BEFORE SUNRISE,
Análisis de subtítulos al español de la película “Antes de Amanecer”
de Richard Linklater
Mercedes Pérez Ladera
ABSTRACT
El presente artículo analiza los subtítulos oficiales de la película norteamericana de 1995
“Before Sunrise” de Richard Linklater cuya traducción al español es “Antes del amanecer”,
intentando proponer mejoras y llegar a un mayor entendimiento en la subtitulación de
películas de este género.
Key words: Before Sunrise, traducción, subtitulación, películas.
ABSTRACT
This article analyzes the oficial subtitles of the 1995 american film “Before Sunrise” by
Richard Linklater (“Antes del amanecer” in its Spanish version), trying to suggest
improvements on the translations in the subtitling process and reach a better understanding
of the genre we are dealing with in this film.
Key words: Before Sunrise, translation, subtitling, film.
Introducción
Como ya dijo Albert Einstein acerca de lo visual: “ Mi pensamiento no parece basarse
en las palabras escritas o habladas sino en ciertas señales e imágenes más o menos claras
que parecen reproducirse y combinarse libremente. Se trata de entidades de índole visual y,
en ocasiones, muscular”. Esto es la traducción audiovisual, una manera de acercarnos lo
que vemos en una pantalla, ya salga a través de un proyector, un ordenador o una televisión
de plasma. Ya que hoy en día la gente no imagina una vida sin información que ocupe casi
todos sus sentidos, estamos habituados a tener acceso a toda la información, sea cual sea el
idioma, a través de los medios audiovisuales. De hecho se podría decir que ya lo
consideramos un derecho como parte de nuestra educación e información. La traducción
audiovisual es aquella que posee sus propias reglas donde no debemos olvidar uno de los
aspectos fundamentales: las palabras. Como el título del libro de Rudolph Arnheim afirma
el pensamiento es visual. Y ese es el fondo desde el que el traductor debe empezar a
investigar para realizar su labor adecuadamente, un fondo multidisciplinar que engloba
desde la teoría de la traducción audiovisual hasta los estudios sobre cinematografía.
Aunque sabemos que la historia de la traducción audiovisual es relativamente
reciente, se ha desarrollado increíblemente rápido desde que nació, superando a cualquier
evolución en el campo de la traducción. El método audiovisual es aquel que consiste en
grabaciones acústicas acompañadas de imágenes, ya sea en movimiento o no. Si
retrocedemos unas décadas, alrededor de 1930, se empieza a utilizar este método, todavía
por perfeccionar, con el fin de entretener e informar al espectador a través de un medio que
en aquel entonces ya era audible, si bien las primeras películas eran de cine mudo y no
tenían la misma funcionalidad y carácter.
En este caso, nos centraremos en la introducción del cine en clave romántico realista.
Lo llamamos realista porque hoy en día la tecnología nos da muchas más posibilidades para
hacer de una filmación algo inimaginable y maravilloso y, sin embargo, en la película que
nos ocupa el director se preocupa mucho más por el entorno, los diálogos y las
interpretaciones que por los efectos especiales. En el cine la acción es más importante que
en la televisión, por ejemplo, en la que todo se simplifica y se le da una mayor rapidez a la
intención y la funcionalidad.
En este artículo se someten al análisis los subtítulos de la película norteamericana
Before Sunrise con Ethan Hawke y Julie Delpy como protagonistas y cuyo director,
Richard Linklater, sacó a la luz en el año 1995. Como afirma la Comisión de Cultura y
Educación del Parlamento Europeo “subtitular las películas permite que los espectadores
tengan una experiencia más auténtica de las obras audiovisuales y facilita el aprendizaje de
las lenguas”. Podemos, así, definir la subtitulación “como una práctica lingüística que
consiste en ofrecer, generalmente en la parte inferior de la pantalla, un texto escrito que
pretende dar cuenta de los diálogos de los actores, así como de aquellos elementos
discursivos que forman parte de la fotografía o de la pista sonora” (Díaz Cintas, 2003).
Los subtítulos han tenido un auge en España en los últimos años gracias a series de
televisión norteamericanas que requieren de pocas horas de traducción pero que, por lo
general, se prefieren dobladas, como en el caso de países como Italia. Ya sabemos las
limitaciones del doblaje, de la traducción subordinada a la imagen, ya que muchas veces
tenemos que adaptar el contenido de los diálogos atentos a sincronizarlos con la boca de los
actores y, especialmente en el cine anglosajón, en el que existen frases y expresiones
extremadamente sintéticas que complican la labor del traductor en el doblaje final. Sin
embargo, la subtitulación ofrece también muchos inconvenientes. Uno de ellos, y quizás el
más importante, es que el traductor se ve limitado por el número de pulsaciones que deben
aparecer por segundo para que el receptor pueda leerlo con tiempo antes de pasar a la
siguiente frase. Esto limita mucho las posibilidades de una buena traducción con el
problema mencionado anteriormente, es decir, las frases excesivamente cortas que
contienen una gran cantidad de información en la lengua de origen.
La película habla de la historia de Jesse, un joven periodista que ha terminado
recientemente una relación con su novia y que viaja a través de Europa para olvidarla, y
Cèline, una intrépida jovencita que estudia en La Sorbona y de una fulgurante inteligencia.
Ambos se conocen en un tren del que Jesse tiene que bajar al llegar a Viena para coger un
vuelo a la mañana siguiente. La conversación les envuelve en una magia que no quieren
dejar al llegar a la ciudad, y así, Jesse le propone a Cèline que se baje con él del tren y
paseen juntos por la ciudad para conocerse mejor, ella accede y comienza la historia.
En cuanto al director de la película, Linklater es un director que creyó en una película
en la que nadie tuvo fe desde el principio. Era el comienzo de la era de la Hollywood
capitalista en la que los directores cada vez importaban menos, y en la que impresionó su
trabajo, no solo por las demás producciones que se realizaban sino por su anterior
trayectoria. Es una película intimista y cuidada, mucho más real y creíble que la mayoría de
las comedias románticas tan famosas en el entorno del cine y de las grandes producciones.
Mucho más apreciada en Europa que en Estados Unidos, fue premiada con un Oso de Plata
en el Festival de Cine de Berlín. Es el ejemplo de que se puede realizar una buena película
sin necesidad de artificios y en donde el espectador se mete en una acción en la que le
gustaría participar solo gracias al buen hacer de las actuaciones. Este romanticismo ideal
hace que lo comparemos con otro trabajo de igual delicadeza que la filmación china Cartas
de una mujer desconocida1, dirigida por Xu Jinglei, en la que todo lo que mantiene la trama
es la ilusión que acaba en decepción, o al menos como en el caso de Before Sunrise o Antes
del Amanecer, en incertidumbre. Linklater ya tiene experiencia en producciones cortas en
las predecesoras de Antes del Amanecer, en las que la acción toma lugar en menos de
veinticuatro horas. Después de esta película Linklater se mantuvo en contacto con ambos
actores principales preguntándose cómo sería la vida de los personajes después de los años
y siguieron enviándose correos electrónicos para dar forma a lo que sería la secuela de la
película: Antes del atardecer, estrenada en el 2004.
A parte de los objetivos claros como comprender y analizar las estrategias de
subtitulación en los medios audiovisuales, existe un objetivo en el análisis que predomina
por encima de todos en películas que son internacionales por la situación real y común que
presentan a la mayoría de la gente, y este es la comunicación de lo que el filme transmite
desde su origen hasta la meta.
La complicación a la hora de llevar a cabo estos objetivos es la traducción de un
metraje en el que se dan sucesivamente los diálogos durante todo el paseo que tiene lugar
por Viena. Entre los fines didácticos que destacan tenemos la puesta en escena. Mientras
que en un medio que no sea audiovisual no podemos llegar a averiguar las expresiones
1 Película estrenada en 2004 ambientada en el Pekín de 1948. Premio Concha de Plata en 2004 a Mejor Director en el Festival de cine de San Sebastián.
faciales, corporales o de voz, en una filmación como la que estamos analizando podemos,
además de lo anterior, conocer la intencionalidad de los actores, profundizar en los diálogos
y, en el caso de los traductores, intentar llevar a cabo la ardua tarea de comunicar al
espectador colmando sus expectativas visuales y no visuales. La principal función, por lo
tanto, es adaptar matices culturales, sociales, nacionales y, en este caso, la aparición de
otros idiomas, no solo en la protagonista, Cèline, que al ser francesa se le escapan algunos
vocablos en su idioma, sino en alemán, una lengua que aparece muchas veces en la película
y que no se ha llegado a traducir por considerarla irrelevante en el desarrollo de la acción
entre los dos personajes principales.
La razón por la que he escogido esta película es porque es interesante conocer a fondo
los problemas a la hora de traducir un diálogo apenas sin interrupciones que se basa en dos
personajes que no tienen soportes musicales la mayoría de las veces, como ocurre con el
humor que utiliza música o risas para impresionar al espectador. Se podría decir que este
trabajo está lleno de contenido y que es simple a la par que complejo. Simple porque a la
vez que conocemos a los personajes podemos ir obteniendo más datos que nos ayuden a
traducir esos subtítulos. Complejo porque su intencionalidad y funcionalidad en cuanto al
espectador lo hacen difícil de descifrar, ya que muchas veces se necesitan más datos que
nos guíen para poder analizar en profundidad qué clase de diálogo y hacia qué clase de
espectador está dirigida la película. Así, sabremos cuándo se naturalizan elementos
humorísticos y culturales para acercarse a la nueva audiencia meta, sacrificando palabras,
expresiones, elementos culturales, nombres propios, repeticiones y topónimos a favor de
otros que transmitan a los nuevos receptores las mismas sensaciones que a los receptores de
la lengua original.
En cuanto al proceso a seguir para alcanzar estos objetivos será necesario hacer un
estudio empírico que profundice en el análisis de los personajes, los acontecimientos y el
entorno en el que se proyecta la trama. Esto, junto con un estudio descriptivo de los
personajes y las situaciones, es decir, un estudio que apunta a recolectar explicaciones y
descripciones sin tratar de cambiarlas, dará lugar a la búsqueda de pérdidas de información
y cambios de palabras, términos o incluso frases que podrían, bien construirse de otro
modo, bien incluir o excluir más vocablos. Aunque siempre nos vemos obligados a reducir
o ampliar según el número de pulsaciones permitido en cada fotograma. Para saberlo con
mayor exactitud se pueden utilizar herramientas como el programa Subtitle Workshop2,
donde se pueden cargar directamente los subtítulos y cambiarlos fotograma por fotograma y
ver el resultado final para poder cambiar los espacios de tiempo de cada uno. Habrá además
un acercamiento normativo con el fin de planificar mejoras para el estudio, es decir, este
estudio dice cómo las cosas deben estar. Se debe, por lo tanto hacer un análisis en
profundidad de las palabras y de su efecto, sin dejar de lado la terminología, los
extranjerismos, etc.
También se deberá analizar el tipo de audiencia ideal a la que se destina la película,
por lo general espectadores jóvenes que se identifiquen con los personajes de Jesse y
Cèline. Aún así, al ser una película que vio la luz por vez primera en 1995 el método a
seguir cambia para algunos términos que pueden estar pasados de moda y que habría que
volver a traducir para lograr una mayor conexión entre el joven espectador del 2010 y los
actores que representan la idea del romanticismo realista. Sin embargo, la idea se mantiene
intacta y puede perdurar con el paso de los años porque los cambios en los sentimientos del
amor a la hora de sentirlo por dos jóvenes no difieren demasiado desde los años 90 hasta
hoy en día. Además, según se traduce en muchas películas del siglo del Romanticismo
cinematográfico, en la que se comenzaba a tomar en cuenta la idea del amor deseado y no
forzado, se debe mantener el espíritu de cada época para que el receptor tampoco note
demasiado la diferencia entre, por ejemplo, vestimenta y diálogos, paisajes y modales de la
gente.
La música también juega un rol importante en la película en la que se comienza con
una pieza clásica a la vez que se ven los raíles de tren y diversos paisajes de Centroeuropa y
la parte final, en la que los dos personajes se toman fotografías mentales imaginarias para
no olvidarse el uno del otro al son de un clavicordio que parece mágico en el momento, que
toca alguien en una casa de Viena. Podría ser como un retorno al mismo lugar de partida,
ambos con música típica de grandes compositores austríacos.
2 Programa de Software gratuito que permite insertar, modificar y crear subtítulos en películas o vídeos de cualquier clase.
De acuerdo con los objetivos citados anteriormente el artículo deberá dividirse en
varias partes. La primera y más importante consiste en la observación de la filmación para
poder hacer una breve introducción de la película, que se desarrolla en base a los primeros
veinte minutos, imprescindibles para conocer la trama, en los que el protagonista masculino
le pide a su homónima que le acompañe en su paseo por Viena para poder seguir charlando
con ella y mantener esa conexión que a veces solo se tiene con desconocidos. También se
aportarán los comentarios a los subtítulos oficiales (las partes que se crean necesarias y
útiles para su análisis). Una vez hecho este recorrido, necesario para conocer los entresijos
de la película, se procederá al análisis exhaustivo del filme en general. “El análisis
detallado de los códigos que conforman un texto audiovisual es crucial, ya que solo cuando
se ha llegado a una profunda comprensión del funcionamiento e interacción entre todos
estos sistemas de signos, puede llevarse a cabo con corrección el proceso de transferencia
de dichos códigos” (Raquel Segovia:1994). Y aunque este enunciado no sirva para todos
los métodos audiovisuales, como por ejemplo el cine mudo, en este caso es imprescindible
y desmadeja la acción con solo palabras. También es necesario e interesante someter a
análisis los elementos extratextuales que influyen en la creación completa de la película
como el emisor, el medio, el año de producción, la duración y el receptor. La labor del
traductor, por lo tanto, debe hacerse conjuntamente con estos factores contextuales que
pueden cambiar según el encargo que nos hagan (por ejemplo, si lo que antes estaba en
formato de cine se pasa a formato televisivo).
Estamos ante una película romántica sin llegar a extremos de comedia ni de drama y
que al mismo tiempo entremezcla ambos elementos. En cuanto a los personajes cabe
destacar los arquetipos de la época que representan: la mujer liberada e inteligente, el
hombre viajero, culto y ligeramente inmaduro, características con las que el receptor se
identificaba o quería identificarse en la época en la que salió a la luz. Quizás siga teniendo
éxito gracias a que los paradigmas de conducta a seguir suelen ser los mismos que los de
hace unos años. Sin embargo, la trama no acaba como es de esperar con los amantes
uniéndose y la incertidumbre de la despedida es lo que unos años después dará lugar a la
película: Antes del anochecer, estrenada en 2004. En Antes del Amanecer se juega con los
silencios que enfatizan las palabras de los protagonistas, con los paseos por las calles y por
las ferias, por los ambientes y la soledad. En general se juega con toda la ciudad, haciendo
parecer mágica la aparición de los personajes secundarios. Cada secuencia da la sensación
de lentitud en el tiempo, y el espectador muchas veces se pregunta a qué hora de la noche
están para haber paseado y charlado por tantos lugares con la oscuridad que les rodea.
Como afirmó el historiador cinematográfico, semiólogo y sociólogo francés Christian
Metz: “Film is difficult to explain because it is easy to understand”. Esta cita tiene mucho
que ver con todos los análisis, ya sean lingüísticos, textuales o audiovisuales de una
película. Así, procederemos al resumen de la película y su análisis por separado con el fin
de considerar cada uno de los elementos de esta y sus correspondientes
argumentos/diálogos.
El filme tiene una clara estructura circular. Comienza con una música clásica, raíles
de tren y paisajes desde la ventana del mismo junto a los créditos. Se puede entonces ver a
una mujer cruzando un pasillo para entrar en el vagón del tren. Una pareja alemana
comienza a discutir en su idioma, la chica rubia de antes les mira mientras lee, hay un
hombre dormido, ancianos, un chico leyendo y que mira por la ventana. La mujer alemana
le arranca el periódico al hombre, la chica que leía se cambia de sitio al lado del chico que
hacía lo mismo. Ambos se miran de reojo, los esposos se marchan profiriendo insultos y el
chico se atreve a preguntarle a la chica algo. Ella le contesta en perfecto inglés y le
pregunta algo más. Se muestran lo que leen, ambos asienten y sonríen. Vuelve la pareja
alemana y el chico le pide ir a la cafetería. Ella accede y comienzan a charlar. Se va
transformando la atmósfera en la de un par de amigos que flirtean con miradas, gestos, risas
y sobretodo muchas palabras. Y aunque el final sea igualmente desconcertante, tiene mucho
que ver con el principio, ya que la música clásica y los paisajes que los amantes han
recorrido durante su trayecto hacen de fondo a los créditos, recordándonos cada
conversación que los protagonistas mantuvieron durante la película.
Es muy importante sobre todo tener nuestro punto de mira en el inicio si queremos
analizar adecuadamente el texto subtitulado, ya que el comienzo de la historia da pie a todo
lo demás y se podría decir que los primeros quince minutos son imprescindibles para
comprender la trama. Después de lo descrito y de que él, Jesse, le pida a la chica, Cèline, ir
al vagón restaurante, la conversación se vuelve un poco más profunda y comienzan a hablar
de temas personales aunque tópicos: de la muerte de la abuela de él, de los miedos, de las
ideas, de los sueños. Llegan a Viena, dónde él tiene que bajar y ambos se despiden con
pena. Pero él tiene una idea repentina ¿qué le parecería a ella bajarse con él en Viena y
pasar todo el día con él hasta que él coja el avión a los Estados Unidos a la mañana
siguiente? Ella baja con él y decide seguir su camino hasta su casa en París el día después.
Aquí empieza la historia de un día entre dos personas sin los prejuicios de las que conoces
pero con la confianza de aquellas con las que realmente conectas, tanto física como
intelectualmente. Poco a poco van descubriendo lo que les llevó a encontrarse justo en
aquel momento a aquella persona y el director nos deja un final abierto que permite al
receptor dar rienda suelta a su imaginación. A pesar de todo lo que hablado acerca de no
volver a verse para no acabar escribiendo o llamando una vez o dos, la presión de la
despedida en el andén puede más que su fuerza de voluntad y acuerdan un encuentro
después de seis meses en ese mismo lugar.
Aunque la música conforme la estructura principal y final del filme se ha de destacar
el valor del ruido de fondo y del silencio. Generalmente, cuando el director nos quiere
mostrar más distancia nos los muestra caminando con ruidos de fondo, pero cuando son
conversaciones más profundas nos los muestra en primer plano con el único
acompañamiento del silencio. Como en la iglesia a la que entran, el callejón donde se
paran, el barco donde deciden no verse más y el parque donde hacen el amor. Incluso, de
una manera un tanto sutil, los personajes acompañan su voz a esta nueva situación y hablan
casi entre susurros, mientras que en las demás secuencias de la película se nos muestra a
unos personajes charlatanes que tratan temas como la diferencia entre hombres y mujeres o
que juegan a juegos de preguntas divertidos para conocerse, y así sucesivamente. El primer
momento de tensión entre ellos se produce durante su visita a la tienda de discos, en la que
se retiran a un cuartito para escuchar un disco de vinilo juntos y comienzan a esquivarse las
miradas y las sonrisas sin decir ni una sola palabra, escuchando tan solo una canción
reveladora para la escena Come here de Kath Bloom, de la cual considero importante
subtitular la letra ya que tiene bastante que ver con el momento que ambos viven. Sin
embargo en los subtítulos originales no incluyen la canción ni en inglés ni en español.
Muestra de su importancia es la letra que dice “there´s a wind that blows in from the north
and it says that loving takes this course, come here, come here. No, I´m not impossible to
touch, I have never wanted you so much, come here” cuya traducción sería “Hay un viento
que sopla desde el norte y dice que el amor va por este camino, ven aquí, ven aquí. No, no
es imposible tocarme, nunca te he deseado tanto, ven aquí”, cuyas palabras acrecentan el
momento de deseo y nervios entre los protagonistas y los receptores.
El director también nos intenta transmitir un punto de vista moderno e innovador a
través de estos jóvenes inteligentes y vivos que justifican sus pensamientos con bastante
coherencia y madurez. Se demuestra por ejemplo en el tranvía en el que viajan Jesse y
Cèline después de bajarse juntos del tren donde se conocieron. Jesse le pregunta a Cèline
como en una especie de juego para conocerse mejor qué es lo que mas odia en el mundo.
Cèline comienza con la enumeración de varias cosas, entre ellas la nueva forma de
fascismo de los medios de comunicación que intentan manipularnos (un pensamiento
todavía avanzado a la época en la que se rodó el filme) o cuando Jesse le explica en el tren
las ideas que tuvo durante su viaje para producir un “Reality show” de 365 personas de
todo el mundo haciendo cosas rutinarias como echarse un café por la mañana o
duchándose, un anticipo de lo que más tarde se llamaría “Gran Hermano”. También nos
percatamos de la opinión que tienen ambos en cuanto al amor, algo muy parecido a su
fondo de pensamiento y a sus situaciones actuales. Jesse muestra una actitud un tanto
escéptica en cuanto al amor, repitiendo dos veces en la película que el amor no es algo más
que un sentimiento totalmente egoísta aunque pretenda no serlo y disimulamos dándolo
todo en una relación que, al fin y al cabo, según él, todos tenemos buscando solo nuestra
felicidad. Sin embargo, Cèline nos muestra el lado de una mujer inteligente, que cree en el
poder de la mujer, valiente y romántica. A pesar de todos sus esfuerzos durante la película
por mantener la compostura y no mirar al amor demasiado de frente, en un callejón solitario
comienza a susurrarle al co-protagonista algo de vital importancia. A pesar de todo lo que
dice sobre el amor, ella no podría vivir sin él, sin sentirse amada. Es por eso por lo que
piensa que si Dios existiese, no estaría en ninguno de nosotros sino en el espacio que nos
separa. Ambos son modelos de una sociedad que se identifica con iconos como ellos,
viajeros, soñadores y enamoradizos. Y quizás así, Linklater nos quiera dar una sensación de
serenidad y honestidad mucho mayor que cuando ambos caminan juntos hablando
tranquilamente y con ruidos o personajes secundarios que complementan la acción.
La película está ambientada la mayoría del tiempo en Viena, a excepción de los
primeros minutos en donde ambos se conocen en el tren de camino a esa ciudad. Se
observan grandes jardines, palacios, calles y monumentos famosos de la capital austríaca
como la Wienerriesenrad o, literalmente, rueda gigante. No se conoce la hora exacta en la
que se encuentran por primera vez pero se sabe que es de día, aún así pasan varios
fotogramas que nos hacen creer que la sensación del tiempo no es real, sino que pasa de
unos fotogramas a otros con un espacio de tiempo moderado hasta que los protagonistas
vuelven a ser enfocados hablando de algo interesante o de especial relevancia para la trama.
El tiempo exacto de duración de la película es de 96 minutos y 44 segundos, por lo que hay
que ajustar el guión para que pase el día y la noche hasta la mañana siguiente entre ese
corto espacio de tiempo, diferencia con la secuela Antes del Anochecer, ya que en esta el
tiempo es real y no hay espacios libres en los que no sabemos exactamente cuantos minutos
han pasado ni que han hecho los actores. Un ejemplo de la discontinuidad del tiempo en el
filme es cuando salen de la tienda de discos y acompañados por la música que escuchaban
comienzan a ver monumentos y jardines a una velocidad en la que sería imposible
desplazarse normalmente. Esto nos sugiere la idea de que pasan varias horas hasta que se
retoma la siguiente escena en la que Jesse y Cèline participan activamente.
Como ya se ha comentado antes, igual de importantes son los personajes secundarios.
Aunque no nos demos cuenta y sea subrepticiamente, estos van trazando la historia y el
destino de los personajes principales y le dan vivacidad a un entorno que solo ellos dos han
creado en pocas horas. Así, la película comienza con la discusión de la pareja alemana en el
tren por la cual Cèline se ve obligada a cambiar de asiento y sentarse junto a Jesse, con
quien inicia una animada conversación. Pero hay dos que especialmente dejan entrever las
diferencias de ideas entre Cèline y Jesse. La primera es la pitonisa, la cual lee la mano de la
francesa con mucho interés y de la que Jesse se mofa imitándola en un intento de expresarle
a Cèline que solo es una charlatana en busca de dinero que le dice a los demás lo que
quieren oír, evitando decir la verdad para no quedarse sin trabajo. También cuando aparece
el poeta que vive en la calle para pedirles una palabra, en vez de solo dinero, a cambio de
un poema y así poder ganárselo más dignamente, el norteamericano piensa y así le
manifiesta a su compañera que cree que lo único que ha hecho el mendigo es introducir la
palabra en un poema ya escrito, ella duda, no lo entiende y cree al poeta.
En una época en la que la innovación de lo irreal estaba a la orden del día y a la que
solo se oponía el llamado Dogma 95, es decir, la idea de volver a la realidad de las escenas
en la que la ficción son solo las historias, los guiones pero en la que todo lo demás, actores,
paisajes y tomas son reales. Antes del Amanecer se sitúa en mitad de estas dos ramas,
siendo más partidaria de lo real que de la ficción innovadora de la época. Es por eso por lo
que en sí es también una innovación por su gran variedad de matices argumentales y
personajes. El director nos lleva por una sensación más realista casi de video doméstico
pero a la vez con la máxima delicadeza para que el espectador se sienta partícipe de la
acción misma. En el centro de esta representación dos protagonistas que hablan no solo con
las palabras sino también con los gestos y las miradas. Su lenguaje es un inglés americano
bastante por encima de la media, sobre todo para ella, una francesa que solo estuvo en Los
Ángeles durante unas vacaciones y algún tiempo en Londres. Intentan dar el máximo de
ellos mismos con un lenguaje cuidado y culto, típico de estudiantes inquisitivos e
inteligentes, adquiriendo las secuencias su significado a través de las palabras y de cómo se
ordenan.
Las características de estos subtítulos en especial son bastante comunes a los
subtítulos de otras películas. En general, los fallos por omisión en este tipo de traducción no
son tan graves como la mayoría de la gente que no trabaja traduciendo cree ver. A veces la
omisión de repeticiones como en: “Ok, ok, let me tell you something” (traducido como:
“vale, déjame decirte algo”) es propio de un ajuste al medio al que traducimos y de un
idioma muy sintético que nos hace aún más complicada la tarea de resolver estos problemas
terminológicos. También es normal la omisión de ciertos adjetivos como en “intricate
details” que se traduce solo por “detalles” o de “from town to town city to city” traducido
simplemente por “ciudad por ciudad”. Sin embargo, algunos cambios nos pueden parecer
incoherentes y sin mucho sentido, ya que por ejemplo para traducir “full around” durante
una conversación sobre hombres y mujeres, los subtítulos le dan un matiz diferente cada
vez, dependiendo de quién habla y a qué se refiere “andar acostándose, joder, revolcarse”
explicitando así un contexto distinto en español. A pesar de esto vemos todo lo contrario en
una secuencia en el bar en el que ambos fingen hablar con sus respectivos mejores amigos y
Cèline comienza a describir a Jesse como un chico “gorgeous, cute, adorable” aunque en
los subtítulos se repita siempre la palabra “adorable” en los tres casos. También aparecen
frases que dan la sensación de una traducción por parte de un traductor sudamericano como
cuando Jesse le explica que su ex novia le dijo a unos chicos que le miraban el trasero en la
calle: “Váyanse al carajo, cabrones”. A veces, incluso cuando no son enfocados por las
cámaras, si alguno dice: “oh, yeah?” o “I see” lo omiten simplemente, puede que para darle
un respiro al espectador que tenga que leer incluso cosas que no son relevantes para la
continuidad del discurso. Otro matiz de los discursos digno de mención es la ausencia de
subtítulos cuando se hablan otros idiomas. Incluso cuando Cèline pronuncia algunas
palabras en francés o finge hablar en el bar con su amiga francesa para contarle lo que le ha
pasado para no poder quedar con ella al día siguiente o cuando Jesse intenta demostrar lo
patoso de su intento hablando francés. Por descontado se omiten los diálogos en alemán,
como cuando los demás personajes de la cafetería son enfocadas al azar hablando, el poeta
o la pitonisa comienzan a hablarles en el idioma germano, etc. En algunos casos no es
necesaria la traducción de estos diálogos, siempre y cuando no afecten a la trama principal,
que la llevan al fin y al cabo los dos protagonistas. Sin embargo, se omiten diálogos de
ellos mismos, manteniendo el misterio del original, como a los angloparlantes que la vean y
no tengan subtítulos de nada porque es su idioma materno. Sin embargo hay una tendencia
creciente a incluir subtítulos en las películas de lengua materna que tengan fragmentos en
otros idiomas. Personalmente, pienso que hay una gran desventaja por parte del receptor
que no sepa los otros idiomas y una gran ventaja y satisfacción por parte del que sepa los
tres idiomas que se tratan en la película: el inglés, el francés y el alemán. Así, no considero
justo ocultar las partes en otro idioma que aunque sean irrelevantes y moleste el leerlas a
veces, pueden ayudar al receptor fanático o que simplemente busca comprender todo lo que
se dice. Aunque luego hay contradicciones como en la traducción de “La Sorbonne”
dejándola en francés cuando en español es mucho más frecuente decir “La Sorbona”.
También cuando el protagonista dice que ha comprado un “Eurorailpass” en vez de un
billete de InterRail, los subtítulos lo traducen igual, puede que por sintetizar y porque a fin
de cuentas no cambia mucho el significado para los espectadores que seguramente
comprenden de qué se trata. Muchas veces en la traducción hablamos de estilo para
justificar decisiones en los subtítulos que agilizan el proceso de lectura y naturalizan el
discurso, que es a fin de cuentas lo que este análisis intenta encontrar. Es importante
además, a veces, suavizar el lenguaje en nuestras traducciones para no darle demasiadas
connotaciones negativas al texto. Por ejemplo cuando Jesse dice “Madrid sucked” el
subtítulo traduce “fue terrible” en lugar de “apestaba” y tiene sentido si vemos el nudo de la
trama y cómo el protagonista explica poco a poco lo que le pasó en la ciudad en la que su
novia le dejó. Me llaman la atención traducciones como la de “Suzy de EE.UU.”, bastante
coherente si tenemos en cuenta que es Jesse quien habla aunque el original diga “Suzy from
home”. También se evitan los monosílabos como “no” o “si”. Por ejemplo cuando Jesse
dice “es un puente bonito” ella responde “si” a secas, pero en los subtítulos lo traducen
como “sí, lo es”, puede que para restarle énfasis al monosílabo y a la respuesta en general.
En cuanto a cómo se traducen los matices socio-culturales caben destacar las
referencias a “the americans” cuando en realidad se refieren a los norteamericanos.
También hay rasgos culturales cuando se pronuncia la marca de una cerveza en vez de decir
cerveza. Creo que en este caso no hay problema porque los actores mencionaron con
anterioridad qué iban a comprar al entrar al primer bar.
Las imágenes más significativas las vemos en los primeros quince minutos en los que
se desarrolla el planteamiento, como en narratología o cualquier trama que pretenda captar
el interés del receptor velozmente. Después de la secuencia en la que Jesse le propone a
Cèline bajarse del tren con él para recorrer la ciudad hay otros momentos importantes como
el silencio en la tienda de discos mientras escuchan música, cuando tienen el primer beso en
lo alto de una torre, el momento en el que paran en un callejón a hablar o cuando se
confiesan sus sentimientos indirectamente en la cafetería fingiendo llamar a sus mejores
amigos cuando el que está escuchando es el otro, y cuando deciden en el barco que esa es la
última noche que se ven. Desde luego, casi todas las escenas son imprescindibles para
conocer un poco más de cada personaje, para comprender cómo ha podido crecer algo tan
fuerte en un solo día, una sola noche. Todo esto siempre dentro de la cultura occidental, que
los percibe como modelos de una juventud y un amor ideales. Sin embargo, lo que más
llama la atención de todo esto es que el final queda abierto, cuando en las historias de amor
normalmente nos dan los detalles del “vivieron felices y comieron perdices” tan pregonado
por productoras como Disney.
Así, esta película dio lugar a otra igual de espectacular nueve años después. Una
secuela muy esperada por fans pero a la vez temida que colmó las expectativas de los
seguidores con la misma pasión y argumentos de los personajes, solo que esta vez en un
periodo de tiempo mucho más reducido en el que se encuentran cuando Jesse da una
conferencia sobre su nuevo libro, que, casualmente, habla de un día en el que conoció a una
chica en el tren y se volvió loco por ella. Cèline está allí, mirando entre las estanterías a
Jesse, con escepticismo y a la vez indiferencia. Él se da cuenta y comienzan un nuevo
paseo, esta vez por París, la ciudad del amor. Un filme que también acaba con un final
abierto.
Al estar bastante familiarizada con las películas de este director, desgranar cada
detalle para la traducción de sus subtítulos me parece capital. Sin embargo, la tarea del
subtitulado me parece mucho más complicada de lo que parece y también injustamente
criticada por parte de los espectadores que están acostumbrados a obtener todo en el
momento y en las mejores condiciones. Para subtitular, igual que para traducir, el
profesional tarda un tiempo razonable, aunque no es comparable al que se utiliza por
ejemplo para el doblaje, en cuyo caso tenemos unas características que nos reducen más las
posibilidades de traducir todo el contenido como quisiéramos. Además del valor que
suponen los efectos sonoros en una producción de este tipo. Por supuesto son muy
importantes en una película y creo que como innovación se podría aportar algún tipo de
pista en los subtítulos, como hacerlos más breves si respuestas como “yes, I do” y traducirlo
simplemente por “si” en momentos románticos o silenciosos.
Pero por lo general, creo que es siempre imprescindible participar activamente en
estos análisis, y así lo he intentado para hacerlo algo más real y un poco mejor.
BIBLIOGRAFÍA
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Wordreference, diccionario online: http://www.wordreference.com/es/
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perspectiva prescriptivista y la descriptivista: La traducción audiovisual, Revista electrónica
de estudios filológicos, disponible online:
http://www.um.es/tonosdigital/znum13/secciones/tritonos_A_doblaje.htm
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