BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE PUEBLA FACULTAD DE MEDICINA
EMBRIOLOGÍA SECCIÓN: 18 MIERCOLES 10:00-12:00 HRS ALUMNO: BRIAN HESÚS AMBROCIO MIRANDA
Desarrollo embrionario de la faringe
Los arcos faríngeos en el embrión contribuyen en gran medida a la formación
de la cara, las cavidades nasales, la boca, la laringe, la faringe y el cuello. Cada
arco faríngeo se forma por un núcleo de tejido conjuntivo embrionario, uno típico
posee una arteria que rodea la faringe primitiva, un vástago cartilaginoso, nervios
sensitivos y motores y músculos. Las bolsas faríngeas se desarrollan entre los arcos
originarán nuevos órganos, se forman también hendiduras que separan los arcos
faríngeos.
Al conocer y analizar las estructuras del desarrollo normal del embrión, es más
trascendente la importancia que recae en la salud del embrión, siendo más pronta
la acción al diagnosticarse alguna malformación y en su caso, ser tratada o
corregida, entre estas enfermedades, algunas son congénitas, las cuales son de
gran mortalidad en el feto y neonato.
El síndrome de Treacher Collins es causado por un gen autosómico
dominante, el cual causa un desarrollo insuficiente de huesos cigomáticos.
La secuencia de Pierre Robin es un trastorno asociado a la hipoplasia de la
mandíbula, paladar hendido y defectos en ojos y oídos.
El síndrome DiGeorge en el que se nace sin timo ni glándula paratiroides
provocando problemas a nivel inmunológico.
Quistes de hendiduras y fistulas braquiales provocan tumoraciones que
afectarán más tardíamente de manera importante.
Todas estas presencias patógenas, son estudiadas con la ayuda de la genética,
pues gracias a ella podemos tener idea clara de la razón de una malformación
embriológica, tomando gran importancia en el ámbito médico, pues la mayor parte
de los padecimientos que el paciente pueda llegar a desarrollar se originan en la
etapa embrionaria. Una serie de funciones vitales son satisfechas no solo en la
región del cuello, también de la cara; al abarcar cartílagos, músculos, ligamentos,
nervios u huesos, de manera particular a la comunicación verbal, la regulación
inmunológica, la alimentación y respiración, la carga fisiológica que recae en la zona
embrionaria faríngea es enorme y contundentemente vital.
Es evidente que para que en nuestra sociedad existan las relaciones inter e
intrapersonales, se necesitan cualidades físicas que nos permitan llevar a cabo tales
actividades simpáticas, gracias a una apariencia armónica y estética, es posible vivir
de forma óptima.