Antonio Arrieta Camacho
Juan Manuel Bernard Morcate
Ana Margarita Casas Navarro
Linarejos Cruz Pérez
Ignacio Español Echániz
Mónica Loera Rocha
Natalia Martínez Carretero
Elena Muñoz Espinosa
Ricardo Muñoz Salas
Roberto Portela
Prado Rodríguez García
David Rodríguez Muñoz
Carmen Rubio Rodríguez
David Sánchez Ramos
José Ángel Toboso Berruga
Beatriz Zaragoza Díaz
Proyecto de Paisaje y Evaluación Ambiental Escuela T.S. de Ing. de Caminos C. y P. Ciudad Real
LOS CIGARRALES DE TOLEDO Idealización y deterioro de un paisaje cultural
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 2
Indice de contenidos Prólogo
1. INTRODUCCIÓN AL DOCUMENTO
1.1 Planteamiento del estudio
1.2 Conclusiones del estudio
1.3 Equipo de trabajo
2. LA REALIDAD EN EL PAISAJE DE LOS CIGARRALES
2.1 Introducción a la realidad de Los Cigarrales
2.2. El paisaje del contorno de la ciudad
2.3 El origen de Los Cigarrales de Toledo
2.4 Las Villas de Recreo. Muros y puertas
2.5 Las ermitas de Los Cigarrales
2.6 Estructura y organización del territorio de Los Cigarrales
2.7 Otros procesos en el paisaje y sus claves
3. CONDICIONES VISUALES Y ESCENOGRAFIA
3.1 La importancia escenográfica de los Cigarrales
3.2 Análisis escenográfico del Paisaje de Los Cigarrales
3.3 Análisis de miradores
3.4 Análisis de vistas
4: IDEALIZACION Y CARÁCTER DEL PAISAJE
4.1 Introducción
4.2 La idealización de Los Cigarrales. La generación del 98.
4.3 La imagen de Los Cigarrales en la pintura
4.4 Claves y rasgos del carácter de Los Cigarrales
Muros, puertas y caminos como señas de identidad
El arbolado ornamental, cultivado y espontáneo
El Cigarral, su organización interna y las vistas como referentes
Otros referentes estéticos y ambientales: el berrocal
4.5 La imagen turística de Los Cigarrales
5: DIAGNOSTICO DEL PAISAJE
5.1 Introducción
5.2 Reconocimiento y diagnóstico previo del paisaje
5.3 La identidad de Los Cigarrales en cuestión
5.4 Elementos del deterioro del paisaje
5.5 Evaluación de la fragilidad visual
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 3
Los cigarrales en el paisaje urbano histórico de Toledo
El casco histórico de Toledo no se entiende sin la presencia referencial del paisaje de su entorno. La imagen física del casco está unida a su singularidad geográfica, el peñón rocoso rodeado por el meandro del Tajo y el territorio que lo envuelve crean una simbiosis total entre el sitio geográfico y el conjunto construido. Joan Busquets, Toledo y su futuro. El Plan Especial del casco histórico, 2000
La conservación del paisaje histórico urbano es el problema más
acuciante de cuantos tienen hoy planteados las ciudades históricas y el
reto más debatido en los últimos tiempos en el mundo del patrimonio.
Desde los organismos internacionales, en especial los que se refieren a
los sitios incluidos en la Lista de Patrimonio Mundial, se insiste en la
necesidad de renovar nociones tradicionales, como centro histórico,
conjunto y entorno, y gestionar el desarrollo urbanístico en un marco
territorial y paisajístico.
En los últimos años se fue haciendo cada vez más evidente el proceso de
degradación y alteración que sufría el paisaje del entorno de Toledo, y
que los planeamientos urbanísticos en marcha, entre ellos el Plan General,
no harían sino acelerarlo. Ante esta situación, que exigía la adopción
urgente de medidas, la Real Fundación de Toledo puso todo su empeño
en garantizar la conservación de la identidad histórica de la ciudad,
solicitando al Ayuntamiento una política de protección y conservación del
paisaje, a la vez compatible y equilibrada con su irrenunciable desarrollo
social y económico.
En el reciente proceso de expansión de Toledo, nuevas
infraestructuras de comunicación, nuevos equipamientos y grandes obras
públicas, han dado como resultado un desmesurado consumo de territorio,
creando inesperados “paisajes”. No se trata solo de violentos impactos
visuales con negativas consecuencias estéticas, sino también de bruscos
cambios funcionales que repercuten en la calidad de vida y bienestar de
los ciudadanos y en la pérdida de la identidad territorial de la ciudad
histórica.
El espacio de los Cigarrales, por sus especiales características y su
proximidad al núcleo urbano, está sufriendo con mayor intensidad este
proceso de alteración, agravado en extremo en los últimos años, en los
que ha ido perdiendo en gran parte su perfil tradicional. Ante esta
situación calificable de emergencia, el Ayuntamiento tomó la decisión de
dar prioridad a esta zona mediante la redacción del Plan Especial de
protección de los Cigarrales, que se termina en estos dias.
Una serie de afortunadas circunstancias ha hecho que profesores y
alumnos de la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Universidad de
Castilla La Mancha dedicaran un trabajo práctico al estudio de los
cigarrales de Toledo. Si siempre es bueno añadir un extra de estudio y
reflexión a los problemas, en este caso ha sido un privilegio el contar con
tan valiosas mentes, como aliados en la búsqueda de un mejor
conocimiento y comprensión de este singular espacio.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 4
Profesores y alumnos han planteado en este trabajo de curso una más
que interesante y útil aproximación, desde sus variados puntos de interés,
a este paisaje inseparable de la ciudad. El resultado es un muy
provechoso complemento al citado Plan Especial, porque nos proporciona
una serie de análisis, diagnósticos y propuestas de protección, que sin
duda enriquecerán la normativa de inmediata aplicación para la
conservación de un paisaje tan extremadamente sensible a la evolución
urbana.
Con nuestra admiración por la calidad del estudio y sus resultados, la Real
Fundación de Toledo agradece profundamente al Prof. Ignacio Español, a
cuya tenacidad y entusiasmo se debe este proyecto, y a todos cuantos
formaron parte del equipo que realizó este estudio de campo en los meses
del otoño de 2005, la generosidad con que dedicaron su trabajo y su
tiempo a la ciudad de Toledo y espera que este haya sido el comienzo de
una futura relación con la Escuela de Caminos de la Universidad de
Castilla La Mancha, tan intensa y fructífera como todos deseamos y
Toledo necesita.
Paloma Acuña
Directora General
Real Fundación de Toledo
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 5
INTRODUCCION
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 6
Los Cigarrales de Toledo. Idealización y deterioro de un paisaje
cultural. 1. INTRODUCCIÓN AL DOCUMENTO
1.2 Planteamiento del estudio
Este estudio es el resultado del proyecto de curso de la asignatura de
Paisaje y Evaluación Ambiental de la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Ciudad Real (Universidad
de Castilla La Mancha). La asignatura se plantea con un fuerte contenido
práctico de manera que incorpora la realización de estudios de caso en
cuyo trabajo los alumnos, dirigidos y supervisados por los profesores,
revisan un caso real trasladando los conocimientos teóricos a su aplicación
en un caso. El curso de Paisaje y Evaluación Ambiental de 2005-2006
eligió además de otros dos casos, el de Los Cigarrales, en Toledo como
trabajo para los alumnos. El ejemplo de Los Cigarrales se prestaba
adecuadamente a las funciones formativas que intenta la asignatura pues
se trata de un caso que combina ejemplarmente los valores y mecanismos
propios de un paisaje cultural. La coincidencia en el tiempo con la
elaboración del Plan Especial de Conservación de Los Cigarrales y con la
revisión del Plan de Ordenación Municipal de Toledo era una oportunidad
para plantear un proyecto práctico a la vez que poder participar en el
proceso de elaboración de dichos elementos de intervención.
El planteamiento del estudio de caso parte de la idea de que el valor
paisajístico descansa sobre procesos de distinta naturaleza, a saber: los
procesos que objetivamente han generado la realidad de ese paisaje, los
procesos de apreciación e interpretación de esa realidad, así como la
estructura visual o escenográfica que es la que permite una determinada
apreciación escénica.
El estudio de caso consistió en distribuir el análisis de los distintos
aspectos del paisaje en el equipo de alumnos. Bajo la supervisión de los
profesores se recogió y procesó información temática sobre la zona, para
luego realizar prácticas específicas sobre contenidos objetivos,
apreciaciones del paisaje y análisis geométrico visuales. El trabajo de
campo, que incluyó la producción de material fotográfico, centró los temas
a tratar que finalmente se distribuyeron entre grupos dentro del equipo,
responsabilizándose cada alumno de un tema específico. El diagnóstico
adoptó una forma más abierta pues cada alumno diseñó los contenidos de
sus aportaciones y la manera de presentarlos.
Finalmente, se definieron unas conclusiones generales que se presentan
en esta misma introducción.
Los resultados de estos trabajos, supervisados, revisados y corregidos por
los profesores, se presentan en este documento. El análisis y diagnóstico
del Paisaje de Los Cigarrales de Toledo arranca con unas consideraciones
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 7
sobre las áreas extramuros de las ciudades del renacimiento que son el
punto de partida para plantear la especificidad del caso de Los Cigarrales.
Luego se expone qué es un Cigarral, cuales son sus valores objetivos y de
qué dependen estos valores. Se incluyen entre estos valores, la
explotación agrícola de carácter mediterráneo (olivar, viñas, encinar) muy
condicionada por la baja productividad del suelo en estos
establecimientos, la existencia de casas de recreo que puedan disfrutar de
las vistas, la presencia de muros de cerramiento antiguos y los valores
geomorfológicos (berrocales) y ecológicos (encinar, sabinar, etc.) que
subsisten intersticialmente en las áreas sin aprovechamiento.
Un apartado del documento, se dedica a las especiales condiciones
escenográficas de la zona que se deben a la topografía tan irregular de
este entorno del Tajo y de Toledo y que al parecer captó la atención
primero de las villas de recreo en el siglo XVI y, posteriormente, de los
intelectuales de la generación del 1898 que se apoyaron en estas vistas
para construir la idealización de los Cigarrales.
A continuación, se trata la construcción de su idealización a finales del
siglo XIX como referente del patrimonio cultural toledano y castellano
manchego. También se consideran aspectos estéticos en sí mismos y
cómo fueron tratados por los pintores de esa época como Sorolla, Beruete
y Zuloaga.
Se analiza también la actual visión turística que se tiene de estos
establecimientos agrarios y de recreo en un doble sentido por asumir este
patrimonio paisajístico como un valor turístico y al mismo tiempo por
deteriorar sus condiciones y calidad.
En el diagnóstico, se revisan los contenidos del paisaje de los Cigarrales a
partir de un análisis visual de itinerarios, se plantea la cuestión de la
identidad de este paisaje, se considera la capacidad de acogida visual de
nuevos desarrollos y se evalúan los elementos de deterioro.
En las conclusiones, que se presentan a continuación, se plantea la
necesidad de recuperar la idea original del patrimonio de Los Cigarrales y
cómo esta idea se inserta en los procesos que en la actualidad determinan
la realidad de la periferia del casco histórico de la ciudad de Toledo.
1.2 Conclusiones del estudio
El análisis realizado del paisaje de Los Cigarrales revela interesantes
aspectos relativos a su valor. En primer lugar, destaca la singularidad del
conjunto de Los Cigarrales como una pieza de territorio de valor histórico
que posee un carácter rural pero opera como una zona limítrofe de la
ciudad antigua.
La cuestión de los límites de la ciudad y sus contornos muestra aquí uno
de sus ejemplos históricos más clásicos: el del conjunto de fincas de
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 8
recreo cortesanas inmersas en la dinámica de la periferia agroganadera y
de accesos de una gran ciudad renacentista.
Se trata de un caso único por haber conservado gran parte de las pautas
espaciales y de usos originales gracias a las condiciones de su topografía.
Otras ciudades históricas devoraron pronto sus periferias subsumiéndolas
en transformaciones radicales progresivas. De una manera simplista se
puede decir, que hasta hace poco la barrera del río y el relieve irregular de
Los Cigarrales han contenido los procesos de transformación de este
curioso ámbito.
Objetivamente, la organización territorial de esta pieza es un valor
patrimonial en sí misma pues es capaz de mostrar la convivencia de los
distintos procesos de la periferia de aquel momento histórico. Se atisban
ya emergentes los agentes de las futuras periferias metropolitanas: las
infraestructuras de transporte (caminos reales, vías pecuarias, puentes), la
actividad agraria y la demanda urbana de la calidad ambiental rural se
combinan en el contorno de una gran ciudad del renacimiento castellano
que acaba de abandonar sus sistemas defensivos. Claro está que la
capacidad de mostrar estos procesos depende de la conservación de, al
menos, las claves básicas y los referentes materiales que los sugieren y
explican. Este es el verdadero valor paisajístico.
El paisaje, entendido ahora como la capacidad de entender el conjunto
unitariamente, posee un valor singular. La unidad básica, el cigarral, es el
elemento que construye internamente esta singular pieza periurbana. El
cigarral saca partido de los recursos naturales, les da usos diversos y
convive con los demás agentes de la periferia. La finca de recreo que es el
cigarral se desarrolla sobre las explotaciones agrarias marginales, menos
aptas para el riego, y, sin abandonarlas, da salida a la demanda de las
clases urbanas privilegiadas.
Se trata de un tipo de establecimiento residencial que responde a un
modelo histórico que ha evolucionado hasta nuestros días. Se daba ya en
las villae romanas consolidándose en el renacimiento, de ahí el interés del
mantenimiento de Los Cigarrales. Es la materialización del ideal de vida
retirada en contacto con la naturaleza, más o menos domesticada y
agrarizada. Las ciudades proporcionan a las clases dominantes el marco
adecuado para desarrollar sus actividades públicas pero tienen la
contrapartida de una cierta falta de salubridad, del ruido y el ajetreo. En
contraposición, las casas de campo constituyen el lugar idóneo para la
vida privada y el disfrute de los placeres que proporciona el contacto con la
naturaleza, lejos del “mundanal ruido”. El Cigarral responde así a esta
corriente histórica que materializa el ideal contemplativo del Beatus Ille de
Horacio, o de la oda a la vida retirada de Fray Luis de León.
Otra peculiaridad del valor de este paisaje radica en el hecho de que Los
Cigarrales conservan muy poco del pasado glorioso en el que radica su
prestigio. Si lo material no se ha mantenido a lo largo de la historia, sin
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 9
embargo, su idealización ha conseguido llegar a nuestros días con gran
fuerza y entidad.
Todo paisaje valioso disfruta de un cierto grado de idealización. Aunque es
innegable que el sentido histórico del lugar, su identidad percibida por
propios y por extraños y, en fin, el carácter necesitan de una realidad
material que los sustente, también es verdad, que el reflejo en el aprecio
individual y colectivo y, en consecuencia, su reconocimiento como valor
patrimonial descansan sobre un proceso de asimilación cultural que es el
que en último término determina las pautas principales del valor. Los
Cigarrales son un ejemplo muy característico y representativo de este
proceso de idealización y asimilación de un paisaje como patrimonio de
todos.
Por todas estas razones, el área de Los Cigarrales puede ser considerada
un paisaje cultural tal y como lo entiende la Convención del patrimonio
mundial, cultural y natural de la UNESCO: “obra que combina el trabajo del
hombre y la naturaleza”. Se enmarca en la categoría de paisaje evolutivo u
orgánicamente desarrollado, continuo en el tiempo, que sigue teniendo un
papel activo en la sociedad contemporánea. Por su parte el Convenio
europeo del paisaje del Consejo de Europa, desde una óptica más amplia
pues engloba tanto paisaje cultural como natural, define el paisaje valioso
como “cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo
carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales
y/o humanos”, proponiendo su protección y gestión.
Por otra parte, los valores objetivos del patrimonio histórico y natural de
este singular contorno de la ciudad histórica vienen presentados con gran
espectacularidad escenográfica. La que le concede la privilegiada posición
frente a Toledo y el relieve empinado e irregular del sitio. Los caminos
encintados por muros de aparejo toledano suben y bajan sobre las lomas,
dejando entrever el interior de las fincas pero también en numerosas
ocasiones alcanzan con sus vistas la silueta de Toledo.
La contemplación de la ciudad se convierte así en un valor muy visible del
lugar de Los Cigarrales. Aunque en el origen de las fincas de recreo del
siglo XVI está la especial relación contemplativa de la naturaleza o más
explícitamente el campo, no está claro que el recurso escénico que hoy
tanto nos llama la atención formara parte de aquel interés. En aquella
época aún no se disfrutaba el aprecio del paisaje tal y como lo
entendemos hoy, un interés que introdujeron mucho después los ilustrados
y consolidaron los románticos y que en la actualidad se materializa
nítidamente en términos de imágenes y panoramas. En cualquier caso, las
vistas de Toledo sí se encuentran en el proceso de idealización que de Los
Cigarrales hizo la generación del 98 cuando el verdadero fenómeno
cultural de las fincas de recreo se había ya extinguido.
También están las vistas sobre Toledo en el proceso posterior que luego
consolidó a Los Cigarrales como fincas de prestigio social a lo largo del
siglo XX. Y sin duda se encuentra en el aprecio actual que por esta zona
sienten propios y extraños.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 10
El atractivo de las vistas sobre la ciudad de Toledo tiene un gran poder. La
imagen se transmite con rapidez y eficacia en los medios de
comunicación. Las imágenes por sí solas y como apoyo de ideas han
conformado un vehículo casi autónomo de comunicación que se
caracteriza por su agilidad y superficialidad.
La espectacularidad del panorama del conjunto del casco histórico de
Toledo levantado sobre las laderas verticales de las márgenes del Tajo
capta la atención con eficacia.
La escenografía se convierte así en un poderoso recurso paisajístico de
estos lugares. Otros valores como la capacidad de ilustrar un momento
histórico, de materializar una actitud vital contemplativa, de explicar un tipo
de periferia urbana o de incidir en un modelo ambiental mixto rururbano
que son mucho más complejos en esencia, no tienen esa capacidad de
seducción rápida ni de propagación.
Los Cigarrales poseen también la capacidad de ilustrar el debate sobre el
tamaño de la ciudad y sus límites. También se insertan en la vigencia de
cuestiones actuales pero que vienen de antiguo y aun no han sido
resueltas como la incapacidad de la ciudad para vivir al margen de la
oferta de recursos de sus periferias agrarias y de calidad. O la necesidad
de sosiego y contemplación frente a ajetreo y actividad. Los valores de
este paisaje cultural son numerosos, variados y muy complejos pero
comparten su viabilidad con el poderoso recursos escénico de las vistas
desde Los Cigarrales.
Montesquieu señalaba la falsa sensación de satisfacción del viajero
cuando desde una posición elevada conseguía contemplar en toda su
complejidad la ciudad que visitaba. De la misma manera, la vista sobre
Toledo es un resumen breve y superficial pero rápido y efectista de la
riqueza de contenidos de estos paisajes culturales.
La identidad de Los Cigarrales y los valores objetivos que se preservan
aquí conviven con radicales procesos de cambio que ha constatado el
análisis realizado en este trabajo. Se trata de una progresiva
transformación del antiguo espacio limítrofe que amenaza a su carácter
único al convertirlo en un área de características estandarizadas.
El carácter propio e identitario del área de los Cigarrales subsiste en
aspectos de naturaleza diversa. Un conjunto de rasgos formales
mantienen frágilmente una cierta sensación de identidad, gracias a
referentes arquitectónicos (muros, portalones, caminos, etc.), urbanísticos
(organización interna del Cigarral, red de caminos, etc), agrarios (olivares,
almendros, etc.), ornamentales (cipreses) y naturales (roquedos y
vegetación espontánea de encinas y sabinas). La organización de la
parcela del cigarral, y sobre todo su actualización a la época
contemporánea como casas de las afueras de la ciudad con vistas, es el
principal valor material.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 11
La organización territorial original de esta periferia se ve amenazada por la
aparición de nuevos usos urbanísticos y hoteleros, proceso en el que
juega papel primordial la ya mencionada capacidad escénica del lugar.
Las vistas constituyen, se quiera o no, la imagen de marca de Los
Cigarrales como entidad de reconocimiento social. Aunque frecuentemente
aparece teñida de un cierto interés historicista (aprecio por el pasado
idealizado entendido desde las premisas de hoy) las vistas juegan un
papel clave en la oferta turística de la zona.
Contradictoriamente, la propia oferta turística y, en sentido más amplio,
también la inmobiliaria, vienen contribuyendo progresivamente al proceso
de deterioro de la propia entidad de Los Cigarrales. Se incrementan así los
volúmenes edificados netos (densificación), haciéndose más presentes al
ubicarse en lugares muy visibles por buscar las vistas (imposición)
colaborando además con en el incremento de las cargas de frecuentación
de la zona (congestión).
A cambio, la oferta turística e inmobiliaria no parece proporcionar un
respaldo eficaz a los valores identitarios y exclusivos de Los Cigarrales,
sino que por lo contrario opera en su contra cuando simplifica su
entendimiento y disfrute a un aprecio meramente visual. Es así que la zona
ve transformarse progresivamente su identidad hacia una oferta de turismo
de balcón, en vez de evolucionar conservando los valores de su entidad
histórica y cultural y sus múltiples y ricas facetas.
Si se contempla en su desarrollo completo la dinámica y evolución de la
zona presenta características muy interesantes por reveladoras. La finca
de recreo del siglo XVI que compitió, convivió y fue finalmente vencida y
aceptada por el uso agroganadero, resurgió en el siglo XIX como uso
residencial de calidad y prestigio cediendo paso parcialmente a final del
siglo XX a un determinado uso turístico.
El largo recorrido de procesos de cambio sucesivos tomó lugar siempre
sobre una cierta base agroganadera que al fin y al cabo conservaba
estructuras de parcelario similares con sus delimitaciones y organizaciones
internas, usos y aprovechamientos tradicionales así como valores
naturales en las tierras de roquedo más marginales. Se consiguió así
mantener alguna de las huellas originales al parecer más por recrear que
por estrictamente conservar algunas pautas y matices del original. El
cambio radicalmente transformador que amenza a la esencia de los
cigarrales y a sus verdaderos valores paisajísticos y culturales ha ocurrido
recientemente.
Se trata de una actividad turística de base primaria, es decir, que se limita
casi exclusivamente al disfrute de las vistas. Aunque la posibilidad de un
aprecio y entendimiento de mayor calado sigue estando presente mientras
se conserven los elementos objetivos del cigarral, la actividad turística
parece satisfacerse con la mera contemplación pasiva de la
espectacularidad de las vistas de Toledo en detrimento de usos más
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 12
positivos de este patrimonio único del conjunto como es el aprecio de su
singular condición de contorno urbano antiguo.
Estos usos turísticos requieren de edificaciones de dimensiones notables
en el contexto de Los Cigarrales que den cabida a la capacidad esperada
del negocio, convenientemente situadas (en la actualidad conforman un
arco visual frente a Toledo) y con una amplia oferta de servicios
(aparcamiento, pistas de deportes, piscina, etc.). La parcela hotelera
desdibuja la pauta bien conservada durante siglos del cigarral y aunque
adopta la denominación e incluso a veces el propio edificio del siglo XIX,
los transforma radicalmente.
Además, la presión inmobiliaria, especialmente en las zonas mejor
comunicadas, ha reducido el territorio de los cigarrales a los enclaves más
aislados y de menos visibilidad.
Los volúmenes edificados, de instalaciones hoteleras o de edificaciones
residenciales densas, han tomado las áreas más visibles demandando
mejores accesos e incrementando la presión de tráfico y servicios
(abastecimiento, aguas residuales, basuras, etc.) sobre la zona.
Hay un proceso sostenido de cambio que puede acabar con los valores
exclusivos antes mencionados.
El carácter de Los Cigarrales, diluido poco a poco a lo largo de la historia,
parece empezar a desaparecer. Los elementos formales (aparejo
toledano, jardinería tradicional, cultivos tradicionales, etc.) se presentan
ahora como elementos cosméticos en otras organizaciones que son
ajenas a su propia identidad. La confusión y equívoco de claves y posibles
lecturas objetivas es cada día mayor. El olivar ya no es el complemento
agrario de la actividad contemplativa original sino un mero ornamento
vacío de significados.
Las vistas, el valor más espectacular y atractivo, sufren también estos
procesos de cambio deteriorándose tanto en sus contenidos (pues se
pueblan de elementos ajenos) como en sus desarrollos escénicos (unos
“miradores” compiten con otros mostrándose entre sí).
Se requiere una ordenación de los distintos procesos y valores que de
salida a la competencia por este frágil y valioso territorio.
No se trata de conservar un paisaje como si de un museo estático se
tratara. Tampoco parece acertada la explotación turística indiscriminada
que conlleva una progresiva pérdida de identidad, pues esta provocaría un
creciente desinterés por el lugar, desprovisto así del encanto propio de su
singularidad, desembocando en el abandono o la masificación, con la
consiguiente pérdida de la memoria histórica.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 13
Se trataría de proporcionar pautas eficaces y criterios necesarios para este
paisaje cultural que debería ser objeto de una gestión equilibrada que
consiga preservar su identidad histórica, enriqueciendo el panorama
cultural y, al tiempo, favoreciendo un desarrollo económico duradero
(sostenible), aplicando medidas que garanticen su conservación y el
bienestar de sus comunidades.
El Convenio europeo del paisaje del Consejo de Europa, suscrito por el
Reino de España establece que la protección de estos paisajes valiosos
debe consistir en “conservar y mantener los aspectos significativos o
característicos de un paisaje, justificados por su valor patrimonial derivado
de su configuración natural y/o la acción del hombre”. Este Convenio
compromete a los Estados signatarios a desarrollar una política de
protección del paisaje, en consonancia con los planteamientos de su
articulado y que garantice estos objetivos.
En este sentido, los referentes objetivos del paisaje, es decir los elementos
en los que radica el valor de Los Cigarrales deben estar por tanto
nítidamente dibujados para poder conservar con eficacia sus valores en el
proceso de cambio. Muchos de estos referentes aparecen en el análisis y
diagnóstico realizados por este estudio.
Se deben preservar los elementos objetivos del paisaje tanto los
elementos aislados como los conjuntos. Se trata de valores naturales
(como los berrocales, sabinares, encinares), arquitectónicos tanto formales
(aparejo toledano, ajardinamientos tradicionales, etc.) como funcionales
(muros, entradas, edificiación con mirador), de aprovechamientos (pinares,
olivares, etc.), territoriales (redes de caminos, caminos encintados,
parcelario, etc.)
Son también referentes la organización de todos estos elementos pues es
la organización unitaria la que da sentido a su valor histórico pero también
al perceptual.
Son también referentes paisajísticos la capacidad escenográfica,
entendida en su justa medida, como un aspecto más de la ordenación
espacial que debe considerar las vistas como un vehículo para el aprecio y
lectura del paisaje y no como un mero fin en sí mismo.
Finalmente, la capacidad de idealización quedará preservada si se
conservan los referentes y claves mencionados pues sobre ellos se ha
construido el prestigio social e identitario de Los Cigarrales.
1.3 Equipo de trabajo
El proyecto fue dirigido por los profesores responsables de la asignatura
Ignacio Español Echaniz y Elena Muñoz Espinosa que coordinaron y
supervisaron el trabajo de los alumnos que trabajaron en tres grupos: los
que se encargaban del análisis objetivo de contenidos del paisaje, los
responsables del análisis de aspectos perceptúales del paisaje y los que
llevaron a cabo el análisis de aspectos escenográficos del paisaje. Los
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 1: Introducción 14
profesores fueron ayudados en estas tareas por David Sánchez Ramos,
becario de docencia durante dicho curso, que particularmente se encargó
de la coordinación de los documentos, gráficos y edición además de
aportar su buen criterio y sensibilidad. Eduardo Rico Carranza, profesor
en la Escuela de Arquitectura de Londres, dirigió y organizó la práctica de
análisis escenográfico aplicando el tratamiento informático tridimensional
al área de Los Cigarrales. Finalmente, Linarejos Cruz Pérez revisó
algunos aspectos de este documento y aportó algunos contenidos,
enfoques y observaciones.
El análisis objetivo de la realidad del paisaje recibió una especial atención
y sirvió de punto de partida para los demás grupos. Juan Manuel Bernard Morcate se encargó del análisis del parcelario y la estructura organizativa
de la parcela, así como de las formas del relieve. María del Prado Rodríguez García aportó la revisión de las características de muros,
puertas y edificaciones, colaborando con Juan Manuel en componer el
análisis del especial hábitat humano de Los Cigarrales. Mónica Loera Rocha y Ricardo Muñoz Salas, alumnos de la Universidad de Baja
California, en Méjico, que estuvieron con nosotros en Ciudad Real
cursando la asignatura de Paisaje en el curso 2005-2006, realizaron el
análisis cartográfico y trabajaron en la interpretación de geología y
vegetación.
El análisis de las pautas de visibilidad clarificó el desarrollo de los
procesos territoriales en marcha. David Rodríguez Muñoz elaboró la
introducción al análisis escenográfico del paisaje de Los Cigarrales,
produciendo también el diagnóstico sobre la sensibilidad al impacto visual
y el análisis de miradores. Antonio Arrieta Camacho construyó un
modelo digital del terreno que le permitió a él mismo y a sus compañeros
realizar los diagnósticos visuales sobre la pauta escenográfica de los
Cigarrales. Natalia Martínez Carretero analizó los tipos de escenografías
del territorio y Ana Margarita Casas Navarro caracterizó los distintos
ámbitos visuales y sus principales enclaves.
Finalmente, se revisaron las aportaciones de los procesos de idealización
e interpretación del paisaje. Roberto Portela, alumno de la Universidad de
Sonora en México, que cursó la asignatura de paisaje en Ciudad Real
(curso 2005-2006) revisó los elementos construidos como referentes del
paisaje de Los Cigarrales. Beatriz Zaragoza Díaz analizó su imagen
turística mientras Carmen Rubio Rodríguez consideraba las claves
identitarias del paisaje cigarraleño. José Ángel Toboso Berruga analizó
la aportación de la generación del 98 y, particularmente, de su pintura.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 15
LA REALIDAD DEL PAISAJE Y SUS PROCESOS
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 16
2. LA REALIDAD EN EL PAISAJE DE LOS CIGARRALES 2.1 Introducción a la realidad de Los Cigarrales
Un estudio sobre un recurso histórico como el de estos elementos del
contorno urbano del Toledo antiguo, debe ser entendido siempre con un
tono de propuesta y ser asumido con la debida precaución. Los trazos de
la historia son complejos. La renovación, restauración y reorganización
pueden suponer efectos de diferente alcance sobre el objeto analizado. Si
esta circunstancia es evidente en el caso de un objeto menor, es una
realidad de fondo en el estudio de un conjunto paisajístico como el que nos
ocupa. En algunos casos, la realidad presente puede reflejar las
cualidades del objeto original y en otros, se puede haber perdido toda
relación con el objeto de interés. Lo mismo ocurre con las copias, réplicas
o imitaciones del objeto original que pueden confundir e incluso tergiversar
los significados buscados.
Por todo ello, este primer capítulo se plantea como una revisión de las
circunstancias actuales a partir de la información que se conserva del
pasado. Se hace una relación de los aspectos que en la actualidad
construyen el carácter del paisaje de la zona de estudio, sea cual sea su
repercusión histórica. El énfasis se hace por tanto en considerar el papel
que juega cada rasgo dentro del conjunto que se percibe como paisaje y
cómo cada aspecto se complementa y se ajusta en el conjunto. Es decir,
se trata de un breve repaso de las claves paisajísticas de los Cigarrales
que delatan los procesos reales de este medio. En este sentido se
contraponen con los análisis de otros capítulos de este dcoumento que
persiguen sistematizar la apreciación de este paisaje.
2.2. El paisaje del contorno de la ciudad
Desde el establecimiento de los primeros asentamientos hasta el actual
desarrollo y consolidación de ciudades región, las áreas urbanas han
necesitado cubrir una serie de funciones en sus contornos. Los bordes
urbanos se han dedicado a producir recursos estratégicos (aguas, huertas,
ganado), han asumido los sistemas de defensa frente a los enemigos o se
han encargado de deshacerse de los residuos que genera la ciudad. Estas
funciones se han impuesto en los contornos de las ciudades conformando
un paisaje diferente al urbano pero estrechamente relacionado con su
servicio a la ciudad.
El área de Los Cigarrales de Toledo es un ejemplo singular en este sentido
pues posee valores históricos y culturales propios que se insertan en el
contexto del contorno de la ciudad. La historia de la ciudad y la de su
contorno han ido dejando testigos físicos, también borrándolos e incluso
reescribiéndolos hasta generar la complejidad del paisaje que hoy
podemos observar. En ese paisaje es necesario desentrañar las claves de
aquel pasado y con ellas intentar explicar su valor y singularidad.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 17
Figura 2.1 Los recintos amurallados incluían sistemas de aprovisionamiento para sus habitantes. La huerta periurbana aparece en muchos modelos en el interior del recinto como en este castillo aldea de Monterregioni (Toscana). Cuando este espacio interior se colmató de edificaciones la explotación agraria se mantuvo en los contornos urbanos exteriores más próximos (Gráfico elaboración propia a partir de dibujo original).
Los primeros asentamientos humanos estuvieron asociados a la
disponibilidad de alimentos. Se dice que el desarrollo de las primeras
técnicas agrícolas, aplicadas a un terreno determinado, favoreció la
creación de asentamientos humanos permanentes junto al terreno
cultivado. En sentido inverso, las tierras de los contornos de las ciudades
fueron de siempre buenas ubicaciones para la producción de cultivos
intensivos que se destinarían al mercado urbano. Las huertas periurbanas
eran resultado de la demanda directa de la ciudad y, si la ciudad se
situaba junto a un río, de las ventajas del aprovechamiento del agua para
el riego. Los cursos de agua proporcionan a la ciudad antigua los recursos
de sus aguas, la capacidad de deshacerse de sus residuos y el posible
aprovechamiento de las energías de su caudal. Además, el río también
servía de barrera física para proteger a la ciudad de los posibles
enemigos, especialmente, si como en el caso de Toledo, el cauce era
caudaloso y se encajaba en una morfología de barranco profundo y difícil
de franquear.
Como aún hoy día, los contornos de la ciudad también tenían que dejar
paso a las vías de comunicación y acceso que apoyan la función central
de las ciudades en el territorio, comunicándolas con los territorios vecinos
y más allá. De manera que caminos, calzadas y vías pecuarias
atravesaban el espacio periurbano para adentrarse en el entramado
urbano.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 18
Figura 2.2 En esta vista de Sevilla, el viajero y pintor Hoefnagel recoge un paisaje de contorno urbano del siglo XVI. Los límites defensivos del río Guadalquivir se completan con el cinturón de murallas. El curso de agua es barrera pero también modo de comunicación, con su puerto fluvial donde descargan los barcos. Huertas, olivares y frutales dominan la margen exterior del Guadalquivir, próximas a la ciudad para alimentarla. Los caminos se abren paso hacia ella cruzando el río con un puente de barcas o uno de piedra, puntos de acceso que se vuelven estratégicos (Gráfico Elaboración propia). El paisaje de los límites de la ciudad, muchas veces definido nítidamente
por las murallas protectoras y sus puertas, combinaba toda esta serie de
elementos y funciones. Estos competían entre sí y organizándose en una
forzada convivencia. Sobre las barreras físicas del río y sus márgenes, se
salpicaban huertas, molinos y norias junto con los puentes y vados para
los caminos de acceso, los sistemas amurallados y las defensas del
contorno de la ciudad. Las tierras próximas de pastos y de bosques
abastecían a la ciudad de ganados, bestias de carga y maderas para su
funcionamiento.
Inserto en este complejo paisaje de los bordes de la ciudad antigua, se
desarrolló la villa de recreo como producto de un especial momento
cultural, el del renacimiento castellano tardío. La villa de recreo era una
residencia periurbana de descanso que servía a los ciudadanos más
acomodados como lugar de placer y reposo, alejado de las molestias de la
ciudad pero estrechamente relacionado con ella. Los Cigarrales
encuentran su origen en este uso especializado del contorno urbano.
La expansión de las ciudades, favorecida por las infraestructuras de
transporte y por la progresiva integración de territorios, diluyó los nítidos
límites físicos de la ciudad antigua haciéndolos desaparecer en muchos
casos. En muchas ciudades se ha perdido el rastro de los contornos
urbanos, en otras quedan algunos signos aislados de estos paisajes del
pasado que nos proporcionan información para comprender cómo se hizo
frente a cuestiones esenciales, hoy día cruciales, como el abastecimiento
de la ciudad, su organización periférica o su entendimiento del medio.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 19
Figura 2.3 El desarrollo del tejido urbano de Albacete desdibuja sus propios límites confundiendo las tipologías de zonas, con muchas áreas diversificadas, intermedias y de transición que desdibujan los límites físicos claros. La ciudad moderna, aunque se mantiene como un referente físico de sus habitantes, se diluye en su territorio (Fuente Google Earth).
De todo esto, se deduce la especial relevancia del paisaje del área de Los
Cigarrales que ha sabido conservar una cierta permanencia física de los
límites antiguos de la ciudad de Toledo y de los elementos que los
conformaban. No obstante, éstas claves de lectura, aunque presentes, no
son tan evidentes pues requieren de un delicado análisis.
Figura 2.4 La Puerta de Toledo en Ciudad Real, un testigo del antiguo contorno medieval de Ciudad Real, situado sobre la ronda, una calle periférica que delata la presencia del cordón amurallado que rodeaba a la ciudad.
2.3 El origen de Los Cigarrales de Toledo
Las Villas de Recreo de Los Cigarrales de Toledo encuentran su origen en
algunas de las explotaciones agrícolas que se encontraban en el entorno
de las márgenes del río Tajo. Parece ser que la villa de recreo no se
desarrolló hasta el siglo XVI, momento en que los grupos sociales más
pudientes de la ciudad de Toledo, que se beneficiaban de la presencia de
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 20
la Corte en esta ciudad, influenciados por la proximidad cultural y política
de Italia pasaron a adquirir fincas agrícolas en esta zona para utilizarlas
como lugar de descanso.
Este fenómeno cultural se produjo sólo durante un periodo de tiempo
relativamente corto, durante la presencia de la corte en Toledo y algunas
décadas más, es decir en gran parte del siglo XVI y parte del XVII. Sin
embargo, y como se verá más adelante la idealización de Los Cigarrales
como fincas de recreo ha subsistido hasta nuestros días gracias a la
recuperación de estas explotaciones como casas de campo de ocio a
finales del siglo XIX y hasta nuestros días. Recientemente a finales del
siglo XX se añadió, primero, una sincera preocupación por Los Cigarrales
como patrimonio histórico y, después, más recientemente, por su interés
para el negocio turístico.
Es así que los terrenos ocupados por el actual barrio de los Cigarrales han
pasado a lo largo de la historia por diferentes etapas con usos dispares,
aunque siempre con el predominio de una gestión agrícola de fondo.
Desde muy antiguo la proximidad del Tajo favoreció el desarrollo de
artefactos e infraestructuras que aprovechaban la energía del curso de
agua, con molinos y norias para bombear las aguas hacia las parcelas de
regadío muy productivas.
Al mismo tiempo, las demandas de ganado de la ciudad de Toledo
(ganado para tracción, para carne y leche) impulsaron el desarrollo de
extensas zonas de pastos, que llegaron a estar gestionadas
comunalmente por las propias instituciones de la ciudad para garantizar el
abastecimiento.
Figura 2.5 Plano de Toledo de Coello de 1858, en el que se muestra la ciudad de Toledo. Los Cigarrales fuera del marco del plano recobrarían interés a partir de esas fechas. (Gráfico: Elaboración propia a partir de dibujo original)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 21
Figura 2.6: Los olivos (al fondo) ocupan aún hoy día gran parte del territorio entre las parcelas de los Cigarrales compartiendo espacio con roquedos (primer plano) y terrenos marginales de matorral y encinas (término medio) (foto ETSICCP).
En este paisaje encrespado, irregular y rocoso cada terreno encontró su
especialización agraria, dedicándose las zonas productivamente más
marginales a usos más extensivos como los pastos, y las más favorecidas
por las condiciones topográficas y la proximidad al río por los regadíos.
Los artefactos de las márgenes del Tajo y sus capacidades fueron
cruciales en esa especialización. Las áreas intermedias se dedicaron a los
cultivos tradicionales del arco mediterráneo: olivar, frutales y el viñedo que
prosperó una vez superada la etapa musulmana. A lo largo de la historia
de la ciudad, estas actividades se mantuvieron sobre un parcelario que
sufrió numerosos cambios y que vio cómo unos usos se imponían a otros
sucesivamente.
Las pautas básicas se conservaron y, se puede decir, que de algún modo
se conservan hoy aunque en un contexto diferente. La demanda de fincas
para villas de recreo que se produjo en el siglo XVI tuvo que abrirse
camino en estos parcelarios. Las clases urbanas más acomodadas
pudieron fácilmente adquirir los terrenos menos productivos, aquellos de
peores suelos, rocosos y elevados más difícil de adaptar al regadío,
mientras que los agricultores conservaron la posesión de las mejores
fincas.
Figura 2.7: Aprovechamiento de agua del río Tajo para Los Cigarrales
(elaboración JM Bernad)
Área de los Cigarrales Río Tajo Casco de
Toledo
APROVECHAMIENTO DE AGUA DEL RIO TAJO PARA LOS CIGARRALES
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 22
El origen por tanto de Los Cigarrales, tal y como los entendemos hoy día
está ligado a la marginalidad agraria de las fincas más elevadas del ámbito
próximo al río. Las fincas de recreo no abandonaron la explotación
agrícola, sino que la mantuvieron junto a una villa que, en algunos casos,
se construyó ex profeso adoptando formas italianizantes y que con mayor
o menor esplendor se desarrolló en Los Cigarrales.
La pauta de las primeras fincas de recreo vino así asociada a la peculiar
morfología del relieve de la zona. Como se ve en el esquema anterior, los
molinos de agua de las márgenes del Tajo levantaban el agua y
aumentaban la productividad del cultivo de algunas de las explotaciones.
De hecho en el Tajo quedan reminiscencias de estas instalaciones
hidráulicas y de sus sucesoras.
La clave paisajística (es decir el rasgo del paisaje que nos explica un
proceso que ocurre o ha ocurrido en él), en este caso la encontramos en la
altura y el relieve. Tan sólo se podía dar riego a las tierras más bajas y
cercanas al río pues a ellas se podía suministrar agua por la impulsión
generada en el Tajo. Queda así una configuración en donde las tierras
altas no pueden tener un uso agrícola intensivo, sino marginal y en
consecuencia adoptan el uso recreativo.
Figura 2.8: Azud en el río Tajo. La represa transversal del cauce conduce el caudal hacia un extremo donde impulsa las turbinas de un molino que tiene así capacidad para moler (trigo, aceite, etc.) o izar agua ladera arriba. Las norias hacían esta labor (foto .I. Español).
El nacimiento de Los Cigarrales se dio en un parcelario entre
explotaciones agrícolas, en el contorno de una de las principales ciudades
de la dinastía de los Austrias, sobre un relieve abrupto en el que
compartían espacio con otros usos y actividades como los caminos que
provenían de los distintos territorios del reino, los aprovechamientos
hidráulicos o las zonas de pastos para los animales de Toledo.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 23
2.4 Las Villas de Recreo. Muros y puertas
Estas villas de recreo aparecen en el entorno de la ciudad de Toledo en el
siglo XVI en pleno renacimiento tardío castellano. Eran consideradas
residencias de descanso y signo externo del prestigio social, lugar de
encuentro para las tertulias de clérigos, nobles e intelectuales. Su
ubicación en las zonas más altas se atribuyó inicialmente al
aprovechamiento de las vistas que se obtienen de la ciudad de Toledo,
pues la idea del Cigarral en la actualidad incluye esta función paisajística.
Sin embargo, las villas renacentistas europeas y la propia evolución
cultural europea no mostraron interés por la contemplación del paisaje
hasta mucho después. Las villas renacentistas italianas y españolas de
esa época manejaban la idea de patios cerrados y jardines aislados del
exterior (Hortus Conclusus) conservándose ejemplos muy llamativos de su
indiferencia por el atractivo del entorno. Progresivamente, los jardines
fueron desarrollando composiciones sobre laderas y perspectivas
escalonadas que fueron poco a poco conquistando el ámbito paisajístico
exterior al jardín. Este se convirtió en objeto de contemplación bien
avanzado el siglo XVIII de la mano de los viajeros románticos cuando ya
las fincas de recreo de Los Cigarrales habían caído en desuso y el propio
paisaje de Toledo iba cobrando interés para los visitantes.
Figura 2.9: El jardín del Palacio Piccolimini en la ciudad ideal de Pienza (Toscana), geométrico y cuadrado se cierra a las impresionantes vistas sobre el paisaje que se dispone frente a él. Tendrían que pasar dos siglos para abrir las tímidas ventanas en el muro (Foto I. Español).
Aunque menos espectacular y llamativo, la causa parece encontrarse en la
disponibilidad de terreno en una zona sin posibilidades para un buen
aprovechamiento agrícola y separada de la ciudad y su congestión y
bullicio. Es una curiosa paradoja que la óptima localización escenográfica
de las fincas de recreo de Los Cigarrales, elevadas frente a las
espectaculares vistas de Toledo, no se deba por tanto al aprecio del
paisaje, sino a la marginalidad agrícola de estas lomas. El paisaje al
parecer se incorporó como un valor añadido mucho después de la
creación de las villas de recreo cuando fue cobrando interés como objeto
de atención en sí mismo.
Es en el siglo XVI cuando el alto clero y la aristocracia toledanos adoptan
la idea de comprar villas de recreo adaptando sus casas al terreno agreste
y accidentado que presenta la colina toledana. Al parecer algunas de las
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 24
construcciones fueron de gran interés y calidad reproduciendo las pautas
renacentistas al uso, incluyendo galerías y jardines.
Sin embargo, en la actualidad no se conservan grandes muestras de
edificaciones, ni jardines de aquella época pues Los Cigarrales fueron
perdiendo su uso recreativo cuando Toledo perdió influencia social al dejar
de ser la sede de la corte de los primeros Austrias. Luego la
preponderancia de las actividades agrarias relegó a estas construcciones
al abandono.
Más adelante a finales del siglo XIX, se recuperó el interés por Los
Cigarrales, como finca de recreo y dotadas de un notable prestigio social y
cultural. Para entonces no quedaba nada que recuperar de aquellos
edificios originales, sólo los terrenos y fincas que conservaban su pasado
irregularmente.
Esta idealización de Los Cigarrales recuperó el modelo y lo asimiló a las
circunstancias de la sociedad española del cambio de siglo, prosperando
entre las clases pudientes e intelectuales de Toledo y Madrid (más
adelante en este informe se trata esta evolución).
Recientemente, algunas de las casas señoriales han dado paso a hoteles,
para ello se han juntado varias parcelas construyendo un único edificio de
gran volumen y estilo entre rústico y conventual (ver foto más adelante)
que retoma la función paisajística. Se aprovechan las vistas, que ahora se
ofrecen al turismo.
Figura 2.10 Edificio rústico conventual de un hotel en Los Cigarrales
(Fotocomposición de elaboración propia).
Otras fincas conservan su seña de identidad y su prestigio, alojando a una
población residente que se siente orgullosa de pertenecer a un lugar con
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 25
carácter e historia, aunque se enfrentan a graves problemas de calidad en
los servicios urbanísticos y a la presión de conservación que demanda la
salvaguarda de valores históricos de la zona.
Aunque no existe una tipología concreta, Los Cigarrales adoptan en
general las características típicas de la construcción toledana, con
fachadas de mampostería mixta de piedra encintada o enmarcada de
hiladas de ladrillo, la rejería de forja artística, estructura vista de madera, y
cubierta de teja con generoso vuelo a cuatro aguas (ver fotos siguientes).
En lugar de galerías, posible elemento de las primeras casas
renacentistas, las casas contemporáneas suelen estar rodeadas de
grandes balcones y ventanales protegidos por un tejadillo, siempre para
aprovechar al máximo las vistas (ver fotos siguientes).
También se puede observar cómo protegen de las miradas del exterior las
viviendas y otros usos de la parcela (piscinas, pistas de juegos...)
mediante el característico muro y la presencia de masas arbóreas que
rodean las edificaciones dándoles privacidad.
Figura 2.11 Casas de cigarral contemporáneas. Aunque en parcelas cerradas, se levantan por encima de los muros mostrando su segundo piso con ventanales, balcones y miradores (foto ETSICCP).
Los elementos de privacidad como los muros cuentan con una antigua
tradición. Al parecer, los característicos muros de Los Cigarrales se deben
a la necesidad de proteger las fincas de la presencia de ganado sueltos
que pastaba por los terrenos comunales del contorno de la ciudad de
Toledo y que invadían las fincas de recreo molestando. La Legua era una
franja de pastos para estos ganados gestionada por las autoridades
comunales de Toledo que rodeaba la ciudad y que adelantándose varios
siglos a los “green belts” de las ciudades inglesas conseguía mantener un
espacio intermedio disuasorio entre campo propiamente dicho y ciudad.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 26
Como otros elementos funcionales del Cigarral, los muros colaboran con la
construcción del carácter de este paisaje. Además, son un elemento que,
aunque no se ha conservado estrictamente el modelo original, al menos, s
e ha mantenido la necesidad de su función apareciendo reinterpretado en
la actualidad en distintas realizaciones.
Figura 2.12 Muro tradicional de piedra seca encajada y muro reconstruido a partir de muro original con argamasa (foto ETSICCP Ciudad Real).
Tampoco se conservan muros renacentistas, ya que el parcelario se
reorganizó varias veces tras la desaparición del carácter recreativo del
Cigarral en el siglo XVII y tras sucesivas reorganizaciones y reformas. Los
muros más antiguos se construían por piedras encajadas en forma de
puzzle (ver foto siguiente), sin ninguna pasta intermedia (piedra seca),
método artesanal que resulta hoy día muy costoso pero que es duradero.
También se hacían de adobe.
Los muros no son muy altos, algo que se podría esperar de una villa
señorial, pues esto impediría obtener vistas desde el interior. Al mismo
tiempo, tienen la altura suficiente para impedir ver lo que pasa dentro del
Cigarral, aunque dejan intuir el tipo de vegetación e incluso las
edificaciones que alberga en su interior la finca. Probablemente, la causa
de hacerlos tan bajos esté relacionada con la complejidad del método
constructivo.
Al igual que pasó con las casas, no se conservan muros auténticos, es
decir, de las primeras villas de recreo. En algunos casos, los muros del
siglo XIX han sido reconstruidos conservando parte del muro original. Los
muros actuales, que son la mayoría, se construyeron de mampostería
rematados por hileras de ladrillos y coronados por tejadillos, siguiendo el
estilo toledano.
Figura 2.13 Muro actual. Construcción típica de mampostería y teja retoma los referentes clásicos (foto ETSICCP Ciudad Real).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 27
En cualquier caso, sea cual sea su tipología, los muros son elementos
clave de este paisaje ya que estos marcan el paisaje, limitan el campo
visual y dominan la estética del paisaje por sus formas tan lineales y sus
materiales discordantes con la vegetación del lugar, que todo el tiempo
refieren al aspecto de la ciudad de Toledo. Además constituyen, junto con
los caminos, uno de los elementos fragmentadores del territorio que de
hecho componen las escenas interiores de Los Cigarrales, de ahí su
relevancia como iconos del lugar.
Un elemento primordial en el paisaje de muros son las puertas. A pesar de
la construcción de la mayoría de los muros y casas con nuevos referentes,
se conservan algunas puertas típicas de Los Cigarrales antiguos que
retoman su estilo y lo recrean de distintas maneras. Estas puertas suelen
ser de madera con remaches metálicos, y totalmente opacas. Para
sustentarlas se arriostran a pórticos en los que se incrusta una traviesa
superior de madera. El estilo de los pórticos sigue la misma tipología
toledana de muros y casas, es decir, de ladrillo y coronadas por tejadillo.
Como se ha podido observar a lo largo de la revisión de la zona, el tejadillo
es el elemento más repetitivo en todas las construcciones: sobre balcones,
muros y puertas.
Figura 2.14 Puerta típica de cigarral empotrada en pórtico reconstruido. Puerta secundaria conservada en la que aparecen los mismos elementos: pórtico de ladrillo, traviesa superior de madera, teja coronando pórtico. (foto ETSICCP Ciudad Real)
Las puertas principales suelen ser mucho más altas que los muros,
representando así la grandiosidad que corresponde a una casa de
prestigio señorial. En las entradas más actuales, los pórticos siguen
tomando poderío, conservando la traviesa de madera, cuya función no es
hoy día estructural sino meramente estética pero a diferencia de las
puertas anteriores, las más recientes suelen ser metálicas, con enrejados
dejando ver lo que pasa en el interior del Cigarral.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 28
Figura 2.15 Puerta moderna metálica con traviesa decorativa de madera simulando las entradas típicas de cigarral. Obsérvese el acabado neomudejar de los frisos del pórtico. (foto ETSICCP Ciudad Real) 2.5 Las ermitas de Los Cigarrales
En el ámbito de Los Cigarrales se encuentran varias ermitas que
constituyen importantes hitos paisajísticos.
La Ermita del Ángel está situada en el interior de uno de los cigarrales, en
su origen fue fundada como Capilla del Santo Ángel Custodio por el
arzobispo de Sandoval y Rojas, cuando los frailes se trasladaron a la
ciudad de Toledo, esta capilla pasó a ser ermita.
La Ermita S. Jerónimo es una sencilla construcción de planta rectangular,
planteada en una nave con coro en alto a los pies y presbiterio. La cubierta
es una bóveda de medio cañón fajeada y con lunetos. Es de estilo
renacentista.
Figura 2.16: Ermita de San Jerónimo (foto ETSICCP Ciudad Real)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 29
2.6 Estructura y organización del territorio de Los Cigarrales
La organización del parcelario de los Cigarrales se apoya en unos caminos
muy característicos definidos visualmente por los muros que los delimitan
a ambos lados. La red de estos caminos tiene una disposición dendriforme
que parte de las dos carreteras principales que los recorren.
Figura 2.17 Camino asfaltado entre muros de acceso a las fincas. Nótese la cuneta lateral y los espacios previos a la entrada (foto ETSICCP Ciudad Real).
Figura 2.18 Carretera de conexión con Toledo. Los muros delimitan los caminos como elemento del carácter del paisaje de Los Cigarrales. Su material de construcción destaca sobre la masa arbórea que domina el entorno y contra el suelo del camino, aquí de asfalto. El muro retrocede para dar lugar al área de recepción previa a la entrada (foto ETSICCP Ciudad Real).
Las carreteras sobre las que en la actualidad se apoya el entramado
parcelario de los Cigarrales son fundamentalmente dos. Una circunvala la
zona más tradicional de los Cigarrales en el Noroeste y la otra se extiende
del Norte al Sur llegando a unirse con la carretera a Ciudad Real. Con
estas carreteras se cubre todo el territorio de estudio pudiendo aportar
accesibilidad a casi cualquiera de los espacios. Algunos lugares centrales
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 30
de los conjuntos de Cigarrales se encuentran, sin embargo, más aisladas,
una condición muy apreciada por los usuarios del Cigarral, que sigue
conservando su función histórica de casa de recreo y descanso lejos de la
actividad urbana.
Directamente de estas carreteras y con disposición ortogonal salen los
caminos que se adentran en el parcelario. La malla de caminos se va, sin
embargo, perdiendo de manera difusa. Algunos caminos han sido
asfaltados perdiendo así su aspecto característico, otros carecen de muros
a los lados. Las direcciones de estos caminos, son por tanto bastante
aleatorias pues no obedecen a una pauta fácilmente reconocible, no
siguen criterios topográficos y probablemente obedecen al continuado
proceso de recomposición del parcelario que durante siglos ha ido
reorganizado la red interna sucesivamente.
El parcelario de los Cigarrales no mantiene una organización con una
pauta muy clara. El tamaño de las parcelas es grande en general pero las
formas y disposición varían de unas a otras. En algunos, de hecho, la
superficie es muy extensa lo que hace que incorporen áreas en abandono.
Esta estructura de organización espacial de parcelario y red de caminos
tan peculiar es una clave de identidad del paisaje, porque le aporta una
connotación de desorden que colabora con la idealización de lo antiguo.
Figura 2.19 Red de caminos en Los Cigarrales (Gráfico elaboración JM Bernal) Los caminos dispuestos sobre el irregular relieve de la zona componen
itinerarios visuales muy fragmentados pues repentinamente muestran u
ocultan algunos elementos próximos (interior del Cigarral) o distantes
(vistas de Toledo), aportando información a la compleja convivencia de
espacios públicos y privados que se da en este barrio urbano de condición
rural.
Pese a tener formas variadas y dispares, la organización interior de la
parcela de un Cigarral muestra unas pautas similares a todos ellos. Por
ejemplo, la vivienda nunca se coloca en la entrada de la parcela. Suele
Carretera en dirección a Cobisa
Carretera de circunvalación
Entramado de caminos de acceso a fincas
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 31
poder verse desde el exterior entre la vegetación o incluso no verse. La
vivienda suele disponerse de tal manera que consiga unas buenas vistas.
Aún así la adecuación de miradores en el interior de las parcelas es
bastante frecuente.
Figura 2.20 Estructura de organización espacial de Los Cigarrales (Elaboración
JM Bernad)
La vegetación más abundante del interior de la parcela es el pino carrasco.
También están presentes el característico ciprés y la encina, así como,
fruto de la tradición agraria, los olivos. La vegetación ornamental no
tradicional toma cada vez más protagonismo.
Los muros (descritos en un apartado anterior) suelen cerrar únicamente
por el lateral del camino mientras que los demás laterales, los de las lindes
entre fincas, suelen ser más flexibles y translúcidos. Estas separaciones
físicas en las lindes suelen ser simples setos, otro tipo de vegetación u
otros medios de separación.
La disposición en ladera hace que algunos de los caminos en el interior de
las parcelas sean de gran pendiente. En la mayoría de los casos se ha
organizado la parcela de tal manera que la puerta esté en el lateral de
menos altitud y la casa en la zona más alta, es decir, es una organización
claramente escénica, que realza la construcción principal.
Este factor de organización, se considera como clave del paisaje porque
marca la parte privada del territorio, en gran medida esto provoca que
cada propietario modifique su parcela a su antojo y la sucesión de éstas
llega a cambiar el paisaje global original. Las formas del parcelario reflejan
también el gran desorden aparente de Los Cigarrales.
2.7 Otros procesos en el paisaje y sus claves Los valores naturales de Los Cigarrales se sostienen en numerosas claves
apreciables como son la llamativa morfología del terreno, los roquedos o la
Camino entre muros
Vivienda en el centro de la parcela
Otras dependencias
Parcelación de forma geométricamente compleja Dirección en busca de vistas
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 32
vegetación espontánea, elementos que se muestran en los terrenos
marginales característicos de esta zona.
Figura 2.21 Los berrocales, conjuntos de roquedos graníticos de las zonas altas, dificultan el posible aprovechamiento agrario conservando así una vegetación espontánea que parcialmente reproduce las condiciones naturales de este territorio (foto ETSICCP Ciudad Real). El relieve es de tipo plegado con una gran diversidad de pendientes; desde
el tipo loma hasta el relieve fracturado, lo que indica en cierta medida un
grado considerable de plasticidad de la roca. Los suelos predominantes
son visiblemente erosionables, mostrándose con frecuencia el sustrato
rocoso en superficie.
Figura 2.22 Un berrocal es un pequeño inselberg que muestra el proceso de generación de los bolos graníticos (en este caso gneises) a partir de la disolución de la roca sobre las líneas de fracturas. Estas se van redondeando generando estas piezas redondeadas de piedra: los bolos. (foto ETSICCP Ciudad Real)
Los flancos del río (los cuales varían en su disposición desde una ligera
inclinación a escarpados en algunas zonas como las laderas del río Tajo),
presentan afloramientos de berrocales graníticos. Estos muestran rasgos
de un proceso de erosión continuo que da origen al suelo de tipo arenoso.
La formación de bolos a partir de las diaclasas da un conjunto
característico del roquedo. El suelo en último término derivó en una
estructura estratigráfica masiva. De la misma manera, se deduce el origen
metamórfico de la roca debido a la serie de procesos geológicos
necesarios para la formación de los pliegues y debido a lo cual se
formaron los gneises glandulares.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 33
Figura 2.23 El relieve adopta la forma de un conjunto de formas redondeadas (foto
ETSICCP Ciudad Real)
La forma del relieve es bastante accidentada. Las pendientes varían
mucho en poco espacio. Las laderas del río Tajo son bastante
pronunciadas, tanto hacia el casco histórico como hacia el barrio de Los
Cigarrales. En cambio van tendiéndose en cuanto nos alejamos.
De todos modos la forma del relieve ocupada por las parcelas de los
Cigarrales no es llana en ningún punto. Las elevaciones son continuas y
se forman sucesiones de lomas que determinan el paisaje dándole una
forma muy característica. De hecho este punto será visto con mayor
énfasis en el trabajo de escenografía.
Figura 2.24 Un relieve muy peculiar. con muy poca superficie horizontal (foto
ETSICCP Ciudad Real y Elaboración JM Bernard)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 34
Las formas del relieve son un factor muy importante en la distribución de
usos, desde la implantación de cultivos según geología y pendientes,
hasta la situación de las viviendas en función de la topografía y las vistas.
El relieve característico de Los Cigarrales se encuentra en la esencia de
este paisaje cultural y es la causa en gran medida de su conservación
hasta nuestros días.
Figura 2.25 Vegetación predominante en Los Cigarrales (foto ETSICCP Ciudad
Real y elaboración propia)
La vegetación de la zona se ha mantenido esencialmente a lo largo de la
historia, aunque ha variado la predominancia de algunas formaciones
frente a otras. Los cultivos han sufrido los mayores cambios, mientras que
la vegetación espontánea (matorral con arbolado, vegetación de roquedo,
etc.) se ha mantenido en los espacios no cultivados. Desde el uso principal
de las fincas, como el cultivo de algunos frutales y el aprovechamiento del
olivo, se ha pasado, al imponerse el uso de recreo, a despreocuparse por
la zona y sólo trabajar los espacios intraparcelas.
Figura 2.26 La vegetación ornamental, tradicional o no, ocupa hoy un importante lugar (foto ETSICCP Ciudad Real)
En el interior de los actuales Cigarrales suele haber una vegetación muy
característica, aunque recientemente se han ido introduciendo especies
ornamentales nuevas, y poco acordes con las tradiciones del lugar y las
Pinos
Encinas y olivos mezclados
Chopos
Zona de menos pendiente
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 35
características de clima y suelo. La vegetación de jardín con árboles
ornamentales como sauces y palmeras o diversos frutales son algunos
ejemplos de esto. Los frutales han quedado inmersos en los Cigarrales
actuales en donde el cuidado es mayor, algún platanero, albaricoques y
demás especies que necesiten frío y humedad. La presencia es en
muchos casos más testimonial y estética que como uso productivo.
Figura 2.27 La encina es el árbol emblemático del clima mediterráneo (foto
ETSICCP Ciudad Real).
En la zona externa el uso intensivo como aprovechamiento es mínimo. Se
dan principalmente tres especies: el pino carrasco, las encinas y los olivos.
El segundo y el tercero se presentan de forma desperdigada, en muchos
casos mezclados como en el esquema que se presenta a continuación. El
olivar también en grandes extensiones en la zona más alejada del casco.
Los pinos tienden a aparecer formando un conjunto como se puede ver en
el dibujo. De hecho en la zona de estudio encontramos un gran pinar, el de
la Bastida en el noroeste de los Cigarrales.
Figura 2.28 La vegetación de ribera acompaña a los pequeños arroyos dando testimonio de su presencia (foto ETSICCP Ciudad Real).
Desde la vega del Tajo hasta los puntos de mayor altitud existe un claro
gradiente de vegetación. La zona más cercana al río presenta uso agrícola
y en cuanto ascendemos se deja paso a formaciones arbóreas de todo
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 2: Procesos 36
tipo. Las vaguadas son, de alguna manera el medio de transporte de este
gradiente. Las inmediaciones de los arroyos están ocultas por la densa
vegetación de ribera.
Las encinas tienen la peculiaridad, gracias a su amplitud ecológica, de
estar presentes casi en cualquier sitio como se muestra en una de las
fotos seleccionadas en donde se encuentran en un punto alto y en un
afloramiento de roca. Lo mismo sucede con el almez. Entre estas dos
especies tejen en parte las zonas de mayor altitud de las formas
redondeadas del relieve.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 37
CONDICIONES VISUALES Y ESCENOGRAFIA
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 38
CAPITULO 3. CONDICIONES VISUALES Y ESCENOGRAFIA
3.1 La importancia escenográfica de los Cigarrales
Todo paisaje presenta una composición escenográfica determinada, es
decir, una organización visual de su topografía. De ésta depende en primer
termino su accesibilidad y también la capacidad de contemplación y vistas
y, en último término, tambien de la posibilidad de su aprecio e idealización.
En el caso de Los Cigarrales, esta organización de la escena es primordial
en muchos sentidos. El relieve granítico espectacular permite unas
impresionantes vistas sobre Toledo. Estas vistas que están detrás de la
realidad de este paisaje y de su aprovechamiento y han sido
fundamentales en de las distintas idealizaciones que se han hecho de Los
Cigarrales a lo largo de su historia. El aprovechamiento de las vistas,
aunque no parece estar ligado al origen de la finca de recreo, sí tiene que
ver con sus valores posteriores, como fue el relanzamiento del interés por
en el siglo XIX y, desde luego, con el aprecio actual y con su uso turístico.
Así pues se puede decir que los Cigarrales es una zona marcada desde
antiguo por sus peculiares características visuales y escénicas. Visitantes
y habitantes han utilizado o reconocido este valor de la zona como mirador
que se asoma a Toledo. Uno de ellos fue Braun Hogenberg, un viajero que
en el siglo XVI realizó toda una serie de vistas de ciudades europeas entre
las cuales se encontraba Toledo. Como se puede ver en la siguiente
imagen, la vista que elabora de Toledo toma su punto de vista en los
Cigarrales, de tal manera que el Alcázar queda a la derecha y la catedral
en el centro.
Figura 3.1: Vista de Toledo (Elaboración propia a partir de Braun Hogenberg)
Algunos años después, el Greco realizó su particular interpretación de la
vista de Toledo, ubicando su punto de vista en los Cigarrales y mirando
hacia el puente de San Martín. En ella se aprecian también los artefactos
del río, la Ermita de Santa Ana y sobre la loma San Juan de Los Reyes.
Así mismo, este autor tiene una segunda vista de la ciudad, pero ahora
desde una perspectiva mucho más confusa (quizás próxima al actual
emplazamiento de los miradores al pie de la loma del Parador), en la que
la vista de la ciudad ocupa el fondo escénico.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 39
Figura 3.2 Vista alegórica de Toledo del Greco, 1595 (Elaboración propia a partir
de gráficos)
La potencialidad escénica de Los Cigarrales sobre la ciudad de Toledo
sería un aliciente mucho más tarde para los viajeros románticos que se
dejaban seducir por la historia de España y cómo ésta se reflejaba en sus
monumentos y paisajes. Estos viajeros quedaron prendados por el misterio
y la evocación histórica de ciudades como Granada o Toledo recuperando
así el interés por estas vistas. David Roberts realizó su primer viaje por
España acompañado de un amigo pintor español y tras recorrer la
península, pasó a África. Realizó una escala en Toledo y tuvo tiempo de
llevar a cabo una imagen desde una zona cercana a la ubicación actual del
Parador de Turismo, dirigiendo su mirada hacia el puente de Alcántara y la
zona oriental de la ciudad.
Las corrientes nacionales del paisajismo español también atenderían a
estas vistas en sus diferentes periodos. Encontramos referencias a los
paisajes de Toledo en el impresionismo, con la aportación del pintor
toledano Aureliano de Beruete. En este caso, el efecto escenográfico se ve
reducido a un segundo plano para dar más importancia al juego de colores
y texturas.
En conclusión, el paraje de Los Cigarrales es un lugar de cualidades
escenográficas muy acusadas, que aunque no siempre se ha valorado
como tal, surge en los diversos movimientos culturales. En la actualidad, la
proliferación de viviendas y hoteles se debe en gran medida a este factor,
ya que se buscan las vistas sobre Toledo como un valor a desarrollar.
Sin embargo, no se debe olvidar que las vistas no son exclusivamente
unidireccionales (desde los Cigarrales hacia Toledo), sino que también se
desarrollan en todos los posibles sentidos, por ejemplo, de Toledo hacia
Los Cigarrales, entre los propios cigarrales o en cualquier otra dirección.
La zona sur del casco histórico de la ciudad está circunvalada por un
paseo cuyo principal interés es la panorámica sobre el río y sobre los
Cigarrales. La escenografía no sólo es una condición de valor del paisaje,
en este caso, incluso de su propia esencia e imagen, sino que además
compone la pauta de fragilidad frente a los posibles desarrollos. Por todo
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 40
ello, en este capítulo se analiza la estructura visual del territorio, sus
enclaves y fragilidades.
3.2 Análisis escenográfico del Paisaje de Los Cigarrales
Todo paisaje, tiene una estructura escenográfica que le es propia y lo
distingue del resto. Sobre esta organización se desarrolla el conocimiento
y aprecio del paisaje, de ahí su importancia.
Esta organización es también responsable de los privilegios paisajísticos
de determinados puntos y zonas respecto al paisaje tanto como de la
fragilidad y debilidades de otros. La disposición escenográfica sigue una
cierta pauta o esquema básico que es un eficaz referente para la
ordenación paisajística de usos y actividades, pues organiza todo el
sistema de vistas, visuales y accesos a partir de la cual determinados
lugares poseen una mayor riqueza o fragilidad visual.
La cartografía digital ayuda grandemente al análisis y diagnóstico de las
condiciones visuales de un paisaje, pues interpreta el territorio en estos
términos escenográficos y evalúa sus potenciales visuales. Es por eso que
se ha trabajado en estos instrumentos para permitir un entendimiento
escenográfico del paisaje de Los Cigarrales, un territorio en el que el
relieve juega un papel crucial.
Para realizar el estudio escenográfico del paisaje, se ha realizado con los
datos disponibles un modelo digital del terreno (en adelante MDT), es decir
una interpretación informática tridimensional del territorio que
adecuadamente explotado, permite identificar itinerarios y localizaciones
de interés. La imagen de ortofoto siguiente muestra el área de referencia
tomada para este estudio escenográfico y sobre la que se construyó el
modelo digital del terreno (MDT).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 41
Figura 3.6 Plano de Situación del área de estudio (A.Arrieta)
Figura 3.7 Foto 3D del área de estudio obtenida de Google Earth.
Figura 3.8 Vista equivalente en 3D del área de estudio (A.Arrieta). Nótese el marcado efecto del encaje del río en el relieve.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 42
La estructura escenográfica de una zona se puede analizar en función de
estructuras escénicas tipo, como la Escenografía abierta o llana que
combina un relieve ondulado o llano, donde las vistas vienen determinadas
por la red de caminos y una organización sin rasgo o la Escenografía
fluvial que aparece fragmentada en dos paisajes que se miran
recíprocamente de un lado a otro de un espacio abierto a las visuales, y
otros.
El paisaje de Toledo y sus Cigarrales contiene una gran diversidad de
estas escenografías tipo que lo hacen muy rico. Estos tipos se indican en
las siguientes imágenes:
Figura 3.9 Escenografía abierta o llana: Es la que predomina en esta zona. Se caracteriza en este caso por un relieve ligeramente ondulado, casi llano, lo que da lugar a unas amplias vistas (Fuente Google Earth).
Figura 3.10 Escenografía lineal: Corresponde a la vaguada situada al sureste del Tajo y en la zona noroeste. Esta escenografía se organiza en un caso sobre dos direcciones rectas que se unen en forma de L, y, en el resto, en una sola dirección, las cuales definen unas vistas centradas únicamente en la dirección de ese eje (Fuente Google Earth).
Figura 3.11 Escenografía fluvial: Es la correspondiente al río Tajo y sus márgenes. Esta escenografía aparece fragmentada en dos paisajes que se miran recíprocamente, el de la ciudad de Toledo al norte del río y el de los Cigarrales al sur. La configuración de esta escenografía también es de tipo lineal, y se organiza sobre la dirección curva formada por el río (Fuente Google Earth).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 43
Figura 3.12 Escenografía urbana: La escenografía urbana se presenta en esta zona en el espacio ocupado por la ciudad de Toledo. Este tipo de escenografía se caracteriza por el entramado de espacios cerrados y complejos (calles, plazas, etc.) (Fuente Google Earth).
En resumen, podemos señalar los distintos tipos de escenografías
presentes en la zona en la siguiente ortofoto, con el fin de obtener una
idea global del conjunto escenográfico y poder ubicar los tipos anteriores
en su área correspondiente:
Figura 3.13 Tipos de escenografías presentes en la zona (elaboración propia)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 44
En la organización visual del espacio se encuentran lugares que, ya sea
por su disposición topográfica o por su posición visual relativa respecto a
los elementos de interés de la escena, tienen una gran importancia. Se
puede hablar así de frentes o fachadas, puertos, puertas, itinerarios,
miradores y puntos panorámicos.
Estos enclaves se han analizado sobre el modelo digital realizado con el
programa Rhinoceros 3.0 con el apoyo de fotos de satélite recogidas de
Internet con Google Earth, orientada como se muestra en la siguiente
imagen y que ayuda al entendimiento de los esquemas que se mostrarán a
continuación:
Figura 3.14 Foto satélite con la orientación de referencia para el análisis de
enclaves visuales en el relieve (FUENTE GOOGLE EARTH).
En primer lugar, se estudiaron los frentes o fachadas, que son grandes
formaciones o elementos verticales que se muestran en pantalla frente a la
vista de los observadores. Estos frentes, solamente se dan en las
márgenes del Río Tajo, al Sur del casco de Toledo, siendo estas fachadas
las que enmarcan con su presencia vertical (en ambos sentidos) el
recorrido escénico del río por la zona, delimitándolo claramente.
Figura 3.15 Localización de Fachadas (elaboración propia)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 45
Figura 3.14 Foto satélite con la orientación de referencia para el análisis de
enclaves visuales en el relieve (FUENTE GOOGLE EARTH).
Se definieron también los lugares que actúan como puertas. Estos son
ámbitos de transición que se cierran entre dos escenas visualmente
diferenciadas organizando la transición con mayor o menor brusquedad.
Las localizadas en el mapa están caracterizadas por estar limitadas a cada
lado por montañas sobreelevadas respecto la zona fluvial, a la cual da
transición. Se muestran a continuación sobre el gráfico informático del
relieve; se puede observar que dichas puertas, se localizan, asomadas
sobre la zona fluvial, en la cual hay una mayor irregularidad del relieve que
se abre repentinamente a las vistas de modo que queda claramente
definido.
Figura 3.16 Localización de Puertas (elaboración propia)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 46
Figura 3.14 Foto satélite con la orientación de referencia para el análisis de
enclaves visuales en el relieve (FUENTE GOOGLE EARTH).
Después de tener definidas las puertas y fachadas, se señalaron los
posibles lugares que actúan como puertos. Estos son horizontes
intermedios a los que se asciende desde un ámbito visual para descender
más adelante hacia otro espacialmente diferenciado, representan por tanto
transiciones verticales entre distintas escenas. En nuestro caso, se
consideran puertos, las fronteras que separan los ámbitos visuales
analizados en el trabajo. En la imagen, se definen los puertos principales,
estos nos impiden disfrutar del paisaje que se da en el otro lado, creando
sensación de delimitación de la zona pues enmarcan el ámbito en el que
nos encontramos. Estos puertos marcan un límite en los corredores por los
que se han trazado las vías de comunicación a partir del cual se divisa
Toledo y, que como pudimos observar en la visita in situ del lugar, son los
más privilegiadas en cuanto del punto de vista escenográfico hacia Toledo.
Figura 3.17 Localización de Puertos (elaboración propia)
Por último, se trazaron posibles itinerarios o rutas para conocer el lugar,
siempre orientando dichos itinerarios para admirar las vistas hacia la
ciudad de Toledo. Estos itinerarios coinciden con las vías de
comunicación, desde las que se observan los mejores paisajes de Toledo.
Para ello se tuvieron en cuenta, también, los puntos panorámicos y
miradores, que como se ha dicho, se recogen en el siguiente apartado.
Figura 3.18 Localización de Itinerarios (elaboración propia)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 47
3.3 Análisis de miradores En el análisis global del paisaje, los miradores tienen una importancia
capital, especialmente en el caso que nos ocupa: un paisaje en el que la
génesis de vistas tiene una especial relevancia cultural. Como primer paso
del análisis, la topografía nos puede sugerir aquellos lugares de mayor
altura relativa sobre el terreno circundante que, en principio, pueden
corresponder con puntos desde los cuales se puede tener una vista amplia
del paisaje. El tratamiento digital de modelos tridimensionales proporciona
una ayuda inestimable. El MDT resulta de gran ayuda para el análisis de
ámbitos visuales, la localización de enclaves visuales y la determinación
de escenografías tipo. Sin embargo, para los miradores es tan importante
el relieve como la ocupación del suelo, ya que pequeños elementos (que
no tienen por qué aparecer en la cartografía) pueden influir en gran medida
sobre la vista a conseguir. Es por eso que se ha realizado un diagnóstico
mixto apoyado en el análisis del MDT y en el contraste con trabajo de
campo y análisis de las vistas resultantes. Por ello, es fundamental para
localizar miradores la visita de campo y la propia comprobación de la vista
desde el punto.
En el mapa que se adjunta se han identificado cinco miradores con seis
vistas principales desde ellos. Así mismo, se ha realizado el perfil
longitudinal de la dirección principal de vista desde estos puntos, para
localizar las zonas de vista y las zonas de sombra. Resultará esclarecedor
comparar estas imágenes con las generadas por el programa de gestión
del MDT (Programa Rhinoceros), de tal manera que podamos determinar
la influencia de los pequeños elementos sobre la vista general.
En este sentido, también resulta de gran ayuda la utilización de una
aplicación como Google Earth, ya que permite simular vistas que además
llevan incorporada la ocupación del suelo. Desgraciadamente, la
información de la foto aérea no tiene volumen (solo se ve proyectada
sobre el relieve) pero permite orientarse con facilidad y poder comparar las
vistas. En las siguientes páginas se muestran las imágenes tomadas en
campo desde cada uno de los miradores, junto con una vista simulada de
Google Earth y la cuenca visual proveniente del análisis con Rhinoceros.
Un pequeño texto complementa la explicación de las imágenes.
Tras la visita de campo y el análisis escenográfico realizado con los
programas antes mencionados, se pueden obtener algunas conclusiones:
• La mayoría de los mejores puntos de vista se encuentran ocupados
por viviendas, de tal manera que se ha producido, de una manera
intuitiva, un aprovechamiento escenográfico del paisaje, eligiendo
los puntos privilegiados.
• La presencia de una vegetación de gran porte (en muchas
ocasiones de especies no autóctonas) abundante en muchas de
las fincas hace que puntos topográficamente elevados no
dispongan de una buena vista, ya que quedan obstruidas por ella.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 48
• Las mejores panorámicas accesibles se concentran en la zona del
río, por lo abrupto de la topografía en esa zona y porque la mayor
densidad de carreteras hace que el paisaje sea más accesible para
el visitante. Así mismo, la mayoría de los miradores analizados en
este apartado se encuentran junto a vías de comunicación, de tal
manera que puedan ser accesibles para el visitante, en el caso de
que se propongan como actuaciones a realizar.
Debido a todas estas consideraciones, y como se verá en el apartado
de Impacto Visual, el paisaje de los Cigarrales puede ser considerado
como un paisaje frágil desde el punto de vista escenográfico, ya que la
realización de intervenciones (por ejemplo, la construcción de un
hotel), no sólo se convierte en un impacto visual para la vista desde
Toledo, sino que además, muy probablemente, obstruya la visión de
los puntos de vista que “miran” hacia Toledo.
Zona de sombra
Zona visible
Zona visible
Zona de sombra
Zona de sombra
Zona visible
Zona visibleZona de sombra
Zona de sombraZona visible
Zona de sombra
Zona visible
Figura 3.19 Ubicación de miradores y perfil longitudinal de la línea de visión (elaboración propia)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 49
Figura 3.20 Mirador 1 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
Este primer mirador se sitúa en la parte más meridional, junto a la carretera que cruza de norte a sur Los Cigarrales. Aunque tiene vistas lejanas sobre el casco,
se ha elegido una imagen que retrata las suaves colinas que separan este ámbito situado alrededor de la carretera occidental.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 50
Figura 3.21 Mirador 2 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
El segundo mirador (en el que se ven las vistas 2 y 4) se sitúa en las márgenes de la carretera occidental. En este caso está mirando hacia las misma colinas que
en la vista anterior pero desde una posición opuesta. En primer plano se puede ver el cerro donde están situadas las antenas repetidoras que dan señal a la
ciudad de Toledo. En la imagen de la cuenca se puede ver como, a pesar de que la cuenca visual se reduce al área circundante, también se puede ver toda la
elevación del casco histórico de Toledo. Este hecho, junto con su accesibilidad, lo convierte en un punto adecuado para acondicionar como mirador de aquel
turista que se acerca a la ciudad.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 51
Figura 3.22 Mirador 3 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
El tercer mirador se sitúa en las proximidades de una ermita en la esquina noroccidental de la zona de estudio. Este punto, accesible a través de un camino
desde la carretera presenta unas vistas interesantes de la zona occidental de la ciudad. En este caso se puede comprobar la influencia de pequeños elementos en
los miradores. En la cuenca se ve un gran área visible en la derecha de la imagen. Sin embargo, en la foto se puede comprobar la presencia de un muro que tapa
esa parte de la vista y que, de considerarse, cambiaría sustancialmente la cuenca visual.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 52
Figura 3.23 Mirador 4 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
Esta vista corresponde a la misma zona que la vista 2. En este caso, la vista se dirige hacia el principal punto de interés de la zona: el casco histórico de Toledo.
Como en la otra vista, en este caso, la elevación de uno de los márgenes de la carretera ofrece una visión privilegiada del entorno. Sin embargo, la peculiar
topografía de la zona hace que la mayor parte del área visible se encuentre alejada del punto de visión, situándose en la parte oriental de la zona.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 53
Figura 3.24 Mirador 5 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
El mirador que corresponde a esta imagen es el menos accesible de todos los mencionados. Se encuentra en la parte sur de la zona de estudio y no hay una vía
que dé acceso directo. Sin embargo, es un punto muy bueno de visión panorámica (que varía entre el este y el suroeste pasando por el norte). En dirección norte
se puede ver Toledo, asomando por encima de una loma más próxima. Obsérvese en la foto la importancia que puede tener para estas vistas la vegetación. En la
base de la foto se ven arbustos y árboles de poco porte que, de alcanzar un tamaño ligeramente mayor, pueden llegar a eliminar una vista que a priori podría ser
de gran interés.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía 54
Figura 3.25 Mirador 6 (fuente google earth y foto ETSICCP Ciudad Real)
El último de los miradores elegidos se sitúa en las proximidades del Parador de Turismo (se puede ver en la esquina inferior izquierda de la foto). En ella se
pone de manifiesto de forma muy evidente la mayor altitud de esta zona con respecto del Toledo antiguo. Así mismo, esta imagen sirve para poner de relieve la
profundidad y estrechez del cañón del Tajo, que hace que en la foto se vean las dos cornisas que lo limitan pero no se aprecie para nada el valle, de tal manera
que un observador poco informado podría no advertir su presencia. De todas las vistas, ésta es la más espectacular (la ubicación en este sitio del Parador parece
confirmar esta afirmación).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
55
3.4 Análisis de vistas
Las propiedades escenográficas son importantes para el aprecio y
conservación del paisaje por que determinan el marco de entendimiento de
la escena. El análisis de vistas proporciona un diagnóstico sobre los
aspectos que se muestran en cada punto al considerar sus contenidos y la
manera de presentarse al observador. Lo que sigue es un análisis de estos
contenidos de las vistas en los que reside el valor del paisaje. Se han
considerado vistas directas y amplias. El análisis se presenta sobre
fotografías tomadas de las vistas acompañándose de una presentación del
ángulo visual del dominio reproducido sobre las fotos aéreas anguladas de
Google Earth.
Figura 3.20 Dominio escenográfico que combina la organización visual urbana del casco (piramidal) con las vistas desde la otra margen de la escena fluvial. (Foto A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
56
Figura 3.21 El Alcázar de Toledo focaliza la vista del paisaje urbano histórico coronando el abigarrado caserío de Toledo. (Foto: A.Arrieta)
Figura 3.22 La escenografía fluvial en el plano medio se intercala en la escenografía abierta del plano largo. La dirección visual compone con gran efecto el puente y el Convento de San Gil (o de “Gilitos”) (foto: A.Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
57
Figura 3.23 Escenografía abierta con berrocales como foco de atracción visual compartiendo espacio con el retamar y rebrotes de encinas y sabinas. (Foto: A. Arrieta)
Figura 3.24 La Academia Militar es también un punto de atracción visual en el contexto de una escenografía abierta. El porte de las encinas dispersas compone efecto de naturalidad (foto: A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
58
Figura 3.25 En la ribera del río, elementos históricos como las ruinas y el conjunto azud-molino atraen la visión del espectador. (Foto A. Arrieta)
Figura 3.26 Otro punto de atracción visual en la ribera del río. San Juan de Los Reyes Corona la ladera (foto: A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
59
Figura 3.27 Las estructuras sobre el río, son también puntos de interés visual para el espectador. (Foto: A. Arrieta)
Figura 3.28 La casa sobre la loma del barranco, es un punto de interés visual para el espectador. (Foto A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
60
Figura 3.29 Escenografía fluvial con enclave visual de fachada o frente. (Foto: A. Arrieta)
Figura 3.30 Vista de los Cigarrales en escenografía abierta. (A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
61
Figura 3.31 Escenografía fluvial, con un paisaje natural, al no entrar en la estructura escénica el casco urbano de Toledo. (Foto: A. Arrieta)
Figura 3.32 Escenografía de fachada focalizada por la orografía del barranco. (Foto: A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
62
Figura 3.33 Escenografía semicerrada con cierto desorden compositivo y de contenidos (foto A. Arrieta)
Figura 3.34 Estructura escenográfica compleja: En general abierta, pero intercalan escenas lineal, fluvial y urbana. (Foto: A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
63
Figura 3.35 Vista panorámica desde la terraza del Parador de Toledo, en la que domina la presencia del casco histórico de Toledo, pero también la presencia de los cerros en las márgenes del Tajo. Se puede intuir el ámbito deprimido fluvial del río a través de diversas claves (puente a la izquierda y barranco a la derecha) una escenografía fluvial. El tratamiento ajardinado del pie de la terraza del Parador (con césped inglés hidrófilo y macizos de composites de floración amarilla) contrasta fuertemente con el paisaje que se divisa. (Foto A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
64
Figura 3.36 Vista panorámica desde un punto más elevado al anterior. Ahora el casco histórico de Toledo aparece resaltado por la depresión del Tajo, conformando una escena de cierta insularidad respecto al conjunto de su territorio. Este es uno de los puntos panorámicos más valiosos desde el punto de vista de riqueza visual del paisaje (estética, contenidos, procesos, aprecio y evocación), por lo que se podría considerar la posibilidad de adecuarlo como mirador. Es de destacar cómo la accidentalidad orográfica del primer plano y plano medio de la escena, contrasta con la monotonía del fondo escénico (cielo y llanura), lo cual acentúa la singularidad del paisaje observado. (Foto A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
65
Figura 3.37 Vista panorámica al suroeste sobre el área de Los Cigarrales al oeste del casco histórico de Toledo, de una tipología escénica más abierta. Muestra cómo las obras lineales (carreteras en este caso) y los elementos que las acompañan (taludes, glorietas) interfieren en la estructura escénica del paisaje. Se observa cómo las carreteras han degradado la calidad visual de la escena, especialmente donde la carretera se ensancha para permitir el aparcamiento de vehículos. Además, la presencia desordenada de objetos afecta a la sensación unitaria de la escena y a su carácter (identificación de rasgos de Los Cigarrales) (foto A. Arrieta).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 3: Escenografía
66
Figura 3.38 Vista panorámica hacia el este del casco histórico de Toledo. También de gran riqueza visual pues contiene en la misma escena, un berrocal con bolos (izquierda primer término), el casco histórico (al fondo centro-izquierda), el curso del río (al fondo centro), la depresión del río (espacio central), accidentes orográficos como lomas y laderas (mitad derecha) y la vegetación autóctona de la zona salpicada (jara en primer término izquierda, encina centro a medio término y retamas, derecha). Toda esta variedad dispuesta contrastando con la horizontalidad de la línea del horizonte alto típico de los paisajes de naturaleza granítica (foto: A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 67
IDEALIZACION Y CARÁCTER DEL PAISAJE
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 68
CAPITULO 4: IDEALIZACION Y CARÁCTER DEL PAISAJE 4.1 Introducción
El hecho de que Los Cigarrales conserven materialmente muy poco
del pasado glorioso en el que radica su prestigio es un factor
esencial en el entendimiento del valor de este Paisaje. Si lo material
no se ha mantenido a lo largo de la historia, sin embargo, su
idealización ha conseguido llegar a nuestros días con gran fuerza y
entidad.
Todo paisaje valioso disfruta de un cierto grado de idealización.
Aunque es innegable que el sentido histórico del lugar, su identidad
percibida por propios y por extraños y, en fin, el carácter necesitan
de una realidad material que los sustente. También es verdad, que
el reflejo en el aprecio individual y colectivo y, en consecuencia, su
reconocimiento como valor patrimonial descansan sobre un
proceso de asimilación cultural que es el que en último término
determina las pautas principales del valor. Son muchos y complejos
los procesos sociales y culturales que inciden en la construcción del
aprecio de un paisaje. El poder de reflejar adecuadamente la
imagen de una determinada comunidad (en la raíz etimológica del
término paisaje, del país) es esencial. Un reflejo vistoso, atractivo y
aceptado que descansa sobre la realización formal del paisaje, de
sus formas y contenidos y sobre cómo estos parecen reflejar los
hechos que la comunidad considera fundamentales de su historia.
El proceso de idealización es complicado y confuso; parte de los
procesos ambientales y culturales que transformaron un
determinado lugar de una próspera ciudad y su entorno natural más
inmediato. Se desarrolla sobre la lectura intencionadamente
sesgada de cada comunidad guiada por su actitud cultural y acaba
por manifestarse en una multitud de elementos formales que van
desde la creación artística hasta la recreación cotidiana. Los
Cigarrales son un ejemplo muy característico y representativo de
este proceso de idealización y asimilación de un paisaje como
patrimonio de todos.
Este capítulo pretende sentar las bases del análisis de ese proceso
y por eso incide en algunos de los fenómenos formales y culturales
que dan lugar al aprecio del paisaje de Los Cigarrales como un
patrimonio que refleja la identidad del lugar y su historia. Para ello,
este cuarto capítulo presenta en primer lugar, la construcción de la
primera idealización de Los Cigarrales por parte del movimiento
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 69
cultural de la generación del 98, que sacó estas villas de recreo
renacentistas del olvido y las recreó como elementos paisajísticos
de primer orden. Luego, se revisan las condiciones formales del
carácter. Iconos, señas y señales de lo que compone estéticamente
la identidad de Los Cigarrales, para finalmente, incidir sobre la
lectura que el negocio turístico hace de este recurso cultural.
4.2 La idealización de Los Cigarrales. La generación del 98. A lo largo de la historia y con distintos enfoques y planteamientos
Los Cigarrales de Toledo han sido vistos como residencias de
descanso que disfrutaban de un cierto signo externo de prestigio
social. De hecho fueron productivos focos culturales y sociales de
las elites del llamado Siglo de Oro. Un hecho objetivo que parece
influenciar el actual aprecio por estas fincas. Es un hecho que la
vida de grandes personajes ilustres de aquel periodo cultural como
el Cardenal Sandoval y Rojas, Tirso de Molina, el Greco o
Garcilaso de la Vega estuvieron asociadas a las villas de Los
Cigarrales. Siguiendo una pauta similar a la de Bocaccio en el
Decameron, en el que un grupo de personajes narran cuentos en
un jardín cerrado, Tirso de Molina en su obra Cigarrales de Toledo,
narra como un grupo de señores toledanos amigos intelectuales
pasan varios días de verano reunidos en estos retiros de las
afueras de Toledo cambiando de Cigarral cada día hasta completar
veinte.
Figura 4.1 Vista de Toledo, El Greco 1595 (Elaboración propia a partir de gráficos)
Otro ejemplo de esta realidad cultural del pasado lo proporciona El
Greco que retrata la ciudad de Toledo en 1595 mediante una vista
tomada desde las escarpadas laderas meridionales del Tajo, en
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 70
Los Cigarrales. La vista de la ciudad de Toledo es impresionante
bajo el estruendo manierista y fantástico de una espectacular
tormenta. Las huellas de este singular pasado podían haber
quedado olvidadas como ha ocurrido con otros lugares en España
que fueron testigos de acontecimientos de primer orden. Sin
embargo, en los Cigarrales en cierto modo se conserva esta
memoria.
Figura 4.2 Grabado de David Roberts (1858). Vista del Puente de Alcántara desde las riberas del Tajo (Elaboración propia a partir de grafos).
Una vez desaparecido la importancia del lugar y tras un periodo de
desinterés hubo un reconocimiento social que estimuló el aprecio
por este suburbio toledano.
Primeramente, los viajeros románticos europeos, como hicieron con
otros grandes conjuntos históricos de la península, se fijaron en la
ciudad de Toledo como lo demuestran libros de viajes y grabados.
Hubiera sido difícil que estos viajeros interesados por la historia y
por sus huellas y con una gran sensibilidad por el paisaje no se
hubieran detenido frente a Toledo.
No obstante, el gran impulso en la construcción de la imagen
idealizada de Los Cigarrales lo dio el movimiento que se conoce
como Generación del 98. En un contexto de revisión de la identidad
cultural de España y de sensación de pérdida, el paisaje castellano,
árido y empobrecido, cobraría un papel formal de primer orden.
Toledo y sus Cigarrales proporcionan un atractivo objeto formal a
esta generación cultural que encontró con facilidad reflejo a su
sensibilidad en estos lugares. Los restos de un pasado histórico
glorioso e idealizado se muestran de una manera espectacular y
asequible en las vistas que del conjunto de Toledo se alcanzan
desde Los Cigarrales. La monumentalidad efectista del conjunto y
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 71
de sus panoramas proporciona una base adecuada para la revisión
que la Generación del 98 quería hacer de la condición española y
de su decadencia.
Los intelectuales de la Generación del 98 recogen y adaptan el
interés por el paisaje heredado de los románticos y lo incorporan
como un elemento más de la constatación de la identidad española
(Gómez Mendoza, 1986). Los románticos habían llevado la
atención hacia la historia del lugar, hacia su identidad y hacia cómo
estas determinaban el carácter de sus gentes. Huyendo de la
estandarización y descontentos con la amenaza de la modernidad,
el paisaje, complejo y confuso en sus atributos, era un recurso
liberador que desafiaba el determinismo científico al confrontarlo
con la evocación y las sugerencias que proporcionaban la
naturaleza y las ruinas.
Los berrocales, el río Tajo y los testigos del pasado se combinan
gloriosamente con la historia legendaria de Toledo y con la
fascinación de las múltiples leyendas y misterios “sin resolver” de
aquel pasado desaparecido. La Generación del 98 hace suyos
estos valores subjetivos del paisaje y los utiliza para apoyar su
visión derrotista y frustrante de un país que poco a poco había
perdiendo una gloria nunca bien asimilada, pasando de un imperio
mundial vanguardia de la modernidad al deprimente estado de un
país baldío en el que malviven sus gentes (MARTINEZ NOVILLO,
1996).
De entre los paisajes ibéricos, el paisaje mediterráneo de interior,
extremo y seco como el de las planicies castellanas proporciona las
mejores claves formales para el argumento revisionista y depresivo
que sostiene la Generación del 98.
Se ha llegado ha decir que la Generación del 98 construyó un
paisaje a medida de su visión deprimente de España, un paisaje
que era irreal y que realmente no existía en la geografía española
(Carmen Pena, XXX). Como todas las construcciones intelectuales
el paisaje de la Generación del 98 es esencialmente selectivo. Se
elige entre la realidad geográfica de muchas de las regiones de la
península y se postergan otros escenarios y lugares.
En este sentido, el paisaje de Los Cigarrales, como otros muchos,
marcado por su agricultura marginal y de secano levantada sobre la
aridez del berrocal puede muy adecuadamente dar cuerpo y
ejemplarizar a esa España agonizante y árida. Especialmente, si
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 72
sobre la aridez de las duras condiciones del clima mediterráneo y
de la escasez de suelo, se levanta vistosa la silueta de Toledo y
sus impresionantes testigos del pasado: el Alcázar, la Sinagoga del
Tránsito, San Juan de Los Reyes o la Catedral.
No es difícil dejarse llevar por la tentación evocadora de esa vistosa
representación formal de formas, luz y objetos históricos. La
producción pictórica de la Generación del 98 tomaría como objeto
artístico Los Cigarrales y sus vistas de Toledo, sus roquedos y sus
lugares.
Azorín en uno de sus libros de ensayos nos describe la sequedad y
decrepitud de la vieja y sufrida Castilla. En sus descripciones
aparecen elementos estéticos que podrían perfectamente aludir al
paisaje árido de Los Cigarrales:
“No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. […] Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido.”
El movimiento de la Generación del 98 es un movimiento cultural
erudito que tiene conocimiento del pasado intelectual de Los
Cigarrales y cuando observa estos lugares busca en ellos el rastro
de aquel pasado inmaterial las trazas de la pintura del Greco, de la
poesía de Gracilazo y del drama de Tirso. Y lo encuentra.
La nostalgia fascinante del siglo de oro de las artes contagia a
estos observadores de Los Cigarrales que acaban, como lo hicieron
los románticos, por percibir en la aridez formal de las vistas de
Toledo una pátina legendaria de aquella gloria pasada.
“Una leyenda de la que hablan los que nunca pasearon por la orilla del Tajo y que, con la fantasía, se puebla a voluntad de imágenes adorables o trágicas.”
Así describió Gregorio Marañón a Los Cigarrales en su libro Elogio
y Nostalgia de Toledo..
El cambio de siglo trajo un renovado interés por las casas de
campo de Los Cigarrales que coincidió en el tiempo con este papel
de testigo del pasado que se concedía a este paisaje cultural
entrelazándose aprecio intelectual y realidad social en un sólo
fenómeno difícil de deslindar.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 73
4.3 La imagen de Los Cigarrales en la pintura
Las condiciones sensuales del paisaje de Los Cigarrales se
adecuaban convenientemente a la representación de la España del
98 de manera que la creación artística habría de incorporar
fácilmente estos lugares como objeto de interés. En aquel
entonces, la pintura del paisaje se debatía en cómo interpretar la
identidad de lo español (Calvo Serraller, XXX), encontrando en la
impresionante visión de Los Cigarrales un recurso para mostrar la
España Negra y terrible de la frustración.
Ignacio Zuloaga se deja seducir por esta visión del paisaje
castellano. Proveniente de los paisajes cubiertos, verdes y
vegetales del litoral vasco, se deja cegar por la impresionante luz
del paisaje castellano y su sequedad y aridez le proporcionan la
base para una representación de la España pobre y atrasada del
interior, perdida en su propia superstición, pero al mismo tiempo
fascinante y racial. Su interpretación del paisaje esta íntimamente
ligada al concepto de 'España Negra',. Trasladado a Segovia en
1898 pronto representa a los habitantes de Castilla retratados en
grupo contra un fondo de escena que es el impresionista paisaje de
Castilla. El color y la luz reproducidos a grandes trazos dan
dramatismo a la escena. Zuloaga utiliza estos fondos de paisaje
para retratos de personajes Unamuno en Salamanca y Larreta en
Ávila.
El retrato de su amigo el nacionalista francés Maurice Barrés lo
sitúa frente al panorama de la ciudad de Toledo vista desde un
Cigarral.
Figura 4.3 Maurice Barrés y Toledo. Ignacio Zuloaga. 1904 (Elaboración
propia a partir de gráficos).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 74
Maurice Barrés de pie junto a un berrocal de corte impresionista en
tonos grisáceos parece admirar la historia de Toledo disfrutando de
una espléndida vista del Puente de San Martín y San Juan de Los
Reyes. La roca de granito símbolo de la austeridad del paisaje
castellano y de la fortaleza de aquello que permanece inamovible
con el transcurso del tiempo. Al fondo, los tonos marrones y ocres
de la ciudad misma ofrecen al espectador la imagen de grandeza
de sus monumentos. Se muestra el paisaje como los restos de lo
que fue un gran imperio, la esencia de una nación bajo la mirada
perdida de una de las personalidades de la época, una época gris y
ocre marcada por un sentimiento de nostalgia y melancolía del
pasado.
Los tonos grises de los afloramientos rocosos, los amarillos, pardos
y ocres de la vegetación mediterránea y los marrones-ocres de los
muros y edificaciones, confieren al cigarral un aspecto idóneo para
describir la situación de decadencia y tristeza en la que se
encontraba sumido el espíritu social de la época.
Los Cigarrales recibieron a Santiago Rusiñol, escritor y pintor
paisajista catalán de finales de siglo, amigo de Zuloaga e
interesado por la obra del Greco, se desplazó a Toledo viviendo
con su familia su familia en el Cigarral de Santa Ana, lugar al que,
como siglos atrás otros intelectuales, se retiraba en busca de
sosiego y tranquilidad.
Figura 4.4 Santiago Rusiñol y su familia en Los Cigarrales (elaboración
propia a partir de fotografía).
También Joaquín Sorolla se dejó atraer por las vistas y la luz de
Toledo y Los Cigarrales. El pintor valenciano de pincelada larga y
vigorosa, cargada de pasta y capaz de captar una gran cantidad de
luz, se fijó en los campos castellanos muchos años después de
haber retratado los intensos azules del Mediterráneo, su tierra
natal. Toledo y Ciudad Real se convierten en objeto de su obra.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 75
Sorolla al llegar a Toledo en 1906, escribe a su mujer: “Este pueblo, instalado en una larga temporada, podría ser muy importante para el arte español. Aquí y no en Madrid deberíamos vivir los que nos dedicamos a la pintura, pues nada hay en Italia y Bélgica que lo iguale; hoy mismo he visto el hospital de Santa Cruz, y me he quedado con la boca abierta, cuanta hermosura, que sería de este pueblo en tiempos de Carlos V”.
Durante esta visita a la ciudad realiza varios lienzos: entre ellos
dedica tres a las Covachuelas en los que refleja la luminosidad y
claridad de su paisaje.
Figura 4.5 Las Covachuelas. Joaquín Sorolla. 1906
(elaboración propia a partir de gráficos).
Figura 4.6 El ciego de Toledo, Sorolla, 1912
(elaboración propia a partir de gráficos).
Sorolla vuelve a Toledo una vez más en 1912, pero esta vez pinta
la ciudad desde el valle del Tajo. Se trata de vistas desde el área
de Los Cigarrales que recogen las construcciones históricas:
“Puente de San Martín”, “San Juan de los Reyes” y “El Ciego de
Toledo”.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 76
Figura 4.7 Puente de San Martín. Sorolla. 1912
(elaboración propia a partir de gráficos).
Al parecer Sorolla se dejo influenciar por su asesor artístico y
también pintor Aurelio de Beruete al que se puede considerar el
primer impresionista español. Beruete se dejó influenciar por las
corrientes impresionistas europeas encontrando en los paisajes
castellanos un objeto para su creación.
El retrato impresionista de Castilla, decadente y espléndida, de sus
extenso páramos, y su luz intensa y cegadora coincide en sus
apreciaciones estéticas con los escritores y pensadores del 98 y en
particular con Azorín el cual dedica a Beruete su obra "Castilla" en
1912, año de la muerte del pintor. Ambos comparten su atracción
por el paisaje castellano y el común intento de reflejar "la triste
poesía de la polvorienta y arruinada Castilla".
Figura 4.8 Castillo de San Servando. Aurelio de Beruete. 1906
(elaboración propia a partir de gráficos).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 77
Aureliano de Beruete retrata siempre paisajes modestos, casi
siempre de las afueras de las ciudades, tal y como se muestra en la
imagen anterior donde aparece representado el Castillo de San
Servando, situado en las colinas que bordean el Tajo desde el lado
opuesto de la ciudad. Los rasgos geológicos y su morfología atraen
su atención mostrando un interés especial por la trascripción del
suelo y su composición colorista.
Figuro 4.9 Los Cigarrales. Aurelio de Beruete
(elaboración propia a partir de gráficos).
Los terrenos de Los Cigarrales son ricos en matices y detalles
orográficos y geológicos. Su pintura Los Cigarrales muestra en
primer plano un efectista domo granítico de suelo escaso coronado
por el olivar. Al fondo, borrosa por la lejanía, se muestra en tonos
pastel la ciudad de Toledo, una composición escenográfica
característica de estos lugares. Las adversidades del áspero
terreno y la nostalgia por la historia perdida adoptan aquí la
presencia del color intenso del impresionismo.
Figura 4.10 Paraje real comparable con los “Cigarrales” de Beruete
(elaboración propia a partir de gráficos)..
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 78
Beruete dedicó varias de sus obras a interpretar la singular
geología de estos parajes.. En su obra “Camino de los Cigarrales”
vuelve a destacar la rudeza del berrocal y los tonos marrones y
ocres del suelo a las afueras de la ciudad de Toledo. La aridez y
sequedad del clima castellano permiten el desarrollo de verdes
pálidos y amarillentos.
Figura 4.11 Camino de los Cigarrales. Aurelio de Beruete. 1906
(elaboración propia a partir de gráficos).
En “Vista de Toledo desde los Cigarrales”, la silueta de Toledo y
sus volúmenes de ladrillo rojizo que son sus señas inequívocas de
identidad (Alcázar, Catedral, San Juan de los Reyes) se sitúan en
el último plano.
La ciudad recortada contra el cielo azul aparece detrás el horizonte
intermedio que proporcionan el muro y la huerta de un cigarral,
homogeneizando la composición con el tratamiento difuso del
pincel colorista del impresionismo.
Figura 4.12 Vista de Toledo desde los Cigarrales. Aurelio de Beruete.
1895 (elaboración propia a partir de gráficos).
Desde entonces, Los Cigarrales han sido interpretados por diversos
pintores realistas y naturalistas como Antonio López o Venancio
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 79
Arribas. Este ultimo es autor de una colección de grabados
denominada “Campos de Castilla”.
Antonio López Torres es un paisajista que trabaja en La Mancha.
En sus obras representa el puente de Alcántara, el castillo de San
Servando y, como no, la roca de Los Cigarrales, voluminosa con
grises oscuros y grietas de sombra luminosa.
Figura 4.13 Los Cigarrales. Venancio Arribas. 1986 (elaboración propia a
partir de gráficos).
En cuanto a Venancio Arribas, sus estudios sobre la técnica del
grabado en la Escuela de Artes Aplicadas de Madrid, sirvieron para
realizar para la editorial Casariego una serie de aguafuertes y
aguatintas ilustrando los textos de Gregorio Marañón para el libro
“Toledo” y la colección de bibliofilia “Tiempo para la Alegría”.
Arribas realiza entre 1982 y 1986 la colección de grabados
“Campos de Castilla”. en dos de los cuales aparece la ciudad de
Toledo vista desde Los Cigarrales.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 80
Figura 4.14 Prólogo. Venancio Arribas (elaboración propia a partir de
gráficos). 4.4 Claves y rasgos del carácter de Los Cigarrales
El carácter de un paisaje parte de los referentes que deja en el
observador la vivencia de ese lugar. Los elementos reales que se
muestran en la escena son contrastados por las expectativas
previas y las sugerencias que lleva consigo y aporta el observador.
El complejo proceso de construcción de actitudes de una
determinada cultura condiciona la lectura del observador que
incorpora también su propia individualidad y de ese modo lee e
interpreta los fenómenos objetivos que se muestran ante él y a
partir de ellos elabora su propia versión de ese paisaje.
Aunque dominar este proceso selectivo de interpretación de las
claves del sitio es difícil, sin embargo, no lo es aproximarse a él con
la debida prudencia. El paisaje de Los Cigarrales, construido sobre
el recuerdo histórico de las fincas de recreo del Toledo Imperial y
fuertemente mediatizado por la idealización cultural del paisaje de
la generación del 98, tiene que asumir sus referentes a partir de los
elementos que aportan las propias fincas de recreo (El Cigarral), su
conjunto y las vistas sobre el paisaje.
Muros, puertas y caminos como señas de identidad
El Cigarral aporta diversos elementos constructivos y de jardinería
que construyen la imagen de este paisaje. Los Cigarrales engloban
bellas construcciones de arquitectura entre rústica y conventual que
se adecuan perfectamente al terreno agreste y accidentado que
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 81
presenta la colina toledana. Uno de los aspectos más
característicos de Los Cigarrales es su cerrada organización
parcelaria, ya que el visitante no puede divisar el interior de la finca
que aparece rodeada por un muro. Como se ha visto en el
apartado de análisis de los procesos objetivos del paisaje, esto no
es enteramente cierto, pues las parcelas sólo se defienden con un
muro en los bordes con caminos, mientras las lindes se separan
con otros elementos más ligeros.
En cualquier caso, un notable símbolo de identidad de Los
Cigarrales son sus muros, que con su aspecto nos conducen a un
tiempo pasado y a una forma de vida distinta a la de las grandes
ciudades de hoy en día, donde lo que más se busca en una
edificación es la comunicación con la calle y con el exterior, aspecto
que se reservan estas fincas para sus propietarios. Los muros
dejan al visitante la oportunidad de apreciar el interior sólo cuando
el terreno se presta benevolente y se levanta mostrando algunos de
los secretos de estas fincas.
La tipología de los muros en Los Cigarrales es variopinta aunque
obedece siempre a unas pautas generales, los del aparejo
toledano. El visitante puede encontrar vestigios de estructuras
originales de muros más antiguos y soluciones más modernas,
pasando por una infinidad de modalidades entre uno y otro extremo
arquitectónico. Así en la siguiente imagen se ve un muro con
rasgos de las distintas remodelaciones que ha sufrido el paramento
con el tiempo, y su correspondiente abstracción para el observador.
Figura 4.15 Distintas tipologías dentro de un muro. Derecha: Abstracción de los distintos tipos de muro (Foto ETSICCP Ciudad Real y Elab. Propia a partir de gráficos).
El aspecto del muro tradicionalmente de aparejo toledano es una
de las señas características de este paisaje. La tapia cerrando las
vistas y el acceso a la finca es un elemento formal evidente que
delimita la privacidad del ámbito protegido. Un aislamiento sin
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 82
embargo que es sólo parcial pues el Cigarral deja ver parte de su
interior, el que sobresale más arriba del muro.
Sólo se puede divisar la privacidad del Cigarral a través de sus
puertas de acceso, y sólo si estas estuvieran abiertas, por lo que
generalmente, el campo de visión no abarca el interior.
Las puertas en Los Cigarrales constituyen un símbolo de identidad
para el lugar, no sólo porque dan la imagen de la entrada a un gran
establecimiento, sino porque además se decoran y ornamentan
reforzando las señas de identidad. Es la semántica típica del ámbito
privado que se asoma al dominio colectivo. En la ornamentación de
estas entradas juega la tradición representada por un conjunto de
elementos constructivos y funcionales que conservan su presencia
formal. El viajero curioso se fija en todo aquello que le evoque al
pasado y, claro se confunde, en este juego de ornamento, función y
símbolo de la historia.
Figura 4.16 Puerta típica de un cigarral, con origen probablemente en el siglo pasado. El pórtico de ladrillo interrumpe la continuidad de muro de piedra, levantándose a cierta altura. Un tejado a cuatro aguas corona, el pórtico sobre el que se dispone el nombre del Cigarral en cerámica azul. Se conserva la viga transversal de madera y la puerta de madera con visor y remates de hierro (Foto ETSICCP Ciudad Real).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 83
Figura 4.17 Reinterpretación actual de la entrada al cigarral que conserva referentes básicos aunque organizados de manera nueva. El muro antiguo se interrumpe para recibir un muro nuevo más alto, de ladrillo con friso de inspiración mudéjar y tejadillo pero arqueado para dejar espacio para las maniobras del vehículo. Un tejado a cuatro aguas corona el pórtico que conserva la viga de madera transversal vista. Farolillos, jambas de madera con herrajes, dos cipreses y dos parterres sostienen la simetría de este espacio de entrada al Cigarral. (Foto ETSICCP Ciudad Real
Algunas de las puertas que se pueden encontrar en estas fincas
conservan unas características típicas del lugar, en otras muchas,
estos aspectos se reinterpretan y conviven con nuevos materiales y
estilos constructivos que revitalizan estas claves.
El ámbito colectivo de Los Cigarrales, fuera de las fincas privadas,
está formado por tanto por un entramado de caminos encintados
por muros que serpentean sobre el terreno de topografía irregular.
Figura 4.18 Los muros como límite para el observador. (Foto ETSICCP
Ciudad Real)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 84
Mientras que en un primer instante se podía pensar que Los
Cigarrales carecen de algún tipo de organización y que
simplemente se han ido disponiendo de forma arbitraria, sin
embargo, la red de caminos muestra una cierta pauta que
estructura el espacio y las vistas. El viario va mostrando los
distintos itinerarios visuales y van discurriendo sobre una topografía
que varía constantemente.
Los caminos también se adaptan a la imagen característica del
lugar, estando la mayoría de ellos sin asfaltar. Sin embargo,
algunos de ellos lo están con el consecuente efecto de modernidad
o actualización según se aprecie.
Las vías así “mejoradas”, generalmente circundando las grandes
lomas dan servicio a las fincas próximas, lo cual estructura el propio
territorio de Los Cigarrales. Las fincas así servidas presentan un
óptimo acceso para transformarse en hoteles, paradores o casas
rurales.
Figura 4.19 Camino sin asfaltar en la pintura: vaguada de Toledo y Camino asfaltado en los Cigarrales. (Foto ETSICCP Ciudad Real)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 85
Sse podría decir también que Los Cigarrales se caracterizan por el
color de la tierra. De aspecto rojizo son los caminos y las fincas en
las que se cuidan los olivos, el almendro y el albaricoquero. Se da
la impresión de estar en tierras secas, llenas de polvo y tierra, que
evocan a una cierta rusticidad y a un tiempo pasado ajenos a la
funcionalidad de las calles asfaltadas y el vehículo de motor.
El arbolado ornamental, cultivado y espontáneo
La vegetación presente en Los Cigarrales se ha incorporado a su
imagen a partir de distintos fenómenos relacionados:
- los árboles ornamentales de jardines,
- el resto de los árboles cultivados y
- la vegetación espontánea de los espacios libres.
Las fincas de recreo han incluido en sus ajardinamientos
vegetación ornamental que, en general, recurre a especies típicas
del jardín mediterráneo: el ciprés, el pino, el olivo y, como parte de
su relación con las labores agrícolas el almendro y otros frutales.
Además, están las encinas y los pinos que forman parte de masas
extensas en este entorno. También desperdigados aparecen
árboles sueltos, arbustos y pastos que crecen en los baldíos y en
los roquedos espontáneamente. El conjunto de elementos
vegetales acaba por incorporarse a la imagen percibida de El
Cigarral principalmente por su condición legendaria de casa de
recreo en ambiente mediterráneo.
Figura
4.20 Ciprés y olivo asomando sobre el muro de un Cigarral (Foto ETSICCP Ciudad Real).
La presencia de la vegetación ornamental y agraria colabora con la
construcción de la imagen de privacidad del Cigarral cuando asoma
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 86
su porte por encima de los horizontes de los muros, avisando así
de un jardín interior privado y aislado del bullicio exterior.
Los frutales leñosos como el almendro y el olivo engarzan con la
visión histórica e identitaria de Toledo. La almendra del mazapán
toledano y el olivo de los Montes de Toledo.
Figura 4.21 Cipreses en línea en la carretera del mirador (Foto ETSICCP Ciudad Real).
El ciprés es el elemento más significativo de la composición
paisajística del interior de Los Cigarrales. Su elevada altura y
esbeltez le convierten al árbol por excelencia de estos parajes. Ya
su simbolismo y elegancia de árbol mediterráneo (aunque no
autóctono en la península) fue establecido durante la época de los
romanos y ha seguido conservándose hasta nuestros tiempos.
Además, la fuerza estética del ciprés como referente identitario de
la zona le ha llevado más allá del jardín cerrado de modo que está
por todas partes. Es utilizado como elemento estético recurrente
Cuando uno piensa en Los Cigarrales tiene irrevocablemente
grabada en su memoria visual la imagen del ciprés asomando por
encima del muro de la finca. Se sabe que antiguamente se
colocaba dentro del cigarral, pero hoy en día es común
encontrárselo tanto dentro como fuera, junto a la puerta.
Otra especie presente en los referentes de estas tierras es el olivo,
que a diferencial contrario del ciprés, su peso histórico y su
reconocimiento patrimonial se han ido incrementando con el paso
de los años, hasta llegar a convertirse, entre otros iconos locales,
en símbolo de tierras manchegas y de Castilla La Nueva.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 87
Figura 4.22 Olivos enmarcando la vista de Toledo en el interior de una finca Cigarral. Dos iconos, árbol y vistas, característicos de Los Cigarrales (Foto ETSICCP Ciudad Real).
Al pasear junto a los cigarrales podemos percibir el intenso aroma
de los olivos y otros frutales, siendo éste hoy un elemento
emblemático de la zona, formando en determinadas ocasiones un
símbolo estético utilizado como elemento ornamental para el diseño
de elementos públicos de la zona como las carreteras.
Figura 4.23 El olivo como símbolo de identidad en una glorieta sobre un césped hidrófilo ajeno al clima y la identidad de Toledo (Foto ETSICCP Ciudad Real).
Ha sido en los últimos años cuando el olivo ha tomado un carácter
predominante en la identidad cultural manchega, donde se ha
reconocido su valor, importancia y simbolismo como rasgo de
identidad de una tierra marcada por el campo.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 88
El Cigarral, su organización interna y las vistas como
referentes
Si pudiéramos tener una visión a vista de pájaro de Los Cigarrales
podríamos observar una doble organización espacial de las
escenas: interior y exterior a las fincas. Como se ha visto, el interior
de las parcelas suele llevar un cierto rigor organizativo, ya que es
una estructura que se repite con mayor o menor exactitud en todos
los cigarrales. Suelen constar de la típica casona con espaciosas
estancias para los distintos usos, que con el tiempo se han ido
adaptando y reformando para los distintos usos de la vida cotidiana,
muy diferente a la llevada durante el siglo XVI.
Además hay un pequeño espacio reservado para el cultivo (por lo
general olivo) y el almacén de la maquinaria necesaria, así como un
espacio destinado al ocio y recreo con jardines y zonas arboladas
para dar sombra en los calurosos veranos y proteger durante los
duros inviernos. La proporción de la zona habitada con respecto al
resto de la finca es una pequeña proporción del total, es por eso
que el fin de esta tipología urbana es la segunda residencia o zona
de descanso; hoy en día, en muchos casos, habilitadas para el
turismo.
La evolución de estas explotaciones ha tenido, en paralelo, un
recorrido en su idealización y aprecio desde la casa de labranza,
esencialmente agraria y sin aspiraciones sensuales o estéticas,
hasta El Cigarral como finca de recreo en distintas épocas
(renacimiento, generación del 98 y actualidad) y, finalmente, el
establecimiento hotelero con planteamientos uniformizados típicos
de este sector de negocio que sin embargo recoge algo de las
señas de identidad.
En los gráficos y fotos que acompañan este texto se puede
observar cómo ha evolucionado la visión que se tenía de la
estructura de un cigarral con el paso de los siglos, pasando de ser
la típica casa de campo con sus huertos y animales, a ser una finca
de recreo, en donde la cría de animales ha desaparecido y los
cultivos se han convertido en una actividad ociosa o decorativa sin
ánimo industrial.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 89
Figura 4.24 Imágenes pintorescas que reflejan la imagen “agraria” campesina de Los Cigarrales (Elaboración propia a partir de grafos).
La orientación del Cigarral, por lo general en dirección a las vistas
de Toledo, puede estar justificada por la puerta principal, aunque en
otras ocasiones, la finca ha podido girar con respecto a su posición
original o cambiar algunos de los usos del terreno, cambiando así la
disposición y categoría de las distintos accesos. Es sabido, que las
fincas previas a los primeros Cigarrales carecían de toda índole de
prestigio social o cultural, ya que se trataba de simples fincas de
trabajo alejadas de la mundanal y desorganizada ciudad que no
dejaba espacio para el cultivo y las labores tradicionales de
labriego. Por tanto, se podría decir que éstas fincas “miraban hacia
sí mismas”, es decir, no encontraban ningún tipo de interés en las
vistas o en todo aquello que diera cierto valor paisajístico al
entorno: no existía una conciencia del paisaje como objeto de
aprecio.
Figura 4.25 Imágenes de El Cigarral de Los Pintores, una finca de recreo, con referentes históricos al pasado toledano (tejas, pórticos, arbolado y tinajas) e incluso un mirador para contemplar el paisaje (Elaboración propia a partir de grafos).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 90
Luego, las fincas de recreo, Los Cigarrales propiamente dichos,
adquirieron prestigio social y cultural y poco a poco incorporaron las
vistas a Toledo como recurso recreativo, conformando así la
imagen legendaria que habría de asumir la generación del 98. El
paisaje pasó a ser un elemento crucial pues su presencia era la de
la esencia de España y Castilla.
Figura 4.26 Los Cigarrales miran hacia Toledo y ahora como establecimientos hoteleros incorporan todas las comodidades contemporáneas. Se ha perdido el posible “mirar hacia adentro”.(Elaboración propia a partir de fotos).
Hoy día la imagen histórica se ha conservado y engrandecido. El
prestigio de poseer un Cigarral es mayor que nunca y la industria
turística, animada por la intensa actividad internacional de la ciudad
de Toledo, ha extendido su interés al espacio físico de Los
Cigarrales con tanta intensidad y decisión que se ha dedicado un
apartado especial a su imagen más adelante en este capítulo.
Las fincas de Los Cigarrales han sufrido una reciente
transformación interna guiada por esta función turística. El negocio
turístico ha acumulado parcelas, levantado grandes volúmenes y
recubierto el terreno de instalaciones funcionales modernas
(aparcamientos, áreas de celebraciones, piscina, pistas deportivas,
etc.) al tiempo que hace un énfasis decidido sobre la disponibilidad
de vistas sobre la ciudad de Toledo. Curiosamente, de “mirar hacia
sí mismas” en las etapas agrarias han pasado a través del glorioso
pasado del Cigarral a “sólo mirar hacia fuera” en la etapa hotelera
actual.
Otros referentes estéticos y ambientales: el berrocal
Los bolos graníticos que son visibles en todos los rincones de
Toledo le dan un aspecto peculiar a Los Cigarrales. Esto unido con
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 91
un relieve caracterizado por las fuertes pendientes y la potente
presencia de coluviones dan al observador una impresión de un
paraje árido, pero auténtico y acorde con la composición estética y
estructural de Toledo y de los propios Cigarrales.
Figura 4.27 El berrocal sobre la niebla toledana (Elaboración propia a
partir de grafos y fotos).
Los Cigarrales protagonizan un paisaje estable a pesar de las
fuertes pendientes debido a la presencia de moles rocosas sobre la
que actúan importantes procesos erosivos. Además, es un material
base de muchas estructuras edificadas tan peculiares de esta zona.
El relieve también acompaña a la vegetación existente, formando
un mosaico de colores de tonos marrones y verdes, que se van
disponiendo según las oportunidades que brinda la composición
geológica, que algunos de los mejores artistas de la historia lo
supieron reflejar con su pintura, como es el caso de Aureliano de
Beruete o Moret.
El carácter litológico de estos paisajes está ahí inmerso en la
imagen de estos paisajes y aunque el observador reconoce sus
pautas, su morfología, elevaciones, laderas redondeadas e incluso
sus roquedos, no es consciente del proceso natural que conforma
este relieve tan característico aunque se muestre frente a él. Hasta
la organización urbanística de Los Cigarrales se debe a su litología
y geomorfología, ya que las mejores fincas son las que se sitúan en
los terrenos llanos que en los altos de las colinas han dejado con el
tiempo los procesos del relieve.
4.5 La imagen turística de Los Cigarrales
Las claves y rasgos de Los Cigarrales analizados en los apartados
anteriores encuentran un reflejo en la construcción de la imagen
turística que, como cualquier otro producto cultural, hace su propia
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 92
interpretación del lugar. Algunos de los aspectos básicos de la
imagen turística que se han identificado son los siguientes:
- Potencial de vistas sobre el casco de Toledo
- Prestigio histórico de Los Cigarrales y Toledo
- Calidad de vida: tranquilidad y sosiego
La morfología del relieve es el factor desencadenante de la
visibilidad que juega un papel determinante tanto en la realidad de
Toledo y Los Cigarrales, como en la imagen idealizada de estos.
Este aspecto se convierte en el más influyente en la elección de
Los Cigarrales por parte del mercado del turismo como del
inmobiliario.
El visitante de Los Cigarrales va descubriendo un nuevo paisaje en
cada momento, ya que la forma del relieve, no le permite tener una
percepción exhaustiva y completa del paisaje, que se aparece y se
desvanece a medida que se recorre su dominio. Además, de un
solo vistazo se abarca toda la complejidad histórica y cultural que
generó el paisaje urbano de Toledo. Es una sensación engañosa
porque mucho pasa desapercibido al observador rápido y no
informado, quedando un poso formal muy estético y casi sin
contenidos.
La calidad de las vistas de algunos cigarrales sobre Toledo viene a
ser una de las grandes características de la oferta que le confiere
categoría de calidad. Estas afirmaciones se confirma en la revisión
de la publicidad que distribuyen las agencias y los hoteles de la
zona. Las maravillosas vistas de Toledo dominan la estrategia de
publicidad y captación de clientes.
Las mejores propiedades en términos escenográficos son las que
ofrecen a los turistas las mejores ofertas. Son las mismas vistas
que en tiempos disfrutaran los primeros propietarios renacentistas.
Este es el caso de algunos miradores exentos y de otros que son
parte de edificaciones habilitadas para el turista. Las vistas que
ofrecen Los Cigarrales son ahora las que se pueden ver en desde
algún mirador de la carretera, el parador nacional y los demás
hoteles de los Cigarrales.
La presencia del río Tajo y sus laderas que tanto condicionaron la
evolución de Toledo son determinantes como factor turístico,
económico y o comercial. El Tajo y su vega ofrecen unas
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 93
generosas vistas hacia el casco antiguo de Toledo y hacia Los
Cigarrales (y viceversa). Su topografía hace aparecer y
desaparecer las imponentes panorámicas que ofrece Toledo.
Figura 4.29 Río Tajo desde un Cigarral ((Foto ETSICCP Ciudad Real)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 94
Figura 4.28 Panorámica del casco histórico de Toledo desde el mirador del Parador (foto A. Arrieta).
Figura 4.30 Vista de Toledo desde el mirador junto a la carretera (foto I. Español)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 95
El hecho de que estas privilegiadas vistas hayan sido admiradas y
reproducidas en lienzos de ilustres pintores se convierte en un
argumento para visitar Toledo y recrearse con la belleza que aún
guarda este entorno tan espectacular.
A la condición física material de las vistas sobre Toledo, el turismo
en su oferta incluye una cierta sensación de espacio histórico de
prestigio. Hoy, como vestigio de la singular visión del lugar que
tuvieron el siglo de oro y la generación del 98, forman unos
establecimientos de gran valor cultural, percibiéndose como un
paraje con identidad propia (consumible por el turista) y gracias a
este legado inmaterial del pasado artístico y socio-cultural obtiene
un cierto “prestigio histórico”.
Muy poco de los primeros Cigarrales se conserva hoy en día, por
tanto que el legado del que se ha hablado deja de apoyarse sobre
una realidad material o arquitectónica real, aunque queden rasgos
parcelarios. Se trata de un valor en gran medida intangible y
ciertamente difuso que muchos visitantes sentirán como mágico.
Figura 4.31 Hotel en Los Cigarrales. Empleo del estilo neomudejar y del muro
toledano en una edificación moderna (Elaboración propia a partir de fotos)
Este valor se sostiene no obstante en unos referentes formales de
identidad (revisados en el apartado anterior) que son herederos de
aquella ensoñación. La promoción de la actividad hotelera en Los
Cigarrales hace un uso meramente “verbal” de este material
histórico, manejando códigos y mensajes.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 96
Queda entonces pendiente una reflexión sobre si no sería deber de
todos los ciudadanos y sus representantes (responsables
municipales, técnicos, propietarios etc.) y no sólo del negocio
turístico el hacer partícipe de este complejo testigo histórico y
cultural a todo aquel que se interese por la ciudad de Toledo, y en
particular por el interesante barrio de Los Cigarrales.
Por otra parte y en términos exclusivamente empresariales, está la
cuestión de si este proceso de idealización y lo que aporta es
suficiente para potenciar un turismo competitivo. Realmente, si
alguien decide pasar allí unos días o un periodo de tiempo tiene
que ser en gran medida por el confort, por la calidad de vida sobre
la que descansa la oferta turística internacional, aunque matizada
por las características del turismo rural, cultural y de descanso.
La “calidad de vida” se refiere a las condiciones que percibe un
visitante al situarse en una zona amplia, tranquila, alejada del
tumulto del centro de la ciudad, con prodigiosas vistas a Toledo,
pero sobre todo donde es posible una cierta sensación de contacto
con la naturaleza. El propio desarrollo de las fincas de recreo y de
los hoteles es prueba constatada de esta sensación de calidad. Los
Cigarrales se han convertido así en un lugar emblemático,
especialmente en términos del sector del turismo.
Figura 4.32 Cómoda terraza del Parador, relajo y consumo frente a las vistas a Toledo (Foto ETSICCP Ciudad Real.
En la actualidad varios de los cigarrales tienen un nuevo enfoque
de su aprovechamiento: el turístico, el cual trata de explotar todas
las características de estos lugares de recreo. La oferta a los
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 97
visitantes se centra en su estrategia de mercadotecnia en dos
aspectos principales:
- las vistas hacia Toledo y
- la sensación de un lugar histórico.
Figura 4.33 Vista a Toledo desde la terraza de AC Hoteles (Elaboración propia a
partir de fotos y grafos).
El primero se consigue con la localización de establecimientos
hoteleros sobre el frente que domina Toledo desde la margen
izquierda del Tajo (ver plano de hoteles más adelante).
La capacidad de hacer sentir al visitante que se encuentra en un
lugar histórico, en un cigarral “auténtico”, es decir de explotar
adecuadamente el genio del lugar, reside en diversos aspectos que
se han tratado aquí en diversos apartados. Por ejemplo, en la
propia disponibilidad de las vistas o en el mantenimiento de claves
de significados que corroboren la información disponible sobre la
zona.
Esta oferta se presenta como un turismo de calidad y de lujo,
selectivo y no mayoritario. El que corresponde a la demanda de
base de la ciudad de Toledo.
Un gran número de estos hoteles se han agrupado en torno a una
misma política turística con el fin de fomentar el turismo en los
cigarrales y mejorar la imagen comercial de este paraje. Para ello
han diseñado una especie de emblema o icono turístico
representativo de Toledo y el Cigarral.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 98
Como se puede apreciar observando las imágenes que se
muestran a continuación, este icono turístico reproduce una
especie de azulejo toledano, propio de los siglos XVI y XVII, en
cuanto a su forma y los colores utilizados. Intenta recrear, a su vez,
el estilo mudéjar e hispano-árabe que se asocia a la ciudad de
Toledo. Se muestran varios ejemplos de azulejo toledano, júzguese
visualmente el parecido.
Figura 4.35 Emblema o icono turístico de Los Cigarrales (Elaboración
propia a partir de fotos y grafos)
Figura 4.36 Ejemplos de Azulejos Toledanos (Elaboración propia a partir de
fotos y grafos).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 4: Idealización del paisaje 99
La paradoja está en que Los Cigarrales no son como eran en los
siglos de oro de la ciudad, aunque se conserva la idea. Numerosas
modificaciones se han necesitado para adaptar estos parajes a los
usos que se han sucedido desde entonces.
Además de modificar parcelas, volúmenes y usos, recientemente
se han incluido aparcamientos, accesos y otras servidumbres han
introducido elementos nuevos conviviendo con su plantío de vides,
encinas y olivos. Todo ello ha originando una cierta alteración de la
estructura y esencia de este paisaje singular. La propia presencia
de la actividad turística ha transformado la quietud de cultivos y
roquedos con la presencia de visitantes y sus servicios anejos
(ruidos de motores, distribución, vehículos, suciedad, etc.) que
arrastra la propia actividad turística que demanda calidad.
El siguiente plano de situación de la zona de Los Cigarrales
reproduce los principales hoteles (representados por sus logotipos)
que ofrecen espectaculares vistas hacia la ciudad de Toledo.
Figura 4.34 Localización de los principales hoteles de Los Cigarrales (Elaboración propia a partir de fotos y grafos)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 100
DIAGNOSTICO DEL PAISAJE
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 101
CAPITULO 5: DIAGNOSTICO DEL PAISAJE 5.1 Introducción
Este último capítulo recoge un variado conjunto de diagnósticos
que son resultado de la iniciativa de los grupos de trabajo. Las
propias fases de reconocimiento y análisis condujeron a la
necesidad de plasmar una visión de más calado de las condiciones
del paisaje analizado.
Es así que se planteó un diagnóstico sistemático del territorio que
se estaba analizando que se incluye en el siguiente apartado y que
utiliza como soporte los contenidos de las vistas de un itinerario
sucesivo de aproximación. El sistema resultó muy eficaz para
desentrañar la verdadera complejidad de los procesos y pautas
analizados.
La cuestión de la identidad y del carácter del paisaje surgió
recurrentemente y pronto fue sentida como una necesidad el
establecer las pautas formales de esa identidad percibida y sus
límites: lo que es propio de Los Cigarrales lo que no es propio de
Los Cigarrales.
La especial condición visual de la topografía de este territorio y su
fragilidad a las construcciones determinó un análisis escenográfico
específico encaminado a determinar el “peso” de cada posible
desarrollo en todo el contexto.
Finalmente, en el último apartado se recogen las conclusiones
sobre la riqueza e interés del paisaje y la necesidad de una
adecuada gestión de sus valores.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 102
5.2 Reconocimiento y diagnóstico previo del paisaje
Se ha realizado un reconocimiento del paisaje mediante la toma de
vistas y su análisis posterior con el objeto de analizar sus pautas y
diagnosticar sus condiciones. De las fotografías tomadas se
eligieron las más representativas de cada subzona que se exponen
a continuación acompañadas de un mapa de localización:
Figura 5.1 Mapa de localización de las fotografías (elaboración propia a partir de foto)
Figura 5.2 Fotografía 1 (Autora: Natalia Martínez)
En esta primera vista se puede observar la ciudad de Toledo entre
los dos cerros que están en primer plano. La imagen deja apreciar
cómo la ciudad, aun rodeada de cerros y distante, cobra
protagonismo. Esto se debe más a su gran belleza compositiva y su
alto valor de significados (monumental, histórico, identitario) que a
su mera presencia física, reducida por la distancia. En primer
termino las copas de cipreses y pinos forman un horizonte de
referencia, los cerros graníticos forman un segundo horizonte
cruzado, más allá la silueta de los edificios más elevados de
Toledo.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 103
Figura 5.3 Fotografía 2 (Autora: Natalia Martínez)
En este caso, el paisaje es esencialmente agrícola. En él se aprecia
la morfología alomada del relieve y los cultivos, caracterizados por
el predominio del olivo y el cereal. Observando la línea que forman
los cerros en el horizonte se puede detectar claramente un
importante enclave visual: un puerto entre las dos lomas desde el
que es posible dominar esta escena y la que se dispone más allá
del horizonte. Se trata de una vista lejana a la ciudad y donde la
pauta de las fincas de los Cigarrales se ha diluido.
Figura 5.4 Fotografía 3 (Autora: Ana Margarita Casas)
Esta vista ofrece un paisaje mixto que combina referentes
culturales, naturales y cotidianos: una vegetación arbórea (pinar y
encinas), la ciudad con su poderosa apariencia y la carretera que
posee una fuerte personalidad estética por su diseño continuo y
funcional. Además, se puede apreciar el tipo de composición visual
en la que se impone la plataforma por su disposición lineal aunque
a una cota más baja que la de los elementos en sus alrededores
que quedan de algún modo subordinados a ella.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 104
Figura 5.5 Fotografía 4 (Autora: Ana Margarita Casas)
Esta vista combina una cierta aleatoriedad del paisaje (formas
orgánicas de las copas de los pinos con la linealidad) con la
presencia completamente recta y artificial de la carretera y el muro
que la acompaña. Además, esta imagen se complementa con la
vista 2, al proporcionar la vista del mismo puerto observado
justamente desde el lado contrario. El cambio en esta ladera es
evidente, el pinar y la dehesa se imponen.
Figura 5.6 Fotografía 5 (Autora: Ana Margarita Casas)
La imagen es una vista característica de un Cigarral. El edificio se
eleva asomando sobre las copas de árboles frente a la silueta de
Toledo. Tiene todas las claves reconocidas propias de Los
Cigarrales. Observándola detenidamente da la sensación de que
los elementos de tipología urbana quedarán sumergidos en la
vegetación. Como contraposición, destaca la grandeza del Alcázar
y el casco antiguo de Toledo que, por su posición, parece que
nunca se verán ensombrecidos por esta poderosa vegetación. Es el
efecto grandioso (estético, escenográfico y de significados) del
paisaje de Los Cigarrales.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 105
Figura 5.7 Fotografía 6 (Autora: Ana Margarita Casas)
La pista de deportes y las edificaciones modernas y carretera al
fondo (izquierda) comparten espacio con el muro de un Cigarral
que discurre sobre la ladera mostrando el interior cultivado de olivo
y más allá la vista de Toledo. Se pueden observar dos vistas
completamente distintas en una, a derecha e izquierda de la
imagen. La frontera entre ambas es una muralla perfectamente
definida, física, estética y de significados (modernidad y
clasicismo). Se pueden apreciar también las diferencias entre los
valores de una y otra, condicionados altamente por sus diferentes
usos y cómo éstos se aprecian.
Figura 5.8 Fotografía 7 (Autor: Antonio Arrieta)
Esta vista marca el carácter más soberbio del paisaje, además de
uno de los más bellos. El protagonismo de la imagen claramente
corresponde al río y su tajo, que sirven de frontera natural entre
Toledo y Los Cigarrales. La escenografía fluvial, que prepondera en
la foto, fragmenta el paisaje en dos frentes escénicos que se miran
entre sí. Se puede destacar también el valor de itinerario
paisajístico que tiene la carretera que bordea la ciudad, así como el
valor de mirador que ofrece cada uno de los cerros del paisaje de la
derecha.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 106
Figura 5.9 Fotografía 8 (Autor: Antonio Arrieta)
Esta imagen da a conocer la misma escenografía fluvial que la
imagen anterior. Pero, en este caso, el punto de toma de la
fotografía puede definirse como un perfecto mirador, combinando
todos los valores posibles que proporciona la ciudad de Toledo (la
vegetación, el río, la monumentalidad…). Además, aunque no tiene
ningún protagonismo concretamente en esta foto, se puede
destacar la función escenográfica del puente situado sobre el río.
Figura 5.10 Fotografía 9 (Autor: Antonio Arrieta)
La vista hace hincapié en la belleza y valor monumental de la
ciudad, recogiendo un punto de vista excepcional para observarla
desde el interior del promontorio sobre el que se ubica. En el centro
de la imagen se puede ver un mirador y un área de descanso
construidos recientemente.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 107
Figura 5.11 Fotografía 10 (foto de David Rodríguez)
Esta vista, dominada por la presencia de unas sabinas de gran
porte combina de nuevo el valor del paisaje natural con el cultural
de la ciudad de Toledo al fondo, dando más protagonismo al
primero.
5.3 La identidad de Los Cigarrales en cuestión
Los edificios y actuaciones nuevas en Los Cigarrales emplean
referentes y elementos típicos de las fincas del lugar. De este modo
nos encontramos con fachadas como la de la siguiente foto en la
que conviven elementos nuevos y referentes del lugar.
Figura 5.12 Hotel de nueva creación en Los Cigarrales (foto de ETSICCP).
Los ejemplos de esta convivencia son numerosos. En la casa de la
fotografía siguiente, se ha intentado emplear las verjas
características de los grandes ventanales y puertas de las antiguas
fincas, y se ha procurado mezclar los distintos tipos de muros,
yendo desde el más clásico y auténtico, hasta una de las
imitaciones de éstos más actuales que existen hoy en día.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 108
Figura 5.13 Casa de nueva construcción con rasgos de carácter
cigarralero trasladados a una edificación nueva (Foto ETSICCP Ciudad Real).
Sin embargo, no todo lo de nueva construcción en la zona guarda
los referentes del lugar, sólo tenemos que fijarnos en las nuevas
viviendas que se están levantando con tipologías, volúmenes e
incluso acabados diferentes.
Figura 5.14 Nuevas tendencias constructivas en el entorno de Los
Cigarrales (Foto ETSICCP Ciudad Real).
Es habitual encontrar contradicciones en los criterios empleados a
la hora de acometer obras de reforma en Los Cigarrales, ya que em
la mayoría de los casos no se respeta la concepción del espacio y
se emplean materiales y técnicas constructivas poco adecuadas,
dando lugar a una cierta sensación de desconcierto de la
panorámica observada. A veces el empleo de soluciones
constructivas arbitrarias produce una ruptura en la unidad del
recinto o del conjunto (ver foto siguiente):
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 109
Figura 5.15 Diferencias en las tipologías constructivas de los muros a cada lado de la puerta que dan sensación de heterogeneidad (Foto
ETSICCP Ciudad Real).
Las gamas de colores de materiales, terreno y vegetación son
características de Los Cigarrales. Pero a veces, estas pautas se
rompen con fuertes contrates. Claros ejemplos de ello son las
fincas que incorporan especies exóticas en sus jardines.
Figura 5.16 Vegetación atípica en el interior de una finca (Foto ETSICCP
Ciudad Real)..
Asimismo ocurre con la propia presencia de los jardines que han
abandonado las pautas tradicionales de limitarse al interior de las
fincas, decorando ahora isletas y muros. En este sentido, el ciprés
parece haber saltado fuera como señal identitaria de los portalones.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 110
Figura 5.17 Ciprés en la puerta de un cigarral (Foto ETSICCP Ciudad
Real).
A veces se pueden encontrar discordancias en los patrones
estéticos y de carácter de la zona. En las fotos siguientes se
aprecia el acabado de transformadores eléctricos en dos fincas
distintas: el primero que incorpora un diseño pintoresco, quizás
excesivo, mientras el segundo no tiene ningún sentido de su
ubicación limitándose a un recipiente de metal sobre soporte de
ladrillo.
Figura 5.18 Mandos eléctricos siguiendo el patrón Arquitectónico de Los
Cigarrales (Foto ETSICCP Ciudad Real). .
Figura 5.19 Mandos eléctricos estándar (Foto ETSICCP Ciudad Real).
.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 111
La presencia de grandes edificaciones hoteleras modernas con
restos de edificios tradicionales de Cigarral componen contrastes
similares. La convivencia de lo antiguo con lo moderno puede
encontrar resoluciones adecuadas cuando se conserva en carácter
general y los elementos nuevos son adecuadamente discretos. Lo
interesante de un conjunto histórico es que se mantenga vivo lo que
se consigue con los servicios de la modernidad.
Figura 5.20 Puente de San Martín (foto I Español).
La estructura del puente nuevo es discreta y se limita a apoyarse
sobre dos pilas situadas en las riberas que la propia vegetación
camufla parcialmente.
Figura 5.21 Nuevo puente de hormigón (foto I Español).
La discreción no adorna sin embargo el desarrollo de nuevas
promociones de viviendas en el área que contrasta con la pauta
general de disposición de las fincas de los Cigarrales, robándoles
todo su carácter. Las nuevas promociones densas, voluminosas y
con altos aprovechamientos constructivos (algunas implican
grandes movimientos de tierra verticales frente al Tajo) determina
un deterioro transformador de estos paisajes históricos.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 112
5.4 Elementos del deterioro del paisaje
Además de los aspectos que dañan la identidad y carácter de los
Cigarrales se recogen aquí otros elementos que colaboran con el
deterioro del paisaje y de su apreciación. Destacan por ejemplo los
tendidos eléctricos. De diseño pobre, generalmente rudimentario o
meramente funcional en su simpleza. Distribuidos sin tener en
cuenta el impacto visual que producen en el paisaje
Figura 5.23 Poste y tendido eléctrico junto al Tajo (A. Arrieta)
Figura 5.24 (A. Arrieta) En las figuras 5.23 y 5.24, se observa cómo una sola columna del
tendido eléctrico puede, agredir de una manera muy evidente a la
composición escénica del paisaje. La agresión tan marcada no se
debe al volumen, ni al color de la columna pues en general no
destacaría sobre el color del terreno, se debe a su disposición en la
escena (contra el fondo que es la lámina de agua del río en
reposo). Se debería cuidar la disposición de los tendidos eléctricos ,
al menos en los paisajes de calidad.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 113
Figura 5.25 (A. Arrieta)
Otros elementos de deterioro son los taludes artificiales. El talud
artificial del terraplenado de la izquierda de la foto superior, rompe
la continuidad horizontal de la composición escénica. El muro
escalonado limítrofe con dicho talud (que no tiene carácter
estructural) es exagerado y acentúa la discontinuidad horizontal y
vertical de la composición.
Figura 5.26 (A. Arrieta)
La foto superior y la siguiente proporcionan un diagnóstico de los
terrenos mal tratados y taludes en la escenografía de la zona. Las
condiciones áridas del suelo y de estas superficies desnudas son el
punto frágil de los sistemas mediterráneos y traducen un aspecto
descuidado y agresivo de la espectacular morfología de la zona. En
efecto, los taludes naturales mal cuidados arruinan la calidad
escénica de la vista e introducen referentes de desorden, abandono
y erosión.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 114
Figura 5.27 (A. Arrieta)
También es reseñable la presencia de elementos discordantes
como son el área de descanso de la Ruta de Don Quijote junto al
mirador sobre Toledo. Se construye sobre elementos básicos en
madera tratada en una estética que no es neutra (sugiere
instalaciones de recreo en parques naturales contemporáneos)
pero si ajena a los referentes específicos de la zona. La situación
del área de descanso y mirador junto a la carretera recoge las
instalaciones de las vistas más interesantes retirándolas al pie de la
loma y gracias a ello posee una limitada función de mirador.
Figuras 5.28 y 5.29 (A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 115
Figura 5.29 (A. Arrieta)
Las instalaciones visualmente mal situadas implican además los
riesgos de cruzar la carretera para acceder a ellas desde el paseo
que discurre al otro lado, constituye un elemento paisajísticamente
discordante en la escena, pues sobre una escenografía urbano-
histórica, se ha intercalado un mirador con claves estéticas
claramente rurales no autóctonas.
Obsérvese en la foto, cómo la barandilla y la techumbre de madera
desentonan en la escena del cigarral.
Figura 5.31 (A. Arrieta) Los nuevos materiales no sólo desdibujan el carácter e identidad de
la zona sino que, en algunos casos, cuando no son conscientes del
contexto en el que se sitúan pueden afectar a grandes escenas y
vistas. El color rojizo de la vivienda en la foto superior, contrasta
con el resto del color en la escenografía, focalizando la escena,
precisamente en un punto sin interés especial para el observador.
También, y aunque no aparezca en las fotografías se ha observado
que pequeños elementos de las infraestructuras viarias (como la
pintura usada en los bordillos de algunas glorietas produce un
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 116
efecto similar de imposición y daño). Esto obliga a reflexionar sobre
el tratamiento a realizar de los materiales también en las obras
públicas, que no debe convertirse en el protagonista de la escena
por si sólo. Obsérvese por lo contrario el manejo de materiales
acordes y discretos en las aceras y murete de la foto inferior.
Figura 5.32 (A. Arrieta)
El mantenimiento defectuoso de las áreas abiertas, por ejemplo, de
las márgenes y cunetas de carreteras, favorece en algunas
ocasiones el crecimiento de vegetación incontrolado en los bordes
de los itinerarios visuales, que interfiere en la contemplación de la
escena y le dota de sensación de desorden y abandono.
Figura 5.33 (A. Arrieta)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 117
5.5 Evaluación de la fragilidad visual La especial condición escenográfica del paisaje de Los Cigarrales
requiere un análisis específico de su sensibilidad visual, es decir de
cómo puede ser alterada su calidad paisajística según se
intervenga en la escena. Para ello y sólo en primera aproximación
se ha considerado el posible impacto visual de la implantación de
edificios en la zona de estudio. Se quiere analizar así cómo sería la
participación en las vistas de nuevos edificios que se situaran en la
zona de estudio. Se han considerado las vistas que se obtienen
desde un punto de vista situado en el casco histórico de la ciudad
de Toledo. Se han definido dos edificios tipo posibles:
• Bloque de viviendas particulares: simulada por un prisma de
100 m2 en planta y que eleva 8 metros sobre el suelo.
• Edificación de hotel: representada por un prisma de 1000 m2 en
planta que levanta 15 metros desde la superficie del terreno.
Figura 5.34 Modelización de bloque de viviendas particulares y de hotel
(Elaboración propia)
Estas actuaciones de referencia se han situado sobre el modelo
digital del terreno (MDT) a intervalos regulares, siguiendo una rejilla
de 250 metros de espaciamiento. A continuación, se simuló un foco
de visuales simples (como un haz de luz) en el casco histórico de
Toledo, para poder comprobar de esa manera qué edificios se
veían desde Toledo.
Los resultados obtenidos para el tipo de edificio menor son los que
se muestran en la siguiente imagen (obsérvense los puntitos que se
pueden apreciar sobre la superficie oscura del terreno).
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico
Figura 5.35 Simulación de visuales en el MDT del casco histórico de Toledo con edificación de viviendas particulares (D. Rodríguez)
Las zonas más claras son las que mayor atención recibirían desde
la ciudad de Toledo y sobre ellas los granitos serían los hipotéticos
edificios de viviendas.
A continuación se ha traducido esta imagen de luces y sombras en
un área sobre la cartografía de la zona. Para los edificios de menor
tamaño, el mapa de la zona visible sería el que se muestra en la
siguiente figura:
Figura 5.36 Zona visible con viviendas particulares (D. Rodríguez)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico
Figura 5.37 Simulación de visuales en el MDT del casco histórico de Toledo con edificación de hoteles (D. Rodríguez)
Realizando el mismo proceso para los edificios de mayor tamaño
(edificaciones de hoteles), podemos obtener una imagen similar
con los prismas reflejando la luz (Figura 5.37) y traducir esa imagen
a la cartografía en un mapa de la zona visible (Figura 5.38).
Figura 5.38 Zona visible con edificación de hoteles (D. Rodríguez)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 120
Sin embargo, estos mapas no consideran que los edificios, con la
distancia pierden (debido al efecto de la perspectiva) parte del
impacto visual que producen, por lo que estos mapas habría que
matizarlos con la distancia. Por ello, se trazan semicírculos
concéntricos de referencia a distancias regulares (cada 500
metros).
Figura 5.39 Semicírculos de referencia para incluir el efecto de la perspectiva al impacto visual (D. Rodríguez)
Esta información, para poder ser legible se ha combinado en un
solo plano (Figura 5.40), en el que se divide la zona de estudio en
cinco áreas en función de su fragilidad de impacto visual, que
queda determinada:
• Fragilidad alta
• Fragilidad media-alta
• Fragilidad media
• Fragilidad media-baja
• Fragilidad baja
Este plano es un instrumento para la toma de decisiones que
considera el efecto de los nuevos edificios en la vista de Los
Cigarrales desde Toledo, sirve como criterio para unas posibles
restricciones a cada una de las zonas. Por ejemplo, podrían
condicionarse estrictamente las nuevas construcciones en la zona
de fragilidad alta y permitirlas en condiciones más abiertas en la de
fragilidad baja, y ciertos condicionantes en las categorías
intermedias.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 121
Fragilidad baja
Fragilidad media-baja
Fragilidad media
Fragilidad media-alta
Fragilidad alta
Figura 5.40 Mapa de fragilidad visual (D. Rodríguez)
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 122
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA: BALLART, Joseph, 1997, El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso, Ariel Patrimonio Histórico, editorial Ariel Barcelona BERLIN, Isaiah, 1999, Las raíces del romanticismo, Taurus, 2000, Madrid. COSGROVE, Denis, DANIELS, Stephen, 1988, The iconography of landscape. Essays on the symbolic representation, design and use of past environments, Cambridge Studies in Historical Geography 9, Cambridge University Press. DROSTE, Bernd von, PLACHTER, Harald, RÖSSLER, Mechtild, 1995, Cultural landscapes of Universal Values, Gustav Fischer, 1995, New York. GOMBRICH, E.H., 1960, Art & Illusion. A study in the psychology of pictorial representation, Phaidon, Londres. GOMEZ MENDOZA, Josefina, ORTEGA CANTERO, Nicolás, 1988, Viajeros y paisajes, Alianza Universidad, 1988, Madrid. LENIAUD, Jean-Michel, 1992, L’Utopie francaise essai sur le patrimonie, Editions Menges, 1992, Paris.
LOPEZ ONTIVEROS Antonio, 1988, El paisaje de Andalucía a través de los viajeros románticos: creación y pervivencia del mito andaluz desde una perspectiva geográfica, en GOMEZ MENDOZA, Josefina, ORTEGA CANTERO, Nicolás, 1988, Viajeros y paisajes, Alianza Universidad, 1988, Madrid. MAYRATE, R. Y AVILLEIRA, P., sin fecha, “Viaje por Egipto y Asia Menor en los dibujos de Roberts”, sin fecha. MITCHELL, W.J.T, (Ed.), 1997, Landscape and Power, University of Chicago Press, 1997, Chicago. ORTAS DURAND, Ester, 1999, Viajeros frente al paisaje aragonés (1759-1850), Institución Fernando el católico, Diputación de Zaragoza, 1999, Zaragoza. OTERO ALONSO, María del Carmen (Ed.), 1997, Los símbolos de la identidad Canaria, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1997, Las Palmas. OSBORNE, Brian S,. 1988. The iconography of nationhood in Canadian art, en COSGROVE, Denis, DANIELS, Stephen, 1988, The iconography of landscape. Essays on the symbolic representation, design and use of past environments, Cambridge Studies in Historical Geography 9, Cambridge University Press. PENA LÓPEZ, María del Carmen, 1982, Pintura de paisaje e ideología. La generación del 98. 1998, Ensayistas 221, Taurus.
Los Cigarrales de Toledo. Un paisaje cultural
Capítulo 5: Diagnóstico 123
PRINCE, Hugh, 1988, Art and agrarian change, en COSGROVE, Denis, DANIELS, Stephen, 1988, The iconography of landscape. Essays on the symbolic representation, design and use of past environments, Cambridge Studies in Historical Geography 9, Cambridge University Press. RACKHAM, Oliver, 1986, The History of the Countryside. The full fascinating story of Britain´s Landscape, J.M. Dent and sons, Londres. RINGER, Greg (Ed.), 1998, Destinations Cultural landscapes of tourism, Routledge Advances in Tourism, Routledge, 1998, London. SIMMONS, I.G., 1989, Changing the Face of the Earth, culture, environment, history,, Basil Blackwell, Londres. SUCCI, Dario, DELNERI, Annalia, 2000, Canaletto, una Venecia imaginaria, catálogo, Centre de Cultura Contemporánea, Barcelona. SUTTON, Peter, C., 1994, El siglo de oro del paisaje holandés, Fundación Colección Thyseen Bornemisza, 1994, Madrid. TORT DONADA, Joan, 2002, ¿Per què Catalunya ès com és?. Trenta dues preguntes per descobrir la geografia del Principat, Llibres a L`Abast, 2002, Barcelona. TUSSELL, Javier, 1997, La estética de fin de siglo, en TUSELL, Javier y MARTÍNEZ-NOVILLO, Alberto, 1997, Paisaje y figura
del 98, Catálogo de la exposición, Fundación Central Hispano, 1997. TUSELL, Javier y MARTÍNEZ-NOVILLO, Alberto, 1997, Paisaje y figura del 98, Catálogo de la exposición, Fundación Central Hispano, 1997. URBAIN, Jean-Didier, 1993, El Idiota que viaja Relatos de Turistas, Endimion, 1993, WILLIAMS, Raymond, 1973, El campo y la ciudad, Piados, 2001, Buenos Aires.
Top Related