1 EN 5 MINUTOS AYUDE
A DEJAR DE FUMAR
GOBIERNO VASCO OSASUN SAILA DEPARTAMENTO DE SANIDAD
Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia
Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco Vitoria-Gasteiz, 1993
Nota: Esta copia realizada por medios informáticos no se hace con fines lucrativos.
Consideramos que la divulgación de los consejos contenidos en estos apuntes , sólo van
encaminados a favorecer el abandono del pernicioso vicio del tabaquismo.
Kitag Doquier, 17 de mayo de 2012
2
Coordinador: Esteve Saltó i Cerezuela
Redacción: Dolors Marín i Tuya Esther Marín i Tuya Esteve Saltó i Cerezuela Lluís Serra i Majem
Con el asesoramiento del Consell Assessor sobre Tabaquisme a Catalunya.
© Generalitat de Catalunya
Departament de Sanitat i Seguretat Social
Edita: Servicio Central de Publicaciones
C/. Duque de Wellington, 2. Vitoria-Gasteiz
Con la autorización del Departament de Sanitat i Seguretat Social de la Generalitat de Catalunya.
Título original: En 5 minuts, ajudeu el vostre pacient a deixar de fumar.
Traducción y adaptación a castellano: Comité de Educación para la Salud. Dpto. de Sanidad.
Gobierno Vasco.
Diseño gráfico: Víctor Oliva Pascuet
Ilustración de cubierta: David García
ISBN: 84-457-0381-1
Depósito legal: BI-2108-93
Imprime: Estudios Gráficos Zure, S.A. Ctra. Asua-Erandio 24-A. 48950 Erandio-Goikoa
(Vizcaya)
Tirada: 5.000 ej.
3
ÍNDICE
PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN
1 PLAN DE ACTUACIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
2 INFORMACIÓN BÁSICA
¿Qué es fumar? ¿Cómo se deja de fumar? Fumar es
peligroso Vale la pena dejarlo
3 ACTUACIÓN PARA MOTIVAR EL INTENTO
DE DEJAR DE FUMAR
Lo que puede hacer Temas a aclarar
4 ACTUACIÓN PARA MANTENER LA ABSTINENCIA
DEL TABACO
Dudas que pueden plantearse cuando se deja de fu ¿Cómo hacer frente al deseo
urgente de fumar? Recomendaciones para evitar las recaídas
5 ANEXOS
Cuestionario de dependencia a la nicotina
(Test de Fagerstróm)
Plan de intervención con fumadores Técnicas de sustitución de la nicotina
4
I N F O R M A C I Ó N B Á S I C A
¿QUÉ ES F U M A R ?
F u m a r es un h á b i t o
Fumar puede convertirse en un hábito muy complejo. Encender un cigarrillo es fácil
y socialmente es aún aceptable. De ahí que el cigarrillo actúe como un buen instrumento
para resolver diversas situaciones psicológicas y sociales.
Un fumador no tarda mucho tiempo en hacer que arraigue y se consolide el hábito
de fumar en su estilo de vida. Aspira una media de 200 caladas al día, es decir, más de
6.000 al mes, 72.000 al año y más de 2.000.000, si tiene 45 años y empezó a fumar a los
1 5.
Para algunas personas el cigarrillo entre los dedos forma parte de su identidad. Hay
que conocer bien la imagen que se quiere romper y buscar una más gratificante.
F u m a r es t a m b i é n una f o r m a de a d i c c i ó n
Los consumidores habituales de tabaco se caracterizan porque:
■ Han hecho sin éxito intentos previos para dejar de fumar o reducir la dosis.
■ Durante las primeras 24 horas de cesación o reducción
significativa, pueden presentar alguno de los siguientes
síntomas del síndrome de abstinencia:
- Craving o deseo intenso de fumar.
- Irritabilidad/ansiedad.
- Dificultad de concentración.
5
- Insomnio/somnolencia.
- Dolor de cabeza.
- Trastornos gastro-intestinales.
■ Continúan fumando a pesar de presentar trastornos físi
cos serios (cardio-vasculares y/o respiratorios) y aun
sabiendo que el seguir fumando empeora la salud.
Uno de los métodos para valorar el grado de adicción en un fumador es el
cuestionario de dependencia a la nicotina o Test de Fagerstróm (Ver Anexos).
En general, durante la entrevista clínica con un fumador es mejor no utilizar el
concepto de adicción, ya que puede inducirle a pensar que dejar de fumar es imposible.
La idea que debe tenerse es: Sí, es posible conseguirlo. De hecho, antes de tomar la
decisión de intentar dejar de fumar, todo fumador hace un balance de las dificultades
que ello puede suponer, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, la facilidad o dificultad
que otros han tenido a la hora de dejar el tabaco.
En los últimos diez-quince años, millones de personas han dejado de fumar en
Europa y en la mayoría de los países desarrollados.
INSISTIR EN QUE DEJAR DE FUMAR ES POSIBLE
¿ C O M O SE DEJA DE F U M A R ?
D e j a r de f u m a r es un p r o c e s o
Dejar de fumar es el resultado de un proceso que empieza con un cambio de
conocimientos y actitudes y finaliza con un cambio de conducta. La rapidez que sigue el
proceso de dejar de fumar depende de la intensidad e interacción resultantes de
diferentes factores:
■ Internos (como la dependencia, definida como la dificultad de prescindir del
comportamiento de fumar).
■ Externos (como el acceso a la educación para la salud, la protección de una
legislación avanzada, la disponibilidad de recursos terapéuticos, etc., de cada
fumador).
Dejar de fumar, en último término, sólo se consigue cuando se ha empezado a
pensar seriamente en ello y se pasa por una serie de fases sucesivas. Hay una relación
entre las actitudes y la conducta durante el proceso que se sigue hasta llegar a la
percepción de sí mismo como no fumador. De acuerdo con este modelo, podemos
detectar en qué punto se halla el fumador y elegir la intervención más adecuada
6
utilizando los elementos terapéuticos apropiados a cada fase.
F U M A R ES P E L I G R O S O
Más del 80% de los usuarios de los servicios sanitarios que son fumadores conocen
hasta cierto punto la relación entre fumar y enfermedad, pero pocos son conscientes de
la magnitud del peligro que entraña seguir fumando.
La explicación de los peligros que fumar comporta debe ponerse en relación con el
estado de salud del paciente, aprovechando los síntomas que presenta relacionables
con el tabaquismo.
Debe insistirse en que cualquier nivel de consumo de tabaco es más peligroso que
no fumar en absoluto.
En 1 981, R. Dolí y R. Peto estimaron que en EE.UU. un 30% de la mortalidad
global por cáncer era atribuible al tabaco, por lo cual se podía considerar como
mortalidad evitable. Un 3% era debida al alcohol, también evitable totalmente. Un 35%
de la mortalidad por cáncer se puede relacionar con factores dietéticos, si bien
actualmente sólo se conoce la prevención de un 2% a un 5%.
Se estima que el 20 % de las 16.557 muertes ocurridas en 1 992 en la C.A.V. es
atribuible al consumo de tabaco.
CAUSAS DE MUERTE TOTAL MUERTES N.° ATRIBUIBLES AL TABACO N.° %
Todas las causas Tumores malignos Cáncer
de pulmón Cáncer de labio, boca y faringe
Cáncer de laringe Cáncer de esófago 'Cáncer
de vejiga
16.557 4.369 737 143 132 146
165
3.346 20 1.171
27 648 88 129
90 114 86 112
77 66 40
FUENTE: Servicio de Análisis Epidemiológico. Dpto. Sanidad. Gobierno Vasco.
7
Estos datos no están alejados de los que se registran en otros países de nuestro
entorno.
El tabaquismo es causa de muchas enfermedades:
■ Neoplásicas: como el cáncer de pulmón y de bronquios, laringe, esófago,
faringe, cavidad oral, vejiga urinaria, páncreas, riñon y muy posiblemente de
cuello de útero.
■ Cardio-circulatorias: cardiopatía isquémica, patología vascular cerebral y
vasculopatía periférica.
■ Respiratorias: bronquitis crónica y enfisema.
Se considera que más del 90% de los cánceres de pulmón y de la patología
respiratoria crónica y un 25%, aproximadamente, de la patología cardio-vascular pueden
ser atribuidos al tabaquismo.
Este hábito tóxico no sólo causa enfermedades y procesos graves sino que
empeora, igualmente, el curso y el pronóstico de muchos otros cuadros clínicos, como el
ulcus gastro-duode-nal, la diabetes, el asma bronquial, las cataratas, etc.
De cada cuatro personas que fuman, una morirá prematuramente por el hecho de
fumar. Muchas de ellas podrían haber vivido 10,20ó 30 años más.
El consumo de tabaco es mucho más peligroso por las muertes que provoca que el
resto de los elementos de riesgo a los que nos encontramos sometidos diariamente. Es
más peligroso que los accidentes de tráfico, los homicidios, la heroína, el alcohol, el
SIDA, los incendios o todos ellos a la vez.
INTENTE ENCONTRAR IMÁGENES CONCRETAS Y CONTUNDENTES QUE
HAGAN MÁS REALES ESTOS DATOS
POR EJEMPLO, EN EL PAÍS VASCO MUEREN CERCA DE 3.300
PERSONAS CADA AÑO POR CULPA DEL TABACO. ESTO
EQUIVALDRÍA A LA DESAPARICIÓN TOTAL DE LA POBLACIÓN
RESIDENTE DE UN MUNICIPIO COMO ZAMUDIO O ZESTOA O
SALVATIERRA.
Los fumadores tosen y expectoran más, sufren más infecciones respiratorias y
presentan disnea con más facilidad.
Fumar es el principal factor de riesgo de la enfermedad arterial oclusiva periférica.
Las personas habitualmente expuestas al humo del tabaco —los fumadores
pasivos— pueden sufrir complicaciones similares a las del fumador (patología
respiratoria, cardíaca, neoplási-ca, etc.). El humo del ambiente es particularmente
peligroso para los enfermos respiratorios y coronarios, y para los niños, especialmente
para los menores de 2 años.
8
El riesgo de enfermedades y procesos cardio-circulatorios en una mujer fumadora
es especialmente importante si tiene más de 35 años y toma anovulatorios.
Si la mujer fuma durante el embarazo, el monóxido de carbono y la nicotina del
cigarrillo llegan al feto a través de la placenta. Ello hace que aumente el riesgo de tener
un niño con bajo peso al nacimiento, un parto prematuro o un aborto espontáneo.
VALE LA PENA D E J A R L O
Todos saben que fumar perjudica la salud; pero a menudo este pensamiento es tan
desagradable para el fumador habitual que prefiere no reconocerlo, o incluso llega a
negar el riesgo que supone el tabaco.
Por eso, es importante que el fumador conozca los beneficios que puede obtener a
corto y largo plazo si deja de fumar.
La función pulmonar disminuye con la edad, pero ocurre mucho más rápidamente en
los fumadores. En el caso de exfumadores, la disminución de la capacidad pulmonar es
más lenta que en los que fuman. Un fumador habitual empieza a experimentar
incapacidad a los 65 años. En cambio, si dejara de fumar a los 45 años, podría retrasar
de 1 0 a 20 años el inicio de esa incapacidad.
INSiSTA EN QUE VALE LA PENA DEJARLO
Muchos fumadores no acaban de decidirse a dejar de fumar porque piensan que el
mal ya está hecho y que no sacarán provecho del esfuerzo que dejar de fumar requiere.
En realidad, eso no es así.
El deterioro que produce el tabaco es acumulativo: cuanto antes se empieza a
fumar, mayor es el riesgo a largo plazo. Los beneficios que se obtienen al dejar el tabaco
son igualmente acumulativos: cuanto antes se deja de fumar, antes se empiezan a
obtener beneficios para la salud.
Los efectos benéficos e inmediatos de dejar de fumar se traducen principalmente en
que:
■ Mejora rápidamente la respiración (al subir escaleras o correr para coger el autobús).
■ Disminuye la predisposición a la tos, los resfriados y otras infecciones del tracto
respiratorio.
9
■ La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro causado por los tóxicos
del humo del tabaco.
■ El mal aliento de los fumadores, los dientes y los dedos manchados, el olor de las
manos, de la ropa, desaparecen tan pronto como se deja de fumar.
■ Se recuperan inmediatamente los sentidos del gusto y del olfato.
■ Se evitan quemaduras en la ropa y los muebles, y se reduce el riesgo de incendios.
■ Disminuyen las posibilidades de estar enfermo o imposibilitado.
■ Se reduce el riesgo de úlcera gastroduodenal y se obtiene una curación más rápida
de un brote ulceroso.
■ Se aumenta la probabilidad de tener un embarazo normal, si la madre deja de fumar
al quedar embarazada o en el primer trimestre de gestación.
■ Se reduce el riesgo de muerte prematura.
■ Mejora la calidad de vida.
■ Los familiares y amigos pueden disfrutar de un aire más limpio.
■ Los hijos de padres no fumadores tienen menos trastornos respiratorios y es menos
probable que se conviertan en fumadores.
A C T U A C I Ó N P A R A M O T I V A R EL I N T E N T O
DE D E J A R DE F U M A R
LO QUE P UE DE H A C E R P l a n t e e el
p r o b l e m a
Pregunte a TODOS sus pacientes si son fumadores o no.
Puede abordar el tema fácilmente con quienes sufren algún tipo de enfermedad o
factor de riesgo relacionado con el tabaco (patología respiratoria o cardio-vascular,
diabetes, hipertensión arterial, uso de anovulatorios, etc.). De todos modos, hay muchas
ocasiones para hacer referencia al tabaco y hay que aprovecharlas.
Pregunte a cada fumador si ha pensado alguna vez en dejar de fumar y si quiere
intentarlo ahora.
Probablemente, la mejor manera de animarle a dejar de fumar sea el consejo directo
10
sugiriéndole cómo lograrlo. Aunque no todos los fumadores son iguales, como norma,
cuando se dirija a un fumador, deberá darle una información breve y directa, sin
ambigüedades. Una manera de hacerlo es recalcar los aspectos beneficiosos que
resultan del abandono del hábito tabáquico.
Aproximadamente un 60% de los fumadores adultos ha intentado seriamente, al
menos una vez, dejar de fumar, pero ha recaído. Es importante hacerle comprender que
las recaídas anteriores no deben ser una fuente de miedo al fracaso. Al contrario,
pueden aportar información muy valiosa que facilite los intentos posteriores, pues la
mayoría de los ex-fumadores lo ha conseguido después de diversos intentos.
Au m e n t e la mot i vac ión por el cambio
El tipo de consejo y plan de acción que usted llevará a cabo estará determinado
decisivamente por el comportamiento del fumador, su tipología de hábito y sus actitudes
hacia la cesación.
Algunos fumadores, por ejemplo, a pesar de un buen nivel de motivación,
encuentran muy dificultoso dejar de fumar porque son altamente dependientes de la
nicotina. Otros, aunque no sean tan adictos a la nicotina, no ven claro que el riesgo de
fumar sea superior al "placer" que les aporta el tabaco y permanecen poco permeables al
consejo del profesional. El test de Fagerstróm puede ser útil para esta catalogación.
La edad y el sexo del fumador tienen también su importancia. Un adolescente poco
sensible a los discursos sobre los riesgos lejanos puede, en cambio, ser motivado a
dejar de fumar si se le persuade de que aumentará positivamente su rendimiento
deportivo o su "éxito social". Con los padres y madres de familia puede ser eficaz
resaltar los efectos nocivos que tiene el tabaquismo pasivo sobre la salud de sus hijos.
PARA LOS FUMADORES SON, A MENUDO, MÁS IMPORTANTES LOS
BENEFICIOS INMEDIATOS QUE LAS VENTAJAS A LARGO PLAZO
Un paso muy importante es ayudar al paciente a escoger el día en que va a dejar de
fumar. Este punto es decisivo, ya que muchos fumadores muy motivados no se atreven a
dar ese paso y hacer un intento serio de abandono.
M a n t e n g a el i n t e r é s por el tema
Si el paciente no muestra ningún interés por dejar de fumar y no quiere fijar ninguna
fecha, invítelo a hablar del tema cuando él se sienta más preparado y proporciónele
material escrito informativo.
Exprese amablemente, pero con firmeza, la conveniencia de conseguir dejar de
fumar.
R e c o m e n d a c i o n e s s o b r e cómo d e j a r l o
11
En primer lugar, anime a su paciente haciéndole ver que dejar de fumar resulta
mucho más fácil de lo que muchos fumadores habían pensado.
El fumador que quiere dejar el tabaco deberá tener en cuenta lo siguiente:
■ Prepararse cuidadosamente.
■ Utilizar siempre el sentido común.
■ Planteárselo día a día (no pensar "no volveré a fumar nunca", sino más bien "hoy
no voy a fumar").
Unos consejos sencillos que debería proporcionar a todos aquellos que quieren
dejar de fumar son:
■ Escribir las razones por las que quiere dejar el tabaco (así como las razones para
seguir fumando).
■ Fijar una fecha para abandonar el hábito tabáquico y dejar de fumar
completamente ese día.
■ Buscar apoyo en la familia y los amigos.
■ Tener previsto cómo hacer frente a situaciones difíciles (alcohol, bar, llamadas
telefónicas, primer cigarrillo del día, presencia de otros fumadores, etc.).
■ En vez de encender el primer cigarrillo del día, por ejemplo, tomar un zumo de
naranja o levantarse rápidamente. Intentar cambiar sus hábitos.
Como profesional de la salud, su función no es encontrar solución a todos los
problemas que presente el fumador. Su papel es ayudar a que él mismo sea quien
encuentre sus propias soluciones y aprenda a superar las dificultades.
O f r é z c a l e h a c e r un s e g u i m i e n t o
El fumador que está intentando dejar de fumar necesita, casi desde el primer
momento, ayuda. La sensación de verse apoyado y seguido por un profesional de la
salud -médico, farmacéutico o enfermera- le dará más ánimos. Durante las visitas de
seguimiento, examine los progresos, revise las posibles dificultades que presenta el
paciente y ayúdele (si es necesario, con soporte farmacológico) a superarlas.
12
T E M A S A A C L A R A R
"Mi abuelo fumó como un carretero toda su vida y vivió 90 años".
Tuvo suerte. No se puede predecir quién puede morir por ser fumador, pero es
incuestionable que uno de cada cuatro fumadores morirá prematuramente y que, de los
restantes, algunos sufrirán enfermedades provocadas por el tabaco.
"Algún día hay que morirse; hasta entonces quiero vivir feliz con mis
cigarrillos".
Es un mito pensar que fumar mata rápidamente. Las enfermedades relacionadas
con el consumo de tabaco provocan años de sufrimiento, dolor e invalidez.
"¿Qué se gana con vivir unos años más de viejo pensionista?".
No se trata de unos años. Quienes fuman pierden una media de 10 años de vida.
"Ya es demasiado tarde, llevo fumando demasiado tiempo".
Vale la pena dejar de fumar a cualquier edad. Siempre es posible mejorar las
alteraciones respiratorias y disminuir el riesgo en la mayoría de las enfermedades
relacionadas con el hábito de fumar.
"Perderé el único placer de mi vida".
Después de acabar con el tabaco, la vida será mucho más estimulante. Por ejemplo,
entre otras cosas, disfrutará más de las comidas ya que se potenciarán el gusto y el
olfato.
"Fumar me estimula y ayuda a rendir más en el trabajo".
La dificultad de concentración puede ser un síntoma inicial del síndrome de
abstinencia, pero dura pocos días. Se pueden encontrar otros estímulos alternativos al
tabaco.
"Es más peligrosa la contaminación ambiental que el fumar".
El humo del tabaco tiene una concentración 400 veces mayor en algunos productos
13
tóxicos que los niveles máximos permitidos internacionalmente en el medio ambiente.
"Ahora estoy muy estresado y fumar me relaja".
Su organismo se ha acostumbrado a la nicotina. Por ello, es natural que se s ienta
más relajado cuando consigue la nicot ina de la que depende. Pero la nicotina es un
estimulante que aumenta temporalmente la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los
niveles de adrenalina. Pasadas unas semanas sin fumar, muchos fumadores se sienten
menos nerviosos y aprenden a relajarse sin fumar. Se dan cuenta, entonces, de que son
capaces de mayor autocontrol.
"No tengo fuerza de voluntad para dejar de fumar".
Para algunos puede ser difícil pero para el resto es más fácil de lo que piensan.
Cada día más gente deja de fumar. Hay quien lo consigue a la primera, pero la mayoría
tiene que intentarlo varias veces.
"Fumar me ayuda a hacer cosas".
Los fumadores sienten la necesidad del tabaco para realizar algunas actividades
determinadas. Pero no hay motivo alguno para no poder hacer lo mismo sin fumar. Más
aún, muchas actividades, sobre todo las que implican actividad física, son más fáciles de
realizar sin los niveles altos de carboxihemoglobina asociados al tabaco (más del 20%
respecto al 1% en los no fumadores).
"No puedo molestar a mi familia. La convivencia será imposible".
Usted sin quererlo está molestando ya a su familia con el humo del tabaco. Una vida
más saludable para toda su familia compensa con creces unas cuantas semanas de mal
humor.
"Fumo cigarrillos con bajo contenido en nicotina y alquitrán; por tanto, no es
necesario que deje de fumar".
Los cigarrillos "light" contienen las mismas sustancias peligrosas que el tabaco
normal; sólo se han reducido los niveles de nicotina y alquitranes.
Muchos fumadores para compensar los bajos niveles de nicotina de estos cigarrillos
fuman más a menudo o inhalan con más intensidad. En consecuencia, aumenta la
ingestión de otros tóxicos.
"Ya he reducido el consumo a un nivel saludable".
Reducir el consumo es un buen comienzo en el proceso de dejar el tabaco, pero no
resuelve el problema. Muchos fumadores han reducido la dosis pero realizan
inhalaciones más frecuentes y más intensas, por lo que mantienen la dependencia de la
nicotina y vuelven a los niveles previos de consumo. Es mejor dejar de fumar
completamente.
"Ahora es un mal momento para dejarlo".
Es verdad que hay momentos malos para dejarlo, por ejemplo, en una época de
mucho estrés. Intente, por tanto, escoger un buen momento. Pero hágalo pronto, ya que
es muy fácil ir encontrando excusas para no hacerlo nunca.
"Sí, lo dejaré algún día".
Déjelo ya. Cuanto más tiempo siga fumando, más daño se hará a sí mismo y más
14
difícil será dejarlo.
"Podría recaer".
Hasta que lo haya intentado no lo sabrá. De todas formas, puede conseguirlo si se
lo propone, aunque no sea a la primera. Mucha gente lo intenta más de una vez, antes
de conseguirlo.
"Lo intenté pero recaí. Me expongo a que vuelva a pasarme lo mismo".
Muchos lo han intentado alguna vez hasta conseguirlo. Sólo uno de cada cuatro lo
logra a la primera.
"Mi pareja fuma".
¿Le gustaría a ella dejarlo?
Si no, puede crear un "espacio sin tabaco" en su casa. Quien fume podrá hacerlo en
una zona aislada del resto de las habitaciones. Todos los cigarrillos y ceniceros (y otras
cosas referentes al tabaco) estarán fuera de este "espacio sin tabaco".
Si la pareja quiere dejarlo también, es importante que lo intenten a la vez. Dejar de
fumar puede mejorar la vida sexual de la pareja.
"¿Si dejo de fumar, engordaré?".
No todos engordan, y quien engorda lo hace en pocos kilos. Pero el peso inicial se
puede recuperar al cabo de unos meses. Al principio, no es necesario hacer una dieta
estricta. El ejercicio es una buena técnica para afrontar el síndrome de abstinencia y
evitar ganar kilos. Evite "picar" alimentos altos en calorías. Fruta, verduras y hortalizas
son los más recomendables.
Los riesgos para la salud que supone fumar son mucho más altos que el riesgo que
supone un pequeño aumento de peso transitorio por haber dejado de fumar. También
son superiores a la obesidad. Un ligero aumento de peso no perjudica su estética
personal.
"¿Podré 'funcionar' sin tabaco?".
Sí. Lo que la gente percibe o espera del tabaco como posibles beneficios no son
tales beneficios, son meras ilusiones.
Aunque se sienta mejor cuando fuma, eso es debido básicamente a que depende de
la nicotina. Tras fumar el último cigarro, el nivel de nicotina desciende y aparece el
síndrome de abstinencia. Empieza a sentirse tenso. Coger un cigarrillo puede parecer
que le relaja, pero en realidad no es exactamente así. Mire a su alrededor. Los
fumadores no están más relajados que los no fumadores, ni todos los ex-fumadores
están más tensos o son obesos.
15
A C T U A C I Ó N P A R A M A N T E N E R
LA A B S T I N E N C I A DEL T A B A C O
______ _ _
D U D A S QUE P U E D E N P L A N T E A R S E C U A N D O SE D E J A DE F U M A R
"¿Es mejor dejarlo de golpe o hacerlo poco a poco?"
La mayor parte de los fumadores lo ha hecho de golpe.
Se puede también ir reduciendo la dosis antes de la fecha prevista para dejarlo.
"Tengo insomnio".
Algunos cuando dejan de fumar pueden ver alterado su ritmo de sueño. Si los
síntomas están relacionados con la dependencia de la nicotina, desaparecerán entre la
segunda y tercera semana.
"¿Por qué toso más ahora que lo he dejado?".
Alrededor de un 20% de los fumadores dice que tose más ahora que cuando
fumaba.
Es algo temporal. Posiblemente se deba al incremento de la capacidad ciliar para
eliminar mucosidades. Por ello, es síntoma de recuperación de los mecanismos de
defensa de los pulmones.
"Ahora que ya lo he dejado, ¿puedo fumar algún cigarrillo de vez en cuando?".
No. La dependencia de la nicotina vuelve a consolidarse rápidamente. No se
arriesgue. Volverá a "engancharse". Basta un sólo cigarro para recaer. Además, le será
mucho más difícil recomenzar el proceso de dejar el tabaco.
"¿Mi organismo se recuperará de los efectos del tabaco?".
16
La capacidad pulmonar se puede recuperar. En otros casos, pueden haberse
producido daños irreversibles como el enfisema. De todos modos y aun en estos casos
el proceso se estabiliza y no progresa.
El riesgo de sufrir enfermedades cardio-vasculares y pulmonares se reduce con el
tiempo, de la misma manera que disminuye progresivamente el riesgo de sufrir algún
tipo de cáncer relacionado con el tabaquismo.
"¿Qué puedo hacer cuando tengo muchas ganas de fumar?".
Mucha gente controla las ganas de fumar con un chicle, comiendo fruta o vegetales,
cambiando de actividad, hablando con un amigo, etc.
Las ganas forman parte del síndrome de abstinencia. Éste dura pocos minutos y
después desaparece (no se va acumulando).
"Cuando no fumo me siento cansado y no me puedo concentrar".
Éstos son síntomas normales de falta de nicotina.
Son más fuertes los tres primeros días después de dejar de fumar.
Suelen desaparecer durante las primeras semanas.
"¿Qué otros síntomas puedo tener?".
Muchos fumadores tienen pocos síntomas o, incluso, ninguno.
Otros síntomas comunes son:
■ Ansiedad/deseo de fumar.
■ Irritabilidad.
■ Dolor de cabeza.
■ Transtornos gastro-intestinales.
■ Cambios en el estado de ánimo.
■ Hambre.
■ Mal sabor de boca.
Pocos fumadores experimentan todos estos síntomas. Como los otros, también
éstos son temporales.
17
¿ C Ó M O H A C E R F R E N T E AL D E S E O U R G E N T E DE F U M A R ?
Ejercicio
Es una de las formas más naturales de relajarse. Se debe empezar a hacer ejercicio
regularmente. Caminar a paso ligero es excelente. Si quiere hacer ejercicios más fuertes
y no está entrenado, debe comenzar poco a poco, como mucho 1 5 minutos al día.
Relajación
El hecho de concentrarse, respirando rítmicamente durante unos minutos, le
relajará.
Respiraciones profundas
Si el deseo de fumar es fuerte, deje un momento lo que está haciendo y respire
profundamente tres o cuatro veces. Aspire el máximo de aire posible, haciendo trabajar
el diafragma, manténgalo unos segundos y suelte el aire poco a poco.
Después, haga algo que le guste durante 10 minutos (hablar con un amigo, leer,
etc., pero no coma).
Control de las situaciones difíciles y solución de las mismas
Estudie las situaciones difíciles (reuniones sociales, aperitivos, café, TV, etc.) y
tenga previsto cómo se va a comportar ante ellas.
Sustitutos para afrontar el deseo urgente de fumar
■ Beba agua o zumos de frutas, mastique chicles sin azúcar, etc.
■ Tenga las manos ocupadas con clips, gomas, llaveros, etc.
■ Realice alguna actividad, como, por ejemplo, ejercicio físico, etc.
Recompensas
Un paso importante para dejar de fumar es aprender a estar a gusto sin tener un
cigarro en la mano. Busque otras alternativas al tabaco.
Emociones, pensamientos y sensaciones
Durante el proceso de deshabituación tabáquica pueden experimentarse a corto y
medio plazo algunos cambios emocionales y psicológicos como:
■ Desorientación.
18
■ Sensaciones y emociones intensas.
■ Aburrimiento.
■ Irritabilidad.
■ Tristeza.
■ Nerviosismo.
■ Dificultades para dormir.
¿CÓMO HACER FRENTE A TODO ESTO?
El deseo de fumar dura tan sólo unos instantes. Cuando se presente, utilícense las
técnicas ya mencionadas (ejercicios, relajación, pensar en otra cosa, usar sustitutivos,
etc.).
R E C O M E N D A C I O N E S PARA E V I T A R L A S R E C A Í D A S
1. Fíjese en los que no fuman y compárelos con los que todavía fuman.
2. Si está con fumadores mantenga firme su decisión: diga que está intentando dejarlo
y pida, si es posible, que no fumen cerca de usted.
3. Tire todos los cigarrillos, ceniceros y encendedores.
4. No vaya a donde solía ir a comprar cigarrillos.
5. Evite lugares o situaciones donde fumaba.
6. Evite el alcohol (reduce el autocontrol).
7. Descubra otras "salidas" para controlar el estrés, en vez de fumar.
8. Utilice estrategias para afrontar el deseo urgente de fumar:
■ Ejercicios de relajación.
■ Respiraciones profundas.
■ Distraer la atención del deseo urgente de fumar.
9. Haga ejercicio.
10. Prémiese a sí mismo por seguir sin fumar.
11. Busque la ayuda de quien le pueda apoyar, especialmente de no fumadores.
12. No piense: "Me fumo sólo un cigarrillo".
19
C U E S T I O N A R I O DE D E P E N D E N C I A A LA
N I C O T I N A . (TEST DE FAGERSTRÓM)
1.- ¿Cuántos cigarrillos fuma diariamente?
< 15 ______________________________________________ 0
15 -25 _____________________________________________ 1
>25 _______________________________________ : _______ 2
2.- ¿Qué contenido de nicotina tienen sus cigarrillos?
Bajo (< 0,5 mg.) _____________________________________ 0
Medio (0,6-1,1 mg.) __________________________________ 1
Alto (> 1,2 mg.) ______________________________________ 2
3.- ¿Se traga el humo?
Nunca _____________________________________________ 0
A veces ____________________________________________ 1
Siempre ___________________________________________ 2
4.- ¿Fuma más por la mañana que por la tarde?
Sí _________________________________________________ 1
No ________________________________________________ 0
5.- ¿Cuándo fuma el primer cigarrillo?
Nada más levantarse (primera media hora del día)__________ 1
Después de desayunar _______________________________ 0
6.- ¿Qué cigarrillo le produce mayor satisfacción?
El primero __________________________________________ 1
Otro _______________________________________________ 0 7.- ¿Fuma también cuando está enfermo (gripe, anginas...)?
Sí _________________________________________________ 1
No ________________________________________________ 0
20
8.- ¿Le cuesta no fumar donde está prohibido (cine, transporte público, etc.)?
Sí _________________________________________________ 1
No ________________________________________________ 0
Puntuación total _______________
Con una puntuación total de:
< 4 puntos: el fumador es poco dependiente de la nicotina.
4-5-6 puntos: el fumador es dependiente de la nicotina.
> 6 puntos: el fumador tiene una dependencia fuerte de la nicotina.
TÉCNICAS DE SUSTITUCIÓN DE LA
N I C O T I N A
Se trata de administrar, por una vía alternativa, dosis puras de nicotina, que es el
elemento adictivo que contiene el humo del tabaco. Su finalidad es aligerar y mitigar, al
máximo posible, los síntomas desagradables de abstinencia que se manifiestan en
algunos fumadores cuando dejan de fumar, facilitando así el proceso de deshabituación.
Siempre junto con el consejo del profesional de la salud, puede ser un instrumento
valioso de ayuda a la cesación. Será especialmente útil en aquellos fumadores más
adictos a la nicotina pero claramente motivados para dejar de fumar. i
Indicadores de dependencia son:
■ Fumar 20 o más cigarrillos/día y fumarse el primer cigarrillo poco después de
levantarse (primera media hora del día).
■ Intentos previos: recaídas a corto plazo (en el primer mes).
■ Experiencia de intentos previos y recaídas durante la primera semana debidos a
síntomas de abstinencia.
Los productos de sustitución de la nicotina más importantes en estos momentos son
el chicle de nicotina y el parche de nicotina.
A. Ch ic le de n i c o t i n a
El chicle procura nicotina a través de la mucosa bucal.
Reduce los síntomas del síndrome de abstinencia facilitando el proceso de
deshabituación.
Es más eficaz utilizado dentro de un plan de deshabituación con el soporte y
seguimiento de todo el Equipo de Salud. Es útil para complementar la intervención en un
1 5% de los fumadores. La eficacia del chicle depende de su correcta utilización. Es muy
importante dar instrucciones concretas de uso.
21
1. Requisitos para su uso: dejar de fumar completamente.
2. Información para una correcta administración:
Cada chicle debe masticarse lentamente, con pausas frecuentes, durante 30
minutos aproximadamente. Masticar con excesiva rapidez puede causar efectos
desagradables al inicio de su uso (trastornos gástricos, hipo...).
3. Dosificación:
Empezar a masticar cuando empiece el deseo de fumar, antes de que se
convierta en deseo urgente.
■ Consumo medio: 7-10 chicles/día.
■ Consumo máximo: 30 chicles/día.
■ Posibilidad de fijar una dosis: un chicle cada 60-90 minutos.
4. Efectos indeseables:
■ Dolor maxilar.
■ Gingivitis.
■ Faringitis.
■ Gastritis.
■ Problemas con la dentadura postiza o empastes.
■ Palpitaciones.
5. Contraindicaciones:
■ Embarazo o lactancia.
■ Infarto de miocardio o angina de pecho reciente.
■ Arritmias potenciales malignas.
■ Incapacidad de masticar.
■ Angor inestable.
6. Información de interés:
■ Se libera nicotina con 1 5 minutos de retraso respecto al cigarrillo, por lo que
no produce satisfacción inmediata.
■ El 90% de la nicotina se libera durante los primeros 20-30 minutos.
■ Al principio puede resultar desagradable. Son necesarios entre tres y siete
días de adaptación.
■ No se recomienda prolongar el tratamiento más de cuatro meses.
■ Reducción y retirada gradual del chicle.
■ Como cualquier medicamento, debe guardarse fuera del alcance de los niños.
B. P a r c h e de n i c o t i n a
El parche procura nicotina por vía transdérmica, reduciendo los síntomas de la
abstinencia nicotínica. Aumenta su eficacia cuando se utiliza integrado en un plan de
deshabituación tabáquica, con el soporte y seguimiento de todo el Equipo de Salud.
1. Requisitos para su uso: dejar de fumar completamente.
22
2. Información para una administración correcta:
Aplicar el parche sobre la piel una vez al día. Por absorción cutánea, la nicotina se
libera de forma continua, manteniéndose unos niveles plasmáticos constantes que se
corresponden con los perfiles que se obtienen al fumar un cigarrillo cada hora.
El parche debe aplicarse en un área cutánea intacta, seca, limpia y sin vello. Para
garantizar su adherencia se recomienda presionar durante unos diez segundos sobre él.
Al día siguiente, a la misma hora aproximadamente, se retira el parche viejo y se
reemplaza por uno nuevo.
3. Dosificación:
Colocación diaria del parche transdérmico de nicotina durante un período
aproximado de tres meses.
La dosificación utilizada es progresivamente decreciente, siguiendo el patrón de
administración establecido en función del grado de adicción inicial.
4. Efectos indeseables:
■ Reacción local (eritema, infiltración).
■ Cefaleas.
■ Trastornos de la visión.
■ Náuseas, diarreas.
■ Trastornos del sueño.
■ Olor de nicotina en la piel.
5. Contraindicaciones:
■ Embarazo o lactancia.
■ Infarto de miocardio o angina de pecho reciente.
■ Angor inestable.
■ Arritmias potencialmente malignas.
■ Hipersensibilidad conocida al adhesivo del parche.
■ Enfermedades sistémicas.
6. Información de interés:
■ La liberación de nicotina es lenta y progresiva, por lo que no produce la satisfacción
inmediata del cigarrillo.
■ Se recomienda cambiar el lugar de colocación del parche, con el fin de minimizar
las reacciones cutáneas.
■ No debe colocarse en zonas sensibles ni sobre mucosas.
■ El parche, una vez retirado, debe doblarse sobre sí mismo para que no sea
23
reutilizado.
■ Como cualquier medicamento, debe guardarse fuera del alcance de los niños, tanto
antes como después de su uso.
■ Se recomienda no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, ni prolongarlo más de
trece semanas. No combinarlo con el chicle u otros sustitutivos de nicotina.
C. O t r o s
■ Espray nasal (actualmente en fase experimental).
Top Related