 a 13.099 habitantes. (ver tabla 22)
112
Tabla 21. Área agrícola, rendimientos y máxima producción energética objetivo de desarrollo teórico
Cultivo
REND.
TRE
EXP
% Area
cultivada
% Uso
del suelo
Area EXP.
cosechada
Producción
EXP. (TON)
Producción EXP
(Kcal)
MAIZ TRADICIONAL 1,8 20,00% 10,00% 1.126 4.055 13.948.033.067
SORGO 1,9 1,00% 0,50% 56 213 808.904.825
FRIJOL 1,8 3,00% 1,50% 169 608 2.092.204.960
YUCA 30,0 10,00% 11,58% 1.304 39.124 58.685.879.641
ARRACACHA 7,6 2,00% 2,32% 261 1.972 2.070.437.834
CACAO 1,2 18,00% 20,84% 2.347 2.817 9.971.904.669
CAFÉ 1,2 12,00% 13,89% 1.565 1.878 875.123.837
PLATANO 16,0 7,00% 8,11% 913 14.606 20.740.893.996
CITRICOS 18,0 7,00% 8,11% 913 16.432 7.394.420.835
AGUACATE 11,0 5,00% 5,79% 652 7.173 13.628.165.383
CAÑA PANELERA 30,0 15,00% 17,37% 1.956 58.686 28.169.222.228
100,00% 100% 11.263 158.385.191.273
Fuente: Héritage, elaboración propia.
113
Tabla 22. Variables e indicadores Objetivo de desarrollo teórico, máxima producción energética vs situación actual
Uso del territorio (has) Objetivo de Desarrollo Teórico:
máxima producción energética Situación Actual
SUPERFICIE AGRÍCOLA ÚTIL (has) 14.820 3.500
ÁREA COSECHADA (has) 11.263 1649
Población
POBLACIÓN TOTAL RURAL QUE SE MANTENDRÍA 13.099 5.943
POBLACIÓN MASCULINA TOTAL (15-64 años) QUE SE
OCUPARÍA
4.338 1.991
TASA DE RETORNO ENERGÉTICA 11,36 0,94
INDICE DE USO DEL TIEMPO 1 0,28
Fuente: Héritage, elaboración propia
114
10. RECOMENDACIONES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN, PARA LA
ORIENTACIÓN DE LA POLÍTICA PÚBLICA MUNICIPAL DE DESARROLLO
RURAL Y NUEVOS ELEMENTOS DE ESTUDIO
Planear para la comunidad campesina es ejecutar lo que se va a hacer, realizar acuerdos, imaginar, organizar, ejecutar, obtener desarrollo, entendido como el mejoramiento de su vida diaria, de sus condiciones de vida. La participación sirve, cuando se proyecta, se vuelve real, cuando se decide algo en conjunto, decidir es otra forma de participación. La decisión sola no sirve, de esta manera, la base de la planeación es lograr la forma para que las decisiones y los compromisos se cumplan, y para ello se necesita la organización (Academia Campesina).
La planeación es un proceso que permite la posibilidad de cambio, de manera
que, siguiendo lo anteriormente expuesto, se pueden plantear tres grandes fases
en el proceso de cambio: la primera fase, corresponde al reconocimiento de las
familias campesinas, la ubicación de la situación actual y las condiciones en que
se encuentran en el aprovechamiento de los recursos con que cuentan, la
disponibilidad de tierras y trabajo, el conocimiento campesino y las posibilidades
de asociación.
La segunda fase, comprende la identificación de las limitaciones técnicas y las
potencialidades de los sistemas de producción hasta la formulación de acciones a
emprender para lograr el cambio que permita mejorar las condiciones de vida y,
por consiguiente, lograr la permanencia de la población.
La tercera fase, permite formular las estrategias que direccionan el ritmo en el
proceso de cambio, articuladas al contexto, para alcanzar el objetivo propuesto,
teniendo como base fundamental las siguientes premisas:
115
1. El privilegio del trabajo como factor de producción y el mejor aprovechamiento
de los recursos con que se cuenta en el territorio.
2. La utilización de las técnicas de producción y el conocimiento del territorio por
parte del campesino.
3. La posibilidad de acceder a los servicios relacionados con la producción y
transformación de la producción primaria y generación de valor agregado dentro
del proceso de producción, transformación y comercialización.
Estrategias de intervención municipio de Simacota como orientación de la
política pública de desarrollo rural
Cualquier tipo de intervención social debe basarse en las “Experiencias y conocimientos de los propios pueblos, poniendo a la gente antes que a los objetos… Aprendiendo de las personas, antes que solo enseñarles; descentralizando el poder antes que concentrarlo; valorando y apoyando la diversidad antes que la uniformidad” (Cernea, 2000)
Teniendo en cuenta la situación actual del municipio de Simacota en cuanto a los
indicadores de desarrollo rural, se plantearon dos estrategias de intervención en el
corto y mediano plazo, encaminadas al mejoramiento de las condiciones en que
se encuentra la población campesina, fortaleciendo aquellos agroecosistemas
locales que privilegian el uso del tiempo laboral potencial de las familias y el uso
adecuado del territorio, lo cual permite satisfacer sus expectativas de consumo
social y lograr el bienestar familiar.
La tasa de retorno energética en la situación actual del Municipio se ubica en TRE:
0.94 con un índice del uso del tiempo de IUT: 0.28, lo cual permite determinar que
el Municipio dispone de jornales laborales productivos para ampliar la actividad
productiva, aprovechando la vocación de uso del suelo. (ver Anexo 6)
116
Tabla 23. Variables e indicadores, situación actual municipio de Simacota
SITUACIÓN ACTUAL 2010
Población (hab)
Población total 8.238
Población rural 2010 5.943
Población masculina entre 15-64 años 1.991
Uso del territorio (has)
Área agrícola cultivada (has) 1.643
Vocación de uso agrícola (has) 14.820
Área pecuaria (has) 30.000
Vocación de uso pecuario (has) 29.394
Tasa de Retorno Energética 0.94
Índice de uso del tiempo laboral
productivo
0.28
10.1 ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN EN ESCENARIO DESEADO, CORTO
PLAZO
En esta estrategia, se buscó apropiar el tiempo laboral potencial de la población
rural actual - optimización del trabajo -, situación que está determinada por las
posibilidades de expansión de la superficie agrícola útil y el mantenimiento de los
jornales necesarios para sostener el hato ganadero actual, buscando un adecuado
uso del suelo.
117
Tabla 24. Uso del territorio y Población en escenario deseado, corto plazo
Fuente: Elaboración propia
Uso del territorio (has)
ACTIVIDAD AGRÍCOLA (has)
AREA CULTIVADA EXPANDIDA 2.993
AREA COSECHADA EXPANDIDA 2.845
ACTIVIDAD PECUARIA (has)
ÁREA PECUARIA 30.000
Población (hab)
ACTIVIDAD AGRÍCOLA:
Población masculina entre 15-64 años requerida para
ampliar la producción energética (A) 1.543
Población rural que se logra mantener con la producción
energética ampliada 4.607
ACTIVIDAD PECUARIA:
Población masculina entre 15-64 años requerida en la
actividad pecuaria (B) 441
Población rural que se logra mantener con esta
actividad 1.317
POBLACIÓN TOTAL RURAL QUE SE MANTENDRÍA 5.924
POBLACIÓN MASCULINA TOTAL (15-64 años) QUE
SE OCUPARÍA (A)+(B) 1.984
Tasa de Retorno Energética Agrícola Expandida:
(TRE PAexp) 4,25
Tasa de Retorno Energética agropecuaria: (TRE
PA+PP) 4,34
Índice del uso del tiempo actividad agrícola: (IUT) 0,68
Índice del uso del tiempo agropecuaria 1
118
De acuerdo con la vocación de uso del suelo, al incrementarse el área de
producción agrícola en 1.350 hectáreas, - conservando la proporción de uso del
suelo, por cultivos que tienen un gran potencial de producción así como alta
demanda en el mercado -, se obtiene que el área cosechada expandida alcanza
las 2.845 has y la población masculina entre los 15 y 64 años de edad que se
ocuparía en la actividad agrícola con ésta área adicional fue 1.543 hombres.
Estos hombres ocupados en la actividad agrícola, mantendrían una población rural
de 4.607 personas. En la actividad pecuaria se ocuparían 441 hombres
(considerando que 100 hectáreas generan un empleo) que mantendrían una
población rural de 1.317 personas.
Los cultivos representativos son: el maíz, yuca, la caña panelera que tienen
periodos de producción de ciclo corto; el cacao, que tiene un periodo de
establecimiento de 3 años y el café. Los niveles de producción están soportados
en los pisos de rendimiento correspondientes a la zona de estudio.
119
Tabla 25. Área expandida agrícola y población rural, estrategia de intervención a corto plazo
Cultivo
Área
cultivada
2011
% Uso del
suelo
Área EXP.
Cosechada
Producción
EXP. (Ton)
Pob Hom.
15-64
(EXP)
Población rural
(EXP)
MAIZ
TRADICIONAL 195 12.50% 621 746 88 262
SORGO 0.50% 25 47 28 84
FRIJOL 15 1.50% 75 87 17 50
YUCA 225 12.04% 299 3,109 108 323
ARRACACHA 22 1.20% 30 226 10 30
CACAO 227 14.45% 359 287 189 564
CAFÉ 583.64 24.08% 599 718 542 1,617
PLATANO 121 7.23% 180 1,724 41 121
CITRICOS 80.5 6.02% 150 1,691 66 197
AGUACATE 47 6.02% 150 1,073 97 291
CAÑA PANELERA 127 14.45% 359 10,773 357 1,067
1,643 100% 2,845 1,543 4,607
Fuente: Corporación Héritage. Cálculos propios
120
En conclusión, con esta estrategia de intervención, el municipio de Simacota
obtendría un crecimiento de la TRE a un nivel de 4.34 la cual, además de
satisfacer el consumo social requerido de la población rural, le permitiría lograr
cierto nivel de ahorro. Este crecimiento de la producción energética, además de
garantizar la soberanía alimentaria del municipio, (al obtener una TSA en un nivel
de 2,4), genera excedentes energéticos exportables.
Tabla 26. Indicadores de desarrollo rural municipal en estrategia de intervención
en el Corto Plazo
Municipio TRE IUT TSA IOC FDT IHDR
SIMACOTA 4,34 1 2,40 1,45 1 1,5
Fuente: Elaboración propia
Este nivel de ahorro, podría incentivar el aprovechamiento del tiempo libre social
de la población rural, mejorando notablemente sus condiciones de vida, lo cual
garantizaría su permanencia. Por lo tanto, esta situación brinda grandes
oportunidades para que en el Municipio se promuevan iniciativas culturales y
recreativas, orientadas a brindar alternativas para el aprovechamiento del tiempo
libre de la población rural.
121
Tabla 27. Estrategia de intervención en escenario deseado corto plazo
Cultivo Peso
kcal/kg
Tipo jor/ha Área cultivada
2011
Rend.
TRE
exp
% Área
cultivada
% Uso del
suelo
Área exp.
cosechada
Producción
exp. (ton)
MAIZ
TRADICIONAL 3,440 Transitorios 25 195 1.2 25.00% 12.50% 621 746
SORGO 3,800 Transitorios 200 1.9 1.00% 0.50% 25 47
FRIJOL 3,440 Transitorios 40 15 1.2 3.00% 1.50% 75 87
YUCA 1,500 Anuales 64 225 10.4 10.00% 12.04% 299 3,109
ARRACACHA 1,050 Anuales 60 22 7.6 1.00% 1.20% 30 226
CACAO 3,540 Permanentes 93 227 0.8 12.00% 14.45% 359 287
CAFE 466 Permanentes 160 583.64 1.2 20.00% 24.08% 599 718
PLATANO 1,420 Permanentes 40 121 9.6 6.00% 7.23% 180 1,724
CITRICOS 450 Permanentes 78 80.5 11.3 5.00% 6.02% 150 1,691
AGUACATE 1,900 Permanentes 115 47 7.2 5.00% 6.02% 150 1,073
CAÑA PANELERA 480 Permanentes 176 127 30.0 12.00% 14.45% 359 10,773
1,643 100.0% 100% 2,845
122
Cultivo Producción EXP
(Kcal)
JLE
Agrícola
EXP.
Pob Hom.
15-64 (EXP)
Población
rural
(EXP)
Req. Vital Pob
Rural (Kcal)
Producción
pecuaria (Kcal)
TRE Agropecuario
EXP. (campesino)
MAIZ
TRADICIONAL 2,564,520,000 15,531 88 262 264,347,470 25,382,475.6 9.8
SORGO 178,472,700 4,970 28 84 84,591,190 8,122,392.2 2.2
FRIJOL 300,048,840 2,982 17 50 50,754,714 4,873,435.3 6.0
YUCA 4,663,811,250 19,152 108 323 325,973,940 31,299,809.9 14.4
ARRACACHA 237,544,650 1,796 10 30 30,560,057 2,934,357.2 7.9
CACAO 1,016,971,200 33,396 189 564 568,417,057 54,579,043.5 1.9
CAFE 334,681,200 95,760 542 1,617 1,629,869,698 156,499,049.5 0.3
PLATANO 2,447,625,600 7,182 41 121 122,240,227 11,737,428.7 20.1
CITRICOS 760,843,125 11,671 66 197 198,640,369 19,073,321.7 3.9
AGUACATE 2,038,341,375 17,207 97 291 292,867,211 28,120,923.0 7.1
CAÑA PANELERA 5,171,040,000 63,202 357 1,067 1,075,714,001 103,289,372.7 4.9
19,713,899,940 272,848 1,543 4,607 4,643,975,936 445,911,609.25 4.34
Fuente: Héritage. Elaboración propia
123
10.2 ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN EN ESCENARIO DESEADO MEDIANO
PLAZO
Esta estrategia propone cambiar las condiciones actuales de producción, de
manera que se logren obtener los mejores pisos de rendimiento, registrados en
agricultura ecológica para la zona, mejorando las técnicas de producción.
Los cultivos seleccionados son: maíz, fríjol, yuca, cacao, plátano, cítricos y
aguacate, que además de ser representativos de la región, tienen valores
energéticos altos.
Tabla 28. Uso del territorio y población en escenario de intervención de mediano
plazo
Uso del territorio (has)
ACTIVIDAD AGRÍCOLA (has)
AREA CULTIVADA EXPANDIDA 2.993
ACTIVIDAD PECUARIA (has)
ÁREA PECUARIA 30.000
Población (hab)
ACTIVIDAD AGRÍCOLA:
Población masculina entre 15-64 años requerida para
ampliar la producción energética (A) 1.543
Población rural que se logra mantener con la producción
energética ampliada 4.607
ACTIVIDAD PECUARIA:
Población masculina entre 15-64 años requerida en la
actividad pecuaria (B) 441
Población rural que se logra mantener con esta
actividad 1.317
POBLACIÓN TOTAL RURAL QUE SE MANTENDRÍA 5.924
124
Fuente: Héritage. Elaboración propia
Con la estrategia de intervención en el mediano plazo, se lograría obtener una
TRE de 7,34 y un IUT de 1. Este escenario es posible bajo la condición de
mantener la población rural actual, de manera que se logre utilizar los jornales
laborales potenciales actuales. El Municipio obtendría una TSA de 4.06,
convirtiéndose en una despensa agrícola de la región, pues cuenta con
considerables excedentes energéticos exportables (3,06 puntos).
Tabla 29. Indicadores de desarrollo rural municipal en estrategia de intervención
en el Mediano Plazo
MUNICIPIO TRE IUT TSA IOC FDT IHDR
SIMACOTA 7,34 1 4,06 2,5 1 2,1
POBLACIÓN MASCULINA TOTAL (15-64 años) QUE
SE OCUPARÍA (A)+(B) 1.984
Mejores pisos de rendimientos en agricultura ecológica
Tasa de Retorno Energética Agrícola Expandida:
(TRE PAexp) 7,24
Tasa de Retorno Energética agropecuaria: (TRE
PA+PP) 7,34
Índice del uso del tiempo actividad agrícola: (IUT) 0,68
Índice del uso del tiempo agropecuaria 1
125
Gráfico 15. Objetivo de desarrollo Mediano plazo
Fuente: Elaboración propia
Este escenario proporcionaría excelentes condiciones para avanzar hacia
procesos de transformación de la producción primaria y de generación de valor
agregado, pues la población rural cuenta con los recursos para hacerlo, lo cual
sumado a la aplicación de conocimientos técnicos, estimularía la permanencia de
la población joven y las mujeres en el territorio. El IHDR se ubicaría en un nivel de
2.1, lo que significa que la población rural gozaría de condiciones de bienestar.
Este ejercicio concluye que las posibilidades de crecimiento de la TRE de las
familias campesinas, a un nivel tal que pueda garantizar la satisfacción de sus
requerimientos de consumo vital y social, están asociadas a la capacidad de los
sistemas productivos para ocupar su tiempo laboral productivo potencial y a las
posibilidades que tienen las familias para utilizar convenientemente el territorio
necesario para ello.
SIMACOTA SANTANDER
Objetivo
0
1
2
3
4
5
6
7
8
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
TASA
DE
RET
OR
NO
EN
ERG
ËTIC
A
INDICE USO DEL TIEMPO
CS
CIA
RV
V
126
Tabla 30. Estrategia de intervención escenario deseado en el mediano plazo
cultivo peso
kcal/kg tipo jor/ha
área cultivada
2011
rend.
Tre
exp
% area
cultivada
% uso
del
suelo
Area exp.
cosechada
Producción exp.
(ton)
MAIZ
TRADICIONAL 3,440 transitorios 25 195 1.8 25.00% 12.50% 621 1,118
SORGO 3,800 transitorios 200 1.9 1.00% 0.50% 25 47
FRIJOL 3,440 transitorios 40 15 1.8 3.00% 1.50% 75 134
YUCA 1,500 Anuales 64 225 30.0 10.00% 12.04% 299 8,978
ARRACACHA 1,050 Anuales 60 22 7.6 1.00% 1.20% 30 226
CACAO 3,540 Permanentes 93 227 1.2 12.00% 14.45% 359 431
CAFE 466 Permanentes 160 583.64 1.2 20.00% 24.08% 599 718
PLATANO 1,420 Permanentes 40 121 16.0 6.00% 7.23% 180 2,873
CITRICOS 450 Permanentes 78 80.5 18.0 5.00% 6.02% 150 2,693
AGUACATE 1,900 Permanentes 115 47 11.0 5.00% 6.02% 150 1,646
CAÑA PANELERA 480 Permanentes 176 127 30.0 12.00% 14.45% 359 10,773
1,643 100.0% 100% 2,845
127
Cultivo Producción EXP
(Kcal)
JLE
Agrícola
EXP.
PobHom.
15-64
(EXP)
Población
rural (EXP)
Req. Vital Pob
Rural (Kcal)
Producción
pecuaria (Kcal)
TRE
Agropecuario
EXP.
(campesino)
MAIZ
TRADICIONAL 3,846,780,000 15,531 88 262 264,347,470 25,382,475.6 14.6
SORGO 178,472,700 4,970 28 84 84,591,190 8,122,392.2 2.2
FRIJOL 461,613,600 2,982 17 50 50,754,714 4,873,435.3 9.2
YUCA 13,466,250,000 19,152 108 323 325,973,940 31,299,809.9 41.4
ARRACACHA 237,544,650 1,796 10 30 30,560,057 2,934,357.2 7.9
CACAO 1,525,456,800 33,396 189 564 568,417,057 54,579,043.5 2.8
CAFE 334,681,200 95,760 542 1,617 1,629,869,698 156,499,049.5 0.3
PLATANO 4,079,376,000 7,182 41 121 122,240,227 11,737,428.7 33.5
CITRICOS 1,211,962,500 11,671 66 197 198,640,369 19,073,321.7 6.2
AGUACATE 3,127,162,500 17,207 97 291 292,867,211 28,120,923.0 10.8
CAÑA PANELERA 5,171,040,000 63,202 357 1,067 1,075,714,001 103,289,372.7 4.9
33,640,339,950 272,848 1,543 4,607 4,643,975,936 445,911,609.25 7.34
Fuente: Héritage, Elaboración propia.
128
De manera que cualquier iniciativa encaminada hacia la generación de las
condiciones necesarias para que la población campesina pueda permanecer y
reproducir su modo de vida, deberá plantearse cuáles son las variables de
crecimiento sobre las cuáles se fundamenta el bienestar rural y qué tipos de
sistemas productivos hay que privilegiar.
Cabe resaltar que todo proceso de cambio requiere el concierto de la sociedad,
como garantía de la efectividad de cualquier iniciativa que se busque para lograr el
bienestar de la población en un territorio determinado. En la medida en que se
fortalezcan las organización de productores y se defina la opción tecnológica más
conveniente, existen mayores posibilidades de acceder al mercado en mejores
condiciones. Finalmente se recurre al crédito para obtener aquello que no se
puede lograr con recursos propios.
Por lo tanto se parte de los siguientes principios:
Organización social: Como base para la construcción de un Plan de Desarrollo
Campesino, de manera participativa, a partir del aprovechamiento de los recursos
con que cuentan las comunidades: La tierra como modo de vida, el Trabajo
disponible y el conocimiento técnico campesino producto de la experiencia y de la
práctica. Las organizaciones locales como unidad básica de análisis, circunscritas
en la vereda o conjunto de veredas y como eje articulador entre la economía
campesina y el mercado local, nacional ó internacional (gestión, comercialización).
Opción Tecnológica: El conocimiento campesino
La agricultura ecológica basada en la mayor obtención de eficiencias energéticas,
como potencial para ofrecer oportunamente al mercado productos de calidad,
diferenciados y a precios justos. Una asistencia técnica que parta del
reconocimiento de la agricultura campesina y sus prácticas, que busque la
definición de nuevas técnicas de producción, sustentadas en las potencialidades y
129
condiciones biofísicas y geográficas del territorio y las expectativas de la
población.
Para lograr todo ello se requiere la articulación con la academia, “para Chambers
(1980) es necesario que los proyectos de extensión introduzcan metodologías
participativas para que los campesinos logren informar su saber a los técnicos.
Corresponde luego a la comunidad académica someter el saber experiencial
campesino a un proceso de formalización científica para legitimarlo y vencer los
prejuicios que impiden a los profesionales técnicos “aprender de él”. (Silvetti,
2006).
El Mercado local: Contar con información que les permita el conocimiento del
mercado y el acceso a los diferentes canales de comercialización7, atendiendo en
primer lugar las necesidades del mercado local que aún está por abastecerse y
poder realizar acuerdos de comercialización que garanticen la trazabilidad de la
producción.
Los Recursos: La inversión pública como una manera de acceder a la
infraestructura necesaria para la producción, sustentada en principios de equidad
socio-política, participación ciudadana, descentralización y pluralidad cultural. El
acceso a los recursos de inversión mediante el crédito asociativo.
De modo que los ejes transversales en los cuales se orientarán los programas
para el fortalecimiento de la economía rural del municipio, y que permiten
7 Los canales de comercialización son las estructuras comerciales formadas por todos los
eslabones interdependientes que comprenden el desplazamiento de los productos desde el productor hasta el consumidor final. Comprende numerosos procesos como el transporte, la adecuación del producto, el almacenaje, etc. Los canales de comercialización se plantean de acuerdo con el producto ofrecido: Productor, centro de acopio, mayorista, minorista, consumidor, nacional e internacional etc.
130
proyectar los cambios esperados en el largo plazo, de un proceso de desarrollo, a
partir de un indicador compuesto (el IHDR) son:
Desarrollo campesino: fundamentado en el fortalecimiento de la agricultura
campesina, de manera que permite garantizar, tanto la permanencia de la unidad
familiar, como también el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Organización social: capacidad que tienen las comunidades para organizarse,
decidir hacia donde quieren orientar sus acciones y hacer que se cumplan sus
decisiones.
Conservación: relación equilibrada con el entorno, (capacidad de sustentación del
territorio).
Tabla 31. Ejes transversales y programas
EJES PROGRAMAS ESTRATÉGICOS
DESARROLLO
CAMPESINO
Eficiencia energética
optimización del IUT
cambio tecnológico
Recuperación del conocimiento y técnicas de
producción local apoyados en los centros de
investigación de la universidad, UMATA y grupos de
productores.
Consolidación de mercados campesinos para la
producción agropecuaria
Privilegio del aumento de áreas de cultivos con gran
potencial productivo y demanda en el mercado como:
Maíz, Caña, Cacao. Mejoramiento de las condiciones
de producción y generación de valor agregado
ORGANIZACIÓN
SOCIAL
Uso del tiempo libre
social
Consolidación de los procesos de organización social
local
Fortalecimiento de los Consejos Municipales de
Desarrollo Rural como entidad responsable de la
planeación rural municipal. Y promoción de convenios
131
interinstitucionales públicos y privados.
CONSERVACIÓN y
Disponibilidad de
tierras para uso
agrícola. Tasa de
retorno energética
Ordenamiento territorial: Utilización óptima de los
suelos privilegiando la agricultura ecológica y la
actividad silvopastoril para lograr la reducción del
conflicto de uso en el suelo.
Fuente: Elaboración propia.
132
CONCLUSIONES
Como resultado de la aplicación del modelo analítico para caracterizar los
sistemas productivos de tres grupos de productores de economía campesina del
municipio de Simacota-Santander, se pudo constatar que la capacidad de
producción energética de las familias campesinas depende fundamentalmente de:
1. Del tiempo laboral productivo familiar del cual disponen
2. Del uso del territorio y el grado de conflicto en que se encuentre.
3. Del tipo de sistema productivo desarrollado por la familia dentro del predio.
Así, para el grupo de productores de la vereda San Pedro, en el cual el mayor
porcentaje de uso del suelo está destinado a la actividad agrícola, aunque registró
la TRE y el IUT más bajo (TRE: 0,70; IUT: 0,10), presentó la mayor rentabilidad
energética hectárea (2.228.513 kcal/ha). Esto quiere decir que si bien, éstas
familias están utilizando adecuadamente (no hay conflicto) todo su territorio, no
están ocupando todo su tiempo, por lo cual no pueden aumentar su TRE. De
manera que la mejora en las condiciones de vida de estas familias, está
directamente relacionado con la disponibilidad de tierra. Para este grupo de
productores el Municipio deberá realizar grandes esfuerzos para asistir a las
familias más necesitadas, promoviendo la seguridad alimentaria y el acceso a la
tierra.
En el caso del grupo de productores de la vereda de Santa Ana de Flores, se
observó que el mayor porcentaje de uso del suelo está destinado a la actividad
pecuaria, presentando un alto nivel de conflicto, y resultando con la más baja
rentabilidad energética por hectárea de los tres grupos (779.806 kcal/ha). Esto
quiere decir, que el sistema productivo desarrollado no garantiza el crecimiento de
la TRE a un nivel tal que pueda generar condiciones de bienestar en la población.
133
Este grupo, si bien, tiene mayor disponibilidad de tierra para ampliar su actividad
productiva, a diferencia del grupo de San Pedro, no cuenta con población para
hacerlo. Para este grupo de productores el municipio debe proveer la asistencia
tecnológica más adecuada para fomentar el uso eficiente del territorio.
Para el caso del grupo de productores de la Vereda el Morro, los indicadores
evidencian que se encuentra en un nivel de oportunidad, es decir tanto la TRE
como el IUT (TRE: 1.42; IUT: 0.43) están por encima del promedio municipal
(TRE: 0.94; IUT: 0.28). Si bien, la actividad productiva realizada dentro del predio,
alcanza a satisfacer el requerimiento vital de la población, - es decir, las familias
cuentan con unos excedentes energéticos intercambiables que le permiten
satisfacer una parte de sus requerimientos de consumo social -, ésta no les
permite ocupar todo su tiempo, dado el tamaño de los predios, situación que se
refleja en un IUT se encuentra en un nivel 0,43. Este grupo de productores tiene
una rentabilidad superior a la del grupo de Santa Ana de flores (1.443.570kcal.)
Los sistemas productivos agrícolas, que privilegian el uso del tiempo de las
familias campesinas, e incorporan en menor proporción el uso de energía externa,
son los que mayor rentabilidad energética por hectárea generan. Por su parte, el
análisis del balance energético, al considerar no solamente la energía incorporada
al sistema a través del trabajo desarrollado directamente por el hombre (jornal),
sino las jornadas familiares de consumo que indirectamente hacen parte de la
producción, brinda nuevos elementos para determinar la capacidad de los
sistemas productivos para generar bienestar en las familias.
En la medida en que las familias cuentan con las posibilidades de aplicar su
conocimiento y usar el tiempo disponible dentro de sus predios, pueden aumentar
sus posibilidades de crecimiento de la TRE, así como de mejorar sus condiciones
de bienestar. La eficiencia energética de la producción campesina está en directa
134
relación, igualmente, con la forma de aprovechamiento de los recursos disponibles
que les ofrece el ecosistema, reduciendo la dependencia de insumos externos.
Los modos de producción campesina se caracterizan porque valoran la
importancia que tienen los bienes y servicios ambientales (agua, suelos, bosques),
protegiendo el equilibrio ambiental en la realización de sus actividades, lo que
redunda en la garantía de permanencia en sus territorios.
El modelo analítico basado en los indicadores de eficiencia energética permitió
entender el funcionamiento y dinámica de los sistemas productivos en economía
campesina y ubicar en un mismo plano, indicadores de bienestar y crecimiento. La
construcción del objetivo de desarrollo, a partir de la combinación de variables
poblacionales y territoriales, consideró como criterios básicos, el crecimiento de la
tasa de retorno energética a través del aprovechamiento y uso adecuado del
territorio, y la optimización del potencial de uso del tiempo laboral productivo de la
población.
La situación actual del desarrollo rural del Municipio de Simacota mostró que la
población rural se encuentra en condición crítica. El comportamiento del IHDR,
dejó ver que en términos generales, se presentó una disminución en las
posibilidades de bienestar económico y social de la población rural. Esto se
evidencia con la reducción de la producción alimentaria municipal, (al pasar de
una TRE de 1.24 en 2002 a 0.94 en 2011), lo que afectó a su vez la soberanía
alimentaria (al ubicarse la TSA para 2011 en 0.80) y redujo las posibilidades de
permanencia de la población rural y de sus sistemas productivos.
La determinación de la máxima producción energética, fortaleciendo los sistemas
de producción campesina y utilizando la tecnología adecuada a las condiciones
del territorio, permitió calcular la cantidad máxima de población que es capaz de
sostener el territorio, en condiciones de bienestar. Para el municipio de Simacota
135
la máxima TRE se ubicaría en 11.36, la cual permitiría la ocupación de 4.338
hombres y sustentaría a una población total rural de 13.009 habitantes. Es decir
casi el doble de la población que actualmente habita el sector rural municipal.
A su vez, el modelo analítico permitió formular recomendaciones que pueden ser
incorporadas en el contexto de los objetivos de desarrollo municipal y en la
formulación de una política de manera más integral, al considerar variables claves
para el crecimiento y bienestar de la población rural (rentabilidad energética,
consumo social requerido, capacidad interna de ahorro) que inciden directamente
en la permanencia de la población. De manera que con la estrategia de
intervención en el corto plazo, se evidencia que al ocupar el tiempo laboral
productivo de la población rural actual del municipio, se logra aumentar la
producción energética (TRE: 4,34) a un nivel que la población no solamente
estaría satisfaciendo sus expectativas sociales de consumo, sino que se obtendría
cierta capacidad de ahorro.
Por otra parte, con la determinación de la estrategia de intervención 2, en la cual
se plantea un mejoramiento de las condiciones de producción a través de la
opción tecnológica más conveniente para el territorio, es decir la agricultura
ecológica, se obtiene una TRE de 7,31. Este escenario proporcionaría excelentes
condiciones para avanzar hacia procesos de transformación de la producción
primaria y de generación de valor agregado, pues la población rural cuenta con los
recursos para hacerlo, lo cual sumado a la aplicación de conocimientos técnicos,
estimularía la permanencia de la población joven y las mujeres en el territorio. El
IHDR se ubicaría en un nivel de 2.1, lo que significa que la población rural gozaría
de condiciones de bienestar.
Así, al favorecer los sistemas de producción donde se privilegia el uso del trabajo
familiar (energía incorporada) y los recursos naturales disponibles en el territorio
en el caso del Municipio de Simacota, conduce a orientar estrategias de desarrollo
136
sostenibles y acordes con las expectativas de la población, lo que garantiza el
crecimiento de su capacidad productiva y el mejoramiento de sus condiciones de
vida, factor clave para lograr la permanencia y el de las generaciones venideras.
A partir de los ejes transversales - Desarrollo Campesino, Organización Social y
Conservación -, planteados surgen nuevos elementos que ameritan nuevos
estudios relacionados con la población y el uso territorio, entre ellas: el análisis
socio demográfico de las tendencias de los indicadores poblacionales,
especialmente en lo relacionado con el relevo generacional y la importancia de la
presencia de la mujer rural en la permanencia de la población (índice de
renovación de la población económicamente activa, envejecimiento y
masculinización de la población), asociado al grado de satisfacción de las
expectativas sociales.
Las condiciones de producción y las posibilidades de aprovechamiento
conveniente de los factores de producción en economía campesina (recursos
naturales, el tiempo y la energía), determinan en gran medida la capacidad de
sustentación del territorio; esto conduciría a realizar ejercicios de investigación
sobre el cálculo de dicha capacidad de sustentación, considerando el potencial de
superficie agrícola útil y las áreas de conservación existentes en el territorio.
Igualmente se requiere profundizar en la investigación sobre el cálculo del área
agrícola necesaria para una unidad familiar, que le permita el goce efectivo de sus
derechos sociales, económicos y culturales para garantizar la permanencia y
reproducción de su modo de vida.
De igual manera se requiere aumentar la investigación sobre el funcionamiento de
los sistemas de producción en economía campesina, en términos de sus prácticas
culturales, opciones tecnológicas y conocimiento acerca de los diferentes arreglos
productivos que permitirían obtener las mayores rentabilidades energéticas,
137
asociado a las condiciones físicas y naturales del territorio, a los ciclos de las
cosechas y a la disponibilidad de tiempo laboral productivo familiar.
Por otra parte, en relación con el mercado, se hace útil explicar y demostrar, de
qué manera se puede construir teóricamente el valor de la producción en
economía campesina a partir del análisis de eficiencia energética.
138
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142
ANEXOS
Anexo 1.División Político Administrativa, Municipio de Simacota
143
Anexo 2. Evolución de la producción y área cosechada por cultivos.
Municipio de Simacota 2002-2011
EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCION (TON) 2002-2011
Cultivo 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
MAIZ TRADICIONAL 556 462 475 417 466 205 196 341 227 285
SORGO 33 23 17 12 13 18 1
YUCA 3.240 2.846 2.573 2.573 2.573 2.175 1.733 1.560 1.520 1.760
FRIJOL 3 30 29 17 24 12 10 11 8 14
ARRACACHA 32 63 71 84 154
TOMATE 86 180
CACAO 77 70 67 48 50 53 61 91 140 191
CAFE 288 279 270 275 267 284 286 328 316 316
PALMA DE ACEITE 0 75 103 117
PLATANO 1.729 2.511 2.188 808 1.231 810 608 585 681 502
CITRICOS 567 1.082 853 1.013 932 840 900 675 711 662
AGUACATE 20 25
CAUCHO 0 0
CAÑA PANELERA 3.075 3.094 3.114 3.114 2.500 1.235 485 825 690 679
TOTAL 9.621 10.588 9.590 8.264 8.060 5.734 4.457 4.621 4.398 4.587
Fuente: Información Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Evaluaciones Agropecuarias CCI.
Cálculos Corporación Héritage.
144
EVOLUCIÓN DEL AREA COSECHADA (ha) 2002-2011
Cultivo 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
MAIZ TRADICIONAL 372 329,5 300 300 345 186 163 171 176 190
SORGO 22 15 14 15 16 13 1
YUCA 400 345 302 302 315 262 231 200 190 220
FRIJOL 4 35 26 20 28 15,5 14 9 9,5 15
ARRACACHA 4,5 9 10,5 14 22
TOMATE 4,5 9
CACAO 172 121 96 70 73 75 81 101 163 191
CAFE 480 465 450 458 465 473 477 545 525 525
PALMA DE ACEITE 0 22 30 34
PLATANO 190 270 250 95 87,9 90 64 65 74 54
CITRICOS 70 79 77 75 69 70 72 71 72,5 67,5
AGUACATE 40 42
CAUCHO 0 0
CAÑA PANELERA 250 270 290 290 200 130 51 75 92 87
TOTAL 1943 1946 1806 1610 1597 1343 1208 1294 1357 1414
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Evaluaciones Agropecuarias CCI. Cálculos,
Corporación Héritage.
145
Anexo 3. Inventario Bovino
Con base en las cifras de la secretaria de agricultura Departamental, el Municipio
de Simacota destina 29.394 hectáreas en la producción pecuaria, con un total del
30.330 cabezas de ganado, lo que arroja una relación de 1,03 cabezas por
hectárea, lo que indica un comportamiento de ganadería extensiva. Esta actividad
presenta un conflicto de uso de suelo considerable, especialmente en la parte alta
y media del municipio.
Inventario Bovino Municipio de Simacota 2009
Animales Machos Hembras
Menores de 12 4.550 5.630
Entre 12 y 24 3.350 4.180
Entre 24 y 36 3.710 4.050
Mayores de 36 2.050 2.750
TOTAL 13.660 16.670
TOTAL INVENTARIO 30.330
Leche Carne Doble
propósito
30% 30% 40%
Fuente: Datos secretaria de Agricultura departamental 2009
146
Anexo 4. Distribución predial Rural por Rangos de Superficie Municipio de
Simacota
Rango Predios Propietarios Superficie
(Has)
%
Área %Predios
menores de1 752 1.059 228 0,2 23,7
entre 1 y 3 410 673 716 0,8 12,9
entre 3 y 5 216 345 814 0,9 6,8
entre 5 y 10 330 554 2.335 2,5 10,4
entre 10 y 15 238 364 2.883 3,1 7,5
entre 15 y 20 146 216 2.493 2,7 4,6
entre 20 y 50 593 870 19.474 21,2 18,7
entre 50 y 100 309 461 20.822 22,7 9,8
entre 100 y 200 122 178 16.901 18,4 3,9
entre 200 y 500 42 63 12.159 13,2 1,3
entre 500 y 1000 8 12 5.614 6,1 0,3
entre 1000 y 2000 0,0 0,0
mayores de 2000 1 1 7.410 8,1 0,0
TOTAL 3.167 4.796 91.848 100,0 100,0
Fuente: IGAC, Subdirección nacional de catastro 2011. Cálculos propios
147
Anexo 5. Formato, Bitácoras
El cuaderno de bitácora, es un instrumento de la Academia Campesina y fue
diseñado por la Corporación Héritage, con el objetivo de tener una hoja de ruta,
que permita registrar la ubicación del estado actual de los grupos de productores y
definir un camino a seguir. Sirve para conocer la estructura de la organización
local, consolidar y fortalecer los procesos organizativos, realizar labores de
planeación para la producción, comercialización, capacitación y en general hacer
seguimiento e interpretación de procesos de desarrollo a partir de lo local.
Entonces, la bitácora puede entenderse como una herramienta orientada a
mostrar la situación actual de las familias campesinas, con el fin de mostrar las
potencialidades del territorio y las circunstancias dónde se requiere un cambio.
Además, este instrumento de análisis guía la formulación de alternativas para
llevar a cabo los programas de la política con el fin de mejorar las condiciones
actuales de las familias campesinas.
En la bitácora se abarcan los siguientes temas divididos en módulos:
UNIDAD 1. Organización Social
Módulo 1. Acta de constitución
El grupo de productores se considera como la unidad de análisis. Por tal razón, El
módulo 1 se denomina Acta de Constitución, donde se relaciona los datos del
nombre del jefe de hogar.
148
Módulo 2. Quiénes somos y el uso del tiempo
En este módulo, se trata de reconocer quienes conforman los grupos familiares de
la finca y el uso del tiempo. Se utiliza como categoría de análisis, el referente del
tiempo a nivel familiar con el fin de determinar la cantidad de jornadas de trabajo
efectivas y las disponibles dentro de la familia. El hombre al ejercer principalmente
en forma directa la actividad productiva, requiere el apoyo de toda la familia, para
la realización de sus labores. Por consiguiente se habla de las jornadas familiares
de consumo (no individuales) que debe garantizar una jornada laboral productiva
igualmente familiar
Módulo 2. Quienes Somos y Uso del Tiempo
Módulo 3. Consumo Social Reportado
Este tipo de consumo se basa en las categorías determinados por la encuesta de
ingresos y gastos elaborada por el DANE - ENIG - La bitácora categoriza los
Codigo
VEREDA
Nº
1
MUNICIPIO
C.C. Nº
MODULO 1. ACTA DE CONSTITUCIONEn este espacio se registrará el nombre del Grupo y de los vecinos que lo conforman y de
los reponsables que suscriben el Acta de Constitución del mismo. Se anotará el lugar y la
fecha del acta. Igualmente se mantendrá el registro de los responsables elegidos por el
grupo.
NOMBRE
NOMBRE DEL GRUPO DE PRODUCTORES
C.C Nº
SIMACOTAVEREDA:
2.1 COMPOSICION DE LA FAMILIA
2.2 EDADES
MUNICIPIO:
Hasta 15 años
SUBTOTAL
De 25 a 54 años
De 15 a 24 años
MODULO 2. QUIÉNES SOMOS Y EL USO DEL TIEMPO-POBLACION
FINCA Codigo
NOMBRE DEL PRODUCTOR EDAD
2.3 RESIDENCIA
Finca Viven Fuera
H MH M
De 55 a 64 años
Más de 64 años
TOTAL PERSONAS EN LA FAMILIA
149
reportes de gastos de la familia al año. Este módulo en diez ítems a saber: Salud,
Educación, Vestuario, Vivienda, Equipos de hogar, Transporte, Comunicaciones,
Recreación, cultura, vacaciones, impuestos y otros gastos financieros.
Módulo 3. Consumo Social Reportado
150
UNIDAD 2. Territorio y Producción
“Los territorios rurales se definen como espacios geográficos cuya cohesión
deriva de un tejido social específico, de una base de recursos naturales particular,
de instituciones y formas de organización propia y de determinada forma de
producción, intercambio y distribución del ingreso. Por lo tanto, un elemento
fundamental que caracteriza y diferencia los territorios rurales es su dependencia
de la base de recursos naturales. (Sepúlveda, Rodríguez, Echeverry, & Portilla,
2003)
La capacidad de producción está ligada directamente a la calidad de los suelos, a
los sistemas productivos desarrollados, el tamaño de las fincas y en general, a las
151
actividades económicas que allí se gestan de acuerdo con la disponibilidad de
tiempo laboral productivo de las familias. En esta unidad se desarrollan los
módulos 4, 5 y 6
Módulo 4. Información de la Finca
Este módulo permite identificar las características de la finca en relación con su
tamaño, ubicación geográfica, tenencia y la disponibilidad de recurso agua para la
producción.
MODULO 5. Uso del Suelo
Corresponde a la Información sobre el uso del suelo, en relación con la
distribución de las áreas agrícolas, pecuario, disponibilidad de rastrojos y área de
bosques ó de conservación.
MODULO 6. La Producción
Identifica las condiciones de producción. Cultivos, niveles de producción,
rendimientos, nivel tecnológico, insumos de síntesis química, externos al predio
utilizados (control y fertilizantes) y la cantidad de Jornales Laborales Productivos
efectivamente apropiados en cada una de las actividades productivas - JLE-, en
cada uno de los cultivos reportados por las familias.
Adicionalmente se considera las condiciones de la comercialización, teniendo en
cuenta el lugar de entrega de la producción, el tipo transporte utilizado y la forma
de pago.
152
Módulo 4 Información de la finca, Módulo 5 Uso del suelo y Módulo 6
Producción y comercialización
UNIDAD 2. TERRITORIO - PRODUCCION
NOMBRE DEL PRODUCTOR Código
MODULO 4. INFORMACION DE LA FINCA
4.1 NOMBRE DE LA FINCA
4.2 TAMAÑO DE LA FINCA EN HECTAREAS
4.3 ALTURA
SOBRE NIVEL
DEL MAR
4.4 TENENCIA
TIERRA
PROPI
A
PROPIA CON
HIPOTECA
ARRENDAD
A OTRA
4.5 DISPONIBILIDAD DE AGUA
NACIMIENTO DEPOSITOS LLUVIA POZO RIO SISTEMA DE
RIEGO
4.6 VALOR PROMEDIO DEL JORNAL COMPLETO $
MODULO 5. USO DEL SUELO
unidad cantida
d
unidad cantidad
5.1 AREA EN USO
AGRICOLA.
5.3 AREA EN USO
PECUARIO (PASTOS).
5.2 AREA EN RASTROJOS.
(Hectárea) 5.4 AREA EN BOSQUE.
MODULO 6. LA PRODUCCIÓN
6.1
QU
E C
UL
TIV
OS
TIE
NE
?
Cultivo Área
ha Ud pdn
Cantidad
cosechada
por año
Jornal/ha Fertilizante Q Cost
o Control Q
Cost
o
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
6.1 Carnes Huevos y Lácteos
153
Producto Marque con una X Ud pnd Cantidad Jornales
Aves de engorde
Gallinas
Huevos
Bovinos de engorde
Vacas
Leche
Quesos
Porcinos
Peces
6.2 LA COMERCIALIZACIÓN
6.2.1 DONDE
ENTREGA LA
PRODUCCIÓN?
FINCA TIENDA CORREGIMIENTO
CABECERA
MUNICIPAL OTRO
6.2.2
COMERCIALIZACIÓN
INTERMEDIARIO
LOCAL
COMERCIANT
E MUNICIPIO MAYORISTA
6.2.3 FORMA DE
PAGO CONTADO CRÉDITO TRUEQUE
6.2.4 TRANSPORTE 6.2.5 EN QUÉ SACA LA
PRODUCCIÓN BESTIA CARRO
$
UNIDAD 3. Consumo
Por último se recoge información relacionada con el consumo vital del hogar,
como referente para calcular la proporción que éste rubro representa en el gasto
familiar, la información se toma por semana y el cálculo se realiza para el año.
154
Modulo 5. Formato Consumo Vital
6A4. Consumo
promedio de la
familia -
semana (kilos)
6B4. Consumo promedio
de la familia - semana
(kilos)
PRODUCTO UNIDAD
6F4. Consumo
promedio de la
familia -
semana
6G4. Consumo promedio
de la familia - semana
(Kilos)
Desinfeq/ Blanq
Jabón Polvo
Jabón Barra
Jabón baño
CremaDental
Toallas Higiénicas
Papel Higiénico
Máquinas de Afeitar
Otros
OTROS BIENES DE CONSUMO RAICES, TUBERCULOS Y OTROS
Chocolate
Café Procesado
Café Grano
Cacao
Azúcar
Arveja
Arroz
Atun
Sardinas
Pastas
Ajo
Panela
Maíz
Lenteja
Harina de Trigo
Harina de Maiz
PRODUCTO
CONSUMO
PRODUCTO
GRANOS Y PROCESADOS HORTALIZAS
Aceite
Cebolla Larga
Cebolla Cabezona
Calabaza
Brócoli
Berenjena
Garbanzo
Frjol
Arveja
Apio
Zanahoria
Tomate Chonto
Repollo Verde
Remolacha
Ají
Ahuyama
Acelga
Pimentón
Lechuga
Habichuela
Frijol Verde
Espinaca
Coliflor
Cilantro
PRODUCTO
Otros
Yuca
Plátanos
Papa
Papa Criolla
Ñame/Chonque
Arracacha
155
6C4. Consumo
promedio de la
familia -
semana (kilos)
6C4. Consumo
promedio de la
familia - semana
(kilos)
Aves
Huevos
Carne de res
Carne de Cerdo
Leche
Quesos
Pescados
CONSUMO
FRUTAS
CARNES-HUEVOS Y LACTEOS
PRODUCTO
Lulo
Limón
Guayaba
Guanábana
Granadillas
Curuba
Banano
Bananito Bocadillo
Aguacate
PRODUCTO6E4. Consumo promedio de la
familia - semana (kilos)
PRODUCTO
Tomate de Arbol
Piña
Patilla
Papaya
Naranja
Mora
Maracuyá
Mango
Mandarina
Unidad de Producción
Otros
156
Anexo 6. Vocación y conflicto de Uso del Suelo. Unidades territoriales de
análisis
El Plan de Manejo del DMI Yariguíes define las categorías de uso del suelo
correspondiente al área de Simacota Alto y Medio. Para determinar la aptitud de
uso del suelo en el área de Simacota bajo se tomó la información registrada en el
Esquema de Ordenamiento Territorial del municipio y se homologaron las
categorías con las del DMI.
La vocación de uso del suelo en Simacota se categoriza tomando en cuenta la
productividad para sustentar una actividad agrícola amigable con el medio
ambiente en tierras de gran importancia ambiental por su funcionalidad
ecosistémica. Igualmente busca garantizar la adecuada prestación de bienes y
servicios ambientales a los pobladores del municipio. Ver mapa 4.
Categorías de Uso Potencial por Unidad Territorial
Categorías Uso Potencial Simacota
Alto
Simacota
Medio
Simacota
Bajo
PNN
Yariguies
Total
general
Agroforestal 1.685,90 87,14 7.646,57
9.419,61
Agricultura semi-intensiva
ecológica 158,34 413,12
571,47
Agricultura tradicional
ecológica 4.811,42 17,17
4.828,59
Bosque de protección
absoluta 5.249,40 11.314,07 14.495,98 13.759,79 44.819,24
Bosque de recuperación para
la preservación 2.837,42 5.194,74
8.032,16
Silvopastoril 301,94 1.854,28 27.237,69
29.393,91
Total general 12.207,00 16.523,21 54.574,98 13.759,79 97.064,97
Fuente: Información CONIF, EOT, Plan de Manejo DMI 2005. Cálculos Corporación Héritage
157
Los principales usos reglamentados en el Plan de Manejo del DMI son los
siguientes:
Bosque de Protección Absoluta - BPA: es aquel territorio que asociado al
concepto de Ecosistema Estratégico dada su diversidad ecosistémica, se debe
proteger con fines de conservación, investigación y manejo de fauna silvestre y la
ictiofauna. Se establece para garantizar la protección de las cuencas altas o
colectores, las riberas de los ríos y de otros cursos de aguas y, en general, para
proteger de la erosión a las tierras que lo necesitan.
Bosque de Recuperación Para la Preservación - BRPP: Son áreas de suelos
de aptitud forestal constituidas en bosques que son parte integrante y soporte de
la biodiversidad biológica, ética y de oferta ambiental donde debe garantizarse su
conocimiento y manejo dentro de los principios de sostenibilidad y que deben ser
recuperadas con el establecimiento de plantaciones forestales, para proteger
estos mismos recursos u otros naturales renovables.
Agricultura tradicional ecológica: Sistema de producción basado en
conocimientos y prácticas campesinas, que han sido desarrollados a través de
muchas generaciones con un sistema de gestión de la producción que fomenta y
realza la salud de los agro ecosistemas, privilegia la diversidad biológica, los ciclos
biológicos y la actividad biológica del suelo. (Plan de Manejo Distrito de Manejo
Integrado, Serranía de los Yariguíes, 2006)
Uso Actual del Suelo:
La Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal - Conif - publicó en
el año de 2005 el estudio realizado sobre coberturas y uso del suelo a partir del
procesamiento de las imágenes satelitales Landsat capturadas en el año 2002-
2003. En la siguiente tabla se resume el uso actual del suelo según las Unidades
territoriales.
158
Categorías de Uso Actual del Suelo según Unidades Territoriales
CATEGORIA USO ACTUAL Simacota Alto Simacota
Medio
Simacota
Bajo
PNN
Yariguíes
Total
general
BOSQUE DE GALERIA
1,37
1,37
BOSQUE NATURAL PRIMARIO 599,71 173,99
11.897,96 12.671,66
BOSQUE NATURAL SECUNDARIO 1.041,34 3.809,57 6.763,04 443,67 12.057,62
BOSQUE NATURAL SECUNDARIO
INTERVENIDO 2.955,26 5.898,40
8.853,66
BOSQUE PLANTADO
71,17 219,01 65,13 355,30
BOSQUE RIPARIO
33,36
33,36
CUERPOS DE AGUA
218,84 615,44
834,28
CULTIVO PERMANENTE/PASTO NATURAL 2,81
2,81
CULTIVOS MIXTOS
7,80
7,80
CULTIVOS PERMANENTES 1.250,66
113,49
1.364,15
CULTIVOS SEMIPERMANENTES 677,63
677,63
CULTIVOS TRANSITORIOS
5,76 0,59
6,35
PASTO MEJORADO/PASTO NATURAL 18,92
18,92
PASTO NATURAL ENRASTROJADO 224,28 696,78 10.867,05 319,31 12.107,43
PASTO NATURAL/PASTO MEJORADO 23,41
0,03 23,44
PASTOS MEJORADOS 4.403,05 508,66 4.260,40 376,36 9.548,47
PASTOS NATURALES 2.775,63 3.333,41 4.406,57
10.515,61
RASTROJO ALTO 436,45 2.646,46 15.579,30 648,14 19.310,35
RASTROJO BAJO 719,18 2.095,60 3.492,05 9,19 6.316,02
SUELO DESNUDO
4,06
4,06
VEGETACON DE PANTANO
2.320,86
2.320,86
ZONAS URBANAS 35,70 0,00
35,70
Total general 12.208,77 16.523,31 54.574,98 13.759,79 97.066,84
Fuente: Información CONIF 2005. Cálculos, Corporación Héritage 2011
Conflicto de uso del suelo:
En términos generales, al comparar la vocación de uso y uso actual, para el total
del municipio, no se presenta un conflicto de uso significativo (Ver tabla), en
términos de su uso inadecuado. Sin embargo al analizar esta situación por unidad
territorial, se presentan grandes diferencias.
159
Conflicto de uso del suelo en el municipio de Simacota
Código Categoría de
uso
Totales
Actual
2003 Potencial Diferencia
B Bosques 55.248,88 52.851,40 -2.397,48
AG Agrícola 2.415,29 14.819,67 12.404,38
RA Ratrojos 6.316,02 0,00 -6.316,02
SP Silvopastoril 32.216,68 29.393,91 -2.822,77
AGUA Agua 834,28 0,00 -834,28
URBANO Urbano 35,70 0,00 -35,70
Totales 97.066,84 97.064,97 -1,87
Fuente: Información CONIF, EOT, Plan de Manejo DMI 2005. Cálculos, Corporación Héritage 2011
A continuación se presenta la relación existente entre aptitud de uso y uso actual
para cada una de las unidades territoriales.
Conflicto de uso Simacota Alto
En el área correspondiente a Simacota Alto, se presenta una subutilización del
área agrícola y una sobreutilización de los suelos en la actividad silvopastoril, ya
que el uso actual supera en 7.146,16 has el uso potencial. Igualmente se observa
una pérdida significativa de área de bosque ya que existen 3.171,90 has que se
están usando en otra actividad diferente a la conservación. Esta situación pone en
riesgo el equilibrio ambiental y la permanencia de la población rural.
160
Conflicto de uso del suelo en Simacota Alto
Código Categoría
de uso
Simacota Alto
Actual
2003 Potencial Diferencia
B Bosques 2.077,50 5.249,40 3.171,90
AG Agrícola 1.928,29 6.655,66 4.727,37
RA Ratrojos 719,18 0,00 -719,18
SP Silvopastoril 7.448,10 301,94 -7.146,16
AGUA Agua 0,00 0,00 0,00
URBANO Urbano 35,70 0,00 -35,70
Totales 12.208,77 12.207,00 -1,77
Fuente: Información CONIF, EOT, Plan de Manejo DMI 2005. Cálculos, Corporación Héritage
2011.
Vocación de uso del suelo
161
Uso actual del suelo
Conflicto de uso Simacota Medio
En el caso de Simacota Medio, la situación es muy parecida a la de Simacota Alto:
subutilización del área agrícola, pues del total de área con potencial agrícola que
corresponde a 517,44 has, sólo se están usando 84,73; adicionalmente se
presenta una sobreutilización del área silvopastoril, con una diferencia de 2.684.57
has entre la vocación y el uso actual, con el agravante de que la pérdida de
bosque es mucho mayor, en relación con las demás zonas, alrededor de 4.556,20
has que no se están destinando a la conservación.
162
Conflicto de uso del suelo en Simacota Medio
Código Categoría
de uso
Simacota Medio
Actual
2003 Potencial Diferencia
B Bosques 9.585,28 14.151,49 4.566,20
AG Agrícola 84,73 517,44 432,71
RA Ratrojos 2.095,60 0,00 -2.095,60
SP Silvopastoril 4.538,85 1.854,28 -2.684,57
AGUA Agua 218,84 0,00 -218,84
URBANO Urbano 0,00 0,00 0,00
Totales 16.523,31 16.523,21 -0,10
Fuente: Información CONIF, EOT, Plan de Manejo DMI 2005. Cálculos, Corporación Héritage
2011.
Conflicto de uso Simacota Bajo:
Para el caso de ésta área, las cifras reflejan una gran subutilización tanto del área
agrícola, ya que de 7.646,57 has de potencial de uso, sólo se están usando
337,14has y del área silvopastoril, de 27.237,69 has de potencial de uso, sólo se
están usando 19.534,02 has.
Conflicto de uso del suelo en Simacota Bajo
Código Categoría
de uso
Simacota Bajo
Actual Potencial Diferencia
B Bosques 30.596,33 19.690,72 -10.905,61
AG Agrícola 337,14 7.646,57 7.309,43
RA Rastrojos 3.492,05 0,00 -3.492,05
SP Silvopastoril 19.534,02 27.237,69 7.703,67
AGUA Agua 615,44 0,00 -615,44
URBANO Urbano 0,00 0,00 0,00
Totales 54.574,98 54.574,98 0,00
Fuente: Información CONIF, EOT, Plan de Manejo DMI 2005. Cálculos, Corporación Héritage
2011.
163
Unidades territoriales de análisis
El municipio al ubicarse en una subregión como la del bajo Yariguíes y del Opón,
tiene la particularidad de poseer buena parte de su territorio ubicado en áreas de
gran significancia ambiental: el Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguíes
PNNSY 8y el Distrito de Manejo Integrado – DMI - Serranía de los Yariguíes9, que
constituyen el 14% y el 30% del área total municipal respectivamente.
Esta situación permite plantear cuatro unidades territoriales de manejo,
determinadas de acuerdo con sus condiciones biofísicas y geomorfológicas (Ver
mapa modelo digital de elevación), lo cual se convierte en un escenario importante
a la hora de plantear estrategias de desarrollo que consideren las potencialidades
del territorio y la diversidad de relaciones de tipo socioeconómico, ambiental,
cultural, político institucional presentes en el territorio.
Muestra las unidades territoriales claramente definidas: la primera la constituye el
área de protección absoluta correspondiente al PNNSY -franja verde-; la segunda
y tercera unidad territorial está compuesta por el área contigua en el franco
oriental y occidental del Parque que constituye el área del DMI Yariguíes -
Simacota Alto y Medio- y la cuarta incluye el área fuera del DMI denominada
Simacota Bajo. El área total del municipio, asumiendo la división político
administrativa, la cual incluye la Ciénaga del Opón, es de 97.066.84 hectáreas.
8Mediante la Resolución No. 0603 del 13 de mayo de 2005, expedida por el MAVDT, fue declarado,
reservado y alinderado el Parque Nacional Natural ‘Serranía de Los Yariguíes’ – PNNSY -, integrado por territorios de los municipios de San Vicente de Chucurí, El Carmen de Chucurí, El Guacamayo, Chima, Simacota, Hato, Galán, Zapatoca, Contratación, Santa Helena del Opón y Betulia, con un total de 78.837 hectáreas del territorio del departamento de Santander. 9Mediante Acuerdo 007 del 16 de mayo de 2005 y Acuerdo Nº 043 de 2006 del Consejo Directivo
de la Corporación Autónoma Regional de Santander - CAS, declaró y alinderó el Distrito de Manejo Integrado (DMI) Serranía de Los Yariguíes en los municipios de Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí, Betulia, Contratación, El Carmen de Chucurí, Galán, El Hato, Palmar, Simacota, Vélez, Zapatoca, Santa Helena del Opón, Chima, Guacamayo, Aguada, La Paz, Landázuri, Cimitarra, Bolívar y El Peñón del Departamento de Santander, para un total de 399.503 hectáreas.
164
Modelo digital de elevación, municipio de Simacota
165
Unidades territoriales de análisis, Municipio de Simacota
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