ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TRANSDISCIPLINARIEDAD
Roberto Zamora H.
PANORAMA PRE-EXISTENTE A LOS INTENTOS
TRANSDISCIPLINARIOS
Hasta la primera mitad del siglo pasado, la ciencia positivista
representaba la vía reconocida por la comunidad científica para acceder al
conocimiento, caracterizándose por una percepción fragmentada de la realidad
y en consecuencia por una hiperespecialización producto de esa perspectiva
reduccionista de los problemas, descomponiendo los fenómenos a investigar en
tantas partes como fuera posible, en la creencia de que el todo se reduce a la
suma de las partes que lo componen.
En efecto, la configuración de la denominada ciencia clásica, se
corresponde con la exhaustiva caracterización presentada por Carrizo, Espina
y Klein (2004) en el sentido de:
1. Enfatizar en operaciones de reducción como forma de aprehender el
todo, con la finalidad de explicarlo y manipularlo.
2. Concebir el mundo como universo, una totalidad única, acabada y
omnicomprensiva.
3. Percibir la totalidad como conjunto que puede ser descompuesto en
unidades o partes y que se recompone a través de la sumatoria de éstas.
4. La diversidad como combinación de unidades-partes.
5. El Encadenamiento universal a través de relaciones lineales,
caracterizadas porque los efectos son proporcionales a las causas y se
constituyen en invariantes explicativas (a iguales causas corresponden
los mismos efectos y viceversa).
6. La expresión de la causalidad a través de estructuras que enlazan las
partes y que se constituyen como armazones fijas, relativamente rígidas
y resistentes al cambio, con alto grado de persistencia en el tiempo y
que aseguran la reproducción de lo social y sus diferentes ámbitos.
7. Las nociones de orden, estabilidad y equilibrio como condiciones
indispensables para la reproducción normal de las entidades
sociales.
8. La percepción de la complejidad como accidente indeseable de la
realidad, como dificultad que es necesario controlar y, como correlato,
lo simple como cualidad deseable.
9. El carácter subalterno y no esencial del azar y lo indeterminado.
10. Predictibilidad.
11. Oposición entre orden y cambio.
12. Separación entre sujeto y objeto, entre subjetividad y mundo externo al
sujeto.
13. Concepción del método como camino que antecede a la investigación y
que se concreta en diseños predefinidos, cerrados, que son la garantía de
encontrar la verdad.
Así pues, la ciencia clásica como norma todopoderosa para la producción
de conocimientos, al ser aplicada a las ciencias sociales se fundamentó
en la fragmentación o atomización, binarización, disyunción y
objetivación.
De allí que, los intentos transdisciplinarios exijan el pleno conocimiento
de las características anteriormente descritas, pues en caso contrario,
se correría el riesgo de incurrir en los “extravíos” a que se refiere
Nicolescu (2007), y que pueden “transformar a la transdisciplinariedad,
por medio de una reducción más o menos disimulada, en lo que ella no
es”.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TRANSDISCIPLINARIEDAD
A continuación se presentan algunos aspectos vinculados con la
transdisciplinariedad, destacando entre ellos su noción, caracteres, ontología y
epistemología, principios o postulados.
Transdisciplinariedad, Noción.
De acuerdo con Newel (citado por Pérez y Setién, 2007), la
transdisciplinariedad implica la “transformación e integración del
conocimiento desde todas las perspectivas interesadas para definir y tratar
problemas complejos”.
Por su parte, Gibbons (2008) vincula la transdisciplinariedad como una
forma de producción del conocimiento con la innovación pues “la forma de la
solución final normalmente estará más allá de cualquier disciplina".
Además, desde una concepción sistémica, para Nicolescu (1998)
constituye un “proceso según el cual los límites de las disciplinas individuales
se trascienden para tratar problemas desde perspectivas múltiples con vista a
generar conocimiento emergente”.
En tal sentido, de las definiciones presentadas se desprende que la
transdisciplinariedad apunta hacia el enfoque de los problemas complejos,
trascendiendo las fronteras disciplinares, con miras a lograr la unificación del
conocimiento.
Sin embargo, atendiendo a su finalidad, la transdisciplinariedad implica
aquello que “simultáneamente es entre las disciplinas a través de las diferentes
disciplinas y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la comprensión del
mundo presente, uno de cuyos imperativos es la unidad del conocimiento”
(Nicolescu, 2007).
Por supuesto, los revolucionarios planteamientos transdisciplinares, han
encontrado notable oposición por parte del pensamiento clásico, pues por una
parte sus defensores argumentan que la transdisciplinariedad carece de objeto
de estudio y por lo tanto no puede otorgársele carácter científico; empero, para
los transdisciplinarios, el pensamiento clásico no puede considerarse absurdo,
pero su campo de acción, dada la complejidad del mundo actual se muestra
cada vez más reducido.
Efectivamente los precursores de la transdisciplinariedad, consideran que
los enfoques de investigación disciplinaria y transdisciplinaria no son
antagónicos sino complementarios, pues al decir de Nicolescu (2007), la
“disciplinariedad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la
transdisciplinariedad son las cuatro flechas de un solo y mismo arco: el del
conocimiento”.
Caracteres de la Transdisciplinariedad
A partir de los fundamentos transdisciplinares, Gibbons (2008), identificó
las siguientes notas que caracterizan a la transdisciplinariedad:
1. Irreductibilidad: significa que a pesar de que los resultados obtenidos
son producto de la aplicación de conocimientos disciplinares, la
comprensión lograda sobre la problemática no puede reducirse a la
suma de los componentes disciplinares.
2. Autonomía: en el sentido que el conocimiento transdisciplinario
desarrolla sus propias estructuras teóricas, métodos y estrategias de
investigación.
3. Difusión anticipada de resultados: se refiere a que en “el conocimiento
transdisciplinario los resultados se comunican a los participantes a
medida que éstos participan, lo que implica que la difusión de los
resultados empieza en el mismo proceso de su producción”
4. Dinámica: en razón que el conocimiento transdisciplinario “está
marcado por la interacción, cada día más cercana, entre la producción
de conocimiento y una sucesión de contextos de problemas”.
Así pues, la aludida irreductbilidad, y la difusión anticipada de los
conocimientos se entienden por la concepción sistémica en que se fundamenta
la transdisciplinariedad. Además, su carácter autónomo se deriva del
desbordamiento de las disciplinas implicadas, mientras que el dinamismo
obedece a la interacción constante que se fundamenta en el principio dialógico
de la complejidad.
Fundamentos Ontológicos y Epistemológicos de la
Transdisciplinariedad
Desde el punto de vista ontológico, la transdisciplinariedad, a diferencia de
la noción clásica de realidad proveniente de la ciencia moderna concibe la
existencia de niveles distintos de realidad que son abordados a través de lo que
Martínez Miguélez (2003) denomina “lógica dialéctica” (p.132) desde la
perspectiva de la complejidad.
Por otra parte, desde el punto de vista epistemológico el conocimiento se
obtiene como producto de la indagación entre, a través y más allá de las
disciplinas, como vía para la comprensión de la realidad y en consecuencia
implica una “completa integración teorética y práctica” (Martínez Miguélez,
2003, p.117), por lo que se configura un “marco epistémico amplio y una
cierta meta-metodología que les sirven para integrar conceptualmente las
diferentes orientaciones de sus análisis: postulados o principios básicos,
perspectivas o enfoques, procesos metodológicos, instrumentos conceptuales,
etc.” (p.117).
Postulados de la Transdisciplinariedad
Buena parte de la literatura transdisciplinaria, coincide en reconocer la
existencia de 3 principios o postulados que orientan el enfoque transdisciplinar.
En efecto, tales principios son: Existencia de varios niveles de realidad, lógica
del tercero incluido, la complejidad. A estos, Martínez Miguélez (2003)
adiciona la complementariedad.
Existencia de varios niveles de realidad
En principio, para el enfoque transdisciplinar, la realidad es “aquello
que se resiste a representaciones, descripciones, imaginaciones o incluso
intentos de cuantificación o formalización matemática” (Almarza, 2006,
p.9).
En el mismo orden de ideas, el punto de partida del concepto de niveles de
realidad transdisciplinar, se encuentra en los aportes de Heisenberg (citado por
Almarza, 2006) quien afirma la existencia de “una primera región o ámbito, la
de la física clásica; una segunda, la de la física cuántica y las manifestaciones
biológicas; y una tercera, aquella de las experiencias religiosas,
filosóficas y artísticas” (p.8). En lenguaje transdisciplinario, tales niveles se
corresponden con los espacios comprendidos “entre” y “más allá” de las
disciplinas.
Ahora bien, desde el citado enfoque, es posible pasar de un nivel
de realidad a otro diferente y esto sucede en los casos de ruptura de
leyes y conceptos en los cuales se fundamenta, dando paso a una
concepción más extensa de lo real, pero incompleta e incierta, y por tanto
compleja.
Al respecto, Martínez Miguelez (2003), ilustra los niveles de realidad a
través de la llamada jerarquía piramidal de las ciencias de menor a mayor nivel
de complejidad, en la cual a partir del “comportamiento de los átomos (física)
emergen las moléculas (química), como del comportamiento de éstas emergen
las células (biología); y así, las estructuras psicológicas, sociales, culturales,
etc”.
Lógica del Tercero Incluido
A diferencia del planteamiento expresado en la lógica aristotélica
fundamentada en los principios de identidad, no contradicción y tercero
excluido, la transdisciplinariedad a raíz de la existencia de los diferentes
niveles de realidad, sustituye el principio del tercero excluido, por el término
“T” (de Tao) o del tercero incluido, que en una lógica dialéctica no es otra
cosa que A y no-A al mismo tiempo.
Así pues, la utilidad de esta nueva lógica para la acción transdisciplinaria
viene dada por la posibilidad de lograr la formalización de las inevitables
paradojas y antinomias que permiten complementar el conocimiento, creando
imágenes más completas de la realidad al trascender los linderos de las
diferentes áreas del saber.
Complejidad
Este tercer postulado de la transdiciplinariedad se explica porque dada la
complejidad que caracteriza a los problemas del mundo actual, de la
percepción del hombre y de la sociedad desde una perspectiva sistémica y
compleja, la acción transdisciplinar exige el abordaje de los diferentes niveles
de realidad empleando la lógica dialéctica, considerando la complejidad
subyacente en, entre y más allá de las disciplinas.
En efecto, la transdisciplinariedad debe asumir la complejidad como forma
organizada de acceso a la realidad compleja, empero, “la complejidad como
postulado científico de la transdisciplinariedad no cuestiona la ciencia clásica
en su primer principio de legislar, de ir de lo complejo a lo simple, sino de
enfatizar que no son suficientes esas prácticas en el contexto científico actual”
(Pérez y Setién, 2007).
De lo anterior se desprende por una parte que la complejidad orienta el
trabajo transdisciplinar y por la otra que no se trata de plantear una
controversia respecto del pensamiento clásico, sino del reconocimiento de sus
serias limitaciones para lograr la comprensión de la realidad actual.
Por otra parte, según Moraes (2008) la actitud transdisciplinar, nutrida de
la teoría compleja conduce a importantes ventajas, dentro de las cuales se
pueden mencionar:
1. Incentiva a ecologizar los pensamientos y saberes.
2. Impulsa la contextualización del conocimiento.
3. Facilita la percepción de una lógica “capaz de rescatar y unificar lo que
era contradictorio, revelándonos su complementariedad” (p.7)
4. Orienta hacia la ruptura de las fronteras disciplinares, generando
espacios y enriquecimiento mutuo que conducen a nuevas miradas al
conocimiento.
Complementariedad
Este principio, comentado por Martínez Miguélez (2003), alude a la
“incapacidad humana de agotar la realidad con una sola perspectiva, punto de
vista, enfoque, óptica o abordaje, es decir, con un solo intento de captarla” (p.
136).
De allí que, el enfoque transdisciplinario, persigue la integración del
conocimiento, construyendo un todo coherente y lógico en el cual las
perpectivas personales, filosóficas, metodológicas y disciplinares lejos de
contraponerse se complementan.
En consecuencia, el instrumento esencial para lograr tal
complementariedad lo constituye el diálogo e intercambio enriquecedor de
nuestra percepción de la realidad, especialmente por quienes se ubican en
posiciones contrarias, por lo que no se trata de una interacción orientada en la
tolerancia del pensamiento de los demás; por el contrario, al decir de Martínez
Miguelez (2003), es necesario “implorarles que nos ofrezcan sus puntos de
vista” (p. 138).
TRANSDISCIPLINARIEDAD Y EDUCACION
La necesaria vinculación del enfoque transdisciplinario con el proceso
educativo, ha sido motivo de innumerables debates y planteamientos, en razón
de las recomendaciones de la Declaración del Congreso Internacional ¿Qué
Universidad para el mañana? Hacia una evolución transdisciplinar de la
Universidad. Locarno, Suiza (30 de abril- 2 de mayo de 1997).
Ciertamente, en el citado documento se insta a las Universidades al
tratamiento permanente de asuntos relacionados con la “formación de
formadores” la innovación, la orientación hacia una ética transdisciplinaria,
propiciar valores de paz y responsabilidad, entre otros.
Paralelamente, notables pensadores contemporáneos, han ofrecido sus
ideas al respecto, verbigracia los brillantes planteamientos presentados por
Paulo Freire (2008) quien en sus “siete miradas al proceso de transformación
educativa” expresa en primer lugar la necesaria disposición para el cambio que
desde “dentro” deben manifestar las escuelas, pero también exige una acción
desde “afuera”, de lo que se desprende una cuestión dialéctica.
En primer lugar, señala en relación con la Educación que “educador y
educando” se necesitan mutuamente pues ambos se educan en el proceso.
En segundo lugar, al ubicarse entre la educación y la filosofía, Freire
plantea que de nada valdría dar nombres a los aspectos vinculados con la
educación, pues es necesario primero transformar la realidad educativa y
posteriormente colocar nombres a las cosas.
Luego, en el nivel de realidad entre psicología y educación, hace referencia
al importante papel que tanto la pasión, como los deseos y sentimientos tienen
en la posibilidad de “conocer” de educandos y educadores.
Más adelante, en su “cuarta mirada” se ubica entre medicina y educación,
expresando que el educador debe generar un clima de respeto respecto de los
miedos y deseos de los educandos pero a su vez debe intervenir en esos miedos
y deseos con la sensibilidad propia de un médico o un terapeuta que atiende un
asunto de salud.
Posteriormente, atiende el nivel de realidad correspondiente al espacio
entre socio-antropología y educación, indicando que el punto de partida del
proceso educativo se ubica en las dimensiones cultural, ideológica, política y
social de los educandos, sin importar el estado real del contexto, pues solo en
conocimiento de esta realidad, se pueden lograr eficientemente los propósitos
de la enseñanza.
Igualmente, en su “sexta mirada” Freire se refiere al nivel de realidad
hacia lo espiritual, más allá de lo educativo, acotando la importancia del amor
en la enseñanza, con especial referencia al hecho de que “la única forma de
enseñar a amar es amando”. Además, atribuye al amor el valor como único
medio para lograr una transformación definitiva; tarea en la cual la iglesia ha
fallado, pues su “ideología inmovilizante” obstaculiza la acción de hombres y
mujeres dirigida a rehacer el mundo.
Además, desborda la frontera de la educación yendo más allá, hacia el
arte, expresando que el educador, en su delicada labor requiere la sensibilidad
y estética propias de un artista, pues para él “la educación es una obra de arte”
en la cual el docente “rehace el mundo, redibuja el mundo, repinta el mundo,
recanta el mundo, redanza el mundo”.
En tal sentido, se aprecia como el hecho educativo, social y complejo, es
abordado por Freire (2008) aproximándose a una visión transdisciplinar,
atendiendo a diferentes niveles de realidad propios de la transdisciplinariedad,
en términos de la lógica multidimensional y a través de la teoría de la
complejidad (evidenciándose los principios hologramático y de recursividad)
en una interacción que permite la complementariedad, como vía para
comprender el mundo actual y unificar el conocimiento.
CONCLUSION
Para la identificación de una auténtica actitud transdisciplinaria, resulta
indispensable verificar la presencia de los dos primeros principios o
postulados estudiados en el texto, es decir, la existencia de diferentes niveles
de realidad, regulados por la lógica dialéctica, pues de acuerdo con el artículo
2 de la Carta de la Transdisciplinariedad (1994) una situación contraria, sería
incompatible con la visión transdisciplinaria.
MATERIALES DE REFERENCIA
Almarza, F. (2006). Convergencia transdisciplinar: una nueva
lógica de la Realidad. [Documento en Línea] Disponible:
http://www.pensamientocomplejo.com.ar
Carrizo, L., Espina, M., y Klein, J. (2004). Transdisciplinariedad y
Complejidad en el Análisis Social. [Documento en Línea] Disponible:
http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001363/136367s.pdf
Carta de la Transdisciplinariedad. (1994, Noviembre 06). [Transcripción en
Línea] Disponible: http://www.filosofia.org/cod/c1994tra.htm. [Consulta:
2009, Mayo 20
Declaración de Locarno. (1997, Mayo 02). [Transcripción en Línea]:
Disponible: http://nicol.club.fr/ciret/locarno/loca7sp.htm [Consulta: 2009,
Mayo 28].
Freire, P. (2008). Las Siete Miradas de Paulo Freire. [Documento en Línea]
Disponible: http://www.youtube.com/watch?v=pmcGbbmBr1I. [Consulta
2009, junio 15]
Pérez, N., y Setién, E. (2007). La interdisciplinariedad y la
transdisciplinariedad en las ciencias: una mirada a la teoría
bibliológico-informativa. . [Revista en Línea] Disponible:
http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol18_4_08/aci31008.htm
Gibbons, M. (2008). Transdisciplinariedad. [Documento en Línea] Disponible:
http://innovacion.alejandria.biz
Martínez Miguélez, M. (2003). Transdisciplinariedad, un enfoque para la
complejidad del mundo actual. [Revista en Línea]
Disponible: http://www.concienciactiva.org
Moraes, M. (2008). Complejidad, Transdisciplinariedad y Educación.
. [Revista en Línea] Disponible: http://www.encuentros-
multidisciplinares.org/Revista
Nicolescu, B. (1998). Transdisciplinariedad, una nueva visión del mundo.
[Documento en Línea] Disponible http://nicol.club.fr/ciret/espagnol
Nicolescu, M. (2007). La Transdisciplinariedad, Desvíos y Extravíos.
[Documento en Línea] Disponible: http://www.complejidad.org
Pérez, N., y Setién, E. (2007). La interdisciplinariedad y la
transdisciplinariedad en las ciencias: una mirada a la teoría
bibliológico-informativa. . [Revista en Línea] Disponible:
http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol18_4_08/aci31008.htm
Top Related