DE LA ACTIVIDAD MINERA AURÍFERA TRADICIONAL A LA ILEGAL
EN EL MUNICIPIO DE UNIÓN PANAMERICANA, CHOCÓ (2008-2012)
BETTY LEONOR PEREA LEMUS
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL
BOGOTÁ, D. C.
DICIEMBRE, 2017
Tabla de Contenidos
Contents Tabla de Contenidos ...................................................................................................................... 2
Capítulo Uno – Introducción ......................................................................................................... 3
Capítulo Dos - Planteamiento del problema ................................................................................. 5
Objetivo general ........................................................................................................................ 8
Objetivos específicos ................................................................................................................. 8
Diseño Metodológico ................................................................................................................ 8
Capítulo Tres - Estado del Arte .................................................................................................... 14
Impacto ambiental .................................................................................................................. 14
Impacto social ......................................................................................................................... 15
Impacto económico ................................................................................................................. 17
Política Minera ........................................................................................................................ 19
Capítulo Cuatro - Marco Conceptual ........................................................................................... 29
La actividad minera ................................................................................................................. 29
Minería Artesanal .................................................................................................................... 31
Minería a pequeña escala ....................................................................................................... 34
Minería Ilegal ........................................................................................................................... 37
Minería de Hecho .................................................................................................................... 37
Minería Tradicional ................................................................................................................. 38
Capítulo Cinco - Análisis de Resultados ....................................................................................... 39
Primer objetivo específico - Caracterizar en el municipio de La Unión Panamericana el
fenómeno histórico de la minería tradicional de oro .............................................................. 39
Segundo objetivo - Identificar las trasformaciones de la actividad minera de oro tradicional
en el municipio a minería mecanizada, ilegal y/o criminal ..................................................... 41
Tercer objetivo específico - Identificar las implicaciones sociales, económicas y ambientales
que tienen los nuevos escenarios de la minería ilegal mecanizada para el municipio. .......... 56
Capítulo Seis – Conclusiones ....................................................................................................... 64
Bibliografía .................................................................................................................................. 70
Anexo 1 ........................................................................................................................................ 74
Anexo 2 ........................................................................................................................................ 77
Anexo 3 ........................................................................................................................................ 79
Capítulo Uno – Introducción
En la actualidad, el sector minero en Colombia es responsable del 14% del
Producto Interno Bruto colombiano (PIB), siendo el oro y el carbón los dos
minerales más importantes para el país (Martínez, 2012).1 Gracias a ese
auge, y al aumento de los precios de muchos minerales en el mercado
internacional, entre 2002 y 2010, la explotación minera creció en Colombia
en forma regular e irregular, llevando a grandes transformaciones en muchas
comunidades que tienen la minería como modo de vida tradicional.
La explotación ilícita de recursos minerales usurpa la propiedad pública sobre
los bienes de la Nación, desaprovecha abiertamente los recursos naturales no
renovables, afecta de manera sensible fauna, flora, aire, agua y suelo, genera
sobrecostos en el uso de recursos imprescindibles para la vida, y genera
pasivos ambientales, que niegan a los pobladores el racional usufructo de
dichos recursos; por otro lado también entorpece la salubridad pública y la
seguridad alimentaria, genera desplazamiento forzoso y muchos otros
problemas de orden social, esto sin mencionar aspectos de carácter
económico, fiscales y de seguridad pública que serán analizados en el
desarrollo del presente estudio.
La minería tradicional en Colombia no sólo está presente en el 44% de los
municipios del país y representa el 30% del total de las exportaciones
mineras, sino que ha sido desarrollada desde la época colonial por mineros
que han transmitido sus conocimientos a sus descendientes y que han
encontrado en esta actividad su única forma de subsistencia; en particular en
zonas con poca presencia del Estado (Defensoría del Pueblo, 2010).2 No
obstante, frente esa actividad tradicional se evidencia el crecimiento de la
mecanización en la actividad minera, su ilegalidad y clandestinidad y la falta
de control por parte de las autoridades competentes, lo que desata una serie
de problemas de orden público, además de graves consecuencias ambientales
por el uso desaforado de insumos químicos como el cianuro y el mercurio en
1 Martínez, A. (2012) Impacto socioeconómico de la minería en Colombia. Fedesarrollo: Bogotá 2 Defensoría del Pueblo (2010) La minería de hecho en Colombia, Defensoría Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente, Imprenta Nacional de Colombia: Bogotá
el caso de la minería del oro. En consecuencia, los efectos negativos de la
minería ilegal son de gran impacto para las comunidades y los ecosistemas,
lo que ha convertido a la minería ilegal y legal en una de las actividades de
mayor impacto ambiental que hoy en día tiene el país.
Una situación especialmente grave se da en los territorios donde se realiza la
explotación de oro, ya que de las 57 toneladas de este metal que se producen
en el país al año, solo la cuarta parte la extraen compañías que cumplen las
normas establecidas para su extracción (Mejía, 2012).3 La explotación minera
ilegal tiene implicaciones en los sectores ambientales, económicos, de
legitimidad estatal y de seguridad. Evidentemente, la falta de control del
Estado para la explotación de ciertos recursos estimula la informalidad de la
economía, golpea la tributación y contribuye al deterioro de las condiciones
laborales de quienes se dedican a esta actividad. La minería ilegal se
correlaciona con la violencia, con todo tipo de conflicto y de crimen, en
especial con el desplazamiento forzoso, homicidio y extorsión por parte de
grupos guerrilleros como las desmovilizadas Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y ahora sus reductos, el Ejército de
Liberación Nacional (ELN), las Bandas Criminales, conocidas como BACRIM y
la delincuencia común.
En ese contexto, en el desarrollo de este documento nos centraremos en este
fenómeno como ocurre en el departamento de Choco, específicamente, en el
municipio de La Unión Panamericana, entre 2008 y 2012, periodo en el que
con más énfasis se inició la transformación de la minería tradicional a la
minería ilegal.
3 Mejía, D. (2012) ¿El siguiente boom ilegal en Colombia? Minería ilegal y violencia’, Foco Económico
Capítulo Dos - Planteamiento del problema
Particularmente en la última década, la explotación minera tuvo un notable
auge, no sólo en el mundo, sino en Latinoamérica y también en Colombia. Es
así que “desde 2005, cuando el gobierno de Álvaro Uribe puso a la guerrilla
en retirada (…) La combinación de mejores precios y menores riesgos resultó
en una avalancha de peticiones de concesiones mineras legales que puso en
aprietos el limitado catastro minero nacional. Aprovechando además una
legislación flexible que se había aprobado en 2001, particulares y empresas
pidieron títulos para 20 mil concesiones de exploración y explotación de minas
–un título sirve para las dos –que cubren 22 millones de hectáreas de los 114
millones que tiene el país. Y el gobierno anterior les otorgó casi 9.000 títulos,
sin respetar páramos (el ecosistema de alturas que produce gran parte del
agua colombiana), ni parques nacionales, ni resguardos indígenas, ni
territorios colectivos afrodescendientes” (Ronderos, 2011).4
En el caso colombiano, la minería ha jugado un muy papel importante,
históricamente hablando. Desde la época precolombina, las comunidades
indígenas tenían sus métodos para usar la sal, las esmeraldas, otros
minerales, y especialmente el oro, en el que aún hoy se pueden apreciar sus
grandes habilidades como orfebres. Sin embargo, también se ha
documentado ampliamente el saqueo que sufrieron dichas comunidades de
mano de los conquistadores. Posteriormente, durante el proceso conocido
como la Revolución Industrial, presente en el siglo XIX, se promovió en
Colombia la explotación a gran escala del carbón en cercanías a Bogotá, y del
hierro en Boyacá, el Valle del Cauca, y Santander. En la década de los 70 la
explotación del carbón alcanzó el punto de contribuir a las exportaciones
nacionales incluyendo, entonces, la producción de los departamentos de la
Guajira y el Cesar, así como el ferroníquel de Córdoba. A pequeña escala
también se han documentado una gran cantidad de explotaciones artesanales
de arcillas, yeso, arena, caliza y mármol, entre otros materiales, para las
cementeras, ladrilleras, cerámicas, y obras civiles en general, así como
también de minerales y piedras preciosas. Este es el caso de la explotación
4 Ronderos, M.T. (2011) ‘La fiebre minera se apodera de Colombia’, Revista Semana, 9 de junio.
artesanal de oro en el municipio La Unión-Panamericana, ubicado en el
Departamento del Chocó, en el que se centra este estudio.
“La minería tradicional y de hecho en Colombia, presente en el 44% de los
municipios del país, y que representa el 30% del total de las explotaciones
mineras, ha sido desarrollada desde la época colonial por mineros que han
transmitido sus conocimientos a sus descendientes y que han encontrado en
esta actividad su única forma de subsistencia; en particular, en zonas con
poca presencia de la institucionalidad del Estado” (Defensoría del Pueblo,
2010: 11).5 Consecuentemente, esta tradición minera han contribuido al
arraigo de la minería de oro en diferentes zonas geográficas del Colombia,
de las que actualmente resaltan los municipios de Remedios y Segovia en
Antioquia, el municipio de Marmato en Caldas, el de Buenos Aires en el Cauca,
el de Santa Rosa del Sur en Bolívar, y los de Istmina y Tadó en el
departamento de Chocó, entre varios otros municipios auríferos en Colombia.
Entre estos otros encontramos el municipio de La Unión Panamericana, del
cual describimos y analizamos en esta investigación parte de su historia
reciente y experiencias en torno a la explotación artesanal de oro, haciendo
énfasis en las transformaciones que se han dado entre que estas
explotaciones eran consideradas artesanales a ser consideradas como
ilegales.
El debate en torno a los diferentes tipos de minería continúa, tema que se
retoma con más detalle en el capítulo del marco conceptual; no obstante, y
como punto de partida del planteamiento del problema que se investigó, se
entiende que la explotación de los metales preciosos en Colombia –incluido
el oro– por parte de mineros artesanales y de pequeños mineros se realiza
de dos maneras: a) de manera informal (minería tradicional y/o minería de
hecho y minería ilegal) y b) de manera formal (minería a pequeña escala).
Hecha esta claridad, se recuerda que, por lo general, la minería artesanal se
relaciona con economías de subsistencia; la Agencia Nacional de Minería,
5 Defensoría del Pueblo (2010) Minería de Hecho en Colombia, Defensoría Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente, Imprenta Nacional de Colombia: Bogotá.
agencia gubernamental encargada de supervisar la implementación del
proceso de otorgar concesiones y promover una reforma del Código Minero,
ofrece la siguiente definición: “es desarrollada por personas naturales que
dedican su fuerza de trabajo a la extracción de algún mineral mediante
métodos rudimentarios y que en asocio con algún familiar o con otras
personas generan ingresos de subsistencia” (Ministerio de Minas y Energía,
2003: 108).6
Sin embargo, debido al auge de dicha extracción, dada el alza en los precios
finales del producto a nivel internacional desde el año 20107, se puso de
manifiesto, en este y en otros municipios del país, el crecimiento de la minería
ilegal y criminal. Además de la falta del correspondiente título minero vigente
o de la autorización del titular de dicha propiedad –que es el único elemento
de ilegalidad que reconoce el Código Minero8– otra de sus características en
la práctica es la intervención de miembros de bandas de delincuencia común,
grupos guerrilleros y paramilitares, quienes ejercen su poder de coerción en
actividades extorsivas hacia los mineros. Los mineros, antes artesanales, se
han visto obligados, en algunas ocasiones, y motivados, en otras, a asociarse
con estos grupos a cambio de herramientas, equipos y maquinarias que,
mientras por un lado les facilitan el duro trabajo de la explotación aurífera y
les ofrecen la promesa de mayores ingresos, por otro generan una serie de
graves problemas de diverso orden.
Entre dichos problemas tenemos los hechos de violencia individual y colectiva
(que en ocasiones alcanzaron tal magnitud que se convirtieron en problemas
de orden público), total desprotección por parte de las autoridades en la
medida en que ahora hacen parte del mundo ilegal, prostitución y
drogadicción, dificultades severas de salud individual y salubridad pública
debido al uso de una serie de componentes químicos sin la capacitación y
protección necesarias, dificultades de seguridad alimentaria, y
6 Ministerio de Minas y Energía (2003) Glosario Técnico Minero, Ministerio de Minas y Energía, República de Colombia, Bogotá 7 “(…) por una onza troy de oro, dieron en promedio más de US$1.200 en 2010, tres veces el precio de un lustro atrás.” Ronderos, M.T. (2011). ‘La fiebre minera se apodera de Colombia’, Revista Semana, 9 de junio. 8 Una breve descripción del Código Minero se hace en capítulo del Estado del Arte
desplazamiento forzoso; están además los inmensos efectos negativos sobre
el medio ambiente, que entre otros hechos ocasiona sobrecostos en el uso de
recursos imprescindibles para la vida, tales como la enorme contaminación
de las fuentes de agua y los suelos, y otros de carácter económico y fiscales.
A partir de estos hechos la pregunta de investigación a la que este estudio
buscó dar respuesta fue ¿Cuáles son los impactos socioeconómicos y
ambientales de la trasformación de la actividad minera tradicional aurífera a
ilegal en el municipio de La Unión Panamericana, departamento del Chocó?
Con el fin de explorar respuestas a esta pregunta se plantearon los siguientes
objetivos:
Objetivo general
Identificar los principales impactos socioeconómicos y ambientales, producto
de la trasformación de la actividad minera tradicional aurífera a ilegal en el
municipio de La Unión Panamericana, departamento del Chocó (2008-2012).
Objetivos específicos
• Caracterizar en el municipio de La Unión Panamericana el fenómeno
histórico de la minería tradicional de oro.
• Identificar las trasformaciones de la actividad minera de oro tradicional
en el municipio a minería mecanizada, ilegal y/o criminal.
• Identificar las implicaciones sociales, económicas y ambientales que
tienen los nuevos escenarios de la minería ilegal mecanizada para el
municipio.
Diseño Metodológico
Para dar cumplimiento a dichos objetivos se escogió como enfoque
metodológico, el Estudio de Caso, el del municipio Unión Panamericana, en el
departamento del Chocó.
De acuerdo con lo expresado por Stake (2007) en su libro ‘Investigación con
Estudio de Caso’: “De un estudio de caso se espera que abarque la
complejidad de un caso particular (…) Estudiamos un caso cuando tiene un
interés muy especial en sí mismo. Buscamos el detalle de la interacción con
sus contextos. El estudio de casos es el estudio de la particularidad y de la
complejidad de un caso singular para llegar a comprender su actividad en
circunstancias importantes” (Stake, 2007:11).9
Durante el período comprendido entre el año 2008 y el 2012 se han percibido
con mayor frecuencia los cambios notables que ha tenido la minería
tradicional a la mecanizada ilegal; ante esta situación, las acciones
adelantadas por el gobierno no muestran resultados favorables, pues por
ejemplo, para el saneamiento de las condiciones de vida de la población,
estas acciones parecen limitarse solo a aquellas zonas en donde se percibe el
aporte de las regalías que provienen de las minas legales, que no es el caso
del municipio en estudio. Dado que el nulo recaudo de impuestos es otro de
los grandes problemas que genera la minería ilegal, éste conlleva a su vez a
una nula o baja redistribución de los ingresos por esta actividad en las
regiones que lo padecen. Desafortunadamente, y de manera perversa, la baja
inversión estatal conlleva que cada día la ilegalidad minera tenga más auge
en la región, reforzando un círculo vicioso de pobreza, desprotección e
ilegalidad, en el que los pobladores son los más afectados.
La selección del estudio de caso del municipio Unión Panamericana, en el
departamento del Chocó, se hizo además de por motivos prácticos
(conocimiento previo de la zona por mi parte), porque esta situación de
transformaciones se ha hecho evidente en un contexto altamente complejo,
y ha tenido gran incidencia en la vida de comunidades afrocolombianas
pobladoras de la región.
Como también afirma el autor ya mencionado “Los casos que son de interés
(…) los constituyen, en su mayoría, personas y programas que se asemejan
en cierta forma unos a otros, y en cierta manera son únicos también. Nos
interesan tanto por lo que tienen de único, como por lo que tienen en común
(…) Quizá tengamos nuestras reservas sobre algunas cosas que las personas
(las llamaré actores) nos cuentan, del mismo modo que ellas pondrán en
9 Stake, R. (2007) Investigación con Estudios de Caso, Cuarta Edición, Editorial Morata, Madrid
entredicho algunas de las cosas que digamos sobre ellas. Pero salimos a
escena con el sincero interés por aprender cómo funcionan en sus afanes y
en su entorno habituales, y con la voluntad de dejar de lado muchas
presunciones mientras aprendemos” (Stake 2007: 15).10
Unión Panamericana es un municipio colombiano localizado en el suroriente
del departamento de Chocó que limita al norte con Cértegui, al oriente con
Tadó, al sur con Istmina y al occidente con Cantón de San Pablo. Su cabecera
municipal se denomina Las Ánimas.
Fue erigido como municipio mediante la ordenanza No. 011 del 30 de julio de
1999, resultado de la segregación de los municipios de Tadó e Itsmina. Se
encuentra geoestratégicamente ubicado en la parte sur oriental del
departamento del Chocó, sobre la vía que de Pereira conduce a Quibdó; La
ubicación estratégica de su cabecera municipal como bisagra que une a los
municipios de la subregión del San Juan con los del Atrato, El Eje Cafetero y
la salida al Mar por la Panamericana, le abre inmenso futuro a esta entidad
territorial en el mediano plazo.
Las Ánimas, cabecera municipal de Unión Panamericana está ubicada en la
margen izquierda de la quebrada San Joaquín, tiene 2.381 habitantes, 540
viviendas y una extensión de 1.600 Km2. El perímetro urbano está definido
por el Acuerdo No. 18 de 1999, proferido por el Concejo municipal. Su
longitud es de 8 kilómetros y tiene un área de ocho (8) kilómetros cuadrados.
Tradicionalmente, la actividad económica municipal ha girado alrededor de la
minería y la extracción maderera. La primera ha sido la mayor y principal
fuente de ingresos y empleo de la región, la pesca es escasa y la agricultura
es de subsistencia (cultivos de pan coger) y se realiza principalmente en los
corregimientos de San Pablo Adentro Quiadó, Raspadura y la vereda de
Animas Medio. La ubicación de municipio dentro del Departamento del Chocó
se puede apreciar en el siguiente mapa (No. 1).
10 Ibid, Stake R. (2007)
Son pocas las comunidades dedicadas al cultivo de pan coger, el cual está
representado en: plátano, maíz, ñame, yuca, y frutales como: borojó, zapote,
papaya, piña, aguacate, guanábana, guayaba, cítricos, chontaduro, mil pesos
y coco. La actividad pecuaria se reduce a la cría de aves, principalmente pollos
y al levante de cerdos de razas criollas de baja producción de carne, el cultivo
de peces en estanques es muy recientemente, la ganadería extensiva,
ubicada la mayor parte sobre la vía Panamericana.
Mapa No. 1 – Municipio de La Unión Panamericana en el
Departamento del Chocó
Fuente: Alcaldía de La Unión Panamericana (2017)11
11 Alcaldía (2017) Nuestro Municipio en http://www.unionpanamericana-choco.gov.co/mapas_municipio.shtml?apc=bcxx-1-&x=1363662 (Revisado en diciembre, 2017)
La falta de crédito y asistencia técnica y la ausencia de programas de fomento
agropecuario, dirigido al mejoramiento genético de plantas y animales y la
tradición minera de la región han incidido en la poca dinámica del sector, a
pesar del alto potencial existente para su desarrollo.
Por otra parte, la minería tecnificada, que se realiza en la casi totalidad del
territorio municipal, está generando erosión y alta sedimentación de las
cuencas de los ríos menores, los que pierden su cauce e invaden los centros
poblados poniendo en riesgo a las comunidades. Esta actividad ha incidido
directamente en el agotamiento de la pesca en ríos y quebradas.
En medio de sus reconocidas condiciones de pobreza y deplorables
indicadores de bienestar de su población, el Departamento del Chocó es el
segundo departamento con mayor producción de oro a nivel nacional,
superado solamente por Antioquia y seguido de lejos por Nariño.
Tabla No. 1 – Producción de oro en kilos
Departamentos 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Antioquia 28.027,85 18.898,47 19.156,33 27.451,79 26.456,88 28.091,13 23.605,46
Chocó 10.847,19 24.529,71 27.915,13 24.438,01 15.153,76 11.316,68 14.547,21
Cauca 2.316,77 1.036,72 1.127,57 2,17 0,00 0,00 1,10
Nariño 2.827.87 3.586.91 5:187.62 7.562,18
Fuente: UPME (2016: 97)12
Como técnicas de recolección de información se usó la observación
participante mediante cuatro visitas de campo, en noviembre del año 2012,
en mayo del año 2015 y dos visitas más durante el presente año 2017.
Además, se recopilaron y analizaron una serie de documentos de diferente
formato tales como documentos escritos entre ellos artículos académicos,
libros, artículos de revistas generales y noticias de prensa; se aplicaron,
adicionalmente, tres entrevistas a personas con diferentes perfiles, pero
relacionadas con la actividad minera.
12 UPME (2016) Boletín Estadístico de Minas y Energía, Unidad de Planeación Minero- Energética, Ministerio de Minas y Energía, República de Colombia, Bogotá
Después del diseño de una guía de entrevista (Ver Anexo No. 1) se aplicó tres
veces así: a un minero tradicional, a un minero mecanizado y a un
representante del Consejo Comunitario. Posteriormente dicha información se
sistematizó en matrices conformadas con diferentes categorías de análisis
que se retomaron del marco conceptual y para cada uno de los tres objetivos
específicos propuestos y se procedió a hacer el análisis correspondiente, que
se ofrece en el capítulo de análisis de resultados.
Este proceso de investigación, por lo tanto, dirigió su mirada a la comprensión
de las transformaciones producidas por el paso que ha supuesto el ejercicio
de la minería artesanal al ejercicio de la minería ilegal, análisis que estuvo
enmarcado en el bienestar político, social, económico, ambiental y cultural, y
del respeto a los derechos humanos de los pobladores del municipio en
estudio.
Capítulo Tres - Estado del Arte
Para organizar la gran variedad de investigaciones realizadas en torno a la
minería en Latinoamérica, y en especial en Colombia, he dividido ésta en
cuatro grandes categorías: las referidas al impacto ambiental, al impacto
social, al impacto económico, y a la legislación que la organiza.
Impacto ambiental
El diagnóstico ambiental de las áreas degradas por minería, realizado por el
Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico en el municipio de
Atrato, Chocó muestra como esta región del Chocó cuenta con numerosas
áreas de explotación minera ilegal activas y abandonadas. Este estudio aplica
una metodología de análisis fisicoquímicos en muestras de agua y suelo, así
como muestreos de vegetación y fauna de estas zonas, para concluir que la
actividad minera en esta región ha generado deforestación, y por ende la
emigración de especies de fauna como también la extinción de especies
florísticas, así como la sedimentación y desviación de los cuerpos de agua
utilizados en la actividad (Vargas et al, 2010).13
En este mismo sentido, la investigación Los impactos ambientales de la
minería en Colombia (Najera et al, 2011),14 realiza un estudio del impacto
ambiental generado por la actividad minera en las zonas de mayor influencia
minera en el país. El trabajo efectúa un recorrido por las explotaciones
mineras más destacadas, evidenciando fenómenos como la deforestación,
erosión y sedimentación de ríos.
Pero no son sólo los ecosistemas los que sufren las consecuencias de la
explotación minera, sino también la población humana. El Instituto de
Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP), en su indagación
Determinación de la contaminación mercurial en personas vinculadas con la
13 Vargas, L., Quesada, Z., Ramírez, G., y Valoyes, Z. (2011) Diagnóstico ambiental de las áreas degradadas por la actividad minera en el municipio de Atrato, Chocó. Bioetnia, Revista de Investigaciones Ambientales del Pacifico, 7(1), 23. 14 Najera, D., Solano A., y López, M. (2011) Impactos ambientales de la minería en Colombia. Universidad de la Guajira, Rioacha
minería de oro en el distrito minero del San Juan, departamento del Chocó
(2011)15, realizó una evaluación de los riesgos potenciales en la salud de las
personas vinculadas en la cadena de extracción de oro en el distrito minero
de San Juan, especialmente a personas de entables mineros vinculadas con
el proceso de amalgamación. Se basó en la valoraciones médicas y
toxicológicas para determinar trazas de mercurio presentes en cabellos, orina
y sangre, y los resultados evidenciaron que sólo a 9 de los 55 pacientes no
se les detectó niveles de mercurio en ninguna de las tres muestras.
Impacto social
Para 2014, la Defensoría del Pueblo, tras realizar un trabajo pormenorizado
de constatación de las vulneraciones de los derechos de las comunidades
rurales, reconoció públicamente que en el Chocó existe una crisis
socioambiental debido a que “las actividades ilegales de extracción de
metales como el oro y el platino generan presión sobre el patrimonio
ambiental, degradan el tejido social y causan conflictos socio-ambientales”
(Defensoría del Pueblo, 2014:23).16
En ese mismo sentido, se encuentran investigaciones como la realizada por
la Defensoría Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente (2010)17,
que realizó un diagnóstico de la situación de derechos humanos en el entorno
de la minería de hecho en el país. El estudio evidencia la generalización de la
minería ilegal o de hecho en el país, y destaca la presencia de actores
armados ilegales, la débil presencia institucional en los territorios, el crimen
y el lavado de activos.
Por otro lado, existe un Diagnóstico situacional de la minería artesanal y en
pequeña escala desarrollada por afrocolombianos en territorios colectivos de
15 Medina, F. M., Ayala, H. E., y Perea, J. D. (2011). Determinación de la contaminación mercurial en personas vinculadas con la minería de oro en el Distrito Minero del San Juan, Chocó, Colombia. Bioetnia, Revista de Investigaciones Ambientales del Pacifico, 8, 195-206. 16 Defensoría del Pueblo (2014). Resolución Defensorial 064 de 2014; recuperado de: http://www.defensoria.gov.co/es/public/resoluciones/2552/Resoluci%25C3%25B3n-Defensorial-064-de-2014-Defensorial.htm (Revisado diciembre, 2017) 17 Defensoría del Pueblo (2010) Minería de Hecho en Colombia, Defensoría Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente, Imprenta Nacional de Colombia: Bogotá.
comunidades negras en el Chocó biogeográfico, realizado también por el
Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP, 2005)18. Este
estudio se basa en la recopilación de información social, ambiental, histórica
y económica alrededor del desarrollo de las prácticas mineras artesanales y
en pequeña escala de los mineros afrodescendientes en el Pacífico.
También encontramos el estudio de Leonardo Guiza (2013)19 La pequeña
minería en Colombia: una actividad no tan pequeña, que alrededor de la
política pública diseñada e implementada para la minería en Colombia, realiza
una caracterización cuantitativa y cualitativa de los principales aspectos
sociales, económicos, y ambientales. Este trabajo resalta que a pesar de ser
una actividad que en Colombia se desarrolla en su gran mayoría a pequeña
escala, un alto porcentaje de las normas y políticas mineras benefician a la
gran minería; por lo tanto, las acciones en materia de formalización de la
pequeña minería han sido muy precarias, lo que se traduce en los altos
índices de informalidad en el sector.
Otra importante descripción sobre los efectos de la minería en la sociedad es
el artículo Oro en la tierra anda, publicado en la revista Bioetnia, (Ayala,
2006)20. Aquí se muestra la visión teocéntrica desde la perspectiva
comunitaria alrededor de la minería aurífera en el Alto San Juan
(departamento del Chocó), y la sabiduría popular acumulada desde épocas
milenarias alrededor de la magia y el punto de encuentro con la realidad, la
cual es expresada en historias, mitos y leyendas, producto de las vivencias
en la cotidianidad y en las que se hace énfasis sobre las relaciones existente
entre los mineros y su conocimiento alrededor del oro. Este estudio se basa
en el testimonio de la sabiduría popular, donde se resalta la inmensa riqueza
cultural de la cual es depositario el pueblo afrodescendiente de esta región
alrededor de la minería artesanal como elemento vital dentro de la estructura
de sus sistemas tradicionales de producción minera, en la extracción del oro
18 Ayala, H. (2005). Estructuración del diagnóstico situacional de la minería artesanal y en pequeña escala desarrollada por los afrocolombianos en los territorios colectivos de las comunidades negras del Chocó Biogeográfico en el Pacífico colombiano. IIAP, Quibdó. 19 Güiza, L. (2013). ‘La pequeña minería en Colombia: una actividad no tan pequeña’. Dyna, 80(181), 109. 20 Ayala, H. (2006). ‘Oro en la tierra anda’. Bioetnia, Revista de Investigaciones Ambientales del Pacifico, 3(1), 38-53.
y el platino, metales preciosos alrededor de los cuales se construye todo un
imaginario colectivo que representa un universo material y simbólico.
Otro estudio contemporáneo es Los territorios frente a la minería. Debates y
alternativas alrededor de la problemática minera en Colombia (Pulido,
2015)21, donde se plantea un panorama de las principales alternativas que se
dinamizan frente a la minería desde diferentes movimientos y organizaciones
sociales y políticas en Colombia, partiendo de los diversos debates sobre la
problemática minera, en relación a la profundización de los conflictos
territoriales y las vías de información insuficiente y confiable que crean
dificultad para la comprensión de la problemática
Existen también trabajos más específicos como el realizado en el Encuentro
Latinoamericano Mujer y Minería (Bermúdez, 2011)22. Este tuvo como
propósito entender y resaltar las formas en las que las actividades extractivas
en general y la minería en específico, impactan la vida de la mujer a través
de violencia política y violación de derechos humanos, el despojo de tierras,
la inseguridad económica y alimentaria, la exclusión de espacios de
participación social, el deterioro de la salud, la desarticulación del tejido
social, etc.
Impacto económico
Un gran aporte a la discusión sobre el impacto económico de la minería la
realiza Fierro (2012)23 en su análisis del desarrollo de la minería en el
Colombia en relación con aspectos ambientales, socioculturales, jurídicos,
económicos, y el conflicto entre los modelos de desarrollo económico
neoliberal y los contrapesos establecidos por la Corte Constitucional, donde
21 Pulido, A. (2015) Los territorios frente a la minería: Debates y alternativas alrededor de la problemática minera en Colombia. Corporación para la Educación y la Investigación Popular, Instituto Nacional Sindical (CEDINS); recuperado de: http://censat.org/es/publicaciones/los-territorios-frente-a-la-mineria-debates-y-alternativas-alrededor-de-la-problematica-minera-en-colombia (Revisado diciembre, 2017) 22 Bermúdez, R.E. (2011) Mujer y minería. Ámbitos de análisis e Impactos de la minería en la vida de las mujeres - Enfoque de derechos y perspectiva de género. Memorias del Encuentro Latinoamericano Mujer y Minería, Universidad Nacional de Colombia: Bogotá 23 Fierro, J. (2012). Políticas mineras en Colombia. Instituto Latinoamericano para una sociedad y un derecho alternativos (ILSA) y Universidad Nacional de Colombia: Bogotá.
resalta la incongruencia de la política, puesto que no tiene en cuenta las
posibles amenazas con impactar la identidad cultural, los saberes
tradicionales y agotar o afectar irreversiblemente los recursos ambientales.
Este trabajo analiza la relación entre el capital financiero y los daños a los
sistemas naturales y sociales en el país, relación que ha generado conflictos
sobre territorios étnicos, normas ambientales y comunidades campesinas. La
minería en el país hace parte de un modelo extractivista de recursos no
renovables que pretende privilegiar la economía, sobre la biodiversidad del
país y su potencial hídrico. Además, Fierro hace una compilación de efectos
al agua y agua subterránea por efecto de la minería.
En el ámbito latinoamericano tenemos el documento Conflictos mineros en
América Latina: Extracción, saqueo y agresión del Observatorio de Conflictos
Mineros de América Latina (OCMAL, 2015)24. Este trabajo realiza una
recopilación de información y testimonios sobre la evolución de los conflictos
entorno a la actividad minera en diez países de Latinoamérica (Bolivia, Brasil,
Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Perú y Uruguay).
Este informe muestra como ante la presión del sector minero trasnacional,
estos países de América Latina llevaron sus economías a depender de las
exportaciones de esta actividad económica, llevando a la minería a
expandirse territorialmente. El trabajo analiza los efectos sociales, ecológicos
y económicos del modelo extractivo y la existencia de relaciones asimétricas
de poder entre empresas mineras y comunidades, donde el papel del Estado
muchas veces se ve reducido a asegurar la propiedad para la explotación y
distribución de beneficios de acuerdo con los intereses privados.
En el mismo sentido, se encuentra el estudio de Minería ilegal e informal en
Perú: Impacto socioeconómico (Torres, 2015)25, que describe los factores que
determinaron que la minería aurífera ilegal e informal se convirtiera en una
pandemia en este país, a causa del paulatino incremento de la cotización
internacional de los principales metales exportados, que justificó para muchos
24 OCMAL (2015). Conflictos mineros en América Latina: extracción, saqueo y agresión. Estado de situación en 2014; recuperado de: https://www.ocmal.org/wp-content/uploads/2017/03/Conflictos-Mineros-en-America-Latina-2014-OCMAL.pdf (Revisado diciembre 2017) 25 Torres, V. (2015). Minería Ilegal e informal en el Perú: Impacto socioeconómico. Cuadernos de CooperAcción, No. 2, Lima
mineros el riesgo de operar en la ilegalidad e informalidad; este estudio
muestra como resultado una gran debilidad del Estado, donde los esfuerzos
para la formalización de la actividad han fracasado y ha influido en la
expansión de la minería ilegal en el país.
También se puede mencionar el estudio realizado para FEDESARROLLO
denominado Impacto socioeconómico de la minería en Colombia (Martínez,
2012)26, que resalta la importancia de la actividad minera como fuente de
desarrollo económico en el país, en relación con la generación de empleo,
inversión extranjera, exportaciones, regalías, y el impacto en el PIB. No
obstante, hace un llamado de alerta sobre los impactos socioeconómicos y
ambientales que dicha actividad a largo plazo puede generar sobre el
bienestar de las comunidades, en relación con los cambios que enfrentan sus
modelos tradiciones de subsistencia.
La Defensoría del Pueblo (2015), presenta el informe La Minería sin control.
Un enfoque desde la vulneración de los derechos humanos27, desarrollado en
siete regiones del país donde se evidencian los problemas ambientales y
sociales que afrontan las comunidades campesinas, indígenas y
afrodescendientes alrededor de la actividad minera sin control. El informe
parte de un ejercicio metodológico cuantitativo-cualitativo a través de un
recorrido por las explotaciones mineras más destacadas en cada una de las
regiones, señalando que, ante la ausencia de los controles por parte del
Estado, la minería ha generado consecuencias nefastas a los ecosistemas, la
salud humana y la seguridad alimentaria de las comunidades
Política Minera
El documento La minería en el Chocó en clave de derecho, realizado por el
Foro Interétnico Solidaridad Chocó (FISCH) en 201628 proporciona
información actualizada y verídica sobre la defensa de los derechos
26 Martínez, A. (2012) Impacto socioeconómico de la minería en Colombia. Fedesarrollo: Bogotá 27 Defensoría del Pueblo (2015). La Minería sin control. Un enfoque desde la vulneración de los derechos humanos; Imprenta Nacional: Bogotá 28 Melo, D. (2015) La Minería en Chocó, en Clave de Derechos. Investigación y propuestas para convertir la crisis socio-ambiental en paz y justicia territorial. Centro de Estudios para la Justicia Social (CEJS) Tierra Digna, Bogotá http://tierradigna.org/pdfs/LA%20MINERIA%20EN%20CHOCO_web.pdf (Revisado 2017)
territoriales de comunidades étnicas, en particular las afrodescendientes; a
su vez encara una lectura crítica de los procesos de implementación de
proyectos extractivos de oro en el Chocó.
Duarte (2012)29 en una excelente recopilación y análisis por la ‘Cronología de
la Legislación Minera Colombiana’, explica que el contexto mundial se
remonta al siglo XI, y establece hasta la actualidad ocho grandes períodos de
política minera. Dados los objetivos de este trabajo, partimos de los períodos
números 5 y 6, cuyos hitos los constituye la expedición de la Ley 20 de 1969,
que establece el modelo de explotación estatal que generaría los mayores
debates en los años subsiguientes, particularmente sobre la propiedad minera
y sus límites privados y públicos. Otros hitos fueron la creación del Ministerio
de Minas y Energía en 1974, la abolición de la práctica de las concesiones
mediante el Decreto 2310 de 1974, la expedición del Código Minero a través
de la Ley 2655 de 1988 y el Decreto 1994 de 1989 que declara el derecho de
expropiación sin indemnización y la nacionalización de la propiedad minera.
Es decir, desde hace prácticamente 30 años, el Ministerio de Minas y Energía
(MME), expidió las normas que regulaban la ejecución de las actividades
mineras conocidas desde entonces como el Código de Minas o Código Minero.
Los objetivos planteados por dicho Código fueron: “El Código de Minas regula
las relaciones entre los organismos y entidades del Estado y de los
particulares entre sí, sobre las actividades de prospección, exploración,
explotación, beneficio, transporte, aprovechamiento y comercialización de los
recursos no renovables que se encuentren en el suelo o subsuelo, así sean
de propiedad de la nación o privada” (UPME, s.f.: 2).30
El MME también señaló las zonas en las cuales no se pueden desarrollar
actividades mineras en concordancia con lo establecido en el Decreto 2811
de 1974. Estas zonas hacen referencia a las áreas de uso exclusivo para la
29 Duarte, C. (2012) Cronología de la Política Minera en Colombia, enero 10 en https://gobernabilidadminera.wordpress.com/ (Revisado, diciembre 2017) 30 UPME (s.f.) Marco legal minero, Unidad de Planeación Minero-Energética, Ministerio de Minas y Energía, República de Colombia, Bogotá. http://www.upme.gov.co/guia_ambiental/carbon/gestion/politica/marco/marco.htm (Revisado diciembre, 2017)
agricultura y ganadería, las reservas ecológicas y las que presenten
incompatibilidad para el desarrollo de la actividad. En los artículos 16 y 17 de
dicha versión del Código Minero se definieron los títulos mineros, su
clasificación y su utilidad. Así mismo se establecen tres clases de minería:
pequeña, mediana y gran minería.
Además del mencionado Decreto 2811 (1974) otros reglamentos que
completaron el marco legal minero establecido en el Código Minero de 1998
se relacionan a continuación:
NORMA TEMA CONTENIDO
Decreto
1335/1987
Reglamento de seguridad
en las labores
subterráneas
Establece disposiciones sobre
la higiene y seguridad minera
en las labores subterráneas.
Ley 141 de
1994
Creación del Fondo
Nacional y de la Comisión
Nacional de Regalías
Crea el Fondo Nacional de
regalías, Comisión nacional de
Regalías y regula el derecho
del estado a percibir regalías
por la explotación de los
recursos naturales no
renovables.
Decreto
2636/1994
Explotaciones de hecho de
pequeña minería
Legaliza las explotaciones de
hecho de la pequeña minería
Decreto
501/1995
Inscripción de los títulos
mineros en el registro
minero
Reglamenta la inscripción en el
registro minero de los títulos
para la exploración y
explotación de minerales de
propiedad nacional.
Decreto
1184/1995
Forma de pago del canon
superficiario
Modifica la forma de pago del
canon superficiario en un plazo
de diez días siguientes a la
inscripción del Registro
minero.
Decreto
1385/1995
Mecanismos de
conciliación
Establece el mecanismo de
conciliación para los eventos
de superposiciones de áreas
entre explotadores de hecho y
títulos mineros otorgados.
Decreto
1481/1996
Requisitos para la
inscripción títulos en el
registro minero
Establece la obtención de la
licencia ambiental para la
inscripción de los aportes en el
registro minero nacional.
Fuente: UPME (s.f.) Marco legal minero31
Con relación a los títulos mineros, dicho Código estableció lo siguiente, con
respecto a las áreas a explorar, la duración de la licencia, los requisitos para
la solicitud de la respectiva licencia, el tiempo de prorroga y otros aspectos,
que se describen en la siguiente tabla:
ACTIVIDAD DESCRIPCIÓN
Licencia de
Exploración
Para otorgar la licencia de exploración y su duración,
se debe conocer el área a explorar
Pequeña
Minería
Mediana
Minería
Gran Minería
Área a explorar (Ha) 100 100 >A
> 1000
1000 > A > 5000
Duración de la
Licencia
Un año Dos años Cinco años
Tiempo de Prorroga Un año Un año Un año
31 Ibid, UPME (s.f.)
Requisitos para la
Solicitud de la
Licencia de
Explotación
Informe final
de exploración
y Programa de
Trabajos e
inversiones.
(PTI)
Informes de Progreso sobre el
programa de exploración.
Programa de trabajos e Inversiones
Estudio de impacto ambiental.
Licencia de
Explotación
La licencia tiene una duración de 10 años a partir
de su inscripción en el Registro Minero.
Se deben rendir informes anuales, donde se
presenta un resumen del programa de explotación
ejecutado, las inversiones realizadas y los resultados
obtenidos.
Aporte Minero El aporte es otorgado por solicitud de la entidad
interesada previa justificación técnica.
La entidad titular del aporte puede explorar y
explotar el área o parte de ella directamente, o
indirectamente por medio de terceros.
La cancelación de los aportes puede darse por:
Terminación o disolución de la sociedad.
No realizar las actividades mineras según lo descrito
en la resolución de otorgamiento.
El incumplimiento de las normas de explotación
racional de los recursos mineros.
Violación de las normas que regulen la venta y
comercialización del mineral.
La no presentación de los informes mensuales.
Contratos mineros
de concesión
La duración de los contratos mineros de concesión
es de 30 años, a partir de su inscripción en el Registro
Minero.
Durante la explotación el contratista debe devolver
las zonas que no estén incluidas en los planes y
diseños mineros.
Al vencer los contratos de concesión de gran
minería, el contratista debe dejar en funcionamiento
equipos, instalaciones y obras mineras y entregar a
título de reversión gratuita todas las propiedades
exclusivas de explotación.
Contratos mineros
de las entidades
descentralizadas
Los contratos que se celebren para pequeña y
mediana minería sobre las áreas comprendidas en los
aportes solo necesitan su inscripción en el Registro
Minero.
Los contratos que se celebren para proyectos de
gran minería requerirán la aprobación previa del MME
y posteriormente la inscripción en el Registro Minero
Fuente: UPME (s.f.) Marco legal minero32
De tal forma que “La Ley 2655 definió el Título Minero como el documento en
el cual se otorga el derecho a explorar y explotar el suelo y el subsuelo. Los
títulos mineros se clasificaron en ese momento como sigue: i) Licencias de
exploración: es el título que confiere a una persona, el derecho exclusivo a
realizar trabajos para establecer existencia de yacimientos de minerales y
reservas, dentro de una zona determinada; ii) Licencias de explotación: es el
título que le otorga a una persona la facultad exclusiva de explotar los
depósitos o yacimientos de minerales en un área determinada; iii) Los aportes
mineros: otorga a las entidades adscritas o vinculadas al MME, la facultad
exclusiva y temporal de explorar y explotar los yacimientos de uno o varios
minerales que existan en un área determinada.
De manera complementaria los Contratos Mineros se instituyeron como los
instrumentos mediante los cuales se crean derechos y obligaciones en la
exploración, montaje de minas, explotación y beneficio de minerales. En
aquel momento se establecieron dos clases de contratos mineros : i) los
contratos de concesión: contratos celebrados por el Ministerio de Minas y
Energía y que conferían al concesionario el derecho exclusivo a extraer los
32 Ibid, UPME (s.f.)
minerales y a realizar obras y labores de montaje y desarrollo de la
explotación y transporte del mineral; y ii) los contratos con las entidades
descentralizadas : contratos que celebran los establecimientos públicos y las
empresas industriales vinculadas y adscritas al MME para explorar y explotar
áreas que sean recibidas en aporte.
Igualmente relevante fue el esfuerzo por racionalizar el impacto ambiental de
la actividad minera. En este sentido el Decreto 501 de 1996 estableció que,
la ejecución de trabajos autorizados por las licencias de explotación de
contratos de concesión, requieran de “Licencia Ambiental” como requisito
para la inscripción en el Registro Minero. De acuerdo con el Decreto 1481 de
1996, los aportes se inscribirán en el Registro Minero Nacional. De esta
manera quedaba institucionalizado que para cada una de las actividades de
exploración y de explotación se debía obtener la respectiva Licencia
Ambiental.
Bajo esta misma línea de gobernanza minera es muy diciente el esfuerzo del
Código de 1988 para señalar y delimitar las zonas mineras dentro de los
territorios de las comunidades indígenas y negras. El Código delegaba dicha
responsabilidad en cabeza del Ministerio de Minas y Energía, quien debía velar
para que la exploración y explotación de los recursos naturales no renovables
se implementara bajo condiciones especiales buscando la protección y
participación de estas comunidades, con el fin de preservar sus características
culturales y económicas” (Duarte, 2012: 11)33
Este mismo autor establece un período de política minera que ha denominado
de la ‘Administración neoliberal y el enclave exportador’ de cual resaltamos
como sucesos más importantes y para efectos de este trabajo la Ley 97 de
1993 sobre el reconocimiento a la propiedad minera, el proyecto de reforma
del Código Minero en 1996, la Ley 685 del año 2001, que se constituye en lo
que actualmente y con algunas modificaciones es el Código Minero vigente,
y la Ley 1382 del 2010 que reforma la Ley 682. Los siguientes párrafos
describen brevemente la importancia de cada uno de estos hechos.
33 Ibid, Duarte (2012)
Las ya mencionadas largas discusiones que se dieron sobre la propiedad
minera y sus límites privados y públicos luego de que la Ley 20 de 1969 fuera
formulada, fueron retomadas por la Ley 97 de 1993, que en su artículo
tercero determinó “que las disposiciones sobre reconocimiento excepcional
de propiedad privada sobre hidrocarburos, y sobre los descubrimientos
mineros serian la única interpretación autorizada de la Ley 20 de 1969. Esta
Ley condicionaba la propiedad privada de yacimientos petrolíferos y mineros
a la existencia de yacimientos descubiertos antes del 22 de diciembre de
1969, además de los títulos específicos de adjudicación o sentencias
definitivas que reconocían ese derecho. De nuevo, como era de esperarse, se
presentaron varias acciones de inconstitucionalidad que no serían aceptadas
por la Corte Constitucional en la sentencia C-424 del 29 de septiembre de
1994” (Duarte, 2012: 13).34
Con relación al proyecto de reforma del Código Minero de 1988 por parte de
la abogada Luisa Fernanda Aramburu en el año 1996, y luego de la
constitución de 1991, se volvió a sentir con fuerza la injerencia de poderosos
intereses privados y empresas multinacionales en la forma de administrar los
recursos mineros de la nación (…) Este proyecto proponía: i) el desmonte del
liderazgo estatal en la explotación minera por medio del desmantelamiento
de la empresa estatal minera Minercol Ltda; ii) privilegiar la explotación
minera privada, introduciendo cuantiosas rebajas tributarias, así como la
posibilidad de firmar contratos de explotación exclusiva a las empresas
privadas; iii) la flexibilización de los controles ambientales sobre las
explotaciones, y la habilitación de nuevos territorios nacionales para el
aprovechamiento minero transnacional. El proyecto de 1996 intentaba
convertir las zonas de exclusión de la minería (donde hay prohibición total de
explotación), en restringidas. De esta manera se buscaba hacer minería a
gran escala en áreas vedadas por la Ley 2655 con un simple permiso
utilizando las autoridades competentes sectoriales.” (Duarte, 2012: 13)
Lamentablemente, buena parte de las propuestas de Aramburu, que
terminaron siendo recogidas por la Ley 685 del 2001 – y que corresponden
34 Ibid, Duarte (2012)
al actual Código Minero– junto con la Ley 1382 y el Decreto 2820 de año
2010, que son dos de las reformas posteriores a la Ley 685 que modificaron
el Código de Minas del 2001 en temas relacionados con la minería tradicional,
la ampliación de los plazos para la exploración, la adopción del Plan de
Ordenamiento Minero, la modificación y rechazo de solicitudes, la fijación de
procedimientos para la legalización de áreas y la modificación del plazo de las
concesiones, entre varios otros temas. Además, pusieron en evidencia las
características del modelo de enclave exportador minero tales como la: i)
inviabilidad y estigmatización de la pequeña minería; ii) conflicto con los
derechos étnicos del estado multicultural; iii) facilidades para la instalación
de la gran minería de capital transnacional; y, iv) flexibilización jurídica a los
impactos ambientales de los megaproyectos mineros” (Duarte 2012: 15).
Otro de los problemas que terminaron promoviendo dichas reformas al
Código Minero fue el de la inviabilidad y estigmatización de la pequeña
minería. Durante la sesión del Congreso en que se debatió dicha reforma se
afirmó que el mayor problema de la explotación minera nacional es la ‘minería
informal’, debido a que hace “[…] uso de tecnología rudimentaria que depreda
los campos y daña los depósitos mineros, tiene un alto impacto ambiental,
opera desconociendo obligaciones laborales y de seguridad industrial y limita
la llegada de proyectos de gran envergadura. El Código actual (1988) -
agregaba el gobierno- ha conducido a que cualquier persona, sin acreditar
capacidad técnica y económica alguna, adquiera la calidad de titular de
contratos y sean muy escasos los proyectos serios y eficientes de desarrollo
sostenible y racional del recurso minero” (Fernández y Valencia 2010:16).35
“El cambio discursivo no es insignificante porque, como vimos anteriormente
en la legislación de 1988, la Pequeña Minería aparecía como una opción
tipificada y reglamentada de una manera particular. Es posible apreciar como
en el Título IV, Capítulo XVI de la Ley 685 se elimina la diferencia entre
pequeña, mediana y gran minería, obligando a los dos primeros a competir
en las mismas condiciones de la gran minería. Además, el Capítulo XVII de
35 Fernández, J. y Valencia, M. (2010) Libre comercio y minería en Colombia. El caso de la Anglogold Ashanti. Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio (RECALCA): Bogotá
Exploración y Explotación Ilícita de Minas, penalizan e inhabilitan al minero,
que no se ‘legalice’. En síntesis, es posible apreciar como a partir del modelo
de enclave exportador se empieza a confundir y a mezclar bajo una misma
categoría la Minería Informal, tanto las explotaciones ilegales como la de los
pequeños mineros y los mineros artesanales. Paradójicamente, a pesar de
que el Capítulo XXIV de Aspectos Sociales de la Minería, legisla a favor de la
pequeña minería por medio de los Proyectos Mineros Especiales (Art. 248),
la inoperancia de esta normatividad sumado a las condiciones económicas de
nuestro país y la profundización de conflictos sociales y armados ha venido
produciendo el crecimiento desmesurado de la ilegalidad en la explotación
minera.” (Duarte, 2012: 16)
“El crecimiento de la minería ilegal puede explicarse si se tiene en cuenta que
proceso de ‘legalización’ guarda una perspectiva draconiana con los pequeños
mineros al eliminar la distinción entre pequeña, mediana y gran minería. De
acuerdo con la Red Colombiana de Acción Contra el Libre Comercio RECALCA,
entre 2002 y 2007 se presentaron casi seis mil solicitudes de legalización de
minería de hecho, y tan solo se resolvieron favorablemente cerca de
cuarenta. Además, si el área solicitada se encuentra en concesión, los
mineros tendrán que demostrar trabajos continuos iguales a la concesión (30
años). La experiencia muestra que la continuidad entre los pequeños mineros
es bien difícil de conseguir, pues muchos de ellos también son agricultores o,
por su debilidad, en muchas ocasiones se ven obligados a parar los trabajos
por falta de capital, o la persecución del gobierno les impide laborar los doce
meses del año” (Fernández y Valencia, 2010:15).36
36 Ibid, Fernández y Valencia (2010)
Capítulo Cuatro - Marco Conceptual
El propósito principal de este capítulo es describir brevemente las
generalidades de la actividad minera, como contexto para comprender las
diversas propuestas conceptuales que hay en torno a los diversos tipos de
minería, particularmente, de minería artesanal y minería ilegal que son los
que nos convocan en este proceso de investigación.
La actividad minera
La minería es la actividad económica del sector primario representada por la
explotación o extracción de los minerales que se han acumulado en el suelo
y subsuelo en forma de yacimiento.
De acuerdo con el lugar donde se realiza, esta actividad se clasifica de cuatro
formas: 1) la minería de superficie, explotaciones a cielo abierto u otras
excavaciones abiertas 2) la minería subterránea como galería o túneles 3) la
minería por dragado y 4) la minería por pozos de perforación, principalmente
en la obtención de combustible.
Se espera que, en cada uno de estos tipos de minería, se realicen diversos
pasos o fases para la explotación de los minerales, que son:
la exploración
la localización de los yacimientos
la extracción
el procesamiento, es decir, la separación del mineral de un compuesto
el transporte y finalmente
el aprovechamiento, es decir, emplear el mineral en su uso específico
(Gaitán et al., 2011).37
De acuerdo con el tamaño de explotación. Lo que se busca con esta
clasificación es unificar los procesos administrativos en temas relacionados
con la inversión para facilitar los procesos de explotación, la designación de
37 Gaitán, L., Martínez, P., Pérez, A. y Velásquez, C. (2011) El Sector Extractivo en Colombia, Fundación Foro Nacional por Colombia, Revue Watch Institute y Evangelischer Entwicklungsdienst (EED): Bogotá
concesiones, el estímulo a la inversión extranjera en el sector, y la gestión
del catastro minero. No obstante, al respecto hay varias propuestas:
Una de las propuestas es que existen dos tipos de extracción de estos
recursos mineros: 1) la primera de gran escala, por su capacidad de
extracción en hectáreas y la infraestructura utilizada y 2) a escala medianas
y menores, de forma tradicional, con una reconocida carencia de tecnología
adecuada y definida en muchos casos como informal y de subsistencia (Gaitán
et al, 2011). 38
Sin embargo, el Ministerio de Minas y Energía colombiano adoptó otra de las
propuestas, la que usa la clasificación internacional de la minería. En esta
propuesta de clasificación se tienen en cuenta dentro de los principales
aspectos la producción en metros cúbicos por año y el número de hectáreas
a intervenir; en ese orden la idea la minería la clasifican como artesanal,
pequeña, mediana, y gran minería.
Con la intención de establecer las opciones conceptuales con las cuales se
llevó a cabo este trabajo de investigación, a continuación se exponen
diferentes planteamientos alrededor de estos tipos de minería.39 No obstante,
es pertinente recordar que “Los términos de minería artesanal y de pequeña
minería o minería de pequeña escala no tienen actualmente una definición
única, ni a nivel nacional ni a nivel internacional; se utilizan para éstos
diferentes definiciones dependiendo del país y/o del medio en el cual se
utilicen. Por ello, y para enmarcar la información y los datos presentados en
este documento, se acogen las definiciones de minería artesanal y de minería
de pequeña escala que se describen a continuación; otros términos tales
como los de minería de hecho, minería tradicional y minería ilegal sí
encuentran una definición establecida en la normativa nacional, e incluso este
último término está actualmente redefiniéndose por parte del gobierno
nacional” (PNUD y MADS, 2012: 7).40
38 Ibid Gaitán et al. (2011) 39 Buena parte de este tema está basado en la publicación PNUMA y MADS (2012) Sinopsis Nacional de la Minería Aurífera Artesanal y de Pequeña Escala, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), diciembre, Bogotá 40 Ibid PNUMA y MADS (2012)
Minería Artesanal
Como ya se mencionó, actualmente no existe una definición mundialmente
aceptada del término ‘minería artesanal’. El Banco Mundial ha definido a este
tipo de minería como “el tipo de minería más primaria, caracterizada por
individuos o grupos de individuos que explotan depósitos en pequeña escala
con métodos manuales y equipos muy simples” (Hiba, 2002: 137).41 Entre
los mencionados equipos simples se encuentran los mates, las bateas, los
cachos en los que se hace el proceso de concentración del mineral, tal como
se aprecia en la siguiente fotografía (No. 1).
Fotografía 1 – Equipos minería artesanal
Mate
Cachos
Batea
Barra
Durante el proceso de beneficio del oro se usan los canalones en tierra y
madera, motobombas de muy baja potencia, con proceso de molienda en
pequeños molinos de bolas discontinuos (llamados marranas, tarros,
tambores o cocos) y/o trituración manual, como se puede apreciar en la
siguiente imagen:
41 Hiba, J. (2002) Condiciones de trabajo, seguridad y salud ocupacional en la minería en el Perú”, Organización Internacional del Trabajo, Lima.
Fotografías No 1 y 2
Apertura del pozo vertical de sección rectangular.
Extracción del material aluvial
(arranque- cargue y transporte)
Adicionalmente, en la etapa de beneficio, el oro es recuperado generalmente
de manera gravimétrica y/o con el uso del mercurio, en especial para los
minerales provenientes de yacimientos en filones, sin alcanzar etapas de
recuperación un poco más avanzadas y complejas, como la separación por
proceso metalúrgicos. La extracción de oro por gravimetría consiste en
separar los materiales extraídos del yacimiento de acuerdo con su peso; al
mover el material extraído y previamente molido en bateas, canalones o
mesas de vibración en presencia de agua pura, el oro, como mineral más
denso, se separa de la arena y otros materiales estériles.
En el contexto de la minería artesanal, solo de forma relativamente reciente
se ha venido difundiendo el problema de la contaminación con mercurio,
siendo una razón probable que en muchos casos sus efectos se detectan
solamente en el largo plazo. El mercurio usado en este proceso se degrada
luego en metilmercurio, un compuesto venenoso y mutanogénico que llega
al sistema nervioso de los peces que lo ingieren y a los suelos orgánicos en
donde se cultiva; de allí la importancia de evitar su uso en las operaciones
mineras (Villachica et al, s.f.).42
Una de las características de la minería artesanal es usualmente que se lleva
a cabo en las minas de aluvión versus las minas de depósitos primarias o
minas de filón. De hecho, al referirnos a la primera se tiene la siguiente
definición: “Se denomina minería [artesanal]/de subsistencia a la explotación
de pequeña minería de aluvión, más conocida como barequeo, y a la
extracción ocasional de arcillas, en sus distintas formas, y los materiales de
construcción” (MME, 2003: 108).43 Por el contrario, es la minería a pequeña
escala la que se enfoca en las minas de filón, pues debido a que la extracción
es más difícil se requiere mayor inversión económica, como se describe con
detalle más adelante. Las minas de aluvión permiten así procesos de
explotación en medio de la informalidad y en algunos casos, de la ilegalidad.
La minería artesanal del oro es la actividad extractiva de mayor informalidad
en Colombia y salvo en contados casos en donde el Estado ha creado reservas
especiales, los mineros realizan su oficio sin la mediación de ningún tipo de
título o permiso de explotación y en muchos casos ni siquiera cuentan con
aprobación de los dueños de los terrenos, lo que conlleva a conflictos de
tierras y a alteraciones de orden social (PNUMA y MADS, 2012: 8).44
Para efectos de esta investigación se entendió “la ‘minería artesanal’ como
aquella minería que la ejercen personas en la informalidad, que poseen muy
42 Villachica, C., Llamosas, J. y Villachica, L. (sin fecha) Oro Ecológico, tecnología para la obtención de oro sin Mercurio en la Minería de Pequeña Escala, SMALLVILL S.A.C. - CONSULCONT S.A.C., en http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/CC5180149410151E05257BF9007746A7/$FILE/oroecologico.pdf (Revisado en diciembre, 2017). 43 MME (2003) Glosario Técnico Minero, Ministerio de Minas y Energía, República de Colombia, Bogotá 44 Ibid PNUMA y MADS (2012)
baja capacidad de gestión y cuentan con tecnología precaria” (PNUMA y
MADS, 2012: 7).45
Minería a pequeña escala
“El decreto 2655 de 1988, antiguo Código de Minas del país, establecía en el
artículo 15 que la definición de pequeña, mediana y gran minería se
fundamentaba en el criterio de volumen o tonelaje de materiales útiles y
estériles extraídos de la mina durante un determinado período de tiempo.
Dicho artículo se fijaban los valores máximos y mínimos que daban la pauta
para la clasificación de un proyecto minero según su tamaño. Estos valores
fueron establecidos para cuatro tipos de materiales que para entonces se
consideraban los de mayor explotación en el país (metales y piedras
preciosas, carbón, materiales de construcción y otros).
El Código de Minas declarado mediante la Ley 685 de 2001 y las leyes que lo
modifican y/o complementan no definen la minería por tamaños; solamente
en el artículo 30 de la Ley 1382 del 9 febrero del año 2010, por el cual se
modifica la Ley 685 de 2001, se menciona que “En los departamentos
contemplados en el Artículo 309 de la Constitución Nacional y en el Chocó,
donde existe la pequeña minería mediante el método de mini dragas de
motores hasta de 60 caballos de fuerza, el Estado les dará especial protección
para la continuidad en el ejercicio de ésta tarea y tendrá un plazo de hasta
dos (2) años contados a partir de la vigencia de la presente Ley para legalizar
dicha actividad”.
Si se tiene en cuenta esta definición, es posible afirmar que mientras la
propuesta de Gaitán et al (2011), resulta ambigua en la medida en que no se
precisan las diferencias entre minería a escalas menores en comparación con
la minería tradicional, en la clasificación internacional adoptada por el
gobierno colombiano, los límites que en términos de producción en metros
cúbicos y el número de hectáreas a intervenir resultan problemáticos, dado
que “Si una draga de succión de 60 Hp está en capacidad de mover 40
m3/hora de materiales aluviales, entonces en la explotación de un lecho
45 Ibid PNUMA y MADS (2012)
aluvial durante un año de trabajo con un equipo de estas características se
podría realizar una remoción de mineral entre 200.000 m3 y 400.000 m3,
cifras que no son despreciables; de otro lado, en minería de depósitos
primarios o filonianos no se encuentra mucha referencia al respecto”46.
Para efectos del alcance de este documento, se adopta la siguiente definición:
Se denomina “minería de pequeña escala o pequeña minería”, al rango
inmediatamente superior a la minería artesanal; en este tipo de explotación
y beneficio de minerales auríferos se observa una evolución del minero en las
técnicas y las tecnologías aplicadas, en la inversión de capital, en la
integración de explotaciones y en la necesidad de contar con licenciamiento
tanto minero como ambiental.” (PNUMA y MADS, 2012: 9).47
Sin embargo, a partir de la entrada en vigor de la Ley 685 de 2012, se adoptó
en el país un nuevo Código de Minas en el cual no se incluyó la clasificación
de los proyectos mineros; por lo tanto, en la actualidad el término ‘minería
de pequeña escala’ o ‘pequeña minería’ corresponde más a una apreciación
de tamaño y organización de la explotación minera que a una clasificación
válida en el ordenamiento minero nacional.
Las inversiones requeridas para desarrollar proyectos mineros a pequeña
escala no son pocos y pueden estar entre 250 y 2000 millones de pesos; esto
conlleva a la necesidad de operar con derechos legalmente constituidos y es
el primer paso para la formalización de las explotaciones. En este rango
minero se observa la existencia de una buena parte de titulación de minas en
depósitos primarios o minas de filón, ya que éstas conllevan una mayor
inversión.
De allí que en la minería aurífera a pequeña escala se observa la unión de
esfuerzos y capitales individuales para la consecución de títulos que
garanticen la continuidad de las explotaciones, así como el desarrollo técnico
y tecnológico en los procesos; por eso en este tipo de minería se cuenta con
46 Ibid Gaitán et al. (2011) 47 Ibid PNUMA y MADS (2012)
frecuencia con títulos a nombre de cooperativas, asociaciones, grupos
étnicos, sociedades mineras de orden familiar o de explotadores de una
misma región.
En cuanto al uso de tecnología, si bien parte de los procesos que desarrolla
la pequeña minería son aún de carácter manual, muy buena parte de la mano
de obra está dirigida a la operación de máquinas y motores que en definitiva
se traduce en la mecanización del oficio minero.
La minería de pequeña escala en la explotación de aluviones auríferos está
básicamente desarrollada con retroexcavadoras, buldóceres, volquetas, y
dragas de succión con diámetros superiores a 3 pulgadas en las mangueras;
por lo general, la concentración del oro en estas explotaciones se realiza por
métodos gravimétricos; en algunas de éstas, los concentrados son
amalgamados fuera de los canalones y en otras, la amalgamación se efectúa
en circuito abierto al ambiente.
Adicionalmente, en la pequeña minería de depósitos primarios se observa el
uso de perforación mecánica o eléctrica, ventiladores eléctricos, y el beneficio
de los metales preciosos obtenidos se realiza por medio de trituración,
molienda en barriles, molinos californianos y molinos continuos, canalones,
mesas de concentración y tanques de cianuración, entre otros dispositivos.
A diferencia de la minería artesanal, en la pequeña minería de oro se
interiorizan ya conceptos de empresa e industria y adquieren importancia las
actividades de mejoramiento en la recuperación de metales, introducción de
la cianuración en el beneficio de oro, disminución de costos de operación y
optimización de procesos, administración de recursos y personal y la
integración o articulación entre mineros.
Aun cuando la pequeña minería de oro ha ido mejorando poco a poco en su
desempeño ambiental, la realidad es que muchas de estas explotaciones
están muy lejos de ser sostenibles. En los procesos de beneficio de la minería
aurífera de pequeña escala de depósitos tanto primarios como secundarios,
la técnica de la amalgamación con mercurio está presente aproximadamente
en el 80% de las plantas de beneficio, convirtiendo a la minería de pequeña
escala en una de las mayores fuentes de descarga de mercurio al ambiente.
Minería Ilegal
La Ley 685 de 2001 establece en el capítulo XVII ‘Exploración y Explotación
Ilícita de Minas’ que la exploración y explotación ilícita de yacimiento minero
es un delito contemplado en el artículo 244 del Código Penal y que se
configura cuando se realicen trabajos de exploración, de extracción o
captación de minerales de propiedad nacional o de propiedad privada sin el
correspondiente título minero vigente o sin la autorización del titular de dicha
propiedad.
En la definición anterior no se tiene en cuenta el requisito de la licencia
ambiental para las actividades de extracción de minerales, de acuerdo con lo
establecido en el Decreto 2820 de 2010. Sin embargo, en la Decisión Andina
No 774 sobre Política Andina de lucha contra la minería ilegal se planteó que
se debía involucrar la legislación ambiental como criterio para definir la
ilegalidad de las actividades mineras; por tanto, dicha decisión establece que
Minería Ilegal se define como cualquier actividad minera ejercida por persona
natural o jurídica, o grupo de personas, sin contar con las autorizaciones y
exigencias establecidas en las normas nacionales.
Minería de Hecho
La Defensoría del Pueblo en su documento ‘Minería de Hecho en Colombia’
expresa: “No obstante, en el artículo 58 de la Ley 141 de 1994, vigente al
año 2010, el cual es referenciado por el Código de Minas en el artículo que
regula justamente el proceso de legalización minera, se utiliza el concepto de
‘Minería de Hecho’ en lugar del de ‘Minería Ilegal’, para referirse de igual
forma, a las personas que sin título minero vigente llevan a cabo actividades
mineras”48.
48 Defensoría del Pueblo (2010) La minería de hecho en Colombia, Defensoría delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente, Imprentan Nacional: Bogotá
Al respecto, se considera que el concepto de ‘Minería de Hecho’, en lugar del
concepto de ‘Minería Ilegal’, refleja de una mejor manera la realidad social
de las personas que ejercen esta actividad desde hace cierto tiempo y como
medio de subsistencia, y que, en muchos casos, no han logrado regularizar o
legalizar sus actividades debido a las dificultades en el cumplimiento de los
requisitos exigidos por las autoridades mineras y ambientales para tal fin,
aunado a los obstáculos tecnológicos, educativos y de distancias geográficas
que deben pasar estas comunidades para tener acceso a la información. Cabe
anotar que, para el trámite de la correspondiente licencia ambiental de
proyectos mineros, se establece como requisito previo la presentación del
correspondiente título minero; dado lo anterior, podemos afirmar que la
minería de hecho incluye también la inexistencia de la licencia ambiental.
Minería Tradicional
La Ley 1382 de 2010 del Congreso de Colombia, en el Parágrafo 1 del Artículo
1 define: “Se entiende por Minería Tradicional aquella que realizan personas
o grupos de personas o comunidades que exploten minas de propiedad
Estatal sin título inscrito en el Registro Minero Nacional y que acrediten que
los trabajos mineros se vienen adelantando en forma continua durante cinco
(5) años, a través de documentación comercial y técnica, y una existencia
mínima de diez (10) años anteriores a la vigencia de esta Ley”.
Así las cosas, la explotación de los metales preciosos en Colombia por parte
de mineros artesanales y de pequeños mineros se realiza de dos maneras: la
informal (minería tradicional y/o minería de hecho y minería ilegal), que
carece de títulos mineros o licencias ambientales, que incumple los
requerimientos de seguridad social y de seguridad en los sitios de trabajo, y
la minería formal, que cumple con la normativa minera, la ambiental y la de
trabajo y que además es responsable en el pago de impuestos y regalías.
Capítulo Cinco - Análisis de Resultados
Al cumplir con el objetivo general de esta investigación, “identificar los
principales impactos socioeconómicos y ambientales, producto de la
trasformación de la actividad minera tradicional aurífera a ilegal en el
municipio de La Unión Panamericana, departamento del Chocó (2008-2012)”,
se plantearon tres objetivos específicos. En este capítulo se expondrán los
resultados para cada uno de ellos.
Primer objetivo específico - Caracterizar en el municipio de La Unión
Panamericana el fenómeno histórico de la minería tradicional de oro
La caracterización del municipio y de la minería se desarrolló mediante una
breve descripción general histórica del Municipio y las características de la
minería tradicional aurífera
El departamento del Chocó a nivel nacional se ha caracterizado por ser una
región con mayor riqueza natural y en ese contexto las poblaciones oriundas
antepasadas de la zona han explotado de manera artesanal algunos de sus
recursos naturales como es el caso del oro. Colmenares (1979)49 afirma que
los esclavos traídos desde África fueron estratégicamente escogidos por los
nuevos colonizadores por los profundos conocimientos en la práctica de la
minería.
Confirmando esta misma idea, otros historiadores coinciden en la premisa de
que la llegada de los afrocolombianos al Chocó se debió al auge del oro en
este sitio. Así, aunque al principio en la época de la conquista la entrada de
los afrocolombianos fue mínima, llegó a ser suficiente para que los que
llegaran en calidad de esclavos huyeran a la selva y conformaran palenques,
éstos eran grupos de afrocolombianos que huían del yugo español e iniciaban
por sí mismos otras vidas. El primer palenque que se conformó en Colombia
fue el palenque del Carmelo, durante el año 1532, que se estableció como
una comunidad del municipio de Tadó, en la cual se asentaron “negros
49 Colmenares, G. (1979) Historia económica y social de Colombia, Editorial La Carreta: Bogotá
libertos” de diversas regiones, principalmente venidos de la Gobernación de
Popayán que para 1540, la conformaban lo que hoy corresponde a los
departamentos de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, parte de Antioquia,
Huila, Tolima, Casanare, Meta y algunos sectores de Guaviare, Guainía,
Vichada, Putumayo y Amazonas (Díaz, 1996).50
Debido a que los comerciantes tenían prohibido el uso de la mano de obra
indígenas para las labores de minería (prohibición que no siempre se
cumplía), el comercio de esclavos fue una práctica paralela a la explotación
de oro, especialmente de aquellas personas que provenían del occidente de
África, particularmente de países como Sudán, Benín, Guinea y Costa de Oro,
zona con amplio conocimiento en la extracción del metal precioso
(Colmenares, 1975).
Al decir de Vergara (2003) “En la actualidad, la minería de oro en su mayoría
proviene de explotaciones realizadas con métodos artesanales, siendo la
minería de subsistencia la actividad económica más relevante. A través de
ella consiguen el sustento diario múltiples familias, vendiendo el oro
recolectado a los pequeños comerciantes del área rural a menor precio; estos
compradores recogen el oro durante 5 días en la semana visitando en la
cabecera municipal a los intermediarios mayoritarios, quienes compran el oro
al precio del mercado; y estos a su vez, se encargan de vender al Banco de
la República. Según datos proporcionados por la Corporación Oro Verde, en
el área de influencia de ASOCASAN, para el año 2002, existían
aproximadamente 20 compradores de este tipo” (Vergara, 2003: 11).51
En este contexto, es importante recordar que el municipio de La Unión
Panamericana, hasta el año 1999 hacía parte de lo que hoy es el municipio
de Tadó.
50 Díaz, R. (1996) La manumisión de los esclavos o la parodia de la libertad en Santa Fe De Bogotá (1700-1750) Anuario Colombia de historia, sociedad y cultura, No. 23, pp. 49 a 72 51 Vergara, V. (2003) Organización tradicional de la minería artesanal en la comunidad de “La Unión” (Municipio de Tadó, Chocó) y su introducción en las nuevas dinámicas socioculturales y de desarrollo, marzo, Ed. Homo Habitus: Medellín
Esta misma autora describe las prácticas más usuales de la minería
tradicional de la zona en estudio. Los pobladores se refieren como:
Minería de retro a la también llamada de corte o de maquinaria, pues utiliza
maquinas retroexcavadoras para la extracción del material, para lo cual
realiza un corte en la tierra buscando la veta en donde se encuentra el oro.
Minería de bareque que para la comunidad es el tipo de minería en donde los
mineros van detrás de las máquinas esperando a que hagan el corte y
encuentren veta para lavarla; este tipo de minería como vemos es muy
dependiente de las máquinas, no solo por el corte sino también por el permiso
de los dueños del entable para entrar en la mina a barequear.
Minería tradicional o artesanal que es la más antigua y la que más se realiza
en el municipio y aunque no depende de ningún tipo de maquinaria pesada,
no por ello ha dejado de contribuir de manera importante a la economía de
la región.
Segundo objetivo - Identificar las trasformaciones de la actividad
minera de oro tradicional en el municipio a minería mecanizada, ilegal
y/o criminal
Como resultados del objetivo número dos, a continuación se describen y
analizan las principales particularidades del paso de la minería tradicional y/o
artesanal a la minería ilegal en la zona de estudio.
La minería ha sido considerada para muchas comunidades y familias del
Chocó una forma ancestral de subsistencia. En esta unidad se describe las
maneras como se desarrollaba la actividad minera en el municipio de La Unión
Panamericana. Las observaciones directas y las indagaciones en las zonas
permitieron encontrar las siguientes modalidades para el periodo de 2008-
2012, que aún se mantienen y que se detallan a continuación.
La minería tradicional tenía variadas formas de realizarse, entre las que se
encuentran:
El mazamorreo que era una de las formas más practicadas en la minería
tradicional de Unión Panamericana. Una vez identificado el sitio a explotar,
se empezaba a remover y desprender el material, lavando y separando las
piedras de mayor tamaño. Se realizaba escarbando o raspando las superficies
de los ríos, quebradas, calles, patios y solares. En este sistema la población
utilizaba herramientas sencillas (tales como la barra, almocafre, batea, mate
y cachos) con las cuales se obtenía gravilla de las terrazas, de bancos de
grava en el río dentro de los frentes de trabajo de la explotación mecanizada.
El concentrado de gravilla se lavaba en bateas, para obtener una refinación
manual mediante la selección de la arena de la cual se separa el oro.
Posteriormente, el barro que quedaba se amasa con las manos y se procedía
al concentrado gravimétrico en la batea y las arenas finas, donde los metales
se depositaban en un recipiente conocido como mate.
Los hombres no participaban activamente en este tipo de minería y
predominaba en el proceso la participación de las mujeres, quienes de
manera individual realizaban este oficio en procura de conseguir alguna
cantidad de metal que sirviera como aporte al sostenimiento de la familia.
La mina corrida, agua corrida o canalón se practicaba generalmente en
épocas de lluvia, ya que el sitio de trabajo era el agua. El agua se recogía en
pequeñas represas contenedoras llamadas "pilas", encargadas de surtir los
canalones. El minero posteriormente amasaba y tamizaba el material de
aluvión que había recogido mediante el raspado del canalón para luego lavar
la tierra.
Peladero era el tipo de mina que se realizaba a cielo abierto cuando llovía en
sitios en donde no hay cobertura vegetal; era parecida a la de mina corrida
o canalón solo que en este caso no se realizaban represas para lavar la tierra,
sino que se lavaba la tierra sólo con el agua lluvia y los afluentes de agua que
hay alrededor.
De Barrancón o Tuca se realizaba en los barrancos donde la veta está muy
alta. Se necesitaba que alguien se subiera hasta la veta y escarbara el
barranco mientras otras personas quedaban abajo recogiendo la tierra. Luego
trasladaban la tierra derrumbada a
los ríos y/o quebradas aledañas
para lavar el oro.
Fotografía No. 3 - Aperturas de galerías horizontales, desde el
fondo del pozo vertical en el sistema Guache
Finalmente, el Guache o Socavón
era el sistema tradicional más utilizado en la minería (particularmente en el
municipio de Unión Panamericana) aunque en otras partes era poco
practicado por el peligro que implica. El guache consistía en la construcción
de un hoyo, donde después de conseguirse la peña –sitio donde se
encuentran los metales-, se hacían túneles con fortalezas de palo. La tierra
luego era extraída por las bateadoras (mujeres que, organizadas en filas, se
pasan de mano en mano las bateas llenas de tierra). La tierra de la veta era
depositada en un canalón en donde luego era lavada. Se podían presentar
derrumbes y explosiones de gases como el grisú
La profundidad a la que se encuentra el material rico en oro determinaba la
necesidad de mayores recursos económicos y un proceso técnico más
complejo que el que requiere en los sistemas antes mencionados.
El proceso de trabajo en este sistema se definía a través de varias etapas:
La apertura del pozo vertical de sección rectangular, escalando en uno
de sus costados.
Aperturas de galerías aproximadamente horizontales, desde el fondo
del pozo vertical.
Extracción del material aluvial (arranque- cargue y transporte)
Lavado del material aluvial aurífero, es decir, beneficio del mismo.
Durante la apertura del pozo vertical, simultáneamente se hacía la entibación
o forrado con estacones de madera, cuyo fin era sostener los taludes o
paredes del pozo durante el banqueo (escalonamiento) de uno de los
costados del pozo. También se realizaba el entibado con madera de los
pequeños taludes verticales que iban resultando; estos escalones o pequeñas
bancas servían como vías de transporte del material aluvial y a la vez como
puesto de trabajo.
Con la realización de su labor mediante esta técnica, el minero corría riesgos
durante la etapa de apertura del pozo, ya que no sabía a ciencia cierta de la
existencia del material aurífero debajo del terreno que se perforaba y
tampoco se sabía hasta que profundidad excavar. La apertura de la galería o
del túnel consistía en la parte fundamental del proceso, puesto que, de esta
apertura, dependía de que se obtuvieran o no resultados positivos en la
búsqueda del material aluvial.
La apertura del túnel era dirigida
por un minero llamado frentero,
quien asumía toda la
responsabilidad sobre la dirección
apropiada del túnel. A medida que
avanzaba en la apertura del túnel,
se iba haciendo necesario realizar
la entibación de este.
Fotografía No. 4 – Lavado del oro
El Hoyadero era otra de las prácticas de la minería tradicional que consistía
en un pozo que no excedía los 6 metros de profundidad, al cual se le dejaba
por un lado una inclinación suficiente para que una persona pudiera salir con
facilidad. Esta labor requería de mucha resistencia y fortaleza física, ya que
era necesario que el minero se atara a su espalda una roca o piedra pesada
(llamada líchigo), para que este al zambullirse llagará rápido hasta el fondo
del pozo y llenara con sus manos de arena la batea; luego arrojaba la piedra
y salía a la superficie donde otro minero le recibía para lavar el material
aurífero. Para la realización de esta labor era de aceptación general que las
mujeres eran las más hábiles a la hora de desarrollar esta técnica, que aún
se practica.
El papel y los roles que desempeñan los mineros en los entables, bien sea a
través de la modalidad de mazamorreo o de guache, agua corrida y hoyadero,
se establece de acuerdo con la actividad que se vaya a realizar, de acuerdo
con lo descrito por Vergara (2003: 9).
El líder por lo general es el dueño del entable, o en su efecto es alguien que
representa al propietario de la mina, que por sus cualidades posee la destreza
para liderar al grupo y así obtener mayores resultados.
Las chicadoras por lo regular era una papel ejecutado por las mujeres, cuya
función consiste en retirar el agua dentro del guache cuando no se cuenta
con equipos hidráulicos para lograr dicho fin. El trabajo es organizado a través
de un método lineal donde las mujeres se ubican en fila y así traspasan las
bateas llenas de aguas hasta lograr secar la mina.
El palitero es un rol que en la mayoría de los casos se realizaba por los
hombres, el cual consistía en cortar y trasladar los palos para la construcción
de los guaches y las represas de aguas; este personal era conocedor del tipo
de madera que se necesitaba para la construcción de estos, como también
de sus cualidades, la cual depende del lugar donde este quedara ubicado.
Las pañadoras hacen referencia a la actividad que realizan las mujeres que
manipulan la tierra con las bateadoras, las cuales son pequeñas bateas.
Los barriteros eran un grupo de hombres cuya función era coordinar la
planificación y construcción de huecos con una barra; esta actividad llega a
representar una función de suma importancia y de mejor paga.
Los bomberos debían operar la motobomba, la cual se utiliza para extraer el
agua que se encuentra al interior del guache.
Las amasadoras era el oficio que cumplían tanto mujeres como hombres que
al culminar la jornada se ponen a amasar la tierra para luego batirla y extraer
el oro.
Los cocineros y cocineras, sin distinción de género, realizaban turno diario
para preparar las comidas del día. La minuta es variada, por lo general se
consumían productos enlatados acompañados de arroz, entre otras comidas
que se conservan a través del proceso de ahumado y salado.
Los roles y funciones antes mencionados permiten establecer una estructura
organizacional, pero pese a ello, estos son de carácter flexible, es decir, que
el personal que dedica determinada tarea puede desempeñar en un momento
dado otra, para poder así relevar aquella que genere mayor desgaste físico
Por otro lado, se logró establecer que la minería tradicional se realizaba a
través de las siguientes organizaciones:
a) La cuadrilla es un tipo de organización que se encuentra conformada
por un grupo aproximado de 30 a 40 personas; esta ocupa una de las
formas tradicionales más importantes a la hora de realizar la actividad
minera tradicional y se realizaba, por lo general, en la mina de
guaches. Está estructurada por hombres, mujeres y niños, lo que
permite establecer funciones de acuerdo con las cualidades físicas y de
género. Pese a que las cuadrillas están conformadas por familias
extensas, esto no quiere decir que todo el tiempo se trabaje en familia,
pues se abren espacios para que se integren personas de diferentes
comunidades que anhelen trabajar.
b) Por otra parte se tiene la minga, que permitía lograr una estructura
organizacional por la cual los grupos mineros construían las rutas para
llegar a los entables o yacimientos de oro; de igual manera, se lograba
la construcción de balsas, se costeaba la alimentación y el suministro
necesario para realizar la minería. Las mingas tenían dos funciones
principales, las cuales eran el trabajo comunitario y el desarrollo de la
actividad minera en forma grupal o colectiva; en el primero la
comunidad se organizaba y realizaban acciones de limpieza, pecuarias,
de siembra, recolectas y construcción de caminos de herraduras o
trochas. En el segundo, se utilizaba para el trabajo en las minas,
principalmente en los guaches; esta mencionada minga también se
encontraba estructurada por hombres, mujeres y niños lo que permitía
aprovechar la fuerza de toda la comunidad por medio de distribución
de tareas. En tal sentido, cuando en la comunidad se necesitaba de la
construcción de una canoa se solicitaba ayuda, de manera que todos
iban a trabajar hasta lograr tal fin, o en caso de muerte de algunos de
los integrantes del colectivo, se decía en la comunidad “vamos a
mingar los gastos del funeral”, donde cada quien aportaba unos
recursos económicos para subsanar los costos, lo mismo sucedía
cuando se iba hacer limpieza o arreglo a las vías de comunicación.
Fotografías 5 - Roles dentro de la minería tradicional
Barritero
Bombero
Amasadora
Pañadora
c) El solomate era otro tipo de organización que consistía en trabajar en
minga o cuadrilla, donde el oro extraído se recogía en un solo
recipiente, por lo general en una vasija de mate. Terminada la semana
laboral se procedía a vender el oro ahí reunido, y tantos los gastos
como las ganancias se repartían de manera equitativa. De igual
manera, involucraban a todos los miembros de a la población adulta,
joven y niña, convirtiéndose en un factor de suma importancia para la
construcción del sistema de redes sociales y económico, fortalecido en
una relación entre los recursos naturales y culturales de la región
(Vergara, 2003).
Aunque actualmente la minería artesanal está estigmatizada, sobre todo por
las instituciones gubernamentales, cuenta con algunas ventajas al ser
comparada con otro tipo de explotaciones. Entre ellas están el no requerir
grandes volúmenes de reservas minerales, por lo que se pueden iniciar
rápidamente la explotación en áreas específicas, generando a la vez ingresos
en el corto plazo; permite además una masiva participación de mano de obra
local que les permite generar ingresos, que si se clasifican como “empleo”
están en medio de condiciones laborales pocos adecuadas. El auge de este
tipo de minería en otras regiones, y en el caso particular de Colombia, se
puede explicar por la afluencia de la mano de obra que proveen los
anteriormente colonos de las zonas de los antiguos cultivos ilícitos, lo que
lleva a encontrar dentro de los mineros artesanales, no sólo a antiguos
raspachines, sino también cultivadores de hoja de coca.
Entre sus desventajas, en cambio, se deben mencionar el “ser una actividad
típica de subsistencia [que] lleva consigo la generación de bajos márgenes
de ganancia para el minero, que no permite inversión en tecnología, ni
mejoramiento de la calidad de vida del trabajador. Muchas veces en este tipo
de minería se realizan prácticas ambientales inaceptables que conllevan al
deterioro ambiental del entorno, al agotamiento de los recursos minerales y
al abandono prematuro de los yacimientos; de otro lado, son frecuentes las
condiciones inseguras de trabajo y la falta de seguridad social para los
mineros, hechos que por lo general conducen a estados críticos de pobreza
para los trabajadores que ya terminaron su vida productiva; la baja
escolaridad de los mineros artesanales promueve que por tradición las nuevas
generaciones sigan ese mismo rol y no se mejoren las condiciones laborales
en los sitios de trabajo” (MME, 2012: 8).52
En esta dinámica, vale la pena resaltar que la minería artesanal desarrollada
en Unión Panamericana se caracterizaba por ser rudimentaria, basada en el
uso de técnicas intensivas en mano de obra poco calificada, la cual conllevaba
el trabajo infantil, y también generando empleos de mala calidad con bajos
niveles de seguridad industrial y seguridad social para los mineros, y
generalmente desarrollada en zonas apartadas y deprimidas del municipio.
Mediante esta descripción de varios sistemas de trabajo en torno a las
prácticas de minería tradicional y artesanal se puede establecer que la
minería no solo era un trabajo para la obtención de oro y del ingreso, sino
que a su vez en ese escenario se construían fuertes lazos emocionales entre
vecinos, familiares, e incluso personas foráneas de otras comunidades
vecinas.
Los mineros recibían bajos ingresos, lo que obligaba a los padres de familia
a recurrir a la ayuda de sus hijos desde temprana edad, impidiendo a estos
recibir una preparación adecuada en las instituciones educativas. En esta
región, la mayoría de las familias se ocupaban exclusivamente de la
explotación del oro aluvial por el sistema de guaches, llegando en la mayoría
de los casos a ser familiar este sistema de explotación, es decir, los dueños
de las minas eran grupos de familias, razón por la cual concurrían al trabajo
tanto hombres como mujeres pertenecientes a las familias que participaban
de la propiedad de las minas.
En la familia minera de la región, debido a la práctica tradicional de la unión
libre y la poligamia, se incrementaban los vínculos de parentesco entre
individuos de diferentes familias, constituyendo el grupo familiar minero
varias familias con lazos cercanos de consanguinidad. Las minas eran
propiedad de uno o varios integrantes del grupo familiar, pero todos los
52 Ministerio de Minas y Energía (2012). Sinopsis Nacional de la Minería Aurífera Artesanal y de Pequeña Escala, Ministerio de Minas y Energía, República de Colombia, Bogotá
integrantes tenían acceso a las minas, llevando entonces a que la explotación
de las minas se hiciera con base en el trabajo familiar. En la explotación por
guaches se presentaba una participación amplia de los grupos familiares,
debido a la complejidad técnica de la labor. El acceso a la propiedad se daba
por herencia y por colonización; por herencia, toda la familia tenía derecho a
trabajar la mina heredada y un miembro de la familia nunca perdía el derecho
a trabajar en ella. Para llevar a cabo las explotaciones del subsuelo en el
municipio no se necesitaba ser propietario del suelo, pero cuando se
proyectaba explotar oro se hacía necesario contar con el propietario de la
tierra.
Es importante resaltar las costumbres generalizadas que tenían los grupos
mineros de la época en toda Unión Panamericana, ya que estas constituían
manifestaciones de sus prácticas socioeconómicas que llegaban a jugar un
papel importante en la forma rudimentaria en la que realizaban su labor.
Dentro de estas costumbres estaba la solidaridad en la mina, ya que los
mineros se colaboraban mutuamente en la realización de los trabajos; este
carácter de solidaridad se podría decir que obedecía a las limitaciones
naturales del medio y a la técnica que se empleaba para lograr la extracción
del oro. El origen de estas formas asociativas se debía al hecho de que solo
de esta manera era posible reunir los recursos necesarios para poder dar
comienzo a la explotación. De otro lado, las prácticas religiosas incidían en el
tiempo dedicado a la explotación, debido a que los ritos funerarios y la
celebración de las fiestas religiosas detenían los procesos de explotación y
reducían los días laborales.
Otra de las costumbres generalizadas en el grupo minero que se hacía notoria
y que influía en el nivel de ingresos y en la tasa de desempleo era el
abandonar el trabajo cuando obtenían ingresos que les permitían subsistir sin
necesidad de tener que ir a la mina. Si el minero obtenía en una semana de
trabajo el ingreso que le permitía subsistir dos semanas, regresaba a trabajar
a la mina en el momento en que necesitaba más dinero para vivir, es decir,
regresaba al trabajo cuando se le agotaba el pequeño ingreso que había
obtenido; por lo tanto, no pensaban en el ahorro y en la continuidad del
trabajo, es decir, no lograban tener capacidad de inversión.
En este sentido, parecen verificarse una vez más los planeamientos de
Chayanov (1974),53 quien señaló que la economía campesina hace parte de
la economía familiar, cuyo objetivo principal es la satisfacción de sus
necesidades de consumo y no de lucro. Es así como el grupo familiar
campesino intensifica y extiende sus esfuerzos productivos hasta lograr
cumplir sus propósitos básicos de subsistencia y resuelve sus necesidades de
consumo, lo que lo lleva a interrumpir la producción tan pronto como logra
este objetivo; por lo tanto no se busca la ganancia ni se pretende la
acumulación.
La comercialización del mineral se realizaba de dos maneras: la primera
consistía en vender el oro extraído directamente al Banco de la Republica,
ubicado en la ciudad de Quibdó, y la segunda era la venta a intermediarios.
Se recurría a los intermediarios debido a que en muchas ocasiones la
producción era muy baja y no garantizaba el desplazamiento hasta Quibdó,
así como también por el hecho de que estos intermediarios eran en su
mayoría propietarios de almacenes donde los mineros compraban los víveres
a crédito.
Todo lo anterior permite determinar la importancia que tuvo la actividad
minera tradicional en la región desde la década de los años 1990 y hasta
mediados de los 2000, convirtiéndose en el eslabón fundamental de la
economía de la región. La gran mayoría de la población económicamente
activa se dedicaba a ella, siendo la explotación del oro aluvial por el sistema
de guaches la más importante.
La trasformación de la minería aurífera tradicional a ilegal se inició en los
años 80 con la puesta en marcha del proyecto de desarrollo ‘Construcción de
la vía Panamericana’, la cual buscó generar una vía que permitiera llegar al
mar y que comunicara a los dos puertos más importantes del país para
entonces, Buenaventura y Cartagena, forjando el desarrollo de la región con
nuevas rutas de transporte comercial y generando mayor flujo de ingresos
producto de capital nacional y extranjero. Pero este proyecto, además, facilitó
53 Chayanov, A. (1974) La Teoría de la Economía Campesina, Richard D. Irwin, Inc.: Illinois,
la llegada de maquinarias para la extracción de oro y platino, dando paso a
la consolidación de una minería ilegal.
Como producto de esta iniciativa de progreso se generaron altas expectativas
de desarrollo, en el sentido que la vía prometía facilidades para sacar los
productos de la región, haciendo esta zona más competitiva económicamente
para el departamento del Chocó, lo cual a su vez mejoraría la economía
regional al aumentarse la producción aurífera y forestal.
La construcción de nuevos corredores viales impuso una nueva dinámica que
marcó un periodo de transformación de la actividad minería tradicional a
ilegal, generando cambios profundos caracterizados por la modificación de
los modos de producción económicos de la región, como la desaparición de
técnicas como el barequeo, agua corrida y el socavón, métodos ancestrales
que permitían mantener una armonía entre la actividad minera y el medio
ambiente. La consolidación del uso de maquinarias agresivas con el medio
ambiente para el desarrollo de la actividad minera ilegal ha sido considerada
como una de las secuelas más disruptivas desde un ámbito socioeconómico,
ambiental y cultural.
A finales de los 90, con el incremento de los precios del oro y el mejoramiento
vial del pacífico (carretera Pasto-Tumaco, Pereira-Ánimas-Quibdó-Itsmina),
actores foráneos incursionaron en el municipio de La Unión Panamericana,
trayendo consigo equipo mecanizado como retroexcavadoras, entre varios
otros, para realizar extracción aurífera mecanizada. La llegada de las
retroexcavadoras aumentó la extracción de oro en el municipio, propiciando
cada vez más la entrada de nuevas máquinas, que generaron un cambio
radical en la dinámica de la zona, constituyéndose en el nuevo esquema de
enclave minero.
Tabla No. 2 - Minas y maquinaria en la minería mecanizada (2008-
2012)
2008 2009 2010 2001 2012
Número de minas 16 16 16 6 28
No. retroexacavadoras 33 36 50 12 54
Fuente: Basado en datos tomados del Informe de Gestión CODECHOCO (2013)54
Para uno de los líderes comunitarios, con la llegada de la retroexcavadora al
municipio surgieron nuevas oportunidades económicas, como la renta que se
le pagaba a los dueños de los terrenos que se explotaban y la oportunidad
laboral en los entables: “Trabajar para un entable permitía excedentes
económicos para uno jugársela y adquirir su motobomba” (Entrevistado 2).
La extracción aurífera mecanizada se caracterizaba por cumplir las cuatro
etapas básicas previstas: exploración, desarrollo, explotación y beneficio.
La primera etapa (exploración) es omitida en mucho de los casos: los mineros
no realizan estudios exploratorios de los terrenos, se basan en informaciones
suministradas por pobladores o dueños de la tierra, y en algunas
oportunidades escogen sitios o lugares que fueron trabajados anteriormente.
Cuando por información se determina un posible punto, se desarrolla un cateo
(prueba del contenido mineralógico que puede determinar de manera
aproximada el potencial de metales), situación que muchas veces resulta
engañosa, generando el abandono de los frentes de trabajo y dejando las
zonas devastadas.
La segunda etapa, el desarrollo, comprende la etapa de preparación para la
apertura de la mina; en ella se realizan actividades de descapote o desmonte
de la capa vegetal de los suelos, con el consiguiente arrasamiento de los
terrenos. Luego se ubican los equipos e infraestructura (planta móvil,
clasificadora, campamento y taller, entre otros) para el desarrollo de la
actividad minera.
54 CODECHOCO (2013) Informe de Gestión, Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó, Quibdó
La tercera etapa, la explotación, contiene cuatro momentos: arranque,
cargue, trasporte, y descargue del material mineralizado al sitio de beneficio.
Sin embargo, a diferencia de la minería artesanal, a pesar de que existe un
gran número de individuos trabajando en la misma zona, aplicando técnicas
y tecnologías similares, no hay articulación ni continuidad en las labores
extractivas entre los individuos o los grupos, y cada cual trabaja por
separado, consistente con unas dinámicas que son sólo productivas, y
excluyen las sociales y culturales.
Fotografías No. 6 - Etapas y fases de la extracción aurífera
mecanizada
Placeado o canalón horizontal
Beneficio del material mineralizado
Clasificadora en Z
Clasificadora gravimétrica
La cuarta y última etapa, el beneficio del material mineralizado, se realiza en
una clasificadora de concentración gravimétrica que puede ser en forma de
“L”, “Z” o placeado (canalón horizontal) y una motobomba de alta presión
que suministra en agua para el lavado de las gravas.
Mapa No. 2 - Localización minería mecanizada
Fuente: CODECHOCO 55
En el proceso extractivo, gran parte de los entables mineros utilizan mercurio
para separar y extraer el oro fino de las rocas en las que se encuentra,
55 CODECHOCO, Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó, Quibdó, Documento sin publicar.
generando una amalgama que facilita su recuperación. Este proceso
generalmente es desarrollado por personas que no cuentan con equipos de
seguridad, lo que representa grades riesgos para la salud de los mismos.
Sin embargo, según uno de los entrevistados “nosotros trabajábamos la
minería tradicional sin utilizar químicos; aquí no se usaba mercurio, si se
quería separar el oro de las rocas lo hacíamos con plantas como la escoba
babosa, el yarumo, el balso y el guasimo blanco” (Entrevistado 1).
Generalmente, los relaves de la actividad contienen grandes cantidades de
mercurio que se vierten a masa de agua o cerca a éstas, generando afectación
al suelo, arroyos y quebradas. El Mapa 2 muestra como gran parte de los
entables mineros desarrollan sus actividades en la zona sur, sobre las
quebradas San Pablo, Raspadurita, Agua Limpia, San Agustín y Quiadó,
creando graves peligros a la salud de las poblaciones que viven aguas abajo.
Las transformaciones de la minería tradicional y artesanal a la minería
mecanizada ilegal se han arraigado fuertemente en el municipio de Unión
Panamericana, particularmente en la última década, generando una serie de
impactos de índole económica, social y ambiental en esta región de la
geografía chocoana, que se identifican y se analizan a continuación.
Tercer objetivo específico - Identificar las implicaciones sociales,
económicas y ambientales que tienen los nuevos escenarios de la
minería ilegal mecanizada para el municipio.
Entre los efectos sociales encontramos aquellos relacionados con los procesos
de explotación la mina, la generación de conflictos y violencia, catalizados
entre otras razones por la llegada muchas personas de otras regiones del país
y con variados intereses.
Por ejemplo, con relación a los procesos de explotación, los mineros
tradicionales oriundos de las comunidades de Aguas Claras, Santa Rita y Las
Ánimas manifiestan que con la llegada de la minería mecanizada aumentaron
los conflictos en la población, principalmente asociados a la propiedad de la
tierra y los linderos de terrenos: “Con la venida de la retro empezaron la
dificultades en estos terrenos, porque antes no había enemistad entre las
familias y ahora por cualquier cosa es un problema, por un lindero, si usted
le toca un pedazo de tierra, la gente se busca para matarse por ese pedacito
de tierra”. (Entrevistado 2).
Efectivamente, los dueños o herederos de los terrenos donde se realiza la
minería mecanizada los están arrendando a los particulares para que los
exploten, negando el acceso al resto de la población, sobre todo a la que es
oriunda de la región y con la que anteriormente había otras dinámicas para
la explotación del oro, como se describió antes. Los comentarios son: “Ahora
hay una cantidad de gente que no trabaja en el guache, porque dicen, yo me
voy para la retro y se van ocho o quince días a esperar que desmonten y que
el dueño salga a decir si los van a dejar barequear o no” (Entrevistado 3).
Adicionalmente, la trasformación de la actividad minera tradicional a ilegal en
el municipio de Unión Panamericana trajo consigo la llegada de un mayor
número de personas de otras regiones, en búsqueda de oro, situación que
también trajo un incremento de los costos de la canasta familiar, de las
viviendas y de los servicios públicos. Los procesos de inmigración también
modificaron las estructuras de poder del municipio, y los cargos y roles que
desempeñaban antes los miembros de la comunidad comenzaron a ser
asumidos por los mineros foráneos, entre ellos los ilegales: “Casi todos se
han ido a vivir a la cabecera, pero todos viven más pobres que antes, antes
las familias vivían acá mismo en la mina, pero como vendieron o alquilaron
la tierra, tuvieron que salir a vivir a la cabecera a pagar arriendo carísimo o
comprar viviendas costosas” (Entrevistado 1).
De allí que presenten tensiones que desembocan en diversas formas de
violencia entre las comunidades chocoanas directamente afectadas por la
nueva actividad minera y aquellos grupos que trajeron estas nuevas
prácticas. De hecho, algunos pobladores mencionan que con la llegada de las
maquinas han llegado muchas personas de afuera (sobre todo de Antioquia,
pero no exclusivamente) lo que ha generado, particularmente en los últimos
cinco años, aumento del índice de criminalidad en la zona (tales como mayor
consumo de alcohol, prostíbulos, proliferación de enfermedades de
transmisión sexual, aumento de embarazos precoces, crímenes sexuales,
homicidios, extorsiones, hurtos, daños en bien ajeno, lesiones personales,
robo de tierras, y hasta secuestro y tortura, además de los desplazamientos)
lo que ha modificado fuertemente las formas de vida diaria y la tranquilad de
los habitantes de este municipio.
La actividad mecanizada, adicionalmente, se convirtió en fuente de recursos
para los grupos ilegales a través de varias prácticas que ven desde el cobro
de la maquinaria utilizada, hasta la participación en la actividad como tal. “…
esa maquinaria pesada viene respaldada por grupos al margen de la ley,
porque todos los mineros tienen que darles [dinero], ellos tienen que darle
una vacuna a los paracos, a los dos grupos, a las Águilas Negras y a los
Rastrojos, más a la guerrilla” (Entrevistado 3). La mayor parte de la población
se siente con miedo y en el ambiente diario se siente el desamparo y: “uno
no sabe a quién acudir para protección, se da la ley del más fuerte y si uno
es un bobo, pierde” (Entrevistado 2).
Como parte de los impactos económicos se tienen aquellos generados por las
posibilidades de empleo que ofrecen la “retro” y las nuevas formas de
comercialización del oro, así como la inseguridad alimentaria.
Entre los hechos que más preocupan a la población está el estímulo al
consumo de alcohol, la promiscuidad y los nuevos patrones de
comportamiento los jóvenes, debido a la posibilidad de emplearse en las
minas y así obtener sus propios ingresos; este dinero posibilitó además la
adquisición de ciertos consumos: “Inicialmente en las retro pagaban bien, lo
que hacía que la gente, principalmente los jóvenes ya no querían volver a los
guaches y menos a barequear, ya manejaban mucha plata para andar
bebiendo, comprando aparatos y levantando mujeres” (entrevistados).
Otro impacto evidente en la población joven y adolescente es su participación
en la prostitución, ya que ante la pobreza son influenciados fácilmente a
venderse a cambio de unos pocos recursos: “Esos mineros al ver que no
pueden tener una mujer, ganársela conquistándola, qué hacen ellos?
Proponen dinero porque tienen la facilidad y trabajan en el entable y muchas
jovencitas se creen de eso y las ve uno con este y con el otro” (Entrevistado
2).
En la actualidad las pocas personas de la población que no se han vinculado
a la minería mecanizada desempeñan labores en entables mineros, donde sus
funciones son excavar los hoyos a bota piedra, o ser chorreros, o trabajar en
las cocinas y en servicios generales.
Debido a las dificultades y costos de desplazamiento a ciudades como Quibdó
e Istmina, donde existe el mercado de compra del oro, los mineros
tradicionales han tenido que recurrir a la venta e intercambio del oro con los
comerciantes locales. El comercio local es manejado por un monopolio de
comerciantes antioqueños, quienes realizan la compra del metal en grandes
cantidades; ellos son los dueños de las estaciones de combustible,
compraventas, supermercados, y de otra serie de establecimientos que
proveen de insumos a los pequeños mineros, lo que lleva a que se dé un ciclo
que inicia y termina con ellos.
Adicionalmente, se dice que la falta de controles en la comercialización del
metal ha permitido que el oro que reciben los comerciantes sea fundido para
generar lingotes que posteriormente son vendidos en Medellín, donde quedan
registrados como extracción de suelos antioqueños.
Otra de las implicaciones generadas por las trasformaciones identificadas y
analizadas a las cuales se enfrentan las comunidades del municipio de Unión
Panamericana es la pérdida de la autonomía alimentaria, debido a la
contaminación de las fuentes hídricas y a la escasez de tierras para cultivar;
esto ha traído consigo cambios en la estructura productiva de la zona, lo que
a su vez potencial el desarraigo y el desplazamiento “Imagínese la cuestión
de la finca, la yuca y la vaina, de aquí pa bajo eso todo lo dañaron con la
retro. Hoy ya no sirve pa siembra, porque para acá abajo se daba mucha la
yuca, el ñame y hoy en día tienen que traer todo eso, porque aquí ya no hay
donde sembrar. Los poquitos que trabajaban ganadería y agricultura han
prestado sus terrenos para la actividad minera, entonces ya casi no hay
terrenos para hacer eso. Ya no hay pescadores, el pescado ya prácticamente
uno lo ve solo por televisión o si lo traen de otros lugares” (Entrevistado 1).
“Ya desapareció la pesca, porque la retro acabo con todas las quebradas, la
pesca y la caza ya no se hace, usted para coger un animal tiene que caminar
muchísimo, porque el mismo ruido de la retro hecha los animales, los aleja”
(Entrevistado 3).
“Acabaron con los ríos, acabaron con los cultivos, porque todo esto era
chontaduro, aguacate, árbol del pan, todo esto acá había zapote, hoy usted
ya no ve nada, usted dice que eso es mentira porque usted ya no ve nada de
eso, pero si lo hubo, entonces ¿Quién lo acabo? La minería de la retro…. Los
ríos se encuentran contaminados, por eso ya no se ve subienda de pescado,
el pescado hay que traerlo de otros lugares y ahora, con el mercurio que sale
de esas minas mire cómo afecta a los peces, los acabo”. (Entrevistado 2)
Algunas personas de la comunidad manifiestan que los ingresos que perciben
sólo les permiten subsistir, ya que se hace cada vez más difícil la consecución
de oro en la zona; esto obliga a incluir en otras actividades a los niños, lo que
les impide estudiar.
Relacionado con los problemas de inseguridad alimentara, y entre las otras
implicaciones ambientales, la más evidente es la contaminación, así como el
impacto en los suelos y las fuentes de agua.
Las personas consideran que las maquinas han traído grandes alteraciones
para el medio ambiente, y no solo en los lugares exactos en donde se explota
el oro, sino también en las zonas aledañas: “ahora si hay cambios, antes no;
antes las aguas eran limpias, claras y la rivera de los ríos era bien
arborizados, se podía pescar, pero vea esto ahora, las maquinas han
destrozado todo, todavía se ven los grandes pozos que dejaron a su paso por
aquí” (Entrevistado 1).
Las pozas en la explotación del oro, que posteriormente son abandonadas,
llevan altas trazas no sólo del mercurio utilizado en la separación del oro, sino
también de combustibles, lubricantes, reactivos químicos y residuos líquidos;
dichas sustancias, incluido el mercurio, se sedimentan al fondo, pero aun así
estas pozas son utilizadas por la población como reservorio de agua para la
pesca, lavado de ropa y balneario.
Desde el punto de vista ambiental, se puede afirmar que en su totalidad la
actividad minera que se desarrolla en el municipio de Unión Panamericana es
ilegal, ya que la población minera no acata la normatividad para realizar la
extracción del oro como se encuentra estipulado en el código de minas.
En términos de la gobernabilidad y las formas de ordenamiento territorial, el
artículo 131 del Código de Minas, versión 2001 estableció: “Zonas Mineras de
Comunidades Negras. Dentro de los terrenos baldíos ribereños, adjudicados
por el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria como propiedad colectiva
de una comunidad negra, a solicitud de ésta, la autoridad minera podrá
establecer zonas mineras especiales, y establecerá la extensión y linderos de
dichas zonas. Dentro de estas zonas la autoridad concedente a solicitud de la
autoridad comunitaria otorgará concesión como titular a la aludida comunidad
y no a sus integrantes individualmente considerados” (Congreso de Colombia,
2001 :29).56 Y en el artículo 133, del mismo Código se estableció el Derecho
de Prelación de las Comunidades Negras: “Derecho de prelación de las
Comunidades Negras. Las comunidades negras tendrán prelación para que la
autoridad minera les otorgue concesión sobre los yacimientos y depósitos
mineros ubicados en una zona minera de comunidad negra. Esta concesión
podrá comprender uno o varios minerales y le serán aplicables las
disposiciones del presente Capítulo” (Ibid).
Este derecho permitió al Consejo Comunitario Mayor de La Unión
Panamericana (COCOMAUPA) solicitar ante la autoridad minera, la
declaración de una zona minera en el municipio, la cual fue establecida
mediante resolución 181793 del 14 de diciembre de 2016.
56 Congreso de la República (2013) Código de Minas, Diario Oficial: Bogotá
Es importante resaltar que el papel de los Consejos Comunitarios, que
inicialmente se restringen a la administración y ordenamiento del territorio
colectivo, y no les otorga la potestad de convertirse en autoridades mineras
o ambientales, pero en ocasiones han tenido que ejercer como tales, al lograr
acuerdos de cooperación entre mineros informales o ilegales y el respectivo
Consejo Comunitario. Entre los entrevistados también se encontraron
tensiones en términos de la gobernabilidad del territorio por parte de los
Consejos Comunitarios
Entre dichos acuerdos el Consejo Comunitario local (COCOMAUPA) en 2016
estableció acuerdos de cooperación con los mineros mecanizados de tal forma
que, con el fin de generar ingresos económicos y garantizar un orden social
en la comunidad, la administración municipal impuso como condición para
autorizar la entrada de las retroexcavadoras que los mineros mecanizados
deben permitir de manera ocasional que los miembros de la comunidad
puedan realizar minería de bareque en sus entables. Aunque existe esta
exigencia, la oportunidad de barequear no sucede como se establece en los
acuerdos: “Esa gente sí trabaja bastante durante la semana, pero solo deja
que entre uno a barequear por un rato uno o dos días máximo en la semana”.
(Entrevistado 1).
Adicionalmente, y dadas las particularidades de la titularidad colectiva de los
territorios, y debido a que los Consejos Comunitarios no tienen unos recursos
asignados desde el Estado para su funcionamiento, éstos derivan los ingresos
que les permiten funcionar de las actividades extractivas como la explotación
minera y maderera, e impusieron el pago del 4% de la producción bruta de
cada lavada para financiar y ejecutar proyectos de inversión social y
productivos. En este sentido, el Consejo Comunitario funcionaba como una
autoridad minera y ambiental, estableciendo a través de acuerdos de
cooperación obligaciones de compensación, restauración y mitigación de
impactos ambientales causados por el desarrollo de la actividad minera.
Finalmente, las personas entrevistadas afirman que la explotación minera es
un negocio rentable, pero que desafortunadamente los recursos obtenidos
pasan a engrosar las arcas de unas pocas personas, mientras que las
comunidades del Chocó escasamente logran satisfacer sus necesidades de
supervivencia. Resaltan que el Estado en buena medida ha favorecido a los
que desarrollan la minería ilegal, en el sentido en que las entidades
competentes no realizan el seguimiento y el control necesario, lo que lleva a
los pobladores a depender de la voluntad de los mineros empresarios.
En términos generales es posible afirmar que la minería mecanizada e ilegal
ha influido de un modo trascendental, cambiando la idiosincrasia de la
población de Unión Panamericana, lo que los llevó a pasar de una prácticas
mineras tradicionales mucho más armónicas con el ecosistema y que les
permitían satisfacer sus necesidades económicas (aún con restricciones y
dificultades) dentro de su propio marco de prácticas culturales y sociales, a
una minería agresiva con el medio ambiente, que rompió con dichas prácticas
familiares, solidarías, culturales y religiosas y que, además tampoco les
proveen la satisfacción de sus necesidades básicas.
Capítulo Seis – Conclusiones
La llegada del proceso de industrialización y mecanización a la minería en La
Unión Panamericana ejerció una transformación no sólo en el proceso de la
extracción de oro, sino en todo lo que este municipio enmarca, como sus
costumbres, tradiciones, estilo de vida, condiciones de vida, medio ambiente
y seguridad, entre otros aspectos.
Entre las causas que han generado la trasformación de la actividad minera
tradicional a ilegal en el municipio de Unión Panamericana se encuentran: la
nula o deficiente información sobre los impactos que genera la adopción de
este tipo de minería ilegal, las perspectivas divergentes de los beneficios
socioeconómicos producto de la actividad, inquietudes sobre la incidencia que
se genera en el medio ambiente, altercados sobre el uso de las tierras, y
éxodo masivo de la comunidad hacia las zonas mineras de la región en
búsqueda de mayores oportunidades.
En un pasado, la mayoría de la población del municipio trabajaba la minería
tradicional, la cual se desarrollaba mediante la formación de grupos familiares
o comunitarios. Las minas eran propiedad de uno o varios integrantes del
grupo familiar, pero todos los integrantes del grupo tenían acceso a éstas,
haciendo que la explotación minera fuera en base al trabajo familiar,
formando así tejido social de cooperación para la sostenibilidad de las
familias. En la actualidad sólo el 20% de la población desempeña labores en
entables mineros, donde sus funciones se limitan a ‘bota piedra’, ‘chorrero’,
cocina y servicios generales, prácticamente excluyéndolos de lo que alguna
vez fue de ellos.
Las innovaciones técnicas que ha experimentado la minería han modificado
radicalmente la actividad, de modo que se ha pasado de un aprovechamiento
artesanal de las comunidades a la explotación en minas, donde se remueve
la capa superficial o sobrecarga de tierra para hacer accesibles los extensos
yacimientos de mineral. Los equipos de excavación, la gran maquinaria, el
uso de nuevos insumos permiten remover gran cantidad de tierra en cuestión
de horas, haciendo rentable la extracción de los minerales removidos y
dejando a un lado las técnicas tradicionales utilizadas por las comunidades
(Ayala, 2005).57
El desarrollo de una actividad productiva puede tener efectos positivos en el
empleo, y algunos hogares de la región pueden beneficiarse si tienen parte
accionaria en la mina o a través del arrendamiento de sus tierras. Sin
embargo, la minería a cielo abierto suele presentar características
desfavorables, ya que los entables o empresas mineras suelen contratar
personal foráneo y comprar insumos provenientes de otras regiones del país,
por tanto, el empleo local, directo o indirecto, que se genera con esta
actividad minera en muy bajo (Mejía, 2012).58
Los recursos que percibía la población por la minería tradicional eran
utilizados para el sustento familiar, la adquisición de bienes, y para financiar
el estudio de los hijos. En la actualidad, la población manifiesta que los
recursos que obtienen de la minería ilegal escasamente les permiten subsistir,
ya que se hace cada vez más difícil la consecución de oro en la zona. Es claro
que la nueva forma de hacer minería ha consolidado un nuevo escenario de
poder y gobernanza, lo que implica una gran pérdida de autonomía de la
población nativa y esto a su vez ha conllevado una perdida etnográfica y
cultural.
Es decir, a pesar de la gran cantidad de recursos que genera la explotación
minera en el país, ésta no es sinónimo de desarrollo en las regiones. Los
grandes ingresos obtenidos de la explotación destinada a la inversión pública
en salud, educación, saneamiento básico, agua potable, energía e
infraestructura se pierden entre la debilidad institucional, la corrupción, el
daño ambiental, el crimen organizado y la exacerbación de los conflictos
sociales (Reed, 2002).59 Las poblaciones donde se explotan los recursos
57 Ayala, H. (2005). Estructuración del diagnóstico situacional de la minería artesanal y en pequeña escala desarrollada por los afrocolombianos en los territorios colectivos de las comunidades negras del Chocó Biogeográfico en el Pacífico colombiano. IIAP, Quibdó. 58 Mejía, D. (2012). ‘¿El siguiente boom ilegal en Colombia? Minería ilegal y violencia’, Foco Económico; recuperado de: http://focoeconomico.org/2012/05/08/el-siguiente-boom-ilegal-en-colombia-mineria-ilegal-y-violencia/ (Revisado diciembre 2017) 59 Reed, D. (2002) Recourse Extraction industries in Developing Countries, Journal of Business Ethics: Vol 39 No 3
mineros registran los más altos niveles de necesidades básicas insatisfechas
a nivel nacional, y deben sobrellevar las bajas expectativas de beneficios
sociales, la violencia y los daños medio ambientales que genera la actividad
minera.
El desarrollo minero produce pequeñas bonanzas que generan cambios
sociales repentinos y escalan los conflictos locales. Ante la falta de capacidad
regulatoria del Estado, surgen múltiples agentes dispuestos a utilizar la
violencia como herramienta de regulación de la oferta y la demanda de bienes
y servicios, y de la observancia de los acuerdos de transacción sobre una
base amplia de actividades, incluyendo la compra, la venta y el traslado de
los recursos extraíbles, y la provisión de todo tipo de servicios asociados a la
economía, incluyendo la seguridad, la alimentación, el sistema de
prostitución, la venta de alcohol, y el tráfico y el consumo de droga. La
violencia se instala por su calculada y probada efectividad para reglamentar
conductas.
En el caso de Unión Panamericana, hemos visto que con la llegada de la
minería mecanizada ilegal aumentaron los conflictos en la población, lo que
incluye desplazamientos forzosos, disputa de territorios, toma del poder, y
homicidios, entre otras manifestaciones de violencia. Esta actividad minera
ilegal representa una enorme fuente de recursos para los grupos ilegales, y
son múltiples los tipos de acciones realizadas por estos actores armados en
relación con el sector extractivo.
Aparentemente, estos actores armados se han especializado en el desarrollo
de estrategias como el control de la maquinaria, utilización de empresas
fachada, el robo de combustible, como proveedores de protección y de
trabajadores, con servicios de seguridad privada, mediante extorsiones y
secuestros, así como facilitadores de la llegada de empresas por medio de
amenazas y asesinatos selectivos. Los grupos armados, ya sean como
beneficiarios directos o con participación indirecta y en favorecimiento de
otros, han vulnerado derechos de la población, de líderes sociales, y de
sindicalistas para conservar la financiación que obtienen de la minería.
Otra de las principales preocupaciones de la población es la contaminación de
las fuentes primarias que suplen una de las necesidades básicas del ser
humano: la alimentación. Esto es debido a pérdida de tierras y a la afectación
de las fuentes hídricas, contaminadas por químicos no aptos para el consumo
humano y desviadas de cauce por las obras requeridas a causa de la
explotación y exploración para hallar oro. La actividad minera, en particular
la minería a cielo abierto suele requerir grandes extensiones de tierras en
zonas rurales y se caracteriza por el uso intensivo de químicos y de agua.
Estas características abren la posibilidad que se generen efectos negativos
sobre los productores agrícolas, como lo es el desplazamiento de los
agricultores de sus tierras.
Uno de los recursos más vulnerables a la actividad minera es el recurso
hídrico, debido al manejo inadecuado de aguas al interior de las minas, el
aumento de sólidos y la turbidez que genera las partículas en suspensión. Las
aguas subterráneas son impactadas generalmente por el vertimiento de
desechos líquidos y sólidos derivados de la utilización de hidrocarburos y
aceites en los equipos, al igual que las variaciones en los niveles de PH de las
quebradas y ríos cercanos a entables mineros, debido a los procesos de
precipitación y disolución de algunos compuestos químicos (Fierro, 2012).60
Otro de los impactos ambientales relevantes provocados por la mediana
minería es la contaminación con mercurio. Sus niveles en el ambiente han
aumentado considerablemente, ya que este se encuentra actualmente en
diversos medios y alimentos –especialmente el pescado- en todas partes del
mundo a nivel que afectan adversamente a los seres humanos y a la vida
silvestre (Díaz et al, 2016).61
Durante los años que llevan las operaciones de la minería mecanizada en
Unión Panamericana, se ha potenciado dramáticamente el desarraigo cultural
y social. Actividades que se desarrollaban de modo tradicional en la zona,
como el cultivo de alimentos, la pesca, la caza, la cría de animales, los rituales
60 Fierro, J. (2012). Políticas mineras en Colombia. Instituto Latinoamericano para una sociedad y un derecho alternativos (ILSA) y Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 61 Díaz, S.M., Muñoz, M.N., Palma, R.M., Medina, F.M., Rodríguez, M.A., Pedroza, C.E., Hinestroza, E, y Restrepo, I. (2016). ‘Exposición ocupacional y ambiental a mercurio en el departamento de Chocó, Colombia, 2015-1016: informe preliminar’. Informe Quincenal Epidemiológico Nacional, 21(11), 294-306.
y la presencia de fauna, fueron desplazadas con el incremento de la minería
mecanizada. Todo lo anterior permite llegar a conclusiones fundamentales
sobre desarrollo sostenible, pues aunque hay un crecimiento aparente de la
construcción y expansión de la zona urbana del municipio, esto va
acompañado de tugurios y de población pobre, sin educación y sin salud. Un
falso desarrollo que se transformó un cordón ambiental en una zona de gran
desequilibrio ambiental peligroso para la salud. Es decir, dentro de los
cambios y afectaciones más notables en la zona se tiene la transformación
del paisaje de la región, la contaminación de suelo por lavado de equipos con
contenidos de grasas, aceites y combustible, así como la afectación del ciclo
hidrológico debido a la deforestación, modificación de ríos y quebradas e
intervención de la minería mecanizada en la zona.
En un país como Colombia, que adopta el capitalismo como sistema
socioeconómico, dentro de sus políticas macroeconómicas la explotación en
un municipio como Unión Panamericana-Choco es eminentemente un tema
económico, y el desarrollo sostenible no es una preocupación, por lo que la
depredación y el deterioro de las condiciones sociales y ambientales son el
efecto notorio. Es decir: “En otras palabras, el problema es que, aunque
suene a paradoja, el capitalismo es esencialmente antidemocrático pues
como forma de acceso al poder sustituye la vía del respaldo de la ciudadanía
por la capacidad de acumular riqueza” (López, 2012:1).62
La tendencia mundial en el desarrollo de procesos productivos mineros o en
ámbitos empresariales sugiere que el desarrollo sostenible permite garantizar
los tres objetivos básicos que una organización debe de tener: crecimiento,
rentabilidad y sostenimiento. La minería como actividad que aporta un
porcentaje significativo al PIB de Colombia debería tener como soporte y
principios de responsabilidad empresarial el desarrollo sostenible; sin
embargo, como se ha explicado en el desarrollo de este trabajo, en realidad
se puede apreciar que la minería sigue siendo una fuente de ingresos
totalmente retrógrada y ambigua, vista desde el punto de la sostenibilidad
62 López, J.M. (2012). ‘La ética y el capitalismo’. Revista Dinero: http://www.dinero.com/opinion/articulo/la-etica-capitalismo/149515 (Revisado diciembre 2017)
como conjunto de elementos que ayudan en el desarrollo en general. La
minería es una actividad industrial de alto impacto ambiental, social y
cultural. Es también una actividad industrial insostenible por definición, en la
medida en que la explotación del recurso supone su agotamiento.
“Las soluciones a implementar para hacer de la minería un negocio que
beneficie al país y sea sostenible, son: primero, entender que la minería no
es una actividad sostenible, no es sostenible un mercado que consume bienes
no renovables. Pero sí se da una nacionalización de la exploración y
explotación minera, sí la locomotora minero-energética se maneja como la
industria petrolera, las ganancias para el país compensaran esa pérdida de
minerales” (Arroyave, 2012).63
63 Arroyave, S. (2012) ‘Minería y desarrollo humano sostenible. Análisis de la adopción de la política minera 2002-2012’. Analecta Política 4(6), 163-175. Universidad Pontificia Bolivariana.
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ANEXO 1
GUÍA DE ENTREVISTA
Fecha:
Nombre:
Lugar de la entrevista:
1 ¿Dónde nació?:
2 ¿El ser minero es su única actividad?
3 ¿Cuántos años tiene usted?
4 ¿A qué edad comenzó a miniar?
5 ¿Cuánto tiempo lleva como minero?
RECORDANDO EL PASADO (AÑOS 90)
6 ¿Cómo era la minería de oro en Unión
Panamericana y en que sitios se realizaba?
7 ¿Qué tipo de minería había en Unión
Panamericana?
8 ¿Cuánta población se dedicaba a la
actividad minera?
9 ¿Con el dinero que ganaban en la mina
Vivian o realizaban otras actividades?
10 ¿Qué representaba la minería en la
canasta familiar?
11 ¿Cuál era la base alimentaria de la región?
12 ¿Los lugares de extracción como se
seleccionaban?
13 ¿Cómo eran las relaciones con los demás
mineros, familiares?
14 ¿Estaban tranquilos o cuáles eran los
problemas?
15 ¿Cuándo sintió que había cambiado?
16 ¿Era mejor antes o ahora?
17 ¿Gana más ahora o antes?
18 ¿Cómo eran las quebradas y los ríos antes
de llegar la minería mecanizada?
19 ¿Dónde cree usted que se generaba mayor
empleo, en la minería de antes o la de
ahora?
20 ¿Cómo se realizaba el proceso de
comercialización del oro antes?
21 ¿Cómo era la participación de la
comunidad en el trabajo minero (guaches)?
HABLEMOS DEL PRESENTE
22 ¿Qué tipo de minería se realiza hoy en día
en Unión Panamericana?
23 ¿Cuánta población se dedica actualmente
a la minera ahora?
24 ¿Qué cambios o transformaciones ha
presentado la minería tradicional?
25 ¿Con la llegada de la minería mecanizada
al municipio surgieron nuevas
oportunidades económicas?
26
¿Existen acuerdos con los mineros
mecanizados para el desarrollo de la
actividad?
27 ¿Qué cambios culturales se han generado
en la región, con la llegada de la minería
mecanizada?
28 ¿A su modo de ver, la minería mecanizada
ha traído consigo la presencia de actores
armados?
29 ¿Cree que la minería mecanizada ha traído
consigo cultivos ilícitos?
30 ¿Los recursos percibidos por algunas
familias en el arriendo de sus tierras, es
invertido en la región?
¿Cuántas de estas familias ya no viven en
la región?
31 ¿La llegada de la minería mecanizada ha
generado prostitución en la zona?
32 ¿Conoce alguna área que haya sido
trabajada con minería mecanizada y que
en la actualidad se esté utilizando en
alguna actividad productiva?
33 ¿Cuánta población se dedica en la
actualidad a la minería tradicional?
34 ¿Cómo son las relaciones de los
trabajadores de la actividad minera
mecanizada con la comunidad y el concejo
comunitario?
35 ¿Estos trabajadores invierten en la
comunidad?
36 ¿Cuántas personas de la región, en
promedio trabajan en entables mineros?
37 ¿A su modo de ver, la llegada de la minería
mecanizada ha desplazado otras
actividades productivas?
38 ¿Cómo se realiza el proceso de
comercialización del oro?
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