COMO EL LÁPIZ
El niñito miraba al abuelo escribir una
carta. En un momento dado, le
preguntó: - ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó
a los dos? ¿Es, por casualidad, una
historia sobre mí?.
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto: - Estoy escribiendo sobre ti,
es cierto. Sin embargo, más
importante que las palabras, es el lápiz
que estoy usando. Me gustaría que tú fueses
como él cuando crezcas.
El nieto miró el lápiz intrigado, y al no ver nada de especial en él, preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese
lápiz?
El abuelo le respondió: - Todo depende del modo en que mires las cosas.
Hay en él cinco cualidades que, si
consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el
mundo.
Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas
Pero no olvides nunca que existe una
mano que guía tus pasos.
A esta mano la llamamos Dios, y Él
siempre te conducirá en dirección a su
voluntad.
Debemos recibir la seguridad de que no necesitamos ir al
cielo para traer a Jesús junto a nosotros, ni a lo profundo para
acercarlo a nuestro lado, porque está a nuestra mano
derecha, y su ojo está siempre sobre nosotros. Siempre
debemos tratar de comprender que el Señor está muy cerca de
nosotros para ser nuestro Consejero y Guía. Es la única forma en que podemos tener
confianza en Dios. YI 19-7-1894.
La misma mano invisible que guía a los planetas en sus órbitas, y mantiene los
mundos por su poder, ha hecho provisión para que el hombre formado a su imagen sea un
poco menor que los ángeles de Dios mientras se ocupa en los cumplimientos de sus deberes en el mundo. Testimonies, t. 4, págs. 414-416.
Segunda cualidad: De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te
harán mejor persona.
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, Santiago1:2.
El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero el
Eterno prueba los corazones. Prov 17:3.
Este mundo es el escenario de nuestras pruebas,
nuestros dolores, nuestros pesares. Estamos aquí
para soportar la prueba de Dios. El fuego del horno debe avivarse hasta que
nuestra escoria sea consumida y salgamos
como oro purificado en el horno de la aflicción.
(Carta 71, 1878).
Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante
para mantenernos en el camino de la justicia.
Hijo mío, no menosprecies la
disciplina del Eterno, ni te fatigues de su
corrección. Prov 3:11.
Entre los que profesan el cristianismo ha habido siempre dos categorías de personas: la de los que estudian la vida del Salvador y se afanan por corregir sus defectos y asemejarse al que es nuestro modelo; y la de aquellos que rehúyen las verdades sencillas y prácticas que ponen de manifiesto sus errores. CS, cap 2.
Si se desea corregir los hábitos equivocados, se necesitará diligencia y perseverancia para cumplir la tarea. . . Es mucho más fácil ceder ante las influencias del mal que resistirlas.-RH
13-9-1881.
Quien siempre se autoexamina y compara su conducta con el dechado que se da en la voluntad revelada de Dios, para poder advertir y corregir de inmediato cualquier desviación del buen
proceder, es una persona feliz
Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto,
cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra estas virtudes, no hay ley. Gál 5:22-23.
La humildad es la joya interior que Dios aprecia mucho. El apóstol dice
que es de más valor que el oro, y que las perlas o el
más costoso ropaje. Mientras los atavíos
exteriores hermosean únicamente a los cuerpos
mortales, la mansedumbre es un
ornamento que, además de embellecer, conecta a la persona finita con Dios,
que es infinito.
Este es el adorno que Dios escogió para sí. El que engalana los, cielos con la luz, por el
mismo Espíritu prometió "hermosear a los humildes con la salvación" (Sal. 149: 4).
Los ángeles celestiales registrarán como los mejores ataviados a quienes confían en el Señor Jesucristo y caminan con él en mansedumbre y humildad de mente.- Review and
Herald, 18 de enero de 1881.
Cuando el templo interior es vaciado completamente del yo, y todo dios falso es desalojado, el lugar lo llena la afluencia del Espíritu de Cristo. Es así como uno
adquiere la fe que obra por amor, y purifica al creyente de toda corrupción moral y espiritual. The Home Missionary, 1º de noviembre de 1893, p. 29.
Quinta cualidad: Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo
que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.
El forma el corazón de cada uno, considera todas sus acciones.
Salmo 33:15.
Decid al justo que le irá bien, porque comerá
del fruto de sus acciones. Isaías 3:10.
Aun el niño se da a conocer por sus acciones, si lo que hace es limpio y recto. Prov 20:11.
El Espíritu Santo influye sobre lo íntimo del yo hasta hacerlo consciente del poder divino de Dios, y cada facultad espiritual es impulsada hacia una acción decidida. Review and Herald, 12 de mayo, 1896.
El amor a Dios y al prójimo se convierte en el motivo dominante de la vida, y la gloria de Dios es el fin de todo pensamiento y de
toda acción. Una vida tal se sensibiliza más y más ante
el pecado, se hace más consciente de su propia
necesidad y está más lista para depender de la gracia
de Cristo. 6CBA com 2 Cor 5:15.
No es correcto creer que para ser feliz la vida debe ser "fácil", y que si es "difícil" significa que es mala. Tu felicidad no depende de la presencia o ausencia de problemas o contratiempos, sino de
la forma en que te decidas vivirla. La vida
es un jardín con espinas, pero depende de cada uno acompañarlas con
más espinas, o con rosas.
Si te detienes a pensar cómo ha sido tu vida, no veas únicamente los problemas; tampoco solamente lo bueno que te ha
pasado. Míralo todo junto; a fin de cuentas todo es parte de tu vida y algo te ha de haber dejado. Si tienes problemas, no creas que tu vida es mala, y si no los
tienes ahora, aprovecha esta oportunidad.
Dios no te ha enviado a este mundo para tener problemas, tampoco para no tenerlos. Dios te envió para ser feliz; aprovecha la oportunidad que tienes y
sé feliz; haz como el lápiz.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas,
dificultades o simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando pensamos que es más lo malo
que lo bueno en nuestras vidas: Sin embargo, es más lo bueno que hay en nosotros, que aquello que amerite
llamarse error.
Adelante, no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continúa.
Dios te ha dado mucho lápiz, pues conoce tus habilidades y cree en las cosas buenas que puedes hacer. Tú tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para
pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejarás de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha
permitido ser co-autor.
¡A escribir, a vivir, a dar Amor!
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