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BIOGRAFÍA DE UNA PATENTE: VIDAS EN CONSTRUCCIÓN
Romero de Pablos,Ana
Instituto de Filosofía
Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC
Resumen:
El objetivo de la ponencia es narrar los veinte años de vida de la patente titulada
“Reacciones de síntesis de DNA (in vitro) que emplean DNA polimerasa de Phi 29
modificada y un fragmento de DNA que codifica dicha polimerasa”,más los años
previos de investigación del laboratorio.Utilizo como punto de partida una patente, un
objeto que normalmente está más considerado como punto de llegada si tenemos en
cuenta el uso que de ellas se hace como indicadores de innovación. Muestro las
patentes como herramientas útiles para los estudios de historia de la ciencia; de su mano
podemos conocer los caminos y rutas por donde circularon, las prácticas y rutinas que
introdujeron, así como las alianzas y estrategias empresariales en las que se vieron
involucradas. El conocimiento no solo se construye en los laboratorios sino también
fuera de ellos.
Abstract:
The aim of the paper is to describe the twenty year life of the patent entitled "DNA
synthesis reactions (in vitro) using Phi 29 DNA polymerase and a modified DNA
fragment encoding said polymerase" plus previous years laboratory research. Use as a
starting point for a patent, an object which is normally more considered as a point of
arrival if we consider the use is made of them as indicators of innovation. Patents are
useful tools for studying history of science; with them we know the roads and paths
along, which practices and routines introduced, as well as alliances and business
strategies in which they were involved. Knowledge is built not only in laboratories but
also outside of them.
Palabras clave: historia, biología molecular, bioquímica, biotecnología, patentes,
circulación de conocimiento, Margarita Salas, CBM, España.
Key words: History, molecular biology, biochemistry, biotechnology, patents,
circulation of knowledge, Margarita Salas, CBM, Spain.
Introducción
El objetivo de la ponencia es narrar los veinte años de vida de la patente titulada
“Reacciones de síntesis de DNA (in vitro) que emplean DNA polimerasa de Phi 29
modificada y un fragmento de DNA que codifica dicha polimerasa”.
Para ello utilizo como punto de partida una patente, un objeto que normalmente está
más considerado como punto de llegada si tenemos en cuenta el uso que de ellas se hace
como indicadores de innovación. Quiero mostrar las patentes como herramientas útiles
para los estudios de historia de la ciencia; de su mano podemos conocer los caminos y
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rutas por donde circularon, las prácticas y rutinas que introdujeron, así como las
alianzas y estrategias empresariales en las que se vieron involucrados.
Las fuentes primarias utilizadas son la documentación generada por la patente
(accesible en las bases de datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas)1, artículos
científicos del grupo de investigación y entrevistas realizadas a Margarita Salas. A estas
fuentes primarias he añadido recientemente una documentación a mi modo de ver de
gran importante para la historia de la ciencia en España: los cuadernos de laboratorio
donde, los distintos investigadores que han trabajado en el entorno de Margarita Salas,
fueron dejando registro minucioso del trabajo allí desarrollado. Tenemos suerte que
todo este material conservado por Margarita Salas en su archivo haya sido
recientemente cedido al Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC, con
lo que contamos con un patrimonio poco usual en los archivos estatales españoles.
La historiografía sobre los inicios de la biología molecular en España, los contextos y
situaciones sociopolíticas en los que se desarrolló este grupo de investigación así como
la referida a las técnicas e instrumentos empleados, han sido también referentes
importantes.
Entiendo por biografía no solo los veinte años de vida de la patente, los años que está
activa legalmente, sino también los años de gestación de la misma aunque como
veremos por lo menos para este caso, no es un período consciente de búsqueda de una
patente. Y con la palabra construcción quiero hacer alusión por un lado a que este
proyecto que presento está inconcluso, pero al tiempo quiero evocar la idea de
construcción del conocimiento contenido en la patente en paralelo a la construcción de
las carreras o trayectorias científicas e intelectuales de los investigadores que formaron
parte del proyecto. La biografía de esta patente construye también la biografía científica
y vital de Margarita Salas.
El invento que patentaron hace ya veinte años Luís Blanco, Antonio Bernard y
Margarita Salas en el laboratorio que dirigía esta última en el Centro de Biología
Molecular del CSIC en la década de los setenta, surge aparentemente, si atendemos a las
voces que hablan por dotar e impulsar sólo el ámbito de la investigación aplicada, en el
territorio menos propicio para generar innovación, el de la investigación básica. En
1984 descubren que el virus Phi 29 infecta la bacteria “Bacillus subtilis” y produce la
síntesis de una serie de proteínas, entre ella la DNA Polimerasa viral. Purifican esta
proteína y estudian sus propiedades. Descubren que tiene unas propiedades que la
convierten en la encima ideal para amplificar DNA a partir de cantidades mínimas, ya
que produce miles o incluso millones de copias de ese DNA. Su alta fidelidad en la
copia, su procesividad –copia el DNA igual y progresivo- y su capacidad para
amplificar son sus señas de identidad.
Esta patente hace pensar en un cambio interesante en la circulación del conocimiento:
su protección se solicita por primera vez en Estados Unidos y en 1989 la oficina de
1La Oficina Española de Patentes y Marcas tiene su origen en el Registro de la Propiedad Industrial,
organismo creado en 1903 dependiente del Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, con competencias sobre gestión de propiedad industrial y relaciones internacionales. En 1975 pasó a ser un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Industria y en 1992 el Registro cambió de nombre y pasó a llamarse Oficina Española de Patentes y Marcas. Cuenta con un archivo histórico accesible en la redhttp://historico.oepm.es/archivohistoricow3c/index.asp (patentes de 1878 a 1966), y con bases de datos como INVENES y Espacenet que contienen las invenciones que han solicitado ser patentadas en España a partir de 1966.
3
patentes americana concede la patente. Después en 1993 se solicita la patente en la
oficina europea y en agosto de este mismo año, finalmente, la solicitud pasa a tener
también efectividad en España. Este viaje que emprende este conocimiento nos sitúa
ante un cambio en la dirección; la técnica diseñada en un laboratorio español viaja a una
empresa americana (United States Biochemical Coorporation) que en 2001 consiguió la
licencia de explotación. El resultado fue la comercialización de dos Kits para la
multiplicación del DNA, de los que hoy se benefician ámbitos tan diferentes como el de
la policía y los forenses, los laboratorios de análisis genéticos, o el de las
investigaciones de los arqueólogos y paleontólogos.
Margarita Salas y su equipo no sólo innovaron en su laboratorio, también fuera de él. El
adentrarnos en la práctica científica, y en este caso en la de un grupo de investigación
liderado por una mujer, es importante para mostrar modelos positivos de mujeres
científicas al dar a conocer y difundir sus trabajos en estos ámbitos.
El artículo se ha organizado en torno a las siguientes cuestiones:
por qué el uso de las patentes como fuente para estudiar la historia de la ciencia
en qué contexto se produjo la investigación: cuál fue el espacio disciplinar,
académico nacional e internacional y el institucional;y el espacio político
cual era la situación de las mujeres en el espacio disciplinar y académico de la
España de esos años
cómo se gestó la patente: cómo viajó del laboratorio y en qué formatos: tesis
doctorales, artículos científicos, congresos, estancias de los investigadores
en qué consiste la patente: qué contiene, qué procedimientos y trayectorias
siguió, cuáles fueron los países en los que se protegió ese conocimiento y por
qué orden.
qué empresa se hizo con la licencia de explotación; cuál erasu posición en el
mercado biotecnológico.
Por qué una patente
Hoy día son múltiples las vías por las que viaja la información y el conocimiento
científico y tecnológico. Aunque es mucho lo que ya se ha escrito sobre patentes raras
veces son tratadas como fuente de conocimiento. Interesan los números –son muchas las
voces que secundan la expresión a mayor innovación, mayor número de patentes y
viceversa, si no hay cultura de patentes cómo puede haber innovación-. Pero si nos
detenemos en los contenidos de las mismas, en los motivos y circunstancias que las
ponen en marcha y nos sumergimos en los procesos y trámites que conllevan su
consecución, vemos que los procesos no son lineales y que esa expresión de a mayor
número de patentes mayor innovación, no siempre resulta tan obvia.2
Las patentes son portadoras de nuevo y desconocido conocimiento y al tiempo
creadoras de otro nuevo generado a lo largo de los procesos o viajes que inician para
ponerse en los mercados. Así al conocimiento contenido en la patente, hay que sumar el
generado en el entorno de la propia patente, antes, durante y después de la concesión de
la misma. Los procedimientos incorporados en las patentes evocan una historia viva;
2AGRAWAL,A. y HENDERSONR., (2002), “Putting Patents in Context: Exploring Knowledge Transfer from
MIT”. Management Science 48 (1): 44-60.
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una historia donde tienen más peso los fracasos que los éxitos, donde el conocimiento
gestado inicialmente en el laboratorio se reconstruye y reconfigura fuera de él.
Las patentes se convierten así en una fuente para estudiar la circulación del
conocimiento, pero también aportan mucho sobre los distintos agentes que forman parte
de los desarrollos científicos y tecnológicos. La información que incorpora una patente
es una información técnica pero también aporta otro tipo de información importante:
cómo y dónde se ha producido, en qué circunstancias, qué o quienes lo han motivado,
por qué espacios ha circulado, etc. Junto al papel que juegan las patentes en el proceso
de estandarización, normalización y control del conocimiento, este trabajo las presenta
comoinstrumentos o herramientas útiles y necesarios para estudiar la historia de la
ciencia; de su mano podemos conocer los caminos y rutas por donde circularon, las
prácticas y rutinas que introdujeron, así como las alianzas y estrategias empresariales en
las que se vieron involucrados. 3
El invento que patentaron en 1989 Luis Blanco, Antonio Bernard y Margarita Salas en
el laboratorio que dirigía esta última en el Centro de Biología Molecular del CSIC, es
un buen modelo, como les gusta decir a sus autores, en estudios de morfogénesis, de
control de expresión génica y de replicación; pero también lo es para evidenciar la
conveniencia de realizar estudios insertos en espacios y tiempos determinados y donde
las respuestas a las preguntas no siempre se encuentran en el espacio del laboratorio.
Las técnicas y las prácticas científicas circulan por espacios académicos –laboratorios,
congresos-, en forma de patentes, artículos científicos. Las patentes viajan y traspasan
fronteras geográficas –viajan de unos países a otros-; también pasan de espacios
académicos –laboratorios universitarios y de centros de investigación- a otros
aparentemente distintos, como es el del mundo de la empresa. Pero no solo diluyen
fronteras geográficas y espaciales, también difuminan las fronteras entre disciplinas: el
conocimiento generado en los setenta y ochenta en el laboratorio del Centro de Biología
Molecular de Madrid, hoy día es utilizado, en su forma actual de circulación (el Kit que
se comercializa), por profesionales adscritos a lugares, espaciales y disciplinares,
bastante ajenos a los que lo propiciaron: hoy esta tecnología es una herramienta de uso
constante por la policía científica y también por arqueólogos y paleontólogos.
Esta patente surge aparentemente, si atendemos a las voces que hablan por dotar e
impulsar sólo el ámbito de la investigación aplicada, en el territorio menos propicio para
generar innovación, el de la investigación básica. En 1984 descubren que el virus Phi 29
infecta la bacteria “Bacillus subtilis” y produce la síntesis de una serie de proteínas,
entre ella la DNA Polimerasa viral. Purifican esta proteína y estudian sus propiedades.
(Una polimerasa es un encima natural, una macromolécula biológica, que cataliza la
formación y repara el DNA). Descubren que tiene unas propiedades que la convierten
en la encima ideal para amplificar DNA a partir de cantidades mínimas, ya que produce
miles o incluso millones de copias de ese DNA.
El contexto
En el origen de la investigación que dio lugar a esta patente hay inicialmente dos
investigadores, que fueron claves en los inicios de la biología molecular en España:
3 ROMERO DE PABLOS, Ana (2011), “Regulation and the circulation of knowledge: penicillin patents in
Spain”, Dynamis, 31 (2):363-384.
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Margarita Salas y Eladio Viñuela. Ambos se habían doctorado en Madrid bajo la
dirección del bioquímico Alberto Sols 4 con trabajos sobre el metabolismo de azúcares,
asunto que le preocupaba a Sols desde su estancia americana en el laboratorio de Carl y
Gety Cori en Saint Louis.5 En 1964 ya doctores Salas y Viñuela viajaron a Nueva York
para trabajar en el laboratorio que Severo Ochoa tenía en la School of Medicine de la
Universidad de Nueva York. Los trabajos de Ochoa sobre el código genético habían
llevado a su laboratorio a concentrarse en el problema de la biosíntesis de proteínas.
Según cuenta Grunberg-Manago fueron varios e “ingeniosos experimentos”-
fundamentalmente los de Sydney Brenner en Cambridge (Inglaterra), A. J. Garen en
Yale (Estados Unidos) y K.A. Marcker en Cambridge (Massachussets, Estados Unidos)
los que llevaron a la descripción de los tripletes de iniciación de la lectura de la síntesis
de proteínas, los encargados de dar las “ordenes” de iniciar o terminar la síntesis.6
El encargo que recibió Margarita Salas a su llegada a Nueva York fue investigar sobre
la dirección de lectura del mensaje genético y sobre mecanismos de iniciación de la
síntesis de proteínas. Importaba la secuencia, el extremo del ARN que comenzaba a
expresarse y el sentido de la dirección de la síntesis. Los primeros resultados fueron
publicados en 1965 en un trabajo conjunto en el Journal of Biological Chemistry.7
Los tres años que permaneció Margarita Salas en el laboratorio de Severo Ochoa fueron
muy productivos. Comprobó que los ARN mensajeros (ARNm) naturales podían
sintetizar proteínas o traducirse en ribosomas crudos procedentes de extractos de la
bacteria E. coli. Pero si los ribosomas se lavaban con sulfato amónico para despojarlos
de algunas sustancias y así purificarlos, perdían la capacidad de sintetizar proteínas.
Además Salas comprobó que los ribosomas lavados sí eran activos con ARNm
sintéticos, lo que le llevó a buscar las sustancias que hacían posible la síntesis o
traducción del extracto natural. Fue en la mezcla resultante del lavado con sulfato
amónico donde encontró unas proteínas que denominaron factores de iniciación, pues
eran las encargadas de iniciar la traducción o síntesis de la proteína. Estos resultados
fueron difundidos en varios trabajos publicados en 1966 y 1967.
Las investigaciones que llevó a cabo Margarita Salas en este laboratorio y los resultados
obtenidos contribuyeron a dibujar un mapa biológico más complejo y a ella le
permitieron entrar en una de las áreas entonces emergente: eran los años de la carrera
por el desciframiento del código genético y trabajar, como estaba haciendo, con
bacteriófagos o virus de bacterias -que en los años 50 habían dado origen en Estados
4SANTESMASES, Maria Jesús (1998): Alberto Sols. Alicante, Ayuntamiento de Sax-Instituto de Cultura
“Juan Gil Albert”. 5 SALAS, Margarita; VIÑUELA, Eladio; SOLS, Alberto (1965): “Spontaneous and Enzymatically Catalyzed
Anomerization of Glucose 6-Phosphate and Anomeric Specificity of Related Enzymes”. Journal of Biological Chemistry, Vol. 240, 2, pp. 561-568. SALAS, José; SALAS, Margarita; VIÑUELA Eladio; SOLS, Alberto (1965): “Glucokinase of Rabbit Liver”. Journal of Biological Chemistry, Vol. 240, 3, pp. 1014-1018. 6 SANTESMASES, María Jesús (2005): Severo Ochoa: de músculos a proteínas. Madrid, Síntesis, pp. 296-
302. 7SALAS, Margarita; SMITH, Marvin A.; STANLEY, Wendell M.; WAHBA, Albert J.; OCHOA, Severo (1965):
“Direction of Reading of the Genetic Message”.Journal of Biological Chemistry, Vol. 240, 10, pp.3988-3995.
6
Unidos a la genética molecular (Max Delbrück)- la situaba en uno de los mejores
escenarios posibles.8
Otro momento importante de la estancia de Salas en Nueva York fue su participación en
un simposio dedicado al código genético, celebrado en Cold Spring Harbor (Long
Island, Nueva York) en el verano de 1966. Varios de los integrantes del laboratorio de
Ochoa participaron en la reunión. Margarita Salas y Wendell Stanley presentaron
trabajos sobre la dirección de la lectura. La publicación de este encuentro muestra que
las investigaciones sobre cómo se producía la iniciación de la trascripción ocupaban y
preocupaban a diferentes grupos de investigación: el problema estaba planteado pero en
los trabajos que allí se discutieron no se hablaba de factores de iniciación. La
publicación del primer trabajo de Margarita sobre los factores de iniciación coincidió en
el tiempo con la publicación en 1967 del encuentro de Cold Spring Harbor.9
Los factores de iniciación de la síntesis de proteínas articularon por mucho tiempo la
investigación que se realizó a partir de entonces en el laboratorio de Severo Ochoa.
Como testigo de todo ello quedan los cuadernos o protocolos de laboratorio donde
Margarita Salas fue registrando todos y cada uno de los pasos que fue dando en su
investigación en estos años. Hoy día este material se encuentra depositado en la caja
fuerte del Instituto Cervantes. Este organismo puso en marcha un proyecto en el que
reutilizó uno de los espacios más simbólico de un banco -la caja fuerte-, y lo convirtió
en el lugar donde atesorar textos y documentos de distintas personalidades del mundo
de la cultura. Este gesto no solo indica el valor que para Margarita Salas tienen estos
documentos, sino también la reflexión que desde diferentes lugares ya se está
comenzando a hacer sobre el papel central que tiene la ciencia en la vida social y
política, una ciencia que uno de los ejes de la cultura contemporánea y que es también
parte importante de nuestro patrimonio.
El trabajo en el laboratorio de Ochoa y el curso en los laboratorios de Cold Spring
Harbor, resultaron determinantes en la dirección que tomó la investigación que
emprendió Margarita Salas a su vuelta a España. Era el año 1967 y aunque tenían más o
menos definido la línea de investigación que querían poner en marcha (hablo en plural
pues inicialmente Salas y Viñuela pusieron en marcha de forma conjunta el grupo de
investigación), tuvieron que empezar por buscar un laboratorio, un espacio físico donde
instalarse, buscar financiación para trabajar y para crear un grupo de investigación
propio.
De las conversaciones con Margarita Salas –y por tanto de la reconstrucción que hace
ella a posteriori- parece que eran conscientes de que la situación que les brindaba la
investigación en España no era la más favorable para continuar en las líneas tan
competitivas en las que habían trabajado en el laboratorio de Ochoa. Por ello eligieron
para comenzar un sistema pequeño, el virus o bacteriófago Phi 29. Los trabajos con este
fago mostraron que aunque pequeño resultaba morfológicamente muy complejo. Esta
complejidad le hacía atractivo desde el punto de vista de la morfogénesis de la partícula
8SANTESMASES, María Jesús (2001): Entre Cajal y Ochoa: ciencias biomédicas en la España de Franco,
1939-1975. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 152-153. 9SALAS,M.;HILLE,M.B.;LAST,J.A.;WAHBA,A.J. yOCHOA,S. (1967). “Translation of the genetic message. II.
Effect of initiation factors on the binding of formyl-methionyl-tRNA to ribosomes”. Proceedings of National Academy of Science USA, 57, 387-394.
7
viral, pues permitía ver cómo se ensamblaban las distintas proteínas que forman la
estructura del virus, para dar lugar al virus maduro.
Fue en el Centro de Investigaciones Biológicas, en el laboratorio de José Luis
Rodríguez-Candela, donde comenzaron a poner en marcha su proyecto.10
Contaron con
una primera ayuda de la Jane Coffin Childs Memorial Foundation for Medical
Research, de Estados Unidos; pero también recibieron subvenciones del Fondo
Nacional para el Desarrollo de la Investigación Científica en 1967, 1972 y 1973, y
pudieron comenzar a crear su grupo de investigación gracias a las becas del Ministerio
de Educación de Formación de Personal Investigador para licenciados no doctores. 11
Las publicaciones permiten reconstruir la gestación del grupo de trabajo, quienes lo
conformaron, y el camino seguido a la hora de perfilar el objeto de la investigación.Las
dos líneas iniciales de investigación fueron la estructura de la partícula viral o lo que es
lo mismo del virus, y la trascripción del DNA del fago o virus.
A la primera de ellas pertenece el primer trabajo publicado con Enrique Méndez en
1971, el primer doctorando con el que trabajaron, que recoge los resultados obtenidos
del estudio de la estructura del virus y la caracterización de sus diferentes proteínas. 12
Otro de los intereses fue estudiar la genética del fago. Entraron a formar parte de este
grupo Antonio Talavera, Felipe Moreno, Ana Camacho, y Rafael Pérez Mellado, y en
1976 dieron a conocer los resultados en un segundo artículo. 13
Fernando Jiménez, Ana Camacho, José Luis Carrascosa y Nieves Villanueva,
descubrieron la existencia de proteínas morfogenéticas que forman parte temporalmente
del virus, pero que no están presentes en su forma madura. 14
Otra línea de investigación fue la iniciada con Jesús Ávila, otro de sus primeros
doctorandos, sobre el estudio del DNA del fago. De 1970 es el primer trabajo donde se
identifican cuatro subunidades de una ARN polimerasa, implicadas tres de ellas en el
10
José Luis Rodríguez Candela clínico e investigador fue director del Instituto Gregorio Marañón del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB). 11
El Fondo Nacional para el Desarrollode la Investigación Científica se creó en 1964, Decreto 3199/1964 de 16 de octubre, en la línea de lo que Muñoz y Sebastián llaman políticas por la ciencia. Fue un instrumento pensado no solo para el ámbito de la ciencia sino también para favorecer el entorno empresarial. Tenía por objeto promover la investigación aplicada, el desarrollo tecnológico y los procesos de innovación tecnológica. MUÑOZ, Emilio y SEBASTIÁN, Jesús (2008): “Exploración de la política científica en España: de la espeleología a la cartografía”. ROMERO DE PABLOS, Ana y SANTESMASES, María Jesús (Eds.): Cien Años de política científica en España. Madrid: Fundación BBVA, 2008, p. 368. 12
MÉNDEZ, E.; RAMÍREZ, G.; SALAS, M.; VIÑUELA, E. (1971), “Structural proteins of bacteriophage ø29”, Virology, 45, 567-576. 13
MELLADO, R.P.; MORENO, F.; VIÑUELA, E.; SALAS, M.; REILLY, B.E. y ANDERSON, D.L. (1976), “Genetic analysis of bacteriophage ø29 of Bacillus subtilis: integration and mapping of reference mutants of two collections”.J. Virology, 19, 495-500. 14
CAMACHO, A.; JIMÉNEZ, F.; TORRE, J. de la; CARRASCOSA, J.L.; MELLADO, R.P.; VÁZQUEZ, C.; VIÑUELA, E.; SALAS, M. (1977), “Assembly of B. subtilis phage ø29. I. Mutants in the citrons coding for the structural proteins”, Eur. J. Biochem., 73, 39-55. JIMÉNEZ, F.; CAMACHO, A.; TORRE, J. de la; VIÑUELA, E.; SALAS, M. (1977), “Assembly of Bacillus subtilis phage ø29. II. Mutants in the citrons coding for the structural proteins”, Eur. J. Biochem., 73, 57-72.
8
proceso de enlongación y la otra en la iniciación de la transcripción15
. El siguiente paso
fue la transcripción del DNA del virus. Y dos años después Marta Rodríguez Inciarte y
José María Lázaro utilizaron por primera vez una encima de restricción en España, la
Ecoli, que les permitió hacer el primer mapa en el que se establecía la correlación del
mapa físico y el genético del fago Phi 29.16
La búsqueda de mecanismos, algo que había aprendido Salas con Ochoa en sus trabajos
sobre la lectura de los mensajes escritos en el código genético, más que la descripción
fenomenológica de las observaciones experimentales, está tras el hallazgo de este grupo
de investigación: el descubrimiento de una proteína del fago, a la que llamaron proteína
terminal, unida por enlace covalente a un extremo del DNA y que tenía una función en
la replicación. Este descubrimiento realizado por Juan Ortín dio lugar al estudio de la
replicación del DNA de Phi 29.17
Posteriormente fue Miguel Ángel Peñalva el que
demostró que la iniciación de la replicación de DNA de Phi 29 tiene lugar utilizando la
proteína Terminal como iniciador o “primer”, lo que supuso el descubrimiento de un
nuevo mecanismo para la iniciación de la replicación de genomas lineales.18
Distintos textos de comienzos de los ochenta recogen lostrabajos que buscaban conocer
las propiedades y características que tenía el DNA del fago Phi 29. Para ello se
realizaron estudios sobre la replicación, qué proteínas estaban implicadas en el inicio de
la replicación, qué correlación había entre la estructura del DNA del fago Phi 29 y la
función que desempeñaban, etc.19
Todo este trabajo sentó las bases para que posteriormente la DNA polimerasa del fago
Phi 29 se convirtiera en un sistema modelo para estudios de morfogénesis, de control de
expresión génica y de replicación; la procesividad resultaba adecuada para usos
biotecnológicos y el sistema de amplificación in vitro sentaba las bases para diseñar un
sistema de amplificación utilizando los orígenes de la replicación del DNA del fago Phi
29 y las proteínas de replicación de Phi 29.20
15
ÁVILA, J.; HERMOSO, J.M.; VIÑUELA, E.; SALAS, M. (1970), “Subunit composition of B. subtilis RNA polimerase”, Nature, 226, 1244-1245. 16
INCIARTE, M.R.; LÁZARO, J.M.; SALAS, M.; VIÑUELA, E. (1976) “Physical map of bacteriphage ø29”, Virology, 74, 314-323. 17
ORTÍN, J.; VIÑUELA, E.; SALAS, M.; VÁZQUEZ, C. (1971) “DNA-protein complex in circular DNA from phage ø29”, Nature New Biology, 234, 275-277. 18
PEÑALVA, M.A. y SALAS, M. (1982), “Initiation of phage ø29 DNA replication in vitro: Formation of a covalent complex between the terminal protein, p3, and 5’-dAMP”, Proceedings of National Academy of Science USA, 79, 5522-5526. 19
SALAS, M.; MELLADO, R.P.; VIÑUELA, E. y SOGO, J.M. (1978), “Characterization of a protein covalently to the 5`termini of the DNA of Bacillus subtilis phage ø29”, Journal of Molecular Biology, 119, 269-291. INCIARTE, M.R.; SALAS, M. y Sogo, J.M. (1980), “The structure of replicating DNA molecules of Bacillus subtilis phage ø29”, Journal of Virology, 34, 197-190. GARCÍA, J.A.; PASTRANA, R.; PRIETO, I. y SALAS, M. (1983), “Cloning and expression in Escherichia coliof the gene coding for the protein linked to the ends of Bacillus subtilis phage ø29DNA”, Gene, 21, 65-76. BLANCO, L.; SALAS, M. (1984) “Characterization and purification of a phage ø29 coded DNA polymerase required for the initiation of replication”, Proceedings of National Academy of Science USA, 81, 5325-5329. 20
PRIETO, I.; LÁZARO, J.M.; GARCÍA, J.A.; HERMOSO, J.M. y SALAS, M. (1984) “Purification in a functional form of the Terminal protein of Bacillus subtilis phage ø29”, Proceedings of National Academy of ScienceUSA, 81, 1639-1643.
9
Si a esto añadimos como dice López Otín, las posibilidades aportadas por la ingeniería
genética con el clonaje de genes para sobreproducir proteínas, y la aplicación de la
mutagénesis para realizar estudios de correlación y función, convierte a este pequeño
virus bacterianoen un excelente modelo para abordar los detalles más pequeños de una
cuestión que ha ocupado buen aparte de las investigaciones del siglo XX: la transmisión
fiel, generación tras generación, de las características distintas de cualquier ser vivo a
todos sus descendientes.
No es casual que esto mismos años en los que se está formando este grupo de
investigación en Madrid resultaran fundamentales para el proceso de
institucionalización de la biología molecular en España: en 1969 se inauguró el Centro
de Biología Fundamental de Barcelona y en 1975 se inauguró el Centro de Biología
Molecular de Madrid. En ambos proyectos resultaron determinantes dos investigadores
españoles instalados en Estados Unidos, Severo Ochoa y Joan Oró, y también la nueva
política universitaria que el Ministro Villar Palasí había puesto en marcha con la
creación de dos nuevas universidades, la Autónoma de Madrid y la de Barcelona en
1968.21
Para completar el contexto en el que se configuró el grupo de trabajo que desarrolló esta
investigación hay que también tener en cuenta los cambios políticos, institucionales y
legislativos y su repercusión en la política científica española del momento.22
El estudio del fago Phi 29 es otro ejemplo de los muchos que encontramos a lo largo de
la historia de la ciencia de cómo la investigación básica puede tener resultados prácticos
sin que previamente se hayan buscado. Las líneas de investigación que se fueron
poniendo en marcha estuvieron orientadas a la investigación básica, pero esto no quiere
decir que la investigación básica no pueda dar resultados prácticos. En este sentido esta
patente y el conocimiento que contiene es un buen ejemplo para plantearse y repensar
las políticas basadas en la idea de que a mayor investigación aplicada, mayor número de
patentes y mayor innovación.
BLANCO, L.; SALAS, M. (1984) “Characterization and purification of a phage ø29 coded DNA polymerase required for the initiation of replication”, Proceedings of National Academy of Science USA. USA, 81, 5325-5329. BLANCO L., PRIETO I., GUTIÉRREZ J., BERNARD A., LÁZARO J. M., HERMOSO J. M. y SALAS M., (1987), “Effect of NH4+ Ions on ø29 DNA-Protein p3 Replication: Formation of a Complex between the Terminal Protein and the DNA Polymerase”. Journal of Virology 61 (12): 3983-3991. BLANCO L., BERNARD A. y SALAS M., (1988), “Transition from Initiation to Elongation in Protein-Primed ø29 DNA Replication: Salt-Dependent Stimulation by the Viral Protein p6”. Journal of Virology 62 (11): 4167-4172. BLANCO, L.; BERNARD, A.; LÁZARO, J.M.; MARTÍN, G.; GARMENDIA, C.; y SALAS, M. (1989) “Highly efficient DNA synthesis by the phage ø29 DNA polymerase. Symmetricalmode of DNA replication”, Journal of BiologyChemistry, 264, 8935-8940. 21
Sobre el grupo de investigación de Barcelona ver la Tesis doctoral de ROQUÉ RODRIGUEZ, Xavier, Els primers anys de la biologia molecular a Catalunya, sabers i tècniques: l’Escola Estructuralista de Joan Antoni Subirana i Jaume Palau, en prensa. 22
MUÑOZ, Emilio y SEBASTIÁN, Jesús (2008): “Exploración de la política científica en España: de la espeleología a la cartografía”. ROMERO DE PABLOS, Ana y SANTESMASES, María Jesús (Eds.): Cien Años de política científica en España. Madrid: Fundación BBVA, 2008, pp. 370-374. Para ver las iniciativas y condiciones del desarrollo de la investigación pública a partir de la aprobación de la Ley de Fomento y Coordinación de la Investigación Científica y Técnica en 1986 ver LÓPEZ FACAL, Javier; UGALDE, Unai; ZAPATA, Agustín; SEBASTIÁN, Jesús (2006), “Dinámica de la política científica española y evolución de los actores institucionales”. SEBASTIÁN, Jesús y MUÑOZ, Emilio (Eds.): Radiografía de la investigación pública en España. Madrid: Biblioteca Nueva, 2006, pp. 21-70.
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Vida de la patente
Fue la presentación de parte de esta investigación en un EMBO Workshop celebrado en
Salamanca en 1988, donde Charles C. Richardson, investigador del Departamento de
Química Biológica y Farmacología Molecular de la Medical School de Harvard que
estaba trabajando con otro fago de la DNA polimerasa y que seguía desde hacía años los
resultados de la investigación del grupo de investigación de Salas, cuando se comenzó a
plantear las posibles aplicaciones prácticas que el estudio y las características de la
DNA polimerasa de este fago, el Phi 29, podía tener.
El interés que despertó en Charles C. Richardson, que era además asesor científico de la
empresa americana United Status Biochemical Coorporation (USB), el trabajo
presentado por Margarita Salas y su equipo de investigación, fue el inicio de una
estrecha y fructífera colaboración que tuvo como primer resultado la redacción de una
patente “Reacciones de síntesis de DNA (in vitro) que emplean DNA polimerasa de Phi
29 modificada y un fragmento de DNA que codifica dicha polimerasa”, que fue
solicitada por primera vez en la Oficina de Patentes de Estados Unidos y fue concedida
en marzo de 1989 . Como inventores figuran Luis Blanco, Antonio Bernard y Margarita
Salas, y como propietario el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo
público de investigación al que pertenecía el Centro de Biología Molecular.
La investigación que se estaba desarrollando en Estados Unidos en este campo ayuda a
explicar el interés de Richardson por la investigación del grupo español. De 1986 data el
primer artículo sobre una técnica muy similar a la que se protegía en la patente de
Salas23
. En él un grupo de científicos, liderados por Kary Mullis que en 1971 había
creado la primera empresa dedicada a investigar sobre ADN recombinante –CETUS-, se
describe la técnica del PCR (Polimerasa Chain Reaction) que permite iniciar y detener
la acción de una polimerasa en puntos específicos de una cadena de ADN o lo que es lo
mismo, permite que un fragmento de ADN pueda ser amplificado de forma exponencial
y así ser analizado e identificado. La mejora de esta técnica entre 1985 y 1989 la
convierte en una de las herramientas más poderosas de la biología moderna.24
En los siguientes términos se expresaba Daniel E. Koshland, editor de la revista
Science entre 1985 y 1995 además de director del Departamento de Bioquímica de la
Universidad de California en Berkeley, en una editorial que firmaba en diciembre de
1988. Titulada “Molecule of the Year” el texto no repara en elogios y destaca las
múltiples y crecientes aplicaciones de esta nueva técnica (diagnóstico de enfermedades,
resolución de delitos, resolución de casos de paternidad…). El texto también menciona
que la selección fue complicada pues había otros diecisiete candidatos, entre ellos uno
que hubiera sido sin duda muy controvertido: el de la píldora RU 486de interrupción del
embarazo.
“…With PCR, tiny bits of embedded, often hidden, genetic information can be
amplified into large quantities of accessible, identifiable, and analyzable
material. A single cell provides enough material for analysis; a single hair can be
used to identify an individual…
23
MULLIS, Kary; FALOONA, F.; SCHARF, S.; SAIKI, R.; HORN, G. y ERLICH, H. (1986), “Specific Enzymatic Amplification of DNA in Vitro: The Polymerase Chain Reaction”, Cold Spring Harbor Symposium in Quantitative Biology, 51, 263-273. 24
RABINOW, Paul (1996), Making PDR. A Story of Biotechnology, Chicago & London: The University of Chicago Press.
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…One of the first uses led to improved diagnosis of a genetic disease (sickle cell
anemia), because the PCR technique depended on much less clinical material
than standard procedures…
…PCR can also be used to amplify trace amounts of genetic material of
infectious agents in blood, cells, water, food, and other clinical and
environmental samples.
…PCR-based tests are especially valuable for detecting pathogens that are
difficult or impossible to culture, such as the agents of Lyme disease and AIDS.
…For cancer diagnosis and cancer research, PCR can indicate what genes are
expressed or turned off, because the messenger RNA molecules associated with
such genes can be converted into complementary DNA sequences that then can
be amplified.
…Missing persons have also been positively identified through PCR-based
comparisons. The resolution of paternity cases has been aided by comparing
DNA from a child with that of the alleged father. And matches of transplant
donors and recipients are facilitated with PCR…”25
Pero entre todos los elogios resulta sorprendente que no haya mención alguna a las
personas o instituciones vinculadas con el descubrimiento. Paul Rabinow en su libro
destaca este punto y menciona que el segundo artículo que en 1986 Kary Mullis envió
precisamente a la revistaScience para su publicación fue rechazado.
Volviendo a la patente el siguiente paso fue la introducción de esta patente en marzo de
1990, en el sistema PCT (Patent Corporation Treaty / Tratado de Cooperación en
materia de Patentes), y en octubre de 1991 se hizo pública su solicitud. Este sistema es
muy útil pues facilita el procedimiento de solicitud en el ámbito internacional ya que
sirve para tantear el mercado y buscar las mejores opciones para la patente, tramitando y
gestionando las solicitudes. Pero es un sistema que ni las concede ni las deniega. Consta
de dos fases bien diferenciadas, la internacional y la nacional o regional. Las ventajas
fundamentales que aporta son la internacionalización del proceso y la descentralización
del sistema.26
Después en 1993 se solicitó la patente en la oficina europea pero habrá que esperar
hasta 1997 para su concesión. En agosto de este mismo año, finalmente, la solicitud
pasó a tener también efectividad en España.
25
Science, New Series, Vol. 246, No. 4937 (Dec. 22, 1989), p. 1543-1544. 26
España se adhirió al Tratado de Cooperación de Patentes (PCT)en 1989. Sobre la política de patentes en el CSIC y su internacionalización ver ROMERO DE PABLOS, Ana y AZAGRA-CARO, Joaquín M. (2009), “Internationalisation of patents by Public Research Organisationsfrom a historical and an economic perspective”, Scientometrics, Vol. 79, No. 2, pp. 329–340. AZAGRA-CARO, Joaquín M. y ROMERO DE PABLOS, Ana (2009), “Los determinantes institucionales de las patentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas: una aproximación histórica y una dialéctica con la Economía”, Revista Española de Documentación Científica, Vol. 32, 2, pp. 9-33.
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Hay que mencionar que cuando se comienza a redactar la patente y se solicita su
concesión a la oficina americana, todavía no existía en el CSIC la Oficina de
Transferencia de Tecnología.27
Japón es el último país en que se solicita introducir la patente, solicitud que es aceptada
en 1999, y es el único lugar donde hoy todavía está viva.
El compromiso que se adquirió con USB es que, a cambio de redactar y asumir los
gastos de la solicitud de la patente, esta empresa obtendría la licencia de explotación de
la misma.
Y aquí comienza otro viaje, el que transcurre entre la concesión de la patente en 1989 y
2001, año en que USB comienza a comercializar el Kit TempliPhi, que amplifica el
DNA circular. Posteriormente, en 2003 se comenzó a comercializar un segundo Kit, el
GenomiPhi, que amplifica el DNA circular.
Este otro viaje hay que insertarlo en el marco del surgimiento de spinn offs y la
influencia de estas empresas en el desarrollo de la ingeniería genética en los 80.
Conclusiones
Seguir los veinte años de vida de esta patente, su biografía, permite conocer cómo se
gestó ese conocimiento, en qué contexto, qué lo que lo hizo posible y qué lo mantiene
hoy día con plena actualidad. Cómo llegó a convertirse en documento patente, cómo
viajó, cómo se licenció y cómo adquiere su forma actual de explotación.
El estudio de esta patenteintroduce un cambio interesante en la circulación del
conocimiento: su protección se solicita por primera vez en Estados Unidos; en 1989 la
oficina de patentes americana concede la patente. Y habrá que esperar a agosto de 1997
para que finalmente la solicitud pasa a tener también efectividad en España. Este viaje
que emprende este conocimiento nos sitúa ante un cambio en la dirección, la técnica
diseñada en el laboratorio del Centro de Biología Molecular del CSIC dirigido por
Margarita Salas viaja a una empresa americana (United States Biochemical
Coorporation) que en 2001 consiguió la licencia de explotación. El resultado fue la
comercialización de dos Kits para la multiplicación del DNA, de los que hoy se
benefician ámbitos tan diferentes como el de la policía y los forenses, los laboratorios
de análisis genéticos, o el de las investigaciones de los arqueólogos y paleontólogos.
También esta patente desdice la idea tan extendida de que el territorio menos propicio
para crear innovación es el ámbito de la investigación básica. Hemos visto como la
patente tuvo su origen en un laboratorio donde todas las líneas de investigación que se
emprendieron no estaban enfocadas a investigación aplicada.
Esta patente nos sitúa ante nuevos espacios de actuación, nuevas alianzas y estrategias y
también nuevas políticas. Las tecnologías que circularon, las prácticas de trabajo e
investigación que viajaron de unos espacios a otros, difuminaron fronteras geográficas y
también disciplinares.
27
REPRESA, D., CASTRO-MARTÍNEZ, E., FERNÁNDEZ DE LUCIO, I. (2005). “Encouraging the protection of public research results in Spain”, Journal of Intellectual Property Rights, 10: 382-388.
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La vida de la patente evoca políticas, ideas y prácticas en las que participaron grupos
heterogéneos de personas y que repercutieron de muy diversas maneras en espacios
físicos, sociales y disciplinares diferentes.
Margarita Salas y su equipo no sólo innovaron en su laboratorio, también fuera de él.
Pusieron en marcha un proceso, el de protección de un conocimiento, en unos
momentos en que el CSIC apenas comenzaba a pensar en crear una oficina de
transferencia de tecnología. El adentrarnos en la práctica científica, y en este caso en la
de un grupo de investigación liderado por una mujer, no solo es importante para la
cultura científica sino también para mostrar modelos positivos de mujeres científicas al
dar a conocer y difundir sus trabajos en estos ámbitos.
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