Asurraba. los viscovivos toves
tadralando en las vaparas ruetaban;
misébiles estaban los borgoves,
mientras los verdos momios bratchilbaban.
Cuidado hijo con el Fablistanón!
con sus dientes y garras muerde, apresa!
Cuidado con el pájaro Sonsón,
y rehuye al frumioso Magnapresa!
Blandiendo su montante vorpalino
al monstruo largo tiempo persiguió...
Bajo el arbol Tumtum luego se vino
y un rato cavilando se quedó.
Y estando en su aviesal cavilación,
llegó el Fablistanón, ojo flagrante,
tufando por el bosque fosfuscón
y se acerco veloz y burbujante.
Un, dos! De parte a parte le atraviesa
varias veces el vorpalino acero;
y muerto el mostruo izando la cabeza
regresó galofando muy ligero.
¿De verdad al Fablistanon has muerto?
¡Ven que te abrace, niño radioroso!
¡Hurra, hurra! ¡Qué día ristolerto, risoto, carcajante y jubiloso!
Asurraba. Los viscovivos toves
tadralando en las vaparas, ruetaban;
misébiles estaban los borgoves,
mientras los verdos momios bratchilbaban.