DEL MIEDO A LA ESPERANZA: LA REVOLUCIÓN POR LA BELLEZA
JULIÁN ANDRÉS VÁSQUEZ CASTAÑEDA
Trabajo de grado presentado para optar por el título de Psicólogo
Asesora, Análida Estrada Bedoya
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA
MEDELLÍN
2016
DEDICATORIA
Quiero dedicar muy especialmente este trabajo de investigación a Juan Sebastián
Muñoz Ocampo, psicólogo y humanista que ha contribuido enormemente en la
construcción de cada sueño. Igualmente, mi gratitud a Ana María Bustamante,
Socióloga y Poeta. Por último, este trabajo tiene una deuda infinita con la docente
Análida Estrada, único ser capaz de aguantarme.
AGRADECIMIENTOS
Mucha gratitud a todos los locos de la Nueva Escuela de Pensamiento Fernando
González por hacer posible el Arte, la revolución y la Belleza.
A mis padres, por amarme aún sin comprenderme.
Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 7
Del Miedo a la Esperanza: la Revolución por la Belleza. ................................................ 7
Descripción de paisaje: Medellín. ................................................................................... 8
Disertación sobre el Arte y el Poder. ............................................................................ 11
Estructura de trabajo: Un camino compartido ............................................................... 13
Ciclo I: El conflicto .................................................................................................... 15
Ciclo II: Las Violencias .............................................................................................. 18
Ciclo III: La Fraternidad ............................................................................................ 21
Planteamiento del problema: El miedo, el vacío, la nada ................................................. 24
Justificación: dotar de sentido la existencia ..................................................................... 25
Objetivos: La revolución por la belleza ............................................................................. 27
Objetivo General .......................................................................................................... 27
Objetivos específicos ....................................................................................................... 27
Metodología: Táctica y estrategia .................................................................................... 28
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL: Una filosofía del sentido común .............................. 31
LAS REPRESENTACIONES SOCIALES ..................................................................... 31
CONFLICTO: Del Odio y otros demonios ........................................................................ 35
El conflicto ....................................................................................................................... 35
Enemigo: Las paredes de mi propia casa..................................................................... 38
Aliado, fraternidad, amistad: el prójimo del buen samaritano .................................... 41
LA EXPERIENCIA ARTÍSTICA ........................................................................................ 43
El encuentro .................................................................................................................... 43
La experiencia artística. “Todos hacemos arte todo el tiempo en la forma en la que
vamos siendo seres humanos” (E.5) ........................................................................... 45
Praxis ética ............................................................................................................... 50
PRINCIPALES HALLAZGOS EN LA EXPERIENCIA ARTÍSTICA DE LA NUEVA
ESCUELA: ....................................................................................................................... 53
Transitando hacia un nuevo modo de ser y de habitar ..................................................... 53
CONCLUSIONES: ........................................................................................................... 56
“Cambiar la vida, dijo Rimbaud, cambiar el mundo, dijo Marx; hoy para nosotros estas dos
premisas son sólo una” .................................................................................................... 56
REFERENCIAS ............................................................................................................... 58
ANEXOS ......................................................................................................................... 60
ANEXO 1: FORMATO ENTREVISTA 1 ........................................................................... 60
ANEXO 2: FORMATO ENTREVISTA 2 ........................................................................... 63
ANEXO 3: FORMATO ENTREVISTA 3 ........................................................................... 65
7
INTRODUCCIÓN
Del Miedo a la Esperanza: la Revolución por la Belleza.
La Escuela de Pensamiento es, por lo menos para quienes trabajamos en ella, una
experiencia que viene cambiando la vida tal y como la entendemos. La Nueva
Escuela nos ha brindado una praxis, un ejercicio de libertad.
La construcción de un proyecto que utiliza el Arte y la Experiencia Estética como
instrumento ha desembocado en el desarrollo de una pragmática individual así
como política. En su constitución convergen la experiencia subjetiva de construcción
de identidad y persona, el develamiento de las estructuras de poder involucrados
en esta construcción y el desarrollo de unas posturas frente a la existencia y la
realidad social y política que no dudamos en llamar Revolución.
Se trata de una Revolución por la Belleza. Se trata de un ejercicio de construcción
de subjetividad cuyo fin es la libertad, pues en su desarrollo se lleva a cabo un
proceso de emancipación individual frente a las distintas estructuras de
sometimiento instauradas en nuestra sociedad. Se trata de una Revolución por la
Belleza pues el Arte allana el camino de la experiencia subjetiva, no conceptual sino
vivencial-existencial.
En este breve trabajo intentaré exponer de manera esquemática, insuficiente e
inacabada una narrativa acerca de este proceso existencial, político y social
desarrollado en Medellín-Antioquia, proceso que sólo el tiempo terminará por darle
su estructura definitiva. Por lo tanto mi relato será incompleto de antemano, no por
desdén mío, sino por la naturaleza misma de lo que intentamos exponer.
La estructura en la que está organizado este trabajo se divide en dos momentos,
complementarios entre sí pero diferenciados. Tenemos en primer lugar una
exposición -o más bien una pequeña narrativa- acerca de los componentes
8
ideológicos que desarrolla la Nueva Escuela de Pensamiento. Al igual que con la
estructura completa, esta primera parte de la que hablamos no podrá cumplir a
cabalidad la tarea de exponer de manera sistemática un corpus epistemológico que
defina a la Escuela y permita orientar su funcionamiento. Se trata de manera muy
modesta, pero honesta, de esbozar unos trazos sutiles que insinúen el rumbo de un
conjunto de discusiones llevadas a cabo entre la academia, las calles, los espacios
de movilización social, la noche y los artistas. En un segundo momento se dará
cuenta del proceso investigativo realizado en el campo de trabajo: Los distintos
Ciclos y sesiones de la Escuela de Pensamiento, donde pudo desarrollarse la
aplicación de la técnica de entrevista a profundidad con 6 participantes que
asistieron a este espacio. El proceso hermenéutico ha sido sobre todo un intento
descriptivo de las consecuencias generadas por la experiencia artística en el
conjunto de Representaciones sociales o sentido común que se instaura en los
individuos, esa especie de filosofía popular con la que entendemos cotidianamente
la existencia y vamos justificando nuestros actos.
No queda más que agradecer a cada una de las personas que han acompañado
este proceso desde sus distintas posibilidades, aportando cada una elementos de
infinito valor en este camino, particularmente la profesora Análida Estrada, el
Psicólogo Juan Sebastián Muñoz y la Socióloga Ana María Bustamante.
Descripción de paisaje: Medellín.
Aquí sucede que existe la posibilidad para lo maravilloso. Se dan cita las más
contradictorias situaciones humanas junto a un hábitat social que atraviesa de lo
trivial a lo sanguinario, que conoce de humildad y del trabajo duro, de la sospecha,
el timo, la trampa, el amor, el arte, los amigos.
Medellín ha sido el infierno y la casa para muchos de nosotros. Y sus noches son
esplendidas.
La experiencia de la Nueva Escuela sólo sería posible en este sitio. Por tanto,
ninguna de estas palabras tiene sentido más allá de estas fronteras físicas,
9
territoriales, lingüísticas y no me atrevo a afirmar que esto pueda presentarse así en
ninguna otra parte, no tengo pretensión de Universalidad, ni doy el permiso a nadie
para que haga generalizaciones de cualquier cosa que aquí se diga, así yo las haga.
Pequeña aclaración
No tenemos idea acerca de eso que llamamos “Naturaleza humana”. No sabemos
en qué consiste. No negamos los adelantos de las distintas ciencias y disciplinas
para responder a esta pregunta. Pero nos vemos cuestionados momento a
momento por lo que acontece en esa cosa misteriosa que somos, y parece que ni
los paradigmas, ni los experimentos, ni los grandes adelantos científicos logran
hacernos más felices, disminuir el sufrimiento por lo menos. Reconocemos ignorar
casi todo lo esencial y ser por lo tanto infelices.
Podemos atarnos a muy pocas raíces en este camino que es la vida y ese
desentrañamiento que constituye a la larga la inquietud intelectual, el análisis
académico y la erudición. Y quienes se oponen a aceptar esto tan sencillo, los
optimistas ciegos, he visto, son personas cargadas de temor. Temen ir por la vida
sin un mapa que oriente todo el camino lineal de sus especulaciones.
Nosotros podemos apenas aceptar como ciertas unas pocas premisas, y sus
consecuencias. A saber:
Estamos vivos, y es una experiencia que no sería empíricamente posible negar.
Existe en nosotros un impulso por ir cada vez más lejos, por comprender, por
descifrar el misterio, por superar el obstáculo, franquear la montaña. Existe en
nosotros un afán de saber.
Somos libres, decidimos.
La Nueva Escuela de Pensamiento no ha hecho otra cosa en su trabajo que insistir
en estas verdades.
10
El campo de trabajo.
El foco sobre el que dirige su accionar la Nueva Escuela de Pensamiento es el
campo de la intersubjetividad. Ese límite difuso entre el individuo y el otro y ese gran
aparato que se llama Estado y Sociedad.
Este accionar pareciera implicar una cierta episteme del Individuo y sobre lo social
que lógicamente constituye las columnas teóricas sobre las que se asienta la
rigurosidad moderna, el pensamiento cientificista y el burocratismo académico. La
cuestión con la Nueva Escuela de Pensamiento es que no posee tal episteme. No
podría inscribirse dentro de ningún tipo de paradigma moderno o ilustrado, o
complejo o posmoderno.
Para entender esto debemos recordar constantemente que la Nueva Escuela de
Pensamiento no es un episteme, es ante todo una praxis, un ejercicio que se
deposita sobre los individuos concretos. Hace, pero no sabe. Y no necesita saber
para hacer. Esto lo permite el Arte. El Arte es una experiencia sensible, no se accede
a ella por erudición, su finalidad no es la episteme, sino el Logos. Un Logos
Vivencial.
La experiencia artística permite un acceso al conocimiento de la naturaleza de las
cosas que no es conceptual, que es pre-lingüístico, pero que puede vivenciarse con
el cuerpo: La creación artística es el resultado de este proceso. La experiencia
artística es desinteresada, no tiene finalidad, ni principio. Acontece en la
Incertidumbre Absoluta, en el no saber.
Y en el caso concreto de esta Escuela acontece más allá de la episteme sobre
individuo y sociedad, indaga sobre esa acción concreta de la intersubjetividad que
es el vínculo, la relación.
Ese es el vórtice de la intersubjetividad, la experiencia concreta del vínculo, la
relación. Agreguemos entonces una cuarta premisa a nuestra “Pequeña aclaración¨:
Estamos ciertos y veraces en el hecho de que existimos, de que algo en nosotros
nos empuja a ir siendo, también sobre nuestra libertad en este devenir. Es básico
11
también que sepamos que estamos siendo con el Otro, que estamos siendo en
relación.
Disertación sobre el Arte y el Poder.
Existe el poder, y existe como una evidencia palpable. No nos es dado construir una
teoría que explique su génesis o naturaleza, pero podemos describir algunas de sus
características.
Existe un poder ejercido sobre las colectividades y sobre los individuos, poder que
se replica de un individuo a otro y sobre las relaciones.
El poder, más que una sustancia empírica, es un tipo de relación, una forma en que
me encuentro con el Otro. Desde la infancia, hemos venido sometidos al influjo del
poder, el cual actúa por medio de sus dispositivos e instituciones.
La configuración de subjetividades en todos los tiempos y lugares ha sido el objeto
del poder. El poder varía en su instrumentalidad con el flujo mismo de la historia, la
técnica, la ciencia y las tecnologías.
En sociedades rudimentarias, donde su ciencia y tecnología son también
incipientes, el poder ejercía su influencia principalmente sobre el cuerpo físico, por
medio del uso de la fuerza o la violencia. Con el avance de las sociedades y de su
técnica el poder se ha complejizado, llevando su dominio más allá del cuerpo físico,
e instaurándolo en las subjetividades.
El tipo de relación que cada uno de nosotros tiene consigo mismo y con el Otro, que
pareciera natural, definida per se, no lo es. Cada sociedad y el tipo de poder que
administra configuran una manera de relación particular, única, del sí mismo consigo
y los demás.
En sociología, la pregunta por una sociedad distinta se ha ubicado en el problema
de la posesión de los medios de producción. Ese ha sido por lo menos el enfoque
tradicional (Marxista) para una analítica del poder.
12
La Nueva Escuela de Pensamiento, sin dejar de considerar como importante esta
pregunta, deposita su interrogación y su praxis en el terreno de la configuración de
las subjetividades por medio de las distintas instituciones y estructuras de poder.
Consideramos que, en las circunstancias actuales, es esta pregunta la que apremia:
Cómo vamos siendo sujetos hoy, en plenos siglo XXI, en una sociedad capitalista y
globalizada? Esa es nuestra cuestión.
Y en el trabajo desarrollado durante este tiempo en la Nueva Escuela nos hemos
encontrado cómo la familia, las instituciones educativas, los medios de
comunicación y demás dispositivos han conseguido un modo de subjetividad
precario, coartado en sus infinitas posibilidades, temeroso y servil.
El ejercicio del poder y su compleja maquinaria ha conseguido sobre todo el
enseñarnos a obedecer. Detectamos en este punto el mal que nos aqueja como
sociedad. Hemos crecido bajo las cadenas, naturalizándolas hasta casi no sentirlas,
con un miedo profundo y delirante ante la libertad.
Nuestra praxis, por tanto, ha consistido en destruir este modo precario y servil por
medio del cual nos constituimos en sujetos, buscando, a través del Arte, toparnos
de frente con la libertad.
La experiencia artística es sobre todo una experiencia de libertad, pues su base es
la posibilidad, lo que no se define ni se agota. Por medio de la liberación de las
potencias creativas en el individuo a través del Arte, se abren paso perspectivas de
la realidad, de la vida y de la propia historia que movilizan a las personas a
interrogarse por sí mismas, a develar los mecanismos de poder en los cuales se
encuentran inmersos y finalmente a ser tan enigmáticos en su intimidad que deban
emprender nuevamente el camino que los lleva a una relación genuina con eso que
somos, y que desencadena una forma distinta de relación con el Otro.
Insistimos en que el objetivo que se ha trazado la Nueva Escuela consiste en la
liberación de las posibilidades que existen en el ser humano, posibilidades
socavadas por mecanismos de poder que actúan, ya no desde la coerción física,
13
sino, en nuestra sociedad, por medio de complejas estructuras subjetivas que
controlan, incluso, nuestro propio deseo, haciéndonos creer que queremos aquello
que no queremos, que somos de una “forma”, de una “naturaleza” determinada, que
quizá no somos.
El Arte nos permite, en síntesis, llevar la interrogación al individuo acerca de sí
mismo y de la sociedad donde vive, y de los vasos comunicantes entre ambas
cosas.
Estructura de trabajo: Un camino compartido
La Nueva Escuela de Pensamiento viene funcionando desde el mes de Agosto del
año 2014. En sus inicios fue fundada por un grupo de artistas de distintas disciplinas
y profesiones sociales entre los que se encuentran psicólogos, sociólogos,
antropólogos, ingenieros, fotógrafos, diseñadores y comunicadores audiovisuales.
Las distintas reflexiones realizadas a lo largo de seis años tuvo como corolario la
estructura de la Nueva Escuela de Pensamiento en el 2014. La posibilidad de
enriquecer el trabajo artístico desde perspectivas psicológicas, sociales y
territoriales permitió la configuración de una praxis que se ha venido desarrollando
semestre tras semestre, ciclo tras ciclo, sesión tras sesión.
La Nueva Escuela de Pensamiento define su estructura académica de forma
semestral. De tal suerte, en su primer semestre de funcionamiento la indagación
estuvo dirigida hacia la comprensión de ese fenómeno social, político y territorial
que se llama Antioquia. La intención fue acercarnos a las raíces culturales que
configuran el ser Antioqueño y su devenir histórico.
En el segundo semestre, a inicios de 2015, la indagación se circunscribió al ámbito
de la ciudad, Medellín en concreto, e intentó entender la ciudad que vivimos en
nuestros días, de igual manera, a partir de su devenir histórico.
14
Para el semestre actual, y tomando como hoja de ruta el panorama nacional, la
Nueva Escuela dirigió su atención hacia el conflicto político, social y armado que
vive Colombia. Esta consideración se tomó bajo la premisa de que la construcción
de paz atraviesa no sólo por el silenciamiento de los fusiles o la firma de un acuerdo,
sino sobre todo por el desmonte de subjetividades en lógica de guerra, que ha
permitido en nuestra sociedad naturalizar la guerra y perpetuarla.
Una sociedad sometida a más de 200 años de guerra habrá construidos unas
determinadas formas de subjetividad que nos ha interesado develar. Ciertos
símbolos, imaginarios, narrativas y representaciones que circulan en la vida
cotidiana de las personas y que influyen directamente en la forma de relación que
los individuos establecen consigo mismo y con el Otro, en la forma en que entienden
y organizan la información social y sobre todo, en determinadas apuestas éticas que
no parten directamente del juicio de las personas; antes bien, son mediatizaciones
que a veces no se logran ubicar muy bien.
Así pues, la decisión de abordar el Conflicto en el segundo semestre de 2015, y
sobre el cual versa la sistematización de este trabajo, se hizo teniendo en cuenta la
pertinencia, la realidad social y la idea rectora de que el Arte puede contribuir en
este proceso intersubjetivo que es la consolidación de la paz.
La división académica, como decíamos, es semestral, y en este semestre decidimos
abordar el Conflicto. La Escuela se organiza, bajo el marco semestral, en Ciclos, y
estos a su vez en sesiones. Cada ciclo es una categoría del gran marco del
semestre. Siendo así que los ciclos abordados en este semestre y para esta
sistematización han sido: El Conflicto, en sus distintas dimensiones subjetiva,
intersubjetiva, social, política y mediática; Las Violencias, o aquellas distintas formas
en que se expresa el conflicto, de forma racial, cultural, de género etc; La
Fraternidad, y el posible desenlace de una nueva apuesta como sociedad.
Cabe anotar que cada uno de estos ciclos se desarrolla en cuatro sesiones distintas.
Las sesiones están dirigidas por una disciplina artística determinada, a saber:
Música, Literatura, Teatro y Artes Audiovisuales. Por tanto, los ciclos, que son
15
divisiones del semestre, se dividen a su vez en sesiones temáticas que se abordan
desde cada una de estas disciplinas.
Para terminar, es necesario aclarar también cómo se desarrolla y qué dinámica tiene
cada sesión. Las sesiones se
inscriben bajo el marco del
ciclo, y constan de tres
momentos. En un primer
momento, se desarrolla con los
participantes una reflexión de
carácter verbal acerca de la
naturaleza del tema que nos
convoca, hablan los
participantes, exponen sus puntos de vista. Luego de esto, en un segundo
momento, los participantes de la sesión llevan a cabo una experiencia de tipo
vivencial con una determinada disciplina, siendo así que la primera reflexión es
encausada bien sea a una canción, un poema, una pintura, lo cual permite la
autoexpresión y la movilización de fuertes contenidos emocionales. En este punto
lo importante es la Vivencia, no el concepto, la autoexpresión y no la formulación de
discursos mediatizados o estereotipados. Un tercer momento consiste en la
retroalimentación por parte de todos los participantes acerca de las experiencias
vividas en toda la sesión.
Esa es, a grandes rasgos, la estructura de trabajo de la Nueva Escuela.
Ciclo I: El conflicto
Durante este primer Ciclo de la Nueva Escuela de Pensamiento se tuvo como
finalidad ahondar en esa experiencia que ha determinado nuestro ser particular
como colombianos: El Conflicto.
16
Constantemente evidenciamos cómo nuestros rasgos, aquello que somos, la forma
como entendemos y actuamos en la vida cotidiana, el tipo de razonamientos que
utilizamos, las palabras que embozadamente lanzamos para referirnos a los otros...
Todos estos elementos de esa gran totalidad que constituye la Cultura y nuestra
subjetividad están atravesados por un concepto que a diario trituran los medios
masivos y la retórica fácil y mediocre de nuestros politicastros: El Conflicto político,
económico, social y armado.
El conflicto es inherente al ser humano y a las sociedades, a la naturaleza misma,
a las partículas, a los astros. El universo todo se desarrolla en una constante pugna
de elementos que derivan, por medio de un inextricable proceso de flujos y reflujos,
en formas cada vez más elevadas de organización y vida. Así mismo el ser humano
y las sociedades.
Podemos evidenciar la existencia del conflicto al interior de la subjetividad humana.
Cada persona, en su desarrollo y en su propia historia, se encuentra
constantemente confrontada ante distintas posibilidades de ser y actuar. Conviven
en nosotros elementos antitéticos que se debaten por la supremacía sobre nuestra
vida. Estos elementos y su constante lucha son los que a la postre configuran la
vida humana y dotan de sentido la experiencia. Podríamos resumir este conflicto
subjetivo diciendo que se desarrollar a partir de la dialéctica entre deseo y coerción.
Sin temor a equivocarnos, pero sabiendo también que no se agota el tema,
consideramos que el subfondo en el que late nuestra organización subjetiva es la
pugna del deseo (Del cual desconocemos su origen, o por lo menos no lo
presupuestamos) y la coerción determinada por los mecanismos de vigilancia y
castigo, tanto objetivos como subjetivos. La vida del ser humano transcurre en este
conflicto perenne entre el deseo y la coerción.
Otro tanto pasa con las sociedades. En su interior se debaten fuerzas, intereses y
necesidades de distintos grupos que pugnan por la supremacía social y en donde
el aparato de Estado cumple el papel de agente que preserva un determinado status
quo, de alguno de estos grupos, o de otro, dependiendo de la particular pugna de
17
fuerzas desatada al interior de esta sociedad. Es debido a este complejo mecanismo
de conflicto en la sociedad como se han operado las sucesivas transformaciones
que registra la historia de la humanidad.
Por otro lado, el aparato de Estado que regula nuestra vida y la dinámica social se
ha complejizado a tal punto, que sus distintos mecanismos de poder han construido
unas subjetividades en lógica de guerra, a partir de distintos símbolos,
representaciones y narrativas que explican el funcionamiento de la vida personal,
social y política. Este mecanismo es el que ha interesado a la Nueva Escuela de
Pensamiento develar y transformar. Las distintas entrevistas desarrolladas en la
segunda parte de esta investigación muestran de forma palmaria cómo y en qué
medida la influencia de instituciones como la familia, la escuela, los medios de
comunicación, el lenguaje, determinan la constitución subjetiva de los individuos y
sus Representaciones sociales, y cómo también estos se encuentran en constante
tránsito y flujo, pues no existen como sustancias concretas y aisladas, sino que son
elementos en movimiento, en constante contradicción y conflicto.
La Nueva Escuela de pensamiento ha intentado en su desarrollo propiciar espacios
que permitan a la ciudadanía construir a través de la experiencia artística
posibilidades distintas de ser
y habitar la ciudad. En su
forma más terrible y
hermosa, el Arte, cuya
naturaleza es la dialéctica y
el conflicto, se nos presenta
como herramienta que
poseemos los seres
humanos y las sociedades
en el intento por no naufragar
en este camino de la historia,
y es algo de lo que no podemos prescindir.
18
Comencemos entonces por entregarle su justo lugar al conflicto. Y para esto
debemos, si queremos comprenderlo, no negarlo, aceptarlo y tratar de influir en su
naturaleza.
Tantas décadas, siglos incluso de guerras civiles, masacres y atrocidades han traído
consecuencias que no dimensionamos todavía, y no nos referimos sólo a los miles
de muertos y desaparecidos y a las innumerables pérdidas materiales y
medioambientales, sino también y sobre todo al profundo deterioro moral que
vivimos como sociedad, a esa tolerancia desalmada frente a la muerte, a esa
incapacidad que tenemos de mirarnos a los ojos sin tener que destruirnos. Nuestra
vida cotidiana se encuentra militarizada.
Se trata de un error considerar que el conflicto se reduce sólo a la lucha armada. La
lucha armada es la forma más aguda de un conflicto de fondo económico, político,
social y cultural. La violencia, por sí misma, dice muchas, es destrucción y barbarie,
pero también lenguaje, también comunica. Y de una forma embozada y sutil, pero
no por eso menos aterradora, se ha incrustado en nuestro pensamiento una
teodicea de la guerra y el sufrimiento que se hace necesario desmontar, pues es
ahí donde se perpetúa la lógica de la barbarie.
En la Nueva Escuela de Pensamiento el Arte y la experiencia artística han
propiciado transformaciones subjetivas que permiten un tránsito hacia formas más
elevadas de entendimiento entre las personas, de su propia historia y de sus
relaciones con la comunidad, transformando las subjetividades construidas en
lógica de guerra, sus símbolos, sus representaciones e imaginarios.
(Aquí un registro audiovisual de una de las sesiones de trabajo.
https://www.youtube.com/watch?v=XBPA2ocg0gA)
Ciclo II: Las Violencias
Las Violencias son los distintos modos en que desemboca el conflicto cuando llega
a su punto más alto: El antagonismo.
19
En el Ciclo pasado sobre El Conflicto, la Nueva Escuela de Pensamiento permitió la
comprensión de la existencia conflictiva en la vida individual y social. El conflicto es
la causa misma del desarrollo de la vida. No obstante, cuando el conflicto no logra
tramitarse de forma que pueda trascenderse, cuando no existe mediación entre sus
pares antiéticos, tenemos el advenimiento del antagonismo y de su consecuencia,
Las Violencias.
No todo conflicto deviene necesariamente en violencia, se entiende. Pero sí toda
violencia surge de la existencia del conflicto. El conflicto tiene distintas naturalezas,
es decir, se manifiesta de formas distintas, y la violencia, por tanto, no es una sola.
Las Violencias
hacen
referencia a una
pluralidad de
vías por las
cuales
desemboca un
torrente no
tramitado de
modo correcto.
Una de estas
violencias es la
de tipo político.
La historia de nuestra sociedad está atravesada por los distintos modos de
Violencia. La existencia de conflictos al interior de ella, conflictos por la supremacía
del poder entre distintos grupos, ha llevado a la existencia y perpetuación de una
violencia política que hace carrera a lo largo de los doscientos años de vida
republicana. Este tipo de violencia, la política, nace ante todo de la no realización
de mediación del conflicto inherente a nuestra sociedad. En un principio, en la
génesis de nuestra vida nacional, la violencia toma el matiz de confrontación entre
20
las ideas republicanas y monárquicas. Luego de esto, ese mismo conflicto deviene
en antagonismo entre Centralistas y Federalistas, conflicto que se extiende hasta
1886, cuando parece conjurarse tras el advenimiento de ese periodo conocido como
la regeneración.
Mas adelante, ante el mismo fenómeno de imposibilidad de tramitar los pares
antiéticos que constituye en conflicto, la violencia toma el cariz de Liberales contra
Conservadores, antagonismo que se extiende hasta llegada la década de los
sesenta, y que tiene su pináculo en los años 40 con la muerte del caudillo Jorge
Eliecer Gaitán. Entrada ya la década del sesenta, nuestra sociedad conoce otro
matiz del conflicto: la violencia desatada entre el Estado Colombiano y el
Comunismo internacional representado en las guerrillas marxistas. Ese mismo
conflicto, agente de violencia, se conoce en nuestros días como lucha contra el
Narcoterrorismo.
Pero no es la Violencia
política la única
expresión del conflicto
en nuestra sociedad.
Existe también una
violencia de carácter
étnico y cultural que,
debido a la sombra del
oscuro panorama de
la violencia política parece insignificante, pero no lo es, y existe como evidencia
palpable. La historia multicultural y étnica del país ha sido lo ha permitido. Al no
poseer un carácter homogéneo como sociedad debido al marcado acento regional
y a los distintos tipos biológicos que habitan el territorio, se ha posibilitado la
existencia de un conflicto étnico y cultural que ha devenido en violencia, y del cual
somos testigo cotidianos, incluso en nuestros días, que se preciaban de haber roto,
en nombre del progreso, las ataduras del pasado. Existe violencia étnica y cultural
21
en la búsqueda de empleo, en la educación, en el acceso a los distintos espacios
sociales consagrados para el ciudadano.
También existe y es evidenciable una marcada violencia de género en Colombia.
En nuestros días, las mujeres tienen mayores dificultades para el ingreso a la vida
laboral, su escala de asensos es más precaria y efectivamente tienen menores
ingresos que la población masculina. Pero este tipo de violencia no es
unidireccional. También se ejerce violencia contra el género masculino. No podría
pensarse la violencia de género en nuestros días con muchas de las categorías que
tenemos por costumbre utilizar, pero es posible que dirijamos la mirada más allá de
la dicotomía de género y pensemos en una violencia generalizada contra el ser
humano como totalidad.
Por último, la existencia del conflicto que deviene en violencia existe también, no
sólo en los planos antes descritos, sino en nuestra vida interpersonal. Tenemos
como personas una gran incapacidad para concertar por el diálogo las diferencias.
Nuestro lenguaje cotidiano está atravesado por distintos códigos que mantienen y
perpetúan la violencia. Nuestras representaciones sociales están codificadas de tal
modo que naturalicemos toda existencia de violencia, y la justifiquemos.
(En esta pieza audiovisual una de las sesiones de trabajo.
https://www.youtube.com/watch?v=NAexIY8gOYk )
Ciclo III: La Fraternidad
En este tercer Ciclo, luego de haber indagado por la naturaleza del conflicto y sus
consecuencias, y de atravesar por los distintos tipos de Violencia en nuestra
sociedad, llegamos al concepto de Fraternidad, como síntesis y resultado y como
Deber Ser o aspiración personal y social.
El sentido de la Fraternidad es una experiencia que se desarrolla bajo la condición
de varones y mujeres libres. Sin la condición irrenunciable de la Libertad, la
Fraternidad es una entelequia o a lo sumo un ideal, pero no una facticidad.
22
No existe Fraternidad en la dialéctica de
Amo-Esclavo. No existe bajo las
relaciones de poder verticales. La
Fraternidad se desarrolla entre pares, es
decir, entre seres que comparten una
misma condición: Su libertad para el
cuidado de sí y el cuidado del Otro.
Por tanto, la Fraternidad es ante todo el
proceso por el cual nos deshacemos de las cadenas. TODAS las cadenas, una por
una, que son muchas. De tal suerte que, dejando libre al Otro, al que hemos atado
de forma inconsciente muchas veces, comencemos el proceso de libertad personal,
existencial, y social.
En este Ciclo la Nueva Escuela de Pensamiento desarrolló esta pregunta, la
posibilidad de la Fraternidad como una experiencia de Libertad.
El proceso histórico que ha caracterizado nuestra sociedad puede fácilmente
definirse como servidumbre. De la Colonia a nuestros días, el perfeccionamiento de
la técnica, la maquinaria y el Estado ha tenido como finalidad socavar las altas
aspiraciones humanas de sabiduría, belleza, justicia, libertad y fraternidad.
Lo ha hecho, y de qué forma. Ha conseguido el sometimiento de inmensas masas
anónimas en las ciudades y diáspora de desarraigo en las comunidades rurales. La
maquinaria del poder ha envilecido
de tal suerte al ser humano y a sus
relaciones que, además de
sometidos, ni siquiera lo notamos,
ciegos y alienados.
23
Debemos revertir el proceso. De alguna manera, el Espíritu Humano, que no
descansa, busca brechas, intersticios, compone poemas, canciones, imágenes,
rituales, intentando sobrevivir a la debacle. Y por esta sensibilidad del Espíritu se
mantiene viva la esperanza.
El reconocimiento de lo que somos es el campo prístino de resistencia y de
transformación. Vamos a indagar eso que somos. Vamos a recorrer el tejido sutil
que nos envuelve, nuestro territorio, la sangre, el lenguaje.
Confiamos en que este reconocimiento y el ejercicio de la libertad propiciado en la
Nueva Escuela, es decir, el ir quitando las cadenas, el vivir a la enemiga, traigan
consigo la visión clara de un destino común, destino compartido frente al Otro, en
esta experiencia maravillosa que es la vida, artífice de toda posibilidad.
(Testimonio audiovisual del ciclo Fraternidad.
https://www.youtube.com/watch?v=W3KGcB61MkE)
24
Planteamiento del problema: El miedo, el vacío, la nada
Una de las coyunturas más importantes que atravesamos como sociedad es el
escenario de cese al fuego y puesta en práctica del posconflicto. Pero la
consolidación exitosa de este proceso atraviesa por muchas dimensiones, no sólo
la militar, sino, también, la subjetiva: es necesario desmontar el aparataje cultural y
subjetivo construido en lógica de guerra, es decir, las Representaciones Sociales
alrededor del conflicto social y armado que atraviesa el país desde el inicio de su
historia, y gracias a las cuales comprendemos y explicamos la realidad y
justificamos las conductas en la vida cotidiana.
Es necesario buscar instrumentos que permitan este proceso. La experiencia
artística, en virtud de sus componentes emocionales y su múltiple interpretación de
lo real, puede tener mucho que aportar si logra dirigirse por medio de perspectivas
psicológicas y psicosociales. De aquí que emerja la pregunta: ¿Es posible que a
atreves de la experiencia artística, se posibilite la reconfiguración de las
representaciones sociales del conflicto en jóvenes de la ciudad de Medellín?
25
Justificación: dotar de sentido la existencia
Atravesamos, como se dijo en el planteamiento del problema, una de las coyunturas
más importantes del tiempo reciente en Colombia, la posibilidad de cese al fuego y
advenimiento del posconflicto. La Academia y en particular las Facultades de
psicología están llamadas a ocupar un papel protagónico en este proceso, pues son
el campo fértil para la construcción de nuevas miradas de vida.
La paz no es solamente el silenciamiento de los fusiles. Se trata sobre todo de
posibilitar elementos que permitan a las personas en la vida cotidiana la tramitación
pacífica de sus conflictos, la construcción de nuevas perspectivas sobre la realidad
social e histórica.
Las décadas de conflicto Colombiano han dado como resultado un conjunto de
Representaciones Sociales que asimilan, naturalizan y perpetúan este conflicto en
las subjetividades de los ciudadanos. Se hace necesario, por tanto, para la
comprensión integral del posconflicto, la reconfiguración de Representaciones
Sociales que trasciendan la dinámica de guerra. (Estrada Belo, 2015).
Y es en este campo donde nos parece que tiene pertinencia preguntarnos por los
alcances de la experiencia artística enfocada desde un perspectiva psicosocial. El
Arte posibilita, gracias a su componente emotivo, el entendimiento de nuevas
perspectivas sobre distintos fenómenos de la vida social. En la experiencia artística
las configuraciones de bueno y malo son entendidas en otras dimensiones, el héroe
y el villano, la santa y el sátiro, el niño y el anciano, todos cuentan un relato
igualmente legítimo.
Es muy importante y pertinente poder preguntarnos por la posibilidad de la
reconfiguración de las representaciones sociales del conflicto, a través de la
experiencia artística, en los jóvenes de Medellín. Esto, por dos razones:
26
En primer lugar, porque la investigación puede arrojar luces acerca de la utilización
de las distintas experiencias artísticas en la consolidación del posconflicto en la
ciudad, y la Administración Municipal podrá orientar políticas públicas del
posconflicto en ese sentido. En segundo lugar porque, más allá del posconflicto e
independiente de él, los resultados de la investigación pueden permitir avances
significativos en la forma de orientar investigaciones e intervenciones en temas de
convivencia juvenil, respeto al otro y a la diferencia, cultura de la legalidad a partir
de las experiencias artísticas psicosocialmente orientadas, las cuales tienen hoy
cada vez mayor acogida entre los jóvenes de la ciudad, porque las formas
tradicionales de intervención no los han involucrado en su diario vivir y su sentir de
una práctica que les posibilita asumirse como actores activos del proceso.
27
Objetivos: La revolución por la belleza
Objetivo General
Comprender cómo a través de la experiencia artística se pueden reconfigurar las
Representaciones Sociales en torno al conflicto, por parte de jóvenes de la ciudad
de Medellín.
Objetivos específicos
1. Dar cuenta del proceso mediante el cual la experiencia artística puede
reconfigurar las Representaciones sociales que los jóvenes de Medellín tiene en
torno al conflicto.
2. Construir un marco interpretativo que permita generar conocimientos sobre la
utilización de la experiencia artística en la consolidación del posconflicto.
28
Metodología: Táctica y estrategia
Para la presente investigación se desarrollará una metodología cualitativa. Esta
metodología es propia de las ciencias sociales y tiene dentro de sus conceptos
básicos el estudio de las producciones lingüísticas y comunicativas, la construcción
social e histórica de todo conocimiento, la importancia de las relaciones
intersubjetivas. No pretende la construcción de conocimientos universales, ni el
probar o refutar hipótesis; busca más bien la generación de conocimientos que
puedan convertirse posteriormente en marcos interpretativos. La investigación
cualitativa tiene predilección por lo particular, por lo local. (Hernández Sampieri,
Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010).
Dentro del marco de la metodología cualitativa desarrollaremos un método histórico-
hermenéutico, esto es, un ejercicio de lectura del subtexto implícito en todo discurso,
compuesto no sólo de imágenes, sino de elementos emocionales, intersubjetivos,
morales e ideológicos. Para esto se hace necesario poner en diálogo el discurso
concreto, con su contexto, entendido éste en clave de la propia historia del sujeto y
de las dinámicas que han permitido la construcción de sus distintas
Representaciones sociales. El desarrollo del método histórico-hermenéutico será
posible a través de la técnica de la entrevista a profundidad.
La entrevista a profundidad es una técnica que consiste en una serie de preguntas
contextualizadas con el marco general de la investigación, dirigidas a obtener una
comprensión amplia sobre las Representaciones Sociales del conflicto en los
participantes seleccionados. El discurso es la fuente y la base para la interpretación
en clave histórica tanto de las emociones y cogniciones de los individuos como de
su entrelazamiento en el campo de la experiencia personal, elementos que
constituyen el marco de las representaciones sociales.
29
Para lograr este objetivo, utilizaremos las siguientes herramientas en el marco de la
entrevista a profundidad.
1. Guía de entrevista semiestructurada: La cual servirá como recurso orientador
frente a los temas específicos que se pretende indagar; actitudes y emociones
previas o personales frente a las representaciones del conflicto, contenidos
cognitivos históricamente entendidos frente al mismo y la interacción de estos en el
campo representacional.
2. Técnicas de conversación-narración: Son recursos propios del entrevistador
dirigidos a establecer vínculos empáticos de interacción sensible y abierta a la
escucha, donde el entrevistado pueda generar un discurso amplio de tipo narrativo
acorde a sus propias vivencias, de modo que junto a su interlocutor construyan una
conversación profunda sobre sus representaciones sociales más íntimamente
arraigadas .
3. Registro audiovisual: Por medio del cual se contará con un soporte audiovisual
que permita el análisis, organización y tratamiento posterior de los datos facilitando
su análisis hermenéutico e histórico.
Esta investigación contará con la participación de seis jóvenes de la ciudad de
Medellín, entre los 15 y 28 años de edad, que asisten a las sesiones del proyecto
artístico en el marco del cual se desarrollará la investigación. Este proyecto artístico
llevará a cabo durante el segundo semestre de este año varios ciclos de trabajo
sobre el conflicto colombiano, ciclos que se corresponden con una determinada
Representación Social alrededor del conflicto y en los cuales se efectuará el proceso
investigativo.
Debe aclararse que serán investigados tres ciclos, en cada uno de los cuales serán
seleccionados dos participantes, a quienes la investigación acompañará a lo largo
del ciclo respectivo. Terminado el ciclo, se eligen dos participantes más para el ciclo
30
que comienza. Así, con cada uno de los tres ciclos. Es en este espacio del proyecto
artístico en mención donde se llevará a cabo la elección de los participantes, las
entrevistas a profundidad y la recolección del material testimonial audiovisual.
El primer ciclo se indagará sobre: la Representación social alrededor del origen del
conflicto.
En el segundo ciclo sobre la Representación Social de Enemigo.
En el tercer ciclo la indagación se dará sobre la Representación Social de Aliado.
31
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL: Una filosofía del sentido común
LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
El concepto de Representaciones Sociales es uno de los más discutidos en las
Ciencias Sociales, y si bien es fácil evidenciar su existencia y su importancia, no es
tarea sencilla tratar de definirlo.
En su conjunto intervienen elementos como la cultura, la ideología, la historia, así
como la capacidad de representación del pensamiento, el lenguaje etc., por lo que
su estudio se sitúa en el borde de dos disciplinas, la sociología y la psicología, o si
se quiere en el ámbito de la psicología social.
El concepto de Representación Social aparece por primera vez en la obra de
Moscovici (Citado en Perera, 1999), quien en un intento aproximado señala que:
La Representación Social es un conjunto de conceptos, enunciados y
explicaciones originados en la vida diaria, en el curso de las
comunicaciones interindividuales. En nuestra sociedad se corresponden
con los mitos y los sistemas de creencias de las sociedades tradicionales;
incluso se podría decir que son la versión contemporánea del sentido
común... constructos cognitivos compartidos en la interacción social
cotidiana que proveen a los individuos de un entendimiento de sentido
común, ligadas con una forma especial de adquirir y comunicar el
conocimiento... Un sistema de valores, de nociones y de prácticas relativas
a objetos, aspectos o dimensiones del medio social, que permite, no
solamente la estabilización del marco de vida de los individuos y de los
32
grupos, sino que constituye también un instrumento de orientación de la
percepción de situaciones y de la elaboración de respuestas. (p.44).
En este orden de ideas las Representaciones Sociales corresponden a un
conocimiento socialmente compartido, a un cierto sentido común a partir del cual
juzgamos y representamos nuestra realidad, y sobre el cual construimos también
nuestras acciones. La realidad social, histórica y política entra en relación inmediata
con la vida cotidiana de los sujetos, quienes la representan, la recrean, la modifican
y la transmiten a su vez, en un proceso de recíproca influencia entre éstos, los
grupos y el sistema. En este sentido, las Representaciones Sociales
son una forma de pensamiento cuya función es conceptuar sobre lo real
a partir de un conocimiento previo, el saber que da el sentido común, una
forma particular de expresar el pensamiento social sobre la realidad
cotidiana. Son, ante todo, una construcción cognitiva, concebida como
esquemas implícitos de carácter individual, en respuesta a necesidades
espaciales (desplazamiento, uso y orientación); a la vez que son una
abstracción y una síntesis, realizada a partir de las experiencias vividas
y de las percepciones repetidas. (Agudelo Suárez, y otros, 2007)
Diversos autores y sobre todo Moscovici aceptan como elementos constitutivos de
las Representaciones Sociales tres factores: la actitud, la información y el campo de
representación.
● Por actitud se entiende la disposición más o menos favorable o no que una
persona tiene frente al objeto de representación. Tiene un marcado
componente emocional y guía fuertemente la conducta.
● La información es el conjunto de conocimientos referidos al objeto de
representación, en calidad y cantidad, lo cual varía merced a circunstancias
como la pertenencia a un grupo o el acceso a la información.
33
● El campo de representación es un sistema en que toman parte y dinamismo
los dos elementos anteriores; hace referencia a los contenidos
representacionales que se organizan en una estructura funcional.
Estos tres componentes de las Representaciones Sociales son importantes ya que
a partir de ellos se orienta la recolección de información en el proceso investigativo
y el análisis de la misma. Las Representaciones Sociales que construyen los
jóvenes de Medellín acerca del conflicto colombiano pasan por unos tipos distintos
de actitudes, por conocimientos más o menos profundos acerca de distintos
fenómenos y un imbricado campo dinámico de construcción de las
representaciones.
A partir de este acercamiento conceptual, que delimita esta categoría de trabajo de
la investigación, es necesario esbozar qué tipo de funcionalidad y utilidad práctica
tienen las Representaciones Sociales en la vida de las personas y por qué razón se
hace importante su estudio.
Respecto a esto, la investigadora Maricela Perera (1999) llevó a cabo una
esquematización al respecto, con lo cual dichas funciones se dividen en:
1. Función de conocimiento: A partir de las Representaciones
comprendemos y explicamos la realidad.
2. Función identitaria: El lazo de unidad entre los grupos se mantiene a
partir de la comunidad de Representaciones.
3. Función de orientación: Las representaciones guían los
comportamientos y las prácticas.
4. Función justificatoria: Las representaciones permiten tanto la justificación
de las acciones como una determinada toma de postura. (p.18-19)
34
Es necesario apuntar que en las Representaciones Sociales influye la experiencia
artística en tanto agente de movilización cognitiva y emocional en el campo de
representación.
35
CONFLICTO: Del Odio y otros demonios
El conflicto
El sujeto es el centro de análisis del conflicto, puesto que es éste el que realiza las
acciones y el que le da sentido a las mismas de acuerdo a su cosmovisión y a su
forma de ver el mundo. No obstante, la violencia difiere del conflicto en tanto parte
de la agresión al otro como método. Para García (2008),
La acción colectiva parte de una construcción de sentidos con respecto a la
particular forma de ver el mundo de cada individuo, así como de su identidad y
de sus vivencias. En este sentido el sujeto es el centro de análisis de la violencia
y del conflicto (p.38).
El conflicto proviene en sí de la naturaleza humana. Ya Freud en su carta en
respuesta a Einstein y en sus Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la
muerte (1915) precisaba el carácter conflictivo del ser humano,
La investigación psicológica -o, más rigurosamente, la psicoanalítica-
muestra que la esencia más profunda del hombre consiste en impulsos
instintivos de naturaleza elemental, iguales en todos y tendentes a la satisfacción
de ciertas necesidades primitivas. Estos impulsos instintivos no son en sí ni
buenos ni malos. Los clasificamos, y clasificamos así sus manifestaciones,
según su relación con las necesidades y las exigencias de la comunidad
humana. Debe concederse, desde luego, que todos los impulsos que la sociedad
prohíbe como malos - tomemos como representación de los mismos los
impulsos egoístas y los crueles- se encuentran entre tales impulsos primitivos.
(p.1857).
Según la representación social que tienen los participantes de este proceso
investigativo, el conflicto es producto de un enfrentamiento de intereses en el que
36
uno de los dos implicados quiere sobreponerse sobre el otro: “el conflicto en general
es el desacuerdo de dos individualidades y que se puede expresar o se puede
producir por varias razones por así decirlo, por ejemplo, una ideología, un
pensamiento” (E.1). En la misma línea se expresaba otro de los entrevistados al
afirmar: “creo que siempre el tratar de imponer lo mío, ante cualquier cosa sobre la
otra gente, creo que eso genera conflicto y guerra en cualquier persona y en un país
y en el mundo”. (E.2).
Una representación social persistente al abordar la temática del conflicto fue el
énfasis sobre el poder. Al preguntarles a dos de los entrevistados sobre las razones
por las que el conflicto ha tenido continuidad a lo largo de estos años, se obtuvo una
respuesta similar: “El poder. O sea, el querer tener el poder, el querer dominar sobre
el otro. O sea esa sed de que tengo que imponer mis ideales sobre los que tengan
los otros.” (E.2); y de igual manera se observa que el poder se considera como el
motivo para la continuidad y el origen del conflicto en la siguiente respuesta: “¿cuál
crees que es la razón para que el conflicto continúe en el tiempo? Poder. Se puede
decir que la búsqueda del poder” (E.1).
A partir de las entrevistas realizadas se evidencia que los sujetos de la investigación
tienen muy poco conocimiento sobre el conflicto, su origen y las razones por las que
se ha dado la confrontación durante estos años. Dicho vacío y desconocimiento se
llena desde el sentido común con la información que generan los medios de
comunicación: “Yo vengo de un pueblo entonces allá al principio Caracol y RCN
daban una información y uno se quedaba con lo poco que le enseñaban” (E.2);
también la información general que obtienen desde los distintos círculos sociales
con los que entran en relación, se emplea para llenar los vacíos que se tienen
respecto al conocimiento del conflicto: “respondí que era del poco conocimiento que
tenía de la universidad, del colegio, que veía en la televisión” (E.2).
Vale la pena señalar en este sentido dos representaciones muy significativas, la
primera es la representación que se tiene del conflicto bipartidista. Usualmente
cuando se les pregunta a los entrevistados por el conflicto se remiten a la
37
confrontación entre liberales y conservadores, “el conflicto armado en Colombia
creo que aún sigue siendo por esa diferencia entre el conservador y el liberalismo
pero hay algo como más oculto entre esas dos partes” (E.1), como se puede
apreciar esta afirmación se hace sin tener muy en claro por qué se da históricamente
dicha confrontación entre ambos partidos y basada en una visión bastante
tergiversada del ideario liberal y conservador.
Por otro lado, como segunda representación significativa está la figura de Jorge
Eliécer Gaitán. Se reconoce allí un hito histórico significativo del conflicto
colombiano, pero igualmente toma su relevancia no de un conocimiento profundo
del personaje o del contexto histórico que le da tal relevancia, sino que desde un
lugar común que se ha venido quedando vacío de sentido con el tiempo se le
nombra como “El caudillo del pueblo”. No obstante, estas representaciones cumplen
su función de conocimiento y orientación, y en muchos casos también adoptan una
función justificadora.
En contraste con ese desconocimiento o vacío, en la experiencia de uno de los
asistentes a la Nueva Escuela resalta que uno de los aportes más significativos que
le ha dejado la Escuela es “Que me brinda mucho conocimiento que yo no tenía, yo
era ignorante como con respecto a la historia de Medellín, la política de Medellín,
cómo se empezó a vivir desde los Nadaístas, yo no tenía ni idea quiénes eran los
Nadaístas, y mucho menos había hablado de política o de temas sociales, pero
desde el punto de vista artístico, entonces es eso”. (en esta respuesta se hace
referencia sobre todo a la temática abordada durante el semestre anterior que versó
sobre la ciudad).
38
Enemigo: Las paredes de mi propia casa
En nuestra reflexión en torno a este tema del conflicto, nos hemos encontrado con
un concepto que ha sido de gran relevancia en la literatura y en las recientes
investigaciones que sobre la violencia se han realizado en la ciudad: el concepto de
Enemigo. Por ejemplo, la tesis de maestría de la psicóloga Luz Andrea Suárez
(2012); y el libro colectivo que recientemente publicó el Instituto de estudios
regionales (INER-UdeA) sobre la Construcción del enemigo en el conflicto armado
colombiano 1998-2010, realizan su análisis del conflicto armado desde una mirada
sobre la noción de Enemigo.
Desde las teorías sociales se habla del enemigo como una construcción social que
varía según el sujeto colectivo que percibe la realidad del conflicto. En la dinámica
del conflicto armado colombiano el enemigo ha sido uno u otro según el actor, y la
sociedad colombiana ha quedado encerrada entre la amenaza de múltiples
enemigos.
Para los sujetos entrevistados un enemigo “es aquella persona que sus creencias
son diferentes a las mías y al no encontrar un punto en medio en el cual los dos
podamos ponernos de acuerdo, chocamos” (E.4); en el siguiente fragmento se
observa una postura similar: “cuando yo hablo de enemigo estoy hablando de
alguien que es totalmente opuesto a mí y quiere poner su posición por encima de la
mía.” (E. 3).
Durante la segunda fase de la investigación se indagó a los participantes
principalmente sobre el concepto de Enemigo, y en medio de dicha fase se realizó
un ejercicio de asociación libre en el cual se evidenció que las palabras Odio y
Violencia son los conceptos que más se relacionan con la palabra Enemigo.
Desde el sentido común, los participantes también realizan una distinción que dentro
de las investigaciones sociales sobre el Enemigo se subraya, y es la diferencia entre
Enemigo-Adversario. De esta forma lo expresan los participantes: “yo puedo tener
de adversario a una persona que considere íntegra pero que tengamos puntos de
pensamiento diferente y con quien yo me pueda sentar y con quien pueda tener un
39
diálogo siempre desde nuestros puntos separados, siempre desde nuestra
diferencia pero con unos mínimos de respeto, de tolerancia, de comprensión, de no
pisotear al otro” (E.3); tanto en esta expresión como en la que se reproduce a
continuación, se aprecia una clara distinción entre enemigo y adversario, haciendo
énfasis en que en este último la diferencia entre dos sujetos se tramita a través del
diálogo y el respeto sin anular o agredir al otro:
por ejemplo cuando uno encuentra puntos de divergencia con otras personas
y existe la capacidad de poder entablar una conversación con esa persona a
pesar de las circunstancias o de los pensamientos y puntos de vista que se
tengan en diferente, uno es capaz de sostener en los mejores términos cómo
vamos a plantear, cómo vamos a llegar a una solución o por lo menos cómo
vamos a llegar a un punto en común. Ese sería un adversario y el enemigo sigue
conteniendo como algo en la esencia de violencia. (E.4).
Continuando el análisis sobre la distinción entre Enemigo y adversario, la autora Luz
Andrea Suárez (2012) sugiere que a partir de la concepción del otro como
adversario o como enemigo, se establece una forma particular de dirimir las
situaciones de conflicto. Según ella, dichas situaciones
se encuentran estrechamente relacionadas con la manera de enfrentar los
conflictos, la cual está orientada por la no aceptación de la diferencia y del
conflicto como aspectos propios de las relaciones con los otros, sino como
aspectos que marcan la imposibilidad de convivir con el otro, y por tanto, uno de
los dos (el otro o yo) debe ser eliminado. (p.88).
Por último, cabe rescatar que de las respuestas que presentan los jóvenes
entrevistados se deduce que, en la actualidad en relación a la sociedad civil, todos
los actores que combaten en el conflicto armado tanto los que hacen parte del
estado, así como los que representan las fuerzas insurgentes, son enemigos de la
sociedad. Dicha deducción parte de un ejercicio de asociación y de un componente
de valoración en términos de bueno o malo que se realizó al interior de la entrevista
40
a profundidad, donde fueron calificados los siguientes actores: el Estado, las fuerzas
militares, las bandas criminales, las guerrillas, las FARC, el ELN, los paramilitares,
entre otros; todos estos actores recibieron una percepción negativa (malo), y frente
al proceso de Paz aunque se califica positivamente (bueno) aún se tienen dudas de
la forma como se está realizando y de sus alcances. Dentro de este ejercicio cabe
destacar que por ejemplo el M-19 recibió una valoración positiva en algunos de los
entrevistados.
Haciendo eco de la teoría de la construcción social del enemigo, debemos precisar
que dado que los jóvenes participantes de la investigación no están implicados en
un contexto donde se viva el conflicto de manera directa, la construcción de enemigo
se basa en una elaboración en torno a la relación cotidiana con el otro.
Adicionalmente, se puede percibir en el discurso de los sujetos entrevistados que la
noción de enemigo deviene tal según sus círculos de relación (familiar, universitario,
el círculo del espacio de la Escuela, etc.), de este modo se puede ver una diferencia
en la forma en que estos sujetos perciben el conflicto desde un discurso propio del
contexto de la universidad pública (por ejemplo la Universidad de Antioquia).
41
Aliado, fraternidad, amistad: el prójimo del buen samaritano
Por contraposición al enemigo, emerge una nueva categoría en el estudio de
investigación sobre el conflicto y que ofrece grandes luces en la posibilidad de
pensarse una sociedad capacitada para asumir nuevas formas de relación, ésta
categoría es el aliado.
Uno de los sujetos de la investigación definió el aliado así: “Es una persona con la
que genero acuerdos pues para alcanzar una meta o conseguir algo puntual” (E.5)
El mismo sujeto precisa algunos elementos para concebir El aliado como una forma
de relación con el otro:
La sinceridad. Ser transparente con el otro. Confiar también en que lo que el
otro me está diciendo también es transparente, también el respeto, que yo
respete lo que soy yo y lo que es el otro sin necesidad de ir a imponer ninguno
de los dos, tener un equilibrio entre las diferencias, también hay algo que no
podría definir que es la empatía que se genera y eso por decirlo una química
que se genera con el otro y también el amor, y no el amor entendido así como
una relación de pareja o un amor eros sino más bien un amor filial que lo
compone todo esto que ya estaba nombrado. (E.5)
Otro entrevistado expresaba algunos elementos que guardan cierta similitud:
La escucha, la sinceridad, el ser sincero con el otro, el aprecio, pues como
un amor que me permita aceptar al otro como es, el respeto, y el acercarse pues
de la forma en que se presente pero permitir que se establezca una relación con
el otro. (E.6)
Esta relación particular que se establece con un aliado, es una relación que se
construye en el tiempo, y a partir de compartir momentos íntimos y significativos,
que fortalezcan la confianza y que generen algo así como un sincronizarse en un
mismo ritmo y hacia una misma meta
42
Llegar, compartir, hablar de lo que sea que estemos hablando, es como
profundizar en la vida del otro, entonces eso nos permite generar vínculos, como
ir conociéndonos de verdad, no como parte de una cotidianidad “ay, hola, cómo
te llamas, sí hola” y nos vamos viendo y nos saludamos, no, sino que es un
conocerse diferente porque es un compartir más profundo. (E.6)
43
LA EXPERIENCIA ARTÍSTICA
El encuentro
Desde el psicoanálisis se establece una distinción muy significativa entre la cita y el
encuentro, el cual “sólo se produce en seres capaces de elección, y en el modo de
la contingencia” (Lombardi, 2008, pág. 9) Desde dicha perspectiva se pone en
evidencia un carácter central en las relaciones profundas que se tratan de incitar en
la Nueva Escuela: su fundamento en la libertad y el mutuo respeto dentro de dicha
libertad. En esta distinción entre cita y encuentro se resalta aún con más precisión
que “El verbo tukhêin (encontrar) es entonces estar presente en el lugar y el
momento oportuno, para encontrar a alguien o algo que tal vez no se esperaba
conscientemente, pero se deseaba encontrar” (Lombardi, 2008, pág. 3) En esta
descripción se presenta el carácter de buscador de quien encuentra.
Basados en dicho análisis, se plantea el espacio de la Nueva Escuela como un
espacio de Encuentro, con unas dinámicas que rompen con la pedagogía
tradicional, e incursionan en planteamientos más libres que se debaten con los
planteamientos que en la contemporaneidad se han abanderado de la reciente
crítica a los sistemas educativos, como por ejemplo, la pedagogía de la liberación,
los planteamientos críticos expresados en el documental “La educación prohibida”,
y basándose especialmente en el planteamiento pedagógico expreso en el libro Los
negroides (González, 1936) del filósofo de Envigado Fernando González quien
enfatiza la búsqueda de la autenticidad y la propia realización.
Algunas de esas características que se pueden mencionar sobre el carácter de
dichos encuentros, que sobresalen por su significatividad sociológica son: El
carácter completamente abierto del espacio (no tiene costo, ni se establece una
separación por edades, no precisa de conocimientos previos, etc.), la libre
participación (no es de obligatoria asistencia y tampoco se obliga a permanecer o
44
participar), el ambiente de respeto y comprensión, la relación íntima y sincera
basada en el Desnudarse que conceptúa González (1936), la posibilidad de que
emerja la palabra plena, la interrelación generacional, y el estímulo de valores de
gran significatividad en la integración comunitaria como son el compartir, la
fraternidad, la amabilidad, y la tolerancia.
En palabras de uno de los entrevistados: “Es algo genial. El encuentro propio, el
encontrarse, pero también el encontrarse con el otro yo creo que es lo que nos hace
ser más humanos porque mientras yo me encuentro, me identifico, identificando
todo lo que me gusta, todo lo que no me gusta y me conecto con lo que yo soy,
cuando soy capaz de hacer eso soy fácilmente capaz de ir a encontrarme con el
otro y poder reconocer eso que me gusta del otro y eso que también no me gusta
pero que aun así lo conforman y lo conectan a él consigo y ahora después de esa
conexión se conecta también conmigo. Entonces el encuentro es no sé, algo
fascinante que nos permite también eso, formar comunidades.” (E.5)
Aún con mayor hincapié señala que:
No sé, es sagrado para mí… Es sagrado pues para establecer la relación con
un aliado o para establecer una fraternidad o para encontrarme con el otro y
acercarme a él y compartir y a partir del encuentro, pues se puede dar todas las
transformaciones y todo lo que creo que he hablado (E.5).
45
La experiencia artística. “Todos hacemos arte todo el tiempo en la forma en la
que vamos siendo seres humanos” (E.5)
En esta investigación no se parte del arte en cuanto a disciplina sino como una
experiencia, es decir, un tipo de vivencia en el que la persona participa. Es por ello
que se habla entonces de experiencia artística. Definir dicha experiencia en el
campo académico no ha sido fácil por la variedad de enfoques que se tienen al
respecto, pero se acepta comúnmente su capacidad movilizadora de los afectos, la
posibilidad que otorga de narraciones alternativas sobre la realidad, su papel en la
memoria y en las tradiciones de las sociedades, y en suma, todos aquellos
elementos con los que también interactúan las Representaciones Sociales.
Sin embargo, es el arte el que da cimiento a la presente investigación, puesto que
la experiencia artística y personal que cada individuo tiene aporta elementos
fundamentales a la hora de entender su realidad social y el conflicto armado
colombiano en sí. En este sentido, a partir del arte, la realidad puede ser observada
desde una mirada que no la limita sino que, por el contrario, pretende situarla de
una manera más amplia, puesto que la experiencia artística o vivencia del arte
amplía el horizonte de posibilidades de interpretar la realidad por parte del sujeto
que la experimenta, el cual no es un sujeto aislado de las dinámicas sociales, sino
que las traduce bajo su personal mirada del mundo por medio de su creación
artística, que a su vez representa una mediación entre el arte y la sociedad.
Para Ernst Fischer (1972), “la obra artística nace de la realidad y también actúa
sobre ella, por consiguiente la función del artista no se trata sólo de interpretar el
mundo sino de participar en su transformación” (p.103). El arte es entonces visto
como vehículo para la transformación no sólo personal sino también social, y debe
ser entendido dentro del contexto social en el que se inscribe, es decir, no puede
desligarse de su contexto ya que está en comunicación recíproca con éste. Así
mismo, el artista está necesariamente inmerso en una comunidad y es la suma y la
representación de muchas voces de su época particular. Sin embargo, en la
presente investigación artista es cualquiera que participa en el proceso de la Nueva
46
Escuela de pensamiento Fernando González, puesto que su experiencia artística le
aporta elementos que sirven no sólo para su transformación personal, sino también
para ampliar su cosmovisión del conflicto y de la sociedad en general.
Así pues, el compromiso del arte en la sociedad es el de servir como voz y como
vehículo que posibilita la interacción social y, en este caso particular, el
entendimiento del conflicto y de la realidad social. Es por ello que a partir de la
Nueva Escuela se abren las puertas para la participación por medio del arte, el cual
es visto como forma de vida y como base de ésta: “el arte en sí es vida, es una
expresión de la vida” (E.1).
Según la autora Lourdes Otero, “Jauss va a proponer una nueva ilustración, un
nuevo proyecto emancipatorio, que esta vez no se centra en el potencial reflexivo
de la razón, sino que su nuevo instrumento va a ser la experiencia estética por su
potencial educador” (Otero León, 2008, pág. 10). En este sentido, la vivencia del
arte tiene en sí una característica fundamental que se pretende visibilizar en la
presente investigación y es su potencial educador y creador de normas (o para
expresarlo mejor, de formas de manifestación cultural), ya que a partir de éste se
pueden modificar las representaciones sociales que se tienen con respecto no sólo
al conflicto, sino también en otros ámbitos de la vida. Esta postura implica la
superación del arte como entretenimiento o como un producto de la “caverna de la
industria cultural” como lo nombra Jauss.
Lo anterior se evidencia de una manera generalizada en el discurso de los sujetos
de la investigación: “el arte puede solucionar el conflicto en su gran mayoría y no
sólo puede solucionar el conflicto armado o el conflicto colombiano que se lleva ya
sea el narcotráfico sino que puede solucionar los conflictos internos de la persona.”
(E.1). En otras palabras, el arte invita a la reflexión y al pensamiento crítico de
muchos aspectos de la vida y de lo social, es decir, el arte es asumido como forma
de ver la vida. Por consiguiente, la experiencia artística, o si se quiere, el arte, “se
transforma en un catalizador que provoca acciones y, en general, procesos sociales”
(Zima, 2010, p.81).
47
A través de la experiencia artística que surge en la Nueva Escuela, se genera una
manera diferente de mirar el conflicto e igualmente en una forma de transformarlo:
“llevar arte a los lugares de conflicto es una forma de transformar sin etiquetar y eso
para mí es súper importante” (E.5). Es así como se asume a partir del arte una
relación directa con el cambio y con la creación de nuevas posturas y perspectivas
de vida. Es pues esta nueva forma de pensar la vida personal y social a partir de la
experiencia artística, el ápice para la modificación de las representaciones sociales
en torno al conflicto.
Es necesario mencionar que los entrevistados en general comparten la postura bajo
la cual el arte es el agente que permite la modificación de posturas violentas que
perpetúan el conflicto en Colombia, y que gracias a éste, la comunicación con el
otro se puede dar de una manera más acertada: “el arte simplemente es una
herramienta en la que te permite, no sé, ser y mostrarte tal cual eres sin necesidad
de rotularla, entonces en esta experiencia del posconflicto permite ir a compartir con
el otro, pues con una comunidad” (E.5).
Siguiendo lo anteriormente planteado, es gracias al artista que el espectador puede
situarse en los zapatos del otro y acercarse al conflicto desde la postura de las
víctimas. En otras palabras, se genera una empatía por parte del espectador que le
permite comprender la situación del otro sin haberla vivido:
por medio del arte uno puede expresarse como fácilmente Yo creo que
cuando uno está practicando arte, cualquier tipo de arte, se abre como persona
y es más fácil como entender y hablar sobre algunos temas cuando se está
interviniendo como desde el punto de vista desde el arte, es más fácil hablar,
poner temas que son difíciles de tocar porque son personas con diferentes
pensamientos pero a veces el arte como que nos une y nos pone más sensibles
y como que nos quita todos esos conceptos que tenemos de sociedad y es más
fácil como correlacionarse. (E.6)
En el texto Arte, memoria y violencia. Reflexiones sobre la ciudad, (Riaño Alcalá,
Lacy, & Agudelo Hernández, 2003), se plantea una reflexión teórica por las nuevas
48
inquietudes y preguntas con respecto a la temática del arte, memoria y violencia, en
donde “el hecho artístico rompe los ciclos de hacer, mostrar y observar, para
generar experiencias de participación y resignificación social y en el que las
organizaciones comunitarias encuentran pistas para renovar y potenciar su trabajo”
(p.4). En el texto se aborda el tema de la violencia y los conflictos sociales en una
constante conversación con los procesos de creación artística en el país. Se expone
el cambio que ha evidenciado el rol del artista durante las últimas décadas,
especialmente hablando del caso colombiano, en donde se puede ver a éste como
experimentador, como reportero, como analista, como activista y como ciudadano.
En este sentido, “el arte y la memoria constituyen campos fundamentales donde
negociamos y construimos representaciones sociales”. (p.15).
El arte es pues fundamental en la comprensión de la violencia y el conflicto armado
colombiano puesto que retrata sus repercusiones dentro de la sociedad. De esta
manera, el discurso del arte y el conflicto armado entran en una relación constante,
a partir de la función enunciativa que tiene el primero que produce “conmoción en
los espectadores absortos en la realidad” (Ordóñez, p.240). Existe entonces una
real convergencia entre el lenguaje artístico y la forma de mostrar la magnitud y los
alcances del conflicto sobre los cuerpos de las víctimas y los victimarios.
Así pues, el artista habla con su obra y presenta un escenario por medio del cual
las víctimas (directas o indirectas) y demás espectadores pueden dialogar e
identificarse con ella, así como sacar conclusiones y generar reflexiones a partir de
un hecho determinado.
El artista puede reconocer en su quehacer un instrumento político y relacional
con el que comunica una posición (de rechazo, fascinación, repudio, ironía,
juego o afirmación), que legitima y devela en su proceso de creación la
experiencia privada y el estado del fenómeno. (Silva, 2012, p.55).
En conclusión, a la hora de hablar de conflicto y de posconflicto, es necesario
abordar la temática del arte, en el sentido en que retrata la realidad y provee las
herramientas para generar una conversación entre los espectadores y un fenómeno
49
en particular, o si se quiere, entre los jóvenes cuya experiencia artística proporciona
un entendimiento diferente de su contexto social y del conflicto.
el arte es inherente a los seres humanos. Nosotros somos una expresión
artística en todo, y no somos el arte de una cultura enmarcada en la cultura con
C mayúscula, que se vendió durante mucho tiempo, somos el arte de ser
humanos, porque la forma en como nos vestimos, o en la forma en como
hablamos, en la forma en como somos, somos arte, entonces decir que no es
valioso o no se necesita es como negarnos algo de nosotros mismos. (E. 5)
50
Praxis ética
Por otro lado, la Experiencia Artística y el lugar de Encuentro de la Nueva Escuela
se configuran como un Ethos en el que se haya implícita una Praxis ética que
fácilmente es aprehendida por los asistentes; dicha Praxis configura un nuevo lugar
y una nueva forma de entrar en relación con el otro en medio de este nuevo lugar
espacio-temporal.
Dicho Encuentro se da desde la diferencia, que fue uno de los principales elementos
que presentaban los entrevistados como constitutivo del conflicto y de la
construcción de Enemigo. No obstante, en este espacio de Encuentro, la diferencia
y ese carácter conflictivo connatural a lo humano optan por otras dinámicas de
resolución del conflicto y de la diferencia, haciendo énfasis en una nueva moral que
se va consolidando como cultura del espacio, algo así como el imperativo social que
genera el entorno de la Escuela.
La Escuela me ha ayudado a escuchar, a abrirme a otras versiones, eso.
Porque es muy diferente a lo que estoy acostumbrada, a lo que estoy
acostumbrada en la universidad aunque es pública, a lo que estoy acostumbrada
en mi contexto familiar y social… digamos que aquí hay diferentes posturas y
simplemente a veces quiero escuchar y abrirme a no quedarme en mi verdad
entre comillas. (E.2)
Por otro lado según Freud (1915) los instintos o pulsiones de muerte (thanatos)
pueden transformarse por dos vías: una externa que configuraría la educación y la
cultura, que parte de la coerción o la sublimación de dichos impulsos; y una segunda
vía:
El factor interior es el influjo ejercido sobre los instintos malos -egoístas- por
el erotismo; esto es, por la necesidad humana de amor en su más amplio sentido.
La unión de los componentes eróticos transforma los instintos egoístas en
instintos sociales. El sujeto aprende a estimar el sentirse amado como una
ventaja por la cual puede renunciar a otras.
51
En este segundo sentido los encuentros de la Nueva Escuela se configuran a partir
del sentimiento de Fraternidad que hunde sus raíces en el impulso erótico, haciendo
eco de esa cercanía e íntima raíz que tienen el amor (eros) y la amistad (philia),
cercanía que desde Platón y Aristóteles ha puesto en evidencia la filosofía.
De igual forma esta segunda vía que pone de manifiesto Freud está sumamente
emparentada con una búsqueda que se ha orientado por los grandes
planteamientos filosóficos desde Sócrates, pasando por Nietzsche, Fernando
González, Heidegger y el mismo Freud, y que se enfatiza en el espacio de la Nueva
Escuela: el Conocimiento de sí o la inquietud de sí. El ponerse en frente al espejo
que configura la posibilidad de reconocerse, de reconocer sus pulsiones y su forma
de manifestación, conocerse en sus emociones y en sus traumas, reconocerse en
su pasado y en su posibilidad, reconocerse como voluntad para realizarse teniendo
así al tiempo una mejor comprensión del otro.
El encuentro propio, el encontrarse, pero también el encontrarse con el otro
yo creo que es lo que nos hace ser más humanos porque mientras yo me
encuentro, me identifico, identificando todo lo que me gusta, todo lo que no me
gusta y me conecto con lo que yo soy, cuando soy capaz de hacer eso soy
fácilmente capaz de ir a encontrarme con el otro (E.5)
En el anterior fragmento vemos enfatizado ese conocimiento de sí que Fernando
González expresa en un lenguaje muy propio en esta frase “¡Ah! Pero como ese
pleito que somos es el único negocio serio que uno maneja, y uno lo sabe desde
que nace, aunque no lo quiera saber y logre el no saberlo”. Libro de los viajes o de
las presencias. Y en el siguiente apartado extraído de una de las entrevistas se pone
de manifiesto con más énfasis no ya un conocimiento de sí, sino más aún una
Inquietud de sí, un Vivir a la enemiga como diría Fernando, y que se puede
comprender como “Si uno no está alerta, siempre en guardia, se repite y es un
amasijo de automatismos”, los sujetos de la investigación lo expresaban así:
La experiencia artística de la Nueva Escuela de Pensamiento Fernando
González en este semestre me ha hecho decirme a mí mismo por así decirlo
52
“cuidado” porque cada acción que pueda hacer o cada movimiento o expresión
que pueda hacer puede influir en otros, puede influir en cosas también y puede
por así decirlo generar un malestar o un bien.” (E.1)
Se pone entonces de relieve la premisa bajo la cual el arte permite la transformación
personal, es decir, la modificación de posturas y de representaciones sociales con
respecto a diferentes temática, así como permite la indagación con respecto a sí.
En este sentido es posible afirmar que el arte aporta elementos significativos para
la acción:
si somos consecuentes con que la transformación empieza por nosotros,
podríamos entender que también convivimos con el enemigo. Cada quien es el
enemigo y hay que ver cómo vamos a dejar de serlo para poder relacionarnos
mucho mejor en sociedad… El enemigo es el que nos deshumaniza y el que nos
hace olvidarnos de que el otro existe, el que le da poco valor o denigra al otro,
ese es el enemigo de la sociedad y de todas partes. (E.3)
53
PRINCIPALES HALLAZGOS EN LA EXPERIENCIA ARTÍSTICA DE LA NUEVA ESCUELA:
Transitando hacia un nuevo modo de ser y de habitar
Uno de los hallazgos fundamentales en la presente investigación, deducido a partir
de la técnica de observación y la observación participante, es el de la Experiencia
Artística como mediador de vínculos personales y sociales, puesto que a través de
los Encuentros propiciados por la Nueva Escuela de pensamiento Fernando
González, los asistentes establecen vínculos diferentes consigo mismo y con los
demás.
si yo soy capaz de respetar y aceptarte como eres, podemos no coincidir en
muchas cosas pero podemos estar tranquilos sin necesidad de enfrentarnos
violentamente o agredirnos. Muchas veces estamos en desacuerdo con el otro
y podemos dialogar y podemos llegar a acuerdos en los que podamos convivir y
compartir espacios de una forma, no sé, de una forma agradable. (E.5)
¿Pero cómo comprender este proceso de transformación de las relaciones que
establecen los sujetos asistentes con el otro y consigo mismo? Los apartados
anteriores ya ofrecen algunos elementos de comprensión, pero se tratará de
complementar aquí con una construcción que aunque tentativa, termine de aclarar
el proceso de esta Experiencia Artística. Antes que nada se debe subrayar que es
en gran parte por la propia voluntad de cada uno de estos asistentes que se da
dicha transformación. Pero comencemos por lo primero siguiendo una lógica que
haga comprensible el proceso: la asistencia es voluntaria, no hay un estímulo
material o una norma que obligue a la persona a ir; por tanto, la motivación es propia.
El sujeto está movido por el deseo y por la contingencia de Lo inconsciente, asiste
“para encontrar a alguien o algo que tal vez no se esperaba conscientemente, pero
se deseaba encontrar” Lombardi (2008. Obr. cit.). Los asistentes van en busca de
algo o con la falta de algo, tienen ese carácter de buscadores. Se asiste porque se
quiere.
54
¿Y qué es aquello encontrado? Bien lo han demostrado los psicólogos relacionales:
las formas de relacionarnos se transforman desde la misma relación o Vínculo como
lo llamaría Enrique Pichón Rivière. En el espacio del Encuentro se halla una nueva
forma de relación, pero no en teoría sino en experiencia viva y se enseña con el
ejemplo, por esto, después de profunda y continuada reflexión se ha
conceptualizado las sesiones como talleres vivenciales.
Aunado a ello, el espacio propende por el reconocimiento del otro en su
particularidad, en su pluralidad y en su diferencia; promueve una búsqueda propia
de identidad, un favorecer la expresión propia, la autenticidad, y un propio proyecto
personal que responda al deseo, a la pasión. Un desnudarse, mostrarse tal cual se
es, no mentir, y ser consciente de lo que se es.
Yo creo que lo más importante es como el respeto, aquí se respeta
demasiado lo que vos pensés y el concepto que vos tenés sobre alguna idea,
eso es como lo más importante para mí, el respeto y la diversidad de
pensamiento. (E.6)
De ahí viene que lo que se genera en el entorno, es un nuevo Ethos. Lo cual implica
una nueva forma de habitar el espacio y el tiempo del Encuentro. Es allí que
hablamos de una Praxis ética y una cultura del Encuentro que no está expresa, pero
es un consenso colectivo que propicia una relación fraternal y que se aprehende
con facilidad una vez se entra en el círculo de relación, esto explicado por la
identificación y porque como bien decía Freud “La unión de los componentes
eróticos transforma los instintos egoístas en instintos sociales.”
Por otro lado, vale la pena ahondar en ¿cuál es el papel preciso que ocupa el arte
y por qué no es sólo Arte sino que se transforma en Experiencia Artística? En tanto
experiencia el arte se transforma en una herramienta y en una praxis, que siguiendo
a Hans-George Jauss citado por Lourdes Otero (2008) cumple tres funciones: Una
praxis de producción (Poiesis), una praxis de recepción (aesthesis), y una praxis de
comunicación (Catarsis). Esto se complementa con lo que expresa Fernando
González al decir que: “Comprender las cosas es conmoverse; hasta que uno no
55
logre la emoción intensa, no ha comprendido un objeto” y que el “Arte es modo de
comunicar la desnudez de la vivencia”
En la Experiencia propia de la Nueva Escuela, por ejemplo, en la línea literaria, se
ha favorecido la praxis catártica en tanto se ha propiciado el poner en palabras esas
experiencias del conflicto social y personal, bajo un marco ético del respeto, la
aceptación y que rompe con la desconfianza que se ha sembrado en nuestra
sociedad producto de la violencia. Desde la línea teatral el trabajo ha estado muy
atravesado por la consciencia del cuerpo, y del cuerpo como “primera patria”, “como
territorio del conflicto y de violencia”, “como territorio de reconciliación”, y el cuerpo
como principio de la conciencia de sí, lo cual se configura en una experiencia
artística que en sí cumple esas tres funciones que señala H.G. Jauss. La línea de
artes visuales enfatiza un componente simbólico que tiene una gran incidencia en
la constante reconfiguración de representaciones sociales y en especial para su
función orientadora de la acción. Por último, la experiencia musical propicia de
manera especial la vivencia de la fraternidad y del goce colectivo. En sí todas las
líneas proponen una praxis en los tres sentidos que propone H.G. Jauss, pero para
hacerlo más evidente se resaltan aquí algunos aspectos que son más evidentes.
Vale la pena hacer una última apreciación: dicha experiencia no es excluyente de
otras profesiones o vocaciones, porque en tanto experiencia no se prima la obra en
sí, y no se establece frente a ella un juicio estético sino más bien en tanto vivencia
íntima y sincera. Y al propiciar un proceso de Conocimiento de sí y de autenticidad,
cada uno sigue su propio desarrollo, su vocación, con el agregado de lo relacional
y de lo que propicia la experiencia, complementado con el hecho de que las
temáticas de las sesiones están pensadas en un marco amplio que vinculan lo
humano y la realidad en la que viven los asistentes.
56
CONCLUSIONES:
“Cambiar la vida, dijo Rimbaud, cambiar el mundo, dijo Marx; hoy para nosotros estas dos premisas son sólo una”
La presente investigación abre distintos rumbos de análisis frente a la forma como
se asume el conflicto al devolver el énfasis sobre los sujetos y sobre lo humano, lo
que a su vez implica un horizonte nuevo para orientar una sociedad en el contexto
del post-acuerdo o post-conflicto. El arte, el Encuentro y más precisamente lo que
se ha tratado de definir como la Experiencia artística, propician posibilidades de
expresión de los conflictos tanto personales como sociales, y permite ante el espejo,
generar nuevas formas de afrontar dichos conflictos y modificar las
representaciones sociales que se tienen alrededor del conflicto.
Desde el sentido común, los individuos construyen una percepción de la historia del
conflicto y de los actores, basados en conocimientos muy generales y poco
precisos. Volver sobre la historia del conflicto y comprender sus orígenes y sus
dinámicas tanto históricas, sociales, económicas, políticas, y en general humanas,
genera nuevas alternativas para el proceso de transformación de ese conflicto bien
sea personal o social. Las experiencias alternativas de pedagogía están poniendo
en duda la pedagogía tradicional, y el arte como herramienta pedagógica ha venido
cobrando gran relevancia, pues a partir del goce estético se transmiten experiencias
plenas de sentidos que garantizan aprendizajes más significativos, vivenciales.
Finalmente, este proceso investigativo deja abierta nuevas posibilidades para
continuar una indagación sobre el conflicto y sobre nuevas metodologías de
intervención y pedagogía cuya herramienta básica sea el arte. Sería de gran
importancia replicar estos procesos de intervención basados en la experiencia
artística y el encuentro, con poblaciones que hayan vivido de una manera más
directa el conflicto (desmovilizados, víctimas, actores del conflicto, entre otros), o
con poblaciones de rangos de edades más variadas, y contrastar los hallazgos que
57
se desprenden de la actual investigación. De igual forma, la aproximación que se
ofrece aquí, deja algunos elementos tentativos para plantear nuevos proyectos de
intervención con comunidades, que es importante se vayan fortaleciendo desde los
programas oficiales o desde iniciativas independientes, con el fin de ir consolidando
en la cotidianidad una sociedad preparada para asumir un Post-acuerdo, y nuevas
formas de relación y convivencia.
El objetivo que se propuso este trabajó consistió en la sistematización de la
experiencia realizada por la Nueva Escuela de Pensamiento en el semestre 02 del
año 2015, frente a la experiencia artística su capacidad para reconfigurar las
representaciones sociales construidas en los individuos por el fenómeno de guerra
que vive la sociedad Colombiana. Podemos decir después de todo lo anterior, que
la experiencia artística se abre como un campo de trabajo que psobilita la
construcción de nuevas formas de subjetividad, necesarias para hacerle frente al
proceso que viene de pos-acuerdo.
58
REFERENCIAS
Alvarado, S. V., Botero, P., Ospina, H. F., & Castillo, J. R. (Septiembre de
2010). Producción académica sobre la relación historia, juventud y política en
Colombia: Una aproximación a su estado del arte desde mediados del siglo XX.
En Jóvenes, cultura y política en América Latina: algunos trayectos de sus
relaciones,experiencias y lecturas (1960-2000) (Vol. 15, págs. 231-262).
Rosario: Homo Sapiens CLACSO.
Angarita, P. E., Gallo, H., Jiménez Zuluaga, B. I., Londoño Berrío, H.,
Londoño Usma, D., Medina Pérez, G., . . . Ruíz Gutiérrez, A. M. (2015). La
construcción del enemigo en el conflicto armado colombiano 1998-2010
(Primera edición ed.). Medellín: Sílaba Editores.
Corbetta, P. (2007). Metodología y técnicas de investigación social. Madrid:
Mc Graw Hill.
Estrada Belo, A. (26 de Junio de 2015). Revista CES Psicología. Obtenido
de http://revistas.ces.edu.co/index.php/psicologia/article/view/2566
Fischer, E. (1972). El artista y su época. Caracas: Industrias Vincent.
Freud, S. (1915). Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte.
En S. Freud, Obras completas (L. L. Ballesteros, Trad., págs. 1851-1870).
Freud, S. (s.f.). Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte.
En S. Freud, Obras completas (págs. 1851-1870).
García, C. I., Gaviria, J. A., González Duque, L., . . . Monsalve Vargas, T.
(2008). Subjetividades bajo la violencia. Una perspectiva desde la sociología. En
N. E. Lacaniana, Conflicto armado: memoria, trauma y subjetividad (págs. 27-
37). Medellín: La Carreta Editores.
59
Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, M. d.
(2010). Metodología de la investigación. México D.F: McGraw Hill.
Lombardi, G. (2008). La cita y el encuentro.
Mora, M. (2009). La teoría de las representaciones sociales de Serge
Moscovici. Athenea Digital.
Moreno, A. (2010). La mediación artística: un modelo de educación artística
para la intervención social a través del arte. Revista Iberoamericana de
educación.
Ordóñez, O. (Abril de 2013). El cuerpo de la violencia en la historia del arte
colombiano. Nómadas (38), 233-242.
Otero León, L. (2008). Experiencia estética y razón práctica en la
hermenéutica literaria de H.G. Gadamer y H. R. Jauss. Valladolid, España:
Universidad de Valladolid.
Riaño Alcalá, P., Lacy, S., & Agudelo Hernández, O. C. (2003). Arte, memoria
y violencia. Reflexiones sobre la ciudad. Medellín: Corporación Región.
Silva Cañaveral, J. S. (2012). La violencia en Colombia: una perspectiva
desde el arte. Nodo, 7, 43-56.
Suárez Álvarez, L. A. (2012). Representaciones sociales del enemigo,
construidas a través de la memoria social entre sujetos desmovilizados de
grupos de autodefensas unidas de Colombia (AUC).
Zima, P. (2010). Para una sociología del texto literario. Bogotá: Instituto Caro
y Cuervo.
60
ANEXOS
ANEXO 1: FORMATO ENTREVISTA 1
Concepto: El conflicto
1. ¿Cuál cree usted que es el origen del conflicto en Colombia?
*Pregunta abierta
Preguntas cerradas con múltiple opción.
2. El conflicto en Colombia es :
a. Un conflicto social y político
b. Una lucha contra el narcotráfico
c. Una lucha contra el terrorismo
3. Quién tiene una mayor responsabilidad en el conflicto Colombiano
a. El estado
b. Los paramilitares
c. Los insurgentes
61
d. La sociedad civil
4. Para usted cuáles son los sucesos o hitos históricos de mayor relevancia en
el conflicto Colombiano
a. La muerte de Gaitán
b. Toma del palacio de Justicia
c. Bombardeo de Marquetalia
d. Pablo Escobar
e. Otro ¿Cuál?
5. Cree que el conflicto Colombiano puede tener solución?
a. Sí
b. No
6. Está de acuerdo con el proceso de Paz.
a. Sí
b. No
¿Por qué?
A continuación le será leída una lista de actores y sucesos históricos, díganos cuál
es su percepción de ellos en términos de bueno o malo según se acomode
mejor.a su opinión.
a. El estado
b. Fuerzas militares
c. Bandas criminales
62
d. Guerrillas
e. FARC-EP
f. ELN
g. M-19
h. Grupos paramilitares
i. Proceso de Paz.
Nota: Este formato fue parcialmente modificado al realizarse la entrevista final con
el fin de identificar los cambios de postura más significativos que generó el
proceso.
63
ANEXO 2: FORMATO ENTREVISTA 2
Concepto: El enemigo
1. A continuación te haremos algunas preguntas, y te pedimos que respondas
de manera amplia.
● ¿En un sentido amplio qué entiendes por Enemigo?
● ¿Crees que existe alguna diferencia entre un adversario y un
enemigo?¿Cuál?
● ¿Cómo se compartan los enemigos?
● ¿Quiénes se comportan como enemigos en nuestra sociedad?
● Desde tu punto de vista ¿Cómo se construye un enemigo?
● ¿Quién es el enemigo?
2. Señale para cada uno de los siguientes actores cuáles son sus enemigos:
● Estado
● Fuerzas militares
● Guerrillas
● FARC
● ELN
● Paramilitares
● Bandas criminales
● Narcotraficantes
64
● ¿Otro?
3. Escribe a continuación las palabras que se te ocurren cuando piensas en
ENEMIGO
1. _________________________
2. _________________________
3. _________________________
4. _________________________
5. _________________________
4. En nuestra historia como país al enemigo se lo ha tratado de eliminar cuando
no físicamente, al menos mediática o simbólicamente, ¿qué alternativa crees
existe para tratar al enemigo en una sociedad después del conflicto?
Nota: Este formato fue parcialmente modificado al realizarse la entrevista final con
el fin de identificar los cambios de postura más significativos que generó el
proceso.
65
ANEXO 3: FORMATO ENTREVISTA 3
Concepto: El aliado
1. ¿Qué es para ti un aliado?
2. Desde tu experiencia ¿qué elementos permiten la unión entre las personas?
3. ¿Cómo te imaginas que podría ser una sociedad en el postconflicto?
4. ¿De qué forma puede aportar la experiencia artística para la consolidación de
una sociedad preparada para asumir el post-conflicto?
5. Nosotros desde la Escuela hemos venido reflexionando mucho sobre el
significado del Encuentro, ¿qué opinión tienes tú al respecto?
6. ¿Te ha permitido el espacio de la Escuela establecer nuevos lazos y nuevas
relaciones? ¿qué particularidad encuentras en esas relaciones con respecto a
otros espacios?
7. ¿Cuál ha sido el aporte más significativo que ha propiciado la experiencia de
la Escuela para tu proceso personal?
8. ¿crees que el arte es importante para la construcción de una nueva sociedad?
¿por qué?
Menciona cinco palabras que sirvan para describir tu experiencia en la Nueva
Escuela de pensamiento:
1. _________________________
2. _________________________
3. _________________________
66
4. _________________________
5. _________________________
Nota: Este formato fue parcialmente modificado al realizarse la entrevista final con
el fin de identificar los cambios de postura más significativos que generó el
proceso.
Top Related