Noviembre 2004 17
Arturo CantúRodolfo de la Torre
Enrique Hernández Laos
CÁLCULO DE UNACANASTA BÁSICANO ALIMENTARIA
PARA MÉXICO
Noviembre 2004 17
Arturo CantúRodolfo de la Torre
Enrique Hernández Laos*
CÁLCULO DE UNACANASTA BÁSICANO ALIMENTARIA
PARA MÉXICO
* Arturo Cantú coordinó, entre 1978 y 1982, los trabajos de coplamar que llevaron a lapublicación de los 5 volúmenes de Necesidades esenciales en México (Siglo XXI Editores);el Mtro. De la Torre es Profesor-Investigador de la Universidad Ibero Americana y el Dr.
Hernández Laos lo es de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.Los autores agradecen a Bernardo Hernández Cruz y a Nancy Ascencio Ortiz su preciada
colaboración para el cómputo y edición de los originales de este artículo, y a HéctorMoreno su colaboración en los cálculos sobre precios hedónicos de la vivienda. Agradecen,
por último, al Dr. Miguel Székely Pardo el apoyo prestado para la realización de estainvestigación, y a los miembros del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza sus
comentarios a una versión anterior de este ensayo.
2004Secretaría de Desarrollo Social
“Cálculo de una canasta básica no alimentaria para México”
Serie: Documentos de Investigación, 17
ISBN: 968-838-588-3
Dr. Gonzalo Hernández LiconaCoordinador de la serie
Emiliano Pérez CruzCoordinación editorial
Martha González SerranoFormación editorial
© Secretaría de Desarrollo SocialPaseo de la Reforma 116Col. Juárez, C.P. 06600México, D.F.
Impreso en México / Printed in Mexico
Se autoriza la reproducción del material contenido en esta obra citando la fuente.Los conceptos y opiniones expresados en el presente documento representan únicamente el punto de vista de los autores;no reflejan necesariamente la visión de la Secretaría de Desarrollo Social ni la de las instituciones a las que pertenecen.
Lic. Josefina Vázquez MotaSecretaria de Desarrollo Social
Lic. Antonio Sánchez Díaz de RiveraSubsecretario de Desarrollo Social y Humano
Dr. Rodolfo Tuirán GutiérrezSubsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio
Dr. Miguel Székely PardoSubsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación
Lic. Julio Castellanos RamírezOficial Mayor
Mtro. Daniel Hernández FrancoCoordinador de Asesores
Lic. Eduardo Bravo EsquedaCoordinador de Delegaciones
Abelardo Martín MirandaJefe de la Unidad de Comunicación Social
Contenido
Introducción ...............................................................................5
I. Valores sociales y medición de la pobreza .................................. 7
Valores sociales y principios filosóficos...................................... 7
Teorías de las necesidades.......................................................8
Marco jurídico y derechos sociales ............................................9
Preferencias individuales y medición de la pobreza ................... 10
Conductas observadas y pobreza ............................................ 10
Los valores sociales como un problema
de decisión colectiva ............................................................... 11
II. Experiencias previas en otros países y en México ..................... 13
Experiencias internacionales.................................................... 13
Experiencias sobre el caso de México ....................................... 16
III. Metodología aplicada .............................................................. 19
Selección del Hogar promedio ..................................................19
Selección de bienes y servicios (ByS)
que integran las canastas .....................................................20
Elasticidades-ingreso .............................................................20
Percepciones de la población...................................................21
Adquisición de ByS por parte de los hogares ...........................22
Importancia de los ByS en el gasto de los hogares .................. 23
Resultados ...........................................................................24
Reglas para la inclusión de otros ByS......................................25
Determinación de cantidades de los ByS incluidos ................... 27
Sondeo de marcas y encuestas de precios ............................. 27
Cálculo de cantidades: Método “A”..........................................28
Cálculo de cantidades: Método “B” ..........................................29
Cálculo de cantidades: Método “C” ..........................................29
4
Reglas de aplicación y resultados de los 3 criterios .................. 30
Casos especiales .................................................................... 31
IV. Resultados ...........................................................................34
Canasta básica de ByS para el medio urbano ..........................34
Canasta básica de ByS para el medio rural ..............................40
Comparación con el costo de otras canastas
de satisfactores básicos........................................................45
Efectos sobre la incidencia de la pobreza ................................46
Bibliografía Consultada ..............................................................49
5
Introducción
Recientemente, el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza en México presentó
a la Secretaría de Desarrollo Social la cuantificación de la pobreza en nuestro país,
referida al año 2000 (Comité Técnico, 2000). En ese documento se estableció, dentro
de la Agenda de Investigación del Comité, la conveniencia de llevar a cabo una
“estimación de las necesidades no alimentarias”, en relación con lo cual se afirma:
“Para estimar los dos niveles superiores de pobreza, donde se incluyen satisfactores
no alimentarios, se aplicó el método tradicional utilizando el Coeficiente de Engel
a partir de la canasta alimentaria, tomando como punto de referencia el gasto en
salud, vestido, vivienda, transporte y educación (pobreza Nivel 2) y el gasto total
(pobreza Nivel 3) del estrato cuyo gasto alimentario apenas cubre esta canasta.
(...) una estimación más satisfactoria requeriría de un análisis detallado de las
necesidades no alimentarias en México” (Ibid., pág. 87).
En una investigación reciente, se procedió primeramente a la identificación y
cuantificación de una nueva canasta alimentaria,1 de manera que la tarea pendiente en
esta dirección consistía en la identificación y cuantificación de una canasta de satis-
factores básicos no alimentarios. Esa labor se resume en el presente artículo, que
constituye una apretada síntesis del documento que detalla la metodología seguida
por los autores en la elaboración de las canastas (urbana y rural) de satisfactores
básicos no alimentarios para México concluida recientemente y puesta a consideración
del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza.2
El artículo contiene cuatro grandes apartados: en el primero se ofrece una breve
reflexión sobre los valores sociales y la medición de la pobreza, en la que se presentan
algunas bases conceptuales sobre los procedimientos genéricos para la elaboración
de este tipo de canastas. En la segunda sección se pasa revista, también de manera
sumaria, a algunas experiencias internacionales y nacionales en la elaboración de
tales canastas de satisfactores esenciales. La tercera sección presenta la metodología
aplicada por los autores en la identificación y cuantificación de dos canastas de
1 Véase: “ Estimación de una canasta alimentaria para México” en este mismo volumen.2 Diseño, construcción y cuantificación de canastas de satisfactores básicos no alimentarios para identificar líneas
de pobreza en México, Documento de trabajo elaborado en el seno del Comité Técnico para la Medición de laPobreza, 2 volúmenes, México, diciembre de 2003.
6
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
satisfactores básicos para nuestro país (una rural y una urbana), y se hacen explícitos
los procedimientos y decisiones adoptadas en esa tarea. Por último, la cuarta sección
ofrece el contenido y costeo de ambas canastas, compara sus magnitudes con las
alcanzadas por otras cuantificaciones y examina la forma en que las canastas aquí
propuestas, al conformar nuevas líneas de pobreza, afectan la medición de la pobreza
en México en el año 2002.
7
INTRODUCCIÓN
I. Valores sociales y medición de la pobreza
La posibilidad de diseñar y cuantificar una canasta de bienes y servicios básicos para
un hogar se deriva, de manera directa, del concepto de pobreza y de su relación con
los valores sociales vigentes. No obstante, describir los valores sociales no es algo
trivial. El ejercicio de identificación de los valores sociales es particularmente impor-
tante en la especificación de los bienes y servicios a ser considerados como necesarios.
No sólo es prácticamente imposible tomar en cuenta todas las perspectivas de los
miembros de una sociedad respecto a qué debe ser considerado como necesario, sino
que incluso al analizar cualquiera de ellas es inevitable que su descripción enfatice
más algunos aspectos que otros. Por otra parte, la heterogeneidad de los valores adop-
tados por los individuos puede conducir a severas imprecisiones en la descripción de
los bienes y servicios establecidos como “necesarios”.
Valores sociales y principios filosóficosValores sociales y principios filosóficosValores sociales y principios filosóficosValores sociales y principios filosóficosValores sociales y principios filosóficos
Uno de los planteamientos de mayor alcance para el análisis de la pobreza lo constituye
la teoría de las capacidades propuesta por Amartya Sen. Las capacidades son conjuntos
de acciones o estados posibles abiertos a las personas; son las oportunidades que inter-
vienen en la definición de su libertad. El paso inicial para establecer una canasta de bienes
y servicios apropiados para satisfacer las capacidades básicas consiste en definirlas y pos-
teriormente establecer las “funciones de producción” involucradas, en las cuales los
satisfactores actuarían como insumos para producir capacidades. La conversión de
los primeros en las últimas dependería del entorno social y las características individuales.
Sin embargo, el concepto de capacidades no está exento de imprecisiones con-
ceptuales y de ambigüedades en su operacionalización. Desde el punto de vista concep-
tual queda sin resolver el ordenamiento de las capacidades de acuerdo a lo “básico”
de las mismas (Cohen 1993). Esto es particularmente importante al momento de dis-
tinguir entre aquellas capacidades básicas, definitorias de la pobreza, y aquellas otras
que no lo son y tienen su origen en los gustos y preferencias de las personas.
Respecto a la distinción entre bienes asociados a capacidades básicas y bienes
que no están asociados a éstas, Roemer (1996) construyó un modelo que, sin dar un listado
específico, ayuda a entender sus características y a establecer sus prioridades. Este
autor distingue los bienes que claramente afectan los funcionamientos, como la vivienda,
los servicios de salud y de educación, de aquellos que no lo hacen, como los yates, los
8
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
diamantes y el whiskey. Suponiendo funciones de utilidad sin externalidades (refe-
ridas sólo al consumo propio y no al consumo de otros) y separables, Roemer propo-
ne que éstos sean considerados como “primarios” si la tasa marginal de sustitución
entre los bienes asociados a los funcionamientos y los no asociados tiende a infinito.
Dicho de otra manera, los bienes son primarios o básicos en el sentido de que se está
dispuesto a sacrificar una gran cantidad de otro tipo de bienes por obtener los primeros,
cuando éstos tienden a cero. Ello tiene una aplicación empírica interesante que se
desarrolla más adelante: los bienes con elasticidad ingreso menor que la unidad pueden
considerarse como “más primarios” o “básicos” dentro del grupo de bienes asociados
a las capacidades básicas.
En lo que respecta a la operacionalización, se sabe que aun precisando la capa-
cidad básica a considerar, ésta puede alcanzarse con una multitud de combinaciones
de bienes y servicios, debido a que la transformación de recursos en capacidades varía
entre personas, dadas sus características y las del medio que les rodea (Sen 2000). Lo
anterior eleva sustancialmente los requerimientos de información para determinar
los bienes y servicios adecuados para alcanzar una capacidad básica por lo que, en
consecuencia, el enfoque de capacidades permanece como una guía general que sin
embargo, por el momento, no llega a especificar bienes y servicios (ByS) concretos.
Teorías de las necesidadesTeorías de las necesidadesTeorías de las necesidadesTeorías de las necesidadesTeorías de las necesidades
El antecedente más conocido de una teoría de las necesidades lo ofrece Mazlow (1943).
Este autor establece cinco grandes requerimientos que el individuo en forma jerárquica
antes de que pueda comportarse sin egoísmo (fisiológicos, de seguridad, de amor, de
estima y de actualización). Aunque la jerarquía no es rígida, ni la satisfacción de un nivel
de requerimientos es indispensable para pasar a otro, la teoría permite identificar y orde-
nar los satisfactores según la necesidad que atienden.
Otra perspectiva sobre el tema la ofrece el enfoque escandinavo sobre necesida-
des básicas desarrollado por Galtung (1980). Este enfoque se centra en las condicio-
nes sin las cuales los seres humanos no podrían sobrevivir, evitar la miseria, relacionarse
con otros y evitar ser alienados. Lo que se traduce en las necesidades relacionadas con
tener, amar y ser. Esta perspectiva considera que es necesario incluir indicadores subje-
tivos de las necesidades humanas además de indicadores objetivos de carencias en la
evaluación del bienestar. No tomar en cuenta la perspectiva de las personas da lugar al
“dogmatismo de los expertos” (Allardt, 1993). Sin embargo, se reconoce que no es posible
9
I. VALORES SOCIALES Y MEDICIÓN DE LA POBREZA/
apoyarse solamente en las percepciones individuales, pues aquellos en desventaja
suelen ser menos capaces de articular la naturaleza y alcance de sus necesidades.
No existe, sin embargo, acuerdo sobre la definición de necesidades, su clasifi-
cación o los bienes que involucran para ser satisfechas, y cuando alguna concepción
de necesidades ha tratado de operacionalizarse, se presentan grandes dificultades al
establecer criterios aceptables para seleccionar y definir los ByS que su satisfacción in-
volucra (Gordon y Spicker, 1999). En suma, pese a la especificidad que se gana con una
teoría de las necesidades respecto a planteamientos filosóficos generales, como el de Sen,
no es suficiente para determinar los ByS que deben ser considerados como indispensables.
Marco jurídico y derechos socialesMarco jurídico y derechos socialesMarco jurídico y derechos socialesMarco jurídico y derechos socialesMarco jurídico y derechos sociales
Otra posibilidad de partir de principios éticos o concepciones amplias de las necesi-
dades, sin dejar de lado la especificidad con que estos se presentan en una sociedad
concreta, es examinar el marco jurídico vigente, en particular el referente a los deno-
minados derechos sociales. En el caso de México, el fundamento de los derechos de
los individuos se encuentra en la Constitución Política de 1917. A lo largo de su evolu-
ción, este instrumento ha establecido y actualizado las diversas formas de protección
de que gozan las personas frente a los demás y ante el Estado; especifica además los
límites que tienen sus libertades, y define los derechos de carácter social.
Pese a su importancia, los preceptos constitucionales no siempre han alcanza-
do una vigencia plena; han sufrido múltiples y sustanciales cambios, y no han especifi-
cado suficientemente los derechos sociales (De la Torre 2003). Tampoco sus leyes
reglamentarias han sido capaces de cubrir estas lagunas. Así, por ejemplo, mientras
que la Ley Federal del Trabajo establece el derecho al tiempo libre, lo restringe a los
trabajadores asalariados, y cuando la Ley de Salud (1984) introduce el derecho a la
asistencia social de la población en desventaja, la ausencia de reglamentación impide
identificar el alcance de los servicios a los que se debería acceder.
Sólo en el caso de la educación, su obligatoriedad y gratuidad en los niveles de
preescolar, primaria y secundaria determina los servicios específicos que pueden inter-
pretarse como socialmente aceptados. Sin embargo, para el resto de los derechos
sociales no existe la posibilidad de una concreción similar.
10
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Preferencias individuales y medición de la pobrezaPreferencias individuales y medición de la pobrezaPreferencias individuales y medición de la pobrezaPreferencias individuales y medición de la pobrezaPreferencias individuales y medición de la pobreza
Una forma alternativa de determinar la línea de pobreza es permitir que ésta se fije de
acuerdo a las opiniones de la población en general. Tal es el enfoque o método subjetivo
utilizado por Halleröd (1955), Van Prag et.al. (1980), Veit-Wilson (1987) y Walker
(1987). Este procedimiento recoge información, por medio de encuestas a una muestra
representativa de la sociedad, sobre el ingreso mínimo que permite vivir “dignamente”,
con la pretensión de captar una norma social compartida más que una colección de prefe-
rencias individuales. En la variante denominada pobreza consensual, que escoge a aque-
llos que declaran vivir con su ingreso en una posición intermedia entre “con gran dificultad”
y “con gran facilidad” (Mack y Lansley, 1985), se obtiene una canasta de bienes y servicios
necesarios al preguntar si debiera contarse o no con los artículos de una lista de satisfactores.
Aquellos bienes que son declarados como necesarios por la mayoría del grupo de refe-
rencia, son incluidos como parte de la canasta de satisfactores indispensables. Sin embargo,
la decisión del tamaño del grupo mayoritario no está predeterminada por el método y
puede ser modificada.
Conductas observadas y pobrezaConductas observadas y pobrezaConductas observadas y pobrezaConductas observadas y pobrezaConductas observadas y pobreza
La teoría económica no es muy precisa al establecer el grado de necesidad de un bien
o servicio mediante el análisis del comportamiento económico observado. Sin embargo,
Roemer (1996) ha propuesto una forma de distinguir el grado en que los satisfactores
son “primarios” a partir de supuestos específicos dentro de la teoría del consumidor,
en el contexto de las teorías de la justicia y de las capacidades básicas de Rawls y Sen.
Cabe recordar que una implicación es la observación de las elasticidades ingreso de
los bienes, cuestión que tiene una larga historia en otros campos de la economía.
En la ciencia económica abundan las referencias a los denominados bienes
“inferiores”, “necesarios”, “normales” y de “lujo”, derivadas del trabajo del estadístico
alemán C. Engel, quien elaboró empíricamente en el siglo XIX lo que denominó “leyes
de consumo” (Ferguson y Gould, 1971). Más allá de la precisión de estas “leyes”, cues-
tión examinada por Hirshleifer (1988) resulta interesante el criterio utilizado para
considerar algo como necesario. Una manera sencilla de clasificar qué tan necesario
es un bien o servicio es mediante la elasticidad ingreso de la demanda (Kreps, 1990;
Varian, 1992). Entre menor sea este parámetro, más “necesario” es el bien en cuestión.
Dado que la suma ponderada de las elasticidades ingreso de los bienes donde la
ponderación es el porcentaje gastado en cada uno de ellos es igual a uno, no todos los
11
I. VALORES SOCIALES Y MEDICIÓN DE LA POBREZA/
bienes pueden ser clasificados como necesarios. Sin embargo, las elasticidades ingreso
no son invariantes al nivel de agregación con el que se definan los bienes: a mayor
desagregación (por marcas, presentaciones, tipo de bienes, etc.) mayor probabilidad de
que se reduzcan las elasticidades y, para determinados niveles de ingreso incluso, pueden
llegar a ser negativas (Mas-Collel et.al., 1995). Además, aunque es posible forzar la
estimación de elasticidades constantes en las demandas agregadas para eliminar am-
bigüedades, es importante recordar que a nivel individual las elasticidades difieren
no sólo entre personas, sino entre niveles de ingreso, por tanto, lo que para alguien puede
considerado como necesario puede no serlo para otro o incluso para el mismo individuo con
otro nivel de ingreso.
Debe mencionarse, además, que aún cuando se determine cuáles bienes son
necesarios con base en las elasticidades ingreso, queda todavía la tarea de establecer
qué cantidades corresponden a lo necesario. A este respecto Ravallion y Bidani (1994)
han sugerido estimar el monto agregado de los requerimientos no alimenticios a partir
de los requerimientos alimenticios: cuando un individuo tiene un ingreso igual al valor de
una canasta alimenticia mínima, lo no gastado en alimentos se puede suponer que cons-
tituye un gasto necesario para el individuo. Una extensión de este método consiste en es-
timar el gasto para cada bien no alimenticio cuando el gasto en alimentos es igual al valor de
la canasta alimenticia mínima. En presencia de regresiones no significativas, un estima-
dor puntual y sólido del gasto es el valor del estrato medio (Gujarati, 1995).
Los valores sociales como un problema de decisión colectivaLos valores sociales como un problema de decisión colectivaLos valores sociales como un problema de decisión colectivaLos valores sociales como un problema de decisión colectivaLos valores sociales como un problema de decisión colectiva
Los criterios revisados son, como se ha visto, imprecisos y limitados; en consecuencia,
es inevitable la toma de decisiones en alguna medida discrecionales para llegar a la deter-
minación de una canasta de satisfactores básicos. La cuestión es: ¿cómo tomar esas
decisiones? Un enfoque útil para responder a esta pregunta lo ofrecen Nitzan y Paroush
(1985). Estos autores plantean un problema menos complejo pero más manejable y posi-
blemente más fructífero que la agregación de preferencias para decidir lo “necesario”:
si existe cierto grupo de individuos con un objetivo común como por ejemplo describir
los valores sociales para definir lo “necesario” ¿qué tan grande debe ser ese grupo y cómo
debe ser ponderado el juicio de cada uno de sus miembros para maximizar la probabilidad
de una decisión correcta?
Bajo esta perspectiva parece razonable suponer que las habilidades de los indivi-
duos para describir lo socialmente necesario no son homogéneas, por lo que los ejercicios
mecánicos que suman igualitariamente las opiniones individuales no serían necesa-
12
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
riamente correctas. Por otra parte, aunque alguien pretendiese erigirse en el experto
supremo del conocimiento de lo que es necesario, tampoco parece razonable delegar
la decisión a una sola persona, pues el conocimiento especializado acerca de los valores
sociales no se encuentra por lo general tan concentrado. En cualquier caso, se requiere
que el recuento de opiniones y puntos de vista de la sociedad y/o los grupos a ser consul-
tados (incluidos los juicios de expertos) se realicen haciendo explícitas las decisiones
metodológicas adoptadas, no sólo en la selección de lo que constituye lo “necesario”, sino
también en las cantidades básicas de tales bienes y servicios.
13
II. EXPERIENCIAS PREVIAS EN OTROS PAÍSES Y EN MÉXICO
II. Experiencias previas en otros paísesy en México
Experiencias internacionalesExperiencias internacionalesExperiencias internacionalesExperiencias internacionalesExperiencias internacionales
Hacia finales del siglo XIX Seebohm Rowntree (1902) elaboró la primer canasta de
satisfactores, para aplicarla en una investigación realizada en la ciudad de York. Su
propósito era “arrojar alguna luz sobre las condiciones que gobiernan la vida de los
asalariados y especialmente sobre el problema de la pobreza”.3 La canasta de Rowntree
se limitaba a las necesidades físicas (the bare physical efficience), dejaba deliberada-
mente fuera “el gasto necesario para el desenvolvimiento de los aspectos mental,
moral y social de la naturaleza humana”,4 y no incluía ningún artículo que pudiera
considerarse superfluo. Rowntree vio con claridad que el procedimiento para elaborar
una canasta dependía en alguna medida del arbitrio del investigador, y decidió ser lo
más restrictivo posible, no porque juzgara que los trabajadores debieran sujetarse a
ese mínimo de bienes y servicios, sino porque quería presentar una canasta inobjetable,
para que resultaran también inobjetables sus conclusiones sobre la condición y el
número de pobres en Inglaterra.
Pero es difícil pensar que se pueda tener salud física sin tener también un poco
de lo que podría llamarse salud mental, salud moral y salud social. Cuando Amartya
Sen extiende el concepto de pobreza desde los satisfactores meramente materiales has-
ta el ejercicio cabal de las “capacidades humanas”, aboga por una concepción más lógica
y comprensiva de las necesidades. Al hablar de pobreza la pregunta ya no es “¿Qué bienes
y servicios se requieren para que una persona esté saludable físicamente?” sino más
bien “¿Qué se requiere para que una persona desarrolle plenamente sus capacidades
humanas?”. Y para determinar cuáles son las “capacidades humanas” hay que preguntar-
se qué es el hombre. Por ello los discípulos y seguidores de Sen, al ahondar en sus con-
cepciones, acabaron discutiendo la noción de “capacidades humanas” a la luz de ciertos
pasajes de la Política de Aristóteles, Nussbaum (1998). Al elaborar una canasta de
bienes y servicios es fácil deslizarse hacia la filosofía: “¿Qué clase de hombre tengo en
mente cuando supongo que un conjunto dado de bienes y servicios será suficiente
para satisfacer sus necesidades?”
La canasta de Rowntree, publicada en 1901, fue la siguiente:
3 Rowntree, (1902), pág. vii.4 Ibíd. pág. 87.
14
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 1
Canasta para dos adultos y dos niños
Libras por semana Por año %£ ch. p. £ dec. £ dec.
Alimentación 10 6 0.525 27.374 55.75Vivienda 4 0.200 10.428 21.24Otros gastos del hogar 4 4 0.217 11.297 23.01Vestido y calzado 1 10 0.092 4.780 9.73Combustible 1 10 0.092 4.780 9.73Otros gastos 8 0.033 1.738 3.54Total 18 10 0.942 49.099 100.00
En el caso de la alimentación, el método de Rowntree consistió en seleccionar
un menú variado de alimentos para una semana, y a partir de ahí, mediante el cómputo
de las calorías y las proteínas necesarias (según los estudios de esa época 3,500 calorías
y 125 gramos de proteínas), determinar las cantidades de los alimentos más baratos
disponibles en el mercado. Con algunas variantes este sigue siendo el método para
seleccionar los bienes y las cantidades de la parte alimentaria de las canastas de
consumo. En los demás rubros Rowntree trató de ceñirse a lo observable en la sociedad
de su tiempo. Para la vivienda investigó los alquileres más baratos según las siguientes
especificaciones: para el caso de 1 adulto, un cuarto; para 2 adultos o 2 adultos y un
niño, dos cuartos; para 2 adultos y de 2 a 3 niños, 3 cuartos; para 2 adultos y más de
3 niños, cuatro a cinco cuartos. Para el combustible hizo un cálculo cuidadoso de lo
necesario para mantener caldeada una habitación. Y para el vestido los investigadores
de Rowntree entrevistaron a las propias familias de los asalariados más pobres, pregun-
tándoles: “¿Cuál es, en su opinión, la suma anual más baja para gastar en vestido y
calzado?”5
Hacia 1963 Mollie Orshansky, en los Estados Unidos, propuso que la canasta
de consumo fuera estimada como el costo de la canasta alimentaria multiplicado por 3.
Orshansky escogió el multiplicador 3 porque en la información estadística de 1955 el
gasto promedio en comida de una familia de 4 miembros había sido la tercera parte
de su gasto total, y tomó como base la canasta alimentaria porque consideró que la
selección de la clase y la cantidad de los alimentos, al estar basada en un cálculo de
las proteínas y calorías necesarias, resultaría aceptable para la mayoría de los inves-
tigadores.6
5 Rowntree (1902, pág. 108).6 Para determinar la canasta alimenticia Orshansky se basó, a su vez, en una publicación del Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos: Diets at Four Levels of Nutritive Contents and Cost, 1933.
15
II. EXPERIENCIAS PREVIAS EN OTROS PAÍSES Y EN MÉXICO
Las canastas más recientes casi siempre incluyen tanto los gastos en alimen-
tación como los de vivienda, vestido, mobiliario, equipamiento, transporte y diversos
conceptos adicionales. Pero el renglón de alimentos tiene una importancia especial al
menos por dos razones: primero, porque en términos generales la alimentación se
presenta como la necesidad más apremiante, el gasto en alimentación parece justificarse
por sí mismo; y segundo porque en cierta medida es posible determinar objetiva y
matemáticamente la cantidad requerida de alimentos, la cantidad de proteínas y calorías
que es necesario y saludable consumir. El cálculo no es enteramente científico porque
siempre hay que partir de un menú de consumo que no puede ser determinado con crite-
rios meramente objetivos. Con todo, al relacionar el gasto total de la canasta con el
gasto en alimentación se procede más o menos objetivamente, en tanto el renglón alimen-
ticio puede ser justificado con argumentos en mayor o menor medida científicos. Desde
1965, la canasta de Orshansky fue adoptada como la canasta oficial del gobierno
estadounidense.
En el año 2000, después de diferentes intentos, Canadá adoptó una canasta de
consumo que llamó Market Basket Measure (MBM, 2000). Tiene por finalidad medir
el número de pobres y servir como instrumento para regular los programas oficiales
de combate a la pobreza. La parte de los alimentos, determinada por especialistas, es
una adaptación dietética de los alimentos consumidos habitualmente por los cana-
dienses (de “lo que le gusta comer a la gente”);7 el rubro de vestido y calzado incluye
las prendas que gastaría la familia en un año, detalladas por hombre, mujer, niño y
niña; el gasto en vivienda se ajustó al promedio de la renta pagada por casas de 2 y 3
recámaras; el gasto en transporte se estimó según la disponibilidad de transporte público
en las grandes ciudades, o la necesidad de tener medios privados en localidades rurales.
A estos cuatro rubros (alimentación, vestido, vivienda y transporte) se añadió el de “otros
bienes y servicios” que engloba “gastos en cuidado personal, operación del hogar, mobi-
liario, servicio telefónico, estampillas para correo, donaciones religiosas y caritativas,
útiles escolares y niveles modestos de material de lectura, recreación y entretenimien-
to”;8 para determinar el monto de este rubro se multiplicó la suma del gasto señalado
para alimentación y vestido por un factor proveniente del gasto real del segundo decil
en los mismos conceptos (alimentación y vestido) en relación a su propio gasto en todo
lo incluido en el rubro de “otros bienes y servicios”. Nuevamente, como en el caso de
Orshansky, el gasto en alimentación resultó determinante para buena parte de la canasta.
7 Human Resources Development Canada, Understanding the 2000 Low Income Statistics Based on the MarketBasket Measure, 2003. Pág. 37.
8 Ibíd., pág. 42.
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CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Experiencias sobre el caso de MéxicoExperiencias sobre el caso de MéxicoExperiencias sobre el caso de MéxicoExperiencias sobre el caso de MéxicoExperiencias sobre el caso de México
Originalmente, la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales (CNSE) de Coplamar,9
publicada en 1982, no tenía el propósito principal de establecer una línea de pobreza
en relación a los ingresos monetarios, sino más bien el hacer posible la estimación de
ciertas variables macroeconómicas sobre la satisfacción de las necesidades de la po-
blación esperada al año 2000. Considerada como una canasta para establecer la línea
de la pobreza tiene dos deficiencias de origen: el procedimiento para determinar la
lista de bienes y servicios,10 y la fijación más o menos casuística de los precios. Ambas
deficiencias se ven agravadas por los veinte años, y un poco más, transcurridos desde
su publicación. En el primer caso, porque la lista de los bienes y servicios a considerar
como necesarios ha variado, tanto debido a los cambios tecnológicos como a los cam-
bios en las preferencias de los consumidores. En el segundo, porque la estructura de
precios relativos también se ha modificado; aun suponiendo que la determinación
original de precios y costos hubiese sido la más adecuada, su actualización mediante el
Índice de Precios al Consumidor, después de dos decenios, necesariamente trae consigo
distorsiones importantes.
Para determinar los bienes y servicios que la Canasta debería incluir se partió
de los comprendidos en el decil 7 de la Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares del
año 1977 (ENIGH77). Si el propósito central de la investigación de Coplamar hubiese
sido elaborar una canasta normativa para fijar una línea de pobreza, probablemente se
habría partido de los bienes de consumo comunes a todos los deciles, o a la mayoría
de ellos, mediante algún procedimiento que excluyera, en la medida de lo posible, la discre-
cionalidad. El haber empezado por el decil 7 “con una especie de validación a partir
del gasto registrado en el decil 9” indica cierta inclinación apriorística por el consumo de
un decil específico. El monto del ingreso necesario para adquirir la canasta de Coplamar
se cruza con los ingresos reales precisamente en el decil 6, uno antes del elegido para
iniciar el listado de los artículos de la canasta normativa.11 La determinación de los
bienes y servicios de la CNSE parte de los bienes y servicios del decil 7, y la “línea de
la pobreza” queda ubicada en el decil 6. Lo que podría ser una mera coincidencia, el
haber empezado por considerar los bienes del decil séptimo (como un primer paso
9 Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados. Presidencia de la República,México.
10 La Canasta, según sus autores, “refleja adecuadamente la legislación nacional, las expectativas de la población ylas necesidades objetivas que la sociedad actual [de 1982] impone”. Necesidades esenciales y estructura productivaen México, 1982. pág. 47.
11 Así se registra en Necesidades esenciales y estructura al explicar la lámina 17 (págs. 46 y 47): “aproximadamentea la mitad del decil 6, se intersectan la línea del ingreso y la del costo de la Canasta”.
17
II. EXPERIENCIAS PREVIAS EN OTROS PAÍSES Y EN MÉXICO
seguido de muchos otros) y el haber resultado la línea de pobreza en el decil sexto, se
convirtió pronto en un punto débil de la canasta de Coplamar frente a críticos intere-
sados en llegar a un volumen de pobres mucho menor.12
En la presentación de la Canasta se dice que “un criterio de carácter general”
fue “que el trabajo doméstico no fuera llevado a límites excesivos”,13 lo que explicaría
la inclusión de servicios, para el medio urbano, como “el lavado de ropa en máquinas
automáticas”. En otros casos no se señala un criterio explícito, como en el renglón de
“Cultura y recreación” donde se establece que cada hogar debe adquirir 18 libros al
año, lo que más bien parece obedecer a los buenos deseos de los investigadores de
Coplamar que a la realidad del consumo en cualquier decil de la ENIGH77 o posterior.
Todo lo cual puede entenderse como el propósito de dar a la satisfacción de las nece-
sidades un nivel adecuado dentro de cierta idea de austeridad republicana; o como el
intento de “reflejar las expectativas de la población”, lo que le daría un sesgo más bien
programático al listado de bienes y servicios. Pero en definitiva las decisiones sobre los
bienes que debían considerarse de “consumo frecuente”, sobre los “límites” en los que debía
quedar circunscrito el trabajo doméstico, o en términos más generales sobre el nivel de
vida que se consideraba adecuado, y lo que cumplía con “las expectativas de la pobla-
ción”, quedaron por entero dentro del juicio personal de los investigadores que participaron
en la elaboración de esa Canasta.
Al paso del tiempo algunos bienes incluidos en la Canasta de Coplamar han
casi desaparecido del mercado. No se utilizan ya, por ejemplo, el “rastrillo para afeitar”
(con navajas desechables) y la “navaja de afeitar”, sino rastrillos desechables; los CD
se han impuesto a las grabaciones en casetes, y las “radiocaseteras” que no incluyen
también reproductoras de CD empiezan a ser productos más bien raros. Y otros artículos,
unos nuevos y otros que ya existían, como la televisión a colores, los reproductoras de
CD, los sartenes con teflón o los zapatos tenis para adultos, parecen haber pasado a un
nivel de consumo mucho más extendido. La fabricación más esmerada de los electro-
domésticos ha elevado la durabilidad de algunos bienes, y por lo tanto tendría que dis-
minuir el costo de su consumo anual en una canasta actualizada. En la Canasta de
Coplamar, por ejemplo, se estimaba que una televisión en blanco y negro tendría una vida
12 Así Santiago Levy, por ejemplo, que no sólo reprocha a Coplamar el haber partido del decil 7, sino que hasta leatribuye el incluir en la canasta lavadoras y secadoras de ropa automáticas, lo que es desde luego falso. Véase: Lapobreza en México (Edición mimeográfica) Mayo de 1991, nota 42 en pág. 47. Una crítica reiterada mecánicamentepor otros comentaristas, como A. Escobar Latapí, “Mexico: Poverty as Politics and Academic Disciplines” enPoverty: A Global Review (Scandinavian University Press/UNESCO, Oslo), págs. 542 y 543, donde se repite lo de laslavadoras y secadoras de ropa automáticas.
13 En Necesidades esenciales y estructura… (págs. 117/8).
18
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
útil de 4.5 años, es muy probable que ahora una televisión a color cueste proporcionalmente
menos que la de blanco y negro en 1982 y que dure el doble.
La acumulación de experiencias y enfoques metodológicos, así como las limita-
ciones y desactualización de las canastas básicas no alimentarias existentes para México
aconsejaban, por tanto, emprender el diseño y cuantificación de una nueva canasta para
el país, especialmente a partir de las especificaciones de la canasta alimentaria presentada en
otro artículo de esta publicación. Las metodologías adoptadas en este nuevo intento se
describen a continuación.
19
III. METODOLOGÍA APLICADA
III. Metodología aplicada
La metodología aplicada en la construcción de la canasta básica no alimentaria puede
desagregarse en los siguientes pasos: a) la selección del hogar promedio; b) la identi-
ficación y selección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastas rural y
urbana, y c) la determinación de las cantidades a incluir de los ByS seleccionados.
Selección del Hogar promedioSelección del Hogar promedioSelección del Hogar promedioSelección del Hogar promedioSelección del Hogar promedio
Como punto de partida se tomó la información de la Encuesta Nacional de Ingresos
y Gastos de los Hogares 2002 (ENIGH02), relevada por el Instituto Nacional de Esta-
dística, Geografía e Informática (INEGI). Para determinar la magnitud y estructura del
hogar promedio, se dividió la población de los hogares en tres grupos etarios, distin-
guiendo en cada caso de acuerdo al género de las personas. Los tres grupos etarios
son los siguientes: a) niños y niñas de cero a 3 años; b) jóvenes (hombres y mujeres)
de 4 a 17 años, y c) adultos (hombres y mujeres) de 18 años y más.
Con el objeto de eliminar la influencia de los hogares en situaciones extremas
de ingreso, que comportan estructuras demográficas y de gasto muy diferentes de la
situación promedio, se tomó como estrato de referencia el promedio de los deciles 3
a 8, que capta el 60% de los hogares nacionales con ingresos medios. De acuerdo con
tales cálculos, en el promedio de esos deciles se tiene la composición demográfica
media por hogar que se describe a continuación:
Medio urbano: 4.09 miembros por hogar de los cuales: 0.15 son niños (y 0.14
niñas) menores de 3 años; 0.57 jóvenes hombres (y 0.55 mujeres) de entre 4 y 17 años,
y 1.26 adultos hombres (y 1.41 mujeres) de 18 años y más.
Medio rural: 4.44 miembros por hogar de los cuales: 0.17 son niños (y 0.15
niñas) menores de 3 años; 0.81 jóvenes hombres (y 0.77 mujeres) de entre 4 y 17 años,
y 1.21 adultos hombres (y 1.32 mujeres) de 18 años y más.
Estas estructuras de género y etarias constituyen, así, las dimensiones y caracte-
rísticas demográficas de los hogares promedio, para los cuales se establecen las respec-
tivas canastas de bienes y servicios básicos no alimentarios.
20
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Selección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastasSelección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastasSelección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastasSelección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastasSelección de bienes y servicios (ByS) que integran las canastas
No existe consenso sobre los ByS que debieran considerarse como básicos o esenciales en
el diseño y construcción empírica de una canasta de satisfactores no alimentarios. Por
ello fue necesario utilizar una combinación de los criterios presentados en los apartados
anteriores (I y II). Esos criterios son los siguientes: a) la magnitud de la elasticidad-
ingreso de cada uno de los ByS incluidos en los archivos de gasto de la ENIGH02; b) la
percepción que sobre el tema tiene una muestra de la población nacional; c) la fre-
cuencia de adquisición de los ByS por parte de los hogares comprendidos en los
deciles 3 a 8, y d) la importancia del gasto en los ByS dentro del gasto total de los hogares.
Enseguida se hacen explícitas las decisiones metodológicas adoptadas en cada uno de
estos criterios, y más adelante se establecen las reglas para la selección de los ByS
dentro de las respectivas canastas. Todos los ejercicios que se describen se llevaron a
cabo de manera paralela tanto para el área urbana como para la rural del país.
Elasticidades)ingresoElasticidades)ingresoElasticidades)ingresoElasticidades)ingresoElasticidades)ingreso
Para la estimación econométrica de la elasticidad-ingreso de cada uno de los ByS de
la ENIGH02 se trabajó con el modelo propuesto por Heckman (1979) con corrección
por selección muestral, en el que se supone que la decisión de consumir el bien o
servicio “i” es independiente de la decisión del monto del gasto, estimándose un
modelo de dos etapas. Se estima mediante un modelo probit la probabilidad que el
hogar tiene de gastar en el bien “i” y en una segunda etapa se estima un modelo de
regresión lineal incorporando una variable que corrija el sesgo introducido por trabajar
sólo con los hogares que consumieron el bien en cuestión.
Para la segunda etapa la ecuación especificada es una curva de Engel, dado
que si se mantienen los precios fijos, puede observarse cómo cambia la demanda
cuando varía el ingreso. Si la pendiente es mayor que cero, se dice que el bien “i” es
un bien normal, en tanto que si es menor que cero se trata de un bien inferior. Dentro
de los normales, si aumenta el ingreso y el aumento del gasto en el bien “i” es más que
proporcional, se está en la presencia de un bien de lujo, y en caso contrario, en presencia
de un bien necesario. Además de realizar las estimaciones de esta manera, también
suelen incorporarse las características de los hogares y de sus individuos que pueden
resultar fundamentales en las decisiones de consumo. Se toma el gasto total del hogar
como aproximación del ingreso por dos motivos: a) es una variable que tiene menores
errores de captación, y b) para evitar problemas de endogeneidad, en la medida que el
21
III. METODOLOGÍA APLICADA
consumo del bien “i” afecte la percepción de los ingresos del hogar. La ecuación adoptada
es doble logarítmica:
Ln (Gi) = α + ß ln (G
t) + φ (X) + u
en donde: Gi es la participación del gasto del bien o servicio “i” en el gasto
total; Gt es el gasto total per cápita y X es el valor de algunas de las características del
hogar y de sus integrantes.14 De acuerdo con esta especificación, la elasticidad-ingreso
(e) queda determinada como sigue:
e = 1 + ß
La cual se supone constante para todos los hogares comprendidos en los deciles
3 a 8.15 Los cálculos se realizaron para los 471 ByS no alimentarios contenidos en la
ENIGH02. El número de ByS en los cuales el parámetro ß no es significativo es de 85
en el medio urbano y de 164 en el rural; en esos casos, el valor de la elasticidad (e),
por definición, es igual a la unidad. Los valores de las elasticidades-ingreso para cada
ByS son considerados más adelante, junto con los otros criterios, para determinar su
inclusión o no dentro de las canastas (urbana y rural) de ByS básicos.
Percepciones de la poblaciónPercepciones de la poblaciónPercepciones de la poblaciónPercepciones de la poblaciónPercepciones de la población
Otro criterio relevante para la inclusión o exclusión de los distintos ByS en las canastas
se deriva de la consulta directa a la población sobre su percepción del grado de
“necesariedad” de los diferentes bienes y servicios. Para la parte urbana se hizo uso
de los resultados de la Encuesta PROFECO-2000 de Percepciones de la población urbana
sobre las normas mínimas de satisfacción de las necesidades básicas, diseñada y
relevada conjuntamente por la Universidad Ibero Americana y la Procuraduría Federal
del Consumidor.16 La información sobre percepciones en el medio rural se desprendió
14 Entre estas se consideraron, respecto del jefe del hogar, las siguientes: su nivel de instrucción formal, edad y estadocivil.
15 Este supuesto de la constancia de la elasticidad para los deciles seleccionados es crítico, ya que existen pruebas deque algunos bienes –como los relacionados con la salud– registran elasticidades distintas para los deciles de bajosy altos ingresos, y ello tiene que ver con las características institucionales de los servicios de salud existentes en unmomento dado. Para una discusión de este tema véase, por ejemplo: Pereyra, Rossi y Triunfo (2003).
16 Esta encuesta, que tiene un tamaño de muestra de 2,474 hogares distribuidos en 17 ciudades de la RepúblicaMexicana (Oaxaca, Veracruz, Hermosillo, Saltillo, Chihuahua, Culiacán, Tampico, Querétaro, San Luis Potosí,Mérida, León, Tijuana, Puebla, Monterrey, Guadalajara, Villahermosa y Área Metropolitana de la Ciudad de México),levantó información, en una primera parte, de las características de los hogares y sus habitantes y en una segunda
22
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
del levantamiento de una encuesta realizada en los meses de julio y agosto de 2003.17
A partir de ambas encuestas, se procedió a calcular los porcentajes de hogares que
consideran cada uno de los ByS como estrictamente necesarios para la satisfacción
adecuada de las necesidades esenciales de las personas. Más adelante se retoma esta
información como base para la selección o no de los ByS a ser incluidos en las canastas
correspondientes.
Adquisición de ByS por parte de los hogaresAdquisición de ByS por parte de los hogaresAdquisición de ByS por parte de los hogaresAdquisición de ByS por parte de los hogaresAdquisición de ByS por parte de los hogares
El tercer criterio utilizado para evaluar la pertinencia de incluir o no los distintos ByS
como parte de las canastas básicas (la urbana y la rural) fue el porcentaje de hogares
que los adquieren. Aunque no de manera lineal como veremos a continuación, un
bien o servicio que es adquirido por un número mayor de hogares, es un bien o servicio
de uso más generalizado y, por lo tanto, tiene más probabilidades ser necesario y/o
básico. Sin embargo, en la práctica dos aspectos dificultan las comparaciones: a) las
diferencias en la durabilidad de los bienes, que incide en la frecuencia de su adquisición
por parte de los hogares, y b) la presencia o ausencia del usuario de ese bien o servicio
dentro de los diferentes hogares.
En el primer caso, dado que la encuesta hace referencia a la adquisición de los
ByS en diferentes períodos de tiempo, desde un lapso semanal como en el caso de los
alimentos hasta una frecuencia semestral como en el caso de algunos durables, se
hace necesario estandarizar tales diferencias, para lo cual se estableció la “durabilidad”
de los ByS en unidades trimestrales, recurriendo para ello al sentido común y, en
casos complejos, a diversas fuentes de información tales como los proveedores de los
bienes. El inverso de esas asignaciones de “durabilidad” tienen por objeto “corregir”
incluyó preguntas sobre las percepciones de la población respecto de las normas mínimas de satisfacción denecesidades esenciales por un conjunto de bienes, servicios y actividades, conjunto que, desafortunadamente, nocubre todos los ByS no alimentarios incluidos en la ENIGH02. Aquí se utiliza la información de la segunda parte deesa encuesta, por autorización expresa de la Universidad Ibero Americana, que facilitó de manera digitalizada losresultados correspondientes.
17 Por razones económicas se consideró un tamaño de muestra de 1000 hogares, en localidades rurales relativamentecercanas a ocho ciudades de la República Mexicana. Las localidades visitadas (menores de 15 mil habitantes)fueron las siguientes: Ures, Potam y Bahía de Quino en Sonora; Tixcucuc, Cholul, Causel y Conical en Yucatán; SalinasVictoria, Pesquería y General Escobedo en Nuevo León; Ocoyoacac, Zinalcantepec, San Pedro Totoltepec y SanJuan Tilapa en el Estado de México; Paso de Ovejas, El Toro, Manliofavio y Tejar en Veracruz; San Juan del Estado,Tomaltepec, Tule y Coyotepec en Oaxaca; Xonancaltepec, San Matías, Chapulco y Resurección en Puebla, y tres loca-lidades menores de cinco mil personas en las cercanías del Área Metropolitana de la Ciudad de México. En todosestos casos se levantó información sobre el grado de “necesariedad” de los ByS, considerando que “necesarios” sonlos estrictamente indispensables para un hogar de 4 personas (dos adultos y dos niños), los cuales no pueden faltarpara que los miembros del hogar puedan satisfacer sus necesidades esenciales de una manera adecuada y digna.
23
III. METODOLOGÍA APLICADA
el porcentaje de hogares que adquiere los bienes y servicios, bajo algunos supuestos
sencillos.18
En el segundo caso, es necesario hacer la distinción entre tres tipos de ByS que
pueden ser adquiridos por los hogares: i) los que son utilizados por todos los miembros
del hogar, sin importar cuantos miembros sean; ii) los que son utilizados por todos los
miembros del hogar, pero en cuyo caso el número de miembros sí es relevante, y c)
los que son utilizados individualmente por miembros específicos del hogar y, por lo
tanto, su adquisición depende de que en el hogar se encuentre un miembro con tales
características. En los dos primeros casos, el cálculo del porcentaje de hogares que
adquieren el bien o servicio se hizo en relación con el total de hogares; en el tercero el
cálculo se efectuó considerando la relación entre los hogares que adquirieron el bien
o servicio y el número de hogares que tienen al menos un miembro específico para el
cual el bien es adquirido.19
Importancia de los ByS en el gasto de los hogaresImportancia de los ByS en el gasto de los hogaresImportancia de los ByS en el gasto de los hogaresImportancia de los ByS en el gasto de los hogaresImportancia de los ByS en el gasto de los hogares
Para disponer de información adicional se incluye la estimación del número de veces
que el gasto en el bien “i” excede el inverso del número de bienes no alimentarios consi-
derado en la ENIGH02, es decir: 1/471, que es la proporción de gasto que corresponde-
ría a cada bien si su adquisición fuese idéntica en magnitud para todos los ByS.20 Como
se argumentará más adelante, este criterio no es muy útil para inferir el grado de “necesa-
riedad” de los diferentes ByS, porque interviene el valor diferencial de los bienes en la
comparación y no se dispusó de algún criterio razonablemente adecuado para su estan-
darización. Sin embargo, este criterio puede aplicarse en una primera criba o selección
de los ByS.
18 El más relevante establece que la adquisición de un bien durable se lleva a cabo de manera lineal por parte de loshogares, en proporción inversa a la “durabilidad en trimestres” de tal bien, de manera que el inverso de ese factorestablece la proporción máxima de hogares que pudieron adquirir el bien durante el trimestre del levantamiento dela ENIGH02. Para expresarlo con un ejemplo, tómese el bien (K007) Estufa de gas. En este caso, la “duración entrimestres” se estimó en 40, que equivale a una duración de diez años. El supuesto señalaría, entonces, que sólo 1/40 de los hogares podrían adquirir como máximo durante el trimestre de la encuesta ese bien, por lo que el factorinverso puede utilizarse para normalizar el porcentaje de hogares que adquieren el bien en cuestión; ello permitehacerlo comparable con el porcentaje de hogares que adquieren bienes con otras durabilidades.
19 Un ejemplo puede ilustrar lo anterior. En el caso del bien (D001) Jabón de tocador, es de esperarse que todos losmiembros del hogar lo utilicen, por lo que el porcentaje de hogares que lo adquiere se calculó en relación a latotalidad de los hogares. En contraste, el bien (H007) Trusas para niños menores de tres años, es improbable que seadquiera si en el hogar no radican varones menores de esa edad, por lo que en casos como ese el porcentaje de adquisiciónse calculó no respecto al total de hogares, sino respecto al número de hogares en los cuales habita cuando menos un niñomenor de tres años.
20 Por ejemplo, en tanto el uso del servicio B001 Metro es menor que tal proporción, el uso del B004 Pesera es 12veces mayor que tal proporción, lo que indica un gasto notablemente mayor en el segundo tipo de servicio detransporte que en el primero, en promedio para los hogares de los deciles 3 a 8.
24
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
ResultadosResultadosResultadosResultadosResultados
Los valores críticos de los indicadores, para considerar en una primera instancia la
conveniencia de incluir o no un bien o servicio en la canasta son los siguientes: a) elas-
ticidad-ingreso e < 1.0; b) porcentaje de hogares que adquiere el bien o servicio (nor-
malizado) superior o igual al 20%;21 y c) una percepción del 50% o más de los hogares
considera como básico o necesario el bien o servicio en cuestión. Adicionalmente, y sólo
de manera tentativa, se tomó en este primer ejercicio, una participación en el gasto > 1.0.
Un número muy diferente de ByS cumple con las diversas especificaciones, lo que lleva
a diferentes listados de ByS:
Área urbana:
· 337 ByS registran una elasticidad-ingreso menor que la unidad;
· 74 ByS cumplen con una proporción de gasto mayor que la cota (1/471);
· 119 ByS cumplen con la percepción de ser “necesarios” de acuerdo con las per-
sonas entrevistadas, y
· 138 ByS registran un porcentaje de adquisición por parte de los hogares superior al 20%.
Resulta evidente que los listados no son uniformes, en el sentido de que los ByS
que cumplen con un criterio no necesariamente cumplen con los demás. De hecho, en el
área urbana sólo 16 ByS cumplen simultáneamente con los 4 criterios para ser con-
siderados como “necesarios”. Además, 62 ByS cumplen con tres de los cuatro criterios
señalados; 130 cumplen con dos criterios; 158 con un sólo criterio y 105 con ninguno de
ellos. De esta manera, se tendría alguna certidumbre sólo en los casos extremos: 16
ByS tendrían muy probablemente el carácter de “necesarios” por una parte, y 105 el
de “no necesarios” por la otra. Pero entre ambos extremos permanece un conjunto de
ByS que reclaman de otras consideraciones para poder ser incluidos o excluidos de la
canasta urbana.
Área rural:
· 283 ByS registran una elasticidad-ingreso menor que la unidad;
21 La selección del 20% como cota crítica obedece a dos razones: i) el promedio de adquisición de todos los ByS esde 19.27%, y el valor de la mediana es de 8.51%. De esta manera, si un bien o servicio tiene un porcentaje deadquisición por parte de los hogares menor que 20%, se evita considerarlo básico o necesario, desde el punto de vistade ambos estadísticos (la media y la mediana).
25
III. METODOLOGÍA APLICADA
· 74 ByS cumplen con una proporción de gasto mayor que la cota (1/471);
· 143 ByS cumplen con la percepción de ser “necesarios” de acuerdo con las per-
sonas entrevistadas, y
· 102 ByS registran un porcentaje de adquisición por parte de los hogares superior al 20%.
En el medio rural un número mayor (39) de ByS cumplen simultáneamente
con los 4 criterios para ser considerados como “necesarios”. Además, 52 ByS cumplen con
tres de los cuatro criterios; 71 cumplen con dos criterios; 148 con un sólo criterio y
161 con ninguno. De nuevo, como en el caso de la canasta urbana, se tienen dos
extremos: 39 bienes y servicios que deberían ser incluidos en la canasta rural, por una
parte, y por la otra 161 que podrían ser excluidos.
En ambos casos rural y urbano la información sobre los bienes que cumplen
con los cuatro criterios puso de manifiesto la necesidad de establecer algunas reglas adicio-
nales para discriminar entre los casos “indecisos”, es decir, los casos de aquellos ByS
que sólo parcialmente cumplen con los criterios establecidos para ser incluidos en las
canastas. Las reglas adicionales fueron las siguientes.
Reglas para la inclusión de otros BySReglas para la inclusión de otros BySReglas para la inclusión de otros BySReglas para la inclusión de otros BySReglas para la inclusión de otros ByS
De los criterios utilizados resulta indudable que uno de los más sólidos es el que se
refiere a la elasticidad-ingreso de los mismos.22 Desde ese punto de vista, como
“necesarios” podrían considerarse 377 ByS urbanos y 283 rurales, cantidades que
exceden con mucho las de 16 y 39 que reúnen los cuatro criterios. Pareciera entonces
justificable buscar la forma de extender el listado de ByS necesarios, sin perder la
información que proporcionan las elasticidades-ingreso y los demás criterios ya men-
cionados. Por su importancia destaca, en segundo lugar, las percepciones de las per-
sonas entrevistadas en relación al carácter necesario o no de los ByS puestos a su
consideración. En este caso, sin embargo, las encuestas no cubrieron la totalidad de
los ByS no alimentarios listados por la ENIG02, sino sólo una fracción de éstos, limitación
que es notoriamente más restrictiva en el caso de la encuesta urbana que en el de la rural.
Sin embargo, puede señalarse que esta información en la medida en que se dispone
aunque sea parcialmente de ella proporciona señales muy pertinentes sobre el grado
de “necesariedad” de los ByS. Por ello, el umbral de aceptación de 50% o más como
crítico, de manera conjunta con el criterio de una elasticidad-ingreso menor que la
22 Ello porque tanto la interpretación de su magnitud, como la bondad del método aplicado para su cálculo econométrico,garantizan una discriminación unívoca de los bienes y servicios necesarios de los que no son estrictamente necesarios.
26
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
unidad puede proporcionar un acercamiento más adecuado para la selección de ByS
a ser incluidos en la canasta. Sin embargo, dado que esa información es parcial es decir,
no cubre todos los bienes y servicios, resulta razonable cruzarla con la información del
porcentaje (normalizado según la durabilidad de los ByS) de hogares que compran los
bienes y servicios, lo que llevaría al establecimiento de una regla de selección de bienes
y servicios como la siguiente:
Seleccionar el bien o servicio “i” si y sólo si:
ei < 1 ∩ [ H
i > 20% U P
i > 50% ]
en donde ei es la elasticidad-ingreso, H
i es el porcentaje de hogares que lo
compran y Pi es el porcentaje de hogares que lo consideran como bien “necesario”; los
símbolos ∩ y U representan “unión” e “intersección” respectivamente.23 Una inspección
de los ByS que habrían de ser incluidos bajo la regla anterior permitió detectar la
existencia de omisiones muy notorias, por lo cual se agregó la siguiente regla adicional:
Incluir también los casos en que:
ei = 1 ∩ P
i > 60%
Una revisión adicional permitió percatarse que, dadas las fechas del levanta-
miento de la ENIGH02, la captación de información sobre la adquisición de ropa de invierno
tiene un carácter muy parcial, por lo que se decidió incluir, además, el rubro referido
a prendas de vestir de invierno (chamarra o suéter) para los diferentes miembros del
hogar promedio.
La aplicación de todas estas reglas de inclusión dio lugar a la incorporación de
189 ByS en la canasta urbana y 157 en el caso de la canasta rural. Por separado se con-
sideró la inclusión de algunos bienes y servicios que resultan necesarios de la aplica-
ción de las reglas mencionadas, pero que son considerados en forma agregada y/o que
tienen el carácter de transferencias públicas como es el caso de las erogaciones en educa-
ción y en el cuidado de la salud.
23 Lo que puede leerse de la siguiente manera: “incluir el bien o servicio “i” en la canasta si y sólo si la elasticidad-ingreso del bien es menor que la unidad y simultáneamente se cumple una (o las dos) de las siguientes condiciones:el porcentaje de hogares que compra el bien es mayor de 20% y/o la percepción de los hogares de que el bien esnecesario es mayor del 50%.”
27
III. METODOLOGÍA APLICADA
Determinación de cantidades de los ByS incluidosDeterminación de cantidades de los ByS incluidosDeterminación de cantidades de los ByS incluidosDeterminación de cantidades de los ByS incluidosDeterminación de cantidades de los ByS incluidos
El siguiente paso de la metodología consistió en asignar cantidades de gasto y/o de
unidades físicas a los ByS incluidos en las canastas, en una cuantía razonable para supo-
ner que, dados los precios de las mercancías y de los servicios en el mercado, su adqui-
sición y consumo permitirían al hogar promedio la satisfacción de las necesidades
esenciales correspondientes.
Con el objeto de permitir una comparación entre estimaciones alternativas, se
decidió utilizar tres procedimientos concurrentes: El método “A”, que consiste en la esti-
mación del gasto promedio por hogar (o por usuario en su caso) en el bien o servicio
según lo reporta la ENIGH02 para los deciles 3 a 8. El método “B”, que consiste en la apli-
cación de las unidades físicas asignadas por Coplamar a los ByS en su canasta básica,
procedimiento que desde luego sólo es viable en el caso de bienes incluidos en la canasta
de Coplamar. El método “C”, que se basa en un análisis de regresión para los distintos ByS
respecto del gasto alimentario, con la racionalidad que más adelante se explica. Desde
luego, como primer paso para todo el procedimiento, fue necesario contar con los precios
al por menor de los bienes y servicios incluidos en las canastas. En seguida se explican
los procedimientos metodológicos aplicados.
Sondeo de marcas y encuestas de preciosSondeo de marcas y encuestas de preciosSondeo de marcas y encuestas de preciosSondeo de marcas y encuestas de preciosSondeo de marcas y encuestas de precios
Se llevó a cabo un sondeo de marcas y calidades y una encuesta de precios de los ByS
incluidos en las canastas urbana y rural. Para esta tarea se buscó que los precios refle-
jaran las condiciones existentes en las tres grandes regiones de México: la Norte, la
Central y la Sur-Sureste, para lo cual se levantó un sondeo de marcas y calidades y, a partir
de esa información, se llevaron a cabo la encuesta de precios en ocho ciudades del
país: el Área Metropolitana de la Ciudad de México, Toluca, Monterrey, Oaxaca, Puebla,
Veracruz, Mérida y Hermosillo.24
24 No se hizo distinción entre precios medios rurales y urbanos porque se encontró que en el medio rural no es posiblecotizar los precios de un sinnúmero de ByS incluidos en la canasta, en especial los de carácter semidurable ydurable, cuya adquisición por parte de los habitantes rurales se hace en zonas semiurbanas o netamente urbanas. Seexcluyeron los precios de bienes con “rebajas” o los incluidos en “baratas” estacionales para no distorsionar losresultados. En cada ciudad se visitaron seis tiendas formales ubicadas en barrios populares. Para el levantamientode la información se elaboraron cuestionarios especiales con el listado de los ByS a encuestar, y para cada uno deestos se especificó: marca, unidad, contenido (presentación), precio y tienda; en cada producto se levantó informaciónde las tres marcas más económicas del producto, con el objeto de buscar su uniformidad a través de las distintaslocalidades visitadas.
28
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cálculo de cantidades: Método “A”Cálculo de cantidades: Método “A”Cálculo de cantidades: Método “A”Cálculo de cantidades: Método “A”Cálculo de cantidades: Método “A”
Es muy difícil afirmar que los hogares de algún decil en especial adquieren los ByS
justamente en las cantidades que les permiten satisfacer sus necesidades esenciales
en lo general. Es por ello que el estrato de referencia de nuestra investigación deciles
3 a 8 es lo suficientemente amplio como para contener una variedad de niveles y patro-
nes de gasto de los hogares, y por lo mismo, es probable que la satisfacción de tales
necesidades esenciales se alcance de manera diferente para cada bien o servicio en
alguno de los deciles comprendidos en ese amplio estrato de referencia. Desde este
punto de vista, el promedio de gasto por hogar o en su caso por usuario del bien o
servicio del estrato de referencia podría ser el punto de partida para una estimación
razonable de la determinación de los niveles de gasto y/o de las cantidades físicas que
se requerirían para cubrir de manera si no precisa, sí adecuada, los requerimientos de
los ByS incluidos en las canastas.
Las magnitudes del gasto por hogar o por usuario específico calculadas a partir
de la ENIGH02 fueron ajustadas según la durabilidad de los bienes para transformar
los conceptos de gasto en conceptos de consumo trimestral. El consumo del hogar
fue entonces dividido por el número de miembros específicos que utilizan cada uno
de los ByS, lo que permitió calcular el consumo por persona específica que utiliza el
bien. Esa cantidad, dividida por el precio de los bienes o servicios25 permitió calcular,
así, la cantidad trimestral del bien consumido. Para cada ByS, dependiendo del indi-
viduo específico que lo utiliza,26 se multiplicó por el número de miembros del hogar
promedio, y se llevó la cantidad a un año (cuatro trimestres), lo que permite finalmente
estimar por este método el consumo anual por hogar promedio. Este procedimiento
metodológico se aplicó tanto al caso de los ByS seleccionados de la canasta urbana
como de la rural, lo que permitió contar con un criterio para cuantificar el gasto anual
(y las cantidades respectivas de cada ByS) que el hogar promedio debería consumir
para satisfacer sus necesidades esenciales no alimentarias.27
25 Se utiliza la mediana de los precios obtenidos a través de las encuestas como quedó explicado más arriba. 26 Menores de 3 años (niño o niña), jóvenes de 4 a 17 años (varones o mujeres) y de 18 años y más (varones y mujeres). 27 La distinción entre gasto y consumo es muy importante sólo en los casos en que la durabilidad de los bienes exceda
a un año, como es el caso de la mayoría de los aparatos electrodomésticos y otros más. En esos casos el consumo essólo una fracción (el inverso de la duración del bien) del costo o gasto que se debe efectuar para la adquisicióncompleta del mismo.
29
III. METODOLOGÍA APLICADA
Cálculo de cantidades: Método “B”Cálculo de cantidades: Método “B”Cálculo de cantidades: Método “B”Cálculo de cantidades: Método “B”Cálculo de cantidades: Método “B”
Este método utiliza algunas estimaciones contenidas en la canasta de Coplamar. En
los casos en que se dispuso de información, ésta se utilizó en términos de cantidades
anuales requeridas por el hogar promedio, cantidad que multiplicada por los respectivos
precios (mediana) discutidos en un inciso anterior permite calcular las magnitudes
del consumo anual.
Cálculo de cantidades: Método “C”Cálculo de cantidades: Método “C”Cálculo de cantidades: Método “C”Cálculo de cantidades: Método “C”Cálculo de cantidades: Método “C”
El tercer método tiene como punto de partida la utilización de la información de las
canastas alimentarias. El argumento y los procedimientos implícitos son los siguientes.
Se parte del supuesto de que, si bien es improbable que los hogares procedan a la
satisfacción de sus necesidades esenciales en una secuencia predeterminada lógica-
mente, es plausible imaginar que atienden primero a las que tienen un carácter más
perentorio, entre ellas las necesidades alimenticias.
Sin embargo, es evidente que los hogares, a medida que tienen acceso a un
mayor nivel de ingreso, y aun antes de satisfacer por completo las necesidades ali-
menticias, atienden otras necesidades cuyo carácter es también perentorio, como podría
ser el caso de las relacionadas con los enseres necesarios para la preparación de los
alimentos, o la vivienda, el vestido y el transporte entre otras. De esta manera, se supo-
ne que los hogares van tratando de cubrir en forma paralela las diversas necesidades
básicas del hogar, conforme acceden a mayores niveles de recursos. Si ello fuese así,
cabría esperar que un hogar cuyos recursos le permitan tener estrictamente acceso a
la satisfacción de las necesidades alimentarias de sus miembros, podría tener avanzado
el camino en la satisfacción de algunos de los demás rubros de necesidades esenciales,
aunque quizás no de manera completa. Es decir, se supone que los hogares que satisfacen
de manera estricta sus necesidades alimentarias satisfacen, también de manera estricta,
las demás necesidades esenciales y, por lo tanto, consumen de los ByS básicos las
cantidades justamente necesarias para alcanzar su satisfacción básica.
De aceptarse lo anterior se deriva un procedimiento metodológico que permitiría
calcular las cantidades de ByS a consumir de cada uno de los bienes y servicios inclui-
dos en las canastas no alimentarias, bajo el supuesto de que el hogar satisface sus
necesidades alimentarias. Sería entonces necesario llevar a cabo, para cada ByS, una
serie de regresiones como la siguiente:
30
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
ln (Gij) = ß
0 + ß
1 ln (GA
j) + ß
2 D
j + O (X) u
j
en donde Gij es el gasto del hogar “j” en el bien “i”; GA
j es el valor del gasto
alimentario en el hogar “j”;28 Dj es una variable binaria: si el bien se compra en efectivo
(Dj = 1) o de otra manera: a crédito, con tarjeta, etc. (D
j = 0); (X) expresa un vector
con las características de los hogares que afectan la adquisición del bien “i”; uj es un
error aleatorio con las propiedades usuales y ln expresa el logaritmo natural de las
variables.29 Los símbolos ß0, ß
1 y ß
2 constituyen los parámetros de la ecuación. Esta
se estimó para los ByS incluidos tanto en la canasta urbana como en la rural.
La ecuación anterior puede se utilizó para predecir el valor teórico de Gi que
corresponde a un hogar estandarizado en el cual el valor de GA es sustituido por GA*,
esto es, el costo de adquisición de la canasta alimentaria (urbana o rural). Ello permite
entonces estimar un valor Gi* que representa el gasto en el bien “i” que realiza un
hogar que apenas satisface sus necesidades alimentarias. La cuantía de ese gasto Gi*
es utilizado para calcular el valor del consumo y la cantidad del bien “i” que se supone
debería realizar el hogar promedio para satisfacer justamente los requerimientos
esenciales de ese bien o servicio.
Reglas de aplicación y resultados de los 3 criteriosReglas de aplicación y resultados de los 3 criteriosReglas de aplicación y resultados de los 3 criteriosReglas de aplicación y resultados de los 3 criteriosReglas de aplicación y resultados de los 3 criterios
El empleo de los tres métodos descritos permitió constatar que aunque se detectan
diferencias en ocasiones apreciables entre los mismos, tales diferencias no son
significativas en una buena proporción de los bienes y servicios seleccionados, a
pesar de que la metodología implícita en cada una de las estimaciones es notoriamente
diferente. Sin embargo se decidió adoptar el método “C”, como de aplicación general,
por las siguientes razones: a) el proceso de estandarización de las características de los
hogares que se incluye en las regresiones, así como la estandarización del efecto de la
compra en efectivo o a crédito, permiten establecer una relación muy nítida entre los
gastos alimentarios per cápita y los gastos per cápita en los distintos ByS no alimen-
tarios adquiridos por los hogares, y b) la “predicción” del gasto para los hogares que
cubren el costo de la canasta alimentaria de manera estricta permite suponer que se
acerca al mínimo necesario de cada ByS, de la misma manera que la canasta alimentaria
28 Las variables Gij y GA
j están expresadas en términos per cápita o por usuario específico del bien.
29 Esta ecuación se estimó para cada ByS utilizando sólo las observaciones de los hogares que adquieren el bien “i”,no con la totalidad de las observaciones (hogares) de la ENIGH02; es por ello que no se introdujo la corrección delerror de selección de Heckman en la especificación señalada.
31
III. METODOLOGÍA APLICADA
representa el gasto estrictamente necesario para satisfacer los requerimientos de
nutrientes por parte de los miembros del hogar.30
Sin embargo, se consideraron casos en los que resultó necesario aplicar, suple-
toriamente, los métodos “A” y “B”: i) cuando la regresión del método “C” no alcanzó
una significación estadística satisfactoria (5%), se aplicó el resultado del método “A”,
lo que ocurrió en una proporción de casos que fue menor al 20% en el medio urbano y al
6% en el rural; ii) en el caso de cuatro bienes durables se adoptó el método “B” derivado
de las estimaciones de Coplamar.
El cálculo del valor de la renta de vivienda fue tratado de manera ad hoc, y los casos
de las transferencias en educación y cuidado de la salud, así como otro tipo de gastos meno-
res, fueron tratados también de manera especial, como se explica a continuación.
Casos especialesCasos especialesCasos especialesCasos especialesCasos especiales
Los casos que requirieron un tratamiento especial fueron los siguientes: a) renta de vivienda;
b) transferencias públicas en educación y cuidado de la salud, y c) otros casos menores.
Renta de vivienda:
El procedimiento consistió en estimar la renta de la vivienda a través del cálculo de
“precios hedónicos”, por medio de regresiones entre el valor de la renta de la vivienda
(variable dependiente) y una serie de atributos físicos de las viviendas que influyen en
la cuantía de la renta pagada por los hogares. A partir de las estimaciones econométri-
cas, referidas al medio rural y al urbano por separado, se estableció el valor de la renta
de una casa habitación típica con las siguientes características: 3 cuartos; cocina; muros
y techo de tabique o ladrillo; piso de cemento firme; baño con sanitario (medio urbano)
o con letrina (medio rural); con drenaje conectado a la calle (urbano) o fosa séptica (rural) y
con acceso a luz eléctrica.
30 Se trata, ni más ni menos, que de una variante “sofisticada” de los coeficientes de expansión que resultan de laaplicación del inverso del coeficiente de Engel, pero bajo condiciones controladas en términos de la normalizaciónde los hogares, y en las que el estrato de referencia deja de ser arbitrario para ser representado por el valor de loshogares que justamente cubre sus necesidades alimentarias. Este procedimiento, en lugar de aplicarse a gruposagregados de bienes, se aplica de manera individual a cada uno de los ByS no alimentarios incluidos en las canastas.
32
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Transferencias en salud y educación:
Los hogares destinan una parte de su gasto a dos rubros que tienen un evidente carácter
de necesarios o esenciales: la educación y el cuidado de la salud de los miembros del
hogar. Análisis realizados por especialistas31 ponen de manifiesto, sin embargo, que las
transferencias públicas a los hogares en ambos rubros siguen una distribución marca-
damente igualitaria entre los deciles. Ello sugiere que los hogares con menores ingresos
tienen acceso y hacen uso de manera intensiva de los servicios que presta el Estado
en ambos rubros, sobre todo en educación. En este caso, y dado que el precepto consti-
tucional señala la obligación del Estado de cubrir las necesidades educativas hasta la
educación secundaria inclusive, se supuso que la atención de esta necesidad esencial
de los hogares debería ser cubierta por transferencias gubernamentales, a través del
sistema de educación pública nacional (preescolar, primaria y secundaria).32 Tomando
como base el número de miembros del hogar que integran el hogar promedio que
podrían asistir a estos niveles de instrucción pública, se calculó el costo educativo
anual por hogar promedio que se especifica en la canasta y que es recibido en especie
por los hogares.33
El caso del cuidado de la salud es más controversial, en la medida en que la
cobertura por parte del Estado es más limitada y desigual, dependiendo del acceso
que se tenga a las diversas instituciones en la materia. Se sabe que la cobertura más
completa está dada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en cuyo caso
se aplicaron los costos estimados por J. Scott,34 mismos que deberían ser cubiertos
por medio de transferencias gubernamentales en especie a los hogares para garantizar
la satisfacción del cuidado de la salud de todos sus miembros.35
31 Scott, J. (2003). 32 De acuerdo con cálculos del citado estudio de J. Scott, el costo medio por alumno incurrido por el Estado en
México asciende a $98.97 mensuales en instrucción primaria (que se supuso igual en preescolar), y a $152.97 en elcaso de la instrucción secundaria.
33 Este procedimiento arroja algunas dudas. Así, por ejemplo, puede argumentarse contra este método que se estávaluando el costo educativo a los estándares de costo y eficiencia del sector público y que, en la medida en queresulta de la entrega de un subsidio, no incluye el rubro de “ganancias” que sí se incluye en el caso que los miembrosdel hogar prefieran (y puedan costear) atender a instituciones educativas de carácter privado. Ello se traduciría enuna subvaluación de los requerimientos de recursos necesarios para cubrir las necesidades educativas de los hogares.Sin embargo, en la medida en que la disponibilidad del servicio público de educación sea universal, puedeargumentarse que los hogares tienen como alternativa real acceder a la satisfacción de esta necesidad a través de lastransferencias públicas correspondientes. En la canasta además se incluyen otros rubros educativos que podrían sercubiertos por los hogares, tales como los derivados del uso de estancias infantiles, compra de libros para la escuela(excepto textos gratuitos), y otros materiales de lectura.
34 Los costos del cuidado de la salud por derechohabiente calculados ascienden en promedio a $47.79 mensuales. 35 Por separado se incluyeron otros gastos que podrían realizar los hogares para la adquisición de medicamentos,
anteojos, aparatos para sordera y otros aparatos ortopédicos, rubros todos estos que fueron incluidos en el procesode selección de ByS básicos por los procedimientos descritos anteriormente.
33
III. METODOLOGÍA APLICADA
Otros casos
El costo mínimo necesario anual de seis ByS adicionales incluidos en las canastas básicas
fue calculado como casos especiales, a través de una variante del método “C”.36 En
estos casos, la estimación se hizo por medio de regresiones entre el valor del gasto (que
se supone igual al consumo) y el gasto en alimentos como ya ha quedado descrito; sin
embargo, el cálculo se llevó a cabo por hogar y convertido en términos anuales a partir
de información trimestral. Los gastos en recreación y esparcimiento, por su parte, si
bien se estimaron por medio de la aplicación del método “C”, se tomó como observa-
ciones de cada hogar en la regresión el promedio de los gastos en los distintos rubros
de recreación o esparcimiento incluidos en la ENIGH02.
36 Cuatro de estos casos fueron los siguientes: (K024) Reparación y mantenimiento de enseres domésticos, (K036)Reparación y mantenimiento de muebles; (G009) Agua (vivienda rentada) y (G010) Gas (vivienda rentada).
34
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
IV. Resultados
La aplicación de la metodología permitió llegar, finalmente, a la integración de dos
canastas de satisfactores esenciales no alimentarios, una para el área urbana y otra
para la rural. Para presentar una cuantificación completa de la canasta básica de bienes
y servicios esenciales que permita servir en la especificación de líneas de pobreza, en
los listados que se ofrecen a continuación se incluye una actualización, a precios del 2002,
del costo de las canastas alimentarias urbana y rural calculadas en un estudio previo.37
Canasta básica de ByS para el medio urbanoCanasta básica de ByS para el medio urbanoCanasta básica de ByS para el medio urbanoCanasta básica de ByS para el medio urbanoCanasta básica de ByS para el medio urbano
La canasta de satisfactores básicos para las zonas urbanas del país incluye 190 bienes
y servicios, distribuidos en once rubros genéricos: alimentación; vivienda, mobiliario y
equipamiento; operación del hogar; vestido y calzado; cuidado de la salud; educación
y lectura; cuidado y presentación personal; recreación; transporte y comunicaciones y otros.
El Cuadro 2 presenta el desglose completo del conjunto seleccionado de ByS. Debe
recordarse la estructura demográfica del hogar promedio, con el objeto de interpretar de
manera adecuada las magnitudes referidas a las cantidades de los ByS incluidos en el listado.38
La estructura de costo anual para el hogar promedio de la canasta por grupos
de rubros es la siguiente:
Rubro de consumo Costo* %
1. Alimentación 16,899.06 24.702. Vivienda 9,352.00 13.673. Mobiliario y equipamiento 3,773.35 5.514. Operación del hogar 4,692.45 6.865. Vestido y calzado 11,809.78 17.266. Cuidado de la salud 4,871.71 7.127. Educación y lectura 2,890.35 4.228. Cuidado y presentación personal 5,493.09 8.039. Recreación 2,377.29 8.0310. Transporte y comunicaciones 5,987.36 8.7511. Otros 283.73 0.41Total 68,430.17 100.00
*Pesos de agosto de 2002.
37 Véase: Cortés, F., Hernández Laos E. y Mora M., “Elaboración de una canasta alimentaria para México”, en elpresente volumen.
38 Por ejemplo, en el caso del bien (H001) Pantalones (niño 0-3 años), la cantidad anual a adquirir por parte del hogares de 0.31 prendas, lo que quiere decir que dicha adquisición es del orden de 2.06 pantalones por niño, si el hogar tuvieseun niño (0.15 de la familia promedio) de esa edad, esto es, 0.31/0.15. Razonamientos similares se aplican a todoslos bienes que son utilizados por usuarios específicos. De manera parecida, en el caso de los durables, se consignael porcentaje del uso del bien que se consumiría en el año –en este caso por hogar– a través del inverso de laduración, como en los casos (K007) Estufa de gas o (K009) Refrigerador.
35
IV. RESULTADOS
El costo anual de la adquisición de los ByS incluidos, valuados a precios de
mercado asciende a $68,430.17 por hogar promedio, a lo que corresponde a un costo diario
por hogar de $187.4839 y un costo diario de $45.84 per cápita. Ese sería el costo para
cubrir, de acuerdo con los cálculos, todas las necesidades esenciales del hogar
promedio urbano. Más adelante examinaremos lo que representa en términos de las
diferentes líneas de pobreza que interesan al Comité Técnico para la Medición de la Po-
breza y a la Secretaría de Desarrollo Social.
Cuadro 2
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad
1. Alimentación 16,899.061 Alimentos Hogar 16,899.06
2. Vivienda 9,352.002 G008 Renta o alquiler de vivienda Hogar 9,352.00
3. Mobiliario y equipamiento 3,773.353 H132 Otros: Agujetas, cepillos, etc. Piezas 10.00 72.41 7.244 I002 Piezas sueltas de vajilla de cristal, barro, plástico, etc. Piezas 11.30 28.44 2.525 I004 Vasos, copas y jarras de cristal, plástico, cerámica, etc. Piezas 5.50 33.89 6.166 I005 Cubiertos Piezas 5.90 12.21 2.077 I008 Reloj de pared o mesa Piezas 50.00 29.67 0.598 I009 Batería de cocina y piezas sueltas Juegode 224.00 57.05 0.25
5 piezas9 I011 Otros utensilios: tijeras, abrelatas, pinzas de hielo, etc. Piezas 19.00 52.76 2.78
10 I014 Colchones Piezas 720.00 179.22 0.2511 I016 Cobertores y cobijas Piezas 120.00 68.48 0.5712 I017 Sábanas Piezas 100.00 153.22 1.5313 I019 Colchas, edredones Piezas 63.00 86.44 1.3714 I020 Manteles y servilletas Piezas 79.90 18.67 0.2315 I021 Toallas Piezas 49.90 48.10 0.9616 I022 Cortinas Piezas 108.00 22.94 0.2117 K001 Ventilador Piezas 252.95 23.46 0.0918 K007 Estufa de gas Piezas 1,849.50 184.95 0.1019 K009 Refrigerador Piezas 3,399.00 377.29 0.1120 K010 Licuadora Piezas 234.00 51.95 0.2221 K012 Plancha Piezas 169.45 53.06 0.3122 K015 Lavadora Piezas 2,075.00 306.72 0.1523 K017 Calentador de gas Piezas 1,399.50 123.61 0.0924 K021 Tanque de gas e instalación Piezas 289.00 19.74 0.0725 K024 Reparación y mantenimiento de enseres domésticos Evento 137.9626 K025 Juego de recámara Juego de 4,998.33 306.16 0.06
5 piezas
39 Costo que representa en términos redondos un nivel de 4.4 salarios mínimos diarios por hogar promedio.
36
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 2 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad
27 K027 Juego de comedor o antecomedor Juego de 2,496.25 247.81 0.105 piezas
28 K029 Juego de sala Juego de 3,886.00 226.86 0.063 piezas
29 K031 Muebles para cocina (gabinete, mesa, etc.) Piezas 495.00 38.06 0.0830 K035 Otros Muebles: librero, escritorio, mesa para t.v., etc. Piezas 1,455.00 129.70 0.0931 K036 Reparación y mantenimiento de muebles Evento 235.1232 L003 Grabadora con o sin despertador, excepto Piezas 150.00 70.22 0.47
con disco compacto33 L005 T.V. Color (incluye portátil) Piezas 1,699.00 377.18 0.22
4. Operación del hogar 4,692.4534 C001 Detergentes (polvo, liquido, pasta y gel) Kilogramos 11.95 435.01 36.4035 C002 Jabón de barra Piezas de 4.40 141.99 32.27
250 grs.36 C003 Blanqueadores Litros 6.50 253.15 38.9537 C004 Suavizante de telas Botellas de 10.50 498.13 47.44
900 ml.38 C005 Limpiadores (en polvo o líquidos) Botellas de 10.50 367.48 35.00
900 ml.39 C006 Servilletas y papel absorbente Paquetes de 11.00 237.73 21.61
250 piezas40 C008 Escobas, trapeadores y recogedores Piezas 25.40 51.77 2.0441 C009 Fibras, estropajos, lazos Piezas 5.90 41.23 6.9942 C010 Jergas y trapos de cocina Piezas 6.90 45.16 6.5443 C011 Cerillos Paquete de 7.23 30.01 4.15
10 cajitas44 C012 Pilas Paquete de 26.40 54.85 2.08
4 pilas45 C013 Focos Piezas 3.60 14.13 3.9246 C015 Insecticidas (líquido, polvo, pastilla, eléctrico) Bote de 19.90 126.37 6.35
180 ml.47 C016 Desodorante ambiental y sanitario Pastillas de 5.50 78.20 14.22
100 grs.48 C018 Recipientes de plástico (cubetas, tinas, mangueras, etc.) Piezas 24.00 24.90 1.0449 G009 Agua (vivienda rentada) Hogar 319.0450 G010 Energía eléctrica (vivienda rentada) Hogar 785.4351 G011 Gas (vivienda rentada) Hogar 709.8052 G037 Recolección de basura Veces tirada 3.00 333.43 111.1453 G046 Velas y veladoras Piezas 5.50 43.87 7.9854 H131 Cremas para calzado Lata de 60 ml.11.90 60.50 5.0855 I024 Hilos, hilazas y estambres Piezas 5.50 18.12 3.2956 I025 Agujas, cierres, botones y broches Piezas 20.00 9.81 0.4957 K019 Lámparas eléctricas (incluye candiles) Piezas 189.00 12.36 0.07
5. Vestido y calzado 10,974.7458 H001 Pantalones (niño 0-3 años) Piezas 75.00 23.53 0.31
37
IV. RESULTADOS
Cuadro 2 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad
59 H002 Trajes y conjuntos (niño 0-3 años) Piezas 99.80 31.13 0.3160 H004 Playeras (niño 0-3 años) Piezas 29.90 23.65 0.7961 H005 Suéteres y sudaderas (niño 0-3 años) Piezas 44.40 17.03 0.3862 H007 Truzas y boxers (niño 0-3 años) Piezas 12.90 23.03 1.7963 H008 Calcetines, calcetas y tines (niño 0-3 años) Pares 12.95 12.60 0.9764 H009 Pants (niño 0-3 años) Piezas 57.50 19.14 0.3365 H010 Pijamas y batas (niño 0-3 años) Evento 69.90 20.21 0.2966 H011 Otras prendas para niño Piezas 19.25 20.93 1.0967 H012 Pantalones (niña 0-3 años) Piezas 72.80 19.31 0.2768 H013 Vestidos (niña 0-3 años) Piezas 77.00 26.17 0.3469 H014 Trajes y conjuntos (niña 0-3 años) Piezas 89.90 27.70 0.3170 H016 Playeras (niña 0-3 años) Evento 23.45 19.25 0.8271 H019 Pantaletas (niña 0-3 años) Evento 11.90 13.04 1.1072 H020 Tobilleras, calcetas y tines (niña 0-3 años) Pares 11.00 12.45 1.1373 H021 Pants (niña 0-3 años) Piezas 57.50 17.34 0.3074 H026 Pantalones (niño 4-16 años) Piezas 85.90 215.38 2.5175 H027 Camisas (niño 4-16 años) Piezas 60.55 252.36 4.1776 H028 Playeras (niño 4-16 años) Piezas 38.90 219.68 5.6577 H033 Truzas y boxers (niño 4-16 años) Piezas 19.00 53.67 2.8278 H034 Camisetas (niño 4-16 años) Piezas 23.00 67.97 2.9679 H035 Calcetines, calcetas y tines (niño 4-16 años) Pares 15.50 91.94 5.9380 H036 Pants (niño 4-16 años) Piezas 139.95 86.30 0.6281 H037 Batas y pijamas (niño 4-16 años) Piezas 51.95 55.40 1.0782 H040 Pantalones (niña 4-16 años) Piezas 99.90 109.22 1.0983 H041 Blusas (niña 4-16 años) Piezas 54.90 107.75 1.9684 H042 Playeras (niña 4-16 años) Evento 32.95 83.53 2.5485 H043 Trajes y conjuntos (niña 4-16 años) Piezas 119.90 101.52 0.8586 H045 Vestidos (niña 4-16 años) Piezas 99.00 138.22 1.4087 H046 Faldas (niñas 4-16 años) Piezas 69.70 105.85 1.5288 H050 Calcetas, tobilleras, tines y mallas (niña 4-16 años) Pares 16.00 47.86 2.9989 H051 Pantaletas y fajas (niña 4-16 años) Piezas 12.00 53.62 4.4790 H052 Brasieres (niña 14-16 años) Piezas 24.90 164.35 6.6091 H055 Pijamas, camisones y batas (niña 4-16 años) Piezas 61.40 58.55 0.9592 H057 Pants (niña 4-16 años) Piezas 139.00 85.45 0.6193 H058 Otras prendas de vestir para mujer:rebozos, etcétera Piezas 85.00 72.99 0.8694 H059 Pantalones (hombre de 17 años y más) Piezas 129.00 428.63 3.3295 H060 Camisas (hombre de 17 años y más) Piezas 99.70 479.92 4.8196 H061 Playeras (hombre de 17 años y más) Piezas 44.90 295.93 6.5997 H066 Truzas y boxers (hombre de 17 años y más) Piezas 21.90 167.34 7.6498 H067 Camisetas (hombre de 17 años y más) Piezas 29.90 203.75 6.8199 H068 Calcetines, calcetas y tines (hombre de 17 años y más) Piezas 19.90 229.81 11.55100 H070 Batas y pijamas (hombres de 17 años y más) Piezas 90.20 137.55 1.52101 H071 Otras prendas de vestir para hombre: corbatas, batas, etc. Piezas 34.95 183.58 5.25102 H072 Pantalones (mujer de 17 años y más) Piezas 129.00 327.29 2.54103 H073 Blusas (mujer de 17 años y más) Piezas 67.00 379.41 5.66
38
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 2 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad104 H077 Vestidos (mujer de 17 años y más) Piezas 131.90 306.52 2.32105 H078 Faldas (mujer de 17 años y más) Piezas 85.00 155.84 1.83106 H082 Calcetas, tobilleras, tines y mallas (mujer de 17 añosy más) Piezas 13.95 105.29 7.55107 H083 Pantaletas y fajas (mujer 17 años y más) Piezas 20.20 177.03 8.76108 H084 Brassieres (mujer de 17 años y más) Piezas 42.80 435.36 10.17109 H085 Fondos y corpiños (mujer de 17 años y más) Piezas 20.95 131.74 6.29110 H086 Medias, pantimedias y tobimedias (mujer de 17 años y más) Pares 14.50 230.78 15.92111 H087 Pijamas, camisones y batas (mujer 17 años y más) Piezas 88.45 227.07 2.57112 H089 Pants (mujer de 17 años y más) Piezas 79.00 67.35 0.85113 H091 Uniformes y prendas de vestir para actividades Piezas 90.95 104.75 1.15
educativas, artísticas y deportivas114 H092 Prendas especiales de vestir para eventos especiales Piezas 80.00 32.95 0.41
derivados de la educación115 H094 Zapatos (niño 0-3 años) Pares 89.95 29.38 0.33116 H096 Tenis (niño 0-3 años) Pares 104.30 27.43 0.26117 H097 Huaraches (niño 0-3 años) Pares 29.00 9.77 0.34118 H100 Zapatos o sandalias para vestir (niña 0-3 años) Pares 39.40 15.96 0.41119 H102 Tenis (niña 0-3 años) Pares 89.95 20.35 0.23120 H103 Huaraches (niña 0-3 años) Pares 37.35 14.45 0.39121 H106 Zapatos (niño 4-16 años) Pares 143.20 257.57 1.80122 H108 Tenis (niño 4-16 años) Pares 139.00 138.32 1.00123 H109 Huaraches (niño 4-16 años) Pares 85.40 62.87 0.74124 H112 Zapatos o sandalias para vestir (niña 4-16 años) Pares 49.00 82.89 1.69125 H114 Tenis (niña 4-16 años) Pares 94.00 134.25 1.43126 H115 Huaraches (niña 4-16 años) Pares 85.40 93.91 1.10127 H118 Zapatos (hombre de 17 años y más) Pares 199.00 740.90 3.72128 H120 Tenis (hombre de 17 años y más) Pares 199.00 361.55 1.82129 H121 Huaraches (hombre de 17 años y más) Pares 99.90 185.88 1.86130 H122 Sandalias para baño o descanso (hombre de 17 años y más)Pares 25.45 47.54 1.87131 H123 Pantuflas (hombre de 17 años y más) Pares 60.00 79.42 1.32132 H124 Zapatos o sandalias para vestir (mujer de 17 años y más) Pares 157.50 391.81 2.49133 H126 Tenis (mujer de 17 años y más) Pares 179.00 280.78 1.57134 H128 Sandalias para baño o descanso (mujer 17 años y más) Pares 37.45 57.41 1.53135 H130 Servicio de limpieza y reparación de calzado Pares 80.00 501.93 6.27136 H134 Bolsas Piezas 80.00 28.33 0.35137 H136 Cinturones, carteras y monederos Piezas 65.00 106.04 1.63
6. Cuidado de la salud 3,101.07138 J049 Gripe (medicamentos para, sin receta) Piezas 25.80 40.63 1.57139 J051 Rosadura de pañal (medicamentos para, sin receta) Tubo de 15.00 23.86 1.59
100 grs.140 J057 Dolores de cabeza (medicamentos para, sin receta) Caja de 17.20 63.54 3.69
20 tabletas141 J065 Otros medicamentos (sin receta) Piezas 18.00 189.73 10.54142 J066 Algodón, gasas, cintas adhesivas micropore, etc Piezas 9.95 85.47 8.59143 J067 Alcohol, merthiolate, solución antiséptica Piezas 14.90 72.73 4.88
39
IV. RESULTADOS
Cuadro 2 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad144 J070 Anteojos y lentes de contacto Juego 150.00 125.97 0.84145 J071 Aparatos para sordera Pieza 3,025.00 80.96 0.03146 J073 Otros aparatos ortopédicos: cómodos, silla de ruedas, etc. Piezas 1,316.67 72.65 0.06147 Gastos por transferencias públicas en salud Hogar 2,345.53
7. Educación y lectura 2,890.35148 E008 Estancias infantiles (excepto preprimaria) Ciclo escolar350.00 476.28 1.36149 E014 Libros para la escuela Ciclo escolar150.00 403.77 2.69150 E021 Enciclopedias y libros (excluya los de la escuela) Ciclo escolar310.00 441.84 1.43151 E022 Periódicos Piezas 5.50 754.36 137.16152 Gastos por transferencias públicas en educación Hogar 814.10
8.Cuidado y presentación personal 5,493.09153 D001 Jabón de tocador Piezas de 4.20 464.68 110.64
125 grs.154 D003 Pasta dental y enjuague bucal (hilo dental, cepillo dental) Piezas de 11.60 461.00 39.74
100 ml.155 D004 Champus y enjuagues, tratamiento para el cabello Botella de 17.90 170.41 9.52
900 ml.156 D006 Desodorante, talco, bronceadores Piezas de 18.07 157.12 8.69
65 grs.157 D007 Crema para el cuerpo, para la cara y tratamiento facial Tarro de 27.82 533.71 19.19
400 ml.158 D009 Crema para afeitar y rastrillos Rastrillos 7.20 114.09 15.85159 D010 Cosméticos, polvo y maquillaje sombra lápiz labial, Piezas 21.50 276.11 12.84
de ojos delineador etc.160 D012 Papel sanitario, pañuelos desechables Paquete de 8.10 159.58 19.70
4 rollos161 D013 Toallas sanitarias Paquete de 12.19 239.44 19.65
10 piezas162 D014 Pañales desechables Paquete de 25.00 1,993.82 79.75
10 piezas163 D015 Artículos de tocador para bebé Piezas 17.30 69.47 4.02164 D016 Cepillos y peines Pieza 19.90 30.43 1.53165 D020 Corte de cabello y peinado Cortes 25.00 758.92 30.36166 H138 Relojes de pulso Piezas 37.50 58.23 1.55167 H139 Encendedores, cigarreras y polveras Piezas 5.00 6.10 1.22
9. Recreación 2,377.29168 L023 Juguetes, juegos de mesa Piezas 93.00 88.22 0.95169 L026 Artículos de deporte y cacería (aparatos para ejercicio, etc) Piezas 145.00 21.29 0.15170 Recreación y esparcimiento 2,267.79
10.Transporte y comunicaciones 5,987.36171 B004 Colectivo (pesero) Viajes 3.00 4,112.88 1,370.96172 F006 Teléfono público Llamadas 1.00 978.38 978.38172 F007 Estampillas para correo, paquetería y telégrafo Piezas 4.00 179.32 44.83173 M001 Transporte Foráneo Viajes 350.00 716.79 2.05
40
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 2 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA URBANA
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad11. Otros 283.73
174 N001 Gastos por servicios. Abogados, notarios, arquitectos, etc. Evento 1,655.21 234.14 0.14(no incluya médicos)
175 N002 Funerales, cementerios Evento 2,150.00 49.59 0.02Gasto anual por hogar típico 65,824.50Gasto diario por hogar típico 180.34Gasto diario por persona 44.09Coeficiente de Engel 25.67Inverso del Coef de Engel 3.90
Fuente: Cálculos propios con base en la metodología explicada en el texto.
Canasta básica de ByS para el medio ruralCanasta básica de ByS para el medio ruralCanasta básica de ByS para el medio ruralCanasta básica de ByS para el medio ruralCanasta básica de ByS para el medio rural
Por su parte, la canasta de satisfactores básicos para las zonas rurales de México inclu-
ye 161 bienes y servicios, distribuidos en los once rubros genéricos mencionados. El
Cuadro 3 presenta el desglose total del conjunto seleccionado de ByS. En este caso
también debe tenerse en mente que el tamaño y estructura etaria y de género del
hogar promedio rural que cubre esta canasta.
La estructura de costo de la canasta rural por principales rubros es la siguiente:
Rubro de consumo Costo* %
1. Alimentación 15,719.82 29.392. Vivienda 4,624.00 8.653. Mobiliario y equipamiento 2,877.04 5.384. Operación del hogar 5,204.86 9.735. Vestido y calzado 9,020.08 16.876. Cuidado de la salud 3,200.22 5.987. Educación y lectura 1,508.10 2.828. Cuidado y presentación personal 2,931.99 5.489. Recreación 1,624.05 3.0410. Transporte y comunicaciones 6,622.02 12.3811. Otros 149.75 0.28Total 53,481.71 100.00
* Pesos de agosto de 2002.
41
IV. RESULTADOS
El costo anual de la canasta rural, valuada también a precios de mercado, ascien-de a $53,481.71 por hogar promedio, es decir, un costo diario por hogar de $146.5340
y un costo diario de $33.00 per cápita. De nuevo, ese costo sería suficiente paracubrir, de acuerdo con las estimaciones, todas las necesidades esenciales del hogar
promedio de carácter rural.
Cuadro 3Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México(Precios de agosto de 2002)AREA RURAL
No. Clave Bien Unidades Para hogar típico
Precio Consumo Cantidad1. Alimentación 15,719.82
1 Alimentación Hogar 15,719.822. Vivienda 4,624.00
2 G008 Renta o alquiler de vivienda Hogar 4,624.003. Mobiliario y equipamiento 2,876.82
3 I002 Piezas sueltas de vajilla de cristal, barro, plástico, etc. Piezas 11.30 34.35 3.044 I004 Vasos, copas y jarras de cristal, plástico, cerámica, etc. Piezas 5.50 35.49 6.455 I005 Cubiertos Piezas 5.90 10.35 1.756 I009 Batería de cocina y piezas sueltas Juegode 224.00 12.78 0.06
5 piezas7 I011 Otros utensilios: tijeras, abrelatas, pinzas de hielo, etc. Piezas 19.00 18.04 0.958 I014 Colchones Piezas 720.00 162.01 0.239 I016 Cobertores y cobijas Piezas 120.00 61.27 0.51
10 I017 Sábanas Piezas 100.00 162.30 1.6211 I019 Colchas, edredones Piezas 63.00 69.91 1.1112 I020 Manteles y servilletas Piezas 79.90 19.35 0.2413 I021 Toallas Piezas 49.90 39.18 0.7914 I022 Cortinas Piezas 108.00 25.71 0.2415 K001 Ventilador Piezas 252.95 27.61 0.1116 K007 Estufa de gas Piezas 1,849.50 184.95 0.1017 K009 Refrigerador Piezas 3,399.00 377.29 0.1118 K010 Licuadora Piezas 234.00 51.95 0.2219 K012 Plancha Piezas 169.45 61.59 0.3620 K015 Lavadora Piezas 2,075.00 296.69 0.1421 K021 Tanque de gas e instalación Piezas 289.00 12.97 0.0422 K024 Reparación y mantenimiento de enseres domésticos Hogar 118.8123 K026 Piezas sueltas de recámara (cama, tocador, litera, etc) Piezas 1,048.00 178.82 0.1724 K028 Piezas sueltas para comedor o antecomedor Piezas 257.50 14.17 0.06
(mesa, silla, etc.)25 K029 Juego de sala Juego de 3,886.00 173.74 0.04
3 piezas26 K031 Muebles para cocina (gabinete, mesa, etc.) Piezas 495.00 35.46 0.0727 K035 Otros Muebles: librero, escritorio, mesa para t.v., etc. Piezas 1,455.00 87.17 0.0628 K036 Reparación y mantenimiento de muebles Hogar 78.2329 L002 Estéreo o modular Piezas 1,423.00 227.06 0.16
40 Que representa un nivel de 3.4 salarios mínimos diarios por hogar promedio rural.
42
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 3 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA RURAL
No. Clave Bien Unidades Para hogar típicoPrecio Consumo Cantidad
30 L003 Grabadora con o sin despertador, excepto Piezas 150.00 24.90 0.17con disco compacto
31 L005 T.V. Color (incluye portátil) Piezas 1,699.00 274.67 0.164. Operación del hogar 5,204.86
32 C001 Detergentes (polvo, liquido, pasta y gel) Kilogramos 11.95 448.85 37.5633 C002 Jabón de barra Piezas de 4.40 199.71 45.39
250 grs.34 C003 Blanqueadores Litros 6.50 262.23 40.3435 C004 Suavizante de telas Botellas de 10.50 480.64 45.78
900 ml.36 C005 Limpiadores (en polvo o líquidos) Botellas de 10.50 360.82 34.36
900 ml.37 C006 Servilletas y papel absorbente Paquetes de 11.00 216.74 19.70
250 piezas38 C008 Escobas, trapeadores y recogedores Piezas 25.40 44.58 1.7639 C009 Fibras, estropajos, lazos Piezas 5.90 36.48 6.1840 C010 Jergas y trapos de cocina Piezas 6.90 44.49 6.4541 C011 Cerillos Paquete de 7.23 32.43 4.49
10 cajitas42 C012 Pilas Paquete de 26.40 48.53 1.84
4 pilas43 C013 Focos Piezas 3.60 13.68 3.8044 C015 Insecticidas (líquido, polvo, pastilla, eléctrico) Bote de 19.90 116.70 5.86
180 ml.45 C018 Recipientes de plástico (cubetas, tinas, mangueras, etc) Piezas 24.00 25.48 1.0646 G009 Agua (vivienda rentada) Hogar 237.9547 G010 Energía eléctrica (vivienda rentada) Hogar 605.9448 G011 Gas (vivienda rentada) Hogar 755.7249 G044 Leña Cargas 12.00 462.90 38.5850 G046 Velas y veladoras Piezas 5.50 44.41 8.0751 H131 Crema para calzado Lata de 60 ml.10.00 96.86 9.6952 I023 Telas, confecciones y reparaciones de artículos anteriores Piezas 100.00 407.59 4.0853 I024 Hilos, hilazas y estambres Piezas 5.50 25.81 4.6954 I026 Otros artículos: Hamacas, almohadas, cojines, Piezas 39.90 10.74 0.27
secadores, etc.55 K019 Lámparas eléctricas (incluye candiles) Piezas 189.00 7.60 0.0456 K037 Materiales para reparación y mantenimiento Material 689.38 217.98 0.32
y ampliación (vivienda que habita el hogar)5. Vestido y calzado 8,107.42
57 H001 Pantalones (niño 0-3 años) Piezas 75.00 19.45 0.2658 H002 Trajes y conjuntos (niño 0-3 años) Piezas 99.80 27.57 0.2859 H003 Camisas (niño 0-3 años) Piezas 53.50 19.86 0.3760 H004 Playeras (niño 0-3 años) Piezas 29.90 21.59 0.7261 H005 Suéteres y sudaderas (niño 0-3 años) Piezas 44.40 11.59 0.26
43
IV. RESULTADOS
Cuadro 3 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA RURAL
No. Clave Bien Unidades Para hogar típicoPrecio Consumo Cantidad
62 H007 Truzas y boxers (niño 0-3 años) Piezas 12.90 20.87 1.6263 H008 Calcetines, calcetas y tines (niño 0-3 años) Pares 12.95 11.02 0.8564 H010 Pijamas y batas (niño 0-3 años) Piezas 69.90 11.21 0.1665 H011 Otras prendas para niño Piezas 19.25 7.47 0.3966 H012 Pantalones (niña 0-3 años) Piezas 72.80 16.20 0.2267 H013 Vestidos (niña 0-3 años) Piezas 77.00 20.05 0.2668 H014 Trajes y conjuntos (niña 0-3 años) Piezas 89.90 24.02 0.2769 H016 Playeras (niña 0-3 años) Piezas 23.45 13.41 0.5770 H019 Pantaletas (niña 0-3 años) Piezas 11.90 11.21 0.9471 H020 Tobilleras, calcetas y tines (niña 0-3 años) Pares 11.00 10.64 0.9772 H024 Prendas de vestir para bebé: pañales de tela, calzón de hule Piezas 2.16 7.56 3.5073 H026 Pantalones (niño 4-16 años) Piezas 85.90 238.12 2.7774 H027 Camisas (niño 4-16 años) Piezas 60.55 289.71 4.7875 H028 Playeras (niño 4-16 años) Piezas 38.90 226.84 5.8376 H033 Truzas y boxers (niño 4-16 años) Piezas 19.00 52.61 2.7777 H034 Camisetas (niño 4-16 años) Piezas 23.00 80.02 3.4878 H035 Calcetines, calcetas y tines (niño 4-16 años) Pares 15.50 100.81 6.5079 H040 Pantalones (niña 4-16 años) Piezas 99.90 173.80 1.7480 H041 Blusas (niña 4-16 años) Piezas 54.90 123.80 2.2681 H042 Playeras (niña 4-16 años) Piezas 32.95 85.71 2.6082 H043 Trajes y conjuntos (niña 4-16 años) Piezas 119.90 115.26 0.9683 H045 Vestidos (niña 4-16 años) Piezas 99.00 143.01 1.4484 H046 Faldas (niñas 4-16 años) Piezas 69.70 121.04 1.7485 H050 Calcetas, tobilleras, tines y mallas (niña 4-16 años) Pares 16.00 50.10 3.1386 H051 Pantaletas y fajas (niña 4-16 años) Piezas 12.00 55.62 4.6387 H052 Brasieres (niña 14-16 años) Piezas 24.90 138.73 5.5788 H059 Pantalones (hombre de 17 años y más) Piezas 129.00 311.46 2.4189 H060 Camisas (hombre de 17 años y más) Piezas 99.70 318.74 3.2090 H061 Playeras (hombre de 17 años y más) Piezas 44.90 228.25 5.0891 H066 Truzas y boxers (hombre de 17 años y más) Piezas 21.90 112.91 5.1692 H068 Calcetines, calcetas y tines (hombre de 17 años y más) Piezas 19.90 167.70 8.4393 H072 Pantalones (mujer de 17 años y más) Piezas 129.00 277.54 2.1594 H073 Blusas (mujer de 17 años y más) Piezas 67.00 278.14 4.1595 H077 Vestidos (mujer de 17 años y más) Piezas 131.90 199.83 1.5296 H078 Faldas (mujer de 17 años y más) Piezas 85.00 128.68 1.5197 H083 Pantaletas y fajas (mujer 17 años y más) Piezas 20.20 137.77 6.8298 H084 Brassieres (mujer de 17 años y más) Piezas 42.80 333.77 7.8099 H085 Fondos y corpiños (mujer de 17 años y más) Piezas 20.95 92.02 4.39100 H091 Uniformes y prendas de vestir para actividades Piezas 90.95 99.57 1.09
educativas, artísticas y deportivas101 H093 Telas, confecciones y reparaciones Piezas 16.90 623.84 36.91102 H094 Zapatos (niño 0-3 años) Pares 89.95 25.74 0.29103 H097 Huaraches (niño 0-3 años) Pares 29.00 7.84 0.27104 H100 Zapatos o sandalias para vestir (niña 0-3 años) Pares 39.40 13.80 0.35
44
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Cuadro 3 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA RURAL
No. Clave Bien Unidades Para hogar típicoPrecio Consumo Cantidad
105 H103 Huaraches (niña 0-3 años) Pares 37.35 11.39 0.30106 H106 Zapatos (niño 4-16 años) Pares 143.20 333.61 2.33107 H108 Tenis (niño 4-16 años) Pares 139.00 188.91 1.36108 H109 Huaraches (niño 4-16 años) Pares 85.40 51.18 0.60109 H112 Zapatos o sandalias para vestir (niña 4-16 años) Pares 49.00 91.54 1.87110 H114 Tenis (niña 4-16 años) Pares 94.00 176.56 1.88111 H115 Huaraches (niña 4-16 años) Pares 85.40 117.65 1.38112 H116 Sandalias para baño o descanso (niña 4-16 años) Pares 25.45 27.88 1.10113 H118 Zapatos (hombre de 17 años y más) Pares 199.00 570.36 2.87114 H121 Huaraches (hombre de 17 años y más) Pares 99.90 94.70 0.95115 H124 Zapatos o sandalias para vestir (mujer de 17 años y más) Pares 157.50 271.47 1.72116 H127 Huaraches (mujer de 17 años y más) Pares 71.50 157.34 2.20117 H128 Sandalias para baño o descanso (mujer 17 años y más) Pares 37.45 41.01 1.10118 H133 Sombreros, gorros y cachuchas Piezas 90.00 267.41 2.97119 H136 Cinturones, carteras y monederos Piezas 65.00 99.93 1.54
6.Cuidado de la salud 2,972.02120 J049 Gripe (medicamentos para, sin receta) Piezas 25.80 32.41 1.26121 J057 Dolores de cabeza (medicamentos para, sin receta) Caja de 20 tabletas 17.20 68.14
3.96122 J065 Otros medicamentos (sin receta) Piezas 18.00 150.17 8.34123 J066 Algodón, gasas, cintas adhesivas micropore, etc Piezas 9.95 99.99 10.05124 J067 Alcohol, merthiolate, solución antiséptica Piezas 14.90 75.06 5.04125 Gastos por transferencias públicas en salud Hogar 2,546.25
7. Educación y lectura 1,508.10126 E014 Libros para la escuela Ciclo escolar150.00 333.38 2.22127 Gastos por transferencias públicas en educación Hogar 1,174.72
8. Cuidado y presentación personal 2,931.99128 D001 Jabón de tocador Piezas de 4.20 466.90 111.17
125 grs.129 D003 Pasta dental y enjuague bucal (hilo dental, cepillo dental) Piezas de 11.60 421.35 36.32
100 ml.130 D004 Champus y enjuagues, tratamiento para el cabello Botella de 17.90 128.74 7.19
900 ml.131 D006 Desodorante, talco, bronceadores Piezas de 18.07 127.07 7.03
65 grs.132 D007 Crema para el cuerpo, para la cara y tratamiento facial Tarro de 27.82 467.50 16.81
400 ml.133 D009 Crema para afeitar y rastrillos Rastrillos 7.20 87.87 12.20134 D012 Papel sanitario, pañuelos desechables Paquete de 8.10 119.37 14.74
4 rollos135 D013 Toallas sanitarias Paquete de 12.19 185.39 15.21
10 piezas136 D015 Artículos de tocador para bebé Piezas 17.30 122.89 7.10
45
IV. RESULTADOS
Cuadro 3 (continuación)
Canasta anual de consumo y cantidades de satisfactores básicos para México
(Precios de agosto de 2002)
AREA RURAL
No. Clave Bien Unidades Para hogar típicoPrecio Consumo Cantidad
137 D016 Cepillos y peines Pieza 19.90 21.54 1.08138 D020 Corte de cabello y peinado Cortes 25.00 551.67 22.07139 D010 Cosméticos, polvo y maquillaje sombra lápiz labial, 21.50 189.56 8.82
de ojos delineador etc.140 H138 Relojes de pulso 37.50 42.15 1.12
9. Recreación 1,624.05141 L023 Juguetes, juegos de mesa Piezas 93.00 90.90 0.98142 Recreación y esparcimiento Hogar 1,533.15
10. Transporte y comunicaciones 6,622.02143 B004 Colectivo (pesero) Viajes 3.00 3,968.13 1,322.71144 B006 Autobús foráneo Viajes 15.00 1,105.28 73.69145 F006 Teléfono público Llamas 1.00 996.54 996.54146 M001 Transporte Foráneo Viajes 350.00 514.80 1.47147 F007 Estampillas para correo, paquetería y telégrafo Piezas 4.00 37.27 9.32
11. Otros 149.75148 N002 Funerales, cementerios Evento 2,150.00 83.96 0.04149 N006 Gastos en cargos comunales para festividades locales Evento 74.09 18.92 0.26150 N007 Contribuciones para obras de servicio público local Evento 205.24 30.89 0.15151 N015 Servicios del sector público: Expedición de pasaportes, Evento 25.00 15.98 0.64
actas, títulos, etc.Gasto anual por hogar típico 52,340.84Gasto diario por hogar típico 143.40Gasto diario por persona 32.59Coeficiente de Engel 30.03Inverso del Coef de Engel 3.33
Fuente: Cálculos propios con base en la metodología explicada en el texto.
Comparación con el costo de otras canastas de satisfactores básicosComparación con el costo de otras canastas de satisfactores básicosComparación con el costo de otras canastas de satisfactores básicosComparación con el costo de otras canastas de satisfactores básicosComparación con el costo de otras canastas de satisfactores básicos
Se presenta la comparación con dos canastas de satisfactores básicos: a) la de COPLAMAR
de 1982 actualizada a precios de agosto de 2002 , y b) la de Canadá de 2000, convertida
a dólares estadounidenses valuados a la paridad del poder adquisitivo de ambos países.
En el primer caso, del costo total de la canasta de Coplamar se restaron los
costos de inversión que esa canasta incluye, tanto de infraestructura de agua y drenaje, como
en educación y salud.41 La actualización por medio del Índice Nacional de Precios al
41 Esto es, sólo se incluye lo referente a costos de operación en ambos rubros.
46
CÁLCULO DE UNA CANASTA BÁSICA NO ALIMENTARIA PARA MÉXICO
Consumidor a agosto del 2002 arroja un costo anual de $101,909.99 para las zonas
urbanas, y de $98,372.20 para las rurales. De esta manera, las canastas básicas esti-
madas por nosotros tienen un costo menor que las de Coplamar, equivalente a 67.15%
la urbana y a 54.36% la rural. Ello pone de manifiesto el carácter comparativamente más
austero de las canastas aquí calculadas, no sólo por el menor número relativo de ByS
incluidos, sino también por las cantidades de los mismos que se consideran como indis-
pensables para la satisfacción de las necesidades esenciales, diferencias que surgen,
obviamente, de la diferente metodología.
Para la comparación del costo de las canastas aquí presentadas con el de la canasta
de Canadá, fue necesario revaluar ambos costos en términos de dólares estadounidenses,
aplicando la paridad del poder adquisitivo estimada por el Banco Mundial, actualizada
a precios del 2002.42 Mediante este procedimiento, se calcula que el costo anual de la canas-
ta básica canadiense asciende a US $ 22,340.30, en tanto que las canastas para México
estimadas por nosotros ascienden, respectivamente, a US $ 11,708.87 la urbana y a US
$ 9,150.97 la rural. El costo de las canastas mexicanas (la urbana y la rural respectiva-
mente) equivale, entonces, a 52.41% y a 40.95% de la canadiense.43
Efectos sobre la incidencia de la pobrezaEfectos sobre la incidencia de la pobrezaEfectos sobre la incidencia de la pobrezaEfectos sobre la incidencia de la pobrezaEfectos sobre la incidencia de la pobreza
De adoptarse las nuevas canastas en la metodología oficial del Comité Técnico para
la Medición de la Pobreza, se registrarían variaciones importantes en las diferentes líneas
de pobreza, lo que a su vez repercutiría en la cuantificación correspondiente de la inci-
dencia de la pobreza en México para el año 2002.
El Cuadro 4 especifica las aplicadas con la metodología preliminar y las que
serían las nuevas líneas de pobreza rural y urbana (valuadas a precios de agosto de 2002).
Las definiciones de la pobreza son similares a las adoptadas por el Comité Técnico, y sólo
se añade la línea de pobreza de ingreso que constituye el costo mensual per cápita corres-
pondiente a la canasta total discutida en el presente artículo.
Los cuadros 5 y 6, por último, cuantifican la incidencia de la pobreza (en térmi-
nos de hogares y población) para el año 2002 que se deriva de la aplicación de la metodolo-
gía preliminar y la que resultaría de aplicar las nuevas líneas de pobreza estimadas
con las canastas (alimentarias y no alimentarias) estimadas con la metodología discu-
42 Véase: World development report 2000/2001. Attacking poverty, The World Bank, Oxford University Press, NewYork, 2000, Table 1, pp. 274-275.
43 Comparado con el respectivo nivel de producto per cápita, las canastas mexicanas aquí estimadas representan unaproporción mayor (38% la urbana y 28% la rural) que en el caso canadiense, en el cual su canasta representa sólo el24% de su respectivo producto per cápita.
47
IV. RESULTADOS
tida en el presente artículo. En términos generales, la incidencia de la pobreza que cabría
esperar como resultado de aplicar las nuevas canastas sería apreciablemente menor
que con la metodología preliminar, y ello sería principalmente consecuencia de la cuantía
notoriamente menor de las nuevas canastas alimentarias, que resultan muy inferiores
en costo que las actualizaciones de las canastas alimentarias calculadas por INEGI-CEPAL.
Cuadro 4
México. Líneas de pobreza calculadas con la metodología provisional*
y con las estimaciones del costo de las canastas básicas alternativas
discutidas en el presente artículo
(Pesos mensuales per cápita de agosto de 2002)
Líneas de Metodología Metodología Diferenciapobreza Preliminar Alternativa (%)
Urbana Rural Urbana Rural Urbana RuralAlimentaria (LP
1) 672 495 344 295 -48.8 -40.4
Capaciadades (LP2) 793 587 466 379 -41.2 -35.4
Patrimonial 1,367 946 1,003 742 -26.6 -21.6De ingreso (LP
3) 1,727 1,191 1,341 982 -22.4 -17.5
* Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (2000).
Cuadro 5
México. Incidencia de la pobreza a partir de la especificación
de las nuevas líneas de pobreza aquí expuestas
(Porcentajes)
Tipo de pobreza Urbana Rural Nacional
Pobreza Alimentaria Hogares 1.0 10.2 4.4(Nivel I) Personas 1.3 13.4 5.9Pobreza Capacidades Hogares 2.9 18.4 9.0(Nivel II) Personas 3.9 22.8 11.1Pobreza de Patrimonio Hogares 20.5 47.4 33.4
Personas 25.6 55.4 36.8Pobreza de Ingreso Hogares 34.2 60.6 45.6(Nivel II) Personas 40.8 68.6 51.3
Fuente: Estimaciones propias.
48
MEDICIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DEL DESARROLLO HUMANO: METODOLOGÍA Y SU APLICACIÓN AL CASO DE MÉXICO
Cuadro 6
México. Incidencia de la pobreza a partir de las líneas de
pobreza especificadas en la metodología preliminar
(Porcentajes)
Tipo de pobreza Urbana Rural Nacional
Pobreza Alimentaria Hogares 8.5 28.5 15.8(Nivel I) Personas 11.4 34.8 20.3Pobreza Capacidades Hogares 12.2 36.5 21.1(Nivel II) Personas 16.0 43.8 26.5Pobreza de Patrimonio Hogares 35.4 59.4 44.1�Personas 42.0 67.5 51.7Pobreza de Ingreso Hogares 48.2 69.1 55.8(Nivel II) Personas 55.2 76.7 63.3
Fuente: Estimaciones del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza.
49
INTRODUCCIÓN
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52
“Cálculo de una canasta básica no alimentariapara México”, de Arturo Cantú,
Rodolfo de la Torre y Enrique Hernández Laos,serie: Documentos de Investigación, 17
se terminó de imprimir en noviembre de 2004.
El tiraje consta de 2,000 ejemplares.
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