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    tan slo est protagonizada por los habitantes de lastierras bajas; sin embargo, los mayistas ya estn pre-parados para disear los procesos culturales ocurri-dos en la regin y establecer de manera definitiva

    su pertenencia o no al rea maya, y esta publiccines una buena muestra de ello.

    Andrs CIUDAD RUIZ

    FARRIS, Nancy M.: Maya society under colonial rule. The collective enterprise of survival,Princeton, Ne.w Jersey, Princeton University Press, 1984. XII, 585 pginas. 14 ilustracio-nes, 9 cuadros, 3 esquemas, 3 mapas. Glosario de trminos. Indices.

    Desde que en 1964 Charles Gibson publicara suinvestigacin sobre los aztecas bajo el dominio espa-ol, el cual se ha convertido en justicia en un clsico,han venido apareciendo sistemticamente una seriede monografas sobre pequeas comunidades indige-nas o estudios parciales de otras ms amplias en !asque, estudiando la evolucin habida en el mundo ind-gena tras la conquista, se trata de comprender las so-ciedades prehispnicas, el carcter y manifestacionesconcretas de los diversos mecanismos coloniales dedominacin y sus interacciones. En este sentido eraevidente y urgente contar para el mundo maya conalgo parecido al trabajo de Ch. Gibson. Esto es preci-samente lo que nos brinda Nancy M. Farris.

    La misma autora en el prlogo declara que su libroes un estudio de los mayas de Yucatn desde losaos anteriores a la conquista hasta el final del perio-do colonial, que, adoptando los mtodos y las tcnicasde la etnografa histrica, trata de reconstruir en su to-tal complejidad el mundo maya sobre las bases funda-mentales de la ecologa, modos de subsistencia, for-mas sociales y sistemas de creencias y concretar loscambios operados en l a lo largo de la poca colo-nial. Pretende adems no quedarse en el caso concre-to maya sino servir de base a la comprensin de untema ms amplio y ambicioso cual es el funciona-miento de las sociedades agrarias y sus transforma-ciones bajo el impacto de la dominacin colonial.

    El estudio comienza con una discusin del rgi-men colonial espaol en Yucatn (capitulos 1 a 3) en-tendido como el contexto en el cual la historia de losmayas transcurri durante tres siglos. El mismo rgi-men es analizado como el producto de la interaccinentre los elementos del medio ambiente bsicos, don-de se incluye el elemento humano como un condicio-nante ms, y los fines de la Corona espaola y sus ins-tituciones. En la esfera econmica la escasez de re-cursos exportables y el consecuente bajo nivel de in-migracin espaola combinado con una relativa abun-

    dante mano de obra (a pesar de los efectos devasta-dores de epidemias y hambres), retardaron el paso deuna economa tributaria a otra de mercado. En la esfe-ra poltica el fuerte peso demogrfico favoreci un sis-tema de dominio indirecto a pesar de que el clero,como principal agente del control espaol, dej mu-chas de las administraciones parroquiales en manosde la lite maya. Se acaba esta primera parte analizan-do cmo las influencias no se dieron tan slo en unadireccin al subrayar el proceso de mayanizacin (len-guaje, dieta, crculo domstico) del sector espaol,factor que siempre se suele olvidar en los estudios deesta clase.

    En el captulo 4 se entra de Ileno en el anlisis delproblemtico entramado social repasando para ellolos diversos modelos explicativos existentes tantoecolgicos como demogrficos y econmicos. La au-tora ofrece un modelo alternativo basado en la con-cepcin colectiva de supervivencia y la crtica del rolmilitar y de mediacin divina de la lite como funda-mento ideolgico de dominio.

    Los captulos 5 a 7 analizan los efectos desintegra-dores del dominio colonial en el ya frgil de por s or-den social. Las dilatadas estructuras polticas mayasfueron fragmentadas en comunidades autnomas ydentro de estas comunidades y de sus grupos de pa-rentesco la cohesin fue socavada por las exigenciasespaolas y los modos en que estas se aplicaron. Lossignos de tensin se observan no tanto en un enfren-tamiento abierto sino ms bien en la respuesta calladay constante de la huida de los indgenas hacia zonasfronterizas y milpas alejadas de la presencia del ele-mento blanco colonizador.

    En los captulos 8 a 11 se analiza extensamentepor qu, a pesar de aparentes amplias causas y clarossignos, los lazos sociales mayas no desaparecieroncompletamente. Para ello la autora ofrece varias expli-caciones. Una es la continuidad territorial, genealgi-ca y funcional que percibe en la nobleza maya an ha-

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    biendo cambiado las formas polticas. Otra gira alre-dedor del entendimiento de la sociedad maya colonialcomo una empresa colectiva de supervivencia, que di-rigida por la lite fue capaz de movilizar los recursoscomunitarios y defenderlos de los ataques de los es-paoles. En los capitulos 10 y 11 se analizan concreta-mente los efectos de la evangelizacin en las creencias religiosas mayas y en el ritual, no como un proce-so de conversin sino como un intercambio a tres ni-veles: gestin privada con nuevos espiritus; sosteni-miento corporativo de las divinidades-santos tutela-res; y un mayor o menor elaborado culto de homenajeal ser supremo. Mutuamente adaptable al segundo ni-vel la religin maya y el cristianismo alcanzaron unfuerte sincretismo en cuanto al culto que permiti a lalite maya a travs del desarrollo de las cofradias y lasfiestas anuales de los pueblos, retomar su control delritual pblico y con l los canales de la distribucin dela riqueza y del poder.

    El ltimo captulo titulado acertadamente "La se-gunda conquista'' relata la remodelacin que a finalesdel siglo XVIII tuvo que soportar de nuevo la sociedadmaya como consecuencia de las reformas borbni-cas. Es un capitulo de capital importancia para los his-toriadores ya que si bien el tema de las reformas bor-bnicas durante los ltimos aos ha merecido unaatencin ascendente entre los investigadores, hastaahora las consecuencias que tales innovaciones su-pusieron en las comunidades indgenas habia sido

    pasado por alto o no tratado con tanta intensidad. Elcentralismo y la expansin de las haciendas junto conla recuperacin demogrfica significaron la ruptura delos antiguos lazos integradores de la sociedad mayaen Yucatn. En las haciendas el rol de la lite maya fueasumido por los propietanos espaoles a travs de losmayordomos, quienes a partir de dicha fecha comen-zaron a dirigir todos los asuntos tanto civiles como re-ligiosos del Estado. La responsabilidad del cuidado delos residentes pertenecia por entero al propietario. Elindigena pas a depender del "amo" en cuanto a sumanutencin, reparto de tierras cultivables, adminis-tracin de justicia, proteccin contra la injerencia deotros espaoles y toda clase de servicios que antaohaban desempeado los jefes de la comunidad. "Sur-vival was no longer a collective enterprise in Mayahands" (p. 386).

    La investigacin est slidamente documentadaen innumerables materiales tanto de archivo como ar-queolgicos y etnogrficos adems de reunir una muycompleta bibliografa.

    En resumen, se trata de una investigacin que al-canza altos logros y que combina perfectamente elanlisis del caso concreto de la sociedad maya y lascuestiones generales tericas antropolgicas. En defi-nitiva, creemos que re ne todos los elementos paraconvertirse en otro "clsico" de la literatura america-nista, por lo que sera muy conveniente que fuera tra-ducido lo antes posible al castellano.

    Pedro PEREZ HERRERO

    GARCIA DE PALACIO, Diego: Carta-Relacin. Relacin y Forma. Edicin de M a del CarmenLen Czares, Martha Ilia Njera y Tolita Figueroa. Edicin facsimilar y modernizada.UNAM, Mxico, 1983, 172 pp., cuadro lingistico, glosarios, indice analitico y mapa.

    El libro objeto de este comentario es el n mero 1de la serie Fuentes para el estudio de la Cultura Maya,dirigida por la Dra. Mercedes de la Garza y publicadapor el Instituto de Investigaciones Filolgicas del Cen-tro de Estudios Mayas. Estos documentos y otros mu-chos, derivaron del inters mostrado por la Coronahacia sus colonias americanas. El control de los vas-tos territorios que iba poseyendo hizo necesario con-tar con informes directos obtenidos por los funciona-rios reales. La primera informacin sobre Guatemalafue solicitada en 1533 y encargada al conquistadorPedro de Alvarado, seguida por otras en 1570 y 1572.Este inters de la Metrpoli culmin durante el reinado

    de Felipe II con las Ilamadas "Relaciones Histrico-Geogrficas de Indias".

    Con motivo de una visita por algunas regiones dela Audiencia de Guatemala, su oidor, el licenciado Die-go Garcia de Palacio escribe en 1576 una carta al Rey.Estas visitas perfectamente reglamentadas por la le-gislacin de Indias tenian un doble objetivo, recavarinformacin sobre las gentes y las tierras, y compro-bar si las leyes de defensa de los indgenas se cum-plian convenientemente.

    Adems de la Carta Relacin, la presente edicinincluye un informe sobre tasaciones: La Relacin yforma que el licenciado Palacio oidor de la Real Au-