CONSECUENCIA DE NUESTROS ACTOS IRREFLEXIVOS
Los actos impulsivos nos causan muchos problemas dentro y fuera del ámbito familiar. Actuar, o hablar ,cuando no es el momento, da origen a múltiples inconvenientes, que nos convierten en rehenes de nuestros propios actos. En la mayoría de los casos el silencio es el arma que mejor podemos controlar.
Son muchos los pensadores que vierten sus ideas sabias con respecto al arma del silencio, en lugar de las palabras necias e hirientes:“LOS MEJORES HOMBRES , SON LOS DE POCAS PALABRAS” WILLIAM SHAKESPEAREHAY PERSONAS SILENCIOSAS QUE SON MUCHO MÁS INTERESANTES QUE LOS MEJORES ORADORES” BENJAMIN DISRAELI
“CUANDO HABLES, PROCURA QUE TUS PALABRAS SEAN MEJORES QUE EL SILENCIO” PROVERBIO HINDÚ
Es importante conocer como funciona nuestra mente ante las situaciones de presión. Inicialmente, tenemos que aprender a reconocer las señales físicas y mentales de una actitud impulsiva, para entonces poder dominar nuestras respuestas. Pero, no basta solo eso.Será preciso entrenar innumerables veces esa actitud interna de auto-observación, para cultivar la confianza de que vale la pena no ser victimas de nuestros propios actos irreflexivos.
Frente a una explosión emocional, contar hasta diez , antes de reaccionar puede funcionar.Porque cuando estamos muy activados, los impulsos provenientes del centro emocional del cerebro ( sistema límbico) son más veloces que los que salen del centro racional, capaces de controlar las emociones.No basta contener el impulso agresivo, es preciso procesarlo. Pues si no, podríamos implosionar y sufrir los daños de esta energía no elaborada.
Reflexionar sobre nosotros mismos no quiere decir criticarnos masivamente por lo que hacemos, ni tampoco perdonarnos justificando nuestros actos con indulgencia.Observarnos, requiere familiaridad con uno mismo para poder ir más allá de la culpa y la vergüenza. Observarse significa aceptarse frente a la incomodidad, al mismo tiempo en que nos motivamos y nos esforzamos para cultivar una nueva forma de actuar. Cuando asumimos el compromiso con el cambio interior surge el sabor de avanzar más ligeros. Nuestro cerebro es capaz de actuar para que mantengamos actitudes mentales organizadas: como la apertura, observación y objetividad.
APERTURA
Aceptar las cosas como son.
Alejar el pensamiento rígido y los prejuicios,
para abrirnos a lo nuevo.Percibir las cosas objetivamente.
HABILIDAD DE OBSERVAR
Es la capacidad para percibir el yo.
Al reconocer el ambiente interno , empezamos a salir
de la conducta habitual.
OBJETIVIDAD
Ser capaces de pensar y sentir sin dejarnos llevar por la fuerza habitual de
estos pensamientos y emociones.Reconocemos que nuestros
pensamientos y sentimientos son una expresión de nuestro mundo interno.
Discernimos entre lo que sentimos y lo que queremos continuar sintiendo.
Al cultivar la aptitud de estar conscientes de cómo estamos encaminando nuestro espíritu, ganamos un nuevo espacio interior. Ya entonces, no estamos condenados a sentir celos sin control, una ira que nos arrebata o un resentimiento opresor.“Sabremos que el cambio interno está iniciando”.
GRACIAS POR SU PARTICIPACIÓN
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