Consultoría 025/2006
Creación, actualización y/o homogeneización de inventarios de desastres por eventos históricos y cotidianos a nivel de la Subregión Andina
BOLIVIA
Informe de análisis base de datos de pérdidas por desastresVersión 1.8
Preparado por:María del Carmen Beltrán (Bolivia)
Edición:
Cali, mayo de 2008
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Índice de contenidoPresentación..........................................................................................................................................41. Introducción......................................................................................................................................52. Contexto Socioeconómico y Geográfico .........................................................................................7
2.1 Características geográficas, clima y relieve...............................................................................92.2 Población, crecimiento y distribución espacial........................................................................12
Distribución espacial ...............................................................................................................132.3 Principales amenazas naturales, socio-naturales y antrópicas.................................................14
3. Metodología ...................................................................................................................................213.1 Desarrollo, actualización y depuración del inventario histórico..............................................213.2 Fuentes de información............................................................................................................223.3 Tipos de eventos documentados en la base..............................................................................233.4 Variables de efectos a analizar.................................................................................................24
4. Análisis del Inventario....................................................................................................................274.1 Tipología y categorías de eventos............................................................................................274.2 Grandes desastres ....................................................................................................................294.3 Pérdidas de impacto intermedio y bajo en la base de datos.....................................................31
4.3.1 Análisis temporal .............................................................................................................32Inundaciones y deslizamientos.............................................................................................33
4.3.2 Análisis espacial ..............................................................................................................605. Conclusiones...................................................................................................................................646. Bibliografía.....................................................................................................................................68
Índice de FigurasFigura 1: Distribución anual de registros base de datos Bolivia........................................................23Figura 2: Distribución de registros por tipos de eventos 1970-2006..................................................28Figura 3: Registros y efectos por categorías de eventos fichas de impacto bajo a intermedio..........33Figura 4: Histograma de registros por categorías...............................................................................39Figura 5: Histograma anual de registros de inundaciones, deslizamientos y lluvias.........................40Figura 6: Deslizamientos por departamentos.....................................................................................42Figura 7: Inundaciones por departamentos.........................................................................................42Figura 8: Histograma anual de registros por granizada......................................................................43Figura 9: Mapa provincial de registros por granizada .......................................................................44Figura 10: Número de registros y muertos por eventos hidrometeorológicos...................................45Figura 11:Número de registros y viviendas destruidas por eventos hidrometeorológicos.................46Figura 12: Histograma de registros por sequías.................................................................................47Figura 13: Histograma de sequías por departamentos.......................................................................47Figura 14: Mapa de sequías por provincias........................................................................................48Figura 15: Registros con pérdidas por sismos....................................................................................50Figura 16: Histograma anual de registros por epidemia.....................................................................52Figura 17: Registros de epidemias por departamentos.......................................................................52Figura 18: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 1970........54Figura 19: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década 1980.............56Figura 20: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 1990........57
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Figura 21: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 2000........58Figura 22: Mapa de distribución de registros a nivel de provincia....................................................62Figura 23: Distribución de registros por departamentos....................................................................62Figura 24: Registros en la región del altiplano ..................................................................................63Figura 25: Registro y tipología de eventos en los Llanos..................................................................64
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PRESENTACIÓN
Como parte de los resultados de la Consultoría 025 2006 objeto del presente informe y en el componente
relacionado con la construcción y/o actualización de los inventarios históricos, se tienen los siguientes
productos: (1) Identificación, evaluación y selección de fuentes de información para alimentar la base de
datos histórica (2) Construcción y actualización de inventarios históricos nacionales y (3) Análisis de las
bases de datos.
Como resultado del primero se seleccionaron una fuente hemerográfica para la construcción del inventario
histórico de 1970, el periódico El Diario. La segunda actividad se resume en el informe sobre Presentación
general de las bases de datos y estadísticas: los aportes de la consultoría en términos de base nacional de
Bolivia se pueden resumir en que se pasó de una base nacional con énfasis en el periodo 1998 en adelante a
una base histórica que cubre desde 1970 hasta el 2007.
En marzo de este año se presentó el informe Verificación de la existencia de registros EmDat en Bases
Históricas Nacionales, que para el caso de Bolivia mostró que del total de 52 registros reportados por
EmDat, cerca del 73 % están reportados en la base histórica nacional; aunque las cifras globales de muertos y
afectados de los registros equivalentes se encuentran en un rango aceptable, los datos de afectados presentan
las siguientes diferencias específicas (a) Para dos sequías que la base histórica nacional no cuantifica
personas afectadas, la base de EmDat reporta 3 millones de afectados que representan cerca del 70 % del
total de afectados; (b) Sustrayendo los datos de estas dos sequías, el total de personas afectadas registradas
en EmDat representa cerca de 10 veces lo reportado por la base histórica nacional.
Respecto a la tercera actividad está se divide en tres partes: (1) Informe de análisis nacional de la base de
datos de desastres, (2) Artículo nacional (corto con fines de difusión) y (3) Informe y artículo regional El
presente Informe de análisis nacional de la base de datos de desastres, donde se analiza la distribución
espacio temporal de los desastres registrados en la base a partir del registros de los efectos de desastres de la
base de datos nacional.
El informe fue desarrollado con la partipación del equipo de trabajo en Bolivia liderado por la especialista
local la ingeniera Maria del Carmen Beltrán.
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1. INTRODUCCIÓN
En Bolivia, las inundaciones son el tipo de evento más importante por su alta recurrencia y por el impacto
causado. En todas las décadas que involucran el presente estudio presentaron el mayor número de registros y
son los que más consecuencias trajeron para las poblaciones y regiones afectadas.
El fenómeno ENSO (El Niño Southern Oscilation por sus siglas en inglés) ha afectado Bolivia en las décadas
de 1980, 1990 y recientemente su influencia se sintió a fines del 2006, hasta principios de mayo del 2007: se
manifestó a través de pérdidas asociadas con ocho tipos de eventos, algunos provocando mayores
consecuencias que otros. De acuerdo con la base de datos los tipos de eventos que se dieron a asociables con
el fénomeno fueron: inundaciones, sequía, granizada, heladas, desbordamientos, riada (aluvión), vientos
huracanados (vendaval) y lluvias; a su vez se provocaron enfermedades que en muchos casos se mantuvieron
en estado de alerta por el Ministerio de Salud, ante la posibilidad de derivar en Epidemias, como el caso de
Dengue, Lepstospirosis y Fiebre Amarilla (documentadas en la base de datos).
Las pérdidas asociadas tuvieron su influencia en los nueve departamentos de Bolivia, si bien la mayor parte
del tiempo recayó en ocho departamentos (Santa Cruz, Beni, Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Tarija,
Potosí y Oruro), Pando no fue la excepción ya que a fines del mes de marzo se sintieron los efectos en dicha
región. En el Oriente del país hubo más efectos por Inundaciones mientras que en el Occidente fueron las
Heladas y Granizadas los tipos de eventos que produjeron mayores pérdidas .
Por la intensidad y estragos que causaron a principios del mes de marzo del 2007 el Gobierno de Bolivia,
emitió un Decreto para declarar el país en “Situación de Desastre Nacional”.
De todos los tipos de eventos citados, las inundaciones derivaron la mayor cantidad de pérdidas y los
mayores daños económicos; especialemente en los departamentos de Beni y Santa Cruz (ambos pertenecen a
la región de los Llanos bolivianos), la pérdida de vidas humanas, viviendas, enseres personales, cabezas de
ganado y cultivos entre otros, fueron el resultado de las graves inundaciones que azotaron a Bolivia. En el
Departamento del Beni el 65% de la población basa su economía directa o indirectamente en la actividad
ganadera y al 25 de febrero se hablaba de 22 500 reses muertas por ahogamiento o víctimas de enfermedades
como el tétanos. Asimismo se reporta el caso de 17.000 familias afectadas y una pérdida económica en
ganado y cultivos que ascienden a los $us.105 millones de dólares americanos.
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Pese a la ayuda nacional e internacional, los alimentos y vituallas no podían llegar a su destino porque las
vías se encontraban destruidas. Beni tuvo que afrontar graves daños porque tres de sus ocho Provincias,
(Moxos, Marban y Cercado) quedaron sumergidas bajo el agua, la gente vivió en condiciones alarmantes,
sobre los techos de las que fueron sus viviendas y al medio de cadáveres de animales y desechos orgánicos
que flotaban a su alrededor y que contribuyeron a la propagación de enfermedades que afectaron por igual a
todo ser viviente. Tanto en Santa Cruz como en Beni las tierras de los llanos se convirtieron en lagos. El
Departamento de Santa Cruz fue el que en mayor proporción en familias afectadas tuvo (21.343 familias) así
como reportes de enfermedades con 463 casos de Dengue. El Ministerio de Salud manifestó su
preocupación ante un posible incremento de las enfermedades cuando las aguas comiencen a bajar y el calor
aumente, condiciones que provocan la proliferación de mosquitos y roedores que son portadores y
transmisores de enfermedades como el dengue, lepstospirosis, fiebre amarilla o fiebre hemorrágica.
Los datos de las pérdidas en Bolivia a consecuencia de los desastres provocados por el evento ENSO,
proporcionados por el Ministerio de Defensa Nacional –Servicio Civil detallan 89.364 familias
damnificadas, 57 personas fallecidas y 4 desaparecidas; además de una variedad de productos agrícolas
propios de cada región (altiplano, valle y llanos) y cabezas de ganado en el oriente.
La base de datos histórica construida con la metodología DesInventar permite -en términos de pérdidas - un
seguimiento de episodios cálidos y fríos de Enso, a través de la documentación de los diversos tipos de
eventos que se desencadenan, ya sea por incremento o disminución.
En el capítulo dos de éste informe se realiza una síntesis del contexto geográfico y socioeconómico del país,
en el tres se presenta la metodología desarrollada y en el cuatro se realiza un análisis de tipologías de
eventos, temporal y espacial de las pérdidas.
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2. CONTEXTO SOCIOECONÓMICO Y GEOGRÁFICO
Bolivia tiene una extensión territorial del orden de 1 000 000 km² y la población actual sobrepasa
los nueve millones de habitantes. La división política administrativa de Bolivia está enmarcada en
nueve departamentos: La Paz (capital La Paz), Chuquisaca, Santa Cruz (capital Santa Cruz de la
Sierra), Oruro, Cochabamba, Pando, Potosí, Beni y Tarija, que se subdividen en provincias y éstos a
su vez en cantones.
La economía boliviana centraliza sus actividades en la agricultura, minería, la industria
manufacturera, textil e hidrocarburos y sus derivados, constituyéndose también en uno de los
mayores productores de hoja de coca del mundo; mediante un programa se realiza la erradicación
de cultivo de coca excedentaria a cambio de ayuda de Estados Unidos y programas alternativos de
producción para fomentar la economía del sector rural del país.
Desde el inicio de la República las exportaciones en Bolivia se centraron en productos como la
plata, quinua, estaño, goma y gas, que fueron los productos básicos de los que Bolivia vivió a lo
largo de su historia, complementados por la minería de otros metales y no metales, e hidrocarburos
y sus derivados.
Las exportaciones no tradicionales fueron en un principio solo las catalogadas como materia prima,
aunque con el paso del tiempo aparecieron productos elaborados o industriales con valor agregado.
La estructura exportadora de Bolivia se dividió a partir de la década de 1970 en minerales,
hidrocarburos y productos no tradicionales para ocupar en la década de 1990 un segmento muy
significativo del total de las exportaciones. Este proceso responde a la diversificación económica y
a políticas de incentivos. Entre los ítems más importantes de exportación tenemos el algodón (hasta
la década de 1980), ganado, soya con un gran crecimiento en los noventa, café, cacao, azúcar,
madera en tablones, cueros, goma, castaña, joyería industrial en oro, madera elaborada, cerveza y
otros productos industriales menores.
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Es importante remarcar que la reforma estructural que se dio en la década de 1990 para detener la
inflación permitieron cambiar la estructura de la economía de Bolivia, esto dio como resultado un
incremento en la producción de bienes y servicios, particularmente en la producción de bienes
agrícolas, apertura del comercio exterior, incremento en la producción del sector manufacturero y
apertura al sector privado para la explotación de grandes recursos mineros y energéticos, de manera
compartida con el Estado o con otras empresas.
Sin embargo y a pesar de la evolución económica que se dio en Bolivia, pareciera que ese modelo
benefició sólo a un sector del país y no como se esperaba también al sector rural, que es el sector
más deprimido económicamente. Al mismo tiempo, se está acentuando la centralización de la
población y las actividades económicas en el eje de Bolivia: La Paz - Cochabamba - Santa Cruz,
dejando ciertas regiones sin medios para poder involucrarse en el proceso de integración económica
del país.
A pesar de la evolución de las medidas económicas en Bolivia, el problema de pobreza hoy en día
aún se mantiene en niveles altos, la pobreza en el área rural supera el 80%, en el 2010, se prevé que
el 50% de los bolivianos seguirá en estas condiciones y es precisamente éste el sector más afectado
cuando se presentan desastres.
Si bien mediante el Censo de 1976 se determina que Bolivia tiene 4.582.706 (cuatro millones
quinientos ochenta y dos mil setecientos seis) habitantes, de los cuales la mayoría pertenecía al área
rural, en el Censo de1992 este número se incrementa a 6.420.792 (seis millones cuatrocientos veinte
mil setecientos noventa y dos) habitantes a lo largo de su territorio, sin embargo la mayoría ya
pertenecen al área urbana.
Mediante este último Censo se determinó que el rasgo más importante fue la migración de las
personas de Occidente al Oriente, en busca de mejores condiciones de vida debido a la depresión
económica por la caída de precios de la minería de esta región de Bolivia.
En el Censo del 2001, esta migración del campo a las ciudades, se vuelve a vislumbrar, de 8 261
554 habitantes, 5 155 185 pertenecen al área urbana y 3 106 369 al área rural, es decir el 38 % de la
población es urbana.
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Un aspecto valorable de mencionar es que a pesar de las condiciones de extrema pobreza y
marginalidad de varias zonas en Bolivia, los intentos de afianzarse grupos terroristas en el mismo
nunca prosperaron.
Entre 1995 y 1996, con el Proceso de la Capitalización Bolivia logró la inyección de inversiones
privadas más importantes de su historia. El beneficio más tangible para el ciudadano y parte de la
orientación social fue el Bonosol1. Sin embargo, el problema que trajo consigo la capitalización para
el ciudadano fue una alza de tarifas significativa.
La Participación Popular (PP) instaurada también en los años noventa, permite una redistribución
más justa del ingreso y un concepto esencial en democracia que es la participación del ciudadano en
la gestión de su destino. Es decir, a partir de la PP los municipios reciben fondos de acuerdo al
número de su población. Este dinero proviene en un 20 % de las recaudaciones nacionales y en un
80% de las recaudaciones municipales; cada municipio administra e invierte directamente, lo que
por primera vez en la historia de Bolivia permite incluir al área rural en la política económica del
país.
Sin embargo a fines del 2006 Bolivia aún mantiene un alto índice de pobreza (especialmente en el
área rural), en relación a los países que conforman Latinoamérica, esto nos lleva a determinar que el
modelo político tiene grandes fallas y las reformas de mercado han enriquecido sólo a una pequeña
elite sin lograr beneficiar a los sectores más pobres.
2.1 Características geográficas, clima y relieve
Bolivia cuenta con todos los climas de la zona intertropical; la zona de los llanos está marcada por
un clima tropical, el valle tiene un clima templado y en la cordillera el clima es frío. La variabilidad
del clima es espacial pero en muchos lugares se presentan climas irregulares a lo largo del año o se
presentan variaciones climatológicas a escala del país, asociadas con fenómenoss de escala
continental.
1 El Bonosol consiste en un bono anual vitalicio para todos los bolivianos mayores de 65 años sin distinción.
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El movimiento de las principales masas de aire activas en América del Sur y la orografía de los
Andes condicionan la distribución de las lluvias en Bolivia.
Las temperaturas del aire, tienen una distribución espacial y variaran de acuerdo a la altitud. En la
zona de los llanos de Bolivia varía anualmente desde el 25° C., en los valles 18° C y altiplano 10°
C. Dentro de éstos rangos se presentan en algunas regiones y épocas temperaturas isotermas y
surazos2.
Región del altiplano.
La zona del altiplano abarca un 28 % del territorio nacional con una extensión de 307 000 km². Se
distinguen La Cordillera Occidental o Volcánica, la Cordillera Oriental y la meseta altiplánica; el
clima está en función de la altitud, a mayor elevación mayor será el frío. La altitud en el altiplano
boliviano alcanza más de 4 000 msnm. presentando cumbres con nieve perpetua, éstas condiciones
dan lugar a poca humedad, una irradiación amplia, poca difusión de calor, la presencia de una
delgada capa de aire y mayor exposición a los rayos ultravioletas del sol. La vida en el altiplano
presenta condiciones más duras para sus habitantes, temperaturas registradas hasta 18 ° C. en época
de primavera y mayores en verano, sin embargo los rayos de sol provocan desde quemaduras hasta
sequías, en determinadas épocas del año por las condiciones expuestas anteriormente. La
producción de agricultura y la crianza de animales, por tanto, estará en función a la aclimatación de
éstos y también a la resistencia a las bajas temperaturas, sobre todo en época de invierno donde las
temperaturas llegan a registrar incluso mayores a 20° C. bajo cero. Oruro, La Paz y Potosí
pertenecen al Altiplano de Bolivia; pero debemos hacer notar que en el Departamento de La Paz
existen regiones como Coroico, Sorata, Chulumani, Irupana, Chicaloma (ubicadas en las Provincias
Sur y Nor Yungas) y Caranavi, Choro, Santa Ana de Alto Beni (Provincia Caranavi) que cuentan
con clima templado a caliente, característico de los Valles.
Región subandina.
La región subandina se caracteriza por las corrugaciones andinas en el flanco sur y suroeste de la
2 Frentes fríos provenientes de la Antártida que generan helada, granizadas y avenidas torrenciales
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Cordillera Real (zona central y sud), las cuales se abren en una serie de valles, conocido como la
región de los Valles o zona Subandina, que cuenta con un clima más templado, pudiendo alcanzar
más de 30° C. presenta mayor humedad y mejores condiciones de vida tanto para seres humanos,
crianza de animales como para la producción de verduras, hortalizas y frutos. Los Departamentos de
Cochabamba, Tarija y Chuquisaca pertenecen a los Valles de Bolivia. Sin embargo en el
Departamento de Cochabamba, la Provincia Chapare cuenta con clima tropical.
Llanos.
A los pies de la cordillera Oriental o Real, en su flanco nororiental se encuentran las llanuras
conocidas como la región de los Llanos, el clima es tropical alcanza temperaturas encima de los
40 ° C. Normalmente presenta abundantes lluvias y por lo tanto humedad, mejores condiciones para
la producción de frutos tropicales, verduras y crianza de animales de granja, aunque en invierno
puede presentarse “surazos” que son frentes de frío, con presencia de lluvia persistente y constante
humedad y en la región del chaco (que también abarca un sector de los valles) puede dar lugar a
temperaturas tan altas que provocan sequías en la zona. Santa Cruz de la Sierra, Pando y Beni que
pertenecen a los Llanos bolivianos.
La presencia de lagos y salares influyen en las precipitaciones pluviales; en el caso de los lagos esta
influencia dará lugar a un mayor incremento de las precipitaciones pluviales, condicionada también
al tamaño del lago, por ejemplo: El Lago Titicaca (1) tiene una mayor influencia y el Lago Poopó (2)
presentará una influencia en menor proporción. Este fenómeno se presenta debido a que la extensa superficie
de aguas libres donde las radiaciones solares elevan las temperaturas del agua, favoreciendo una evaporación
más intensa que en las zonas periféricas. En el lago el aire se recalienta y existe un notable aumento de vapor
de agua. Durante la noche, se presenta una elevación y el contraste de temperatura se acentúa, provocando
precipitaciones de tipo tormentoso y más fuertes sobre el lago que en las orillas.
En el caso de los salares, según el libro de Ismael Montes de Oca: Geografía y Recursos Naturales de
Bolivia- el fenómeno es a la inversa, es decir la presencia de salares ocasionan una disminución de las
precipitaciones pluviales como en los Salares de Uyuni (3) y Coipasa (4)
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Lagos y salares en Bolivia
(1) Lago Titicaca se encuentra ubicado en el Departamento de La Paz – Provincia Manco Kapac, se une al Lago
Poopó (2) (Departamento de Oruro, Prov. Poopó) mediante el Río Desaguadero. (3) El Salar de Uyuni se encuentra
ubicado en el Departamento de Potosí, Provincia Daniel Campos y el Salar de Coipasa (4) se encuentra ubicado en
el Departamento de Oruro Provincia Atahuallpa.
2.2 Población, crecimiento y distribución espacial
En Bolivia a lo largo del siglo XX se llevaron a cabo sólo cuatro censos: el primero en el año 1900,
cincuenta años más tarde en 1950 fue el segundo, el tercero en 1976 y el último en 1992. En lo que
va del Siglo XXI se ha realizado un Censo en el año 2001.
Censo de 1976
Determinó que en Bolivia había 4 582 706 habitantes. De los cuales 1 888 248 pertenecen al área
urbana y 2 694 458 al área rural.
Censo de 1992
En este censo se determina que Bolivia tiene 6 413 665 habitantes. De los cuales 3 688 982
pertenecen al área urbana y 2 724 683 al área rural. La mortalidad infantil en menores de un año
pasó de 151 niños muertos por cada mil, pese a esto Bolivia continuaba entre los países de mayor
índice de mortalidad infantil en el hemisferio occidental. Este Censo determinó un rango importante
la migración de las personas de occidente al oriente, empujados por la depresión económica de la
región.
Censo de 2001
8 261 554 habitantes fueron contabilizados en este censo, de los cuales 5 155 185 pertenecen al área
urbana y 3 106 369 al área rural. En la Tabla 1 se presenta una síntesis de la población urbana, rural
y total en los últimos tres censos.
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Tabla 1: Población urbana y rural en los censos de 1976, 1992 y 2001
Censo Población total Área urbana Área rural1976 4 582 706 1 888 248 41 % 2 694 458 59 %
1992 6 413 665 3 688 982 58 % 2 724 683 42 %
2001 8 261 554 5 155 185 60 % 3 106 369 38 %
Fuente: INE
Esto muestra un crecimiento demográfico considerable, con la mayor parte de su población está
asentada en el área urbana (ciudad). Este fenómeno social responde a dos aspectos: (a) la mortalidad
en el campo es mayor por falta de una adecuada y oportuna atención médica y (b) la alta migración
de campesinos a la ciudad en busca de fuentes de trabajo y mejores condiciones de vida.
Distribución espacial
El desarrollo urbanístico de Bolivia según Rojo (1993), responde a iferentes factores físicos,
económicos, sociales y políticos que en su conjunto contribuyeron a dar forma y carácter único en
especial en las ciudades del país.
La planificación urbana viene desde tiempos del incario, cuyas construcciones fueron símbolos de
la organización e imaginación de ese tiempo, la ciudad se desarrolló a partir de un trazado
geométrico, la plaza principal se constituía como el centro vital y simbólico de la vida urbana y toda
la ciudad se organizaba a partir de ese espacio público.
En la época de la colonia, se introdujo a Bolivia la disposición urbana de la Corona española con
influencia de factores foráneos del Oriente (con los etruscos y más tarde en Grecia y Roma). Felipe
II, Rey de España, instruyó las bases de trabajo para el urbanismo colonial la forma y disposición de
los asentamientos y la ubicación y diseño de los edificios. Estas ordenanzas establecían el trazado
urbano primario con la ubicación de la Plaza de Armas, en el centro y mejor lugar de la ciudad, a
partir de las plazas se distribuían manzanos de lados iguales que se extendían hacia los cuatro
puntos cardinales.
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La época republicana, trajo consigo una serie de modificaciones y transformaciones, sobre todo en
el campo político, pero no alteraron el patrón de desarrollo urbano primario. Las ciudades
simplemente continuaron su crecimiento y desarrollo natural, generalmente de forma
desorganizada, sin seguir un planteamiento o esquema estructural, avanzando en todas las
direcciones sin más restricción que las limitaciones físicas del sitio.
Los terratenientes y sectores acomodados fueron los que conservaron el modelo urbano símbolo de
la sociedad colonial; posteriormente se introdujo la influencia de la arquitectura francesa
(especialmente en Sucre y La Paz).
En la época contemporánea y el conflicto de la Guerra del Chaco en Bolivia, trajo consigo
transformaciones políticas y sobre todo demográficas, la expansión urbana se hizo inevitable y
surge la necesidad de introducir nuevos conceptos urbanísticos y de control de uso del suelo
urbano. Se implantan medidas de zonificación, densificación, reservas de uso y procesos de
renovación urbanística, pero se caracterizaron por ser desordenados y se produce un desarrollo sin
planificación adecuada en áreas periféricas.
Actualmente, la dotación de vivienda se constituye en un problema latente en Bolivia, la entidad a
cargo de ésta área si bien cuenta con programas administrativos de planificación, éstos por el
crecimiento y rápida evolución de la población, se convierten en mecanismos obsoletos en la mayor
parte de las capitales de Bolivia, donde el crecimiento demográfico se impone a las técnicas
urbanísticas que en muchos casos llegan al colapso y se alejan del concepto de calidad de vida
urbana.
2.3 Principales amenazas naturales, socio-naturales y antrópicas
Sequía. No es una amenaza predecible, puede estar condicionada a altas temperaturas como
también la presencia de factores externos como incendios forestales, pero sobre todo la Sequía se
presenta por las condiciones atmosféricas de una determinada región. Las Sequías asociadas al
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ENSO pueden ser pronosticadas con unos meses de anticipación, sin embargo esto se da sólo
cuando esta asociado al fenómeno El Niño y no así a otros factores. Una de las regiones que se ve
más afectada por la Sequía es el Departamento de Tarija (Región Subandina o Valles).
Inundaciones. Las fuertes precipitaciones pluviales, incrementan los afluentes de ríos y lagos
originando inundaciones a lo largo de su curso, causando devastaciones en los pueblos asentados en
sus orillas o en las cercanías, anegando decenas de miles de hectáreas provocando la pérdida de
cosechas y animales, además de pérdidas de viviendas y vidas humanas. En el área urbana, el
efecto es similar porque las fuertes precipitaciones pluviales provocan colapsos en las alcantarilla y
sistemas de desagüe inundando calles y avenidas, provocando de igual manera, destrucción de
viviendas o graves daños en las mismas, pérdidas humanas y materiales de consideración. Sin
embargo en el caso de inundaciones en el área urbana el colapso de sistemas de desagüe si bien
puede presentarse debido a la saturación de las aguas pero también un factor importante para tomar
en cuenta, es que la falta de mantenimiento de las mismas o taponamiento de basura por la poca
conciencia colectiva da lugar a que esto ocurra.
Granizo. En el altiplano se da una mayor irradiación solar, esto da lugar a una dilatación del aire
próximo al suelo y éste se hace más liviano, como consecuencia se produce un movimiento de aire
ascendente que originan nubes que se encuentran a mucha altura, cuanto más altos se encuentren los
extremos de las nubes, más probabilidad de granizada existe. El granizo en altiplano y valles
provoca daños de gran magnitud, precisamente porque la precipitación es de mayor intensidad y no
tanto por la duración o volumen de agua que contiene.
Vientos. Los vientos en Bolivia, varían de acuerdo a las regiones, en la región Andina por ejemplo
el fuerte calentamiento del suelo árido da lugar a anomalías, el comportamiento de los vientos
dominantes es variable y dependerá de la estación (invierno, otoño, verano y/o primavera)
presentando incluso cambios bruscos. En verano, los vientos soplan del sureste; en otoño del
noreste, en invierno el viento sopla desde el oeste y en primavera toman una componente noroeste.
En el lado oriental de los Andes, los vientos orográficos se mezclan con masas de aire caliente y
húmedo y provocan lluvias intensas.
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En otoño, a baja altitud, se observará cierta inestabilidad atmosférica, pero las masas de aire del
noroeste más secas y frías presentan un cielo azul y claro. En invierno la atmósfera es más seca y
fría a nivel del suelo y el cielo se caracteriza por no presentar nubes. En primavera las condiciones
atmosféricas son similares a la de otoño.
Erosión eolítica. En Bolivia, soplan fuertes vientos que provocan acumulación de arena y campos
de dunas conocidos como Arenales centradas en ciertas regiones del altiplano, éstas concentraciones
de arena y campos de dunas son producidas por procesos de erosión-eolítica, entre ellas tenemos los
arenales en zonas alrededor del Lago Titicaca del Departamento de La Paz; Arenales de Oruro,
Sajama, Caracollo, Lago Poopó y Salar de Coipasa en el Departamento de Oruro y, en el
Departamento de Potosí: Uyuni y Lípez
La erosión eolítica afecta a las zonas altiplánicas, con menos de 400 mm/año de lluvia y una de sus
mayores consecuencias directas es el arrastre de material sólido a la red hidrográfica, esto causa
saturación en el caudal fluvial modifica el equilibrio de las aguas de ríos y lagos afectados. Se
produce la formación de meandros y si existen cambios de pendientes se producen depósitos de
sedimentos con el consecuente cambio de curso, aparición de otros lagos o lagunas como el Uru-
Uru en el Departamento de Oruro o la desaparición de otros como el Poopó del mismo
departamento.
Fenómeno El Niño, Chaqueos, su relación con el cambio climático y el efecto invernadero
Otros factores como el ENSO (El Niño), la práctica del “Chaqueo” de los campos del área rural,
(prácticas tradicionales utilizadas para habilitar la tierra para agricultura o ganadería, pero que sin el
adecuado control provocan grandes incendios forestales) pueden estar contribuyendo, entre otros
factores, al actual fenómeno presentado en el clima, más conocido como “cambio climático” con
efectos cada vez más agresivos y nocivos para todos los seres vivos y las condiciones propias del
planeta tierra.
El fenómeno El Niño conocido como evento ENSO provoca el calentamiento anormal de las aguas
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del Pacífico ecuatorial oriental, produciendo anomalías en el sistema océano-atmósfera y crea
condiciones especiales en el Atlántico tropical, tales como la baja de temperatura en la superficie
del océano, un bajo nivel de vapor de agua y una subsidencia acentuada que favorecen la presencia
de sequía de estación húmeda en los Andes de Bolivia pero no en la región de los llanos; esto
ocasionará mayor presencia de lluvias durante en invierno y la estación húmeda del año siguiente
que se presentó el fenómeno El Niño.
En general en Bolivia, las consecuencias de El Niño son de dos tipos: (a) Sequía en regiones andina
y parte norte del llano, por la falta de ascendencia del aire sobre la cuenca amazónica y (b)
Inundaciones, la parte sur de los llanos registra fuertes lluvias que provocan desbordamientos o
acumulación de aguas ligadas al bloqueo de los frentes de fríos sobre esta región.
El “Chaqueo” es una práctica agrícola tradicional en el área rural de Bolivia, que consiste en la
quema de pastizales y restos de cosechas para habilitar la tierra para agricultura o ganadería, pero
que realizada sin control puede ser causante de la mayor parte de incendios forestales con una
influencia nociva para el clima y el medio ambiente.
Las sociedades humanas, tienen una larga experiencia de vicisitudes climáticas de origen natural,
sin embargo, en los últimos años, la influencia del ser humano ha alterado considerablemente los
ecosistemas locales y modificado los climas regionales. Hay nuevas y contundentes pruebas
científicas de que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos cincuenta años, es
atribuible a las actividades humanas.
El sistema climático es parte integrante de un complejo sistema de vida que repercute en la vida y salud de
las personas. La buena salud de la población dependerá de que los sistemas ecológicos, físicos y
socioeconómicos de la biosfera se mantengan estables y en correcto funcionamiento; lo que viene ocurriendo
actualmente no es natural y si bien ya se conocía que estos cambios afectan las actividades económicas,
infraestructuras y ecosistemas naturales (fertilidad del suelo, acuíferos, pesquerías marítimas y biodiversidad
en general) recién se empieza a sentir la magnitud del problema porque las repercusiones que causan estos
cambios en la salud del ser humano son irreversibles
17
El "efecto boomerang" que se causa con el deterioro del medio ambiente, de sus recursos naturales y su
constante maltrato tiene consecuencias alarmantes que se refleja en el brusco cambio climático, responsable
de peligro de extinción de muchas especies de animales en el mundo, como ejemplo tomamos a los anfibios,
como la rana Arlequín de Monte Verde -Costa Rica. El calentamiento del planeta puede alterar la dinámica
de una enfermedad mortal en los anfibios causados por un hongo que crece en su piel. Progresiva
desaparición de anfibios en hábitat protegidos asombró a biólogos expertos en conservación desde 1990 Otro
ejemplo de esto establece que una especie de tiburones gigantes (Cetorhinus maximus) está abandonando
poco a poco las aguas del sur de Inglaterra y poblando las de Escocia, migración que se le atribuye al
calentamiento del planeta.
La subida de las temperaturas de la tierra aumenta la nubosidad en las montañas tropicales, lo que trae como
consecuencia días más frescos y noches más cálidas, condiciones que favorecen al desarrollo del hongo
"chytrid" responsable de la enfermedad mortal que afecta a los anfibios, según investigaciones de científicos
de nueve países latinoamericanos. Según datos de 2004 casi un tercio de las aproximadamente 6.000 especies
de ranas, sapos y salamandras existentes están en peligro de extinción, una cifra mucho mayor que en
cualquier otro grupo de animales. Los investigadores advierten que el mensaje de alerta trasciende a los
anfibios, ya que el calentamiento del planeta y la aparición de enfermedades contagiosas que trae consigo
son una amenaza real e inmediata para toda la biodiversidad y un reto para la humanidad.
El Planeta vive "una crisis sin precedentes desde la extinción de los dinosaurios", alertó hace un tiempo el
director general del Programa de la ONU para el Medioambiente, Klaus Toepfer, quién instó a sacar
lecciones del drama del tsunami asiático. Los informes señalan que las zonas que han guardado sus
ecosistemas en buena salud, como los bosques de manglares, resistieron mejor el tsunami que las que tenían
sus bosques degradados. Ha llegado el momento de plantearnos la manera de interrumpir esta pérdida de
diversidad.
La biodiversidad - concepto que desde la década de la década de 1980 define al conjunto de especies vivas
del planeta, a su variabilidad genética y a sus ecosistemas - es esencial para el mantenimiento del equilibrio
de los medios naturales y su deterioro puede tener consecuencias extremadamente graves, según los
científicos.
Hoy día, las actividades humanas están alterando el clima del mundo. Estamos incrementando la
concentración atmosférica de gases que atrapan la energía, lo que amplifica el "efecto invernadero" natural
18
que hace habitable la tierra. Estos gases de efecto invernadero (GEI) son, fundamentalmente, el dióxido de
carbono (procedente en su mayor parte de la combustión de combustibles fósiles y la quema de bosques) y
otros gases que atrapan el calor, como el metano (generado por la agricultura de regadío, la ganadería y la
extracción de petróleo), el óxido nitroso y diversos halocarburos fabricados por el hombre. En su Tercer
informe de evaluación (2001), el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)
declaró: "Hay nuevas y contundentes pruebas científicas de que la mayor parte del calentamiento observado
en los últimos cincuenta años es atribuible a las actividades humanas" (Cambios Climáticocs y Salud
Humana, Riesgos y Respuestas, 2003).
La Organización Mundial de la Salud, en su Informe sobre la salud en el mundo 2002, estimó que el
cambio climático fue responsable en el año 2000 de aproximadamente el 2,4% de los casos de
diarrea en todo el mundo y del 6% de los casos de paludismo en algunos países de ingresos medios.
Sin embargo, el intenso "ruido de fondo" debido a los cambios experimentados por otros factores
causales dificulta la identificación de los cambios pequeños; una vez detectados, la atribución
causal se afianza si se efectúan observaciones similares en poblaciones diferentes. (Cambios
Climáticos y Salud Humana – Riesgos y respuestas – OMS., 2003).
A mediados de la década de 1980, los gobiernos reconocieron el peligro emergente que representaba el
agotamiento de la capa de ozono; muchos estudios epidemiológicos han implicado a la radiación solar en los
cánceres de piel (melanomas y de otros tipos) de las personas de piel clara. En evaluaciones recientes, se
prevé un aumento de la incidencia de estos cánceres y de la intensidad de las quemaduras solares debido al
agotamiento del ozono estratosférico durante al menos la primera mitad del siglo XXI.
Los ecosistemas y la fauna ya están reaccionando ante este calentamiento global, tal vez lo más alarmante en
este momento es que la tundra ártica congelada se está derritiendo y emitiendo dióxido de carbono en la
atmósfera, en Bolivia el ejemplo claro de esto es el deshielo de Chacaltaya (otrora la pista de sky más alta del
mundo, ubicada en el departamento de La Paz).
Sismos. De manera muy general, tenemos conocimiento que en las costas de Sudamérica la
tectónica de placas y sus procesos juegan un papel muy importante en la ocurrencia de la actividad
sísmica, debido a que la corteza terrestre está constituida por pequeñas y grandes piezas
denominadas placas, y que unas se mueven respecto a otras con velocidades entre 1 a 8 cm. por año.
19
La zona de contacto entre las placas de suramérica y la de Nazca frente a la costa del Pacífico
constituye uno de los límites donde estas placas están en contacto y producen procesos o
fenómenos, como la subducción con una serie de esfuerzos que al ser liberados de manera brusca
producen sismos.
En Bolivia la actividad sísmica es relativamente moderada. La frecuencia de ocurrencia está
asociada principalmente a sismos intermedios y profundos que ocurren en la placa de Nazca y
sismos superficiales que ocurren en la corteza de la placa Sudamericana, por ejemplo el Sismo del
22 de mayo de 1998 de 6.5 Mw., producido en la parte central de Bolivia (Localidad Aiquile-
Provincia Campero del Departamento de Cochabamba) ocasionó la pérdida de más de cien personas
y cuantiosos daños materiales, en contraste podemos mencionar el sismo ocurrido el 9 de junio de
1994 que se produjo a 600 km. de profundidad, con magnitud 8.5 Mw en el Departamento de La
Paz y que no ocasionó ningún daño material ni pérdidas de vidas humanas .
20
3. METODOLOGÍA
Para conocer y analizar las tendencias espaciales, temporales y multianuales de la ocurrencia de pérdidas
asociadas con los desastres de diverso impacto ocurridos en Bolivia durante el periodo 1970 – 2006, se
utilizó como herramienta de análisis el inventario histórico compilado, construido y depurado en el marco de
la consultoría objeto del presente informe. El concepto de desastre que maneja este inventario lo define tanto
como un proceso social como un resultado, es decir, el desastre es, en primer lugar, una manifestación del
riesgo existente en una sociedad, el cual se construye socialmente mediante la generación y acumulación de
las condiciones que lo hacen posible, las vulnerabilidad y amenazas presentes en un mismo entorno (LA
RED, 1993; Lavell, 1996). En segundo lugar, un desastre es el conjunto de efectos, daños o pérdidas
asociados a la presencia de un evento natural, socio-natural o antrópico/tecnológico ocurrido en una unidad
geográfica determinada (OSSO-LA RED, 2003).
En este sentido, en el inventario se incluyen las afectaciones de diversa escala que puedan ocurrir en
una comunidad, lo cual permite evidenciar el impacto tanto de los grandes y esporádicos desastres
como de los medianos e invisibles pero recurrentes y con efectos significativos acumulados en el
tiempo y el espacio. Siendo los desastres riesgos manifiestos o materializados, los impactos
menores, y su acumulación, pueden dar cuenta de las condiciones de vulnerabilidad de una
población que resulta afectada frente a la presencia de un evento natural o socio-natural de menor
magnitud o que esté dentro de los promedios normales de comportamiento.
El software con el que se construyó el inventario permite consultar la información a través de gráficos,
mapas temáticos y consultas más específicas, los cuales se utilizaron como herramienta para conocer los
comportamientos espaciales, temporales y la tipología de los eventos y efectos asociados a los desastres
recurrentes y no recurrentes en el país.
3.1 Desarrollo, actualización y depuración del inventario histórico
El inventario histórico de desastres de Bolivia se construyó a partir de información
sistemáticamente recolectada en el periódico El Diario; se documentaron 1468 fichas hasta el año
2006. Este inventario de desastres se actualizó hasta diciembre 31 de 2007 con el apoyo de una
21
consultoría con ISDR – PNDU (Suiza); para garantizar la homegeneidad temporal del inventario se
utilizó el mismo periódico. El presente informe cubre hasta 2006.
Actualmente se están integrando registros proveidos por la Defensa Civil de Bolivia para el periodo
2003-2007. Durante dicho proceso se está realizando una revisión y depuración de toda la base de datos,
y se seguirán los lineamientos y principios metodológicos de DesInventar. La integración se está realizando
entre la Corporación OSSO y personal de la Defensa Civil.
Como parte del análisis de la base de datos se realizó una comparación con la base de datos internacional
EmDat3, con el fin de verificar la existencia o nó de los “grandes desastres” en el inventario histórico
desarrollado. De esta comparación se pueden destacar los siguientes aspectos: que para el caso de Bolivia
mostró que del total de 52 registros reportados por EmDat, cerca del 73 % están reportados en la base
histórica nacional; revisando el número de muertos y afectados globales de los registros equivalentes en las
dos bases de datos se tiene que en términos de muertos las dos cifras se encuentran en un rango aceptable, sin
embargo, los datos de afectados presentan las siguientes diferencias (a) Para dos sequías que la base histórica
nacional no cuantifica personas afectadas, la base de EmDat reporta 3 millones de afectados que representan
cerca del 70 % del total de afectados; (b) Extrayedo las dos sequías, el total de personas afectadas registradas
en EmDat representa cerca de 10 veces lo reportado por la base histórica nacional. Esta diferencia tan granda
obedece a que la fuente hemerográfica en algunos casos reporta que hubo afectación pero no especifica la
cantidad.
3.2 Fuentes de información
Para identificar y seleccionar la fuente de información, previa identificación y evaluación, se
determinó usar el periódico “El Diario” de circulación nacional. Para obtener los datos de la fuente
hemerográfica los recopiladores trabajaron en los archivos de la Biblioteca Central de la
Universidad Mayor de San Andrés, la Biblioteca Municipal de La Paz y la Biblioteca del Senado.
En la Figura 1 se ilustra el número de registros por año para el periodo 1970-2007.
3 Base de datos desarrollada por el WHO Collaborating Centre for Research on the Epidemiology of Disasters (CRED) de la Universidad de Lovaina, donde se registran los “eventos” naturales y tecnológicos que causan daños en términos de 10 o más muertos, 100 o más afectados, o que han sido objeto de un llamamiento a la ayuda internacional o de una declaratoria de emergencia.
22
Figura 1: Distribución anual de registros base de datos Bolivia
3.3 Tipos de eventos documentados en la base
La base de datos contiene información para 24 tipos de eventos de los 36 contemplados por la
metodología; en la Tabla 1 se presenta una relación de la cantidad de registros por tipo.
Tabla 2: Tipos de eventos y cantidad de registros base de datos Bolivia 1970-2006
23
8 Accidente 2 Escape 20 Nevada38 Aluvión 16 Explosión 2 Ola de calor40 Avenida torrencial 75 Granizada 11 Plaga7 Biológico 21 Helada 105 Sequía
20 Colapso estructural 89 Incendio 17 Sismo24 Contaminación 33 Incendio forestal 7 Tempestad
185 Deslizamiento 521 Inundación 3 Tormenta eléctrica121 Epidemia 73 Lluvias 30 Vendaval
En la base de datos destacan las inundaciones por tener el mayor número de registros y en un
segundo lugar los deslizamientos, epidemias y sequias, por disponder de información recolectada de
manera sistemática, pues se presentan de manera frecuente y son documentados en los diarios por
los efectos directos que producen en las poblaciones afectadas.
En el caso de Bolivia los eventos que fueron recolectados de manera sistemática además de las
inundaciones, deslizamientos, epidemias y sequías incluyen los siguientes tipos: lluvias, helada,
accidente, deslizamiento, avenida, colapso estructural, tempestad, epidemia, aluvión, nevada,
biológico, sequía, tormenta eléctrica, incendio estructural, vendaval, ola de calor, granizada,
contaminación, plaga y escape.
Los tipos de eventos de la metodología que no están en el inventario son por un lado: marejada,
huracán, tsunami, tornado, alud, erupción, por no ser característicos del territorio boliviano y otros
que no se presentaron durante el periodo de estudio o no fueron documentados por la fuente de
información: licuación, neblina, sedimentación, cambio de litoral, pánico. Adicionalmente no existe
ningún registro asociado con el evento “Otro”.
En la base de datos hay tipos de eventos que no son debidamente reportados por la fuente
hemerográfica, como el caso de los incendio estructurales y los forestales (han sido muchas veces
confundidos uno con otro) en el proceso de sistematización se los fue clasificando de acuerdo con la
conceptualización del Desinventar. Es el mismo caso de los terremotos, que tampoco fueron
adecuadamente reportados ni existe un seguimiento de los mismos por la fuente hemerográfica; por
último, eventos cotidianos, que no están relacionados con eventos naturales directamente pero
generan desastres como las explosiones de garrafas de gas natural de uso doméstico o explosiones
de dinamita.
3.4 Variables de efectos a analizar
Al hacer un análisis de las pérdidas es necesario conocer de antemano cuales variables fueron
sistemáticamente documentadas por la fuente de información para enfocar los análisis en aquellas
variables que se puedan catalogar como robustas o fuertes.
24
En la base de Bolivia se puede considerar robustas aquellas de muertos, heridos/enfermos y
viviendas destruidas. Las variables viviendas afectadas, evacuados, vías afectadas, cultivos y
bosques y ganado, aunque no tienen el nivel de documentación de las primeras y aunque no todas
cuentan con datos estadísticos exactos y de manera continua, es posible establecer algunas
tendencias.
Dentro de las variables débiles, en cuanto a efectos nombramos a: personas desaparecidas,
reubicados, acueducto, alcantarillado, transporte, educación, salud, energía y otros, debido a que la
fuente tiene limitacicones en cuanto a proporcionar información ya sea cualitativa y/o cuantitativa.
La documentación de los afectados por sequía es muy pobre en la base de datos, por lo cual sería
necesario complementar los datos una fuente de información oficial o estudios puntuales.
La base reporta que hubo muertos en 191 fichas de las cuales 182 tienen el dato cuantitativo. En
total los muertos más los desaparecidos suman 2067, de los cuales 1217 muertos corresponden a 66
fichas asociadas con Epidemias. Luego entre se reportan entre 100 y 140 muertos en una ficha por
sismo, 31 fichas por inundación, 19 fichas por deslizamiento, y 14 por avenida torrencial.
211 fichas reportan que hubo heridos, de las cuáles 163 tienen el dato cuantitativo. El total de
heridos suma 34 025, de los cuales 33 176 se distribuyen en 93 fichas asociadas con Epidemia; en
un segundo lugar aparece 100 heridos de una ficha por sismo, 118 en nueve fichas por explosión,
115 en 15 fichas por incendio, 143 en tres fichas por granizada y 207 heridos en 10 fichas por
deslizamientos.
La base reporta un total de 808 803 afectados distribuidos en 70 fichas, y reporta que hubo
afectados en 1468 fichas. 418 232 afectados corresponden a 25 fichas por Inundación; 267 726
corresponden 6 fichas por Helada, y 79 000 a dos fichas por sequia. Por su parte 64 de las 325
fichas que reportan damnificados tiene el dato cuantitativo. 85 761 damnificados están concentrados
en 23 fichas por inundación, 32 880 en siete fichas por avenida torrencial y 14 040 en una ficha por
25
nevada. Las proporciones tan bajas entre las fichas con dato cuantitativo y aquellas donde hubo
damnificados o afectados, obedecen a que la fuente original no precisa el valor.
113 de las 256 fichas que reportan viviendas destruidas tiene el dato cuantitativo para un total 3812
viviendas destruidas, de las cuales 1808 corresponde a una ficha por sismo, 880 a 40 fichas por
deslizamiento y 722 a 29 fichas por inundación. 96 de las 652 fichas que reportan presencia de
viviendas afectadas reportan el dato cuantitativo; el total de viviendas afectadas suma 1839 de las
cuáles 1370 corresponden a inundaciones y 169 a delizamientos.
Tabla 3: Proporción de fichas con datos cuantitativos según variables de efectos
Variable Fichas donde se reportó
el efecto
Fichas con el dato cuantitavioCantidad Porcentaje
Muertos 191 182 96 %Heridos 211 163 77 %Afectados 1468* 70 -
Damnificados 325 64 20 %
Viviendas destruidas 256 113 44 %
Viviendas afectadas 652 96 15 %
* Número sujeto a verificación, es igual al número de fichas de la base.
26
4. ANÁLISIS DEL INVENTARIO
4.1 Tipología y categorías de eventos
De los 24 tipos de eventos documentados por la base de datos los que mayor número de registos
reportan son: las inundaciones 36 %, seguidas de los siguientes tipos de eventos: deslizamientos
13%, las epidemias 8 % , las sequías 7 y los incendios estructurales 6 % (Figura 2).
Figura 2: Distribución de registros por tipos de eventos 1970-2006
Las pérdidas asociadas con los tipos de eventos pueden ser analizadas, clasificando los tipos de
eventos en categorías según su génesis.
En un categoría se pueden agrupar de eventos de tipo hidrometeorológico, todos aquellos asociados
con la caída de meteoros en forma líquida o sólida o disparados por ésta (p. ej. lluvias,
inundaciones, tormentas, vendavales). Los deslizamientos y aluviones se clasifican en eta categoría
27
dado que su ocurrencia esta por lo general asociada con infiltraciones y escorrentías causadas por
las precipitaciones. También se incluye aquellos tipos de eventos asociados tanto al exceso como a
la disminución de agua. Cabe mencionar que en esta categoría pueden confluir tanto eventos de tipo
“natural” como “socio-naturales”, entendiendo por los primeros aquellos propios de los procesos
naturales donde no tiene mayor intervención el ser humano como los huracanes, las tormentas
eléctricas, granizadas; se incluyen eventos socio-naturales, aquellos que se manifiestan a través de
fenómenos naturales pero cuya generación o intensificación está asociada a la acción humana, tales
como las inundaciones y deslizamientos relacionados con los procesos de urbanización.
En la categoría de geológicos clasifican los tipos de eventos relacionados con la dinámica interna de
la tierra, tales los sismos, tsunamis, erupciones volcánicas y licuación.
Adicionalmente puede conformarse una tercera categoría con los incendios, escapes, explosiones y
colapso estructural, es decir los tipos de eventos causados específicamente por la acción humana, y
se denominará antrópicos.
Los incendios forestales causados por la acción humana se excluyen de la categoría de antrópicos,
dado su carácter estacional por su estrecha relación con los periodos de ausencia o disminución de
lluvias, y se clasifican en una categoría aparte que se denominará forestales (excluyéndolos
también de la categoría de hidrometeorológicos).
Las sequías, asociados con la escasez o disminución de lluvias, que son procesos de evolución lenta
estarían en un grupo aparte catalogado como climáticos.
Las epidemias y otros tipos de eventos (como plagas, cambio de litoral, sedimentación) entre
otros.se dejan en la categoría de no clasificados y pueden ser analizados de manera singular.
28
Tabla 4: Categorías y tipos de eventos
Categoría Evento
Hidrometeorológicos Alud*
Aluvión
Avenida torrencial
Inundación
Deslizamiento
Granizada
Ola de calor
Helada
Huracán*
Lluvias
Marejada*
Nevada
Tormenta eléctrica
Tempestad
Tornado*
Vendaval
Geológicos Erupción volcánica*
Sismo
Licuación*
Tsunami*
Antrópicos Incendio
Escape
Explosión
Colapso estructural
Forestal Incendio forestal
No clasificados Plagas
Epidemias
Biológico
Sequia
Pánico*
Accidente*
Cambio de litoral*
Sedimentación*
Contaminación*
Neblina*
Otros*
* No tienen registros en la base de Bolivia (1970-2007)
4.2 Grandes desastres
El inventario recopila pérdidas de diversa escala desde aquellos poco frecuentes de gran impacto, hasta las
pérdidas frecuentes y no tan frecuentes de impacto pequeño o mediano, a veces invisibles. Los “desastres”
documentados en la base de datos no corresponden propiamente a eventos, debido a que la base de
29
datos recopila pérdidas a un nivel resolución detallado (nivel 1=provincia).
Para la identificación de los registros de gran impacto se revisaron individualmente las cifras de los
siguientes tipos de efectos: muertos (incluyendo desaparecidos), heridos, afectados, damnificados,
viviendes destruidas y hectáreas; por cada tipo de efecto se clasificaron como registros de gran
impacto aquellos cuya cifra (por ejemplo 500, 1000 o más muertos) estuvieran alejadas o muy
alejadas (valores extremos) en comparación con el conjunto de datos que entre ellos no tienen
grandes diferencias (registros con muertos reportados varian desde 1 hasta 300). Finalmente cada
cada tipo de efecto se encontraron fichas con valores extremos; algunas de ellas resultaron con
valores extremos por mas de un criterio.
En la tabla 5 se muestran los 11 registros que se han catalogado como de gran impacto: la mitad
corresponden con epidemias y el resto principalmente con eventos de tipo hidrometeorológicos y un sismo.
Tabla 5: Registros de gran impacto en el inventario
Pérdidas Unidad geográfica Evento Fecha3000 heridos Cochabamba/Chapare/ Epidemia 1970-01-14180 muertos Santa cruz/Ñuflo de chavez/ Epidemia 1971-01-28200 muertos La Paz/Idelfonso E. de las muñecas / Epidemia 1971-06-18500 viviendas afectadas Cochabamba/Quillacollo/ Inundación 1978-01-252125 heridos Chuquisaca/Samuel oropeza/ Epidemia 1980-08-2320 000 damnificados Santa Cruz/Andrés Ibañez/ Avenida torrencial 1983-03-2130 0000 damnificados Cochabamba/Chapare/ Inundación 1993-01-091800 viviendas destruidas Cochabamba/ Sismo 1998-05-22400 viviendas destruidas La Paz/Larecaja/ Deslizamiento 2003-03-303000 heridos Beni/Antonio Vaca Diez/ Epidemia 2005-01-1015 000 heridos Oruro/Cercado/ Epidemia 2006-07-11
30
4.3 Pérdidas de impacto intermedio y bajo en la base de datos
La sumatoria de pérdidas de impacto bajo a intermedio, que ocurren de manera recurrente, pueden llegar a
igualar o superar las pérdidas de gran impacto: como ejemplo se tiene que un registro por sismo documenta
la destrucción de 1800 viviendas el 22 de mayo de 1998, mientras que 69 registros asociados con
inundaciones y deslizamientos documentan un total de 1500 viviendas destruidas.
Para el estudio de las pérdidas de impacto intermedio y bajo el inventario construido con la metodología
DesInventar constituye un aporte relevante ya que, la introducción metódica, sistemática y continua de
registros es lo que convierte el inventario en un reflejo confiable de los eventos que nos afectan.
Para éste análisis de las pérdidas de impacto bajo a intermedio, es necesario extraer de la base de datos
aquellas fichas con pérdidas de gran impacto, que estén muy alejadas de la desviación estándar de la variable
(Tabla 5). El análisis se realizará por las categorías de tipos eventos antes descritas (Tabla 4).
Los eventos de tipo hidrometeorológicos dominan la base de datos, bien sea por el número de
registros donde alcanzan cerca del 80% de la base, el número de muertos con un 77 % o de
viviendas destruidas el 93 % (Figura 3). Los de tipo Antrópicos también son de carácter frecuente
pero significativamente más bajos que los hidrometeorológicos y las pérdidas por muertos y
viviendas destruidas los ubican en un segundo lugar por encima de los eventos de tipo geológico,
que son poco frecuentes en la base. La frecuencia de las sequías podría catalogarse como intermedia
a alta, ya que por su carácter de evolución lenta y larga duración no representan pocos registros en
la base de datos. De los países de la subregión Andina, Venezuela, Colombia, Ecuador, Peru y
Bolivía, es éste último el que mayor número de sequías presenta.
31
Figura 3: Registros y efectos por categorías de eventos fichas de impacto bajo a intermedio
4.3.1 Análisis temporal
La distribución temporal de los registros por pérdidas por cada categoría (Figura 4), muestra una
frecuencia comparativamente alta de los registros asociados por eventos de tipo
hidrometeorológico, en comparación con los de tipo antrópico, geológico, sequía y forestal. Los
registros por eventos de tipo antrópicos, presentan un comportamiento temporal relativamente
homogéneo, en términos de un promedio constante de cinco registros por año con un máximo de 12
en 1981. Este promedio muy bajo evidencia un subregistro de este tipo de eventos en la fuente
hemerográfica. La categoría de eventos geológicos da cuenta de una reducida cantidad de registros
de provincias afectadas, lo cual confirma que estos fenómenos si bien constituyen amenazas
naturales de gran importancia para el país por la magnitud de la energía que pueden desencadenar y,
por ende, por el tamaño de los impactos, tal riesgo se materializa de manera más esporádica por la baja
32
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
HidrometeorológicosGeológicosAntrópicosForestalesClimaticos
HidrometeorológicosGeológicosAntrópicos
Viviendas
destruidas
Registros
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
Muertos
frecuencia del fenómeno.
Los tipos de eventos con mayor número de registros en la base de datos son inundación,
deslizamiento, epidemia, sequía, incendio, granizada y lluvias. Figura 4: Histograma de registros por categorías
Inundaciones y deslizamientos
De los eventos de tipo hidrometeorológico, las inundaciones (incluyendo los registros por lluvias) y
los deslizamientos son los más frecuentes con promedios de 15 a 20 registro anuales para las
inundaciones y 5 a 10 para lo deslizamientos (Figura 5). Para las primeras se tiene que durante la
ocurrencia del episodio cálido ENSO a fines de la década de 1990, se experimentaron precipitaciones
pluviales tan altas que causaron desbordamientos de ríos y lagos y sus consecuentes efectos: destrucción de
cosechas, viviendas, pérdidas humanas y otras. De los 519 registros por inundaciones documentadas en la
base de datos en el período 1970-2006 313 están relacionados a lluvias y granizada y 194 están asociadas
con desbordamiento.
La lluvia es -generalmente- el factor disparador de la ocurrencia de los deslizamientos, la cual
genera gran impacto especialmente en ciudades como La Paz cuya topografía y la construcción de
viviendas en zonas de invasión y áreas deslizables, contribuyen a una mayor ocurrencia que en el
resto del país (Figura 6), a diferencia de las inundaciones que se distribuye en departamentos como
33
19701971
19721973
19741975
19761977
19781979
19801981
19821983
19841985
19861987
19881989
19901991
19921993
19941995
19961997
19981999
20002001
20022003
20042005
20062007
0
10
20
30
40
50
60
70
80
HidrometeorológicosGeológicosForestalesAntrópicos
Santa Cruz, El Beni y Cochabamba y también en La Paz (Figura 7). De los 184 registros por
deslizamientos en la base de datos, 128 fueron directamente relacionados con lluvias, y los 57 restantes
fueron asociados con erosión, explosión, deterioro, negligencia y comportamiento.
Figura 5: Histograma anual de registros de inundaciones, deslizamientos y lluvias
Figura 6: Deslizamientos por departamentos
34
Figura 7: Inundaciones por departamentos
Las granizadas presentan una distribución anual con promedio de tres registros por años y un pico
máximo de seis registros en 1979 (Figura 8). Cabe recordar que este es un fenómeno recurrente en
el Altiplano boliviano (Figura 9), sin embargo no todas las granizadas implican pérdidas sobre
viviendas, infraestructura o medios de vida.
Figura 8: Histograma anual de registros por granizada
35
Figura 9: Mapa provincial de registros por granizada
El número de muertos asociados con evento de tipo hidrometeorológico presenta una frecuencia
mas baja que las viviendas destruidas (Figura 10, 11). Los picos de muertos por inundaciones
documentados son 1979, 1992, 2002-2003, coincidentes con periodos cálidos de ENSO, excepto el
1979 que corresponde con un año neutro. Esto muestra que los picos por eventos de tipo
hidrometeorológico no sólo están relacionados con la ocurrencia de episodios cálidos de ENSO,
sino que puede obedecer a otros fenómenos regionales o locales.Figura 10: Número de registros y muertos por eventos hidrometeorológicos
36
19701972
19741976
19781980
19821984
19861988
19901992
19941996
19982000
20022004
2006
0
20
40
60
80
100
120Muertos Registros con muertosRegistros con dato cuantitativ o
Figura 11:Número de registros y viviendas destruidas por eventos hidrometeorológicos
Los registros por sequía son muy pocos, siendo este un tipo de evento cuyos pérdidas asociadas se
evidencian en el largo plazo y, en comparación con otros, es relativamente poco observado a través de los
medios de comunicación. La sequía está relacionada con las condiciones atmosféricas de cada región; sin
embargo la falta de lluvia que forma parte de una de éstas condiciones, tiene su origen cambios climáticos,
que provocan una carencia de lluvias o temperaturas muy altas, ambos casos también asociados al fenómeno.
Los efectos se reportan principalmente finalizando la década de 1990; aparece registros en 1970-1971, 1977,
1980, 1983, 1988-1990, 1993-1994 y de manera continua desde 2001 hasta el 2006 con un pico de 11
registros en 2005 (Figura 12). En el período de 1970 al 2006, se presentan 105 registros por sequía,
donde las regiones de El Valle y Llanos son las más afectadas y en menor proporción el Altiplano.
La distribución de registros o reportes por departamentos se presenta en la Figura 13. Las provincia
de Cordillera y Gran Chaco al sur oriente son las que mayor número de registros documenta la base
de datos (Figura 13).
37
19701972
19741976
19781980
19821984
19861988
19901992
19941996
19982000
20022004
2006
0
50
100
150
200
250
300Viviendas destruidasRegistros donde hubo viviendas destruidasRegistros con dato cuantitativo
Figura 12: Histograma de registros por sequías
Figura 13: Histograma de sequías por departamentos
38
Figura 14: Mapa de sequías por provincias
Generado en http://online.desinventar.org
Dentro de los eventos de tipos geológico los tsunamis y las erupciones volcánicas no ocurren en
territorio boliviano. El único que reviste importancia son los terremotos, que al excluir del anális el
registro de impacto alto asociado con el terremoto del 22 de mayo de 1998, quedan tan sólo 16
fichas. Este tipo de evento es importante en Bolivia por su baja frecuencia asociado con alto
impacto (Figura 15).
39
Figura 15: Registros con pérdidas por sismos
Las epidemias se presentan por varios factores, entre los cuales las grandes concentraciones de agua
como inundaciones y la falta de prevención en el sector de salud en los países, para asegurarse que
la población reciba las dosis de vacunas para prevenir enfermedades contribuyen a la aparición de
éstas, que en la mayoría afectan a niños y ancianos, por considerarse los extremos más vulnerables
dentro de una población.
Indudablemente, uno de los mayores riesgos para que se presente brote de epidemias, es la
presencia de inundaciones sobre todo en lugares calurosos, como es la región de los Llanos o el
oriente boliviano. La concentración de grandes cantidades de agua, la falta de alimentos o
descomposición de éstos, sumados a la falta de accesibilidad de los caminos para hacer llegar
medicinas y alimentos frescos para la población afectada, la muerte de personas y animales, la
aparición de mosquitos y/o roedores que propagan las enfermedades dan lugar a la aparición de
epidemias como el cólera, dengue, hanta, fiebre Amarilla, fiebre hemorrágica, peste, tifoidea,
malaria o paludismo, entre otras.
40
Si bien muchas enfermedades están en proceso de erradicación en Bolivia, la falta de constancia en
las dosis de vacunas o la ausencia de ellas en el país dan lugar a nuevos brotes como el caso de
sarampión, poliomielitis, rubéola, parotiditis y varicela.
El calentamiento del planeta provoca cambios climáticos tan bruscos, que también influyen en los
reportes de salud, la Organización Mundial de la Salud el 2002, estimó que el cambio climático fue
responsable en el año 2000 de casos de diarrea y paludismo que en situación de desastre pasan
fácilmente a constituirse como epidemias.
En Bolivia entre los años 1970 a 2006, se tienen 115 registros de epidemias (excluyendo las fichas
consideradas de gran impacto tabla 5) cuya distribución se aprecia en la Figura 16, con un pico de
17 registros en 1992 y 1972, años Niño.
Figura 16: Histograma anual de registros por epidemia
41
Figura 17: Registros de epidemias por departamentos
Análisis por décadas
Década de 1970-1979De los 437 registros de la década 1970, los cuatro eventos más frecuentes suman 319 registros, de los cuales
204 corresponden a inundaciones, 54 a deslizamientos, 40 a epidemias y 21 a lluvias. En ésta década la
región más afectada en Bolivia corresponde al Altiplano o Región Andina, dentro del cuál el
Departamento de La Paz reporta el mayor número de registos, 146 que representan el 33 % en la
década. Seguido por Santa Cruz con 86 y Cochabamba con 85, que representan el 19 % cada uno.
Los tres tipos de eventos menos significativos que se presentaron en ésta década fueron los sismos,
los escapes y la tempestad con 2 o menos registros en la década. Los Departamentos menos
afectados en ésta década fueron Pando con 2 casos, representa el 0,5 % y Potosí con 9 casos,
representa el 2,1 % (Figura 18).
Década de 1980-1989En la década de los 319 registros, los cuatro eventos más frecuentes suman 229 registros, de los cuales 108
corresponden a inundaciones, 66 a deslizamientos, 28 a sequía 27 a incendios. En ésta década la región
42
más afectada en Bolivia, también corresponde al Altiplano o Región Andina, dentro del cuál el
Departamento de La Paz presenta la ocurrencia de la mayor parte de los Eventos que suman 153 y
representa el 48 % del total de Eventos de ésa década. Seguido por Santa Cruz con 52 registros y
Cochabamba con 37 registros, que representan el 16,3% y 11,6 % respectivamente. Los tres tipos de
eventos menos significativos que se presentaron en ésta década corresponden a Tempestad,
Explosión y Nevada (1 caso en cada Evento). Los Departamentos menos afectados en ésta década
fueron Pando con 1 caso, representa el 0,3 % y Potosí con 6 casos, representa el 1,9 % (Figura 19).
Figura 18: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 1970
43
Decáda de 1990 a 1999
En la década de 1990 a 1999 observamos que de 372 reportes, los cuatro eventos más frecuentes suman 239
registros, de los cuales 116 corresponden a Inundaciones, 59 a Epidemias, 37 a Deslizamientos y 27 a
Sequía. En ésta década la región más afectada en Bolivia corresponde, nuevamente al Altiplano ó Región
Andina, dentro del cuál el Departamento de La Paz presenta la ocurrencia de la mayor parte de los Eventos
que suman 130 y representa el 34,9 % del total de Eventos de ésa década. Seguido por Santa Cruz con 59
Eventos, representando el 15,9 % y Tarija con 53 Eventos, que representa 14,2% (Figura 20).
Década de 2000 al 2006
En la década del 2000 se tiene que de 340 reportes, los cuatro tipos de eventos más recurrentes totalizan 187
registros, de los cuales 93 corresponden a inundaciones, 41 a sequías, 28 a deslizamientos y 25 a granizada.
En ésta década la región más afectada en Bolivia es -como las décadas anteriores- el Altiplano, dentro del
cuál el Departamento de La Paz presenta la ocurrencia de la mayor parte de los registros que suman 133 y
representa el 39,1 % del total de la década. Seguido por Cochabamba con 79 registros, representando el 23,2
% y Santa Cruz con 36 registros, que representa 10,6 %. Los tres tipos de Eventos menos significativos
que se presentaron en ésta década son escape, accidente y ola de calor. Los departamentos menos
afectados en ésta década fueron Pando con tres casos, representa el 0,8 % y Potosí con 17 casos,
representa el 4,6 %. En ésta década, son cuatro los tipos de eventos que no fueron tan significativos: plaga
y pla de Calor (un caso en cada uno) , tempestad y biológico (1 caso en cada uno). Los Departamentos
menos afectados en ésta década fueron Pando con cuatro casos, representa el 1,2 % y Oruro con siete casos,
representa el 2,1 % (Figura 21).
44
Figura 19: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década 1980
45
Figura 20: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 1990
46
Figura 21: Tipología de eventos y distribución espaciotemporal de registros, década de 2000
47
Para las cuatro décadas documentadas en el inventario tenemos que el Departamento de La Paz (Región
Andina o Altiplano) ha sido el más afectado por los desastres seguido por Santa Cruz (Llanos) y
Cochabamba (Valle o Sub Andina). Este orden se mantiene en las dos primeras décadas, en la tercera
(1990-1999) La Paz encabeza, seguido de Santa Cruz y esta la presencia de Tarija (Valles o Sub Andina) y en
la última década (2000-2006) también existe variante, La Paz continua en primer lugar seguido esta vez de
Cochabamba y posteriormente Santa Cruz.
Su ubicación en cuanto a regiones corresponde al Altiplano, Valles y Llano, pero paradójicamente,
tenemos Departamentos que pertenecen también a la Región del Llano y Altiplano, cuyos territorios
han sido menos afectados por Desastres, tal es el caso de Pando (Llanos) y Potosí y Oruro
(Altiplano o Región Andina).
En las tres primeras décadas se encuentran Pando y Potosí con los índices más bajos en cuanto a
Desastres y la última década existe una pequeña variante, se mantiene Pando pero en vez de Potosí
encontramos al Departamento de Oruro. Posiblemente, esto se deba a que la fuente hemerográfica,
sobre todo en las primeras décadas, no cuenta con mucha información del Departamento de Pando,
por ser uno de los Departamentos de Bolivia que sufre de aislamiento por la falta de comunicación
vial, incluso en la actualidad.
Finalmente, tenemos un Cuadro Comparativo de registros (Tabla 6), en el cuál se puede observar la
relación de la información de manera general y disgregada, así mismo, se aprecia el número de
eventos por décadas, la frecuencia y su presencia en Bolivia.
48
Tabla 6: Cuadro comparativo de registros por décadas
Tipo de eventoDécada Década Década Década Total registros1970-1979 1980-1989 1990-1999 2000-2006 1970-2006
Inundación 204 108 116 93 521 1°Deslizamiento 54 66 37 28 185 2°Avenida 7 10 8 15 40Lluvias 21 21 9 22 73Vendaval 6 4 13 7 30Tempestad 2 1 2 2 7Sismo 1 2 6 8 17Helada 3 4 6 8 21Granizada 20 12 18 25 75Sequía 9 28 27 41 105 4°Aluvión 13 11 5 9 38Incendios 20 27 20 22 89Forestal 8 4 7 14 33Explosión 8 1 3 4 16Escape 1 0 1 0 2Estructura 3 8 6 3 20Epidemia 40 4 59 18 121 3°Plaga 5 2 3 1 11Accidente 5 2 1 0 8Contaminación 3 3 8 10 24Nevada 4 1 8 7 20Biológico 0 0 5 2 7Tormenta Eléctrica 0 0 3 0 3Ola de Calor 0 0 1 1 2
Totales 437 319 372 340 1468
1° Representa al tipo de Evento que se presentó en primer lugar con mayor frecuencia2° Representa al tipo de Evento que se presentó en segundo lugar con mayor frecuencia3° Representa al tipo de evento que se presentó en tercer lugar con mayor frecuencia4° Representa al tipo de evento que se presentó en cuarto lugar con mayor frecuencia
49
4.3.2 Análisis espacial
En términos absolutos, las fichas de efectos reportados en el inventario se concentran en el
Altiplano en las provincias de Pedro Domingo Murillo, Samuel Oropeza y Cercado (departamentos
de La Paz, Chuquisaca y Oruro respectivamente) y en Los Llanos en Cercado (Beni), Gran Chaco
(Tarija), Andres Ibañez (Santa Cruz), y Chapare (Cochabamba).
La configuración espacial de los registros puede corresponder con la distribución de la población y
la infraestructura económica. De igual manera, hay una correlación entre la mayor cantidad de
reportes y las ciudades de Santa Cruz de la Sierra (Andrés Ibañez) y La Paz, que son más pobladas del
Bolivia.
En general, los eventos de origen hidrometeorológico son los que más han afectado al país, tal como
describió en el capitulo anterior. Sin embargo, existen ciertas diferencias entre una y otra región en
relación con las características geográficas (clima, relieve, etc.) y las condiciones de vulnerabilidad
en cada una de ellas. En este sentido, el análisis espacial se realizó por región.
Región del Altiplano y VallesEl Altiplano y la región subandina de los valles tienen la mayor cantidad de registros, en comparación con la
región de los Llanos. Los eventos con mayor número de registros son las inundaciones, deslizamientos,
granizadas y lluvias y representan el 63 % de los registros de la región. Estos registros hacen corresponder
con el régimen de lluvias unimodal de la región -con pico a principios del año-, con la estacionalidad de los
registros también unimodal (Figura 24, parte inferior).
Región de los llanosEn los Llanos las inundaciones, las epidemias y las sequías son los tipos de eventos con mayor número de
registros y la región subandina de los valles tienen la mayor cantidad de registros (Figura 25).
50
Figura 22: Mapa de distribución de registros a nivel de provincia
Generado en http://online.desinventar.org
Figura 23: Distribución de registros por departamentos
51
Figura 24: Registros en la región del altiplano
http://online.desinventar.org
52
Figura 25: Registro y tipología de eventos en los Llanos
Generado en: http://online.desinventar.org
53
5. CONCLUSIONES
En el estudio realizado podemos observar que si bien el análisis determina que los Departamentos
con mayores pérdidas en el período de 1970-2006 fueron La Paz, Santa Cruz y Cochabamba y a su
vez Pando y Potosí son los que menos registros tienen, debemos tomar en cuenta los siguientes
aspectos:
1° Santa Cruz, La Paz y Cochabamba son los departamentos que conforman el eje central de
Bolivia, cuentan con un mayor desarrollo tanto económico como urbano, por lo tanto la
información en las fuentes hemerográficas, se concentran en mayor cantidad en éstos departamentos
que en los del resto de país.
Así mismo, al constituirse como los departamentos que presentan una mayor pujanza económica se
convierten en destinos con mayor “atractivo” para las migraciones, especialmente de la población
rural, pero las condiciones de asentamientos de estos grupos humanos, no son las más adecuadas,
carecen de planificación gubernamental, por lo que las construcciones son conocidas como
“viviendas problema”, porque son construcciones de riesgo y se constituyen como las más
vulnerables, especialmente las ubicadas en las laderas de las urbes.
Mientras que en los Departamentos de Pando y Potosí, el fenómeno se da a la inversa, son sectores
económicamente deprimidos y alejados (el auge de la minería en Potosí fue hasta la década de
1970, luego presenta una constante y creciente depresión económica) y si bien pueden suscitarse
muchos otros Desastres, las vías de accesibilidad para tener acceso a esta información son también
más limitadas.
2° Un segundo aspecto, pero no menos importante, que se debe considerar para estas variaciones, es
que hasta principios de la década de 1980 se vive una época de dictadura en Bolivia y a partir del
1982 ingresa en la época democrática; las noticias en esta primera época se centran en torno a las
condiciones sociopolíticas que se desarrollan en el país y se resta importancia a aquellas
relacionadas con otras temáticas.
54
Sin embargo hacemos notar que dentro de nuestro estudio en el año 1979 (época de dictadura)
tenemos el año con mayor reportes de Desastres (81) y en 1985 (3 años antes se ingresó a época
democrática) es el año que presenta menos fichas o reportes de Desastres (13), precisamente este
año está precedido por la inestabilidad social y política que se vivió anteriormente. En este año
también se desarrollaron elecciones generales en Bolivia, la concentración de noticias fue de tipo
político; por tanto, la situación política y social del país de acuerdo a sus connotancias, determinó
mayor o menor información pero sin patrones establecidos.
En consecuencia, nuestra hipótesis, sobre los resultados obtenidos, se fundamentan que el mayor o
menor número de desastres registrados en Bolivia, dependerán del criterio utilizado por la fuente
hemerográfica, una de las debilidades de este tipo de fuente, es precisamente las limitaciones para
acceder a noticias de regiones alejadas o que no conforman el eje central de Bolivia y la
importancia que ésta asigne de acuerdo a la época y situación política, social y/o económica del
país, mucho más si tomamos en cuenta que una fuente hemerográfica es de carácter general y no
específica.
Es importante señalar que la Base Histórica de Bolivia, de acuerdo con lo convenido, ha sido
construida a partir de fuentes hemerográficas, por lo tanto si bien se sabe de la existencia de otros
desastres, como el caso de los sismos, estos no han sido incluidos en esta primera base porque
corresponden a una segunda fase que es actualización de la base de datos, considerando otras
fuentes.
De todo el análisis anterior podemos concluir aseverando que los desastres tienen una influencia
muy grande en cada país en cuanto a su avance y evolución como nación se refiere; los planes y
políticas gubernamentales que los países hayan desarrollado mediante proyectos y programas de
vivienda, urbanización, salud, educación, caminos, crecimiento que conjuntamente otros
relacionados a la vulnerabilidad, gestión del riesgo, mitigación y su capacidad de resiliencia serán
determinantes cuando éstos ocurran.
55
Si las regiones no se encuentran preparadas, más la gran influencia que hoy en día se tiene a
consecuencia del calentamiento del planeta y fenómenos como El Niño, la población seguirá
constituyéndose como el sector más vulnerable a sus efectos y como consecuencia su economía se
fortalecerá o debilitará de acuerdo a los lineamientos que persiga.
Debe tomarse en cuenta que los sistemas adecuados de descentralización y las mejores condiciones
de vida en una población tendrán un impacto notorio sobre la vulnerabilidad de una sociedad y
proporcionarán condiciones más seguras para auto-sostenerse. En la actualidad, sobre todo en países
considerados tercermundistas como es el caso de Bolivia, se observa la ausencia de acciones
dirigidos a rehabilitación, no existe la noción de reconstrucción, no se piensa en gestión de riesgo
por lo tanto el problema queda latente.
Tampoco se toma en cuenta que el riesgo es cambiante y dinámico por lo tanto los medios también
deben actualizarse permanentemente, como por ejemplo la actualización de mapas y por lo tanto la
participación de las instituciones a nivel de gobierno deben incorporarse activamente y a la
brevedad, de una manera más agresiva en materia de gestión de riesgos, es de suma importancia que
planes como la propuesta de Plan Nacional de Prevención y Atención de desastres (PNPAD) pueda
consolidarse en Bolivia y de igual manera el trabajo integrado de los países de la Región en planes y
programas afines que permitan tener gráficas de indicadores del avance en gestión de riesgo, planes
y protocolos de ayuda mutua, que permitan enfrentar mejor los desastres causados por eventos
naturales y que los daños que éstos conllevan puedan ser mitigados con acciones conjuntas de
prevención y atención.
Para finalizar, un aspecto importante de mencionar que ha sido observado en el desarrollo de la
presente investigación, es la presencia de algunos eventos cotidianos que se suscitan en Bolivia, que
no están relacionados con eventos naturales directamente pero generan desastres que recaen sobre
todo en personas (muertes y heridos) e infraestructura (destrucción y daños de bienes muebles e
inmuebles) con las consecuentes pérdidas económicas que conllevan, pero las fuentes
hemerográficas no proporcionan información de todos los que pasan. Entre estos tenemos:
explosiones de garrafas de gas natural de uso doméstico, ocasionada generalmente por la mala
manipulación de las mismas (negligencia), explosiones de dinamita y los producidos a consecuencia
56
de los enfrentamientos entre sectores de la población por convulsiones sociales.
La base muestra que las pérdidas mas frecuentes están asociadas con inundaciones, deslizamiento e
incendios. En las regiones Altiplano, y Llanos las inundaciones ocupan el primer lugar por número
de registros y en segundo lugar los incendios. En la zona de coordillera el primer lugar es ocupado
por los deslizamientos seguidos de las inundaciones. Los registros con pérdidas de gran impacto
están relacionados con la categoría de hidrometeorológicos y con los sismos.
57
6. BIBLIOGRAFÍA
Montes de Oca, Ismael, (1997) “Geografía y Recursos Naturales de Bolivia”, 3ra Edición, La Paz-
Bolivia
Boero Rojo, Hugo (1993) Enciclopedia “Bolivia Mágica” Tomos I, y III, Editorial Vertiente, La
Paz-Bolivia.
Mesa, J.; T. Gisbert, C. D. Mesa Gisbert (1999) “Historia de Bolivia”, Editorial Gisbert y Cia. S.A.,
3ra edición, La Paz –1999
Apuntes del Taller Proyecto PREDECAN del 27 al 29 de marzo de 2007, “Enfoques y Conceptos en Gestión
de Riesgo y Prevención y Atención de Desastres”, Expositor Dr. Allan Lavel.
Bases de datos:
Fuentes hemerográficas:
− Periódico El Diario
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