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Ruta CENTENARIO
DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Imagen: Diego Carrasco
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CURSO 2010 / 2011
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PROGRAMA “RUTAS LITERARIAS”
El Programa Rutas Literarias está centrado en la promoción del hábito lector y el gusto por la lectura, en el conocimiento de la riqueza cultural, lingüística, geográfica y social de España, y en el fomento de la convivencia entre los alumnos de todo el territorio nacional.
Parte de un proyecto educativo desarrollado en los centros en torno a unos autores y textos concretos y a los paisajes y lugares que les
sirvieron de inspiración o donde esos autores crearon dichos textos. Dicho proyecto se complementa con un viaje a esas zonas, la denominada “ruta literaria”, donde, en convivencia con alumnos de otras comunidades conocen “in situ” dichos lugares y vuelven a recrear las lecturas estudiadas. No se trata, pues, de realizar un viaje de ocio que altere durante unos días la actividad escolar. Al revivir de manera directa estos textos, realizando actividades, comentarios de texto, puestas en común, que, previamente han sido conocidos y trabajados en el aula con los profesores, se puede ayudar a los alumnos a reflexionar sobre las vivencias del autor o de los personajes, sobre las suyas propias y las de sus compañeros y así poder apreciar cómo la lectura ha cumplido con su objetivo básico: enriquecer y agrandar su espíritu.
Para facilitar el desarrollo de este proyecto educativo, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia ofrece unas rutas, ha diseñado un itinerario, unas actividades para el mismo y unos materiales que complementan la labor realizada por el profesor en el aula.
Los alumnos participantes en este Programa deben: - Conocer que el viaje tiene carácter cultural y educativo y que en ningún caso se trata de un viaje de ocio de final de curso. - Esforzarse en la puntualidad ya que es imprescindible para el buen desarrollo del programa y poder cumplir con los horarios
previstos. - Respetar las normas de convivencia establecidas en la residencia por lo que se exigirá un comportamiento acorde con dichas
normas, respetando las horas de descanso y el mantenimiento de las instalaciones. - Realizar las actividades programadas y ayudar a los compañeros en la ejecución de las mismas. - Permanecer dentro de las dependencias de la Residencia y no salir de dicho recinto si no van acompañados del profesor o cuenta
con una autorización expresa del mismo. Es importante saber que: - Si algún alumno tuviera medicación o dietas especiales, alergias u otros problemas de salud, deberá llevar su medicación
correspondiente y comunicarlo a los profesores encargados del viaje que lo advertirán a los responsables de la ruta con la suficiente antelación.
- Los teléfonos móviles se podrán usar, en los tiempos libres, antes y después de la cena, de acuerdo con las instrucciones de la coordinación de la ruta.
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- La compra, consumo o posesión de alcohol, drogas o cualquier otra sustancia tóxica nociva, está estrictamente prohibida. Cualquier infracción a este respecto será motivo de suspensión inmediata de la participación en el programa. Asimismo cualquier tipo de hurto o robo, bien sea en tiendas o a otro participante, así como cualquier otra infracción tipificada como delito o falta en el Código Penal, supondrá la inmediata obligación de abandonar la actividad.
- El alumno que contravenga cualquiera de estas normas será devuelto inmediatamente a su domicilio. Los gastos que se originen deberán ser asumidos por los padres o tutores legales quienes, en este caso, deberán, ponerse en contacto con el centro educativo o con los profesores acompañantes para abonar el importe correspondiente.
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RUTA “CENTENARIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ” DÍA 1: ORIHUELA. La Casa Museo de Miguel Hernández. Visita de la ciudad y de los lugares de interés “hernandiano”. Taller: “Miguel Hernández: el poeta del pueblo”. Ponentes: D. Aitor L. Larrabide (Fundación Cultural Miguel Hernández) Dña. Mª de los Ángeles Moragues Chazarra DÍA 2: ORIHUELA – COX. Segunda visita a Orihuela. Visita de la villa de Cox y de la casa de Josefina Manresa. Ponentes: D. Aitor L. Larrabide (Fundación Cultural Miguel Hernández) DÍA 3: MURCIA. El Encuentro de Federico García Lorca y Miguel Hernández. Taller: “Miguel Hernández: generación del 27 o generación del 36”. Taller de música: “Perito en Lunas y Canciones”. Ponentes: D. Javier Díez de Revenga D. Oché Cortés DÍA 4: CARTAGENA. Miguel Hernández y María Cegarra. Taller: “La Universidad Popular de Cartagena”. Charla‐Taller “Miguel Hernández y María Cegarra”. Ponentes: Dña. Mª Victoria Martín González D. Santiago Delgado Martínez DÍA 5: ALICANTE. Visita a la sede de la Institución “Juan Gil Albert”. Taller: “La muerte de Miguel Hernández”. Paseo “hernandiano” por Alicante. Ponentes: D. José Luis Vicente Ferris ORIHUELA CASTILLO DE COX CATEDRAL DE MURCIA TUMBA DEL POETA
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MIGUEL HERNÁNDEZ
MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942) fue un poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española del siglo XX. Aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36, Miguel Hernández mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por Dámaso Alonso como «genial epígono de la generación del 27».
Infancia y juventud
Nació el 30 de octubre de 1910 como segundo hijo varón en una familia de Orihuela dedicada a la crianza de ganado. Pastor de cabras desde muy temprana edad, Miguel fue escolarizado entre 1915 y 1916 en el centro de enseñanza «Nuestra Señora de Monserrat» y de 1918 a 1923 recibe educación primaria en las escuelas del Amor de Dios; en 1923 pasa a estudiar el bachillerato en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, regentado por los jesuitas, los que le proponen para una beca con la que continuar sus estudios, que su padre rechaza. En 1925 abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo, aunque poco tiempo después cursa estudios de derecho y literatura. Mientras cuida el rebaño, Miguel lee con avidez y escribe sus primeros poemas.
Por entonces, el canónigo Luis Almarcha Hernández inicia una amistad con Miguel y pone a disposición del joven poeta libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul Verlaine y Virgilio entre otros. Sus visitas a la Biblioteca Pública son cada vez más frecuentes y empieza a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones son, además de Miguel y el propio Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina, y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de «Ramón Sijé» y a quien Hernández dedicará su célebre Elegía. A partir de este momento, los libros serán su principal fuente de educación, convirtiéndose en una persona totalmente autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, se convertirán en sus principales maestros.
Segundo viaje a Madrid
Tras este prometedor comienzo marcha a Madrid por segunda vez para obtener trabajo, esta vez con mejor fortuna, pues logra primero ser nombrado colaborador en las Misiones Pedagógicas y más tarde le escoge como secretario y redactor de la enciclopedia Los toros su director y principal redactor, José María de Cossío, que será en adelante su más ferviente entusiasta. Colabora además con asiduidad en Revista de Occidente y mantiene una tórrida relación con la muy liberada pintora Maruja Mallo, que le inspira parte de los sonetos de El rayo que no cesa.
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Se presenta a Vicente Aleixandre y hace amistad con él y con Pablo Neruda; este es el origen de su breve etapa dentro del Surrealismo, con aliento torrencial e inspiración telúrica. Su poesía por entonces se hace más social y manifiesta a las claras un compromiso político con los más pobres y desheredados. En diciembre de 1935 muere su fraternal amigo de toda la vida, Ramón Sijé, y Miguel le dedica su extraordinaria Elegía, que provoca el difícil entusiasmo de Juan Ramón Jiménez en una crónica del diario El Sol.
Guerra Civil
Al estallar la Guerra Civil, Miguel Hernández se alista en el bando republicano. Hernández figura en el 5º Regimiento y pasa a otras unidades en los frentes de la batalla de Teruel, Andalucía y Extremadura. En plena guerra, logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. En el verano de 1937 asistió al II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas celebrado en Madrid y Valencia, y más tarde viajó a la Unión Soviética en representación del gobierno de la República, de donde regresó en octubre para escribir el drama Pastor de la muerte y numerosos poemas recogidos más tarde en su obra El hombre acecha. En diciembre de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, que muere a los pocos meses y a quien está dedicado el poema Hijo de la luz y de la sombra y otros recogidos en el Cancionero y romancero de ausencias, y en enero de 1939 nace el segundo, Manuel Miguel, a quien dedicó las famosas Nanas de la cebolla. Escribe un nuevo libro: Viento del pueblo. Destinado a la 6ª división, pasa a Madrid.
Prisión y muerte
En abril, el general Francisco Franco declaró concluida la guerra y se había terminado de imprimir en Valencia El hombre acecha. Aún sin encuadernar, una comisión depuradora franquista, presidida por el filólogo Joaquín de Entrambasaguas, ordenó la destrucción completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron permitieron reeditar el libro en 1981.
Su amigo Cossío se ofreció a acoger al poeta en Tudanca, pero este decidió volver a Orihuela. Pero en Orihuela corría mucho riesgo, por lo que decidió irse a Sevilla pasando por Córdoba, con la intención de cruzar la frontera de Portugal por Huelva. La policía de Salazar lo entregó a la Guardia Civil. Desde la cárcel de Sevilla lo trasladaron al penal de la calle Torrijos en Madrid (hoy calle del Conde de Peñalver), de donde, gracias a las gestiones que realizó Pablo Neruda ante un cardenal, salió en libertad inesperadamente, sin ser procesado, en septiembre de 1939. Vuelto a Orihuela, fue delatado y detenido y ya en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid, fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940. Cossío y otros intelectuales amigos, entre ellos Luis Almarcha Hernández, amigo de la juventud y vicario general de la Diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por él, conmutándosele la pena de muerte por la de treinta años. Pasó a la prisión de Palencia en septiembre de 1940 y en noviembre al Penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema.5 Fue enterrado en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, el 30 de marzo.
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Actualmente sus restos mortales reposan en una sepultura del mismo cementerio, junto a los de su mujer Josefina Manresa y su hijo, dicha sepultura, fácilmente identificable, es muy visitada.
Obras
• Perito en lunas, Murcia, La Verdad, 1933 (Prólogo de Ramón Sijé). • El rayo que no cesa, Madrid, Héroe, 1936. • Viento del pueblo. Poesía en la guerra, Valencia, Socorro Rojo Internacional, 1937 (Prólogo de Tomás Navarro Tomás). • El labrador de más aire, Madrid ‐ Valencia, Nuestro Pueblo, 1937. • El rayo que no cesa, Buenos Aires, Espasa‐Calpe, 1949 (Prólogo de José María Cossío. Incluye poemas inéditos). • Seis poemas inéditos y nueve más, Alicante, Col. Ifach, 1951. • Obra escogida, Madrid, Aguilar, 1952 (Incluye poemas inéditos). • Cancionero y romancero de ausencias, (1938–1941), Buenos Aires, Lautaro, 1958 (Prólogo de Elvio Romero). • Antología, Buenos Aires, Losada, 1960 (Selec. y Prólogo de Mª de Gracia Ifach. Incluye poemas inéditos). • Obras completas, Buenos Aires, Losada, 1960 (Ordenada por E. Romero. Prólogo de Mª de Gracia Ifach). • El hombre acecha, Santander, Diputación, 1961 (Facsímil de la primera edición de 1939 perdida en imprenta). • Obra poética completa, Madrid, Zero, 1979 (Introducción, estudio y notas de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia). • 24 sonetos inéditos, Alicante, Instituto de estudios Juan Gil‐Albert, 1986 (Edición de José Carlos Rovira).
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“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!”
Pablo Neruda
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Menos tu vientre
Menos tu vientre todo es confuso.
Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado, baldío y turbio.
Menos tu vientre todo es oculto,
menos tu vientre todo inseguro, todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre todo es oscuro, menos tu vientre claro y profundo.
Para la libertad
Para la libertad sangro, lucho y pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
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Elegía
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se nos ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería...)
Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumentos, a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler, me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano está rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero mirar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera, por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas y tu sangre se irá a cada lado,
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas,
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero,
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que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.
Para la libertad
Para la libertad sangro, lucho y pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
Umbrío por la pena
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla, donde yo no me hallo, no se halla hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno, pena es mi paz y pena mi batalla, perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona, cardos, penas me azuzan sus leopardos y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona circundada de penas y de cardos: ¡cuánto penar para morirse uno!
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La boca
Boca que arrastra mi boca. Boca que me has arrastrado: boca que vienes de lejos a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches un resplandor rojo y blanco. Boca poblada de bocas: pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas hacia arriba y hacia abajo. Muerte reducida a besos, a sed de morir despacio, das a la grama sangrante dos tremendos aletazos.
El labio de arriba, el cielo y la tierra el otro labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando desde el primer cementerio hasta los últimos astros.
Beso que va a un porvenir de muchachas y muchachos, que no dejarán desiertos ni las calles, ni los campos.
¡Cuánta boca ya enterrada, sin boca, desenterramos!
Bebo en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos que cayeron sobre el vino de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos, besos distantes y amargos.
Boca que desenterraste el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras, tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan escritas sobre tus labios.
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Nanas de la cebolla
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba. Con sangre de cebolla
se amamantaba. Pero tu sangre,
escarchada de azúcar cebolla y hambre.
Una mujer morena resuelta en luna
se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete niño,
que te traigo la luna cuando es preciso.
(Alondra de mi casa
ríete mucho,
que es la risa en tus ojos la luz del mundo.
Ríete tanto,
que mi alma al oírte bata el espacio.)
Tu risa me hace libre,
me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela,
corazón que en tus ojos relampaguea.
Es tu risa la espada más victoriosa,
vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol.
Porvenir de mis huesos y de mi amor.
Desperté de ser niño: nunca despiertes. Triste llevo la boca:
ríete siempre. Siempre en la cuna defendiendo la risa
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pluma por pluma.
(Ser de vuelo tan alto, tan extendido,
que tu carne es el cielo recién nacido. Si yo pudiera
remontarme al origen de tu carrera.)
Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas
ferocidades. Con cinco dientes
como cinco jazmines adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana, cuando en la dentadura
sientas un arma. Sientas un fuego
correr dientes abajo buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho: él, triste de cebolla,
tú, satisfecho. No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.
Llegó con tres heridas
Llegó con tres heridas: la del amor,
la de la muerte, la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida, la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo: la de la vida,
la de la muerte, la del amor.
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Romancillo de Mayo
Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas.
Al verlo venir se han puesto cintas de amor las guitarras, celos de amor las clavijas, las cuerdas lazos de rabia, y relinchan impacientes por salir de serenata.
En los templados establos donde el amor huele a paja, a honrado estiércol y a leche, hay un estruendo de vacas que se enamoran a solas y a solas rumian y braman.
La cabra cambia de pelo, cambia la oveja de lana, cambia de color el lobo y de raíces la grama.
Son otras las intenciones y son otras las palabras
en la frente y en la lengua de la juventud temprana.
Van los asnos suspirando reciamente por las asnas. Con luna y aves, las noches son vidrio de puro claras; las tardes, de puro verdes, de puro azul, esmeraldas; plata pura, las auroras parecen de puro blancas y las mañanas son miel de puro y puro doradas.
Campea Mayo amoroso;
que el amor ronda majadas, ronda establos y pastores, ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile y en aire ronda faldas...
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El niño yuntero
Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta a los golpes destinado,
de una tierra descontenta y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo de vacas, trae a la vida un alma color de olivo vieja y ya encallecida.
Empieza a vivir, y empieza a morir de punta a punta, levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente la vida como una guerra, y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe y ya sabe que el sudor es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja y mientras trabaja masculinamente serio,
se unge de lluvias y se alhaja de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte, y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura, que escucha bajo sus pies la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde en la tierra lentamente, para que la tierra inunde de paz y panes su frente.
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Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos, y devorar un mendrugo, y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho, y su vida en la garganta
y sufro viendo el barbecho tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a ese chiquillo menor que un grano de avena? ¿De dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros, que antes de ser hombres son y han sido niños yunteros.
Canción última
Pintada, no vacía: pintada está mi casa
del color de las grandes pasiones y desgracias.
Regresará del llanto adonde fue llevada
con su desierta mesa, con su ruinosa cama.
Florecerán los besos sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada.
El odio se amortigua detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa.
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CUESTIONARIO SOBRE LA RUTA LITERARIA "CENTENARIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ" 1. ORIHUELA 1. ¿Qué quiere decir "poeta del pueblo"? 2. ¿Te ha parecido Orihuela muy distinta a tu población de origen? 3. ¿A qué se dedicaba el padre de Miguel Hernández? ¿Era pobre o era rico? 4. ¿Qué educación tuvo Miguel Hernández de niño y adolescente? ¿Fue a la Escuela? 5. ¿Cómo se hizo escritor Miguel Hernández? 6. ¿Miguel Hernández habla del pueblo y el campo o de la ciudad? 7. ¿Qué hay más en la poesía de Miguel Hernández: sentimiento o ideas? Explícalo.
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2. ORIHUELA Y COX 1. ¿Cómo se llama la comarca a la que pertenecen Orihuela y Cox? ¿Qué río pasa por este valle? ¿Sabes la distancia a tu tierra desde estos pueblos? 2. ¿Qué sabes de la familia de la novia y luego esposa de Miguel Hernández? 3. ¿Qué oficio tenía Miguel Hernández cuando era novio de Josefina Manresa? ¿Y ella? 4. Haz un resumen de la dramatización que has visto en Cox, del encuentro entre Miguel y Josefina. 5. Explica las diferencias más importantes que encuentres entre la vida en tiempos de Miguel Hernández y ahora. 6. Copia aquí alguno de los poemas de amor de la antología de este cuaderno, de Miguel Hernández.
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3. MURCIA 1. ¿Por qué estaba Federico García Lorca en Murcia en las fechas en que conoció a Miguel Hernández? 2. ¿En casa de quién se conocieron? ¿Qué profesión tenía ese personaje? 3. ¿Por qué iba Federico a la casa de ese personaje? 4. ¿Por qué iba Miguel Hernández a la casa de ese personaje? 5. ¿Simpatizaron al final Federico y Miguel? ¿Por qué? 6. ¿Quién de los dos era más conocido en España como poeta? 7. Escribe el nombre de la calle donde estaba la casa donde se conocieron, y los familiares que salen en la pieza escuchada ("El Encuentro"). 8. ¿A dónde se va Federico cuando parte de la casa?
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4. CARTAGENA 1. ¿A qué iba Miguel Hernández a Cartagena? 2. ¿Quiénes eran sus amigos en Cartagena? 3. ¿Qué habían fundado esos amigos en Cartagena, y qué funciones tenía eso que habían fundado? 4. ¿Por qué eran amigos Miguel Hernández y María Cegarra? 5. ¿Había mucha diferencia personal entre los dos, Miguel y María? 6. ¿Qué le gustaba a María de Miguel Hernández? 7. ¿Qué se llevó Miguel Hernández de La Unión?
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5. ALICANTE 1. ¿De qué murió Miguel Hernández? 2. ¿Por qué estaba en la cárcel? 3. ¿ A qué edad y en qué año murió? 4. Explica lo que has sentido ante la tumba del poeta. 5. Copia debajo el verso o los versos (no necesariamente el poema entero) que más te ha impresionado de todos los que has leído o escuchado. Y dale una puntuación y una valoración con uno o dos adjetivos.
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IMPRESIONES (MIÉRCOLES: ORIHUELA)
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IMPRESIONES (JUEVES: ORIHUELA‐COX‐CAR)
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IMPRESIONES (VIERNES: MURCIA‐CAR)
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IMPRESIONES (SÁBADO: CARTAGENA‐LA UNIÓN)
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IMPRESIONES (DOMINGO: ALICANTE)
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